antonio gómez cantero - diócesis de teruel y albarracín y otros/semillas/2017... · del 8 de...
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La Santa Sede hizo público, a las 12.00 horas del jueves 17 de noviembre de 2016, que el papa Francisco había nombrado al sacerdote Antonio Gómez Can-tero obispo de Teruel y Albarracín. La diócesis de Teruel y Albarracín estaba vacante por el traslado de Mons. Carlos Manuel Escribano Subías a la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Desde junio de 2016 estaba al frente de la diócesis, como administrador diocesano, el sacerdote Alfonso Belenguer Celma.
El sábado, 21 de enero de 2017, a las 12 horas en la Santa Iglesia Catedral de Teruel se celebra la Ordenación Episcopal y toma de posesión de Don Antonio Gómez Cantero como Obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín. Por ello pub-licamos este especial de Iglesia en Aragón sobre tan importante acontecimiento.
Antonio Gómez Cantero nació en
Quijas (Cantabria) el 31 de mayo de
1956. Cursó estudios de bachillerato
en el seminario menor de Carrión de
los Condes y eclesiásticos en el se-
minario mayor de San José de Palen-
cia. Fue ordenado sacerdote el 17 de
mayo de 1981. Obtuvo la licenciatura
en Teología Sistemática-Bíblica en el
Instituto Católico de París, en 1995.
Su ministerio sacerdotal lo ha desarro-
llado en la diócesis de Palencia, donde
ha desempeñado distintos cargos pas-
torales: en 1982 fue nombrado vicario
parroquial de San Lázaro y vocal del
Consejo Presbiteral por consiliarios;
además de consiliario diocesano del
Movimiento Junior A.C. y coordinador
de consiliarios de Castilla y León. En
1983 fue nombrado delegado dioce-
sano de Pastoral Juvenil y Vocacional;
en 1984, párroco solidario de San Lá-
zaro; en 1985, formador del seminario
mayor de Palencia; en 1986, delegado
para el acompañamiento vocacional
para el presbiterado; en 1990, dele-
gado de Pastoral Juvenil-Vocacional y
miembro del Consejo de Consultores;
en 1992, consiliario internacional del
MIDADEN (Acción Católica de Niños)
en París, cargo que ocupó hasta 1995;
en 1995, vice-rector y profesor del se-
minario menor; en 1996, rector del se-
minario menor y delegado diocesano
de Pastoral de Vocaciones; en 1998,
rector del seminario mayor, en el que
permaneció hasta 2004; en el 2000,
profesor extraordinario del Instituto
Teológico del seminario mayor de Pa-
lencia y miembro del consejo de con-
sultores; en 2001, administrador del
seminario mayor y de la casa sacerdo-
tal, y desde 2008 miembro del Colegio
de Consultores.
Desde el año 2004 es párroco de San
Lázaro de Palencia y desde 2008 el vi-
cario general y moderador de curia.
Del 8 de mayo de 2015 hasta el 18
de junio de 2016 fue el administrador
diocesano de Palencia.
AnilloEl anillo, signo de su desposorio
con la Iglesia particular (la dióce-
sis) a la cual sirve (la comunidad
de los bautizados) a la cual en-
trega toda su vida con una fide-
lidad incorruptible, con pacien-
cia incansable y sin descuidar la
gracia que le ha sido conferida.
El obispo es un enamorado de
Cristo que debe procurar que la
humanidad entera se enamo-
re también del Señor. Para que
esto sea posible, el obispo debe
de seguir el consejo de San Pa-
blo: “Los obispos deben de ser
modelo para sus cristianos”. Por
la plenitud del Sacramento del
Orden, la vida del obispo queda
consagrada a alimentar y enri-
quecer a su Iglesia, de la misma
forma en que él es amado con
amor de predilección.
En la ordenación del Obispo, el
consagrante principal, al poner-
le en el dedo anular de la mano
derecha el anillo, le dice “Recibe
este anillo, signo de fidelidad, y
permanece fiel a la Iglesia, Espo-
sa Santa de Dios”. El Ceremonial
de los Obispos lo afirma más ex-
plícitamente: “El obispo siempre
tiene que llevar el anillo, signo
de su fidelidad y su unión nup-
cial con la Iglesia, su esposa (in-
signe fidei et coniunctionis nup-
tialis cum Ecclesia, sponsa sua)”
Símbolos episcopales
Cruz pectoral
La Palabra Obispo procede del latín “episcopo”, que se traduce como “vigilar”. El Obispo aparece en la tradición cristiana, en el libro de los
Hechos de los Apóstoles, allí leemos cómo San Pablo dejó a Timoteo y Tito como guías de la comunidad, para que “vigilaran” la vida cristiana
de aquella comunidad.
En el siglo II d.C. San Ignacio de Antioquía, uno de los Padres de la Iglesia, habla sobre el ministerio del Obispo, como sucesor de los apóstoles
y guía de la Iglesia. A lo largo de los años, el Magisterio de la Iglesia, a la luz del Espíritu Santo, va respondiendo a las necesidades propias de
los tiempos, en el servicio del triple ministerio: de enseñar, santificar y regir.
Siendo el Obispo sucesor de los Apóstoles, es natural que tenga símbolos que, de alguna forma, traduzcan materialmente la realidad sobre-
natural de la excelencia de su condición. Trataremos aquí cuatro insignias que actualmente representan más al Obispo: la cruz pectoral, el
anillo, la mitra y el báculo, además debemos sumar la Cátedra que será la sede desde la que pastoreará a la Diócesis.
El pectoral es la cruz que cuelga del pecho con una cadena, signo de que Jesús debe estar en su interior y ser el dueño de su corazón para
representarlo. Recuerda la Pasión del Señor, como momento supremo de su entrega por la redención del mundo. El obispo, al portar siempre
sobre sí la cruz bendita, se siente invitado a hacer suyas las palabras de San Pablo:
Hay dos tipos de cruces pec-
torales, la sencilla y la ponti-
fical. La sencilla es la que usan
habitualmente, sujeta de una ca-
dena. Algunos Obispos y Carde-
nales, llevan esta Cruz también
en Ceremonias Solemnes, en el
caso de los Obispos formados
bajo la Orden de Schoenstatt,
llevan la Cruz de la Unidad en
su diseño.La pontifical la usan
en ceremonias solemnes. Suele
ser adornada, a veces con joyas,
y se sujeta con un cordón. El co-
lor de este cordón varía según la
dignidad del que la lleva: para el
Papa es dorado, para los carde-
nales es rojo con dorado, y para
los arzobispos y obispos es verde
con dorado.
“ Estoy crucificado con Cristo.
Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. (Ga 2, 19).
Báculo
CátedraLa palabra “cátedra” se aplica
sobre todo a la sede del obispo
en su iglesia, que se llama “ca-
tedral” por contener la cátedra
del obispo, como iglesia madre
de todas las demás de la dióce-
sis. Desde ella, situada de modo
que pueda ver y ser visto por su
comunidad, preside y predica el
obispo en el presbiterio.
Tal vez es el símbolo más anti-
guo del ministerio episcopal, de
su magisterio y de su autoridad
pastoral.
En ella normalmente sólo toma
asiento el obispo propio, o al-
guien a quien él se lo conceda.
Los demás, cuando presiden la
eucaristía en la Catedral, lo ha-
cen desde otra sede.
En la Ordenación de un
obispo, si tiene lugar en la
iglesia catedral de su dió-
cesis, uno de los gestos
más expresivos de la inau-
guración de su ministerio
es la toma de posesión de
su cátedra.
La mitra es el tocado o prenda
con que los obispos, arzobispos,
cardenales y el papa cubren su
cabeza durante los oficios litúrgi-
cos. El ritual de la ordenación es
suficientemente explícito cuando
dice al nuevo obispo en el mo-
mento en que le impone la mi-
tra: “brille en ti el resplandor de
la santidad, para que, cuando
aparezca el Príncipe de los pasto-
res, merezcas la corona de gloria
que no se marchita”.
Tengamos en cuenta que la au-
toridad en la Iglesia no está liga-
da infaliblemente a la santidad.
Una cosa es tener la máxima au-
toridad en la Iglesia y otra cosa
es ser santo. La Iglesia le recuer-
da al obispo que la auténtica co-
rona, no es la de los reyes, que
simboliza el poder en este mun-
do, sino la corona de santidad.
Por lo tanto, la mitra es un re-
cuerdo de que la autoridad y la
santidad pueden fundirse.
Mitra
El báculo pastoral es un cayado que llevan los obispos como
signo de su función pastoral y que se le entrega en su con-
sagración. El Báculo es el signo exterior de la tarea pastoral
del obispo, quien en nombre de Cristo apacienta a la Iglesia
de Dios. Llevando en su mano el cayado del pastor, el obispo
debe de congregar el rebaño que le ha sido encomendado,
conduciéndolo con actitud de servicio y distinguiéndose por
su espíritu de amor y de preocupación para con todos.
El obispo recibe el báculo el día de su ordenación, como
uno de los signos explicativos de su ministerio: “por la
entrega del báculo pastoral, se pone de manifiesto su
función de regir la Iglesia que le ha sido encomendad
(Ritual 26.) Cuando lo recibe escucha estas palabras:
“Recibe el báculo, signo del ministerio pastoral,
y cuida de todo el rebaño que el Espíritu Santo
te ha encargado guardar, como pastor de la Igle-
sia de Dios”. El obispo porta el báculo en la mano,
cuando preside una celebración solemne de su
comunidad, en la procesión de entrada, durante la
proclamación del evangelio y para la bendición final.
Episcopologio turolense Sello episcopal
Lema episcopal “Sub signo Emmaus” (“Bajo el signo de Emaús”)
El signo es Cristo, igual que Jonás fue un signo para
el pueblo de Nínive. El signo es Cristo de cuatro man-
eras diferentes: El Cristo que pregunta, el Cristo que
enseña la Palabra, el Cristo que se parte y se entrega
y el Cristo de la Iglesia en Jerusalén que es el Cristo
Resucitado de los discípulos que vuelven.
Crismón.Significa el Pan de Cristo partido, la Eucaristía. “Cuando estaban sen-tados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús”.Lucas 24, 30-31
Palma del Martirio.Estamos en tierra de mártires, el mismo Padre Polanco era palentino y es el máximo representante de los mártires de nuestra Diócesis. Además, los mártires, debido a la participación de Don Antonio en el rodaje de “Un Dios Prohibido”, “le tocaron el corazón”.
Estrella de 8 puntas.Representa a la Virgen María, pero también a la ciudad Teruel, ciudad Mudéjar.
Obispado de Teruel
Juan Pérez de Artieda (1577-1578 Electo)
1. Andrés Santos de Sampedro (1578-1579)
2. Jaime Jimeno de Lobera (1580-1594)
3. Martín Terrer de Valenzuela (1596-1611)
4. Tomás Cortés de Sangüesa (1614-1624)
5. Fernando de Valdés y Llano (1625-1633)
6. Pedro Apaolaza Ramírez (1633-1635)
7. Juan Cebrián Pedro (1635-1644)
8. Domingo Abad Herta (1644-1647)
9. Diego Chueca (1647-1672)
10. Diego Francés de Urritigoyti y Lerma (1673)
11. Andrés Aznar Navés (1674-1682)
12. Jerónimo Zolivera (1683-1700)
13. Lamberto Manuel López (1701-1717)
14. Pedro Felipe Miranda y Ponce de León (1720-1731)
15. Francisco Pérez de Prado y Cuesta (1732-1755)
16. Francisco Javier Pérez Baroja y Muro (1755-1757)
17. Francisco Rodríguez Chico (1757-1780)
18. Roque Martín Merino (1780-1794)
19. Félix Rico (1795-1799)
20. Francisco Javier de Lizana y Beaumont (1800-1802)
21. Blas Joaquín Álvarez de Palma (1802-1814)
22. Felipe Montoya Díez (1815-1825)
23. Jacinto Rodríguez Rico (1825-1827)
24. Diego Martínez Carlón y Teruel (1827-1831)
25. José Asensio Ocón y Toledo (1831-1833)
26. Antonio Cuevas (1847-1850)
27. Jaime José Soler Roquer (1850-1851)
Obispado de Teruel y A.A. de Albarracín
28. Francisco Landeira Sevilla (1852-1861)
29. Francisco de Paula Jiménez Muñoz (1861-1869)
30. Victoriano Guisasola Rodríguez (1874-1876)
31. Francisco de Paula Moreno y Andreu (1876-1880)
32. Antonio Ibáñez Galiano (1880-1890)
33. Maximiliano Fernández del Rincón y Soto Dávila (1891-1894)
34. Antonio Estalella y Sivilla (1894-1896)
35. Juan Comes Vidal (1896-1905)
36. Juan Antón de la Fuente (1905-1934)
37. Anselmo Polanco y Fontecha (1935-1939)
38. León Villuendas Polo (1944-1968)
39. Juan Ricote Alonso (1968-1972)
Obispado de Teruel y Albarracín
40. Damián Iguacén Borau (1974-1984)
41. Antonio Ángel Algora Hernando (1985-2003)
42. José Manuel Lorca Planes (2004-2009)
43. Carlos Manuel Escribano Subías (2010 - 2016)