anon - etapas del proceso del morir y experiencias medico paciente

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RESUMEN

RESUMENTomando como base el proceso del morir que propone la doctora Elisabeth Kbler-Ross en su libro Sobre la muerte y los moribundos, pero teniendo en cuenta tambin los propuestos a travs del tiempo, por diversos estudiosos del tema, se realizar una comparacin para establecer una relacin entre las etapas por las que atraviesa el enfermo terminal y el mdico que lo atiende. Este trabajo esta elaborado en forma de novela para ejemplificar mejor cada etapa, pues los recursos que ofrece este gnero son ilimitados y permiten al lector adentrarse de una manera ms amena en la problemtica que rodea a paciente, mdico y familia en este trance tan difcil, as como ofrecer una visin clara de los objetivos generales de la Tanatologa.MARCO TERICO Culturalmente el hombre en el proceso de su evolucin ha tenido un contacto muy estrecho con la muerte, tan es as, que en la cultura popular mexicana la vemos reflejada de este modo "de nada se puede estar seguro solo de la muerte", por tanto, el estudio de la muerte siempre ha interesado al hombre, en particular el proceso del morir, que ha sido objeto de atencin por parte de importantes estudiosos del tema, se han establecido una serie de etapas, en las que los expertos coinciden salvo algunas excepciones. Para muchos, Elisabeth Kbler-Ross es la pionera mundial de la Tanatologa. Ella naci en Zurich, estudi medicina y luego, fue a vivir a Nueva York. Cuando trabajaba con esquizofrnicos, en uno de los Hospitales Generales de dicha urbe, se le acerc un grupo de seminaristas protestantes, quienes le pidieron que los ayudara a hacer un estudio sobre las crisis de la vida humana y consideraron que la mxima crisis era la Muerte. La doctora acept la propuesta. Pronto se dio cuenta de que lo nico que ella conoca sobre el tema era lo descrito en los textos de medicina. Por lo que empez a entrevistar a enfermos terminales y a enfermos en fase terminal. El resultado de estas conversaciones los public en su primer libro, probablemente el ms importante de los que ha sacado a luz hasta la fecha, titulado: "ON DEATH AND DYING En l describe el Proceso de Morir, que observ tras sus aos de experiencia con enfermos terminales.Son cinco las Fases que ella propone:PRIMERA FASE: NEGACIN Y AISLAMIENTO. Cuando el paciente y la familia conocen el diagnstico de una enfermedad fatal, la primera reaccin ser la de negar: "No, yo no, no puede ser cierto". La tienen tambin aquellos a quienes se les neg la verdad y que poco a poco la fueron descubriendo, es raro que se manifieste ms adelante a lo largo del curso de la enfermedad. Funciona como un amortiguador que permite recobrarse luego de la noticia. para luego movilizar otros mecanismos de defensa menos radicales. El tanatlogo debe saber bien esto: porque el dilogo con el enfermo depender de lo que ste quiera hablar, cundo quiera hacerlo y de cunto quiera comunicar. A veces, incluso en esta etapa, el enfermo querr hablar sobre la Muerte y no debemos eludir el tema, es mejor tratarlo. que reprimirlo. Lo mismo pasa con la familia. Se necesita un Tanatlogo sensible y perceptivo que acepte las defensas del paciente an si ste se contradice, en ocasiones hablar de su Muerte, en otras platicar sus fantasas sobre la vida o soar despierto. Son momentos en los que el paciente prefiere descansar pensando en cosas ms alegres. Debemos permitirlo. Tiempo despus aparecer el Aislamiento: hablar de su salud y de su enfermedad, de su Muerte y de su vida, como situaciones gemelas que pueden vivir paralelamente: afronta la Muerte pero persiste la esperanza. Algunos enfermos utilizan la Negacin con algunos miembros del equipo de salud e incluso con algunos de sus familiares. Escogen a la gente con la que pueden platicar sobre su enfermedad y Muerte y fingen mejora con los que parece que no pueden tolerar la idea de su fallecimiento. Ellos podrn hablar ms fcilmente con quienes respetan su deseo de negar la enfermedad. Lo primero que debe tratar el Tanatlogo es averiguar las necesidades del paciente, conocer sus puntos dbiles y los puntos fuertes y encontrar indicios para saber hasta qu punto l est dispuesto a afrontar su realidad, En ocasiones, les es necesario negarla para poder mantenerse cuerdos.SEGUNDA FASE: IRALa primera reaccin deja paso a una nueva. Cuando ya no se puede mantener la Negacin sta es sustituida por sentimientos de ira, rabia, envidia, resentimiento. La pregunta lgica es: Por qu yo? Por qu a m? Esta fase es muy difcil de afrontar tanto para la familia como para el personal del hospital ya que la ira se proyecta contra todo y contra todos. Incluso las visitas sern objeto del enojo y mal trato; cuando se vayan y el enfermo quede solo, de nueva cuenta entonces sentir ms dolor, culpabilidad y vergenza. El problema est, ensea KbIer-Ross, en que pocas personas se ponen en el lugar del paciente y en que no nos preguntamos de dnde viene tanta rabia. A donde quiera que miren enfermo y familia encontrarn motivos de enojo y de envidia; hasta lo que normalmente utilizamos corno simple distraccin: si en la televisin pasan a jvenes llenos de vida y alegra, surgir la comparacin, injusta y dolorosa, de su situacin personal. El mismo Tanatlogo ser causa de envidia si entra al cuarto del enfermo mostrando aires de mucha ocupacin, slo para recordarle que l, el paciente, ni siquiera puede ponerse en pie.Si uno de nuestros pacientes est pasando por esta fase y le damos respeto, comprensin y algo de nuestro tiempo, poco a poco le disminuir su ira; porque lo liaremos sentir de nuevo un ser humano valioso, ver que s nos preocupamos por l y tratar de funcionar a su ms alto nivel posible.La tragedia, insiste KbIer-Ross, radica en que no pensarnos en las razones de! enojo del paciente y lo tomamos como algo personal, cuando el origen no tiene nada que ver, o muy poco, con la persona que recibe toda la :Ira del enfermo o familiar. Si uno toma estas manifestaciones como algo personal, reaccionar en consecuencia, lo que har que el paciente aumente su conducta hostil. El Tanatlogo debe tener una gran tolerancia ante la indignacin racional e irracional de su enfermo, o del familiar que est pasando tambin por esta fase. Escucharlo y aceptar su ira, ayudar a que acepten mejor su estado terminal.Slo podremos hacerlo cuando hayamos enfrentado nuestros propios miedos a la Muerte y nuestros, deseos destructivos y haya tomado conciencia de nuestras defensas que pueden estorbarnos cuando estemos con el enfermo.TERCERA FASE: PACTO.Esta es la menos conocida y dura slo breves perodos de tiempo, Pero es igualmente til para el paciente y la familia, es necesaria de conocer por parte del Tanatlogo. KbIer-Ross reflexiona sobre esta Idea: si no pudimos afrontar nuestra triste realidad en un principio y si nos enojarnos con Dios y con todo ser viviente en un segundo momento entonces, a lo mejor podamos llegar a un acuerdo que posponga lo inevitable. Como lo hicimos de nios.Ante la negacin de un permiso quiz nos enfurecimos y dimos muestras de gran enojo. Pero pronto cambiamos de idea. Y negociamos porto bien toda la semana, me dars el permiso?" El Enfermo, cuando ya se sabe desahuciado, utiliza la misma tcnica. Sabe que a lo mejor recibe una recompensa por su buena conducta. Y busca este premio. Lo que ms desea, generalmente es que se prolongue la vida o que pase ms tiempo sin dolor. Acta en consecuencia. El pacto que hace es un intento de diferir los hechos, e incluye el vencimiento impuesto por el mismo enfermo para vivir hasta un plazo determinado, estar bien para cuando suceda el acontecimiento esperado, etctera. Y, aunque de manera implcita, la mayora de las veces, con la promesa de que no se pedir nada ms si se te concede lo que pidi. La doctora asegura que ninguno de sus pacientes ha cumplido su promesa. Es que volvemos a ser nios. La mayora de estas promesas se hacen con Dios y generalmente se guardan en secreto, se dicen entre lneas o en la oficina del sacerdote. Incluyen dedicar su vida a Dios o a la Iglesia, o donar su cuerpo, o partes de l, a la ciencia.Psicolgicamente, dice, estas promesas pueden relacionarse con una sensacin de culpabilidad oculta, por lo que sera muy til que el personal del hospital no pasara por alto este tipo de comentarios de los pacientes o familiares. Esta es la razn por lo que la doctora propone un trabajo en equipo entre los encargados de la atencin del paciente: si el sacerdote sabe de las promesas, el Tanatlogo podr librarlo de sus temores irracionales o sus deseos inconscientes de castigo.CUARTA FASE: DEPRESIN.Cuando el desahuciado ya no pueda seguir negando su enfermedad ni sostener su rabia, empezar a tener la sensacin de una gran prdida. Prdida que puede aparecer por muy diferentes causas: amputaciones, cargas financieras, falta de la presencia de seres queridos, etctera. Todo el que trata con pacientes conoce muy bien estas razones de depresin. Se conoce como Depresin Reactiva. Lo que no siempre se tiene en cuenta es el dolor preparatorio por el que tiene que pasar el que se est enfrentando a su muerte. Kbler-Ross la llama Depresin Anticipatoria. Las dos son distintas por lo que hay que manejarlas de modo diferente. Cuando se trata de la Depresin Reactiva, un Tanatlogo comprensivo podr descubrir la causa de la depresin y aliviar un poco el sentimiento de culpa o vergenza que generalmente acompaan a la depresin. En cuanto a la Anticipatoria sta no aparece como resultado de prdidas anteriores, sino que su causa se debe a las prdidas que van a venir. Cuando ocurre esta depresin, no se debe estimular al paciente a que mire el lado alegre de las cosas porque eso significa que no es bueno pensar en la Muerte cercana, es absurdo pedirle al enfermo que no est triste, si nosotros lo estamos, y profundamente, porque va a morir. El enfermo terminal est a punto de perder todo lo que quiere y a todos los que ama. Se le debe facilitar el que exprese su dolor porque entonces le ser ms fcil llegar a la aceptacin final. Hasta se mostrar agradecido con quien lo puede escuchar, sin pedirle que no est triste.La Depresin Anticipatoria, a diferencia de la Reactiva, es normalmente silenciosa. Se trata de un sufrimiento que no necesita hablarse. Es un sentimiento que puede aliviarse ms fcilmente tocando la mano, acariciando el cabello, o sentndose en la cama, en silencio, al lado del moribundo. Quiz ste pida una oracin ya que su preocupacin es ms por lo que le espera que por lo que deja atrs. Y son momentos en que muchas visitas estorban ms que ayudan.Hay enfermos que sufren, especialmente, porque sienten la presin por parte de quienes los quieren, de luchar por vivir, cuando lo que desean es prepararse a morir. Esta discrepancia entre lo que quiere el paciente y lo que desean los familiares causa el mayor dolor y la ms grande turbacin. Debemos saber que la Depresin Anticipatoria es necesaria y es benfica al enfermo que pronto va a morir, si es que queremos que muera con aceptacin y en paz.QUINTA FASE: ACEPTACION.Si un paciente tuvo suficiente tiempo y se te ayud en todas las fases anteriores llegar a la Aceptacin, su Muerte ya no lo deprimir ni tampoco lo enojar. Podr contemplar su prximo fin con relativa facilidad. Va a sentirse dbil, cansado y dormir a menudo en breves intervalos, sintiendo una necesidad cada vez ms grande de dormir como el beb, slo que a la inversa. No se trata de un abandono resignado o desesperanzado. No es la sensacin de que para nada sirve seguir luchando. Pero tampoco se trata de una fase de felicidad. En la Aceptacin hay una como vaciedad de sentimientos. Es el descanso final antes del largo viaje.En estos momentos la familia es la que necesita ms ayuda: el moribundo ha encontrado ya cierta paz y aceptacin y su capacidad de interesarse por las cosas o las gentes est disminuida, desear que lo dejen solo o por lo menos, que no lo inquieten con noticias y problemas. Pedir que los visitantes sean pocos y las visitas cortas. La comunicacin se volver muda, quiz se limite a un cogerse de la mano y a que l nos pida que nos sentemos all con l, pero callados. La doctora afirma que estos momentos de silencio pueden ser las comunicaciones ms llenas de sentido para las personas que no se sienten incmodas de estar junto a un moribundo. Cuando ya no hay de qu hablar, tocar la mano, o una mirada o un recostarse en la almohada pueden decir ms que muchas palabras.En la prctica, puede ayudar mucho una visita a ltima hora de la tarde, el final del da, cuando las enfermeras y los mdicos ya no entran continuamente. Un rato breve ser muy confortante para el moribundo que se da cuenta de que no se le olvida y confortante tambin para el visitante que podr advertir que la Muerte no es tan espantosa ni tan horrible.Kbler-Ross advierte que hay pacientes que luchan hasta el final. Conservan la esperanza hasta el ltimo. Estos no podrn llegar a la Aceptacin con paz y dignidad. Sus familiares y hasta el personal hospitalario admiran su fuerza y tenacidad y pueden llegar a convencerlo de que aceptar su prximo fin sera un abandono cobarde. Hay que saber distinguir muy bien estas diferentes situaciones, si el paciente est dejando la lucha por vivir demasiado pronto, o si, por el contrario, est viviendo ya la fase de Aceptacin. Si no podemos hacer esta distincin haremos ms mal que bien a los pacientes. Por eso, la insistencia de ella: debemos animar a los enfermos a que expresen su rabia, a que lloren su dolor preparatorio, a que manifiesten sus miedos y fantasas, debemos ser conscientes del enorme esfuerzo que se requiere para llegar a esta ltima fase, porque es la que nos lleva a la separacin gradual. Para esto se necesitar, en algunos pacientes, una comprensin silenciosa sin ninguna interferencia; pero, en otros, la ayuda tendr que ser ms fuerte para que puedan vivir las cinco fases.Complementando el trabajo de investigacin de la Doctora Elisabeth Kbler-Ross, existen tambin las observaciones de otros estudiosos del tema, que han identificado otras caractersticas en el proceso del morir, haciendo importantes aportaciones al tema, entre los cuales podemos identificar principalmente a los siguientes:PRIMERA ETAPA La mayora de lo expertos coinciden en que el proceso del morir, constan de etapas, las han llamado de diversas formas, pero coinciden en su contenido. En la primera o de negacin, el tanatlogo mexicano Alfonso Reyes Zubira, dice al respecto que si bien es cierto que a veces la primera reaccin del enfermo y sus familiares es negar el diagnstico y quiz, buscar ms mdicos con la esperanza de escuchar algo ms benigno, esto carece de real importancia. Porque pronto, muy pronto el paciente se resigna, su religiosidad lo lleva a decirse que est en manos de Dios, que sea lo que Dios quiera. Es la Voluntad del Seor y deja de negar, muchos enfermos se pondrn en manos de Dios, o de la Virgen apenas oyen el diagnstico del mdico sin detenerse en la negacin, nacer entonces la esperanza que podr ser real o mgica; lo que no Impide que el paciente caiga en una terrible Angustia, por tanto, Reyes Zubira llama a la primera emocin Angustia. Esta Angustia es miedo al futuro, miedo al dolor, miedo a los tratamientos miedo a las reacciones secundarias, miedo a la situacin econmica miedo a hacer sufrir a los que se ama miedo a la Muerte, miedo a todo. Y es sufrimiento. Todo esto es dolor. Y es miedo: miedo a cmo va a quedar la familia, miedo porque el fantasa de la Muerte esta ya presente en el hogar, miedo por lo que va a sufrir su ser querido enfermo, miedo a lo que suceder, miedo a la soledad que se avecina y con el miedo al futuro aparece la autocompasin.Para Robert E. Neale, se ha preocupado por el estudio del proceso del morir, Pero por su calidad de mstico, su punto de vista es muy diferente ya que se fija mucho en los aspectos espirituales del enfermo terminal, de sus familiares y de todos los involucrados en cada caso. Lo llama: peregrinacin realista y llena de significado hacia la muerte, en su primera etapa o Conocimiento de la muerte coincide con la doctora Kbler-Ross, la negacin, coincidiendo tambin el miedo con el doctor Reyes Zubira. Miedo es la conciencia de la angustia, a partir del conocimiento del diagnstico todo da miedo: el posible dolor, las complicaciones probables, el empeoramiento de la salud, el costo del tratamiento, etctera. O si se trata del equipo de salud, miedo a haberse equivocado o a tener un resultado no deseado, e incluso miedo a Dios por sentir, con frecuencia, emociones muy encontradas respecto a El y a la fe. A Carl A. Nigshwonger, Pastor Protestante, su formacin teolgica, pastoral hace que vea el proceso de morir con una perspectiva del todo diferente. No es ni miembro del equipo de salud, ni es necesariamente un mstico Pero s es alguien que comprende al ser humano en sus componentes de Alma y Cuerpo. Presenta al proceso de morir como una serie de dramas. Entendiendo por Drama a una serie de eventos que tienen tina dramtica unidad y un dramtico inters. A cada Drama corresponde una respuesta que puede ser Sana o Insana. El primero es el Shock. Evento inicial en la respuesta ante una noticia fatal. Probablemente todos lo hemos experimentado cuando se nos dice algo demasiado desagradable para nuestro Yo. Provoca una respuesta sana: Negacin, o insana: Pnico; fruto ste, de una negacin reprimidaGeorge Engel, Mdico, con la experiencia propia del que se ha enfrentado muchas veces con la Muerte presenta un proceso en el que mezcla lo psicolgico y emocional con lo fisiolgico. El establece tres Estadios y los relaciona tambin con el proceso del duelo. El primer estadio es de Conmocin e Incredulidad Hay una sacudida y una necesidad de negar lo que acaban de saber y lo que empiezan a vivir. Emocionalmente se sufre algo parecido a lo que nos describi Francis mdicamente. quiz suceda sobre todo a los familiares, podrn padecer shock., desvanecimiento, palidez, sudoracin, taquicardia, nuseas, alteraciones gastrointestinales, agitacin, confusin, apata y en la mayora de los casos, lgrimas.En cuanto a A. D. Weissman, que es quiz de los de mayor renombre presenta un punto de vista diferente al de los otros autores citados, es importante para el estudio de la Tanatologa. Para l el proceso tiene cuatro distintos momentos. Siendo el primero el Apuro Existencial en el que el enfermo terminal, a partir del momento mismo en que conoce su diagnstico fatal, se enfrenta, lo mismo que sus familiares, a la realidad de la vulnerabilidad humana y a la temible idea de su muerte, a la que teme como ya cercana. El resultado de esto es que todos mostrarn sntomas evidentes de gran torpeza Intelectual.SEGUNDA ETAPAPara el doctor Reyes Zubira, esta segunda emocin la Frustracin significa un sufrimiento mayor. Aparece cada vez que se es consciente de la presencia de la Muerte, a lo mejor cercana y dolorosa, en uno mismo o en el ser querido; ms an si se acepta que ya no hay tiempo para lograr tal meta afectiva o no y sobre todo, cuando se siente la impotencia. Y ante la Muerte, todos nos sentimos impotentes La Frustracin se manifiesta de dos modos: Rabia y Tristeza Pero creo que el mexicano ante la frustracin mas que rabia manifiesta tristeza. Una enorme, profunda tristeza. Omnipresente.Para Robert E. Neale, a la segunda etapa: Gestacin corresponden otros dos aspectos: Dolor y Creencia Ya que se acept la verdad del diagnstico mdico. comienza en el sufriente una etapa en la que se est gestando la idea de la posibilidad de la Muerte. Aparece necesariamente, el dolor, el sufrimiento, la pena que parece infinita, en algunos casos como mecanismo de defensa y en otros como real vivencia, la religiosidad, la fe en Dios, en Su Amor, en la Religin o incluso, en remedios mgicos.Carl A. Nigshwonger, se refiere a esta segunda etapa como Emocin cuya respuesta sana ser la de Catarsis, Rabia. Con la emocin negativa que surge ante el mal diagnstico, el paciente debe hacer una catarsis, sta deber traducirse en rabia. Como Ministro Religioso que es Nigshwonger no ve mala ni la ira ni su manifestacin Si no se da esta catarsis, entonces el paciente caer el cualquiera de las Respuestas Insanas: Depresin, Culpa o vergenza. George Engel, en su Segundo Estadio o Desarrollo del Conocimiento Habla que se da tanto en el enfermo como en los familiares, e igualmente en los miembros del equipo de salud que estn involucrados, empezar a penetrar la triste realidad en su conciencia. Entonces sentirn una tristeza, que puede ser muy profunda, mezclada con sentimientos de culpa autocompasin lstima por los dems todos o alguno-.,. y una terrible sensacin de impotencia y desesperacin. Habr un fuerte impulso a llorar, lo cual puede desempear una importante funcin homeosttica. Junto con todo esto, brotar una rabia incontrolable y una cruel sensacin de vaco, lo que llevar a una etapa de depresin pura.A. D. Weissman lo nombra como Acomodo es aqu donde se entabla una cruel lucha contra la invalidez y la enfermedad que avanzan. El enfermo y sus familiares tratan de adaptarse a la realidad pero en su impotencia, brota la Negacin, muchos mdicos y en general todos los miembros del equipo de salud involucrados, caern tambin en la misma fase.TERCERA ETAPAPara Alfonso Reyes Zubira, la tercera etapa comprende La culpabilidad siendo esta emocin la mas dolorosa y persistente de todas las anteriores, se debe quitar o se convertir la compaera ms fiel de la Muerte. Cuando se vive la angustia causada por la enfermedad terminal que padece uno mismo o el ser amado, cuando se percibe la impotencia ante la cercana probable de la Muerte, lo ms seguro es que nazcan fuertemente estos sentimientos. Y siempre por razones no valederas, todo sentimiento de culpa, todo, sin excepcin, se basa en un absurdo. Por eso no podemos manejar la culpa; la tenernos que quitar. Y por eso, precisamente es tan difcil hacerlo.Robert E. Neale, en cambio, identifica sta, como la tercera etapa: Renacimiento o. Etapa final del proceso del morir a la que incumben los aspectos de Creencia y Martirio. La Fe, escrita as, va a llevar tanto al enfermo como a la familia a la aceptacin de la Voluntad de Dios. Se trata de una autentica espiritualidad y no necesariamente de una religiosidad, sobre todo si sta se ha vivido superficialmente, sin profundidad de contenido. Ya con estas ideas podemos concebir la importancia del trabajo del Tanatlogo. La nieta es vivir un Martirio. Aqu es necesaria una explicacin sobre lo que significa la palabra Mrtir y, consecuentemente, Martirio. Mrtir no es el que sufre. A veces tenemos ese concepto: hablamos de mams mrtires cuando nos referimos a las que sufren su maternidad y su matrimonio, o damos el mismo adjetivo a los "dejados", a los "vctimas" del jefe o de los compaeros de trabajo. Mrtir es otra cosa. La palabra viene del griego y significa simplemente Testigo. Un Mrtir es aquel que, a lo mejor, con el sacrificio de su vida, se convierte en testigo de una fe, de una verdad, de una creencia, de una religin significa: Testimonio. Un enfermo terminal que muere con plena aceptacin, con total dignidad, con toda paz, es un Testigo: da un testimonio de lo que es la Vida y lo que es la Muerte. Hacer Mrtires del enfermo y de los familiares es, pues, una autntica meta para el Tanatlogo; es ayudarlos a que encuentren el sentido trascendental a su enfermedad, a su dolor, a la Muerte, para que pueda morir en completa paz y con toda dignidad y que los sobrevivientes, con su aceptacin, puedan seguir teniendo vida a plenitud. Para ste experto, despus de esta etapa, viene el Morir.Carl A. Nigshwonger habla de la Negociacin en la que los involucrados querrn hacer un pacto con Dios o con la Vida, o con el propio Yo. La respuesta sana es un regateo. Si no se favorece podrn aparecer las Insanas: Traicionarse, Darse por vencido. Estas respuestas negativas pueden llegar a consecuencias graves, coincide as, con la etapa del pacto de la doctora Kbler-Ross.George Engel, concibe esta etapa como su Tercer estadio: Restitucin y Recuperacin Despus de todo este penoso proceso, el enfermo podr empezar a vivir una aceptacin que se traduzca en un sentimiento positivo y no de amargura. Lo mismo suceder a los familiares. No habr felicidad tampoco profunda tristeza. Muerto el paciente, habr, en los sobrevivientes, un regreso paulatino a la paz y al bienestar. Para esto se debe contar con la presencia amable de amigos y familiares, y con la indispensable del Tanatlogo. Debe darse a los suprstites todo el apoyo que necesiten, todo el tiempo que lo necesiten hasta que logren recordar desapasionadamente realistamente, lo bueno y lo malo de la relacin perdida.A. D. Weissman llama a esta etapa Deterioro es cuando la enfermedad se agrava y la lucha por mantener la vida es una pelea continua, cotidiana. Aparece un agotamiento creciente y una necesidad, en los familiares, de no apartarse del enfermo o del hospital. Es indispensable la permanencia del Tanatlogo, puesto que la urgencia de ayuda recae en los aspectos psquicos y psicolgicos y, adems en la importancia de proporcionar descanso y distraccin a quienes ms lo necesiten.CUARTA ETAPAAlfonso Reyes Zubira, se refiere a esta etapa, como la etapa de la cuarta emocin Depresin a la que define, con mucho, la emocin ms dolorosa. El Tanatlogo debe ser consciente de que se trata, hablando de Enfermos Terminales, de una emocin fruto del proceso del morir y no de una patologa extra. Tanatolgicamente hablando dice que hay tres tipos de Depresin: la Reactiva, respuesta a las prdidas sufridas, la ms dolorosa de todas las Depresiones, la Anticipatoria, pero hay otra ms: la Depresin Ansiosa. Y se vive fuertemente en los mexicanos y quiz en otras culturas semejantes. Carl A. Nigshwonger habla de esta etapa como el Conocimiento Independientemente al resultado, bueno o malo. de la Negociacin, el enfermo y su familia llegarn a este drama. Su respuesta sana: tener una esperanza real y una bsqueda de sentido de la enfermedad y del sufrimiento, de la Muerte, o pueden tener la respuesta insana, la que se traducira en abatimiento amargura y desesperanza.A. D. Weissman cierra su proceso, con ste Momento Terminal: en el que llega el punto en el que la respuesta del moribundo va de mnima a nula, hasta que por fin muere. Sin importar la hora, es necesario que el Tanatlogo est all: para que puedan cerrar el crculo tanto l como su paciente y para apoyar en todo a los familiares. Cuando llegue la Muerte, estos respondern segn las circunstancias: cercana con quien muri, situacin en la que quedan tanto econmica como socialmente hablando, consuelos que puedan tener. Pero su respuesta depender, sobre todo, de la estructura del carcter de cada uno .QUINTA ETAPAAlfonso Reyes Zubira habla en esta etapa, de una Aceptacin verdadera. Cuando, para decirlo con palabras religiosas porque son muy claras, el enfermo es capaz de decir un S a la Voluntad de Dios. Sostiene que en un pueblo tan religioso como el de Mxico s es factible lograrlo. Son los casos en los que el moribundo muere con autentica alegra que se traduce en un Gozo de interioridad. La resignacin es pasiva: el hombre est ah esperando que llegue su muerte. Nada ms. La Aceptacin es activa. Y sostiene que al ser la Muerte el acto ms trascendental en la vida del ser humano entonces uno debe llegar a ella, no con la pasividad de la resignacin sino con el compromiso activo de la Aceptacin.Carl A. Nigshwonger habla del Compromiso que surge hasta que alguien conoce realmente su realidad, ser cuando pueda comprometerse con la verdad. El Enfermo Terminal o en Fase Terminal, sus familiares, el equipo de salud, todos van a vivir este Drama. Y la Respuesta tiene que ser la Aceptacin si es la sana o la Resignacin si aparece la respuesta insana. La primera significa admitir responsable y libremente el paso a la Trascendencia. La segunda es, pasivamente, vivir lo que no se puede cambiar. La primera es un acto humano, la segunda es tan solo un acto del hombre.Adems de las cinco etapas en las que de alguna manera coinciden todos los autores, la doctora Elisabeth Kbler-Ross, en su libro "ON DEATH AND DYING tambin aborda dos aspectos importantes: la esperanza y la familia del enfermo terminal, en captulos independientes pero complementarios:ESPERANZA.La nica emocin. que persiste generalmente, a lo largo de todas las fases, es la Esperanza. Incluso, los que son ms realistas dejan abierta siempre una posibilidad de curacin, un descubrimiento de un medicamento de ltima hora, Esta chispa de esperanza es la que los sostiene durante sus meses u horas de sufrimiento: la esperanza de que todo lo que est pasando no sea verdad. Todos los pacientes tienen un poco de ella y se nutren de ella en los momentos especialmente difciles. Si un enfermo deja de manifestar esperanza es seal de muerte inminente.Los conflictos relacionados con la esperanza, segn observacin de la doctora, surgen principalmente de dos fuentes: una, y que es la ms dolorosa, cuando alguien del personal hospitalario, o un miembro de la familia, les transmiten a sus enfermos, una sensacin de desesperanza. La otra es cuando la familia es incapaz de aceptar la cercana muerte de su pariente y se aferran desesperadamente a la vida, cuando el enfermo ya acept morir. A todos los pacientes hay que darles la posibilidad de un tratamiento eficaz y no considerarlos desahuciados, perdidos. No debemos dar por perdido a ningn paciente, tanto si se va a morir o no. El que ya no puede ser ayudado por la medicina es el que necesita ms la ayuda del Tanatlogo. Si nosotros lo damos por perdido, l se dar por perdido y entonces cualquier ayuda mdica posterior ser Intil. Es necesario que haya ms gente que hable de la Muerte con naturalidad como de una parte intrnseca de la Vida. Muchos pacientes se muestran deprimidos, hasta que pueden hablar de su fase final. Un enfermo no es diferente al sano: a veces le apetecer hablar de sus preocupaciones, a veces preferir comentar sobre cosas ms alegres, Mientras sepan que les dedicaremos el tiempo necesario cuando tengan el deseo de hablar y sientan que percibimos sus indicaciones, compartirn con nosotros, tambin seres humanos, sus preocupaciones, reaccionarn con alivio y sentirn un aumento de esperanza.LA FAMILIA DEL PACIENTENo podremos ayudar al paciente desahuciado si no tenemos en cuenta a su familia: las reacciones de los familiares contribuirn mucho en la respuesta que d el paciente. Cualquier enfermo grave provoca cambios relevantes en la casa. En esposos habr sensacin de soledad y con ella de resentimiento. Debemos procurar que la enfermedad no rompa totalmente con el hogar ni prive a los miembros de la familia de toda actividad placentera as como el enfermo no puede afrontar su Muerte todo el tiempo, tampoco los familiares pueden estar solamente al lado de su paciente todo el tiempo. Los miembros de la familia deberan administrar sus energas. Tengamos en cuenta que los problemas del enfermo moribundo estn por terminar, pero los de la familia van a continuar y quiz se agraven. Muchos de estos problemas podrn disminuirse si se habla de ellos antes de que ocurra la Muerte del ser querido. Se tiene que fomentar la comunicacin, Con frecuencia, el enfermo sabe que va a morir pero pide que no se diga esto a la familia, mientras que esta conoce la verdad y ruega que se la calle al enfermo no se tiene el valor de compartir. En estos casos el moribundo puede ser de gran ayuda.Los familiares pasan por diferentes fases de adaptacin iguales a las, del paciente: negacin y aislamiento, rabia, regateo para pasar luego al dolor anticipatorio, semejante al del moribundo. La doctora asegura que cuanto ms se pueda expresar este dolor antes de la Muerte del ser querido, resultar menos insoportable el desenlace. En esta fase, la familia es la que necesita ms ayuda y un poco menos el moribundo, Cuando un pariente hable, llore, grite, debemos dejarlo sin impedrselo tiene necesidad de compartir y expansionar sus sentimientos, Va a necesitar ayuda, desde el momento mismo en que se confirm el diagnstico temido hasta tiempo despus de la Muerte de su familiar: necesita la ayuda de un amigo, un sacerdote, de un ser humano y la ayuda ms importante ser compartir sus sentimientos antes de que se produzca la muerte: s toleramos su rabia contra nosotros, contra el muerto, contra Dios, les ayudaremos a que lleguen a la Aceptacin sin sentimientos de culpa.LA CULPAEs importante entender que se hace duelo por lo perdido. Y en el mundo humano una persona o un objeto cobra el estatuto de perdido si ha sido una presencia significativa, es decir, si tena un lugar en el mundo subjetivo. Por tanto, no se hace duelo por aquello que no significa nada. El duelo, entonces, implica que algo falta, algo que encarnaba un valor.Partiendo de esta idea uno podra suponer que cuando se pierde algo significativo el afecto principal y nico que acompaa esta prdida es un profundo dolor. Dolor que se manifiesta como desazn, prdida de inters por el mundo exterior, prdida de la capacidad de amar, inhibicin de la productividad. Sin embargo, nos encontramos que en algunos casos aparece un afecto sumamente molesto e incmodo que parece complicar el duelo. Y este afecto es el sentimiento de culpa.Ese sentimiento de culpa se manifiesta como una gran angustia, acompaada de un fuerte autorreproche y un juicio severo contra s, pues la persona considera que no hizo lo suficiente frente el ser querido que perdi, que en algn punto caus esa muerte o que quizs la pudo evitar, pero por alguna razn no lo hizo. Esta culpa, por tanto, se asocia a una rebaja del sentimiento de s, es decir, a una especie de desprecio y autodenigracin.En la teora psicoanaltica existe un puntal de apoyo para intentar explicar esta paradoja, que Freud anota diciendo que los seres queridos son por un lado una propiedad interior que se ama y se valora; pero, a su vez, el otro es tambin un extrao, quien en ocasiones es sentido como un estorbo y quizs como un enemigo. Es as como el ms tierno y ms intimo de nuestros vnculos amorosos tambin est teido de una gran hostilidad, es decir, de un deseo de eliminar al otro.Al respecto Freud afirma: Es lcito decir que los despliegues ms hermosos de nuestra vida afectiva los debemos a la reaccin contra el impulso hostil que registramos en nuestro pechoEllo nos permite afirmar que el sentimiento de culpa es una forma como la persona intenta expiar un dao imaginado, que se convirti en realidad, aunque fuese a su pesar. Y lo expa, precisamente, castigndose con los autorreproches e incluso con sntomas fsicos.ntimamente vinculado al sentimiento de culpa en el proceso del duelo, se encuentra el narcisismo tal como lo comenta Luis Rojas Marcos, en su libro "La pareja rota", donde hace notar que la caracterstica psicolgica por excelencia en la sociedad actual occidental es el narcisismo, que define como el individualismo existente en las grandes ciudades que es para l, la mxima expresin de esa postura narcisista. La comunicacin es escasa y cada sujeto vive para fomentar especialmente su propio goce. Ello origina que los valores se vayan perdiendo o haciendo excesivamente flexibles o pragmticos, cuestin que origina una cierta decadencia neurtica en el mbito social, ello se expresa en la gran cantidad de afecciones neurticas existentes hoy en da. La palabra narcisismola utilizo Freud en alusin al mito de Narciso, mito que proclama el amor a la imagen de uno mismo, lo defini como el estancamiento de toda la energa de la libido en el yo, y destac dos tipos: el primario y el secundario. El narcisismo primario o primitivo es aquel que corresponde al estado de omnipotencia infantil, cuando el nio todava no diferencia claramente su ser de los objetos del mundo exterior y es l su propio objeto de amor.El narcisismo secundario es un estado patolgico posterior y permanente que suele darse en adolescentes, artistas y personas que se repliegan sobre s mismas. Freud introdujo el trmino neurosis narcisista como grupo de patologas en las cuales la libido se retira de los objetos del mundo exterior y se dirige por completo al yo. Incluy en este grupo la paranoia, la esquizofrenia, los estados manacos y la melancola.El problema es cuando el narcisismo puede ser exacerbado, faltarle lmites como la tica y los valores, originando que el sujeto se encierre dentro de una cierta burbuja donde le cuesta ver y entender la diferencia de los dems. Es ah donde surgen las incomprensiones y las dificultades de comunicacin, incluso la intransigencia con los dems. Sin duda alguna, el proceso de morir es el gran continente que queda por descubrir. Para la sociedad la muerte es un tab como lo era el sexo hace unos aos, y para los mdicos representa el fracaso. Todas estas concepciones errneas obstaculizan la investigacin sobre cmo muere la gente y cmo podemos ayudar a morir mejor. No obstante, algo que distintos estudios han sealado es que lo que genera mayor ansiedad en los enfermos es el propio proceso de morir, y el que suscita menor ansiedad es el hecho desnudo de la propia muertePRIMERA FASE: NEGACION Y AISLAMIENTOEl reloj de pared marcaba las nueve de la maana, solo haban transcurrido unos minutos pero parecan horas las que llevaba sentado en aquella silla frente al escritorio del mdico que tanto le haban recomendado. Sus anlisis estaban por llegar pero el tiempo pareca eterno, el silencio lo ocupaba todo, solo se escuchaban las manecillas que lentamente indicaban que eso no era un mal sueo, que estaba ocurriendo y que aquellos minutos, esos interminables minutos marcaran su destino. La enfermera abri la puerta, el ambiente era tenso y su cara inexpresiva, Ignacio Duarte mdico de profesin haca 9 aos, se acerc lentamente como calculando cada paso, tratando de detener ese momento tanto como fuera posible. La vida de ese hombre que haba acudido tan confiado en que podra ayudarle, estaba decidida en ese sobre que la enfermera sostena indiferente en la mano derecha.Ignacio tom el sobre y forzando una sonrisa le agradeci a la enfermera, camin hacia su escritorio y cuando pas al lado de Manuel, como se llamaba el paciente, coloc la mano en su hombro, ante este gesto, volvi la cabeza lentamente y mir angustiado a Ignacio, que trat de forzar una sonrisa y camin hacia su silln donde se sent para abrir el sobre. Intentando no mostrar reaccin alguna, ley los anlisis pero fue intil, su preocupacin no pas inadvertida para Sofa la esposa de Manuel y para el mismo paciente que angustiado pregunt:- Qu pasa doctor?-No se preocupe, debe haber algn error...-A que se refiere?- Que debe haber un error. Permtame voy a hablar al laboratorio.- Doctor Duarte, dganos qu es lo que ocurre. intervino Sofa- Seorita... dijo el mdico al telfono-Quisiera confirmar unos resultado que acaban de enviarme... S, el nombre del paciente es Manuel Fonseca... Doctor Ignacio Duarte... S, espero gracias... Est completamente segura?... Gracias.- Qu sucede doctor?- Sabe Manuel?, estos resultados confirman que tiene una enfermedad de la sangre, ms bien de la medula sea, donde se producen las clulas de la sangre.-En la sangre? qu clase de enfermedad? es grave?-Muy grave Manuel, es leucemia.Manuel permaneci en silencio durante unos instantes, con la mirada fija en el doctor Duarte hasta que logr pronunciar:-Pero eso es cncer doctor.-As es Manuel.-Pero el cncer no tiene cura.-Debo ser sincero Manuel, en realidad la leucemia en nios es curable, sin embargo en adultos la remisin total es poco probable.-Qu? pregunt el paciente ansioso-No, no puede ser verdad, yo no...-Doctor est seguro? intervino Sofa- S, lamento decirles que s.- Pero no puedo tener leucemia, eso no puede ser...-Por qu doctor? pregunt Sofa-No existe un porqu, todos tenemos la probabilidad de desarrollar una enfermedad as, cualquiera de nosotros.-A qu se debe doctor?

-Pues bien, en nuestro organismo, las clulas son capaces de reproducirse por s mismas, logrando as la sustitucin de clulas muertas por clulas nuevas. Pero este proceso requiere que las clulas sustitutivas estn maduras. Cuando las clulas sanguneas inmaduras proliferan de manera incontrolada en la mdula sea y se acumulan tanto ah como en la sangre, logran reemplazar a las clulas normales; las cuales formaran en otras condiciones, sangre sin alteracin alguna. A esta proliferacin incontrolada se le denomina leucemia.- Pero leucemia? A mi edad? - La enfermedad tiene diferentes presentaciones en diferentes edades, es ms frecuente en jvenes la leucemia leucocitica aguda pero la leucemia linfoblstica se ve mas en adultos y es de desarrollo crnico.-Linfoblstica?- Los glbulos blancos o linfocitos, estn a cargo de combatir las infecciones, provienen de la mdula sea, que fabrica glbulos rojos que transportan oxgeno y otros materiales a todos los tejidos del cuerpo y plaquetas que hacen que la sangre se coagule. Normalmente, la mdula sea produce clulas llamadas blastos. Los linfocitos combaten las infecciones mediante la fabricacin de anticuerpos, los cuales atacan a los grmenes y otras bacterias nocivas presentes en el cuerpo. En estos casos, no maduran y se vuelven demasiado numerosos. Desplazando a los maduros en la sangre y la misma mdula sea, se acumulan en los tejidos linfticos haciendo que stos se inflamen. Si la mdula sea no puede producir suficientes glbulos rojos para transportar oxgeno, el paciente puede padecer anemia. Si no puede producir suficientes plaquetas para que la sangre se coagule normalmente, el paciente puede padecer hemorragias que en la piel se ven como equimosis o contusiones fcilmente. - Puede extenderse?- S, en efecto, los linfocitos cancerosos tambin pueden invadir otros rganos, la mdula espinal y hasta el cerebro.- Por Dios. exclam Sofa mientras tomaba la mano izquierda de su esposo-Hay algo ms, la leucemia puede ser aguda, es decir que progresa rpidamente con muchas clulas cancerosas inmaduras o crnica que progresa lentamente con clulas leucmicas de aspecto ms maduro.- Doctor... exclam Manuel en tono de splica- Les ayudar en todo lo que est en mis manos. dijo mientras le sonrea con empata- Pero es que no es posible doctor, yo vine a verte por sntomas comunes...- Lo s Manuel, pero debe saber que a menudo es difcil diagnosticarla. Los primeros signos pueden ser similares a los de la gripe u otras enfermedades comunes. -Habla de la fiebre, la debilidad, el cansancio, el dolor en los huesos. ? -S Manuel, tampoco le prest mucha atencin pero me preocup ver que tenas inflamados los ndulos linfticos. Por eso recomend los anlisis de sangre para contar el nmero de glbulos de cada clase.- Pero desde entonces todo result anormal?- S, por eso recurrimos a la biopsia de mdula sea.- Y la otra prueba?- No quera dejar lugar a dudas, as que tambin solicit una puncin lumbar, recuerda cuando le insertaron una aguja a travs de la espalda? Esto fue para tomar una muestra del lquido que rodea el cerebro y la espina dorsal. El lquido luego se examin bajo el microscopio para determinar la presencia de clulas leucmicas.- Entonces no hay duda. exclam Sofa- As es.- No... No puede ser... dijo Manuel levantndose lentamente de la silla y dirigindose hacia la puerta.- Amor...- Djelo. Intervino el doctor Duarte al tiempo que la tomaba de la mueca para impedir que saliera tras l pues saba que en ese momento necesitaba estar solo.Lentamente Manuel lleg a la puerta y con la mirada perdida y como un acto reflejo, tom la perilla y abri para escapar de ese lugar, para alejarse de esa realidad que no poda aceptar y que tanto dolor le provocaba. Sofa permaneci de pie con la mirada fija en su esposo que se alejaba como un autmata por el pasillo del hospital. Cuando hubo desaparecido de su vista, se volte lentamente hacia Ignacio y vindolo directamente a los ojos pregunt:- Tiene probabilidades de recuperacin?Ignacio permaneca aun aturdido por la mezcla de sensaciones experimentadas a raz de la noticia que acababa de dar a un paciente como todos los que acudan a l. No entenda por qu ste era diferente, por qu le costaba tanto trabajo aceptar el diagnstico que l mismo haba realizado, le indic a Sofa que tomara asiento, cerr la puerta que Manuel haba dejado entre abierta y se dirigi hacia su lugar, se sent, se arregl la bata y despus de acomodarse la corbata respondi a la pregunta: - Eso depende de varios aspectos.- Aspectos?- As es, su probabilidad de recuperacin depender del aspecto de las clulas leucmicas bajo el microscopio, hasta dnde se haya diseminado la leucemia, su edad y estado de salud en general.- Entonces?- No lo s, no puedo decirlo ahora.- Qu tratamiento va a darle?- El tratamiento principal para este padecimiento es la quimioterapia, aunque puede emplearse la radioterapia en ciertos casos. El trasplante de mdula sea est siendo evaluado en pruebas clnicas. La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos para destruir las clulas cancerosas.- Quimioterapia...- S, la quimioterapia se considera un tratamiento sistmico porque el medicamento se introduce en el torrente sanguneo, viaja a travs del cuerpo y puede eliminar clulas cancerosas por todo el cuerpo. Los medicamentos a veces pueden administrarse en el lquido que rodea al cerebro insertando una aguja en el cerebro o la espalda que se llama quimioterapia intratecal. - Eso suena tan grave, tan...- Lo s, tambin est la radioterapia que consiste en el uso de rayos X u otros rayos de alta energa para eliminar las clulas cancerosas. Tras un incmodo momento en que el silencio ocupaba todo el lugar y pesaba como si se tratara de espesa neblina, momento en el que ambos haban permanecido inmersos en sus ms profundos pensamientos, Ignacio comenz a hablar de una forma que le costaba trabajo usar en este momento, la que usaba siempre, no saba por que le costaba tratarlo como a cualquier otro paciente que se hubiera puesto en sus manos.- El tratamiento consta de dos fases. La primera se llama terapia de induccin y su propsito es destruir la mayor cantidad posible de clulas leucmicas y hacer que el paciente pase a remisin.- Remisin?- S, se trata de una de las etapas de esta enfermedad, remisin significa que se ha administrado tratamiento y que el nmero de glbulos blancos y otros glbulos en la sangre y en la mdula sea es normal. No hay signos o sntomas de leucemia. En la enfermedad recurrente, como se llama, la leucemia ha vuelto a aparecer despus de haber pasado a remisin. Enfermedad refractaria significa que la leucemia no ha pasado a remisin despus del tratamiento.- Entiendo.- Una vez en remisin y sin signos de leucemia, se aplica una segunda fase del tratamiento que se llama terapia de continuacin, en la cual se tratan de destruir las clulas leucmicas restantes. Los pacientes pueden recibir quimioterapia durante varios aos con el fin de mantenerse en remisin. Si las clulas leucmicas se han diseminado al cerebro, el paciente puede recibir radiacin o quimioterapia al cerebro. Tambin se le podra someter a profilaxis del sistema nervioso central, otro tipo de terapia, para impedir que crezcan clulas leucmicas en el cerebro durante la terapia de induccin y la remisin.- Habl antes de un transplante doctor Duarte?- S, el trasplante de mdula sea se usa para reemplazar la mdula sea con mdula sea sana. El donante puede ser un gemelo que es por mucho la mejor opcin, un hermano o alguna persona que no tenga parentesco con el paciente. La mdula sea sana del donante se le inyecta al paciente en una vena, reemplazando as la mdula sea destruida.- Qu recomienda para Manuel?- El tratamiento adecuado probablemente sea quimioterapia sistmica. Esta podra consistir en quimioterapia intratecal sola o combinada con bien sea radioterapia al cerebro o dosis elevadas de quimioterapia sistmica para tratar o prevenir la aparicin de leucemia en el cerebro. El tratamiento tambin podra incluir transfusiones sanguneas, antibiticos e instrucciones para mantener el cuerpo y los dientes especialmente limpios. - Gracias doctor, me alegra que sea usted quien trate a Manuel.- De nada, llmenme si necesitan algo.Dijo al tiempo que ambos se pusieron de pie, sus movimientos eran lentos y pausados, se despidieron casi sin prestar atencin a las palabras.Sofa sali del consultorio buscando a su esposo, Manuel se encontraba en la puerta del hospital fumando nerviosamente con la mirada fija en la nada, absorto en sus pensamientos.-Cmo te sientes Manuel? -Consultaremos a otros mdicos.-Claro, buscaremos ms opiniones nos vamos?-Te alcanzo luego. Dijo Manuel mientras le entregaba las llaves del auto, lo nico que quera era estar solo, Sofa lo entendi y se fue a casa. Cuando lleg la noche, Manuel regres y sin decir palabra se sent junto a su esposa que estaba viendo las noticias, slo la luz proveniente del televisor iluminaba la estancia, el resto de la casa estaba en completa oscuridad, absortos en pensamientos vagos, no prestaban atencin; sin embargo permanecan juntos en silencio, aun no estaban listos para hablar de lo sucedido.Mientras tanto Ignacio que acababa de cumplir su turno en el hospital, conduca de regreso a su casa, pensativo, slo prestando la atencin necesaria para no chocar pero con la mente inexplicablemente al lado de Manuel. Sin percatarse bien del momento, lleg a su casa donde Diana su esposa lo esperaba con la cena servida:- No tengo hambre gracias... Voy a descansar, fue un da muy difcil.- Pasa algo?- No.- Est bien, si necesitas algo me dices.- S.Cuando Diana subi lo encontr sentado al borde de la cama con la mirada fija en el suelo, se acerc lentamente sin que l se percatara, coloc la mano en su hombro para transmitirle su apoyo aun sin saber lo que ocurra pero Ignacio se levant bruscamente diciendo:- Djame solo por favor. - Pero qu ocurre?- No puedo decirte ahora... Por favor djame solo.Dijo Ignacio y baj a la sala donde la luz de la luna que entraba por la ventana iluminaba apenas la parte donde se encontraba el silln de piel que tanto le gustaba para permanecer horas leyendo. En esta ocasin lo necesitaba pero no tomara ningn libro, solo sus pensamientos lo acompaaran esa larga noche. A la maana siguiente cuando Diana baj a preparar el desayuno se dio cuenta de que Ignacio ya no estaba, haba salido muy temprano, pens en llamarle al celular pero se detuvo porque saba que en esos momentos preferira estar solo, sin embargo saba que algo no marchaba bien, as que dej lo que estaba haciendo y se dirigi al hospital donde trabajaba Ignacio, tuvo que esperar a que terminara de ver a sus pacientes, al salir de su consultorio, caminaba tan absorto en sus pensamientos que no se percat de la cercana de su esposa, hasta que sta le cerr el paso obligndolo a despegar la vista del suelo:- Diana qu haces aqu? Pasa algo?- No. Quiero saber lo que pasa contigo.- Conmigo?.- S, contigo. Ests muy raro, desde ayer que regresaste.- Nada, he tenido mucho trabajo.- Siempre tienes mucho trabajo. Quiero saber qu pas de diferente ayer.- No lo s, en realidad no lo s.- Algo debi ocurrir- Di un diagnstico de leucemia a un hombre.- No es la primera vez, qu hubo de diferente ahora? es algn amigo?- No. Nunca en mi vida lo haba visto.- Entonces?- No lo s.Caminaron en silencio por los pasillos del hospital, los pasos de Ignacio no eran decididos como siempre, eran lentos y distrados. Salieron del hospital y una vez que estaban afuera, pareciera como si el ruido o la vida que se respiraba en la calle fuera lo que Ignacio necesitara para volver a la realidad, respir profundo y dijo mirando a Diana a los ojos:- En realidad Diana, no es la primera vez que dar un diagnstico me afecta tanto.- Pero...- S Diana, he sufrido muchas veces el mismo dolor de la familia, solo que con mayor frustracin y culpa.- Nunca me dijiste nada.-Porque es algo a lo que debes acostumbrarte.-Realmente llegas a hacerlo?-Tengo que hacerlo, no puedo morirme con cada paciente.-Eso lo s, pero en ms de una ocasin te he visto muy afectado.-As es Diana, pero lo supero de todas formas. Ahora si todo est bien, debo regresar, aun tengo varios pacientes en espera.-Esta bien, cudate.-S, nos vemos. Dijo Ignacio dndose vuelta para regresar a su consultorio, perdindose tras las puertas de cristal que le impidieron ver las lgrimas que derramaba silenciosamente Diana del otro lado.A los pocos das, Ignacio se encontr con Diego, otro mdico amigo suyo, que inmediatamente not que algo le pasaba, as que le propuso comer algo para que le contara el problema. Cuando se hallaron sentados en una mesa cercana a una ventana en la cafetera del hospital, Ignacio normalmente reservado le cont los pormenores y los resultados de los anlisis y su deseo de hacerse cargo del caso, Diego que lo escuchaba atento mientras sorba lentamente su caf solo intervino cuando Ignacio termin su relato:- Si en verdad quieres hacerte cargo de este caso y en verdad no entiendo por qu te afecta tanto, creo que deberas buscar el apoyo tanatolgico.- Apoyo tanatolgico?- S, son especialistas capacitados para ayudar en el proceso de duelo, bueno en general ayudan en toda clase de prdidas que son significativas para el hombre. En este caso puede ayudarte tanto a ti como al enfermo y a la familia..- No lo necesito Diego.- Qu?- Que s que me repondr, adems todos los mdicos pasamos por esto.- Lo s Ignacio, pero aun as, a veces necesitamos ayuda y debemos buscarla. - Necesitamos? Por favor, t no sabes lo que es una emergencia.- Tienes razn Ignacio, nunca sabr lo que significa una emergencia y ninguna vida se decidir en mis manos, pero sabes?- Qu?- Tambin soy un ser humano y eso es lo que creo que se te olvida a ti.- No es eso Diego, es que no puedo emocionarme con cada caso, los pacientes siguen su curso, yo debo comer de mi profesin y no puedo dejarme afectar.- Ignacio qu no entiendes que el ser mdico no te hace dejar de ser humano?- Claro que lo s Diego.- Yo tambin soy mdico, tal vez no lucho contra la muerte, pero s que no dejarse afectar, es imposible.- Agradezco tu inters Diego, pero estar bien, ahora debo regresar al trabajo.- Pinsalo al menos Ignacio.- No hay nada que pensar. Nos vemos luego.- Hasta luego. Dijo Diego moviendo la cabeza en seal de desacuerdo y sorbiendo lo que quedaba en su taza de caf.- Ayuda, jajaja cree que necesito ayuda? Como si no hubiera pasado tantas veces por esto.Se deca Ignacio mientras caminaba por los pasillos rumbo a su consultorio, al llegar se coloc la bata, ese escudo que lo protega de sus emociones, se acomod en su escritorio y por el intercomunicador, le indic a la enfermera que hiciera entrar al siguiente paciente. Tena la vista puesta en el escritorio, buscando entre los expedientes que Irma, ya haba acomodado en orden segn las citas del da y al leer el nombre del paciente que entrara, sinti un ligero sacudimiento, se trataba de Manuel Fonseca, acababa de leer el nombre cuando unos ligeros golpes en la puerta y la voz tan familiar de Irma le indicaba que entrara. Ignacio levant la mirada y slo se encontr con Sofa, que estaba visiblemente afectada.- Buenas tardes Doctor Duarte.- Buenas tardes cmo est Manuel?- PuesHemos estado buscando otras opiniones doctor.- Entiendo, alguna esperanza?- Coinciden con usted doctor.- Sentimos haber acudido a otros mdicos pero...- Tenan derecho, pude haberme equivocado.- Quiero que sea usted quien lleve el caso doctor.- Eso debe decirlo l.- Lo ha decidido.- Por qu no vino con usted?- Porque no es el mismo de siempre, esta muy callado, no quiere hablar conmigo, no sale, le ped que viniera, pero no quiso.- Entiendo, pero es necesario comenzar el tratamiento cuanto antes.- Lo s.- Quisiera hacerle un chequeo.- En estos momentos no s como tratarlo, intento entenderlo, pero cmo ayudarlo a aceptar la realidad si yo tambin pienso constantemente: No puede ser verdad! No es ms que una horrible pesadilla!- Imagino que as es.- Creo que en cualquier momento recibiremos una llamada telefnica de usted, dicindonos que todo fue un error, s que es absurdo pero as lo siento.- No es absurdo, creo que me sentira igual.- Gracias por todo doctor.- No es nada.- Entonces se har cargo del caso de Manuel verdad?-Claro que lo har.- Gracias doctor.- Es mi trabajo.Cuando aquella mujer hubo salido de ah, Ignacio se qued pensativo, repasando esa frase tan chocante que de pronto tom su real significado: mi trabajo, en realidad as lo haba visto siempre, no entenda toda la gama de emociones que llevaba consigo. Haca das que evitaba hablar con su esposa o con cualquiera que pudiera interrogarlo sobre lo que le ocurra porque por primera vez, no tena respuestas.

El trabajo acumulado y ese sentimiento de querer aislarse del mundo, lo haban obligado a comer en la cafetera del hospital durante varios das y a cubrir todas las guardias posibles, pasando das enteros en el hospital. Diana que no lograba comprender la situacin haba ido a buscarlo al hospital, pero Ignacio se mostraba an ms esquivo que en casa, indignada por la actitud de su esposo, se retir sin decir palabra.Diego que se haba dado cuenta de todo, entr a la cafetera y se acerc a su mesa, acompaado por una mujer joven. Ignacio no se haba percatado de la presencia de su amigo, hasta que Diego salud:- Hola Ignacio.- Buenas tardes Diego.- Mira Ignacio hay alguien a quien quiero presentarte.Ignacio se puso de pie, con aire desconcertado, se acomod la bata y estrech la mano de la mujer que acompaaba a su amigo, como un acto reflejo, se present:-Mucho gusto, doctor Ignacio Duarte a sus rdenes.-El gusto es mo, Amaya Piamonte, tanatloga- Tanatloga?- S Ignacio, es de quien te habl, ella colabora ocasionalmente aqu en el hospital-As es. Me gustara charlar con usted.-Para que?-S que est pasando por un proceso difcil y estoy segura de poder ayudarle.- No s qu le habr dicho Diego, pero la verdad es que no necesito ayuda de ninguna clase.-Entiendo por lo que est pasando.-Lo dudo.-Ignacio... intervino Diego-Diego, sabes que tengo mucho trabajo, fue un placer seorita Piamonte y lamento no poder conversar con usted, pero como ya dije antes, tengo trabajo, hasta luego. Dijo estrechndole la mano.Diego, avergonzado de la actitud de su amigo, lo sigui con una mirada inquisitiva hasta que ste desapreci por la puerta de cristal dando la vuelta por el pasillo a la derecha que conduca a su consultorio, lentamente Diego volvi la mirada hacia la tanatloga que lo miraba amablemente y con una leve sonrisa y un gesto conciliador le dijo:- No te preocupes, esperaba esta reaccin.- Pero eso no quita que haya sido descorts.- No es eso Diego, est pasando por una fase llamada de negacin y aislamiento.- Ignacio? Qu no son esas las fases de los pacientes?- Esas fases las atravesamos todos ante cualquier prdida.- Prdida? Pero si no tiene ninguna clase de relacin con el paciente.- Lo s, Diego, pero experimenta la prdida de su narcisismo.- De su narcisismo?- S, el darse cuenta de que no es infalible, que no puede atribuirse el papel de Dios, que las situaciones se le escapan de las manos.- Entiendo.- Har que Ignacio hable contigo, lo necesita.- No Diego. Debe acudir a m, cuando l lo decida.- Espero que lo haga.Ignacio regres a su casa despus de su guardia nocturna, completando as 72 horas de no pisar su hogar, Diana estaba en la cocina preparando caf, para cuando lleg. Al escuchar el ruido de la puerta, sali a su encuentro, estaba visiblemente preocupada, trat de saber lo que ocurra, pero Ignacio alegando que estaba cansado, subi a dormir sin decir nada.Pasados algunos das, mientras los problemas con Diana se agudizaban, Ignacio decidi buscar a Diego. Se encontraba en la cafetera, en una mesa cercana a la ventana, estaba tomando caf como siempre, Ignacio se acerc lentamente pero Diego ya lo haba visto desde que cruz la puerta del lugar, levant la mirada y lo salud amistosamente, invitndolo a sentarse.-Hola Ignacio cmo ests?-He estado pensando mucho en lo que me dijiste aquel da.-Qu has pensado?-Quiero saber cmo es que te ayud la tanatloga.-Bien... Sabes que cuando muri mi padre la pas muy mal, cre que no volvera a trabajar, que digo trabajar, cre que no podra vivir. Me recomendaron que visitara a un especialista, Amaya es la novia de un amigo, necesitaba la ayuda urgentemente, as que hice una cita y aunque escptico, acud, sabes que nunca haba ido con psiclogos ni nada parecido, sin embargo Amaya me hizo sentir muy bien desde el inicio, as que proseguimos con las sesiones y poco a poco fui recuperndome de la muerte de pap. Entend que ese dolor es como una cicatriz, estar all para siempre visible, hacindome recordar, pero ya no doler.-Entiendo tu caso y me da gusto que te encuentres mejor, pero lo tuyo fue algo personal, si mi padre muriera me sentira as, pero esto es diferente.-Por qu?-Ya te lo expliqu Diego, es mi trabajo y no debo afectarme.-Ella puede ayudarte.-No es mdico, no entendera, pero de todas formas gracias.-Como quieras, pero toma la tarjeta de Amaya por si cambias de opinin.-Gracias Diego, pero no lo creo.El tiempo pas lento para Ignacio, su estado no haba variado mucho, el tratamiento haba comenzado ya para Manuel, que inexplicablemente para el doctor Duarte, a pesar del tratamiento, de la evidente presencia de la quimioterapia y su relacin con el cncer, as como los dems medicamentos, Manuel no aceptaba por completo, que estaba enfermo de leucemia, tena intervalos en lo que pareca consciente de su situacin y llegaba a hablar de la muerte como algo cercano e inevitable, pero casi inmediatamente regresaba a la negacin, la misma que present cuando supo el diagnstico. Ignacio se senta obligado a ayudarlo, todo el equipo de salud le haba tomado aprecio y le pedan consejos sobre cmo tratarlo, pero eso no lo saba, nada en la escuela de medicina lo haba preparado para esto. Un da en que se senta abrumado, sac del cajn de su escritorio, la tarjeta que le haba dado su amigo, a fuerza de leerla tanto desde que la haba recibido, haba memorizado todos los datos que aparecan all: Amaya Piamonte, Tanatloga. No lo pens ms tiempo y marc el nmero que apareca en la tarjeta, pronto se encontraba hablando con una mujer de voz amable que le propona verse a la maana siguiente para enterarse bien del caso, despus de acordar la hora, se sinti arrepentido. Pese a eso, no cancel la cita y al da siguiente, Ignacio acudi a la sesin con severas dudas, mientras conduca rumbo al consultorio de la tanatloga pensaba si en verdad podra ayudarlo, entr con paso lento al edificio y varias veces antes de entrar al cubculo de la tanatloga, se sinti tentado a regresar al hospital, sin embargo respir profundamente y entr:-Buenas tardes.-Buenas tardes doctor Duarte cmo est? dijo ella estrechndole amigablemente la mano-Bien.-Sintese por favor.-Gracias.-Por qu decidi venir? pregunt sonriendo mientras se diriga al silln del otro lado del escritorio.Ignacio no estaba seguro de qu responder, sin fijar la vista en ningn punto, meditaba su respuesta y de pronto dijo como completando lo que estaba pensando:-Porque estaba seguro de que estas emociones desapareceran, pero continanno se disuelven a pesar del tiempo, no entiendo lo que ocurre. Adems no s como ayudar a mi paciente, en mi especialidad hago todo lo que est en mis manos pero s que necesita ms. Diego me dijo que usted puede ayudarlo.-As es, cmo se llama su paciente?-Cmo se llama?-S, su nombre.-Se llama Manuel Fonseca, pero le confieso que es raro referirme a l as, desde su diagnstico ha sido el paciente de leucemia linfoblstica.-Entiendo.-Lo que no me queda claro, es su actitud, parece no darse de cuenta de la situacin.-Pues bien, todo parece indicar que Manuel est pasando por lo que llamamos fase de negacin y aislamiento, no puede aceptar su enfermedad porque en nuestro inconsciente somos inmortales y es casi inconcebible reconocer que tenemos que afrontar la muerte.-Cunto tiempo permanecer en esa actitud?-No hay un tiempo determinado, hay pacientes, muy pocos con sinceridad, que llevan la negacin hasta el final. -De qu depende?-Depender mucho de cmo se haya enterado del diagnstico, de cunto tiempo disponga para reconocer poco a poco lo inevitable y en especial, de cmo se haya preparado a lo largo de la vida para afrontar la muerte, de cmo afronte las situaciones de tensin para abandonar la negacin, de eso depende que opte por usar otros mecanismos de defensa menos radicales.-Entiendo. Mencion que era una fase existen otras?-As es, en el llamado Proceso del morir existen varias fases, que pueden o no atravesarse, pero se consideran dentro de este proceso, cinco muy importantes: la de negacin y aislamiento, la de ira, una muy breve pero importante llamada de pacto, la de depresin y la de aceptacin.-Tiene algo que pueda leer al respecto?-Por supuesto doctor Duarte. Dijo Amaya ponindose de pie y dirigindose al librero que estaba detrs de Ignacio, mientras escoga algunos volmenes pregunt:-Ahora Ignacio, cmo se siente usted?-Yo?-S, usted es quien est aqu.-Pero es por mi paciente, yo estoy bien.-No lo parece.-Le aseguro que s, es mi trabajo estoy acostumbrado.-Esta bien, quiere hablarme de Manuel Fonseca?-Es un hombre joven, de 35 aos... casado y padece leucemia linfoblstica. Como ya lo mencion, niega su enfermedad a pesar del evidente deterioro.-Cmo le comunic el diagnstico?-Ya me lo tema, as que das antes comenc a insinurselo, pero igualmente se neg a aceptarlo cuando se lo confirm.-Busc mas opiniones cierto?-As fue, das despus su esposa fue a verme para pedir que me hiciera cargo del caso,-Cmo se siente cuando los pacientes buscan otras opiniones?-Siento por una parte, frustracin, pero tambin alivio porque me evito trabajo y responsabilidades, pero a veces siento que no logro satisfacer a la gente en sus necesidades y sta es una de esas veces.-Le parece si trabajamos en equipo doctor Duarte?-A qu se refiere?-A darle a Manuel Fonseca una atencin integral.-Debo pensarlo...-Lo entiendo.-Es que nunca lo he hecho antes y...-"Si esta de acuerdo, lo intentamos, si no le satisface... le aseguro que ya no intervendr.-De acuerdo, maana en el hospital, Manuel tiene consulta y as podremos hablar con ellos.-De acuerdo.A la maana siguiente, cuando Amaya lleg al hospital a la hora convenida, esperaba conocer a Manuel y a su esposa, pero cuando dio vuelta al pasillo, encontr al doctor Duarte en la entrada de su consultorio, Amaya se extra pues estaba solo y crey que iban a entrevistarse directamente con el paciente, pero el doctor quera hablar primero con ella, saber exactamente en que consistira su intervencin, antes de presentarla a su paciente, pues no tena claros sus objetivos, entonces Amaya explic brevemente sus funciones como tanatloga.

-El tanatlogo es la persona capacitada para ayudar en el proceso del duelo ayuda a afrontar toda clase de perdidas significativas, ayuda tanto a las personas que mueren como aquellas que lo rodean, como en este caso no solo a Manuel y Sofa, sino tambin al equipo de salud, incluido usted doctor Duarte. Ayuda a la reestructuracin de la familia ante el hueco dejado por quien ha fallecido. Mi trabajo consiste en tratar al paciente o cualquier persona que sufra una prdida con verdadera compasin, sintiendo autentico cario y sobre todo respeto. Mi deber es asegurarme que conserve su dignidad hasta el ltimo momento.-Verdadero cario?-S, una parte muy importante es no fingir sentimientos, el tanatlogo debe de tener la capacidad para "ponerse en los zapatos del otro", con respeto, confidencialidad, cordialidad, en pocas palabras con calidad humana para poder ofrecer al paciente el apoyo que busca.-Eso queda claro pero exactamente Qu har con el paciente? Qu debo esperar de su intervencin?-No ser una intervencin doctor Duarte, la idea es formar un verdadero equipo interdisciplinario, donde cada miembro cuide de sus funciones, porque creo que debemos conocer nuestras limitaciones y trabajar conjuntamente con otros especialistas pues recordemos doctor Duarte que no es justo para los pacientes que confan en nosotros decir este paciente es mo debemos aprender a trabajaren equipo, de esta manera, puede estar seguro de que no intervendr en nada de lo que le concierne a usted. Simplemente me asegurar que el paciente tenga una verdadera calidad de vida, que se respeten sus derechos, estoy para brindarle apoyo a la familia y a l, ayudarlo a sobrellevar la angustia tan caracterstica que precede a la muerte, as como permanecer a su lado a lo largo del proceso, para ello necesito saber su condicin fsica, no para intervenir, sino para comprender.-De acuerdo. Ya sabe en trminos generales la enfermedad.-Ellos cuanto saben de la enfermedad?-Les expliqu a grandes rasgos cmo se origina y lo que puede pasar.-Les explic cmo podra sobrevenir la muerte?-Cmo?-S, lo que deben esperar para el desenlace de la enfermedad.-No. Es difcil saberlo a estas alturas.-Entiendo.-Qu procedimiento seguir, Amaya?-No existe en procedimiento establecido, se debe emplear un mtodo especial con cada paciente y como se trata de seres humanos, somos diferentes hasta en la forma de morir, adems se trata diferente a quien pierde a un hijo, un padre, un hermano o un amigo.-Creo que podremos trabajar en equipo.-Lo importante es recordar que quien vive dignamente, hacer que muera de la forma ms digna, confortable y tranquila posible es nuestra meta. Tambin es importante recordar que estos pacientes lo que ms necesitan es amor verdadero.-Cmo darles amor? eso es involucrarse.-Debemos saber involucrarnos lo ms que sea posible con el paciente, pero sin llevar los problemas a casa.-Cmo?

-Recordar que esta es solo una faceta de nuestras vidas, que independientemente de ella, tenemos otras igual de importantes.

SEGUNDA FASE: IRAEl tiempo pasaba sin que Manuel se percatara, parecan aos, la fecha exacta no la saba, el tiempo se haba detenido aquella maana en la que recibi el diagnstico, aqul diagnstico que haba preferido negar porque era demasiado doloroso, as que trataba de seguir la vida lo ms normal que su condicin se lo permita. Hasta que una maana, cuando Sofa preparaba el desayuno, Manuel baj con dificultad, esa tos que lo aquejaba desde haca algunos das, haba empeorado. Desde que iba bajando las escaleras, Sofa lo escuch, esa tos le preocupaba pero Manuel deca que estaba bien, con paso lento se acerc a la cocina. Sofa volvi la cabeza para saludarlo con una sonrisa pero al ver su aspecto demacrado, la sonrisa muri en sus labios y dejando todo lo que estaba haciendo se acerc a Manuel y lo ayud a sentarse, ste apart su brazo violentamente diciendo:-Crees que no puedo sentarme solo?-Manuel no es eso...-Puedo hacerlo solo...-Te sientes mal?-Por qu iba a sentirme mal?-Esa tos que tienes, no me gusta.-Es solo...Sofa al ver que se le dificultaba la respiracin, se dio vuelta para llenar un vaso con agua, cuando se lo dio, Manuel estaba muy agitado, sudoroso, Sofa coloc la mano en la frente de su esposo y se dio cuenta de que tena fiebre. Preocupada le propuso ir al hospital y aunque al inicio se negaba, accedi ante un intenso dolor en el trax. Aquel viaje hacia el hospital, pareci eterno, todo el mundo pareca moverse mas lento, Sofa solo ansiaba llegar. Cuando por fin se encontraron en la entrada de emergencias, un mdico los hizo pasar a un cubculo donde llevara a cabo la clnica, el mdico era un hombre alto de gesto fro, los hizo pasar y pregunt la razn de su visita:-Mi esposo...-Puedo hablar por m mismo, Sofa...-Qu le sucede?-No me he sentido bien ltimamente.-Qu siente?-He tenido tos...-por lo que veo, tambin presenta dificultad para respirar.-Un poco...-Tambin ha tenido fiebre doctor y un dolor en el trax.-Qu clase de dolor?-Como una punzada.Tras realizar el examen fsico, el mdico consider necesaria una radiografa de trax que al formar parte de los mtodos auxiliares de diagnstico, permitira una opinin ms exacta sobre le estado de Manuel, pronto lleg una enfermera que lo condujo en una silla de ruedas para que no se fatigara, hasta la sala de Rayos X donde el tcnico le indic cmo colocarse y sac las placas, al poco rato ya se encontraban de nuevo en el cubculo del doctor, tras examinarlas, se dio vuelta y comenz la anamnesia propiamente:- Dgame, tiene algn antecedente patolgico?-No entiendo doctor.-Sabe si padece alguna enfermedad?-Alguna enfermedad...-Padece asma?-No doctor.-Diabetes? Alergias?-No.-Alguna otra enfermedad?-Bueno..Tras un rato de silencio en el que el mdico haca algunas anotaciones en el expediente pues no se haba percatado de la respuesta de Manuel, ste comenz a hablar con dificultad y en un tono casi imperceptible dijo:-En realidad..-Disculpe? dijo el mdico levantando la vista del expediente que tena abierto y lo mir fijamente por encima de las gafas, esperando que terminara la frase:-En realidad doctor...-S?-Tengo una enfermedad de la sangre.-Enfermedad en la sangre?-S...-Leucemia?, dijo el mdico evidentemente preocupado, pues representaba mayor responsabilidad-S, as es como se llama.-Si me permite, creo que su esposa debe estar presente.-De acuerdo.Inmediatamente el mdico hizo pasar a Sofa que continuaba con la misma actitud angustiada que pareca formar parte de ella desde el momento del diagnstico de leucemia, tomando su bolsa con ambas manos y con paso lento, entr al cubculo y se sent en la silla que estaba al lado de la de su esposo, trat de tomarle la mano, pero Manuel la rechaz y dirigindose al mdico pregunt:-Qu pasa?-Ver, presenta sntomas de neumona.-Eso es grave doctor?- Pues la neumona en individuos normales sin enfermedad de base puede ser tratada hasta en su casa, pero este es un caso delicado.-Por la leucemia. Intervino Sofa con cara de afliccin-Exacto, se complica por la leucemia, as que debo mandar que sea internado inmediatamente.-Internado?-As es, algn mdico se est haciendo cargo del caso?-S, el doctor Duarte.-Ver que sea avisado, ahora debemos internarlo y llevara por lo menos una semana que logre superar esto.Inmediatamente se llenaron los formularios de admisin y en un rato ya se encontraba en una cama, Sofa como siempre estaba a su lado, cuando el doctor Duarte fue informado, acudi lo ms rpido posible al pabelln donde estaba Manuel, Sofa estaba sentada en una silla al lado de la cama. Ignacio entr y tomando el expediente que le entreg la enfermera, para enterarse de la condicin de Manuel, una vez que ley las anotaciones del mdico de emergencias, se dirigi a Manuel, pero ste reaccion violentamente:-Ya no estoy tan seguro de querer que me trate usted doctor Duarte, no parece muy eficiente...-La neumona... trat de explicar Ignacio, pero Manuel interrumpi:-Debi haberlo previsto. -La neumona es una infeccin muy frecuente en los inmunodeprimidos pues se enferman a causa de grmenes que en individuos normales no causan mayor dao.-Doctor, Manuel no lo dice...-Puedo hablar por m mismo Sofa y si digo que me parece ineficiente es porque es.-Si desea ms adelante que sea otro mdico quien lleve su caso, no tendr inconveniente, pero mientras tanto, hay alguien a quien quiero presentarles.Con paso decidido camin hacia la puerta y le indic con un ademn a una persona que esperaba en el pasillo, que poda entrar. La mujer de aspecto agradable, entr confiada, con gesto amable y esbozando una sonrisa, saludo a Manuel y a Sofa y se presento:-Amaya Piamonte a sus rdenes, soy tanatloga y estoy aqu para ayudarles.-Tanatloga?-Para que la necesito?-Manuel por favor...-Si le apetece, podemos charlar un rato.-No. No me apetece.-De acuerdo. Dijo Amaya mientras tomaba sus cosas para salir de la habitacin, Manuel frunci el ceo y agreg:-Eso es todo? Esa es su ayuda?-Podemos charlar entonces.Sofa sonri un tanto avergonzada por la reaccin de su esposo, pues l no sola ser as. Ignacio permaneci al pie de la cama, prestando atencin a cada palabra que Amaya pronunciaba, quera ver su interaccin con el paciente, la forma de reaccionar ante la hostilidad. Amaya volvi a sentarse cerca de la cama y permiti que el paciente se expresara libremente, solo lo escuchaba. Lo primero que surgi fue la inevitable pregunta que rondaba en su mente:-As que est aqu para charlar, pues podramos charlar de m, Por qu yo?-Por qu usted? -S, por qu me pasa esto a m?, Por qu tuvo que pasarme esto a m? Qu demonios tiene contra m la vida? No puede ser esto posible, Dios mo! yo no puedo merecerme esto...Tras una breve pausa, en la que Manuel pareca buscar en su mente las posibles respuestas a eso que lo atormentaba, aadi:-Yo que estaba tratando de darle a mi familia lo mejor, qu le debo yo a la vida que tiene que cobrarse con esto?, No soy merecedor de todos estos males que me estn pasando. Si soy yo una persona que tiene una larga vida por delante... Dios! si existes, por qu carajos me haces esto a m? y...los doctores, por qu no hacen su trabajo y me curan?-El doctor Duarte hace lo que puede... intervino Sofa-Eso no es cierto es un incompetente! respondi Manuel-Qu lo hara sentirse mejor Manuel?-Quisiera que todos me dejaran en paz, y que dejaran de molestarme, no quiero ver a nadie, todo esto que me est pasando es horrible, quisiera acabar con todo lo que est aqu, en este momento, mandar al demonio a todos los que estn a mi al rededor que dejen de agobiarme con sus lamentos y con sus palabras de "aliento" que tan poco bien me hacen porque a fin de cuentas la salud no la podr recuperar con sus lloriqueos y con sus absurdas palabras.-Manuel...-Con un demonio Sofa djame hablar...-Mejor espero afuera, con permiso.-Adelante.-As que quisiera que lo dejaran solo.-S. De hecho eso quiero, as que por qu no vuelve otro da?

-Claro, lo que menos deseo es incomodarlo. Dijo Amaya mientras se levantaba sonriendo y tomando sus cosas se diriga hacia la puerta, al salir Sofa esperaba al otro lado del pasillo sentada en una silla, al ver a Amaya, se levant rpidamente y acudi a su encuentro para saber lo que ocurra con Manuel. Iba a preguntarle, cuando el timbre de Manuel comenz a sonar insistentemente, Sofa se disculp y la tanatloga le propuso encontrarse ms tarde para explicarle bien la situacin. Sofa asinti con un movimiento de cabeza y se dirigi rpidamente a la habitacin de Manuel. Al poco rato, apareci una enfermera que le informaba a Sofa que la familia de Manuel estaba afuera, sta sali y se encontr con los hermanos de Manuel, Rubn el mayor, de 42 aos y Julio de 30 que miraba hacia la nada, como no queriendo entender lo que ocurra. Se saludaron afectuosamente, pues a pesar de la distancia, siempre haban mantenido buenas relaciones.Ambos haban viajado miles de kilmetros para estar al lado de su hermano, Rubn haba tenido que dejar a su esposa e hijos y Julio su empleo, pero nada de eso import cuando se enteraron de la enfermedad de Manuel y de que se encontraba internado. Sofa les indic el nmero de cuarto, entraron juntos, tratando de aparentar que todo estaba bien, cuando Manuel los vio, salud con su ya caracterstico sarcasmo:-Hola, cmo estn?Sus hermanos no saban cmo reaccionar, normalmente no actuaba as, Rubn iba a responder, pero justo cuando iba a articular palabra, Manuel ataj:-Seguro que bien, qu pregunta tan estpida! La verdad es que no sirvo ni para hacer una pregunta...desde que tengo esta maldita enfermedad, no puedo hacer nada, soy un intil, pero no me hagan caso, sintense que vamos a hablar!

Manuel se incorpor en la cama tanto como pudo, mientras sus hermanos buscaban un sitio donde acomodarse, al ver eso, Manuel comenz a golpear con las palmas de las manos la cama indicando que se sentaran ah, ambos se miraron a los ojos desconcertados y tras un breve titubeo, se sent Rubn en el borde de la cama y Julio en la silla que estaba a un lado, cuando se acomodaron, Manuel prosigui con su tono irnico:

-Pero cuenten cmo estn? Cmo marchan sus maravillosas vidas?

-Estamos bien recuerdas a Ricardo, ese amigo tuyo de la infancia, con el que ibas de campamento? Acaba de ser padre por segunda ocasin.

Ante la indiferencia de Manuel, el silencio se hizo presente y el ambiente se torn ms denso, Julio esquivaba la mirada para no encontrarse con Manuel, se mova nerviosamente en su silla, pero cuando el silencio inundaba la habitacin, no pudo ms y se levant, camin lentamente hacia la ventana, y se detuvo por un momento a observar el cielo grisceo cada vez ms melanclico por la tarde lluviosa que se acercaba. Mientras a lo lejos se vean los primeros relmpagos que heran el cielo gris ante la inminente tormenta, las primeras gotas comenzaron a caer en el cristal de la ventana, donde Julio poda ver apenas su reflejo y sentir cmo las lgrimas mojaban sus ojos al mismo tiempo que la lluvia lo haca sobre las calles vacas de la ciudad. Rubn que se haba percatado de lo que ocurra, trat de desviar la atencin de Manuel, pero ya era tarde, se haba percatado de lo que pasaba con Julio. Se incorpor trabajosamente de la cama y encolerizado les orden: -"Salgan inmediatamente de aqu, lo ltimo que necesito ver en este lugar son escenas de este tipo, suficiente tengo con lo que me est pasando."-Pero Manuel, nosotros solo queramos hacerte sentir mejor.-Lo que quieren es hacerme sentir mejor?-S...-Pues entonces lrguense de una vez... dijo al tiempo en que tomaba el telfono que estaba a su lado y lo arrojaba hacia la puerta, justo al tiempo que Rubn la cerraba.Afuera esperaba Sofa con Amaya para hablar con Julio y Rubn, la tanatloga saba que las cosas haban resultado muy incmodas y por eso quera explicar la fase por la que estaba pasando Manuel, por lo que cuando la familia se encontr reunida, los invit a sentarse para plantearles el problema, todos estaban nerviosos y desconcertados, pero tambin algo molestos por su actitud.-Hola, buenas tardes, mi nombre es Amaya Piamonte y soy la tanatloga que atiende a Manuel.-Tanatloga? pregunt Julio intrigado-S, soy especialista en todo lo referente a esta etapa por la que est pasando Manuel.-Mucho gusto. Dijo Julio extendiendo la mano-Entiendo cmo se sienten, pasaron varias horas viajando para estar al lado de su hermano y l reacciona de este modo.-S, totalmente agresivo, como si le disgustara que estuvisemos aqu, de hecho nos arroj el telfono cuando salimos de ah, no lo entiendo.-Su hermano est pasando por uno de los momentos ms difciles para todo ser humano, est sintiendo que la vida se le escapa de las manos. Este proceso consta de varias etapas.-Etapas?-Este es un proceso, sin embargo, somos seres humanos y no hay nada establecido. Estas etapas pueden o no atravesarse o pueden surgir en diferente orden, sin embargo Manuel est atravesando por la segunda fase.-Segunda? Eso quiere decir que ya atraves alguna?-As es. La primera etapa que atraves Manuel fue de negacin y aislamiento, esta fase comenz desde el momento en que conoci el diagnstico. Como su nombre lo indica, mediante la negacin trata de asimilar esta difcil situacin. Esta segunda fase que est atravesando ahora, surge cuando ya no se puede seguir manteniendo la negacin inicial, se sustituye por sentimientos de ira, rabia, envidia, resentimiento, impotencia, angustia y otras ms.-Lo entiendo pero por qu la ira?

-Creo que es comprensible y cualquiera de nosotros se sentira as si de pronto nuestra vida se viera interrumpida, que todos los planes se quedaran tal como estn, que no podremos disfrutar de todo aquello que planeamos para un futuro, porque no habr tal -S es comprensible, pero por qu contra nosotros?-La ira se desplaza casi podra decir que al azar, sin embargo casi siempre es contra la gente que ms amamos, pero no deben tomarlo como algo personal, es solo que el paciente tiene muchos motivos para sentirse as. Por todas partes surgen imgenes que le recuerdan su estado, en la televisin, gente joven y sana, en los mismos pasillos, mdicos y enfermeras que cuando llega su hora de salida vuelven a sus casas y siguen su vida, mientras la de Manuel se consume cada da.-Qu podemos hacer?

-Entendiendo por lo que est pasando y no tomando como personal su conducta hostil. Tratando de ponernos en su lugar y haciendo ms llevadera la situacin por la que atraviesa y no dejndolo solo aunque diga que eso l lo que quiere.

-Haremos todo lo que est en nuestras manos.Los das transcurrieron sin que la conducta de Manuel cambiara, al contrario, pareca volverse ms hostil con el paso de los das, las enfermeras ya no queran atenderlo y sus amigos haban dejado de visitarlo casi por completo, solo sus hermanos y su esposa permanecan a su lado, aun no haba querido hablar de nuevo con Amaya, pero ella se mantena al pendiente de la situacin, mientras tanto Ignacio trataba de evitar al paciente, y pese a las recomendaciones de Amaya, se dejaba llevar por la ira de Manuel y sostenan discusiones a menudo, pero tambin Ignacio estaba pasando por un trance difcil, como mdico senta que la situacin comenzaba a escaprsele de las manos, el estado de Manuel se deterioraba da con da, no saba cmo reaccionar y estaba muy irritable. Sofa iba rumbo a la habitacin de Manuel, despus de haber comido algo en la cafetera, cuando escuch voces desde el pasillo, se apresur y encontr a Manuel discutiendo con una de las enfermeras que lo atenda, aunque ya se haba vuelto normal, Sofa no acababa de acostumbrarse a esas escenas.-Qu sucede Manuel? intervino Sofa con tono conciliador-Solo preguntaba Dnde est mi comida?-Le deca que se la traer al rato.-Est bien, gracias respondi Sofa-No. No est bien, estas enfermeras no saben hacer su trabajo, no pido demasiado, solo quiero que me atiendan como a un ser humano, se la pasan evitndome a m y a los dems qu les pasa? Le tienen miedo a la muerte con la que tratan de cerca y es por eso que no atienden a los que nos estamos muriendo, no se dan cuenta que nos hace falta cuidados especiales, que no podemos salir y respirar aire fresco cuando queramos como ustedes, o fumarnos un cigarrillo porque nos ataca la maldita enfermedad, solo quiero que me dejen salir, porque no aguanto ms el encierro, quiero vivir mi vida como ustedes la suya, por que no puedo?....Permaneci un momento en silencio, mientras se acomodaba en la cama, luego repuso con sarcasmo:-Ah... ya record por qu no puedo!-Manuel por favor...-No Sofa, djame recordarles porque parece que lo han olvidado... no puedo porque me estoy muriendo. Es que no se da cuenta seora enfermera? No se cuenta de que no puedo salir a buscar lo que necesito? qu dependo de usted para cubrir mis necesidades? Y yo le pago para que me atienda.En ese momento ante el escndalo producido por los gritos de Manuel, que irrumpan la aparente paz de la clnica, el doctor Duarte acudi a ver que ocurra, al llegar a la habitacin encontr a la enfermera junto a la puerta, mientras Sofa se tocaba la frente con la mano derecha ante la escena. Al entrar, el doctor se dirigi a la enfermera: -Qu ocurre?

Manuel se incorpor en la cama y sin dar tiempo de reaccionar a la enfermera, intervino:-No ocurre nada doctor, todo est perfecto, la incompetencia de sus enfermeras es tan agradable que nunca me haba sentido mejor desde que entr a este detestable lugar ... pero, vamos qu puedo decirle yo al respecto? Si en este lugar se respira la incompetencia por todos lados.El doctor Duarte con un movimiento de la cabeza le indic a la enfermera que se retirara, sta se dio la vuelta y sali en silencio de la habitacin. Ignacio volvi la vista hacia Manuel y dijo:

-Seor Fonseca trate de guardar la calma, todo el personal de la clnica hacemos nuestro mejor esfuerzo.-Pues no lo parece doctor, qu viene despus?. tendr que administrarme yo mismo los medicamentos? o auto diagnosticarme?-Se lo pido una vez ms seor Fonseca, trate de guardar la compostura, todos los que trabajamos aqu estamos para servirle pero no vamos a tolerar su actitud agresiva, tanto para las enfermeras como para los colegas en este lugar. Por el bien de los dems pacientes como por el suyo propio, no se da cuenta que esa forma de pensar en vez de ayudarlo provoca que se deteriore con mayor facilidad su estado de salud? No somos sus criados a quien les va a venir a gritar a su antojo.-Ah si?-Mire seor Fonseca si no se siente a gusto con la atencin que se le ofrece en la clnica puede irse buscando otro lugar donde lo atiendan, estamos fastidiados de su actitud para con todos, es el paciente ms castrante de todos, no solo ha pasado por manos de todas las enfermeras sino que me esta haciendo perder la paciencia con su actitud tan prepotente, as que pinselo bien.

Dando la media vuelta el doctor Duarte sali de la habitacin azotando la puerta con gran fuerza. Manuel encolerizado ante la sorpresiva reaccin del mdico, slo atin a lanzar la charola de los medicamentos contra la pared. El doctor Duarte caminaba rpidamente, cuando se encontr con Amaya en el pasillo, sta le pidi un minuto, pero el mdico secamente le indic que sera en otro momento y visiblemente molesto se dirigi a su consultorio.Sofa se haba quedado petrificada ante la actitud del mdico y cuando apenas empezaba a reaccionar, se levant y calladamente y con la mirada extraviada comenz a levantar las cajas y frascos y ponerlos en su lugar. Mientras estaba en esa posicin pensaba en todo lo que estaba ocurriendo y ante la inmensa angustia que senta, no pudo evitar que algunas lgrimas comenzaran a recorrer sus mejillas, las suficientes para que Manuel reaccionara violentamente:-Sabes qu Sofa? Hazme un favor...

-Dime Manuel.

-Lrgate, estoy harto de tus escenas.Sofa se incorpor lenta y torpemente mientras las lgrimas inundaban sus ojos y trataba de secarse las mejillas sin conseguirlo, coloc los medicamentos sobre una mesa dejando caer una de las cajas al suelo ante la furiosa mirada de Manuel que no la dej un solo instante, a lo que prefiri dejarlo solo y sali completamente aturdida de la habitacin. Afuera permanecan Julio y Rubn, que al verla supusieron lo ocurrido. Sofa se acerc a ellos y sin poder evitarlo, comenz a llorar.Ignacio, al no haber podido decir todo cuanto hubiera querido ante el comportamiento de Manuel, permaneci en su consultorio olvidndose de la ronda con los estudiantes a su cargo, de sus consultas pendientes y hasta de llamarle a Diana para avisar que llegara tarde. Esa noche Ignacio lleg ms tarde de lo habitual, entr a su casa serio, aun pensando en lo sucedido con Manuel, mientras colgaba sus llaves, not que la luz de la estancia permaneca encendida, extraado se acerc, creyendo que su esposa haba olvidado apagarla. Cuando coloc el dedo sobre el interruptor distingui la silueta de Diana frente