Antecedentes próximos a la Educación Basada en Competencias (EBC)

Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de MéxicoMaestría en Docencia y Gestión EscolarElaborado por:

Álvarez Hernández Francisco Javier Gutiérrez Solís María Marina Roldán Victoria Griselda

A lo largo de la historia de la educación en México, se han vivido diversos paradigmas socio-pedagógicos; en los cuales la interpretación de lo que debe ser o no el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como los métodos y los sustentos teóricos, se convierten en campos fructíferos para la especulación, la experimentación o incluso para la falta de dominio conceptual.

El tránsito entre la escuela tradicional a la constructivista, y de la ella al modelo basado en competencias; sugiere grandes desafíos a los promotores de dichos procesos educativos, en particular a los docentes, pues es en ellos en los que se deposita la responsabilidad del ejercicio pleno de la nueva concepción educativa.

Sin embargo, es aún hoy en día no muy entendido por una gran cantidad de docentes, el cómo llegamos a este nuevo sisma educativo; en el cómo es que la palabra “competencia” adquirió una nueva significación en el espacio áulico y en cómo comprender, planear, diseñar y ejercer dentro de las aulas del siglo XXI.

Es así, que nuestro primer referente a citar proviene de Jomtien, Tailandia; pues fue allí donde se dio lugar a “La Conferencia Mundial sobre Educación para Todos. Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje”, del 05 al 09 de marzo de 1990.

Uno de los objetivos fundamentales de tal encuentro fue:

Por su parte el mismo documento, dicta acciones y periodos de ejecución de las mismas, y los plazos para cada una de ellas:

Como podemos observar, ciertamente dichas disposiciones fueron tomando forma poco a poco dentro del Sistema Educativo Mexicano (SEM).

Pero la visión de una educación más justa y amplia fue exclusiva de los sistemas educativos “ordinarios”, sino también dentro de las estrategias y estructuras en los sistemas educativos “especiales”; de allí, que la “Conferencia Mundial Sobre las Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad”, en Salamanca España, del 07 al 10 de julio de 1994, plantea:

Ya era palpable el cambio en la manera de hacer política al interior de nuestro país, pues tal y cómo lo sugiere la “Conferencia Mundial Sobre las Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad”, en Salamanca España; dentro de nuestras aulas había ya una cantidad importante de alumnos y alumnas con necesidades especiales.

Pero la historia no cierre su frontera allí, para el año 2000, otra convención robaría las miradas en el ámbito educativo mundial; desde luego que me refiero a “Foro Mundial de Educación”, en Dakar, Senegal del 26 al 28 de abril de ese mismo año.

El foro tenía como propósito presentar los resultados globales de la evaluación de la década de “educación para Todos” (EPT)-lanzada en Jomtien, Tailandia, en marzo de 1990- y aprobar un nuevo Marco de Acción, fundamentalmente para continuar la tarea. Para continuarla, pues –como ya era evidente desde la mitad de la década- no se alcanzaron las seis metas que se fijaron en Jomtien para el año 2000. El Marco de Acción aprobado en Dakar esencialmente “reafirma” la visión y las metas acordadas en Jomtien, en 1990 y corre ahora el plazo 15 años más, hasta el 2015. ¿Por qué 15? Nadie puede dar una respuesta científica o un cálculo razonado. (M. Torres, 2000).

El resto del documento, presenta un informe detallado sobre la situación global en materia educativa, y de las principales acciones a realizar en materia.

Lo que dio paso a otro de los documentos rectores en el nuevo paradigma educativo: “El Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors”, el cual está integrado por tres partes:

Primera parte: Horizontes Segunda parte: Principios Tercera parte: Orientaciones

Pero en este momento centraremos nuestra atención al contenido perteneciente a la “Segunda parte”, pues es en é, en que hayamos “los cuatro pilares de la educación”: Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás y Aprender a ser.

Es el propio Delors, quien refiere en sumadas ocasiones el término “competencia”; sin que ello merite el acuñamiento del propio concepto a la educación por parte de él, sin embargo, es él, quien por la fuerza política que representa, inyecta particular euforia al mismo, hasta el punto que otro autores como son el propio Philip Perronoud, ha propuesto “diez competancias básicas para la vida”:

Competencia para el aprendizaje permanente Competencia para el manejo de la información Competencia para el manejo de situaciones

Competencia para la convivencia Competencia para la vida en sociedad Competencias del Campo formativo de Desarrollo Personal y Social Competencias del Campo formativo de Lenguaje y Comunicación Competencias del Campo formativo de Pensamiento Matemático Competencias del Campo formativo de Exploración y Conocimiento del mundo Competencias del Campo formativo de Expresión y Apreciación artísticas Competencias del Campo formativo de Desarrollo físico y salud

Pese a todo lo que hemos podido compartir durante este espacio, cabe la idea de que las aportaciones en materia de competencia, tanto para la vida, como laborales, como docentes, etc., es un enjambre que no termina aún de hilarse; aportaciones van y vienen, tendencias que se reforman, y conceptos que se nutran.

Sin embargo en algo estamos de acuerdo; es un término que no surge propiamente del ámbito áulico, ni educativo, es más bien una conceptualización funcionalista de los aportes de la educación al desarrollo de un individuo con miras económicas.

Tema por más complejo, pues aunque sobran argumentos en un mundo globalizado sobre la importancia que tiene la inserción a los mercados productivos y de consumo de los seres humanos, la educación por otra parte <en un sentido filosófico> trata de sembrar conciencia en los hombres, trata de liberarles de sus propios absurdos, trata de desnudar al ser en su más pura concepción, sin que ello tenga razón de ser dentro de una competencia.

Nota: una disculpa por el trabajo previo, pero la indicación que se me nos dio no fue comprendida como tal, pues se entendió que sólo era cuestión de rastrear alguna fuente bibliográfica referente al tema. Espero el presente sea lo esperado y solicitado por usted.