año xlii. madrid i .0 de; setiembre de 1910. núm. 35. i

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Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. U i rimcm ESPiu REVISTA CIENTÍFICA Y PROFESIONAL PERIÓDICO CONSAGRADO Á LA DEFENSA DE LOS DERECHOS É INTERESES DE LA CLASE FARMACÉUTICA ESPAÑOLA Director: I>. Francisco Marín y Sancho. El precio de suscrición en Madrid y provincias es: 10 ^ Las suscriciones pueden hacerse en la Redacción, calle de Silva, 49, segundo; Caballero de -Gracia, 23, botica del Sr. Robert, sucesor del Dr. Font; Sacramento, 2, botica; Santa Isabel, 5, farmacia del Doctor Gómez Pamo; en la del Doctor Pizá, Infantas, 26 ^ en las principales libre- rías y también por medio de los corresponsales de pro» vineias. pesetas un año; 5 pesetas semestre. Extranjero, 20 pesetas al año. Anuncios y comunicados á precios convencionales. Toda la correspondencia al Director de LA FARMACIA ESPAÑOLA, calle de Silva, 49, segundo (esquina á la de la Luna), Madrid. SE PUBLICA TODOS LOS JUEVES MADRID, JUEVES 1.° DE SETIEMBRE DE 1910. CRÓNICA PROFESIONAL Al margen del Codex; por el Dr. Henri Martin, Cuanto más se ahonda en las cuestiones re- lativas al ejercicio de la farmacia, se advierte más la complejidad que se esconde bajo la sencillez aparente de los principios. Los medi- camentos oficinales deben responder siempre á las prescripciones del Codeas; y conforme á este principio, ¿resulta el farmacéutico nece- sariamente culpable cuando dispensa un me- dicamento más ó menos apartado del tipo oficial? ¿Varía esta responsabilidad según las circunstancias? ¿Qué influencia puede tener, en tal concepto, el empleo de una etiqueta en la que se exprese con sinceridad la composi- ción del producto? Clasifiquemos las observaciones que el ha- llazgo de un medicamento de fantasía debe inspirar al juez imparcial; y son las que si- guen, en el caso de que haya desacuerdo con la farmacopea: 1. a Infracción de las leyes, ordenanzas, decretos y sentencias del Parlamento que im- ponen al farmacéutico la obligación de aco- modarse á las prescripciones del formulario legal; 2. * Fraude en la naturaleza ó en la compo- sición del medicamento, hecho previsto y penado por la ley de 1.° de Agosto de 1905; 3. a Anuncio, venta ó presentación en venta de remedio secreto, si la fórmula del medica- mento no ha sido redactada por médico ó aprobada por la Academia de medicina; 4. a Ligera irregularidad, que puede ser to- lerada sin inconveniente para la salud pú- blica; 5. a Progreso, si aparece con evidencia que la modificación tiene por objeto mejorar el producto. Otras cuestiones accesorias se relacionan con el problema principal; y así, ¿se trata de una presentación en venta real y no de una simple détención? El producto inscrito en el Codex, ¿es un medicamento destinado á la medicina humana? Dejemos aparte estas con- sideraciones particulares, suponiendo, para simplificar, resueltos tales puntos por la afir- mativa, y también el estudio del papel legal que corresponde al médico en semejante cir- cunstancia. Veamos solamente lo que se re- fiere á la trasgresión del Codex, examinando sucesivamente los puntos de vista que acaba- mos de enumerar. L—AUTORIDAD DEL CODEX. La farmacia no es un comercio libre, sino una profesión reglamentada. En lucha perpe- tua contra la enfermedad y la muerte, ha debido organizarse para el combate recor-

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Page 1: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

Año X L I I . Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35.

U i rimcm ESPiu R E V I S T A C I E N T Í F I C A Y P R O F E S I O N A L

PERIÓDICO C O N S A G R A D O Á L A D E F E N S A D E L O S D E R E C H O S É I N T E R E S E S D E L A C L A S E F A R M A C É U T I C A E S P A Ñ O L A

Director: I>. Francisco Marín y Sancho.

E l precio de suscrición en M a d r i d y provinc ias es: 10 ^ Las suscriciones pueden hacerse en la Redacción, calle de Silva, 49, segundo; Caballero de -Gracia, 23, bot ica del Sr. Robert , sucesor del D r . F o n t ; Sacramento, 2, bot ica; Santa Isabel, 5, farmacia de l Doctor G ó m e z Pamo; en la del Doctor P izá , Infantas, 26 ^ en las principales l i b re ­r í a s y t a m b i é n por medio de los corresponsales de pro» vineias.

pesetas u n a ñ o ; 5 pesetas semestre. Extranjero , 20 pesetas a l a ñ o . Anuncios y comunicados á precios convencionales. Toda la correspondencia a l Di rec tor de L A F A R M A C I A

E S P A Ñ O L A , calle de Silva, 49, segundo (esquina á la de la Luna) , M a d r i d .

SE P U B L I C A TODOS LOS JUEVES

MADRID, JUEVES 1.° DE SETIEMBRE DE 1910.

C R Ó N I C A P R O F E S I O N A L

A l margen del Codex; por e l D r . H e n r i M a r t i n ,

Cuanto m á s se ahonda en las cuestiones re­lativas al ejercicio de la farmacia, se advierte m á s l a complejidad que se esconde bajo la sencillez aparente de los pr incipios . Los medi­camentos oficinales deben responder siempre á las prescripciones del Codeas; y conforme á este pr inc ip io , ¿ resu l t a el f a r m a c é u t i c o nece­sariamente culpable cuando dispensa un me­dicamento m á s ó menos apartado del t ipo oficial? ¿Var ía esta responsabilidad s e g ú n las circunstancias? ¿Qué influencia puede tener, en ta l concepto, el empleo de una etiqueta en la que se exprese con sinceridad la composi­c ión del producto?

Clasifiquemos las observaciones que el ha­llazgo de un medicamento de f a n t a s í a debe inspirar al juez imparc ia l ; y son las que s i ­guen, en el caso de que haya desacuerdo con la farmacopea:

1. a In f racc ión de las leyes, ordenanzas, decretos y sentencias del Parlamento que i m ­ponen al f a r m a c é u t i c o la ob l igac ión de aco­modarse á las prescripciones del formular io legal;

2. * Fraude en la naturaleza ó en la compo­

s ic ión del medicamento, hecho previsto y penado por la ley de 1.° de Agosto de 1905;

3. a Anunc io , venta ó p r e s e n t a c i ó n en venta de remedio secreto, si l a f ó r m u l a del medica­mento no ha sido redactada por m é d i c o ó aprobada por l a Academia de medicina;

4. a Ligera i r regular idad, que puede ser to­lerada sin inconveniente para la salud p ú ­bl ica;

5. a Progreso, si aparece con evidencia que la modi f icac ión tiene por objeto mejorar e l producto.

Otras cuestiones accesorias se relacionan con el problema pr inc ipa l ; y a s í , ¿se t ra ta de una p r e s e n t a c i ó n en venta rea l y no de una simple dé tenc ión? E l producto inscrito en el Codex, ¿es un medicamento destinado á la medicina humana? Dejemos aparte estas con­sideraciones part iculares, suponiendo, para s implif icar , resueltos tales puntos por la af i r ­mat iva , y t a m b i é n el estudio del papel legal que corresponde al m é d i c o en semejante c i r ­cunstancia. Veamos solamente lo que se re ­fiere á la t r a s g r e s i ó n del Codex, examinando sucesivamente los puntos de vista que acaba­mos de enumerar.

L—AUTORIDAD DEL CODEX. L a farmacia no es un comercio l ib re , sino

una p rofes ión reglamentada. En lucha perpe­tua contra la enfermedad y la muerte, ha debido organizarse para el combate recor-

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dando que «la discipl ina es la fuerza p r i n c i ­pal de los e jé rc i tos» . E l f a r m a c é u t i c o , en el que muchos no ven hoy m á s que un comer­ciante, es, s in embargo, á su manera, un sol ­dado. Recibe t a m b i é n l a orden: el agua de laure l cerezo, hasta el 15 de Mayo de 1909, c o n t e n í a 0,05 gramo de á c i d o c i a n h í d r i c o por 100; á pa r t i r de l a fecha indicada, se eleva el tanto por ciento á 0,10 gramo. Impor t an poco las preferencias del preparador por ta l ó cual p r o p o r c i ó n del p r inc ip io activo: el servicio antes que todo; la consigna no se discute.

E n t a l mater ia , el f a r m a c é u t i c o se i n c l i n a gustoso porque sabe bien que la uniformidad de las preparaciones oficinales es para él una g a r a n t í a que, s in hacerle decaer de su puesto, bor ra su personalidad. No le pasa siquiera por el pensamiento la idea de sustraerse a l cumpl imiento de su deber de obediencia dis­pensando, por ejemplo, un agua de laure l cerezo cuya v a l o r a c i ó n real , pero no regla­mentar ia , consigne en la etiqueta. E l e sp í r i t u m á s celoso de su independencia r e c o n o c e r á que una ta l diferencia, de una oficina á otra* s e r í a una continua amenaza contra l a salud p ú b l i c a .

Pero esta u n i ó n tan perfecta, esta obser­vancia tan escrupulosa e s t á contenida en bien estrechos l ími t e s , c o n c r e t á n d o s e al domin io de los medicamentos l lamados «he ro icos» , s in duda porque h a r í a falta mostrar cierto he­r o í s m o para modificar arbi t rar iamente el g ra ­do de toxic idad.

No hay nada como el pel igro p r ó x i m o para jun ta r á los individuos. U n cr í t i co irrespetuo­so d i r í a que los f a r m a c é u t i c o s se estrechan alrededor del Codex como los invitados de la Pintada alrededor de « C h a n t e c l e r » , cuando pasa la sombra del g a v i l á n : desaparecido el pel igro, los gallos emancipados r iva l izan en belleza; cada uno de ellos no s u e ñ a m á s que en alabar y luc i r el m é r i t o excepcional de su plumaje . Cuando la idea del veneno se borra , levanta la cabeza el individual ismo fa rma­céu t i co y el mercant i l i smo osa proc lamar sus derechos.

L a ley, s in embargo, no dist ingue entre preparaciones t ó x i c a s y preparaciones ano­dinas. Los f a r m a c é u t i c o s se a t e n d r á n , dice, « p a r a las preparaciones y composiciones que deben ejecutar y tener en su oficina, á las fór-mula r insertas y descritas, etc.» Y es claro que l a uni formidad exigida se aplica á todos los medicamentos oficinales y no solamente á los medicamentos peligrosos.

Este precepto es inaplicable, escriben los que no e s t á n conformes con tal mandato. ¿No vé is que impl i ca la ob l igac ión de « t ene r en nuestra oficina» todo lo que e s t á consignado en el Codex? ¿ P o d r á decirse en serio que hasta el 15 de Mayo de 1909, d e b í a m o s estar obl iga­toriamente provistos de la l e t a n í a de sustan­cias « i n s c r i t a s en la farmacopea de 1884 y sus suplementos y que no figuran en la vigente edición»? Y a s í mismo, ¿no p o d r í a n s e ñ a l a r s e en l a reciente ed ic ión buen n ú m e r o de medi­camentos poco menos que inusitados? A l me­nos el Codex de 1866 marcaba con un asterisco los medicamentos que el f a r m a c é u t i c o estaba obligado «á tener en su oficina»; pero, puesto que se han supr imido los asteriscos por i l e ­gales, se ha impuesto la p o s e s i ó n de una pa ­j a re ra de « r u i s e ñ o r e s » , y el exceso mismo de esta exigencia muestra que se t rata en r ea l i ­dad de un precepto absurdo y anticuado.

A nuestro ju i c io , la o b l i g a c i ó n de « tener» en nuestra oficina todos los medicamentos o f i ­cinales no es tan absoluta como parece, su­puesto que se de á la palabra « tener» una razonable i n t e r p r e t a c i ó n ' . Esta d i spos ic ión legal significa sencillamente, á nuestro enten­der, que el f a r m a c é u t i c o no tiene derecho á oponer «que no t iene» el remedio prescri to en forma y consignado en la farmacopea, sino que debe, si el remedio demandado le fa l ta , hacer dil igencias para p r o c u r á r s e l e ó para adquir i r los elementos que entran en la pre­p a r a c i ó n . Si alguno de los productos necesa­rios no se encuentra en el comercio de dro­g u e r í a , este caso de fuerza mayor p o n d r á a l f a r m a c é u t i c o en estado de excusa legal.

Pero « tener» un producto no es s i n ó n i m o de «es t a r a b a s t e c i d o » . Cuando un comerciante ha agotado una m e r c a n c í a que t e n í a en alma­cén y no puede satisfacer inmediatamente á los ú l t i m o s compradores, no ha cesado por eso de « tener» el a r t í c u l o demandado; lo que hace es tomarse un plazo para suminis t rar le .

A d e m á s , el art . 38 de la ley de germinal a ñ a d e que el Codex « d e b e r á contener prepa­raciones bastante variadas para poder acomo­darse á las diferencias de c l ima y produccio­nes de las diversas partes del t e r r i to r io f ran­cés» . E l «stock» de un f a r m a c é u t i c o del Norte puede, pues, ser diferente del de un fa rma­céu t i co del M e d i o d í a : el uno y el otro « t ienen» todos los remedios oficinales, pero nada se opone á que ellos e s t én habitualmente provis­tos nada m á s que de los remedios usados en su r eg ión .

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Solamente los f a r m a c é u t i c o s «espec ia l i za ­dos» en la p r e p a r a c i ó n de uno ó varios medi­camentos e n c o n t r a r á n e x t r a ñ o que la ley les obligue á suministrar los todos; pero no es ve ros ími l que un cliente mal humorado o b l i ­gue por todos los medios de derecho á un «pr ínc ipe de la e s p e c i a l i d a d » á servir le una p e q u e ñ a caja de u n g ü e n t o gr is .

Por ú l t i m o , el f a r m a c é u t i c o p o d r á ser en ocasiones dispensado de « tener» todos los productos oficinales; pero e s t a r á siempre o b l i ­gado á que los medicamentos que tenga en venta en su oficina respondan á las exigen­cias del Codex.

L a farmacopea oficial es, por esencia, i m ­perat iva. Es u n Código especial, que todo far­m a c é u t i c o debe conocer, que par t ic ipa de la majestad de l a ley y que debe ser, como el la , obedecido y respetado. No puede siquiera imaginarse que el gobierno publ icara en el porven i r n i aun el m á s remoto, un Codex para someter sencillamente sus a r t í c u l o s á la b e n é v o l a a t e n c i ó n de los f a r m a c é u t i c o s . L a autoridad del Codex a r ranca de su existencia misma; el Codex s e r á obl igatorio ó no s e r á nada.

II.—FRAUDE.

Frecuentemente, pero no siempre, el defec­to de no conformidad con el Codex constituye un fraude al comprador .

E l cliente que pide en la oficina un producto consignado en el Codex y destinado a l uso t e r a p é u t i c o , presume que adquiere el ta l p ro­ducto preparado con arreglo á la f ó r m u l a legal. Si el f a r m a c é u t i c o le entrega un pro­duelo diferente, comete una doble in f racc ión :

1. ° De la ley de germina l , que le ordena atemperarse a l formular io oficial;

2. ° De la ley de 1905, que le prohibe «enga ­ñ a r a l c o n t r a t a n t e » .

Pero para que esta segunda in f r acc ión se agregue á la p r imera , es necesario que el com­prador haya sido defraudado. L a i n s c r i p c i ó n en la etiqueta de la f ó r m u l a exacta del med i ­camento, ¿hace desaparecer este elemento constitutivo de delito?

Sí , respondemos; s í , si l a i n s c r i p c i ó n se puso de buena fe; no, si se puso de mala fe.

L a in f racc ión de la ley de 1.° de Agosto de 1905 no puede cometerse sin que medie inten­c ión fraudulenta. «El proyecto de ley sometido al Senado, d e c í a el ponente T h é v e n e t , es un proyecto de ley penal. Ahora bien, toda ley penal supone, para ser aplicada, un elemento esencial: la mala fe del que comete l a infrac­

ción». Es evidente que un hombre de buena fe no es un defraudador.

E l juez debe invest igar á cual móv i l obedece el f a r m a c é u t i c o a l consignar en la etiqueta la f ó r m u l a (suponiendo que sea exacta) de la p r e p a r a c i ó n . Ta l insc r ipc ión puede, en efecto, e n s e ñ a r honradamente a l comprador, ó, por el contrar io , abusar de su incompetencia. E l problema es muy delicado.

L a lectura de l a etiqueta, la manera con que la i n s c r i p c i ó n de la f ó r m u l a ha sido re ­dactada y dispuesta, suminis t ran un p r i m e r elemento de a p r e c i a c i ó n ; y el c á l c u l o del precio del medicamento suminis t ra o t ro .

Si este precio es igual ó superior al del p ro­ducto oficinal correspondiente, debe descar­tarse inmediatamente toda i n t enc ión f raudu­lenta . Si , por el cont rar io , la modi f icac ión de la f ó r m u l a del Codex, aun cuando se haya puesto é n conocimiento del púb l ico , permite obtener precio infer ior , la buena fe del ven­dedor es entonces discutible.

No llegamos, s in embargo, hasta declarar que es inadmisible . U n f a r m a c é u t i c o puede haber supr imido el salol del «Polvo cont ra el coriza» (1) y sostener que su objeto ha sido evitar la acc ión i r r i t an te del salol .

(Se c o n t i n u a r á ) .

SE IMPONE LA LIMITACIÓN (2)

No hemos de esforzarnos mucho para enu" merar algunas de las causas que han c o n t r i ­buido á la ru ina de nuestra p ro fes ión : las i n ­trusiones, las farmacias de los charlatanes, estableciendo la ruinosa competencia en los precios de venta, los dispensarios y c l í n i c a s gratui tas, donde por una cantidad i r r i so r i a se visi ta y se despachan las f ó r m u l a s , las fa r ­macias cooperativas y la avalancha de espe­cíficos ext ranjerosy nacionales. A ñ a d a m o s , á esto, el sin fin de medicamentos, con nombres registrados, que las casas alemanas, sobre todo, nos mandan á d iar io , cuyo coste es ele­vado, y que no contentas con esto los espe-

(1) He aquí la fórmula del POLVO CONTRA EL CORIZA (Farmacopea francesa, ed. de 1908, pág. 640):

Saliciiato de naftilo p 30 gramos. Salicilato de fenilo 15 — Mentol • n KA "*" Clorhidrato de cocaína 3 5 9 Acido bórico '

Pulverícense, mézclense, pásese la mezcla por el tamiz nüm. 26 y consérvese en frasco tapado.

(2) De E l Restaurador Farmacéutico,

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cial izan casi todos mermando el ingreso del f a r m a c é u t i c o , y se v e r á el estado deplorable en que se encuentra nuestra p rofes ión .

Algunos f a r m a c é u t i c o s para defenderse de este c ú m u l o de desdichas, las cuales todas conspiran á mermar de un modo alarmante sus ingresos, han procurado, ó c r e í d o , mejo­ra r su s i t uac ión por otros medios. Estos, si han sido legales, d i g á m o s l o a s í , no le han sur­t ido efecto y , si no contaba con un capital que le resarciera de sus p é r d i d a s en la oficina ve que, no solamente no tiene garantizado su m a ñ a n a , sino n i t an siquiera el d í a mismo y, entonces, ó bien se resigna estoicamente á esperar la debacle final ó b ien viendo con es­panto a c e r c á r s e l e por momentos la miseria, se insp i ra en medios ilegales que lo abocan al curanderismo descarado ó—como se dice de boca en boca—al t rus t para la e x p l o t a c i ó n de específ icos a s o c i á n d o s e c o n m é d i c o s q u e , poco escrupulosos, y algo m á s que no deci­mos, por un tanto por botella, bote ó caja que recetan, se prestan á negociar con sus c l i en­tes á costa del bols i l lo y del e s t ó m a g o de é s ­tos, rellenando este ú l t i m o con mejunjes bau­tizados con nombres r imbombantes, todos ellos, eso s í , registrados, y cuyo coste oscila entre tres, cuatro ó cinco pesetas.

Estos t rus t son una grave amenaza para los f a r m a c é u t i c o s dignos que conflan en el escru­puloso cumpl imiento de sus deberes, los cua­les ven alejarse la f ó r m u l a c l á s i ca elegida por el m é d i c o concienzudo en la cabecera del en­fermo y, en cambio, ve aumentar las recetas p i d i é n d o l e específ icos de sus c o m p a ñ e r o s del trust , los que tienen que i r á buscar, ya que es imposible tenerlos todos, para ganar, todo lo m á s , un cinco por ciento.

¿Qué triste y vergonzosa es la s i t u a c i ó n de los comanditarios del t rus t obligados á i r á buscar, p a g á n d o l a s a l contado, á casa del m é d i c o , las etiquetas de los específ icos que explotan porque és tos desconf ían de los fa r ­m a c é u t i c o s de la c o m p a ñ í a y de este modo creen estar seguros de cualquiera estafa?

¿Si les queda un poco de decoro profesional que amargos deben saberlos los dineros que cobran pOr los girones de su dignidad?

Y , s i , como se susurra y se dice soto voee en todos los sitios donde se r e ú n e n m á s de dos f a r m a c é u t i c o s , fo rman parte de estos t rusts c o m p a ñ e r o s que hasta ahora se h a b í a n tenido por d i g n í s i m o s , urge el tomar serias medidas que, si no acaban radicalmente con estos con­tubernios, castiguen severamente á los que no

reparan en hacer de su t í tu lo p e n d ó n de sus concupiscencias.

Y no es solo en nuestro p a í s donde la f a r ­macia atraviesa esta s i tuac ión ; en I ta l ia , de­bido a l malestar de la clase, e s t á ya sobre el tapete la l imi t ac ión del ejercicio de nuestra carrera, y en la ú l t i m a asamblea general de la a s o c i a c i ó n general de f a r m a c é u t i c o s de F r a n c i a — - s e g ú n leemos en e l B u l l e t i n des Seieneíes Pharmacologiques—se ha promovido una d i scus ión interesante con mot ivo de l a l im i t ac ión .

No es de ahora que la clase f a r m a c é u t i c a francesa se ocupa de la misma; en Octubre de 1909, M r . Mal leoal , presentaba á sus compa­ñ e r o s un proyecto muy bien estudiado y muy notable tratando la cues t ión desde el punto de vista de las conveniencias de su p a í s . Ahora ha sido M r . Leelere, f a r m a c é u t i c o de Amhe~ r ieu , quien ha expuesto sus ideas y sus puntos de vis ta .

L a p ropos i c ión del Sr. Leelere ha sido aco­gida favorablemente por la comis ión de legis­lac ión y jur isprudencia que preside M r . M a r ­t in , a s í , como por e l consejo y la asamblea general de la A . G.

Pide dicho s e ñ o r , para satisfacer los deseos dignos de c o n s i d e r a c i ó n , de las poblaciones rurales desprovistas de farmacias, para poner un freno á l a competencia establecida, exce­siva y perjudicial para la salud púb l i ca y para salvaguardar los intereses r e s p e t a b i l í s i m o s de los f a r m a c é u t i c o s actualmente en ejercicio;

1. ° Que ninguna farmacia nueva pueda ser abierta a l púb l i co , en el porvenir , s in l a auto­r izac ión p r é v i a de una comis ión departamen­tal compuesta de inspectores de farmacia y de uno ó dos miembros del consejo del de­partamento de higiene especial delegados por el prefecto.

2. ° Que en las cabezas de par t ido ó ayun­tamientos importantes en los cuales actual­mente no existe farmacia y en donde la po­b l a c i ó n alejada m á s de 6 ó 7 k i l ó m e t r o s de toda oficina sea numerosa, esta comis ión exa­mine la posibi l idad de la c r e a c i ó n de oficinas aunque hayan de ser subvencionadas por los ayuntamientos interesados y por el departa­mento.

Con esto, dice, se i r í a de momento á una l i m i t a c i ó n , la cual , seriamente y t a l como la deseamos t a r d a r á en ven i r .

L o que pedimos no es nada ex t raord inar io ya que exigimos que la a u t o r i z a c i ó n de ab r i r una nueva oficina solo sea dada en el caso en

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que se juzgue necesario para asegurar el ser­vicio f a r m a c é u t i c o .

Hemos de encontrar muy l eg í t imo el poner á los j ó v e n e s f a r m a c é u t i c o s en la ob l i gac ión de comprar una oficina existente ó de fun­dar la en un si t io desprovisto de el la .

Con estas ideas se nos p r e g u n t a r á ¿y las fa r ­macias mutualistas? E l p r imer cuidado que i n c u m b i r á a l comi t é nacional f a r m a c é u t i c o -mutual is ta que va á consti tuirse, s e r á el estu­diar las condiciones de a p l i c a c i ó n de una ta­r i f a para la mutual idad y , como los otros, los f a r m a c é u t i c o s mutualistas d e b e r á n estar so­metidos á la a u t o r i z a c i ó n .

Acaba, el Sr. Leclerc, manifestando, es cues t i ón de d i r ig i rse á los poderes p ú b l i c o s , diciendo: si c r e é i s que la farmacia es inú t i l , suprimidla; pero si la j u z g á i s necesaria, dad a l f a r m a c é u t i c o los medios de ejercer su arte con dignidad, garantizadle su m a ñ a n a , p ro -tegedle contra l a miseria inspiradora del f rau­de. P o d r é i s , entonces, pedirle servicios que p r e s t a r á con placer, como perito en los f r au ­des, como el propagador m á s indicado de las sanas ideas de la higiene, etc. Entonces po­d r é i s exigi r le una i n s p e c c i ó n severa, despia­dada, en i n t e r é s de la salud p ú b l i c a .

Estas manifestaciones del Dr . Leclerc nos recuerdan las proposiciones del Sr. Guasch, presidente del Colegio de f a r m a c é u t i c o s de Barcelona, presentadas hace unos tres a ñ o s

, referentes á recabar de los Poderes p ú b l i c o s establecieran un l ími te de distancia al insta­larse una nueva farmacia; y la reciente de nuestro querido amigo, Sr. A g e l l , proponiendo que, solo fuese permit ido despachar medica­mentos á los f a r m a c é u t i c o s , debiendo ser r u ­bricadas, por el f a r m a c é u t i c o propietario de la oficina, ó por otro inscr i to en la misma, todas las recetas despachadas en su farmacia. Estos s e ñ o r e s iban directamente, á l a l i m i t a ­c ión , como el Sr. Leclerc, considerando,—y esta i m p r e s i ó n la l levamos t o d o s los que recientemente hemos ido á M a d r i d por el asunto de las C o o p e r a t i v a s — q u é é s t a t a r d a r á en llegar debido á la desidia de todos.

En nuestro p a í s siempre ha sido objeto pre­ferente de estudio la l im i t ac ión de farmacias. Hace treinta a ñ o s que el Dr . Laguna es tud ió con mucha e x t e n s i ó n esta interesante cues­t ión y , desde esta fecha, se ha continuado el estudio de la misma; en todas las asambleas que se han celebrado ha sido tema preferente el de la l i m i t a c i ó n .

Si la comis ión de Valencia , encargada de

t ransmi t i r a l min is t ro los acuerdos de la Asamblea celebrada en aquella ciudad, ha cumplido fielmente los acuerdos d é l a misma, ha debido presentar, preferentemente, el p r o ­yecto de l i m i t a c i ó n de oficinas de farmacia, ya que la idea de l imi tac ión fué aprobada por a c l a m a c i ó n , á propuesta del Dr . Jimeno, en la p r imera ses ión celebrada.

Si a s í ha obrado, lo que no dudamos, es decir, si ha sido fiel i n t é r p r e t e de lo al l í acordado, una vez estemos enterados de los extremos que abarcan sus conclusiones p re ­sentadas, entonces s e r á hora de procurar con todas nuestras fuerzas á que se traduzca en proyecto de ley, pronto, bien pronto, la l i m i ­t a c i ó n de farmacias.

SECCION O F I C I A L

MINISTERIO DE L A G O B E R N A C I Ó N

R E A L E S Ó R D E N E S C I R C U L A R E S

Siendo indispensable que del personal fa­cul tat ivo que se nombre para las Estaciones sanitarias y otros servicios terrestres especia­les, que actualmente se organizan con mot ivo del c ó l e r a en Rusia é I ta l ia , forme parte u n profesor m é d i c o que con especialidad se de­dique á los estudios b a c t e r i o l ó g i c o s , á fin de poder l legar a l r á p i d o y seguro d i agnós t i co de la dolencia en los pr imeros casos, de lo cual depende muchas veces todo el é x i t o de la l u ­cha contra l a p r o p a g a c i ó n de la epidemia, y deseando este minis ter io que los cargos a lu ­didos recaigan en personas de la mayor i d o ­neidad cient íf ica posible,

S. M . el rey (q. D. g.) se ha servido disponer que se convoque por un plazo de diez d í a s á todos aquellos m é d i c o s que se dediquen con especialidad á trabajos de esta índo le , sobre todo en el sentido p r á c t i c o ó de a p l i c a c i ó n á la higiene y á l a c l ín ica , que deseen desempe­ñ a r los destinos que con c a r á c t e r eventual se creasen, para que puedan solici tar lo de este minis ter io por medio de instancia, acompa­ñ a d a de todos aquellos documentos que j u s t i ­fiquen singularmente su capacidad p r á c t i c a en asuntos m i c r o b i o l ó g i c o s , bien entendido que, si por exigencia del desarrollo de la epi­demia fuera necesario nombrar este personal antes de te rminar el plazo fijado en esta con­vocatoria , se p o d r á prescindir de é l , y en todo caso nombrarse l ibremente por este Departa­mento, con l a g ra t i f i cac ión ó indemnizacio­nes que para cada caso se s e ñ a l e , s e g ú n la

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550 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

impor tanc ia del servicio que se les encomien­de y circunstancias de la local idad á que va ­yan destinados.

M a d r i d , 23 de Agosto de 1910. L o que de real orden se hace púb l ico para

los efectos interesados.—MmVio. {Gaceta del d í a 24).

E l peligro que e n t r a ñ a b a para la salud pú­bl ica en nuestro pa í s la m a n i f e s t a c i ó n en Ru­sia de l a epidemia de c ó l e r a morbo a s i á t i c o , d e t e r m i n ó la c a m p a ñ a de p r e v e n c i ó n y de­fensa de 1908, d i c t á n d o s e numerosas disposi­ciones, entre las que, dentro de la ó r b i t a que corresponde á la Sanidad in ter ior , figuran las reales ó r d e n e s de 25 de Setiembre (1) y 3 de Octubre del citado a ñ o (2) recordando el cum­pl imiento de los preceptos vigentes acerca de la higiene p rov inc i a l y munic ipa l .

L a m a n i f e s t a c i ó n de algunos casos de la c i ­tada enfermedad en una r e g i ó n de I ta l ia , au­menta el peligro de i n v a s i ó n , en cuanto se pueden crear focos m á s p r ó x i m o s á nuestras fronteras en lugares de frecuente comunica­c ión comercia l con E s p a ñ a , i m p o n i é n d o s e , por tanto, l a necesidad de vigor izar l a pre­v e n c i ó n y las defensas sanitarias planteadas, pero siempre sobre las bases establecidas en la i n s t r u c c i ó n general de 12 de Enero de 1904, como resultado de los estudios modernos de e p i d e m i o l o g í a .

E l saneamiento constante del terreno; la rev is ión y reconocimiento minuciosos de las sustancias al imenticias , y el cuidado y la v i ­gi lancia sobre las conducciones de aguas po­tables y los medios de transporte en cuanto vigorizan al ind iv iduo d á n d o l e mayor resis­tencia o r g á n i c a , son esenciales medidas de defensa sani tar ia que restan condiciones de desarrollo al germen c o l é r i c o .

E l aislamiento de los pr imeros atacados, si desgraciadamente, y contra todas las p r e v i ­siones, se llegase á produci r la i n v a s i ó n co­l é r i c a , d e t e r m i n a r í a , probablemente, la ex­t i nc ión del foco, y por ello se i m p e d i r í a el des­ar ro l lo de la epidemia, contribuyendo t a m b i é n á este resultado eficazmente, los procedimien­tos de des in fecc ión , si se apl icaran con todo r igor y con l a mayor urgencia.

Sobre estos pr inc ip ios , ya establecidos, ha de g i r a r la c a m p a ñ a sani tar ia , y al efecto, puntualizando su e j ecuc ión ,

(1) Véase el nútn. 41 de LA FARMAGU ESPAÑOLA, co­rrespondiente al día 8 de Octubre de 1908.

(2) Idem er42 del mismo raes y año.

S. M . el rey (q. D, g.) se ha servido dispo­ner:

1. ° Que se encarezca á V . S. l a necesidad de que exi ja á todos los funcionarios de Sani­dad á sus ó r d e n e s , el m á s estricto cumpl i ­miento de las disposiciones vigentes sobre higiene p rov inc ia l y munic ipa l , detalladas en la i n s t r u c c i ó n general del ramo, y preceptos complementarios, entre ellos, los del real de­creto de 22 de Diciembre de 1908, sobre fa ls i ­ficación de las sustancias al imenticias; v i g i ­lando constantemente los mataderos, merca­dos, fondas y casas de d o r m i r , a l objeto de asegurar, en lo posible, l a pureza de los a l i ­mentos y las condiciones de habi tabi l idad de los lugares donde pueda aglomerarse p ú ­bl ico .

2. ° Que se ejerza especial v ig i lanc ia sobre el suminis t ro de aguas potables, para procu­rar su pureza, en depós i t o s , c a ñ e r í a s y ma­nantiales, a s í como sobre la e v a c u a c i ó n de aguas y residuos á que se refiere el ar t . 109 de la i n s t r u c c i ó n , ut i l izando los medios y las i n ­dicaciones que consignan el art . 190 y concor­dantes de la misma, relacionados con el fun­cionamiento de Laborator ios , que t a m b i é n detalla el predicho real decreto de 22 de D i ­ciembre de 1908.

Comunicada á V . S. por los alcaldes y fun ­cionarios de Sanidad las observaciones que recojan sobre a l t e r a c i ó n de las aguas, acor­d a r á , con el informe de las juntas locales de Sanidad y cuando sea preciso de la p rov inc ia l , las medidas convenientes, complementando el ejercicio que de sus facultades hagan los alcaldes.

3. ° Que por medio de las circulares que crea oportunas, recuerde V . S. á los m é d i c o s , cabezas de fami l ia , jefes de talleres y f á b r i c a s , d u e ñ o s de fondas, posadas y h o s p e d e r í a s , la inexcusable o b l i g ac i ó n que todos t ienen de poner en conocimiento del inspector m u n i c i ­pal de Sanidad, la m a n i f e s t a c i ó n de cualquier caso sospechoso de enfermedad infecciosa, comprendida en el anexo 1.° de la referida i n s t r u c c i ó n , s e ñ a l a d a m e n t e de c ó l e r a , para que pueda precederse á un d i a g n ó s t i c o y a l aislamiento y á la des infecc ión oportunas, en su caso, part iendo de que la falta de c u m p l i ­miento del expresado precepto, que constituye el ar t . 124 de la i n s t r u c c i ó n , ratificado por l a real orden de 25 de Setiembre de 1908, d a r á lugar á las correcciones que determinan los a r t í c u l o s 64 y 200 a l 202 de la dicha i n s t r u c c i ó n y el 22 de la ley p rov inc ia l .

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L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 551

4. ° Que asimismo se exi ja el cumpl imiento de ios apartados 2.°, 3.°, 4.° y 5.° de la preci­tada real orden de 25 de Setiembre, recabando de los respectivos ayuntamientos que, con arreglo á los recursos de que dispongan y en cumpl imiento del ar t . 113 de la i n s t r u c c i ó n , habi l i ten el local , con los medios necesarios, para el aislamiento de los pr imeros casos de c ó l e r a que pudieran presentarse, y adquieran los elementos de des in fecc ión á que se refiere, s e g ú n el n ú m e r o de habitantes de cada m u n i ­cipio, el anexo 2.° de la misma.

5. ° Que V . S. comunique á este minis ter io , a d e m á s de las noticias ó los datos que tenga y puedan determinar una r e s o l u c i ó n de la A d ­m i n i s t r a c i ó n central sobre los part iculares expuestos, las manifestaciones, en l a opor tu ­na r e l ac ión , que le hagan los alcaldes de su respectiva provincia acerca del cumpl imiento del ar t . 113 y del anexo 2.° referidos, y

6.9 Que se publique esta d i spos i c ión en los Boletines Oficiales de las provincias para co­nocimiento del p ú b l i c o , ya que ella recuerda el cumplimiento de deberes determinantes de responsabilidades que han de hacerse efecti­vas con el mayor r igor .

De real orden lo digo á V . S. á los efectos expresados. Dios guarde á V . S. muchos a ñ o s . M a d r i d , 24 de Agosto de 1910.—Merino.—Se­ñ o r gobernador c i v i l de... (Gaceta del 25).

R E A L O R D E N

Excmo. Sr.: E l f a r m a c é u t i c o D. J o s é M a r í a Noguera recurre en alzada contra l a p r o v i ­dencia de 31 de Enero ú l t i m o , por la que V . E. , en vista de que la farmacia de la plaza Co­merc ia l , n ú m e r o 9, venia funcionando en esa capital s in la debida a u t o r i z a c i ó n , estando a l frente de la misma, desde el mes Junio a l de Noviembre una persona sin t í tulo profesional, por haber trasladado Noguera su residencia á Gerona, impuso á é s t e la mul ta de 500 pese­tas y otra igua l a l intruso D. Santiago F e r r á n .

Alega el recurrente que, á consecuencia de su ma t r imonio , celebrado en Gerona, de jó en­cargada la referida farmacia, el d í a 8 del pa­sado Junio, a l p r á c t i c o D . Santiago F e r r á n ; que aunque los f a r m a c é t i c o s t i tulares e s t á n facultados para ausentarse durante tres me­ses, él no faltó de la farmacia tanto tiempo se­guido, pues p e r i ó d i c a m e n t e iba á ella para disponer lo necesario á su funcionamiento ordenado; que a l t e rminar el arreglo de sus asuntos, se p e r s o n ó ya en la farmacia el 4 de

Octubre, y en ella s igu ió hasta que la t r a s p a s ó en debida forma al f a r m a c é u t i c o t i tu la r don José Cacanella, dando parte a l Colegio oficial B a r c e l o n é s . Por las expuestas consideracio­nes pide se le releve de la mul t a .

Del expediente instruido en v i r t u d de de­nuncia hecha por D . Benito Pujol : p r imero , ante el subdelegado de farmacia, y d e s p u é s ante vuecencia, resulta en conjunto que, t an ­to el subdelegado del dis t r i to de la Lonja , co­mo el decano de los subdelegados, conf i rma­ron , por el resultado de la vis i ta hecha á l a farmacia, y por las manifestaciones de don Santiago F e r r á n , que Noguera no r e s id í a en la misma, sino en Gerona, d e d u c i é n d o s e que el F e r r á n d i r ig ía el establecimiento en rea l i ­dad; que Santiago F e r r á n d e c l a r ó que, desde Junio ú l t i m o . Noguera, por r a z ó n de su ma­t r imon io , se m a r c h ó definitivamente á Gero­na, quedando el declarante al frente de l a bo­tica, mediante contrato pr ivado, en cuya s i ­t u a c i ó n s igu ió hasta el 30 de Noviembre , en que Noguera se e n c a r g ó de nuevo de l a b o t i ­ca, á l a que h a b í a hecho frecuentes viajes en ese interregno.

Abier to p e r í o d o de audiencia, por Orden de 15 de Marzo , publicada en el Bo le t í n Ofi­c ia l de esa provinc ia el 24, y notificada á N o ­guera en Gerona el 23, n inguna nueva alega­ción se ha hecho por el hoy recurrente.

Por todo lo expuesto: Vistas las Ordenanzas de farmacia en sus

a r t í c u l o s 2.° y 9.°, s e ñ a l a d a m e n t e ; la ley p ro - , v inc ia l , en su a r t í c u l o 22, y la I n s t r u c c i ó n ge­neral de Sanidad, a r t í c u l o s 202 y 204:

Considerando que resulta probado en el expediente oportuno que D. J o s é M a r í a N o ­guera a b a n d o n ó su farmacia, estableciendo, desde el mes de Junio ú l t i m o , su residencia en Gerona, con in f racc ión notor ia de los a r t í c u ­los 2.° y 9.° de las Ordenanzas:

Considerando que el establecimiento s igu ió funcionando durante su injustificada ausen­cia, que s e g ú n propia d e c l a r a c i ó n y la del practicante F e r r á n , t e r m i n ó en 4 de Octubre, bajo la d i r e c c i ó n exclusiva de é s t e , que care­ce de t í tu lo profesional; y

Considerando que las alegaciones del recu­rrente no d e s v i r t ú a n el cargo que le resulta, y que constituye falta para con arreglo a l ar­t ículo 202 de la I n s t r u c c i ó n , que puede ser pe­nada, s e g ú n el 204, con la mul ta de 50 á 500 pesetas, facultad que t a m b i é n c o r r e s p o n d í a á V . E., en uso de las atribuciones que le con ­fiere el a r t í c u l o 22 de la ley provinc ia l ,

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552 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

S. M . el rey (q. D. g.) se ha servido disponer que se desestime el recurso interpuesto por D . Jo sé M a r í a Noguera, quedando confirmada la mul ta que le fué impuesta.

De real orden lo digo á V . E. , como reso­luc ión del recurso, para su conocimiento y el de D . J o s é M a r í a Noguera, con devo luc ión del expediente. Dios guarde á V . E., muchos a ñ o s . Madr id , 18 de Mayo de 1909.—C¿err«.—Señor gobernador c i v i l de la provinc ia de Barcelo­na.—-(Inédita) .

SECCIÓN CIENTIFICA

Estudio sobre e l glicerofosfato de ca l ; por A . A s t r u c (1).

Pero estos valores son generalmente dife­rentes de los obtenidos por v a l o r a c i ó n ac id i -m é t r i c a con las mismas muestras, como se ve en el siguiente cuadro:

as ft» Sá B

0 o

1 . . . 2 . . . 3 . . . 4 . . . 5 . . . 6 . . . 7 . . . 8 . . . 9 . . .

Peso del residuo.

0,253 0,258 0,260 0,2585 0,257 0,265 0,264 0,267 0,265

Tanto por ciento en sal anhidra.

begun el residuo.

83,60 85,20 85,98 85,48 84,98 87,62 87,30 88,28 87,62

Según la valoración acidimétrica.

83,19 78,75 78,75 78,01 77,29 84,83 79,24 84,83 81,63

¿Qué representa, pues, el producto de la i n c i n e r a c i ó n y cuá l es el valor de este ensayo» del glicerofosfato de calcio? El residuo de la i n c i n e r a c i ó n del glicerofosfato de calcio puro es el pirofosfato de calcio P207Ca2. Sin em­bargo, la c a l c i n a c i ó n de los diferentes com­puestos fosforados de que he hablado ante­r iormente , que se encuentran con frecuencia en el glicerofosfato de calcio oficinal , puede dar, a l mismo tiempo que una nueva propor­c ión de pirofosfato, sea alguna cantidad de á c i d o p i rofosfór ico ó meta fos fór ico en combi­n a c i ó n ó no con el calcio, sea fósforo l ib re , en presencia del c a r b ó n reductor, de tal suerte que es en t a l caso difícil establecer compara-

(1) Véase el número anterior.

ción de a l g ú n va lor entre los diversos ensayos que pueden hacerse de esta sal.

Si el glicerofosfato de calcio es puro y res­ponde á la f ó r m u l a del Codex, la cantidad de pirofosfato de calcio c o r r e s p o n d e r á á la cifra asignada por el c á l c u l o ; igualmente h a b r á concordancia entre este ensayo, la v a l o r a c i ó n a c i d i m é t r i c a de la sal y la d e t e r m i n a c i ó n pon­deral del fósforo: que con cada una de las tres cifras respectivas obtenidas se calcula l a p ro­p o r c i ó n de sal anhidra contenida en la mues­t r a analizada y se e n c o n t r a r á un tanto por ciento sensiblemente i dén t i co ; si el g l icero­fosfato de calcio contiene una cantidad de agua superior ó infer ior á una m o l é c u l a (can­t idad indicada por el Codex), las tres deter­minaciones precedentes ( i n c i n e r a c i ó n , va lo ­r a c i ó n a c i d i m é t r i c a , v a l o r a c i ó n ponderal) da­r á n t a m b i é n resultados comparables entre s í . Pero si el glicerofosfato de cal contiene, como impurezas, uno cualquiera ó una mezcla de los cuerpos siguientes:

/ O - va PO—OC3H5(OH)2 Ca;

l X O C ' H ^ O H j V

f / O y P O — 0 - C H 2 \ „ c a ;

l X O - C H V C H O H J vOC5H8(OH)2

PO—OC3Hs(OH)2 x o c m ^ o H ) 4

é s to s p r o d u c i r á n , por c a l c i n a c i ó n , pirofos­fato de calcio sin duda, pero el exceso de fós­foro se e n c o n t r a r á asimismo al estado de á c i ­do oxigenado, m á s ó menos deshidratado, y> por consiguiente, no h a b r á concordancia en­tre los tres ensayos: la i n c i n e r a c i ó n d a r á una cifra que no p o d r á ser t ransfer ida, con exact i ­tud, en sal anhidra y pura; el ensayo a c i d i m é -t r ico d a r á un resultado infer ior al precedente y c o r r e s p o n d e r á solamente á la sal ofleinal; en fin, la v a l o r a c i ó n ponderal del fósforo re­p r e s e n t a r á un tanto por ciento superior á los otros dos. En una palabra, nos encontrare­mos ante cifras muy discordantes que, á p r i ­mera vista, d e s c o n c e r t a r á el a n á l i s i s del g l i ­cerofosfato, pero que un examen m á s atento p e r m i t i r á expl icar .

Estas observaciones son consecuencia del examen que hizo el autor de los glicerofosfa-tos de cal comerciales. V é a s e , entre otros, a l ­gunos resultados de e x p e r i m e n t a c i ó n , que re­presentan la cantidad por ciento de gl icero­fosfato de calcio anhidro calculado con los datos de que acabo de hablar:

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L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 553

E? P' p" & ai B : 3 3

10 11 12

Por mi procedimiento

acidi-m é t r i c o .

73,31 78,05 75.02

Por el residuo de la

calcinación.

83,00 82,00 84,66

Por valo­ración ponderal

del fósforo.

85,88 83,23 85,88

Así , pues, como consecuencia de la presen­cia s i m u l t á n e a en el glicerofosfato de calcio comercial , de diversos compuestos fosforados y en par t i cu la r del diglicerofosfato cá l c i co , no es posible deducir, con segundad, del peso de las cenizas obtenidas, la cantidad de gl ice­rofosfato oficinal que contiene. Sin embargo, si este ensayo por i n c i n e r a c i ó n no basta para apreciar bien el valor de un glicerofosfato, puede dar una i n d i c a c i ó n cuando paralela­mente se hace la v a l o r a c i ó n a c i d i m é t r i c a : si hay discordancia entre los dos resultados, es probable l a existencia de otros compuestos fosforados y se fijará definitivamente por la v a l o r a c i ó n ponderal del fósforo, y de la cal en su caso.

{Se c o n t i n u a r á . )

CRÓNICAS

M é d i c o s b a c t e r i ó l o g o s . — Por real orden c i rcular de 23 de Agosto, que insertamos í n t e ­gra en la s e c c i ó n oficial de este n ú m e r o , se convoca por un plazo de diez d í a s á todos aquellos m é d i c o s que se dediquen con espe­cialidad á trabajos bac t e r io lóg i cos , sobre todo en el sentido p r á c t i c o ó de a p l i c a c i ó n á la hi­giene y á l a c l ín ica , que deseen d e s e m p e ñ a r los destinos que con c a r á c t e r eventual se crea­sen, para que puedan sol ici tar lo del ministe­r io de la G o b e r n a c i ó n por medio de instancia, a c o m p a ñ a d a de todos aquellos documentos que justifiquen singularmente su capacidad p r á c t i c a en asuntos m i c r o b i o l ó g i c o s .

Estos destinos facultativos en las Estaciones sanitarias y otros servicios terrestres especia­les que actualmente se organizan con motivo del c ó l e r a en Rusia y en I ta l ia , s e r á n r e t r i bu i ­dos con g ra t i f i cac ión ó indemnizaciones que para cada caso se s e ñ a l e .

O r a c i ó n i n a u g u r a l . — L a apertura del curso a c a d é m i c o de 1910 á 1911 se ve r i f i ca rá el s á ­bado 1.° de Octubre p r ó x i m o , en el Paraninfo de la Univers idad Central , estando encargado de l a o r a c i ó n inaugural el c a t e d r á t i c o de la Facultad de ciencias D. J o s é A n d r é s Irueste.

M o n t e p í o de m é d i c o s t i t u l a r e s .—El minis ­t ro de la G o b e r n a c i ó n se ha ocupado en estos d í a s con el Dr . Bejarano, inspector general de Sanidad in ter ior , del Mon tep ío de los m é d i c o s t i tulares, y han acordado que se convoque, de real orden, á una asamblea encargada de

proponer los medios m á s oportunos y las ba­ses para el funcionamiento del M o n t e p í o .

E l problema que ha de resolver la asamblea es ciertamente arduo y complicado, pero si en esa r e u n i ó n domina, como es de esperar, el buen sentido y todos los representantes se ha­cen cargo de la real idad, despreciando espe-jjsmos que deleitaron tanto á nuestros compa­ñ e r o s , p o d r á llegarse á una so luc ión si no satisfactoria, al menos apropiada para poner t é r m i n o á la actual s i t u a c i ó n en todos con­ceptos insostenible.

Y para que s i rva á todos de e n s e ñ a n z a , al gobierno en pr imer t é r m i n o , en sus compla­cencias tan fáci les como desastrosas.

Funcionar ios de Sanidad.—El desarrollo que en Rusia y en algunas comarcas de I ta l ia ha tomado la epidemia co lé r i ca , impone como medida de p r e v i s i ó n , que todo el personal de­pendiente de las inspecciones generales de Sanidad ocupe sus puestos en las mismas, y á este efecto, se dispone por real orden de 22 de Agosto anterior, que se declaren caducadas todas las licencias, cualquiera que sea su fun­damento, que hayan sido concedidas á los ex­presados funcionarios, quienes sin excusa n i pretexto alguno, d e b e r á n presentarse inme­diatamente en el lugar de sus destinos.

Delegado oficial.—Por real orden de 14 de Agosto ú l t i m o ha sido nombrado el Dr . don Macar io Blas y Manada, inspector de se rv i ­cios f a r m a c é u t i c o s , delegado oficial del minis ­terio de la G o b e r n a c i ó n para que le represente en el Congreso in ternacional de farmacia que se c e l e b r a r á en Bruselas los d í a s 1.° a l 5 del actual .

El Colegio de f a r m a c é u t i c o s de M a d r i d t a m ­bién ha concedido al Sr. Blas y Manada su r e p r e s e n t a c i ó n en el referido Congreso.

P é s a m e . — H a fallecido Doña Luisa Blanco, hermana de nuestro estimado amigo don Eduardo Blanco y Raso, presidente del Cole­gio de f a r m a c é u t i c o s de M a d r i d . Le acompa­ñ a m o s en su inmenso dolor por tan sensible p é r d i d a .

Hig iene p r o v i n c i a l y m u n i c i p a l . — E n la secc ión oficial publicamos la real orden de 24 de Agosto ú l t i m o recordando el cumpl imiento de las disposiciones vigentes relativas á la higiene provincia l y munic ipa l y puntual izan­do su e jecuc ión en las que se dictan en la mencionada real orden con arreglo á las bases establecidas en la i n s t r u c c i ó n general de sa­nidad de 12 de Enero de 1904.

Premios p a r a los alumnos de l a U n i v e r s i ­dad Central.—Consignado en l a vigente ley de presupuestos un c r é d i t o de 2.500 pesetas para premios á los alumnos de las Facultades de la Univers idad Central , se convoca, por edicto inserto en la Gaceta de M a d r i d de 24 de Agosto, á opos i c ión á los alumnos mat r icu la­dos en la e n s e ñ a n z a oficial que aspiren á obtenerlos.

Se c o n c e d e r á n los premios, d i s t r i b u y é n d o s e por la Junta e c o n ó m i c a de este establecimien­to la citada cantidad entre las cinco Facul ta­des, en vista del n ú m e r o de aspirantes, de los informes de los Tribunales respectivos ante los cuales se celebren las oposiciones y de las

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554 LA F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

propuestas que acuerden las Juntas de las Fa­cultades.

Para ser admit ido á opos ic ión se requiere que justifique el a lumno falta de recursos; haber obtenido tres notas de sobresaliente, ó dos por lo menos, si só lo hubiese cursado el p r imer a ñ o , y que lo solicite en debida forma antes del 15 de Setiembre actual, del s e ñ o r decano de la respectiva Facultad.

Las citadas oposiciones y la c o n c e s i ó n de premios se r e g u l a r á n , en cuanto sea posible, por lo establecido en las instrucciones 32 á la 38 de las aprobadas en 15 de Agosto de 1877 para l a e jecuc ión de los decretos de 6 de Julio y 10 de Agosto del mismo a ñ o .

COMERCIO DE DROGAS

R E V I S T A C O M E R C I A L del 31 de Agosto de 1910 en l a plaza de Barcelona, por el Dr . Sastre y M a r q u é s , Hospital, 109. Acido eitrieo.—ha. fal ta de mayor ac t iv idad

en la demanda como es normal en Julio y Agosto, ha dado lugar á que flojeara el precio.

Arsén i co .—Aun cuando su valor ha descen-cido á muy bajo n ive l , no se observan s e ñ a l e s de mejora en la plaza de Hamburgo .

Acido t a r t á r i c o . — M n y solicitado y con co t i ­zaciones firmes. Atendido el coste de la p r i ­me ra mater ia , se considera inevitable un alza.

Acido acé t i co .—Desde que el acetato de cal ha sufrido sucesivos aumentos, no ha tenido el á c i d o a c é t i c o las correspondientes alzas. Esta a n o m a l í a ha sido motivada por tener los fabricantes partidas de primeras materias ob­tenidas á tipos bajos y t a m b i é n por la compe­tencia entre ellos. Aquellas part idas e s t án en la actualidad agotadas, y tomando por base el va lor del acetato de cal , forzosamente ha­b r á que elevar el del á c i d o a c é t i c o .

Atropina .—Los fabricantes avisan una dis­m i n u c i ó n en el precio.

Almizcle .—El T o n k i n e s t á escaso y caro. Chino cabardino sin v a r i a c i ó n apreciable.

B á l s a m o de copaiba.—Las exportaciones de M a r á c a i b o (Venezuela), asciendieron á 59.000 ki logramos, valorados en 175.000 francos du­rante 1909, contra 69.600 ki logramos, de valor 200.000 francos en 1908.

Cocina.—Desde primeros de Julio ha expe­r imentado tres bajas.

Cadmio.—Su precio es actualmente alrede­dor de 500 marcos 100 k i logramos para me­ta l garantizado 99 y medio por 100 y á entre­gar en Silesia.

C lc ra l h i d r a t a d o . — D e s p u é s de la d i so luc ión del s indicato, l a d e p r e c i a c i ó n ha sido tan acentuada, que ha comprometido la s i t uac ión de varios fabricantes.

Centeno cornezuelo.—Se han hecho desde Hamburgo proposiciones á Rusia para la com­pra de lotes á 3 marcos k i log ramo , las que han sido rechazadas. Esta s i t u a c i ó n ha i m p r e ­sionado el mercado, con ma^or mot ivo cuan­do las existencias son reducidas. Vale apro­ximadamente 3,30 marcos k i logramo.

C u m a r i n a . — D e s p u é s de un largo pe r íodo de

permanecer los precios invar iables , la con ­v e n c i ó n ha comunicado una baja de 3 marcos en k i logramo. H a c í a a l g ú n tiempo que se p re ­sentaban con frecuencia ofertas á t ipos bajos, las que se a t r i b u í a n á nuevos productores, contra las cuales va el acuerdo de la conven­c ión .

Esencia de clavo.—Efecto del encarecimien­to de los clavos, un destilador ha subido el valor de la esencia.

Estoraque.—L&s partidas que se reciben de los puntos productores, dejan mucho que de­sear. L a escasez y firmeza van siendo bastante pronunciadas en varios mercados europeos, todo lo cual c o n t r i b u i r á á un aumento.

Q-uarana.—Se cotiza á 23 marcos en H a m ­burgo á cuyo precio un p e q u e ñ o a r r ibo ha s i ­do inmediatamente vendido.

Glicerina.—Permanece sostenida, a f i r m á n ­dose que hasta la p r ó x i m a pr imavera no hay que esperar r e d u c c i ó n alguna.

Hidroquinona.—L&s ofertas á l í m i t e s bajos abundan; de ah í se ha deducido que el con ­venio entre productores no se ha respetado.

Habas tonkas.— Los pr imeros a r r i b o s á Nueva York,2.900 k i logramos , han sido i n m e ­diatamente adquiridos por l a C.a Amer icana de Tabacos, la que a l parecer e s t á en disposi­c ión de absorber todo lo que se le ofrece.

Iodo.—LAS exportaciones de la clase s in r e -finar desde Iquique han sido como siguen:

Año 1908. Año 1909.

Quintales. Quintales.

Inglaterra 970 1.049 Alemania 1.727 2.494 Estados Unidos 1.050 1.717 1 1 )

M e r c u r i o . — k fines de Julio e x p e r i m e n t ó una baja considerable, de la que r e a c c i o n ó en breve.

Pla t ino.—La «C.8 Indus t r ia l de P l a t i n o » ha mantenido su elevado valor y las compras de la p r imera mater ia se han hecho constante­mente á tipos altos. J a m á s h a b í a alcanzado el metal el precio actual de 5.300 á 5.500 francos k i logramo.

P o l í g a l a Virginia.—Se confiaba que la de la nueva cosecha se o f rece r í a á l í m i t e s ventajo­sos, cuando á mediados de Julio se o p e r ó un brusco cambio. L a causa fué que en los i n ­cendios d é los bosques de algunos distr i tos de los Estados Unidos y C a n a d á se destruyeron considerables plantaciones de aquel a r t í c u l o .

Sulfato de cobre.—Se registra un p e q u e ñ o aumento en las marcas m á s conocidas de L i ­verpool .

Timol .—Los fabricantes se agitan para ele­var los precios y dada la pos i c ión de la p r i ­mera mater ia , aquellos esfuerzos e s t á n j u s t i ­ficados. Hasta l a fecha no han obtenido resul­tados p r á c t i c o s .

DR. SASTRE Y MARQUÉS.

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L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A 555

A N U N C I O S

—REGENTE: Se necesita para la farmacia de d o ñ a Luisa del R í o . Se le r e t r i b u i r á con 75 pe­setas mensuales y asistencia. Todos los viajes s e r á n por cuenta del regente. Dir ig i rse á d i ­cha s e ñ o r a , en M a z a t e r ó n , p rov inc ia de So­r i a . (1)

—VENTA: Por enfermedad del f a r m a c é u t i c o D . Angel Conde, vende su oficina de farma­cia, establecida en Zamora, calle de la Reno-va, n ú m . 13, con una venta de 7 á 8.000 pese­tas y un gasto de 3.592, incluyendo la renta de la casa h a b i t a c i ó n ; y se cede en la cantidad de 10.000 pesetas. (P)

—Por trasladar su residencia por enferme­dad de fami l ia , se vende la ú n i c a farmacia establecida hace m á s de sesenta a ñ o s en un pueblo y cuyo par t ido produce unos quince m i l reales.

Se v e n d e r á por el valor de los medicamen­tos, botamen, a n a q u e l e r í a y aparatos á pre­cios de coste y el pago s e r á a l contado.

L a farmacia puede quedar instalada en el sitio que hoy ocupa, con habitaciones para vivienda, por ser la casa propiedad del actual f a r m a c é u t i c o .

Dir igirse á D. Pedro Roquero, Paseo de Santa Engracia , 90, piso 1 . ' n ú m . 6, M a d r i d .

(2) —Doctor en farmacia y q u í m i c o director de

laboratorio importante , de cuarenta a ñ o s y larga p r á c t i c a , se ofrece para regentar ó d i ­r ig i r farmacia 6 laborator io q u í m i c o en po­b l a c i ó n que no se hal le en n inguna de las re­giones h ú m e d a s de las Vascongadas, Santan­der, Asturias y Gal ic ia .

T a m b i é n a d q u i r i r í a farmacia acreditada y de regulares ingresos.

Para informes y ofertas a l Sr. Director de esta Revista. (P)

—FARMACIA EN VENTA: E n la provincia de C á c e r e s y en un pueblo de 300 vecinos se tras­pasa, al contado, una, por trasladarse su due­ñ o á su p a í s ; produce efectivo, como se pro­b a r á , 3.500 pesetas; 750 de t i tu l a r y el resto en igualas en m e t á l i c o y si se quiere en especies. Para m á s pormenores dir igirse con sello á D. Juan Iglesia, calle de Pelayo, 2 y 4 ,1 . ° , M a ­d r i d , ó á l a r e d a c c i ó n de este p e r i ó d i c o . (1)

—REGENTE: Se necesita con buena p r á c t i c a para la farmacia de Codos, provincia de Za­ragoza. Dir ig i rse , expresando condiciones y referencias, á D. Juan J o s é La to r re , en Tobed, de la referida p rov inc ia . (P)

—Se arr ienda una farmacia, la ú n i c a esta­blecida en el ayuntamiento de Cervo (Galicia) . Tiene 900 pesetas incluidas en el presupuesto munic ipal y dos módicos residentes en el mis ­mo. Comprende a d e m á s parte del a y u n t a ­miento de Jove. Para informes d i r ig i r se á don Juan L ó p e z Garcí is , San Cipr ian (Puerto), p o r Yivero, p rov inc ia de L u g o . (3)

—Se vende una farmacia en Albacete. Para informarse pueden d i r ig i r se á D . Manuel G r i -ñ a n , calle de San A g u s t í n , 11, Albacete. (P) _ —FARMACIA: Se vende por retirarse su due­ñ o del ejercicio profesional , en pueblo de la p rov inc ia de Toledo, á 30 k i l ó m e t r o s de M a ­

d r i d y cinco de la e s t a c i ó n del fe r rocar r i l . E l despacho es á venta l ibre y tiene asignadas 600 pesetas por la asistencia á 50 familias po­bres; su rendimiento l ib re asciende á unas cuatro m i l pesetas.

Para informes: D r o g u e r í a de U lzu r run , Es­parteros, n ú m , 9, M a d r i d . (4)

—FARMACÉUTICO: soltero, larga y esmerada p r á c t i c a , r e g e n t a r í a farmacia. Baltasar Diez; farmacia de Tornero , San S e b a s t i á n . (1)

—FARMACIA: Se vende una en Pulgar, p r ó ­x i m o á Toledo, ú n i c a en el pueblo y con 3.000 reales de t i tu la r . La carretera de Toledo á Ventas pasa por dicho pueblo, a s í como e s t á muy cerca de la de Toledo á Navahermosa. Las condiciones son ventajosas y las razones de la venta son claras: el d u e ñ o se va á casar en breve y quiere colocarse m á s cerca del pueblo de su promet ida . Dir ig i rse á D. Adolfo de Alba , en Pulgar (Toledo). (2)

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Page 12: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

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Page 13: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

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Page 14: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

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Page 15: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

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Page 16: Año XLII. Madrid I .0 de; Setiembre de 1910. Núm. 35. i

560 L A F A R M A C I A E S P A Ñ O L A

F O S F O G r L I C E R A T O D E C A L D E G H A P O T E A U T

El Fosfogl icerato de C a l fué descubierto por P E L O Ü Z B en 1848 — Según el Dr Alberto Robin, este compuesto suministra al organismo el fósforo en una combinación natural y asimilable que activa poderosamente la nutrición alterada.

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8° Capsulas de fosfoglicerato de Cal de Chapoteaut 20 centigramos por cápsula.

4 ° Fosfoglicerato de Cal granulado de Chapoteaut 20 centigramos por cucharilla de café.

TU. B . — La fabricación del Fosfogl icerato de C a l es de extremada delicadexa y rogamos á los Señeros Médicos formulen las preparaciones de C H A P O T E A U T para evitar las mezclas impuras 6 insolubles que se encuentran en el comercio.

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Es una combinación intima del iodo con el jugo de las plantas anti­escorbúticas siguientes t B e r r o , R á b a n o , C o o l e a r i a y T r é ­b o l , sin reacción ninguna con el almidón. L o inofensivo de

este jarabe en el estómago y loa intestinos lo hace preferible á todos los que tienen por base ioduros metálicos, dándole un gran valor en la medicación de los niños, en el l i n f a t i s m o , la t i s i s , los i n f a r t o s de l a s g l á n d u l a s d e l cue l lo , las e r u p c i o n e s de l a p i e l y el u s a g r e ó c o s t r a s de l a l e c h e .

E l J a r a b e d e R á b a n o iodado que se emplea mucho en Paris como sustituto del aceite de hígado de bacalao no produce nunca el más leve accidente de intolerancia.

Cada c u c h a r a d a contiene 6 centigramos de iodo; la dósis es de una cucharada por mañana y tarde para los niños, y de 2 á 4 cucharadas para los adultos. Depósito en PARIS, 8, rué Vlvlenne y en las principales Farmác/as.

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P I N O M A R I T I M O ( J a r a b e y P a s t a )

de LAGASSE } ITaunaciabOd'a.tloo exi S u r d e o s

ESTOS dos productos preparados con la sávia del pino recogida al salir del árbol, posee todas las propiedades balsámicas y resinosas del pino marítimo. Los médicos los recetan generalmente como un

pectoral eficaz y agradable en las diversas afecciones de las vi as respi­ratorias. Su acción se manifiesta particularmente en el c a t a r r o p u l ­m o n a r c r ó n i c o , facilita la expectoración, disminuye la tos haciendo desaparecer en breve los dolores de costado. Procura los mejores resul­tados en las a fecc iones c a t a r r a l e s de l a vej iga y se prefiere k los jarabes de bálsamo do Tolu, da trementina ó al agua de alquitrán.

Depósito en PARÍS, 9, rue Vlvlenne y en las principales Farmác/as.