ANTICIPANDO EL FUTURO

Desde el año pasado en nuestra institución se viene enfatizando en el proyecto de vida de la comunidad zuletista, resultando de vital importancia trazar una ruta personal para alcanzar nuestras metas, pues como diría el maestro José María Niño: “Al que no sabe para donde va… cualquier bus le sirve”; la intensión de dicho proyecto es lograr que cada uno de los entes de la comunidad construyan, fundamenten y reflexionen entorno a su proyecto personal de vida.

El proyecto de vida es una forma de anticiparnos al futuro, al logro de nuestras metas , ilusiones, y anhelos. En ese recorrido de moldear nuestros sueños necesitamos planeación, constancia, amor y entrega. Normalmente, el proyecto de vida debe ser visto como el camino que conduce a la auto realización.

Nuestra vida es el regalo más extraordinario que hemos recibido. Por esto mismo es que no debemos despreciarla, malgastarla o desperdiciarla, todo lo contrario, estamos convocados a hacerla progresar, a comunicar vida, entusiasmo, amor y alegría a quienes nos rodean; a sembrar valores humanos, sociales, morales y proyectarnos hacia los demás, brindándole un sentido a nuestra existencia.

La vida es como una casita, debemos planearla, construirla y decorarla muy bien, puesto que esto nos llena de bienestar, y si estamos bien, estamos satisfechos de vivir, le comunicaremos a los que se encuentran cerca a nosotros esta satisfacción, estas ganas y alegría de vivir.

Realizar nuestro proyecto de vida, es tomar nuestra existencia en serio y buscar hacer de ella algo grande, maravilloso, valioso. Contestando a los interrogantes mas sublimes que nos

podemos plantear: ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? ¿Sabemos para qué estamos vivos? ¿Qué sentido tiene nuestra existencia? ¿Qué motivos tenemos para vivir?

Para esto no necesitamos otra cosa que concentrarnos en nuestra vida propia siguiendo los pasos enunciados a continuación

1. Debemos pedir a Dios que nos muestre su voluntad, orar por un proyecto que esté acorde al plan que Él ideó para cada uno de nosotros.Hoy en día muchas personas se mofan de Dios, descartan la idea su existencia, de su presencia en el accionar humano, pero, te pregunto ¿por qué no le apuestas a la idea “Dios te creó y te destinó o te llamó a ser feliz”Si aceptas esta opción ¿Quién si no Él nos puede ayudar a encontrar el camino de nuestra realización? Cada uno de nosotros somos como una gota de agua buscando el mar para lograr la realización absoluta; vagamos de río en río, de charco en charco o de nube en nube en esta búsqueda y una vez lo encontramos y nos sumergimos en él dejamos de ser una simple gota y nos convertimos en ¡el mar entero!Anímate a ser mar…….

2. Procuremos trazarnos objetivos claros y alcanzables: Los objetivos son los cimientos en la construcción de nuestro proyecto; también debemos tener en cuenta los modos que tendremos para lograr el nuestro propósito. Nuestros objetivos deben ser claros, bien definidos, pues nos servirán de ruta o derrotero en el camino hacia nuestra meta final.

3. Es indispensable que aprendamos a ver las cosas de manera positiva, con optimismo, pero sin idealismo, como diría santa Teresita: “Con la cabeza en el cielo, pero, con los pies bien puestos en la tierra”.

4. Describir quienes somos en este mundo, por qué existimos, cuál es nuestra misión de vida, como podemos realizar lo que nos proponemos, como hacérselo saber a los demás, como poder superar los obstáculos hacia nuestros sueños.

5. Escribamos nuestro propósito y todas las alternativas que tenemos para poder cumplirlo. Al final solo se confía en que lo que se va a lograr, obviamente no podemos dejar de lado tener un pensamiento positivo constantemente, pues un pensamiento positivo es capaz de transformar la realidad.

6. Ahora a trabajar, sin prisa pero sin pausa, pues, nada viene por casualidad, nada surge de la nada, no recibiremos algo que no implique un esfuerzo por recibirlo o por lograrlo.

Así que hoy a través de este escrito les hago una cordial invitación a trabajar con energía, ahínco, sinceridad y constancia; a realizar cada uno de los talleres propuestos en el libro viajero, en la carpeta familiar, a poner el sello de nuestra calidad a nuestra vida, a construir nuestra historia, a propender por una mejor convivencia con nosotros mismos y por lo tanto con quienes nos rodean. Recordemos que nadie da de lo que no tiene “de donde flores…. Si no hay jardines” Dios les bendiga.

Diana Rocío de CastroDocente Educación ReligiosaJornada Mañana