antología ciencias sociales

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1 MATERIAL DIDACTICO ANTOLOGÍA MODULO DE ECOLOGÍA HUMANA 2012 PROFESORES QUE PARTICIPARON EN LA SELECCIÓN DE LOS MATERIALES GUADALUPE MARCELA TORRES ESCUTIA LUIS ANTONIO REY NOELLER SANDOVAL PROFESORA ENCARGADA DE LA CORRECCIÓN DE ESTILO CRISTINA GODINEZ CONTRERAS ANTOLOGÍA APROBADA EN LA SESIÓN ORDINARIA DEL COMITÉ ACADÉMICO DE LA CARRERA DE ENFERMERÍA EL 31 DE AGOSTO DEL 2011 COMO UN MATERIAL QUE APORTA LAS HERRAMIENTAS QUE FACILITAN Y FORTALECEN EL ESTUDIO DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN LAS Y LOS ALUMNOS DE LA LICENCIATURA DE ENFERMERÍA

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ANTOLOGIA DE SOCIOLOGIA

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Page 1: Antología CIENCIAS SOCIALES

1

MATERIAL DIDACTICO

ANTOLOGÍA

MODULO DE ECOLOGÍA HUMANA

2012

PROFESORES QUE PARTICIPARON EN LA

SELECCIÓN DE LOS MATERIALES

GUADALUPE MARCELA TORRES ESCUTIA

LUIS ANTONIO REY NOELLER SANDOVAL

PROFESORA ENCARGADA DE LA CORRECCIÓN DE ESTILO

CRISTINA GODINEZ CONTRERAS

ANTOLOGÍA APROBADA EN LA SESIÓN ORDINARIA DEL COMITÉ ACADÉMICO DE LA CARRERA DE ENFERMERÍA EL 31 DE AGOSTO DEL

2011 COMO UN MATERIAL QUE APORTA LAS HERRAMIENTAS QUE FACILITAN Y FORTALECEN EL ESTUDIO DE LAS CIENCIAS SOCIALES

EN LAS Y LOS ALUMNOS DE LA LICENCIATURA DE ENFERMERÍA

Page 2: Antología CIENCIAS SOCIALES

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INDICE

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………..

CONSIDERACIONES GENERALES...................................................................................

1. LAS CIENCIAS SOCIALES………………………………………………………………... 1.2 SOCIOLOGIA……………………………………………………………………………… 1.3 ANTROPOLOGÍA………………………………………………………………………….

1.4 ECONOMÍA…………………...…………………………………………………............... 1.5 PSICOLOGÍA SOCIAL…………………………………………………………………… 1.6 CIENCIA POLÍTICA……...…………………………………………………...................

1.7 HISTORIA…………………………………………………………………………………. ACTIVIDADES………………………………………………………………………………… BIBLOGRAFÍA…………………………………………………………………………………

2. TEORÍAS SOCIOLÓGICAS…………………………………………………………….

2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS……………………………………………………… 2.1.1 AGUSTO COMTE……………………………………………………………………... 2.1. 2 EMILIO DURKHEIM…………………………………………………........................

2.1.3 MAX WEBER………………………………………………………………………….. 2.2 SOCIOLOGÍA MODERNA……….……………………………………………………... 2.2.1 LA TEORÍA DEL INTERCAMBIO: HOMANS, MEAD, GOFFMAN…………….…

2.2.2 LA SOCIOLOGÍA CULTURAL………………..……………………………………… 2.2.3 LA SOCIOLOGÍA CRÍTICA……………….………………………………………..... ACTIVIDADES……………………………………………………………………………….

BIBLOGRAFÍA……………………………………………………………………………….

3.1 SOCIEDAD………………………………………………………………………………. 3.1.1 CONCEPTO……………………………………………………………………………. 3.1.2 DINÁMICA……………………………………………………………………………….

3.1.3 ESTRUCTURA………………………………………………………………………….. 3.1.4. CLASES SOCIALES…………………………………………………………………… 3.1.5. ORGANIZACIÓN…………………………………………………………..……………

ACTIVIDADES………………………………………………………………………... ………. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………

3.2 FAMILIA…………………………………………………………………………………….. ACTIVIDADES………………………………………………………………………................ BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………….

4 EDUCACIÓN…………………………………..………………………………………….. ACTIVIDADES……………………………………………………………………….. ……….

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………. 4.1 ECONOMÍA……...………………………………………………………………………….

ACTIVIDADES………………………………………………………………………………….. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………….

3

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Page 3: Antología CIENCIAS SOCIALES

3

INTRODUCCIÓN

Esta Antología de Ecología Humana está dirigido a las y los estudiantes de la

carrera de enfermería de la Facultad de Estudios Superiores de la Universidad

Nacional Autónoma México; la cual intenta ser una herramienta que permita fortalecer

el estudio de las Ciencias Sociales.

El objetivo específico de la asignatura es analizar los aspectos sociales,

históricos, culturales y antropológicos a través de los conceptos y teorías que

caracterizan al individuo, familia y comunidad, así como su impacto en la salud;

dentro de las competencias profesionales se quiere que los estudiantes logren

detectar e interpretar las necesidades sociales de mujeres y hombres desde

diferentes enfoques teóricos y su aplicación en el campo de la atención de

enfermería, aspectos que serán abordados en esta antología de forma didáctica.

El fundamento de la materia es que en ecología humana se analiza a la

población adaptada por la cultura y el espacio en donde se observa la organización

social y el desarrollo de la tecnología en el medio ambiente, estos aspectos generan

inestabilidad y conflicto entre los seres humanos y en ese proceso se manifiesta la

adaptación o la enfermedad.

En relación a lo anterior, la Organización Mundial de la Salud ha definido a la

salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la

ausencia de afecciones o enfermedades; esta percepción es importante porque

creemos que el ser humano esta involucrado en diversos ámbito, que precisamente

están vinculados a un concepto integral y ecológico que se tienen que considerar

para lograr un equilibrio y es donde intervienen las diversas disciplinas para

comprender el proceso salud-enfermedad en el individuo, como son: espiritual

(humanismo), mental (psicología), cultural (antropología), social (sociología), laboral

(economía), entre otros.

Hemos procurado no poner capítulos completos de libros o artículos extensos

porque queremos que este documento sea los más accesible y didáctico para las y

los estudiantes que cursan la carrera de enfermería en las 32 horas que dura la teoría

puedan comprender las aportaciones que se hace desde las Ciencias Sociales a la

Licenciatura de Enfermería.

Page 4: Antología CIENCIAS SOCIALES

4

En este sentido señalamos cinco aspectos que se deben de considerar en la

lectura del documento: en algunos casos se presentarán breves fragmentos de

algunos estudiosos del tema; en otros son breves definiciones que creemos

permitirán que las alumnas logren alcanzar una idea clara acerca de cada una de las

disciplinas, en otros momentos se observaran algunas aportaciones que realiza en el

documento la Maestra Guadalupe Marcela Torres Escutia quien tiene estudios de

posgrado en Estudios Políticos y Sociales por la Facultad de Ciencias Políticas y

Sociales en la UNAM, esto con la intensión de lograr una mejor comprensión de los

apartados desarrollados y finalmente se plantean una serie de actividades que son

importantes que el estudiante desarrolle para reforzar lo que esta leyendo.

Es relevante señalar que la Maestra desde hace tiempo ha tenido la gran

inquietud de elaborar un documento con estas características pero ha sido hasta

estos últimos meses cuando se ha podido concretar este proyecto.

Cabe señalar que este documento, como muchos otros, es un documento

inacabado y nuestra intensión es ir mejorando la presentación y contenidos año con

año.

Queremos que este trabajo contribuya a despertar el interés de nuestras

estudiantes y los conduzca a consulta otras obras que enriquezcan sus

conocimientos para beneficios de la carrera de Enfermería.

El documento lo hemos organizado de la siguiente manera: en el primer

apartado titulado Las Ciencias Sociales se presentan definiciones sobre diversos

conceptos como son: Ciencias Sociales, Sociología Antropología, Lingüística,

Economía, Psicología Social, Ciencia Política, Historia y Derecho.

En este primer capítulo utilizamos un fragmento de Anthony Giddens quien es un

teórico moderno, que en entre sus principales logros se encuentra haber obtenido el

Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2002; y de una manera muy

sencilla define a la sociología y nos interesa que en un primer momento las

estudiantes tengan una idea básica de lo qué es la sociología y cuál es su campo de

estudio.

Hemos utilizado un fragmento de Richard J. Gelles; Ann Levine, esta aportación

es muy interesante porque describe el campo de acción de las principales ciencias

sociales como son psicología, antropología, economía, ciencia política y parte de la

historia.

Page 5: Antología CIENCIAS SOCIALES

5

También utilizamos un fragmento de Levi-Strauss titulado El análisis estructural,

en lingüística que es documento más complejo y que implica que las estudiantes

presten más atención y reflexión en la disertación del autor y seleccionamos este

trabajo por que nos pareció apropiado que las alumnas conocieran a uno de los

teóricos básicos que se deben de leer desde la Antropología.

También utilizamos un breve fragmento de libro Introducción a la psicología de

Wolff Werner, quien describe las diversas vertientes en las que se divide la

psicología, aspecto que creemos permitirá que nuestras estudiantes establezcan un

vínculos entre los contenidos que se imparten en las asignaturas de enfermería, salud

mental y ciencias sociales.

En el apartado correspondiente ha la Ciencia Política rescatamos un fragmento

de la obra La política como ciencia de Rosendo Bolivar Meza, este autor describe en

forma muy sencilla el objeto de estudio de esta disciplina y permite al estudiante de

enfermería tener claridad del lugar que ocupa como un ente organizado en los

elementos que conforman al Estado.

Hemos creído conveniente colocar en el apartado de historia a Martín Heidegger

con un documento que se llama el Concepto del Tiempo que permitirá al estudiante

de enfermería reflexionar en términos de la importancia del pasado histórico tanto en

la carrera como en la vida cotidiana.

Finalmente en este capítulo rescatamos una definición de Efrain Moto Salazar

sobre qué es el Derecho, la cual nos parece relevante retomar porque precisamente

las estudiantes de enfermería tendrán que conocer y analizar a los largo de la carrera

los instrumentos legales que utilizarán en su vida profesional.

En el segundo capítulo que lleva por nombre Teorías Sociológicas se inicia con

una breve presentación que desarrolla la Maestra Marcela Torres y como parte de los

antecedentes se presentan las aportaciones de tres teóricos de la sociología: Agusto

Comte, Emilio Durkheim y Max Weber.

De Agusto Comte se incluye un fragmento de la obra Sociedad a través de los

Clásicos de Alfredo Careño resaltado el concepto de progreso y la Ley de los tres

estados para alcanzar la satisfacción del ser humano; Más adelante se presenta una

obra de Emilio Durkheim en donde se relaciona el trabajo, la felicidad y la salud; en el

caso de Max Weber es analizado por Gina Zabludovsky haciendo énfasis en los tres

“tipos ideales” de dominación legitima y reflexionado sobre el poder.

Page 6: Antología CIENCIAS SOCIALES

6

No hemos incluido fragmentos de lectura de Talcott Parsons, en este capitulo

porque queremos que las estudiantes investiguen sus aportaciones y realicen una

actividad que les permita precisar las características de la corriente Estructural

Funcionalista, con miras a resaltar que la sociedad esta en equilibrio y que todos los

seres cumplen una acción social en el sistema.

En este mismo capítulo la Maestra Marcela Torres desarrolla las principales

aportaciones de Homans, Mead y Goffman; los dos primeros dan importantes

aportaciones a la teoría del Intercambio, y Goffman sostiene que todos los seres

humanos viven una gran obra teatral y que en cada momento se representa un papel.

En el apartado de la Sociología Cultural se presenta una obra de Michel Foucault

que lleva por nombre El Ojo del Poder, quien reflexiona sobre la arquitectura

hospitalaria, las clínicas, los médicos y los espacios de poder; otro autor importante

es Louis Althusser quien retoma las teorías marxistas para hacer análisis sobre su

realidad en donde resalta la industrialización, el trabajo y su impacto en el

proletariado aspectos que permite comprende el proceso de industrialización en el

proceso salud-enfermedad de los individuos; Gilberto Gimenéz un importante

investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM aborda las Teorías

de Pierre Bourdie, resaltando el concepto de Habitus, el campo social y los diversos

tipos de capitales con los que cuenta el ser humano

En el apartado la Sociología Crítica se presenta a Regina Jimenez-Ottalengo

quien describe el surgimiento de esta teoría y sus principales exponentes como son

Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcurse, quienes en la década de los

treinta y cuarenta se cuestionaban el imperio de la violencia, la dureza del estalinismo

y los holocaustos judíos y japonés; y un poco más tarde, Jurgens Habermas, quien ha

ejercido gran influencia con los estudios sobre la comunicación y la cultura, aspectos

que impactan de diferente forma a los seres humanos y permitirán que las

estudiantes de enfermería desarrollen elementos críticos al realizar sus propios

En el apartado tres se presenta un ensayo de la Maestra Guadalupe Marcela

Torres Escutia en donde se presentan varios aspectos de la sociedad desde diversos

teóricos, así como su estructura, las clases sociales y formas de organización:

histórico, institucional y jurídico, en relación a este último se énfasis al Estado

Mexicano, esto con la finalidad de que las estudiantes tenga un panorama general de

la forma en como se ha organizado la sociedad desde el pasado hasta el día de hoy y

Page 7: Antología CIENCIAS SOCIALES

7

finalmente se recomendarán una serie de actividades que permitirán a la estudiante

de la salud refuerce lo leído en este capítulo.

En el apartado concerniente a la Familia se presentarán algunos enfoques que

abordan el tema, la Maestra Torres rescata la diversas funciones que tiene la familia

según el punto de vista de Cuahutémoc de Anda, también se presenta un breve

fragmento de Anthony Giddens quien nos describe a la familia y sus efectos en la

globalización y finalmente se presenta un fragmento de Levis Stauss porque

queremos que las alumnas de enfermería conozcan las reflexiones que hace un

teórico clásico de la antropología al tema del parentesco, finalmente se presenta un

apartado de actividades a realizar para fortalecer la comprensión de las lecturas del

capítulo y también se amplían las actividades encaminadas a promover el espíritu de

investigación por parte de las alumnas al solicitar la indagación del concepto de

cultura, tanto popular como tradicional, normas y valores, así mismo se les solicita la

búsqueda de los antecedentes de la religión y su influencia en el campo de la salud.

En este apartado relacionado a la Educación se aborda el concepto de

educación y lo que implica la educación formal e informal, desde un breve fragmento

de Jesús Carlos Reza Trosino y se pide la realización de un ensayo para vincular la

lectura con las experiencias de vida de las alumnas

Finalmente en el apartado asignado a Economía que es desarrollado por la

Maestra Torres se presenta la definición del concepto y sus dos principales campos

para después vincular a la economía al área de la salud; de tal forma que la alumna

de enfermería puedan tener una idea clara de la relación que existe y pueda realizar

las actividades didácticas con más facilidad.

Como se observa este es el contenido de la antología que hoy presentamos y

que esperamos que contribuya a la mejor comprensión de las Ciencias Sociales en la

Carrera de Enfermería de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza

Marce y Toño

Page 8: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Page 9: Antología CIENCIAS SOCIALES

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CONSIDERACIONES GENERALES

En este apartado se presentarán definiciones sobre diversos conceptos como

son: Ciencias Sociales, Sociología Antropología, Lingüística, Economía, Psicología

Social, Ciencia Política, Historia y Derecho; en algunos casos se presentarán breves

fragmentos de algunos estudiosos del tema, en otros son breves definiciones que

creemos permitirán que el alumno logre alcanzar una idea clara acerca de cada una

de las disciplinas y finalmente se plantean una serie de actividades que son

importantes que el estudiante desarrolle para reforzar lo que está leyendo.

1. LAS CIENCIAS SOCIALES

Guadalupe Marcela Torres Escutia

Las Ciencias Sociales son aquellas disciplinas científicas que se encargan de

estudiar el comportamiento y las actividades de los seres humanos, entre las cuales

se encuentran la Sociología, la Psicología Social, la Historia, la Geografía, la Ciencia

Política, la Demografía, la Economía, entre otras.

Son consideradas como ciencias porque cada una tiene un objeto de estudio

como se podrá observar más adelante.

1.2 SOCIOLOGIA

Fragmento de ¿Qué es la sociología?

Giddens Antony,

“La sociología es el estudio de la vida social humana, de los grupos y

sociedades. Es una empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro

propio comportamiento como seres sociales. El ámbito de la sociología es

extremadamente amplio y va desde el análisis de los encuentros efímeros entre

individuos en la calle hasta la investigación de los procesos globales”1

Giddens Antony, ¿Qué es la sociología? en Sociología, 4ta ed. Ed. Alianza. Madrid 2002. p. 27

Page 10: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Fragmento de ¿Qué es la sociología?

Richard J. Gelles; Ann Levine

“La sociología es parte de la familia de las ciencias sociales, que incluye a la

psicología, antropología, economía, ciencia política y parte de la historia. Todas las

ciencias sociales tienen que ver con el comportamiento humano. Sin embargo,

comparten los mismos temas básicos, cada ciencia social se enfoca en diferentes

aspectos del comportamiento. Los psicólogos están más interesados en las fuentes

internas; los sociólogos en las fuentes externas. Los psicólogos estudian las

funciones del sistema nervioso y los efectos de los neurotransmisores, hormonas o la

tensión de los individuos. Los sociólogos estudian los trabajos de la sociedad y los

efectos que la clase social, roles de género, edad, nuevas tecnologías, cambios de

actitud frente a la religión o revoluciones políticas tienen sobre la gente. Los

psicólogos se enfocan en la personalidad, la conducta y actitudes que son

características de una persona de acuerdo con la situación. Los psicólogos se dirigen

a los roles en el comportamiento y actitudes que son características de los individuos

en una posición social o situación dada en relación con la personalidad de los

individuos.

La psicología social, que une ambos campos, estudia el impacto de los grupos y

el comportamiento individual y de los individuos en el comportamiento del grupo. Los

sociólogos estudian dinámicas, no sólo de grupo, sino también a gran escala, o en

organizaciones “formales” en las que individuos particulares tienen relativamente

poca influencia. La antropología comparte el interés de la sociología en el impacto de

la estructura social y la cultura en el comportamiento; pero los antropólogos estudian

sociedades no occidentales, sociedades sin escritura, comunidades locales o grupos

pequeños. Los sociólogos, también, estudian comunidades de grupos pequeños, pero

también examinan sociedades industriales modernas y organizaciones en gran

escala. Los economistas y científicos políticos señalan tiempos particulares de

actividad social; los sociólogos estudian la naturaleza de la acción social en sí misma,

la manera en que los diferentes tipos de actividades encajan para crear el gran patrón

de la sociedad.” 1

1 Richard J. Gelles; Ann Levine, 1¿Qué es la sociología? en Sociología con aplicación en

países de habla hispana, 6ta. ed. Ed. Mc. Graw Hill. México. 2000. P. 11-13

Page 11: Antología CIENCIAS SOCIALES

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1.3 ANTROPOLOGÍA

Guadalupe Marcela Torres Escutia

La Antropología es la ciencia social que estudia al ser humano de una forma

integral; la Antropología hace uso de herramientas y conocimientos producidos por

las ciencias naturales y las ciencias sociales. Lo que intenta esta disciplina es

producir conocimiento sobre el ser humano en diversos ámbitos, pero siempre como

parte de una sociedad. De tal forma que intenta abarcar tanto la evolución biológica

de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han

desaparecido, las estructuras sociales de la actualidad y la diversidad de expresiones

culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad; la antropología se divide en

diversas vertientes como son: la Antropología Física, la Antropología Cultural, en la

cual se encuentran la Etnología, Etnografía y la lingüística.

La Antropología Física estudia las razas, es decir la anatomía y fisiología de los

diversos pueblos y su evolución desde la época prehistórica.

La Antropología Cultural investiga las diversas etapas de cada civilización; al

interior de ella encontramos a la Etnografía y la Etnología;

La Etnografía tiene por objeto la descripción histórica de las sociedades tomando

en cuenta la alimentación, la división del trabajo, la vestimenta, las leyes, las

creencias, etc.

La Etnología realiza estudios comparativos y la clasificación analítica de las

diversas culturas; es parte de su campo de investigación la división de la humanidad

en diversas razas, el origen de los pueblos y naciones, la distribución y característica

de cada sociedad, tales como el idioma, la religión, los productos materiales, las

artes, los oficios, las formas de organización y las costumbres; esta disciplina intenta

descifrar los factores de crecimiento y difusión de cada civilización.

Page 12: Antología CIENCIAS SOCIALES

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LA LINGÜíSTICA

Fragmento El análisis estructural, en lingüística y en antropología 1

C. LEVI-STRAUSS

En el conjunto de las ciencias sociales, del cual indiscutiblemente forma parte, la

lingüística ocupa sin embargo un lugar excepcional: no es una ciencia social como las

otras, sino la que, con mucho, ha realizado los mayores progresos; sin duda la única

que puede reivindicar el nombre de ciencia y que, al mismo tiempo, ha logrado

formular un método positivo y conocer la naturaleza de los hechos sometidos a su

análisis. Esta situación privilegiada entraña algunas obligaciones: el lingüista verá

que, a menudo, investigadores de disciplinas vecinas pero diferentes se inspiran en

su ejemplo e intentan seguir su camino. “Nobleza obliga”: una revista de lingüística

como Word no puede limitarse a ilustrar tesis y puntos de vista estrictamente

lingüísticos, se obliga también a recibir a psicólogos, sociólogos y etnógrafos

ansiosos de aprender de la lingüística moderna la ruta que se luce al conocimiento

positivo de los hechos sociales. (Como hace ya veinte años escribía Marcel Mauss:

“La sociología habría avanzado mucho más por cierto, de haber procedido en todos

los casos imitando a los lingüistas”.2 La estrecha analogía de método que existe entre

ambas disciplinas les impone un particular deber de colaboración. Después de

Schrader 3 es inútil demostrar cuál es la asistencia que la lingüística puede aportar al

sociólogo en el estudio de los problemas de parentesco. Son lingüistas y filólogos

(Schrader, Rose) 4 quienes han mostrado que la hipótesis de vestigios matrilineales

1 Publicado con igual título en Word, Journal of the Linguistic Circle of New York, vol.1,

n°2, ag. 1945, pp. 1-21.

2 “Rapports récls et pratiques ...”, en Sociologic et Anthropologie, París, 1951.

3 O. Schrader, Prehistoric Antiquites of the Aryan Peoples, trad. De F. B. Jevons,

Londres, 1890, cap. XII, 4° parte.

4 O. Schrader, loc. cit.; H. J. Rose, “On the Alleged Evidence for Mother-Right in Early

Greece”, Folklore, 22, 1911. Sobre este problema, véanse también las obras más

recientes de G. Thomson, partidario de la hipótesis de supervivencias matrilineales.

www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.

Page 13: Antología CIENCIAS SOCIALES

13

en la familia antigua -hipótesis a la que se aferraban aún entonces tantos sociólogos-

era improbable.

El lingüista proporciona al sociólogo etimologías que permiten establecer, entre

ciertos términos de parentesco, lazos no perceptibles de manera inmediata.

Bonfante ilustraba este punto de vista recordando la etimología del nombre del

dios en ciertas lenguas romances el griego o£;0C da en italiano, español y portugués

El sociólogo inversamente, puede hacer conocer al lingüista costumbres, reglas

positivas y prohibiciones que permiten comprender la persistencia de ciertos rasgos

del lenguaje o la inestabilidad de términos o de grupos de términos. En el transcurso

de una reciente sesión del Círculo Lingüístico de Nueva York, Julien zio y tío:

Bonfante añadía que en ciertas regiones de Italia, el tío se llama barba, la “barba” el

“divino” tío ¡Cuántas sugestiones aportan estos términos al sociólogo! Vienen a la

memoria de inmediato las investigaciones del deplorado Hocart sobre el carácter

religioso de la relación avuncular y el robo del sacrificio por los parientes maternos 5.

Sea cual fuere la interpretación que convenga dar a los hechos recogidos por Hocart

(la suya no es, por cierto, enteramen- te satisfactoria), es indudable que el lingüista

colabora en la solución del problema al revelar, en el vocabulario contemporáneo, la

persistencia tenaz de relaciones desaparecidas. Al mismo tiempo, el sociólogo explica

al lingüista las razones de su etimología y confirma su validez. Hace menos tiempo

encarando el problema como lingüista, Paul K.Benediet ha podido hacer una

contribución importante a la sociología familiar de los sistemas de parentesco del Asia

del Sur 6. Al proceder de esta manera, no obstante, lingüistas y sociólogos siguen

adelante independientemente por sus respectivas vías. Sin duda hacen un alto de

tanto en tanto con el fin de comunicarse ciertos resultados, pero éstos provienen de

itinerarios diferentes, y no se hace ningún esfuerzo por conseguir que un grupo

aproveche los progresos técnicos y metodológicos alcanzados por el otro. Esta

actitud podía explicarse en una época en que la investigación lingüística se apoyaba

sobre todo en el análisis histórico. Con respecto a la investigación etnológica tal como

se practicaba durante ese mismo período, la diferencia no era de naturaleza sino más

bien de grado.

5 A. M. Hocart, “Chieftainship and the sister's son in the Pacific”. Amer. Anthrop., n. s.,

vol. 17, 1915; “The Uterine Nephew”, Man, 23, 1923, n° 4; “The Cousin in Vedic Ritual”, Indian

Anticuary, vol. 54, 1925, etc.

Page 14: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Los lingüistas tenían un método más riguroso; sus resultados estaban mejor

establecidos; los sociólogos podían inspirarse en su ejemplo “renunciando a tomar

como base de sus clasificaciones la consideración en el espacio de las especies

actuales” 7. Pero, después de todo, la antropología y la sociología sólo esperaban

lecciones de la lingüística; nada permitía adivinar una revelación 8.

El nacimiento de la fonología ha trastornado violentamente esta situación. Ella

no solamente ha renovado las perspectivas lingüísticas: una transformación de esta

magnitud no se limita a una disciplina particular.

La fonología no puede dejar de cumplir, respecto de las ciencias sociales, el

mismo papel que la física nuclear, por ejemplo, ha desempeñado para el conjunto de

las ciencias exactas. En qué consiste esta revolución, cuando tratamos de analizarla

en sus consecuencias más generales? N. Trubetzkoy, el ilustre maestro de la

fonología, nos proporcionará la respuesta a esta pregunta. En un artículo-programa9,

Trubetzkoy reduce en suma el método fonológico a cuatro pasos fundamentales: en

primer lugar, la fonología pasa del estudio de los fenómenos lingüísticos “conscientes”

al de su estructura “inconsciente”

6 P. K. Benedict, “Tibetan and Chinese Kinship Terms”, Harvard Jnl. o Asialtic

Studies,6,, 1942; “Studies in Thai Kinship Terminology”, Jnl. of th Amer. Oriental

Society, 63, 1943.

7 Blunschvieg, Le progres de la conscience dans la philosophic accidentale, II, París,

1927, p. 562.

8 Entre 1900 y 1920, los fundadores de la lingüística moderna, Ferdinand de Saussure y Antoine Meillet, se colocan decididamente bajo el patrocinio de los sociólogos. Sólo

después de 1920, Marcel Mauss comienza, como dicen los economistas, a invertir la

tendencia.

9 Trubetzkoy, “La phonologie actuelle”, en Psychologie du la langage Paris, 1933 [trad.

esp. en: Psicología del lenguaje, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1952 cap. III, pp. 145-160 (N. de R).

Page 15: Antología CIENCIAS SOCIALES

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1.4. ECONOMÍA

Guadalupe Marcela Torres Escutia

La Economía es la ciencia social que se encarga de estudiar la producción,

distribución, consumo e intercambio de bienes y servicios; su objeto de estudio esta

dirigido a estudiar la correcta distribución de los recursos escasos para satisfacer las

necesidades del ser humano.

Esto quiere decir que analiza la relación entre los recursos de los que se

dispone, que se presentan de carácter limitado y las necesidades, que son de

carácter ilimitado, aunque jerarquizadas.

La economía aborda temas como son: los precios de los bienes, los factores

productivos como el trabajo, el capital, la tierra, como se asignan los recursos; el

comportamiento de los mercados financieros, la intervención del Estado en la

sociedad y en el mercado entre otros.

Algunos Economistas importantes son: Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx,

John Maynard Keynes, Ludwig von Mises, Milton Friedman, Friedrich Hayek, Léon

Walras, Alfred Marshall

1.5 PSICOLOGÍA SOCIAL

La Psicología Social explica la influencia del medio ambiente en la conducta

humana; estudia los sentimientos las emociones, las actitudes y hábitos del ser

humano en conjunto; además de las conductas colectivas en los fenómenos sociales.

Fragmento Introducción a la psicología

Wolff Werner

Los autores más modernos no han intentado aún una definición. Existen

varias razones para tal dificultad, razones que comprendemos mejor después de un

estudio general de los problemas y métodos de la psicología y del distinto modo de

abordarlos en psicología y en ciencias naturales.

En realidad, todas las actividades humanas pueden justificar la investigación

psicológica, pero hay ciertos puntos que emergen del cúmulo de fenómenos:

Page 16: Antología CIENCIAS SOCIALES

16

La psicología biológica trata de las funciones del sistema nervioso, las

glándulas, los órganos de los sentidos y las reacciones psicológicas.

La psicología de la personalidad, de los rasgos caracterológicos y su

configuración de los métodos de diagnóstico de la personalidad y de las teorías sobre

la estructura y desarrollo de la misma.

La psicología diferencial, de las diferencias entre las acciones y reacciones

de un individuo comparado con otro, utilizando frecuentemente pruebas para medir el

grado de estas diferencias.

La psicología anormal, de los fenómenos psicológicos marcadamente

desviados de la media. Abarca el estudio de las pequeñas inadaptaciones, neurosis,

enfermedades mentales, delincuencia, hipnosis, sugestión, sueños, visiones, ideas de

los pueblos primitivos, manifestaciones del inconsciente en la vida cotidiana y en el

arte, percepción extrasensorial, métodos psicoterapéuticos y psicoanálisis.

La psicología social, de los fenómenos psicológicos de la interacción social, de

los grupos normales y neuróticos, de la conducta social, de la psicología del liderismo,

de la psicología de la moral y de la propaganda, de la de las razas y naciones, de la

psicología de las actividades sociales, estereotipias, prejuicios y opinión pública.

La psicología del niño, de la edad preescolar, escolar y preadolescencia, con

sus fenómenos de crecimiento, el desarrollo, las condiciones ambientales (hogar,

escuela, comunidad), las características emocionales específicas, la imaginación, los

procesos del pensamiento, el lenguaje, las relaciones sociales, el desarrollo sexual,

etc.

La psicología comparada, preponderantemente de la conducta de los

animales comparándolas con las del ser humano.

La psicología aplicada, de los problemas industriales, los vocacionales y los

educativos, de la psicología del personal, del anuncio y de los problemas de la vida

diaria.

Todos los aspectos en cada uno de estos campos de la psicología se tratan

extensamente con muchas subdivisiones.

Page 17: Antología CIENCIAS SOCIALES

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1.6 CIENCIA POLÍTICA

Fragmento La política como ciencia

Rosendo Bolívar Meza

Toda Ciencia tiene su propio objeto de estudio. En este caso, el objeto de

estudio de la ciencia política son los hechos políticos, y como éstos son siempre un

producto humano, podría hablarse con mayor propiedad de actos políticos. La política

es ciencia porque tiene un método científico que conduce al conocimiento objetivo de

los hechos políticos. No trata de valor o legitimar ciertas formas de organización

política, sino también de describir la realidad social que las rodea.

La política es una ciencia por ser una disciplina autónoma e independiente, con

una estructura sistemática y teórica propia. Uno de los factores que más ha

contribuido a esto es la aceptación e interacción de los métodos científicos dentro de

la disciplina.

La autonomía de la ciencia política se refiere a una reflexión particular sobre la

política. Tiene el Status científico porque ha alcanzado un nivel especializado sobre lo

político, con un objeto de conocimiento autónomo respecto de otras disciplinas

sociales como la historia, la sociología, la antropología o la propia filosofía. El status

científico se refiere al espacio o la investigación de los diferentes aspectos de la

realidad política con una metodología propia.( 6)

6 Antonio Carro Martínez, Introducción a la ciencia política, Madrid. Instituto de Estudios

Políticos, 1957, pp.257 y 263; David Easton, “Ciencia política” en Lecturas de sociología y

ciencia política, México, UNAM, 1980, pp. 27; así como César Cansino Ortiz, “La ciencia

política Hoy: nuevos desarrollos, problemas teóricos y desafíos”, en Estudios Políticos, núm.

9, México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, cuarta época, octubre-diciembre

de 1995, p.72

7 Enrique Suárez-Iñiguez, “La ciencia política academia mexicana” en Revista Mexicana

de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 147, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-

UNAM, enero-marzo de 1992, p.213

Page 18: Antología CIENCIAS SOCIALES

18

A lo largo del tiempo han variado las definiciones sobre la ciencia política y su

objeto de estudio. Algunas de las más importantes la han caracterizado como el

análisis de:

Las condiciones para ser más virtuosos y mejores ciudadanos; El monopolio del

uso de la violencia física legítima.

De acuerdo con Arnaldo Córdova,(8) la expresión “ciencia política es

relativamente reciente. Aparece y se difunde como tal en Alemania y Francia ya

avanzada la segunda mitad del siglo XIX; después se usa en Italia e Inglaterra y

posteriormente en los Estados Unidos y el resto del mundo. Durante mucho tiempo su

significado fue fundamentalmente restringido, como conocimiento especial de ciertos

fenómenos políticos y del Estado. Sólo después de la Segunda Guerra Mundial se

utilizó el concepto de ciencia política como ciencia del Estado y de la vida política en

general.

8. Arnaldo Córdova, “Consideraciones en torno al método de la ciencia política”, en

Arnaldo Córdova et. Al., Ciencia política, democracia y elecciones, México. Facultad de

Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 1989, p.23.

Guadalupe Marcela Torres Escutia

La Geografía es la disciplina que se encarga de la descripción de la tierra desde

el punto de vista del suelo, el clima, etc.

1.7 HISTORIA

Guadalupe Marcela Torres Escutia

La Historia se encarga de estudiar diversos aspectos como son: el desarrollo de

las sociedades a través del tiempo, la forma cómo los seres humanos han resuelto

sus problemas y limitaciones, las ideas que mujeres y hombres han llevado a la

práctica para organizarse en sociedad, y cómo han transformado el medio ambiente

para aprovechar las experiencias y aplicarlas al presente.

Page 19: Antología CIENCIAS SOCIALES

19

Fragmentos de la obra EL CONCEPTO DE TIEMPO

Martin Heidegger

“Hagamos ante todo una referencia provisional al tiempo que encontramos en la

vida cotidiana, al tiempo de la naturaleza y al tiempo del mundo. El interés por la

cuestión de qué es el tiempo se ha despertado nuevamente en la actualidad por el

desarrollo de la investigación física, concretamente en su reflexión sobre los

principios fundamentales acerca de lo que ella tiene que comprender y definir a este

respecto: la medición de la naturaleza en el marco de un sistema de relaciones

espacio-temporales. El estado actual de esta investigación está recogido en la teoría

de la relatividad de Einstein. Veamos entonces algunas proposiciones de la misma: el

espacio no es nada en sí mismo; no existe ningún espacio absoluto. Sólo existe a

través de los cuerpos y de las energías contenidos en él. Coincidiendo con una

antigua afirmación aristotélica, tampoco el tiempo es nada en sí. Sólo existe como

consecuencia de los acontecimientos que tienen lugar en el mismo. No hay un tiempo

absoluto, ni una simultaneidad absoluta. Más allá de lo destructivo de esta teoría,

fácilmente pasa desapercibido el aspecto positivo que demuestra la equivalencia de

aquellas ecuaciones que describen los procesos naturales en cualquier

transformación”.

“…El tiempo es aquello en lo que se producen acontecimientos. Esto ya lo vio

Aristóteles en relación con el modo fundamental de ser de las cosas naturales: el

cambio, el cambio de posición, el movimiento: epei oun ou kínesis, anágken tes

kinéseos ti einai autón. Puesto que el tiempo no es un movimiento, tendrá que ser

algo relacionado con el movimiento. Ante todo encontramos e tiempo en los entes

mutables; el cambio se produce en el tiempo. ¿Como qué se nos presenta el tiempo

en esta forma de encontrarnos con él, quizá como el “en-qué” donde las cosas

cambian? ¿Se muestra aquí el tiempo como él mismo, en lo que él es? ¿Puede una

explicación del tiempo como la que está en juego garantizar que él muestre los

fenómenos fundamentales que lo determinan en su propio ser? ¿O bien en la

búsqueda de los fundamentos de los fenómenos nos veremos remitidos a otra cosa?

Page 20: Antología CIENCIAS SOCIALES

20

¿Cómo se le muestra el tiempo al físico? La aprehensión que determina el

tiempo tiene el carácter de una medición. La medición indica el “cuánto-tiempo” y el

“cuando”, el “desde-cuándo-hasta-cuándo”. Un reloj indica el tiempo. Un reloj es un

sistema físico en el que se repite constantemente la misma secuencia temporal, con

la condición de que este sistema físico no esté sujeto a cambio por ningún influjo

externo. La repetición es cíclica. Cada período tiene la misma duración temporal. El

reloj ofrece una duración idéntica que se repite constantemente, una duración a la

que uno siempre puede recurrir. La distribución de esta duración es arbitraria. El reloj

mide el tiempo en la medida en que la extensión de la duración de un acontecimiento

se compara con las secuencias idénticas del reloj y, a partir de ahí, es determinada

en su cantidad numérica

Incluso en el presente del ocuparse con las cosas, el ser-ahí es el tiempo

completo, de tal manera que no se deshace del futuro. El futuro es ahora aquello de

lo que está pendiente el cuidado, no es el futuro propio del haber sido, sino aquel que

el presente mismo se configura como el suyo, pues el haber sido, en tanto que futuro

propio, nunca puede hacerse presente. Si fuera presente, entonces sería la nada. El

futuro del que está pendiente el cuidado es tal forma el presente. y el ser-ahí ,

disipándose en el ahora del mundo presente, no está dispuesto a admitir que se ha

deslizado del futuro propio, y esto es así hasta el punto de que él afirma que ha

aprehendido el futuro en la preocupación por el desarrollo de la humanidad y la

cultura, etcétera.”.

“El ser-ahí, en cuanto el presente del procurarse, se mantiene en aquello de lo

que se ocupa. Cansado de llenar el día, se harta del “qué”. Pronto al ser-ahí se le

hace largo el tiempo, a ese ser-ahí descrito como ser-presente, que nunca tiene

tiempo. El tiempo se vuelve vacío porque de antemano el ser-ahí ha hecho largo el

tiempo en la pregunta por el cuánto. En cambio, el constante volver en la anticipación

al haber sido nunca provoca aburrimiento. El ser-ahí desearía que cosas

constantemente nuevas le salieran al paso en su presente. A tenor de la cotidianidad

el acontecer del mundo se produce en el tiempo, en el presente. El mundo cotidiano

vive pendiente del reloj, es decir, el cuidado vuelve incesantemente sobre el ahora;

dice: de ahora hasta entonces, hasta el siguiente ahora.

Page 21: Antología CIENCIAS SOCIALES

21

El ser-ahí, determinado como un ser con otros, significa a la vez: estar guiado

por la interpretación dominante que el ser-ahí ofrece de sí mismo, por aquello que se

opina, por la moda, por las corrientes, por lo que sucede: por lo que corrientemente

no es nadie, por la moda, o sea, por nadie. En la cotidianidad el ser-ahí no es el ser

que yo soy; más bien, la cotidianidad del ser-ahí es aquel ser que uno es. Y de

acuerdo con ello el ser-ahí es el tiempo en el que se está con los otros: el tiempo del

“uno”. El reloj que uno tiene, cualquier reloj, muestra el tiempo del ser-uno-con-otros-

en-el-mundo.

En la investigación histórica encontramos fenómenos relevantes, aunque todavía

sigan sin clarificar por completo, como el hecho de las generaciones y de la conexión

entre ellas, que guarda relación con tales fenómenos. El reloj nos muestra el ahora,

pero jamás reloj alguno muestra el futuro o ha mostrado el pasado. Toda medición del

tiempo comporta reducir el tiempo a “cuanto”. Si determino con el reloj el momento en

el que ocurrirá un evento futuro, entonces no me refiero el verdad al futuro, sino que

determino el “cuanto” del esperar ahora hasta el ahora indicado. El tiempo que un

reloj hace accesible es visto como presente. Si se intenta deducir qué es el tiempo a

partir del tiempo de la naturaleza, entonces el ahora (nun) es la medida (métron) de

pasado y futuro. De esta manera, el tiempo ya es interpretado como presente, el

pasado es interpretado como ya-no-más-presente y el futuro como un indeterminado

todavía-no-presente: el pasado es irreversible, el futuro indeterminado.

De ahí que la cotidianidad hable de sí misma como algo en lo que la naturaleza

sale constantemente al encuentro. El hecho de que los acontecimientos se produzcan

en el tiempo no significa que tengan tiempo: significa más bien que ellos,

produciéndose y estando ahí, nos salen al encuentro como si transcurrieran a través

de un presente. Este tiempo del presente es explicitado como un decurso que

constantemente pasa por el ahora; secuencia acerca de la cual se afirma que su

dirección es única e irreversible. Todo lo acontecido se desliza desde un futuro sin fin

hacia un pasado irreversible.

Page 22: Antología CIENCIAS SOCIALES

22

Dos son las características de esta interpretación: 1) la irreversibilidad; 2) la

homogeneización en puntos del ahora.

La irreversibilidad comprende en sí aquello que esta explicación todavía acierta

a retener del tiempo propio. Eso es lo que queda del futuro en cuanto fenómeno

fundamental del tiempo como ser-ahí. Este modo de considerar las cosas aparta la

vista del futuro y se concentra en el presente, y a partir de él la consideración del

tiempo que fluye sigue hacia el pasado. La definición del tiempo según su

irreversibilidad se fundamenta en el hecho de que el tiempo ha sido invertido

previamente.

La homogeneización es una asimilación del tiempo al espacio, a la presencia por

antonomasia; es la tendencia a repeler de sí todo tiempo llevándolo a un presente. El

tiempo queda completamente matematizado en términos de la coordenada t junto a

las coordenadas espaciales x, y, z. El tiempo es irreversible. Esta irreversibilidad es el

único factor por el que el tiempo se anuncia todavía, por el que se resiste a una

matematización definitiva. Antes y después no son necesariamente más temprano y

más tarde, no son modos de la temporalidad. En la secuencia aritmética, por ejemplo,

el 3 se da antes que el 4, el 8 después del 7. Sin embargo, no por ello es el 3

temporalmente anterior al 4. Los números no se dan más temprano o más tarde,

porque ni siquiera están en el tiempo. Más temprano y más tarde son un antes y un

después totalmente determinados. Una vez que se define el tiempo como tiempo del

reloj, desaparece toda esperanza de alcanzar jamás su sentido originario.

Pero el hecho de que el tiempo se defina primera y mayormente así, radica en el

propio ser-ahí. El carácter respectivo es constitutivo del mismo. El ser-ahí es el mío

en su propiedad sólo en cuanto posible. Nos encontramos al ser-ahí mayormente en

la cotidianidad. Ahora bien, la cotidianidad sólo puede entenderse como la

temporalidad determinada que huye del futuro genuino, si se confronta con el tiempo

propio del ser futuro del haber sido. Lo que el ser-ahí dice del tiempo, lo dice desde la

cotidianidad. El ser-ahí, anclado en su presente, dice: el pasado es lo que fue, es

irrecuperable. Éste es el pasado del presente de la vida cotidiana, que se demora en

Page 23: Antología CIENCIAS SOCIALES

23

el presente de sus trajines. Por ello el ser-ahí, como presente así determinado, no ve

lo pasado.

La consideración de la historia que crece en el presente, sólo ve en ella un trajín

irrecuperable: lo que pasó. La consideración de lo que pasó es inagotable. Se pierde

en la materia. Porque esa historia y temporalidad del presente no logra penetrar en lo

que es el pasado, éste tiene solamente otro presente. El carácter de pasado

permanece cerrado a un presente mientras éste, que en el fondo es el ser-ahí, no es

él mismo histórico. Pero el ser-ahí es en sí mismo histórico en tanto es su posibilidad.

En su ser futuro el ser-ahí es su pasado; vuelve a él a el “cómo”. La manera de tal

volver es, entre otras cosas, la conciencia. Sólo el “cómo” puede reiterarse. El

pasado, experimentado como historicidad propia, es todo menos lo que se fue. Más

bien, es algo a lo que puedo volver una y otra vez.

La generación actual cree estar en la historia, cree incluso estar sobrecargada

de historia. Y se lamenta del historicismo, que es lucus a non lucendo (bosque sin

luz). Pero se da el nombre de historia a algo que no lo es en absoluto. Dado que todo

se disuelve en historia, dicen los hombres del presente, hay que conquistar de nuevo

lo suprahistórico. Por si fuera poco que el actual ser-ahí se ha perdido en la pseudo-

historia presente, tiene que utilizar además el último resto de su temporalidad (es

decir, del ser-ahí) para apartarse por completo del tiempo, del ser-ahí. Y en este

camino fantástico hacia lo suprahistórico se pretende encontrar una concepción del

mundo. (Ahí está lo inhóspito que constituye el tiempo presente.)

La interpretación ordinaria del ser-ahí nos amenaza con el peligro del

relativismo. Sin embargo, la angustia ante el relativismo es la angustia ante el ser-ahí.

El pasado como historia propia se puede repetir en el “cómo”. La posibilidad de

acceder a la historia se funda en la posibilidad según la cual un presente sabe en

cada caso ser futuro. Este es el primer principio de toda hermenéutica. Es un principio

que dice algo sobre el ser del ser-ahí, que es la historicidad misma. La filosofía nunca

averiguará qué es la historia mientras la desmembre como un objeto analizado a

través del método. El enigma de la historia reside en lo que significa ser histórico.

Page 24: Antología CIENCIAS SOCIALES

24

Resumiendo podríamos decir: el tiempo es equiparable al ser-ahí. El ser-ahí es

lo respectivamente mío, que puede presentar la modalidad del respectivo ser futuro

en la anticipación del seguro, pero indeterminado haber sido. El ser-ahí siempre se

encuentra en un modo de su posible ser temporal. El ser-ahí es el tiempo, el tiempo

es temporal. El ser-ahí no es el tiempo, sino la temporalidad. Por ello, la afirmación

fundamental de que el tiempo es temporal es la definición más propia, sin constituir

ninguna tautología, pues el ser de la temporalidad significa una realidad desigual. El

ser-ahí es su haber sido, es su posibilidad en el encaminarse a este pasado. En ese

encaminarse soy propiamente el tiempo, tengo tiempo. En tanto el tiempo es en cada

caso mío, existen muchos tiempos. El tiempo carece de sentido; el tiempo es

temporal.

Si el tiempo se comprende en la forma expuesta, entonces se esclarece

debidamente aquella afirmación tradicional sobre el tiempo que dice: el tiempo es el

genuino principium individuationis. Esto se entiende generalmente como una sucesión

irreversible, como tiempo del presente y tiempo de la naturaleza. ¿Pero hasta qué

punto es el tiempo, en cuanto propio, el principio de individuación, o sea, aquello a

partir de lo cual el ser-ahí está en lo respectivamente suyo? El ser-ahí, que vive en el

modo del término medio, se hace él mismo en el ser futuro de la anticipación. En

dicha anticipación el ser-ahí se manifiesta como la única vez en su destino único en la

posibilidad de un pasado peculiarmente suyo. Esta individuación tiene la peculiaridad

de que no permite alcanzar una individuación como formación fantástica de

existencias excepcionales; derriba todo dárselas de algo. Individualiza de tal manera

que nivela a todos. En relación con la muerte cada uno es conducido al “cómo” que

cada cual puede ser en igual medida, a una posibilidad respecto de la cual nadie goza

de preeminencia, al “cómo” en el que todo “qué” se pulveriza.

Para terminar intentemos volver a la historicidad y la posibilidad. Aristóteles solía

resaltar en sus escritos que lo más importante es la recta “paideia”, la seguridad

originaria en una cosa, la que nace de la familiaridad con la cosa misma, la seguridad

del manejo adecuado de la cosa. Para corresponder al carácter ontológico del tema

aquí tratado, tenemos que hablar temporalmente del tiempo. Queremos repetir

temporalmente la cuestión de qué es el tiempo. El tiempo es el “cómo”. Si seguimos

indagando qué es el tiempo, hemos de evitar quedar prendidos prematuramente de

Page 25: Antología CIENCIAS SOCIALES

25

una respuesta (al estilo: el tiempo es esto o aquello), lo cual implicaría siempre un

“qué”.

No miremos la respuesta, sino repitamos la pregunta. ¿Qué sucedió con la

pregunta? Se ha transformado. La cuestión de ¿Qué es el tiempo?, se ha convertido

en la pregunta: ¿Quién es el tiempo? Más en concreto: ¿Somos nosotros mismos el

tiempo? Y con mayor precisión todavía: ¿Soy yo mi tiempo? Esta formulación es la

que más se acerca a él. Y si comprendo debidamente la pregunta, con ello todo

adquiere un todo de seriedad. Por tanto, ese tipo de pregunta es la forma adecuada

de acceso al tiempo y de comportamiento con él, con el tiempo como el que es en

cada caso el mío. Desde un enfoque así planteado, el ser-ahí sería el blanco del

preguntar.”

Fragmento Elementos de Derecho

Efraín Moto Salazar

ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA DERECHO.-La palabra derecho viene de

“directum”, vocablo latino que en su sentido figurado, significa lo que está conforme a

la regla, a la ley; es decir, lo que no desvía a un lado ni otro, lo que es recto.

En las diversas lenguas modernas, germánicas y latinas, se usa

indistintamente la palabra derecho y la palabra recto, para significar el Derecho. Así

en inglés, se dice righ, en alemán, recht; en holandés, reght; en francés droit; en

italiano dirito; en rumano; dreptu, etc.

SUS DOS SENTIDOS FUNDAMENTALES.-La palabra derecho se usa en dos

sentidos. Significa; una facultad reconocida al individuo por la ley para llevar a cabo

determinados actos, o un conjunto de leyes, o normas jurídicas, aplicables a la

conducta social de los individuos. En el primer caso hemos dado a la palabra un

sentido fundamental. Cuando decimos, por ejemplo, que una persona tiene un

derecho de propiedad sobre un bien, estamos afirmando que el propietario tiene la

facultad o poder (el derecho) de usar y disponer el dicho para su propio provecho con

exclusión de los demás, y que esta facultad le está protegida y reconocida por la ley.

Lo mismo ocurre cuando hablamos de la patria protestad o del derecho de

Page 26: Antología CIENCIAS SOCIALES

26

arrendamiento, o de hipoteca, etc.; en estos últimos casos, el titular del derecho, es

decir, la persona que está en posesión del mismo, tiene la facultad de ejercer el poder

sobre el menor (patria protestad), o usar el bien (arrendamiento), o hacer suyo el bien

hipotecado, en caso de que la obligación garantizada con dicho bien no se cumpla

(derecho hipotecario), etc. La ley reconoce y protege dichos derechos a quien es

titular de ellos.

El Derecho en su segunda acepción, significa el conjunto de reglas o

disposiciones que rigen la conducta de los hombres en sus relaciones sociales. Por

tanto, al conjunto de normas jurídicas, vigentes en un lugar y época determinada, se

le llama el Derecho, según la época o lugar, se agrega a la palabra un calificativo; por

ejemplo: El Derecho Mexicano, El Derecho Francés, El Derecho Romano, El Derecho

de la Edad Media o Medieval.

ACTIVIDADES

1.- Investigue cuál es el objeto de estudio de la enfermería

2.-Elabore un esquema resaltando el objeto de estudio de las ramas de las

ciencias y la sociología

3.- Desarrolle un cuadro donde señale en forma esquemática las semejanzas y

las diferencias de las diversas disciplinas incluyendo a la enfermería.

4.-Elabore un ensayo a manera de conclusión en donde resalte la importancia de

las Ciencias Sociales y su aplicación en las Ciencias de la Salud.

Page 27: Antología CIENCIAS SOCIALES

27

BIBLOGRAFÍA

Bolívar Meza, Rosendo, La política como ciencia en Revista de Ciencia

Política

Sexta é poca, septiembre-diciembre, 2001 No.28, p. 52-53

Giddens Antony, ¿Qué es la sociología? En Sociología 4ta ed. Ed.

Alianza. Madrid 2002. p. 27

Heidegger Martin El concepto de tiempo Conferencia pronunciada ante la

Sociedad Teológica de Marburgo, julio de 1924 Traducción y notas de

Raúl Gabás Pallás y Jesús Adrián Escudero. Editorial Trotta S.A. Madrid,

1999.

Levi-strauss, C. El análisis estructural, en lingüística y en antropología

Moto Salazar, Efraín, Elementos de Derecho. Ed. Porrúa, México 1966. P

9-10

-Richard J. Gelles; Ann Levine ¿Qué es la sociología? en Sociología con

aplicación en países de habla hispana, 6ta. ed. Ed. Mc. Graw Hill. México.

2000.

P. 11-13

Wolff, Werner, Introducción a la psicología, 26 ed. Ed. FCE, México 2005,

p. 328-329

Page 28: Antología CIENCIAS SOCIALES

28

2. TEORÍAS SOCIOLÓGICAS

Guadalupe Marcela Torres Escutia

En las Teorías Sociológicas se utilizan varias técnicas de investigación para

analizar e interpretar, esto implica hacer uso de diversas perspectivas teóricas para

poder documentar significados e influencias culturales que motivan la aparición de

diversas tendencias de comportamiento en los seres humanos especialmente cuando

se encuentra en convivencia social.

Son muchos los teóricos que han aportado importantes reflexiones como son: de

Henri de Saint-Simon, Auguste Comte, Karl Marx, Herbert Spencer, Émile Durkheim,

George Simmel, Ferdinand Tönnies, Vilfredo Pareto, Max Weber, Talcott Parsons,

Alfred Schütz, entre otros

Entre los sociólogos más destacados del siglo XX han sido Robert K. Merton,

Erving Goffman, Peter Blau, Herbert Marcuse, Wright Mills, Pierre Bourdieu o Niklas

Luhmann; en la actualidad, los análisis y estudios más innovadores de los

comportamientos sociales corren a cargo de autores como George Ritzer, Anthony

Giddens, Zygmunt Bauman, Ulrich Beck, Alain Touraine, Manuel Castells, entre otros.

Existen teorías como: el Interaccionismo Simbólico, la Fenomenología, el

Funcionalismo, el Estructuralismo, la de Sistemas, las de Opresión y Subordinación,

las de Poder, las de Conflicto, etc.

2.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS

2.1.1 AGUSTO COMTE

Fragmento de la Obra la Sociedad a través de los Clásicos

Alfredo Andrade Carreño

El progreso, el objetivo último de la sociedad humana, es considerado por

Comte, como una creciente especialización de funciones y una tendencia hacia la

adaptación y perfeccionamiento de los órganos. El resultado en que se mide ese

progreso es el perfeccionamiento de la condición y naturaleza humana, es decir,

Page 29: Antología CIENCIAS SOCIALES

29

“hacer prevalecer la inteligencia y la sociabilidad, facultad solidarias que distingue la

naturaleza humana de la animalidad” 10

El orden es la garantía del progreso y ambos, a su vez, están garantizados,

por la distribución de funciones. El Estado es la forma intermediaria de asociación

entre la ciudad y el desarrollo pleno del gran ser. La organización política, el gobierno

establece las relaciones sociales permanentes que requiere el progres. S in gobierno

es imposible la existencia de la sociedad, pues su ausencia consumiría a la sociedad en la

anarquía.

La Ley de los tres estados

El progreso, el objetivo de la sociedad, se rige por la ley de los tres estados

según la cual tanto los individuos como todas las formas de asociación atraviesan por

tres estados de evolución intelectual. El teológico, el metafísico y el positivo.

El primer estado, el teológico, correspondiente a “la infancia” de la

humanidad, se caracteriza por la pretensión de explicar la realidad a partir de la

identificación de las causas mediante la atribución de la influencia de agentes

sobrenaturales en el fetichismo, el politeísmo y el monoteísmo. Esta primera etapa se

constituye en una etapa provisional y preparatoria cuyo principal significado es el de

desplegar la inteligencia humana, aunque de manera, aunque de manera

asistemática y dispersa, a consecuencia de la dominación que ejerce la imaginación

sobre los sentidos.

A este estado le sucede, el metafísico, como una etapa exclusivamente

transitoria en la que la explicación de la naturaleza, el origen y destino de todas las

cosas es efectuado por la atribución a “entidades o abstracciones personificadas”.

Las especulaciones filosóficas aquí desarrolladas someten a una crítica radical a las

construcciones del estado teológico, mediante la interacción de la imaginación y la

observación, aunque esta última continúa predominando. Su importancia radica en

que mediante la crítica con la que descompone el sistema teológico prepara el

camino para el desarrollo del espíritu científico. Sin embargo, por su carácter critico y

negativo resulta incapaz de constituir algo propio, por lo que constituye una etapa

retardatoria.

10 Comte. A. Discurso sobre…op. Cit. 78

Page 30: Antología CIENCIAS SOCIALES

30

El tercer estado, el positivo científico, es el último de esta cadena evolutiva.

Se caracteriza por que en él la inteligencia abandona la pretensión de buscar

explicaciones absolutas y sobre la esencia de los fenómenos naturales. Se

preocupan, en cambio, por conocimientos accesibles que derivan de las necesidades

reales. En este estado. Las investigaciones descansan en la observación y se admite

como única regla fundamental la subordinación de toda especulación a los hechos

observados. Sólo así es posible descubrir las leyes naturales, universales e

inmutables que rigen el comportamiento de los fenómenos.

Gracias al descubrimiento de las leyes naturales que permiten el espíritu

positivo es posible proveer los fenómenos naturales y, mediante la guía inteligente de

la acción humana, contribuir al progreso de la sociedad y al bienestar colectivo.

En la ley de los tres estados Comte plantea una teoría de la evolución de la

sociedad en la que se considera que los cambios al nivel del intelecto los que

determinan el surgimiento, desarrollo y decadencia de las instituciones sociales y, con

ello, el cambio de la sociedad.

Paralelo a esta evolución intelectual se produce una evolución social: el

estado teológico produjo la familia o sociedad primaria, la ciudad el desarrollo de la

propiedad, la concepción de patria, la supresión del sistema de castas la moral y la

solidaridad humanas; por tanto las bases de la organización social. Sin embargo, la

pretensión del estado teológico por fundar la iglesia antes que la vida cívica

imposibilita un desarrollo más ordenado.

El estado metafísico, por su parte, gracias a la crítica teológica que le

caracteriza hizo posible la revolución occidental, sentó las condiciones para el

desarrollo científico, la industria moderna y el arte; separó la iglesia y el estado

desarrollando a este último sobre la base de la decadencia de la corporación

eclesiástica; contribuyó a la participación de las mujeres, de los civilistas y las

contribuciones negativas de los metafísicos.

El estado positivo con las contribuciones científicas de Condocet, De

Maistre, Lamarck, Bichat, Broussals, Cabants, Gall, entreo otros posibilitó los

descubrimientos de las leyes formuladas en su sociología.

Así el avance hacia formas de interpretación de los fenómenos naturales

desde una actitud más sistemática y concentrada en los problemas reales y la

Page 31: Antología CIENCIAS SOCIALES

31

aceptación de sólo aquellos razonamientos fundados en la experiencia, con los

rasgos del espíritu positivo.

Para Comte el desarrollo del espíritu positivo es acompañado a su vez, por

tres estados de desarrollo del sentimiento o la emoción, como base de la moralidad,

para alcanzar la satisfacción de la naturaleza social del hombre.

El altruismo en la sociedad antigua era doméstico para ejercerse hacia la

familia; en la Edad Media colectivo dirigido al estado; en el período positivista es

universal por dirigirse a la especie. Así mismo la sociedad, según su forma de

gobierno pasa de sur una “teocracia” a una “sociocracia”, en la cual los poderes

espiritual y temporal se encuentran separados y adecuadamente coordinados

2.1.2 EMILIO DURKHEIM

Fragmento del libro La División Del Trabajo Social

Emilio Durkheim

Los Progresos de la División del Trabajo y los de la Felicidad

Según los economistas, la división del trabajo tiene como causa la necesidad de

aumentar nuestro bienestar. Esto supone que de hecho vamos siendo más felices.

Nada menos cierto.

En cada momento de la historia, la felicidad que somos capaces de disfrutar es

limitada. Si la división del trabajo no tuviera otras causas, pronto se hubiera detenido,

una vez alcanzado el límite de la felicidad. Este límite retrocede, es cierto, a medida

que el hombre se transforma. Pero esas transformaciones, suponiendo que nos

hagan más felices, no se han producido en vista de ese resultado, pues, durante

mucho tiempo, son dolorosas y no tienen compensación.

¿Producen, además, ese resultado? La felicidad es el estado de salud; ahora

bien, la salud no aumenta a medida que las especies se elevan. Comparación entre el

salvaje y el civilizado. Satisfacción del primero. Multiplicación de los suicidios con la

civilización; qué prueba esto. Consecuencias importantes desde el punto de vista del

método en sociología..

Page 32: Antología CIENCIAS SOCIALES

32

¿Procederá el progreso del hastío que ocasionan los placeres que se han hecho

habituales? No confundir la variedad, que es un elemento esencial del placer, con la

novedad, que es secundario. Carácter patológico de la necesidad de novedad,

cuando es muy viva.

CAPITULO II LAS CAUSAS

Los progresos de la división del trabajo tienen las siguientes causas: La

progresiva desaparición del tipo segmentario, es decir, el aumento de la densidad

moral de la sociedad, simbolizado por el aumento de la densidad material; principales

formas de esta última; el aumento de volumen de las sociedades, siempre que vaya

acompañado de un aumento de densidad.

La Teoría de Spencer, según la cual el aumento de volumen no actuará sino

multiplicando las diferencias individuales. Refutación.

El aumento de volumen y de densidad determina mecánicamente los progresos

de la división del trabajo, reforzando la intensidad de la lucha por la vida. Cómo se

forma la necesidad de productos más abundantes y de mejor calidad; es un resultado

de la causa que necesita la especialización, no la causa de esta última.

La división del trabajo no se produce, pues, más que dentro de sociedades

constituidas. Error de los que hacen de la división del trabajo y de la cooperación el

hecho fundamental de la vida social. Aplicación de esta proposición a la división

internacional del trabajo. Casos de mutualismo.

CAPITULO III

LOS FACTORES SECUNDARIOS

INDETERMINACION PROGRESIVA DE LA CONCIENCIA COLECTIVA

La división del trabajo no puede progresar como no aumente la variabilidad

individual, y ésta no aumenta como la conciencia común no retroceda. La realidad de

este retroceso ha sido comprobada. ¿Cuáles son sus causas?

Como el medio social se extiende, la conciencia colectiva se aleja cada vez más

de las cosas concretas y, por consiguiente, se hace más abstracta. Hechos que

Page 33: Antología CIENCIAS SOCIALES

33

apoyan esto: transcendencia de la idea de Dios; carácter más racional del derecho,

de la moral, de la civilización en general. Esta indeterminación deja cada vez mayor

lugar a la variabilidad individual

II. La desaparición progresiva del tipo segmentario, desligando al individuo de su

medio natal, lo sustrae a la acción de los antepasados y disminuye así la autoridad de

la tradición.

I. A consecuencia de la progresiva desaparición del tipo segmentario, la

sociedad, rodeando de menos cerca al individuo, no puede contener con tanta

facilidad las tendencias divergentes.

IV. Por qué el órgano social no puede, desde ese punto de vista, desempeñar la

función del segmento.

CAPITULO IV

LOS FACTORES SECUNDARIOS (continuación) LA HERENCIA

La herencia es un obstáculo a los progresos de la división del trabajo; hechos

que demuestran cómo deviene un factor menor de la distribución de las funciones.

¿De dónde procede esto?

La herencia pierde su imperio porque se constituyen maneras de actividad cada

vez más importantes que no son hereditariamente transmisibles. Pruebas: I.a no se

forman razas nuevas; 2.a, la herencia no transmite bien más que aptitudes generales

y simples; ahora bien, las actividades se hacen más complejas al hacerse más

especiales. El legado hereditario se hace también un factor menor de nuestro

desenvolvimiento porque es preciso añadirle algo más.

El legado hereditario se hace más indeterminado. Pruebas: 1ª. El instinto

retrocede de las especies animales inferiores a las especies más elevadas, del animal

al nombre. Hay, pues, motivo para creer que el retroceso continúa en el reino

humano. Así lo prueban los progresos ininterrumpidos de la inteligencia, la cual varía

en razón inversa al instinto; 2.a, no sólo no se forman razas nuevas, sino que van

desapareciendo razas antiguas; 3.a, investigaciones de Galton. Lo que se transmite

de modo regular es el tipo medio. Ahora bien, el tipo medio se hace cada vez más

indeterminado, a consecuencia del desenvolvimiento de las diferencias individuales.

Page 34: Antología CIENCIAS SOCIALES

34

CAPITULO V

CONSECUENCIAS DE LO QUE PRECEDE

Carácter más flexible de la división del trabajo social, comparada con la división

del trabajo fisiológico. La causa está en que la función se hace más independiente del

órgano. En qué sentido esta independencia es una señal de superioridad.

La teoría mecanicista de la división del trabajo implica que la civilización es

producto de causas necesarias, y no un fin que por sí mismo atrae la actividad. Pero,

aun siendo un efecto, deviene un fin, un ideal. De qué manera. No hay siquiera razón

para suponer que este ideal adquiera nunca una forma inmutable, que el progreso

tenga un término. Discusión de la teoría contraria de Spencer.

El aumento del volumen y de la densidad, al cambiar las sociedades, cambia

también a los individuos. El hombre está más libre del organismo; por consecuencia,

la vida psíquica se desenvuelve. Bajo la influencia de las mismas causas, la

personalidad individual se desliga de la personalidad colectiva. Puesto que esas

transformaciones dependen de causas sociales, la psicofisiología no puede explicar

más que las formas inferiores de nuestra vida psíquica. Es la sociedad la que en gran

parte explica al individuo. Importancia de esta proposición desde el punto de vista del

método.

LIBRO TERCERO

LAS FORMAS ANORMALES

CAPITULO PRIMERO

LA DIVISION DEL TRABAJO ANOMICO

Formas anormales en las que la división del trabajo no produce la solidaridad.

Necesidad de estudiarlas.

Casos anormales en la vida económica; crisis industriales más frecuentes a

medida que el trabajo se divide; antagonismo del trabajo y del capital. De igual

Page 35: Antología CIENCIAS SOCIALES

35

manera, la unidad de la ciencia se pierde a medida que el trabajo científico se

especializa.

Teoría según la cual esos efectos serían inherentes a la división del trabajo.

Según Comte, el remedio consiste en un gran desenvolvimiento del órgano de

gobierno y en la institución de una filosofía de las ciencias. Impotencia del órgano de

gobierno para regular los detalles de la vida económica; impotencia de la filosofía de

las ciencias para asegurar la unidad de la ciencia.

Si, en todos los casos, las funciones no concurren, es que sus relaciones no

están reguladas; la división del trabajo es anómica. Necesidad de una

reglamentación. Cómo, normalmente, deriva de la división del trabajo. Cómo falta en

los ejemplos citados.

Esta anomia procede de que los órganos solidarios no están en contacto

suficiente o suficientemente prolongado. Ese contacto es el estado normal.

La división del trabajo, cuando es normal, no encierra, pues, al individuo en una

tarea determinada, impidiéndole ver nada fuera de ella.

CAPITULO II

LA DIVISIÓN COACTIVA DEL TRABAJO

La guerra de clases. Procede de que el individuo no se halla en armonía con su

función, porque ésta le ha sido impuesta por la fuerza. Qué es lo que constituye la

coacción: toda especie de desigualdad en las condiciones exteriores de la lucha. Es

verdad que no existe sociedad en la que esas desigualdades no se encuentren. Pero

disminuyen cada vez más. La sustitución de la solidaridad mecánica por la solidaridad

orgánica, hace esta disminución necesaria.

Otra razón que hace necesario ese progreso en el camino de la igualdad. La

solidaridad contractual deviene un factor cada vez más importante del consensus

social. Ahora bien, el contrato no liga de una manera verdadera como los valores

cambiados no sean realmente equivalentes, y, para que así ocurra, es preciso que los

que cambian sean colocados en condiciones exteriores iguales. Razones que hacen

esas injusticias más intolerables a medida que la solidaridad orgánica deviene

Page 36: Antología CIENCIAS SOCIALES

36

preponderante. De hecho, el derecho contractual y la moral contractual se hacen

cada día más exigentes desde ese punto de vista.

La verdadera libertad individual no consiste, pues, en la supresión de toda

reglamentación, sino que es el producto de una reglamentación, porque esta igualdad

no emana de la naturaleza. Esta obra de justicia es la tarea que se impone a las

sociedades superiores; no pueden mantenerse sin esta condición.

CAPITULO III

OTRA FORMA ANORMAL

Casos en los que la división del trabajo no produce la solidaridad porque la

actividad funcional de cada trabajador es insuficiente. Cómo la solidaridad orgánica

aumenta con la actividad funcional en los organismos, —en la sociedad. De hecho, la

actividad funcional aumenta al mismo tiempo que la división del trabajo, si es normal.

Motivo secundario que hace que ésta produzca la solidaridad.

CONCLUSION

Solución del problema práctico planteado al comienzo. La regla que nos manda

realizar los rasgos del tipo colectivo tiene por función asegurar la cohesión social; por

otra parte, es moral y no puede cumplir su función sino por tener un carácter moral.

Ahora bien, la regla que nos exige especializarnos tiene la misma función; tiene

igualmente, pues, un valor moral.

Otra forma de demostrar esta proposición. Conjetura sobre el carácter esencial

de la moralidad que se induce de las clasificaciones precedentes. La moral es el

conjunto de las condiciones de la solidaridad social. La división del trabajo presenta

ese criterio.

La división del trabajo no disminuye la personalidad individual: ¿Por qué ha de

ser conforme a la lógica de nuestra naturaleza el desenvolvernos superficialmente y

no en el sentido de la profundidad? Es más, la personalidad individual no progresa

sino bajo la influencia de las causas que determinan la división del trabajo.

El ideal de la fraternidad humana no puede realizarse como la división del

trabajo no progrese al mismo tiempo. Hállase, pues, ligada a toda nuestra vida moral

Page 37: Antología CIENCIAS SOCIALES

37

III. Pero la división del trabajo no da origen a la solidaridad como no produzca, al

mismo tiempo, un derecho y una moral. Error de los economistas en este punto.

Carácter de esta moral: más humana, menos transcendente. Más justicia.

Consideraciones sobre la crisis actual de la moral.

2.1.3 MAX WEBER

Fragmento de la obra Sociedad a través de los Clásicos

Gina Zabludovsky

En sus escritos políticos, Weber insiste constantemente en la necesidad de

abordar sin ilusiones las realidades del mundo moderno y nos presenta una colección

“cruda” del poder que descansa fundamentalmente en la fuerza. A diferencia de

Durheim que considera que el Estado es primordialmente una institución moral,

Weber lo concibe como aquél que tiene la capacidad de reivindicar por medio de la

fuerza, una área territorial concreta mediante el monopolio de la coerción física

ejercida legítimamente (Giddens, p. 53).

El poder debe entenderse como la probabilidad de que una persona o un

número de personas realicen su propia voluntad en una acción comunal e incluso

contra la resistencia de otros”.

En este sentido, Weber diferencia entre el poder y dominación. Esta última

depende de la “probabilidad de encontrar obediencia en un mandató” y,

consecuentemente tiene que ver con la legitimidad de un orden social: toda

dominación implica el ejercicio del poder pero no a la inversa.

De acuerdo con esta definición y con base en su metodología especifica

Weber distingue tres “tipos ideales” de dominación legítima que no se dan en la

realidad en forma pura pero que constituyen construcciones útiles para que el

sociólogo pueda estudiar la diversidad histórica. Se trata de las formas clásicas de

dominio que son una de las herencias más importante de Weber al pensamiento

socio-político y que a continuación describimos brevemente:

Page 38: Antología CIENCIAS SOCIALES

38

Dominación racional: descansa en la creencia de la legalidad de ordenaciones

estatuidas. Es ejercida por una autoridad legal-burocrática

Dominación tradicional: su sustento es la creencia cotidiana en la santidad de las

tradiciones que rigen desde tiempo lejanos. A su vez ésta autoridad se subdivide en

feudal (desarrollo de Occidente) y patrimonial (desarrollo del Oriente). 3

Autoridad carismática: se obedece en razón de una entrega extraordinaria en la

santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones que ella crea

o revela.

Weber Observa que hay un proceso imposible de frenar que tiene a concentrar

el poder en unas cuantas manos y a separar el ejercicio del poder de aquellos que

trabajan para él –los burócratas. Se trata de un desarrollo similar a lo que ocurre

cuando el proletariado deja de ser propietario de los medios de producción y los

científicos de los instrumentos de investigación.

3 Sobre dominación patrimonial en la obra de Max Weber consulte mis textos,

así titulados publicados por la Facultad de Ciencias Políticas en 1983, 1986

Obras de Max Weber: Sobre la teoría de las ciencias sociales, Historia

económica general, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, la sociología de

la religión, Economía y Sociedad, El político y el científico, Escritos políticos, Ensayos

sobre metodología sociológica

2.2 SOCIOLOGÍA MODERNA

2.2.2 LA TEORÍA DEL INTERCAMBIO: HOMANS, MEAD, GOFFMAN

Guadalupe Marcela Torres Escutia

George Homans y Peter Blau intentan poner a los individuos en el primer plano

de la sociología, en su obra tienen por objetivo: desarrollar una teoría de las formas

elementales de la vida social.

Para Homans, la conducta social es un intercambio de actividad, tangible o

intangible, más o menos gratificante o costosa entre al menos dos personas:

Page 39: Antología CIENCIAS SOCIALES

39

Las Proposiciones de Homans son seis y consisten en:

Proposición I: del éxito Cuanto más recompensada sea la acción de una

persona, tanto más probable es que esta lleve a cabo esa acción

Proposición II: del estímulo Si un estímulo/s ha ocasionado en el pasado que la

acción de una persona fuera recompensada, entonces cuanto más semejantes sean

los actuales estímulos a los pasados, más probable es que tal persona realice ahora

esa acción u otra semejante.

Implica la generalización (del estímulo) es decir, la tendencia a ampliar la

conducta a circunstancias similares.

Y la discriminación (distinguir): actor distingue si actuar en circunstancias

específicas eficaces en el pasado

Proposición III: del valor

Cuanto más valioso sea el resultado de una acción para una persona, más

probable es que realice esa acción. El castigo es un medio ineficaz para conseguir

que las personas cambien su conducta pues las personas pueden reaccionar de

maneras indeseadas/inesperadas al castigo. Homans prefiere no recompensar la

conducta indeseada (castigo negativo). Es preferible la recompensa, la clave: su

administración inmediata

Proposición IV: de la privación saciedad

Cuanto más de cantidad de una recompensa recientemente, menos valiosa le

resultará. Solemos saciarnos si recibimos una recompensa durante largos periodos

de tiempo. Dos conceptos aclaratorios:

Coste: (de toda conducta) se define como las recompensas que se pierden

cuando se realizan líneas alternativas de acción.

Beneficio: la proporción en la que las recompensas superan a los costes en los

que se incurre.

Proposición V: de la agresión – aprobación de la agresión – aprobación

Versión A: Si una persona no recibe por su actividad la recompensa que

esperaba o recibe un castigo que no esperaba, sentirá indignación y al sentirse

indignada, los efectos de una conducta agresiva le servirán de recompensa.

Versión B: Cuando la acción de una persona recibe la recompensa que espera,

especialmente una recompensa mayor que la esperada, o no recibe el castigo

Page 40: Antología CIENCIAS SOCIALES

40

previsto, se sentirá complacida; lo más probable es que realice la conducta aprobada,

y los resultados de esa conducta se convierten en más valiosos para ella.

Proposición VI: de la racionalidad

Los actores maximizan la utilidad de su conducta:

Al optar entre alternativas de acción, una persona elige aquella para la que sea

mayor el producto del valor V, del resultado, multiplicado por la probabilidad, p, de

obtenerlo.

A= (v*p)

George H. Mead

George H. Mead nace el 27 de febrero de 1863 y muere el 26 de abril de 1931,

es considerado filósofo pragmático, sociólogo y psicólogo social estadounidense.

Nació en South Hadley, Massachusetts. Cursó estudios en varias universidades

de Estados Unidos y Europa e impartió clases en la Universidad de Chicago desde

1894 hasta su muerte.

Con influencias de la teoría evolutiva y la naturaleza social de la experiencia y de

la conducta, recalcó la emersión del yo y de la mente dentro del orden social y en el

marco del simbolismo lingüístico que usan las personas para comunicarse

(interaccionismo simbólico). A partir de realizar una crítica al conductismo de J. B.

Watson denominó su propia corriente como conductismo social. Pensaba que el yo

surge por un proceso social en el que el organismo se cohíbe. Esta timidez es el

resultado de la interacción del organismo con su ambiente, incluyendo la

comunicación con otros organismos.

El gesto verbal es el mecanismo a través del cual se verifica esta evolución.

Pero para él también la mente es un producto social. La mente, o la inteligencia, es

un instrumento desarrollado por el individuo para "hacer posible la solución racional

de los problemas". Mead hizo por ello hincapié en la aplicación del método científico

en la acción y reforma social.

Durante su vida sólo publicó artículos. Sus libros fueron editados póstumamente

a partir de manuscritos y de los apuntes de sus alumnos. Sus principales obras son

La filosofía del presente (1932), Mente, yo y sociedad desde el punto de vista de un

conductista social (1934) y La filosofía del acto (1938).

Page 41: Antología CIENCIAS SOCIALES

41

Erving Goffman

Es considerado el padre de la microsociología, porque estudió las unidades

mínimas de interacción entre las personas, centrándose siempre en grupos

reducidos, Goffman es uno de los más importantes sociólogos del siglo XX.

El interés de este teórico de interaccionismo simbólico era estudiar la influencia

de los significados y los símbolos sobre la acción y la interacción humana. Trató de

profundizar en los procesos micro-sociales de interacción.

En su obra utiliza la metáfora teatral, para denominar el comportamiento de las

personas en una realidad determinada. Considera a las personas con un enfoque de

actores dramaturgos, y definir así las actuaciones de los individuos en sus

interacciones. Crea así una distinción básica en la interacción de los individuos, entre

la escena y la trasescena en el escenario existen todas las interacciones que la

gente hace delante de los demás, mientras que la parte trasera domina toda las que

se mantienen ocultas o se guardan.

En Estigma, Goffman trabaja a partir de las interacciones en un grupo en el que

se encuentra un sujeto "estigmatizado" (social o históricamente). El peligro de ruptura

de la interacción es mitigado, o incluso eliminado, mediante una serie de recursos e

informaciones.

2.2.3 La Sociología Cultural

El ojo del poder

Michel Foucault

“El ojo del poder”, Entrevista con Michel Foucault, en Bentham, Jeremías: “El

Panóptico”,Ed. La Piqueta, Barcelona, 1980. Traducción de Julia Varela y Fernando Alvarez -

Uría.

Jean-Pierre Barou: El Panóptico de Jeremías Bentham es una obra editada a

finales del siglo XVIII que ha permanecido desconocida. Sin embargo, tú has escrito

una serie de frases sobre ella tan sorprendentes como éstas: “Un acontecimiento en

la historia del espíritu humano”, “Una especie de huevo de Colón en el campo de la

Page 42: Antología CIENCIAS SOCIALES

42

política”. Por lo que se refiere a su autor, el jurista inglés Jeremías Bentham, lo has

presentado como el “Fourier de una sociedad policial”.(1) Para nosotros es un

misterio. Pero, explícanos, cómo has descubierto El Panóptico.

Michel Foucault: Estudiando los orígenes de la medicina clínica; había pensado

hacer un estudio sobre la arquitectura hospitalaria de la segunda mitad del siglo XVIII,

en la época en la que se desarrolla el gran movimiento de reforma de las instituciones

médicas. Quería saber cómo se había institucionalizado la mirada médica; cómo se

había inscrito realmente en el espacio social; cómo la nueva forma hospitalaria era a

la vez el efecto y el soporte de un nuevo tipo de mirada. Y examinando los diferentes

proyectos arquitectónicos posteriores al segundo incendio del Hotel-Dieu en 1972 me

di cuenta hasta qué punto el problema de la total visibilidad de los cuerpos, de los

individuos, de las cosas, bajo una mirada centralizada, había sido uno de los

principios básicos más constantes. En el caso de los hospitales este problema

presentaba una dificultad suplementaria: era necesario evitar los contactos, los

contagios, la proximidad y los amontonamientos, asegurando al mismo tiempo la

aireación y la circulación del aire; se trataba a la vez de dividir el espacio y de dejarlo

abierto, de asegurar una vigilancia que fuese global e individualizante al mismo

tiempo, separando cuidadosamente a los individuos que debían ser vigilados. Había

pensado durante mucho tiempo que estos eran problemas propios de la medicina del

siglo XVIII y de sus concepciones teóricas.

Después, estudiando los problemas de la penalidad, he visto que todos los

grandes proyectos de remozamiento de las prisiones (que dicho sea de paso

aparecen un poco más tarde, en la primera mitad del siglo XIX), retornaban al mismo

tema, pero ahora refiriéndose casi siempre a Bentham. Casi no existían textos ni

proyectos acerca de las prisiones en los que no se encontrase el “invento” de

Bentham, es decir, el “panóptico”.

El principio era: en la periferia un edificio circular; en el centro una torre; ésta

aparece atravesada por amplias ventanas que se abren sobre la cara interior del

círculo. El edificio periférico está dividido en celdas, cada una de las cuales ocupa

todo el espesor del edificio. Estas celdas tienen dos ventanas: una abierta hacia el

Page 43: Antología CIENCIAS SOCIALES

43

interior que se corresponde con las ventanas de la torre; y otra hacia el exterior que

deja pasar la luz de un lado al otro de la celda. Basta pues situar un vigilante en la

torre central y encerrar en cada celda un loco, un enfermo, un condenado, un obrero

o un alumno. Mediante el efecto de contra-luz se pueden captar desde la torre las

siluetas prisioneras en las celdas de la periferia proyectadas y recortadas en la luz.

En suma, se invierte el principio de la mazmorra. La plena luz y la mirada de un

vigilante captan mejor que la sombra que en último término cumplía una función

protectora.

Sorprende constatar que mucho antes que Bentham esta preocupación existía

ya. Parece que uno de los primeros modelos de esta visibilidad aislante había sido

puesto en práctica en la Escuela militar de París en 1755 en lo referente a los

dormitorios. Cada uno de los alumnos debía disponer de una celda con cristalera a

través de la cual podía ser visto toda la noche sin tener ningún contacto con sus

condiscípulos, ni siquiera con los criados. Existía además un mecanismo muy

complicado con el único fin de que el peluquero pudiese peinar a cada uno de los

pensionistas sin tocarlo físicamente: la cabeza del alumno pasaba a través de un

tragaluz, quedando el cuerpo del otro lado de un tabique de cristales que permitía ver

todo lo que ocurría. Bentham ha contado que fue su hermano el que visitando la

Escuela militar tuvo la idea del panóptico. El tema de todas formas estaba presente.

Las realizaciones de Claude-Nicolas Ledoux, concretamente la salina que construye

en Arc-et-Senans, se dirigen al mismo efecto de visibilidad, pero con un elemento

suplementario: que exista un punto central que sea el lugar del ejercicio y, al mismo

tiempo, el lugar de registro del saber. De todos modos si bien la idea del panóptico es

anterior a Bentham, será él quien realmente la formule, y la bautice. El mismo nombre

de “panóptico” parece fundamental. Designa un principio global. Bentham no ha pues

simplemente imaginado una figura arquitectónica destinada a resolver un problema

concreto, como el de la prisión, la escuela o el hospital. Proclama una verdadera

invención que él mismo denomina “huevo de Colón”. Y, en efecto, lo que buscaban

los médicos, los industriales, los educadores y los penalistas, Bentham se lo facilita:

ha encontrado una tecnología de poder específica para resolver los problemas de

vigilancia. Conviene destacar una cosa importante: Bentham ha pensado y dicho que

su procedimiento óptico era la gran innovación para ejercer bien y fácilmente el poder.

De hecho, dicha innovación ha sido ampliamente utilizada desde finales del siglo

XVIII. Sin embargo los procedimientos de poder puestos en práctica en las

Page 44: Antología CIENCIAS SOCIALES

44

sociedades modernas son mucho más numerosos, diversos y ricos. Sería falso decir

que el principio de visibilidad dirige toda la tecnología de poder desde el siglo XIX.

Michelle Perrot: ¡Pasando por la arquitectura! ¿Qué pensar por otra parte de la

arquitectura como modo de organización política? Porque en último término todo es

espacial, no solo mentalmente, sino materialmente en este pensamiento del siglo

XVIII.

Foucault: Desde finales del siglo XVIII la arquitectura comienza a estar ligada a

los problemas de población, de salud, de urbanismo. Antes, el arte de construir

respondía sobre todo a la necesidad de manifestar el poder, la divinidad, la fuerza. El

palacio y la iglesia constituían las grandes formas a las que hay que añadir las plazas

fuertes: se manifestaba el poderío, se manifestaba el soberano, se manifestaba Dios.

La arquitectura se ha desarrollado durante mucho tiempo alrededor de estas

exigencias. Pero, a finales del siglo XVIII, aparecen nuevos problemas: se trata de

servirse de la organización del espacio para fines económico-políticos.

Surge una arquitectura específica. Philippe Aries ha escrito cosas que me

parecen importantes sobre el hecho de que la casa, hasta el siglo XVIII, es un

espacio indiferenciado. En este espacio hay habitaciones en las que se duerme, se

come, se recibe..., en fin poco importa. Después, poco a poco, el espacio se

especifica y se hace funcional. Un ejemplo es el de la construcción de las ciudades

obreras en los años 1830-1870. Se fijará a la familia obrera; se le va a prescribir un

tipo de moralidad asignándole un espacio de vida con una habitación que es el lugar

de la cocina y del comedor, otra habitación para los padres, que es el lugar de la

procreación, y la habitación de los hijos. Algunas veces, en el mejor de los casos,

habrá una habitación para las niñas y otra para los niños. Podría escribirse toda una

“historia de los espacios” -que sería al mismo tiempo una “historia de los poderes”-

que comprendería desde las grandes estrategias de la geopolítica hasta las pequeñas

tácticas del habitat, de la arquitectura institucional, de la sala de clase o de la

organización hospitalaria, pasando por las implantaciones económico-políticas.

Sorprende ver cuánto tiempo ha hecho falta para que el problema de los espacios

aparezca como un problema histórico-político, ya que o bien el espacio se reenviaba

a la “naturaleza” -a lo dado, a las determinaciones primeras, a la “geografía física”- es

decir a una especie de capa “prehistórica”, o bien se lo concebía como lugar de

residencia o de expansión de un pueblo, de una cultura, de una lengua, o de un

Estado. En suma, se lo analizaba o bien como suelo, o bien como aire; lo que

Page 45: Antología CIENCIAS SOCIALES

45

importaba era el sustrato o las fronteras. Han sido necesarios Marc Bloch y Fernand

Braudel para que se desarrolle una historia de los espacios rurales o de los espacios

marítimos. Es preciso continuarla sin decirse simplemente que el espacio

predetermina una historia que a su vez lo remodela y se sedimenta en él. El anclaje

espacial es una forma económico-política que hay que estudiar en detalle. Entre

todas las razones que han inducido durante tanto tiempo a una cierta negligencia

respecto a los espacios, citaré solamente una que concierne al discurso de los

filósofos. En el momento en el que comenzaba a desarrollarse una política reflexiva

de los espacios (finales del siglo XVIII), las nuevas adquisiciones de la física teórica y

experimental desalojaron a la filosofía de su viejo derecho de hablar del mundo, del

cosmos, del espacio finito e infinito. Esta doble ocupación del espacio por una

tecnología política y por una práctica científica ha circunscrito la filosofía a una

problemática del tiempo. Desde Kant, lo que el filósofo tiene que pensar es el tiempo -

Hegel, Bergson, Heidegger-, con una descalificación correlativa del espacio que

aparece del lado del entendimiento, de lo analítico, de lo conceptual, de lo muerto, de

lo fijo, de lo inerte. Recuerdo haber hablado, hace una docena de años de estos

problemas de una política de los espacios, y se me respondió que era bien

reaccionario insistir tanto sobre el espacio, que el tiempo, el proyecto, era la vida y el

progreso. Conviene decir que este reproche venía de un psicólogo -verdad y

vergüenza de la filosofía del siglo XIX-.

M. P.: De paso, me parece que la noción de sexualidad es muy importante tal

como señaló Ud. a propósito de la vigilancia en el caso de los militares; de nuevo

aparece este problema con la familia obrera; es sin duda fundamental.

Foucault: Totalmente de acuerdo. En estos temas de vigilancia, y en particular

de la vigilancia escolar, los controles de la sexualidad se inscriben en la arquitectura.

En el caso de la Escuela militar las paredes hablan de la lucha contra la

homosexualidad y la masturbación.

M. P.: Siguiendo con la arquitectura, ¿no le parece que individuos como los

médicos, cuya participación social es considerable a finales del siglo XVIII, han

desempeñado de algún modo un papel de organizadores del espacio? La higiene

social nace entonces; en nombre de la limpieza, la salud, se controlan los lugares que

ocupan unos y otros. Y los médicos, con el renacimiento de la medicina hipocrática,

se sitúan ente los más sensibilizados al problema del entorno, del lugar, de la

Page 46: Antología CIENCIAS SOCIALES

46

temperatura, datos que encontramos en la encuesta de Howard sobre las

prisiones.(2)

Foucault: Los médicos eran entonces en cierta medida especialistas del

espacio. Planteaban cuatro problemas fundamentales: el de los emplazamientos

(climas regionales, naturaleza de los suelos, humedad y sequedad: bajo el nombre de

“constitución”, estudiaban la combinación de los determinantes locales y de las

variaciones de estación que favorecen en un momento dado un determinado tipo de

enfermedad); el de las coexistencias (ya sea de los hombres entre sí: densidad y

proximidad; ya sea de los hombres y las cosas: aguas, alcantarillado, ventilación; ya

sea de los hombres entre sí: densidad y proximidad; ya sea de los hombres y los

animales: mataderos, establos; ya sea de los hombres y los muertos: cementerios); el

de las residencias (habitat, urbanismo); el de los desplazamientos (emigración de los

hombres, propagación de las enfermedades). Los médicos han sido con los militares,

los primeros gestores del espacio colectivo. Pero los militares pensaban sobre todo el

espacio de las “campañas” (y por lo tanto el de los “pasos”) y el de las fortalezas. Los

médicos han pensado sobre todo el espacio de las residencias y el de las ciudades.

No recuerdo quién ha buscado en Montesquieu y en Augusto Comte las grandes

etapas del pensamiento sociológico. Es ser bien ignorante. El saber sociológico se

forma más bien en prácticas tales como las de los médicos. Guepin ha escrito en los

mismos comienzos del siglo XIX un maravilloso análisis de la ciudad de Nantes.

De hecho, si la intervención de los médicos ha sido tan capital en esta época, se

debe a que estaba exigida por todo un conjunto de problemas políticos y económicos

nuevos: la importancia de los hechos de población.

M. P.: Es chocante además la gran cantidad de personas que se ven

concernidas por la reflexión de Bentham. En distintos sitios dice haber resuelto los

problemas de disciplina planteados por un gran número de individuos a cargo de unos

pocos.

Foucault: Al igual que sus contemporáneos Bentham se encuentra con el

problema de la acumulación de hombres. Pero mientras que los economistas

planteaban el problema en términos de riqueza (población-riqueza ya que mano de

obra, fuente de actividad económica, consumo; y población-pobreza ya que

excedente u ociosa), Bentham plantea la cuestión en términos de poder: la población

como blanco de las relaciones de dominación. Se puede decir, creo, que los

mecanismos de poder, que intervenían incluso en una monarquía administrativa tan

Page 47: Antología CIENCIAS SOCIALES

47

desarrollada como la francesa, dejaban aparecer huecos bastante amplios: sistema

lacunar, aleatorio, global, que no entra en detalles, que se ejerce sobre grupos

solidarios o practica el método del ejemplo (como puede verse claramente en el

sistema fiscal o en la justicia criminal); el poder tenía pues una débil capacidad de

“resolución” como se diría en términos de fotografía, no era capaz de practicar un

análisis individualizante y exhaustivo del cuerpo social. Ahora bien, las mutaciones

económicas del siglo XVIII han hecho necesaria una circulación de los efectos de

poder a través de canales cada vez más finos, hasta alcanzar a los propios

individuos, su cuerpo, sus gestos, cada una de sus habilidades cotidianas. Que el

poder, incluso teniendo que dirigir a una multiplicidad de hombres, sea tan eficaz

como si se ejerciese sobre uno solo.

M. P.: Los crecimientos demográficos del siglo XVIII han contribuido sin duda al

desarrollo de un poder semejante.

J.-P. B.: ¿No es sorprendente entonces saber que la Revolución francesa a

través de personas como La Fayette, ha acogido favorablemente el proyecto del

panóptico? Se sabe que Bentham, como premio a sus desvelos, ha sido hecho

“Ciudadano francés” en 1791.

Foucault: Yo diría que Bentham es el complemento de Rousseau. ¿Cuál es, en

efecto, el sueño rousseauniano que ha animado a tantos revolucionarios?: el de una

sociedad transparente, visible y legible a la vez en cada una de sus partes; que no

existan zonas oscuras, zonas ordenadas por los privilegios del poder real o por las

prerrogativas de tal o tal cuerpo, o incluso por el desorden; que cada uno, desde el

lugar que ocupa, pueda ver el conjunto de la sociedad; que los corazones se

comuniquen unos con otros, que las miradas no encuentren ya obstáculos, que la

opinión reine, la de cada uno sobre cada uno. Starobinski ha escrito páginas muy

interesantes respecto a este tema en La Transparencia y el obstáculo y en La

invención de la libertad.

Bentham es a la vez esto y todo lo contrario. Plantea el problema de la

visibilidad, pero pensando en una visibilidad totalmente organizada alrededor de una

mirada dominadora y vigilante. Hace funcionar el proyecto de una visibilidad

universal, que actuaría en provecho de un poder riguroso y meticuloso. Así, sobre el

gran tema rousseauniano -que es en alguna medida el lirismo de la Revolución- se

articula la idea técnica del ejercicio de un poder “omnicontemplativo” que es la

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obsesión de Bentham. Los dos se unen y el todo funciona: el lirismo de Rousseau y la

obsesión de Bentham.

M. P.: Hay una frase en el Panóptico: “Cada camarada se convierte en un

vigilante”.

Foucault: Rousseau habría dicho justamente lo inverso: que cada vigilante sea

un camarada. Véase El Emilio: el preceptor de Emilio es un vigilante, es necesario

que sea también un camarada.

J.-P. B.: La Revolución francesa no sólo no hace una lectura próxima a la que

hacemos ahora sino que incluso encuentra en el proyecto de Bentham miras

humanitarias.

Foucault: Justamente, cuando la Revolución se pregunta por una nueva justicia

el resorte para ella será la opinión. Su problema, de nuevo, no ha sido hacer que las

gentes fuesen castigadas; sino hacer que ni siquiera puedan actuar mal en la medida

en que se sentirían sumergidas, inmersas, en un campo de visi-bilidad total en el cual

la opinión de los otros, la mi-rada de los otros, el discurso de los otros, les impidan

obrar mal o hacer lo que es nocivo. Esto está presente constantemente en los textos

de la Revolución.

M. P.: El contexto inmediato ha jugado también su papel en la adopción del

panóptico por la Revolución: en este momento el problema de las cárceles está a la

orden del día. A partir de 1770 tanto en Inglaterra como en Francia existe una fuerte

inquietud respecto a este tema como puede constatarse a través de la encuesta de

Howard sobre las prisiones traducida al francés en 1788. Hospitales y cárceles son

dos grandes temas de discusión en los salones parisinos, en los círculos ilustrados.

Se ha convertido en algo escandaloso el que las prisiones sean lo que son: una

escuela del vicio y del crimen; y lugares tan desprovistos de higiene que en ellos se

muere uno. Los médicos comienzan a decir cómo se deteriora el cuerpo, cómo se

dilapida en semejantes sitios. Llegada la Revolución francesa, emprende a su vez

una encuesta de alcance europeo. Un tal Duquesnoy es el encargado de hacer un

informe sobre los establecimientos llamados “de humanidad”, vocablo que comprende

hospitales y prisiones.

Foucault: Un miedo obsesivo ha recorrido la segunda mitad del siglo XVIII: el

espacio oscuro, la pantalla de oscuridad que impide la entera visibilidad de las cosas,

las gentes, las verdades. Disolver los fragmentos de noche que se oponen a la luz,

Page 49: Antología CIENCIAS SOCIALES

49

hacer que no existan más espacios oscuros en la sociedad, demoler esas cámaras

negras en las que se fomenta la arbitrariedad política, los caprichos del monarca, las

supersticiones religiosas, los complots de los tiranos y los frailes, las ilusiones de

ignorancia, las epidemias. Los castillos, los hospitales, los depósitos de cadáveres,

las casas de corrección, los conventos, desde antes de la Revolución han suscitado

una desconfianza o un odio que no fueron subestimados; el nuevo orden político y

moral no puede instaurarse sin su desaparición. Las novelas de terror en la época de

la Revolución, desarrollan todo un mundo fantástico de la muralla, de la sombra, de lo

oculto, de la mazmorra, de todo aquello que protege en una complicidad significativa,

a los truhanes y a los aristócratas, a los monjes y a los traidores: los paisajes de Ann

Radcliffe son montañas, bosques, cuevas, castillos en ruinas, conventos en los que la

oscuridad y el silencio dan miedo. Ahora bien, estos espacios imaginarios son como

la “contra-figura” de las transparencias y de las visibilidades que se intentan

establecer entonces. Este reino de “la opinión” que se invoca con tanta frecuencia en

esta época, es un modo de funcionamiento en el que el poder podría ejercerse por el

solo hecho de que las cosas se sabrán y las gentes serán observadas por una

especie de mirada inmediata, colectiva y anónima. Un poder cuyo recorte principal

fuese la opinión no podría tolerar regiones de sombra. Si se han interesado por el

proyecto de Bentham se debe a que, siendo aplicable a tantos campos diferentes,

proporcionaba la fórmula de un “poder por transparencia”, de un sometimiento por

“proyección de claridad”. El panóptico es un poco la utilización de la forma “castillo:

(torreón rodeado de murallas) para paradójicamente crear un espacio de legibilidad

detallada.

J.-P. B.: Son en definitiva los rincones ocultos del hombre lo que el Siglo de las

Luces quiere hacer desaparecer.

Foucault: Indudablemente.

M. P.: Sorprenden también las técnicas de poder que funcionan en el interior del

panóptico. La mirada fundamentalmente, y también la palabra puesto que existen

esos famosos tubos de acero -extraordinaria invención- que unen el inspector central

con cada una de las celdas en las que se encuentran, nos dice Bentham, no un

prisionero sino pequeños grupos de prisioneros. En último término, la importancia de

la disuasión está muy presente en el texto de Bentham: “Ës preciso -dice- estar

incesantemente bajo la mirada de un inspector; perder la facultad de hacer el mal y

casi el pensamiento de quererlo”. Nos encontramos de lleno con las preocupaciones

Page 50: Antología CIENCIAS SOCIALES

50

de la Revolución: impedir a las gentes obrar mal, quitarles las ganas de desearlo, en

resumen: no poder y no querer.

Foucault: Estamos hablando de dos cosas: de la mirada y de la interiorización.

Y, en el fondo, ¿no se trata del problema del precio del poder? El poder, de hecho, no

se ejerce sin gastos. Existe evidentemente el coste económico, y Bentham lo dice.

¿Cuántos vigilantes hacen falta? ¿Cuánto, en definitiva, costará la máquina? Pero

está además el coste propiamente político. Si se es muy violento se corre el riesgo de

suscitar insurrecciones; si se interviene de forma discontinua se arriesga uno a dejar

que se produzcan, en los intervalos, fenómenos de resistencia de un coste político

elevado. Así funcionaba el poder monárquico. Por ejemplo, la justicia que detenía una

proporción irrisoria de criminales, argumentaba diciendo: conviene que el castigo sea

espectacular para que los demás tengan miedo. Poder violento por tanto que debía,

mediante el ejemplo, asegurar las funciones de continuidad. A esto contestan los

nuevos teóricos del siglo XVIII: es un poder demasiado costoso y con muy pocos

resultados. Se hacen grandes gastos de violencia que en realidad no tienen valor de

ejemplo, se ve uno incluso obligado a multiplicar las violencias, de forma tal, que se

multiplican las rebeliones.

M. P.: Esto es lo que sucedió con las insurrecciones contra el patíbulo.

Foucault: Por el contrario, se cuenta con la mirada que va a exigir pocos gastos.

No hay necesidad de armas, de violencias físicas, de coacciones materiales. Basta

una mirada. Una mirada que vigile, y que cada uno, sintiéndola pesar sobre sí,

termine por interiorizarla hasta el punto de vigilarse a sí mismo; cada uno ejercerá

esta vigilancia sobre y contra sí mismo. ¡Fórmula maravillosa: un poder continuo y de

un coste, en último término, ridículo! Cuando Bentham considera que él lo ha

conseguido, cree que es el huevo de Colón en el orden de la política, una fórmula

exactamente inversa a la del poder monárquico. De hecho, en las técnicas de poder

desarrolladas en la época moderna, la mirada ha tenido una importancia enorme,

pero como ya he dicho, está lejos de ser la única ni siquiera la principal

instrumentación puesta en práctica.

M. P.: Parece que, respecto a esto, Bentham se plantea el problema del poder

en función sobre todo de grupos pequeños. ¿Por qué? ¿Por qué piensa que la parte

es el todo, y que si se logra el éxito a nivel de grupos puede luego extenderse al todo

social? ¿O bien es que el conjunto social, el poder a nivel de todo social es algo que

entonces no se concebía realmente? ¿Por qué?

Page 51: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Foucault: El problema consiste en evitar los obstáculos, las interrupciones; al

igual que ocurría en el Antiguo Régimen, con las barreras que presentaban a las

decisiones de poder los cuerpos constituidos, los privilegios de determinadas

categorías, desde el clero, hasta las corporaciones, pasando por los magistrados. Del

mismo modo que las barreras que, en el Antiguo Régimen presentaban los cuerpos

constituidos, los privilegios de determinadas categorías a las decisiones de poder. La

burguesía comprende perfectamente que una nueva legislación o una nueva

Constitución no son garantía suficiente para mantener su hegemonía. Se da cuenta

de que debe inventar una tecnología nueva que asegure la irrigación de todo el

cuerpo social de los efectos de poder llegando hasta sus más ínfimos resquicios. Y en

esto precisamente la burguesía ha hecho no sólo una revolución política sino que

también ha sabido implantar una hegemonía social que desde entonces conserva.

Esta es la razón por la que todas estas invenciones han sido tan importantes y han

hecho de Bentham uno de los inventores más ejemplares de la tecnología de poder.

J.-P. B.: No obstante, no se sabe a quién beneficia el espacio organizado tal

como Bentham preconiza, si a los que habitan la torre central o a los que vienen a

visitarla. Se tiene la sensación de estar ante un mundo infernal del que no escapa

nadie, ni los que son observados ni los que observan.

Foucault: Esto es sin duda lo que hay de diabólico en esta idea como en todas

las aplicaciones a que ha dado lugar. No existe en ella un poder que radicaría

totalmente en alguien y que ese alguien ejercería él solo y de forma absoluta sobre

los demás; es una máquina en la que todo el mundo está aprisionado, tanto los que

ejercen el poder como aquellos sobre los que el poder se ejerce. Pienso que esto es

lo característico de las sociedades que se instauran en el siglo XIX. El poder ya no se

identifica sustancialmente con un individuo que lo ejercería o lo poseería en virtud de

su nacimiento, se convierte en una maquinaria de la que nadie es titular. Sin duda, en

esta máquina nadie ocupa el mismo puesto, sin duda ciertos puestos son

preponderantes y permiten la producción de efectos de supremacía. De esta forma,

estos puestos pueden asegurar una dominación de clase en la misma medida en que

disocian el poder de la potestad individual.

M. P.: El funcionamiento del panóptico es, desde este punto de vista, un tanto

contradictorio. Está el inspector principal que desde la torre central vigila a los

prisioneros. Pero, al mismo tiempo, vigila a sus subalternos, es decir, al personal;

este inspector central no tiene ninguna confianza en los vigilantes, e incluso se refiere

Page 52: Antología CIENCIAS SOCIALES

52

a ellos de un modo un tanto despectivo pese a que, en principio, están destinados a

serle próximos. ¡Pensamiento, pues, aristocrático!

Pero, al mismo tiempo, quisiera hacer esta observación en lo que se refiere al

personal subalterno: ha constituido un problema para la sociedad industrial. No ha

sido cómodo para los patronos encontrar capataces, ingenieros capaces de dirigir y

de vigilar las fábricas.

Foucault: Es un problema considerable que se plantea en el siglo XVIII. Se

puede constatar claramente en el caso del ejército, cuando fue necesario fabricar

“suboficiales” que tuviesen conocimientos auténticos para organizar eficazmente las

tropas en caso de maniobras tácticas, con frecuencia difíciles, tanto más difíciles

cuanto que el fusil acababa de ser perfeccionado. Los movimientos, los

desplazamientos, las filas, las marchas exigían este personal disciplinario. Más tarde

los talleres vuelven a plantear a su modo el mismo problema; también la escuela con

sus maestros, sus ayudantes, sus vigilantes. La iglesia era entonces uno de los raros

cuerpos sociales en el que existían pequeños cuadros competentes. El religioso, ni

muy alfabetizado ni totalmente ignorante, el cura, el vicario entraron en lid cuando se

necesitó escolarizar a centenas de millares de niños. El Estado no se dotó con

pequeños cuadros similares hasta mucho más tarde. Igual sucedió con los hospitales.

No hace aún mucho que el personal subalterno hospitalario continuaba estando

constituido en su mayoría por religiosas.

M. P.: Estas mismas religiosas han desempeñado un papel considerable en la

aplicación de las mujeres al trabajo: aquí se sitúan los famosos internados del siglo

XIX en los que vivía y trabajaba un personal femenino bajo el control de religiosas

formadas especialmente para ejercer la disciplina de las fábricas.

El Panóptico está lejos de estar exento de estas preocupaciones ya que se

puede constatar la existencia de esta vigilancia del inspector principal sobre el

personal subalterno, y esta vigilancia sobre todos, a través de las ventanas de la

torre, sucesión ininterrumpida de miradas que hace pensar en “cada camarada se

convierte en un vigilante”, hasta el punto de que se tiene la impresión, un poco

vertiginosa, de estar en presencia de una invención que en alguna medida se va de

las manos de su creador. Bentham, en un principio, quiere confiar en un poder único:

el poder central. Pero, leyéndolo uno se pregunta, ¿a quién mete Bentham en la

torre? ¿Al ojo de Dios? Sin embargo Dios está poco presente en su texto; la religión

Page 53: Antología CIENCIAS SOCIALES

53

no desempeña sino un papel de utilidad. Entonces, ¿a quién? En definitiva es preciso

decir que el mismo Bentham no ve muy claro a quien confiar el poder.

Foucault: Bentham no puede confiar en nadie en la medida en que nadie debe

ser lo que era el rey en el antiguo sistema, es decir, la fuente del poder y de la

justicia. La teoría de la monarquía lo suponía. Era preciso confiar en el rey. Por su

propia existencia, querida por Dios, él era la fuente de la justicia, de la ley, del

poder.El poder que radicaba en su persona no podía sino ser bueno; un mal rey

equivalía a un accidente de la historia o a un castigo del soberano absolutamente

perfecto, Dios. Por el contrario, no se puede confiar en nadie cuando el poder está

organizado como una máquina que funciona según engranajes complejos, en la que

lo que es determinante es el puesto de cada uno, no su naturaleza. Si la máquina

fuese tal que alguien estuviese fuera de ella, o que tuviese él solo la responsabilidad

de su gestión, el poder se identificaría a un hombre y estaríamos de nuevo en un

poder de tipo monárquico. En el Panóptico, cada uno, según su puesto, está vigilado

por todos lo demás, o al menos por alguno de ellos; se está en presencia de un

aparato de desconfianza total y circulante porque carece de un punto absoluto. La

perfección de la vigilancia es una suma de insidias.

J.-P. B.: Una maquinaria diabólica, como has dicho, que no perdona a nadie. La

imagen quizá del poder de hoy. Pero, ¿cómo crees que se ha llegado hasta aquí?

¿Por voluntad de quién y con qué objeto?

Foucault: La cuestión del poder se simplifica cuando se plantea únicamente en

términos de legislación o de Constitución; o en términos de Estado o de aparato de

Estado. El poder es sin duda más complicado, o de otro modo, más espeso y difuso

que un conjunto de leyes o un aparato de Estado. No se puede comprender el

desarrollo de las fuerzas productivas propias del capitalismo, ni imaginar su desarrollo

tecnológico, si no se conocen al mismo tiempo los aparatos de poder. En el caso, por

ejemplo, de la división de trabajo en los grandes talleres del siglo XVIII, ¿cómo se

habría llegado a este reparto de tareas si no hubiese existido una nueva distribución

del poder al propio nivel del remodelamiento de las fuerzas productivas? Lo mismo

sucede con el ejército moderno: no basta con que exista otro tipo de armamento, ni

otra forma de reclutamiento, fue necesario que se produjera a la vez esta nueva

distribución de poder que se llama disciplina, con sus jerarquías, sus cuadros, sus

inspecciones, sus ejercicios, sus condicionamientos y domes-ticaciones. Sin esto, el

ejército tal como ha funcionado desde el siglo XVIII no hubiera sido posible.

Page 54: Antología CIENCIAS SOCIALES

54

J.-P. B.: De todos modos, ¿existe alguien o algunos que impulsan el todo?

Foucault: Se impone una distinción. Está claro que en un dispositivo como el

ejército, el taller o cualquier tipo de institución, la red del poder adopta una forma

piramidal. Existe pues una cúspide. Sin embargo incluso en un caso así de simple,

esta “cúspide” no es la “fuente” o el “principio” de donde se derivaría todo el poder

como de un centro luminoso (esta es la imagen según la cual se representa a la

monarquía). La cúspide y los elementos inferiores de la jerarquía están en una

relación de sostén y de condicionamiento recíprocos; se “sostienen” (el poder como

“chantaje” mutuo e indefinido). Pero si lo que me preguntas es si esta nueva

tecnología de poder tiene históricamente su origen en un individuo o en un grupo de

individuos determinados, que habrían decidido aplicarla para servir sus propios

intereses y utilizar así, en su beneficio, el cuerpo social, te responderé: no. Estas

tácticas han sido inventadas, organizadas, a partir de condiciones locales y de

urgencias concretas. Se han perfilado palmo a palmo antes de que una estrategia de

clase las solidifique en amplios conjuntos coherentes. Hay que señalar además que

estos conjuntos no consisten en una homoge-neización sino más bien en un juego

complejo de apoyos que adoptan los diferentes mecanismos de poder unos sobre

otros permaneciendo sin embargo en su especificidad. Así, actualmente, la

interrelación entre medicina, psiquiatría, psicoanálisis, escuela, justicia, familia, en lo

que se refiere a los niños, no homogeneiza estas distintas instancias sino que

establece entre ellas conexiones, reenvíos, complementariedades, delimitaciones, lo

que supone que cada una conserva hasta cierto punto las modalidades que le son

propias.

M. P.: Ud. rechaza la idea de un poder que sería una super-estructura, pero no

la idea de un poder que es, en cierto modo, consustancial al desarrollo de las fuerzas

productivas, que forma parte de él.

Foucault: Por supuesto. Y el poder se transforma continuamente con estas

fuerzas. El Panóptico era una utopía-programa. Pero ya en la época de Bentham el

tema de un poder espacializante, vigilante, inmovilizante, en una palabra,

disciplinario, estaba desbordado por mecanismos mucho más sutiles que permitían la

regulación de los fenómenos de población, el control de sus oscilaciones, la

compensación de sus irregularidades. Bentham es “arcaizante” por la importancia que

da a la mirada, es muy actual por la importancia que concede a las técnicas de poder

en general.

Page 55: Antología CIENCIAS SOCIALES

55

M. P.: No existe un Estado global, existen micro-sociedades, microcosmos que

se instauran.

J.-P. B.: ¿Es preciso entonces, frente al despliegue del panóptico, poner en

cuestión la sociedad industrial? ¿O conviene hacer responsable a la sociedad

capitalista?

Foucault: ¿Sociedad industrial o sociedad capitalista? No sabría responder si no

es diciendo que estas formas de poder se encuentran también en las sociedades

socialistas: la transferencia ha sido inmediata. Pero, sobre este punto, preferiría que

intervenga la historiadora.

M. P.: Es cierto que la acumulación de capital surge por una tecnología industrial

y por la puesta en marcha de todo un aparato de poder. Pero no es menos cierto que

un proceso semejante aparece de nuevo en la sociedad socialista soviética. El

estalinismo, en cierto modo, corresponde también a un período de acumulación de

capital y de instauración de un poder fuerte.

J.-P. B.: De nuevo encontramos, como de pasada, la noción de beneficio; en

este sentido, la máquina inhumana de Bentham se muestra como algo muy valioso, al

menos para algunos.

Foucault: ¡Evidentemente! Habría que tener el optimismo un poco ingenuo de

los “dandys” del siglo XIX para imaginarse que la burguesía es tonta. Por el contrario,

conviene tener en cuenta sus golpes de genio. Y, entre ellos justamente, está el

hecho de que ha sido capaz de construir máquinas de poder que posibilitan circuitos

de beneficios los cuales, a su vez, refuerzan y modifican los dispositivos de poder, y

esto de forma dinámica y circular. El poder feudal, funcionando por deducciones y

gasto, se minaba a sí mismo. El de la burguesía se mantiene no por la conservación

sino mediante transformaciones sucesivas. De aquí se deriva que la posibilidad de su

caída y de la Revolución formen parte de su historia prácticamente desde sus

comienzos.

M. P.: Se puede señalar que Bentham concede una enorme importancia al

trabajo, al que se refiere una y otra vez.

Foucault: Ello responde al hecho de que las técnicas de poder se han inventado

para responder a las exigencias de la producción. Me refiero a la producción en un

sentido amplio (puede tratarse de “producir” una destrucción, como en el caso del

ejército).

Page 56: Antología CIENCIAS SOCIALES

56

J.-P. B.: Cuando, dicho sea de paso, empleas el término “trabajo” en tus libros,

raramente lo haces en relación al trabajo productivo.

Foucault: Porque se da el caso de que me he ocupado de gentes que estaban

situadas fuera de los circuitos del trabajo productivo: los locos, los enfermos, los

prisioneros, y actualmente los niños. El trabajo para ellos, tal como deben realizarlo,

tiene un valor predominante disciplinario.

J.-P.B.: El trabajo como forma de domesticación. ¿No se da siempre?

Foucault: Por supuesto. Siempre se ha hablado de la triple función del trabajo:

función productiva, función simbólica y función de domesticación o disciplinaria. La

función productiva es sensiblemente igual a cero para las categorías de las que me

ocupo, mientras que las funciones simbólica y disciplinaria son muy importantes.

Pero, lo más frecuente, es que coexisten los tres componentes.

M.P.: Bentham, en todo caso, me parece muy seguro de sí, muy confiado en el

poder penetrante de la mirada. Se tiene incluso la sensación de que no calibra muy

bien el grado de opacidad y de resistencia del material que ha de corregir, que ha de

integrar en la sociedad -los famosos prisioneros-. Además, ¿no es el panóptico de

Bentham, en cierto modo, la ilusión del poder?

Foucault: Es la ilusión de casi todos los reformadores del siglo XVIII que han

concedido a la opinión un poder considerable. Puesto que la opinión necesariamente

era buena por ser la conciencia inmediata de cuerpo social entero, los reformadores

creyeron que las gentes se harían virtuosas por el hecho de ser observadas. La

opinión era para ellos como la reactualización espontánea del contrato. Desconocían

las condiciones reales de la opinión, los “media”, una materialidad que está

aprisionada en los mecanismos de la economía y del poder bajo la forma de la

prensa, de la edición, y más tarde del cine y de la televisión.

M. P.: Cuando dices que han desconocido los “media”, quieres decir que no se

han dado cuenta de que les haría falta utilizarlos.

Foucault: Y que esos media estarían necesariamente dirigidos por intereses

económicos-políticos. No percibieron los componentes materiales y económicos de la

opinión. Creyeron que la opinión sería justa por naturaleza, que se extendería por sí

misma, y que sería una especie de vigilancia democrática. En el fondo, es el

periodismo -innovación capital del siglo XIX- el que ha puesto de manifiesto el

carácter utópico de toda esta política de la mirada.

Page 57: Antología CIENCIAS SOCIALES

57

M. P.: En general los pensadores desconocen las dificultades que van a

encontrar para hacer “prender” su sistema. Ignoran que siempre habrá escapatorias y

que las resistencias jugarán su papel. En el terreno de las cárceles, los detenidos no

han sido gente pasiva; es Bentham quien nos hace pensar lo contrario. El discurso

penitenciario se despliega como si no existiese nadie frente a él, como si no existiese

más que una “Tábula rasa”, gente que hay que reformar para arrojar luego al circuito

de la producción. En realidad hay un material -los detenidos- que resiste de un modo

formidable. Lo mismo se podría decir del taylorismo, sistema que constituye una

extraordinaria invención de un ingeniero que quiere luchar contra la gandulería, contra

todo lo que hace más lento el ritmo de producción. Pero en última instancia, se puede

uno preguntar:¿ha funcionado realmente alguna vez el taylorismo?

Foucault: En efecto, otro de los elementos que sitúa también a Bentham en lo

irreal es la resistencia efectiva de las gentes. Cosas que Vd., Michelle Perrot, ha

estudiado. ¿Cómo se ha opuesto la gente en los talleres, en las ciudades, al sistema

de vigilancia, de pesquisas continuas? ¿Tenían conciencia del carácter coactivo, de

sometimiento insoportable de esta vigilancia? ¿O lo aceptaban como algo natural? En

suma, ¿han existido insurrecciones contra la mirada?

M. P.: Sí, han existido insurrecciones contra la mirada. La repugnancia de los

trabajadores a habitar las ciudades obreras es un hecho patente. Las ciudades

obreras, durante mucho tiempo, han sido un fracaso. Lo mismo sucede con la

distribución del tiempo tan presente en el Panóptico. La fábrica y sus horarios han

suscitado durante largo tiempo una resistencia pasiva que se traducía en el hecho de

que, simplemente, no se iba. Es la prodigiosa historia del San Lunes en el siglo XIX,

día que los obreros habían inventado para “tomar aire” cada semana. Han existido

múltiples formas de resistencia al sistema industrial obligando a los patrones a dar

marcha atrás en el primer momento. Otro ejemplo: los sistemas de micro-poderes no

se han instaurado de forma inmediata. Este tipo de vigilancia y de encuadramiento se

ha desarrollado, en un primer tiempo, en los sectores mecanizados que contaban

mayoritariamente con mujeres o niños, es decir, con personas habituadas a

obedecer: la mujer a su marido, el niño a su familia. Pero en los sectores digamos

viriles, como la metalurgia, se observa una situación muy distinta. La patronal no llega

a implantar inmediatamente su sistema de vigilancia, y debe, durante la primera mitad

del siglo XIX, delegar sus poderes. Establece un contrato con el equipo de obreros a

través de su jefe que es generalmente el obrero más anciano o más cualificado. Se

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58

ejerce un verdadero contra-poder por parte de los obreros profesionales, contra-poder

que comporta algunas veces dos facetas:una contra la patronal en defensa de la

comunidad obrera, la otra, a veces, contra los mismos obreros ya que el jefecillo

oprime a sus aprendices o a sus camaradas. En realidad, estas formas de contra-

poder obrero existieron hasta el momento en que la patronal supo mecanizar las

funciones que se le escapaban, pudiendo abolir así el poder del obrero profesional.

Existen numerosos ejemplos: en el caso de los laminadores, el jefe de taller tuvo los

medios para resistir al patrón hasta el momento en que entraron en escena máquinas

casi automáticas. El golpe de ojo del laminador -de nuevo aquí la mirada- que

juzgaba si la materia estaba a punto será sustituido por el control térmico; basta la

lectura de un termómetro.

Foucault: Sabido esto, hay que analizar el conjunto de las resistencias al

panóptico en términos de táctica y de estrategia, pensando que cada ofensiva que se

produce en un lado sirve de apoyo a una contra-ofensiva del otro. El análisis de los

mecanismos de poder no tiene como finalidad mostrar que el poder es anónimo y a la

vez victorioso siempre. Se trata, por el contrario, de señalar las posiciones y los

modos de acción de cada uno, las posibilidades de resistencia y de contra-ataque de

unos y otros.

J.-P. B.: Batallas, acciones, reacciones, ofensivas y contraofensivas, hablas

como un estratega. Las resistencias al poder, ¿tendrían características esencialmente

físicas? ¿Qué pasa con el contenido de las luchas y las aspiraciones que se

manifiestan en ellas?

Foucault: En efecto, esa es una cuestión teórica y de método importante. Me

sorprende una cosa: se utiliza mucho, en determinados discursos políticos el

vocabulario de las relaciones de fuerza; el término “lucha” es uno de los que aparecen

con más frecuencia. Ahora bien, me parece que se duda a la hora de sacar

consecuencias, e incluso, a la de plantear el problema que subyace a este

vocabulario. Quiero decir: ¿Hay que analizar estas “luchas” en tanto que peripecias

de una guerra? ¿Hay que descifrarlas a partir de un código que sería el de la

estrategia y de la táctica? ¿La relación de fuerzas en el orden de la política es una

relación de guerra? Personalmente no me siento de momento preparado para

responder sí o no de una forma definitiva. Pienso solamente que la pura y simple

afirmación de una “lucha” no puede servir de explicación primera y última en los

análisis de las relaciones de poder. Este tema de la lucha no es operativo más que si

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59

se establece concretamente, y respecto a cada caso: quién está en la lucha, en qué

lugar, con qué instrumentos y con qué racionalidad. En otros términos, si se toma en

serio la afirmación de que la lucha está en el corazón de las relaciones de poder, hay

que tener presente que la brava y vieja “lógica” de la contradicción no basta, ni con

mucho, para desembrollar los procesos reales.

M. P.: Dicho de otro modo, y para volver al panóptico, Bentham no proyecta sólo

una sociedad utópica, describe también una sociedad existente.

Foucault: Describe en la utopía un sistema general de mecanismos concretos

que existen realmente.

M. P.: Y, para los prisioneros, ¿tiene sentido tomar la torre central?

Foucault: Sí, con la condición de que éste no sea el sentido final de la

operación. Los prisioneros haciendo funcionar el panóptico y asentándose en la torre,

¿cree Ud. que entonces sería mucho mejor que con los vigilantes?

NOTAS

(1) Michel Foucault describe así El Panóptico y a Jeremías Bentham en su obra Vigilar y

castigar. Siglo XXI, México, 1976.

(2) John Howard publica los resultados de su encuesta en su libro: The State of the

Prisions in England and Wales, with Preliminary Observations and an Account of

some Foreign Prisions and Hospitals (1777).

Fragmento de La Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Freud y Lacan

Louis Althusser

Acerca de la reproducción de las condiciones de producción 1

En análisis anteriores nos hemos referido circunstancialmente a la necesidad de

renovar los medios de producción para que la producción sea posible. Hoy

centraremos nuestra exposición en este punto.

Decía Marx que aun un niño sabe que una formación social que no reproduzca

las condiciones de producción al mismo tiempo que produce, no sobrevivirá siquiera

Page 60: Antología CIENCIAS SOCIALES

60

un año. Por lo tanto, la condición final de la producción es la reproducción de las

condiciones de producción. Puede ser “simple” (y se limita entonces a reproducir las

anteriores condiciones de producción) o “ampliada” (en cuyo caso las extiende).

Dejaremos esta última distinción a un lado.

¿Qué es pues la reproducción de las condiciones de producción ?

Nos internamos aquí en un campo muy familiar (desde el tomo II de El Capital )

pero, a la vez, singularmente ignorado. Las tenaces evidencias (evidencias

ideológicas de tipo empirista) ofrecidas por el punto de vista de la mera producción e

incluso de la simple práctica productiva (abstracta ella misma con respecto al proceso

de producción) se incorporan de tal modo a nuestra conciencia cotidiana que es

sumamente difícil, por no decir casi imposible, elevarse hasta el punto de vista de la

reproducción. Sin embargo, cuando no se adopta tal punto de vista todo resulta

abstracto y deformado (más que parcial), aun en el nivel de la producción y, con

mayor razón todavía, en el de la simple práctica.

Intentaremos examinar las cosas metódicamente.

Para simplificar nuestra exposición, y considerando que toda formación social

depende de un modo de producción dominante, podemos decir que el proceso de

producción emplea las fuerzas productivas existentes en y bajo relaciones de

producción definidas.

De donde resulta que, para existir, toda formación social, al mismo tiempo que

produce y para poder producir, debe reproducir las condiciones de su producción.

Debe, pues, reproducir:

1) las fuerzas productivas

2) las relaciones de producción existentes.

Reproducción de los medios de producción

Desde que Marx lo demostró en el tomo II de El Capital, todo el mundo

reconoce (incluso los economistas burgueses que trabajaban en la contabilidad

Page 61: Antología CIENCIAS SOCIALES

61

nacional, o los modernos teóricos “macroeconomistas”) que no hay producción

posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la

producción: la reproducción de los medios de producción.

Cualquier economista (que en esto no se diferencia de cualquier capitalista)

sabe que todos los años es necesario prever la reposición de lo que se agota o gasta

en la producción: materia prima, instalaciones fijas (edificios), instrumentos de

producción(máquinas), etc. Decimos: un economista cualquiera = un capitalista

cualquiera, en cuanto ambos expresan el punto de vista de la empresa y se contentan

con comentar lisa y llanamente los términos de la práctica contable de la empresa.

Pero sabemos, gracias al genio de Quesnay —que fue el primero que planteó

ese problema que “salta a la vista”— y al genio de Marx —que lo resolvió—, que la

reproducción de las condiciones materiales de la producción no puede ser pensada a

nivel de la empresa pues no es allí donde se da en sus condiciones reales. Lo que

sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da la idea de la necesidad de

la reproducción, pero que no permite en absoluto pensar las condiciones y los

mecanismos de la misma.

Basta reflexionar un solo instante para convencerse: el señor X, capitalista, que

produce telas de lana en su hilandería, debe “reproducir” su materia prima, sus

máquinas, etc. Pero quien las produce para su producción no es él sino otros

capitalistas: el señor Y, un gran criador de ovejas de Australia; el señor Z, gran

industrial metalúrgico, productor de máquinas-herramienta, etc., etc., quienes, para

producir esos productos que condicionan la reproducción de las condiciones de

producción del señor X, deben a su vez reproducir las condiciones de su propia

producción, y así hasta el infinito: todo ello en tales proporciones que en el mercado

nacional (cuando no en el mercado mundial) la demanda de medios de producción

(para la reproducción) pueda ser satisfecha por la oferta.

Para pensar este mecanismo que desemboca en una especia de “hilo sin fin” es

necesario seguir la trayectoria “global” de Marx, y estudiar especialmente en los

tomos II y III de El Capital, las relaciones de circulación de capital entre el Sector I

Page 62: Antología CIENCIAS SOCIALES

62

(producción de los medios de producción) y el Sector II (producción de los medios de

consumo), y la realización de la plusvalía.

No entraremos a analizar esta cuestión, pues nos basta con haber mencionado

que existe la necesidad de reproducir las condiciones materiales de la producción.

Reproducción de la fuerza de trabajo

No obstante, no habrá dejado de asombrarle al lector que nos hayamos referido

a la reproducción de los medios de producción, pero no a la reproducción de las

fuerzas productivas. Hemos omitido, pues,la reproducción de aquello que distingue

las fuerzas productivas de los medios de producción, o sea la reproducción de la

fuerza de trabajo.

Si bien la observación de lo que sucede en la empresa, especialmente el

examen de la práctica financiera contable de las previsiones de amortización-

inversión, podía darnos una idea aproximada de la existencia del proceso material de

la reproducción, entramos ahora en un terreno en el cual la observación de lo que

pasa en la empresa es casi enteramente ineficaz, y esto por una sencilla razón: la

reproducción de la fuerza de trabajo se opera, en lo esencial, fuera de la empresa.

¿Cómo se asegura la reproducción de la fuerza de trabajo? Dándole a la fuerza

de trabajo el medio material para que se reproduzca: el salario. El salario figura en la

contabilidad de la empresa, pero no como condición de la reproducción material de la

fuerza de trabajo, sino como “capital mano de obra”.3

Sin embargo es así como “actúa”, ya que el salario representa solamente la

parte del valor producido por el gasto de la fuerza de trabajo, indispensable para su

reproducción; aclaremos, indispensable para reconstituir la fuerza de trabajo del

asalariado (para vivienda vestimenta y alimentación, en suma, para que esté en

condiciones de volver a presentarse a la mañana siguiente —y todas las santas

mañanas— a la entrada de la empresa—; y agreguemos: indispensable para criar y

Page 63: Antología CIENCIAS SOCIALES

63

educar a los niños en que el proletario se reproduce (en X unidades: pudiendo ser X

igual a 0, 1, 2, etc.) como fuerza de trabajo.

Recordemos que el valor (el salario) necesario para la reproducción de la fuerza

de trabajo no está determinado solamente por las necesidades de un S.M.I.G.*

“biológico”, sino también por las necesidades de un mínimo histórico (Marx seña laba:

los obreros ingleses necesitan cerveza y los proletarios franceses, vino) y, por lo

tanto, históricamente variable.

Señalemos también que este mínimo es doblemente histórico, en cuanto no está

definido por las necesidades históricas de la clase obrera que la clase capitalista

“reconoce” sino por las necesidades históricas impuestas por la lucha de clase

proletaria (lucha de clase doble: contra el aumento de la jornada de trabajo y contra la

disminución de los salarios).

Empero, no basta con asegurar a la fuerza de trabajo las condiciones materiales

de su reproducción para que se reproduzca como tal. Dijimos que la fuerza de trabajo

disponible debe ser “competente”, es decir apta para ser utilizada en el complejo

sistema del proceso de producción. El desarrollo de las fuerzas productivas y el tipo

de unidad históricamente constitutivo de esas fuerzas productivas en un momento

dado determinan que la fuerza de trabajo debe ser (diversamente) calificada y por lo

tanto reproducida como tal. Diversamente, o sea según las exigencias de la división

social-técnica del trabajo, en sus distintos “puestos” y “empleos”.

Ahora bien, ¿cómo se asegura esta reproducción de la calificación (diversificada)

de la fuerza de trabajo en el régimen capitalista? Contrariamente a lo que sucedía en

las formaciones sociales esclavistas y serviles, esta reproducción de la calificación de

la fuerza de trabajo tiende (se trata de una ley tendencial) a asegurarse no ya “en el

lugar de trabajo” (aprendizaje en la producción misma), sino, cada vez más, fuera de

la producción, por medio del sistema educativo capitalista y de otras instancias e

instituciones.

Page 64: Antología CIENCIAS SOCIALES

64

¿Qué se aprende en la escuela? Es posible llegar hasta un punto más o menos

avanzado de los estudios, pero de todas maneras se aprende a leer, escribir y contar,

o sea algunas técnicas, y también otras cosas, incluso elementos (que pueden ser

rudimentarios o por el contrario profundizados) de “cultura científica” o “literaria”

utilizables directamente en los distintos puestos de la producción (una instrucción

para los obreros, una para los técnicos, una tercera para los ingenieros, otra para los

cuadros superiores, etc.). Se aprenden “habilidades” (savoir-faire).

Pero al mismo tiempo, y junto con esas técnicas y conocimientos, en la escuela

se aprenden las “reglas” del buen uso, es decir de las conveniencias que debe

observar todo agente de la división del trabajo, según el puesto que está “destinado”

a ocupar: reglas de moral y de conciencia cívica y profesional, lo que significa en

realidad reglas del respeto a la división social-técnica del trabajo y, en definitiva,

reglas del orden establecido por la dominación de clase. Se aprende también a

“hablar bien el idioma”, a “redactar” bien, lo que de hecho significa (para los futuros

capitalistas y sus servidores) saber “dar órdenes”, es decir (solución ideal), “saber

dirigirse” a los obreros, etcétera.

Enunciando este hecho en un lenguaje más científico, diremos que la

reproducción de la fuerza de trabajo no sólo exige una reproducción de su calificación

sino, al mismo tiempo, la reproducción de su sumisión a las reglas del orden

establecido, es decir una reproducción de su sumisión a la ideología dominante por

parte de los agentes de la explotación y la represión, a fin de que aseguren también

“por la palabra” el predominio de la clase dominante.

En otros términos, la escuela (y también otras instituciones del Estado, como la

Iglesia, y otros aparatos como el Ejército) enseña las “habilidades” bajo formas que

aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su “práctica”.

todos los agentes de la producción, la explotación y la represión, sin hablar de los

“profesionales de la ideología” (Marx) deben estar “compenetrados” en tal o cual

carácter con esta ideología para cumplir “concienzudamente” con sus tareas, sea de

explotados (los proletarios), de explotadores (los capitalistas), de auxiliares de la

Page 65: Antología CIENCIAS SOCIALES

65

explotación (los cuadros), de grandes sacerdotes de la ideología dominante (sus

“funcionarios”), etcétera.

La condición sine qua non de la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo

radica en la reproducción de su “calificación” sino también en la reproducción de su

“calificación” sino también en la reproducción de su sometimiento a la ideología

dominante, o de la “práctica” de esta ideología, debiéndose especificar que no basta

decir: “no solamente sino también”, pues la reproducción de la calificación de la

fuerza de trabajo se asegura en y bajo las formas de sometimiento ideológico, con lo

que reconocemos la presencia eficaz de una nueva realidad: la ideología.

Haremos aquí dos observaciones.

La primera servirá para completar nuestro análisis de la reproducción. Acabamos

de estudiar rápidamente las formas de la reproducción de las fuerzas productivas, es

decir de los medios de producción por un lado y de la fuerza de trabajo por el otro.

Pero no hemos abordado aún la cuestión de la reproducción de las relaciones de

producción. Es éste un problema crucial de la teoría marxista del modo de

producción. Si lo pasáramos por alto cometeríamos una omisión teórica y peor aún,

una grave falta política.

Hablaremos pues de tal cuestión, aunque para poder hacerlo debamos realizar

nuevamente un gran desvío. Y como segunda advertencia señalaremos que para

hacer ese desvío nos vemos obligados a replantear un viejo problema: ¿qué es una

sociedad?

Infraestructura y superestructura

Ya hemos tenido ocasión 4 de insistir sobre el carácter revolucionario de la

concepción marxista de “totalidad social” en lo que la distingue de la “totalidad”

hegeliana. Hemos dicho (y esta tesis sólo repetía célebres proposiciones del

materialismo histórico) que según Marx la estructura de toda sociedad está

Page 66: Antología CIENCIAS SOCIALES

66

constituida por “niveles” o “instancias” articuladas por una determinación específica: la

infraestructura o base económica (“unidad” de fuerzas productivas y relaciones de

producción), y la superestructura, que comprende dos “niveles” o “instancias”: la

jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las distintas ideologías,

religiosa, moral, jurídica, política, etcétera).

Además de su interés teórico-pedagógico (consistente en hacer notar la

diferencia que separa a Marx de Hegel), esta representación ofrece una fundamental

ventaja teórica: permite inscribir en el dispositivo teórico de sus conceptos esenciales

lo que nosotros hemos llamado su índice de eficacia respectivo. ¿Qué quiere decir

esto?

Cualquiera puede convencerse fácilmente de que representar la estructura de

toda sociedad como un edificio compuesto por una base (infraestructura) sobre la que

se levantan los dos “pisos” de la superestructura constituye una metáfora, más

exactamente una metáfora espacial: la de una tópica. 5 Como toda metáfora, ésta

sugiere, hace ver alguna cosa. ¿Qué cosa? Que los pisos superiores no podrían

“sostenerse” (en el aire) por sí solos si no se apoyaran precisamente sobre su base.

La metáfora del edificio tiene pues por objeto representar ante todo la

“determinación en última instancia” por medio de la base económica. Esta metáfora

espacial tiene así por resultado afectar a la base con un índice de eficacia conocido

por la célebre expresión: determinación en última instancia de lo que ocurre en los

“pisos” (de la superestructura) por lo que ocurra en la base económica.

A partir de este índice de eficacia “en última instancia”, los “pisos” de la

superestructura se hallan evidentemente afectados por diferentes índices de eficacia.

¿Qué clase de índices?

Se puede decir que los pisos de la superestructura no son determinantes en

última instancia sino que son determinados por la eficacia básica; que si son

determinantes a su manera (no definida aún), lo son en tanto están determinados por

la base.

Page 67: Antología CIENCIAS SOCIALES

67

Su índice de eficacia (o de determinación), en tanto ésta se halla determinada

por la determinación en última instancia de la base, es pensado en la tradición

marxista bajo dos formas: 1) existe una “autonomía relativa” de la superestructura con

respecto a la base; 2) existe una “reacción” de la superestructura sobre la base.

Podemos decir entonces que la gran ventaja teórica de la tópica marxista, y por

lo tanto de la metáfora espacial del edificio (base y superestructura), consiste a la vez

en hacer ver que las cuestiones de determinación (o índice de eficacia) son

fundamentales, y en hacer ver que es la base lo que determina en última instancia

todo el edificio; por lógica consecuencia, obliga a plantear el problema teórico del tipo

de eficacia “derivada” propio de la superestructura, es decir, obliga a pensar en lo que

la tradición marxista designa con los términos conjuntos de autonomía relativa de la

superestructura y reacción de la superestructura sobre la base.

El mayor inconveniente de esta representación de la estructura de toda sociedad

con la metáfora espacial del edificio radica evidentemente en ser metafórica: es decir,

en permanecer en el plano de lo descriptivo.

Fragmento de La Sociología de Pierre Bourdieu

Gilberto Giménez

Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

2. LA TEORÍA DEL HABITUS SEGÚN BOURDIEU

La obra de Bourdieu constituye, como queda dicho, una variedad particular

dentro de la corriente constructivista en las ciencias sociales, variedad bautizada por

él mismo como “constructivismo estructuralista”. El autor nos advierte que la

referencia al estructuralismo adquiere aquí un sentido muy diferente al de la tradición

saussuriana o levi-straussiana:

“Por estructuralismo o estructuralista entiendo la afirmación de que existen - en

el mundo social mismo, y no sólo en los sistemas simbólicos como el lenguaje, el

mito, etc. - estructuras objetivas independientes de la conciencia y de la voluntad de

los agentes y capaces de orientar o de restringir sus prácticas y sus

representaciones” (Bourdieu, 1987a: 147).

Page 68: Antología CIENCIAS SOCIALES

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En cuanto al constructivismo, Bourdieu lo entiende así:

“Entiendo por constructivismo la afirmación de que existe una génesis social de

los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción que son constitutivos de lo

que llamo habitus, por una parte; y por otra de las estructuras sociales,

particularmente de lo que llamo campos o grupos, así como también de lo que

ordinariamente suelen llamarse clases sociales” (ibid.).

Lo que Bourdieu nos ofrece bajo el rótulo de “constructivismo estructuralista” es

una economía general de las prácticas centrada en las nociones de capital, interés,

inversión y estrategia, y una antropología global (en el sentido kantiano del término)

que se propone aprehender la acción social en su integralidad, superando las

dicotomías clásicas que minan por dentro a las ciencias sociales.

1 En este punto se retoma el conocido texto de Marx en El 18 brumario de Luis

Bonaparte: “Los hombres hacen su propia historia, pero no arbitrariamente y en

condiciones elegidas por ellos 4 mismos, sino en condiciones directamente dadas y

heredadas del pasado”.

Quizás la mejor manera de adentrarse en este complejo paradigma sea partir del

concepto mismo de habitus, que además de ser un concepto mediador ocupa un

“lugar geométrico” dentro del sistema conceptual bourdieusiano, y ha sido construido

precisamente para escapar del “círculo mágico” en que nos encierran las antinomias

clásicas: determinismo / libertad; mecanicismo / finalismo; realismo / nominalismo;

condicionamiento / creatividad; conciencia / inconsciencia; individuo / sociedad.

En la sociología de Bourdieu, el habitus constituye la respuesta esencial a una

serie de cuestiones que tiene que plantearse toda teoría sociológica (Mary, 1992: 19 y

ss.):

- ¿Cuál es el principio que rige la lógica de las prácticas sociales?

- ¿Qué es lo que explica la unidad, la regularidad y la homogeneidad de los

grupos sociales?

- ¿Cómo se reproducen las formas de la existencia colectiva en las diversas

formaciones sociales?

Bourdieu condensa su respuesta en el siguiente texto:

“El habitus como sistema de disposiciones en vista de la práctica, constituye el

fundamento objetivo de conductas regulares y, por lo mismo, de la regularidad de las

conductas. Y podemos prever las prácticas [...] precisamente porque el habitus es

Page 69: Antología CIENCIAS SOCIALES

69

aquello que hace que los agentes dotados del mismo se comporten de cierta manera

en ciertas circunstancias” (Bourdieu, 1987b: 40).

Por lo tanto, este concepto le permite a Bourdieu postular como principio

generador de las prácticas una intencionalidad sin intención, una regularidad sin

sumisión consciente a una regla, una racionalidad sin cálculo y una causalidad no

mecanicista. Es decir, se trata de descartar, no sólo la explicación mecanicista por la

determinación de estructuras inconscientes u objetivas, sino también el modelo

consensual de la sumisión a reglas, normas y valores que se impondrían desde el

exterior, o, a la inversa, el principio de agregación de decisiones individuales y

racionales postulado por el individualismo metodológico.

2.1.- Filiación histórica del habitus

Bourdieu no presenta su concepto de habitus como un paradigma nuevo, sino

como la explicitación de una idea que siempre estuvo presente en la tradición

filosófica y sociológica, y en cuanto tal “predispuesta” a superar y a la vez conservar

los paradigmas precedentes, incluyendo sus versiones contemporáneas. Más

precisamente, el concepto aparece asociado a una tradición de pensamiento que

puede calificarse como “dialéctica” por su oposición a toda lógica excluyente del tipo

“o bien esto, o bien aquello”. Se trata de la “lógica diluida” de Bachelard, quien se

negaba a inscribir los conceptos científicos en un solo punto de vista, apelando más

bien a una “complementariedad de perspectivas” o a una “síntesis plural”.

Por lo que toca a su filiación histórica, el habitus se remonta a la hexis de

Aristóteles, entendida como una disposición moral generadora de actos. La

escolástica retoma esta misma noción para aplicarla, a través de Santo Tomás, a las

“virtudes” en el sentido de la teología moral católica. Hegel, a su vez, la reasume bajo

el término de “Sittlichkeit”, entendiendo por tal el conjunto de disposiciones

permanentes constitutivas de la “moral realizada”, esto es, de la moralidad objetiva.

Más cerca de nosotros, es evidente que las nociones claves de la segunda filosofía

de Wittgenstein - juego, regla, hábito, aprendizaje - constituyen un aporte masivo a la

comprensión del juego social, y por lo mismo pueden ser comparadas fácilmente con

los significados asociados por Bourdieu precisamente al concepto de habitus: sentido

práctico, sentido del juego, etc. (Taylor, 1995: 554).

En cuanto al uso sociológico del término, éste comienza con Durkheim, quien

insiste sobre su carácter general y duradero, por lo que le asigna un anclaje

Page 70: Antología CIENCIAS SOCIALES

70

institucional: los colegios de los jesuitas y la universidad medioeval. En efecto, para

Durkheim toda educación, en tanto que proceso de socialización, “consiste en un

esfuerzo continuo por imponer al niño maneras de ver, de sentir y de actuar a las

cuales no hubieran podido tener acceso espontáneamente” (Durkheim, 1969: 36-37).

A partir de aquí era inevitable la asociación del habitus con el ethos weberiano, que

en los análisis del “ethos protestante” y del “ethos burgués” aparece como un

conjunto de creencias morales generadoras de prácticas. Así entendido, el ethos

weberiano se distingue de la ética y de la doctrina moral definidas como sistema

conceptual de normas, reglas y preceptos.

Dentro de la escuela francesa de sociología, M.Mauss recuperará la dimensión

corporal de la hexis aristotélica, introduciendo una antropología de las “técnicas

corporales” que no disocia las actitudes corporales de su valor simbólico ni de su

función de distinción cultural. Las “técnicas corporales” conformarían, según la

expresión de Mauss, una “idiosincracia social”, es decir, un conjunto de disposiciones

corporales marcadas por la educación recibida.

En fin, el precedente inmediato del habitus de Bourdieu se encuentra en la obra

de E. Panofsky (1967), quien recupera de la escolástica la noción de “hábito mental”

como principio organizador de las formas de expresión y de las creaciones de la

cultura escolástica (desde las catedrales góticas hasta las “Summas teológicas”).

2.2.- El habitus como ”disposición” y “esquema”

En sus primeras definiciones (elaboradas a partir del análisis de las prácticas

rituales de la sociedad kabil), Bourdieu recurre a dos términos claves para definir el

habitus: el de “disposición” y el de “esquema”.

El primer término es una herencia de de la filosofía moral:

“El término disposición parece particularmente apropiado para expresar todo lo

que recubre el concepto de habitus (definido como sistema de disposiciones): en

efecto, expresa ante todo el resultado de una acción organizadora que reviste, por lo

mismo, un sentido muy próximo al de términos como estructura; además designa una

manera de ser, una propensión o una inclinación” (Bourdieu, 1972: 247, nota 28).

El término esquema, más recientemente asociado con la noción de

“competencia” de la gramática generativa de Chomsky, tiene una connotación más

cognotivista y deriva directamente del “esquema” o “sistema simbólico” de Lévi -

Strauss. En efecto, desde sus primeras definiciones Bourdieu caracteriza al habitus

Page 71: Antología CIENCIAS SOCIALES

71

como un “sistema de esquemas interiorizados que permiten engendrar todos los

pensamientos, percepciones y acciones característicos de una cultura, y sólo a éstos”

(in Panofky, 1967: 152).

Así entendido, el habitus tiene un carácter multidimensional: es a la vez eidos

(sistema de esquemas lógicos o estructuras cognitivas), ethos (disposiciones

morales), hexis (registro de posturas y gestos) y aisthesis (gusto, disposición

estética). Esto quiere decir que el concepto engloba de modo indiferenciado tanto el

plano cognoscitivo, como el axiológico y el práctico, con lo cual se está cuestionando

las distinciones filosóficas intelectualistas entre categorías lógicas y valores éticos,

por un lado, y entre cuerpo e intelecto por otro. O lo que es lo mismo: se está

superando las distinciones de la psicología tradicional entre lo intelectual, lo afectivo y

lo corporal.

En cuanto esquema, el habitus es sistemático (lo que explicaría la relativa

concordancia entre nuestras diferentes prácticas) y transponible, es decir, puede

transponerse de un ámbito de la práctica a otro, de un campo a otro (lo que nos

permitiría presentir, en cierta manera, cómo va a actuar un agente en una situación

determinada, después de haberlo visto actuar en situaciones previas).

Este es el momento de introducir una observación importante: el habitus

concebido como “esquema” existe en estado práctico; por lo tanto se lo interioriza de

modo implícito, pre-reflexivo y pre-teórico. Como dice el propio Bourdieu, “el sistema

de esquemas clasificatorios se opone a todo sistema de clasificación fundado en

principios explícitos y explícitamente concertados, como las disposiciones

constitutivas del gusto y del ethos, que son sus dimensiones, se oponen a la estética

y a la ética” (Bourdieu, 1979b: 550).

Por lo tanto estamos ante una teoría del “sentido práctico” que no pasa

necesariamente por la conciencia y el discurso, con lo cual se cuestiona las teorías

que reducen la acción al punto de vista intelectual del observador externo, en

detrimento del punto de vista práctico del agente que actúa. Aunque, por otra parte,

no se excluye la posibilidad de que el habitus se explicite conscientemente en forma

de “esquema metódico” por efecto de la educación formal y de la inculcación

sistemática. Con otras palabras: no se puede ignorar el trabajo de codificación y de

formalización que opera sobre el habitus y a partir del habitus.

Page 72: Antología CIENCIAS SOCIALES

72

¿Pero qué es un “esquema” en el sentido estructuralista del término? La

respuesta es simple: “cualquiera sea el terreno al que se aplique, el esquema produce

términos opuestos y jerarquizados, y al mismo tiempo la relación que los une”

(Bourdieu, 1976: 39). Así concebido, el esquema se sujeta a las leyes de

equivalencia, de sustitución y de inversión, como nos lo enseñara Lévi-Strauss. Hasta

aquí Bourdieu permanece fiel al principio estructuralista de la oposición distintiva

como generadora del sentido y del “valor” (en sentido semiológico, y no axiológico), y

concibe la función simbólica como un “poder separador, distinción, diacrisis, discretio,

que hace surgir unidades discretas de la continuidad insecable, y la diferencia de la

indiferencia” (Bourdieu, 1979b: 558).

Nuestro autor, sin embargo, generaliza, amplía y distorsiona a su manera el

esquematismo estructuralista introduciendo nuevos elementos como la jerarquización

de las diferencias, el principio de contextualización situacional que decide el sentido y

el valor de una posición distintiva, y la definición no sólo cognitiva sino también

axiológica del “valor” saussuriano. Con otras palabras, la oposición distintiva funciona

también como una jerarquía de legitimidad, y toda categorización es

indisociablemente valorización y estigmatización, generadora de signos de distinción

o de marcas infamantes.

2.3.- El habitus como disposición estratégica

Llegados a este punto podríamos preguntarnos si el concepto de habitus,

inicialmente elaborado a partir de las prácticas rituales de una sociedad tradicional,

puede aplicarse también a las prácticas simbólicas e ideológicas de las sociedades

modernas caracterizadas por la diferenciación de campos y la división en clases

sociales. Para Bourdieu la respuesta no ofrece dudas: “el análisis practicado en Sens

pratique vale también allende las sociedades sin escritura” (Bourdieu,1987b: 41).

Dicho de otro modo: “la «mitología social» de las sociedades modernas y las diversas

visiones del mundo que ella contiene se rigen por la misma lógica simbólica de las

sociedades tradicionales [...]. En efecto, todos los análisis de La distinción tienden a

demostrar la existencia, en el seno de las sociedades modernas, de un mismo

“organon ético”, de una misma “matriz de lugares comunes” o de una misma

“gramática generadora”, conjunto de esquemas que desempeñan una función

integradora capaz de garantizar un minimum de conformismo lógico y moral” (Mary,

1992: 58).

Page 73: Antología CIENCIAS SOCIALES

73

Sin embargo, es innegable que las características propias de las sociedades

modernas - que son sociedades individualistas, liberales y clasistas fundadas en la

economía de mercado - han exigido sucesivas correcciones y readaptaciones del

concepto de habitus, todas ellas orientadas a atenuar sus funciones reproductivas y a

subrayar su apertura, su creatividad y su capacidad de improvisación:

“El habitus no es el destino, como se lo interpreta a veces. Siendo producto de la

historia, es un sistema abierto de disposiciones que se confronta permanentemente

con experiencias nuevas y, por lo mismo, es afectado también permanentemente por

ellas. Es duradera, pero no inmutable” (Bourdieu, 1992: 109).

De ahora en adelante el habitus tenderá a ser cada vez más “una creatividad

gobernada por reglas”, una competencia capaz de engendrar una infinidad de

respuestas a partir de un número reducido de principios.

Una primera rectificación consistió en superponer al paradigma estructuralista

inicial el paradigma de la estrategia (ligado al modelo del mercado), por el que el

habitus se concebía también como “disposición estratégica”. Según el propio

Bourdieu, la noción de estrategia le permitió romper con el punto de vista objetivista y

con la idea de “estructura sin agente” que suponía el estructuralismo (Bourdieu,

1987a: 79 ). Al mismo tiempo le permitió flexibilizar la noción de habitus, confiriendo al

agente autonomía, un espacio de juego y una apertura con alternativas.

El modelo estratégico le permitió, además, esbozar una especie de “economía

del habitus” por la que la disposición adquirida podía ser pensada como un capital a

ser invertido y un valor a ser colocado en un determinado “campo” que funcionara

también como mercado de bienes simbólicos o materiales, todo ello en función de un

interés no sólo y no siempre material y utilitario, sino también simbólico. “El capital

cultural es un tener transmutado en ser, una propiedad hecha cuerpo, convertida en

parte integrante de la «persona», un habitus” (Bourdieu, 1979a: 4). En esta

perspectiva el habitus se presenta como operador de cálculo inconsciente, como

“sentido de inversión” (“sens de placement”) que anticipa los beneficios esperados y

sensibiliza a las tensiones del mercado, todo ello en función del lugar que ocupa el

agente en un determinado campo, es decir, en la estructura de distribución del capital

específico correspondiente a dicho campo. Así, por ejemplo, el patrimonio cultural y

lingüístico transmitido por la familia es incorporado en forma de habitus por el

“heredero” mediante un trabajo acumulado que comporta un costo social. El valor de

este costo se mide por el tiempo, el esfuerzo y el sacrificio empeñados en la

Page 74: Antología CIENCIAS SOCIALES

74

adquisición y ampliación de dicho patrimonio, que generalmente coincide con el

tiempo dedicado a la socialización. De este modo la familia no es sólo una empresa

de acumulación de capital cultural, sino el primer mercado donde se rentabilizan las

primeras “inversiones”, en el sentido de que es allí donde se fija su primer precio a

través de las sanciones parentales (reconocimiento, valorización de la persona). Este

nuevo paradigma del “valor de cambio” se prolonga en el seno del “mercado escolar”

y del mercado de trabajo.

2.4.- El habitus como “sentido del juego”

Para evitar la connotación intencional y racionalista que ha adquirido la noción

de estrategia en la tradición intelectualista de la filosofía occidental 2, Bourdieu

introduce un nuevo correctivo a los paradigmas precedentes, aunque sin descartarlos

ni desecharlos del todo: la metáfora del juego, que permite reinterpretar la

“disposición estratégica” como “sentido de juego”.

En efecto, nada parece ilustrar mejor la estrategia sin cálculo y sin fines

concientes del “sentido práctico” que el “sentido del juego”:

“La acción que guía el sentido del juego tiene todas las apariencias de la acción

racional que diseñaría un observador imparcial dotado de toda la información útil y

capaz de manejar tal información racionalmente. Y sin embargo no tiene por principio

la razón. Basta pensar en la decisión espontánea del jugador de tenis que se sube a

la red a contratiempo para comprender que no tiene nada en común con la

construcción racional que, luego de analizar dicha decisión, elabora el entrenador

para explicarla y para desprender de allí lecciones comunicables. De hecho, las

condiciones del cálculo racional casi nunca vienen dadas en la práctica, sea por falta

de tiempo, sea porque la información es limitada, etc. Y sin embargo, los agentes

hacen «la única cosa que tenían que hacer» mucho más frecuentemente que si

actuaran al azar...” (Bourdieu, 1987a: 21).

Con respecto a la metáfora del juego aplicada a la vida social cabe hacer las

siguientes aclaraciones (Mary, 1992: 77): 10

a) En un primer sentido, el juego se refiere a una actividad sometida a reglas

generalmente escritas y explícitas. Sin embargo, según Bourdieu el “juego social” no

siempre comporta reglas explícitas. Las normas de legitimidad son reconocidas e

interiorizadas por los agentes y pueden estar muy alejadas de las normas escritas.

Page 75: Antología CIENCIAS SOCIALES

75

b) En un segundo sentido, el juego remite al desarrollo mismo de una partida y a

la manera de jugar. Hay juego porque las reglas abren un espacio de juego como

sistema de alternativas a la vez limitado y abierto, regido por la “lógica inmanente” del

juego en cuestión (piénsese, por ejemplo, en un juego de ajedrez). El conocimiento

de esta “lógica inmanente” fundamenta el arte de jugar. Ahora bien, si nos situamos

en esta perspectiva, el “sentido del juego” es una competencia (en el sentido de

Chomsky) cercana a la noción de “habilidad”:

“Este sentido del juego, como lo decimos en francés, es lo que permite hacer

infinidad de «jugadas» adaptadas a la infinidad de situaciones posibles que ninguna

regla, por compleja que sea, podría prever” (Bourdieu, 1987a: 19).

Lo que aquí se afirma, bajo la metáfora del juego, es el poder de invención y de

improvisación del habitus de cara al “espacio de los posibles”.

En un tercer sentido, el juego implica afrontar en cada jugada las probabilidades

abiertas por la situación del juego en un momento determinado. Es decir, la “habilidad

de jugar” se actualiza en las diferentes “situaciones de juego” que restringen el

espacio de las alternativas posibles a las solas alternativas probables en el momento

considerado. Es aquí donde, según Bourdieu, interviene la “disposición estratégica”

propiamente dicha, es decir:

“el arte de estimar y de aprovechar las oportunidades, de ver en la configuración

del presente de la situación el futuro «apresentado» (como dice Husserl para

contraponerlo al futuro imaginario del proyecto), la aptitud para anticipar el porvenir

mediante una especie de inducción práctica e incluso para apostar lo posible contra lo

probable mediante un riesgo calculado” (Bourdieu, 1974: 11).

Por último, la condición esencial para acceder al juego social es el poder, dado

que la capacidad de jugar es solidaria del juego (por ejemplo, de cartas) que se

posee. Podríamos decir que existe una diferencia capital entre el habitus en sentido

restringido y el “sentido del juego”: todo individuo y todo agente social están en cierto

modo “condenados” al habitus; pero el “sentido del juego” está desigualmente

distribuido y depende del capital que se posee. Pero el capital es poder, y por lo tanto

el poder determina la esfera de lo posible.

“En cada momento el estado de las relaciones de fuerza entre los jugadores

define la estructura del campo: se puede imaginar que cada jugador tiene ante sí pilas

de fichas de diferentes colores, correspondientes a las diferentes especies de capital

Page 76: Antología CIENCIAS SOCIALES

76

que detentan, de modo que su fuerza relativa en el juego, su posición en el espacio

de juego y también sus estrategias de juego - lo que en francés se llama su «juego»,

las jugadas más o menos arriesgadas, más o menos prudentes, más o menos

subversivas o conservadoras - dependen a la vez del volumen global de sus fichas y

de la estructura de sus pilas de fichas, es decir, del volumen global y de la estructura

de su capital...” (Bourdieu, 1992: 74-75).

2.5.- La génesis del habitus

Hasta ahora hemos centrado nuestra exposición sobre el contenido racional del

concepto del habitus, relegando a segundo plano la problemática de su génesis, es

decir, sus condiciones de producción y de reproducción.

En primera instancia, Bourdieu presenta la génesis del habitus como proceso de

inculcación de un arbitrario cultural y como incorporación de determinadas

condiciones de existencia; lo que parece sugerir dos modos distintos de generación

del habitus: la inculcación y la incorporación.

La inculcación, tal como es analizada en La Reproduction, supone una acción

pedagógica efectuada dentro de un espacio institucional (familiar o escolar) por

agentes especializados, dotados de autoridad de delegación, que imponen normas

arbitrarias valiéndose de técnicas disciplinarias. La incorporación, en cambio, remite a

la idea de una interiorización por los sujetos de las regularidades inscritas en sus

condiciones de existencia. Por lo tanto, diríase que a la “domesticación instituida” se

opone una teoría del condicionamiento por estímulos asociados a las diversas

situaciones encontradas en el curso de la experiencia.

Bourdieu tiende a privilegiar una u otra de estas perspectivas en sus

exposiciones de este proceso genético. Pero insiste siempre sobre su reciprocidad.

De hecho, toda institución ejerce su poder de inculcación a través de la mediación de

condiciones de existencia específicas:

“La acción pedagógica de la familia y de la escuela [...] se ejerce por lo menos

en igual medida a través de condiciones económicas y sociales que son la condición

de su ejercicio, que a través de los contenidos que inculca” (Bourdieu, 1979b: 57).

Además, en la formación del habitus primario en el seno de la educación familiar,

el efecto de inculcación actual de la educación parental integra también el de las

condiciones precedentes de existencia que fueron incorporadas en el curso de la

trayectoria de los padres, ya que “la pendiente de la trayectoria paternal contribuye a

Page 77: Antología CIENCIAS SOCIALES

77

modelar la experiencia originaria de inserción dinámica en el universo social”

(Bourdieu, 1979b: 124). Y a la inversa, la experiencia se adquiere en la confrontación

con condiciones de existencia ya informadas por un sistema de significaciones

objetivadas e institucionalizadas. En efecto, los estímulos se presentan como

sanciones positivas o negativas, porque el mundo de la experiencia ya está

previamente estructurado a partir de un orden simbólico. Bourdieu coincide aquí con

la noción husserliana de un mundo “pre-donado”:

“El mundo práctico que se constituye en la relación con el habitus como sistema

de estructuras cognitivas y motivadoras es un mundo de fines ya realizados, de

recetas o de senderos que deben seguirse y de objetos dotados de «carácter

teleológico permanente», como diría Husserl, trátese de herramientas o de

instituciones” (Bourdieu, 1980b: 90)

Lo que Bourdieu postula es, entonces, una articulación dialéctica entre

inculcación e incorporación, entre lo institucional y la experiencia del mundo social.

Al referirse a la génesis del habitus, Bourdieu habla frecuentemente de

“incorporación de las estructuras objetivas”. ¿Pero qué son estas estructuras

objetivas? En el sentido estructuralista del término, sería el sistema de variaciones

diferenciales o de oposiciones distintivas aprehendidas mediante la construcción del

modelo. En sentido sociológico-estadístico, en cambio, sería el sistema de

regularidades y de probabilidades objetivas asociadas a una posición en el espacio

social (Mary, 1992: 97). Si la “estructura objetiva” se entiende en este último sentido

no podría ser incorporada subjetivamente, ya que estaría fuera del orden simbólico,

es decir, sería un universo sin sentido constituido sólo por un conjunto de estímulos

mecánicos. En efecto, el orden simbólico como universo de sentido implica siempre

un sistema de diferencias constituidas por unidades discretas, mientras que las

regularidades estadísticas obedecen a distribuciones continuas constituidas por

variaciones infinitesimales. Por consiguiente, el orden objetivo de las condiciones de

existencia sólo puede ser un orden simbólico “pre-donado”, producto de las

objetivaciones del habitus en una fase precedente. Por eso Bourdieu considera que

las estructuras so0ciales de hoy no son más que las estructuras simbólicas de ayer

producidas por la lucha de clases, que es también una lucha por las clasificaciones

sociales.

La aparente circularidad de esta génesis del habitus (que parece producir las

condiciones que lo producen) se rompe afirmando, como lo hace Bourdieu, una

Page 78: Antología CIENCIAS SOCIALES

78

relación dialéctica de determinación recíproca entre estructuras parcialmente

homólogas. Dicho de otro modo: la génesis del habitus está dominada por una

dialéctica en espiral entre “condiciones objetivas” y “disposiciones”. Debe excluirse,

por lo tanto, el modelo mecanicista de engendramiento del habitus a partir de una

situación definida sólo como conjunto de estímulos, porque las “estimulaciones” sólo

podrían ejercer su poder de solicitación a partir de un universo ya dado que las

constituyan como significantes y pertinentes.

3. EL ESPACIO SOCIAL COMO ARTICULACIÓN DE CAMPOS

El concepto de campo es indisociable del de habitus (y del de capital). En efecto,

según Bourdieu “el principio de la acción histórica, - la del artista, la del científico o la

del gobernante, como también la del obrero o la del pequeño funcionario -, no radica

en un sujeto que enfrentaría a la sociedad como a un objeto constituido en la

exterioridad. Dicho principio no radica ni en la conciencia ni en las cosas, sino en la

relación entre dos estados de lo social, es decir, la historia objetivada en las cosas

bajo forma de instituciones, y la historia encarnada en los cuerpos bajo la forma del

sistema de disposiciones duraderas que llamo habitus” (Bourdieu, 1982: 37-38).

Aquí se postula claramente una relación dialéctica entre habitus y campo, en el

sentido de que el uno no puede funcionar sino en relación (recíproca) con el otro. Por

consiguiente, es el encuentro entre habitus y campo, entre “historia hecha cuerpo” e

“historia hecha cosa”, lo que constituye el mecanismo principal de producción del

mundo social. Bourdieu especifica de este modo el doble movimiento constructivista

de interiorización de la exterioridad y de exteriorización de la interioridad. El habitus

sería el resultado de la incorporación de las estructuras sociales mediante la

“interiorización de la exterioridad”, mientras que el campo sería el producto de la

“exteriorización de la interioridad”, es decir, materializaciones institucionales de un

sistema de habitus efectuadas en una fase precedente del proceso histórico-social.

3.1.- El espacio social

Pero ¿qué es un campo? Para entenderlo quizás convenga partir del concepto

de espacio social. Para Bourdieu el espacio social es un sistema de posiciones

sociales que se definen las unas en relación con las otras (v.g., autoridad / súbdito;

jefe / subordinado; patrón / empleado; hombre / mujer; rico / pobre; distinguido /

popular; etc.). El “valor” de una posición se mide por la distancia social que la separa

de otras posiciones inferiores o superiores, lo que equivale a decir que el espacio

Page 79: Antología CIENCIAS SOCIALES

79

social es, en definitiva, un sistema de diferencias sociales jerarquizadas (¡”la

distinción”!) en función de un sistema de legitimidades socialmente establecidas y

reconocidas en un momento determinado. Y lo que se llama “orden social” no sería

más que el sistema global de espacios sociales constituido por conjuntos de

posiciones, a la vez vinculadas y contrapuestas entre sí por las distancias que las

separan.

En un espacio social dado, las prácticas de los agentes tienden a ajustarse

espontáneamente - en circunstancias normales - a las distancias sociales

establecidas entre posiciones. Es la dosis de conformismo requerido para el

funcionamiento del sistema social. Lo que no excluye, sin embargo, que en períodos

de crisis, por ejemplo, se transgredan o se redefinan las distancias sociales.

3.2.- El campo social

En las sociedades modernas caracterizadas por un alto grado de diferenciación

y complejidad, el espacio social se torna multidimensional y se presenta como un

conjunto de campos relativamente autónomos, aunque articulados entre sí: campo

económico, campo político, campo religioso, campo intelectual, etc. Un campo, por lo

tanto, es una esfera de la vida social que se ha ido autonomizando progresivamente a

través de la historia en torno a cierto tipo de relaciones sociales, de intereses y de

recursos propios, diferentes a los de otros campos.

Bourdieu recurre nuevamente a la metáfora del juego para dar una primera

imagen intuitiva de lo que entiende por campo: éste sería un espacio de juego

relativamente autónomo, con objetivos propios a ser logrados (enjeu), con jugadores

compitiendo (a veces ferozmente) entre sí y empeñados en diferentes estrategias

según su dotación de cartas y su capacidad de apuesta (capital), pero al mismo

tiempo interesados en jugar porque “creen” en el juego y reconocen que “vale la pena

jugar” (Bourdieu, 1992: 73). En cada momento, las relaciones de fuerza entre los

jugadores definen la estructura del campo. Esto no es todo:

“Los jugadores pueden jugar para aumentar o conservar su capital, sus fichas,

es decir, en conformidad con las reglas tácitas del juego y con las necesidades de la

reproducción del juego y de los intereses en juego; pero también pueden trabajar para

transformar parcial o totalmente las reglas inmanentes del juego” (Bourdieu, 1992:

75).

Page 80: Antología CIENCIAS SOCIALES

80

En sentido riguroso, el campo se define - como todo espacio social - como una

red o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones diferenciadas,

socialmente definidas y en gran medida independientes de la existencia física de los

agentes que las ocupan (Bourdieu, 1992, 72). Así, el agente que ocupa la posición de

empleado o de patrón, de sub-oficial o de oficial superior, de padre o de hijo, de

dirigente deportivo o de simple practicante, puede muy bien desaparecer físicamente

sin que la posición deje de existir, quedando ésta disponible para otro agente según

el principio: ha muerto el rey, ¡viva el rey!

3.3.- Las tres especies de capital

La especificidad de cada campo viene dada, según Bourdieu, por el tipo de

recursos (o la combinación particular de tipos de recursos) que se moviliza y tiene

curso en su ámbito. A pesar de su aparente diversidad, estos recursos pueden

reagruparse entre tres grandes categorías:

- Recursos de naturaleza económica (entre los que el dinero ocupa un lugar

preeminente por su papel de equivalente universal).

- Recursos de naturaleza cultural (entre los cuales los diplomas escolares y

universitarios han cobrado una importancia creciente).

- Recursos sociales consistentes en la capacidad de movilizar en provecho

propio redes de relaciones sociales más o menos extensas, derivadas de la

pertenencia a diferentes grupos o “clientelas”.

Estos tres grandes tipos de recursos no sólo constituyen los “intereses en juego”

dentro de determinados campos, sino también las condiciones para “entrar en juego”

y hacer jugadas rentables dentro de un campo, de modo que se acrecienten los

recursos inicialmente comprometidos. Lo que implica todo un trabajo de valorización

de los recursos invertidos para obtener beneficios. Por esta razón se da el nombre de

capital a los recursos puestos en juego en los diferentes campos: capital económico,

capital cultural y capital social (la red de relaciones movilizables). (Bourdieu, 1979a: 3-

6; 1980a: 2-3). Por la misma razón, el campo se considera también como un mercado

donde tiene curso y se negocia un capital específico.

Bourdieu introduce una cuarta especie de capital: el capital simbólico. Éste

consiste en ciertas propiedades impalpables, inefables y cuasi-carismáticas que

parecen inherentes a la naturaleza misma del agente. Tales propiedades suelen

llamarse, por ejemplo, autoridad, prestigio, reputación, crédito, fama, notoriedad,

Page 81: Antología CIENCIAS SOCIALES

81

honorabilidad, talento, don, gusto, inteligencia, etc. Según Bourdieu, el capital

simbólico así entendido “no es más que el capital económico o cultural en cuanto

conocido y reconocido” (Bourdieu, 1987a: 160). En efecto, lejos de ser naturales o

inherentes a la persona misma, tales propiedades sólo pueden existir en la medida en

que sean reconocidas por los demás. Es decir, son formas de crédito otorgados a

unos agentes por otros agentes.

Aunque claramente distintas, las diferentes especies de capital están

estrechamente vinculadas entre sí, y bajo ciertas condiciones pueden transformarse

unas en otras. Bourdieu habla incluso de cierta “tasa de convertibilidad” entre las

diferentes especies de capital. Así, el capital social puede transformarse en capital

económico (se puede obtener un empleo bien remunerado gracias a la

recomendación de un “padrino” influyente), del mismo modo que el capital cultural

(v.g., los diplomas universitarios dan acceso a puestos bien remunerados de alta

calificación).

Por más de que resulte difícil jerarquizar las especies antes enumeradas de

capital, Bourdieu afirma que una de ellas posee un peso preponderante y decisivo,

como lo atestigua toda la historia: el capital económico. En efecto, es frecuentemente

la posesión de este capital lo que decide el éxito de las luchas en todos los campos.

Esta tesis ha sido asimilada por algunos críticos a la “determinación en última

instancia por la economía” del marxismo tradicional, y le ha valido a Bourdieu ser

etiquetado como “neo-marxista”.

Por último, el capital acumulado de modo específico en un determinado campo

se distribuye ordinariamente de modo desigual entre los agentes según la posición

ocupada. En efecto, lo que se observa en la realidad es una estructura de distribución

del capital específico más o menos dispersa o concentrada según la historia del

campo considerado y, por lo mismo, según la evolución de las luchas por la

apropiación del capital. A partir de aquí puede entenderse la relación entre capital y

poder. La relación de fuerzas resultante de la desigual distribución del capital en

cuestión es lo que define las posiciones dominantes y dominadas dentro de un campo

y, por lo tanto, la capacidad de ejercer un poder y una influencia sobre otros. Con

otras palabras: el hecho de disponer personalmente de bienes económicos y

culturales es fuente de poder con respecto a los que los poseen en menor medida o

simplemente carecen de ellos.

Page 82: Antología CIENCIAS SOCIALES

82

En resumen: Bourdieu hace explotar la noción vacía de sociedad para sustituirla

por las de campo y espacio social. “Un campo no es simplemente una estructura

muerta o un sistema de «lugares vacíos» como en el marxismo althusseriano, sino un

espacio de juego que sólo existe en cuanto tal en la medida en que existan también

jugadores que entren en él, que crean en las recompensas que ofrece y que las

busquen activamente. De donde se sigue que una teoría adecuada del campo implica

por necesidad una teoría de los agentes sociales” (Wacquant in Bourdieu, 1992: 26).

Cuadro extraído del libro Capital Cultural, Escuela y Espacio Social de Pierre Bourdieu. Ed.

Siglo XXI, México 2003, p.31

Page 83: Antología CIENCIAS SOCIALES

83

2.2.4 LA SOCIOLOGÍA CRÍTICA

Fragmento de la obra Sociología de la Educación

Regina Jimenez-Ottalengo

La Sociología Crítica

Esta teoría nace en la llamada Escuela de Frankfurt, foco de pensamiento

filosófico que no acepta mecánicamente las categorías marxistas, por lo que se

considera como alternativa al marxismo ortodoxo (materialismo dialéctico, doctrina de

Carlos Marx). Se trata de la búsqueda de nuevas formas de expresión sobre la base

de la corriente marxista. Podemos decir que la teoría crítica es heterogénea y que su

articulación es la búsqueda por la emancipación, la no represión, la no explota, así

como la reconstrucción de una sociedad democrática y solidaria. En otras palabras,

es la reflexión que pretende encontrar un agente que produzca los cambios. De ahí

que los pensadores de esta escuela se inquieten por un acercamiento a movimientos

populares como los ecologistas, los derechos humanos y los derechos de las

minorías.

De este modo, el acontecer histórico en el que se desarrolla esta corriente de

pensamiento hace de la emancipación una obsesión. Hay que reconocer que en los

años treinta en el mundo capitalista se estaban produciendo cambios en la clase

trabajadora por lo que los socialistas pensaban que se llevaría a cabo una acción

revolucionaria. En estos años el fenómeno de explosión de los medios de difusión –

radio, cine, circulación masiva de periódicos, música popular- creo una nueva cultura

popular. Esta industria de la cultura así como la comercialización de productos

artísticos tuvieron consecuencias importantes en la conformación de la conciencia

colectiva dada la acción masificadora que se generó a través de los medios. De ahí

que para los seguidores de la escuela crítica sea el proceso educativo formal el único

capaz de contrarrestar los efectos nocivos de la despersonalización producida por la

masificación. Entre los elementos atractivos de esta teoría están la búsqueda de la

emancipación entendida como el desarrollo de la personalidad individual y la

búsqueda de la solidaridad frente a un mundo cada vez más burocratizado que

oprime al individuo y le hace perder el verdadero sentido de la vida.Resultan

sumamente complejos los análisis que hacen los seguidores de la Escuela de

Frankfurt. Por la manera de abordar los temas culturales, lo mismo hacen un

pronunciamiento en contra de la cultura popular que masifica, que en contra de la

Page 84: Antología CIENCIAS SOCIALES

84

idea estética de la despersonalización de la belleza que es residuo de una cultura no

socializada. Esta escuela considera que la monotonía de la vida cotidiana busca en el

entrenamiento una salida, para hacer más llevadera la vida de miles de consumidores

pasivos, dando como resultado una forma conformista de utilizar el tiempo libre

originado por la industria y la comercialización de la cultura. Representantes de estas

corrientes son Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcurse, quienes en la

década de los treinta y cuarenta se cuestionaban el imperio de la violencia, la dureza

del estalinismo y los holocaustos judíos y japonés; y un poco más tarde, Jurgens

Habermas, quien ha ejercido gran influencia con los estudios sobre la comunicación y

la cultura.

Fragmento de la obra Dialéctica del Iluminismo

Iluminismo como mistificación de masas

Adorno, Teodoro y Horkheimer; M

La tesis sociológica de que la pérdida de sostén en la religión objetiva, la

disolución de los últimos residuos precapitalistas, la diferenciación técnica y social y el

extremado especialismo han dado lugar a un caos cultural, se ve cotidianamente

desmentida por los hechos. La civilización actual concede a todo un aire de

semejanza. Film, radio y semanarios constituyen un sistema. Cada sector está

armonizado en sí y todos entre ellos. Las manifestaciones estéticas, incluso de los

opositores políticos, celebran del mismo modo el elogio del ritmo de acero. Los

organismos decorativos de las administraciones y las muestras industriales son poco

diversas en los países autoritarios y en los demás. Los tersos y colosales palacios

que se alzan por todas partes representan la pura racionalidad privada de sentido de

los grandes monopolios internacionales a los que tendía ya la libre iniciativa

desencadenada, que tiene en cambio sus monumentos en los tétricos edificios de

habitación o comerciales de las ciudades desoladas. Ya las casas más viejas cerca

de los centros de cemento armado tienen aire de slums y los nuevos bungalows

marginales a la ciudad cantan ya -como las frágiles construcciones de las ferias

internacionales- las loas al progreso técnico, invitando a que se los liquide, tras un

rápido uso, como cajas de conserva. Pero los proyectos urbanísticos que deberían

perpetuar, en pequeñas habitaciones higiénicas, al individuo como ser independiente,

Page 85: Antología CIENCIAS SOCIALES

85

lo someten aun más radicalmente a su antítesis, al poder total del capital. Como los

habitantes afluyen a los centros a fin de trabajar y divertirse, en carácter de

productores y consumidores, las células edilicias se cristalizan sin solución de

continuidad en complejos bien organizados. La unidad visible de macrocosmo y

microcosmo ilustra a los hombres sobre el esquema de su civilización: la falsa

identidad de universal y particular. Cada civilización de masas en un sistema de

economía concentrada es idéntica y su esqueleto -la armadura conceptual fabricada

por el sistema- comienza a delinearse. Los dirigentes no están ya tan interesados en

esconderla; su autoridad se refuerza en la medida en que es reconocida con mayor

brutalidad. Film y radio no tienen ya más necesidad de hacerse pasar por arte. La

verdad de que no son más que negocios les sirve de ideología, que debería legitimar

los rechazos que practican deliberadamente. Se autodefinen como industrias y las

cifras publicadas de las rentas de sus directores generales quitan toda duda respecto

a la necesidad social de sus productos.

Quienes tienen intereses en ella gustan explicar la industria cultural en términos

tecnológicos. La participación en tal industria de millones de personas impondría

métodos de reproducción que a su vez conducen inevitablemente a que, en

innumerables lugares, necesidades iguales sean satisfechas por productos standard.

El contraste técnico entre pocos centros de producción y una recepción difusa

exigiría, por la fuerza de las cosas, una organización y una planificación por parte de

los detentores. Los clichés habrían surgido en un comienzo de la necesidad de los

consumidores: sólo por ello habrían sido aceptados sin oposición. Y en realidad es en

este círculo de manipulación y de necesidad donde la unidad del sistema se afianza

cada vez más. Pero no se dice que el ambiente en el que la técnica conquista tanto

poder sobre la sociedad es el poder de los económicamente más fuertes sobre la

sociedad misma. La racionalidad técnica es hoy la racionalidad del dominio mismo.

Es el carácter forzado de la sociedad alienada de sí misma. Automóviles y films

mantienen unido el conjunto hasta que sus elementos niveladores repercuten sobre la

injusticia misma a la que servían. Por el momento la técnica de la industria cultural ha

llegado sólo a la igualación y a la producción en serie, sacrificando aquello por lo cual

la lógica de la obra se distinguía de la del sistema social. Pero ello no es causa de

una ley de desarrollo de la técnica en cuanto tal, sino de su función en la economía

actual. La necesidad que podría acaso escapar al control central es reprimida ya por

el control de la conciencia individual. El paso del teléfono a la radio ha separado

Page 86: Antología CIENCIAS SOCIALES

86

claramente a las partes. El teléfono, liberal, dejaba aun al oyente la parte de sujeto.

La radio, democrática, vuelve a todos por igual escuchas, para remitirlos

autoritariamente a los programas por completo iguales de las diversas estaciones. No

se ha desarrollado ningún sistema de respuesta y las transmisiones privadas son

mantenidas en la clandestinidad. Estas se limitan al mundo excéntrico de los

“aficionados”, que por añadidura están aun organizados desde arriba. Pero todo resto

de espontaneidad del público en el ámbito de la radio oficial es rodeado y absorbido,

en una selección de tipo especialista, por cazadores de talento, competencias ante el

micrófono y manifestaciones domesticadas de todo género. Los talentos pertenecen a

la industria incluso antes de que ésta los presente: de otro modo no se adaptarían

con tanta rapidez. La constitución del público, que teóricamente y de hecho favorece

al sistema de la industria cultural, forma parte del sistema y no lo disculpa. Cuando

una branche artística procede según la misma receta de otra, muy diversa en lo que

respecta al contenido y a los medios expresivos; cuando el nudo dramático de la

soap-opera en la radio se convierte en una ilustración pedagógica del mundo en el

cual hay que resolver dificultades técnicas, dominadas como jam al igual que en los

puntos culminantes de la vida del jazz, o cuando la “adaptación” experimental de una

frase de Beethoven se hace según el mismo esquema con el que se lleva una novela

de Tolstoy a un film, la apelación a los deseos espontáneos del público se convierte

en un pretexto inconsistente. Más cercana a la realidad es la explicación que se basa

en el peso propio, en la fuerza de inercia del aparato técnico y personal, que por lo

demás debe ser considerado en cada uno de sus detalles como parte del mecanismo

económico de selección. A ello debe agregarse el acuerdo o por lo menos la común

determinación de los dirigentes ejecutivos de no producir o admitir nada que no se

asemeje a sus propias mesas, a su concepto de consumidores y sobre todo a ellos

mismos.

Si la tendencia social objetiva de la época se encarna en las intenciones

subjetivas de los dirigentes supremos, éstos pertenecen por su origen a los sectores

más poderosos de la industria. Los monopolios culturales son, en relación con ellos,

débiles y dependientes. Deben apresurarse a satisfacer a los verdaderamente

poderosos, para que su esfera en la sociedad de masas -cuyo particular carácter de

mercancía tiene ya demasiada relación con el liberalismo acogedor y con los

intelectuales judíos- no corra peligro. La dependencia de la más poderosa sociedad

de radiofonía respecto a la industria eléctrica o la del cine respecto a la de las

Page 87: Antología CIENCIAS SOCIALES

87

construcciones navales, delimita la entera esfera, cuyos sectores aislados están

económicamente cointeresados y son interdependientes. Todo está tan

estrechamente próximo que la concentración del espíritu alcanza un volumen que le

permite traspasar los confines de las diversas empresas y de los diversos sectores

técnicos. La unidad desprejuiciada de la industria cultural confirma la unidad -en

formación- de la política. Las distinciones enfáticas, como aquellas entre films de tipo

a y b o entre las historias de semanarios de distinto precio, no están fundadas en la

realidad, sino que sirven más bien para clasificar y organizar a los consumidores,

para adueñarse de ellos sin desperdicio. Para todos hay algo previsto, a fin de que

nadie pueda escapar; las diferencias son acuñadas y difundidas artificialmente. El

hecho de ofrecer al público una jerarquía de cualidades en serie sirve sólo para la

cuantificación más completa. Cada uno debe comportarse, por así decirlo,

espontáneamente, de acuerdo con su level determinado en forma anticipada por

índices estadísticos, y dirigirse a la categoría de productos de masa que ha sido

preparada para su tipo. Reducidos a material estadístico, los consumidores son

distribuidos en el mapa geográfico de las oficinas administrativas (que no se

distinguen prácticamente más de las de propaganda) en grupos según los ingresos,

en campos rosados, verdes y azules.

El esquematismo del procedimiento se manifiesta en que al fin los productos

mecánicamente diferenciados se revelan como iguales. El que las diferencias entre la

serie Chrysler y la serie General Motors son sustancialmente ilusorias es cosa que

saben incluso los niños que se enloquecen por ellas. Los precios y las desventajas

discutidos por los conocedores sirven sólo para mantener una apariencia de

competencia y de posibilidad de elección. Las cosas no son distintas en lo que

concierne a las producciones de la Warner Brothers y de la Metro Goldwin Mayer.

Pero incluso entre los tipos más caros y menos caros de la colección de modelos de

una misma firma, las diferencias se reproducen más: en los automóviles no pasan de

variantes en el número de cilindros, en el volumen, en la novedad de los gadgets; en

los films se limitan a diferencias en el número de divos, en el despliegue de medios

técnicos, mano de obra, trajes y decorados, en el empleo de nuevas fórmulas

psicológicas. La medida unitaria del valor consiste en la dosis de conspicuous

production, de inversión exhibida. Las diferencias de valor preestablecidas por la

industria cultural no tienen nada que ver con diferencias objetivas, con el significado

de los productos. También los medios técnicos tienden a una creciente uniformidad

Page 88: Antología CIENCIAS SOCIALES

88

recíproca. La televisión tiende a una síntesis de radio y cine, que está siendo

retardada hasta que las partes interesadas se hayan puesto completamente de

acuerdo, pero cuyas posibilidades ilimitadas pueden ser promovidas hasta tal punto

por el empobrecimiento de los materiales estéticos que la identidad apenas velada de

todos los productos de la industria cultural podrá mañana triunfar abiertamente, como

sarcástica realización del sueño wagneriano de la “obra de arte total”. El acuerdo de

palabra, música e imagen se logra con mucha mayor perfección que en Tristán, en la

medida en que los elementos sensibles, que se limitan a registrar la superficie de la

realidad social, son ya producidos según el mismo proceso técnico de trabajo y

expresan su unidad como su verdadero contenido. Este proceso de trabajo integra a

todos los elementos de la producción, desde la trama de la novela preparada ya en

vistas al film, hasta el último efecto sonoro. Es el triunfo del capital invertido. Imprimir

con letras de fuego su omnipotencia -la de sus manos- en el corazón de todos los

desposeídos en busca de empleo es el significado de todos los films,

independientemente de la acción dramática que la dirección de producciones escoge

de vez en cuando.

Durante el tiempo libre el trabajador debe orientarse sobre la unidad de la

producción. La tarea que el esquematismo kantiano había asignado aun a los sujetos

-la de referir por anticipado la multiplicidad sensible a los conceptos fundamentales- le

es quitada al sujeto por la industria. La industria realiza el esquematismo como el

primer servicio para el cliente. Según Kant, actuaba en el alma un mecanismo secreto

que preparaba los datos inmediatos para que se adaptasen al sistema de la pura

razón. Hoy, el enigma ha sido develado. Incluso si la planificación del mecanismo por

parte de aquellos que preparan los datos, la industria cultural, es impuesta a ésta por

el peso de una sociedad irracional -no obstante toda racionalización-, esta tendencia

fatal se transforma, al pasar a través de las agencias de la industria, en la

intencionalidad astuta que caracteriza a esta última. Para el consumidor no hay nada

por clasificar que no haya sido ya anticipado en el esquematismo de la producción. El

prosaico arte para el pueblo realiza ese idealismo fantástico que iba demasiado lejos

para el crítico. Todo viene de la conciencia: de la de Dios en Malebranche y en

Berkeley; en el arte de masas, de la dirección terrena de la producción. No sólo los

tipos de bailables, divos, soap-operas retornan cíclicamente como entidades

invariables, sino que el contenido particular del espectáculo, lo que aparentemente

cambia, es a su vez deducido de aquéllos. Los detalles se tornan fungibles. La breve

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89

sucesión de intervalos que ha resultado eficaz en un tema, el fracaso temporario del

héroe, que éste acepta deportivamente, los saludables golpes que la hermosa recibe

de las robustas manos del galán, los modales rudos de éste con la heredera

pervertida, son, como todos los detalles, clichés, para emplear a gusto aquí y allá,

enteramente definidos cada vez por el papel que desempeñan en el esquema.

Confirmar el esquema, mientras lo componen, constituye toda la realidad de los

detalles. En un film se puede siempre saber en seguida cómo terminará, quién será

recompensado, castigado u olvidado; para no hablar de la música ligera, en la que el

oído preparado puede adivinar la continuación desde los primeros compases y

sentirse feliz cuando llega. El número medio de palabras de la short story es

intocable. Incluso los gags, los efectos, son calculados y planificados. Son

administrados por expertos especiales y su escasa variedad hace que se los pueda

distribuir administrativamente. La industria cultural se ha desarrollado con el primado

del efecto, del exploit tangible, del detalle sobre la obra, que una vez era conductora

de la idea y que ha sido liquidada junto con ésta. El detalle, al emanciparse, se había

tornado rebelde y se había erigido -desde el romanticismo hasta el expresionismo- en

expresión desencadenada, en exponente de la revolución contra la organización. El

efecto armónico aislado había cancelado en la música la conciencia de la totalidad

formal; en pintura el color particular se había sobrepuesto a la composición del

cuadro; la penetración psicológica dominaba sobre la arquitectura de la novela. A ello

pone fin con su totalidad la industria cultural. Al no reconocer más que a los detalles,

acaba con la insubordinación de éstos y los somete a la fórmula que ha tomado el

lugar de la obra. La industria cultural trata de la misma forma al todo y a las partes. El

todo se opone, en forma despiadada o incoherente, a los detalles, un poco como la

carrera de un hombre de éxito, a quien todo debe servirle de ilustración y prueba,

mientras que la misma carrera no es más que la suma de esos acontecimientos

idiotas. La llamada idea general es un mapa catastral y crea un orden, pero ninguna

conexión. Privados de oposición y de conexión, el todo y los detalles poseen los

mismos rasgos. Su armonía garantizada desde el comienzo es la caricatura de

aquella otra -conquistada- de la obra maestra burguesa. En Alemania, en los films

más despreocupados del período democrático, reinaba ya la paz sepulcral de la

dictadura.

El mundo entero es pasado por el cedazo de la industria cultural. La vieja

esperanza del espectador cinematográfico, para quien la calle parece la continuación

Page 90: Antología CIENCIAS SOCIALES

90

del espectáculo que acaba de dejar, debido a que éste quiere precisamente

reproducir con exactitud el mundo perceptivo de todos los días, se ha convertido en el

criterio de la producción. Cuanto más completa e integral sea la duplicación de los

objetos empíricos por parte de las técnicas cinematográficas, tanto más fácil resulta

hacer creer que el mundo exterior es la simple prolongación del que se presenta en el

film. A partir de la brusca introducción del elemento sonoro el proceso de

reproducción mecánica ha pasado enteramente al servicio de este propósito. El ideal

consiste en que la vida no pueda distinguirse más de los films. El film superando en

gran medida al teatro ilusionista, no deja a la fantasía ni al pensar de los

espectadores dimensión alguna en la que puedan moverse por su propia cuenta sin

perder el hilo, con lo que adiestra a sus propias víctimas para identificarlo

inmediatamente con la realidad. La atrofia de la imaginación y de la espontaneidad

del consumidor cultural contemporáneo no tiene necesidad de ser manejada según

mecanismos psicológicos. Los productos mismos, a partir del más típico, el film

sonoro, paralizan tales facultades mediante su misma constitución objetiva. Tales

productos están hechos de forma tal que su percepción adecuada exige rapidez de

intuición, dotes de observación, competencia específica, pero prohibe también la

actividad mental del espectador, si éste no quiere perder los hechos que le pasan

rápidamente delante. Es una tensión tan automática que casi no tiene necesidad de

ser actualizada para excluir la imaginación. Quien está de tal forma absorto en el

universo del film, en los gestos, imágenes y palabras, que carece de la capacidad de

agregar a éstos aquello por lo que podrían ser tales, no por ello se encontrará en el

momento de la exhibición sumido por completo en los efectos particulares del

espectáculo que contempla. A través de todos los otros films y productos culturales

que necesariamente debe conocer, han llegado a serle tan familiares las pruebas de

atención requeridas que se le producen automáticamente. La violencia de la sociedad

industrial obra sobre los hombres de una vez por todas. Los productos de la industria

cultural pueden ser consumidos rápidamente incluso en estado de distracción. Pero

cada uno de ellos es un modelo del gigantesco mecanismo económico que mantiene

a todos bajo presión desde el comienzo, en el trabajo y en el descanso que se le

asemeja. De cada film sonoro, de cada transmisión radial, se puede deducir aquello

que no se podría atribuir como efecto a ninguno de ellos aisladamente, pero sí al

conjunto de todos en la sociedad. Inevitablemente, cada manifestación aislada de la

industria cultural reproduce a los hombres tal como aquello en que ya los ha

Page 91: Antología CIENCIAS SOCIALES

91

convertido la entera industria cultural. Y todos los agentes de la industria cultural,

desde el productor hasta las asociaciones femeninas, velan para que el proceso de la

reproducción simple del espíritu no conduzca en modo alguno a una reproducción

enriquecida.

Las quejas de los historiadores del arte y de los abogados de la cultura respecto

a la extinción de la energía estilística en Occidente son pavorosamente infundadas.

La traducción estereotipada de todo, incluso de aquello que aún no ha sido pensado,

dentro del esquema de la reproductibilidad mecánica, supera en rigor y validez a todo

verdadero estilo, concepto este con el que los amigos de la cultura idealizan -como

“orgánico”- al pasado precapitalista. Ningún Palestrina hubiera podido expeler la

disonancia no preparada y no resuelta con el purismo con el que un arrangeur de

música de jazz elimina hoy toda cadencia que no se adecue perfectamente a su

jerga. Cuando adapta a Mozart no se limita a modificarlo allí donde es demasiado

serio o demasiado difícil, sino también donde armonizaba la melodía en forma diversa

-y acaso con más sencillez- de lo que se usa hoy. Ningún constructor de iglesias

medieval hubiera inspeccionado los temas de los vitrales y de las esculturas con la

desconfianza con que la dirección del estudio cinematográfico examina un tema de

Balzac o de Víctor Hugo antes de que éste obtenga el imprimatur que le permitirá

continuar adelante. Ningún capítulo habría asignado a las caras diabólicas y las

penas de los condenados su justo puesto en el orden del sumo amor con el escrúpulo

con el que la dirección de producción se lo asigna a la tortura del héroe o a la sucinta

pollera de la leading lady en la letanía del film de éxito. El catálogo explícito e

implícito, exotérico y esotérico de lo prohibido y de lo tolerado, no se limita a

circunscribir un sector libre, sino que lo domina y lo controla desde la superficie hasta

el fondo. Incluso los detalles mínimos son modelados según sus normas. La industria

cultural, a través de sus prohibiciones, fija positivamente -al igual que su antítesis, el

arte de vanguardia- un lenguaje suyo, con una sintaxis y un léxico propios. La

necesidad permanente de nuevos efectos, que quedan sin embargo ligados al viejo

esquema, no hace más que aumentar, como regla supletoria, la autoridad de lo

ordenado, a la que cada efecto particular querría sustraerse. Todo lo que aparece es

sometido a un sello tan profundo que al final no aparece ya nada que no lleve por

anticipado el signo de la jerga y que no demuestre ser, a primera vista, aprobado y

reconocido

Page 92: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Fragmento del discurso ¿Aprendemos de las catástrofes?

Jürgen Habermas

Las continuidades poderosas El umbral del próximo siglo atrapa nuestra

imaginación porque nos lleva a un nuevo milenio. Este corte del calendario se debe a

una cronología construida por una historia providencial, cuyo punto cero es el

nacimiento de Cristo que, desde esa perspectiva, significó una interrupción en la

historia universal. Al final del segundo milenio los planes de vuelo de las compañías

aéreas internacionales, las transacciones globales de las bolsas de valores, los

congresos mundiales de los científicos, más todavía, los encuentros en el espacio

sideral, se ordenan de acuerdo con la cronología cristiana. Pero estas cifras

redondas, producto de la división de un calendario, no explican los nudos temporales

que son los mismos acontecimientos históricos. Cifras como 1900 ó 2000 carecen de

significado si las comparamos con los datos históricos de 1914, 1945 ó 1989. Pero,

sobre todo, los cortes del calendario ocultan la continuidad de las tendencias —que

vienen de muy atrás— de una modernidad social, que pasarán intocadas el umbral

del siglo XXI. Antes de abordar la propia fisonomía del siglo XX quisiera recordar las

tendencias de larga duración que han recorrido el siglo, tomando el ejemplo de (a), el

desarrollo demográfico, (b) los cambios en el mundo del trabajo y (c) el currículum del

progreso científico y técnico. A) Desde principios del siglo XIX comenzó en Europa un

crecimiento vertiginoso de la población como consecuencia directa del progreso en la

medicina. Desde mediados de nuestro siglo, este desarrollo demográfico —que

mientras tanto se detuvo en las sociedades prósperas— ha continuado en el Tercer

Mundo de manera explosiva. Los expertos no cuentan con un equilibrio antes del año

2030, con una población de diez mil millones de seres humanos. Vale decir, a partir

de 1950 la población mundial se ha quintuplicado. Detrás de esta tendencia

estadística se oculta, en efecto, una fenomenología rica en cambios. A principios de

nuestro siglo, el crecimiento explosivo de la población era percibido por sus

contemporáneos como un fenómeno de masas. Pero aun entonces este fenómeno no

era muy nuevo. Antes de que Gustave LeBon se interesara por la psicología de las

masas, la novela del siglo XIX describió la concentración masiva de individuos en las

ciudades y en los barrios, en las fábricas, las oficinas y los cuarteles, así como

también la movilización masiva de trabajadores y emigrantes, de manifestantes,

huelguistas y revolucionarios. No obstante, a principios del siglo XX por primera vez

esas corrientes, organizaciones y acciones masivas se condensaron en fenómenos

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hegemónicos que dieron lugar a la visión, por ejemplo, de José Ortega y Gasset en

La rebelión de las masas. En las movilizaciones masivas de la Segunda Guerra

mundial, en la miseria masiva de los campos de concentración, así como en las

migraciones masivas de fugitivos y en el caos masivo de las displaced persons se

despliega un colectivismo que se había anunciado en la imagen del Leviathan de

Thomas Hobbes. En esa imagen, los innumerables individuos anónimos se han

fundido en un macrosujeto todopoderoso y colectivo. Sin embargo, desde la mitad de

este siglo se ha transformado la fisonomía de las grandes cifras. La presencia de

miles de cuerpos reunidos y aprisionados en una marcha constante se ha

transformado en la inclusión simbólica de la conciencia de muchos individuos en las

redes de comunicación cada vez más amplias y abarcantes. Las masas concentradas

se convierten en el público disperso de los medios masivos de comunicación. Las

corrientes físicas de tráfico van en aumento: las redes electrónicas y sus puertos o

conexiones individuales han transformado en un anacronismo a las masas reunidas

en las calles y las plazas. En efecto, el cambio de la percepción social ya no se

explica por la continuidad del crecimiento demográfico.

B) De igual modo se han llevado a cabo los cambios en el mundo del trabajo, en

ritmos largos que trasponen el umbral de nuestro siglo. La introducción de métodos

de producción que ahorran trabajo, vale decir: el aumento de la productividad es el

motor de este desarrollo. A partir de la revolución industrial en la Inglaterra del siglo

XVIII, la modernización de la economía ha seguido la misma secuencia. La masa de

la población trabajadora que desde hace siglos laboraba en el campo se desplaza

primero al sector secundario, la industria productora de bienes, luego al sector

terciario, el del comercio, el transporte y los servicios. Mientras tanto las sociedades

postindustriales han desplegado un cuarto sector, el del conocimiento, que domina

muchas actividades y sectores, como las industrias high-tec, los bancos o la

administración pública, que dependen de la afluencia de nuevas informaciones y, en

el último tiempo, de investigaciones y avances en los sistemas de la informática. Todo

esto se debe sin duda a una "revolución en el sistema educativo" que no sólo suprime

el analfabetismo, sino que lleva también a una drástica ampliación de los sectores

secundarios y terciarios. Mientras la educación superior perdía su carácter elitista, las

universidades se convirtieron a menudo en los centros de la rebelión y del

descontento político.

Page 94: Antología CIENCIAS SOCIALES

94

En el transcurso del siglo XX este modelo no ha cambiado, pero su tempo ha

venido acelerándose. Desde principios de los años sesenta, Corea dio el salto de una

sociedad preindustrial a una sociedad postindustrial, bajo las duras condiciones de

una dictadura del desarrollo y en los años de una sola ronda generacional. Esta

aceleración explica que un proceso tan conocido como la migración del campo a la

ciudad haya adquirido, en la segunda mitad del siglo XX, una nueva y sorprendente

cualidad. Dejando a un lado a China y al continente africano —del Sahara hacia

abajo—, el violento salto productivo de la economía agraria mecanizada casi ha

despoblado al sector agrario. En los países de la OCDE, la población activa en una

economía agrícola altamente subvencionada alcanzó la histórica cifra de -10%. En la

experiencia del mundo de la vida corriente esto significa una profunda ruptura con el

pasado. Desde el neolítico hasta muy avanzado el siglo XIX la vida en las aldeas o

los pueblos imprimió, sin duda, el mismo sello a todas las culturas, y se ha convertido

ahora en una trampa dentro las sociedades industriales. La decadencia del

campesinado ha transformado de raíz la relación tradicional del campo con la ciudad.

Más del 40% de la población mundial vive hoy en las ciudades. Este proceso de

metropolización destruye la ciudad misma, esa forma de vida urbana que se originó

en la antigua Europa. Aunque la ciudad de Nueva York, el núcleo mismo de

Manhattan, nos recuerde de modo incierto al Londres y al París del siglo XIX, las

desbordadas regiones urbanas de la Ciudad de México y de Tokio, de Calcuta y Sao

Paulo, de El Cairo y Seúl o Shangai han destruido para siempre las dimensiones

comunes de "La Ciudad". Los desvanecidos perfiles de estas megalópolis que se

multiplican desde hace dos o tres decenios nos dan la idea de una realidad que no

entendemos y cuyos conceptos nos faltan.

C) Por último, una tercera continuidad es la cadena que forma el progeso

científico y técnico y sus definitivas consecuencias sociales que avanzan a través de

los siglos. As nuevas materias primas y formas de energía, las nuevas tecnologías

industriales, militares y médicas, los nuevos medios de transporte y comunicación que

durante el siglo XX transformaron la economía, así como las formas de vida y del

intercambio social, se debieron al conocimiento científico y los desarrollos técnicos

del pasado. Los éxitos de la técnica, como el dominio de la energía atómica y los

viajes al espacio, las innovaciones, como el descubrimiento del código genético, y la

introducción de tecnologías genéticas en la agricultura y la medicina transforman

nuestra conciencia del riesgo, nuestra misma conciencia moral. No obstante, esas

Page 95: Antología CIENCIAS SOCIALES

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conquistas espectaculares permanecen dentro de los mismos caminos trazados

desde hace mucho tiempo. A partir del siglo XVII no ha cambiado nuestra actitud

instrumental ante una naturaleza tranformada por la ciencia. Aun cuando nuestra

intervención en la estructura misma de la materia sea más profunda que antes y

nuestros avances en el cosmos más insólitos que nunca, no ha cambiado tampoco el

modo del dominio técnico, la decodificación de los procesos naturales.

La vida diaria saturada de tecnologías exige de nosotros los legos, como

siempre, un trato trivial con aparatos y sistemas que no entendemos, una confianza

habitual en el funcionamiento de técnicas y redes de transmisión que ignoramos. En

sociedades altamente industrializadas, todo experto se convierte en un lego frente a

otros expertos. Max Weber había descrito ya la "ingenuidad secundaria" que nos

domina cuando manejamos el radio de transistores, el teléfono celular, las

calculadoras de bolsillo, los videocasettes y sus reproductoras o las computadoras

portátiles. Quiero decir, la manipulación de aparatos electrónicos conocidos cuya

fabricación resume el conocimiento acumulado de varias generaciones de científicos.

A pesar de las reacciones de pánico ante el anuncio de desperfectos y peligros de

estas técnicas y aparatos, la inclusión de lo que no entendemos en el mundo de

nuestra vida diaria apenas se ha visto amenazada, en algunos momentos, por la duda

que nutren los medios masivos de comunicación acerca de la confiabilidad del

conocimiento de los expertos y de la gran tecnología. La creciente conciencia del

riesgo no perturba la rutina diaria.

El perfeccionamiento de las técnicas de comunicación y tránsito tiene una

importancia muy distinta para el cambio a largo plazo del horizonte de nuestra

experiencia cotidiana.

Los viajeros que emplearon, en 1830, los primeros ferrocarriles habían narrado

ya sus nuevas percepciones del espacio y el tiempo. En el siglo XX, el automóvil y la

aviación civil aceleraron todavía más el tráfico de personas y el transporte de bienes

de consumo y redujeron también —de modo subjetivo— las distancias. Nuestra

conciencia del tiempo y el espacio ha sido transformada de otro modo por las nuevas

técnicas de transmisión, acumulación y procesamiento de datos e informaciones. En

la Europa de fines del siglo XVIII la impresión de libros y periódicos contribuyó al

nacimiento de una conciencia histórica global y dirigida al futuro. A fines del XIX,

Nietzsche se lamentaba del historicismo de una élite ilustrada que todo lo convertía

en presente. Mientras tanto, la separación entre el presente y un conjunto de

Page 96: Antología CIENCIAS SOCIALES

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pasados, que nuestra vista cosifica, se ha apoderado de las masas de turistas

ilustrados. El periodismo masivo es también resultado del siglo XIX; pero el efecto

"máquina del tiempo" que producen los medios impresos se ha incrementado por la

fotografía, el cine, el radio y la televisión. La distancias espaciotemporales ya no se

"superan": desaparecen sin dejar huella en la presencia ubicua de realidades

virtuales. La comunicación digital supera finalmente a todos los otros medios en

alcance y capacidad. Cada vez más individuos pueden obtener más rápido

cantidades diversas de información, procesarlas e intercambiarlas simultáneamente a

través de grandes distancias. Todavía no podemos apreciar las consecuencias

intelectuales de Internet, que se opone de modo más decisivo a las costumbres de

nuestra vida diaria que un nuevo aparato electrodoméstico.

II. Dos rostros del siglo

Las continuidades de la modernidad social que atraviesan el calendario del siglo

nos enseñan de modo insuficiente lo que caracteriza al siglo XX. Por esta razón, los

historiadores rigen la puntuación de sus narraciones más de acuerdo con los sucesos

que con los cambios de tendencias o de estructuras. El rostro de un siglo va tomando

forma por la irrupción de grandes acontecimientos. Entre los historiadores que todavía

están dispuestos a pensar en grandes unidades existe hoy un consenso: al "largo"

siglo XIX (1789-1914) le ha sucedido un "breve" siglo XX (1914-1989). El comienzo

de la Primera Guerra mundial y el desmoronamiento de la Unión Soviética dan el

marco a este antagonismo que atraviesa dos guerras mundiales y la guerra fría. Esta

puntuación deja espacio, sin duda, para tres diferentes interpretaciones, de acuerdo

con el mundo donde se sitúe al antagonismo: en el espacio de la economía de los

sistemas sociales, en el de la política de las superpotencias o en el espacio cultural

de las ideologías. La elección de esos puntos de vista hermenéuticos está

determinada desde luego por la lucha de las ideas que han dominado el siglo.

En la actualidad la guerra fría continúa con los medios del trabajo historiográfico,

no importa si la Unión Soviética desafía al Occidente capitalista (Eric Hobsbawm) o si

el Occidente liberal lucha contra los regímenes totalitarios (François Furet). Ambas

interpretaciones explican de uno o de otro modo un hecho: sólo los Estados Unidos

salieron fortalecidos de ambas guerras en el mundo de la economía, de la política y

de la cultura, más aún: son la única superpotencia que ha sobrevivido a la guerra fría.

Este resultado le ha dado al siglo el nombre de los Estados Unidos. La tercera lectura

es menos clara. Mientras se use el concepto de "ideología" en un sentido neutral

Page 97: Antología CIENCIAS SOCIALES

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detrás del título "la época de las ideologías" (Hildebrand) se esconde sólo una

variante de la teoría del totalitarismo: la lucha del régimen refleja la lucha de las

concepciones del mundo. El mismo título señala en otros casos la perspectiva —que

Carl Schmitt definió— de una guerra civil universal: a partir de 1917 chocaron los

grandes proyectos utópicos de la democracia y de la revolución universales —con

Wilson y Lenin como sus representantes mayores (Ernst Nolte)—. Según esta crítica

de la ideología —cuya filiación de derecha salta a la vista— la historia contrae el virus

de la filosofía de la historia y se extravía de tal forma que sólo a partir del año de 1989

vuelve sobre las vías de las historias nacionales.

Desde cada una de estas tres perspectivas, el siglo XX obtiene su propio rostro.

Según la primera lectura, el más grande experimento político que se haya llevado a

cabo con seres humanos desafía y no le da tregua al sistema capitalista internacional.

La industrialización coercitiva bajo los más crueles sacrificios le permitió a la Unión

Soviética el ascenso político a una superpotencia, pero no le aseguró una base

económica ni una política social superior —o cuando menos una alternativa de

sobrevivencia— al modelo del capitalismo occidental. Según la segunda lectura, el

siglo XX trae los rasgos oscuros de un totalitarismo que suspende el proceso

civilizatorio iniciado con la Ilustración, destruye la esperanza de domesticar el poder

del Estado y el proyecto de humanizar la convivencia social entre los individuos. La

violencia totalitaria de las naciones que hacen la guerra traspasa los límites del

derecho internacional del mismo modo implacable en que la violencia terrorista de los

partidos únicos dictatoriales neutraliza en el interior las garantías constitucionales.

Mientras desde esta perspectiva luz y sombra se reparten por igual entre las fuerzas

totalitarias y sus enemigos liberales, según la tercera lectura —una lectura

postfascista— nuestro siglo se encuentra bajo la sombra de una cruzada ideológica

entre partidos, si no de la misma importancia, sí de una mentalidad semejante.

Ambas partes libran un combate —concepciones del mundo antagónicas— entre

distintos programas de filosofía de la historia, cuya fuerza fanática se debe a sus

proyectos religiosos originales disfrazados de fines seculares.

En todas estas versiones aparecen los rasgos oscuros de un siglo que "inventó"

las cámaras de gas y la guerra total, el genocidio bajo el mandato del Estado y los

campos de exterminio, el lavado de cerebro, el sistema de la seguridad del Estado y

la vigilancia panóptica de pueblos enteros. Este siglo "produjo" sin duda más víctimas,

más soldados caídos, más ciudadanos asesinados, más civiles ejecutados y minorías

Page 98: Antología CIENCIAS SOCIALES

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expulsadas, más personas torturadas, violadas, hambrientas y congeladas, más

prisioneros políticos y fugitivos de lo que nadie nunca habría imaginado. La violencia

y la barbarie determinan el signo de la época. De Horkheimer y Adorno hasta

Braudriard y Zygmunt Baumann, de Heidegger hasta Foucault y Derrida, los rasgos

totalitarios del siglo se han convertido en un instrumento de los mismos diagnósticos.

Pero a estas interpretaciones negativas — que se dejan atrapar por el horror de las

imágenes— se les escapa el reverso de las catástrofes.

En efecto, los pueblos que participaron y fueron afectados necesitaron decenios

para llegar a ser conscientes de la dimensión de ese terror que se advirtió primero de

un modo insensible y apático: el holocausto que culmina en el exterminio metódico de

los judíos europeos. Aunque primero se le reprimió y desapareció de la conciencia,

este shock liberó energías y, más tarde, convicciones que en la segunda mitad del

siglo localizaron la geografía del terror. Para las naciones que llevaron al mundo, en

1914, a una guerra de insólitos despliegues tecnológicos, y para los pueblos que

después de 1939 reconocieron los crímenes masivos de una lucha de exterminio

ideológica, el año de 1945 señala un gran viraje. Un viraje hacia una situación mejor,

hacia la domesticación de las fuerzas de la barbarie que florecieron, en Alemania por

ejemplo, en el suelo mismo de la civilización. ¿No aprendimos nada de las catástrofes

de la primera mitad del siglo?

La división del breve siglo XX en capítulos contrae el periodo de las dos guerras

mundiales con el periodo de la guerra fría y sugiere la continuidad de una guerra

incesante de los sistemas, de los regímenes y las ideologías por más de setenta y

cinco años. Sin embargo, aquí desaparece el significado del acontecimiento que

representa un parteaguas histórico, pues no sólo dividió al siglo XX desde la

perspectiva cronológica, sino también económica, política y, sobre todo, normativa.

Me refiero a la derrota del fascismo. Las fuerzas liberales, de izquierda y

revolucionarias sociales se reunieron por primera vez en España para defender la

República. Por las características de la guerra fría se olvidó muy pronto el significado

ideológico de la alianza de las potencias occidentales con la Unión Soviética, una

alianza que luego apareció como "antinatural".

Pero el triunfo y la derrota de 1945 descalificaron por mucho tiempo esos mitos

que,desde fines del siglo XIX, se lanzaron en amplios frentes contra la herencia de la

revolución de 1789. La victoria de los aliados puso no sólo las condiciones necesarias

para el desarrollo democrático de la República Federal de Alemania, de Japón y de

Page 99: Antología CIENCIAS SOCIALES

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Italia, sino también de España y Portugal. Todas las legitimaciones —por lo menos

las que de manera verbal le rindieron tributo al espíritu de la ilustración política—

perdieron entonces el suelo de la realidad.

Un cambio de clima tuvo lugar, después de 1945, en el invernadero de las ideas.

Sin él no habría tenido lugar la única, indudable, innovación cultural del siglo: la

revolución de las artes plásticas, la arquitectura y la música. Después de 1945 el arte

alcanzó una validez universal, se habló entonces en la forma del pasado de la

"modernidad clásica". El arte vanguardista había creado hasta principios de los años

treinta un repertorio de formas y técnicas nuevas e insólitas con las que el arte

internacional, en la segunda mitad del siglo, siempre experimentó sin trascender

nunca el horizonte de sus posibilidades creativas. Quizá Martin Heidegger y Ludwig

Wittgenstein fueron los únicos dos filósofos que lograron escribir una obra tan original,

y tener una influencia histórica tan decisiva, como la del arte vanguardista de los

treinta; por cierto, ambos escribieron su obra al mismo tiempo, y ambos se apartaron

del espíritu de la modernidad. Sea como fuere, el cambio en el clima cultural

constituyó el fondo de tres tendencias políticas que, desde el periodo de la postguerra

hasta los años ochenta, cambiaron también el rostro de nuestro siglo: a) la guerra fría;

b) la descolonización; c) la construcción del Estado de bienestar social en Europa.

A) La espiral de la carrera armamentista, tan grandiosa como exhaustiva,

mantuvo a las naciones amenazadas en el terror; pero el cáculo enloquecido de un

equilibrio del terror —MAD era la irónica abreviatura de "mutually assured

destruction"— evitó como sea el comienzo de una guerra caliente. La posibilidad de

que las superpotencias enloquecieran y rompieran el pacto —el acuerdo racional

entre Reagan y Gorbachov en Reikiavik señaló el final de la carrera armamentista—

nos hace ver retrospectivamente a la guerra fría como un proceso de autodominio —

lleno de riesgos— y de alianzas entre países con armas nucleares. De igual modo

puede describirse la pacífica implosión de un imperio mundial —la Unión Soviética—,

cuyos gobernantes reconocieron la ineficacia de un modo de producción —

supuestamente superior— y la derrota en la lucha económica, en lugar de desviar

hacia el exterior los conflictos internos y transformarlos en aventuras militares B) La

descolonización tampoco fue un solo proceso lineal. En retrospectiva, las antiguas

potencias coloniales sólo libraron combates en la retaguardia. Los franceses se

defendieron inútilmente en Indochina contra los movimientos de liberación nacional;

en 1956, los británicos y los franceses fracasaron en su aventura del canal de Suez;

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100

en 1975, los Estados Unidos pusieron fin a su intervención en Vietnam, una guerra —

con enormes pérdidas humanas— de diez años. El año de 1945 no sólo se derrumbó

el imperio del Japón derrotado, en el mismo año surgieron Siria y Libia como países

independientes. En 1947, los británicos se retiraron de la India; al año siguiente,

nacieron Burma, Israel, Indonesia y Sri Lanka. Más tarde lograron su independencia

las regiones del Islam occidental, desde Persia hasta Marruecos, poco a poco los

países del Africa central y, por último, las colonias restantes en el sudeste asiático y

en el Caribe. El fin del apartheid en Sudáfrica y el regreso de Hong Kong y Macao a

China clausuraron un proceso que, por lo menos formalmente, destruyó la

dependencia de los pueblos coloniales. Al mismo tiempo estos flamantes países,

muchas veces divididos por guerras civiles, conflictos culturales y luchas tribales,

fueron aceptados como miembros con los mismos derechos en la Asamblea General

de las Naciones Unidas.

C) La tercera tendencia revela una ventaja inequívoca. En las democracias

prósperas y pacíficas de Europa occidental —y en menor escala en los Estados

Unidos y en otros países— surgieron economías mixtas que permitieron la continua

ampliación de los derechos civiles y, por primera vez, una efectiva realización de

derechos sociales fundamentales. Entre principios de los años cincuenta y principios

de los setenta, el explosivo crecimiento económico mundial, la cuadruplicación de la

productividad industrial y el aumento diez veces mayor del comercio internacional

incrementaron a su vez las desigualdades entre las regiones pobres y ricas. Los

gobiernos de los países de la OCDE, que en esos dos decenios contribuyeron con

tres cuartos de la producción mundial y el 80% del comercio internacional,

aprendieron tanto de las experiencias catastróficas del periodo de entre las dos

guerras, que se propusieron una política económica inteligente, volcada hacia la

estabilidad interna, con tasas de crecimiento relativamente altas, construyendo y

ampliando un impresionante sistema de seguridad social. En las democracias

masivas con un Estado de bienestar social, la forma económica altamente productiva

del capitalismo se controló como nunca antes por la sociedad, y se concertó más o

menos con la idea democrática de los Estados constitucionales.

Estas tres tendencias son, desde la perspectiva de un historiador marxista como

Eric Hobsbawm, razón suficiente para celebrar los decenios de la postguerra como

una "época dorada". Sin embargo, a partir de 1989 la opinión pública percibió el final

de esta época.

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En los países donde el Estado de bienestar social era considerado, por lo menos

en retrospectiva, como una conquista política y social, la resignación ejerce su

dominio. El fin del siglo se encuentra bajo el signo de un Estado de bienestar social y

un capitalismo controlado en peligro, así como la inminente resurrección de un

neoliberalismo implacable. Hobsbawm narra, con el tono de un escritor de la

decadencia del imperio romano, esa atmósfera melancólica y desconsolada donde

sólo se escucha la estridente música tecno.

El corto siglo XX termina con problemas para los que nadie tiene una solución, ni

parece tenerla. Mientras los ciudadanos del fin de siglo se abrieron un camino a

través de la niebla global rumbo al tercer milenio, sólo sabían con certeza que una

época histórica llegaba a su fin. No sabían mucho más que esto.

Los antiguos problemas de la paz y de la seguridad internacional, de las

desigualdades económicas entre Norte y Sur, así como el peligro de los desequilibrios

ecológicos eran desde entonces de naturaleza global. Todos se complican ahora por

otro problema, hasta ahora desconocido, que cubre a los demás. Si en el proceso de

globalización del capitalismo hay un golpe más, esta vez definitivo, se limitará

también la capacidad de acción de ese grupo selecto de Estados que, al contrario de

los Estados económicamente dependientes del Tercer Mundo, habían logrado

conservar una relativa independencia. La creciente globalización económica significa

el desafío más importante para el orden social y político de la Europa surgida de la

postguerra. Una salida podría consistir en que la fuerza reguladora de la política

hiciera crecer de nuevo a los mercados que escaparon al control de los Estados

nacionales. ¿O la falta de una orientación iluminadora en el diagnóstico de la época

nos enseña que sólo podemos aprender de las catástrofes?

ACTIVIDADES

1.- De cada lectura que leas identifica los conceptos claves que utiliza cada

autor y elabora un cuadro.

2.-A partir del cuadro que elaboraste trata de identificar que pensaban acerca del ser humano

3.- Investiga las aportaciones de Talcott Parsons

3.-Relaciona las ideas principales de los autores con la carrera de enfermería.

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102

BIBLIOGRAFÍA

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Traducción de Julia Varela y Fernando Alvarez-Uría.

Habermas, Jürgen. ¿Aprendemos de las catástrofes? Diagnóstico y retrospectiva de nuestro breve siglo XX es un ensayo que Jürgen

Habermas leyó en la Universidad de Magdeburgo. Nota y traducción de José María Pérez Gay

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Jimenez-Ottalengo Regina; Lucina Moreno Valle, Sociología de la

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Zabludovsky, Gina, “Max Weber” en La Sociedad a través de los

Clásicos. UNAM. México 1988. 242-243

Page 103: Antología CIENCIAS SOCIALES

103

3. SOCIEDAD

GUADALUPE MARCELA TORRES ESCUTIA

En esta apartado se revisaran varios aspectos de la sociedad desde diversos

teóricos, así como su estructura, las clases sociales y formas de organización:

histórico, institucional y jurídico, en relación a este último haciendo énfasis al Estado

Mexicano, finalmente se recomendarán una serie de actividades que permitirán que el

estudiante refuerce lo leído en este capítulo.

3.1.1 CONCEPTO

La evolución del concepto sociedad la podemos encontrar a lo largo del tiempo

considerando diferentes enfoques, por ejemplo, la teoría social y política de la época

medieval reducían la vida social a la política. En la época del Renacimiento esa idea

se fue modificando y para el siglo XVIII se consideró al Estado parte de una totalidad

mayor que fue denominada la “sociedad civil”.

El concepto sociedad es una abstracción que se utiliza para referirse a la

totalidad de las relaciones sociales que se manifiestan entre los individuos en un

escenario de espacio y tiempo específicos, es decir, representa el proceso

organizado colectivo que surge de la interrelación de hombres y mujeres en su

ambiente con la finalidad fundamental de asegurar su propia sobrevivencia.

Las definiciones precisas de sociedad son difíciles de encontrar por la

especificidad de la realidad social y por ello diversos teóricos que han escrito al

respecto difieren acerca de sus características; por ejemplo Joserph Fichter en su

libro titulado Sociología sostiene que “Una sociedad es un gran número de seres

humanos que obran conjuntamente para satisfacer sus necesidades sociales y que

comparten una cultura en común.” 2

En relación a lo anterior, se puede deducir que el autor hace referencia a que la

sociedad está constituida por grupos y estos a su vez por personas.

2 Fichter Joserph. Sociología. Ed. Herder. Barcelona. 1974. p. 153

Page 104: Antología CIENCIAS SOCIALES

104

En ese sentido, el estudio de una sociedad en específico se enfoca a los grupos

más que a las personas.

Las personas se involucran en diversos grupos y desempeñan diversos papeles

sociales o roles y así mismo se interrelacionan unos con otros, por lo que una

sociedad se puede definir más claramente como “la estructura formada por los grupos

principales interconectados entre sí, considerados como una unidad y participando

todos de una cultura común.” 3

Al respecto, Augusto Comte, quien es considerado como el padre de la

sociología, sostiene que la sociedad es, antes que nada, un organismo colectivo

formado por una multiplicidad de individuos por una natural propensión a la

sociabilidad y al consensus universal. Y que la base de este organismo colectivo es

la familia, lo que equivaldría a ser la célula de un organismo biológico, las fuerzas

sociales serían los tejidos, las ciudades serían los órganos y las naciones serían los

sistemas biológicos.

Según esto, la sociedad como un organismo colectivo depende de la integración

armónica de esfuerzos, mediante la combinación de acciones y reacciones de sus

integrantes y del medio ambiente orientado hacia un fin común.

Augusto Comte fue quien hizo uso de analogías de la siguiente manera:

Este autor identificaba tres planos de la sociedad: al individuo, la familia y las

combinaciones sociales.

Este autor sostenía que la unidad social básica es la familia porque consideraba

que el estudio sociológico debería de estar constituido por fenómenos homogéneos.

La propuesta sociológica de Augusto Comte se dividió en dos grandes

propuestas, estática y dinámica, las cuales fueron extraídas de la biología, disciplina

que en el tiempo de Comte era conocida como fisiología.

3 Ídem.

Page 105: Antología CIENCIAS SOCIALES

105

La estática se refiere a las condiciones de la existencia de la sociedad, y en el

caso de la dinámica se refiere al estudio continuo del movimiento o a las leyes de la

sucesión de las etapas individuales.

El acto principal de la estática es el orden y en el caso de la dinámica es el

progreso, como más adelante se explicará en este trabajo.

Dentro de la corriente estructural-funcionalista se considera a la sociedad como

un tipo especial de sistema social “…organizado sobre bases territoriales, cuyos

miembros son reclutados mediante reproducción sexual y que persiste más allá de la

vida de los individuos constituyentes a través de la socialización de los nuevos

miembros de sus instituciones.”4

Talcott Parsons sostiene que la sociedad es el tipo más autosuficiente del

sistema social, y que este último es uno de los subsistemas primarios del sistema

humano de acción.

Es decir el sistema humano de acción esta constituido por: el organismo

conductual, la personalidad del individuo, el sistema cultural y el sistema social.

Este autor también señala que existen una variedad de tipos de sociedades

como son: las sociedades primitivas, las nuevas sociedades supranacionales, el

sistema tradicional de castas de la India y el Imperio Chino.

Además señala que pueden considerarse como subsistema de una

sociedad: las comunidades locales, las escuelas, las empresas de negocios o las

unidades familiares, y a su vez pueden considerarse cada uno como sistemas

sociales.

Parsons sostiene una perspectiva evolutiva en su estudio sobre sociedades en

donde señala que el ser humano es parte integral del mundo orgánico, en el caso de

los conceptos de sociedad y cultura humana señala que pueden analizarse

apropiadamente dentro del marco del proceso vital.

4 Dávalos, Federico; Meza Virginia; Glosario de Ciencias Histórico-Sociales. Parte 2. Ed. Edicol.

México. 1977. p.69

Page 106: Antología CIENCIAS SOCIALES

106

3.1.2 DINÁMICA

Agusto Comte toma de la física la palabra dinámica para intentar observar a la

sociedad como un organismo vivo que está en un proceso de cambio como todo lo

que está en el Universo y que precisamente los fenómenos sociales se deben

estudiar dentro de la dinámica de cambio para la mejor comprensión del proceso

histórico, ya que las instituciones, la familia y los modos de producción están

experimentando alteraciones.

Asimismo consideraba a la dinámica social como historia sin nombres de

individuos ni de pueblos, la intención consiste en ir descubriendo en un orden

abstracto los grandes cambios de la civilización humana. A partir del movimiento debe

conservarse la solidaridad, pues de otra forma el movimiento tendría como

consecuencia la completa descomposición del sistema social.

Según Comte, no pueden tener importancia desarrollos aislados de

aspectos individuales de la vida social, ni ser estudiados como tales, pues él

considera que debe de existir la idea sobre los consensus universales.

De acuerdo a Comte, el desarrollo progresivo no transita en línea recta, sino que

puede tener oscilaciones e incluso la velocidad del progreso puede verse afectada

por la intervención del ser humano.

Para este autor, la evolución social es una continuación del progreso general

que inicia en el reino vegetal.

Asimismo, sugiere que el progreso es observable en todos los aspectos de la

sociedad, es decir el progreso es intelectual, político, físico y moral. En este último

caso, se refería al surgimiento de los sentimientos más nobles y generosos. Sostenía

que el desarrollo intelectual producía y lograba estimular el desarrollo material. Creía

que el desarrollo individual pasa a través de las mismas etapas del desarrollo social,

las cuales tienen interrelación entre las etapas intelectuales básicas y las etapas del

desenvolvimiento de la vida material del hombre, asimismo en los tipos de orden

Page 107: Antología CIENCIAS SOCIALES

107

social y los sentimientos que predominan en cada etapa y grupo, los cuales fueron

agrupados de la siguiente manera:

En los aspectos intelectuales se encuentran las siguientes etapas: la Teología, la

Metafísica y la Positiva.

En los aspectos materiales se encuentran: lo militar, lo legista y la industria.

En los tipos de unidad social se encuentran: la familia, el Estado y la especie

humana.

En el tipo de orden se encuentran: el doméstico, el colectivo y el Universal. En

los sentimientos predominantes: Cariño, Veneración y Benevolencia.

En relación a la primera etapa, Comte estudió con más detalle a la Teología que

a las otras dos, posiblemente porque la metafísica duró mucho menos tiempo que la

teológica y la positiva estaba empezando.

3.1.3 ESTRUCTURA

La palabra estructura es un concepto que surge desde la arquitectura y es en el

siglo XVI cuando es utilizado en la anatomía y en el siglo XIX en la sociología cuando

se emplea el uso de analogías biológicas.

El concepto estructura es fundamental en todas las ciencias sociales, pues

permite tener una mejor comprensión de la complejidad que es inherente a los

procesos sociales. En términos generales se puede decir que “…es una totalidad

coherente, cuyas partes componentes se encuentran relacionadas en un conjunto

estructural mayor y a su vez, cada uno de sus elementos o componentes es

reductible al análisis estructural.”5

Cabe señalar que cada corriente teórica desarrolla sus versiones particulares,

como es el caso del marxismo, que establece una visión estructural de la sociedad,

en la que resalta el predominio de la estructura económica sobre las demás.

5 Dávalos, Federico; Meza Virginia; Glosario de Ciencias Histórico-Sociales. Parte 1. Ed. Edicol.

México. 1977. p. 52

Page 108: Antología CIENCIAS SOCIALES

108

Carlos Marx la vida social esta determinada por tres estructuras: una económica,

una jurídica-política y una ideológica.

A la estructura económica se le ha llamado también infraestructura, porque se ha

considerado como la base donde descansan los otros dos, que a su vez, conforman

la superestructura.

Estructura

Ideológica

Estructura

Jurídico-política

Superestructura

Estructura Económica

Base

La estructura económica es un todo en el que los elementos se encuentran

distribuidos según la organización de conjunto, que a su vez determina la función que

desempeña cada elemento dentro de su totalidad

La estructura económica dentro de la sociedad es entendida como el conjunto de

las relaciones económicas entre los hombres, creadas en el proceso de la producción

material y reproducción de su vida, está integrada fundamentalmente por dos

elementos:

Las fuerzas de producción: éstas expresan las relaciones que existen entre los

hombres, los objetos y las fuerzas de la naturaleza empleadas para producir los

bienes materiales. Sin embargo en el proceso productivo los individuos no sólo

actúan sobre la naturaleza, sino que al mismo tiempo, entran en acción reciproca

unos con otros.

De tal manera que los medios de producción son: el conjunto de los objetos de

trabajo como son los ríos, la tierra, el mar, la flora, etcétera y los instrumentos

Page 109: Antología CIENCIAS SOCIALES

109

utilizados para la ejecución de una actividad como son las herramientas, la

maquinaria, el equipo, etcétera

Las relaciones sociales de producción: son el conjunto de relaciones que se dan

entre los individuos, las cuales sirven para producir bienes materiales y los servicios

para satisfacer sus necesidades.

Las características específicas que tienen es que esas relaciones se dan en el

proceso del trabajo. Los individuos para obtener los bienes materiales y satisfacer sus

necesidades, necesitan los medios del trabajo; estos le permitirán actuar sobre los

objetos que han de ser elaborados.

Lo anterior indica que los seres humanos para poder producir los satisfactores

de sus necesidades deben establecer relaciones con los otros miembros de su

sociedad, jamás aislados

Como parte de la superestructura se encuentra la estructura Jurídico-política, las

normas jurídicas son reglas de observancia obligatorias que conforman o sancionan

las conductas de los individuos, estas pueden ser violadas pero su desobediencia

motiva una sanción o castigo.

También dentro de esta estructura se considera al Estado como la instancia

represiva que esta de lado de los dueños de los medios de producción y en contra de

la clase proletaria.

La estructura Ideológica es un conjunto coherente y sistemático de ideas,

creencias y conceptos que pueden poseer o carecer de validez científicas y que es

peculiar a un grupo social, al que proporciona una explicación racional y satisfactoria

de la realidad social y del medio ambiente que le rodea, además de que orienta el

comportamiento de sus integrantes.

La ideología de un grupo es producto de las circunstancias sociales e históricas,

donde se desenvuelve su vida cotidiana.

Page 110: Antología CIENCIAS SOCIALES

110

Para el marxismo, la ideología dominante en un sistema social es la de la clase

dominante y sirve para reforzar y justificar la explotación los individuos entre sí.

En relación al concepto de estructura Talcott Parsons sostiene que “… una

estructura es un conjunto de vínculos uniformes relativamente estables.”6

Este autor señala que las estructuras son redes estables de relaciones entre los

hombres, que encausan y condicionan las diversas conductas tanto de individuos

como de grupos para cumplir determinadas funciones necesarias.

Las propias estructuras son quienes dan forma a la sociedad al organizarla para

que cumpla ciertas funciones.

El conjunto de diversas estructuras constituyen un sistema social.

En relación a esto último, sostiene Parsons que “Un sistema social –reducido a

los términos más simples- es una pluralidad de actores individuales que interactúan

entre sí en una situación que tienen, al menos, un aspecto físico o de un medio

ambiente, actores motivados por una tendencia a <<obtener un óptimo de

gratificación>> y cuyas relaciones con sus situaciones –incluyendo a los demás

actores- están medidas y definidas por un sistema de símbolos culturalmente

estructurados y compartidos” 7

3.1.4. CLASES SOCIALES

En toda teoría social, el concepto de clase social es muy importante porque

ocupa un lugar significativo, debido a que es parte de un esfuerzo teórico de

clasificar, de agrupar o encasillar a los diversos miembros de una sociedad de

acuerdo a las diversas características que son consideradas relevantes.

6 Azuara, Leandro. “Análisis estructural funcionalista y Teoría Sociológica Sistemática”, en Revista de Ciencias Políticas, FCPy S-UNAM. enero-marzo. 1968. p 23 7 Parsons Talcott El Sistema Social. Ed. Alianza. 2da. reimpresión Madrid. 1988. p.17

Page 111: Antología CIENCIAS SOCIALES

111

Las corrientes teóricas no han establecido un criterio común para la definición de

clase, pues existen divergencias por los aspectos conflictivos, armónicos, cambiantes

o estables que se le atribuyen a la sociedad.

Por ejemplo Vladimir Ivan Lenin en su obra Tres fuentes y tres partes

integrantes del marxismo, define a la clase social como un grupo de personas que se

diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social

históricamente determinado, por las relaciones con los medios de producción, por su

función en la organización social del trabajo, por el modo de vida y la magnitud de la

parte de riqueza que poseen.

Por su parte Carlos Marx, desde el materialismo histórico sostiene que:

Las Clases Sociales se generan a partir de una matriz económica: la propiedad

sobre los medios de producción.

Cuando se relacionan con otras clases por medio de la explotación, existen entre

ellas relaciones antagónicas.

Que las clases sociales, al derivarse de determinados medios de producción

tienen una existencia histórica concreta y una forma especial de relacionarse no sólo

con los medios de producción, sino también con las otras clases: a ciertos modos de

producción corresponden ciertas clases.

Como se puede observar, el enfoque marxista difiere del sociológico de la

estratificación, porque este último maneja la división de las clases altas, medias y

bajas.

Carlos Marx junto con el concepto clase social, desarrolla el concepto de

conciencia de clase que es la conciencia del papel histórico de la clase social.

Para este teórico, el concepto de clase social es una noción clave para

comprender los procesos sociales y se define prácticamente por la relación de

propiedad respecto a los medios de producción (riqueza, instrumentos de trabajo,

tecnología y materias primas)

Page 112: Antología CIENCIAS SOCIALES

112

Los individuos de una sociedad que están ordenados de esta manera forman

una serie de cambios interrelacionados en cuyos extremos se encuentran los

propietarios y los que no lo son.

Los propietarios son quienes tienden a dominar los procesos políticos e

ideológicos de la estructura social afectando a los del otro extremo.

En el caso de Max Weber, este utiliza tres órdenes jerárquicos para agrupar y

distinguir a los integrantes de una sociedad:

El orden social: basado en la distribución del honor social, prestigio o

status.

El orden político: basado en la distribución del poder.

El orden económico: es el fundamental y determina la estructura de

clases.

La corriente de pensamiento conocida como estructural-funcionalismo desarrolla

una visión armónica de la sociedad y considera varios criterios de estratificación, pero

no está de acuerdo en que el orden económico sea el más importante.

Para esta corriente, las jerarquías existentes en la sociedad son altamente

funcionales, pues “…permiten orientar a los individuos hacia el desempeño de roles o

papeles sociales desiguales, por los requerimientos educativos, de capacidad,

inteligencia, etc.”8

Sostiene esta corriente que las jerarquías estimulan la aceptación de esos

mismos papeles, a partir de una serie de justificaciones de tipo ideológico que

permiten a los individuos comprender su rol social y lograr ciertas satisfacciones por

su desempeño.

8 Dávalos, Federico; Meza Virginia; Glosario de Ciencias Histórico-Sociales. Parte 1. Ed. Edicol.

México. 1977. p. 25

Page 113: Antología CIENCIAS SOCIALES

113

Edward Palmer Thompson, quien elaboró un documento que lleva por nombre la

formación histórica de la clase obrera, en relación a las clases sociales, sostiene que

son categorías del discurso científico, que están constituidas por gente de carne y

hueso, las cuales viven en contextos culturales y que establecen relaciones

interpersonales reales y con el tiempo las vidas individuales van dejando

experiencias, ideas, instituciones y patrones de relaciones, que son parte de una

historia y una cultura 9.

Por su parte, Nicolas Poulantzas, quien tiene un enfoque antropológico,

desarrolla un libro que lleva por nombre Poder político y clases sociales en el Estado

capitalista, en donde plantea que "la práctica es un trabajo de trasformación sobre un

concepto determinado, cuyo resultado es la producción de algo nuevo".10

Sostiene que la práctica social comprende, todas las actividades de los hombres

con las cuales trasforman no sólo la naturaleza sino también la sociedad y el

pensamiento.

De tal manera que las prácticas sociales son procesos de trabajo en las que se

distinguen los elementos constitutivos que son identificados como: los agentes, los

objetos de trabajo, los instrumentos y los productos.

Estas prácticas en los servicios de salud tienen la característica de que el

producto, es decir, las acciones sanitarias, son producidas y consumidas al mismo

tiempo.

En general, pueden caracterizarse dos tipos de prácticas:

1) Aquellas cuya actividad se desarrolla fundamentalmente a nivel de la

conceptualización y de la teorización, tales como la religión, la filosofía y las ciencias.

9 Ver Thompson, Edward Palmer. La formación histórica de la clase obrera. Ed. Lia Barcelona

1977 10 Poulantzas, Nicos. Poder político y clases sociales en el Estado capitalista. 6 ed., México: Siglo XXI, 1973. p. 39.

Page 114: Antología CIENCIAS SOCIALES

114

2) Aquellas en las cuales predomina la acción o el hacer; por ejemplo, los ritos,

la política y las prácticas profesionales como la medicina y la enfermería, cuya

realización se apoya en los sistemas de pensamiento producidos por las primeras.

Toda práctica social se desarrolla en un contexto determinado de relaciones

sociales que tienen en común el manejo del poder; es decir, en la dinámica de

interrelaciones se establecen formas de dominación y subordinación.

Para analizar una práctica particular dentro del conjunto de prácticas que

estructura la sociedad, es preciso comprender que:

Las prácticas de todo agente social están insertadas dentro de las

características de la sociedad en la cual se desarrolla su vida. Cuando se habla de

práctica, se hace referencia a esas acciones con sentido que instalan al individuo en

la estructura social.

Las prácticas sociales son esos comportamientos estamentales, expresados

individual o colectivamente como actividades cotidianas, que se constituyen a partir

del tejido de relaciones sociales, en el cual se hallan inscritos los individuos.

De ahí que para identificar una práctica determinada sea necesario distinguir los

determinantes históricos y sociales de su contexto económico, político e ideológico.

3.1.5. ORGANIZACIÓN

En este apartado se definirá lo que se entiende por organización y se resaltaran

básicamente tres tipos de organización: histórico, institucional y jurídico haciendo

énfasis en el Estado Mexicano.

Toda asociación humana posee una organización es decir “…un conjunto

de procedimientos sistemáticos que regulan y dirigen la vida colectiva”11

11 Dávalos, Federico, Meza Virginia; Glosario de Ciencias Histórico-Sociales. Parte 2. Ed. Edicol. México. 1977. p. 36

Page 115: Antología CIENCIAS SOCIALES

115

La palabra organización se utiliza exclusivamente cuando se desarrollan

procedimientos formales y explícitos para coordinar las actividades de un grupo con la

intención de alcanzar algún objetivo en específico, el cual puede darse a partir de un

acuerdo colectivo o producto de la actividad persuasiva de una minoría.

Los individuos siempre se han reunido para formar grupos, comunidades y

sociedades y con ello poder satisfacer sus necesidades. Las sociedades se

transforman y se desarrollan, constituyendo la vida social y creando diversas formas

de organización socioeconómica. Es así como surgen las instituciones, las cuales

cumplen funciones específicas en la sociedad

Toda la institución converge en dos aspectos:

1.- La conformidad a patrones normativos de conducta

2.- La sanción negativa, puede ser castigo o indignación que ocasiona el

incumplimiento de esos patrones de acción.

Las instituciones son estructuras sociales más o menos definidas, que exigen

una mayor o menor vigilancia del comportamiento de los individuos involucrados en

ella.

Algunas instituciones son de vital importancia para la existencia de un sistema

social que se ha construido alrededor de ciertos valores y cambia a través del tiempo.

Toda institución social está formada por un conjunto de personas entre las que

se da una interacción recíproca llamado grupo social, es por ello que la sociedad

establece modelos a seguir como pautas colectivas que conforman un rol social.

La combinación de esas pautas de comportamiento practicadas por los

individuos dan como resultado las instituciones sociales.

Las instituciones sociales contienen en sí mismas un conjunto de normas,

relaciones, procesos e instrumentos materiales que forman parte de los intereses de

una sociedad.

INSTITUCIONES SOCIALES

Desde la sociología se pueden considerar seis tipos de instituciones sociales: las

familiares, las políticas, las educativas, las económicas, las religiosas y las

profesionales, las cuales son descritas a continuación

Page 116: Antología CIENCIAS SOCIALES

116

1.- Familiares: transmiten pautas de conducta, son las que dan lugar al comienzo

de toda la dinámica de la sociedad, en ellas están contenidas las costumbres y

tradiciones de una organización social.

2.- Políticas: regulan la conducta del grupo, son el centro de la política es el

gobierno o el Estado que cubre todos los campos de acción de los hombres, lo cual

viene a ser las leyes y los reglamentos que rigen a la sociedad

3.- Educativas: que forman y dan pautas, abarcan las actividades relativas a la

cultura, el arte y la educación

4.- Económicas: que transforman y administran los recursos naturales,

constituyen todo lo que involucran la industria, el comercio, la banca y los servicios

encargados de producir, financiar, etc.

5.- Religiosas: se crean en torno de cultos de fe, son organizaciones

relacionadas con las creencias de los seres humanos; como el protestantismo, el

catolicismo, etc.

6.- Profesionales: que forman cuadros especializados.

Desde el enfoque el enfoque sociológico estos son los tipos de instituciones

que se consideran y desde el enfoque del materialismo histórico se sostiene que la

formación social está integrada por una infraestructura y una superestructura que

forma una totalidad social.

La infraestructura constituye la base real de todo el sistema productivo, siendo

apoyada por la superestructura; mientras que esta última es la base relativa, es decir,

corresponde a los cambios ideológicos de la sociedad.

La superestructura está formada por las instituciones jurídicos-políticas e

ideológicas.

Las instituciones jurídico – políticas son el Estado como derecho de actividad

normativa, por ejemplo si un sistema económico se basa en la propiedad privada, el

Estado en conjunto con el derecho deben proteger la misma implementando sistemas

y normas que rijan la estructura.

Las instituciones ideológicas son consideradas el derecho, la política, la moral, la

religión, etc.; son aquellas instituciones que fundamentan las doctrinas de una forma

de vida determinada de acuerdo a una base económica específica.

Otra forma de organización es la histórica la cual a continuación abordaremos en

forma detallada.

Page 117: Antología CIENCIAS SOCIALES

117

FORMA DE ORGANIZACIÓN HISTÓRICA

Cuahtémoc Anda en su libro Introducción a las Ciencias Sociales describe las

características del esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo de la

siguiente manera: esclavismo, feudalismo, Capitalismo, Socialismo.

Esclavismo

El esclavismo es un sistema de explotación que termina en el siglo V después de

Cristo. Las culturas que alcanzaron un alto desarrollo fueron: la egipcia, la

mesopotámica, la hindú, la china, la fenicia, griega, romana y hebrea.

Las principales características del esclavismo son las siguientes:

a) Hay predominio de la propiedad individual sobre la propiedad colectiva Se

desarrolla la agricultura, la ganadería y el comercio.

b) La organización política se desarrolla profundamente, de tal manera que

existe un órgano superior que dirige y administra la sociedad.

c) Nace el Estado, con elementos de fuerza para hacer prevalecer los

intereses colectivos

d) sobre los individuos

e) Se transforma la organización familiar, predominando el hombre sobre la

mujer y asegurando la herencia del padre e hijo.

f) Se da una mayor importancia a la guerra como una fuente de riqueza y

de posesión para ampliación de territorio

g) Se encuentra una sociedad claramente estructurada en clases sociales

Que descansan en la esclavitud como sector decisivo para la producción.

Page 118: Antología CIENCIAS SOCIALES

118

Feudalismo

El Feudalismo es el régimen de la Edad Media que se ubica en el Siglo V al XV y

se caracteriza por lo siguiente:

a) Se desarrollan grandes extensiones de tierras llamados feudos

b) Los campesinos o siervos se agrupan en torno a un señor feudal que les

brinda protección a cambio de su trabajo.

c) Se da una producción de autoconsumo, de la cual una parte se entrega

al señor feudal y la otra la ocupa el siervo para subsistir.

d) Las clases sociales se estratifican en forma piramidal, que van desde el

siervo de la gleba hasta el rey.

e) Cada clase social le debe obediencia a la superior jerarquía.

La base de todo sistema productivo es el trabajo del siervo, que no es

esclavo, pero tampoco es libre.

f) Se da un profundo dominio de la iglesia, que se convierte en la

g) institución protectora de toda la estructura social.

Capitalismo

Tiene su origen en un periodo mercantil precapitalista, debido a la

importancia que va teniendo el intercambio de mercancías y la acumulación de

riqueza por parte de los Estados. Sus principales características son las siguientes:

a) Es una organización mercantil; es decir, la producción de satisfactores

está destinada al mercado y no al autoconsumo,

b) Se facilita el intercambio de las mercancías,

c) El trabajo es libre, los trabajadores si no tienen propiedad alguna,

necesitan vender su fuerza de trabajo para poder subsistir,

d) La organización social y económica gira en torno a la propiedad privada,

e) Se propugna por la libre competencia,

Page 119: Antología CIENCIAS SOCIALES

119

f) El capital financiero adquiere gran importancia como generador del

mismo sistema,

g) Se da un crecimiento desigual, según la clase social a la que se

h) pertenezca.

i) Se generan adelantos tecnológicos que simplifican el proceso de

trabajo,

j) Se desarrolla una dependencia económica y tecnológica de los países

pobres en relación a los países industrializados.

Socialismo

El socialismo es una forma de organización que se caracteriza principalmente

porque los medios de producción de propiedad colectiva y su economía son

centrales, planificada y dirigida en forma importante a la seguridad social.

En el caso específicamente de nuestro país y desde el punto de vista jurídico,

está organizado de la siguiente manera:

El Estado Mexicano

Toda la organización política de México está sustentada en una idea

fundamental, la supremacía de la Constitución. Esto quiere decir que ningún poder en

nuestro país esta por encima de la Carta Magna; de ella emanan las disposiciones

legales de organización, en donde se establece que:

El Estado Mexicano se ha estructurado en la actualidad con tres elementos: la

población, el gobierno y el territorio:

La Población: se divide en mexicanos y extranjeros, los cuales pueden serlo por

nacimiento o naturalización

El Gobierno: Es Federal y Local.

Page 120: Antología CIENCIAS SOCIALES

120

El Gobierno Federal: rige a todo el país y está constituido por:

El Poder Legislativo: la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.

El Poder Ejecutivo: Presidentes de la República, Secretarías de Estado.

El Poder Judicial: La Suprema Corte de Justicia, los Tribunales de Circuito,

Juzgados de Distrito.

El Gobierno Local: únicamente rige a las Entidades Federativas o Estados.

El Poder Legislativo: está constituido por el Congreso local.

El Poder Ejecutivo: el gobernador del Estado.

El Poder Judicial: Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de primera instancia

de diversas categorías.

El Territorio: está conformado por las partes que integran a la Federación (todos

los Estados que conforman la República Mexicana), las islas Guadalupe,

Revillagigedos y las adyacentes en ambos mares.

Los Fines del Estado son de dos tipos:

De orden general: la protección de la persona y la consecución del bien común.

De orden particular: múltiples y variados, de acuerdo con las condiciones de

cada país.

El Gobierno es Republicano Democrático Federal: porque el poder radica en el

pueblo.

Como una parte del gobierno en acción se encuentran las actividades de la

administración pública, funciones que están perfectamente definidas en la Ley

Orgánica de la Administración Pública Federal, en donde se describen las funciones

todas las secretarías de Estado entre ellas la Secretaría de Salud, la cuál también

está regida por la Ley General de Salud.

Es importante conocer la organización jurídica del Estado Mexicano

porque el profesional de la salud regirá su actividad ética y funciones con la

normatividad que por muchos años ha emanado del Poder Legislativo y que lo

podemos observar claramente en los instrumentos legales como son: la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ley General de Salud, la Ley Federal de la

Educación, la Ley del Trabajo y Los códigos civiles y otros.

Page 121: Antología CIENCIAS SOCIALES

121

Actividad

1.- Elabora un cuadro señalando la aportación de cada uno de los teóricos

respecto al concepto de sociedad.

2.- Señala qué influencia ha tenido en tu vida la intervención de cada una de las

instituciones sociales.

3.- Reflexiona si tienes una relación directa con la forma de organización del

estado Mexicano.

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México: Ed. Siglo XXI, México 1983.

Sánchez Azcona, Jorge. Familia y Sociedad. 3ra. Reimpresión. Ed.

Planeta. México.1980.

Talcott Parsons, La sociedad, México. Ed. Trillas. 1974

Timasheff, Nicolas S. La Teoría Sociológica. Ed. FCE. 13 ed. México

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Thompson, Edward Palmer. La formación social de la clase obrera. Ed.

Lia. Barcelona 1977.

Zorrilla, Rubén H. Principios y Leyes de la Sociología. Ed. Emecé. Buenos

Aires 1992

Page 123: Antología CIENCIAS SOCIALES

123

3.2. FAMILIA

Guadalupe Marcela Torres Escutia

En este apartado se presentarán algunos enfoques que abordan el tema de la familia,

se rescatan la diversas funciones que tiene la familia según el punto de vista de

Cuahutémoc de Anda, también se presenta un breve fragmento de Anthony Giddens

quien nos describe a la familia y sus efectos en la globalización y finalmente

presentamos a Levis Stauss porque queremos que las alumnas de enfermería

conozcan las reflexiones que hace un teórico clásico de la antropología al tema del

parentesco, finalmente se presenta un apartado de actividades a realizar para

fortalecer la comprensión de las lecturas del capítulo y también se amplían las

actividades encaminadas a promover el espíritu de investigación por parte de las

alumnas al solicitar la indagación del concepto de cultura, tanto popular como

tradicional, normas y valores, así mismo se les solicita la búsqueda de los

antecedentes de la religión y su influencia en el campo de la salud.

En el caso de Cuauhtémoc de Anda sostiene que la familia tiene diversas

funciones dentro de la sociedad, las cuales son: la biológica, la religiosa, la recreativa,

la económica y la educativa.

1. La biológica: se propone la satisfacción sexual de los adultos y de la

perpetuación la especie

2. La religiosa: infunde la formación de valores y prácticas religiosas

3. La recreativa: trata sobre el descanso y recreo de los miembros de la familia

4. La económica: se refiere a la satisfacción de las necesidades del ser humano

5. La educativa: tiene como objetivo la transmisión de la cultura, hábitos,

costumbres, etcétera.

En las primeras sociedades el parentesco fue matrilineal pues no se sabía que era

producto de relaciones sexuales nueve meses anteriores, dificultándose definir la

paternidad por las condiciones de promiscuidad en que vivían. Actualmente el

parentesco puede ser de tres tipos: consaguineo, de afinidad o político y parentesco

civil.

Page 124: Antología CIENCIAS SOCIALES

124

1. Al Consanguíneo: se le conoce entre aquellos que descienden de un mismo

progenitor

2. El de afinidad o político: el que surge del matrimonio

3. El de Parentesco civil: el que se establece de la adopción

Desde de hace mucho tiempo se ha dado el parentesco consaguineo como principal

vínculo familia y generalmente se reconoce hasta la cuarta generación.

El parentesco matrilineal se caracteriza cuando la línea materna establece

el lazo de filiación y la descendencia toma en cuenta a la mujer.

Fragmento de la obra Un mundo desbocado. Los efectos de la

globalización en nuestras vidas.

Anthony Giddens*

De todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en importancia

a los que tienen lugar en nuestra vida privada -en la sexualidad, las relaciones, el

matrimonio y la familia-. Hay en marcha una revolución mundial sobre cómo nos

concebimos a nosotros mismos y cómo formamos lazos y relaciones con los demás.

Es una revolución que avanza desigualmente en diferentes regiones y culturas, con

muchas resistencias.

Como en otros aspectos de este mundo desbocado, no sabemos bien cuáles

serán los términos relativos de ventajas y desventajas. En algunos sentidos, son las

transformaciones más complicadas e inquietantes de todas. La mayoría de nosotros

puede aislarse de problemas mayores durante bastante tiempo -una de las razones

por las que es difícil trabajar en común para resolverlos-. No podemos abstraernos,

sin embargo, del torbellino de cambios que llegan hasta el corazón mismo de nuestra

vida emocional.

Hay pocos países en el mundo donde no haya un debate intenso sobre la

igualdad sexual, la regulación de la sexualidad y el futuro de la familia. Y donde no

Page 125: Antología CIENCIAS SOCIALES

125

hay discusión abierta es, sobre todo, porque es reprimida activamente por gobiernos

autoritarios o grupos fundamentalistas. En muchos casos, estas controversias son

nacionales o locales -igual que las reacciones sociales y políticas a ellas-. Políticos y

grupos de presión sugerirán que si la política familiar fuera modificada, con sólo que

el divorcio fuera dificultado o facilitado en un país determinado, podrían encontrarse

rápidamente las soluciones a nuestros problemas.

Pero las transformaciones que afectan a la esfera personal y emocional van

mucho más allá de las fronteras de cualquier país, incluso de uno tan grande como

Estados Unidos. Encontramos pautas similares casi en cualquier lugar: varía sólo el

grado y el contexto cultural en el que se desarrollan.

En China, por ejemplo, el Estado estudia poner trabas al divorcio. Como

consecuencia de la revolución cultural, se aprobaron leyes matrimoniales muy

liberales. Según estas normas, el matrimonio se considera un contrato que puede

disolverse "cuando el marido y la mujer lo deseen". Incluso si un cónyuge se opone,

puede concederse el divorcio cuando el "afecto mutuo" haya desaparecido. Sólo se

requiere una espera de dos semanas, después de la cual los esposos pagan cuatro

dólares y son, en adelante, independientes. La tasa china de divorcio es todavía baja

comparada con la de los países occidentales, pero está creciendo rápidamente -al

igual que en las demás sociedades asiáticas en desarrollo-. En las ciudades chinas

es cada vez más frecuente no sólo el divorcio, sino también la cohabitación. En

cambio, en el inmenso campo chino, todo es diferente. El matrimonio y la familia son

mucho más tradicionales -a pesar de la política oficial de limitar los nacimientos con

una mezcla de incentivos y castigos-. El matrimonio es un acuerdo entre dos familias,

fijado por los padres en lugar de por los individuos afectados. Un estudio reciente en

la provincia de Gansu, de bajo nivel de desarrollo económico, descubrió que un 60

por 100 de los matrimonios eran todavía concertados por los padres. Como dice un

refrán chino: Te la presentan, saludas y te casas". Hay situaciones paradójicas en la

China que se moderniza. Muchos de los que se divorcian ahora en los centros

urbanos se habían casado a la manera tradicional en el campo.

En China se habla mucho de proteger la familia. En muchos países

occidentales el debate es aún más ruidoso, pues esta institución conforma un ámbito

para los conflictos entre tradición y modernidad, pero también es una metáfora de

ellos. Hay quizá más nostalgia del refugio perdido de la familia que de ninguna otra

Page 126: Antología CIENCIAS SOCIALES

126

institución que hunda sus raíces en el pasado. Políticos y activistas diagnostican

continuamente la crisis de la vida familiar y piden un retorno a la tradición.

La familia tradicional se parece mucho a un cajón de sastre. Ha habido muchos

tipos diferentes de familia y sistema de parentesco en diferentes sociedades y

culturas. La familia china, por ejemplo, siempre fue distinta de las formas

occidentales. El matrimonio concertado nunca fue tan común en los países europeos

como en China o India. Pero la familia en culturas no modernas tenía, y tiene, algunos

rasgos que se encuentran más o menos en todas partes.

La familia tradicional era, sobre todo, una unidad económica. La producción

agrícola involucraba normalmente a todo el grupo familiar, mientras que entre las

clases acomodadas y la aristocracia la transmisión de la propiedad era la base

principal del matrimonio. En la Europa medieval el matrimonio no se contraía sobre la

base del amor sexual, ni se consideraba como un espacio donde el amor debía

florecer. Como dice el historiador francés Georges Duby, el matrimonio en la Edad

Media no debía incluir "frivolidad, pasión o fantasía".

La desigualdad de hombres y mujeres era intrínseca a la familia tradicional. No

se debe pasar por alto la importancia de este fenómeno. En Europa las mujeres eran

propiedad de sus maridos o padres vasallos, como recogía la ley-. La desigualdad

entre hombres y mujeres se extendía, por supuesto, a la vida sexual. El doble rasero

sexual estaba directamente vinculado a la necesidad de asegurar la continuidad del

linaje y la herencia. Durante gran parte de la historia los hombres se han valido

amplia, y a veces conspicuamente, de amantes, cortesanas y prostitutas. Los más

ricos tenían aventuras *amorosas con sus sirvientas. Pero los hombres tenían que

asegurarse de que sus mujeres fueran las madres de sus hijos. Lo que se ensalzaba

en las chicas respetables era la virginidad y, en las esposas, la constancia y la

fidelidad.

En la familia tradicional no eran sólo las mujeres las que no tenían derechos:

tampoco los niños. La idea de consagrar los derechos infantiles en la ley es, en

términos históricos, relativamente reciente. En periodos pre-modernos, al igual que en

culturas tradicionales hoy día, no se criaba a los niños por su bien o para la

satisfacción de los padres. Uno podría casi decir que no se les reconocía como

individuos. No era que los padres no quisieran a sus hijos, pero se preocupaban más

por la contribución que hacían a la actividad económica común que por ellos mismos.

Además, la tasa de mortalidad infantil era aterradora. En el siglo XVII en Europa y

Page 127: Antología CIENCIAS SOCIALES

127

América casi uno de cada cuatro bebés moría en su primer año de vida. Casi el 50

por 100 no llegaba a cumplir diez.

Excepto en ciertos grupos elegantes o de élite, la sexualidad en la familia

tradicional estaba dominada por la reproducción. Era una cuestión de tradición y

naturaleza combinadas. La ausencia de contracepción eficaz significaba que para la

mayoría de las mujeres la sexualidad estaba, inevitablemente, vinculada

estrechamente al parto. En muchas culturas tradicionales, incluida Europa occidental

hasta el umbral del siglo XX, una mujer podía tener diez o más embarazos durante su

vida.

Por las razones ya expuestas, la sexualidad estaba dominada por la idea de la

virtud femenina. El doble rasero sexual se suele considerar una creación de la

Inglaterra victoriana. En realidad, en una u otra versión, era básica en todas las

sociedades no modernas. Implicaba una visión dual de la sexualidad femenina -una

división inequívoca entre la mujer virtuosa, por un lado, y la libertina, por otro-. En

muchas culturas la aventura sexual se ha tomado como un rasgo definitorio positivo

de la masculinidad. James Bond es, o era, admirado por su heroísmo sexual, además

del físico. Las mujeres sexualmente aventureras, por contraste, han sido casi siempre

rechazadas, por mucha influencia que las amantes de alguna figura prominente

llegaran a tener.

Las actitudes hacia la homosexualidad también estaban regidas por una

mezcla de tradición y cultura. Estudios antropológicos muestran que la

homosexualidad -al menos la masculina- ha sido tolerada, o abiertamente aceptada,

en más culturas de las que ha sido proscrita. En algunas sociedades, por ejemplo, se

animaba a los chicos jóvenes a establecer relaciones homosexuales con hombres

mayores como forma de tutela sexual. Se esperaba que estas actividades cesaran

cuando los jóvenes se comprometieran o casaran. Las sociedades que han sido

hostiles a la homosexualidad la han condenado normalmente por considerarla

intrínsecamente antinatural. Las actitudes occidentales han sido de las más extremas;

hace menos de medio siglo la homosexualidad era considerada, en general, una

perversión, y así venía descrita en manuales de psiquiatría.

Por supuesto, el antagonismo hacia la homosexualidad todavía es

generalizado, y mucha gente mantiene la visión dual de las mujeres -hombres y

mujeres por igual-. En las últimas décadas, no obstante, los elementos esenciales de

la vida sexual en Occidente han cambiado decisivamente de forma absoluta. La

Page 128: Antología CIENCIAS SOCIALES

128

separación entre sexualidad y reproducción es, en principio, total. La sexualidad, por

primera vez, es algo a ser descubierto, moldeado, transformado. La sexualidad, que

solía definirse tan estrictamente en relación al matrimonio y a la legitimidad, tiene

ahora poca conexión con ello. No debemos ver la aceptación creciente de la

homosexualidad sólo como ofrenda a la tolerancia liberal. Es un resultado lógico de la

ruptura entre sexualidad y reproducción. La sexualidad sin objeto ya no está, por

definición, dominada por la heterosexualidad.

Lo que en la mayoría de los países occidentales sus defensores llaman la

familia tradicional fue, en realidad, una fase tardía, transicional, en el desarrollo

familiar durante la década de los años cincuenta. Era un tiempo en el que la

proporción de mujeres con empleo era todavía relativamente baja y en el que aún era

difícil, especialmente para ellas, obtener el divorcio sin estigma. Sin embargo, los

hombres y mujeres de este tiempo eran más iguales de lo que habían sido con

anterioridad, tanto de hecho como ante la ley. La familia había dejado de ser una

entidad económica, y la idea de amor romántico como base del matrimonio había

reemplazado al matrimonio como contrato económico. Desde entonces la familia ha

cambiado aún mucho más.

Los detalles varían de sociedad a sociedad, pero las pautas son visibles casi

en cualquier parte del mundo industrializado. Sólo una minoría de gente vive ahora en

lo que podríamos llamar la familia estándar de los años cincuenta -ambos padres

viviendo juntos con sus hijos matrimoniales, la madre ama de casa a tiempo completo

y el padre ganando el pan-. En algunos países más de una tercera parte de todos los

nacimientos tienen lugar fuera del matrimonio, mientras que la proporción de gente

que vive sola ha crecido exorbitantemente y parece probable que lo haga aún más.

En muchas sociedades, como Estados Unidos o Gran Bretaña, el matrimonio sigue

siendo muy popular -se han calificado, adecuadamente, como sociedades de mucho

divorcio y mucho matrimonio-. En Escandinavia, por el contrario, una proporción alta

de la gente que vive junta, incluida la que tiene hijos, no está casada. Una cuarta

parte de las mujeres entre 18 y 35 años en Estados Unidos y Europa afirma que no

quiere tener niños, y parecen decirlo en serio.

En todos los países se mantiene una diversidad de formas familiares. En

EE.UU mucha gente, inmigrantes recientes especialmente, vive todavía conforme a

los valores tradicionales. Gran parte de la vida familiar, sin embargo, se ha

transformado por el desarrollo de la pareja. El matrimonio y la familia se han

Page 129: Antología CIENCIAS SOCIALES

129

convertido en lo que denominé en el capítulo 1 instituciones concha: se llaman igual,

pero han cambiado en sus características básicas. En la familia tradicional la pareja

casada era sólo una parte, y con frecuencia no la principal, del sistema familiar. Los

lazos con los niños y con otros parientes solían ser igual de importantes, o más, en el

discurrir diario de la vida social. Hoy la pareja, casada o no, está en el núcleo de la

familia. La pareja vino al centro de la vida familiar al menguar el papel económico de

la familia y convertirse el amor, o el amor más la atracción sexual, en la base de los

lazos matrimoniales.

Una vez constituida, una pareja tiene su propia y exclusiva historia, su propia

biografía. Es una unidad basada en la comunicación emocional o intimidad. La idea

de intimidad, como tantas otras ideas familiares que he abordado en este libro, suena

vieja, pero es, en realidad, muy nueva. El matrimonio nunca antes se había basado

en la intimidad -comunicación emocional-. Por supuesto, esto era importante para un

buen matrimonio, pero no su fundamento. Para la pareja sí lo es. La comunicación es,

en primer lugar, la forma de establecer el vínculo, y también el motivo principal de su

continuación.

Hemos de reconocer la gran transición que supone esto. Emparejarse y

desparejarse son ahora una mejor descripción de la situación de la vida personal que

el matrimonio y la familia. Es más importante para nosotros la pregunta "¿tienes una

relación?" que "¿estás casado?" La idea de una relación es también

sorprendentemente reciente. En la década de los sesenta nadie hablaba de

relaciones. No lo necesitaban, ni tampoco hablar en términos de intimidad y

compromiso. El matrimonio en ese tiempo era el compromiso, como atestiguaba la

existencia de matrimonios a la fuerza.

En la familia tradicional el matrimonio era un poco como un estado de la

naturaleza. Tanto para hombres como para mujeres estaba definido como una etapa

de la vida que la gran mayoría tenía que vivir. A los que permanecían fuera se les

miraba con cierto menosprecio o condescendencia, especialmente a la solterona,

pero también al soltero si lo era durante demasiado tiempo.

Mientras que estadísticamente el matrimonio todavía es la condición normal

para la mayoría de la gente, su significado ha cambiado totalmente. El matrimonio

significa que una pareja está en una relación estable y puede, en efecto, promover

esa estabilidad, pues hace una declaración pública de compromiso. Sin embargo, el

matrimonio ya no es el principal elemento definitorio de la pareja.

Page 130: Antología CIENCIAS SOCIALES

130

La posición de los niños en todo esto es interesante y algo paradójica.

Nuestras actitudes hacia ellos y su protección han cambiado radicalmente en las

últimas generaciones. En parte, apreciamos tanto a los niños porque se han vuelto

mucho más escasos, y porque la decisión de tener un hijo es muy distinta de lo que

era para generaciones anteriores. En la familia tradicional los niños eran un beneficio

económico. Hoy, por el contrario, en los países occidentales un niño supone una gran

carga económica para los padres. Tener un hijo es una decisión más concreta y

específica que antes, y está impulsada por necesidades psicológicas y emocionales.

La preocupación sobre los efectos del divorcio en los niños y la existencia de muchas

familias sin padre han de entenderse en el marco de nuestras expectativas, muy

superiores, sobre cómo han de criarse y protegerse los niños.

Hay tres áreas principales en las que la comunicación emocional, y, por tanto,

la intimidad, están reemplazando los viejos lazos que solían unir las vidas privadas de

la gente -las relaciones sexuales y amorosas, las relaciones padre-hijo y la amistad.

Para analizarlas quiero utilizar la idea de la relación pura. Me refiero a una

relación basada en la comunicación emocional, en la que las recompensas derivadas

de la misma son la base primordial para que la misma continúe. No me refiero a una

relación sexualmente pura. Tampoco a nada que exista en realidad. Estoy hablando

de una idea abstracta que nos ayude a entender los cambios que se están

produciendo en el mundo. Cada una de las tres áreas mencionadas -relaciones

sexuales y amorosas, relaciones padre-hijo y amistad- tiende a aproximarse a este

modelo. La comunicación emocional o intimidad se convierte en la clave de lo que

todas ellas significan.

La relación pura tiene dinámicas bastante diferentes de los tipos más

tradicionales de vínculos sociales. Depende de procesos de confianza activa -abrirse

al otro-. Mostrarse es la condición básica de la intimidad. La relación pura es

implícitamente democrática. Cuando empecé a trabajar en el estudio de las

relaciones íntimas leí mucha literatura terapéutica y de autoayuda sobre el tema. Me

llamó la atención algo que creo no se ha subrayado debidamente. Si uno observa

cómo ve un terapeuta una buena relación -en cualquiera de las tres esferas

mencionadas-, es impresionante el paralelismo directo que hay con la democracia

pública.

Una buena relación, no hace falta decirlo, es un ideal -la mayoría de las

relaciones corrientes tan siquiera se acercan a él-. No estoy sugiriendo que nuestras

Page 131: Antología CIENCIAS SOCIALES

131

relaciones con cónyuges, amantes, niños o amigos no sean, muchas veces, liosas,

conflictivas e insatisfactorias. Pero los principios de la democracia también son

ideales que, a menudo, se encuentran bastante alejados de la realidad.

Una buena relación es una de iguales en la que cada parte tiene los mismos

derechos y obligaciones, en la que cada persona tiene respeto y quiere lo mejor para

el otro. La relación pura se basa en la comunicación, de manera que entender el

punto de vista de la otra persona es esencial. Hablar, o dialogar, es la base para que

la relación funcione. Las relaciones funcionan mejor si la gente no se esconde

demasiado de los otros -tiene que haber confianza mutua-. Y la confianza ha de

construirse, no se puede dar por sentada. Finalmente, una buena relación está libre

de poder arbitrario, coerción o violencia.

Todas estas cualidades se amoldan a los valores de la política democrática. En

una democracia todos son, en principio, iguales, y con la igualdad de derechos y

responsabilidades -como principio, por lo menos- viene el respeto mutuo. El diálogo

abierto es una propiedad esencial de la democracia. Los sistemas democráticos

sustituyen al poder autoritario, o al poder sedimentado de la tradición, por la discusión

abierta de problemas -un espacio público de diálogo-. Ninguna democracia puede

funcionar sin confianza. Y la democracia se resquebraja si da paso al autoritarismo o

a la violencia.

Cuando aplicamos estos principios -como ideales- a las relaciones estamos

hablando de algo muy importante: la posible emergencia de lo que llamaré una

democracia de las emociones en la vida diaria. Una democracia de las emociones,

estimo, es tan importante como la democracia pública para mejorar la calidad de

nuestras vidas.

Esto vale para las relaciones padre-hijo igual que para otros ámbitos. Éstos no

pueden, ni deben, ser materialmente iguales. Los padres deben tener autoridad sobre

los niños, en interés de todos. Pero deberían presumir una igualdad como principio.

En una familia democrática la autoridad de los padres debería estar basada en un

contrato implícito. El padre, en efecto, dice al hijo: "Si fueras un adulto y supieras lo

que yo sé, estarías de acuerdo en que lo que te pido es bueno para ti". Los niños de

las familias tradicionales debían -y deben- ser vistos, pero no oídos. Amuchos padres,

quizá desesperados por la rebeldía de sus hijos, les gustaría profundamente resucitar

esa regla. Pero no hay marcha atrás, y no debería haberla. En una democracia de las

emociones los niños pueden, y deben ser capaces de, replicar.

Page 132: Antología CIENCIAS SOCIALES

132

Una democracia de las emociones no implica falta de disciplina o ausencia de

respeto. Busca, sencillamente, darles una nueva dimensión. Ocurrió algo muy similar

en la esfera pública cuando la democracia empezó a sustituir el mando arbitrario y el

poder de la fuerza.

Una democracia de las emociones no haría distinciones, por principio, entre

relaciones heterosexuales y homosexuales. Los gays, más que los heterosexuales,

han sido pioneros en el descubrimiento del nuevo mundo de las relaciones y en

explorar sus posibilidades. Han tenido que serlo, porque cuando la homosexualidad

salió del armario los gays no podían depender de los apoyos corrientes del

matrimonio tradicional.

Hablar de fomentar una democracia emocional no implica debilidad respecto a

los deberes familiares, ni sobre las políticas públicas hacia la familia. Democracia

significa aceptación de obligaciones, además de derechos protegidos en la ley. La

protección de los niños tiene que ser el rasgo primario de la legislación y la acción

pública. Debería obligarse legalmente a los padres a mantener a sus hijos hasta la

edad adulta, independientemente de cómo decidan vivir. El matrimonio ya no es una

institución económica, pero como compromiso ritual puede ayudar a estabilizar

relaciones por otra parte frágiles. Si esto se acepta para las relaciones

heterosexuales debe valer también para las homosexuales.

Hay muchas preguntas que hacer sobre todo esto -demasiadas para responder

en un capítulo corto-. La más obvia es que me he centrado principalmente en las

tendencias que afectan a la familia en los países occidentales. ¿Qué pasa con las

zonas donde la familia tradicional permanece casi intacta, como en el ejemplo de

China con el que comencé? ¿Se volverán los cambios observados en Occidente más

y más globales? Creo que sí -de hecho, ya mismo-. No es cuestión de si las formas

existentes de familia tradicional se modificarán, sino de cuándo y cómo. Me

aventuraría aún más. Lo que he descrito como una incipiente democracia de las

emociones está en primera línea del conflicto entre cosmopolitismo y

fundamentalismo que expliqué anteriormente. La igualdad de los sexos y la libertad

sexual de las mujeres, que son incompatibles con la familia tradicional, son un

anatema para los grupos fundamentalistas. La oposición a ello, de hecho, es uno de

los rasgos definitorios del fundamentalismo religioso mundial.

Hay muchas cosas preocupantes en el estado actual de la familia, en

Occidente y fuera de él. Es igual de erróneo decir que toda forma familiar es tan

Page 133: Antología CIENCIAS SOCIALES

133

buena como cualquier otra como mantener que la decadencia de la familia tradicional

es un desastre. Daría la vuelta completamente al argumento de la derecha política y

fundamentalista. La subsistencia de la familia tradicional -o de aspectos de ella- en

muchas partes del mundo es más inquietante que su declive. Pues ¿cuáles son las

fuerzas más importantes que promueven la democracia y el desarrollo económico en

los países pobres? Precisamente la igualdad y educación de la mujer. ¿Y qué debe

cambiar para que esto sea posible? Sobre todo, la familia tradicional.

Fragmento de EL ANÁLISIS ESTRUCTURAL, EN LINGÜÍSTICA Y EN

ANTROPOLOGÍA 1

C. LEVI-STRAUSS

lo que se llama generalmente un “sistema de parentesco” recubre dos órdenes muy

diferentes de realidad. Tenemos ante todo términos por los que se expresan los

diferentes tipos de relaciones familiares. Pero el parentesco no se expresa solamente

en una nomenclatura: los individuos o las clases de individuos las utilizaban, los

términos se sienten (o no se sienten, según los casos) obligados a una determinada

conducta recíproca: respeto o familiaridad, derecho o deber, afección u hostilidad.

Así, entonces, junto a lo que nosotros proponemos llamar el “sistema de

denominaciones” (que constituye, en rigor, un sistema de vocabulario), hay otro de

naturaleza igualmente psicológica y social, que llamaremos “sistema de las actitudes”.

Ahora bien; si es verdad (como lo hemos mostrado más arriba) que el estudio

de los sistemas de denominaciones nos coloca en una situación análoga a la que nos

plantean los fonológicos, pero inversa, esta situación resulta “enderezada”, por decirlo

así, cuando se trata de los sistemas de actitudes. Adivinamos el papel desempeñado

por éstos, que consiste en asegurar la cohesión y el equilibrio del grupo, pero no

comprendemos la naturaleza de las conexiones existentes entre las diversas

actitudes ni alcanzamos a advertir su necesidad 20. En otros términos y como en el

caso del lenguaje, conocemos la función, pero nos falta el sistema.

20 Es preciso excluir de este juicio la obra notable de W. Lloyd Warner “Morphology and function of the Australian Murngin Type of Kinship”, Amer. Antrop. , n. s.

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134

Entre “sistema de denominaciones” y “sistema de actitudes” nosotros vemos,

pues, una diferencia profunda. En este punto nos separamos de A. R. Radcliffe-

Brown, si es cierto que éste creía -como le ha sido reprochado a veces- que el

segundo no era más que la expresión -o la traducción en el plano afectivo- del

primero21. En el curso de los últimos años se han ofrecido numerosos ejemplos de

grupos cuyo cuadro de términos de parentesco no refleja exactamente el cuadro de

las actitudes familiares, e inversamente 22. Sería un error creer que en toda sociedad

el sistema de parentesco constituye el principal medio de regular las relaciones

individuales; inclusive en sociedades donde dicho sistema desempeña tal papel, no lo

cumple siempre en igual medida. Además, es necesario distinguir entre dos tipos de

actitudes: ante todo las actitudes difusas, no cristalizadas y desprovistas de carácter

institucional, de las que se puede admitir que son, en el plano psicológico, reflejo o

fruto de la terminología. Junto a las precedentes o además de ellas, están las

actitudes cristalizadas, obligatorias, sancionadas por tabúes o privilegios que se

expresan a través de un ceremonial fijo. En lugar de reflejar automáticamente la

nomenclatura, estas actitudes aparecen a menudo como elaboraciones secundarias

destinadas a resolver contradicciones y a superar insuficiencias inherentes al sistema

de denominaciones. Este carácter sintético se manifiesta de manera particularmente

clara entre los wilk monkan de Australia; en este grupo, los privilegios de burla

sancionan una contradicción entre las relaciones de parentesco que unen a dos

hombres antes de su casamiento, y la relación teórica que sería preciso suponer

entre ellos para dar cuenta de su ulterior matrimonio con dos mujeres que no

mantienen entre sí la relación correspondiente23.

21 A. R. Radcliffe-Brown, “kinship Terminology in California”, Amer. Anthrop., n. s., vol. 37.

1935; “The Study of Kinship Terms”, Jnl. Roy Antrop. Inst., vol. 71, 1941.

22 M. E. Opler, “Apache Data Concerning the Relation of Kinship Terminology to Social

Classification”, Amer. Anthrop., n. s., vol. 39, 1937, A. M. Harpen “Yuma Kinship Terms”, ibíd., 44.

1942.

23 D. F. Thompson, “The Joking-Relationship and Organized Obscenity in North Queensland”, Amer. Anthrop., n. s., vol 37, 1935.

Page 135: Antología CIENCIAS SOCIALES

135

Existe una contradicción entre dos sistemas posibles de nomenclatura, y el

interés que recae sobre las actitudes representa un esfuerzo por integrar o superar

esta contradicción entre los términos. No hay dificultad en estar de acuerdo con

Radcliffe-Brown cuando afirma la existencia de real relations of independence

between the terminology and the rest of the system24.

Al concluir, de la ausencia de un paralelismo riguroso entre actitudes y

nomenclatura, que los dos órdenes son recíprocamente autónomos, algunos -al

menos de los críticos de Radcliffe-Brown se han desorientado. Pero esta relación de

interdependencia no es una correspondencia término a término.

El sistema de las actitudes constituye más bien una integración dinámica del

sistema de denominaciones. Aún cuando se sostenga la hipótesis -a la cual

adherimos sin reserva- de una relación funcional entre los dos sistemas, tenemos

derecho por razones de método, a tratar los problemas relativos a uno y a otro como

problemas separados. Es lo que nos proponemos hacer aquí a propósito de un

problema tenido a justo título por el punto de partida de teoría de las actitudes: el

problema del tío materno. Trataremos de mostrar como una transposición formal del

método seguido por el fonólogo permite arrojar sobre este problema una nueva luz.

Los sociólogos le han dedicado una atención especial, y ello debido solamente a que,

en efecto, la relación entre el tío materno y el sobrino era al parecer objeto de un

desarrollo importante en un gran número de sociedades primitivas. Pero no basta

comprobar esta frecuencia; es preciso descubrir la razón. Recordemos rápidamente

las principales etapas de la evolución de este problema.

Durante todo el siglo XIX y hasta Sydney Hartland25, la importancia del tío

materno fue luego interpretada como supervivencia de un régimen matrilineal. Este

era puramente hipotético, y su posibilidad resultaba particularmente dudosa en

presencia de ejemplos europeos. Por otro lado, la tentativa de Rivers26

24 “The Study of Kinship Terms”, op. Cit..., p. 8. Esta última fórmula de Radcliffe-Brown nos parece mucho más satisfactoria que su afirmación de 1935, según la cual las actitudes presentan “a

fairly high degree of correlation whith the terminological classification”, (Amer.Anthrop., n. s., 1935, p. 53).

25 S. Hartland, “Matrilineal Kinship and the Question of its Priority”, Mem. Of the Amer. Anthrop. Assoc., 4. 1917.

26 W. H. R. Rivers. “The Marriage of Cousins in india”, Inl, of the Royal Asiatic Society, Jul.

1907.

Page 136: Antología CIENCIAS SOCIALES

136

de explicar la importancia del tío materno en la India del Sur como un residuo del

matrimonio entre primos cruzados llegaba a un resultado desolador: el mismo autor

debía reconocer que esta interpretación no podía dar cuenta de todos los aspectos

del problema, y se resignaba a la hipótesis de que “varias” costumbres heterogéneas

y actualmente desaparecidas (una de las cuales solamente era el matrimonio entre

primos), debían ser invocadas, para comprender la existencia de “una sola”

institución. El atomismo y el mecanicismo triunfaban27.

De hecho, únicamente con el artículo capital de Lowie sobre el complejo

matrilineal28 se abre lo que nos gustaría llamar la “etapa moderna”

Del problema del avunculado. Lowie muestra que la correlación invocada o

postulada entre el predominio del tío materno y un régimen matrilineal no resiste el

análisis; en realidad, el avunculado se encuentra asociado tanto a regímenes

patrilineales cuanto a regímenes matriline-ales. El papel del tío materno no se explica

como consecuencia o supervivencia de un régimen de derecho materno; se trata

solamente de la aplicación particular of a very general tendency to associate definite

social relations with definite forms of kinship regardless of maternal or paternal side29.

Este principio, que Lowie introduce por primera vez en 1919, según el cual existe una

tendencia general a calificar las actitudes, constituye la única base positiva de una

teoría de los sistemas de parentesco. Pero, al mismo tiempo Lowie dejaba ciertas

cuestiones sin respuesta: ¿qué se denomina, exactamente, avunculado? ¿No se

confunden bajo un mismo término costumbres y actitudes diferentes? Y si es verdad

que existe una tendencia a calificar todas las actitudes, ¿por qué solamente ciertas

actitudes se encuentran asociadas a la relación avuncular y no, según los grupos

considerados, cualesquiera actitudes posibles?

Abramos aquí un paréntesis, con el fin de subrayar la sorprendente analogía

que se manifiesta entre el itinerario de nuestro problema y ciertas etapas de la

reflexión lingüística: la diversidad de las actitudes posibles en el ámbito de las

relaciones interindividuales.

27 Op. Cit. p. 624.

28 n. 11. Lowie, “The Matrilineal Complex”, Univ. of California Publ. in Amer. Archacol and

Ethnol, 16,1919, n. 2.

29 “De una tendencia muy general a asociar definidas relaciones sociales con formas definidas

de parentesco, sin considerar el matrilinealismo o el patrilinealismo” (N. del R.).

Page 137: Antología CIENCIAS SOCIALES

137

Es prácticamente ilimitada; lo mismo vale para la diversidad de sonidos que

puede articular el aparato vocal, como efectivamente se produce en los primeros

meses de la vida humana. Cada lengua, sin embargo, sólo retiene un número muy

reducido entre todos los sonidos posibles y a este respecto la lingüística se plantea

dos interrogantes: ¿por qué han sido seleccionados ciertos sonidos?; ¿qué relación

existe entre uno o varios de los elegidos y todos los demás?30 Nuestro esquema de

la historia del problema del tío materno se halla precisamente en esta misma etapa: el

grupo social, como la lengua, encuentra a su disposición un material psicofisiológico

muy rico; al igual que la lengua, conserva solamente ciertos elementos —algunos de

los cuales, al menos, permanecen idénticos a través de las más diversas culturas— y

los combina con estructuras siempre diversificadas. Se pregunta, pues, cuál es la

razón de la elección y cuáles son las leyes de las combinaciones.

En cuanto al problema particular de la relación avuncular, conviene dirigirse a

Radcliffe-Brown; su célebre artículo sobre el tío materno en Africa del Sur31 es la

primera tentativa de captar y analizar las modalidades de lo que podría llamarse el

'principio de la calificación de las actitudes'. Aquí bastará recordar rápidamente las

tesis fundamentales de este estudio hoy día clásico.

Seqún Radcliffe-Brown, el término 'avunculado' recubre dos sistemas de

actitudes antitéticas: en un caso, el tío materno representa la autoridad familiar; es

temido, obedecido, y posee derechos sobre su sobrino; en el otro es el sobrino quien

ejerce sobre su tío privilegios de familiaridad y puede tratarlo más o menos como a

una víctima. En segundo lugar, existe una correlación entre la actitud hacia el tío

materno y la actitud con respecto al padre. En ambos casos hallamos los dos

sistemas de actitudes, pero invertidos: en los grupos donde la relación entre padre e

hijo es familiar, la relación entre tío materno y sobrino es rigurosa; y allá donde el

padre aparece como el austero depositario de la autoridad familiar, el tío es tratado

con libertad. Los dos grupos forman, pues, como diría el fonólogo, dos pares de

oposiciones. Radcliffe-Brown proponía, para terminar, una interpretación del

fenómeno: la filiación determina, en último análisis, el sentido de estas oposiciones.

30 Roman Jakobson, Kindersprache, Aphasie und allgemeine Lautgesetze,

Upsala, 1941.

31 A. R. Radcliffe-Brown, “The Mother's Brother in South Africa”, South African

jnl. Of Science, vol. 21, 1924.

Page 138: Antología CIENCIAS SOCIALES

138

En el régimen patrilineal, donde el padre y la línea del padre representan la

autoridad tradicional, el tío materno es considerado como una 'madre masculina',

tratado generalmente de la misma manera que la madre, e inclusive llamado a veces

con el mismo nombre de ésta. En el régimen matrilineal se encuentra realizada la

situación inversa: allí el tío materno encarna la autoridad, y las relaciones de afecto y

familiaridad se fijan sobre el padre y su línea.

Difícilmente puede exagerarse la importancia de esta contribución de Radcliffe-

Brown. Tras la crítica despiadada que Lowie dirigiera tan magistralmente contra la

metafísica evolucionista, hallamos aquí el esfuerzo de síntesis retomado sobre una

base positiva. Afirmar que este esfuerzo no ha alcanzado en seguida su término no

es ciertamente atenuar el homenaje debido al gran sociólogo inglés. Reconozcamos

entonces que el artículo de Radcliffe-Brown deja abiertos ciertos problemas

inquietantes: en primer lugar, el avunculado no está presente en todos los sistemas

matrilineales y patrilineales, y a veces aparece en sistemas que no son ni una cosa ni

otra32. Además, la relación avuncular no es entre dos, sino entre cuatro términos:

supone un hermano, una hermana, un cuñado y un sobrino. Una interpretación como

la de Radcliffe-Brown aisla arbitrariamente ciertos elementos de una estructura global,

que debe ser tratada como tal. Algunos ejemplos simples pondrán de manifiesto esta

doble dificultad.

La organización social de los indígenas de las islas Trobriand, en Melanesia,

se caracteriza por la filiación matrilineal, relaciones, libres y familiares entre padre e

hijo y un antagonismo marcado entre tío materno y sobrino33. Los circasianos del

Cáucaso, por el contrario, que son patrilineales, colocan la hostilidad entre padre e

hijo, mientras que el tío materno ayuda a su sobrino y le regala un caballo cuando

éste se casa34.

32 Así, por ejemplo, entre los mundugomor de Nueva Guinea, donde la relación entre tío

materno y sobrino es constantemente familiar, mientras que la filiación es alternativamente patrilineal y

matrilineal. Cf . Margaret Mead. Sex and Temperament in Three Primitives Societies, Nueval York,

1935, pp. 176-185.

33 B. Malinowski, The Sexual Life of Savages in Northwestern Melanesia, Londres, 1929, 2

vols.

34 Dubois de Monpereux (1839), citado según M. Kovalevski, “La famille matriarcale au

Caucase”, L’ antropologie, t. IV, 1893.

Page 139: Antología CIENCIAS SOCIALES

139

Hasta aquí, nos mantenemos dentro de los límites del esquema de Radcliffe-

Brown. Consideremos, empero, las demás relaciones familiares implicadas:

Malinowski ha mostrado que en las islas Trobriand, marido y mujer viven en una

atmósfera de tierna intimidad y que sus relaciones tienen un carácter recíproco.

Las relaciones entre hermano y hermana, en cambio, están dominadas por un

tabú extremadamente riguroso. ¿Cuál es la situación en el Cáucaso? La relación

tierna se establece aquí entre hermano y hermana, hasta tal punto que entre los

pshav, una hija única 'adopta' un 'hermano', el cual desempeñará junto a ella el papel,

propio del hermano, de casto compañero de leche35. La relación entre los esposos

es, en cambio, completamente distinta: un circasiano no se atreve a mostrarse en

público con su mujer y la visita exclusivamente en secreto. Según Malinowski, no hay

en las islas Trobriand insulto peor que el de decirle a un hombre que se parece a su

hermana; el Cáucaso ofrece un equivalente en la prohibición de preguntar a un

hombre por la salud de su mujer.

Cuando se consideran sociedades del tipo 'circasiano' o 'trobriandés', no basta,

pues, estudiar la correlación de las actitudes padre/hijo y tío /hijo de la hermana. Esta

correlación es solamente un aspecto de un sistema global compuesto por cuatro tipos

de relaciones orgánicamente ligadas entre sí, a saber, hermano/hermana,

marido/mujer, padre/hijo, tío materno/hijo de la hermana. Los dos grupos que nos han

servido de ejemplo proporcionan aplicaciones de una ley que puede formularse de la

siguiente manera: en ambos grupos la relación entre tío materno y sobrino es a la

relación entre hermano y hermana, como la relación entre padre e hijo es a la relación

entre marido y mujer, de tal manera que, conociendo un par de relaciones, sería

siempre posible deducir el otro par.

Veamos ahora otros casos. En Tonga, Polinesia, la filiación es patrilineal como

entre los circasianos. Las relaciones entre los cónyuges parecen públicas y

armoniosas: las querellas domésticas son raras, y la mujer, no obstante tener a

menudo un status superior al del marido, “no alimenta a su respecto la más mínima

idea de rebelión...; en lo que concierne a todas las cuestiones domésticas, se adapta

de muy buena gana a su autoridad”.

35 Dubois de Monpereux (1839), citado según M. Kovalevsky, “La famille matriarcale au

Caucasse”, L'Antrophologie, t. IV, 1893.

Page 140: Antología CIENCIAS SOCIALES

140

De igual modo, reina la mayor libertad entre el tío materno y el sobrino:éste es

fahu por encima de la ley, con respecto a su tío. y con él le está permitido todo género

de intimidad. A estas relaciones libres se oponen las existentes entre un hijo y su

padre. Éste es tapu; al hijo le está prohibido tocarle la cabeza o los cabellos, rozarlo

mientras come, dormir en su lecho o sobre su almohada, compartir su bebida o su

comida, jugar con los objetos pertenecientes al padre. El tapú más fuerte de todos es,

sin embargo, el que prevalece entre hermano y hermana, quienes no deben ni

siquiera hallarse juntos bajo un mismo techo36. No obstante ser igualmente

patrilineales y patricolores, las indígenas del lago Katabu, en Nueva Guinea, ilustran

una estructura inversa a la precedente: “No he visto jamás asociación más intima

entre padre e hijo”? escribe sobre ellos F. E. Williams. Las relaciones entre marido y

mujer se caracterizan por el status muy bajo acordado al sexo femenino, una

separación neta entre los centros de interés masculino y femenino”. “Las mujeres,

dice Williams, deben trabajar duro para su amo...; a veces protestan, y reciben una

paliza.” Contra el marido, la mujer goza siempre de la protección de su hermano, y

busca refugio junto a él... En cuanto a las relaciones entre el sobrino y el tío materno:

“El término que mejor las resume es el de 'respeto'... con un matiz de temor”, porque

el tío materno tiene el poder (como entre los kipsigi de Africa) de maldecir a su

sobrino y el de hacerle sufrir una grave enfermedad37.

Esta última estructura, tomada de una sociedad patrilineal, es sin embargo del

mismo tipo que la de los siaui de Bougáinville cuya filiación es matrilineal: entre

hermano y hermana, “vínculos amistosos y generosidad recíproca”; entre padre e hijo,

“nada indica una relación de hostilidad, de autoridad rígida o de respeto temeroso”.

Pero las relaciones del sobrino con su tío materno se sitúan “entre la disciplina rígida

y una interdependencia reconocida de buen grado”. Sin embargo, “los informantes

dicen que todos los muchachos experimentan un cierto miedo ante sus tíos maternos,

y que les obedecen mejor que a sus padres”. En lo que respecta al marido y la mujer,

no parece reinar entre ellos un buen entendimiento:

36 E. W. Gifford. “Tonga Society”, B. P. Bishop Museum Bulletin n 61, Honolulu, 1929, pp. 16-

22.

37 F. E. Williams, “Natives of Lake Kutubu, Papua”, Oceania, vol. XI, 1940-41 y 12, 1941-42,

pp. 263-280. Del vol. 11; “Group sentiment and primitive Justice”, Amer. Antroph., vol. XLIII,

n 4 parte 1, 1941.

Page 141: Antología CIENCIAS SOCIALES

141

“Pocas esposas jóvenes son fieles; los maridos jóvenes son siempre

desconfiados, inclinados a la cólera celosa; el matrimonio implica toda clase de

adaptaciones difíciles”38.

Un cuadro idéntico pero aún más marcado aparece entre los dobu,

matrilineales vecinos de los trobriandeses, que también lo son, pero que poseen una

estructura muy diferente. Los hogares dobu son inestables, practican asiduamente el

adulterio, y marido y mujer viven siempre en el temor de perecer por obra de la

hechicería del otro.

En verdad, la observación de Fortune según la cual “es un insulto grave hacer

alusión a los poderes de hechicería de una mujer de modo que pueda escuchar el

marido”, parecería una permutación de las prohibiciones trobriandesa y circasiana

citadas más arriba.

El hermano de la madre es considerado en Dobu el más severo de los

parientes: “Pega a sus sobrinos mucho tiempo después que sus padres han dejado

de hacerlo”, y está prohibido pronunciar su nombre. Sin duda la relación tierna existe

no tanto con el padre mismo, sino más bien con el 'ombligo', el marido de la hermana

de la madre, es decir, con un doble del padre. Con todo, se considera que el padre es

'menos severo' que el tío y, contrariamente a la ley de transmisión hereditaria, trata

siempre de favorecer a su hijo a expensas de su sobrino uterino. En fin, el lazo entre

hermano y hermana es “el más fuerte de todos los lazos sociales”39.

¿Qué se debe inducir de estos ejemplos? La correlación entre formas de

avunculado y tipos de filiación no agota el problema. Formas diferentes de

avunculado pueden coexistir con un mismo tipo de filiación, patrilineal o matrilineal.

Pero hallamos siempre la misma relación fundamental entre los cuatro pares de

oposiciones que son necesarias para la elaboración del sistema. Esto resultará más

claro mediante los esquemas de la figura 1, que ilustran nuestros ejemplos; el signo +

representa las relaciones libres y familiares y el signo - las relaciones marcadas por la

hostilidad, el antagonismo o la reserva.

38 Douglas L. Oliver, A. Salomon Islands Society, Kinship and Leadership among the Siuai

39 Reo F. Fortune, The Sorcerers of Dobu, Nueva York, 1932, pp. 8, 10, 45, 62, 64, etc.

Page 142: Antología CIENCIAS SOCIALES

142

Dicha simplificación no es enteramente legítima, pero puede ser utilizada

provisionalmente. Más adelante haremos las distinciones indispensables.

La ley sincrónica de correlación así sugerida puede ser verificada

diacrónicamente. Si se resume la evolución de las relaciones familiares en la Edad

Media, tal como se desprende de la exposición de Howard, se obtiene el siguiente

esquema aproximativo: el poder del hermano sobre la hermana disminuye, aumenta

el poder del marido prospectivo. Simultáneamente se debilita el lazo entre padre e

hijo, y se refuerza el lazo entre tío materno y sobrino40.

Los documentos reunidos por L. Gautier parecen confirmar esta evolución,

puesto que en los textos 'conservadores' (Raoul de Cambrai, Geste des Loherains,

etcétera) la relación positiva se establece más bien entre padre e hijo, y sólo

progresivamente se desplaza hacia el tío materno y el sobrino 41.

Vemos, pues, que el avunculado42 para ser comprendido, debe ser tratado

como una relación interior a un sistema, y que es el sistema mismo el que se debe

considerar en su conjunto para percibir su estructura. Esta estructura reposa a su vez

en cuatro términos (hermano, hermana, padre, hijo) unidos entre sí por dos pares de

oposiciones correlativas y tales que, en cada una de las dos generaciones implicadas,

existe siempre una relación positiva y otra negativa. Ahora bien, ¿qué es esta

estructura y cuál puede ser su razón? La respuesta es la siguiente: esta estructura es

la más simple estructura de parentesco que pueda concebirse y que pueda existir. Es,

hablando con propiedad, 'el elemento de parentesco'.

En apoyo de esta afirmación puede aducirse un argumento de orden lógico:

para que exista una estructura de parentesco es necesario que se hallen presentes

los tres tipos de relaciones familiares dadas siempre en la sociedad humana, es decir,

una relación de consanguinidad, una de alianza y una de filiación; dicho de otra

40 G. E. Howard, A Historty of Matrimonial Institutions, 3 vol. Chicago, 1904.

41 Léo Gautier, La Chevalerie París, 1890. Sobre el mismo tema, puede consultarse con

provecho F. B. Gummere, “The Sister's Son” en An English Miscellany presented to Dr. Furniovall,

Londres, 1901; W. O. Farnsworth, Uncle and Nephew in the Old French Chanson

42 Los parágrafos que preceden han sido escritos en 1957, en reemplazo del texto inicial, en

respuesta a la prudente observación de mi colega Luc de Heusch, de la Universidad Libre de Bruselas,

según la cual uno de mis ejemplos era materialmente inexacto. Dejo aquí constancia de mi

agradecimiento.

Page 143: Antología CIENCIAS SOCIALES

143

manera, una relación de hermano a hermana, una relación de esposo a esposa, y

una relación de progenitor a hijo. Es fácil darse cuenta de que la estructura aquí

considerada es aquella que permite satisfacer esta doble exigencia según el principio

de la mayor economía. Sin embargo, las consideraciones que preceden tienen un

carácter abstracto y puede invocarse una prueba más directa para nuestra

demostración.

El carácter primitivo e irreductible del elemento de parentesco tal como lo

hemos definido resulta, en efecto, de manera inmediata, de la existencia universal de

la prohibición del incesto. Esto equivale a decir que, en la sociedad humana, un

hombre únicamente puede obtener una mujer de manos de otro hombre, el cual la

cede bajo forma de hija o de hermana. No es necesario, pues, explicar cómo el tío

materno hace su aparición en la estructura de parentesco: no aparece, sino que está

inmediatamente dado: es la condición de esa estructura. El error de la sociología

tradicional, como el de la lingüística tradicional, consiste en haber considerado los

términos y no las relaciones entre los términos.

Antes de proseguir, eliminemos rápidamente algunas objeciones que podrían

presentársenos. En primer lugar, si la relación de los cuñados forma el eje inevitable

en torno del cual se construye la estructura de parentesco, ¿para qué hacer intervenir

en la estructura elemental al niño nacido del matrimonio? Debe entenderse que el

niño representado puede ser tanto el niño nacido como por nacer. Pero, esto sentado,

el niño es indispensable para atestiguar el carácter dinámico y teológico de la etapa

inicial, que funda el parentesco sobre la alianza y por medio de ella. El parentesco no

es un fenómeno estático; sólo existe para perpetuarse. No pensamos aquí en el

deseo de perpetuar la raza, sino en el hecho de que en la mayoría de los sistemas de

parentesco el desequilibrio inicial que se produce, en una generación dada, cede a

una mujer y el que la recibe, únicamente puede estabilizarse mediante las

contraprestaciones que tienen lugar en las generaciones ulteriores. Aun la más

elemental estructura de parentesco existe simultáneamente en el orden sincrónico y

en el diacrónico.

En segundo lugar, ¿no es posible concebir una estructura simétrica, de igual

simplicidad, pero en la cual haya inversión de sexos, es decir, una estructura en la

que intervengan una hermana, su hermano, la mujer de este último y la hija nacida de

esa unión? Sin duda alguna; pero esta posibilidad teórica puede ser eliminada

inmediatamente sobre una base experimental: en la sociedad humana son los

Page 144: Antología CIENCIAS SOCIALES

144

hombres quienes intercambian a las mujeres y no a la inversa. Queda por investigar

si ciertas culturas no han tendido a realizar una especie de imagen ficticia de esta

estructura simétrica. Los casos tienen que ser raros. Llegamos ahora a una objeción

más grave.

En efecto, podría ocurrir que solamente hubiéramos dado vuelta el problema.

La sociología tradicional se ha empeñado en explicar el origen del avunculado, y

nosotros nos hemos librado de esta búsqueda tratando al hermano de la madre no

como un elemento extrínseco, sino como un dato inmediato de la más simple

estructura familiar. ¿Cómo se explica, entonces, que no encontremos siempre y en

todas partes el avunculado? Porque si bien el avunculado tiene una distribución muy

frecuente, con todo no es universal. Sería inútil haber evitado la explicación de los

casos en los cuales se halla presente, nada más que para fracasar ante su ausencia.

Observemos, en primer término, que el sistema de parentesco no posee igual

importancia en todas las culturas. En algunas proporciona el principio activo que

regula todas las relaciones sociales o la mayor parte de éstas. En otros grupos, como

nuestra sociedad, dicha función está ausente o bien muy reducida; en otros, como las

sociedades de los indios de la llanura, sólo se cumple parcialmente. El sistema de

parentesco es un lenguaje; no es un lenguaje universal, y puede ser desplazado por

otros medios de expresión y de acción. Desde el punto de vista del sociólogo, esto

quiere decir que, en presencia de una determinada cultura, se plantea siempre un

interrogante preliminar: el sistema, ¿es sistemático? Una pregunta semejante, a

primera vista absurda, sólo sería realmente referida a la lengua; porque la lengua es

el sistema de significación por excelencia; ella no puede no significar y su existencia

se agota en la significación. El problema debe, en cambio, ser examinado con rigor

creciente a medida que uno se aleja de la lengua para tomar en cuenta otros

sistemas que aspiran también a la significación, pero cuyo valor de significación

resulta parcial, fragmentario o subjetivo: organización social, arte, etcétera.

Hemos interpretado además el avunculado como un rasgo característico de la

estructura elemental. Esta, resultante de relaciones definidas entre cuatro términos,

es, en nuestra opinión, el verdadero átomo de parentesco43.

43 Sin duda es superfluo subrayar que el atomismo, tal como nosotros lo hemos criticado en

Rivers, es el de la filosofía clásica y no la concepción estructural del átomo tal como se la encuentra en la física moderna.

Page 145: Antología CIENCIAS SOCIALES

145

Carece de toda existencia que puede ser concebida o dada fuera de las

exigencias fundamentales de su estructura y, por otra parte, es el único material de

construcción de los sistemas más complejos.

Porque hay sistemas más complejos, o para decirlo más exactamente, todo

sistema de parentesco es elaborado a partir de esta estructura elemental, que se

repite o se desarrolla por integración de nuevos elementos. Es necesario, pues, tomar

en cuenta dos hipótesis: cuando el sistema de parentesco considerado procede por

yuxtaposición simple de estructuras elementales y, en consecuencia, la relación

avuncular permanece siempre manifiesta y cuando la unidad de construcción del

sistema es ya de orden más complejo. En este último caso, si bien la relación

avuncular sigue estando presente, es susceptible de diluirse en un contexto

diferenciado. Puede concebirse, por ejemplo, un sistema que tome como punto de

partida la estructura elemental, pero que agregue, a la derecha del tío materno, a la

mujer de este último, y a la izquierda del padre, en primer término, a la hermana del

padre y luego al marido de ésta. Se podría demostrar fácilmente que un desarrollo de

este orden produce, en la generación siguiente, un desdoblamiento paralelo: el hijo

debe entonces ser diferenciado en hijo varón e hija, unido cada uno, por una relación

simétrica e inversa, a los términos que ocupan en la estructura las demás posiciones

periféricas (Posición preponderante de la hermana del padre en la Polinesia,

nhlampsa sudafricana y herencia de la mujer del hermano de la madre). En una

estructura de este orden, la relación avuncular sigue siendo manifiesta, pero ha

dejado ya de ser predominante. Puede borrarse o confundirse con otras, en

estructuras de una complejidad aún mayor. Pero precisamente porque pertenece a la

estructura elemental, la relación avuncular reaparece con nitidez y tiende a

exasperarse cada vez que el sistema considerado presenta un aspecto critico: ya sea

por hallarse en transformación rápida (costa noroeste del Pacifico), ya porque se

encuentra en el punto de contacto y de conflicto entre culturas profundamente

diferentes (Fidji, India del Sur); ya, en fin, porque se halla próximo a una crisis fatal

(Edad Media europea).

Cabe agregar que los símbolos, positivo y negativo, que hemos empleado en

los esquemas precedentes, representan una simplificación excesiva, aceptable sola-

mente como una etapa de la demostración. En realidad el sistema de las actitudes

elementales comprende por lo menos cuatro términos: una actitud de afecto, ternura y

Page 146: Antología CIENCIAS SOCIALES

146

espontaneidad; una actitud resultante del intercambio recíproco de prestaciones y

contraprestaciones; y, además de estas relaciones bilaterales, dos relaciones

unilaterales correspondientes, una a la actitud del acreedor, la otra a la del deudor.

Dicho de otra manera: mutualidad (=); reciprocidad (+); derecho (+); obligación

(—). Estas cuatro actitudes fundamentales pueden ser representadas, en sus

relaciones recíprocas, de la siguiente manera:

En muchos sistemas, la relación entre dos individuos se expresa a menudo no

por una sola actitud, sino por varias, que forman, por así decirlo, un haz (en las islas

Trobriand, hay entre marido y mujer mutualidad más reciprocidad). Esta es una razón

suplementaria que puede hacer difícil aislar la estructura elemental.

Hemos tratado de mostrar todo lo que el análisis precedente debe a los

maestros contemporáneos de la sociología primitiva. Es preciso, sin embargo,

subrayar que, en el punto fundamental, nuestro análisis se aparta de las enseñanzas

de estos maestros.

Citemos, por ejemplo, a Radcliffe-Brown: “La unidad de estructura a partir de la

cual se construye un parentesco es el grupo que yo llamo una 'familia elemental',

consistente en un hombre y su esposa y su hijo o hijos. La existencia de la familia

elemental crea tres tipos especiales de relación social: entre padre e hijo, entre los

hijos de los mismos padres (siblings) y entre marido y mujer en tanto padres del

mismo niño o niños. Las tres relaciones existentes dentro de la familia elemental

constituyen lo que denomino el primer orden. Relaciones de segundo orden son las

que dependen de la conexión entre dos familias elementales por la mediación de un

miembro común; tales como el padre del padre, el hermano de la madre, la hermana

de la mujer, etcétera. Se ubican en el tercer orden relaciones tales como el hijo del

hermano del padre y la mujer del hermano de la madre. Podemos trazar así, si

contamos con información genealógica, relaciones de cuarto, quinto o enésimo

orden.44“

La idea expresada en este pasaje, según la cual la familia biológica constituye

el punto a partir del cual toda sociedad elabora su sistema de parentesco, no es por

cierto original del maestro inglés; sería difícil hallar otra que recogiera en la actualidad

una unanimidad mayor. A nuestro juicio no hay tampoco otra idea más peligrosa. Sin

duda, la familia biológica está presente y se prolonga en la sociedad humana.

44. A.R. Radcliffe-Brown, op. Cit. P.2

Page 147: Antología CIENCIAS SOCIALES

147

Pero lo que confiere al parentesco su carácter de hecho social no es lo que

debe conservar de la naturaleza: es el movimiento esencial por el cual el parentesco

se separa de ésta. Un sistema de parentesco no consiste en los lazos objetivos de

filiación o de consanguinidad dados entre los individuos; existe solamente en la

conciencia de los hombres; es un sistema arbitrario de representaciones y no el

desarrollo espontáneo de una situación de hecho. Esto no significa, por cierto, que

dicha situación de hecho resulte automáticamente contradicha, ni siquiera

simplemente ignorada.

Radcliffe-Brown ha mostrado, en estudios que hoy son clásicos, que aún los

sistemas de apariencia más rígida y artificial, como los sistemas australianos de

clases matrimoniales, toman en cuenta cuidadosa-mente el parentesco biológico.

Pero una observación indiscutible como ésta de Radcliffe-Brown deja intacto el

hecho, a nuestro juicio decisivo, de que en la sociedad humana el parentesco sólo es

libre de establecerse y perpetuarse por medio y a través de determinadas

modalidades de alianza. En otros términos, las relaciones tratadas por Radcliffe-

Brown como relaciones de primer orden son función de aquellas que él considera

secundarias y derivadas, y dependen de éstas.

El rasgo primordial del parentesco humano consiste en requerir, como

condición de existencia, la relación entre lo que Radcliffe-Brown llama 'familias

elementales'. No son entonces las familias, términos aislados, lo verdaderamente

'elemental', sino la relación entre esos términos. Ninguna otra interpretación puede

dar cuenta de la universalidad de la prohibición del incesto, de la cual la relación

avuncular, bajo su forma más general, no es otra cosa que un corolario, unas veces

manifiesto, otras implícito, debido a su carácter de sistemas de símbolos, los sistemas

de parentesco ofrecen al antropólogo un terreno privilegiado en el cual sus esfuerzos

pueden casi alcanzar (insistimos sobre este 'casi') los de la ciencia social más

desarrollada, es decir, la lingüística. Pero la condición de este acercamiento, del que

puede esperarse un mejor conocimiento del hombre, consiste en no olvidar nunca

que, tanto en el estudio sociológico como en el estudio lingüístico, nos hallamos en

pleno simbolismo. Ahora bien, si es legítimo, y en cierto sentido inevitable, recurrir a

la interpretación naturalista para tratar de comprender la emergencia del pensamiento

simbólico, una vez dado éste, la explicación debe cambiar de naturaleza tan

radicalmente como el nuevo fenómeno aparecido difiere de aquellos que lo han

precedido y preparado.

Page 148: Antología CIENCIAS SOCIALES

148

ACTIVIDADES

1.-Elabora un cuadro sinóptico en donde rescates lo más representativo de las

lecturas de familias que ha realizado.

2.-Describe que opinas de cada enfoque de familia que hacen los autores

anteriores.

3.-Platica con tus compañeros de clase y en forma grupal elaboren una tipología

de familia de acuerdo a la experiencia de vida que cada uno de ellos tiene

4.- los alumnos Investigarán diversos conceptos de cultura

5.-Señalarán las diferencia entre Cultura tradicional y popular

6.-Establecerán las características de la Cultura y la Sociedad

7.- Indagarán en diversos textos los conceptos de normas y valores

8.- Investigarán y elaborarán una cronología señalando los antecedentes de

religión y su Influencia en la normatividad social en el campo de la salud

BIBLIOGRAFIA

Anda Gutiérrez, Cuauhtémoc. Introducción a las Ciencias Sociales. 2da. ed. Ed. Limusa. México. 1996

Giddens, Anthony. Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización

en nuestras vidas. Capítulo 4. Taurus, Madrid, 2000. pp. 65-80.

Levi-strauss, C. El análisis estructural, en lingüística y en antropología

Page 149: Antología CIENCIAS SOCIALES

149

4.3 EDUCACIÓN

En este apartado se abordara el concepto de educación y lo que implica la

educación formal e informal, desde un breve fragmento de Jesús Carlos Reza Trosino

y se pide la realización de un ensayo para vincular la lectura con las experiencias de

vida de las alumnas

Fragmento del libro Diagnóstico de las necesidades de capacitación en las

organizaciones

Jesús Carlos Reza Trosino

Si ubicamos a la capacitación y al adiestramiento de los trabajadores al interior del

campo de la educación, entendida ésta como un “proceso de formación social, a

través del cual los hombres se informan sobre el medio en que viven y sobre la

historia, a la vez que se capacitan sobre el medio en que viven y sobre la historia, a la

vez que se capacitan para aplicar dicha información en su realidad circundante con

objeto de influir en ella1; es interesante resaltar que la educación siempre deberá tener

un objetivo, ya que no se educa para un mundo abstracto, sino para influir

participando de una manera u otra dentro de una colectividad de la cual se forma

parte. Es aquí cuando se liga el aspecto educativo con el laboral, si se considera que

el hombre es planamente social cuando pasa a formar parte de las fuerza productiva

de un país, para lo cual habrá de utilizar los conocimientos adquiridos durante su

proceso educativo.

En este sentido, habrá de considerarse que no toda información que se adquiere

dentro del proceso educativo formal, proporciona los medios necesarios para

adaptarse íntegramente a las formas de producción y a las condiciones de trabajo;

esto es, no todos los conocimientos adquiridos durante la fase educativa, facilitan a

los individuos su acceso a un puesto de trabajo, por lo que se hace necesario

establecer un puente entre el sistema educativo regular y el aparato productivo. Esto

exige un perfeccionamiento constante en la medida en que se desarrolla la

tecnología y evolucionan las formas de producción, por lo que se puede concluir que

la educación regular proporciona los conocimientos generales a las que desarrolla la

capacidad mental básica, mientras que la capacitación y el adiestramiento, tiene

como función primordial el desarrollo de especializaciones cambiantes y redefinidas

de acuerdo con las necesidades del desarrollo social y económico.

Page 150: Antología CIENCIAS SOCIALES

150

El término educación entonces, abarca toda la actividad humana, ya que es un

proceso continuo de enseñanza-aprendizaje por medio del cual un individuo o grupo

de ellos, van adquiriendo un repertorio tal de comportamiento que les hace posible su

supervivencia en la sociedad en la que se desenvuelven

Por los tanto, la meta de la educación es dar herramientas (conocimientos, hábitos,

habilidades, aptitudes y actitudes) útiles a los individuos, para poder subsistir

socialmente de una manera digna y satisfactoria.

Los procesos educativos varían en cuanto a su temporalidad y forma de aplicación,

esto es, existe un tipo de educación llamada formal y ora informal.

A.1) Educación Formal

“Es un proceso de enseñanza-aprendizaje, estructurado y sistematizado, que se

imparte a través de instituciones que se rigen, en el caso concreto de México, bajo los

criterios establecidos por la Secretaría de Educación Pública y la Universidad

Nacional Autónoma de México; la función de estas instituciones es la de proporcionar

al individuo elementos teóricos que le permitan un adecuado desenvolvimiento en su

vida cotidiana. Los individuos sujetos a este tipo de educación, obtiene un grado de

calificación reconocido en todo el país con la opción de ingresar a sistemas

educativos formales en otros países”.1

A.2) Educación informal

“Es un proceso de enseñanza aprendizaje, sistemático, desligado del sistema

educativo nacional y dependiente del campo en donde se desenvuelve un individuo. A

este punto corresponden los términos: experiencia, práctica, habilidad y todos

aquéllos que dan idea de una aptitud o destreza adquirida por el individuo”.2

1 Reza, Trosino, J. Carlos. “Hacia un concepto integral de Formación Profesional” En Pedagogía para

Adiestramiento. Sevicio Nacional ARMO. Vol. X, abril/junio 1980. No. 39. Pp.13-14 2 Idem.

ACTIVIDADES

1.-Escribe un ensayo en donde expliques los espacios de educación formal en los

que has estado en tu vida y los espacios informales que más han influido en tu vida

BIBLIOGRAFÍA

Reza Trosino Jesús Carlos, Diagnóstico de las necesidades de capacitación en las

organizaciones, 2da reimpresión. Ed Panorama. México. 1998

Page 151: Antología CIENCIAS SOCIALES

151

4. ECONOMÍA

GUADALUPE MARCELA TORRES ESCUTIA

En este apartado se abordará la definición de economía y sus dos

principales campos para después vincular estos conceptos en el área de la salud; de

tal forma que la alumna de enfermería pueda tener una idea clara de la relación que

existe y pueda realizar las actividades didácticas con más facilidad. Empecemos con

definir el concepto:

La Economía es la ciencia social que estudia el comportamiento

económico de elementos relacionados a la producción, intercambio, distribución y

consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de necesidad humana

y resultado individual o colectivo de la sociedad.

La literatura económica puede dividirse en dos grandes campos: la

macroeconomía y la microeconomía.

La macroeconómica estudia el ingreso nacional, la producción nacional, el

nivel general de precios, el desempleo, los impuestos, la cantidad de dinero en

circulación y el costo del dinero, grandes conglomerados de consumidores,

productores, factores que afectan el total de consumo, etc.

La microeconomía estudia el comportamiento individual de los agentes

económicos, principalmente las empresas y los consumidores; explica cómo se

determinan variables como los precios de bienes y servicios, el nivel de salarios, el

margen de beneficios y las variaciones de las rentas. Los agentes tomarán decisiones

intentando obtener la máxima satisfacción posible, es decir, maximizar su utilidad.

ECONOMÍA DE LA SALUD

La economía de la salud es la ciencia que estudia las consecuencias de la

escasez en el sistema de salud; se entenderá por sistema de salud la forma en que

Page 152: Antología CIENCIAS SOCIALES

152

se organizan las instituciones que proveen, aseguran, regulan y supervisan los

servicios de salud en un país.

MICROECONOMÍA DE LA SALUD

La microeconomía estudia el comportamiento económico de los productores

y consumidores individuales. Asimismo, estudia el comportamiento económico de

grupos de productores y consumidores, los que se denominan “mercados”, por

ejemplo, el “mercado de servicios de salud”.

Por productores son: Médicos, enfermeras, psicólogos, odontólogos y otro

personal de salud; Clínicas ambulatorias, clínicas rurales; Laboratorios, bancos de

sangre; Centros de diagnóstico por imágenes; Hospitales con servicios de

internamiento (ya sean de segundo, tercero o cuarto nivel).

Por consumidores son: todas las personas que demandan servicios de

salud, vale decir, casi toda la población de un país. Generalmente, se les llama

“pacientes”; en los últimos años se utilizan más los términos “cliente” o “usuario”.

A nivel del productor individual, la economía de la salud con ayuda de la

contabilidad nos ayuda a conocer los costos de la producción; En base a ello y a las

condiciones del mercado, el productor puede determinar sus precios o tarifas.

En el sector salud hay varios mercados importantes, sujetos a

características propias. Algunos de ellos son: Mercado de servicios de salud,

Mercado de seguros, Mercado de productos farmacéuticos y otros insumos, Mercado

de equipos y tecnología.

Los mercados se rigen por la teoría de los precios. En una economía

capitalista, el mecanismo libre de los precios determinados por las leyes de la oferta y

la demanda -- guía las acciones de los agentes económicos y decide qué producir,

cómo producir y para quién producirlo. En los mercados donde hay competencia, este

mecanismo es muy eficiente para asignar los recursos.

El sector salud produce una amplia gama de bienes y servicios, desde agua

limpia hasta cirugía estética y trasplante de órganos.

Esta producción puede clasificarse en: Bienes públicos, Bienes meritorios

Bienes privados, Bienes públicos

Page 153: Antología CIENCIAS SOCIALES

153

Los bienes públicos son aquellos que benefician a toda la colectividad, sin

que se pueda identificar una persona en particular. Como ejemplo de ello tenemos la

producción de agua limpia, alcantarillado sanitario, control de vectores, limpieza del

aire, educación masiva para la salud.

Los bienes meritorios son aquellos cuyo consumo produce un efecto social

mayor que el beneficio del individuo que lo consume. Por ejemplo, los servicios de

planificación familiar, las vacunaciones, el control de las enfermedades de transmisión

sexual, la educación para el control de los accidentes de tránsito, los servicios de

emergencia para trauma.

Los bienes privados Los bienes privados son los que benefician

exclusivamente a la persona que los consume. La mayoría de los servicios curativos

que ofrece un sistema de salud, así como los insumos, medicamentos y tecnología,

caen dentro de la categoría de bienes privados.

Los bienes públicos y meritorios deben ser financiados por el gobierno,

porque el sector privado no tiene ningún interés en hacerlo y la sociedad los necesita.

Los bienes privados pueden ser financiados por el sector privado con mayor

eficiencia. Sin embargo, incluso este mercado tiene grandes imperfecciones y

requiere intervención estatal.

Los pacientes no tienen conocimiento médico como para saber si necesitan

o no un tratamiento o un medicamento, ni tampoco pueden escoger entre alternativas

de medios de diagnósticos o de medicamentos. Las decisiones sobre el consumo de

estos bienes o servicios las decide el médico, no el consumidor final.

El médico hace de “agente” del consumidor, asesorándolo sobre cuál bien o

servicio consumir. Pero el médico también “provee” el servicio y vive de ello, por lo

que hay un conflicto de interés. Hay una relación imperfecta en este mercado y el

médico puede inducir un consumo innecesario.

La macroeconomía analiza las variables agregadas, como la producción

nacional total, la producción, el desempleo, la balanza de pagos, la tasa de inflación y

los salarios, comprendiendo los problemas relativos al nivel de empleo y al índice de

producción o renta de un país.

Page 154: Antología CIENCIAS SOCIALES

154

MACROECONOMÍA DE LA SALUD

La macroeconomía estudia los fenómenos económicos en función de todo

el sistema; En el caso del sector salud, le interesa conocer los flujos financieros en

todo el sistema de salud; De aquí se obtienen conclusiones de política, tales como la

importancia del sector en la economía y quiénes reciben los beneficios de las

acciones públicas.

El estudio de la macroeconomía de la salud permite sacar conclusiones

entre la situación de salud, su financiamiento y el potencial de desarrollo económico

de un país; la mala salud y una carga financiera excesiva para la población,

constituye un lastre que obstaculiza el desarrollo económico.

Mediante la macroeconomía de la salud podemos saber si ésta se

distribuye equitativamente entre toda la población o si hay grupos menos favorecidos;

A través del financiamiento público, el Estado tiene el potencial de mejorar la equidad

y reducir la pobreza, de esta manera, contribuye al desarrollo de la sociedad.

ACTIVIDADES

Desarrolla un ensayo en donde señales qué relación existe entre la economía y la enfermería

BIBLIOGRAFÍA

Case. Fair. PRINCIPIOS DE MACROECONOMIA. Editorial Prentice Hall Hispanoamericana, México, 1997.

Dornbusch. Fischer. MACROECONOMIA. 5ta Ed. Madrid: Mc

Graw Hill Interamericana de España, S.A. 1993.

Samuelson. Nordhaus. ECONOMIA. 13a ed. España: Mc Graw

Hill, 1993.

Fischer. Dornbusch. MACROECONOMIA. Editorial Mc Graw Hill,

sétima edición, 1998.

Froyen. MACROECONOMÍA: TEORIAS Y POLITICAS. Quinta Edición. Prentice Hall Hispanoamericana, México, 1997.

Parkin. MACROECONOMIA. Editorial Addison Wesley, quinta edición, México, 1999.

Muñoz Onofre, Duran Luis, et. al. Economía de la Salud. Seminario Internacional, Ed. SS, México 2003