aÑo vi. el jurado mÉdico-farmacÉutico

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AÑO VI. 2 0 d e Julio d e 4 8 8 5 . NÚM. 27. EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO. REVISTA SEMANAL DE JAmiGmA, píRÜJÍA Y j ^ARMACIA. (Eoo imparcial ds /a Ciencia y de los intereses Profesionaies.) ORGANO OFICIAL DE LAS ASOCIACIONES MÉDICO-FARMACÉUTICAS DE ALIAGA, HUIR, VALDEEROBRES (TERÜEL) y de la Academia Molinesa [Quadalajara). Premiado con mención de Honor por el Jurado de la Exposición iarmaeéutica nacional de 188», y con Medalla de Oro en la Exposición minera nacional. ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN: Arco de Sania María, 9, 2.° C O R R E S P O N S A L E S . D. Elias Gago., médico en León. D. Luis Alvarez Taladriz, subdelegado de Medicina y Cirujía en Hervás (Cáceres). D. Julio Marlinez Agosti, módico en Infiesto (Oviedo). D. Julián Giménez, médico en Córdoba. D. Gerardo Salmerón, médico en Ciudad-Real. D. Eduardo Talegon de las Heras, catedrático en la Fa- cultad de Farmicia, de Santiago, provincia de la Coruña. D. Francisco Zaera, subdelegado de Medicina del partido de Aliaga y médico en Villarluengo (Teruel). D. Ildefonso Rodríguez y Fernandez, catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad de la Habana. D. Luciano Clemente y Guerra^ médico del Hospital de Avila. D. Francisco Cerezuela, médico en Castelserás (Teruel). D. Manuel Torres de Más, médico en Oían (Argelia), D. Eleuterio Azcárate^ módico en Ezcaray (Logroño). D. Remigio Viiioro, id. id. del de Valderrobres (Teruel). D. Luis Leonor Menendez, subdelegado de Farmacia en Segóvía. D. Florentino Izquierdo y Ordoñez, módico en Burgos. D. Pedro Cebrian y Diaz, médico en Nieva (Segovia). D. Eleuterio Delgado, médico en Villalpando (Zamora). D. Ramón Ibañez Abellan, médico en Burlas (Islas Fili- pinas). D. Guillermo Rico del Valle (Astorga). ADVERTENCIA. Esperamos que los suscritores que están en descubierto atiendan nuestras reclamaciones, abonando los atrasos que adeudan, cuya liquidación remitimos por carta, evitando las dificultades y gastos que causa á esta Administración girar á su orden. El Administrador, A. Rico. VAGANTES. La de Médico-cirujano de Luzon (Guadalajara), partido de Molina. Dotación 250 pesetas por la asistencia á las fa- milias pobres y unas 2.000 por igualas entre las pudientes. Las solicitudes basta el 24 del corriente. La de Médico-cirujano de Fuentelaencina (Guadalajara), partido de Pastrana. Dotación 623 pesetas por la asistencia á las familias pobres. Las solicitudes basta el 30 del corriente. La de Médico-cirujano de Castillejo de Infiesto (Cuenca), partido de Motilla del Palancar. Dotación 125 pesetas por la asistencia á las familias pobres. Las solicitudes hasta el 31 del corriente. La de Médico cirujano de Valverde de Mérida (Bada- joz), partido de Mérida. Dotación 1.500 pesetas por la asis- tencia á las familias pobres. Las solicitudes basta el 31 del corriente. La de Médico-cirujano de Montiel (Ciudad-Real), par- tido de Yillanueva de los Infantes. Dotación 975 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. La^ solicitudes basta el 30 del corriente. La de Médico-cirujano de San Estéban de Nogales (León), partido de la Bañeza. Dotación 150 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las p u - dientes. Las solicitudes hasta el 9 de Agosto próximo. La de Médico-cirujano de Pego (Alicante), partido de su nombre. Dotación 1.000 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las so- licitudes hasta el 10 de Agosto próximo. La de Médico-cirujano de Sierra de Yeguas (Malaga), partido de Campillos. Dotación 1.500 pesetas por la asis- tencia á las familias pobres y las igualas entre las pu- dientes. Las solicitudes hasta el 10 de Agosto próximo. La de Médico cirujano de Castejon (Cuenca), partido de Priego. Dotación 500 pesetas por la asistencia á las fami- lias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solici- tudes hasta el 12 de Agosto próximo.

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Page 1: AÑO VI. EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO

AÑO VI. 2 0 d e J u l i o d e 4 8 8 5 . NÚM. 27.

EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO.

R E V I S T A S E M A N A L

D E J A m i G m A , p í R Ü J Í A Y j ^ A R M A C I A .

(Eoo imparcial ds /a Ciencia y de los intereses Profesionaies.)

ORGANO OFICIAL DE LAS ASOCIACIONES MÉDICO-FARMACÉUTICAS DE ALIAGA, HUIR, VALDEEROBRES (TERÜEL) y de la Academia Molinesa [Quadalajara).

Premiado con m e n c i ó n de Honor por el Jurado de l a E x p o s i c i ó n iarmaeéut i ca nacional de 188» , y con Medalla de Oro en la E x p o s i c i ó n minera nacional.

ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN: Arco de Sania María, 9, 2.°

C O R R E S P O N S A L E S .

D. Elias Gago., médico en León . D . Luis Alvarez Taladriz, subdelegado de Medicina y

Cirujía en Hervás (Cáceres). D . Julio Marlinez Agosti, módico en Infiesto (Oviedo). D. Jul ián Giménez, médico en Córdoba. D . Gerardo Salmerón, médico en Ciudad-Real. D . Eduardo Talegon de las Heras, catedrático en la Fa­

cultad de Farmicia, de Santiago, provincia de la Coruña . D. Francisco Zaera, subdelegado de Medicina del partido

de Aliaga y médico en Villarluengo (Teruel). D . Ildefonso Rodríguez y Fernandez, catedrático de

Historia de la Medicina de la Universidad de la Habana.

D. Luciano Clemente y Guerra^ médico del Hospital de Avila.

D. Francisco Cerezuela, médico en Castelserás (Teruel). D. Manuel Torres de Más, médico en Oían (Argelia), D. Eleuterio Azcárate^ módico en Ezcaray (Logroño) . D. Remigio Viiioro, id . i d . del de Valderrobres (Teruel). D. Luis Leonor Menendez, subdelegado de Farmacia en

Segóvía. D. Florentino Izquierdo y Ordoñez, módico en Burgos. D. Pedro Cebrian y Diaz, médico en Nieva (Segovia). D. Eleuterio Delgado, médico en Villalpando (Zamora). D. Ramón Ibañez Abellan, médico en Burlas (Islas F i l i ­

pinas). D. Guillermo Rico del Valle (Astorga).

ADVERTENCIA.

Esperamos que los suscritores que están en descubierto atiendan nuestras reclamaciones, abonando los atrasos que adeudan, cuya liquidación remitimos por carta, evitando las dificultades y gastos que causa á esta Administración girar á su orden.

El Administrador,

A. Rico.

V A G A N T E S .

La de Médico-cirujano de Luzon (Guadalajara), partido de Molina. Dotación 250 pesetas por la asistencia á las fa­milias pobres y unas 2.000 por igualas entre las pudientes. Las solicitudes basta el 24 del corriente.

La de Médico-cirujano de Fuentelaencina (Guadalajara), partido de Pastrana. Dotación 623 pesetas por la asistencia á las familias pobres. Las solicitudes basta el 30 del corriente.

La de Médico-cirujano de Castillejo de Infiesto (Cuenca),

partido de Motilla del Palancar. Dotación 125 pesetas por la asistencia á las familias pobres. Las solicitudes hasta el 31 del corriente.

La de Médico cirujano de Valverde de Mérida (Bada­joz), partido de Mérida. Dotación 1.500 pesetas por la asis­tencia á las familias pobres. Las solicitudes basta el 31 del corriente.

La de Médico-cirujano de Montiel (Ciudad-Real), par­tido de Yillanueva de los Infantes. Dotación 975 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. La^ solicitudes basta el 30 del corriente.

La de Médico-cirujano de San Estéban de Nogales (León), partido de la Bañeza. Dotación 150 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pu ­dientes. Las solicitudes hasta el 9 de Agosto p róx imo.

La de Médico-cirujano de Pego (Alicante), partido de su nombre. Dotación 1.000 pesetas por la asistencia á las familias pobres y las igualas entre las pudientes. Las so­licitudes hasta el 10 de Agosto próximo.

La de Médico-cirujano de Sierra de Yeguas (Malaga), partido de Campillos. Dotación 1.500 pesetas por la asis­tencia á las familias pobres y las igualas entre las pu­dientes. Las solicitudes hasta el 10 de Agosto próximo.

La de Médico cirujano de Castejon (Cuenca), partido de Priego. Dotación 500 pesetas por la asistencia á las fami­lias pobres y las igualas entre las pudientes. Las solici­tudes hasta el 12 de Agosto próximo.

Page 2: AÑO VI. EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO

DR. GOÑI. Especialista en las vías urinarias y matriz. Montera, 5, seaundo.

AGUA D E AZAHAR D E A L O R A . Cuantos conocen la fragancia de la flor de azahar de A n ­

dalucía, saben que no puede compararse con la otras re­giones españolas.

El agua de azahar de Alora (Málaga) es el antinervioso por excelencia; su perfecta obtención y la buena calidad de lars flores que sirven para prepararla, la hacen conservarse indefinidamente sin perder en lo más mínimo una sola de sus paeciosas virtudes.

Las mejores farmacias de Madrid se han dotado ya de este producto, que expenden á 40 reales arroba y 6 reales franco.

Una pequeña cucharada de agua de azahar en un vaso de agua común con azúcar, constituye la bebida más higié­nica, más agradable y excelente que puede tomarse.

Depósito general: Escalinata, % y \0 , segvMdo, Madrid.

contra m m m intermitentes, por rebeldes que sean, se curan con la Pildoras febrífugo-infalibles de Fernandez, conocidas en todo el orbe por su éxito constante. Caja para benignas, 3 pesetas, y para re­beldes, 6 pesetas. Madrid, P. Fernandez, Sacramento, 2, bo­tica; Calzada de Oropesa (Toledo), J. Fernandez/, Almaráz (Cáceres), Abdon Luengo y principales boticas de España. Para muy rebeldes, gránulos de bromidrato, 8 pesetas, Pla­za de la Villa, 4, y Sacramento, 2, Madrid. Por 2 reales más

j se remiten por el correo cualquiera de lastres cajas.

| DENTICINA INFALIBLE. Lo saben las madres. Ni un niño muere de la dentición,

los salva en la agonía, brotan fuertes dentaduras, reaparece la baba, extingue diarrea y accidentes, robustece á los n i ­ños y los desencanija. Caja 12 rs.; remite por 14 el autor, P. F. Izquierdo, Madrid, Sacramento, 2 botica, y Plaza de de la Villa, 5, por mayor, y en las boticas y droguerías de España.

Medalla it oaor aÁceltelMrier es desinfectado por medio del

ÁIquitran,sus-íanc/a tónica y

Isa mica que | iesarrolla muchcM las prop.iedades% del Aceite.

\lplomade$onoí \ Ordenado por todas lasti

CELEBRIDADES! MEDICAS

De Franci» y Eoropsl contra la»

Enfermedades del Pecho,

Afecciones escro-i falos», Clorosisf

Anemia, DebilidBd.Tisisj

DE BACALAO F E R R U G I N O S O í í í la única pre­

paración que 4(y permlteadminls-'rare/Hierros/» Oonstipaolon ni Cansancio.

Deposito general en P A R I S : Faubourg Montmartre, 21

• « f f ^ * ? 3 ? 6 " " ^ de 1" ^ r o ^ -"¿'ey t^gion de Honor.^ W< '* Baqnitismo.

\ i O M C A i

\mmmm%m

TENIA Ó SOLITARIA Se expulsa en 2 ó 3 horas, tomando LAS CAPSULAS TENÍFUGAS

DE MORENO MIQUEL. Arenal, 2, Madrid, y principales

farmacias. 60 rs. frasco, y.por 65, se remite •rtifleado á provincias.

AGUA D E C A R A B A N A , purgante, refrescante, depurativa, ant ib í l i o sa por

excelencia. No se parece n i puede confundirse en sus eíectos^y re­

sultados con ninguna otra agua ni producto; recomendada por todos los profesores de medicina. Ni irri ta, n i produce dolores, ni molestia alguna; se obtienen rápidas curaciones en las enfermedades del estómago, intestinos, hígado, bazo, mesenterio, etc., y en todas las afecciones herpéticas y es­crofulosas del interior y exterior. Ha obtenido cuatro gran­des premios, TRES MEDALLAS DE ORO. Pídase la Memoria cien­tífica.

Venta en todas las buenas farmacias y droguerías de Es­paña. Por mayor, Ghavarri, Atocha, 87, Madrid.

I P O R T A N T Í S I M O A L A HUMANIDAD. Del minucioso análisis practicado durante seis meses

por el reputado químico D. Manuel Saen?, Diez, acu­diendo á los copiosos manantiales que nuevas obras han hecho aíin más abundantes, resulta que La Margarita, de LdeclieSji es entre todas las conocidas y que se anuncian al público, la ^"íca en sulfato sódico y magnésico, que son los más poderosos purgantes, y las únicas que contengan carbonatas ferroso y mang añoso, \gentes medicinales do gran valor como reconstituyentes. Tienen las aguas de Za Marga­rita, más de doble cantidad de gas carbónico que las que pre­tenden ser similares, y es tal la proporción y combinación en que se hallan todos sus componentes, que las consti­tuyen en un especifico irreemplazable para las enferme­dades herpéticas, escrofulosas y de la matriz, sífilis invete­radas, bazo, estómago, mesenterio, llagas, toses rebeldes y demás que expresa la etiqueta de las botellas que se expen­den en todas las farmacias y droguerías, y en el Depósito central. Jardines, 15, bajo, derecha, donde se dan datos y explicaciones.

EL UNICO GRAN DIPLOMA DE HONOR en competencia con todas las aguas purgantes y similares nacionales y extranjeras en la Exposición Internacional de Niza, distinción hasta ahora no concedida.

P Í L D O R A S D E ALUMINIO ATOMIZADO DEL DR. CASTELLÓ.

Para el tratamiento de la tuberculosis pulmonar, según el Dr. Pisk [Jurado Médico-Farmacéutico, n ú m . 14,1885.)

Laboratorio y despacho ai por mayor y menor, farmacia! general española de Fernandez Izquierdo, Sacramente 2, y de venta en las principales farmacia.

Frasco con 50 pildoras, 6 pesetas.

FARMACIA D E P E R E Z N E G R O , Ruda, 14.—Madrid.

Ü PÍLDOBAS DE PjAzA. Sin rival para curar las intermiten tes, ya sean tercianas, cuartanas ó cuotidianas, comproban­do la verdad de su eficacia con los muchís imos profesores, tanto de Madrid como de provincias, que nos honran reco­mendándolas. Caja con 80 pildoras, 20 reales; media, con 40, 12 rs.; se remiten por correo por 2 rs. más , y se hallan de venta en todas las mejores boticas de España . Por mayor se hacen descuentos dirigiéndose á su autor. Ruda, 14, Ma drid.

HELICINA VEGETAL CONTRA LA TOS. Remedio eficacísimo para curar con prontitud toda clase de toses, por rebeldes que sean, teniendo la ventaja sobre otros pectorales de ser inocente su uso; nuestro preparado obra de una manera rápida sobre las toses catarrales, absteniéndonos de hacer más elogios, que bien pudiéramos, por las cartas que obran en nuestro poder de los muchos facultativos que nace años vienen recomendándolo. Hay jarabe á 12 y 22 rs. frasco, pastillas á 12 rs. caja, y pildoras á 18 rs. caja y 10 la media.

DIARREA (DISENTERÍA). La diarrea sintomática de las inflama clones intestinales, así como las producidas por un exceso de la secreción biliar, y las terminadas por la ingest ión de ali­mentos y bebidas de mala calidad, que producen una acción irritante en el tubo digestivo, con especialidad en el grueso, se curan infaliblemente en uno ó dos días con las pildoras de Arándano compuestas: caja 14 rs. Se remiten por correo por 2 rs. más . Farmacia de Pérez Negro, Ruda, 14, Pontejos, 6

Page 3: AÑO VI. EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO

ANO V I . M a d r i d 2 0 d e J u l i o d e 1 8 8 5 . NÚM. 27.

i mrn i A R M A C I A .

R E V I S T A S E M A N A L .

D E ^ V I e D I C I N A , p I R U J Í A Y

(Eco imparcial de la Ciencia y de los inj-ereses Profesionales.)

OFiAL DE LAS AS0CÍAGI01S MlDICO-FARMAClmS DE LOS DISTRITOS DE ALIAGA, HÚAE. Y DE LA ACADEMIA WIOLINESA (GUADALAJARA.)

Mención de honor concedida por el Jurado de la Exposición Farmacéutica

nacional de 1882.

DIRECTOR PROPIETARIO*.

D. LADISLAO VALDIVIESO Y PRIETO

Unica revista Médico-farmacéutica premiada con medalla de oro en la

Exposición minera nacional de 1883.

Ei. JURADO se encargará gratuitamente ríe activar los expedien­tes gubernativos y todo género de reclamaciones médico-farmacéu­ticas en los centros oficiales.

Dará su parecer en las consultas que da legislación vigente le dirijan, siempre que proceda su concurso para las aclaraciones que SB estimen l eg í t imamente necesarias.

Publicará, sig'uiendo un riguroso turno de fechas, los remitidos que envíen los suscritores en consonancia con nuestro programa y los intereses científicos y profesionales que defendemos.

También dará cabida á cuantos casos clínicos notables s'fe nos participen par-a enseñanza particular y engrandecimiento general de la ciencia pá t r i a .

ADMINISTRACIÓN: A r c o d « ¡ S a n t a M a r í a - 9. 85.°

Precios y condiciones de suscricion. Madrid, un mes, una peseta; Provincias, un trimestre, 3 i d . : Extranjero, id . , 4; Ultramar, un se­mestre, 14. Las suscr íc iones se harán al contado en Madrid, y en provincias y extranjero por libranzas de fácil cobro ó sellos de co­municaciones, no respondiendo de su recibo sin ser certificada su remisión.—Se considera suscritor á todo el que, aunque no renueve la suscricion, no avise su baja y siga recibiendo los números , a s í como á cuantos se le remitan y no los devuelvan á su procedencia.

EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO se publ icará en Madrid cuatro veces al mes y en los días 1,13, 20 y 21.

Los anuncios á precios convencionales. Puntos de suscricion. Librería de Moya, Carretas, 8; Mart ínez, P r ín ­

cipe, 25, l ibrería; Bailly-Baill ieri , plaza de Santa Ana, 10; Gutenberg, Príncipe, 14; Menendez, l ibrer ía . Atocha, 29, y en la Adminis t rac ión de este periódico.

SUMARIO. Sección profesional: Alsaldes de vara.—La semana.—Sección c ien t í ­

fica: Revista de Cirujia.—Microorganismo colerígeno de Ferrán (continuación). — Sección bibliográflca.—Noticias.—Corresponsa­les.—Vacantes.—Anuncios.

S E C C I O N P i l O F E S I O N A L .

A L C A L D E S D E V A R A .

Por desgracia, en nuestro país, cuando se ne­cesitan conocer á las autoridades se las conoce de veras.

Ocurre un conflicto, hay una epidemia como la que hoy aflige á muchos pueblos, y en seguida aparecen olvidados y oscuros genios envareiados en Alcalde, para tajar y hacer y deshacer por donde les peta.

Cada montera ó monterado Alcalde, si no es que, como en algunos pueblos ha ocurrido, toma las de Villadiego huyendo de la epidemia, la en­ristra con los médicos, y sin haber tenido jamás en cuenta el cumplimiento dé las leyes sobre organi­zación de la asistencia facultativa de los pobres, se llena de autoridad, y solo con su arbitrario man­dato ordena á los profesores que residen en el dis­trito municipal, que presten dicha asistencia.

Calatayud, la antigua Bílbilis, antiguo obispa­do, en una palabra, una ciudad, es una prueba de cuanto decimos.

Ejercen allí, según el mismo Alcalde, trece médicos, y se qneja, m'Ms eiorM, de que no quie­

ran turnar para la asistencia domiciliaria de los enfermos pobres; queja que ha sido completamente desmentida por los mismos médicos.

Pero no importa: demos por hecha la negativa; demos por cierto que los médicos de Calatayud que dependen de su clientela particular, que no tienen ningún cargo profesional del Municipio, se negaron, ¿qué hay de extraño en su negativa? Pues qué, lo mismo ese Alcalde que cualquiera autori­dad, ¿tan falta está de razón que no comprende el perfectísimo derecho que les asiste? ¿No comprende que el médico que ejerce su profesión en el terreno particular, que no tiene cargo público, no tiene más compromisos que los que acepte con sus clientes?

Claro es que no lo comprende así cuando va á exigir el servicio, y dando al viento la justísima negativa, intenta mancillar á una colectividad, á una clase, que ni jamás ha rehuido el peligro, ni vuelto la espalda; á los que vuelve la espalda, á los que no contesta, es á los que tienen esas exigen­cias, siquiera provengan de una autoridad.

El Alcalde de Calatayud, si supiera serlo; si supiera cuidar de los intereses de la salud pública, ¿hubiera permanecido en el más punible quietismo, dejando tomar incremento á la epidemia, no ya ahora, sino antes? Si dicha autoridad hubiera cumplido con su deber, y cumplido también con lo que las leyes disponen, ¿no tendría perfectamen­te organizada la asistencia médico-farmacéutica do­miciliaria de los vecinos pobres? ¿La tiene hoy?

Pues entonces ¿quién es el culpable? ¿Sobre quién debe caer la responsabilidad?

Page 4: AÑO VI. EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO

210 E L J U R A D O M f í D I C O - F A R M A C É U T I C O .

Seguros estamos que el pueblo de Galalayud, como otros muchos de España, carecen de Benefi­cencia municipal, y de tenerla la tienen tan esca­sa, que es como si no la tuviera; y precisamente este solo hecho es una flagrante desobediencia á las leyes, y es precisamente también de grave res­ponsabilidad, por cuanto acusa cruel abandono de clases necesitada^, sí, pero despojadas de dere­chos legítimos y humanitarios, cual es el debido socorro para poder contrarestar sus dolencias y enfermedades.

Mientras los Ayuntamientos no acaten y cum­plan con cuanto está prevenido respecto á Benefi­cencia y Sanidad, nadie será más responsable que ellos.

Por lo tanto, los médicos de Calatayud han estado en su derecho, porque para Alcaldes de vara, bueno es que encuentren médicos de palo.

L A S J 3 M : A . : N A .

Los periódicos políticos han dado en decir que la solu­ción de la crisis y la entrada del Sr. Villaverde en el M i ­nisterio de la Gobernación responde tan solo á emprender vigorosa y acertada campaña sanitaria, para la que parece no le quedaban grandes alientos á su antecesor. Por su­puesto que esto lo dicen los periódicos conservadores, que los que no lo son dicen doscientas mil cosas que son todo lo contrario.

Pero eso nos importa poco, por el solo hecho de no ser nuestra incumbencia barajar la política y sí la sanidad, fiel trasunto de la salud pública, que absorbe la principal atención de gobernantes y gobernados .

Y la verdad, la cosa no es para menos, y mucho más cuando, sabiendo todo^ por dónde viene la muerte, in ­tentamos atajarla el camino, y la espada de atajar aquí pa­rece serlo, según augurios, el nuevo ministro de la Gober­nación.

A propósito de esto dijimos en una de nuestras noticias del número anterior «allá veremos;» y efectivamente, aún no hemos visto nada; bien es cierto que, como dice el ada­gio, «aún no es tarde si la dicha es buena.»

Y muy buena ha de ser la dicha y mejor la estrella del Sr. Villaverde para conseguir tan siquiera que sus subordi­nados no se le insubordinen; porque por desgracia están declarados en verdadera insurrección, y así como él siendo gobernador vivia insurreccionado al extremo de ordenar los zahumerios personales (léase fumigación de las personas), no es extraño que los gobernadores de Huelva, Córdoba, etc., se monten en su bastón, como quien dice en su autoridad, y tras de ellos los mandarines de menos vara, como tos a l ­caldes, y metan en cuarentena á todo bicho viviente que ose entrar en sus dominios; ó bien como el de Barcelona, que, previa la galantería de ponerlo en conocimiento de su cole­ga el de Tarragona, dispone que los viajeros procedentes de dicha provincia que vayan á la capital del Principado reci­birán, sin excusa de ningún género, el consabido zahumerio personal.

Después de todo, no hay para qué asombrarnos de tanto celo mezclado con tanta majadería, resultado sencillo de desconocer lo que entre manos tienen, porque autoridades

cuasi cuasi al parecer muy entendidas, delegados especiales (ojo, cajistas, no poner negados especiales), inspirados, ó a!go más, mandados por superiores gerarquías de afinidad sanitaria, fumigan y refumigan á las personas.

Esto sucede en la estación do Venta la Encina. Aun siendo esto ilegal y anticientífico, es disculpable

por aquello de que no saben lo que se hacen, demostrando el cojmo de lo que saben fumigando y poniendo en cuaren­tena á loros, perros, caballos, burros, digo, asnos, etc., como si estos fieles servidores del hombre fueran tan pérfi­dos que guardasen en sus entrañas el terrible hacillus v i r ­gula, cosa que, dicho sea con toda la seriedad debida, los ilustres microbiólogos Koch, Pasteur, Roux, Nicati y el mismo Ferrán no han conseguido, y eso que han puesto todo su ingenio para producir el cólera experimental en los animales.

Con lo primero demuestran que no saben lo que se ha­cen; con lo segundo demuestran que saben — aquí del silogismo—que no saben nada.

Pero de todos modos, saben ¿qué? Que son delegados, inspectores, etc., y no es poco.

* * *

Madrid y su provincia deben estar tranquilas respecto á los" temores que pudiera abrigar por la epidemia; tiene ya su delegado de Sanidad provincial: este es el nombre.

El hombre es el conocido Dr. Lacasa, que seguramente ante esta honrosa delegación, habrá tenido que delegar su cargo de médico de número del Hospital provincial; su car­go de jefe y médico del cuerpo de Orden público; su cargo de inspector de salubridad, médico higienista según otros; su cargo de subdelegado de medicina de uno de los distritos de Madrid, y no sabemos si alguno más que se nos quede en el tintero, amén de su visita particular. Nada, un cúmu­lo de delegaciones por una.

Trabajo le mandamos si, á trueque de que veamos algo la punta de la oreja á la salubridad que Madrid y su pro­vincia necesita, consigue poner á ambas en condiciones de defensa.

Por lo pronto, lé denunciamos la queja expuesta por los vecinos que habitan en la llamada carretera de Aragón, camino de las Ventas del Esp í r i tu -Santo , hoy calle de A l ­calá, por donde transita la carreta mortuoria del Hospital general en pleno dia ó tarde, y en tan malas condiciones, que su paso molesta á todos los sentidos.

Igualmente le denunciamos los encharcamientos que nos rodean por las afueras, y también los sumideros que existen al lado de las fuentes de vecindad, especialmente las instaladas en los patios de las casas, adosadas á sumido-ros y pozos negros de un hedor pestífero. También las bo­cas de alcantarillado denuncian materias putrefactas y es­tancadas, constituyendo un evidente peligro para los tran­seúntes . Y basta por ahora. Otro dia continuaremos.

* * *

La lepra fué á las personas lo que las pestes son á los pueblos, y en especial la del cólera.

E l uso de las ropas blancas, el lavado, los baños, el aseo, los buenos alimentos, en fin, la higienizacion del i n ­dividuo, han espurgado la lepra, cuyos casos son tan con­tados que hay que buscarlos para su estudio.

El dia en que los pueblos se urbanicen, se libertarán del cólera. Hasta entonces la profilaxis más eficaz no puede dar resultado alguno, porque la causa ó causas productoras son permanentes.

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EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO. 211

En tanto que los pueblos no resuelvan el problema de procurarse aguas potables libres de filtraciones, y no fo­menten los pudrideros en sus mismos hogares, y no se cumplan los demás preceptos de higiene pública, alejando los cementerios de los recintos municipales, emplazados en buenas orientaciones, etc., etc., tendremos el cólera.

Para nosotros la mejor profilaxis en todas las enferme­dades es la práctica de la higiene, privada y pública, y la más segura garantía del tratamiento, hasta el extremo de que, mientras los pueblos no la practiquen debidamente, y aun suponiendo ya indiscutible el favorable resultado de las inoculaciones ferranianas, su eficacia se anularla por las causas que siguen actuando sobre los inoculados, y tal vez motivo de su dudoso éxito.

El constante uso de aguas infectas y de alimentos insa­lubres, las viviendas inmundas y un ambiente saturado de emanaciones miasmáticas, son icausas tan permanentes y tan poderosas, que, no solo hacen inútil toda profilaxis que no sea su destrucción, sino también el tratamiento más racional y más oportuno y enérgico.

Este criterio nos impone el deber de lamentar que se pierda el tiempo que se pierde por nuestros centros oficia­les, que estoicamente esperan los sucesos, y por nosotros mismos, empeñados en buscar ideales profilácticos, cuando locamos la dolorosa realidad de los que como primeros y más reales se nos imponen.

No tanta microbiomania, y mucha más higiene. *

* * La sesión celebrada por la Sociedad Española dé Higie­

ne en el pasado miércoles ha revestido acaso la mayor i m ­portancia de cuantas se celebren á propósito de la discusión de las inoculaciones anticoléricas de Ferrán.

El D r . Gimeno, verbo y apóstol del ilustre microbiólo­go lortosino, ocupó la mayor parte de la sesión, dando ma­yor ensanche á las ideas que someramente expuso en la anterior, y teorizando sobre la base fundamental que apoya la doctrina de las enfermedades infecciosas, rebatió de paso las objeciones que á la misma hicieron principalmente los Sres. Gortezo y Espina.

Excusado es recordar que, hablando como habla el doc­tor Gimeno, hizo brillante defensa, mucho más brillante por la elocuente palabra que por la razón, y sobre todo por el completo conocimiento de la teoría que fundamenta las inoculaciones anticoléricas que tan ardientemente propaga, teoría que deja bastantes lagunas, y, cual fuera de desear, no convence.

Rectificaron, aunque muy brevemente, los Sres. Espjna y Gortezo, ciñéndose á insistir en conclusiones por ellos expuestas, y que no habían sido destruidas por el Sr. Gi meno, levantándose la sesión muy cerca de las doce de la noche, •

La verificada el sábado, noche precisamente en que se debatía el mismo asunto en el Ateneo, estuvo bastante des­animada, y hubo de levantarse la sesión á las diez, porque cuatro caballeros que fueron llamados á hacer uso de la pa labra no estaban presentes, y olvidaron fácilmente el com premiso que tenían adquirido y la seriedad con que debe considerarse á una Sociedad como la de Higiene y á un pú blico como el que á estas sesiones concurre.

Después de todo, aunque la acción no ha sido correcta que digamos, como ahora se dice, posible es no perdiéra­mos muebo en que los señores que hablan pedido la palabra permanecieran en mutismo, por ausencia se entiende.

A l buen callar llaman Sancho, y Sancho no fué tonto, |Gonocemos á tantos mucho más!

No por eso nos quedamos sin orador, y el estudioso mé­dico de Sanidad militar Sr. Adradas hizo un discurso con­creto rebatiendo las inoculaciones y creyendo que pueden acarrear graves peligros.

Por más q ú e no participen por completo los mismos an-tiferranistas de sus ideas, su discurso fué escuchado con atención y gusto,

Y dejando la Sociedad de Higiene, vengamos al Ateneo. Aquí ya es otra cosa; se habla entre gente ilustrada,

muy ilustrada, pero que después de todo Ies sucede lo que á mí , alma pecadora, me sucedería si fuera á oír una con­ferencia sobre volapiés de Lagartijo ó Frascuelo.

¡Ni siquiera sé donde tiéne los cuernos el toro! Pero, en fin, qué demonio, todos somos toreros, digo

microbiólogos, naturalistas, patólogos, epidiemiólogos y " cuanto ustedes quieran.

Lo que allí pasó fué muy sencillo. El Sr, Santero (D, Javier) inició el debate pronuncian­

do un extenso discurso, en el que expuso las dudas que se ofrecían al estudiar dicho sistema, las contradicciones en que habia incurrido, en su sentir, el mismo descubridor de la doctrina y de la profilaxis; la escasez de pruebas y con­trapruebas de esta, y la falta de una verdadera estadística científica en que se clasificaran los enfermos por grupos, se­gún su distinta manera de ser, en edad, condición social, constitución, e tc , terminando con afirmar que debía dejar­se ya la discusión y acudir á probar la verdad del descu­brimiento en el terreno de las experiencias.

El doctor Pulido comenzó á contestar á lo expuesto por el Sr, Santero, conviniendo en que debian preferirse los experimentos á la discusión, y en vista de lo avanzado de la hora, el presidente le reservó la palabra para la sesión siguiente. Ambos discursos elocuentes y aplaudidos.

La Real Academia de Medicina parece que también se ocupa del mismo asunto, y ya era hora, diciéndose que dentro de breves dias publicará su informe sobre el dicta­men de la Gomision científica que fué á Valencia, el que unido al que según se dice, ha de emitir sobre lo mismo el Real Consejo de Sanidad, resultará que, lluevan dictámenes, sobre lo que ya está dictaminado, porque después de todo el primero es el que vale.

Pero, bagamos á ancas y aguantemos con lo que un co­lega afine, á la Real Academia adelanta.

Dice así:

«Tiempo era ya que la Real Academia de Medicina, pri­mera (1) y más elevada Corporación médica de España (2), se ocupara de un asunto que dentro y fuera de España está siendo objeto de estudio y de discusión. El Dr . Forran se ba dirigido á algunas corporaciones, á la Academia de Medici­na de Rarcelona y á la de Giencias de Par í s , que ofreció un premio de muchos miles de francos; pero á la Academia de Madrid no lo ha hecho, ni esta Gorporacion se ha ocupado expontáneamente hasta que el Gobierno le ha remitido ahora las actas é informe de la Gomision que fué á Va­lencia,

Nuestros lectores conocen las conclusiones do esta Go­mision, cuyo dictámen está firmado por el presidente don

(1) Si es por la más antigua si , (2) Vive ó habita en piso bajo, y si lo de elevado es por lo otro,

no sea V d . tan alabancioso,—La R. •

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212 EL JUKADü MÉDiCO-FARMAUÉUTICO.

francisco Alonso, Sr. Maestre de San Juan y Sr. García Sola. El Sr. San Martin formó un voto particular para de­cir que no cree contagioso el cólera, y para pedir completa libertad en las inoculaciones; y el otro individuo de la Co­misión, Sr. Mendoza, ni firma el dictamen de la Comisión, n i formula voto particular ninguno; es en esto consecuente con la conducta seguida en su Comisión á Berlin del verano anterior, que tampoco dijo esta boca es mia.

EISr . García Sola, además de formar el dictámenj ba hecho por su cuenta propia en Granada, una Memoria en la cual consigna opiniones algo contrarias á las que sostiene en el dictámen de la comisión. En éste dice que las inocu­laciones son inofensivas, y en la Memoria no afirma que-se hallen libres de peligro. Duda también de la eficacia de las inoculaciones Ferran, y asegura que el vírgula del caldo no experimenta las evoluciones dichas por el Dr. Ferran.

La Comisión nombrada por la Academia ha emitido un dictámen cuyas conclusiones se hallan bastante de acuerdo con las de la Comisiorf científica que fué á Valencia; pero este dictamen solo le firman la mayoría, habiendo hecho un voto particular el Sr. Santero, en el cual, según hemos oido, considera peligrosas las inoculaciones, y pide que se prohiban por esta razón y por constituir un remedio secre-lo, cuya venta y uso prohibe la ley de Sanidad. La Acade­mia discute en estos momentos el voto particular, el cual creemos será desechado, y prevalecerá el dictamen de la mayoría de la Comisión, en el cual, según nuestros infor­mes, sin afirmar, por falta de datos, si son ofensivas ó no las inoculaciones., aconseja al Gobierno que no las pro hiba ni ponga obstáculos al Dr. Ferran en el ejercicio de su profesión.

También hemos oido que en dicho dictámen se censura al Dr. Fe r rán , por haber guardado secreto ante la Comisión científica acerca de las condiciones y preparación del caldo inoculado, y, por últ imo, se critica desfavorablemente el análisis químico del caldo practicado en Valencia, por no hallarse muy ajustado á los principios que la ciencia q u í ­mica enséfla.

Cuando sean públicos los fallos de la Academia, ó por clamos adquirir más noticias, las pondremos en conocimien lo de nuestros lectores. Entretanto diremos que el docto Ferrán ha entrado en una nueva fase poco favorable á su procedimiento. La tenacidad en guardar el secreto le ha hecho desmerecer mucho ante el mundo científico, espe­cialmente de las comisiones extranjeras, que se han despe­dido de Valencia, volviendo á sus países sin dato ninguno y admirados de que en España los sabios no hacen lo que Pasteur, Koch y otros, que lo primero es manifestar clara­mente y sin reservas todos los ¿detalles de su descubri­miento.

Respecto de las estadísticas^ para probar la eficacia de la inoculación, nada en concreto puede deducirse, pues mientras los ferranistas aseguran que se mueren los no ino­culados, los datos oficiales demuestran que el cólera sigue impávido su marcha, atacando á inoculados y no inoculados según le place.

En resumen, que debemos dejar al tiempo que aclare este misterio.»

Con que misterio ¿he? Vamos, no tanto, que la Real Academia es muy lince

y para ella no hay misterios, ni cree en ellos. Pero, en fin, tengamos paciencia hasta que hable ofi­

cialmente.

¡Oh, entonces! *

* * A todo esto discute que te discutirás, como diria un

vizcaíno, y la epidemia corre y más corre, y la higiene y la sanidad corrida y más corrida; es decir, la higiene y la sa-nuhA juidas, no de temor al cólera, sino de vergüenza de tanto zascandil como las aja y manosea sin conocerlas.

Porque aquí ya no hay más higiene ni más sanidad que San Roque, y todos los Roques que nos zahuman á placer; pues según se dice, «lo que si parece cierto es que el M i ­nistro de la Gobernación está resuelto á impedir la anar­quía reinante en algunas provincias, y á disponer que no e ponga ningún impedimento á los viajeros que gocen de

salud, siendo únicamente conducidos á los lazaretos ios que de la inspección facultativa resulte demostrado que no la i>€ifl^t0t.1(.u ftisv.iféu-'R m y h & m i m l m b m i ñ y sel

Las fumigaciones continuarán.» De modo, que á no ponerse enfermos; porque si no sos­

pechosos de toda sospecha, y á fumigarse. Que Dios nos tenga de su mano, ó de la mano de quien

esto dispone, que es lo mismo. GIL BLÁS.

S E C C I O N C I E N T Í F I C A .

R E V I S T A D E CIRUGÍA.

Tratamiento eléctrico de los tumores fibrosos del útero.—Curación expontánea del íVbro-mioma.

Hó aquí las conclusiones de la tesis que sobre el trata­miento eléctrico de los tumores fibrosos del útero ha publi­cado el Dr. Carlet (D. Luciano):

1. a El nuevo método de tratamiento eléctrico de los fibromas uterinos ideado por el D r . Apostoli, consiste esencialmente en la aplicación al útero de una corriente de pila continua y en el estado constante, sin ninguna i n ­terrupción durante la sesión.

2. a El asiento de la aplicación es siempre intra-uterino é interesa toda la extensión de la mucosa del conducto útero-cervical.

3. a El electrodo, construido en metal inatacable de pla­tino y en forma de un histerómetro ordinario, so introduce en toda la profundidad de la cavidad uterina: su longitud se regula por la de ésta, aislando la porción inlra-vaginal por un manguito de caoutehouc.

4*.a En el caso en que sea impenetrable el cuello y no pueda alcanzarse, se penetrará en el útero por una punción seguida de una galvano-caustia negativa, destinada á hacer una pérdida de sustancia duradera que crea un conducto artificial.

5. a El polo activo intra-uterino será positivo en todos los fibromas hemorrágicos ó que van acompañados de leucorrea rebelde, y negativo en todos los casos contrarios, y en particular cuando hay una disinenorrea intensa ó una perimetrilis adicional llegada á su período crónico después de la desaparición de todo estado agudo. Este último polo parece activar la regresión uterina más rápidamente que el anterior; provoca á menudo, al principio de su aplicación, hemorragias saludables, que el polo positivo está después destinado á reprimir si se prolongan demasiado.

6. a La misma enferma podrá presentar sucesivamente

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EL JURADO MÉDlCÜ-FA^R\CfiUTICO 213

la indicación de los dos polos, según la.sinlomatologia va­riable que ofrezca.

7. a La intensidad gastada en el circuito será la más fuerte posible, y alcanzará, en caso do necesidad, 100 m i -liampéres, puesto que la acción terapéutica es función de intensidad. Los casos de intolerancia á las dosis altas son raros, y pueden clasificarse en tres grupos: 1.°, histerismo agudo; 2.°, enteritis glutinosa; 3.°, perimetritis, aguda con fiebre. El operador procederá progresivamente en una á dos sesiones. Los úteros muy profundos y las metrorragias r e ­beldes, reclaman las mayores intensidades»

8. a La duración de la aplicación deberá ser.tanta como soporte la enferma: cinco á ocho minutos^ y á veces diez, serán, por lo general, suficientes para dar á una cauteriza­ción toda su intensidad y eficacia.

U.a El número de sosiones será tan variable como lo es la enfermedad: de cuatro á cinco pueden dar un bienestar duradero; de véinte á treinta serán necesarias, en la ma­yoría de los casos, para asegurar una regresión uterina ma­nifiesta.

10. El momento de la intervención importa poco para la curación de los fibromas no bemorrágicos; está indicado el operar áun en plena hemorragia. E l tratamiento deberá interrumpirse lo menos posible y comprender de una á dos sesiones por semana.

11 . Importa mucho hacer la operación lo más ráp ida­mente posible, aumentando la intensidad eléctrica, y, por consecuencia, la cauterización del polo activo ó intra-ute-rino; todos los esfuerzos del médico deben tender á hacer el otro polo indiferente ó inactivo suprimiendo en su sitio el dolor y la cauterización: para esto se recurre á la arcilla.

12. Toda la técnica operatoria se resume en una buena histerometría, puesto que la operación no es más que una especie de histerometría terapéutica,, donde toda acción traumática debe desaparecer para no dejar subsistir más que una acción electro-química en el más alto grado.

13. Es preferible operar las enfermas en sus casas; en caso contrario,, importa que descansen de una á varias horas después de cada operación. Durante el tratamiento deben suspenderse las relaciones conyugales.

14. Todas las objeciones que se hacen á este tratamien­to son más especiosas que bien fundadas; solo una merece comprobación ulterior: la influencia sobre la esterilidad.

15. Gran número de observaciones (118), cuidadosa­mente comprobadas, hablan en favor de la inocuidad abso­luta del método.

16. La galvanocaustia intra-uterina produce una regre­sión rápida de los fibromas, pero 119 su desaparición total. Restaura completamente la mujer, suprime los metrorragias y asegura á la operada un bieaestar á menudo muy rápido y duradero.

17. El estudio comparativo do todos los métodos eléctri­cos aplicados al tratamiento de los fibromas prueba que el del Dr. Apostoli es preferible á todos los demás .

Por más que desgraciadamente aparezca como excepcio­nal en la práctica la curación espontánea de los pólipos ute­rinos, existen hechos perfectamente comprobados, que de­muestran su posibilidad. Como ejemplo citaremos un caso notable por más de un concepto.

Hace dos meses se presentó en nuestra consulla pública una mujer joven (33 años) que desdo hacia algún tiempo

padecía abundantes menorragias, que á la sazón se hablan convertido en metrorragias alarmantes y que hablan llega-gado á producir una anemia gravo. Sentía al mismo tiempo dolores Intermitentes en el bajo vientre, verdaderos cólicos uterinos, y habla visto aparecer por sus órganos genitales externos un flujo fétido que se aumentaba con motivo de la aproximación menstrual. Gomo su estado general se agra­vaba más y más, y corno fueran Ineficaces los medios tera­péuticos puestos en práctica para curar su dolencia, diag­nosticada de cáncer uterino por el médico que hasta enton­ces la habla asistido, determinó ingresar en nuestro Hospi­tal Clínico, á cuyo fin visitó nuestra consulta.

Reconocida á su ingreso ofrecía los caracteres marcados de una exagerada anemia, y por dactiloscopia vaginal se comprobó la existencia de un tumor pediculado del volu­men de una naranja, que hacia procidencia al través del cuello uterino, excesivamente dilatado, pero sin alteración de textura. La superficie del tumor era blanda y tan fria­ble, que sólo el contacto del dedo bastaba para desprender detritus neoplásticos de color oscuro y dotados de una re­pugnante fetidez, que recordaba los productos muertos de la gangrena húmeda .

Como la inminencia de una hemorragia hacia temeraria una investigación más prolija, que por otra parte creíamos innecesaria, nos limitamos á colocarla en la cama núm. (5 de nuestra Clínica de Ginecopalía y á administrarla una disolución deergotina, mientras que adquiría la aclimata­ción nosocomial y se reconstituía algún tanto antes de p r o - ^ ceder á la extirpación del tumor, en la que dado lo avan­zado de la anemia, peligraba la vida de la paciente, caso de producirse, como era de esperar, una metrorragia en el momento de la operación.

Ocho dias más tarde, en vista de que los flujos hablan cesado por completo, se dispuso la operación por el cate­drático de la clínica Dr. Busto, que habia confirmado nues­tro diagnóstico y que intentaba extirpar el fibromioma con el extrangulador de Chassaignac; pero al querer atraerlo á la vagina con las pinzas de Museux, no fué posible, porque los ganchos del instrumento no pudieron hacer presa sobre, el tejido patológico, que ya se encontraba en un estado de mortificación tan avanzada que se deshacía al contacto sólo de los dedos.

En vista de esto, se introdujo la mano en la vagina y á beneficio de un desmenuzamiento digital se logró extraer toda la masa poliposa, reducida entonces á una papilla féti­da y oscura, que seguramente se hubiera desprendido do una manera espontánea algunas horas más tarde.

Hasta entonces no se habia producido hemorragia-, pero al querer arrancar el pedículo que se Insertaba sobre el istmo de Guyon, se produjo un ligero flujo sanguíneo, que fué cohibido inniediatamonle por la aplicación del termo-cauterio; maniobra facilísima, gracias á la prévia dilatación cervical, utilizándose al mismo tiempo la acción del fuego para destruir los restos del pedículo intracavitario.

Hecha una irrigación intrauterina con agua fria, fénica-da al 2 por 100, y colocado como único apósito un tapón de algodón Lawton empapado en glicerina, se vió á los seis dias que los procesos de cicatrización hablan eliminado los detritus gangrenosos y el cuello habia recobrado casi su di­latación y color normales, no percibiéndose por el cateteris­mo el menor resto del tumor eliminado.

Algunos dias más tarde recibió el alta totalmente resta­blecida, y habiendo recobrado el brillo de sus ojos y el color

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214 EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO.

de sus mejillas, á pesar de vivir en las desventajosas con­diciones de un asilo nosocomial.

¿Se debe la extrangulacion del pedículo y por consi­guiente la muerte del tumor á las contracciones del cuello determinadas ó exageradas por el uso de la ergotina? Cree­mos que no; porque la dilatación amplia del esfínter cervi­cal aleja la idea de constricción. En nuestro sentir es más probable suponer la gangrena isquémica determinada sobre el punto de implantación ó á lo largo del pedículo, y aun mejor al tetanismo uterino producido por la resina del cor­nezuelo sobre los planos musculares del órgano que fué bastante á imposibilitar la nutrición del neoplasma y por consiguiente capaz de producir su mortificación.

(Continuación.)

Creyó también que había enlace entro las células repic­as de granulaciones y las oosferas de los cultivos en caldo. Pero durante la experimentación, él mismo ha demoslrado el error de sus anteriores demostraciones, asignando á estos hechos, antes mal interpretados, el verdadero papel que tienen.—Existen dichas células, son idénticas á las oosfe­ras, y por tanto su parentesco puede negarse y puede afir­marse, pero es muy probable, cual piensa hoy el autor, que no sean más que modificaciones impresas á ciertos elemen­tos histológicos del aaimal por el agente infeccioso, según se vé, como modificación análoga, en la que sufren los hematíes .

El espacio de tiempo trascurrido entre la inyección y la muerte, que ha sido la terminación casi siempre, ó la cu­ración, si ésta se efectuó, ha variado entre seis horas como mínimum y treinta y seis como máximum; en todo caso el m í n i m u m lia correspondido siempre á los que fallecieron. Esta diversidad de tiempos y terminaciones han dependido marcadamente de la cantidad de líquido virulento inyecta­do: la menor ha sido de 1 ce. y la mayor de 8 ce.

Los hechos precedentes no dan lugar á dudas acerca de la acción patógena y con suma frecuencia mortal del agente eolerígeno, así como también que á este y no á otro se debe, según acreditan las siembras de fracciones de sangre de los animales enfermos ó muertos.

Debemos añadir que las formas descritas en la sangre se encuentran también en los humores todos, y muy espe­cialmente en el líquido que fluye en los cortes practicados en el sitio de la inyección.

Localmente se observa, en el punto inoculado, una tleg-masía de tendencia difusa, cuya intensidad y extensión es­tán en razón inversa de la rapidez del padecimiento y de su terminación por la muerte. Así debiera ser, pues las lesio­nes generales no dan lugar á la evolución de la local. En un conejito que recibió virus no bien atenuado, y que curó tras grave enfermedad, pudimos ver la induración y el principio del desprendimiento de la escara formada, de que habla el autor.

Todos los-experimentos precedentes han tenido corno medio de penetración del fito-parásilo las inyecciones sub­cutáneas, y en ninguno do ellos se han notado fenómenos pioémicos, ni septicémicos, ni bacteridémicos, ni carbun cosos, n i el más leve indicio de la presencia del coccidia viform is.

Nicali y Rietsch en Marsella, y Van Ermengen en Bru­selas, han logrado matar los conejiios de Indias inyectando pequeñas dósis, aun la vigésima de una gota, en el duode no. Hemos repetido el experimento y nuestros resultados

han sido nulos. Buscando el por que, hemos visto que los tres autores citados sometían préviamente á largo ayuno á los animales, y que nosotros lo hicimos estando abundan­temente racionados. Esta distracción nos ha enseñado que tal vez la abundancia de estos materiales nutritivos sea un obstáculo para la infección, cual ha ocurrido en nuestros experimentos. Ferrán, en Tortosa, procediendo- cual aquí hemos hecho, no consiguió nada ni aun inyectando 4 ce. La falta de conejitos ha impedido operar cuando el intestino está vacío, y por tanto el comprobar la diarrea y refrigera­ción que ha observado Van Ermengen.

En todos estos experimentos hemos utilizado indistinta­mente los cultivos de Van Ermengen y los de Ferrán, sin notar la más leve diferencia de acción entre unos y otros. En todo caso, antes de inocularlos, eran examinados en el campo del microscopio para asegurarnos de la persistencia de los caractéres micrográficos, que nunca faltaron.

Aunque los resultados no son de índole positiva en lo relativo á l a s inyecciones intra-duodenales, no estará demás decir que, para hacerlas, tomamos dos lotes de los diez co­nejitos, uno para probar que el traumatismo (abertura del abdómen, salida del asa intestinal ó de IsLbolsa duodenal, perforación de una de ellas, inyección de agua hervida, taxis y sutura entrecortada—uno ó dos puntos) es perfecta­mente resistido y que á él no se podían referir los trastor­nos que pudieran resultar. En estas operaciones se siguie­ron las prácticas antisépticas, usando, como agente esterili­zador, el sublimado corrosivo. Como ya queda dicho, tanto los inyectados con dósis máximas de agua, como los que recibieron mucho líquido de cultivo, resistieron perfecta­mente.

* « *

Con los mismos cultivos empleados en los animales de caractéres microscópicos idénticos (espirilos, coma), se prac­ticaron varias inoculaciones en el hombre, que si bien lle­varon el objeto de prevenir, no por eso dejaron de tener efectos patógenos, los cuales pueden servirnos de tipo para describir la acción morbosa que determinan en nuestra especie ( i ) .

Practicadas estas inoculaciones en la parle postero-infe­rior de uno ó de los dos brazos, en el tejido celular subcu­táneo, y á la dósis de medio centímetro de cultivo cada una, pudimos notar lo siguiente, y esto bien comprobado, pues casi todos los sometidos á la prueba eran médicos ó alum­nos de medicina, que se prestaron voluntariamente.

Pasadas las primeras molestias de la inyección, análo­gas á las que produce una de agua común, á las pocas ho­ras había ligero dolor en la parte, que al mismo tiempo es­taba tumefacta y caliente. La zona de estas lesiones fué bas­tante limitada, tratándose, por tanto, de una alteración bien localizada. Los trastornos generales, que los hubo en todos los casos, consistieron primeramente en malestar, poca actividad en el trabajo, postración, en algunos tan acentuada, que hubieron de permanecer en cama, que­brantamiento general, náuseas, y luego enfriamiento bas­tante pronunciado, que duró varias horas, tras del cual, una vez venida la reacción (fiebre de 18'50 á 19'50) con más ó menos trabajo, se restablecia la calma, desaparecieron ordi­nariamente las alteraciones generales en unas 24 á 4 8 horas y durando algo más las locales.—El exámen microscópico de la sangre, en el periodo de mayor gravedad, ofrecía aná­logos caractéres quedas de los conejos que sucumbían por [a inyección (microglobulia, esporos), si bien mucho menos ostensibles, sin duda por la mayor talla del inoculado, la menor dósis y la no tan gran actividad del agente. Sio.em-bargo, este mismo agente mataba los conejitos de Indias, prueba segura de su virulencia.

(I) Uno de los primeros inoculados fué un individuo de la Comi­sión.

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E L J U R A D O M É D I C O - F A R M A C É U T I C O . 211

Nalimilmeníe, en este cuadro sirulrómico faltan las alte­raciones digestivas, que no son otra cosa que lesiones tópi­cas, análogas á los fenómenos locales de la inyección. Sin embargo, sea por acción refleja, sea por efecto de la fiebre, sea por el acto de fijación de algunos fitoparásitos en los capilares intestinales, y de aquí posibles lesiones de la mu­cosa, hubo en algún caso vómitos y vientre suelto. No hemos tenido ocasión de examinar estas sustancias, pues el hecho no fué previsto y se inutilizaron las excreciones; en un caso hubo dos accesos intermitentes, tal vez por haberse corrido un poco la flegmasía local. Los individuos más gravemente afectos son de pelo rubio.

Aparte de estas inoculaciones máximas, se han hecho otras varias mediante el procedimiento gradual: inyección de.algunas gotas en varios dias consecutivos. En este caso los trastornos han sido muy insignificantes.

La Comisión ha creído preferente, una vez indicadas por ella estas ideas generales, dejar á cada enfermo el relato de sus padecimientos. Como se trata de personas competentes en su gran mayoría, para la Academia deben causar igual efecto que si lo redactasen sus representantes. De todos mo­dos, diremos que respondemos de la veracidad de los he­chos referidos.

Como documentos anexos (1), acompañan á este dicta­men la relación detallada de las personas que se inocularon, y el original de las historias que más interesantes nos han parecido; se pueden poner todas si la Academia así lo quie­re. Más se pudieran haber inoculado, pero cree la Comisión que el número es bastante para formar concepto. De todos modos, siguen las inoculaciones aun y continuarán algunos dias; oportunamente se publicarán.

Como consecuencia general de los hechos precedentes, puede asegurarse que el agente parasitario, cuya identifica­ción quedó fuera de duda, es patógeno en el hombre y en los animales, y que la totalidad del padecer, aparte d é l o s trastornos digestivos, cuadra bastante bien con la totalidad de la infección colérica. Koob, con toda su valía y con su feliz hallazgo, no ha llegado aun á demostrar, con todo r i ­gor científico, que su bacilo-coma fuese la causa indubitable del cólera por más que estuviera feliz en sus predicciones.

3.° Acción preventiva de los cultivos.

Las rotundas afirmaciones del autor han sido comproba­das por nuestros experimentos.

Tomamos dos lotes de conejitos de Indias, cada uno de 10 individuos, procurando fuesen todo lo más semejantes entre sí: desechando los de menor talla y poca edad, algu­nos de los cuales han muerto, sin duda por estar insufi­cientemente laclados. Practicáronse en un lote inyecciones hipodérmicas preventivas á la dósis de 3 ce. Las pequeñas molestias, apenas perceptibles que ofrecieron, se disiparon bien pronto. Seguros de su buen estado do salud, á los ocho dias fueron inoculados con virus fuerte y paralelamente á éstos los que aun no habían sufrido tratamiento alguno, re­cibiendo aquellos mayores dósis (de 6 á 8 c c . ) y estos me­nores (6 ce). Todos, sin excepción, los no puestos á cubier­to.por la inyección, preventiva fallecieron, presentando en vida los síntomas descritos y en la autopsia las lesiones ex­presadas procedentemente.—En cambio, todos los preser­vados, absolutamente todos, se vieron libres, no solo de la muerte, sino también de la enfermedad, pues no merecen este nombre las ligeras alteraciones que en alguno hubo de notarse y desaparecieron rápidamente; estas molestias no les impidieron comer y estar alegres y bulliciosos.

Estos hechos tan precisos é indubitables, unidos á los numerosos en que aprendió sus ideas el Dr. Ferrán, son por sí mismos tan elocuentes que la Comisión los deja en toda su

(1) Son interesantísimos estos documentos, pero como no conta­mos con espacio para publicarlos, renunciamos a ello.—La Redacción,

desnudez, sin comentarios ni reflexiones, ante la Academia Lo que no tiene más que un valor no se presta á interpre­taciones.

« * *

En algunos de los hombres, previamente inoculados, en aquellos mismos en que estudiamos la acción patógena, pero inoculados como medio preventivo, las nuevas inoculacio­nes no han determinado los trastornos de las primeras, es decir, no ha habido acción patógena, excepción hecha dé los síntomas locales, pero muy remisos. La relación de las practicadas en nuestra especie, como contraprueba, va ad­junta también con todos los detalles necesarios para formar conceptos.

Además , el Dr. Ferrán, que se ha puesto varias veces y sin alteración alguna, después de la primera, inyecciones preservadoras y no preservadora3 de distinta energía, tomó un día, disuelta en agua común, una gota de cultivo para dar ejemplo de toda su inmunidad, experimento que no lo causó mella, y que es más científico y decisivo que el re­prochable de Bochefontaine.

Por ú l t imo, mucho tiempo atrás el mismo Dr. Ferrán, sin duda infecto un dia por el aparato digestivo, tuvo dos deposiciones sueltas, á más de la normal matutina, y en la ú l t ima halló verdaderos cultivos puro de coma. Atribuye las no consecuencias graves á haber usado ya varias veces las inyecciones profilácticas. Continúa hoy cultivando en série los micro-organismos que entonces encontrara.

Como último hecho, para los que pretendan conocer to­dos los detalles, diremos que en estas inoculaciones se han usado cultivos en varias cantidades y en varios dias de su evolución.

[Se continuará.)

S E C C I O N B I B L I O G R Á F I C A .

Tratado de Materia médica, par el doctor J. B . Fónssagri-ves, antiguo profesor de Terapéutica y Materia medica de la Facultad de Medicina de Montpellier, miembro corresponsal de la Academia de Medicina, oficial de la Legión de Honor, etc. Traducida, anotada y precedida de una introducción terapéutica por D. Francisco Javier de Castro, catedrático de Terapéutica en la Facultad de Me­dicina de la Universidad Central.—Madrid, «El Cosmos Editorial», 1884; obra en tres tomos de 670, 732 y S ü i páginas respectivamente en 4.°, cada uno con su índice de secciones y el último con el general alfabético de ma­terias. E l texto ilustrado con grabados. — [Véase el anuncio.)

A l comenzar tan notable publicación, hicimos un ligero apunte bibliográfico (1), aplaudiendo la elección editoral y la competencia del traductor en texto tan magistral, cual es el que encierra la obra del terapeuta doctor F . B . Fonssa-grives.

Asimismo, y aunque á la ligera, expusimos el juicio que nos mereció la introducción escrita por nuestro ilustrado catedrático, trabajo notable por más de un concepto, y en el que se destacan las dotes que le distinguen en esta materia de su especial competencia.

La introducción alcanza á 212 páginas, y en ellas des­arrolla las siguientes tesis: 1. La Terapéutica dinámica; y 11. La Farmacología y su racionalismo científico: papel que desempeña en la solución del problema terapéutico. Re­forma necesaria en su enseñanza. Puntos tratados magistral-mente y abundando en un perspicuo criterio teorico-prácti-co. La redacción es fluida y correcta, y sin rebuscamientos

(1) EL JUEADO; colección de 1884. Número 33, correspondiente al. T de Setiembre de dicho ano.

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E L J U K A D O M É D I C O - F A R M A C É U T I C O . ÚQ fraseología y de neotécnia; á que tantos otros son aficio­nados.

. El texto de la obra se comprende en cuatro partes: la primera estudia la farmacología dinámica, en siete secciones y diversos capítulos y artículos; la segunda trata de la far­macología mineral en treinta y nueve secciones y numerosos capítulos y artículos; la tercera de la farmacología vegetal, en ciento ocho secciones y también en muchos capítulos y artículos; y la cuarta de la farmacología animal ó zoológica, en diez lecciones, y después un complemento relativo á la farmacología vegetal, ampliando el estudio de modernos medicamentos.

Todas estas materias se exponen de un modo rigurosa­mente didáctico, y á pesar de ser muchas y muy complejo su estudio, la exposición es integral en el concepto científico, sobria en detalles inútiles y complela en todos sus principios doctrinales.

Cierra el texto un índice general de materias por orden alfabético, facilitando de este modo su estudio. Las condi­ciones editoriales escogidas.

Obra de tal importancia es digna de ocupar un hueco en las bibliotecas médicas y farmacéuticas.

Agenda médica para bolsillo,, ó libro de memoria-diario para el año de 1885, para uso de los médicos, cirujanos, far­macéuticos y veterinarios, bajo la dirección facultativa del médico del Hospital general D. Antonio Espina y Capo, Volumen de más de 600 páginas en 16.° prolon­gado.

Esta notable y acreditada publicación anual, igualmente que todos los años, contiene: «El Diario en blanco para fa­cilitar al médico el anotar las visitas que tiene que hacer en tal ó cual dia, así como las que tiene que hacer diariamen­te»; calendario; tablas de reducción de monedas y sistema decimal; ferro-carriles; establecimientos de baños; tarifa de Correos; análisis clínico de las orinas; memorándum tera­péutico; formulario magistral; venenos y contravenenos; aguas minerales; instrucción terapéutica para el tratamiento del cólera; leyes y decretos de 1884; necrología; escuelas y facultades; Cuerpo de Sanidad militar; Sección de Sani­dad de la Armada; Sociedades médicas; Colegio de farma­céuticos; médicos forenses; hospitales; museos; periódicos; lista de los facultativos, calles, etc.

En la edición del presente año se aumentan los siguien­tes capítulos:

Adonidina; adonis versalis; bismuto (salicilato de); bro­muro de alcanfor; cinconina; clorhidrato de vasonilina; es-parragina; feno-resorcina; haraamelis virgínica; teobroraina; tratamiento de la asistolia; varias fórmulas de inyecciones hipodérmicas.—Necrología con los retratos de Méndez A l ­varo, Montejo, Muñoz y Sánchez Merino.

Las condiciones editoriales escogidas, relativamente á su poco precio. ^

N O T I C I A S .

Se nos han remitido las siguientes importantes publica­ciones: «Biblioteca de Ciencias Médicas», Enfermedades in­ternas, por D. Adolfo Striimpell, traducido del alemán por el Dr. D. J. Madera; Sevilla, l i b . de Tomás Sanz, 1885. Cua­derno tercero. «La cuestión Ferrán», Discusión en el Inst i ­tuto Valenciano, l'olleto por el Dr. D. Francisco Moliner, ca­tedrático numerario por oposición de Patología Médica en la Universidad de Zaragoza, actualmente de Fisiología en

Valencia; Valencia, Imp. de Manuel Alufre, '1885. Dicciona­rio enciclopédico de Medicina y Cirugía prácticas, escrito en alemán bajo la dirección del Dr. A. Eulemburg, traducido directamente y arreglado para uso de los médícús españo­les, por el Dr. D. Isidoro de Miguel y Viguri , médico de nú-méro del Hospital de la Princesa, etc., precedido de un pró­logo, por el Dr. D. Cárlos María Cortczo, Consejero de Sani­dad del Reino, etc., ilustrado con numerosos grabados. Cua­derno cuarto, tomo I , pliegos 25 á 32; Agustín Jubera, edi­tor: Madrid, Campomanes, 10. Memoria acerca de las aguas Medicinales de Cucho, en el condado de Treviño, provincia de Burgos, por D. Telesíbro Rodríguez Sedaño;. Valladolid, E. T. de H. de G. Pastor, 1885. Album clínico dé Dermatolo­gía (láminas cromo-litografiadas de enfermedades de la 'piel), publicadas por La Revista de Medicina y Cirugía práct icas . Colección de casos clínicos, etc. Lámina 37; Za oficina de Farmacia española, según Dorvault. Quinto suplemento de la segunda série. Anuario Farmacéutico médico, redactado en presencia de los periódicos, formularios y obras más mo­dernas publicadas en España y el extranjero, por los seño­res D. Juan R. Gómez Pamo, doctor en íarmacia, etc., don Antonio Espina y Capo, premio extraordinario de la Facul­tad de Medicina do Madrid, etc., y D. Andrés Martínez Var­gas, id . , etc.; Madrid, Cárlos Bailly-RaiHiere, librero d é l a Universidad central, del Congreso de Diputados, etc., ¿itu-des sur le cáncer, caustiques et instrument Tranchant, exámen critique des traitements préconisés, exposé complet de les Mé-thode de Vanteur, catistique et procedé nouveaux, stadistique compjaréétablissant le superiorité dele méthode cautérisante, par le Dr. Bougard, ancien professeur á l 'universi té de Bruxelles, Membre de la commission medícale chirúrgien et administrateur de l'Ilospice Sainte-Gertrude, chirúrgien en Chef des ambulances de la Croix-rouge, pendant le guerre de 1870 1871, Membre de la commission d'inspec-tion des établissements cP alienés, etc. Bruxelles, Gustavo Mayolez; París, Delahaye et Secrosnier.—Bruxelles, J. Ha-yez, imprimeur de l'Académie Royale; Rué de Louvain, 108.—1882; y Casos clínicos de obstetricia, por D. Manuel Díaz Villabella y Alvarez, licenciado en Medicina y Cirugía: precio 4 reales; Oviedo, Imp. de Eduardo Uria, 1885.

También se nos ha remitido un impreso de ocho gran­des páginas, conteniendo testimonios y documentos nume­rosos referentes á la cuestión que tanto preocupa hoy la atención del mundo médico: las inoculaciones anti-coléricas de Fer rán . Dicha hoja merece ser leída detenidamente, y luego meditada.

Damos las gracias á los señores remitentes.

Recortamos de un periódico: «Con motivo de lo que está pasando ahora á Ferrán, va­

rios periódicos recuerdan lo que también ocurrió cuando la vacuna de Jenncr, y al efecto exhuman esta ley de la Noví­sima Recopilación que es la 5.a del libro V i l .

«Siendo las emanaciones y miasmas que se levantan de los cuerpos en los males decididamente contagiosos, origen fecundo de otros análogos á e l los . . . habiéndose observado que la inoculación, aunque útil á los particulares, al Estado y á la población, esparce con una profusión peligrosa los miasmas variolosos, fomenta y multiplica la viruela natural, se prohibe absolutamente que en las estaciones en que no hay epidemias de viruelas, en los pueblos y sus barrios, nin­gún facultativo, médico ó cirujano, pueda inocular sin dar cuenta á la Junta de Cobierno, la que con acuerdo de la su­perioridad, tomará las providencias convenientes, bien pata que el inoculado y sus asistentes salgan de la población, bien para que no traten con nadie durante todo el tiempo en que pueda comunicarse el contagio.»

Iniciada por varios médicos civiles y militares la idea de dar una muestra ostensible de cariñosa simpatía, al par que de entusiasmo, por su conducta, á los compañeros que du ­rante la epidemia actual han prodigado sus inestimables servicios en Aranjuez, se ha acordado celebrar en honor de los mismos, un banquete, que tendrá lugar el jueves próxi­mo, abriendo con este fin una suscricion en los puntos s i ­guientes:

Librerías de Fé y Guttemberg. Cafés Suizo y Fornos. Hospitales General, Militar y Princesa. La comisión encargada de realizar dicha idea la compo­

nen los Sres. Camisón, Torres, Escribano, Isla, Salazar v Bombín.

MADRID.—ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO 1)E M. MINÜESA, ca l le de Juanelo . núm, 19.

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L E B U H I G A D O D E B A C A L A O P r e m i a d o con m e d a l l a » de O r o y P l a t a p o r l a

Ordenado en los hospitales de Francia, America, Inglaterra, Rusia, etc. Administrar bajo forma facilísima y agradable a todas las edades, las principales

elementos curativos del aceite de Bacalao, evitando asi el olor y el sabor detestable a impedir a menudo los tratamientos de aquel cuya repugnancia al tomarle causa otras indisposiciones, tal ha sido el servicio hecho por el Doctor VIVIEN; la expérieueia ha venido a consolidar mas y mas sus buenos resultados.

P a r í s , 501 B o u l e v d r d S trasbourg |HW9m ig«sM«s~«j pnms^ BpmKsg jgxoKqg gsamsg fíwasjj ^«ws^jj {¡;iriiiim.i f¡xmmm SMMtwa UHIILIIUJJI g s w » * ^ ^

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CURACION POR LAS PÍLDORAS ANTINEVRÁLGICAS DEL DR. CRONIER. Jaquecas, Nevralgias del estómago y todas las enfermedades nerviosHS están curadas al momento

por las P Í L D O R A S A N T I N E V R Á L G I C A S D E L D R . C R O N I E R .

Recomendamos á las personas que están sujetas á esas tan dolorosas dolencias las Pildoras del Dr Cro-nier, que tienen una acción infalible.

Precio: 3 fr. la caja.—Depósito en París, rué des Saussaies, mira. 14. Venta en todas las farmacias.

SÜIFATO DE QUIMA MUI

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Especialidad sér ia dedicada a los m é d i c o s .

Los niños lo toman con placer. La prensa médica le ha tributado grandes elogios.

Caja, 2 pesetas y 35 céntimos papel ó pastilla napolitana, en las principales farmacias.

Hay depósito en todas las capitales y en otras muchas poblaciones. Los descuentos son muy considerables, sobre todo para los primeros farmacéuticos que se surten en sus localidades respectivas, A donde no hay depósito se envía por correo certificado, desde una caja en adelante, sin des­cuento ni aumento de precio.

Muestras grátis á, los Médicos.

Dirigirse al Dr. Santoyo, en Linares, J aén .

AGUAS SULFUROSO-SÁLINAS.

BAÑOS VIEJOS DE PAMCOELLOS DE GILOCA, primitivo y ú n i c o manantial en L a Roca.

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D . F E L I P E G A R C Í A S E R R A N O .

Magnífica instalación balnearia con cuantas aplicaciones hidroderápicas recomienda la ciencia. Acreditadas aguas por los felices resultados obtenidos en la curación del herpe-tismo, escrofulismos, infartos hepáticos, afecciones de la matriz, y muy especialmente en toda clase de afecciones de la piel.

Baños viejos ó primitivos de D. Felipe García Serrano. Depósitos y venta de las aguas, en las Farmacias de ios Se­ñores Moreno, calle Mayor, 93, y Arribas, Jacometrezo, 32, donde pueden pedirse prospectos ó memorias.

B i f O S DE GA.VIRIA, (QXJIFÚZOO^.)

Dos balnearios en a n a es tac ión balnearia.—Aguas sulfurosas, calcicas y sul fhídrico ferruginosas frías,

y aguas ferruginosas, b ícarbonatadas , frias. {

TEMPORADA OFICIAL, 15 JUNIO Á 2 5 SETIEMBRE. Dos grandes manantiales, el uno sulfuroso y el otro f e r -

ruffinoso. Balneario antiguo y económico al alcance de todas las

fortunas, y Balneario moderno de todo lujo y comodidad para las familias de posición.

Piscina, estufa, vapor, chorros y duchas de todas clases y á todos los órganos, ducha escocesa, ducha circular, du­chas de asiento con variantes y en butacas para el ano y los órganos genitales, duchas á la más alta y á la más rao-derada presión, baños fríos, templados y calientes, por me­dio del vapor, gran sala de pulverizaciones, irrigaciones y chorros capilares para el oido, los ojos y la nariz.

Curación de las herpes, escrófulas, vicios humorales, reu­matismos, afecciones de la garganta, nerviosas, cutáneas ó ó de la piel, del estómago, de la matriz, uterinas, clorosis erisipelas, anemias, flujos de las señoras purulentos y san­guíneos, debilidad, diátesis, rectos de sífilis ó consecuen­cias, etc.

Hospederías de primer orden con habitación inmejora­ble y camas desde 2 hasta 8 rs., con vistas alegres, ventila­ción, luz, capacidad, disfrutándose de la arboleda desde cualquiera. Grandes salones y comedores, paseos, galerías, e tcétera.

Mesa de primera, inmejorable, 6 pesetas al d ía . Mesa de segunda, sin r ival , 4 pesetas al dia. Dos correos, periódicos de todas partes, biblioteca, pia­

no, recreos honestos, distracción constante. Temperatura agradable, paisajes variados, vegetación vigorosa por do­quier. Muy cercano á San Sebastian y á la Frontera. Unaj hora de coche de la estación de Beasain á los Baños de Ga-i viria Carruajes do paseo. Hay que tomar el billete á Bea-| sain, línea del Norte, y de allí sale coche dos veces al dia á la llegada del exprés y del correo. Pueden dirigirse al hos­pedero y representante, Martin AJtuna, Guipúzcoa, por Bea-j .sain. Baños de Gaviria.—Médico-director por oposición, el especralista D. Fortunato Escribano. Propietario, Pablo Fer­nandez Izquierdo, Farmacéutico de Madrid, Plaza de la Villa, núra . 4, y calle del Sacramento, núm. 2; remite pros pecios gratis.

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E L J U R A D O MÉDICO F A R M A C É U T I C O . A Ñ O V I D E P U B L I C A C I O N .

Revista semanal de medicina. Cirugía y Farmacia , y constante defensor de los intereses profesionales.

Precios y condiciones de suscricion.

- P r o v i n c i a s , un trimestre, 3 id .— Extranjero, id. 4 id .— Ultramarr Madrid, un mes, una peseta, un semestre, 14 i d .

Las suscriciones se harán al contado en Madrid, y en provincias, extranjero y Ultramar, por libran­zas de fácil cobro ó sellos de comunicaciones, no respondiendo de su recibo sin ser certificada su re­misión.

Puntos de suscricion. Librería de Moya y Plaza, Carretas, 8; Martínez, Príncipe, á5, librería; Bailly-Baillieri, Plaza de Santa Ana, 10; Gutenberg, Príncipe, 14, y en la Administración de este periódico. Arco de Santa María, 9., 2.°—Madrid.

Se admiten anuncios á precios convencionales. Se venden colecciones de los años publicados.

BIBLIOTECA ECONOMICA D E ,

CSL yp^e&pasa^snpBant ^Bft^Bam^nfek iSffiBi ys ansBOBS iiini'ii jif11^ n N lyiii'wniL MIMMIIIIIHI HB I OEÓM . tsmvAsstmmisKÍ»wm v immSm^ wtmtmm 4 sssámSkm n o a \i^m¿mwSmSÍt \ m r wari wmmmímwitm

DIRECTOR-PROPIETARIO

D- R A F A E L . U L E C I A Y C A R D O N A . Admínistraeiont Caballero de Gracia, f i , *.0, Madrid.

Los suscritores de EL JURADO MÉDICO-FARMACÉUTICO pueden suscribirse para 1885 á esta Biblioteca, con la importante re­baja en los precios de un «8*1 por l O O , como verán en las siguientes

C O N D I C I O N E S D E LA P U B L I C A C I O N . Esta Bihtiotéca Económica aparece al final de cada mes, en elegantes cuadernos de magnifico papel satinado y esmerada

impresión, constando cada uno de 12 pliegos de 16 páginas (19í2 páginas). Cuando la índole especial de la obra requiera un crecido número de grabados, cada cuaderno constará entonces de 11 pliegos.

P R E O O D E S Ü S C R T C T O K PARA LOS SUSCRITORES DE • E L J Ü R A O O MÉDICO-FARMACÉUTICO.»

Año 24 pesetas. Semestre 12 » Trimestre 7 » Mes 2,30 »

PARA LOS NO SUSCRITORES.

Año 36 pesetas. Semestre 18 » Trimestre «. 9 » Mes 3 »

T R A T A D O D E P A T O L O G Í A I N T E R N A ,

por S. Jaccoud, profesor de Patología en la Facultad de Me­dicina de Par ís , médico del hospital Lariboissiére, caballero de la Legión de Honor. Obra acompañada de grabados y láminas"crornolitograíiadas.—Traducido por D . Pablo León y Luque, antiguo interno de la Facultad de Medicina de Ma­drid, y D . Joaquin Gassó, segundo ayudante médico hono­rario del Cuerpo de Sanidad Militar.—Cuarta edición, con­siderablemente aumentada y ajustada á la sétima edición francesa por el Dr. D. Francisco Santana y Villanueva, d i ­rector de trabajos anatómicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, Madrid, 1885. Precio de la obra com­pleta en tres magníficos tomos en 8.°, en rústica, 33 pese­tas en Madrid y 36 en provincias franco de porte.

Se han repartido los cuadernos 4 .0 y 2.° del tomo I . Madrid,, Bailly-Balliere, Plaza de Santa Ana, 10.

NOTA. Para tener derecho á la rebaja es absolutamente indispensable hacer el pago directamente en la administración de La Biblioteca Económica, Caballero de Gracia, 9, segundo, Madrid. ]

OBRAS QUE SE PUBLICARAN EN 1 8 8 5 . ERICHSEN: Ciencia y arte de la cirugía, patología, clínica quirúrgica y operaciones (obra inglesa, traducida de la octava

edición, publicados los dos primeros tomos). LUSK: Ciencia y arte de los parios (obra norte-americanaj traducida de la segunda edición). [Publicada,] BOUCIIÜT: Clínica y terapéutica de las enfermedades de los niños (obra que acaba de salir á luz en Francia).

SECCT^J)E ANÜNCim - ~ I B O P E M I I I E I M O I L 1 m i l

Escrita por autores de varias naciones y publicada bajo la dirección del Dr. Aslihurs, profesor de Clínica quirúrgica de la Universidad de Pensilvania, dirigida, anotada y au mentada con artículos originales y una introducción por el D r . D. Juan Creas y Manso, catedrático de Clínica qui rúr ­gica de la Facultad de Medicina de Madrid.

Se ha publicado el cuaderno 13 del tomo 11 de esta i m ­por tant í s ima obra. Precio: 3 pesetas en Madrid y 3,25 en provincias.

Se suscribe en la librería de su editor Nicolás Moya, Car­retas, 8, Madrid, y en esta Administración.

mu de medicina y eirujía prácticas,

escrito en alemán bajo la dirección del Dr. A. Eulenburg, Traducido directamente y arreglado para uso de los médi­cos españoles por el Dr. D. Isidoro de Miguel y Viguri , pre­cedido de un prólogo por el Dr. D. Carlos María Cortezo, ilustrado con numerosos grabados.

La edición española se publicará por cuadernos de 128 páginas . Cada mes se publicarán uno ó dos cuando más, constituyendo un tomo cada cinco cuadernos. La obra com­pleta formará, aproximadamente, diez tomos de 600 á 650 páginas.

El precio de cada cuaderno, por suscricion, es de tres pesetas en toda España.—Se admiten suscriciones en esta Administración.—Se ha repartido el cuaderno tercero,

EL COSMOS EDITORIAL.

T R A T A D O D E M A T E R I A M É D I C A ,

por el Dr. Fonssagrives, obra traducida, anotada y precedió da de una introducción, por D. Francisco Javier de Castro, Catedrático de Terapéutica y materia médica de esta Uni­versidad Central. Consta de 408 páginas y se vende á 3 pe­setas 50 céntimos, en el «Cosmos editorial,» Montera, 21, librería, cada cuaderno (obra terminada).

Esta notable casa ha empezado la publicación del ma gistral Tratado de la Higiene de la Infancia, por el Dr. Fonsi sagrives, traducida por el Dr. D. Manuel Flores y Plá. Cada cuaderno consta de seis pliegos á 16 páginas en A.0, su pre^ cío: m a peseta. Se ha repartido el 1.°, 2.°, 3.°, 4 . ° , 5.6 y E l Cosmos editorial, Montera, J l .