año 2013 y la novedad de jesús

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Año 2013 y la novedad de Jesús Terminó el año 2013, donde se manifestaron las contradicciones y escándalos de los pueblos; señalamos algunos: los conflictos armados, principalmente en el Medio Oriente; La pugna por el poder mundial entre los Aliados (Estados Unidos, la Unión Europea junto con la OTAN) y los BRICS, (es decir las potencias emergentes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica); la protesta de los pueblos contra los abusos de poder y el empobrecimiento constante que se están dando en las naciones árabes, latinoamericanas y europeas; asimismo, el constante deterioro del nivel de vida de la clase trabajadora a causa del sistema neoliberal mantenido por las multinacionales con apoyo incondicional de los gobiernos sean democráticos o no; a ello hay que unir el desempleo masivo y la migración sin derechos de innumerables empobrecidos; la tragedia de los refugiados a causa de las guerras; la contaminación medioambiental y la desintegración familiar cuyas víctimas principales son los niños. Pero en el 2013 hubo acontecimientos positivos, tales como: los avances científicos en medicina; la suspensión de la agresión militar de Estados Unidos con sus aliados a Siria; la elección del original, bondadoso y profético papa Francisco, que llama a la Iglesia a ser pobre y al servicio de los empobrecidos, denunciando a la economía de mercado neoliberal causante de sociedades de pocos ricos y muchos pobres; el proceso de algunos pueblos latinoamericanos hacia la recuperación de sus respectivas soberanías y la instauración de regímenes más justos y solidarios; así también la firmeza de las organizaciones defensoras de los derechos humanos y del medio ambiente, aun con riesgos de sus vidas. En Honduras, hubo oscuridades en el devenir del 2013. El aumento de la deuda externa e interna que profundiza la dependencia de este país con respecto a las financias internacionales; la corrupción y la impunidad que no cesan; la mayor consolidación del narcotráfico y del crimen organizado en la penetración de las instituciones políticas y económicas de la nación; la cesión de la soberanía de cerca del 50% del territorio nacional a multinacionales; el deterioro de la justicia es cada vez mayor; el aumento de la escandalosa violencia; la impunidad con que operan los responsables de los crímenes políticos contra opositores a los poderes políticos establecidos; la militarización del país; el fraude electoral favorable a los intereses Norteamericanos y del Partido Nacional; el acomodamiento de ciertas autoridades de las iglesias al sistema corrupto en el que viven los hondureños, sin denunciar los atropellos contra los pobres. Pero el año 2013 que ha finalizado, ha dejado en Honduras algunos aspectos positivos, tales como: el fin del bipartidismo con los dos nuevos partidos surgidos; el fortalecimiento del movimiento popular, aun a pesar de la cierta inoperancia del Frente de Resistencia; y el aumento de la conciencia social de las mayorías hondureñas. Evidentemente, tanto Honduras como la Humanidad están sometidas a las fuerzas oscuras de la opresión; pero algo permanentemente nuevo celebramos en la Navidad: JESÚS, Verbo de Dios encarnado, es la fuerza liberadora de los oprimidos que constantemente se enfrenta a los poderes opresores de las clases dominantes de cada pueblo. Con Jesús, el Dios que permanece en el misterio, se ha revelado como el Dios de los pobres, desenmascarando como inútiles a los ídolos de los poderosos y de los enriquecidos. Nuestra Palabra | 30 Diciembre 2013

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Año 2013 y la novedad de Jesús

Terminó el año 2013, donde se manifestaron las contradicciones y escándalos de los

pueblos; señalamos algunos: los conflictos armados, principalmente en el Medio Oriente;

La pugna por el poder mundial entre los Aliados (Estados Unidos, la Unión Europea

junto con la OTAN) y los BRICS, (es decir las potencias emergentes de Brasil, Rusia,

India, China y Sudáfrica); la protesta de los pueblos contra los abusos de poder y el

empobrecimiento constante que se están dando en las naciones árabes,

latinoamericanas y europeas; asimismo, el constante deterioro del nivel de vida de la

clase trabajadora a causa del sistema neoliberal mantenido por las multinacionales con

apoyo incondicional de los gobiernos sean democráticos o no; a ello hay que unir el

desempleo masivo y la migración sin derechos de innumerables empobrecidos; la

tragedia de los refugiados a causa de las guerras; la contaminación medioambiental y la

desintegración familiar cuyas víctimas principales son los niños.

Pero en el 2013 hubo acontecimientos positivos, tales como: los avances científicos en

medicina; la suspensión de la agresión militar de Estados Unidos con sus aliados a Siria;

la elección del original, bondadoso y profético papa Francisco, que llama a la Iglesia a ser

pobre y al servicio de los empobrecidos, denunciando a la economía de mercado

neoliberal causante de sociedades de pocos ricos y muchos pobres; el proceso de

algunos pueblos latinoamericanos hacia la recuperación de sus respectivas soberanías y

la instauración de regímenes más justos y solidarios; así también la firmeza de las

organizaciones defensoras de los derechos humanos y del medio ambiente, aun con

riesgos de sus vidas.

En Honduras, hubo oscuridades en el devenir del 2013. El aumento de la deuda externa

e interna que profundiza la dependencia de este país con respecto a las financias

internacionales; la corrupción y la impunidad que no cesan; la mayor consolidación del

narcotráfico y del crimen organizado en la penetración de las instituciones políticas y

económicas de la nación; la cesión de la soberanía de cerca del 50% del territorio

nacional a multinacionales; el deterioro de la justicia es cada vez mayor; el aumento de

la escandalosa violencia; la impunidad con que operan los responsables de los crímenes

políticos contra opositores a los poderes políticos establecidos; la militarización del

país; el fraude electoral favorable a los intereses Norteamericanos y del Partido

Nacional; el acomodamiento de ciertas autoridades de las iglesias al sistema corrupto en

el que viven los hondureños, sin denunciar los atropellos contra los pobres.

Pero el año 2013 que ha finalizado, ha dejado en Honduras algunos aspectos positivos,

tales como: el fin del bipartidismo con los dos nuevos partidos surgidos; el

fortalecimiento del movimiento popular, aun a pesar de la cierta inoperancia del Frente

de Resistencia; y el aumento de la conciencia social de las mayorías hondureñas.

Evidentemente, tanto Honduras como la Humanidad están sometidas a las fuerzas

oscuras de la opresión; pero algo permanentemente nuevo celebramos en la Navidad:

JESÚS, Verbo de Dios encarnado, es la fuerza liberadora de los oprimidos que

constantemente se enfrenta a los poderes opresores de las clases dominantes de cada

pueblo. Con Jesús, el Dios que permanece en el misterio, se ha revelado como el Dios de

los pobres, desenmascarando como inútiles a los ídolos de los poderosos y de los

enriquecidos.

Nuestra Palabra | 30 Diciembre 2013