P A L A M Ü S 8 D K A B R I L D E 1880

J J

^ PRECIOS DE SUSCRICIÓN. |

Palaraós, un mos. . . . 0'50 peífr'.a;;.' Resto de España. Iriinesíro. í ' 50 »

^ Paisas de la Union Postal, 2'50 » A

t 6 1-3

m W T

A N l ü í C n S Y COMUÍÍ ICADOS

T'üi,'!' lie '̂.11 a Iclüiiiauo. —ncmíti-•dbs y niiiKii;!..« [• Tcios cífiivoncioüal.!«. —Publlqiicusií ú nú, 114) sfi devuelven los ^

Y ui'igiiialss 6 - < « - 0

ANO IV T Píi^o do sr.scnciones ou K O Í I O S do correo o letra j do Qci ' i.oljro.

y Se publica todos los jueves.-AnMiNisTi ' .\- : i cíÓN' V UEDAGCIÓX: culle ile la Marina, i:J. ^

1 3 ^

NUESTROS GRABADOS.

E L PUENTE DEL DIABLO (MAIITOKELL).

Lii pobl f i f iú i i lili :\lu'Lor<'ll. quo t'á la aiiLiyuii

Tülob is de los laci:Laiu)s y la Fiiiisá dol ¡Luiui-m-iu

de Auto i i i i iu , lÍL'iie en su r o c i i i L u UII IIIOIIUIIMMIU)

Jo los niüs ant iguos (K; Kspana , el puente i la i i ia-

do de l Dii iblü, ( j a e nípi-esenta u.io de i iues iros yi'U-

bados .Su alrevi i l is i i i ia coii.strucit'm ba l iec í io sos l ener

li a l gunos que era de lu remó la é(ioí;a d e los car-

layiueses, y según la L'qiida (JUE él se CÜIO''Ú

en '17ü8, lué cous lru id i j [K)r A n í b a l mi lumor de

su padre Au i í l c a i ' . La ci ílica l i i s tó r i ray ar l is l ica i ia l la-

riaii tal 'Vez a lgo ( ¡ue ( i [ )oner a eslas ind icac iones .

l u i ' Ü S l C I O N D E L U.\UTLS-MO Á L ü 8 .SAJONES.

K i a el pueb lo sa jún, en los l¡en)[H)s del g ran

emperado r (^ar lomagno , un conq>ue- lo de I r i b u s sel-

válicas, bel icosas y Lurbulenias. Con su Nalor i n -

domab l e , su perseverante tenacidad y sus c o s t u m -

bres íeroces, amena/.abaii de cont inuo el i m p e r i o de

los rranct)S.

Gar lomugno presintió el [ »e l igro, y por es>e m o -

tivo trasladó su residencia á A i ju isgráu ( A i x - l u - C h a -

pelle),J con ol ob j e t o de estar á la vista d e las in -

cursiones sajonas, con cuyo pueb lo sostuvo la g u e -

ri-a durante treinta año.s.

Los i 'rantos no pudieron .^ulnuyar a los sa jones ,

V para tnantonerlos á . r a y a ape laron al e x t e r m i n i o .

Las dos rav.as co inba i i e ro i i con Iii í 'erociilad con qu-;

bata l laron ro i l ianos y- carta^jiueses.

Los sa jones pe leaban m e d i o desnudos co i ) la

pica V i l bacba : un esttudo ile m imbres vest ido d«;

piel V las pie les de la.s (iei-as consl i tuian su de fensa

V su tra je . Pe leaban sin ríM'nnición y á la desban-

dada .

Kn 77( ) se levantaron (íonli-a los f rancos, <les-

truyciHJii las iglesias c (mstruídas en su país, r es la -

blec ieron los Ido los y a r ro ja ron á los f rancos basta M a -

;;uncia > Co l on i a .

t/ i ] lon ia ; ;no irr i tai lo les saiiij al encuent ro y los

dei roti) ú or i l las del L q ) p e , mandándo l es que se c o n -

v i i i i esen al cr ist ianismo y ob l ¡ j ;ando los d baut izar-

se.

En 7 8 3 vo l v i e ron los sa jones á rebe larse y Car -

loma^ no iii/.o d ego l l a r á i . üÜO á or i l las del A l 1er.

Es to no obstante , no se ap lacaron las iras sa jonas

y sifiuió la guerra de bandas por la m o n t a ñ a , cu -

va lud ia tern; inó el e m p e r a d o r ape l ando á med i o s

s ju v e s y de conv i c c i ón .

Más tarde siguiei 'on Oiras sub levac iones y o t ras

be ra t ombcs . basta que ( j a r l o inagno repar t ió á ios

sa jones venc idos ent re sus subditos, cas t i gando d u -

ramen t e á un pueb lo amante de sus cos tumbres y «Ni

su inde j i endenc ia .

X .

UNA NUBE DE VERANO. De ídc la casa de D . André-^ fu imos d i rec lamonte

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

l l ' t SEMANAIUO DZ ^ A L A M O S .

á iiueslro hospedaje, (lirigióinlonos en seguida al cuar-

to de D. .luslo. iUut; tmstonio oncontramos en él!

Jlarcelii cstaìia tendida en la cama, pálida, rigida con

los ojos ex.tr%;iiiad;imettte iibierlos é inmóviles. A un

lado de la cama utia inajur le hacía oler vinagre mien-

tras otra le ponía revolsivus en los tobillos; al üLro

i}stal)a D. JiisLo impasible cuino una estatua; Fél ix

más bien caido que sentado sobre un confidente llo-

raba como un niño. Ya no era aquel jo veri gallardo,

sereno, pronto á dar o á recibir la muerte, no; el te-

mor y casi la seguridad de la muerte de Marcela le

liabia anonadado. Va lo veis, dijo llorando, no hemos

podido salvarla. ¿Pero, cómo lia sido? le preguntamos

Florencio y yo á la vez.—La futiiiidad que no se can-

sa de perseguirla, nos contestó. SLI pudre y yo co-

rríamos trazando planes para prepararla á saber mi

llegada, que luego desechábamos por no creerlos bas-

tante conducentes al objeto, pues recordábamos que

á veces tamljién mata la alegría; y cuando habíamos

f.-ncontrado el medio que nos pareció el más natural

y más adecuado, entra su padre en la casa, meque-

do yo en la puerta jiara esperar el efecto de la no-

ticia, y al momento vuelve su padre diciéudume: corr«.

V., Félix, si quiere verla núii viva. Subi api-esurada-

mente la escalera, penetré en esta estancia y encon-

Iré á Marcela en el estado que VV. la ven.—Pero ¿y

la causa? aiiadi yo.—J.a falali<lf(d, siempre la fatalidad;

i-(!pitió l-"(''lix. bu hermano boyó primero; entró llo-

rando y desatinado; su hernuma le preguntó que le

ocurria, y él le contesto (¡ue era un loco, un teme-

rariu, un malvado y que estaba horrorizado de sí mis-

mo. pues :ic<ibalja de estaf á punto de matar ú Fé-

lix ó do ser muerto por él. ¡Félix aquí é ibiiis á ba-

tiros! ¡Uh todo acabó para mi! dijo ella, y en seguida

1.; dio accidente del ({ue no ha vuelto todavía, y

ijiKi tomu acabará con su existencia. Esto nos lia con-

tado Kobei'Lo, «[uien impresionado por el suceso se ha

puestj malo también y está en su cuarto, en cama

y delirante.—¿Y el médico? dijo Florencio.—Con llober-

to están los dos que hemas llamado y pronto deben vol-

ver: contesto Félix.

Volvieron en efecto los dos médicos, reconocieron

(jtra vez á la enferma, ordenaron nuevos revulsivos y

sobro lodo que saliéramos lodos del cuarto, á excep-

ción de ellos y una de las mujeres que asistían á

Marcela. D. .Tuato pasó al cuarto de Rohin-to y Fé l i x

al nuestro, donde procuramos consolarle y excitarle á

sulVir la pena con resignación, l 'oco después se nos

notició que Marcela había vuelto en sí, pero que su

debilidad era lan grande que debía evitarse toda nue-

va emoción, pues de repetirse el accidente no tendría

fuerzas paia resistirle, habiendo encargado además los

médicos el más asiduo cuidado de la enferma y la

más escrupulosa observancia de sus prescripciones.

I'hi cuanto il Roiterto, esíaini también bastante calma-

do,. y sólo necesitaba descanso. Tudo el día-duró riues-

tr.t in'.ranquílldad, pues la enferma estaba muy aba-

lla .

A l anochecer vino 1). Andrés que uada sabia del

nuevo suceso, y apenas de él le dimos conocimien-

to, desistió de propoiier á Florencio, como lo liaJjía

pensado, que fuora á ver á Maria, y aprobó com-

pletamente (jue no abandonáramos-en su desgrachi al

amigo que tanto derecho tenía á nuestras considera-

ciones. Con todo rogó á Florencio que aproveclian-

do la ocasión acabase de tomar los baños (jue le fal-

taban píira el fortalecimiento de la muñeca, á Un do

regresar diünitivamente á Sennranat, pueblo que no.s

era más pi-opício.

Afortunadamente á la enferma no le repitió el ac;

cidente; con los cuidados y las medicinas salió.de su

estado de postración, paulatinamente fué cobrando fuer-

zas y por i'iUimo ijuedó fuera de peligr(>. El herma.no

estaba ya bien, pero no so movía de su aposento;

pesaroso de su último acto, no se atrevía á estar al

lado de su hermana; avergonzado de su conducta an-

terior, evitaba nuestra presencia. Por lin el estado de

laj.enfei'uia permitió darle algunas explicaciones de lo

ocurrido. Enti'ó su padre en el cuarto con la apro-

bación de los níédicos. y le dijo: ¿Sabes, hija mía

(jue Fél ix está aqui y (luíere verte? y contestándole

Marcela: ¿Y se presta á oír mis excusas? D. .Justo aña-

dió: Fél ix me llama ya padre; asi cuídate y sé ' jui-

ciosa para poder ver pronto al objeto de tu amor.

El día siguiente la vio Fél ix y hablaron pocos mo-

mentos, pues éste no tenia permiso de los médicos

sino para algunos minutos de conversación. Los días

siguientes fuéi-on ya las visitas más extensas, y por

último Marcela pudo dejar la cama y estar acompa-

ñada todo el día de Félix. Este ya no amaba á Mar-

cela por compasión, la amaba con verdadero é inten-

so amor. El malélico genio que durante tanto tiempo

se complaciera en atormentarnos ya no se cernía so-

bre ninguno de nosotfos.

Pocos días después de la partida de D. Andrés,,

regresó éste y vino para felicitar á D. Justo y á Mar-

cela, pues yo le enteraba diariamente de cuanto nos

concei-uía. Siendo el primer objeto de la conversa-

ción la convalecencia de aquella, dijo i ) . Andrés: esta

señorita há recobrado su salud gracias á la presen-

cia de este gallardo joven, como mi buena María la

debió á la ile nuestro atnigo Florencio, pero el for-,

taleciniiento lo hemos logrado en el pueblo de Sen-

inanat que está cerca de esta villa y al pie de la

montaña ¿porqué no ha de probarlo V. ü . Justo?

—Tan bien me parece la idea, qus hoy mismo lo

consultaré con el médico, contestó aquel.

- Y además, añadí yo, bueno será ir allí, pues los

telegramas de hoy anuncian que ya tenemos el có-

lera en España, lia hiendo hecho la invasión por Al i-

cante. La Gaceta del 3 de setiembre, esto es de ante-

ayer,tare la declaración oücial según dichos telegramas.

—Pero esto no es razón, dijo D. Justo, tíl cóle-

ra penetra en tudas partes.

—Cierto es, contesté yo, pero dicho pueblo, soljre

ser muy sano, h:i sido respetado en las tres inva-

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

SRiMANARlO DE PALAMÜS i l ü

alones coléricas que lia habido en Fspaña.

—De todos modos lo consultará hoy al médico, y

si' niKie-e su ¡iin-obuclóti, íi Seniuanat ii-emos todos.

Míifi ¿teiiih'oiiio.s allí posada?

• —J>jeii esto á mi cargo, respondí yo, que nadie

qúiidará sin ella, puea presumo que también Félix les

iieompañurú.

—Félix, dijo á la sazón Florencio; li'i ya estás tran-

<|uiluj y yo Itítigj el brazo fuerte; tú estás al lado

de Marcela, y yo estoy privado de ver á María: ¿no

ti> parece jitsto tjue Vaya á reunirm-i con ella?

—Anda á la buena de Dios, que sólo deseo cuan-

to pueda' serle grato.

• —Aquel día estaba con nosotros Roberto á (¡uieu

Iti'diíti obligada SU padre á salir de su aislamiento.

Víé'ñdo dicho joven que aí^uel asunto estaba ya tei-

nñnado, dijo á. su padre; V. y mi hermana irán á

tisle pueblo, asi io creo, y mi hermana recobrará cotn-

pitítamenle la salud en él, pero yo temo que ulli per-

derla la njia, pues me he convencido que nú mal pro-

ceder ha sidu debido á la ociosidad. Asi perniitame

V. que vaya . á Barcelona á ocuparme en algo, y no

dude de ¡pie mi conducta será ejemplar.

—Bien, hijo mió. creo que tienes razón, p-u'o ¿en

({ué vas a ocuparle?

—Ti'tigo nil amigo que es agento de Bolsa....

—Nu, iii,u niiu, no. Tanta mentira, tanto grito,

tanto ir v venir le volveriau lucu: la necesitas una

ucupaciuii ti'ani}uila, metódica, poco pesada....

—Oitu yo lu proporcionaré, tiijo D. Andrés. Guan-

do iiiarclie lo daré una carta para el Director de una

teuciedad en la que tengo participación, y le utende-

ra en i-l acto, liuy mismo le escribiré. Si no le gus-

ta bi colocación, ie buscaré otra.

En esto llegó el médico, observó á Marcela, dió

pur LL'rminada la curación y le concedió permiso pa-

ra salir iití casa doS días después. Camplietido en-

tonces u . Juslo io <iue había dicho, preguntó al mé-

dico si cr.:iu conveniente que su hija fuera á forta-

It'ceise en ráenmanat, y habiendo contestado éste que

K' ,u/.gi«ba muy ucertado, quedó acordado ir á dicho

pueblo p.isado.s Ires días. Al momento se levantó D.

Aiulrés a.ciei.do: Señores el llanto sobre el difunto;

asi permiUini.os V\. que ahora mismo vayamos á pre-

|)arar alo.amieutos. Pero D. Justo se opuso, coJi-

te.slamluidéjenlo para más tarde, que hoy han de Co-

nner V\'. cuu nosotros, pues justo es que celebre-

mus reuni<los el restablecimiento de mi hijo. •

k. v.-i-uioamos, y después de haber comido, D .

Andrés T'lufi'iicio y y " marchamos á Senmanat. Na-

du diré de la aie^^ria con que volvieron á verse Maria y

in: tiuien:'--; no se separaron un instante, con-

taink» e>i.'- la rara aventura «pie le había sucedido,

y i.rpiena las jiiigustias que la atormentaron. D . An-

iirés pregiuitó al dueño do la casa si podía recibir en

I .Insto, su hija y una criada, contestándole

aquel ipu' ningún inconveniente lo impedía, pues gran-

«•e era la i.nsa y grande su deseo de complacerle. Nues-

tro huésped, á quien pedí un cuarto para Félix, lo

concftdió al momento.

E l día señalado Florencio y yo luimos muy de ma-

ñana á Caldas para acompañar á nuestros amigos, y

al mismo tiempo Florencio entrego á Roberto la car-

ta de recomendación que le había ofrecido D. Andrés.

D. Justo, que lo tenía ya todo arreglado, eneargó re-

petidamente á su hijo que en caso de alteración de

lu salud en Barcelona fuese á reunirse en seguida

con la familia, hizo cargar el equipaje y dió la or-

den para marchar. Kn seguida nos dirigimos á Sen-

jnannt, pasando por el camino más próximo á la mon

taña. Félix, que daba el brazo á Marcela, aspiraba

con delicia el fresco y puro ambiente del campo, y

habiéndose detenido, cuando estábamos casi a la mi-

tad del camino, para contemplar el país, exclamó

entusiasmado: ahora si que jjuedo decir: Posi nuhila Phcebits. ¿Y e.sto qué signiüca? le preguntó Marcela.

Esto quiere decir, le conte.stó él, cjne te amo mucho.

Una hora después estábamos todos reunidos, comien-

do aqael día en la casa de campo.

(Contimi^rá')

GACETILLA. —Hemos recibido el primer número del Semi-

nario (ie Figueras al que devolvemos gustosos el

c a m b o .

—Según ciatos que tenemos por lidedignos el

resultado de las elecciones veriílcadas el domnigo

en este distrito electoral de La üisbal es como

sigue:

Sr. Camps Sr. Simón Sr. Pi y Margit 11

La Bisbal. . .7á . . . .Ü3 4

Corsa. . . .üO. . . M 1

Cruilles. . .33, . , .10 ).

PalalVugelI.. .85. . . .47 1

Palamos. . .31). . . .02 1

Pals. . . . - .47 1

Culonge. . .73. . . .80 3 i

S . Feli'u. . .93. . . . iO 18

Llagostfcra. .')0. . . . 1 ")>

Total..581 tiO

También han obtenido mayoría en los dentás dis-

tritos de la provincia, según dicen varios perió-

dicos, don Juan Fabra y Floreta por el de la ca-

pital; el Marques de Aguilar por el de O lot; don

José María Pallejà por el de Santa Coloma de Far-

íiés; don Tomás Roger y Larrosa por el de Figue-

ras; don Félix Macia y Bonaplata por el de Puigcer-

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

SEMANARIO DKPALAMÓS.

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If í í r -Ct^.-ji X

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

SEMANARIO DE PAL AMOS.

IMrOSICÍOÍÍ DEL BAUTIS:\r() A LOS íSAJONKírí.

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

1 1 8 S K M A N A K I O D E P A L A M Ó S .

(lá: (Ion Josií A lva rez M a r i n o p o r (!Í (!e Yikul iMuúIs ;

V (Ion Albíu-ío (le Q u i n t a n a p o r ol He To r roe l l i i tie

M o n l y r i .

— La ro í iacf i t in dfi Ln EncirhjtfíUíi Forense, rev is -

ta niali j jr iu 'na quH i'.os lavortsce c.on el c a m b i o , c.on-

vo(;a á un c i í r l an ícn j u r í d i í j o s o h r n los .si.uuitíntcs

tcina.s:

to—Cokcci/m de arñcidos en que se indiquen

y dcmmstren ¡as mis necesarias reformas de

la üdmimsiración de justicia.

—Proyecto de orfjanizacion del Cui-rx>o de

médicos forenses y necesidad de otorgar recom-

pensas (i los ahoyados de x^ohres.

.V."—¡üoíjrafia de tres notables jurisconsul-

tos andaluces.

4.0—Comentarios relativos al nuevo Códi-

yo de Comercio. Los t r a b a j o s , (|ii(} sorún ori^í inalos é ¡ni-i l i los.

d e b e r á n rírniitiráo a n t e s de l día p r i m e r o d e a ^ o s l o

de l a ñ o a c t u a l :d S r . D i r e c t o r lie dicl iu p u b l i c i i e i ú i i ,

S a n . luán di! L c t i ' á n . "i, M á l u j a .

— K l p a s a d o j u e v e s p ú s o s e en e s c e n a la / a r / . u e -

la La tcin í/tí d e e n y o d e s e m p e ñ o no p o d e m o s

d e c i r m á s ni m e n o s (]ue lo c o n s i g n a d o en el

ú l l i nx ) núrne i 'o r e s p e c t o á la Maneota. Se n o s ha d i c h o , sin e m b a r g o , q u e la e i u p r e

ha c.onti-atado á la t i j j le Si 'a . Val l s d e la ( jüo

h e m o s o í d o n iny b u e n o s e log io s .

i^a c o m p a ñ í a d e d e c l a m a c i ó n vió n u e s t r o t e a t r o

c o m p l e t a m e n t e l l e n o el ú l t i m o s á b a d o , y el p ú b l i -

c o a|)laudi<) j u s t a m e n t e á los a r t i s t a s ( jue d e un

m o d o a c a b a d o i -e[)resfnlar()n el d r a m a ca t a l án \.)Jal •¡líirel el cua l á pe t ic ión d e var ias p e r s o n a s vo lverá

á st.r p u e s t o en e s c e n a p a s a d o maf i a n a .

— L a AsociaciiiJi L i t e r a r i a d e ( i e r o n a es tá (ron-

v o j a d a á J u n t a G e n e r a l reglanui ' . i ta r id p a r a el

(le es fc m e s á lin d e [ ¡ roceder a la renovae i t ín d e

c a r g o s , a b r i r el p l iego ( | ue c.ontiüiie el n o m b r e de l

A t u l o i ' d e u n a m e m o r i a p r e m i a d a , y ocUj^arse d e la

v e í o r m a de l r e g l a t u e n i o y do liis den i í i s a s u n t o s q u e

se p r e s e n t e " .

— Se i . ún d ice La Pnblir'iilaJ. un p a i s a n o n u e s -

t r o , n a t u r a l de l A m p u r d á i i , . t p i e h a c e n i u i l i o s r .ños

i ' e s ide en los Es tados -Uni i i i iS , lia i n v e n t a d o un(ís

s o m b r e r o s d e c o r c h o (pie lian 11.miado g r a n d e n i e n -

tc la a le i ic i rm d e los y a n k c e s y van á c a u s a r u n a

revoluci iHi en es te r a m o illdu^ll•iaI. Nni í s t ro pa i s a -

n o , c o n o c e d o r d e ese ( i r o d u c t o v i f je ta l , q u e es u n a

íle las p r i n c i p a l e s r i i juezos d e su [)aís n a t a l , d e s -

p u é s (I(; g ,-amies (^studios y m a y o r e s d i s p e n d i o s lia

e n c o n t r í j d o por (¡N UIÍ n i e d / o m e c á n i c o , d e . r e d u c i r

á p o l v o i m p a l p a b l e «d c o r e h o , y oti-o p r o c e ' d i m i e n -

to ( (u ímico p a r a c o n v i m i r l o en p a s t a , í o e j o r d i c h o ,

en a g l o m e r a d i i , c o m o el a c t u a l l i e l t ro as tamb¡( ' i i

u n a pas t a ó aglomeraci tMi d e pe lo d e c )nej(> v (j iros

a n i m a l e s .

La m a t e r i a r e s u l t a n t e es s u s c e p t i b l e d e r ec ib i r

c u a h j u i e r c o l o r a c i ó n , si b i en has t a a h o r a t o d o s p r e -

l i e r en el co lor a v e l l a n a d o d e l c o r c h o on su e s t a d o

n a t u r a l . Los s o m b r e r o s r e s u l t a n l i ge ros , I rescos , a b -

s o l u t a n i e n t e i m p e r m e a b l e s , y s o b r e t o d o b a r a t í s i m o s

d a d a la a b u n d a n c i a y b a r a t u r a d e la p r i m e r a m a -

t e r i a , y la cn'c-u l istan cía d e p o d e r s e a[)i 'oYecliar p r e -

c isanje i i l t í los j 'estos s o b i ' a n t e s d e l c o r c h o e m p l e a -

d o en var ias i n d u s t r i a s .

F e i í c i t a n j o s al i n v e n t o r , q u e s e g ú n d i c e la c a r t a

eji q u e se <inuncia el d e s c u b r i m i e n t o , liu [>edido ó

va ú p e d i r p r iv i l eg io d e i n v e n c i ó n a los K s l a d o s -

Ü n i d o s y ile i u l ro i luccu í i i en E s p a ñ a y F r a n c i a .

— L e e m o s en ía lieciski (le Gerona: a Hace pocos d i a s , c o n ucasiói i d e d e r r i b a r s e u n a

p a r e d i n t e r i o r en la casa n ú m e r o l ü d e la ca l l e d e la F o r s a d e es ta c i u i l a d , pru[)ia d e 1). J o s é d e b u r g u é s , a p a r e c i ó en el l i r m e d e a i j ue l l a un p e i j u e ñ o p e r g a i n i n u r o l l a d o , e s c r i t o en u n a d e s u s ca -j'as c o n c a i a c l e r e s i i eb ra i cos . La c i r c u n s t a n c i a d e l i aber s ido en o t r o s t i e m p o s d i c n a ca l l e el Cdllju-iliiicii ó b a r r i o d e los j u d í o s , ln/.o s o s p e c h a r i l e sde l u é g o q u e tan o r i g i n a l ha l l a zgo p u u i e s e c o n t e n e r a l g u n a n i e iuo r i a p a r t i c u l a r d e la lani i l ia i s rae l i ta q u e a l l í l i a b i t a r a , p e r o e x a m i u a d o y t i -aducido c o n -venie iueineuLt í p o r p e r s o n a n i t e l i g e n l e , r e s u l t ó s e r c o p i i d e alguiii^s tes tos b í b l i c o s , [mestu en dic.Jo si t io p o r a l g ú n j u d í o tiel o b s e r v a n t e d e la A n t i g u a L e y , s e g ú n d a á e n t e n d e r e l m i s m o t ex to q u e te-n e m o s a la vista l i ' a d u c i d o . »

1 3 Ü Q U £ S ENTKADÜS KN ESTE PUJ ÍRTÜ.

M a r z o . = 8 i D e Ib i za y esca las b a l a n d r a María de a j . L p . Krui iu isco i lLbas con a l g a r r o b a s á L ó p e ^ . — A b r i l —lo. J>e Cu l l e r à y esca las l a ú d Pablitu de ¿tó t. p . F ra i i -cisco Pére;5 c o n e fec tos á M a t a s . — D e tjwvilla y escalas^ v a p o r Gurda cleVinuesa d e Uütí t. c. F r a n c i s c o Uui j iu cuu uurelio á Kib in ' í i .= ' i D e B u r é e l u n a va pur Cai;» Orlai/al d e l'j'>7 t. c. E d u a r d o l^'ano con etecto-s a Matas.zz.tí De la m a r cu no nero Vilif/ante.

D E S P A C H A D O y .

A l ) r i i . . = i . ' ' V a r a M a t a r ó l a ú d Pablilu p . ] '"ranciscu l ' t -

rez en l u s t r e . — P a r a M a r s e l l a va[)0r (ì. da Vivitte^ao,

F r a n c i s c o I l u b i " con el 'eclus.—4 l ' a r a id. vapcjr '.a'H'

Or teyú c. Kdiiar i lu F a n o con tai>ijnes de cotclio.—i»

P a r a Ib i za b a l a n d r a M a r i a p . .Juan l l i l i a s con (.'fei-

t o s . — P a r a la m a r c a ñ o n e r o DÍUÍ/OIÜC.ZUÍ^ÍMW id . id id .

Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

SKMANAKIO DK PALAMOS ili)

: 80);

••.REGISTRO CIVIL D E PALA^MÓS.

.Noia du los Irtllecidos en d último setenario. Nhigiiiio.

Niicidos en igLiiil periodo; Ninguno.

Palaiitós: Imprenta del Semanario.

ANUNCIOS.

BANCO YÍTALICIO COMPAÑÍA ÜENIiKAI. DK SEGUROS SÜHHE LA

VIDA.

Capital (le fiindación por medio do nccioues

noiniiuitiviis.

Las póli/ns en el úlliino Iriinoslue de ISHo y pu-Ijücadiis det;illad;nnenl(j en el Bolelin «le la Sociedad de !•") enero próximo pasado, t'uei'ou en nñmero de alcanzando lu úlLiina el número

Después de la lecha ile dicienilíre. se lian re-ílislrado olra-s nuiclms en prüi><)rciün asceniienle.

Los capitales de los riesgos en curso ascienden á más de

La compañía ha eloctuado recieriteniiínte varios [la-ííüs'por siniestros oeurriilos, entre lo.'̂ cuales citare-mos los siguientes: Ptas. lO.OÜO sati.sfocliíis á la liija ile D. Evaristo Bergas

se, de Darcelonn. « ¿O.UÜO » á la viuda de D. Pal)Io Gabriel

Casa novas de Tarragona. • 5.Ü0Ü » á la viuda de I); .luán García

Bertri, de la Cenia, provincia de Tarragona. '

» :-».U00 » á la viuda de D. Antonio Clara, de Calongo, provincia (ie Gerona,

» lO.OOü i á la viuda de don Kranci^fO (Carvajal, o'e Barcelona.

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Auxiliar de Cátedras de la Eacultad do ^íediciua, Profesor encargado de la consulta púUica sspecial de dichas enfermedades esta-blecida en la Casa de socorro del Distrito de Atarazanas (calle de Earbará).

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Servei d'Arxiu Municipal de Palamós

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Servei d'Arxiu Municipal de Palamós