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EDITORES,~-PROPIETARIOS

M. 47- -- 1 . ,,'"', Ano 11 .

NU

AÑO II.

Panamá, República de Panamá, 15 de Diciembre de 1905. NUM . 47

EL HERALDO DEL ISTMOw---REVISTA ILUSTRADA--+

Director: GUILLERMO ANDREVE.

"Bien faire et Iaisspr dire ."

Los torvosOleajeLanzando roncos; fieros rugidos,El mar furente las costas bata.Y 'al retirarse deja esparcidasEntré la espuma,` sobre la playa,Pequeñas conchas de mil coloresQue la desnuda ribera esmaltan.

¿Qué Iey suprema me las confía?¿Por qué nacieron en mis entrañas?¿Por qué rodando : siempre rodando,Desde hace siglos la dura carga

He de ir llevando perennementeCo lmo un castigo sobre mis aguas?Por qué no puedo, sobre una orilla,

Por qué no puedo, necio, arrojarlas?"El orean clamó así un. día,Mientras al cielo su espuma alzaba,Y desde entonces hay tantas conchasAmontonadas sobre las playas_

Cuando aparecen sobre la arenaPor los reflejos del sol bañadas,Fingen bandadas de mariposasQue de remotas_ tierras llegaran.Si por ventura pasa unaniñaAl contemplarlas queda 'extasiada,Pensando que ellas le traen recuerdosDel novio ausente que la adoraba;De aquel mancebo que en una tarde"Adios" le dijo desde esa playa.Luego las mira una por unaBuscando entre ellas las mas preciadas,Para ponerlas con sus recuerdosEn el pequero cofre de nácar,En ese cofre donde hay cabellosEnsortijados y muchas cartasY muchos ramos de "no me olvides"Ya desteñidos y sin fragancia.

Pasa la niña, luego la arenaLis va ocultando con negra capa,Y el océano indiferenteOtras arroja sobre la playa.

El mar interno de mi cerebro,En sus terribles, recias borrascas,Sobre las blancas hojas de un libroComo en ocultas, desnudas playas,También arroja para librarseDe su enojosa, pesada carga,Muchas estrofas que son las conchasQue en sus ocultos abismos guarda:Yo sé que nadie cuando ellas caenVuelve los ojos para mirarlas,Y que el olvido como la arenaLas va cubriendo con negra capa;Sé que para ellas no hay sol radianteNi enamoradas niñas que pasan,Pero aunque triste suerte las lleveA ser del mundo pronto olvidadas,El mar revuelto de mi cerebroComo impelido por fuerza extrañaSigue arrojando constantementeConchas y conchas sobre la playa.

DEMETRIOFABREGA.

PARA MI AMIGO HORTENSIO DE YCAZA.

El polvo se revuelve! . . ..Es una tropa extraña

de lívidos espectros que, en impotente anhelo,hidrófobos levantan hacia el azul del cielolas oscuras cabezas que la lipiria baña.

Sus alaridos broncos, en implacable saña,se lanzan hacia arriba con fatigoso vueloy vacilan y tiemblan, y vuelven contra el suelo,porque es chispa de infierno lo que cada uno - entrada.

Ya llega, ya se acerca la ebria turba loca,y, con crispados labios que modeló la Insidia,al rojo Mefistófeles . ásperamente invoca.

SUS estandartes tienen una inscripción :PERFIDIA.y huy rabia en cada espíritu, injuria en cada boca . . ..;,deja que pasen torvos los Mios de la ENVIDIA! . . ..

10 de Diciembre, 1905 .

RICARDo MIRO.

DedicadaQue ya no puede ser! lo clamo á gritos

sobre el trágico gesto de mis ruinas,y busco con amores inauditos,gloria para mis sueños infinitos,como nunca, en la luz de tus retinas.

II

Inmolé mis orgullos á los fierosreproches de una que llamé Mi Santa,y cantaron mis versos, cual troverosde gloriosos -y pálidos aceros,poniendo el corazón bajo su planta.

III

Nada ]apena de mi amor recibe;nadie - al cruzado del dolor acata,aunque en tus rejas rígidas aun viveel. . alma de la ilusa serenata.

¿Que amortaje el cadáver de mi ritode amor á la ilusión y . tu belleza?pero al olvido el corazón no incito,y aunque el espino á lacerar empieza,yo no puedo decir en mi tristeza,como la Profecía : ¡estabaescrito

IV

Todavía! me dicen al oídolas horas de mi ya luctuoso día,y el alma nazarena, en un gemido,y e? corazón, en medio de un latirlo,ilusos, me repiten : ¡todavía!

—A qué esperar! respondo, ya no quiero,si los cardos famélicos de crimen,hincaron en mi ser garra de acero;si ya mis carnes torturadas gimen:si con los pasos, que ni huella imprimen,dejé toda mi sangre en el sendero.

V

Ansío que en mi anhelo te murieras,pero en la queja de mi estrofa vibras,y te siento adherida, aunque no quieras,como una parásita á mis fibras.

LEOPOLDO DE LA ROSA.

Panamá: 1905.

El HEraldo dEl Istmo - 17£3

Miguel Eduardo PardoACABA de morir en París el

1 19 !!!!!!

venezolano intelectual, cuyonombre es poderoso

argumento favorable de la teoría en éxito deYr la voluntad humana.Miguel Eduardo Pardo es sínte-

sis de árduo talento y de carácteri-aplacable . Su personalidad, per-ceptible en la actividad de un movi-miento cerebral, entra en la psicolo-gía de los luchadores y será, sin duda

1W 10 alguna, recuerdo feliz de una épocaque ojalá pueda volver con brillo

igual á constituír un anal tan fe-cundo' en la historia de los días pre-sentes, donde parece que el talento

lleva consigo un nimbo doloroso de abulia tris-tísima que la mirada de los alienistas tratainútilmente de explicarse en el vigor aparente de

una estirpe llamada á claros destinos, desviadosacaSo para siempre..

. Luchador, en la plena humanidad del con-cepto, con sus noblezas pulcras y sus injusti-cias crueles, Pardo fuélo con el avasallamientode aquella su audacia diabólica y voraz quepuso en su pluma la alta palabra revoluciona-ria y la lívida diatriba. Faltó al novelista de

Villabrava la honda virtud .del Silencio, acasoporque tuvo en sumo grado de violencia la im-pulsiva honradez del orgullo, aquel vibranteórgano que derramó sobre un alma firme y fuer-te la orquestación de todas las altiveces.

Todos sus defectos se esfuman ante la si-

lueta de su ideal justo y bueno de Verdad y deavance. Cuanto puede haber de enojoso en la

MIGUEL EDUARDO PARDO

bravura de aquel espíritu lejano de la vulgari-dad, borrado está por la bella luz de inteli-gencia y de lucha que circunda de suave glo-

ria esta figura doliente y rebelde, viril y me-lancólica, que se alzó en su propia sombrahasta imponerla talla de su esfuerzo honora-bilísimo, en la misma tierra castellana, sobre laignorancia de la aldea y la tradicción de la Pe-nínsula.

Hay un detalle íntimo en esta muerte ines-perada. Una pesadumbre incomparable velóaquellos ojos desde la ausencia de los adoradosojos que acompañaran en una profunda miradade amor la vida de Miguel Eduardo Pardo.Tras aquella española romántica y dulce áquien tributó el gladiador su más blondo epi-talamio se fué él hacia la Eternidad . anegadoslos ojos vidriosos en una esperanzanupcial

Muy hondo debió ser este golpe para el co-razón de ese gran desolado. El Azar le hirióen la quimera más generosa. Y vino abajocomo ciertos grandes árboles que hacen frenteal huracán y que sinembargo se secan inespe-radamente cuando la garra incógnita tronchael ramaje más verde.

La espiritual simpatía de Guillermo An-dreve, el Director de EL HERALDO DEL ISTMO, haquerido que sea yo el escritor de éstas líneasde homenaje á los timbres del venezolano so-bresaliente que duerme en el humilde cemen-terio de Billancourt.

Peregrinismos á esa cripta y leamos en ella—como en el libro de Smiles—una hermosa pá-gina del esfuerzo humano. In rnenaorian.

EMILIANO HERNANDEZ.

AbsintioPARA ROBERTO LEWIS. -

Están en el Hárcourt los alegres bohemios,Es noche de fiesta en que el Príncipe glauco

Dormido en cristales,Irisadosy humedos, como ojos verdosos,Chispea: es el ajenjo.

Es noche de baile : es reunión del pueblo;Hay melenas rubias, hay eburneos cuerpos,Y hay guedejas negras, que son de azabache, 'Encrespadas y lacias, indolentes melenas,Que cubren alones, muy ricos sombreros.Hay fraques raídos y cuellos grotescos,Corbatines chillones que brotan cual pétalosDe las blancas pecheras por marfilinos huecos;Y se ven rostros francos v mil rostros frescos,Cual de Abril las mañanas, y rostros sombríos,lluy tristes y entecos, con la negra tristeza.Dulas noches insomnes de los largos inviernos.

Obreritas humildes muy festivas tenemos.Con frdgancia á violetas,A violetasque en librosDe viejos archivos marchitas murieron;Cocotas venidas de barrios distantes,.De barrios muy ricos,Al orgiástico baile regias concurrieron,A oírlos romances. á oír madrigales de poetas ardientes.Y ñ darles en cambio las flores mareanms, las dulces carteros,Alegres, soñadas que al cabo ofrecieron.

Las lindas grisetas que son veleidosasY muy incitantes, que son reinadoras,Guardan en los labios la magia de un filtro,De un filtro hechicero que late en las sienes,Que crispa los nervios, que da conmociones y da

enervamientos,Algo como estrieno, algo del beleño.

Las bellas grisems de cráneos vacíos, de corazón hueco,Están en el Hárcourt con soñados bohemios.C cantan, y ríen . y sultan ; y bailan, y toman alenlo.

- La vida que escancianDoquier los bohemios,En la eterna Síbaris,

- La estancia vetusta,Allá la aprendieron.Esa planta exótica -Para todos los climas,Para todas las zonas,Al fin ofrecieron, -Con aromas extraños, .

Con frutos muy dulces,Con flores lozanas,Con verdes ramajes.Que nunca pudieron111atar inclementesLos soles de Marzo,Los largos inviernos . . . . 1

La planta no muere : ya brota en pantanos en sirtes y abrojos.En grietas y muros y crece en los buecos de las vieras

runas.Y allá en los abismos florece y perfuma, se expande á lo lejosBajo tiempos brumosos, y en los días tan tristes, cual los

(asfodelos:Y al fin la semilla se arraiga y no muere, siguiendo en

(bacante.Siguiendo en jolgorios, en noches de orgías, al fln los[bohemios.

Los nobles de estirpes, que en la vieja Síbaris de Ilustre(abolengo.

El Arte saciaron, y mundos de gloria doquier ofrecieron.Y ya tiernos poetas de crueles nostaloi s .los pobresbo-Soñando conHadas lucharon airados, subieron al [hemios,Cielo.Al Cielo que es Gloria, que siempre es aureola de nobles

[anhelos:Y sa en las alturas, icaros sin alas . del Cielo cayeron.Tiznaron el Arte . su rostro mancharonEfebos caídos, neuróticos, tristes. estragos de ajenjo.

Ya están en el fango muy tristes, sufriendoEclipse tremendo en el débil cerebro:Ya torvos desdeiian cansados . enfermos, las turbas ruidosas.Las almas dileotas. las almas ahítas tan sólo del vicioDe carne, del vicio de vino que embota el cerebro-Y al fin van marchando, presuntos ascetas,En busca de ensueños que olvidan los céntimos.Y mueren al cabo en mundos lejanos.En duras camilla¢ de los Hospitales . espectros terribles.Muy yertos y pálidos,Y curros despojos Ios cuidan los sauces llorones de invierno.En los verdes rosales de los cementerios.

¡Oh crueles destinos los de mil bohemios!La vida sibárlea que alegres buscaron en ojos de abismos,En labios ardientes de alegres grisetas en. de

nochesrojos corpifi

carnales,seda entreabiertos,

osde—Que todas sus dichas al fin consumieron,—Les dio muerte al cabo,Que heridos se vieron del Príncipe glauco . sutil, que

escanciaronEn puros cristales de alegre Bohemia,Envuelto en espumas doradas, chispeantes,El Dios de las fiestas : el lírico ajenjo.

JULIO ARJONA Q.

Concepción ArenalRELXTA y tres anos de vida intelec-

tual activa, bienhechora y fecundaforman el monumento de la esplen-

dente gloria de Doña Concepción Arenal, conrazón considerada como la primera letrada desu siglo.

El Derecho, la Sociología y la Literaturale son deudores de obras científicas que bienmerecen el calificativo de maestras en su géne-ro, como que han sido constante manantial yfoco de inspiración de verdaderas eminenciás.

Pero no es sólo el profundo saber de la es-clarecida escritora, ni su elevado criterio, ni suincansable labor literaria, su mejor ejecutoriapara perpetuar su nombre . Es, ante todo y so-bre iodo, su gran corazón, tesoro de virtudesprivadas y cívicas. de las cuales son un reflejolas producciones de su docta pluma. La mismamano que escribía el Manual riel Visitador delPobre, obra magna que mereció ser traducida ácinco idiomas extranjeros, y aquellos luminososinformes que tan brillante acogida tuvieron enlos Congresos plenitenciarios de Stocolmo, Romay San Petersburgo, escribía también La nud rdel porrenir, La mujer de su casa y La mujer e.-pañola, obras todas inspiradas por un espírituesencialmente altruísta y encaminadas á resol-ver los problemas sociales de la época.

Larga sería la enumeración de sus demáslibros, pero puede afirmarse, desde luego, queen cada uno de ellos campea la frase atildada ycorrecta, la elevación del pensamiento y labondad del corazón, y que en tod¢gse revelaque sus energías intelectuales no sirvieron ja-más otra causa que el alivio de los sufrimientosdel desgraciado y la exaltación de la mujereñ;su triple misión de hija, de esposa y de— madre. '

NIcOLás VICTORIA J.

Este juicio del señor Victoria J. acerca dedoña Concepción Arenal ha sido escrito á solici-tud del señor Licenciado don Prancisco lfañach,residente en Córdova, Republica Argentina,quién se propone publicar una obra acerca de ladistinguida escritora uallega y desea conocer laopinión que de la ¿ra literaria de esta se-ñora tienen los escritores hispano-americanos.—N . DF, LA D .

El HEraldo dEl Istmo - 179

Datos para la historia de la Independencia del Istmo, proclamada el 3 de Noviembre de 1903.

rñ RA yo Senador por elI `Lñ—1 ) Departamento de Pa-

namá al CongresoNacional de 1903, al cual re-husé asistir porque tenía com-pleta convicción de que elTratado Herrán-Hay. para laapertura del Canal, seríare-chazado y entonces no veíasino un medio—nuestra sepa-ración de Colombia—para sal-var al Istmo de la ruina á quese le conducía.

Mi resolución fué inque-brantable en este sentido, ycon tal fin . después de madu-ra meditación, con el concrn•-so y aprobación de mis hijosy yernos, á quienes convoquéal efecto. solicité una entre-vista del Capitán J . R. Beers.entonces Agente de Fletes dela Companía del Ferrocarr 1de Panamá, hombre respeta-ble de sano y claro criterio,de probidad y honorabilidadabsolutas ; le expresé que el

motivo de nuestra entrevista era manifestarlela practicabilidad de llevar á cabo la separacióndel Istmo, quedando así Panamá en aptitud decelebrar con el Gobierno Americano uu tratadoanálogo al rechazado por el Congreso Colom-biano para la apertura del Canal ; le asegu éque podíamos contar con el apoyo unánime delpaís y que y o me pondría d frente, junto conotros hombres de prestigio, sin el menor temorde fracaso ; pero que para asegurar . no el éxitodel momeut_~ que era evidente, sino la estabili-dad ele nuestra independencia- se hacia precisoque un hombre de las condiciones de él .—quecontaba con buenas conexiones en su patria,—emprendiera viaje á los Estados LTuidos parapulsar, con su habitual prudencia y discreción,la opinión allí relativamente al apoyo quepudiéramos esperar después ele hecho el mo-vimiento y proclamada la independencia ; es de-cir, que dado ese primer paso, valiéndose él depersonas de alta posición é influencia pudieraasegurase de que el Gobierno Americano noprestaría auxilio alguno á Colombia para rein-corporar el Istmo á esa República; y que por elcontrario. pudiéramos contar con la deeidic:aprotección de los Estados Unidos, en el sentüode reconocer nuestra independencia una vezpersuadido aquel Gobierno de que era un mo-viutiento unánime de los pueblos clel Istmo.

El noble Capitán Beers aceptó la delicadamisión y marchó para la Gran República endonde se valió de personas que consideró podíandarle eficaz ayuda en el sentido indicado.

Hasta aquí unicamente trabajaban conmi-go en el gigantesco proyecto, concebido á im-pulsos de la necesidad, mis hijos Ricardo Ma-nuel, Belisario y Jasé Agustín, v-mis yernos Sa-muel Lewis . Raúl Orillac y Ertresto T. Lefévre,así como también el inteligente y decidido jo-ven Codos Constantino Arosemena . cuyas ideasy patriotismo me eran bien conocidos, por locual le aso ; ié 'á nuestro plan que él aceptó to-mando la pare importante qué le correspondíaen la o§ra de úedención en que colaboró con ar-e-3r y discreción plausibles.

Formado pues nie consejo preliminar, sinestablecer reuniones formales que habrían sidoen extremo peligrosas, nosc•oumnicábamosmrosá otros cuanto ocurría ó hallábamos convenien-te, siendo el sistema acordado, el proceder cadacual á fomentar el espíritu . tan visible ya, dedéscoutento general por la grave situacióncreada con la conducta observada en Bogotápara con el Istmo en lo relativo al tratado delCanal, y hacer abrigar esperanza~ de un mejorporvenir, si se tenía paciencia y confianza encyertos hombres, que á su tiempo, tomarían beiniiiativa en lo que conviniera hacer . Tal fuép. r algun tiempo nuestra larca : fomentar

descontento y alimentar esperanzas, dándonoscon frecuencia mutua cuenta del resultado ha-lagador que nuestra labor iba produciendo;pero guardándonos de dejar traslucir maestrosverdaderos planes para evitar las indiscrecionesque pudieran destruir la obra tan cautelosa-mente emprendida.

II

Ya próximo el regreso del Capitán Beers,la mayor parte ele los Panameños parecían verclaro lo que para mí lo fué desde el principio:un porvenir tenebroso producido por el rechazodel Tratado del Canal.

Distintas personas, reiteradas veces, se meacercaron solicitando nú colaboración en el ca-mino de llevar á cabo la idea salvadora ; Peroapenas me era permitido hacerles concebir es-peranzas apara cuando se presentara el mo-mento de proceder,» sin darles á conocer sin-embargo nada de los pasos que ya yo habíaadelantado en el sentido tan deseado, por el te-mor de alguna indiscreci3n que hiciera fracasar

Excmo . Señor Doctor MANUEL AMADOR GUERRERO

en su cuna nuestro proyecto, ya en vía de más6 menos pronta ejecución.

III

tin cría, hallándome en mi oficina de Agen-te Especial de la Compailía del Ferrocarril dePanamá, donde también tenía la suya el doctorManuel Amador Guerrero, médico de la mismaempresa é íntimo amigo mío, me manifestó convehemencia su deseo de que hiciéramos lo quefuere preciso para sacudir el yugo impuesto áeste departamento por el Gobierno y Congresode Colombia, con sobra de rigor ; actitud hostilqne ya había c•ulininado con el rechazo del tra-tado del Canal . No recuerdo si las anterioresfrases fueron precisamente las empleadas porese amigo—aunque sí lo eran en su esencia .

—para persuadirme ele qne, debíamos aprovecharla propicia coyuntura que nos presentaba elgeneral descontento é indignación que existían.Entonces le manifesté que ya había anticipadoyo pasos en tal dirección y le informé en todossus detalles la misión que había llevado á NewYork al Capitán Beers.

El doctor Amador Guerrero aceptó con en-tusiasmo la participación que le correspondie-ra en la árdua tarea emprendida y agregó queyo debía ser el primer Presidente de la nuevaRepública ; generosa idea suya, sinceramente

expresada, pero que rehusé de la manera más- .categórica. En seguida él mb pregunt! si elCapitán Beers me habia escrito ó enviado algúnkalograma ,y le contesté que mis instruccionesfueron que m . carta ni aviso cablegráfico medirigiera, salvo fracaso, pues á su regreso meinformarla con detalles todo lo relativo á su im-portante misión.

1lTDe regreso de los Estados Unidos, el Capi-

tán Beers nos trajo muy satisfactorias noticiasy vino provisto de claves é instrucciones de losamigos que allá coadyuvarían á nuestros pro-pósitos una vez efectuado el movimiento, y nosdió valiosos informes de todo lo relativo á sumisión: Posteriores servicios muy importantesprestó el Capitán Beers á la causa de nuestraindependencia, á la cual debemos vincular sunombre, como merecido tributo de gratitud.

Ya iniciado el doctor Manuel Amador Guerrero, con el aumento de apreciable personal,pudimos dar más expansión á nuestros proyec-

t r,, y habiéndome manifestado él que deseabaformar parte de los comisionados .que siguie-ran á los Estados Unidos á contribuir á las ges-tiones que debían hacerse allí, convinegusto-sísimoen que él fuera uno de ellos, pues na-die mejor podría representarla Junta Patrió-tica Revoluci0uaria en aquel país, con tantomayor razón cuanto que teniendo allá á snhijo podría pretextar que iba á asuntos deamilia, lo cual araría insospechable el ver-

dadero objeto de su viaje.

V

Aún cuando mis hijos y yernos estabanal corriente de todo y eran participes de-cuanto se deliberaba y hacía, por un senti-miento de delicadeza bien fundado quisieronformar una especie de consejo de familia,separado, en que toda cuestión pertinente alasunto se planteaba y discutía, para no for-mar parte en la Junta tantos miembrosallegadas míos.

Por tal razón, únicamente aparecía-mos onstituyendo la Junta Separatista,Carlos Constantino Arosemena, lM anuel Ama-dor Guerrero y yo, y de común acuerdo re-solvimos proceder á comunicar el plan secre-to á otras personas, después de explorar elsentido en que se hallaba cada uno, paradecidir si convenía que in~ esara„en la con-juración; y así vinieron á formar en ellaen este orden: don Nicanor A. de Oba-rrio, don Ricardo Arias, don Federico

Boyd, don Tomás Arias y don Manuel EspinosaB., todos los cuales fueron entusiastas é impor-tantes colaboradores, siendo la casa de don Fe-derico Boyd el punto donde de ordinario nosreuníamos lob conjurados durante el día, y aúná altas horas de la noche, pues él, sobreponién-dose á todo temor por el peligro que pudieracorrer prestando su casa para tan arriesgadasreuniones, lo hacía con el mayor patriotismo yentereza, dignos de encomio.

Con posterioridad, á debido tiempo, fueroninformados de nuestros propósitos otras perro.nas cuya valiosa cooperación juzgamos conve-niente, entre ellas los siguientes caballeros:

DoN CaRLos A. MENDozA y DoN JuaN AN-TONIO HENRíQuEZ, con quienes conferencié ennombre de la Junta Patriótica, dándoles el en-cargo de preparar el acta de independencia ytodo otro documento necesario para r agularizarel procedimiento que en breve pondríamos enejecución, lo cual debían hacer en asocio delDOCTOR EusEDro A. MORALES, á quien ligera-mente había tratado yo sobre el particular, de-jando á su muy amigo don Federico Boyd quele explicara en sus detalles nuestro propósito.

DoN GERARDO ORTEGA, quien con patrió-tico ardor aceptó la participación que le eq-rrespondiera y me encargó que en caso de ha-llarse ausente se le avisara á la vecina Isla deTaboga donde residía su familia, para trasla-

E1 H-í r-g ldo def lstmo - 18Ó

darse aquí sin Pérdida (le tiempo para acompa-fiarnos en el movimiento.

DoN CARLos CLEn(ENT, quien prestó apee-viables é importantes servicios todo el tiempo.

DON EDUARDo YcAzA, también conjurado,quedó encargado de entenderse con el Gene-ral Domingo Díaz, vecino suyo, pues prefería-mos que nos vieran alejados de él á fin de noinfundir, por cualquier motivo; sospechas denuestra trama.

DON RAMON VALDÉs LOPEZ fué comísio-nado por el Doctor Amador Guerrero, conel beneplácito de la Junta, para marchar al

- - - interior y estar listo para cuando recibiera lanoticia de haberse efectuado el movimiento,proceder á propagar la idea de independenciaen aquellas provincias, lo cual hizo en cumpli-miento satisfactorio del programa acordado.

EL GENERAL DOMINGO Dfnz, el DoCTORCARLOS A. MENDOZA, el DOCTOR EUSEBIO A.MORALES, DON CARLOS CLEMENT, DON PEDROA. Díaz y otros hombres prestigiosos, debíanpreparar el pueblo de manera conveniente pa-ra contar con su contingénte oportunamente,y así fué que ellos cumplieron el encargo quese les dió y el General Díaz se puso á la cabe-za del pueblo el día señalado para romper loslazos que nos unían á Colombia.

Los doctores Carlos A. Mendoza y EusebioA. íMorales, formado el Gobierno Provisionalque surgió el 3 de Noviembre, colaboraron connotable inteligencia y admirable laboriosidaden los elevados puestos de ílI~ inistros de Justi-cia y Gobierno respectivamente ; y el GeneralDíaz complementó su tarea de Jefe inmediatodel entusiasta pueblo de Panamá, organizan-do un lucido ejército que él comandaba comoprimer jefe de ese cuerpo y 2e del GeneralHuertas, Comandante en Jefe de las fuerzasfiel Istmo.

COn DON PASTOR' JDIÉNEZ y DON CARLOSR- ZAORISSON V ., íntimos amigos del GeneralEsteban Huertas, no me entendí yo y creo quelo hizo el Doctor Amador Guerrero, pues am-bos prestaron muy oportunos y valiosos servi-cios desde que estuvieron al corriente de laconjuración hasta el último momento, en aqueldía, 3 de Noviembre, de ansiedades y peligros.

vI

Como era el Comandante ter Jefe de Po-licía del Departamento, Don Fernando Aran-go, sobrino mío, no quise que se enterara d-enuestros proyectos, seguro como estaba yo deque en cualquier tiempo - antes de dar el gol-pe contaría con él, pues al verme comprometi-do, su cariIIo por mí no le permitiría oponer-se. Mientras tanto, uno de nuestros compafle-ros, Don Tomás Arias . se aseguró de que elCapitán Félix Alvarez, de ese cuerpo, nos acom-patíalza con su acostumbrada decisión pornos-otros. Como consecuencia del paso dado porArias sucedió que un Teniente del cuerpo depolicía dió parte á su jefe de lo que se pre-paraba, y que ellos entendían era con su be-neplácito.

Esto facilitó mi tarea, pues inmediatamen-te me pidió el Comandante explicaciones so-bre lo que ocurría, y logré vencer sus escru-pulos, sobre todo cuando le hice comprenderque cualquier contratiempo pondría la cabeza(le los conjurados en el mayor peligro. Estasconsideraciones influyeron poderosamente ensu ánimo y cedió, síeulo desde entonces unaliado nuestro, que prestó excelentes y oportu-nos servicios, pues los Generales colombianos,de los cuales me ocuparé á su Tiempo, y to-dos los de esa nacionalidad que fueron apre-hendidos como medida prudente, se hicieroncustodiar por el cuerpo de policía, en su cuar-tel, lo cual demandó muy delicado tacto departe del Jefe y sus subalternos.

El GENERAL H. O. JeFFRIES debía se-guir á asuntos particulares á lugar algo dis-tante de esta ciudad é iniciado en nuestrosproyectos, que desde luego tuvieron su enteraaceptación, convino con Don Carlos Constanti-no Arosemena y conmigo en que si se acor-daba el movimiento para un día en que él nohubiera regresado, le enviáramos aviso porexpreso y se trasladaría aquí inmediatamente.Como, las circunstancias obligaron la anticipa-

ción del clía fijado, le envió ('nu'los Constanti-no un propio llamándole . y el braco Cieu(u.`tl

en frágil embarcación. "un eayueri ' . voló anuestro lado, no sin arrostrar los pelia •os (lelmar por motivo de la capacidad y condicio-nes de la pequeíla canoa en que aventuró snyiaje . En la maüana del 4 de Noviembre sela dió la arriesgada comisión de capturar albuque ele guerra colombiano l4rrl .r.prrrr, qne se

hallaba al Costado de DnO de. los muslles enColón guarnecido por tropas del Gobierno, locual no era sinetabargo obstáculo para el Ge-neral Jeffries, quien iltarchó al cuntplin(iettta

Señor Don ]OSE AGUSTIN ARANGO

de la comisión que sa le había encomenda(.o.acompañado de Don Héctor Valdés y dos ótres patriotas más. cuyos nombres deploro noconocer para consignarlos aquí también . Pocodespués de la llegada de Jeffries y sus compañe-ros se hacía á la mar el Crt,t(egFnn . quedando asífrustrada la peligrosa empresa, digna del bríode este Jefe. quien prestó posteriores y delica-(los servicios á nuestra causa.

vIIAl tratar de Colón debo hacer presente,

que el encargado de secundar allí el movintien-te separatista, fué Don Porfirio .Meléndez, ín-timo amigo mío; hombre valeroso y leal, áquien llamé á esta ciudad con la debida anti-cipación, y en asocio de Don Federico Boy(1, lecomunicamos todos nuestros proyetos Segtíuya me lo había anticipado él se puso entera-mente al servicio ele la empresa patrióticaque habíamos acometido, por lo cual recibiónuestras instrucciones fine cumplió, cuau .lollegó la ocasión, con todo brío y sagel •ida,lacompaüado del valeroso y leal General Ortíz.ler. Jefe de Policía (le la Provincia y 2" dela del Departamento. el cual en sa delicada si-tuación se mostró á la altura de las circuas-tancias. así como el bravo Capitán Achurra,quien deseng22ú~í papel qlt :• ue .•esit:í de entn re-

z; (, sangr.• 1'rfa y sagacidad, para no caer enpoder de be, tropas colombianas á las cualestrataba ele inspirar confianza en él y en su redu-cido piquete de soldados, que eran los que ha-bíau2 estado de guau•uic•ión en Colón . Tanto Or-tí-r. (.euro Achurra, ambos colocados en igualdifí±il posn'u•a. fuetou admirables en su con-ducta lOSa y decidida.

Sl seilor Don Orondaste Alartínez y el se-nos Dau J- E. Lefevre, también dieron eficazy muy inteua( ayuda al senor Porfirio Melén-der, .

Varias otras l :ersonas cumplieron su deberal ;í como buenospatriotas ; pe-

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ro yO uo conozco sits nombres.

VIII

Queló c:mvenido que alviaje que debía emprender áEstados Unidos el Doctor Ma-nuel Amador Guerrero, le a-compafiaría Don Ricardo Arias,quien por tener en Californiaparte de su familia podía pre-textar, sin llamar la atención,que iba á visitarlos por la víaale Nueva York; pero ya en lospreparativos de marcha tuvoDon Ricardo que (resistir pormotivo de asuntos particula-res que no le permitían por elmomento su separación de es-ta ciuda<L

A í fué como el DoctorAmador Guerrero siguió soloy ran amplias instrucciones fie

ia Junta, Separatista . que yacontaba con personal menosreducido que el que la compo-nía oI•lginarlalnente, p o r q u ehabían ingresado en ella laspersonas que dejo menciona-das (•unto aceptadas en la con-juración: Don Federico Boyd,lion .+icanor A- de Obarrio,Don Ricardo Arias . Don Te-más Arias y don Manuel Espi-nosa B.

La misión que llevó Ama-dor Guerrero á Estados Uni-rlos no en,ontró al principiodificultad alguna, pues él inicióentrevistas con la respetablepersona que por conducto delCapitán Beers había abiertoel camino á nuestras esperan-

___ zas y estimulado así el envíode un representante (le la Jun-ta, ele manera que las primerasnoticias quede éste nos llegaron

fueron muy satisfactorias ; pero luego sobrevi-u.2 un desa acado é inesperado incidente queocasionó, por el momento, desaliento en Ama-dor Guerrero, quien por tal motivo nos enviókzlograma conlapalabra : "J~xu¡ .yr.¡„rrd" (des-

Señor Don PORFIRIO MELÉNDEZ

EI HEraldo del Istmo - 181

anfi nulo) y después de varios pasos infructno-sos, nos avisó su próxima salida para acá, lacual detuvimos, pidiéndole que permanecieraallá y escribiera detalles.

El desagradable incidente á que dejo hecha referencia. provino de que, segun parece.un simpatizador (le la ¡(lea separatista, que sinembargo ignoraba nuestros planes, acasode la mejor buena fé pero indiscretamen-te manifestó al Ministro colombiano señorHerrán que la separación del Lstmo eraun hecho inevitable y quizás otras co-sas dijo que infundieron gran alarma su elMinistro. quien juzgó que debían existir sínto-mas muy graves que iudicaban la proximidadde ese acontecimiento_

Bajo esta impresión. el Ministro Herrán sedirigió á alto empleado de la Compañía delCanal en \ueva York, y creo que también ála Dirección de la Compañía en París, impu-táudoles cierta responsabilidad en los aconte-cimientos que se. cumplieran, lo cual de talmiro influyó desfavorablemente en el ánimodel respetable caballero con quien nuestro re-pre;entaute se entendía que le eludió desdeentonces en diferentes ocasiones y se operóen su conducta un cambio notable, penosa-mente observado por rimador Gnerrero, y só-lo explicado cuando más tarde me significónuestro amigo de \orto América que fué laindiscreción que dejo expuesta lo que inspiróen él gran temor• pues no conociendo á nues-tro comisionado- presumió que podía ser iudis-creto y comprometer su nombre en una aven-tura de dudoso éxito.

Perjudicial fué para nuestra cansa elcontra-tiempo experimentado por Amador (inerrero,quien se vió obligado á decidir su viaje para unafecha determinada, si no lograba mientras tan-to :iig1) inesperado : pero en el intervalo reci-bió allí indicación de un buen amigo de Pana-má. Don Joshua Lindo, de la firma comercialPiza Nephetvs Co., de que el señor Buneau Va-rilla. hospedado en el Hotel Waldorf Astoria,estaba muy bien dispuesto en favor deltra-todo del canal y que podría hacer mucho pornosotros, etc., etc.

Entonces• reanimado Amador Guerrero . setrasladó sin demora al referido Hotel ; pero sehallaba ausente el señor Bunau Varilla, conquien por fin se avistó, y después de variasentrevistas acordaron el plan que debían a-doptar y que ciaría por resultado )a satisfae-ción de nuestro anhelo. Recobrada ya la tran-quilidad de nuestro agente, nos dió por cablela palabra

(esperanzas).La indiscreción de alguien, hizo públicos

aquí los kalogramas : "disapin,iohsl " (desaui-

. Capitán J. B . BEERS

orado) y "Loy,x^ (esperanzas) y en. tal situa-

ción. gae .podia traer graves consecuencias

para nosotros los conjurados y para la empre-sa acometida, por motivo de esas indiscrecionesque no podíamos evitar, le cablegrafié, con a-cuerdo demis compañeros, que gn lo sucesivotodo aviso por alambre y sus cartas, vinieranpor conducto del Capitán Beers, pues era pe-ligroso continuarlos como hasta entonces.

Procedió de acuerdo con estas instruccio-nes y tuvimos ya la seguridad de que sólo losconjurados estaríamos al corriente de los suce-sos que se cumplieran .

IX

Algún tiempo después riel regreso del Ca-pitán Beers dí en su obsequio un almuerzo en"La Pradera", casa de campo de mi familia,é invité á varios amigos que no estaban al co-rriente de la misión que aquél caballero llevóá los Estados Unidos. pero todos simpati-zaban con cualquier plan que favoreciera laIndependencia del Istmo.

Entre estos caballeros se hallaba el señorH. G. Prescott, Superintendente de la Compa-ñía del Ferrocarril, quién sí conocía nuestroproyecto y fué poderoso auxiliar para su reali-zación.

Los discursos de sobremesa, en aquel memo-rable almuerzo, revelaron que había resolucióninquebrantable de llevar á cabo ácosta de gran-des sacrificios, si era preciso, un tratado quenos asegurara la apertura del canal Istmico;y lenguaje muy significativo empleó el gallardomarino—Capitán Beers—tan entusiasta cuan-do se trataba de la prosperidad de este país, alcual se hallaba ligado por vínculos de amistadmuy sincera y estrecha con muchos Panameños.

El doctor Manuel Amador Guerrero no es-taba con nosotros ese día en que tributábamosdébil prueba de cariño al Capitán J. R. Beers,por hallarse ausente en los Estados Unidos encumplimiento de la misión que le habíamosencomendado.

El emprendió su regreso de la gran Repú-blica, para Panamá, después de dejar encargadode las gestiones conducentes á nuestro objeto alseñor Bunan Varilla, quien con tan buena vo-luntad como inteligencia y consagración con-tribuyó con la necesaria labor para ver corona-do el éxito de nuestros comunes esfuerzos; ymucho debemos los PanameIIos á este hombrede raras condiciones de sagacidad y talento,cuyo nombre también está indisolublementeunido á nuestra independencia, á la cual de-dicó todos sus anhelos.

Antes de embarcarse en New York elDoctor Amador Guerrero, en viaje para acá,ya completamente satisfecho de la situación,nos escribió que tomáramos una copa de ebam-paiia en su nombre y que ninguno fuera á re-cibirle á la estación del ferrocarril á su llega-da.

Creí conveniente, con el acuerdo del Ca-pitán Beers, poner al corriente de muestrosplanes al Coronel J . R. Shaler, Superintenden-te General de nuestra Compañía P. R. R. y alefecto una ocasión en que ambos se hallabanen mi oficina supliqué al expresado Coronelque se acercara á mi escritorio y le expliquécuanto ocurría y lo que meditábamos hacer.El me manifestó que consideraba esta ocasióncomo la más propicia y que debía aprovecharse.De mucho nos sirvió su simpatía por el movi-miento separatista, pues fueron muy valiosossus servicios, y entre otras cosas, ocurrió la ne-cesidad de doscientas toneladas de carbón quela Comandancia General, por conducto del Go-bernador primero, y después directamente, solicitó de la Panamá Railroad Co., con tenazexigencia, para proveer de combustible, á losbuques de guerra nacionales 1'atlilln y Bogotá,con el fínde que fueran á traer tropas quedecían tener listas en Buenaventura.

Como ese habría sido golpe rudo, tal vezdecisivo contra el movimiento separatista, ma-nifesté al Coronel Shaler lo fatal que seríapara nuestro plan y su consiguiente éxitoque se suministrara el carbón pedido- él enton-ces me consultó sobre el medio dEcá de eva-dir la entrega, cuando era costumbre hacerlo,y le sugerí, como único medio posible, entre-

tener de día en día, diciendo que todo elcarbón estaba en Colón—á pesar de tener enel depósito de Panamá gran cantidad—y que

Coronel J . R. SHALER

el que bahía aqui estaba ya entregado á variasCompañías de navegación.

Me autorizó pues, el Superintendente paraque tomara á mi cargo el asunto ,y procedie-ra según mi criterio. Así fué como esquivélas constantes apremiantes exigencias de laComandancia General Militar y del Gobernador,'quien me dirigía. esquelas en que me manifes-taba la urgencia de abastecer las naves paraque siguieran á traer las tropas caucanas queestaban listas.

Al General Varón, Comandante del buquede guerra Padilla, le, hablé en . más de una oca-sión, con cierta-reticeneix- .Tar-,no , descu-brirlo que fraguábamos; :. pero con suficien-te claridad parle explorar su situación deespíritu, y le hallé perfectamente dispttest+j áacompasarnos en malquiera emergencia, v a-rrostrar los neli`ros á que hubiern. luz-r 11^ ,do el caso. - En fin, comprendí bien riñe él esta-ba identificado con nosotros en ideas. El Doc-tor Aviador Guerrero le trató con más claridad Sobre maestros propósitos y nos e avisó queel Padilla. podia recibir carbón . En consecuen-cia, hablé por teléfono con mi superior, Coro-nel Shaler, quien dejó á mi cargo el asunto,por lo cual se principió á suministrar el ar-tículo á esa nave, ofreciendo hacer otro tantocon el Bogotú, por lejos que estuviera de mimente cumplir tal ofrecimiento, y me comuni-qué nuevamente 'con el Superintendente paraindicarle, que en el caso de que el Gobierno,no hallándose satisfecho con las demoras queyo le hacía sufrir, se dirigiera á él directa-mente sobre el particular, manifestara que eseramo estaba completamente á mi cargo ; y asíela en verdad, pues siempre me había yo en-tendido con los suministros de la Compañía alGobierno.

XI

Después del regreso del doctor AmadorGuerrero de los Estados Unidos, tomó gran. em-peño en la realización del movimiento, á cuyofin trabajó con entusiasmo y constancia

Comprendiendo pues que era preciso apre-surar nuestros preparativos, para poder saberlos elementos conque con toda seguridad con-tábamos, busqué una ocasión para tratar alGeneral Huertas, Jefe de las tropas que guar-necían la Plaza y otros puntos del Departa-mento, sobre la situación casi desesperante enque nos hallábamos por la manera cruel conquese nos trataba; y como ya se decía, de manerapersistente, que él seria sustituido en el mandodel Batallón que estaba bajo sus órdenes, lepreganté cómo pensaba él de todo esto, siendo

El Heraldo dEl Istmo .l82

su respuesta : que en el puesto que ocupaba 6separado de'allí, siempre estarla con nosotros,pues era Panameño de corazón ; entonces mani-festé que aáí lo había yo creído y me complacíaen ver confirmada mi ventajosa opinión res-pecto de su Panameñismo ; pero que no deseá-bamos verlo separado del mando de•su batallón,donde prestaría valiosos servicios al país, etc.Después de esta, ligera entrevista comprendíque el bizarro General noblemente correspon-dería á la confianza que en él depositáramos,Pues los larg5s 'años de su residencia en contac-toicou nosotros nos habia captado su conside-ra6ión y cariño.

DS cuenta de este incidente á mis compañe-ros de Junta y el doctor Manuel Amador Gue-rrero que tenía muy buenas relaciones de amis-tad y gran confianza con el General, entreotros motivos porque fué por . mucho tiempomédico del batallón, - le abordó la cuestión conentera franqueza y nos comunicó que podíamoscontar con la decidida cooperación del GeneralHuertas y sus fuerzas, y que debíamos acordarresueltamente todo lo necesario para la ejecu-ción del movimiento de separación y proclama-ciíu de la independencia.

Desde su regreso de I~Teiv York el doctorAmador Guerrero tomó á su cargo lo relativo ála ejecución del movimiento, aún cuando proce-diendo en todo de acuerdo con los que formába-mos la Junta Separatista, y fué así como él seentendía definitivamente con las personas quedebían ser factor indispensable para el buenéxito de la empresa.

Fijada la fecha del movimiento fué variadamás de una vez, por circunstancias que así loexigían, hasta quedar convenido que se efec-tuarla eldía4 de Noviembre ; pero sucedió queal amane3er del día 3 nos sorprendió la noticiadel arribo á Colón de los jefes del ejército co-lombiano, Generales Tovar, Amaya y otros ofi-ciales de Estado Mayor y cerca de quinientossoldados venidos en el vapor de guerra nacional(ia•Inq.oa y en el vapor AL•.rmrdre Bixio de em-presa marítima particular, con propósitos queno admitían duda.

Grande fué el desaliento que produjo, enunos más en otros menos, este inesperadoacontecimiento, y en justicia hago constar. queel tinca fiado de dirigir• la ejecución del plan,doctor D~anuel Amador Guerrero, aunque un-presionado también por la uiiiuoiv como secomplicaba la situación, no vaciló y por el con-trario procuraba inspirar á todos confianza enel éxito• por más que él no pudiera tenerlacompleta, y trataba de levantar les espíritusnotablemente abatidos.

Estos instantes fueron los más valiosos dela participación del doctor Amador Guerrero enel movimiento separatista llevado á cabo el me-morable 3 de Noviembre de 1903.

Tan nublado veíamos todos el horizonte denuestras esperanzas, que recuerdo que á las dosde la tarde de ese día, palpando yo el desalientoque era tan visible en los conjurados, y que yomismo sentía, envió á mi hijo Belisario á deciral doctor Arador Guerrero, que tenía funda-mento para sospechar gire nos abandonaríanmuchos; pero que yo y mi referido hijo—queiba de mensajero—le acompañaríamos y juntoscorreríamos la misma suerte.

No halló mi mensajero en su casa á aquelcaballero, y fué á buscarle á la casa de donCarlos R. Zachrisson cerca del cuartel, donde sehallaba con don Pastor Jiménez, allí le hizosaber mi resolución, indicándole que yo estaríaen el Parque de la Catedral pues se habíafijado las cinco de la tarde para dar el golpe,que principiaria con la prisión de los Generalesque, debido á la sagacidad y diplomacia del Co-ronel Shaler, Superintendente General del Fe-rrocarril, se habían trasladado de Colón á Pa-namá; en la confianza de que los 500 hombresdel ejército nacional que dejaban en aquellaciudad, vendrían unas horas después en trenespecial. Esas fuerzas quedaron á cargo delCoronel Jefe de ellas y no pudieron obtenerque se les proporcionara ese (lía . el ofrecido trenpara venir•.

-

En aquellos momentos en que mi hijo ha-blaba con el Doctor Amador, pasaba del Cuar-tel el General Huertas con un Ayudalite y tu-vieron una entrevista en la cual por indio aniónde este General fué convenido pospones• la pri-sión de los Jefes Colombianos pata las o :lro dela noche, llora en que se les daría una retretaespecial frente á la Comandancia Gener ~•d don-de ellos se hallaban alejarlos.

Amador Guerrero le indicó á nri hijo queme hiciera saber el cambio de hora y lugar. yque yo le advirtiera al GenOrel Domingo Díazquien se hallaba al frente del pueblo en ht Pla-za de Santa Ana. Así lo hice : pero este vale-roso Jefe me contestó par conducto de sr her-mano don Pedro Díaz—hmribre que dernos-trando su proverbial valor estaba admirable-mente sereno y resuelto—que ole ninguna rna-nera debía posponerse el golpe y que él marcha-ba al frente del pueblo para el cuartel.

En esta crítica situación y habiéndose idoel (lector Amador Gucr.ero p:uu su casa en 1 :,confianza de que el movimiento quedaba apla-zado para la noche, visitanvn, por sea uda vezen ese dia, el cuartel los Generales Tovar . Ama-ya, Caicedo Albán, etc-, junto con el GeneralCastro, Jefe de la Plaza.

Con gran perspicacia el General Huertasse hizo cargo de su difícil posición ; com-prendió que á pesar de la aparente afabili-dad de los Jefes, sus superiores, se deseucacle-

naba sobre su cabeza tremenda tempestad yque sólo le quedaban instantes contados. En-tonces, con un arranque de sublime heroísmo,resolvió dar fin á tan audaz como peligrosa em-presa y aún cuando no había hecho partícipe desu plan sino á dos ó tres de sus oficiales, ordenóal bravo Capitán Marcos A . Salazar que se pu-siera al frente de una escolta de treinta hom-bres é intima a prisión á los Generales ya men-cionados, lo cual fué ejecutado con arrojo fni-perturbabie, en presencia del mismo GeneralHuertas, quien á la vez observaba su ejército.en el cual no notó el menor síntoma de defec-ción ni el menor descontento, tal era el respetoy el cariIIo que él les inspiraba.

Consumada la. prisión de aquellos Jefesmarcharon para el Cuartel de Policía. escolt dopor el mismo p i quete de tropa, al cual se unióparte del pueblo. y también algunos de nos-otros seguimos del Parque de la Catedral donde

nos hallábamos y donde -vo acababa ele recibigr

el aviso del General Domingo Díaz . anunciando

su inmediata marcHa hacia el Cuartel,F.n la miSma tarde del :3, el'Comandante An-

tonio A- valdésaprehendió al Gobernador Obal-

dia . á quien tomé Ami cargo antes de que fue-ra conducido al ('arte] de Policía v acompafIa-do del Comandante valdés p del Coronel JoséAfnrstfu Arango J. llevé ese alto funcionario Abc cana ele nuestro mutuo amigo doctor Amador(7nerrcro, donde lo dejé em cxdidad de prisione-ro vencargaré de sn castodia á los Jefes Arangov Vxtd bs.•

XIH

Nadie ignora que el Coronel Totres y el batallón nacional que élcomandaba se reembarcaron el (lía5 con dirección á la costa colombia- na, debido á esfuerzos muy apre-

ciables hechos en Colón . que norela-to porque considero que podrán ha-cerlo con más propiedad otras per-

sonas que conozcan en todos sus detalles e szimportante acontecimiento.

No puedo, sinembargo, presefndir—al tratar•de ese notable hecho—ole mencionar la partici-pación que en al ggunos incidentes relacionadoscon aquellas fuerzas y los Generales colombia-nos tavieron ciertas personas á quienes me re-feriré en seguida.

Digna de reconocimiento, por parte de losPanameños, fué la conducta del insigne CoronelJ. R,'Shaler, desole que tuvo conocimiento delos pasos que dábamos para asegurar nuestraiudepemlencia : y cada día nos fueron inás úti-les sus importantes servicios- que tenía la habi-lidad de combinarlos con elcumplimiento desus deberes oficiales . sin comprometer los inte-reses que en el Istmo representaba pues. , por elcontrario, demostró en todos sus actos fide erasir propósito protejerlos en cuanto de él depen-

Señor Don H. G. PRESCOTT

(11) .110 A las ocho de la noche del 3 . astmrió elmando del buque de guerra /t•,q„/ó sn contadorMauurl 3,lartínez. quien por nota ofiJal noE.fir4 ai Comandant•- de Policía que si dentrode dos lloras no ponía en libertad á los (reme-rales presos bonibardearía la ciudad. Talinti-mación recibió mere--ido desdén . y el B1,.v,t,t e.r<suup)imient1) de la amenaza hecha principióel camone› 0ne fué contestado por nuestrabatería de Las Bóvedas, obligándole á retirar-se á todo vapor.

No se sabía el rrrrrrbo que el /Gn ; .,nF haBíatornado : pero se lracía precísso enviar• á algunapersona de entera confianza . de inteligencia yresolución que artostrara el probable peligro oleeme•ontrarse con la nave enemiga. c•ou el fin

de llevar una orden del GeneralHuertas al segundo Jefe CoronelPasccín . quien se hallaba por lasprovincias clel interior con parte riel--sbatallón é ignorando lo ocum'lo p : .-

~ .'5 día ser sorprendido por el K„y,t,f y;5 obligado por algún ardid á emular

r,.""

carie allí.*'

Ese patriota resuelto que se ue-'. cesitaba para dar cumplimiento á la

+,

comisión ya expresada. arriesgan-tdo su vida eu holocausto de la Pa-tria- se halló y lo fué Don AntonioBmgos, quién en una lancha de g..-

- Bolina omprendió viaje á llora avau-zada de la misma noche del 3 deNoviembre con rumbo á Pesc;a•le-tías y siguió después hasta la pro-

, vincia de Los Santos . En el puertodel taller se unieron al señor Burgoscuatro personas- una de ellas fué el

señor Rubén Villamil y la•nruto noconocer los nombres •de los otrostres para darlos aquí.

Consigno este hecho porque eshazaña digna de mención la delvaleroso Antonio Burgos y sr5 con -parieros . Muchosotros servicios tan,-bién prest4 el señor Burgos en suoportunidad á la causa de nuestraindependencia .

XlV

El HEraldo dEl Istmo - 182

diera, evitando los combates que parecían in-minentes en Colón 6 en el trayecto de la líneaférrea, entre las fuerzas PanameflRS y las veni-das de Colombia, ya porque nos viéremos obli-gados á conducir nuestras tropas á aquella ciu-dad 6 que tuviéramos que hacernos fuertes endeterminados puntos para atacar las fuerzasenemigas, si emprendían viaje para Panamá,como lo Intentaron.

Tuvo, pues, gran participación el Superin-tendente general, de quien dejo hecha referen-cia, en el reembarco del Coronel Torres y suejército y bien merece nuestra gratitud por tanoportunos favores.

No menos valiosos fueron los servicios delnotable Norte Americano señor H. G. Prescott,segundo Superintendente de dicha Empresa, áquien ligan lazos estrechos con los Panameños,pues aquí ha fundado su hogar contrayendo,desde muchos años atrás, matrimonio con dis-tinguida señora de este país.

El señor Prescott, por acuerdo con su su-perior Coronel Shaler, se trasladó de Colón áesta ciudad, donde permaneció desde que sepresentaron las fuerzas colombianas allí, y auncon anterioridad estaba en constante comunica-ción con nosotros desde aquella ciudad. Sinsepararse sino breves instantes del teléfono,trasmitía desde aquí nuestras instlmeciones dela manera privada que las circunstancias . loexigían y á la vez nos mantenían al corrientede cuanto ocurría allá . Además; se ofreciópara ir en el tren especial en que debíamos en-viar á los Generales prisioneros, llevando él unaparato telegráfico que conectaría con los alam-bres de diferentes puntos de la línea para ase-gurarse, antes de llegar á Colón, de que lasfuerzas nacionales estaban ya ábordo del vaporqua debía conducirlas á puerto colombiano,circunstancia que era indispensable antes de lallegada á Colón de los Generales. Este y mu-chos otros servicios valiosísimos recibimos del

seílor Prescott, con quien tenemos contraídalos Panamellos deuda de inmensa gratitud.

La escolta militar designada para conducirá Colón á los Generales prisioneros, y que conéllos se embarcó en esta estación en el tren es-pecial destinado al objeto, la comandaba el Co-ronel Guillermo Andreve, quien por la comple-ta confianza que en 61 tenían los patriotas, asícomo por sus servicios en pro de la indepen-dencia, desempetaba el puesto de ler . Ayudan-te del bizarro General Domingo Díaz. -

La escolta en referencia la componían jó-venes escogidos por su decisión y patriotismo ydispuestos á cumplir su deber, cualesquiera, quefueran las contingencias que surgieran de ladelicada comisión que se les confiaba . Sus nom-bres serán conocidos, probablemente, cuandolos suministre y publique el Coronel Andreve,á quien excito á hacerlo así.

%V

Rotos de hecho, el 3 de Noviembre de 1903,los vínculos que unían al Istmo con Colombia,por el desconocimiento en ese día de las auto-ridades civiles y militares nacionales, se proce-dió á regularizar tan trascendental aconteci-miento, proclamando en forma regular nuestraseparación de aquella República ; acto que tuvolugar á las cuatro de la tarde del dia cuatro,en en el Parque de la Catedral, con la lecturapor el Honorable Concejo Municipal de Pana-má, ante numeroso concurso y en medio deaclamaciones de júbilo, del Acta de Indepen-dencia que fué firmada allí por ese respeta-ble Onerpo, el cual con enérgica decisión asu-mió, desde que se efectuó el movimiento, lasfunciones gubernamentales que habíamos arre-batado á las autoridades colombianas.

%VIDel dominio público son los hechos que

desde ese dia se cumplieron y sabido es que eltriunvirato nombrado allí para ejercer las fun-

ciones de Junta de Gobierno Provisional, dióprincipio á sus árduas tareas con la colaboracióninmediata de un Consejo de Gobierno compues-to de hombres de luces y todos bien intenciona-dos, de manera que sus actos si no alcanzaron laperfección, por lo menos demostraronfirme re-solución de los Triunviros y sus colaboradores,de proceder del modo más correcto que fuere po-sible .

Al hacer esta publicación queda cum-plirlo mi propósito de abrir el camIno para queotros de mIs compaIIeros en la pasada labor, 6aquellos que más tarde también tomaron parteen los sucesos que se cumplieron con anteriori-dad y posterioridad al glorioso 3 de Noviembrede 1903, suministren detalles que haya omitido6 reseIIen cicunstancias que haya pasadoinadvertidas, contribuyendo ellos así á facilitarla tarea del Historiador.

Los datos aqui consignados y que protestoson de todo punto exactos, pues en nada seapartan de la más extricta verdad, respecto delos hechos ocurridos, desde que hubo la idea deindependencia hasta que esta se realizó, po-drán servir para escribir la historia del memo-rable acontecimiento que la posteridad juzga-rá, haciendo á sus autores la justicia que me-rezcan y teniendo en cuenta que ni una gotade sangre se vertió, ni una mancha de desho-nor empa.11ó á ninguno de los que intervinieronen tan colosal empresa, que mereció el apoyounánime de nuestro pueblo culto y denodado, elcual, sin reservas y lleno del más vivo entu-siasmo, abrazó esa causa que significó para élJusticia, Paz y Libertad.

¡Que los descendientes de los fundadoresde la República aguarden tranquilos el fallodel historiador!

Panamá, 28 de Noviembre de 1905.

~osé ,/79ccstin 37~ajz9o.

VIDA SOCIAL

,,MATRIMONIO PRESCOTT-OSSA,,,

El sábado dos del mesen curso, en la capilla epis-copalrecibieroniabendiciónnupcial de manos del Dus-trísimo se$or Obispo- Jun-guito nuestra bella y distin-guida amiga señorita Ma-ria Emilia Ossa, hija delapreciable literato don Je-rónimo Ossa, consul gene-ral de Chile, y el caballero-so joven norteamericanodon Ricardo Decker Pres-Cott.

A la ceremonia, apadri -nada por el E~lo. senorPresidente de la Republicay la señora deAmadorGue-rrero, concurrió lo mas dis-tinguido de nuestra cultasociedad, que fue luego ob-sequiado por los padres dela desposada en los salonesdel Club Internacional consobra de generosidad y debuen gusto.

La joven parejaes acre-edora á todas nuestras sim-patías, y para ella son todosnuestros buenos deseos deeterna felicidad y de nointerrumpida dicha conyu-gal.

RICARDO DECKER PRESCOttMARIA EMILIA OSSA

EI H e- raldo drat Istmo . 184

Medalla antigua

Fiesta de los Niños

COMPLACIDOS además nos hallamos por

la acogida favorable que ha alcanzadonuestro proyecto de obsequiar á los m-

ños - pobres de las escuelas publicas de esta capi-tal con juguetes el día 24 del mes actual . Comopodrá juzgarse viendo las listas de personas quehan contribu_fdo hasta hoy, todo lo más notablede la capital ha cooperado en nuestros propósi-tos. Cierto es que hemos encontrado algunosespíritus ruines y una que otra bolsa cerrada ánuestra llamamiento, pero son los menos y enverdad no merecen ni los honores del recuerdo.Podremos, pues, llevar á cabo nuestra Fiesta delos itxños, que se celebrará en el Parque de laCatedral el 24, de cuatro de la tarde en adelante.Repartiremos cuatro mil juguetes más ó menosentre un numero correspondiente de niños, áquienes la suerte designará el juguete que debetocarles con el fin de evitar toda preferencia.El señor Secretario de Gobierno y RelacionesExteriores, General de la Guardia, nos ha ofre-cido que la Banda Republicana amenizará másel acto con escogidas piezas de su vasto reperto-rio, y para que la fiesta revista mayor solemni-dad y encanto, un grupo gentil de sefioritas, ásolicitud nuestra, se hará cargó del reparto delos juguetes . Son estas señoritas, generosas yespirituales, Marina Ucrós, Margarita Aroseme-na, Clotilde Dutary, Manuela Arosemena, (—r1ó <ta Preciado, Eugenia María Díaz, Elisa María,Espinosa, Mercedes María Jiménez, AngelaPatterson, Laura Boyd, Ramona Emilia Lefévre,.Carmen Schhber, Gladys Brandon, Isabel Victo-ria Arosemena, May Morrice y Angelina de laOssa. Bastaría tan solo para nuestra satisfac-ción personal y para el éxito de la fiesta, laparticipación que en ella tomarán las señoritasmencionadas . Confiamos, pues, en el buen suce-so de nuestra obra en la cual hemos tenido coo-peradores de importancia como el señor Secreta-rio de Gobierno y Relaciones Exteriores, el señorSecretario de Instrucción Publica, Don NatalioEhrman, Don Samuel Lewis y otros más, sin ol-vidar á nuestro Alcalde de la Ossa que ha estadocon nosotros por completo en la realización-denuestro propósito .

'No terminaremos sin hacer una incitación ge-

neral á todos los habitantes de la capital paraque. concurran á este acto nunca visto induda-blemente en la Republica; invitación que hace-mos extensiva á la muy apreciable prensa local,que en esta vez, 'que no es la primera por cierto,ha permanecido sorda y muda para nosotros.

TERCERA LISTA Di,' PERSONAS QUE H:1 S'1'A LA

FECHA SE HAN SUSCRrro cARA LA ••rf l:S'1 ' .\DE LoS NI .C'OS ."

Honorable Charles E. Magoon $ 20La Estrella de Panamá loLotería de Panamá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Don José G. Duque •~General B . Correoso +iDon C. C. Mallet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •iDoctor Víctor R. Cárdenas 5Don Aquilino de la GuardiaSeñor Cónsul de MéxicoDon 14felchor Lasso de la VegaDon Raul J . Calvo aDon Gaspar Arauz 0Franck 1111rich & CoDon Carlos W. Miller '-Don Francisco \Lata "Mr. Reed -_'Mr . Víctor S. Jackson 2Mr. S . HumberDoctor Santos J . Aguilera -'Doctor Pedro de Obarrio 2Doctor Alfonso PreciadoDoctor Augusto S. Boyd "Doctor D. R. OduberDoctor M. E. Velásquez "Doctor J. E . CalvoDon Alberto de Obarrio "Don Juan D. Arosemena 2Don José D. Solís 2Don Napoleón Caselli 2. . . . . . . . . . . . . . . . . ..Mr. Wood 2Don Juan Navarro 2Don Ricardo Miró . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2Don Víctor M. Alvarado 2Mr. Sands 2Doctor Carlos A. Mendoza 2. . . . . . . . . . . . ..Don Arturo Amador García : 2Don Juan Antonio Tarté 2. . . . . . . . . . . . . ..Don1laúl Anguizola sMr. O. G. ;• IcLean 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Don Francisco B . VidaL 1 .50Doctor J . B. Calvo 1Don Enrique Delgado 1.Don Octavio de Daza 1Don José Angel Rivera 1Don Pedro López P 1Don Tomás Hassán 1Don Eduardo Pérez 1Don Antonio Navarro 1Don Enrique Hurtado 1Don Alejandro Meléndez 1Don José 011er : 1

' Don Mariano Sosa 1Don Ambrosio Baldeolivar 1Doctor Juan Vásquez G 1Don Joaquín Tobías Urriola 1

- Don Roberto Lasso de la Vega 1Don Alcibíades Arosemena 1Don Ricardo Romero 1Don Ricardo Rebolledo 1Dón Sebastián Villalaz 1Dón Manuel Ramírez Márquez 1Don S. L . Toledano 1Don Luís A. de Roux 0 .50Doff José A. Escudero 0 .20

Suma de ahora .- .c : $ 154 .20Suma de la 2 .4 lista 442 .00

Total „ ~ . . 8596.20NOTA.-Suplicamos á las personas que han

sujerito alguna suma y que aun no la han cu-ba rto se sirvan hacerlo á la mayor brevedad.

Notasmee[ colega

i Emiliano Hernández. joven y aplaudido lite-rato de la Patria de Bolivar, poeta exquisito quecincela sus rimas con arte encantador . periodistade'prosa brillante por el estilo y fecunda por laerudición, se eúcuentra entre nosotros—de pasopara Lima—desde hace ya algunos días y nos esgrato saludarlo.

Hoy publica EL HERALDO DEL ISTMO un ar-tículo del compañero sobre la personalidad inte-lectual de don Miguel Eduardo Pardo y próxima-mente en esta misma Revista se insertará unjuicio crítico sobre los publicistas venezolanos,trábajos con los cuales ha querido favorecernosel ilustrado compañero.

-- Que las brisas del Ancón sean favorables al

colega y que sus triunfos, siempre en escala as-cendente, lo lleven al pináculo de la glorial . . . .

ipésainecon pena s¡u cera re-gistranros la muertede

la simpática criatoro Ew,13¿A \IARfA, hija dedon Guillermo F,hrman ocurrida el Primer díadel

}'ar rsi los padre, -buenos amigos de EL HE.¿¿A [,uu >lo,, lS•rMO y demás deudos, nuestrasfraecs (le condOlencia .

Zu iReroírPara Lima siguió viaje días atrás nuestro

amigo dOn i,¡oo -Ni . de León, talento bien cultiva:do v periodista notable, á quien placentero nosrs<l cscar toda clase de felicidades . Va de Leónen busca de cimpo más extenso en que poderejercitar sus aptitudes v poder dedicarse de llenoal periodivuo y al profesorado . Desempeñaráademás en la bella ciudad .suriana los cargos de -corresponsal r agente de esta Revista, que semente gozosa de habzr confiado su representa-ción en aquella tierra á persona que sabrá hon-rarla r darla á conocer ventajosamente.

lRupcía[El sáhado 115 del actual tendrá lugar en la

llanta Iglesia Catedral, la unión en matrimoniodel señor don Car los W. Muller . caballero cum-plido. con la espiritual é ilustrada señorita Ma-ría de la Espriella.

Para la festividad—que promete ser una delas más exquisitas- hemos sido galantemente in-vitados y de ella nos ocuparemos en nuestropróximo numero .

linfornlacíónPor exceso de material dejamos- de publicar

en este numero los siguientes artículos : -LosPxeudox, de Emiliano Hernández : Exótico,de Cayl) ,1• Lil„-os \-uerox, del Director de esta Revista,á los cuales daremos cabida de preferencia enel próximo, junto con unas vistas de las fiestasde Noviembre .

7lduevo bogarEn Pesé, provincia de Los santos unieron

sus destinos con el lazo matrimonial el inteligen-te amigo nuestro don Demetrio Quintero C.,Inspector de Instrucción Publica en la Provinciay la bella y virtuosa señorita Judith Copley, áquienes F,L HERALDO DEL ISTMo se complace enfelicitar sinceramente . deseando que - el-angel -de la Dicha sea custodio siempre del nuevohogar que hoy forman .

MinlfnistraciónLo, señores suscritores que tienen cuentas

pendientes con la Administración de esta Revis-ta se servirán cancelarlas antes del año próximo,pues hemos resuelto retirar el envío de ella . einexcepción, á los que así no lo verificaren.

El "Almanaque Istmeño . Ilustrado"PARA 1906,

en preparación, se dará á la venta en laúltima quincena de Diciembre próximo.Formará esta importante publicación decerca de 130 páginas un bonito tomo detamaño 81 por 6 pulgadas, con cubierta encolores ti una profusión de grabados inte-resantes . La tirada será de DOs MIL QUI-NIENTOS EJEMPLARES SOLANIENTE y lleva-rá páginas de avisos, los que admite á losprecios siguientes : 1 página $13 .011 ;—§ pá-gina: $6.00;--4 de página; $ 3.00.

El ALmaNAQuE ISTMEÑO contendráentre otras materias importantes, la si--mente lectura:

Calendario religioso: fiestas movibles: listade patronos de los principales lugares de la Re-publica ; efemérides del Istmo; tarifas postal, te-legráfica y cablegráfica : lista de las oficinas decorreos y telégrafos nacionales ; directorio deautoridades de la nación: ministros y cónsnles dePanamá: ministros y cónsules acreditados en laRepublica; dato de ios días en que se iza el pa-bellón: días de fiestas cívicas y religiosas, deguarda obligatoria en las oficinas publicas ; cor-tos datos geográficos del Istmo ; diccionario geo-gráfico de los distritos de la República, conapuntes ligeros sobre población, industria, co-mercio . clima y distancias : datos sobre el papelsellado y estamp¡llar v modo de usarlos.

Charadas, epigranLas, cuentos cortos, canta-res populares, tradiciones, versos de poetas na-cionales, ete . etc.

Madura siempre el Etna la purpura del vinocon que Erigona antigua á Tebcrito embriagaba;mas esas cuyo eñcanto en versos celebraba,hallar hoy no pudiera el bardo peregrino.

Perdiendo la .pureza de su perfil divinoha mezclado Aretusa, favorita y esclava,én sus venas do. sangre de Grecia palpitabael furor sarraceno al orgullo angevino.

Destruye el tiempo todo. El mármolse deshace,se ve á Agrigento en ruinas, y Siracusa yacebajo la azul mortaja desu indulgente cielo,

y sólo el metal guarda, vencida su dureza,de la fiór de las vírgenes del siciliano suelo,en medallas de plata, la espléndida belleza.

JOAQUÍN D . CASASUS.

iPersonalEn el artículo Datos para la histm•ta . de la la-dependencia del lStMO, proclomada el a de \ñrient-hre de 1503, que en este mismo numero publica el

señor don .losé AgustIn Arango, se hace menciónen términos muy honrosos del Director de estaRevista, mención que él agradece debidamente,aunque juzga que sólo por . un exceso ele genero-sidad figura allí, pues aunque es cierto que fuénombrado para comandar la escolta que debíaconducir los Generales presos á I `olón, como estono tuvo verificativo, el sucew no llegó á revestirimportancia alguna. \luy por delante del Di-rector citado hay un gran número de ciudadanosque seguramente el señor Arango no ha mencio-nado porque tal vez en su radio ~ de acción no tu-vieron.oportuaidad de tocar con él . Entre ellosestán tres buenos amibos nuestros cuyos nombresnos permitiremos citar aquí, por creer firme-mente que bien merecen que se deje constanciade ellos, unica cosa que podemos hacer por tandecididos v leales patriotas . Estos tres buenosamigos son los Coroneles Juan .Antonio .Timénezy Víctor \lanuel Alvarado v el señor don Euge-nio .1 . Chevalier. Este ultimo nombrado, en vir-tud de la confianza depositada en él por uno delos miembros de la .Junta separatista, fué em-pleado en diversas comisiones, todas de reserva ytodas peligrosas, antes del movimiento y aun enlos días 3, J y 5 de Noviembre- siendo una deellas la llevada, en asocio de don Pastor Jimé-nez, de importante comunicación á bordo delcrucero 3 de \7iriendn•e (antes d1 de \í,riembre).El Coronel Alvarado fué nombrado por el Gene-ral Díaz Jefe de día después de estar en armasel pueblo, y tuco, en la noche memorable del 3,todo el poder y toda la responsabilidad que tanalta desi1•,nacion entraña. Luego en las breñasdel Darién, como primer Ayudante del GeneralGutiérrez Viana, sus servicios fueron valiosos.El Coronel Juan Antonio .Jiménez . el modestocaballero de conciencia limpia y de corazón bienpuesto, de acuerdo con varios miembros de laJunta separatista estaba listo para, llegado elcaso de tener que apelar á las armas, dirigir unasalto formidable y arriesgado al Cuartel deChiriquí. Por fortuna—6 toa vez por desgracia—no hubo necesidad de llegar á ese extremo . perono por eso es menos de agradecer su decisión,máxime cuando sabemos que hubiera cumplidocomo bueno . No por esto faltó el 3 á lista : aban-donando su empleo en el muelle de La Boca, Fuéde los primeros en concurrir al cuartel y enprestar con decisión sus oportunos servicios.

Siente el Director de esta Revista en extre-mo no conocer el nombre de los que bajo sus ór-denes debían marchar el •4 á Colón custodiandolos presos. Como aun no había organización re-gular en el ejército, ni siquiera una simple listapudo conservar con los nombres de esos cincuentapatriotas escogidos. Apenas recuerda que entreellos estaban los siguientes : Comandante PedroIcaza, su segundo en el mando : Octavio Díaz yGregorio Miró D . entusiastas voluntarios : Capi-tán Arturo Cervera, gallardo luchador que á los'l0 años había ya cosechado laureles en los cam-pos de batalla, y Manuel Zea, cuya decisión,lo llevó á formar nuestras filas.

¢osas bel terruño

Don Leopoldo Bur6n, el gran actor dramáticoen el habla cervantina, el Ircing españíol, como hamerecido ser apellidado por sus grandes dotespara el arte de Talía . el caballero cumplido yempresario sin tacha, el talentoso y enérgicoDirector de escena á quien aun la América La-tina no se cansa de aplaudir, el mismo que la\ladre Patria recibe siempre con los brazosabiertos, el mimado como interpretador de susobras por los más hábiles dramaturgos peninsula-res, ese don Leopoldo Burón, dueño absoluto delmejor teatro de Cádiz, ha estado entre nosotrospor espacio de más de diez dias largos y la pren-sa local, que de todo se ocupa, no ha tenido paraél—ese gran artista--ni un saludo- Nosotros(perdónesenos que personalicemos el asunto), queno vemos en el Teatro solo un negocio, que notenemos valor para »tereatdilizar por completo

un arte que nos merece respeto y que admiramossinceramente, nosotros, con la humildad quenos caracteriza, presentamos nuestro respetuososaludo al eminente actor.

Hombre él de gran talento y vasta ilustra-ción, sabrá dispensarnos que , no le hayamoshecho el recibimiento—á pesarde nuestro buendeseo—que se merece tan noble y <~de artista.

El círculo de acero que forman—cosas delmundo—el deseo y el afan de las expeculacionesno dejó moverse con libertad en épocas ante-riores: no será extraño que para mañanase emprenda la tarea de obtener la completaparalización de los elementos sanos.

Pero, veremos : el triunfo será del Bien ; laverdad, con su sana desnudez produce ampollas,pero impera

Aguardemos la hora

3 ae lRovíenlbre

Altamente complacidos damos cabida en lascolumnas de esta Revista al interesante artículodel distinguido caballero don José Agustín Aran-o, titulado Datos para la historia de la Indepen-

~encia del Istmo, proclamada el 3 de Noviembre de1503.

La importancia de esta relación está por en-cima de todo elogio y seguramente moverá á losotros caballeros que también pueden hablaracerca de esos sucesos, á imitar el ejemplo delseñor Arango, en previsión de lo cual nos antici-pamos desde ahora á poner á disposición de ellosnuestra Revista.

Réstanos solamente dar gracias expresivas ysi nceras al señor Arango por la distinción queha hecho á EL HERALDO DEL ISTMO al escogerlocomo órgano para la publicación de su importan-te escrito .

11111stre vÍajeroEl doctor Víctor R. Cárdenas, Encargado de

Negocios del Perú en esta Republica, siguió via-je a Lima en el Patena el diez. del mes en cursoacompañado de su estimable familia. Motivosde salud obligan al doctor Cárdenas á efectuarel regreso á su Patria, sentido por todos los quetuvieron honra y placer en cultivar el trato detan distinguido y culto diplomático que con undon de gentes exquisito supo captarse generalessimpatías en esta tierra.

Buen amigo el doctor Cárdenas de EL HE-RALDO DEL ISTMO—á cuyo Director honró siem-pre con atenciones inmerecidas—sentimos since-ramente su alejamiento de nosotros y hacemosvotos porque en su bella tierra peruana encuen-tre la salud corporal que tanto á él como á sudistinguida esposa hace falta, y la recompensabien ganada de los importantes servicios presta-dos á su Gobierno entre nosotros .

obra útil

Nuestro buen amigo Diocleciano Ramos yGarcía, periodista de talento indiscutible, sepropone editar en breve una Guía y Directoriode esta capital, obra de alientos y en extremoimportante . Conocedores de las condiciones deactividad y trabajo del amigo Ramos y Garcíano dudamos un solo momento que llenará su co-metido de manera satisfactoria en alto grado,y por tanto lo excitamos á poner en práctica suproyecto cuanto antes, en la seguridad de que elpublico sabrá dispensarle al libro una acogidahalagadora.

CIarinaaaCon frecuencia recibimos, indudablemente

para su publicación en esta Revista, prosa y ver-sos del todo ingenuos, que van al cesto sin re-medio alguno . Ojalá que los aficionados á esosenvíos los suspendieran, pues sólo publicaremosde hoy en adelante material de colaboración so-licitada, ó el que nos envíen nuestros amigos li.terarios del exterior .

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fonógrafo "Gen" en perfecto estado.En la Tipografía Cílevalier, Andreve& Cía . se dara razón.

El Heraldo del IstmoREVISTA ILUSTRADA.

DireCtor,• GUILLERMO ANDREVE

Esta Revista consta de 13 páginas de grantamaño y se publica dos veces al mes.

Se canjea solamente con las Revistas de suíndole.

La suscriciónpor trimestre vale Dos Pesos,plata corriente, y cada ejemplar suelto cuarentacentavos.

No se admite más colaboración que la solici-tada y no se devuelven en ningun caso los ori-ginales.

Para todo lo relacionado con-el periódico en-tenderse con el Director en la Tipografía Cheta-lier. Andrere & Cia, Carrera de Ricaurte N" 15.

La correspondencia relacionada con la Re-vista, debe dirigirse así:

Señor Director de

EL HERALDO DEL IST310.

Apartado. 54.

Panamá.

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