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    Introduccin

    Los estudios sobre las representaciones coloniales de las poblacionesindgenas se han enfocado alrededor del anlisis de las experiencias ypercepciones europeas sobre las alteridades nativas; esto es, cmo el Otroindgena ha sido inventado y construido ontolgica y epistemolgicamente alo largo de la historia por las mltiples caracterizaciones occidentales. Es ascomo las imgenes del indio brbaro, salvaje, hereje, belicoso, entre otrasclasificaciones, predominaron en las representaciones coloniales de acuerdoa los tipos de encuentros y a la naturaleza de las relaciones establecidasentre los conquistadores y las poblaciones indgenas que habitaban enAmrica. El anlisis de la expansin colonial de Europa sobre Amrica desdeuna perspectiva de la otredad, entendida como la visin y construccin sobreel Otro (Bitterli 1982; Buarque de Hollanda 1987; Todorov 1987), y quealgunos han llamado imagologa, ha resultado revelador al escudriar en laconciencia del conquistador su visin fantstica del Nuevo Mundo y suspercepciones transfiguradas sobre las poblaciones humanas encontradas1.

    Estos modos imperiales y etnocntricos de mirar y representar alindgena en las relaciones histricas y las crnicas de viajeros no selimitaron exclusivamente al tiempo de la expansin colonial, en el cual sejustificaba la dominacin europea sobre los indgenas. Estas clasificacionesy posicionamientos del indio como un ser salvaje, incivilizado y beligerantetuvieron una continuidad en las representaciones post-independentistassobre ese Otro. Este tipo de imgenes eran an ms comunes y evidentes siel grupo indgena cumpla las siguientes condiciones: 1) desde el punto devista histrico no haba sido asimilado ni conquistado por la sociedad

    Primeros encuentros: Los

    Yanomami en las

    representaciones post-coloniales

    de la primera mitad del siglo XX

    Hortensia Caballero Arias

    1 Los trabajos que compila la EEHAS (1990) titulado La imagen del indio en la Europamoderna; y las publicaciones de Vsquez 1962; Berkhofer 1978; Pandian 1985; Amodio 1993;OGorman 1993 y Cohen 1992, entre otros, presentan interesantes discusiones en torno a lasimgenes positivas y/o negativas de los amerindios en la visin de los europeos.

    ANTROPOLOGICA104, 2005: 5-34

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    nacional a lo largo del perodo republican; 2) desde el punto de vista culturalse desconocan los modos de vida de ese Otro, lo que haca difcil elreconocimiento de su alteridad; y 3) desde el punto de vista espacialhabitaba en reas particularmente remotas y de difcil acceso para laexpansin nacional. Tal es el caso de los indgenas Yanomami quienes, paraprincipios del siglo XX, an no haban sido contactados oficialmente porviajeros europeos o criollos y su territorio, ubicado en el hinterland de lasfuentes del ro Orinoco, era considerado como terra incognita para loscientficos de la poca.

    En vista de que las representaciones coloniales y post-coloniales sobreel indgena tienden a generar ciertas categoras y clasificaciones dominantes,propongo analizar comparativamente cmo los expedicionarios y aventurerosrepresentan los modos de vida de un grupo escasamente conocido como elYanomami. Histricamente, el anlisis se centra en la primera mitad delsiglo XX cuando se producen y se registran los primeros encuentros directos(cara a cara) entre explora-dores y algunos sub-grupos Yanomami quecoinciden con la expansin demogrfica de este grupo hacia los ros Orinoco,Mavaca y Siapa que se inicia entre 1900 y 1920. Esta etapa representa elintersticio histrico entre las exploraciones que no lograron establecerrelacin directa con los Yanomami durante el siglo XIX y los contactospermanentes que luego sostuvieron misioneros y cientficos con algunasaldeas Yanomami a partir de 1950.

    Considerando que las nociones de espacio y lugar han sido relegadas delos anlisis que abordan las diferencias y encuentros culturales entre lospueblos (Gupta y Ferguson 1992; Appadurai 1991; Weber y Raush 1994),planteamos incorporar la significacin simblica que tiene la nocin deterritorios no-conquistados o escasamente explorados por no-indgenas uoccidentales2 en las representaciones post-coloniales. Estas primeraspercepciones sobre la alteridad Yanomami estn influenciadas por la nocinde espacios desconocidos, remotos y poco poblados como el Alto Orinoco, lacual contribuy a (re)crear una idea de inaccesibilidad tanto del espaciogeogrfico como de los grupos humanos que lo habitaban. Para el Estadovenezolano, el Alto Orinoco era considerado una frontera ignota no slodesde el punto de vista territorial sino tambin cultural. Aunque esta reginformaba parte y era reconocida como de la nacin venezolana, este territoriono haba sido an apropiado o conquistado por grupos no-indgenas.

    Este trabajo examina la manera cmo los Yanomami fueron represen-tados a partir de los primeros encuentros registrados por cientficos y

    2 Por occidentales entendemos todos aquellos individuos no-indgenas, incluyendo europeos,norteamericanos y criollos. Reconocemos que el trmino occidental(es) es muy amplio y queobviamente existen diferencias culturales sustanciales entre los grupos mencionados; sinembargo con el fin de simplificar las caracterizaciones de los grupos humanos que interactanen regiones remotas como la selva tropical se utilizar este trmino genrico para contraponerloscon los grupos indgenas.

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    expedicionarios como Koch-Grnberg, Hamilton Rice, Dickey y otrosaventureros y caucheros que intentaron remontar el Orinoco hasta susfuentes. El objetivo es contrastar tres tipos de discursos que se construyensobre los Yanomami: 1) de carcter etnogrfico a travs de las observacionesrealizadas por el etnlogo Koch-Grnberg; 2) de tipo aventurero a travs dela mirada extractivista de los caucheros y balateros que incursionaban enesa zona; y 3) de carcter cientfico-geogrfico construido por exploradorescomo Rice, Dickey y otros quienes se concentraron en la bsqueda de lasfuentes del Orinoco. A partir de estos acercamientos, los exploradores yaventureros destacan especialmente la condicin primitiva, aislada y salvajede los Schirian, Guaharibo y Guaica3. como eran conocidos los Yanomami.El valor de estas referencias etnogrficas tuvo un gran impacto en laproduccin de conocimiento en la antropologa de mediados del siglo XX yaque fueron estas referencias las que se utilizaron para catalogar a losYanomami como tribus marginales, cazadoras y recolectoras en el Handbookof South American Indians de Julian Steward (1948 III).

    Aunque existen trabajos antropolgicos que han reseado las explo-raciones al Alto Orinoco desde mediados del siglo XVIII (Migliazza 1972;Cocco 1972; Lizot 1988), pocos han evaluado las representaciones de loscontactos iniciales de los expedicionarios que incursionaron en territorioYanomami desde un punto de vista comparativo. A travs de estas primerasimgenes construidas por etnlogos, cientficos y aventureros se configuraun cuerpo epistemolgico sobre la alteridad Yanomami que luego influiradecididamente en posteriores descripciones etnogrficas.

    Aspectos culturales e histricos del contacto

    Los Yanomami (tambin conocidos como Yanomama) estn divididos encuatro sub-grupos lingsticos: los Sanem (Sanum), los Ninam (Yanam),los Yanomam (Yanomae) y los Yanomami4 (Figura 1). Este ltimo sub-grupolingstico, habitante de las cabeceras del ro Orinoco al sureste del EstadoAmazonas, es el ms numeroso de la etnia y constituye, conjuntamente conlos Ninam (conocidos como Schirian), el foco de estudio de este trabajo.Aunque se ha intentado establecer relaciones lingsticas entre losYanomami y otros grupos indgenas circunvecinos, estas relaciones no hansido comprobadas, por lo cual la lengua Yanomami o Yanomama se clasificacomo independiente hasta el presente.

    3 Estos son los trminos que se usaron para referirse a los Yanomami durante el siglo XIXy la primera mitad del siglo XX. Existen otras grafas para estas denominaciones tales comoGuahiba blancos o Guarba, Guaharibo, Guajaribo, Guahariba o Uaharibo; Guayca, Oayca,Waica o Uaica; y Kirishana, Kirischana or Shirishana o Shirian.

    4 Hay que estar atento al uso del trmino Yanomami que se refiere a toda la familia culturaly lingstica, a diferencia de la denominacin Yanomami como sub-grupo lingstico que habitaprincipalmente en Venezuela.

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    Figura 1

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    La poblacin actual Yanomami que habita tanto en territorio venezolanocomo brasileo es de unos 27.000 individuos. En Brasil, se calcula que cercade 12.700 Yanomami repartidos en 228 comunidades habitan un territoriode 96.650 km2 en los Estados de Roraima y Amazonas (Albert 1999). EnVenezuela, de acuerdo al ltimo censo indgena del 2001, la poblacinYanomami asciende a 15.269 individuos, de los cuales 3.035 son Sanemque residen principalmente en el Estado Bolvar y 12.234 son Yanomami quehabitan en el Estado Amazonas (Venezuela, INE 2004). Este ltimo sub-grupo ocupa un territorio aproximado de unos 45.000 km2, el cual abarcaaproximadamente el rea del Parque Nacional Parima-Tapirapec dentro dela Reserva de Biosfera Alto Orinoco-Casiquiare.

    Los Yanomami han sido considerados hasta hace poco como uno de losgrupos indgenas menos afectados por los procesos de transculturacin enSuramrica segn la literatura antropolgica. Esta condicin de indgenaspoco transculturizados que se mantuvo hasta hace un par de dcadas sedebe, en primer lugar a los procesos histricos del contacto con la sociedadnacional caracterizada por una exigua y discontinua expansin de laspolticas indigenistas del Estado venezolano, en segundo lugar a suubicacin geogrfica en reas de frontera o territorios apartados de loscentros de dominacin cultural y, finalmente, a sus patrones de asenta-miento itinerantes.

    A diferencia de un gran nmero de pueblos indgenas que fuerondominados, torturados y hasta exterminados en toda Amrica, los Yanomamino sufrieron los embates de la Conquista y la Colonizacin europeacaracterizados por reducciones, repartimientos y encomiendas. Los Yanomamiestuvieron totalmente al margen de las guerras independentistas y lograronmantenerse relativamente apartados de la explotacin cauchera de principiosdel siglo XX en Amazonas. Las fuentes histricas sealan que tampoco fueroncolectivamente sometidos por otros grupos indgenas a pesar de las tensionesintertnicas y los choques violentos con grupos Yekuana para ese perodo(Coppens 1981).

    Su extenso territorio ubicado en el bosque hmedo tropical amaznicoen las reas adyacentes a las cabeceras del ro Orinoco, la Sierra Parima y elro Siapa, es una regin agreste y difcil de transitar por lo intrincado de laselva y los accidentados raudales que hacen laboriosa su navegabilidad.Estos obstculos geogrficos hicieron difcil el acceso a los exploradores yaventureros quienes por cerca de dos siglos (1750-1950) intentaronremontar repetidamente el Orinoco hasta sus cabeceras, slo alcanzndolasen 1951 con la Expedicin Franco-Venezolana.

    Aunado a las dificultades fsicas de la regin, los continuos desplaza-mientos Yanomami en reas interfluviales y sus patrones de asentamientoitinerantes contribuyeron a que stos se mantuvieran relativamente almargen de la expansin nacional y fuesen tardamente contactados porexploradores y viajeros en comparacin con otros grupos indgenas vecinos

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    como los Yekuana, Arawako y Maco. Su relativo retraimiento en la SierraParima, sus constantes desplazamientos por la selva y el desconocimientoque se tena sobre la existencia de aldeas (shapono) hacan difcil que losexploradores lograran contactar a estos indgenas.

    A pesar de este supuesto aislamiento y de los escasos encuentros congrupos no-indgenas hasta mediados del siglo XX, los Yanomami han estadoen diferentes formas bajo la influencia de diversas olas de expansinpromovidas por agentes externos5. En tal sentido, la teora de los sistemasmundiales y la perspectiva histrica de la economa poltica (Wolf 1982;Mintz 1985) permiten cuestionar esa nocin de grupos compactos que hanvivido en un supuesto y total retraimiento. Estas teoras argumentan quetales sociedades, aparentemente hermticas, han estado por el contrarioinfluenciadas por los sistemas coloniales y post-coloniales y por laseconomas globales a lo largo de la historia a travs de las relacionessostenidas con otros grupos tnicos.

    Si tomamos en cuenta esta perspectiva terica y la aplicamos al casoYanomami, diramos que este grupo ha estado en cierta forma expuesto a losefectos de agentes forneos a travs de las redes de intercambio establecidascon otros grupos indgenas vecinos y con la presencia espordica de algunosaventureros. Sin embargo, al examinar los encuentros reales entreexploradores forneos y grupos Yanomami, las fuentes histricas sealanque los exploradores y viajeros que remontaron el Orinoco durante el sigloXIX no llegaron a tener contactos directos registrados (cara a cara) con estegrupo indgena. Las pocas informaciones que se obtienen de los relatos deHumboldt (1985), Codazzi (1960), Schomburgk (1923), Michelena y Rojas(1989), Chaffanjon (1989) y Tavera Acosta (1984) sobre estos indgenas noson producto de encuentros directos sino de referencias de segunda mano ytestimonios de terceros. Ms que encuentros con los Yanomami lo queocurrieron fueron desencuentros que contribuyeron a crear una imagen deindios salvajes y agresivos. A pesar de no haber sido realmentecontactados para esa poca, los Yanomami alcanzaron una reputacin deindios tremendamente belicosos que impedan, en el Raudal de Guaharibos,el paso de los expedicionarios hacia las fuentes del Orinoco.

    Hasta finales del siglo XIX existan escasos registros histricos quedaban cuenta de los indios Guaharibo, Guaica o Schirian, como eranconocidos. A duras penas se saba algo de su aspecto fsico, de su ubicacinen las cercanas de la Sierra Parima y de sus costumbres como laincineracin de los cuerpos, la recoleccin de nueces del Brasil (yuvas) y las

    5 De hecho, Ferguson (1992, 1995) considera que la violencia Yanomami se debe a lapresencia occidental que se inici con las incursiones espordicas de los viajeros a partir delXIX y la adquisicin de bienes manufacturados (hachas, machetes, cuchillos, etc.) por parte deestos indgenas. Para Ferguson (1995), la guerra Yanomami ocurre en lo que denomin zonatribal, una extensa rea que abarca ms all de la administracin del Estado y habitada porindgenas quienes reaccionan ante los efectos espordicos de la presencia del Estado.

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    incesantes guerras que sostenan con los indios Yekuana del Padamo porreferencia de otros indgenas. Aparte de algunos encuentros aislados congrupos Guaharibo, como en el caso de Humboldt en La Esmeralda y RichardSpruce en el poblado llamado Monagas6, no hay registros que informen sobreencuentros directos con alguna aldea Yanomami durante ese perodo. Apesar de los muchos intentos por remontar el ro Orinoco hasta sus fuentes,el espacio geogrfico se mantena desconocido al igual que los indgenas quehabitaban en esa regin. Para la mayora de los exploradores europeos delsiglo XIX, los Yanomami representaban unas tribus monteras y salvajesque no haban sido reducidas ni evangelizadas.

    Tanto las cabeceras del Orinoco como los Yanomami eran un enigmapero tambin fueron un reto para los nuevos exploradores del siglo XX. Esdurante este perodo cuando se producen los primeros contactos directos(cara a cara) entre exploradores y algunos subgrupos Yanomami en la zonadel ro Uraricuera y del Orinoco. Es a partir de estos primeros encuentrosque se hacen algunas referencias sobre su ubicacin, costumbres yrelaciones intertnicas, ya no por testimonios de otros sino a partir de laexperiencia misma de los expedicionarios. En esta situacin de contacto seestablece entonces una relacin semntica entre los smbolos de primitivo,nmada y salvaje, y el Yanomami ya como referente real al comprobarempricamente la existencia de unos indios que supuestamente tenan estascaractersticas culturales.

    La representacin etnogrfica de los Schirian

    Con el inicio del siglo XX, nuevas exploraciones cientficas se organizaronpara explorar los bosques tropicales del Amazonas mientras que la expansinde la economa extractivista a travs de la explotacin cauchera continuaba enesta regin. En el caso de la Guayana venezolana y ms especficamente delTerritorio Federal Amazonas7. las expediciones que buscaban explorar estasfronteras ignotas tenan como objetivos alcanzar o descubrir las fuentes delro Orinoco (an no conquistadas por los occidentales) y dar cuenta msdetalladamente de los aspectos geogrficos, ecolgicos y poblacionales quecontribuiran al desarrollo de las ciencias naturales.

    Entre los cientficos que exploraron el Amazonas venezolano iniciandouna nueva ola de expediciones se encuentra el etnlogo y naturalista alemnTheodor Koch-Grnberg. Con una formacin en filosofa clsica, Koch-Grnberg se inici en la etnologa bajo la influencia de Hermann Meyer y

    6 En el caso de Humboldt, ste slo logr conocer a una familia de Guaharibo en LaEsmeralda (1983 IV: 383). Spruce, en cambio, lleg a tener contacto con un hombre Guahariboque haba sido apresado y llevado hasta el Casiquiare (1908: 396-397).

    7 Se utiliza Territorio Federal Amazonas para designar a esta entidad poltico administrativapor ser la que estaba vigente para principios del siglo XX segn la resolucin presidencial deJoaqun Crespo de 1893.

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    luego cont con el apoyo de Karl von den Steinen y Adolf Bastian pararealizar sus primeras expediciones al Amazonas brasileo entre 1903 y1905. Por invitacin de Bastian, se incorpor al Museo de Etnologa de Berlnlo cual influira posteriormente en su particular inters en comparar lacultura material de los pueblos indgenas. Siguiendo la tradicin de laetnologa alemana de finales del siglo XIX y principios del XX, Koch-Grnberg se encontraba entre la fuerte tendencia evolucionista promovidapor Bastian y las ideas difusionistas de Friedrich Ratzel y otros etnlogos dela poca. El impacto de estas escuelas de pensamiento es evidente en lasdescripciones hechas sobre los grupos indgenas contactados en susexploraciones a la Guayana y el Amazonas brasileo y venezolano entre 1910y 1913, y que luego compil en su obra Del Roraima al Orinoco (1982).

    A continuacin analizamos los elementos centrales que Koch-Grnbergdestaca sobre los Yanomami (Schirian) en las formas de representacin delOtro. Para ello, se toma en cuenta la intensionalidad del viaje, lascomparaciones y clasificaciones culturales que establece sobre los gruposindgenas y las perspectivas evolucionistas y difusionistas que moldean susdescripciones. Esto nos permitir establecer una continuacin discursivaentre las referencias etnogrficas de este etnlogo y las reproducidas porSteward (1948) en el Handbook of South American Indians sobre losYanomami.

    Siguiendo la travesa que realizara Robert Schomburgk entre 1838 y1839, Koch-Grnberg emprendi una larga expedicin desde el MonteRoraima en la regin conocida hoy en da como la Gran Sabana hasta elOrinoco entre 1911 y 19128. Koch-Grnberg es, quizs, el primer viajero querecorre el norte del Brasil y el sudeste de Venezuela, entre el Ro Branco y elOrinoco con conocimientos sistemticos en etnologa. Su obra Del Roraima alOrinoco9 es el resultado de un esfuerzo indiscutible por agrupar y clasificardatos etnogrficos en cuanto a la ubicacin, costumbres e informacinlingstica10 de los grupos indgenas que contact. De la misma forma, hace

    8 Este explorador recorri desde la isla Marac remontando el ro Uraricoera hasta lacatarata de Urumami en Brasil. Luego subi por el ro Aracar transmontando hasta el Merevaren el Alto Caura y siguiendo hasta el Canaracuni. Posteriormente, viaj hacia el ro Auars y deall al Ventuari para luego navegar hasta el Orinoco.

    9 En esta obra, Koch-Grnberg presenta la informacin recolectada en registros narrativosdistintos tratando de diferenciar entre la experiencia del trabajo diario y la clasificacin de losdatos etnogrficos. En el primer tomo, describe su viaje y sus experiencias a modo de diariopersonal, sin un orden especfico ms que siguiendo una periodicidad temporal y recogiendo lasimpresiones vividas en el momento; es decir, lo que l percibi. En el segundo tomo, presentauna amplia coleccin de mitos, cuentos, leyendas y fbulas recogidas entre los diferentesgrupos indgenas que visit. En el tercer tomo, describe la cultura material y espiritual de estaspoblaciones indgenas en un esfuerzo por sintetizar etnogrficamente las costumbres de estosgrupos amaznicos.

    10 Adems de elaborar una gramtica Taulipng, recopil vocabularios de los siguientesgrupos indgenas: Taulipng, Jauarna, Ingarik, Arekun, Sapar, Purukot, Wayumar,Schirian, Auak, Klina, Mku, Puinve, Guahibo, Piaroa (Volumen IV de la versin originalen alemn).

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    levantamientos geogrficos e hidrogrficos, recoge muestras botnicas,zoolgicas y mineralgicas, y colecta un amplio material visual (fotogrfico11

    y flmico) y musical de estas poblaciones indgenas. A lo largo de su obra,describe la cultura material y espiritual de los grupos indgenas con laintencin de penetrar en el alma de un hombre y en la de un pueblo (1982III: Prefacio). Con ello, Koch-Grnberg aspira trascender las habitualesrelaciones de los viajeros, proponiendo un estilo etnogrfico ms metdico enla identifi-cacin y clasificacin de las costumbres de las poblacionesindgenas.

    En cuanto a los Yanomami, l lleg a tener contacto directo slo con dosgrupos Schirian. El primero lo hall en el Alto Uraricapar12, por la altacatarata del Purumam (Urumami) cuando estos indgenas se encontrabanaparentemente de excursin (trekking) por esa zona. El otro grupo Schirianlo encontr cuatro semanas ms tarde en una aldea por el ro Motomot,afluente derecho del Uraricoera, frente a la Sierra Marutan13. Sobre estosencuentros directos, este explorador informa sobre lo visualmente percibidoy constatado directamente sobre los Schirian. El conocimiento emprico delos hechos es su herramienta descriptiva ms significativa que contraponecon las historias de los viajeros que lo antecedieron en el siglo XIX y que,segn l, se basaron en informaciones de segunda mano y en especulacionesexageradas sobre la belicosidad de los Yanomami. En sus descripciones mso menos sincrnicas de la cultura establece una distancia entre el Yo deletnlogo y el Otro del nativo, tratando de presentar una visin objetiva delos hechos.

    Koch-Grnberg hace una distincin entre los Schirian del AltoUraricoera y de la Sierra Marutan, y luego de los Guaica y Guaharibo quehabitaban en las fuentes del Orinoco. Sin embargo, esta diferencia no quedatotalmente clara ya que en algunos casos los describe como gruposdiferentes y en otros casos como subgrupos pertenecientes a un mismotronco. En todo caso, este explorador percibi que existan grandessimilitudes lingsticas, fenotpicas y culturales entre las tribus Schirian ylos Guaica de la Sierra Parima y las fuentes del Orinoco (1982 III: 243).

    Al hacer un anlisis de los relatos etnogrficos de Koch-Grnberg sobreeste grupo, se puede afirmar que la alteridad Yanomami la representaenfatizando: 1) su condicin primitiva, nmada y salvaje en el orden cultural,2) las tensiones intertnicas con otros indgenas en el orden poltico, y 3) su

    11 El volumen V de su obra Vom Roroima zum Orinoco contiene 185 fotografas de indgenas.12 Actualmente, este ro se conoce como Urarica.13 Estos grupos Schirian que encontr Koch-Grnberg, los cuales se haban desplazados

    hacia el noreste entre las fronteras de Brasil y Venezuela, corresponden seguramente al actualsubgrupo lingstico Yanomami conocido como Ninam o Yanam. Histricamente, este subgrupoha sido tambin denominado con los trminos Shirian, Casapare o Casarape (Wilbert 1963:186).

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    retraimiento y relativo aislamiento desde el punto de vista socio-espacial.Estos referentes culturales son los que luego utiliza Alfred Mtraux (1948 III:861-864) para describir a los Yanomami como tribus cazadoras y recolec-toras de la cuenca del Ro Negro y que Steward (1948 III: 896) agrupa dentrode la clasificacin de culturas marginales de la Guayana.

    Koch-Grnberg establece el nivel o desarrollo cultural de los Schirian apartir de sus percepciones sobre el aspecto fsico (esttica corporal), lacultura material y los patrones de asentamiento de este grupo. La primeraimpresin que registra es el encuentro con un hombre desnudo, un nio yun anciano piache. Adems de la desnudez resalta la suciedad en que seencontraban los Schirian. En particular, le llam la atencin la originalidady simpleza de los adornos corporales que utilizaban, el uso de la tonsura enel peinado de los hombres y las perforaciones en los rostros de las mujerespara adornarse con palitos de caa, como rasgos culturales distintivos deeste grupo (Koch-Grnberg 1982 I: 210). Estas referencias sobre ladesnudez, la suciedad y luego la fealdad del indio constituyen un primernivel perceptivo que resalta por sobre todo la nocin de un cuerpo desnudo,casi ednico, no occidentalizado y al mismo tiempo desaliado, presuponiendoun estado primigenio y naturalizado del ser. Son estos rasgos de la estticacorporal Schirian los que l identifica como primitivos en la clasificacin deun tipo fsico.

    Adems de la representacin del cuerpo, este etnlogo observ y describidetenidamente la cultura material de estos indgenas, la cual compar con lade otros indgenas contactados. Para Koch-Grnberg, la complejidad, belleza ytcnicas en la elaboracin de los objetos materiales constituan referentesetnogrficos que determinaban el desarrollo cultural de los pueblos nativos.Entre sus observaciones, da cuenta de la precariedad tecnolgica de losobjetos y construcciones de los Schirian, especialmente de sus viviendas que,segn l, solo por eufemismo se pueden llamar chozas, (1982 I: 209) y de suspuentes rsticos hechos de troncos y palos. Al describir otros objetos comoarcos, flechas, chinchorros, embarcaciones y otros aparejos, los cualesetnogrficamente le llaman la atencin, resalta su poca elaboracin tcnica ylos describe como terribles, insignificantes y llenos de mugre, entre otras.Con estas enunciaciones intenta demostrar el estado precario de su culturamaterial, la cual segn sus propias palabras concuerda con el bajo nivelcultural de los Schirian (1982 III: 263).

    Para Koch-Grnberg, la esttica corporal y los objetos materialesconstituyen los rasgos culturales diacrticos de los Schirian, los cuales lepermiten distinguir y clasificar a este grupo como culturalmente primitivo.Estas descripciones y referencias de los objetos Schirian cobran relevanciaen las representaciones etnogrficas y visuales que luego recopila Mtraux(1948 III: 867) sobre estos indgenas. Imgenes como una curiara y unaschozas que Koch-Grnberg describe como precarias (1982 III: 244),constituyen el nico documento fotogrfico que se reproduce en el Handbook

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    of South American Indians para dar cuenta visualmente de la cultura materialSchirian (Figura 2).

    La condicin primitiva tambin la percibe en relacin con los patrones deasentamiento de los Schirian. Koch-Grnberg advierte sobre el nomadismode este grupo que se extenda por los territorios del Ro Branco, el Orinoco y elUraricoera, regin que permaneca aun para esa poca casi inexplorada. Laidea de nomadismo la asocia a sus actividades de subsistencia itinerantescomo la caza, la pesca y la recoleccin de frutas silvestres, pero por sobre todoa la falta de una horticultura extensiva, la cual es un rasgo que Steward (1948III: 883) destaca particularmente al considerar a los Schirian como una de laspocas tribus que an se mantienen como pre-agricultores nmadas delbosque tropical.

    Koch-Grnberg asocia a su vez esta condicin de indios nmadas a laausencia de asentamientos permanentes y a sus formas de organizacin quela identifica como horda. Aunque en realidad l no se detiene a explicar estosconceptos ni en hacer mayor referencia a las formas de organizacin social opoltica de este grupo, s hace alusin a la poca complejidad cultural ydispersin de los grupos indgenas por el territorio. Los Schirian sonhordas primitivas [que] vagan por estas incomensurables soledades comoanimales fugitivos de la selva (Koch-Grnberg 1982 I: 210) y que formanparte de una antigua capa de la poblacin de esa regin. Se infiereentonces que este explorador utiliza la categora de horda para referirse agrupos nmadas y carentes de una organizacin poltica jerrquica ycentralizada.

    Para este explorador, los Schirian y por extensin los Guaica yGuaharibo constituyen una de las tribus culturalmente menos desarro-lladas y representan una poblacin en estado cultural embrionario dentro deuna escala evolutiva de las sociedades. Influenciado por la perspectivaevolucionista y una visin etnocntrica de las culturas, Koch-Grnberg losdescribe fundamentalmente como gente salvaje. Esta categorizacin quedaexplcita en el captulo que titula En el pas de los salvajes Waika (Tomo I),en el cual da cuenta de sus primeros encuentros que sostiene con losSchirian. Utilizando el gnero narrativo del reporte etnogrfico, este viajerose refiere a ellos como los ms pobres de los pobres y animales furtivos dela selva, con lo cual reifica la condicin natural de indios de la selva y loscoloca en un plano culturalmente inferior con respecto a otras poblacionesindgenas contactadas. Sobre los Schirian del Motomot seala:

    Su cultura es sumamente baja y es difcil ponerlos en unmismo plano humano con sus vecino los occidentales, losinteligentes Taulipng, Makush y otras tribus, para no hablarde nosotros los europeos (Koch-Grnberg 1982 I: 212).

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    Figura 2

    Indios Schirian. Fotos tomadas por Koch-Grnberg y reproducidas en el Handbook of SouthAmerican Indians (1948)

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    Aparte de estas representaciones del Yanomami primitivo, nmada ysalvaje que se enmarcan dentro de la lnea evolutiva de las culturas, esteetnlogo procura interpretar el uso de algunos elementos culturales de losSchirian a partir de las ideas difusionistas. De acuerdo a su interpretacinsobre las relaciones intertnicas, los Schirian posean algunos objetosmanufacturados como adornos corporales, prendas de vestir, hachas yanzuelos, gracias a los prstamos culturales de los Maco del ro Auars. ParaKoch-Grnberg, los Maco son los portadores de cultura de los Schirianquienes le ensearon a estos ltimos la tcnica del cultivo (1982 I: 209-210).Para este etngrafo, antes de la influencia bastante reciente de los Maco, losShirian no posean plantaciones, sino que vivan primordialmente de frutassilvestres. Esto indica que Koch-Grnberg crea errneamente que losSchirian eran slo horticultores de reciente data y que an dependan delos prstamos culturales de otros pueblos14. Esta idea contribuy a reforzarla imagen de que los Schirian eran culturalmente bastante pobres almomento del contacto, consideracin que tambin fue sealada por Mtrauxal mencionar que los Schirian, Guaica y Guaharibo son nmadas de laselva (1948 III: 862) y que haban aprendido de los Maco las destrezas de laagricultura.

    En cuanto a los conflictos y relaciones intertnicas entre los Yanomamiy grupos indgenas vecinos, Koch-Grnberg recoge las opiniones que otrosindgenas, especialmente sus guas, hacan de estos sub-grupos Yanomami,y cmo estos ltimos eran vistos, juzgados y temidos por los gruposindgenas circunvecinos. Al igual que Codazzi, Schomburgk y Chaffanjon,Koch-Grnberg seala sobre las tensiones intertnicas entre los Guaharibo yotros grupos como los Yekuana (que l llama Majonggng) y los Maco conquienes mantuvieron por mucho tiempo intensas luchas. Aunque para lafecha de la exploracin de Koch-Grnberg se evidencia que los Schirianmantenan ciertas relaciones comerciales con los Maco del Auars, tambines cierto que los Yekuana, segn el explorador, se mantenan en enemistadmortal con sus salvajes vecinos de la Sierra Parima (1982 III: 250).Asimismo, resalta las tensiones intratnicas, vale decir los conflictos entrelas mismas aldeas Schirian de la Sierra Marutan (1982 I: 212). Labelicosidad Yanomami es igualmente expuesta por Mtraux quien destacaque los Schirian son un pueblo muy guerrero que logra exitosamentedominar a varias tribus ms dbiles. (1948 III: 861). Estas referencias sobrela violencia y actitud guerrera Yanomami seran posteriormente objeto deintensos y polmicos estudios en el campo de la antropologa contempornea(cfr. Chagnon 1983).

    14 Investigaciones posteriores sobre los patrones de subsistencia Yanomami evidenciaronque la horticultura no era una actividad reciente y que se haba mal interpretado el nomadismode este grupo indgena (Barandiarn 1967; Lizot 1971, 1980; Chagnon 1983).

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    Se deduce entonces que la belicosidad y actitud guerrera de losSchirian y sobre todo de los Guaica y Guaharibo son rasgos que Koch-Grnberg identifica como correspondientes a la nocin del indio salvaje,reafirmando as el estado cultural inferior de estos indgenas. Sin embargo,este explorador seala que la causa de esa agresividad Yanomami no esunilateral y que hay que examinar de igual manera la conducta de los otrosgrupos indgenas vecinos:

    Mucho se ha escrito sobre el salvajismo de los Guaharibo ymucho se cuenta an hoy al respecto por el Alto Orinoco, sinembargo existe una buena serie de indicaciones de distintaspocas, que subrayan la inocuidad de estos indios y demuestranque la culpa de los ocasionales choques se ha de buscar por ellado de los llamados indios civilizados o de los mestizos(1982 III: 248).

    Koch-Grnberg afirma que los Guaica y Guaharibo haban alcanzadouna reputacin de indios temibles y belicosos que no slo se enfrentaban aotros grupos indgenas sino que tambin se apostaban en el Raudal deGuaharibos para impedir el paso a los exploradores hasta las fuentes delOrinoco. Sin embargo, l seala que sus encuentros con los Schirian delAlto Uraricapar y los del ro Motomot fueron pacficos aunque desconocapor cuanto tiempo podra mantenerse esta sosegada situacin entre estosindios aguerridos (1982 III: 242).

    Adems de la conformacin de un tipo de indio primitivo, nmada ysalvaje por su condicin guerrera, la alteridad Yanomami tambin laconstruye de acuerdo a su ubicacin espacial en zonas aisladas y de difcilacceso. Los Schirian, para Koch-Grnberg, estaban ubicados espacial-mente en zonas remotas y aisladas que las define como parajes solitarios ylugares agrestes y despoblados. Como l bien lo afirma en relacin con elviaje de Schomburgk, el Alto Uraricuera qued como Terra incognita para laciencia (1982 III: 240). Para Koch-Grnberg existan claras dificultadesgeogrficas que impedan el acceso hasta las fuentes del Uraricuera, Parimey el Orinoco. Esta idea de un espacio desconocido y apartado reforzara laimagen de una misantropa nativa de los Schirian. Esto lo enfatiza alretomar una cita de un explorador brasileo quien afirma que estosindgenas en su retraimiento son un ejemplo de la precaucin instintiva dela raza contra su propia degeneracin y ocaso (1982 III: 250).

    De esta representacin etnolgica se puede concluir que Koch-Grnberges el primer explorador que logra establecer contactos cara a cara,intercambiar objetos y sobre todo generar por vez primera un cuerpo dedatos etnogrficos sobre los indios Schirian. Aun cuando no se deslinda desu fuerte etnocentrismo por la manera de describir a este sub-grupo comoindios salvajes y los ms pobres de los pobres, l procura describir y

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    resaltar los rasgos diacrticos de la cultura Schirian. Si bien este exploradorpresenta la imagen de un Yanomami primitivo de acuerdo a la precariedadde su cultura material y sus modos de vida tan simples, el elemento de laagresividad y del temor iracundo hacia ellos por parte de otros indgenas esdisipado por los encuentros pacficos que sostuvo con los Schirian.

    Aunque la obra de Koch-Grnberg presenta contribuciones importantessobre los indgenas de tierras bajas, y en el caso que nos ocupa presentainicialmente una visin de carcter etnogrfico de los Schirian a partir de laexperiencia emprica, tambin es cierto que sus trabajos han sido criticadospor sus informes inadecuados y confusos sobre las costumbres de los otrosgrupos indgenas que lleg a visitar (Lowie 1974: 16, Guss 1986: 414). Entodo caso, Koch-Grnberg posiciona a los Yanomami dentro de lascategoras de indios primitivos, salvajes, nmadas y aislados por suscaractersticas culturales y materiales, niveles de belicosidad, patrones deasentamiento y ubicacin en zonas agrestes y aisladas de los centrospoblados. Estas representaciones se hacen evidentes en una comunicacinque le dirige a Alfredo Jahn sobre su travesa por la Guayana. Sobre losSchirian y Guaica seala que

    [Son] gente completamente primitiva, sucia y de cultura enextremo rudimentaria. Son hordas nmadas sin asiento fijo,que no construyen canoas, no tienen cultivos y se mantienentan solo de frutas silvestres y del producto de la caza y de lapesca Debemos considerar todas estas hordas brbarascomo el primitivo elemento poblador de todas estas regiones(Koch-Grnberg 1968 [1913]: 410).

    Las observaciones de Koch-Grnberg sobre los Yanomami fueron tanrelevantes en el campo de la etnografa que sus datos fueron la fuenteprincipal que Alfred Mtraux utiliz para dar cuenta de estos indgenas en elHandbook of South American Indians (1948 III) como tribus cazadorasrecolectoras de Guayana. Estas primeras representaciones etnogrficas quese difundieron ampliamente con la obra de Steward sirvieron para crear untipo de indio primitivo y beligerante, caractersticas culturales queestereotiparon a los Yanomami durante dcadas a pesar de la produccin deotras etnografas que daban cuenta de otros aspectos culturales de estegrupo indgena.

    Caucheros y balateros: La mirada extractivista

    En plena explotacin del caucho, el balat y la madera, recursosnaturales que fueron extrados por una mano de obra indgena muchasveces esclavizada por criollos y mestizos (Iribertegui 1987), se produce laexpansin territorial de los Yanomami hacia el Norte por el Cuntinamo y

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    hacia el Oeste por los ros Mavaca y Siapa a principios del siglo XX. Para eseentonces, el Territorio Federal Amazonas estaba dividido en tres departa-mentos: Atabapo, Ro Negro y Casiquiare cuyos centros poblados con mayoractividad comercial eran San Fernando de Atabapo, Maroa, y San Carlos deRo Negro; todos ellos ubicados en la franja occidental de este territorio.Hacia el extremo oriental de esta entidad, es decir hacia el Alto Orinoco endireccin a las fuentes del Orinoco, se encontraba slo el poblado de LaEsmeralda que para ese entonces estaba prcticamente deshabitado.

    Si bien es cierto que la explotacin del caucho y otros recursosnaturales se convirti en la principal actividad extractiva del TerritorioFederal Amazonas a finales del siglo XIX y principios del XX, no toda lapoblacin indgena fue afectada con la misma intensidad y el mismo alcance.Desde la poca de Jos Toms Funes, se realizaron algunas expediciones alAlto Orinoco en busca de caucho y de posible mano de obra indgena. Sinembargo, debido a las dificultades en remontar el Orinoco, la alta mobilidadYanomami, su imagen de indios belicosos y la posibilidad de conseguir msfcilmente mano de obra Yekuana, Guahibo y Piaroa (Iribertegui 1987: 296-297), hicieron que el avance cauchero hacia el Alto Orinoco fuera espordicoa pesar de algunas incursiones a esa zona y de algunos encuentros aisladoscon sub-grupos Yanomami.

    Ante esas expansiones espordicas de los caucheros al Alto Orinoco, losYanomami muchas veces reaccionaron violentamente contra ellos. De talmanera que los encuentros entre caucheros y Yanomami se caracterizaronprincipalmente por ser violentos y casi siempre poco amistosos como losdefine Deferrari (1945: 17). Esto por supuesto generaba entre los criollos ymestizos de la regin la idea de que los Guaharibo eran indios salvajes eincivilizados que obstaculizaban la extraccin de los recursos y que debanser simplemente sometidos o aniquilados.

    Si bien la mayor parte de estos contactos fueron violentos, tambin seregistraron encuentros de carcter amistoso como los del balatero Luis Vegaquien remont varias veces el Orinoco en busca de nuevas reas para laexplotacin de estos recursos. Este criollo haba navegado por el Padamo y elMavaca, y aunque en una oportunidad tuvo dificultad con unos Guahariboporque sus guas eran Maquiritare, y estos dos grupos se encontraban enfranca hostilidad para ese momento, en otra ocasin el encuentro fueamistoso cuando les obsequi algunas herramientas (Cocco 1972). Elintercambio de bienes manufacturados fue sin duda el medio que caucherosy otros aventureros utilizaron para establecer relaciones ms o menoscordiales con estos indgenas.

    Los encuentros que se registraron entre caucheros y Guaharibo secaracterizaron por ser principalmente conflictivos debido al afn de laexplotacin de los recursos naturales en territorio Yanomami. Por su parte,los Guaharibo, en retaliacin a las molestias causadas por los caucheros,

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    atacaban sus campamentos para conseguir bienes manufacturados, y enalgunos casos, si en esos asaltos conseguan mujeres de los gruposenemigos: los Maquiritare, Bar u otra, las raptaban. En uno de esosataques de los Guaharibo contra los mestizos se produce el clebre rapto deHelena Valero en el cao Maricoabi, afluente del Dimit, tributario del RoNegro en la frontera venezolano-brasilea en 1933 (Biocca 1970; Valero1984).

    Estos encuentros estuvieron entonces caracterizados por dos tipos deavances. El avance de los criollos llamados racionales hacia el Alto Orinocopor los ros Ocamo, Mavaca y Manaviche en busca de nuevas reas para laexplotacin del caucho y el avance y la expansin de los Yanomami hacia elNorte y el Oeste del Orinoco. En este desplazamiento de ambos grupos esque se producen los encuentros entre los Yanomami y los caucheros quemuchas veces terminaron violentamente. La naturaleza de estos encuentrosdeterminara la forma en que los Yanomami fueron representados por loscaucheros como indios salvajes e irracionales .

    Si bien se puede hablar de encuentros violentos, no tenemos evidenciasconcretas de que los Guaharibo hayan sido colectivamente sometidos comomano de obra para la explotacin de estos recursos. En todo caso, en lamemoria histrica de los Yanomami queda representada la poca del cauchocomo una actividad que gener temor y rechazo ante el avance de criollos ymestizos. Los Yanomami rehuan trabajar con los caucheros porque paraellos el humo que despeda el caucho de los fogones les traa enfermedades ylos Yanomami le teman a esas humaredas insanas. Sobre un encuentroviolento con caucheros cuenta un viejo:

    Un da un Yanomami encontr a un nap y l le dio una flechaa cambio de hacha, machete, hilo. El nap le dijo ve con tugente para que traigan ms flechas, l lleg al shapono y contque los nap queran flechas. Ellos fueron all y los nappensaron que eran enemigos que iban a matarlos y los napcomenzaron a dispararles, los Yanomami se asustaron muchoy corrieron (Alberto de Mavaca, 1991)15.

    Para los explotadores de caucho y balat, los Guaharibo eran vistoscomo indios brbaros y belicosos quienes fundamentalmente les impedanincursionar al Alto Orinoco para explorar y explotar los recursos naturales.Esta agresividad e indomabilidad Guahariba sirvi como justificacin a loscaucheros para que los persiguieran y los cazaran como an algunosrecuerdan en el Alto Orinoco. En todo caso, las representaciones de loscaucheros sobre los Yanomami estuvieron fundamentalmente determinadas

    15 Comunicacin personal, anciano de la comunidad de Poreshiia del rea de Mavaca.

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    por esos encuentros o choques violentos lo que reafirm la imagen del indioviolento e irracional que habitaba en las cabeceras del Orinoco.

    En busca de las fuentes del Orinoco: Representaciones cientficas

    Para principios del siglo XX, el Alto Orinoco y en particular el hinterlandde las cabeceras del ro Orinoco segua siendo considerado terra incognitapara exploradores y cientficos. El territorio donde moraban los temiblesindios Guaharibo y Guaica constitua un espacio cautelosamente liminalpara aquellos exploradores que intentaran remontar el Orinoco hasta susfuentes. Indios no contactados y espacios geogrficos no conquistados porexpedicionarios y cientficos se amalgamaron como una totalidad paraconformar una frontera culturalmente desconocida.

    En esta bsqueda por conquistar estos espacios an no explorados seorganizaron expediciones cientficas que tenan como propsito principalalcanzar las fuentes del Orinoco, dar cuenta de los aspectos hidrogrficos dela zona y en lo posible contactar a las tribusque habitaban en esas reasremotas. Entre estas expediciones hay que destacar los viajes realizados porAlexander Hamilton Rice en 1920, Herbert Spencer Dickey en 1931, FlixCardona Puig en 1930 e Hilario Itriago en 1943 al Alto Orinoco. Para Rice yDickey, ese territorio constitua una regin enigmtica que deba serdescubierta y sus habitantes, los llamados indios Guaharibo y Guaica,representaban una amenaza a la empresa de remontar el ro Orinoco hastasus fuentes.

    La intencionalidad que tenan estas expediciones era, por lo tanto, msde orden geogrfico que etnogrfico; sin embargo, los viajeros no dejaban dehacer referencia sobre los peligros que representaba incursionar en unterritorio habitado por los salvajes Guaharibo. Si bien es cierto que loscontactos que estos exploradores sostuvieron con algunos grupos Yanomamifueron muy breves y podramos afirmar que fueron intrascendentes entrminos etnogrficos, lo cierto es que algunos de estos encuentros casuales,sobre todo el de Hamilton Rice, tuvieron un gran impacto en la historia delos contactos con los Yanomami. Considerando que las representaciones deestos expedicionarios sobre los Yanomami dependan de los logros quealcanzaron en sus recorridos por conquistar las fuentes del Orinoco, espertinente examinar los objetivos de las expediciones, las ideas precon-cebidas que tenan los exploradores sobre los Yanomami, la naturaleza delcontacto y las categorizaciones que hicieron de estos indgenas a partir deestos encuentros fortuitos.

    En el caso de Alexander Hamilton Rice, maestro en artes y doctor enmedicina de la Real Sociedad Geogrfica de Londres, uno de los objetivosprimordiales de su viaje fue el de explorar y realizar el mapa del Alto Orinocodesde su bifurcacin con el Casiquiare hasta sus cabeceras (Rice 1922: 1503).A diferencia de Koch-Grnberg que tena como propsito conocer y describirlas costumbres de las tribus indgenas de Guayana, Rice buscaba el

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    reconocimiento cientfico a travs de sus hallazgos geogrficos e hidrogrficos.Sobre las poblaciones indgenas, menciona brevemente la ubicacin de losBar, Baniva y Maquiritare por la regin del Casiquiare y el Alto Orinoco. Sinembargo, stas son referencias generales sobre la poblacin local que sirvenslo de fondo para relatar su travesa e informar de sus descubrimientoscientficos. En tal sentido, su acercamiento y percepcin de las alteridadesindgenas estaba condicionada por los logros que alcanzara en el planocientfico.

    Aparte de las detalladas descripciones geogrficas e hidrogrficas quehace sobre los ros Casiquiare, Orinoco, Padamo y Ocamo, el evento que mstiene relevancia en este viaje es el referido al encuentro violento que sostuvocon unos Yanomami un poco ms arriba del Raudal de Guaharibos. Riceestaba predispuesto a encontrar unos indios particularmente belicosos y pocoamigables a partir de los desacreditados comentarios que sus guas indgenasle haban hecho de estos indios. El contacto se reduce a un choque violentocon un grupo de unos 60 Guaharibo que Rice describe como indios desnudosde aspecto repugnante, que gritaban y vociferaban con violencia y cargabanarcos, flechas y garrote (1922: 1511).

    Rice seala que ellos intentaron establecer comunicacin con losGuaharibo hablndoles en otras lenguas indgenas, incluso por medio de seasy tratando de intercambiar cuchillos, anzuelos y espejos con estos indgenas.Frente a estos ofrecimientos algunos Guaharibo que estaban en la otra orillaavanzaron hacia el campamento con sus arcos y flechas. Para estosexploradores, esta exhibicin de agitacin por parte de los Guaharibo fueinterpretada como un ataque con la intencin de matarlos y despus comerloscon lo que se crea una nueva imagen: la de indios canbales. Ante el temor deque fueran asaltados, los expedicionarios respondieron con disparos dandomuerte a varios de ellos, que luego Rice justifica como una justa represalia parauno de sus guas Bar, quien haba perdido a su hermano en las cabeceras delMavaca en manos de los Guaharibo (1922: 1511).

    Este encuentro violento fue explicado durante mucho tiempo como undeliberado ataque de los Guaharibo hacia los expedicionarios. Unainterpretacin alterna podra ser que, por un lado, los guas que acompaabana Rice estaban temerosos y ya predispuestos a encontrar unos indiosagresivos y, por el otro, que los Guaharibo estaban ansiosos por adquirir losbienes manufacturados (matohi) que les estaban ofreciendo, lo cual fueinterpretado errneamente como un ataque hacia los expedicionarios. Esteenfrentamiento tuvo despus repercusiones en los poblados de La Esmeralday Tamatama, los cuales fueron atacados y robados por los Guaharibo envarias ocasiones16. Anduze seala que la expedicin de Rice fue la culpable de

    16 Para aquel tiempo, Tamatama era controlada por Jess Mara Noguera y La Esmeraldapor Emiliano Prez Franco, quienes explotaban los recursos caucheros en esa zona. AlamoIbarra (1950) recopila algunas historias de estos dos criollos, quienes afirmaban que estaspoblaciones eran atacadas de tiempo en tiempo por los Guaharibo.

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    la animadversin de los Waika hacia los civilizados (1960: 28) que se tradujotiempo despus en ataques y conflictos con los otros moradores de esa regin.

    Adems de ser identificados como indios belicosos por este enfren-tamiento, Rice los cataloga como indios de la selva por carecer de canoas ydeambular por la extensa selva cruzando los ros con rsticos puentes. Encuanto a sus actividades de subsistencia destaca que los Guaharibo cazan,pescan y recolectan frutos silvestres pero desconocen la horticultura, con locual reitera la equivocada idea de que son nicamente nmadas. Rice sealauna caracterstica adicional sobre los Guaharibo al considerarlos como indioscanbales que comen crudos los animales montaraces (1922: 1511). Estasescuetas y desacertadas referencias etnogrficas sobre las costumbresYanomami reforzaron an ms la idea de indios beligerantes que luego seconcretizaron en la tipologa de indios de la selva, violentos y ademscanbales.

    Los relatos de Rice (1922) definitivamente acentuaron la reputacin de lostemibles indios Guaharibo a partir del choque violento que tuvieron. Al mismotiempo, este desafortunado encuentro sirvi para incriminar a los Yanomamicomo los causantes del fracaso de esta expedicin que intentaba descubrirlas cabeceras del Orinoco. Frente a este episodio, no es extrao que losYanomami fueran representados principalmente como indios aguerridos,salvajes y ahora canbales.

    A diferencia de Rice que slo tena como objetivo encontrar las fuentes delOrinoco, Herbert Spencer Dickey, adems de tratar de alcanzar este propsitocientfico, tambin procur contactar a las tribus que habitaban en esasreas remotas. Esta es tal vez la razn por la cual sus encuentros con losGuaharibo ocurrieran de manera amistosa, aunque no por eso susrepresentaciones sobre los Yanomami hayan sido ms objetivas y libres de unfuerte etnocentrismo. Este mdico norteamericano en compaa de unos guasYekuana remont el Orinoco con el auspicio de la Universidad de Yale, elAmherst College y The New York Times en 1931. Debido a los comentarios quehaba escuchado sobre los temibles Guaharibo, este viajero estaba ansioso porcontactar a estos indgenas, aunque reconoca que los encuentros violentosque algunos exploradores como Rice haban sostenido con los Yanomamipodran ponerlo en desventaja. Despus de varios das de navegacin hacia lasfuentes del Orinoco slo consigui rastros de ellos. En su recorrido por elOrinoco y luego de llegar hasta lo que posiblemente fue la confluencia de estero con el Ugueto, donde el cauce ya no le permiti navegar, este exploradordecidi regresar pensando que haba descubierto las fuentes del Orinoco(Dickey 1932).

    En su trayecto ro abajo, y ya casi desilusionado de no haber encontradoindios Guaharibo finalmente este explorador encuentra a un grupo de ellos.Dickey trat de propiciar un ambiente amistoso con esos indios evitando caeren provocaciones. Luego de un breve intercambio de palabras y de algunosobjetos manufacturados (hachas y machetes) por arcos y flechas, los

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    expedicionarios intentaron tomarles algunas fotografas y pelculas, las cualesles caus a los Guaharibo un miedo y rechazo total (Dickey 1932: 254). Deeste encuentro que se puede considerar como bastante amigable, Dickey hacealusin principalmente a los conflictos entre estos Guaharibo y unos Guaica,describe algo de su cultura material y hace algunas referencias sobre suscostumbres. Sin embargo, de estas apreciaciones de la cultura de este grupolo que se infiere es una gran confusin y desconocimiento al momento dedescribir los supuestos sacrificios humanos, el liderazgo centralizado, el tratoa los ancianos, la alimentacin y el uso de instrumentos musicales. Estasequivocaciones demuestran que aunque Dickey tuvo un encuentro directo conunos Guaharibo, no los lleg a conocer realmente ni logr entender losaspectos de su cultura que trata de presentar tan convincentemente pero contantas inexactitudes.

    Se podra afirmar que lo que Dickey describe en My Jungle Book (1932)sobre los Guaharibo est plagado de errores etnogrficos y omisiones quepudieron ser producto de su falta de comprensin de la lengua, sus prejuiciosoccidentales, los comentarios negativos de sus guas, la brevedad del contactoy la influencia de los relatos de otros viajeros que presentaban esas imgenesdel Guaharibo salvaje y aguerrido. En todo caso, estas referencias etnogrficasdesacertadas distorsionaron an ms las representaciones que se habanhecho de los Yanomami hasta la fecha.

    Al igual que Holdridge (1933: 372), Dickey resalt que tanto las cabecerasdel Ro Negro, Branco y el Orinoco como la Sierra Parima eran anconsideradas como terra incognita, y de all su motivacin por conquistar lasfuentes del Orinoco. En la visin de Dickey, la idea del territorio aislado y deun espacio an desconocido se articulan con la imagen de unos indios pococonocidos y contactados como los Guaharibo. Anduze (1960: 20) afirma queDickey no traspas la desembocadura del ro Ugueto porque los criollos ydems guas que lo acompaaban se sintieron maltratados por esteexpedicionario.

    Adems de estas expediciones realizadas por Rice y Dickey, otros viajesfueron organizados por exploradores locales con la intencin de recorrer estasregiones remotas. Entre ellos estn Flix Cardona Puig, quien en la dcada de1930 remont el Orinoco y el ingeniero Hilario Itriago quien realiz unaexpedicin cerca de las fuentes del Orinoco en 1943. Cardona Puig17,explorador hispano-venezolano, logr establecer buenas relaciones con losSchirian y es el primer explorador que emplea a estos indgenas comobaquianos para sus expediciones. El seala que gracias a las buenasrelaciones que tuvo con estos indgenas pudo explorar las fuentes de los rosParime y Uraricoera del Brasil, y algunos afluentes del Orinoco (Cocco 1972:71). En uno de sus recorridos entre el Caura y el Emecuni encuentra un grupo

    17 Este explorador particip en la expedicin franco-venezolana de 1951, la cual logrfinalmente alcanzar las fuentes del Orinoco.

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    de Sirisana como llama a los Yanomami, de all prosigue y encuentra otrogrupo de Guaica que lo hace desviar de su trayectoria. Para Cardona, losYanomami son gente de montaa, habitantes de la sierra donde tiene suorigen el Orinoco y el Parime. Principalmente hace referencia a la condicin deindios inter-fluviales al sealar que los Guaica desconocen completamente, aligual que los Sirians de la sierra, la navegacin de los ros, en que son tanexpertos sus vecinos Maquiritares, Macus y otros (Cocco 1972: 72).

    En relacin a Hilario Itriago, ste form parte de la Comisin de Lmitesde 1943. Este funcionario desde el Brasil remont el ro Demeni hasta elafluente del Toototob y de all se enfil hasta desembocar en el ro Uguetopara bajar hasta el Orinoco. En cuanto a los Guaharibo que habitaban en esazona, Itriago no llega a contactarlos pero s proporciona una clasificacinbastante etnocntrica sobre este grupo:

    Respecto a los indios, los temibles moradores, coco de losque por esas tierras se han aventurado, no encontr vestigiosrecientes, pero s rastros viejos, aqu y all, que dan idea paraidentificarlos con esas tribus nuestras diseminadas y errantes,que como desecho de la civilizacin, se consumen en suignorancia y salvajismo (En: Anduze 1960: 34)

    Este explorador advierte que aun cuando no lleg a ver a ningnGuaharibo, la expedicin siempre se sinti asediada por estos indios. Comosus campamentos eran itinerantes, esta movilidad fue, segn Itriago, la quelos salv de una sorpresa desagradable con estos indios. En todo caso, estaslacnicas referencias de los Yanomami a partir de los encuentros que CardonaPuig sostuvo con esos Schirian o los comentarios de Itriago que no lleg acontactarlos, estuvieron condicionados por el deseo de recorrer espaciosgeogrficos que no haban sido todava descubiertos. De tal manera, losYanomami eran vistos como un obstculo que frenaba la expansin de losdescubrimientos cientficos.

    A finales de 1951 la expedicin franco-venezolana comandada por elMayor Franz Rsquez Iribarren conquista, finalmente, las anheladas fuentesdel Orinoco. Despus de ms de tres meses de navegacin esta expedicincumpli con su principal objetivo: remontar el Orinoco hasta sus cabeceras yestablecer las coordenadas de su nacimiento (Rsquez Iribarren 1962;Contramaestre Torres 1954). Asimismo tuvo como finalidad hacer contactoscon las diferentes tribus de indios de la regin y llevar a cabo estudiosetnogrficos y lingsticos (Anduze 1960; Lichy 1979). A pesar de que laexpedicin estuvo bajo la influencia de lo que llamaron la psicosisGuahariba como lo menciona Anduze, ellos nunca llegaron a tener ningntipo de enfrentamiento con estos indios. Con esta expedicin al Alto Orinoco,el Estado venezolano intentaba reconocer y expandirse hacia esas fronterasignotas que an no haban sido conquistadas.

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    Poco antes del hallazgo de las fuentes del Orinoco en 1951 tambin seproduce un tipo de relacin distinta con los Guaharibo. Para 1948 elnorteamericano James Barker funda una misin de las Nuevas Tribus enPlatanal, asentamiento Yanomami, y en 1950 comenz a convivir con ellos,conocer sus costumbres y aprender la lengua (Barker 1953). Para cuando laexpedicin franco-venezolana pas por Platanal, este misionero ya llevabanueve meses con los Yanomami (Heinen y Caballero 1991). Las relacionesentre no-indgenas y los Yanomami comienzan a ser ms intensas y directasa partir de la dcada de 1950 con el asentamiento de las misionesevanglicas y luego catlicas, primero en Platanal, y despus en Ocamo y enMavaca. Este tipo de contactos con los misioneros generaron no slo nuevasformas de relacionarse entre los occidentales y este grupo indgena sinotambin la posibilidad de representar a la cultura Yanomami de una manerams extensa, basada ya en encuentros directos y sostenidos.

    Conclusiones

    En este perodo de principios del siglo XX, se presentan tres tipos deencuentros y percepciones sobre los Yanomami. La primera es de corteetnogrfico a partir de los encuentros de Koch-Grnberg con los gruposSchirian. La segunda es a partir de una mirada expoliadora por parte de loscaucheros que incursionaron en el Alto Orinoco en busca de nuevas reaspara la explotacin de este recurso y para la consecucin de la mano de obraindgena. La tercera es una visin cautelosa de los expedicionarios queintentaron remontar el Orinoco hasta sus fuentes y que consideraban a losYanomami como un obstculo para alcanzar esta meta.

    En todo caso, se puede observar que las representaciones que sehicieron en la primera mitad del siglo XX sobre los Yanomami estabanrelacionadas con la intencionalidad que tenan los exploradores deaventurarse a recorrer esos parajes remotos. Koch-Grnberg presenta unaprimera descripcin etnogrfica que da cuenta de la cultura material, elcuerpo y las actividades de subsistencia Yanomami, generando unaclasificacin desde la perspectiva evolutiva de indios salvajes, primitivos,nmadas y aislados, que luego queda reflejada en la obra monumental sobreindgenas suramericanos (Steward 1948; Mtraux 1948).

    Con la expansin cauchera se difunde aun ms la imagen delGuaharibo belicoso e irracional por sus costumbres incivilizadas y suconducta agresiva. Las relaciones entre ellos se caracterizaron por serconflictivas y violentas ya que los Guaharibo ante la expansin de loscaucheros a sus territorios, atacaban sus campamentos. La era del cauchoen el Alto Orinoco afianz todava ms la figura del indio belicoso, que sepropag tambin a travs de los relatos de los indgenas circunvecinosquienes se mantenan peridicamente en conflictos intertnicos con losGuaharibo. En tal sentido, las visiones indgenas etnocntricas sobre la

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    beligerancia Yanomami definitivamente influyeron en las percepciones de losexploradores y en la forma como luego representaron a los Yanomami en suscrnicas.

    En cuanto a los expedicionarios y cientficos, stos seguan teniendouna gran inquietud en conquistar las fuentes del Orinoco. En sus relatos yrelaciones geogrficas, los Schirian, Guaica y Guaharibo fueron clasificadosfundamentalmente de acuerdo a su grado de belicosidad e independencia, asu precario desarrollo cultural en comparacin con otros grupos indgenas ycriollos, y a su patrn de asentamiento de carcter interfluvial y que lospopulariz como indios de la selva. Adems, para estos exploradores, losGuaharibo personificaban uno de los mayores obstculos en busca de lasfuentes del Orinoco (Grubb 1927: 62; Sand 1932: 307; Holdridge 1933: 376).Para estos exploradores, el hinterland de las cabeceras de este ro constituadefinitivamente una frontera ignota que deba ser conquistada por laexpansin post-colonial. Aun cuando el Raudal de Guaharibos ya haba sidotraspasado en varias oportunidades, la imagen de los indios que lohabitaban infunda temor y sobresalto a los acompaantes de estosexpedicionarios, como sucedi con el encuentro entre Hamilton Rice ygrupos Guaharibo.

    Si bien los Guaica y Guaharibo reaccionaron violentamente contra lasincursiones de los aventureros y exploradores, tambin es cierto que seprodujeron relaciones amistosas con algunos expedicionarios. Tododependa de la naturaleza de las relaciones e intercambios, es decir, de laforma en que los forasteros (nap) se acercaran a sus aldeas y del tipo derelacin que ellos tuvieran con los indgenas. El intercambio de bienesmateriales, matohi, era una seal la cual siempre fue bien recibida por losGuaharibo (an en la actualidad lo sigue siendo). El alcance de estosintercambios no slo llegaba a los miembros de las aldeas, sino que graciasal sistema de reciprocidad y alianzas entre las aldeas Yanomami muchos deestos objetos terminaban en comunidades distantes. Por el contrario,actitudes violentas y de maltrato por parte de los expedicionarios ocaucheros eran asumidas por los Guaharibo como un desafo quedemandaba la retaliacin en contra de los no-indgenas. Por otra parte, hayque destacar que en ese tiempo la expansin demogrfica Yanomami seencontraba en pleno auge, y este hecho no slo origin tensiones con losgrupos indgenas vecinos, sino tambin conflictos intra-tnicos como lomenciona Dickey.

    A pesar de estos encuentros entre los expedicionarios y algunas aldeasSchirian, Guaharibo y Guaica en el Alto Orinoco y en el ro Uraricoera, anno se haba producido un contacto sustancial donde se establecieranrelaciones ms permanentes. Ni siquiera el intercambio comercial eraconstante. En tal sentido, los Yanomami seguan siendo desconocidos encuanto a muchas de sus caractersticas culturales y lingsticas, como porejemplo que eran supuestamente horticultores de reciente data. Hasta

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    finales de 1940, la imagen del Yanomami segua siendo la del indgenasalvaje, irracional y belicoso. Esta imagen comienza a desmitificarse cuandoel Alto Orinoco y las cabeceras de este ro son conquistadas por laexpedicin franco-venezolana de 1951 y luego se establecen relaciones msdirectas y constantes con los misioneros evanglicos y luego los catlicos.Asimismo, los primeros trabajos etnogrficos realizados por Otto Zerriespresentaron una visin distinta de los Yanomami, destacando otros aspectosde su vida material y espiritual. Consideramos entonces que existe unacorrelacin entre los espacios no conocidos o fronteras ignotas y lacaracterizacin sobre aquellos grupos indgenas relativamente aislados,identificados como indios primitivos de la selva. La idea del Yanomamiviolento o aguerrido ha sido recreada a travs de la historia no slo entre losviajeros del siglo XIX y principios del XX, sino tambin en estudiosantropolgicos contemporneos que han insistido errneamente en hacer deeste rasgo una caracterstica arquetpica de la cultura Yanomami.

    Resumen

    Este artculo examina cmo exploradores y viajeros describen y representanlos modos de vida de un grupo indgena escasamente contactado yrelativamente aislado como los Yanomami durante la primera mitad del sigloXX. A lo largo de este perodo, ocurren los primeros encuentros cara a caraentre agentes forneos y algunos Yanomami, dando inicio a nuevas formasde representacin, en las cuales se analizan comparativamente lasdescripciones etnogrficas de estos viajeros. Proponemos que estas formasde representacin post-coloniales construidas en torno a los Yanomamirevelan diferencias entre las percepciones que tuvieron los expedicionariosde acuerdo a la naturaleza de los contactos y la intencionalidad de lasexpediciones. De igual forma, se hace referencia a la significacin discursivaque tiene la nocin de territorios no-conquistados o desconocidos que influyen la imagen de indios salvajes, primitivos y nmadas que se fue conformandosobre este grupo indgena.

    Abstract

    This article examines how travelers and explorers describe and representthe way of life of an indigenous group barely contacted and relatively isolatedsuch the Yanomami Indians throughout the first half of the 20th century.During this period, the first face-to-face encounters between external agentsand some Yanomami took place generating new forms of representations,which are comparatively analyzed through the ethnographic descriptions ofthese travelers. I propose that these forms of post-colonial representations builton the Yanomami reveal different types of perceptions among the explorers,

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    determined by the nature of the contact and the intentionality of theexpeditions. At the same time, this article deals with the discursive meaning ofthe non-conquered or unknown territories notion that also shaped the imagesof the savage, primitive, and nomad Indian constructed among this indigenousgroup.

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