Escuela Técnica de Colonia 3eros A,B,C,D -Liceo de Ecilda Paullier 3ero 2 HISTORIA Prof. Cristóbal González Tema 3: LA EDUCACIÓN COMO TECNOLOGÍA DEL DISCIPLINAMIENTO

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“No necesitamos poblaciones excesivas; lo que necesitamos son poblaciones ilustradas. El

día que nuestros gauchos supieran leer y escribir, supieran pensar, nuestras convulsiones políticas desaparecerían quizá. Es por medio de la educación del pueblo que hemos de llegar

a la paz, al progreso y a la extinción de los gauchos. Entonces el habitante de la campaña a

quine hoy embrutece la ociosidad, dignificado por el trabajo, convertirá su caballo, hoy elemento de salvajismo en elemento de progreso, y trazaría con él el surco que ha de hacer

productiva la tierra que permanece hasta hoy estéril, y las inmensas riquezas nacionales,

movidas por el brazo del pueblo trabajador ilustrado, formarán la inmensa pirámide del

progreso material. La ilustración del pueblo es la verdadera locomotora del progreso”. José Pedro Varela, Revista literaria, 1865

El historiador Pedro Barrán analizó la sociedad uruguaya de la Modernización. “Los estancieros, los maestros, los médicos, los curas, los padres de familia, los políticos, los oficiales del ejército y los jefes de policías, todas las autoridades de aquella sociedad, comenzaron a predicar en torno a nuevos dioses y diablos. Trabajo, ahorro, disciplina, puntualidad, orden y salud e higiene del cuerpo, fueron deificados a la vez que diabolizados el ocio, el lujo, el juego, la suciedad y la casi ingobernable sexualidad. Los nuevos dioses tendían a resumirse en uno solo: el trabajo, y los diablos casi siempre aparecían como las máscaras que asumía la sexualidad. Adaptado de: José Pedro BARRÁN: Historia de la sensibilidad en el Uruguay. Tomo 2: el disciplinamiento. 1991

Análisis del Historiador: “En 1789 se creó la Escuela de Artes y oficios, para impartir enseñanza industrial. Sus primer os talleres fueron de herrería, tipografía, zapatería, carpintería, música y dibujo. En 1884 se construyó la cañonera “Rivera”, que desde el actual emplazamiento de la Facultad de Derecho fue llevada por 18 de Julio hasta el puerto para ser botada allí en su viaje inaugural. En su primera época esa Escuela fue considerada como un lugar disciplinario para educar a jóvenes con problemas de conducta, continuando una

tradición de desprestigio manual que venía desde la época colonial” Tomado de

Benjamín Nahum: Manual de Historia del Uruguay. Primero tomo (18oo-1903)

Documentos de la Historia: “También se ha establecido durante el corriente año (1878) una Escuela de Artes y Oficios para los menores que recoge la policía por las calles, por delitos de robo, vagos y otros que no pudiéndoselos sujetar las madres, entregan a la policia a fin de que sean corregidos y que han sido enviados a la Maestranza. A dichos menores se les enseña lectura, escritura, aritmética y música a todos los que tienen vocación para ello y además los oficios de herrero, carpintero, talabartero y zapatero”

“comunico a usted que el alumno Hector Larre observa muy mala conducta en el taller, que en cuanto le hago una observación me dirige provocaciones y hasta insultos, voces que no pueden repetirse, por lo cual solicito se tomen con él las

medidas del caso pues su conducta hace que sea intolerable su permanencia en el Taller”, queja de un maestro de artes y oficios sobre un alumno. Cuatro días después la dirección decide: “Exonérese al alumno Larre de su calidad de alumno de esta Escuela” Citado en: Cristina Heuguerot, El origen de la Universidad

del Trabajo del Uruguay. Montevideo. 2002

“Silencio; silencio y respeto; máquinas sucias convienen a gentes sucias; un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar; el que

rompa la sierra quedará arrestado; el que eche a perder la madera por tercera vez al hacer los ejercicios, será arrestado, etc” Leyendas en talleres, según Pedro Figari, director de la Escuela de Artes y Oficios

(1915-1917)