año 2014 nº 02

4
1 2 - 2014 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA Anexo de la Revista Fuente del Rey BOLETÍN INFORMATIVO ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA Compás de San Francisco, n˚ 15 - 14800 Priego de Córdoba Móvil 608 654 146 OLEOTURISMO 2014 2 D.L. CO-32-1984 ISSN 1889-6014 Ejemplar gratuito U na reciente noticia sobre el denominado “Centro de Interpretación del Aceite de Oliva Virgen” de Bujalance, para el que su Ayuntamien- to y su Grupo de Desarrollo Rural van a destinar cerca de 100.000 €, rehabilitando una antigua casa solariega de dicha población y ubicando en ella un museo que ponga en valor la zona olivarera del Valle del Guadalquivir, nos invita a reflexionar sobre nuestras potencialidades oleo-turísticas. El aceite de Priego es una referencia mundial por su calidad y, por ende, por sus centenares de premios nacionales e internacionales. Desaparecida casi totalmente la industria textil y de la confección, a Priego ya no le queda -amén del turismo- otra fuente económica que el aceite y sus derivados. Los romanos, que aportaron el término “oleum”, y después los árabes, de los que precisamente heredamos los vocablos “aceite” y “aceituna” hicieron de nuestra comarca (Carcabuey, Almedinilla Fuente Tójar, Castil de Cam- pos y Zamoranos) un auténtico emporio comercial como lo evidencian los numerosos restos arqueológicos encontrados, algunos de los cuales se ex- hiben en los museos locales generalistas de la Denominación de Origen y otros muchos se encuentran en manos privadas a la espera de que surja la ocasión propicia. El paisaje y el clima son dos de los factores que confor- man la “personalidad” oleícola prieguense. Las almazaras que abastecen los mercados dan sobrada cuenta de lo que exponemos. Grupos empresariales como Mueloliva, Gomeoliva, Cooperativa La Purísima, Manuel Montes Marín y Aceites Vizcántar, por citar solo unos pocos pero significativos ejemplos, denuncian nuestras posibilidades y expectativas. Por ello nos preguntamos ¿cómo no se apoyan iniciativas como la de Bujalance para competir en el sector? En el Paseo de Colombia existen dos antiguas casonas cerradas a cal y canto en las que se podría instalar el futuro Museo Histórico del Aceite de Priego de Córdoba. Ambas tienen orígenes molineros. Por cierto que en una de ellas se le ha hecho desaparecer la fecha de su fundación- “Año 1905”- que en loseta de cerámica coronaba su facha- da. Y no ha pasado nada. Tampoco sería inadecuado el denominado Molino de los Montoro junto al Huerto de las Infantas. Tales edificios antiguos que apuestan por su ruina si no se recuperan urbanísticamente terminarán como la Casa de los Vallejo en la Carrera de Álvarez: en el miserable suelo. Los técnicos provinciales ya han diseñado ocho rutas (Montoro-Adamuz, los Pedroches, Baena, la Campiña Sur, Alto Guadalquivir, Lucena, la Vega de Córdoba y la Subbética).Y a los amantes del oleoturismo no se les escapa el Museo Carbonell, en las proximidades de Córdoba, el Museo del Aceite de oliva Virgen Extra “Juan Colín” de Montilla, el Museo del Olivar y del Aceite de Baena y el Museo de Aceite de Oliva Molino Viejo de Cabra. La cultura oleícola prieguense está muy necesitada de difusión. Hay empresarios actualmente en nuestra ciudad con coraje que si en- contraran propicios a los poderes públicos (Diputación Provincial incluida) no tendrían inconveniente en recoger el testigo. Me temo que si no nos po- nemos manos a la obra, la memoria histórica del aceite de oliva prieguense se convertirá en otra víctima más de nuestro pueblo. Desgraciadamente. MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL [email protected] * PASEOS PRIEGO, Carrera de Álvarez 14800 Priego de Córdoba * KOPISA (Plaza del Palenque) * KIOSKOS DE PRENSA (Paseíllo) La Colección Monumental de la Revista “Fuente del Rey”, se vende en los establecimientos colaboradores: Ya a la venta SUMARIO I. Editorial: Oleoturismo por M. Peláez del Rosal ............................................... 1 2. El Conde de Superunda: Los amigos y allegados del Conde de Superunda en la villa de Priego (1765-1767), por M. Peláez del Rosal ................ 2-3 3. Políticos prieguenses del S. XX. Breves semblan- zas: José Serrano Ramos y Víctor Serrano Rubio, por J. Cuadros Callava ................................................. 4

Upload: fjgn1972

Post on 21-Jul-2015

143 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Año 2014   nº 02

12 - 2014 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

Anexo de la Revista Fuente del Rey

BOLETÍN INFORMATIVOASOCIACIÓN DE AMIGOSDE PRIEGO DE CÓRDOBA

Compás de San Francisco, n˚ 15 - 14800 Priego de CórdobaMóvil 608 654 146

OLEOTURISMO

2014

2

D.L. CO-32-1984ISSN 1889-6014

Ejemplar gratuito

Una reciente noticia sobre el denominado “Centro de Interpretación del Aceite de Oliva Virgen” de Bujalance, para el que su Ayuntamien-to y su Grupo de Desarrollo Rural van a destinar cerca de 100.000 €,

rehabilitando una antigua casa solariega de dicha población y ubicando en ella un museo que ponga en valor la zona olivarera del Valle del Guadalquivir, nos invita a reflexionar sobre nuestras potencialidades oleo-turísticas. El aceite de Priego es una referencia mundial por su calidad y, por ende, por sus centenares de premios nacionales e internacionales. Desaparecida casi totalmente la industria textil y de la confección, a Priego ya no le queda -amén del turismo- otra fuente económica que el aceite y sus derivados. Los romanos, que aportaron el término “oleum”, y después los árabes, de los que precisamente heredamos los vocablos “aceite” y “aceituna” hicieron de nuestra comarca (Carcabuey, Almedinilla Fuente Tójar, Castil de Cam-pos y Zamoranos) un auténtico emporio comercial como lo evidencian los numerosos restos arqueológicos encontrados, algunos de los cuales se ex-hiben en los museos locales generalistas de la Denominación de Origen y otros muchos se encuentran en manos privadas a la espera de que surja la ocasión propicia. El paisaje y el clima son dos de los factores que confor-man la “personalidad” oleícola prieguense. Las almazaras que abastecen los mercados dan sobrada cuenta de lo que exponemos. Grupos empresariales como Mueloliva, Gomeoliva, Cooperativa La Purísima, Manuel Montes Marín y Aceites Vizcántar, por citar solo unos pocos pero significativos ejemplos, denuncian nuestras posibilidades y expectativas. Por ello nos preguntamos ¿cómo no se apoyan iniciativas como la de Bujalance para competir en el sector? En el Paseo de Colombia existen dos antiguas casonas cerradas a cal y canto en las que se podría instalar el futuro Museo Histórico del Aceite de Priego de Córdoba. Ambas tienen orígenes molineros. Por cierto que en una de ellas se le ha hecho desaparecer la fecha de su fundación- “Año 1905”- que en loseta de cerámica coronaba su facha-da. Y no ha pasado nada. Tampoco sería inadecuado el denominado Molino de los Montoro junto al Huerto de las Infantas. Tales edificios antiguos que apuestan por su ruina si no se recuperan urbanísticamente terminarán como la Casa de los Vallejo en la Carrera de Álvarez: en el miserable suelo. Los técnicos provinciales ya han diseñado ocho rutas (Montoro-Adamuz, los Pedroches, Baena, la Campiña Sur, Alto Guadalquivir, Lucena, la Vega de Córdoba y la Subbética). Y a los amantes del oleoturismo no se les escapa el Museo Carbonell, en las proximidades de Córdoba, el Museo del Aceite de oliva Virgen Extra “Juan Colín” de Montilla, el Museo del Olivar y del Aceite de Baena y el Museo de Aceite de Oliva Molino Viejo de Cabra. La cultura oleícola prieguense está muy necesitada de difusión. Hay empresarios actualmente en nuestra ciudad con coraje que si en-contraran propicios a los poderes públicos (Diputación Provincial incluida) no tendrían inconveniente en recoger el testigo. Me temo que si no nos po-nemos manos a la obra, la memoria histórica del aceite de oliva prieguense se convertirá en otra víctima más de nuestro pueblo. Desgraciadamente.

Manuel Peláez del Rosal

[email protected]

* PASEOS PRIEGO, Carrera de Álvarez 14800 Priego de Córdoba

* KOPISA (Plaza del Palenque)* KIOSKOS DE PRENSA (Paseíllo)

La Colección Monumental de la Revista “Fuente del Rey”, se vende en los establecimientos colaboradores:

Ya a la venta

SUMARIOI. Editorial: Oleoturismopor M. Peláez del Rosal ...............................................1

2. El Conde de Superunda: Los amigos y allegados del Conde de Superunda en la villa de Priego (1765-1767), por M. Peláez del Rosal ................2-3

3. Políticos prieguenses del S. XX. Breves semblan-zas: José Serrano Ramos y Víctor Serrano Rubio,por J. Cuadros Callava .................................................4

Page 2: Año 2014   nº 02

22 - 2014 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

ISSN 1889-6014

LOS AMIGOS Y ALLEGADOS DEL CONDE DE SUPERUNDA EN LA VILLA DE PRIEGO (1765-1767)

Manuel Peláez del RosalCorrespondiente de la Real Academia de la Historia

De los dos virreyes indianos con cuya memoria Priego siempre debe sen-tirse tributario, uno, Caballero y

Góngora, virrey de Nueva Granada, por razón de su nacimiento, y, otro, Manso de Velasco, virrey del Perú, por causa de su óbito, a mí particularmente me seducen los dos últimos años de la biografía del segundo de ellos, so-bre el que existen hasta la fecha escasas no-ticias1. Este trabajo trata de complementar la carencia y, al propio tiempo, expatriar una serie de pábulos que deambulan por la red y no son de recibo compartir. A saber, que el lugar de su fallecimiento y enterramiento fue Granada, que lo acogió en su palacio el arzobispo Barroeta, otrora de Lima, que fue asimismo condenado a cien años de suspen-sión de todo cargo militar, que se dedicaba a dar clase a niños párvulos, y otras igualmente erráticas y desafortunadas. El Conde de Superunda que fue el título nobiliario que le concedió el rey Fernando VI por su brillante actuación en la reconstruc-ción de Lima y El Callao, sacudidos en 1744 por un inmenso seísmo y maremoto, fue con-denado en el año 1764 por una Junta com-puesta de siete oficiales generales del Ejército y de la Armada, por haberlo hecho responsa-ble, junto a otros culpables, de la pérdida de La Habana, a manos de la escuadra inglesa en 1762. Al Conde de Superunda se le impusie-ron las siguientes penas: “suspensión por diez años de sus empleos militares, desterrado 40 leguas de esta Corte por diez años, y resar-cimiento de daños y perjuicios a la Real Ha-cienda”. La sentencia se dictó “para satisfacer a la Nación, al Honor de las Armas y a la recta Administración de la Justicia de que pende la seguridad de la Monarquía”, y fue ratificada por el Rey Carlos III en El Pardo el día 4 de marzo de 1765. El camino del destierro se ini-ciaría pocos días después.

Algunas incógnitas de su biografía Este estudio pretende dar respuesta a la interrogante de su título. Otras de no menor interés las dejamos apuntadas para más ade-lante: cuándo y cómo llegó don José Antonio Manso de Velasco, “el virrey más virrey que

1 La figura nos produjo cierta fascinación desde 1961 y aún continúa. Cfr. Peláez del Rosal, M., “El Conde de Superunda (1)”, en Revista Adarve n.º 471 (8 octubre 1961), págs. 1 y 5; “El Conde de Superunda (1I)”, en Revista Adarve n.º 472 (15 octubre 1961), págs. 1 y 5; “Análisis del proceso y sentencia pronunciada en 1764 por el tribunal militar que juzgó al Conde de Superunda y a los demás responsables de la pérdida de la Habana y vicisitudes de su ejecución” (I), en Revista Fuente del Rey, n.º 224, (agosto 2002), págs. 5-6; (y II), en Revista Fuente del Rey, n.º 225, (septiembre 2002), págs. 5-8; “Manso de Velasco, el terremoto de Lima de 1746 y el título de Conde de Superun-da”, en Revista Fuente del Rey, nº 228 (diciembre 2002), págs. 12-14;

Perú tuvo”, en expresión de Ricardo Palma, hasta el lugar de su destierro; quiénes le acompañaron en su viaje; en dónde se alojó en Priego; qué cartas recibió y escribió desde Priego; qué enfermedad padecía y de qué mu-rió; por qué fue enterrado en el convento de San Pedro Apóstol, de franciscanos descalzos, y cómo se ha honrado su memoria con pos-terioridad.

Los colaboradores “amigos” y “allega-dos” en Priego El hombre más cercano a Manso de Velas-co fue indudablemente don Martín Sáenz de Tejada, riojano también, natural de la villa de Viguera, próxima a Torrecilla de Cameros. Este personaje “sujeto de apreciables pren-

das” aparece en Lima ya a la llegada del Conde al virreinato como su mayordomo y secreta-rio personal. Al finalizar el gobierno del Perú, acompaña al Conde hasta España y se instala con éste, primero en Madrid, y después en la villa de Priego, disponiendo cuando muere el Conde sus funerales. Tras el fallecimiento de Manso continúa Martín Sáenz ocupándose de sus asuntos, al menos durante diez años. Las escrituras de poder otorgadas por éste en el período de su residencia en Priego revelan importantes datos económicos relacionados con su mentor. En 4 de diciembre de 1765 autoriza una carta de libertad a favor de Ma-nuel, esclavo negro, de casta Angola, hombre de buen cuerpo, como de edad de veinticinco años, que compró en el reino de Chile, por el mucho amor y voluntad que le tenía y por lo bien y fielmente que le había servido. El esclavo recobró la libertad, pero de su futuro nunca más se supo. Más que amigo, criado también del Con-de, fue don Juan de Albarellos y Soto, natural de La Coruña. Formó parte de su séquito en Lima. En 1752 el Conde le nom-bra oficial mayor y secretario de la oficina del estanco de tabaco. Cuando Superunda regresa a España le sigue como fiel criado.

Por la partida de bautismo de un hijo de éste, Esteban de la Transfiguración, hecho acaecido en el año 1766 en la villa de Priego, sabemos algunos datos de su condición familiar. Había desposado con doña Paula Sáenz de Tejada y Segura, natural de Torrecilla de Cameros, en la villa y corte de Madrid el 20 de agosto de 1764 en la parroquia de San Nicolás, y velado en la de Priego el 17 de julio de 1765 por ante don Miguel Ruiz de Olalla, abogado de los Reales Consejos, teniente de Vicario Ge-neral de los Reales Ejércitos. Fue padrino del niño don Martín Sáenz de Tejada, tío carnal del bautizado. No sabemos a ciencia cierta cuándo re-gresó de América don Juan de Albarellos. Se afirma que lo hizo en 1759 por razones de sa-lud, y que ya en España se dedicó al negocio de importación y exportación con su cuñado don Martín Sáenz de Tejada. Lo cierto es, sin em-bargo, que cuando el Conde fue desterrado a Priego lo acompañó y en esta villa residió has-ta algunos meses después de su fallecimiento. Con posterioridad residió en Madrid, Logroño y Viguera, en donde construyó una casa sola-riega en 1774. Don Juan murió en esta loca-lidad en 1806 con fama de buen cristiano y caritativo. Poco sabemos del prieguense don Esteban, salvo que cursó la carrera eclesiástica, y en 1804 como presbítero formaba parte de la Junta de Misericordia de aquella población encargada del reparto de la sopa económica y del socorro de la mendicidad. De los vecinos de la villa de Priego con quien el Conde debió tener mejor relación, y quizás el más próximo, fue don Blas Ma-nuel de Codes y Tejada. Manso de Velasco lo incluye como testigo en su último codicilo, junto a don Antonio Serrano y Ortega, corregidor de Priego y abogado de los Reales Consejos, don Rafael Lara de Mendoza, administrador de la Renta del Tabaco, don Martín Garay, capitán del Regimiento de Caballería de Santiago, don Juan Vallejo González, alcalde ordinario y regidor del Ayuntamiento y don Agustín Caracuel y Rojas, clérigo capellán y notario del San-to Oficio. También lo incluye el Conde en el poder que éste otorga al procurador de los Reales Consejos, don Lorenzo José de la Cá-mara en 3 de febrero de 1766. Una breve biografía de don Blas Manuel de Codes nos sitúa en el personaje. Había nacido en Aldea Nueva, jurisdicción de Villa-nueva de los Cameros, obispado de Calaho-rra y La Calzada. Casó en 1763 en la iglesia parroquial de Santa Cruz de Madrid con doña Eugenia Francisca de Bonilla, hija de don An-drés de Bonilla, natural de Ledaña, obispado de Cuenca, y doña Nicolasa de Villa, natural de Ocaña, arzobispado de Toledo. Su caudal al tiempo de su casamiento ascendía a la can-tidad de 460.000 reales. De este matrimonio, como expresa en el testamento otorgado en

Retrato del Conde de Superunda

Page 3: Año 2014   nº 02

32 - 2014 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

ISSN 1889-6014

9 de mayo de 1783 en la villa de Priego, na-cieron diez hijos de los que a la fecha indicada vivían cinco: doña Rafaela Juana, don Simón Andrés, don Lino María, doña María Andrés y doña Juliana Josefa de Codes. La aparición en la escena prieguense con carácter permanente de don Blas Manuel de Codes tiene lugar en el año 1761, fecha en la que presenta ante el cabildo de la villa una pe-tición de reconocimiento de su hidalguía, y en la que declara que salió del pueblo de su natu-raleza en edad pupilar a buscar fortuna, yendo a parar a la villa de Zafra, en la provincia de Extremadura, localidad en la que transcurrió algunos años ejerciendo el empleo de mer-cader, para pasar después a la villa de Priego, siguiendo el ejemplo de su primo don Juan de Codes, que se había establecido en 1758, y que había puesto casa y tienda “con ánimo de quedarse a vivir en ella”. Con anterioridad, en 1746, había sido designado veedor general del Arte mayor de la seda en Granada, Jaén y Priego, y en 1763 factor en Cádiz, aunque ya figuraba como tal de la Compañía de Toledo en las ferias de Andalucía y Extremadura. La mayor parte de la producción de la fábrica de la villa de Priego se vendía a la Real Compa-ñía de Extremadura, que era introducida en el Reino de Portugal con destino a sus colonias, contabilizándose en el periodo comprendido entre 1746 y 1752 la cantidad de 3.546 piezas que totalizaban 647.269, ocupando el segun-do lugar de centro exportador después de Valencia. De 1759 data la constitución de la com-pañía de comercio de don Blas y su primo don Juan de Codes como fabricantes de ropas y capillejos de seda. La compañía se disolvió en el año 1776, previo inventario, balance, cuenta, división, partición y adjudicación, quedando deudor don Juan a favor de su primo don Blas en la cantidad de 477.144 reales de vellón, y correspondiéndole a aquél la cantidad de 504.448. Por una escritura del año 1765 sabe-mos que vivía en la Carrera de las Monjas, y allí tenía establecida su tienda-almacén. La relación de don Blas Manuel de Codes con diversos proveedores fue muy intensa, sobre todo con don Cristóbal Benlloch, y con la compañía de Bagué, Richerme y Bonelí, de Valencia. En el año 1764 fue nombrado sín-dico del convento de San Pedro Apóstol, de franciscanos descalzos, y desde el 3 de enero de 1767 forma parte del cabildo ejerciendo el cargo de síndico personero del Común, presentando importantes mociones sobre el contraste de las medidas y el fraude en la venta de carne. La villa tenía a la sazón 2.879 vecinos (aproximadamente 12.000 habitantes, según el padrón de 1765). Disuelta la compañía que constituyó con su primo, don Blas se residenció en Córdoba, en la collación de San Nicolás de la Villa, de cuyo cabildo llegó a formar parte, como ca-ballero diputado. Este nombramiento aparece consignado en las actas municipales en el año 1788. Como miembro del Común dedujo una pretensión para que en la ciudad de Cór-doba se observara la ley de los bienes ganan-ciales y que estos fueran extensivos a la mujer. De la ciudad de Córdoba, y tal vez para

vivir con su hijo, se empadronó en la villa de Ocaña (Toledo), de la que en 1793 era regi-dor por el estado de caballeros hijosdalgos, muriendo algunos años después en ella. En su biografía sobresalen dos notas: su actividad comercial y su actividad política e ilustrada2. Acreditada está en el Archivo His-tórico Nacional su relación mercantil con el marqués de Valenzuela y Conde de Luque. La vena culta y pública la heredaría su hijo el li-cenciado don Simón de Codes Tejada y Boni-lla, natural de la villa de Priego en donde nació en el año 1770, y que entre otros cargos des-empeñó el de Secretario de la Real Academia de Derecho de Madrid (o de Santa Bárbara) y el de diputado por la circunscripción electo-ral de Toledo en 1822. En cuanto a la posibilidad de aconsejar don Blas Manuel de Codes al Conde de Supe-runda la elección de Priego como el lugar del destierro, hay indicios que lo apuntan. Codes se casa en Madrid en 1763 y la Villa y Corte es el domicilio de sus suegros, a quienes visi-taría con cierta frecuencia. Codes declara en

uno de sus testamentos ser enterrado en la iglesia del convento de los descalzos, el mis-mo templo en el que los albaceas del Conde disponen el entierro de éste. Y sobre todo su paisanaje: tanto Blas de Codes, como su pri-mo Juan de Codes son riojanos y este común denominador geográfico abunda en la posibi-lidad que planteamos. Aparte de los amigos del Conde que podríamos denominar “estantes en Priego”, pueden incluirse otros a los que podríamos llamar “circunstantes”. Tal es el caso de don Ignacio de Aguirre, fabricante de medias de seda en Madrid para el que el Rey ya ha-bía concedido en tiempo atrás determinados privilegios en orden a su fabricación. En car-ta que escribe desde Cádiz en 2 de abril de 1765 Francisco de la Guardia a don Martín Sáenz de Tejada le comunica que don Ignacio de Aguirre salió la semana pasada para esa de Priego, sin duda alguna para entrevistarse con el Conde de Superunda. No se nos alcanza la 2 Con este argumento, y no sin cierto desvarío literario, reconstruye un episodio amoroso por el estilo, Liébana, G., Sofá y querella, ed. Excmo. Ayuntamiento, Priego de Córdoba, 1985, pág. 13: “En aquel tiempo vino mucha gente de lustre a Priego”.

razón de la visita, pero intuimos que además de la personal, bien pudiera ser económica y relacionada con determinados negocios de ambos en Madrid o en Cádiz. El caso no de-bió ser único y por ello creemos que durante su estancia en Priego los encuentros entre el Conde y otros “amigos” debieron prodigarse . Unas palabras sobre don Martín de Garay, que también aparece citado en el codicilo del Conde otorgado en la villa de Priego en 1766. Procedía de una familia de infanzones aragoneses avecindados en La Al-munia de Doña Godina. Enrolado en la vida militar fue guardia de Corps, primero, y capi-tán del Regimiento de Caballería de Santiago después. Casó con Sebastiana Perales, con la que tuvo tres hijos. En el año 1766 su Compa-ñía se asentaba en el Mesón de la Puerta del Agua de la villa de Priego, y allí debió perma-necer estancada hasta después de la muerte del Conde. Con posterioridad don Martín de Garay fue destinado al Puerto de Santa María, donde lo encontramos en 1771. Falleció en la cárcel de Perpignan el 23 de septiembre de 1793, habiendo alcanzado el grado de coronel, a consecuencia de las heridas que le ocasio-naron los franceses en el sitio de Parestortes en la guerra del Rosellón. A su muerte dejaría en La Almunia un importante patrimonio rús-tico y urbano, del que se haría cargo su hijo, de nombre también Martín. El Regimiento de Caballería de Santiago había tenido, no obstante, con anterioridad presencia física en la villa de Priego, durante el año 1765, comandado a la sazón por otro personaje que sin duda alguna estuvo relacio-nado con el Conde. Me refiero al madrileño don Miguel Cipriano de Arizcun Men-dinueta Irigoyen nacido en 1737. Falleció en Pamplona en 1780, siendo sepultado en el Convento de Carmelitas Descalzas a los pies de la capilla del Carmen. Como el Conde de Superunda fue caballero de la Orden de Santiago. Había casado en Granada en 1763 con Ángela Clara de Pineda Ramirez Tabares y Maldonado, natural de Guatemala la Vieja, de padres guatemaltezcos y lucentinos Cuando murió Miguel Cipriano era coronel agregado al estado mayor. No sabemos si cuando vino desterrado el Conde a Priego en 1765 tenía aquí también su destino aquél. Lo cierto es que como capitán con grado de coronel del Regimiento de Caballería de Santiago otorga su testamento ante el escribano prieguense don Domingo García Moreno, el día 25 de octubre de dicho año, ordenando enterrarse en la bóveda de la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, del convento de franciscanos descalzos, vestido con el hábito que usaran los religiosos, y que a su entierro asistieran cien pobres con cirios encendidos y se dije-ran por su alma cinco mil misas. Debió poseer una gran fortuna, heredada de su padre, ya que éste era propietario de varias casas en la Corte, además de un batán, ferrerías, montes, prados y una fábrica de fundición y municio-nes para la Corona.

Torrecilla de Cameros, patria chicadel Conde de Superunda

Page 4: Año 2014   nº 02

42 - 2014 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

ISSN 1889-6014

Este Boletín se distribuye gratuitamente en los establecimientos colaboradores.

P A T R O C I N A

JOSÉ SERRANO RAMOS (1877-1956)

Nació en Priego de Córdoba el 6 de julio de 1877. Era descendiente de una rica familia terrateniente de tradición liberal, oriunda de Carcabuey. Desde muy joven se dedica a la política e ingresa en el Partido Liberal. En los años 1908-1910 ocupó la presidencia de la Cruz Roja de la localidad y desde 1909 a 1915 también la del Casino de Priego. Después fue elegido diputado a Cortes por el distrito de Priego con el Partido Liberal (1918) y Gobernador Civil de Almería, cargo en el que cesa en 1923.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera, al igual que sus correligionarios, pasa a la oposición luchan-do contra el régimen hasta la proclamación de la Segunda República, en la que colaboró activamente con la Derecha Liberal Republicana primero y con el Partido Progresista después, ambos partidos afines a la ideología de don Niceto del que era amigo de la infancia. En 5 de junio de 1931 se constituye el ayunta-miento republicano con una Comisión Gestora en la que figura como presidente José Serrano Ramos, una vez que fueron anuladas las elecciones celebradas el 12 de abril en las que había resultado vencedora la candidatura de la Unión Monárquica Nacional, encabezada por José Tomás Valverde Castilla, siendo nombrado alcalde Francisco Adame.

Proclamado el Movimiento Nacional, debido a su posición económica y lazos sociales en la localidad siguió viviendo en Priego, sufriendo como otros tantos amigos y seguidores políticos de don Niceto va-rios robos y saqueos en sus propiedades.

Posteriormente se dedicó a la administración de sus bienes y a la cría de caballos de pura sangre. Fue hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. En 1913 había matriculado en Málaga un coche de la marca Hispano-Suiza (MA-96). La fachada de su casa de la calle del Río, que luce el escudo de los Barea, fue diseñada por Francisco Ruiz Santaella e inaugurada en 1926. Murió en Priego el 26 de febrero de 1956.

VÍCTOR SERRANO RUBIO (1892-1953)

Nació en Priego de Córdoba el 12 de diciembre de 1892, hijo del hacendado local José Tomás Serrano Moreno y de Mª Amparo Rubio Ruiz.

De tradición familiar liberal nicetista se afilió al Partido Liberal y a la Derecha Liberal Republicana, con la que consiguió acta de concejal del Ayuntamiento en las elecciones de abril de 1931. Posteriormente, por el Partido Progresista de Alcalá Zamora fue nombrado diputado provincial en representación del par-tido judicial de Priego, formando parte de la Comisión de Caminos, Visitador del Psiquiátrico e Imprenta Provincial.

Una vez cesó en Diputación, se reincorporó a la política local hasta su destitución al inicio de la Guerra Civil. Formó parte de la ejecutiva del “Casino de Priego” junto a otros amigos de la vieja política (Novel Peña, Castilla Abril, Ruiz Amores y Reina Montoro) y fue uno de los que votaron a favor de cam-biar el nombre antiguo de “Círculo Alcalá-Zamora” y de quitar el cuadro de don Niceto, que presidía la sociedad recreativa). Con las nuevas directrices colaboró activamente en pro de la cultura de Priego, y ayudó a su hermano José Tomás -de profesión farmacéutico- en la conocida Farmacia de los Serranos, lugar muy conocido y popular (la rebotica) por sus tertulias y toma de decisiones políticas. Consta en su vida laboral haber sido en algún período juez de paz. Murió el 15 de mayo de 1953 a los 60 años de edad.

Jesús CuadRos Callava

Archivero Municipal1

1 Esta colaboración forma parte de un proyecto educativo dirigido a alumnos de enseñanza secundaria, tendente al conocimiento de personalidades relevantes de Priego en la política nacional y local del siglo XX.

José Serrano Ramos

Víctor Serrano Rubio

Políticos prieguenses del S. XX. Breves semblanzas

C O L A B O R A N