antología de anthony · ¡no moriré si tú no estás aquí! quizás mi vida así terminará hasta...
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Antologíade
Anthony
Antología de Anthony
Dedicatoria
Para tí, sueño incorporeo de niebla y deseo, que por tanto tiempo a mi oido susurrabas bellas
palabras que jamas pude decirte.
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Antología de Anthony
índice
Diosa y princesa
Grito desde mi tumba.
Acuerdo
Alejandro y Elena
Para ti.
Hoy, mañana, talvez.
Bailarina
Ni de los dioses.
Te amo Julieta.
Sueño
Elección
Ausencia de ti.
Vana ilusión
Palabras Muertas
¿Donde estás?
¡Bella!
Amor Condenado
Deseo
Reflexión
Vacío
Se ha ido
Amistad.
Terminó
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Canción
Muerte
Llora todo mi ser.
Promesa
La leyenda de "El Esperanza"
¡Oh pobre de mi!
Inicio
Odisea
Mi cuerpo muere
Furia
Fantasía de amor
¿Quién?
Seré vuestro príncipe
Luna Negra
Loca búsqueda
¿Qué soy?
Mas allá del sol.
Os amo
Perfume
Recordar
Dama, muerte y mar
Palabra, sonido y letra
Amor debil.
Cruel amor.
Lo que ocultan tus ojos
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Muerte amiga.
Gracias
Cansado
Despierta
Rosa y amor.
Amor de mil colores.
Maldita sea tu flecha
Mentira y Recuerdo
¿Qué hay en tí?
Sál a tu balcón
Te encontré
Continuará
Aquelarre
Mejor sería estar muerto
Me olvidarás
Pero no me enamoré de tí
¿Llorarán?
Lápida sin nombre
Como quisiera decirte
Y te cantaré una canción
No me rendiré
Habita en tus labios un beso.
Oda a tí; Mujer
¡Ya me cansé!
Ni una mas
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Antología de Anthony
Y así me voy
Que triste que sea yo
Ayer lloré
Ya no eres nada
Navidad
¡Qué triste que solo pueda recordar!
La vida aun sigue sin amor
¡No moriré si tú no estás aquí!
Quizás mi vida así terminará
Hasta en las gotas de mi sangre
¡Me ha herido!
¿Has enfermado mi musa?
¿Cómo pude?
¡En tan poco tiempo!
Fue solo un sueño
Muchos de mí dirán
Estrellas y fuego son tus ojos.
La marcha de la muerte
A ese sueño entregaré mi vida
¡Mi niña!
Quiero leerlo en tus ojos
Vuelvo a tí
Tambores en lo profundo
¿Te quiero o te amo?
¡Tenemos corazón! pero no para tí
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Antología de Anthony
Si tan solo pudiera...
¿Cuándo? si no hay forma de encontrarte.
¿Nadie muere por amor?
¡Quiero seguir en pie!
Dime, aunque ya lo sé
Y cuando te vayas...
¿Cómo crees que viviré?
Te esperaré
Soledad (I)
Falsa esperanza (II)
Cuando te vas...
\\Soneto I \\ Si el escucharte fuera suficiente...
\\\\Soneto II \\\\ Pasado el tiempo...
Nostalgia
Entre el mar de sus cabellos
Te lo entregué y no fue en vano
Espero en mis sueños verte
Verás como al beso se enamoran
Jamás creí posible
Entre tus brazos está mi salvación
Un poema
Ella
Quiero pero... ¿acaso debo?
Y otra vez te canta...
Mi corazón
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Antología de Anthony
¡Cuánto te extraño!
Has cambiado
¿Por qué te amo?
Espejo
Bastaría solo la esperanza
Sé tú misma
A decirte vengo
De tu amor el dueño
?La Fábula del Olvido y del Recuerdo?
¡Pero quién te crees Amor!
Mi amor secreto
¡Qué llore yo, no ella!
Con el alma descubierta
Tan simple
Amor idealizado
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Antología de Anthony
Diosa y princesa
Oh a ti, hermosa princesa
Oh a ti, diosa del mar
Yo, esclavo, quisiera servirte
Y junto a ti echarme a navegar.
Frente al mar de mis lágrimas me encuentro.
No temo a la muerte ni a la libertad,
Pues sé que si algún día caigo
A tus brazos habré de retornar.
Oh cruel espada, Oh mano veloz
Que hábilmente tu corazón traspasa
Y a mí me mata de dolor.
La luz, estrella, de tus ojos se va
Y el calor de tu pecho, pronto se ha de apagar
Oh a ti, hermosa princesa
No me abandones en soledad.
¿Quién ha sido el que os ha atravesado?
¿Quién ha osado tal traición?
Que para alejaros de mi lado
A vuestro corazón traspaso.
En mis brazos ya descansas
Pronto se ocultara el sol
Y de tu boca leo la frase
Siento latir tu corazón
De tus ojos brotan lágrimas
En señal de gratitud
Gotas de plata centellantes
Irradiantes de nuestro amor.
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Antología de Anthony
Grito desde mi tumba.
Te amo, si, es así soy tan sincero,
pues ya cansado estoy de esconderlo.
Te quiero, es la verdad, es lo que siento
y por eso estoy así, por ello me estoy muriendo.
Por el umbral de mis ojos paseas,
pero jamás llegas a entrar
y tu ausencia triste me deja,
solo y con ganas de llorar.
No sabes lo que en mí despiertas,
ni yo lo llego a comprender.
Solo sé que mi alma calientas,
y en mis sueños te has de aparecer.
Eres la musa de mis sentimientos,
la inspiración de tan bellos versos,
la luz que despierta mi genio.
Eres mi amada, mi amor y mi anhelo.
Miles de rosas me dio la tierra
y el viento a ti te las llevó,
calor y luz me dio el rey del cielo
y todo a ti te lo entregó.
Pero no bastaron tales obsequios,
ni tan grande creí mi amor.
Y ahora endeudado me quedo triste,
pues otro sin nada te conquisto.
Ahora lloras sobre mi tumba
y ni los muertos te vienen a consolar,
pues ellos saben a quién mataste
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Antología de Anthony
y a quien juraste no recordar.
Ahora resuenan mis versos malditos,
y en tus sueños te han de atormentar,
te gritan ¡¿por qué me mataste?!
sabiendo que yo era quien te había de amar.
Ya no llores amada mía
pues en mi perdón has de hallar,
solo dame tu mano y di arrepentida
te amo cariño, vuelve a respirar.
Este es mi anhelo mi tonto deseo,
que desde mi tumba elevo hasta el cielo,
pues nadie de mi guarda buen recuerdo.
¡Hay de mí! Que solos se quedan los muertos.
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Antología de Anthony
Acuerdo
Con cello de lágrimas cerraré el acuerdo
que por fin hoy he conseguido aceptar.
Aunque sea yo el que sale perdiendo,
todo sea por tu felicidad.
Olvidare el amor que por ti siento,
y junto con él a mi alma rota.
Habrá un funeral de la triste rosa,
que un día compre para ti preciosa.
Borraré los sueños que en mí dejaste
con lágrimas de amarga felicidad,
y quedara mi cuerpo desesperado
que grita llorando devuélvemela.
Cada noche a Dios elevare mi suplica,
le implorare que te otorgue su favor
y que sea yo el que page tu dicha,
con gotas de sangre de mi crucifixión.
Por cada sonrisa que tus labios dibujen,
en mí una espada traspasara el corazón.
Pagare con dolor el placer de tu vida,
para que nunca sientas lo cruel del amor.
Y en el momento que llegue mi muerte,
tranquilo en sus brazos descansaré
y si algún día de Dios te alejaste,
tu condena al infierno yo la asumiré.
Lucifer indignado vendrá a preguntarme,
¿Porqué tú alma no yace con él?
Estúpido ángel del cielo caído
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Antología de Anthony
tenme por ella a mi amor y mi fe.
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Alejandro y Elena
-Decidme, ¿por qué escondéis vuestros ojos de los míos? Alejandro no podía ocultar la emociónque le producía estar delante de tan bella mujer, esta esbozo una mirada de incredulidad.
? ¿Acaso os creéis digno de encontrarlos? Le respondió turbada pues ella también estabaemocionada.
? Es vuestra voluntad si soy o no digno, mas bien permitidme saber el nombre por el que he dellamaros o acaso he de nombraros Afrodita pues vuestra hermosura supera a la suya.
La muchacha se sintió sorprendida por la osadía del joven y dijo ?Llamadme así si es vuestrodeseo, si es que en verdad soy más hermosa que ella.
-Mejor que os parece Artemisa pues como ella habéis dado caza a este torpe cervatillo. Dijo eljoven, la mujer no pudo evitar una pequeña sonrisa provocada por las palabras que escuchaba y lerespondió ?Si es así es culpa vuestra torpe cervatillo por ser tan imprudente.
-Bendita imprudencia pues por ella logré encontraros, ahora por favor decidme vuestro nombre.Imploró el chico.
La mujer al ver la insistencia de aquel que delante de ella estaba cedió y dijo ?Llamadme Elena.
El rostro de Alejandro se inundo de alegría ?así lo hare Elena mía pues como Elena de Troyahabéis desatado en mi alma una guerra. ?Que ocurrente sois, ahora decidme vuestro nombre comoyo os he dicho el mio. Dijo Elena, a esto le respondió el joven ? Oh Elena mía llamadme torpecervatillo pues me es de mas agrado que mi nombre. Dijole entonces Elena ?Dime cervatillo elnombre que inscrito está en tu alma pues por el deseo llamarte. El joven no pudo negarse a lapetición de su amada y respondió ?Llamadme Alejandro.
?Así lo hare Alejandro. Respondió Elena.
-Volved a decir mi nombre ya que si lo pronuncian tan bellos labios parece ser cantado por losángeles. Dijo Alejandro.
Dicho esto Elena comenzó a reír y pregunto-¿Qué inspira en vos tan dulces palabras?
-Vuestros ojos Elena- respondió el joven -esas dos estrellas que un vuestro haber tenéis por ojos.
-No digáis eso noble Alejandro, no comparéis estos dos puntos de luz con los astros del cielo. DijoElena.
-¿Por qué no? Si el astro rey celoso a vuestros ojos solicita humillado un préstamo de luz.Respondió el joven, en ese momento a la vista de Elena, la luz de la luna descubrió a dos soldadosque se habían ocultado en el manto de la oscuridad, sabiéndose descubiertos corrierondespavoridos hacia el palacio.
-Noble Alejandro- dijo Elena ?he de volver al palacio pues mi madre ha enviado guardias en mibusca.
?No por favor, no os marchéis pues temo que esto sea solo un sueño. Dijo Alejandrodesconsolado.
-Tranquilo no es un sueño, es tan real como el amor que sentís por mi y por mi os escorrespondido. Dijo Elena.
-¿En verdad correspondéis a mi amor? Dijo Alejandro sorprendido y a esto respondió Elena ?si Alejandro tenéis mi juramento de amor.
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Antología de Anthony
-¿Cómo es eso posible? Si de mis labios no ha salido declaración alguna. Dijo el muchachoincrédulo.
-Culpad a vuestros ojos que os han delatado. Alejandro no pudo contener mas dentro de si elinmenso amor que tan bella mujer había despertado y se abalanzo sobre ella hasta tenerla entresus brazos, todo enmudeció y solo se oía el acelerado latir de los corazones de aquel par deenamorados y para sellar tan bello compromiso Elena unió sus labios con los de Alejandro que dijo?ya puedes venir por mi Muerte pues un ángel me ha besado.
?No digáis eso amor mío, pues si viene la muerte y os lleva con ella me dejareis sola, triste ydesconsolada, ahora noble Alejandro prestad mucha atención mañana os esperare en este lugar ala hora del crepúsculo. Dijo Elena.
-¿Cómo podéis asegurármelo? Dijo Alejandro.
-Tenlo por seguro amor mio, así como es seguro que la luna se alce cada noche en el firmamento.Respondió Elena cariñosa.
-Sea así amada mía- dijo Alejandro ?ve corre que vuestra madre no entre en cólera por tuausencia. Dicho esto la muchacha se apresuró al palacio con una gran alegría en su corazón.
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Para ti.
Ahora que tus ojos azules como el mar,
que a mis ojos vienes con la luz celestial,
poderososas estrellas de brillo singular,
que desprenden gotas de plata cristal.
Efimero lucero en la oscura tempestad
que a los tristes mortales vienes a despertar,
con dulces melodías les otorgas libertad
y ellos bajo tu manto anhelan descansar.
Incluso el astro rey coronado de oro,
celoso, le corroe la envidia a tu cuerpo.
¡Hay de él! astro, que a tu puerta humillado
suplica la luz de tu pelo dorado.
Las musas enfurecidas que al Olimpo van,
y a Zeus reclaman por que te dio libertad.
¡Hay tristes musas! que contra ti no podrán
ya que tú a los poetas vienes a inspirar.
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Antología de Anthony
Hoy, mañana, talvez.
Hoy ella me ha mirado,
hoy por fin he visto el sol.
Hoy ella me ha sonreido,
hoy a mi genio desperto.
Mañana talvez a tus ojos no mire,
mañana talvez el cielo sea gris,
mañana talvez tu ya no sonrias,
mañana talvez vea a mi genio morir.
Quizas algun día no dejes de verme,
quizas en el cielo simpre brille el sol,
quizas algun día tus labios me besen,
quizas para siempre seamos tu y yo.
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Bailarina
Princesa que en tu torre danzas bailarina,
dichosa tu voz canta y con tu voz las aves trinan
y tu danza el sol alumbra
a tí mi amada bailarina.
El eco de tu voz que al mundo dota de vida
y el sonido de tu canto a los cielos mata de envidia,
los delicados movimientos de tu cuerpo en armonía
hacen que ame a tí mi amada bailarina.
Ni Romeo ante Julieta tan turbado se sentia,
ni sus palabras se comparan a las que en mí nacen, mi vida,
y como él a tu balcón acudo amada mía
¡Sal Julieta! te reclamo a tí mi amada bailarina.
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Antología de Anthony
Ni de los dioses.
Como gaviota del mar en mi vida apareciste
en medio de la furia del dios Poseidón,
calmaste las olas que alzó su tridente
y volviste tierno su fiero corazón.
Afrodita del Olimpo descendió acelerada,
celosa por la mujer que a desafiarla osaba,
vio entonces su belleza con creces superada
y le cedió su trono que tanto atesoraba.
Atenea no comprendia como era tal belleza,
ni con su inmensa sabiduría a cuestionarla se atrevía.
Llego al fin que de los dioses era proeza
y ante ti postro su lanza y rindió pleitesía.
Apolo tras tus pies corría enamorado
y por Eros iba besando todo lo que pisabas,
en su mano traía una flecha, del dios alado,
deseando darte alcance y sentir como besabas.
Orfeo rasgo su lira y mil poemas te cantaba
palabras de amor hermosas, hicieron que le amaras.
Del inframundo ascendió su dios y a Orfeo rapto su amada
y el dios bajo al infierno a evitar que te atormentaran.
Zeus orgulloso de su hija se sentía,
que a ningún mortal jamas tu mano concedería
pues que triste será mi existencia
si tu amor ni de un dios digno sería.
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Antología de Anthony
Te amo Julieta.
Que triste es recobrar la vista
rasgando el oscuro velo del amor
contemplar vuestro rostro y saber que no sois
aquella Julieta a la que jure mi amor
Ahora percibo vuestros múltiples defectos
que por vuestro hechizo no logre distinguir
ver que no sois a la que llame mi princesa
y ver que tampoco os merecéis mi amor
De mis ojos ciegos lágrimas caían
por vuestra regia indiferencia
al ver vuestra espalda y cabellera
en vez de los ojos que del cielo eran estrellas
Ahora que os veo de lejos, distante
y sonreís pensando es su nombre
siento en mi alma la hoja clavada
de la cruel espada Desesperanza
Sabed que ahora os veo y no siento nada
mas la triste soledad por vos es conjurada
y solo queda por el suelo los despedazados
fragmentos del triste sueño por vos asesinado.
Creedme que deseo más que nada en mi existencia
coser de nuevo el velo y colmarme de paciencia
tornar a veros bella y proclamaros mi Julieta
y otra vez volver ha amaros a vos mi eterna princesa.
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Antología de Anthony
Sueño
Soñar, soñar, levantar el vuelo de la realidad
perdernos en un mundo de total fantasía,
será un mundo de reinas y dulces damiselas
donde solo amor existe y una eterna primavera.
Donde incluso a la luna, las flores les sonreirán
y el agua cristalina jamás deje a la tierra surcar.
Un mundo donde en la vida
jamás exista la penalidad.
Pero triste es al fin darse cuenta,
de que aquel lugar no existirá,
si de tu mano no parto a los sueños
ni cuento contigo en la realidad.
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Antología de Anthony
Elección
Vagando por la calle sin saber que hacer,
en mi alma hay una guerra que no logro comprender.
Mi corazón la ama y mi alma también,
pero se opone mi mente, que ha ella no que de querer.
Amarla será tormento y caerán lágrimas sin fin,
impotencia y desesperanza en mi trono se han de erguir
y todo se volverá frio perderé la soberanía sobre mí,
suplicando sean indulgentes dándome muerte, triste fin.
Amarla hará de rosas el camino y el vivir,
caminando de su mano como rey has de resurgir,
cada beso de sus labios alargar tu vida han de conseguir
y jamás, ya nunca, para siempre, la tristeza volverás a sentir.
Con estos argumentos discuten entre si,
me prometen la vida eterna o la muerte, triste fin.
Decidme a quien escuchar, a quien dar mi favor,
a la mujer de la vida eterna o a la mujer del triste fin.
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Antología de Anthony
Ausencia de ti.
Vacío, de ti solo queda eso,
una triste banca vacía,
ocupada por un fantasma
de aquel recuerdo de vos.
Como a un muerto se le arranca el alma
y pierde su aliento de vida,
así habéis dejado mi cuerpo
sepultado bajo vuestro olvido.
Ya solo anhela mi mente dormida
poder tornaros a ver,
volved a mi lado os pido
y entregadme mi alma también.
Os busco a mi diestra y siniestra,
intentando llegar a comprender,
que dijo mi boca maldita
para lograr alejaros de mi.
Ya no estáis sentada a mi diestra,
ya no os veo cerca de mi.
Ya no vivo en la amarga muerte,
sin vos ya no puedo vivir.
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Antología de Anthony
Vana ilusión
Tu recuerdo de mi ya se borra
Expulsado por el cruel destino
Sueños vacíos tras de sí deja
Y el triste lamento de un niño
En aquella tarde fría de invierno
Cuando a mi sorpresa ángel del cielo
Por mis ojos pasaste fugaz lucero
Y en mi alma despertaste la llama y el fuego
Como regalo de Dios creí que llegaste
A mi triste camino oscuro y errante
Tal fue mi alegría más tarde desastre
Que al cielo jure nunca más olvidarte.
Todo fue un sueño en la oscura noche
Un inmenso deseo lleno de libertad
que por la osadía de un insensato
Condenado a la horca fue a para.
Ahora yaces muerta en lo profundo de mi pecho
y mi corazón desde ahí no ha dejado de llorar
te suplico me perdones por lo cobarde de mi hecho
al creer de tus labios lo que otros decían cantar
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Antología de Anthony
Palabras Muertas
Tan cerca de mi pecho, del latir de mi corazón
que el aroma de tu pelo me deja sin razón
y la luz de tus ojos como estrellas caminantes
alumbran cada paso del mio camino errante.
tan cerca de mis palabras que resuenan en el vacio
como el dulce suspiro de un angel, de alas blancas color platino
vanos susurros sin dueño, que se pierden en un sonido
suspiros del alma agónica, suspiros tras tu camino.
Palabras muertas sin dueño alguno
que tienen su tumba en mi garganta
palabras muertas por cobardía
palabras que lloran por no ser oidas.
Solo eso queda en mi ser, tras darte la espalda
solo gritos y maldiciones, de mi alma para mi mente
que da razones, del sacrificio de las palabras para ti
que no quiere morir y tener su tumba en tu mente.
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Antología de Anthony
¿Donde estás?
Estás y no estás, como perdida en el vacío,
estás y no estás en mi alma y en el olvido.
Estás como muerta y lleno de rosas es tu camino
que espinas para mi deja, que entorpecen mi destino.
Eres estrella, en el cielo brillante
y en las noches, en mi mente caminas,
astro de amor y luz parpadeante,
que siembra en mi alma ilusiones vanas.
Estás y no estás, enfrente mis ojos,
cual damisela ante el cristal
que observa su hermoso rostro,
tus ojos azul de mar.
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Antología de Anthony
¡Bella!
Bella, así te nombro, simplemente bella,
hermosa señora de los sueños perdidos
que como luz inundas lo mas oscuro de mi alma,
que como luz cambias la noche, por el día, por la mañana.
Que otro nombre amada musa a vos podría daros,
fuente inagotable de fantasía, manantial de paz y de armonía,
¡hermosa!, ¡oh, que preciosa!, reina y señora, amada mía.
Venid a mi lado, que quiero sentir, en mi piel, vuestros besos grabados.
Dormiré para soñar, para veros aquí a mi lado,
soñare para vivir, viviré para besaros,
a vos os amare, y en vuestro amor habré ganado,
y no habrá clavo capaz, de sacar el que vos habéis clavado.
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Antología de Anthony
Amor Condenado
Hoy se cumplen catorce días de febrero,
hoy ha de ser un día especial,
el amor se hace el protagonista
y cupido con su flecha vendrá a enamorar.
Pero injusta y esquiva es su flecha,
ya que no a todos logra enamorar,
mas los sume en cruel locura
de la que nadie los ha de salvar.
Entre aquellos tristes condenados,
que en este día solos irán,
a mi alma desencantada,
junto a ellos la has de encontrar.
Mas para ellos odiado es el día,
donde el amor se nombra dictador
y a todos obliga cruelmente
postrarse y llamarle señor.
Yo que entre aquellos malditos me encuentro,
a ti amor te vengo a condenar,
a humillarte y postrarte vencido
ante mi temible majestad.
Tu poder ante el mio no se compara,
tal vez tu daño sea mayor,
pues me has privado de mi reina
y me has privado de mi amor.
Hoy estarás encadenado,
hasta la locura te torturare
y a tu heraldo llamado Cupido
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Antología de Anthony
darle muerte ordenare.
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Antología de Anthony
Deseo
¿Qué es la luz?, la mirada de tus ojos.
¿Qué es calor?, el fuego de tus abrazos.
¿Qué es amor?, para eso no tengo respuesta
pero imagino que es tu sonrisa, envuelta en miles de perlas.
Sentada, y tu vista ausente
desearía leer tu mente,
saber a quien sonríes
saber a quien pretendes.
Desearía ser tu mano
y sujetar tu mejilla ardiente,
poder besar tus labios,
poder besar tu frente.
Ser yo el motivo de tu alegría,
ser tu recuerdo tanto en la noche,
tanto como en el día.
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Antología de Anthony
Reflexión
Todo comienza como menos se ha de esperar, sucede sin más, se pone delante de ti y paracuando te quieres dar cuenta ya ha terminado. Pero siempre queda el recuerdo, como fiel testigoque demuestra que fue real, mas no un sueño, perdido entre la biblioteca de innumerablesdesilusiones que has preferido desechar.
Su sonrisa, ¿Qué decir de su sonrisa?, que aun su fulgor perdura en mis ojos, cegados yconfundidos aun la siguen buscando, la confunden con el sol pues semejante es su belleza e irradiatanta luz como su alegría. Sus ojos, perfectas estrellas flotantes en una laguna que refleja la purezade su alma, un océano de serenidad, paz y muchas cosas donde cualquiera quisiera perderse, vertu reflejo en lo negro de su pupila calma cualquier angustia y tormento, lo torna sin sentido einexistente.
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Antología de Anthony
Vacío
Ya en mi no existe nada,
solo un abismo de soledad,
abismo vacío el de vuestro recuerdo
abismo que nadie podra llenar.
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Antología de Anthony
Se ha ido
Se ha muerto,
como paloma ha comenzado a volar
se ha marchado
allí donde nadie la seguirá.
Entre mis manos quedo el pergamino,
por tinta la sangre cortada al cristal
por versos memorias del triste camino
por voz la canción de un triste funeral.
Las letras de él, como lluvia caían
y su mensaje el viento se lo guardó
los versos morían y se perdían,
sepultados en tu mente por traición
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Antología de Anthony
Amistad.
¿Qué es la amistad?, si no un lazo
inquebrantable cadena de recuerdos pasados
flexible y elastica que soporta la larga separación
tanto del tiempo, y del largo espacio.
Amistad, vínculo eterno de hermandad
aquello que combierte a un desconocido
en un hermano para toda la eternidad.
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Antología de Anthony
Terminó
Cuando todo termina en tristeza
y el pecho no vuelve a latir,
en mis ojos aun sigue belleza
de tu hermoso existir.
La espada en el medio clavada,
y la sangre expulsada hacia el sol,
deja mi alma despedazada
que llora por tu desamor.
El peso en mi ser ya descansa
destruye la fuerza vital,
llora, camina descalza,
mi alma que va hacia el mar.
Anhelo cerrar los ojos,
tornarme ciego hasta el fin,
no ver mi final maldito
ni verte con él existir.
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Antología de Anthony
Canción
Como el sol, que en el cielo, a diario se alza ardiente,
y bañan sus rayos la tierra
despiertan las flores, a la luz del sol caliente,
y canta sonriente Dulcinea.
La melodia, tornose eco en las agua del mar,
y el viento la transporta cual sonido celestial.
¡Oh dulce canción!, chasquido de vuestros labios,
canción de una sirena, canción de mis abrazos.
Las palabras en el aire danzan en armonía
vuestra voz pone el compas y el ritmo en la melodía,
y cantan en el cielo, las aves con alegría:
Princicesa tan hermosa, tan preciosa, amada mía.
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Antología de Anthony
Muerte
Ahora te vas, con la vista firme
en la tumba que tras tus pies dejaste
amarga sonrisa en tus labios se dibuja
y ni piedad siente tu ser por aquel a quien mataste.
Llora la rosa que un día te dí,
al ver sus pétalos podrirse en la basura,
cruel destino al que la condenaste
por soñar y querer algún dia besarte.
Y ahora en mi lápida reza el epitafio:
"Tened piedad Altísimo, de este tonto pecador,
que soñó y creyó en princesas,
y que por ellas a la muerte conoció."
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Antología de Anthony
Llora todo mi ser.
La pluma rasga y tiñe el papel,
llora en él lagrimas negras,
escribe su llanto tan triste historia
que grita el tintero amargas letras.
La mano apresada por el dolor,
por causa; escritura de mis palabras,
se niega, maldice mi pensamiento,
se opone a escribir: "Ya no os quiero"
Llora mi boca por maldeciros,
muere mi lengua por pronunciaros,
se niegan, maldicen mis palabras
se oponen a deciros: "Marchaos de mí"
Llora en mi pecho el latente maldito,
bombea recuerdos por sangre en mis venas,
se niega, maldice mi resignación,
se opone a expulsaros de mi corazón
Lloran mis ojos cristales trizados,
tinta sangrienta que escriben mis versos,
se niegan, maldicen a ya no veros hermosa,
se oponen contemplaros besándolo a él.
Llora la pluma por ya no escribiros,
cartas ni letras que griten "te amo",
se niega, maldice la mía decisión,
dejar que te vallas por siempre mi amor.
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Antología de Anthony
Promesa
Se marchó;
y tan poco durome su presencia,
que aun mi ser la llama,
suplica: ¡No te vallas!
En pie quedó mi cuerpo
y aun siente tu calor
del abrazo que nos dimos,
allí, en aquel rincón.
Siguen tus pasos mis ojos anegados,
sonriente os ven salir por el umbral,
pierden tu sombra, en la luz evaporada
y aun ven tu sonrisa en el aire dibujada.
Y ahora, ¿Quién como tú vendrá a despertarme?
si sé que los ángeles, solo una vez bajan del cielo.
Me siento, cierro los ojos y nuevamente ahí te veo.
Vuela, desesperada, mi mente a tu regazo,
sueña otra vez tenerte entre mis brazos
y el estruendo de la puerta cerrada,
me saca de los sueños, me aleja de tus labios.
Corro, desesperado, vanamente ilusionado,
deseando que al abrirla, aun esté tu hermoso cuerpo.
La abro, te busco y de mi pecho al suelo precipitada,
cae el alma, por una espada, en el medio atravesada.
Alzo la vista al cielo, suplicando: "Gobernador,
tened piedad de mi alma y permitidme seguir a mi amor".
¡Juro por mi vida! incansable ir a buscarte.
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Antología de Anthony
¡Te prometo amada mía! algún día abrazarte.
Serte fiel en mi memoria y solo a ti por siempre amarte
y no parar mi busca hasta no lograr besarte.
Esta es mi promesa y mi condena por amarte.
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Antología de Anthony
La leyenda de "El Esperanza"
Antaño existió un hombre, nacido y educado en la mar, llegó a ser un gran navegante y capitán delbarco al que puso de nombre "El Inquebrantable". Navegó por años descubriendo archipiélagos eislas perdidas entre las inmensas aguas, pero algo había en él que siempre le inquietaba. En unode sus desembarcos, los nativos lo recibieron de buen grado, como solía ser habitual y lo llevaronante la presencia de su máxima autoridad, éste le hablo sobre una isla al sur, en la cual decía queexistía una magnífica ciudad, el Capitán lo tomo como un simple desvarío de aquel anciano yabandono sus costas habiendo antes establecido una fuerte amistad con los nativos. Navegódurante meses y no podía sacarse de la cabeza aquella historia que había escuchado y con el pasode los días esa inquietud tornose deseo, y el deseo obsesión, así fue como el Capitán puso rumboen busca de aquella maravillosa ciudad. Por mas de treinta años la busco en el océano sin llegar aver el mínimo indicio de aquella isla, la razón le abandono dejándolo en la locura y pese a ello sutripulación no lo abandonó por la lealtad que sentían. La furia del mar se alzó contra "ElInquebrantable", el viento rasgo las velas, el mástil crujía y se doblaba al punto de quebrarse, loscabos serpenteaban en el viento, la luz de los faros de aceite se había apagado, las olas abrazabanel barco rodeándolo con olas que mojaban la cubierta, el Capitán sostenía el timón en el alcázarajeno a las súplicas de sus tripulantes que le imploraban desistir de la búsqueda, el segundo deabordo al ver la situación en la que se encontraban fue donde el Capitán y lo aparto del timón, enese instante un relámpago rasgó las nueves y cayó en las turbias aguas dibujando un senderoplateado entre las olas, las nubes quebradas dejaron filtrar los rayos de la luna que en todo suesplendor en lo alto brillaba, las aguas se calmaron y el viento se desvaneció volviéndose mas débilque un susurro, los marineros se pusieron en pie y al dirigir su vista a proa ahí la vieron. El Capitánestalló en carcajadas, por fin la había encontrado, relucía en el horizonte como una estrella másque las nubes habían permitido observar en el cielo, irradiaba luz plateada, y la luna descansabasobre la ciudad. El Capitán ordenó poner rumbo hacia la isla, pero un dolor traspasó su yamaltrecho corazón que se detuvo y cayo muerto, en sus últimos momentos cedió su capitanía alsegundo de abordo y pidió que su cuerpo descansase en las costas de aquella maravillosa isla. Así"El Inquebrantable" llego a la Isla Plateada, descendieron el féretro del Capitán a sus costas y loenterraron, un canto se alzó desde el mar, entre los arboles de la costa se vislumbraron pequeñospuntos de luz que se acercaban, hombres y mujeres de semblante muy noble se aproximarondonde yacía al Capitán y unieron su canto a la melodía del mar. De entre ellos habló el de mayorjerarquía dirigiéndose a la tripulación " Afortunados sois por haber llegado a mi reino, sin embargohabéis de saber que tal proeza tiene un precio que vuestro capitán con la vida lo ha pagado." losmarineros le imploraron que si estaba entre su poder se le devolviera la vida a su capitán,"Perdonadme, pero por inmenso que sea el poder, no existe ninguno capaz de retornar la vida a unmuerto, pero os ofrezco una opción, si bien la podéis tomar como desatenderla" entonces lomarineros aceptaron sin antes oír la proposición, "No puedo al cuerpo de vuestro capitán retornarlesu alma, pero hare que el espíritu del Capitán gobierne el barco que a partir de ahora tendrá unnuevo rumbo, hay personas en este mundo que como vosotros persigue una luz en la oscuridad ynecesita de alguien que conozca dicha luz que los guie y les entregue esperanza, desde estemomento vosotros tripulación y barco surcareis el mar en busca de los desdichados de lahumanidad y los conduciréis a donde se encuentre la luz donde alcanzarán la felicidad", losmarineros aceptaron de buen grado la propuesta, entonces el noble alzo sus manos y un rayo de laluna ilumino el barco, las velas se volvieron de un blanco inmaculado, el mascaron de proa cambiopor una mujer con los brazos abiertos, y en popa se dibujo el nombre de "El Esperanza" con letrasdoradas. "Seréis los tripulantes de "El Esperanza" y en él vivirá el alma de vuestro capitán queguiara el barco donde alguien lo requiera", así el Esperanza zarpó de las costas de la Isla Plateada
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con un nuevo cometido entre sus velas.
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¡Oh pobre de mi!
¡oh pobre de mi!
que dolor despierta vuestra imagen estática
vuestra mirada infinita, ese abismo de luz
¡oh pobre de mi!
¡oh pobre de mi!
que en mis ojos aun os llevo y en el corazón
sueño con besaros y proclamaros mi amor.
¡oh pobre de mi!
Deseo oíros hablar de lo que cantáis en mis sueños
cumplir mi promesa y teneros entre mis brazos.
Angustiosa tornose la espera de nuevamente hablaros,
que vivo medio muerto y deseo con vos soñar despierto.
Sois el ángel de Dios enviado en mi socorro
sois mi ángel, mi siempre eterno amor,
sois la niña de mis ojos ¡oh! dulce damisela
y os prometo que por siempre,
solo tú serás mi amor.
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Inicio
En el cielo danzaban destellos plateados que inundaban de luz todo el firmamento seguidos poratronadores sonidos que hacían que la tierra y el cielo se sacudieran, el viento soplaba enfurecido,cargaba contra las aguas del mar, que por causa de tal empuje formaron olas gigantes queinundaban las pequeñas barcazas de los pescadores.
El aire le azotaba el rostro como bofetadas de una mujer, sus cabellos se zarandeaban en las olasdel viento, la lluvia empapaba su ropa. De los ojos del muchacho nacían pequeñas gotas de plataque se deslizaban por sus mejillas y la tempestad y la brisa le arrebataban. Sus pasos le conducíana donde él no era consciente, pues absorto su pensamiento se había perdido en el tormento que loacosaba, ¿Por qué me ha mentido? se preguntaba a si mismo, no comprendía el motivo de tan vilfalsedad, ni como era posible la existencia de un ser sin corazón siendo su rostro tan hermoso.Llegó a un parque inundado en penumbra, custodiado por árboles muertos a causa de beber lasamargas lágrimas que los desdichados a sus pies lloraban, el muchacho caminó por entre losárboles, como si en ellos encontrara consuelo y paz por ser semejantes a él que también se sentíamuerto por beber las palabras envenenadas de un supuesto amor. Tan grande era el dolor y latristeza que en su pecho se acumulaba, que desmoronándose cayó de rodillas y entre gritos dedesesperación sus lágrimas se unieron a las frías gotas de la lluvia.
La amaba con todo su ser, por ella hubiera viajado hasta el fin del mundo, gustoso su vida por ellahubiera entregado y sin duda alguna lo estaba haciendo, pues su alma yacía muerta y su corazónseguía latiendo, bombeando por sus venas las memorias de aquella tan hermosa mujer. Cerró losojos anegados en lágrimas, recuerdos de palabras, gestos y traiciones se posaron en su mente,esas palabras que de los labios de su amada musa habían nacido y que tan feliz le habían hechosentir, ahora se habían tornado veneno, un veneno que desde sus oídos quemaba sus entrañasdejándolo todo en cenizas que luego las lagrimas de su corazón se encargaban de limpiar. Sus ojosse deleitaban contemplándola pues era dueña de una perfecta belleza, era hermosa nadie lo poníaen duda y su rostro reflejaba una gracia angelical, pero tras esa máscara de luz se ocultaba en laoscuridad un demonio sin escrúpulos, sin corazón. Un grito de su alma se erigió por encima de lostruenos y el cielo aparto sus nubes temeroso, alzó el muchacho la vista hacia el firmamento y laluna iluminó su rostro. Como fiel compañera, amiga y confesora hacia él su brillo dirigió intentandoapartar la oscuridad que le había encadenado y lo tenía muerto. El muchacho la miró fijamente y deél la luz apartó la tristeza, su corazón se llenó de paz y en su mente nació la tranquilidad,desaparecieron los recuerdos amargos de su amor, desapareció el sentimiento de muerte y quedócompletamente vacío. Cerró los ojos y desvanecido cayó en un profundo sueño.
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Odisea
Cruce el mar en busca de una princesa
que una vez en sueños se me apareció,
con forma de ángel, envuelta en belleza
y aun sin conocerla me conquistó.
Ya perdida la esperanza, abandonado en la soledad,
ante mis ojos se alzó aquella reina
y transformo en fantasía la aburrida realidad.
me fascino tanta belleza, esa sonrisa de felicidad,
sus ojos brillantes, perfecta escultura,
su preciosa figura que desprendía claridad.
Al fin mi alma se regocijaba,
por fin a su reina logro encontrar,
era aquel ángel que en sueños cantaba
que sin conocerla me llego a conquistar.
Pasaron los días de ilusión repletos,
deseaba hablarle constantemente
pero, ¿qué decir? ¿bastaría un simple hola?
y las palabras morían en mi garganta.
Cuando seguro de mi amor, por ella, al fin estaba
una saeta me atravesó el corazón
alguien a su lado, de su mano caminaba
y tan grande fue la tristeza que perdí la razón.
Por ella, a mi mismo negué aquel amor
debía respetar su decisión ya tomada
y con el alma en mil pedazos, llorando entre mis manos
me aleje de su persona deseando que sea feliz.
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Sé que eres tú aquel ángel que soñaba,
la princesa que en el trono de mi alma se sentaba,
por el miedo a perderte, hasta ahora me he callado
transformando mi amor en la amistad que te entregaba.
Permíteme elevarte mas alto que las estrellas,
bajar la luna y regalártela en un collar
permíteme poder decirte "te quiero mi princesa"
y poder como en mis sueños a tu lado por fin estar.
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Mi cuerpo muere
Risueños estruendos sonoros
llanto y risa en un eco
canciones y gritos volando
en mi mente, cuerpo y lecho.
Palabras al cielo elevadas
cargadas de llanto y dolor
oraciones a Dios escuchando
eterno grito del corazón.
Gélida brisa por mis pies ascendiendo
congelando mi piel y al completo los miembros
sacando de mí, alegría hacia el viento
dejando en mi ser, tan solo tu recuerdo.
Mascullan un nombre agonizantes labios
bañados en cristal por mis ojos derramado
nombre del ángel que a mis pies yace sentado
custodio del alma por mi cuerpo expulsado.
Ahora veo entre plumas recostado
inerte cuerpo, por mi alma abandonado
de vida alguna al fin ya privado,
de mi recuerdo para siempre olvidado.
Con el ángel parto al viento de su mano dirigido
atrás dejado queda en mi cuerpo tu engaño
mi alma al fin descansa ya cumplido el destino
de ser vivo poeta en un mundo sin sonido.
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Furia
Danza en el cielo entre nubes
estruendo y resplandor,
fulgor de luz brillante
que anuncia la ira del dios.
Alza la mar sus brazos al cielo,
furiosa al viento golpean sus olas,
retumba el impacto a la firme roca
y alza el tridente el dios Poseidón.
Rayo que parte el soporte
de estrellas en la inmensidad,
que rasga viento y agua
heraldo de Zeus dios inmortal.
En fiera batalla enzarzados,
hermanos en divinidad
el agua y el rayo enfrentados
la ira del cielo y del mar.
Del choque nació el tornado,
de la calma la brisa del mar,
de la agonía el grito y el trueno,
de la tregua la lluvia fugaz.
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Fantasía de amor
Hay en mí caos, tormento y agonía
siluetas de recuerdos de mujeres bailarinas,
hay en mí desesperanza eterna melancolía,
deseo por una vida de constante alegría.
En mi pecho, se resigna, a ya no seguir latiendo,
cansado está ya de sentirse en vida muerto ,
marginado en el olvido, en el amor, falso recuerdo,
pisoteado por la dama de mi mundo entera dueño.
Mis ojos a lo inmenso escudriñan angustiados
buscan en el espacio la sombra de aquel pasado
que en mi mente se confunden realidad y fantasía
recuerdos de lo vivido, memorias de lo soñado.
Tras el cristal en la ventana de mi eterno cautiverio
veo alegría, el génesis de mi recuerdo
y ahora admito triste tan cruel verdad
que el amor de una dama solo en mis sueños fue realidad.
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¿Quién?
Oscura intranquilidad invade mi mente
al ver las horas de insomnio pasar,
al saber que no ha dejado huella
en el mundo este triste mortal.
Se extiende la mano estrechando la brisa
buscando otra mano a la que sujetar
buscando a alguien que mis horas consuele,
en la agonía ¿Quién a mi lado se sentara?
Llorará la lápida perdida entre tumbas
oculta entre grandes mausoleos de cristal.
¿Quién la buscará o vendrá a llorarla?
¿Quién a sus pies una rosa pondrá?
¿Quién al ver opacos, sin vida ya mis ojos,
al oír "Ahora ve y descansa en paz"?
Sentirá en su corazón dolor y cruel tristeza,
¿Quién en mis pies sus lagrimas derramará?
De mí nadie tendrá en su memoria
recuerdo alguno de felicidad,
por eso pregunto insistentemente
¿Quién tras mi muerte me recordará?
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Seré vuestro príncipe
Sabed mi señora que no porto capa, espada o corona,
ni titulo o trono alguno de majestad,
no soy heredero de un reino o palacio
y no deseo un gran pueblo que gobernar.
No poseo joyas ni alhajas brillantes
ni gente a mis pies a las que ordenar,
no soy rey ni príncipe de nadie
y tan solo un lugar anhelo conquistar.
Es pequeño y gigante en riqueza,
de amor sus arcas están al rebozar
su poder no se cuenta en grandeza,
si no en tierna jovialidad.
Aquel reino solo admite un gobernante,
sentado a la diestra de vuestra majestad
y se que aunque pobre yo en riqueza
gozo de un reino que a vos estregar.
No soy príncipe de grandes naciones
ni mi apellido es de origen real,
pero sabed que os amo mas que nadie
y que a vuestro corazón pienso conquistar.
Solo por vos seré un caballero,
el gran príncipe en audiencia real
que suplica me améis vos princesa,
permitidme vuestro corazón reinar.
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Luna Negra
Aquí donde el cielo es negro
Donde la lluvia no deja de caer
Donde en el aire solo hay tristeza
aquí es donde he de nacer.
Allí donde el cielo es blanco
Y la luna en tus ojos es,
Donde la lluvia no cae del cielo
Ni llega a mojar tus pies.
En ese cielo de tu mundo
Mi reflejo alcanzo a ver
pues espejo son tus ojos
¿cómo mas te he de ver?.
Cuando la luna negra en tus ojos
Su luz dirige a mi
en mi alma nace el deseo
de junto a ti existir.
En el caos de mi mundo
En mi triste soledad
En el albor de mi locura
Tu luz comienza a brillar.
Donde en el cielo no hay tristeza
Donde en el cielo te alcanzo a ver
En ese mundo de tus ojos
Es donde me ansío perder.
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Loca búsqueda
Rebuscan ansiosos mis ojos el espacio
buscando a la dama que sueño en mi regazo,
de melena oscura, larga, ondeante y pura
de ojos cristalinos repleta de hermosura.
La oigo, me llama, ella reclama mi presencia
me vuelvo, la busco, y solo veo tristeza
es mi mente la que grita en locura abandonada
es mi centro el que la llama y mis ojos aun buscan.
No conozco de ella de nada
ni su nombre, acento o habla,
solo sé que a mi ella viene
y a mi lado sueña y descansa.
Seguiré buscando a diario
fugaz sombra de su recuerdo
pues sé que en la locura,
se torna realidad la fantasía.
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¿Qué soy?
Soy un pintor en un mundo de ciegos,
músico en uno de sordos,
soy un poeta en un mundo de odio
artista en uno de necios.
¿Por qué he de ser vil metal en vez de talento?
¿Por qué he de ser lo que dicen conveniente?
¿Por qué no he de soñar el ser feliz plenamente?
si en realidad solo lo soy aparentemente.
Soy un soldado en un mundo de paz,
vivo caballero de otro tiempo,
soy la mano presente siempre amiga,
la sonrisa de aquellos que al dolor sienten.
Pinto con palabras retratos de mujeres,
compongo con las letras melodías fervientes,
escribo con los versos del amor significados,
pues artista soy y el sentimiento es mi hermano.
¿Qué he de ser? para que en faz ajena vea sonrisa,
para que de mi no se diga que inútil fue su vida,
para que mi nombre tras la muerte aun pinte y escriba,
para que mi voz calme dolores del alma que muere viva.
Dicen que soy poeta, inútil soñador,
muerto en pena por dolores del paciente corazón.
Digo que soy poeta, incansable soñador,
pues el arte es mi esencia, ¡Un vivo poeta soy!
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Mas allá del sol.
¿Cuál es esta sensación que me atenaza?
¿Por qué ha surgido ahora en mí?
si ayer, felicidad reinaba mi mente
y al dolor jamás creí sentir.
¿Por qué felicidad me has abandonado?
¿Por qué tu llama en mi se extinguió?
Si devoto te rezaba por mí y por mi amor,
si eterna te creí a mi lado, en el corazón.
De la mano la llevas contigo,
lejos, mas allá del sol,
apartándola de mi lado
has matado a la ilusión.
Vete, lejos, mas allá del sol,
que aun estirando la mano no alcance tu amor.
Vete, lejos, mas allá del sol,
pues siempre, aquí en mi pecho estará tu corazón.
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Os amo
¡Os amo!
oh sueño incorporeo,
¡Os amo!
señora del soñador,
¡Os amo!
princesa de mi mente, ¡Os amo!
oh dueña de mi corazón.
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Perfume
¿De qué es este aroma?
cual droga ciega mi mente,
pues si no es tu perfume,
es de la rosa roja y ardiente.
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Recordar
¡Recuerdos, recuerdos, recuerdos!
Lanzas del hielo y cristal,
siluetas de tiempos pasados
que es mejor no recordar.
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Dama, muerte y mar
¿Qué es aquello que muestra la luna,
dibujando su sombra en el mar?
¿Será la silueta de una sirena,
o la de un ángel plateado cristal?
Miradla ahí, en pie, bañada en luz blanca,
estática, firme, con la vista perdida en el mar.
¿Por qué lloran sus ojos brillantes?
¿Acaso un amor perdieron allá?
Disculpad señora mi atrevimiento,
mas bien preocupación al veros llorar,
contadme ¿qué os ha matado?
de quien fue la culpa de haceros suspirar.
Tenéis mi indulgencia noble caballero
por preocuparos de las lagrimas del corazón
gustosa os contaré las espinas en él clavadas
si acaso deseáis dar funeral a mi alma.
¿Cómo daros funeral si aun en pie estáis radiante?
mas bien contadme las espinas que os han atravesado
para que mi mano las tome del amor contaminado,
pues la rosa sin espinas sigue siendo rosa.
El amor ilustre hidalgo, el amor me ha matado,
pues mentiras son sus fúnebres palabras.
¿Por qué caballero es tan falsa la voz masculina?
pues por ellas estoy muerta cual rosa con mil espinas.
No toda voz ,mi señora, es simple fantasía
pues la palabra de un niño no es vil mentira,
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Antología de Anthony
si bien con ellas os ha embaucado, de la mía
no esperéis que a eso jamás se atrevería.
¿Cómo saberlo noble caballero?
¿Acaso creéis que la mía es mentira?
Creedme vos a mi que eso yo no querría,
pues entonces permitidme sacaros las espinas.
Tomadlas caballero, arrancadlas del alma mía,
pues grande es mi pesar, y ya todo es fantasía
y tomad también con ellas al inerte soñador.
Adiós hidalgo, adiós mentira, adiós mi corazón.
...
¿Cómo... como borrar tal recuerdo?
verla caer en el mar,
saber que en él yace muerta
y aun en mi mano su corazón llevar.
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Palabra, sonido y letra
Sabed cual poderosas pueden ser
tan simples palabras, sonidos y letras,
que alzan al muerto y sus penas
del averno a la vida terrena.
Son como el grito de amor cargado,
de Cristo al inerte Lázaro
así, tu voz me levanta
de mi largo e incierto letargo.
Tu voz, cúmulo perfecto de armonía,
trinos de aves en uno sonando
y su eco resuena potente
en los vacíos de mi pasado.
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Amor debil.
Miradme otra vez os los ruego,
inundad mi mundo en vuestra luz,
que suficientes son tres segundos
para sentir por vos inmenso amor.
Dejadme tocar ondeante melena,
bailarina coqueta en el viento,
que esparce en el aire su aroma
y no tenerlo es mi tormento.
Permitidme ver ardientes tus labios
que murmuran palabras de amor,
cantando poemas al viento
que antes fui yo quien te los escribió.
¿Por qué es tan fácil enamorarse?
¿Por qué es tan débil la razón?
será por un ángel que ha traspasado
con su mirada mente y corazón.
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Cruel amor.
Cruel amor, fantasma intangible
señor de los deseos de sueños imposibles,
tormento del poeta de alma incomprensible,
motivo de mi vida, simple niebla invisible.
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Lo que ocultan tus ojos
Cruzaronse mis ojos con dos estrellas caminantes
que por un parque contentos sonreían,
con un arcoíris dibujado en sus dientes
y en su pecho gigante alegría.
Sus ojos desprendían ardientes
radiante luz del medio día,
mezclada con lagrimas tristes
por la crueldad de la efímera vida.
Preguntaronle los míos insistentes,
el motivo de tal agonía
y al saber sus pesares dolientes
en mi corazón también llovía.
Ahora sé que en los ojos habita
inmenso poder de leer,
lo que oculta la triste sonrisa,
los dolores que el cuerpo intenta esconder.
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Muerte amiga.
Corred, gritad, llorad, que la muerte ya se acerca
abrazad a vuestra amada, tenedla siempre cerca.
Corred hacia la muerte, los que en vida habeis llorado
y abrazad a vuestra amiga, que a venido a consolaros.
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Gracias
Hoy a Dios daré mil gracias,
por fin a los cielos llegó mi oración,
y en respuesta un ángel se ha enviado
a sanar las heridas de mi corazón.
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Cansado
¿Por qué me mientes cruel espejo?
mostrandome en el auge de mi juventud,
si bien sabes que por dentro
soy un anciano es su senectud.
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Despierta
Cual hermosa es la fantasía
de ver salir el sol,
oir de los pajaros su alegría
saber que un nuevo día comenzó.
Se abren las cúpulas, velo de estrellas
que lanzan su luz al techo
¡Despierta, despierta! sonrisa risueña,
que ya las aves cantan y el sol en lo alto reina.
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Rosa y amor.
Sabed que el amor es como la rosa;
ardiente, roja, de embriagador aroma.
Que por pétalos tiene los labios
y por espinas el pasado por olvidar.
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Amor de mil colores.
Luz, saetas, destellos de mil colores,
que tiñen el cielo negro,
y pintan de fuego las nubes.
Chispas verdes, moradas, azules,
que caen cual lluvia de luz estelar,
¿Por qué entre mis dedos ninguna se posará?
Así es el amor; efímeros fuegos artificiales,
que revientan en el cielo en un fulgor potente,
iluminando a todos menos a mi corazón
que triste llora y siente.
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Maldita sea tu flecha
¿Por qué ¡oh flechador!,
afinas en mí tu puntería?
¿Qué ofensa te he profesado
para ser digno de tu ira?
¿Tan semejante soy a Apolo?
a quien tu dardo mato en agonía,
saeta de acero le has enviado
y ahora en un sueño la veo convertida.
Alzaré a los cielos mi melancolía
pues por tu flecha hallome la traición.
Ya que sé cual poderosa es tu envidia
porque fui yo, el dueño de su corazón.
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Mentira y Recuerdo
Caminan mis pasos confundidos
envueltos en miles de tormentos,
imágenes de tiempos pasados,
que no sé si son mentiras o recuerdos.
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¿Qué hay en tí?
¿Qué hay en tí, que al amor en mí despierta?
¿Será la luz de tus astros celestiales?
¿Será la curvatura en el perfil de tus labios?
¿Será la melodía del eco de tu pensamiento?
No lo sé, solo sé que en mí tú gobiernas.
Ya sean tus ojos estrellas,
y tus labios dibujen amor,
si tus palabras matan la tristeza,
por eso, amada mía,
sea o no, te doy mi corazón.
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Sál a tu balcón
Hoy iré a verte a tu balcón engalanado,
envuelto en mil colores y en aromas perfumados.
Hoy iré a verte, con una rosa en la mano,
esperando ver tu rostro y por él sea yo amado.
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Te encontré
Hoy iré a dormir habiendo ya soñado,
sabiendo que la he visto y que ella me ha mirado.
Iré a descansar con su rostro aun grabado,
sabiendo que a mi musa al fin la he encontrado.
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Continuará
He tomado la decisión; por causas fuera de mi control, dejar por un tiempo la pluma en el tintero yemprender un viaje por el interior de mi ser y reencontrarme con el genio que alimentaba misversos, ignoro cuanto me ocupara este viaje pero por el momento dejaré de escribir. He llegado alpunto de verme vacio de sentimientos e inspiración, pero volveré.
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Aquelarre
El aire comenzó a volverse frio, cada vez mas helado, el sol ya expulsaba sus últimos rayos de luzpor entre las montañas dejando a la sombra que se gestaba en lo profundo del bosque expandirsesin freno alguno.
En la pequeña aldea se encendieron lámparas de aceite para suplir la luz del astro, cerraban laspuertas y ventanas, las gentes presurosas retornaban a sus hogares todos con una sensación deintranquilidad muy inusual sin motivo aparente.
La tierra tembló y el firmamento se tiñó de rojo, una luz nació en el bosque, las campanas de laiglesia comenzaron a repicar anunciando la hora del crepúsculo. Todos intranquilos entraron en suscasas los padres cerraban las puertas y ventanas vigilándolas cuidadosamente mientras que lasmadres velaban por sus hijos mascullando oraciones suplicando que no sonara la puerta.
El silencio había gobernado la aldea y en algunos instantes se quebraba con el llanto de algúninfante, con el paso de las horas ya todo parecía tranquilo, aquel mal presagio había pasado y noera necesario preocuparse por nada, animados varias personas salieron a las callejuelas y caminosasegurándose que no había nada que temer, en lo alto brillaba la luna en su máxima circunferenciairradiando una luz plateada. Al ver tan hermoso fenómeno los niños salieron a contemplarlo,corrían, jugueteaban y se reían.
En medio de todo ese ambiente jovial una silueta atravesó la luz del astro y al momento el cielo secubrió de nubes negras, una potente ráfaga de aire helado recorrió las calles apagando laspequeñas lámparas y congelando a su paso la felicidad de los niños. Un estruendo potente sacudióla tierra y relámpagos rasgaban el firmamento. Las campanas nuevamente sonaron y aquel sonidose unió al llanto de los niños y los gritos de las madres que imploraban entren rápido en casa.
Apareció entonces frente a la iglesia una niebla que envolvía a seis siluetas, las puertas de esta yde los hogares se cerraron al unísono dejando a varias personas en las calles, el párrocodescendió acelerado del campanario llevando en sus manos un recipiente con agua bendita, de unempujón abrió las puertas y se halló frente aquellas extrañas siluetas, arrojó el agua mientrasordenaba en nombre de Dios que aquellas formas se marcharan de ahí. Una de las siluetas seapartó del grupo y al levantar su mano izquierda resonó en el aire un alarido algo parecido al ecode una manada de lobos que se acercaban, al extinguirse aquel horrendo sonido nuevamente elsilencio se hizo omnipresente, la silueta bajó la mano y comenzó a reír, era un sonido desagradablecomo el rechinar de los dientes que era capaz de acobardar al hombre mas gallardo.
El sacerdote entonces tomo de su cuello el colgante con un crucifijo y se lo arrojó, una segundafigura se apartó de las demás y alzando su mano derecha detuvo la cruz en el aire dejándolasuspendida y con un sutil movimiento se lo devolvió al sacerdote, la cadena de plata se enrolló ensu cuello estrangulándolo hasta el punto de matarlo y dejar su cuerpo inerte en el piso, bajó lasilueta la mano y esta comenzó también a reír escandalosamente.
La niebla se disipó por un momento dejando ver la figura de seis mujeres vestidas con siniestrastúnicas negras, todas comenzaron a reír y el pánico se apoderó de las personas que corríandesesperadas, intentaron huir por los caminos que daban al bosque pero ante ellos surgieroninmensos lobos de aspecto siniestro con los ojos ensangrentados, abrieron sus fauces dejando verlos colmillos que parecían cuchillos blancos. La niebla nuevamente cubrió a las mujeres quetransformadas en sombras volaban de un lado para otro envueltas en una estela de humo y polvo,envolviendo a los niños y matando a los adultos que habían permanecido en las calles ante la vitaatónita de sus parientes a través de las ventanas. Aquella tenebrosa risa se podía oír en todo lugar
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junto con el llanto desesperado de los infantes.
De repente todo entró en calma, las lámparas de aceite se encendieron nuevamente y las nubes sedisiparon dejando ver a la luna que había permanecido ajena a aquel macabro espectáculo.Durante el resto de la noche nadie se atrevió a hacer el más mínimo ruido, solo se escuchaba lossollozos de las madres que lloraban la perdida de sus hijos y de sus esposos que habían sidoraptados y asesinados por las brujas.
Toda esta historia sucedió aquella fatídica noche del 31 de Octubre de un año del cual ya todos sehan olvidado.
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Mejor sería estar muerto
Amor, dictador que cambias la vida,
que nublas los ojos despiertos
forjando en otros errores
y mas les valdría estar muertos.
A sus ojos surgió ?Damisela,
cual hermosa perfección,
permitidme acompañaros
dejadme estar con vos-.
La rosa tiñó sus mejillas
y en sus ojos brilló el cristal,
tomole el hombre de la mano
y a su lado caminó.
Ambos soñaron despiertos
un futuro entre los dos,
que de su amor naciera fruto,
deseando nunca sentir el dolor.
Ascendió la parca a sus nupcias
y en cruel matanza se la llevó,
dejando al novio desconsolado
y a su esposa muerta, sin voz.
Soldados quemaron las casas
dejándolo todo en desolación,
y el novio con ella en sus brazos
lloraba furioso muerto en dolor.
Vio ante él una sombra inclinada
-¿Por qué lloras si aun no se fue?
dame tu alma y cambio tendrás
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Antología de Anthony
nuevamente a tu esposa y sus ojos cristal-.
Así se produjo tan vil engaño:
arrancole la bruja el corazón,
partiéndolo en dos guardo en su bolsillo,
y la otra parte se la retornó.
Al despertar la creyó aun dormida
pero poco durole la suposición,
entendió que se había ido
y que con ella su humanidad también partió.
Ahora era un monstruo de negras fauces,
y en su pecho, en un rincón
latía el triste pedazo
que el amor no se llevó.
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Antología de Anthony
Me olvidarás
Me olvidarás;
de tí mi nombre habrá volado
y cuando alguien te hable de mí,
no sabrás quien es el desgraciado.
Me olvidarás;
seré la hoja arrancada de tu diario
y cuando sueñes lo que vivimos,
desearas despertar de aquel calvario.
Me olvidarás;
y cuando la tierra oprima mi cuerpo,
cuando camines por aquel cementerio,
lloraras por no guardar de mí, ni un solo recuerdo.
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Antología de Anthony
Pero no me enamoré de tí
Quizás me enamoré de tus cartas;
de los puntos, acentos y comas,
de las frases que tu mano escribía
de todo menos de tu aroma.
Me reía al leer tus letras
imaginado verte sonreír,
pero al tenerte en mi delante
¿por qué a la sonrisa no la veo en tí?
Quizás me enamoré de tus cartas
y al tenerte delante no sé,
si prefiero hablar contigo
o escribirte otra carta mas bien.
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Antología de Anthony
¿Llorarán?
Cuando suenen las campanas
y no sea por las nupcias,
cuando lloren por mi muerte
¿se verá el sol en penumbra?
¿Llorarán por mi los cielos,
al ver la vida extinguida,
y los truenos harán honores
a mi cuerpo ya sin días?
¿Llorarán por mí las gentes
al saber que ya no hay mas,
que no hay tinta en el tintero
que ya no escribiré jamás?
¿Vendrán todos a mi sepulcro,
llorando en las hojas que yo lloré,
plegando a la alto se les entregue
la triste musa que abandoné?
¿Llorarás tú por mi muerte?
y eso es lo único que me ha de importar,
pues si no me amas, si no lo sientes
lloraré desde mi tumba,
lloraré por tu frialdad.
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Antología de Anthony
Lápida sin nombre
Existe un cementerio
sin lápidas,
sin nombres,
donde no crece la rosa,
tierra sin hombres.
Cementerio sin materia.
cual campo abandonado,
vacío aquí en mi pecho
sentimiento sepultado.
Solo hay un cúmulo,
de tierra alborotada
que cubre el corazón
del que hoy muerto te llora.
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Antología de Anthony
Como quisiera decirte
Como quisiera decirte:
que en tí veo el alba,
en tu sonrisa el Edén
y en las estrellas tu mirada.
Como las rosas a tí,
sus mil aromas te regalan
y las aves arriba cantando,
sus amores te declaran.
Como quisiera decirte:
que en un instante confundidas,
mi alma y la tuya se unieron
y ahora eres el amor de mi vida.
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Antología de Anthony
Y te cantaré una canción
Corro tras tu sombra
en pesares mi mente envuelta,
recordando tu mirada,
llorando, mi alma muerta.
Cuatro espaldas te levantan;
cual princesa en procesión
y te cargan en sus hombros,
yo en mi corazón.
Al llegar a tu palacio,
¡cuantas rosas! cuanto dolor
y entre llantos te sumergen
en tu alcoba sin color.
Ya todos se han marchado
y aquí en frente estoy,
en tu última morada
sin ánimo, sin tu amor.
¿Por qué me has dejado?
¿Por qué Dios te llevo?
¿Por qué la muerte está contigo?
¿Por qué la mía no te siguió?
Todas las noches vendré a tu sepulcro
donde descansas; mi eterno amor,
y entre lágrimas mis ojos
te cantaran una canción.
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Antología de Anthony
No me rendiré
Me rendí.
Abandoné la guerra fácilmente,
supuse perdida la batalla,
simplemente me rendí.
Pero erré estúpido en mi suposición
y ahora pienso seguir,
lucharé por tí hasta que muera
o viviré para a tu lado morir.
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Antología de Anthony
Habita en tus labios un beso.
Habita en tus labios un beso
que guarda celoso tu amor,
esperando que llegue aquel labio
que sepa robártelo.
Ahí esta escondido;
tu lo sabes, ya lo he visto,
no lo escondas en un suspiro
pues bien sabes que ya es mío.
Habita en tus labios un beso
y los míos cual ladrón,
esperan que brille la luna
y en la oscuridad quitártelo.
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Antología de Anthony
Oda a tí; Mujer
Sabe mujer:
Que en la noche a tu rostro desciende
arcángel envuelto en su luz
y pinta en tu rostro dormido,
tan hermosa perfección.
Sabe mujer:
Que el astro en el alba saluda,
a tu cuerpo dirige su luz,
tiñe de oro tu alcoba
y a tu sonrisa da color.
Sabe mujer:
Que en su gran potestad el supremo,
tan perfecta te creó,
con amor te puso en la tierra
y al ver tu belleza lloró.
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Antología de Anthony
¡Ya me cansé!
Antes pasaba las noches soñando
en princesas que conquistar
y lloraba angustiado en mi cama
cuando el sol comenzaba a brillar.
La buscaba de día y de noche,
entre las sombras y la claridad,
esperando algún día tenerla
y por siempre poderla besar.
Abatido volvía en la noche
suplicando -¡No llores mas!-
Corazón traspasado e inerte,
por favor, ya no sufras mas.
Ya me cansé;
de soñar con princesas inexistentes
que viene y van por mi mente
cual fantasía sobrenatural.
Ya me cansé;
que buscarte sea siempre la misma historia,
solo llorarte, llamarte y quererte
junto a mi lado en la eternidad.
La locura me daba una amiga
mas allá de la cruel realidad,
que esperaba en mi cama de noche
para sanar la herida mortal.
Ella decía -Ya no la busques
no quedan princesas por rescatar-
y entonces grité resignado:
¡Ya me cansé!
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Antología de Anthony
Ahora sé que es inútil soñarte
si no te veo al despertar
y que llorar ya no sirve de nada.
¡Ya me cansé!
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Antología de Anthony
Ni una mas
Soñé con realidades
que hacían rodar mi mundo
y ahora un cataclismo
de un golpe lo detuvo.
Te juré hacia la eternidad
proyectarte mi amor
y ahora alcanzome la muerte
y solo en palabras quedó.
Pero ¿Cómo? dime como,
si tu memoria quedose en mí,
como no ver en el cielo tus ojos
y en el sol verte reír.
Soy como el navío,
que errante naufraga
pues lejos de tus ojos
la vida; esta vida,
ya no me es deseada.
Alcé a tu cuerpo
en loca idolatría
y en un pedestal impuesto
le consagré toda mi vida,
devoto rezaba
-Oh amada mía
vuelve a mí tus ojos
alivia esta agonía-
Y he aquí el desenlace
de tan hermosa fantasía;
cuando el justo ladrón
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Antología de Anthony
y la oscuridad por compañía
aprovechose de que en sueños
mi mente yacía perdida
y llevosela para siempre
de mi lado, de mi vida.
Heme aquí al final,
frente al mar de mis recuerdos,
con el fuego helado
ardiendo aquí en mi pecho,
harto esta ya al ser esclavo del tormento
y ahora has de saber, querida,
que estas son las ultimas lágrimas
que por tí desecho.
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Antología de Anthony
Y así me voy
Ya solo queda retirarme a solas con mi honor
inclinando la cabeza, cual humilde perdedor
sabiendo que esta guerra acabose en dolor
y que mi alma; rendida, ya no siente tu calor.
¡Márchate! presto, por favor ya sal de mí
y al partir, por piedad, arranca de mi pecho
el amor que un día por vos creí sentir.
Pero antes a la inquietud dígnate responder:
¿Quién es él? ¿Por qué te vas? ¿Por qué a mi amor olvidarás?
y dime; ¿Qué obsequio a tus pies él presentó?
para hacer inútil mi regalo, mi amor.
Quizás, tal vez llore por luto algunos días,
pues triste es cargar un féretro en las entrañas
y más aún si en él ya muerto está acostado
el corazón que por un día creyose por vos amado.
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Antología de Anthony
Que triste que sea yo
Que triste cosa es tener
que ser tú el que cabe la fosa,
ser el que escriba en la roca:
"Ya puedo dormir en paz"
Hoy seré un vil asesino,
por victima la eterna ilusión,
yo mismo mataré el deseo,
por mi mano morirá el corazón.
Que triste es ser la víctima
y a la vez el hacedor,
quien por la muerte triste llore
y se regocije por ver el dolor.
Ayer lloré y también grité,
al amor maté y lo enterré
al dormir; en muerte me fui,
y hoy con el sol estoy aquí.
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Antología de Anthony
Ayer lloré
Ayer lloré por un amor
que iluso creí ya olvidado
y como el fénix nació de las llamas
de su ardiente y cálida mirada.
Ambos pasos se encontraron
y la mirada se cruzó
pero ni a sus labios, ni a los míos
un saludo acudió.
Paso pues por mi lado,
sin regresar a ver,
pero mis ojos emocionados
se volvieron a su brillantez.
Seguí caminando, en mí ya el fuego
y una lagrima al suelo cayó.
Ella recordó que me amaba y sonriendo
esperando encontrarme regresó.
Ya nunca más la volveré a ver;
pues el buen amigo me contó
que tras aquel efímero encuentro,
al creerse por mí olvidada,
esclava del tormento
a la muerte se arrojó.
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Antología de Anthony
Ya no eres nada
Hoy alguien me dijo:
-¿Por qué no escribes para ella?-
a eso respondí
que tú ya no eras nada,
ni un sueño, ni un recuerdo
tan solo un fantasma;
voluble espectro errante,
eco del silencio,
brisa en la tarde,
soledad de un cementerio.
Sin embargo, sabe mujer
que pese a eso, aun te pienso.
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Antología de Anthony
Navidad
La estrella en lo alto brillaba
mostrando en la tierra el lugar,
donde llora por frio el niño
donde la luz ciega la oscuridad.
Cansada en el ángulo oscuro,
llora la Virgen por piedad.
¡Ya no lloréis madre mía!
id con el niño a descansar.
Vela en la entrada cuidando,
en la diestra el báculo y el candil,
firme ante al frío, el padre,
protege a su benjamín.
En la sierra descansan pastores
y ante ellos la luz se presentó,
anunció que en medio de la noche
por entre los pobres nació el sol.
A oriente llegó la saeta,
por la estrella arrojada veloz
y puntuales a la convocatoria,
tres majestades comenzaron su andar.
A mi pecho llegó la llamada
el llanto del niño en el portal,
sabed mi Señor que ahora mismo
hacia vos comenzaré a caminar.
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Antología de Anthony
¡Qué triste que solo pueda recordar!
Inconsciente mis pasos llevaronme allá,
a la senda por donde los arboles nos vieron cruzar
y ahora al verme solo, sin nadie, así sin más,
me preguntó el viento si acaso venias detrás.
Recordé en aquel instante el susurro de la risa
que aquella tarde de entre los arboles resonó,
recordé como las aves se unían a tu canto,
como de la mano caminamos los dos.
¡Qué cruel es recordar, no poder vivir de nuevo!
esas cosas que sentimos y que solo quede recuerdo
mudo testigo de algo pasado,
algo que no retornara el destino.
Vi a los arboles entonces y en triste pesar sumido
negué a su pregunta; dije que ya no estás conmigo,
y en el vacío estallo la risa y el choque de los labios;
comprendí que ibas con otro
por donde tú y yo paseamos.
Los árboles se entristecieron
pues deseaban volverte a ver
y al inclinar sus verdes hojas
comenzó a llover.
-No lloréis por tal traición
pues solo yo he de morir,
mas si deseáis volver a verla
id a la senda por donde la oís caminar.
Id con ella y contemplad su alegría,
tapad su testa de los rayos del sol
y no le digáis por piedad os suplico,
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Antología de Anthony
que más allá, en otra senda
muere aquel con el que un día caminó.-
Así fue como los arboles marcharon
y nuestro camino quedose en un erial
andando seguí de frente mi destino
escuchando a lo lejos tu felicidad.
¡Qué triste que solo pueda recordar!
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Antología de Anthony
La vida aun sigue sin amor
No dejéis que el llanto os congoja,
no reneguéis del adverso destino,
gritad, que la voz se escuche en el viento
y que nadie os vea llorar.
Si creéis que tras la noche, viose extinguida el alba,
si habéis perdido en el olvido un amor,
alzad la voz, que escuchen que estáis vivos
y al tormento dejadlo en un rincón.
Dadle la espalda al funesto destino
y al amor relegadlo en un cajón,
no digáis - ¡Qué venga por mí la muerte! -
gritad que la vida aún sigue sin amor.
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Antología de Anthony
¡No moriré si tú no estás aquí!
¡No moriré si tú no estás aquí!
pues iluso tropecé en la misma piedra.
Sabed que seré el capitán de mi destino
y si no soy tu dueño, lo seré de mí.
No dejaré que tu recuerdo me esclavice
ni que tu amor haga mi pierna arrodillar,
no habrá quien ose decime que sin tí,
atras olvidad, dejé mi felicidad.
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Antología de Anthony
Quizás mi vida así terminará
Gemía en el cristal el viento
y se oía el impacto de la lluvia
hacía frio, se helaban sus huesos
y a su pupila no acudía ni una gota.
De rodillas en el pecho se golpeaba
frente al Cristo clavado en la pared,
toda la rabia, tormento y agonía
imploraba las apartara de él.
Vagó entre las sombras de la noche,
cerraba los ojos y ¡ahí esta!
y al abrirlos, era la luna
reflejándose en un cristal.
Así fue como a la muerte él buscaba
y diligente a su encuentro acudió,
rendido, a sus pies, ya cansado
a sus brazos, en fría muerte descansó.
Cuentan ahora que en la noche,
frente a la iglesia lo ven caminar.
Les pregunte y esto me contaron
pues quizás mi vida así terminará.
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Antología de Anthony
Hasta en las gotas de mi sangre
Yo sé quién es el dueño
del que late en tu interior
y sé que en él no está mi nombre
ni en un solo rincón.
Yo sé quién es el dueño
de tu alma de mujer,
a quien tus ojos en la noche
tras las estrellas creen ver.
Yo sé quién es el dueño
del suspiro enamorado
que en aire se dilata
de tu boca hacia su mano.
(Es él)
Yo sé quién fue el dueño
del tormento inadecuado,
de las horas que deseabas
terminar sin darle daño.
(Fui yo)
Yo sé que él no es
como yo, que te he amado,
que hasta en las gotas de mi sangre
tu nombre llevaré grabado.
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Antología de Anthony
¡Me ha herido!
Me ha herido y se ha marchado,
habiendo traspasado el corazón,
que en monótono latido
gemía en mi interior.
Me ha herido y me ha dejado
la cruel mentira de un amor,
que en vano suspiro
nombrome su señor.
Me ha matado y se ha marchado,
llevando en sus labios un perdón,
que en silencio se ha perdido
tras la mentira de su dolor.
¡Me ha olvidado! y me ha enterrado
en la fosa del error,
pero sigo aquí a su lado
viendo como a otro da su amor.
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Antología de Anthony
¿Has enfermado mi musa?
Dime que te pasa
¿has enfermado mi musa?
que ahora inspiras veneno
y tu canto es de amargura.
Volver es lo que anhelo
a la dicha ya olvidada,
a pasear entre las nubes
y a ver en mis ojos tu mirada.
Si la acidez del rocío
en la mañana,
irrita estrellas enrabietadas,
y pegan tu frente
a la húmeda almohada;
no dejes que las lágrimas
nublen tu mirada.
Si mil dolores soporta
tu figura,
y quiebran tu espíritu cansado
y hacen que al viento unas
un gemido desgarrado;
no dejes que la memoria
te haga más daño.
Si clamas que la muerte
venga por ti apresurada,
sabe que si te vas
mi alma sin ti,
será nada.
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Antología de Anthony
¿Cómo pude?
Son como espadas
de hielo y cristal.
Son como hierros
al rojo incandescente.
Son solo recuerdos
es lo que intenta creer mi mente.
¿Cómo pude soñar,
que el amor a mi vendría?
¿Cómo pude pensar,
que era digno de su compañía?
¿Cómo podré soportar,
ver que con otro se va mi vida?
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Antología de Anthony
¡En tan poco tiempo!
Es extraño pensar que al poco tiempo,
tu rostro haya pintado en mi interior,
un edén que en el cielo tiene la vida
y del infierno de esta vida me arrancó.
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Antología de Anthony
Fue solo un sueño
Fue como un sueño
que tan poco duro,
al cerrar los ojos
¡ahí estaba!
y al abrirlos,
se esfumó.
En la fría noche
a mí acudió,
diome calor
y la esperanza.
Al despertar,
se esfumó.
Fue como un sueño
que nunca se olvida
y en la realidad,
aunque ella no esté,
sé que la locura de mis sueños,
harán a todo un mundo
junto con ella nacer.
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Antología de Anthony
Muchos de mí dirán
Muchos jurarán haberme visto,
entre el estruendo de las risas quebrar
la horizontal línea en el perfil de mis labios,
la rígida forma de la seriedad.
Muchos dirán haber sentido
junto a mi vera el calor reinar,
sin saber que dentro del pecho
guardo un palacio de hielo y cristal.
Muchos creerán oír de mi boca
palabras que frenen la adversidad,
palabras de amor cual dulce al oído,
que por inútiles debí desechar.
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Antología de Anthony
Estrellas y fuego son tus ojos.
Si las estrellas fueran letras de un poema para ti, créeme que al cielo le faltarían letras para mipluma. Si acaso los astros brillantes en comunión su luz quisiera competir con la de tus ojos,créeme que bastaría tu mirada para iluminar todo el infinito. Si las flores del verde tapiz del mundoen un océano condensaran su perfume, con una sola gota de tu frente todas las flores cambiarían atu aroma. Si soplara el viento con bravura silbando la ira de la tormenta, bastaría que hables paraque el viendo cambie a tu voz su melodía. Si al cielo se alzaran llamas enrojecidas y con su calorincendiaran toda la vida, créeme que más calor siento cuando tu piel roza la mía. Si mil poetasanhelaran escribirte un poema; no podrían, y yo tampoco pues no puedo escribir lo que mi alma ycorazón te gritan.
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Antología de Anthony
La marcha de la muerte
Entre las sobras de la noche
sentose el poeta a escribir,
en la diestra la pluma sangraba
y en siniestra la copa al rebozar.
El viento rugía en las ventanas
de un soplo las abrió de par en par,
y un cuervo cual saeta del infierno
a su hombro fue a parar.
Alzó la copa a su boca
y el líquido el pecho le quemó,
en oración suplicó que le librara
del tormento y del dolor.
A lo lejos quebraba el silencio,
el estruendo de la campana al sonar
y por las puertas del templo en procesión
tras el féretro vio a la gente caminar.
Nuevamente repicaba la campana
y el trueno al coro se unió,
los rayos al muerto hacían honores
y la lluvia lloraba su extinción.
Un trago más incendiole la garganta
y el dulce veneno la mente le nublo,
sentose otra vez y tomando la pluma
inverso en el estasis escribió
-He escuchado la dulce marcha
al paso de la muerte la campana sonar
he visto llorar por un fallecido
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Antología de Anthony
y yo envidio su libertad-
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Antología de Anthony
A ese sueño entregaré mi vida
En mi mente se confunden
realidad y fantasía
y no sé si aquel recuerdo
es realidad o vil mentira.
Si en verdad ha sucedido,
cuan magna es mi alegría,
pues saber que la he besado
llena de gozo toda mi vida.
Pero, si en la noche entre las sombras,
vino a mí la fantasía
de verla alegre recostada
de besarla en sus mejillas,
¡qué triste será saber!
que solo fue una mentira
y aunque creo que así es,
a ese sueño entregaré mi vida.
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Antología de Anthony
¡Mi niña!
¡Niña! estrellas son tus ojos,
tu pelo ondeante espuma
que desciende por tus hombros
y acaricia tu cintura.
¡Niña! tu faz guarda ternura;
de belleza es un tesoro,
y tus labios, son del cielo,
del paraíso dulce esbozo.
¡Niña! me has cegado
tras posarte en mi delante,
tras creer que ha descendido
del cielo hermoso ángel.
Desde ahí me ha esclavizado
el recuerdo de tu figura,
y no hay mujer ante mis ojos,
que en mi corazón ose imponer su dictadura.
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Antología de Anthony
Quiero leerlo en tus ojos
Si fuera tan fácil y sencillo
como abrir un libro y en él leer,
ojalá así pudiera en tus ojos
ver lo que calla tu ser.
Ojalá fuera el viento de tu alcoba,
ser tu compañero en soledad
y poder en el silencio del secreto
ver si en mí se centra tu pensar.
Si pudiera leer de entre tus labios
lo que la voz intenta disimular.
Créeme que:
si en tu ser hay una fibra que al amor responda
si es por mí ese amor, ten por seguro que mío será.
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Antología de Anthony
Vuelvo a tí
Vuelvo al peligro otra vez,
a correr por tu piel,
a perderme entre tus ojos
y créeme que no quiero volver.
Llamo a la muerte otra vez,
al deseo de tenerte,
aunque sé que aquel anhelo
ni en mis sueños está presente.
Quiero abrazarte nuevamente,
pasearme por tu piel,
sentir la droga de tu aroma
creer que todo irá bien.
Quiero hablarte nuevamente,
sentirte otra vez
y aunque,
de tu corazón no soy el dueño,
déjame al menos serlo
de una parte de él.
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Antología de Anthony
Tambores en lo profundo
Tambores en lo profundo
la luz entre las sombras
figuras danzando ante el fuego
invocando al señor de las sombras.
Tambores en lo profundo
y una risa se alza hasta el cielo
y a su vez un cáliz la sangre
de boca en boca va vertiendo.
Horrorizada la luna en el cielo
observa el macabro aquelarre
y ruega a las nubes se interpongan
y no la dejen ver.
Balbuceando conjuros las brujas
imploran que venga su señor
y este entre azufre y llamas se muestra
trayendo a la tierra odio y rencor
pero gentil nos sonríe la suerte
pues esto fue hace mucho y ya se olvidó.
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Antología de Anthony
¿Te quiero o te amo?
Dicen ?te quiero- tus labios,
no significa lo que quiero entender,
entonces, -¿por qué lo dices?-, si no hay
nada en esas palabras para mí.
Si midiéramos más nuestras palabras,
entenderías la magnitud del error
al pronunciar un ?te quiero- como si fuera
un hola, nos vemos, un adiós.
Por eso cada vez que lo escucho,
no entiendo lo que quieres decir,
si es un hola, o lo que creo,
un ?te quiero- , es un ?te amo- para mí.
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Antología de Anthony
¡Tenemos corazón! pero no para tí
Caminaba por los jardines
que Dios sembró en la tierra
y me veía solo, vagando por este mundo
entre flores, aromas y dolor.
Encontré una musa en mi camino,
de rizadas cintas azabache por cabellos,
de ojos negros profundos como el cielo,
de una frialdad que helaba hasta el aliento.
¡Tenía corazón, pero no en el pecho!
Prosiguiendo la senda del destino,
dejé atrás aquella mujer,
con el dolor clavado en el pecho
y con el alma pisoteada también.
Encontré más adelante una doncella,
de oriente medio, ejemplo de mujer,
de tez dorada cual arena del desierto,
por ser ella, y yo, no pudo ser.
¡Tenía corazón, pero no en el pecho!
Harto ya de tropezar vez tras otra,
clame a los cielos ¡basta ya!
que ya estoy harto de mujeres
que como estatuas quedan atrás.
Un hada pasó por mi lado
y tan poco durome su visión,
quedó su olor como estela en el viento
¡qué bello fue mientras duró!
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Antología de Anthony
¡Tenía corazón, pero no en el pecho!
Resignado ya, caminando en silencio,
acudía a mí la pregunta:
-¿Qué maldad al mundo he deseado
para recibir del cielo malaventura? -.
Encontré en el sendero una princesa
de labios rojos, ardiente carmín,
hilos de oro y piel blanca adornaban
esa estatua de mármol y marfil.
¡Tenía corazón, pero no en el pecho!
Entonces cuando menos lo esperaba
al doblar la arista del jardín,
de entre las flores nació la belleza
y aquel día comencé a morir.
Inmenso abismo en sus ojos,
curvas, laberintos sin fin,
su aroma, de las rosas el perfume,
se corazón, Dios se encargó de esculpir.
¡Tenía corazón, pero no en el pecho!
y por más que diga amarme a mí,
aunque le dé mi vida, y ella quiera dármela,
si la tiene él, ¿cómo la podré recibir?
Así al volver la vista
solo veo estatuas sin fin
que estáticas, frías, me dicen:
-¡Tenemos corazón! pero no para tí-
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Antología de Anthony
Si tan solo pudiera...
Quisiera enmudecer en un segundo
el mundano ruido caótico
de llantos, gritos, estruendos,
de risas, carcajadas y besos.
Quisiera que por un momento,
que el todo volvierase nada,
que la lluvia no caiga del cielo
ni de tus ojos brotaran lágrimas.
Quisiera que en este mundo,
no hubiese cavidad para el dolor,
que de él no se encuentre en los libros
reseña, cita o mención.
Quisiera que en un instante,
la luna bailara con el sol
que las estrellas arriba en lo alto
a tus pies rindan su fulgor.
Quisiera poder al destino,
doblarlo a mi voluntad
para hacer realidad aquel sueño
que generosa la noche me decidió regalar.
Si tan solo pudiera...
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Antología de Anthony
¿Cuándo? si no hay forma de encontrarte.
¿Cuánto más debo esperarte?,
¿Cuándo dejaré de llamarte,
de entre las sombras buscarte?
¿Cuándo me hartaré de pensarte?
¿Cuándo hallaré la forma (si es que existe) de olvidarte?
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Antología de Anthony
¿Nadie muere por amor?
La sangre ya no fluye por las venas,
detiene la furia el corazón,
en macabro espectáculo se ríe el mundo
de aquel que llorando muere en dolor.
Miradme bien, atended lo que digo
pues mostraré la magnitud del error:
muchos dicen -por amor nadie se ha muerto-,
decidme entonces, ¿Por qué he muerto yo?
Entiende que no solo la muerte
pone fin al corazón,
no solo enfría y pudre el cuerpo
también masacra lo que soy.
Se ha muerto mi alma y queda el cuerpo,
que camina sin rumbo, sin razón.
No soy más que la caja andante
que guarda al muerto en putrefacción.
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Antología de Anthony
¡Quiero seguir en pie!
En este mundo se ha vuelto mi camino
Infame cuesta que debo vencer
A cada paso que doy solo hay piedras
Que intentan hacerme perecer.
¿Cómo volar si al intentarlo,
Un huracán, las alas quebró?
Deseo por una vez se me conceda
la libertad, ¡quiero seguir en pie!
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Antología de Anthony
Dime, aunque ya lo sé
Dime acaso si ayer,
¿cuándo a tu pupila acudió el llanto
por un segundo en tu mente
se pintó de mí el retrato?
Dime, ¿aquellas gotas,
de amarga plata tremulosas
llevaban arrastrando mi nombre
por los surcos de tu faz dolorosa?
Dime, ¿si la rabia incandescente
que en un puño condensó tus dedos,
tiene como leños que la alimentan
alguna ofensa de la que yo soy dueño?
Dime, aunque ya lo sé,
que tus lágrimas no son mías,
dime, por favor ¡dime!
pues no puedo aceptar
que de él seas flor marchita.
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Antología de Anthony
Y cuando te vayas...
-Estira la mano, ahí está
¡vamos, cógelo! es tuyo
no temas, no pasará nada-
Esto dice el mundo
y cierta mente no pasará nada.
Vamos, estira la mano a ver si puedes
condensar en tu puño las nubes,
cógelo es tuyo, muéstrame que en tu pecho
cabe la infinidad del mundo.
¿Crees acaso poder?
Ya de antemano te digo que no,
así juega el mundo y estamos en su juego
y son así sus reglas las que nos hacen perecer
en la locura de la conquista de sueños
que entre delirios creíste ver.
¿Crees en el amor?
es solo un sentir sobrevalorado,
pero si bien no te niego que sin él
volvemos a ser polvo y barro,
del mundano suelo del que venimos
y si caes, sin su ayuda estas perdido.
Yo también creo
que ha todo esto hay una salida,
soporta tranquilo esta vida
y cuando te vayas,
serás tú quien se ría, de los que
dicen seguir con vida.
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Antología de Anthony
¿Cómo crees que viviré?
Dime tú, ¿acaso puedes
percibir belleza en la melodía
que en su compas carece de sonido
y son sus ondas eco del vacío?
¿Acaso crees poder ver
entre las nacaradas fibras del lienzo
luces de hermoso reflejo
si la nada carece de color?
¿Cómo piensas entonces
que puedo seguir viviendo?
Si te vas no queda nada,
sin tí, ya estoy muerto.
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Antología de Anthony
Te esperaré
Te esperaré;
como la arena aguarda a las olas,
como las estrella esperan a la luna,
como el reloj que deja pasar las horas,
inmóvil y tranquilo esperaré.
Podrá la tierra derrumbarse
y caer del cielo el sol,
podrá en un instante el mar secarse
y terminar la vida con su extinción.
Podrán los astros apagarse
y dejar al mundo sin su luz,
pero no habrá nada que alcance
a poner fin a mi amor,
eterno amor, que fiel espera
a que todo esto termine
y podamos ser tú y yo.
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Antología de Anthony
Soledad (I)
Camino entre sombras por compañeras
hablando, sin nada que decir,
sin nadie que atienda lo que digo,
solo, por este mundo yo viví.
El viento a mi helada mano sostuvo
y al tocarla en nieve se volvió
¿Cómo es capaz el frio de mi alma,
congelar todo cuanto hay alrededor?
¿Cómo la soledad tiene el poder
de hacer que un mundo no haya nadie,
de cuando al espejo sonriente acudas,
ni en el cristal puedas retratarte?
¡Oh soledad! vil ramera caprichosa
que por complacer al mundo, en pago,
le obligaste me dé la espalda.
Estoy con alguien y estoy solo,
es el camino que me ha tocado seguir
que cruel y áspero será el destino
si solo, hasta la muerte he de vivir.
Mas, ¿qué es la muerte si no
la fría soledad consumada?
Pues supongo que ya estoy muerto
aunque mi cuerpo en la piedra no descansa.
Mas solo hay algo que desesperado
anhelo ponga fin a mi tormento
la llegada de mi reina
que me saque de este mundo y de su infierno.
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Antología de Anthony
Falsa esperanza (II)
Una chispa parpadea en lo profundo,
en intento vano de encender
la fría vela cubierta de polvo,
quebrada y harta de envejecer.
Como el marino firme a la tormenta,
la vela rasgada en el palo mayor,
sobre un madero perdido el marino,
solo, retó la ira del dios.
Con la esperanza en lo alto por bandera,
iluso, a la vida dispuesto a renunciar,
luchaba el hombre contra su sino
sin saber que su esperanza solo era falsedad.
¡Oh falsa esperanza! pólvora mojada,
vano intento de dar la luz,
intento inútil de encender el alma.
La esperanza solo cubre los ojos,
golpeas la pared al creer que es una puerta,
caminas a ciegas buscando la luz,
relámpago que a su impacto incinera.
La esperanza que te alza hasta el cielo,
como alas de cera te invita a volar
y cuando cerca del fin de tu meta has llegado,
te arroja al vacío sin piedad.
La esperanza, indómita tirana,
que en su falsedad nos obliga confiar
que deshonra tener que a uno mismo
por su tiranía tener que engañar.
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Antología de Anthony
Cuando te vas...
Gota tras gota caen en el olvido
recuerdos, risas, y notas de un suspiro.
Poco a poco se apaga lo que en cenizas
el tiempo sin piedad ha convertido.
La curva de la risa se endereza,
el corazón refrena su labor,
el calor tras tu marcha se congela
y el nerviosismo, se torna resignación.
Así es cada vez que te alejas
vuelvo solo, a llorar en un rincón.
¡Cómo quisiera también ser el dueño
del tiempo en que a él entregas tu amor!
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Antología de Anthony
\\Soneto I \\ Si el escucharte fuera suficiente...
Si el escucharte fuera suficiente
oír de tu boca la melodía
sentir en mis manos puesta tu vida
para volver mi corazón caliente.
Si tu aliento calmara el mío doliente
a recitarte presto volvería
los versos nacidos del alma mía
letra que sé muy bien no es suficiente;
para ganarme el amor que atesoras
oculto en tus entrañas bien secreto
y no soy falso ladrón embustero,
que maquinando ve pasar las horas
seré en esta ocasión por vos concreto
diré a tus ojos mirando ?te quiero-.
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Antología de Anthony
\\\\Soneto II \\\\ Pasado el tiempo...
Pasado el tiempo no recordarás
las risas, que en la noche te arrancaba,
felicidad que en tu alma comenzaba
y hasta ahora es seguro, sentirás.
Cuando camines sola desearás
volver, cuando a tu lado yo paseaba,
oír la locura de la que hablaba
sin embargo caminando seguirás;
quizás tus labios se curven un poco,
a tus ojos apagues por un segundo
e imprudente tu corazón tropiece.
Yo seguiré por tí, ya sabes, loco,
espero del que elegiste en el mundo,
a tu ser le dé el amor que merece.
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Antología de Anthony
Nostalgia
Cierra los ojos un momento y escucha,
percibe el sonido del silencio
imagina, reconstruye tus recuerdos,
sonríe al verlos de nuevo.
¿Sientes eso? es la nostalgia,
ya sea amarga o dulce su esencia
ya sea llanto o risa lo que arranca
¿crees vivir mejor sin ella?
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Antología de Anthony
Entre el mar de sus cabellos
¿Quién pensaría, que de su lecho,
entre las telas viera al sol levantarse
y abriéndose el mando de las estrellas,
pudiera de su luz inundarse?
¿Quién pensaría, que al despertarse,
cobijado se viera por el mar
y sintiera por su cuerpo el refrescante
suspiro que las olas traerán?
¿Quién creería? ni yo lo hago (y lo he sentido)
al despertarme vi sus párpados abrirse,
me ahogue en la luz de sus ojos
y entre las olas de sus cabellos me perdí.
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Antología de Anthony
Te lo entregué y no fue en vano
El viento arrancó de mis manos,
la arena del quebrado reloj
y con ella se llevó los momentos
en los que juntos paseábamos los dos.
Ojalá también se hubiera llevado
el tormento que tu ausencia me dejó,
ese veneno que ha enfermado mi cuerpo
desde el día en que dijiste ?Adiós-.
Es por tí por quien muero ahora,
de mis dedos cae la arena del reloj
y en el suelo con la sangre de mis manos,
queda el tiempo que éste poeta te entregó.
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Antología de Anthony
Espero en mis sueños verte
Duermo, con tu nombre quemando en los labios
y así hasta que nuevamente nace el día,
te veo en mis sueños entre mis brazos, eras mía.
Despierto, con la alegría que despunta con el alba,
e igual que el sol a su efímero paso,
que de oro tiñe el horizonte
hace fugaz la dicha que esconde
real sueño que al paso volviose mentira.
Y es entonces que en el trascurso del día
cual nubes que opacan el firmamento,
nacen en lo profundo, olvidados recuerdos,
que con el sueño crea nueva fantasía
a la que firme, se opone el intelecto,
en batalla constante con el vil sentimiento
y entonces llegando al fin del día,
espero en mis sueños verte,
única forma que a mi dolor alivia.
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Antología de Anthony
Verás como al beso se enamoran
Veo en tu rostro la dicha que esconden
esos ojos, que a los míos esquivan,
que fijan su blanco con acertada puntería
en el ave fugaz, que por el cielo transita.
Persisto en el intento de interponerme
entre el dardo y el objeto de tu vista,
y cuán grande es la sorpresa al verme,
ardiendo entre la luz de tus pupilas.
Sonríen tus labios con los míos
que al tiempo en júbilo estallan,
y son de mi boca los que tiemblan, indecisos,
por hablar y robar el tesoro de tu palabra.
Es entonces que vencida la cobardía,
en diligente paso me acerco a tu existencia.
-No hables, no digas nada, solo siente,
como al beso se enamoran tu alma y la mía-
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Antología de Anthony
Jamás creí posible
Jamás pensé que era posible
en los sueños o en este mundo la existencia,
de esa luz que arde en tus pupilas
que ni Dios logró pintar en las estrellas.
Jamás creí posible tal belleza
misma que a lo físico rebasa,
pues de ella hay un tesoro que no alcanza
en su totalidad tu cuerpo a encerrarla.
Así es, que tu belleza a lo visible,
supera y deja inútil a la vista
pues tu alma es más hermosa ante el mundo
que guarda lo que Dios creyó perfecto.
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Antología de Anthony
Entre tus brazos está mi salvación
Padezco de un mal muy extraño
que no muestra síntoma de dolor
pero tiene a mi cuerpo sometido,
y del tormento no escapa ni la respiración.
Es un mal que sorprende a los doctores,
que incapaces, no encuentran solución,
pues no hay terapia, brebaje o tratamiento
que alivie la pena del corazón.
Así pues me consumo en un constante
bombardeo de recuerdos, y un adiós,
y sé que moriré de amor enfermo.
Solo en tus brazos encontré la salvación.
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Antología de Anthony
Un poema
Un poema, ¡qué poco resulta ya!
Palabras, entre artificios sumergidas,
como un grano de arena entre el mar.
Un poema, ¿solo eso quedó?
de esa ilusión eterna, dicha sin fin.
En verdad, solo fue una ilusión.
Un poema, semeja un recuerdo,
recuerdo de un "tú y yo", "nosotros",
lástima, se fue el "tú",
solo, quedé yo.
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Antología de Anthony
Ella
Sentada, distante en frente mío,
ausente su vista en el espacio
mientras que la mía: tímida, escondida,
seguía su movimiento sin descanso.
Sonreía, y el oscuro cielo se caía
dejando verse en lo alto
un ardiente sol inundado de envidia.
Por cada estímulo que su rostro volteaba,
mil átomos reventaban en el aire,
que al dispersar su aroma en el viento
semejante al sol,
a la rosa le invadía tal sentimiento.
Hablaba, y hasta el mismísimo Dios enmudecía,
dejándome escuchar atento
lo que su voz cariñosa me decía...
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Antología de Anthony
Quiero pero... ¿acaso debo?
Interminable lucha es esta,
en la que batallan mente y corazón,
donde se antepone lo que debo
a lo que quiero y soy.
Y frío es el triunfo obligatorio,
que aún ganando en llanto se consume,
dejando muerto al sentimiento que sufre
por ver injusta la razón de su derrota.
Así siempre el perdedor está en el pecho
y en la cabeza gélido el triunfador.
Por tí, el "quiero" no importa más que el "debo",
la fría mente mató mi corazón.
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Antología de Anthony
Y otra vez te canta...
Brotó de la fuente estéril,
ríos de la fría roca,
y de la tristeza y el llanto,
manantial de alegría reboza.
Retornó el fénix de las cenizas
en un ardor fugaz y trémulo,
iluminando con el parpadeo
de su llama, el corazón entero.
Volvió a la vida el que entre nieblas,
al cielo proclamaba estar muerto
y ahora se levanta y junto a los vivos
camina, escribe, y otra vez te canta.
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Antología de Anthony
Mi corazón
"En verdad del corazón se dice,
que carece de vista y de razón,
pues en un acto suicida,
de un ángel, el mío se enamoró."
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Antología de Anthony
¡Cuánto te extraño!
¡No te imaginas cuánto te extraño!
cómo en la noche te llamo,
cómo entre sombras te busco
y te sueño, cada instante a mi lado.
¡No te imaginas cuánto deseo!
volver a tu lado sin tardanza
y no entiendo, en verdad el motivo,
por el que desterrado y afligido,
me apartaste de tu cariño
y mi sueño en nada ha terminado.
¡No te imaginas cuánto te extraño!
cómo el recuerdo perturba el presente,
cada vez que cerrando los ojos
me inunda un inmenso torrente,
de memorias de un pasado
que juntos, entre risas y besos forjamos.
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Antología de Anthony
Has cambiado
Hoy te volví a ver
y es increíble, ¡después de tanto tiempo!
desde aquella vez, ¿recuerdas?
desde la última vez que nos hablamos.
Cuanto tiempo en verdad ha pasado,
no esperaba que otra vez al mirarnos
mi corazón salir quisiera
corriendo de mi pecho a tus manos,
y preso de la torpeza terminara
frente a tus pies, arrodillado.
Pero algo note en tu mirada,
has cambiado y ya no te conozco,
que triste, ya no eres la misma,
comprendí entonces que tu embrujo
y mi dolor al fin habían terminado
y silencioso, caminando pasé por tu lado.
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Antología de Anthony
¿Por qué te amo?
Hablando estábamos frente al mar,
anudando los dedos de las manos.
Rompió el silencio una pregunta,
y ¡qué pregunta nacida de tus labios!
-¿Por qué te amo?,
no lo sé, son tantas cosas-.
E insistes pues no conforme
exiges argumento a mis razones.
-Pues, te amo por tus ojos,
sí, por tus ojos- y sonrío
-porque cada vez que los miro,
siento al mundo contraerse a tus pupilas-.
-¡Aún deseas más!- y estalló la risa.
-Te amo también por tus mejillas,
sí, porque en ellas hallo cobijo
para las lágrimas, que rasgan las mías-.
-Dueño de mi amor es tu sonrisa
que calma la agonía de mi pecho;
además, en ella encuentro del cielo,
destello propio de la luz divina-.
Y sonríes, ¡lo he logrado!
pero veo en tus ojos un anhelo.
-¿Aún deseas más razones?
tengo una lista que ahora te leo-.
-Te amo por tus ideas,
por tus defectos y aficiones.
Te amo por las razones
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Antología de Anthony
que pides por mi idolatría.
Te amo por lo que guardas,
oculto ahí en tu pecho,
por ese corazón que dice
ser el dueño de mis deseos-.
Y lloras, -¿Por qué lloras?-,
te estrecho inocente entre mis brazos.
-Por todo esto te amo, y créeme que... -
y un beso tuyo me cerró la boca.
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Antología de Anthony
Espejo
Mírate en un espejo, en el agua o en el cielo
mírate, mas no creas lo que ves en él,
pues lo perfecto no puede en lo imperfecto
reflejarse tal y como es.
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Antología de Anthony
Bastaría solo la esperanza
Bastaría una luz de tu mirada
para incendiar el aire, el cielo, la misma llama,
la humana vida que se esconde
oculta en lo profundo del alma.
Bastaría de tí una palabra,
para calmar la voz que incesante clama,
mi voz, que suplica no abandones
a mi triste corazón que te ama.
Bastaría el beso que me regalan
tus labios mientras dicen que me aman
y con el beso se completaría,
la parte del alma que me falta.
Bastaría solo la esperanza
que tus besos y los sueños me dejaran,
bastaría eso para vivir,
y no morir por nada.
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Antología de Anthony
Sé tú misma
Me confieso amante de tal belleza,
misma que presente está en la rosa
que no busca más adorno,
del que la naturaleza le otorga.
Que guarda entre sus formas la armonía
de las olas que peinan el océano.
Por tal belleza te aseguro,
entregaría incluso hasta mi vida.
Mira pues amada mía,
se como la rosa con sus galas,
como el océano y sus olas,
sé tú misma, que así eres hermosa.
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Antología de Anthony
A decirte vengo
A decirte vengo, por si no lo notas
que desde que te vi solo en tí pienso,
y que no soporto el paso lento de las horas,
para sentir sobre mi tu aliento.
Así pues desechando intenciones otras,
vengo a confesarte que te quiero
que con tu mirada mí alma alborotas,
y tu sonrisa me ha librado del infierno.
Que no hay en mí mayor deseo
que el verte feliz, alegre, dichosa,
y que honor si soy yo el que tengo,
el orgullo de llevarte cada día una rosa.
A decirte vengo que eres graciosa
ocurrente, divertida, cariñosa,
inocente, fiel, preciosa,
honesta, solidaría, mil veces hermosa,
¡ah! ya lo dije... no importa.
La cuestión es que para mí por siempre
dueña de mi corazón serás,
princesa de mis sueños
y mis memorias.
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Antología de Anthony
De tu amor el dueño
Sé que no soy yo
y me causa dolor reconocerlo
que no es en mí en quien piensas
y menos aún, llamarme puedo
de tu amor, el dueño.
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Antología de Anthony
?La Fábula del Olvido y del Recuerdo?
A mi oído llegó una historia
falsa o verdadera, ¡qué importa!
ya que a muchas de mis preguntas,
supo dar una respuesta.
Hay un mar allá muy lejos,
donde a sus aguas gobierna el Tiempo
y en ellas siempre se pierde
algún inocente viajero.
Allí, por ese mar que está tan lejos,
navegaba a la deriva una Promesa,
lloraba por no encontrar a casa,
el camino de vuelta.
Perdida entre las aguas del Tiempo,
en un pequeño bote de madera,
se resistía a que este la arrastrase
entre el oleaje y la marea.
Ayuda le pidió al Viento,
que Esperanza decía que se llamaba.
Habló por un momento con el Tiempo
y consiguió que de ella se apiadara.
Este le habló de una isla,
que en el centro de sus aguas se encontraba
propietario era el Olvido de esa cárcel,
donde con el Recuerdo aconsejaban.
Por sus aguas diligente la condujo,
a la isla del Olvido y del Recuerdo,
y ya frente a ellos les expuso,
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Antología de Anthony
la causa de su nacimiento.
Eso requerían los señores,
en pago de su consejo,
así decían que evaluaban
si era justo o no ofrecerlo.
Habló en primer lugar Recuerdo:
-He aquí que falible es nuestro juicio,
y ya son varias las veces que he fallado,
pero creo ver fuerte la causa
que te dio el don del nacimiento-
-Yo con él discrepo-.
Habló el Olvido con desprecio.
-Pero sea, por probar yo accedo,
el camino a casa te mostraremos-.
Habló después Recuerdo:
-Toma este mapa y que el Tiempo,
te lleve por la ruta que he marcado-.
-Eso sí- dijo el Olvido.
-Fuerte has de ser para enfrentarlo;
y ahora Tiempo a ti te hablo,
y en tus aguas pongo este cometido,
si no es fuerte para seguir en el camino,
a mi cárcel la traerás de inmediato-.
Así marchó Promesa,
con el mapa asido a su mano,
y fuerte debió ser su causa
que a su casa se dice que ha llegado.
Ahora entiendo por qué me has olvidado,
por qué tu promesa se perdió,
no era fuerte para afrontar al Tiempo,
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Antología de Anthony
y el Olvido en su cárcel la encerró.
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Antología de Anthony
¡Pero quién te crees Amor!
¡Pero quién te crees Amor!
que con despótico talento,
lanzando tus dardos al viento
traspasas impunemente.
¡Pero quien piensas que soy!
para hacer de mi alma marioneta
y teniendo en mi pecho, de acero saeta,
quede a merced de tus caprichos.
¡Con qué potestad te crees!
para a mi puerta llamar insistente,
ordenando que ante tí me haga presente
cuando quieras afinar la puntería.
¡Ya déjame en paz Amor!
insolente heraldo de locura,
se acabó en mi corazón tu dictadura,
no vuelvas nunca más a mis adentros.
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Antología de Anthony
Mi amor secreto
Si supieras de mi amor el secreto
quedara yo ante ti desamparado;
el corazón latiendo acelerado
y un ?te quiero- a la lengua bien sujeto.
Sería desvelado por completo
que creí ver en ti lo esperado,
aquello tantas veces anhelado
que buscaba mi espíritu inquieto.
Por eso, es difícil contenerme
las ganas que tengo de abrazarte
y no te cuento ya cuando te miro,
lo mucho que me cuesta detenerme;
escondo el deseo de besarte,
dejando de él tan solo un suspiro.
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Antología de Anthony
¡Qué llore yo, no ella!
No soporto ver la lluvia
insolente nublar la luna,
volviendo su blanco de plata
en un gris triste a oscuras.
Entristece ver que mi cielo
pierde la luz de su estrella,
difuminada en la gota que cae,
que brota por una pena.
Y cae, y cae constante,
nada hay que hacer yo pueda;
no calma mi mano su pena.
Por piedad...
¡Qué llore yo, no ella!
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Antología de Anthony
Con el alma descubierta
Aun sabiéndome yo desprotegido,
con el alma en el pecho descubierta
por iluso vi en ella herida abierta
y un dardo que en su centro se ha metido.
Certera puntería le ha valido
el entrar en mi ser sin que lo advierta
y lo antes dormido ahora despierta,
sin saber quién a ello se ha atrevido.
Sus ojos se han ganado toda mi alma,
su risa se hecho dueña de mi aliento,
su voz al corazón lo inunda en calma,
mandándole caricias en el viento.
Mi vida te la llevas en tu palma
sin preguntar por mi consentimiento.
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Antología de Anthony
Tan simple
Raíz, tronco, rama y hojas
¡simple! como el caer en el otoño
de las marchitas hojas.
Ojalá fuera así de simple
desprenderse del alma las desdichas
y que brotaran con el sol y primavera
los vástagos de muertas alegrías.
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Antología de Anthony
Amor idealizado
A un amor idealizado el pensamiento
por condena se ve encadenado,
y ya es tiempo, que hasta en sus manos,
no se distingue el acero que las aprieta.
Pero no hay en él ningún padecimiento,
aun siendo tantas veces torturado
y aunque esté su corazón enrabietado,
vale el precio por el ser que lo completa.
De su locura tal amor es un invento,
y son sus ojos que en la nada han dibujado,
la silueta de ese amor idealizado,
que es lo único que a la vida le sujeta.
A.G
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