animacion

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1 ANIMACION TURíSTICA: Buscando la identidad entre la angustia y la esperanza.. Prof. Manuel Calviño. Hace algunos años escuché una anécdota de una persona a quien admiro y quiero mucho, Consuelo Vidal. Mujer a quien la naturaleza, su esfuerzo, dedicación personal y años de trabajo y estudio, dotaron de una singular capacidad para hacer de una multitud un interlocutor. Alguien que siempre logró hacer del rol un cautivador de atenciones y simpatías. Una constructora social de identidad, de cubanía. El asunto es que un entrevistador, alguien infelizmente con bastante menos simpatía que conocimientos, le dijo : Has incursionado en muchos ámbitos del espectáculo. Pero considero que has sido y eres por sobre todas las cosas una gran comunicadora. Todos te recordamos en Detrás de la fachadacon Cepero Brito, o junto a Germán Pinelli en algún espectáculo multitudinario. Y yo quiero saber ¿qué ha significado para Consuelo Vidal ser locutora?”. Consuelo, en la sala de su casa, me repitió una por una las palabras que sonaron en su cabeza, las que le vinieron desde lo más hondo. Yo no puedo repetirlas aquí. No obstante, primero calló. Luego tragó en seco. Y entonces enseñando esa dentadura que conoce todo cubano por el jabón “Rina”, por “Julito el pescador” o por “Los pájaros tirándole a la escopeta”, le respondió al preguntador : Si soy o no comunicadora no lo sé. Soy actriz. Y además no me cabe la más mínima duda de que no soy locutora. Pero por lo que más me quiere mi pueblo es porque YO SOY, sobre todo, su ANIMADORA”. Con que orgullo sonaba en su voz aquella frase “SOY ANIMADORA”. Regresaba hace poco de una larga jornada de trabajo en una zona de desarrollo turístico del país, cuando decidí acercarme a re-reconocer algunos lugares que estaban semiborrados en mis recuerdos infantiles, y conocer otros de los que me habían hablado muy favorablemente. Entré en un hotel de los que llamo “antiguos”. Junto a la piscina, microfono en mano, un animador (juro que le llamaría des-animador). Parecía sacado de una fiesta de disfraces. Hacía cualquier cantidad de murumacas de claro perfil hipererótico invitando al baile a un grupo de turistas, que bien pudiera haber sido llamado “grupo de la columna juvenil de los centenarios”. Dantesca era aquella imagen. La música retumbaba en decibeles ensordecedores impidiendo al más concentrado relajarse un poco. La estampa del animador era la de un verdadero mamerto”: “Gorra Nike. Calcetines Adida. Zapatillas Fila. Camiseta Reebok. Una trusita que recordaba el hilo dental. Con la boca pegada al micrófono emitía sonidos guturales incomprensibles y los hacía acompañar con expresiones faciales que recordaban las dibujabas por algunos directores de cine norteamericanos en películas como “Frankestein” o “La tribu de los Mau-Mau”. Salí corriendo de allí. Avancé un poco hasta otro centro turístico. El espectáculo era tan similar que yo hubiera jurado que aquélla ofensa a la gestión de animación que había dejado atrás, me la estaban enviando por cable.

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MANUEL CALVIÑO

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    ANIMACION TURSTICA: Buscando la identidad entre la angustia y la esperanza..

    Prof. Manuel Calvio.

    Hace algunos aos escuch una ancdota de una persona a quien admiro y quiero mucho,

    Consuelo Vidal. Mujer a quien la naturaleza, su esfuerzo, dedicacin personal y aos de trabajo

    y estudio, dotaron de una singular capacidad para hacer de una multitud un interlocutor.

    Alguien que siempre logr hacer del rol un cautivador de atenciones y simpatas. Una

    constructora social de identidad, de cubana. El asunto es que un entrevistador, alguien

    infelizmente con bastante menos simpata que conocimientos, le dijo : Has incursionado en muchos mbitos del espectculo. Pero considero que has sido y eres por sobre todas las cosas

    una gran comunicadora. Todos te recordamos en Detrs de la fachada con Cepero Brito, o

    junto a Germn Pinelli en algn espectculo multitudinario. Y yo quiero saber qu ha

    significado para Consuelo Vidal ser locutora?. Consuelo, en la sala de su casa, me repiti una

    por una las palabras que sonaron en su cabeza, las que le vinieron desde lo ms hondo. Yo no

    puedo repetirlas aqu. No obstante, primero call. Luego trag en seco. Y entonces enseando

    esa dentadura que conoce todo cubano por el jabn Rina, por Julito el pescador o por Los

    pjaros tirndole a la escopeta, le respondi al preguntador : Si soy o no comunicadora no lo s. Soy actriz. Y adems no me cabe la ms mnima duda de que no soy locutora. Pero por lo

    que ms me quiere mi pueblo es porque YO SOY, sobre todo, su ANIMADORA. Con que

    orgullo sonaba en su voz aquella frase SOY ANIMADORA.

    Regresaba hace poco de una larga jornada de trabajo en una zona de desarrollo turstico del

    pas, cuando decid acercarme a re-reconocer algunos lugares que estaban semiborrados en

    mis recuerdos infantiles, y conocer otros de los que me haban hablado muy favorablemente.

    Entr en un hotel de los que llamo antiguos. Junto a la piscina, microfono en mano, un

    animador (juro que le llamara des-animador). Pareca sacado de una fiesta de disfraces. Haca

    cualquier cantidad de murumacas de claro perfil hiperertico invitando al baile a un grupo de

    turistas, que bien pudiera haber sido llamado grupo de la columna juvenil de los centenarios.

    Dantesca era aquella imagen. La msica retumbaba en decibeles ensordecedores impidiendo

    al ms concentrado relajarse un poco. La estampa del animador era la de un verdadero

    mamerto: Gorra Nike. Calcetines Adida. Zapatillas Fila. Camiseta Reebok. Una trusita que

    recordaba el hilo dental. Con la boca pegada al micrfono emita sonidos guturales

    incomprensibles y los haca acompaar con expresiones faciales que recordaban las dibujabas

    por algunos directores de cine norteamericanos en pelculas como Frankestein o La tribu de

    los Mau-Mau. Sal corriendo de all. Avanc un poco hasta otro centro turstico. El espectculo

    era tan similar que yo hubiera jurado que aqulla ofensa a la gestin de animacin que haba

    dejado atrs, me la estaban enviando por cable.

  • 2

    Infelizmente, no hay que ir a una zona especfica de desarrollo turstico para ver cosas como

    estas. En esta misma ciudad en la que mucho de nosotros vivimos, Ud. puede ir a un

    Restaurante de Comida cubana Criolla y la nica msica que se escucha es Rock de los

    Estados Unidos de Amrica. No entiendo que tiene que ver el Arroz con frijoles con Madona,

    los tostones con Mikel Jackson, o el picadillo a la Habanera con Tina Turner. Se olvida que

    todo tiene su momento y su lugar. Se olvida tambin a Don Fernando Ortiz: cuando se oye la

    msica de la patria, la msica del pueblo en que un vio por primera vez la luz del sol... se

    experimenta ms fortaleza, se siente ms hondo, se palpita ms sinceridad, y... esa msica

    sencilla y sentimental le hace cobrar a uno ms bros para batallar y vencer en la lucha por la

    vida (Ortiz F.1987.p.122-123). Habla, por cierto, de toda la msica cubana.

    Por suerte la enfermedad ni es endmica ni epidmica. As quiero creerlo. Todas esas

    arbitrariedades y errores elementales tienen un nombre: ausencia total en algunos personajes

    de la mas minima idea de lo que es la animacion. Quin dijo que animar es poner msica y

    hacer chistes?, Quin dijo que la nica msica que anima es la salsa?. Quin dijo que el

    nico movimiento que existe es el baile?. Quin dijo que hay que parecer americano, o para

    ser justo caricatura de americano, para realizar una accin de animacin con turistas

    extranjeros?. Quin dijo que todo esta perdido?: yo vengo a ofrecer mi corazn. Desde ese

    impacto que me regal la flaca y para ser justo muchas otras acciones de animacin muy

    buenas que he presenciado, me pregunto: Qu es la animacin?. Y ms particularmente,

    dado el significado que tiene hoy en nuestro pas la industria sin chimenea me pregunto: qu

    es ser animador en el contexto de la actividad turstica?.

    Me permito, para comenzar, una analoga teatral. Supongamos que tenemos un teatro donde

    poner una obra, realizarla como totalidad, como realidad para los otros y no solo para nosotros.

    Pero el teatro como lugar fsico no es mucho, es ms bien poco. Deca Marx C. creo que una

    lnea de tren por la que no pasan trenes, no es verdaderamente una lnea de tren. El teatro no

    existe sin obra, sin actores. Tampoco sin pblico. Entonces el asunto comienza realmente con

    lo que hacen, con lo que tienen que definir los hombres que pueblan y dan vida real al teatro. El

    actor de la funcin, preocupado por los problemas de identidad del personaje se pregunta

    directamente QU es este personaje que soy?. El productor, preocupado esencialmente por

    la rentabilidad, lo hace de otro modo: QU puedo hacer con esta obra para que reporte un

    beneficio econmico?,No habr un gasto evitable?. Mucho antes el escritor de la obra, que

    necesita definir el mensaje, se pregunta CUAL es el SENTIDO de la obra?, QUE hace este

    y otros personajes aqu?. Y en la respuesta lo ms importante no es solamente lo que el equipo

    de trabajo de la obra puede encontrar, sino lo que el pblico encuentre como unin entre lo que

    desea y lo que se le da.

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    La obra bien pudiera llamarse Marketing o hasta Gestin de Empresa . El teatro puede ser

    cualquiera de las instalaciones tursitcas que tenemos. El director y el productor son quizs el

    Gerente o Director General y su equipo de direccin. El actor, en el caso que nos ocupa, es el

    animador. Y el pblico, es el cliente. Me permito por unos minutos ser el escritor de la obra, o

    para ser menos posesivo, presentar algunas ideas con el nimo de ayudar un poco a los

    escritores que en verdad son los equipos de animacin y direccin de nuestras instalaciones

    tursticas.

    Es importante partir de una consideracin de suma importancia. Si nuestra obra se llama

    Marketing, entonces no debemos olvidar, como dicen Ries y Trout, que el marketing es una

    guerra en donde el enemigo es la competencia y el territorio a conquistar es el cliente (Ries

    A., Trout J. 1990. p.1). De modo que no podemos esperar a que el cliente nos diga si le gusta o

    no la obra. Hay que ayudarlo a decir, hay que favorecer al mximo posible que su respuesta

    sea un s contundente. Y para esto el cliente tiene que ser captado, que quiere decir buscado,

    persuadido, convencido y convertido de consumidor casual a cliente estable, de aficionado a

    nuestro producto a multiplicador y promotor, de nuestro producto. cmo?. Es la pregunta que

    todos nos hacemos. Y en este contexto en el que nos encontramos, entonces nos preguntamos

    cmo participa el animador en esta guerra tambin necesaria?.

    Aprovechemos la riqueza que se descubre en la semntica elemental de nuestra lengua.

    ANIMAR : Vivificar el alma al cuerpo. Infundir vigor, energa. Excitar e incitar a una accin.

    Dotar de movimiento a cosas inanimadas. Dar movimiento, calor, vida. Cobrar nimo y

    esfuerzo. Animar es dar vida. Esta es una referencia de suma importancia. Pero dar vida a

    quin?. El cliente tiene vida. Y es por su vida que viene a nosotros: porque la quiere cuidar,

    porque la quiere cambiar por un tiempo, porque la quiere disfrutar, porque la quiere enriquecer.

    Qu esta necesitado de vida?. La respuesta parece evidente:Dotar de vida a cosas

    inanimadas. Quien necesita vida es la institucin turstica. Eso que llamamos el Hotel, o La

    Villa, o cualquiera de las denominaciones conocidas y hasta desconocidas. Y necesita vida

    porque sin ella es un trozo de pared que no convoca, que no incita, porque no es humana.

    Toda casa no es un hogar, el hogar supone familia, y la familia es la vida de la casa. Es la

    familia quien torna animado lo inanimado.Por qu Eusebio Leal ha defendido que la Habana

    Vieja no puede ser un monumento vaco, un museo en el peor sentido de la palabra?. La

    Habana Vieja sin sus pobladores es un conjunto arquitectnico sin vida. Su primer animador es

    su gente, esos que hacen volar las sbanas blancas colgadas en los balcones.

    Entonces para que un hotel convoque, incite, invite, atraiga, persuada, tiene que ser un algo

    con vida, un algo animado. La animacin tursitca es uno de los facilitadores primarios, uno de

    los progenitores por derecho propio de esa criatura que puede llamarse de muchos modos

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    diferentes. Obsrvese que digo uno de los progenitores, no el nico. Y con esto quiero desde

    ya llamar la atencin que animacin no puede ser la obra de un solo individuo. La animacin

    entendida como proyecto de vida de una institucin y las acciones concretas que garantizan

    su realizacin, su existencia vital real, es un elemento sustancial dentro de la estrategia y la

    tctica comercial y cultural de dicha institucin. Vista as, la animacin no es una accin ms,

    no es un hecho puntual. Es un elemento esencial en la estratega o misin de la institucin, as

    como en su tctica. La animacin no es el nico elemento que conforma la vida de una

    institucin turstica, no es el liquido que lo disuelve todo. Su aporte fundamental se enclava en

    lo que pudiramos llamar la inclusin del cliente en la construccin y realizacin de la identidad

    de la institucin, y por tanto hacer al cliente parte de la institucin, incluido sus vnculos con el

    entorno.

    Pensemos primero en un nivel pragmtico. Por ejemplo, las ventas. Un conocido, Gerente de

    un Hotel me deca: Yo no quiero que la gente la pase mejor aqu, lo que quiero es que gasten

    ms y que vuelvan. Y yo le responda con una pregunta de la ms elemental lgica: Quin va

    a querer regresar a un lugar en el que no se sinti bien?. La fidelidad no se logra por adiccin,

    sino por preferencia. La preferencia es un elemento comercial fundamental, toda vez que solo

    desde la preferencia se construye un verdadero vnculo afectivo-emocional entre una institucin

    turstica y los clientes que la instituyen, la pueblan y la viven. La preferencia es lo que decide en

    ltima instancia la estabilidad real y el sentido esencial de la fidelidad de los clientes, de su

    apego casi incondicional a un producto, y los productos tursticos no son una excepcin. La

    preferencia es la voz en la que habla el gusto, el placer, el deleite. Sin ella el vnculo es formal,

    tiene un dficit fundamental.

    Pues bien, la preferencia se instituye desde varios criterios, pero uno de los que ms pesa es la

    experiencia emocional primaria con el objeto preferenciado. Una buena gestin de animacion

    produce un clima de bienestar emocional, un vnculo de asociacin y satisfaccin con el lugar

    donde esa experiencia se produce, con las personas con quienes se comparte esa experiencia.

    As el retorno no solo se ve favorecido, sino facilitado. La animacion es un componente clave

    en la gestin comercial de la institucin turstica. Si realiza su misin, no solo se paga a s

    mismo, sino que promueve ganancias.

    Pero no nos perdamos en el sistema de ganancias y utilidades econmicas solamente. La

    animacin es encrucijada comercial y cultural. Digamos que, por una parte, es la embajadora

    de la cultura institucional y suprainstitucional, entindase de la cultura propia de su entorno. Por

    otra, es una forma de fomentar la permanencia, la repitencia y la multiplicacin de su clientela

    lo que la convierte de suyo en un elemento de suma importancia en la gestin de

    comercializacin de la Institucin. Por tanto la animacin no es un espectculo montado para la

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    ocasin. Muy por el contrario, es la previsin de la demanda del cliente en lo que se refiere a la

    realizacin de sus expectativas vinculadas a la mejor utilizacion de su tiempo, la optimizacin

    del tiempo en lo que a consecucin de sus objetivos se refiere.

    Hoy, en muchas instituciones la gestin de animacin es como un apndice, como un satelite

    independiente de la gestin general de la institucin turstica. La animacin es hacer algo con

    los inquilinos casuales para que la pasen un poco mejor, sobre todo partiendo del criterio, los

    gustos e incluso los prejuicios del animador y del director. Es algo que hacen los propios para

    que los casuales lo pasen bien. En algunos casos ni tan siquiera el asunto pasa por la

    conciencia, por la reflexin. Se hace algo, sencillamente porque hay que hacer algo. Los hay

    que animan como autoanimacin, para no aburrirse durante la jornada laboral.

    La animacion ha de estar supeditada y formar parte de la estrategia general de la institucin.

    Su eje o parmetro referencial de existencia est en la Identidad institucional. Toda accin de

    animacin ha de ser una conformadora (reforzadora, propiciadora) de la identidad institucional.

    Se trata de hacer consecuente, coherente, congruente una gestin particular con un proyecto

    general. Esto necesita de mucha dedicacin y profesionalismo. Hay todava quienes piensan

    que para ser animador lo nico que hace falta es ser extrovertido, gracioso, y desinhibido. Error

    total y fatal. Estamos hablando de una accin que reclama profesionalismo. Y esta es una

    palabra bien seria y comprometida. Profesionalismo que se sustenta en un exigencia tica

    esencial: una tica humanista de las relaciones interpersonales. No podemos olvidar que en la

    industria turstica trabajamos con y para seres humanos. La gestin de animacin es una

    prctica de vnculos humanos. Su lugar real de existencia es las relaciones humanas, las

    relaciones interpersonales. De modo que ella se sustenta en una tica de lo humano, una

    Etica de las relaciones interpersonales. Hablo obviamente de una animacion de vocacion

    humanista y culta.

    El referente estructural bsico de la gestin de animacin es cultural. Algunos podrn creer que

    he llegado al paroxismo utpico, pero estoy convencido de que el animador no solo es un

    promotor de la cultura nacional, digo ms, digo que es un constructor. Es nuestra cultura lo que

    pone el animador en las manos del cliente. Su gestin es defensa y enriquecimiento del

    patrimonio cultural. Cuando la gestin de animacin se confunde con el show prostibular, con

    la antesala del mercado del sexo, con la chabacanera y la vulgaridad, no solo se estn

    haciendo las cosas tremendamente mal hechas. Peor an. Se esta cometiendo un verdadero

    asesinato de la cultura. Incluso ponindonos en situaciones menos limtrofes. Una animacin

    tendenciosa, que solo descubre al visitante una porcin unilateral y monoexpresiva de nuestra

    cultura, esta favoreciendo una imagen tergiversada y caricaturesca de lo que es la cultura

    nacional.

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    Vuelvo al inicio: qu es ser animador?. Creo que algn nivel de respuesta hemos avanzado.

    Pero quiero al menos presentar otro camino, ahora de inspiracin shakesperiana: To be or not

    to be. That its the question. ser o no ser animador esa es la cuestin. An corriendo el riesgo

    de resultar un poco aburrido (cosa que ustedes, los lectores, no se merecen) me veo obligado

    cuando menos a recordar que ser no es ocupar un lugar fsico en una plantilla del censo

    mundial de poblacin. No se trata de una simple sumatoria de funciones biolgicas que se

    realizan en el tiempo. No se trata de una tarea que nos corresponde realizar. ser no es ocupar

    un puesto de trabajo con un correspondiente lugar en la escala salarial. Muy por el contrario.

    Ser denomina una funcin de identidad que quiere decir pertenencia, compromiso, asumir no

    como mo sino como yo. Lo mo no soy yo, Yo soy yo y lo mo.

    Que interesante como la sabidura popular, establece en el habla diferenciaciones claras. Hace

    algn tiempo atrs en un Hotel del litoral habanero al que le han otorgado ms estrellas de las

    que se merece , me encontr a un graduado de la Facultad de Lenguas extranjeras que haba

    sido alumno mo en el primero o segundo ao de su carrera. Al preguntarle qu haca me

    respondi: Estoy de animador aqu en la piscina del Hotel. ESTOY.

    Alguno de ustedes dira estoy de cubano aqu en esta isla, o estoy de hijo de esta seora

    que es mi madre ?. Seguramente que no. A mi no se me ocurrira decir estoy de profesor en

    la Facultad de Psicologa. Estoy es trnsito, es circunstancialidad, es hoy pero maana

    posiblemente no. Estoy es tambin posicin, lugar, espacio que se ocupa, pero no espacio al

    que pertenezco y que me pertenece. Yo SOY profesor, en la Facultad de Psicologa, en

    Cubavisin o en cualquier espacio donde mi desempeo profesional y personal se realice.

    A lo que SOMOS, por cierto, se llega de diversas maneras. En ocasiones son vas

    verdaderamente inverosmiles. Nuestra vida no es un destino predeterminado

    indefectiblemente ni por los dems, ni por las circunstancias, ni por algn ser sobrenatural. Hay

    quienes llegan a un lugar, a un puesto, a una posicin, porque no pudieron ir a otro, porque no

    los dejaron entrar en otro, o sencillamente por razones que no tienen nada que ver con la

    esencia de aqul lugar. Puede ser que hasta funcione el sociolismo o la malsana corrupcin.

    Lo digo ms concretamente, hay quienes llegan a una plaza, digamos por ejemplo, de

    animador turstico porque no pudieron coger la carrera que les gustaba, o porque no fueron

    buenos estudiantes, o porque les parece atractivo trabajar en un centro turstico por ciertas

    ventajas materiales supuestas, o sencillamente porque fue lo que consiguieron. Eso pasa con

    muchas personas y con muchos trabajos y el de animador seguramente no es una excepcin.

    Bien. Esa es la realidad de la vida y no me gustan los moralismos irreales que dicen que aqu

    solo estn los que tienen verdadera vocacin, los que desde chiquitos les gustaba, los que

    comprenden la importancia social y econmica que tiene este trabajo para el pas.

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    En mi opinin, toda va legal de llegar a un puesto es probable, (las ilegales por cierto,

    infelizmente tambin son probables), y la va de llegada no es razn suficiente para definir

    fatalistamente el modo en que dicho lugar se ocupa (si les cuento cmo escog la carrera de

    Psicologa posiblemente muchos de ustedes ni me lo crean). El asunto no es cmo se llega,

    sino si se llega o no a SER.

    Ser animador pasa, en primer lugar, por una identificacin clara y precisa de cuales son los

    sentimientos de pertenencia con la funcin que se realiza, cuales los compromisos y

    adhesiones personales, mi amor por lo que hago que es tambin amor por m mismo, gusto de

    m mismo. Si no me gusto a mi mismo en lo que hago no puedo ser lo que hago, y ser

    entonces mi trabajo apenas un guin dramatrgico que lograr actuar pero con un nivel de

    mediocridad irresistible, y lo que es peor tremendamente peligroso.

    El problema no es si te buscas o no ms problemas dice Silvio Rodrguez -, el problema...

    sigue siendo sembrar amor. El problema no es cmo llegamos, sino si amamos o no lo que

    hacemos, porque si amamos lo que hacemos, entonces esto pasa a ser lo que somos. El

    problema no es los errores que cometimos y los que an nos quedan por cometer, sino los que

    invariablemente seguimos cometiendo. Porque el error que se perpeta tambin se convierte

    en nuestro ser el andar se hace camino como deca Machado. Entonces podemos llegar a

    SER ANIMADORES, o acostumbrarnos a ESTAR DE ANIMADORES, o incluso a SER DES-

    ANIMADORES.

    La animacion turstica es todava un prvulo entre nosotros, un instrumento relativamente

    nuevo en el concierto de las nuevas prcticas de comunicacin en el sector turstico. Por eso

    an encontramos resistencias para su aceptacin plena, encontramos falta de profesionalismo

    en algunos, y lo que es peor falta de amor. Pero el camino ha de ser el de una animacin de

    verdadera vocacin humanista. Una animacin no solo diferente, sino tambin diferenciadora.

    Una animacin que contribuya definitivamente al mejoramiento de la actividad turstica. En

    definitiva, detrs de cada xito de una Institucin turstica en el pas, se puede ver vibrar la

    esperanza de muchos cubanos. A nuestra gente nos debemos, y todo lo que hacemos ha de

    tener la entrega y la dedicacin que todos los cubanos nos merecemos.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS.

    1. Ries A., Trout J. (1990) Marketing de abajo hacia arriba. Mxico. McGraw Hill.

    2. Ortiz F. (1987) Entre cubanos. Psicologa Tropical. La Habana. Ciencias Sociales.