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ANEXO B ENTREVISTAS

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ANEXO B ENTREVISTAS

CONVERSATORIO JAIME FRANKYUNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - 2019/12/18

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Listo.

Hay enfoque que nosotros tenemos, que es un enfoque investigación desde la fenomenología. Y lo que detectamos ahí, es que queremos hacer una lectura sin hacer juicios a priori, que eran muchos de los que yo tenía, acerca de estas influencias del diseño en la vida cotidiana y cómo se pueden reflejar, en el desarrollo un elemento, como es el mueble.

Entonces hemos recopilado de diferentes fuentes de información, una de ellas es el periódico, El Tiempo, hemos revisado artículos, imágenes, hemos tenido entrevista con el director de Kassani, Jorge Vergel, también con quien creó la Revista el Mueble y la Madera, Óscar Bravo, que nos pareció un ente importante. Estamos pendiente de conseguir el dato de Fernando Correa Muñoz, con la revista Habitar, hemos tratado de contactarlo y no lo hemos logrado. Y digamos que, de hecho uno de los capítulos de introducción de mi tesis, está citando un libro Diseño y Memoria, que usted ha desarrollado, hablando un poco sobre esa inserciones diseño en el contexto local.

El profe Humberto decía que, de alguna manera había un interés particular suyo en la temática, tanto del diseño en el contexto, pero también el mobiliario, y entonces, más allá de tener una gran entrevista elaborada, yo siempre he pretendido hacer como un conversatorio, acerca de cuáles son, como las observaciones y la experiencia que usted ha vivido al respecto, para poder hacer una matriz posteriormente, dónde logremos construir el panorama, pero desde diferentes perspectivas, academia, sector industrial, vivencias de las personas de la cotidianidad, periódico y demás… entonces básicamente ese es el tema que nos aborda, tratando de cerrar esta tesis.

Jaime Franky: ¿y quiere que le, que empiece hablarle cosas? ¿O qué?

AFST: sí probablemente, creo que va a ser la mejor chispa.

JF: No es como muy estructurado el asunto, entonces me toca ir, entonces improvisando cosas y aquí me obligó a precisar, que va a ser más desde mi experiencia y desde mi vivencia, que desde el punto de vista del estudio o el análisis, de lo que estaba pasando.

Pues obviamente, digamos que la primera cuestión que creo que vale la pena mencionar, por las épocas en las que usted está trabajando, es el punto de inflexión que tiene para el diseño en Colombia, o para los diseñadores en el país la apertura y el proceso de apertura de comienzos de la década del noventa. Si bien desde el origen del diseño, hay una preocupación, digamos por el aspecto, en el aspecto en el que se relaciona el diseño con la economía y con el cambio, es a partir del proceso apertura, donde cobra una mayor importancia el aspecto económico o mirar el diseño desde la perspectiva económica.

El diseño entre otras cosas, nace o empieza a gestarse, a partir de los cincuentas y los sesentas en el país, y particularmente, cuando Proexpo en su momento, crea una misión con esa preocupación, de ver desde la perspectiva exportadora, el diseño nacional. Pero es desde los noventa, cuando aparece el Informe Monitor y la idea de la competitividad, donde el diseño empieza a jugar un papel absolutamente claro. No es gratuito que, pasado el 91, el 92, apareciera tres proyectos paralelamente en el país.

Uno, el trabajo que venía haciendo, el Ministerio, yo no recuero si era el Ministerio de Desarrollo, asociado a, un Sistema Nacional de Diseño, que estaba proponiendo, o que se

estaba trabajando con el Instituto Europeo de Diseño, de Carmelo di Bartolo. Otro que, se origina quizás, desde la perspectiva Artesanías de Colombia y el ICSID, que estuvo trabajando aquí Eduardo Barroso. Y uno, que se origina internamente, que es la Red Nacional de Diseño para la Industria. Esa Red Nacional de Diseño para la Industria, es un proyecto que presentamos al Departamento Nacional de Planeación en el 93, o a finales de 92 y comienzos del 93.

El otro proyecto que tenía que ver con Artesanías de Colombia y con el Instituto, el Laboratorio Brasilero de Diseño, donde estaba Eduardo Barroso, se da también por un contacto que tiene el Embajador de, perdón la… en este momento era Asocueros, que ahora se llama Acicam, y están interesados en montar el Sistema de Diseño. Los tres proyectos se presentan, y se busca como una especie de articulación y, digamos que, sobreviven de alguna manera, El Sistema Nacional de Diseño y la Red Nacional de Diseño. Nosotros, y lo digo con toda precisión, planteamos desde la Red Nacional de Diseño que, si el proyecto del Sistema era un proyecto de un plan de gobierno especifico, los diseñadores no deberíamos jugárnosla al plan de gobierno, sino armar una red que, nos permitiera sostenibilidad en el tiempo y eso fue lo que hicimos.

De alguna manera, lo que se planteó es que el Sistema Nacional de Diseño, que acoge el Ministerio Desarrollo, estaría en la línea de fortalecer la demanda diseño y la Red Nacional de Diseño, estaría en la línea de fortalecer la oferta de diseño. Nosotros durante buena parte de los años noventa, trabajamos, digamos con ellos, desarrollando proyectos en conjunto. Pero un poco desde esa perspectiva, fue un acuerdo tácito, no es formal, pero fue un poco desde esa perspectiva.

Entonces, en el, el Sistema Nacional de Diseño, se desarrollan algunos proyectos, pero particularmente, digamos, la propuesta del Sistema era fortalecer proyectos empresariales de diseño, era trabajar con las empresas, trabajar con el sector productivo y trabajar, digamos, procurando incorporar diseño en el aparato productivo colombiano. En la Red trabajamos varios proyectos, yo voy a mencionar algunos, quizá el más representativo, las auditorías estratégicas de diseño. Se trabajó con unos consultores españoles, que estaban desarrollando auditorías estratégicas de diseño en España y, se desarrolló un seminario como de capacitación, de alrededor de diez o doce diseñadores colombianos. Y con Proexport, armamos las auditorías estratégicas de diseño. Esas auditorías tienen como el propósito, entre otras cosas, revisar el estado de diseño al interior de las empresas, hacerle un diagnóstico y proponer proyectos empresariales de diseño, que financiaría el Ministerio de Desarrollo, a través del Sistema Nacional de Diseño.

En eso fue en lo que estuvimos, trabajando alrededor de dos o tres meses, se vincularon alrededor de sesenta empresas de las unidades exportadoras o sesenta empresas con potencial exportador. Y nuestro equipo, visitaba las empresas, hacía la auditoría en sitio y marcaba, o marca, una diferencia, digamos con, las aproximaciones que se tenían antes, que eran muy orientadas a los centros de diseño, es decir, se sacaba al empresario, se lo ubicaba en un centro, se le hacía una asesoría y después, se lo mandaba nuevamente la empresa y entonces quedaban, mejor dicho, es como salir a hacer un seminario por fuera. Lo que nosotros decíamos era, hay que ir a la empresa, el diseño tiene que ir a la empresa. Y ese fue un proyecto muy interesante, y se alcanzaron a formular los planes, o los proyectos empresariales de diseño en todas las auditorías que se hicieron.

Pero además de eso, teníamos por ejemplo, el modelo de participación de los diseñadores en ferias industriales y comerciales. Lo que hacíamos es que, diseñadores digamos, recién graduados o con poco tiempo haberse graduado, difícilmente podrían tener stand y promover una feria su actividad, y etcétera, etcétera. Pero lo que se hizo fue, hacer un convenio con Acicam, con Andinapack, Acicam no, en ese momento era Asocueros, Andinapack y otros organismos que tenían eventos feriales, como el Leather Show, ¿cómo se llamaba el…?

AFST: Expocueros…

JF: Expocueros, exactamente. Entonces lo que hacíamos era tener un área y varios diseñadores que estaban haciendo oferta de servicios y de ahí se generaron cosas. Incluso en mi opinión, digamos, el trabajo que se hace todavía, en la Facultad de Artes, en Diseño Industrial, de un taller de cuero, viene, hereda un poco, como esa línea en la que se trabajaba, en estos proyectos empresariales de diseño.

Trabajamos desde la Red, otros proyectos que tenían que ver más con, organizar la oferta de diseño, desarrollamos el Directorio Colombiano de Diseño, fue quizás, el, uno de los de los proyectos que más reunió diseñadores en su momento. Y pues por la época, obviamente un directorio, era un directorio físico que, se enviaba a cada una de las, entidades que pudieran estar interesadas y armamos el proyecto completo, digamos, del Directorio Nacional de Diseño.

Ese tipo de cosas eran las que se hacían y lo que se está buscando era, divulgar muchísimo más, el tema del diseño. Trabajamos asesorando el Premio Nacional de Innovación, creo que era, Carlos Lleras Restrepo, yo no recuerdo, era el IFI el que armaba el asunto. Y participamos, en delegación, de la Red Nacional de Diseño, en la secretaría técnica de seguimiento, al Sistema Nacional de Diseño. Ahí, la verdad sea dicha, fue una excelente oportunidad, que en mi opinión los diseñadores no supimos, o no supieron aprovechar, porque la secretaría, la mesa de seguimiento al Sistema Nacional de Diseño, en esa tenía un asiento Colciencias, el Departamento Nacional de Planeación, el IFI, el Ministerio Desarrollo, la Asociación Colombiana Diseñadores… era una mesa que digamos, que podía tener mucha fuerza, pero que obviamente el Sistema se fue debilitando. Y el Sistema en realidad no duró mucho y se fue debilitando. Y pasó de ser un Sistema, a ser un proyecto dentro, dentro de otra dependencia, en el Ministerio de Desarrollo, de tal manera que fue perdiendo su presencia y demás. La Red Nacional de Diseño, funcionó hasta el año 2000, entre 1993 y el 2000, y hubo una actividad, digamos, permanente. Teníamos dos, tres proyectos anuales, del tipo de los proyectos que le estaba comentando.

Y obviamente, la apuesta era, por lograr que los empresarios, ya no sólo, incorporaran diseño, sino entendieran que es diseño, que era el diseño y para que le servía el diseño. El esquema es que, en ese momento a raíz de la, preocupación por la productividad y la competitividad, que se generaba desde el Informe Monitor y el proceso apertura, todos los empresarios decían que necesitaban diseño, pero no sabían exactamente para qué. Y esa era la apuesta desde la cual trabajamos con la Red Nacional de Diseño.

Obviamente apoyamos mucho, también, la organización o la cooperación entre universidades, hasta antes de la existencia de la Red Nacional de Diseño, las universidades que tenían programas de diseño, no se reunían y prácticamente que no se hablaban entre sí. Nosotros creamos una reunión anual de la Red Nacional de Diseño, a la que asistían

todos los programas de diseño, que existían, que estaban vigentes en ese momento en el país. Después de eso aparece, incluso de la Red Nacional de Diseño surge también, en mi opinión obviamente, pues habrá quienes no lo vean así, surgen publicaciones como Proyecto Diseño, ¿cierto?, la gente de Proyecto Diseño, participa con, del trabajo con la Red y con la Asociación Latinoamericana de Diseño, el capítulo colombiano, de la Asociación Latinoamericana de Diseño, y surgen cosas como la posterior Red Académica de Diseño, la RAD, que todavía está vigente.

Antes de que existiera la Red Nacional de Diseño, la Red Nacional de Diseño, se llamaba la Red Nacional de Diseño para la Industria. Antes de que existiera esa Red, no había ningún tipo de contacto, de la magnitud digamos, la convocatoria que existiera cómo lo pudo hacer la Red Nacional de Diseño para la Industria. Ese proyecto, entre otras cosas, permitió el desarrollo en algunos sectores de, vincular diseñadores. Voy a ponerle otro ejemplo, que tiene que ver un poco con mi experiencia personal. En el sector de mobiliario escolar, ¿sí?, llegamos, entre otras por muchos de los trabajos que se hicieron allí, llegamos a diseñar y especificar las adquisiciones de mobiliario escolar, en la Secretaría de Educación de Bogotá. Ese fue un proyecto que impulsó muchísimo el diseño, por lo menos en Bogotá. El primer criterio que se trabajó allí, obviamente tenía que ver con el desarrollo de un modelo o de un mueble, que atendiera la pedagogía que estaba en ascenso, poner al estudiante del centro del trabajo pedagógico, pero además de eso buscar, era un segundo propósito, buscar el desarrollo de proveedores para la Secretaría de Educación.

Porque los muebles que compraba la Secretaria de Educación, los compraba por catálogo, muy lejos de lo que podía, digamos, exigirse desde el punto de vista de diseño. Y en esa medida, convertir a la Secretaría de Educación, como generadora de demanda, en una entidad que demandara diseño y no únicamente comprar muebles. Lo que existía antes, de la participación en la Secretaría de Educación, era sencillamente ver qué es lo que les ofrecen, ¿cierto?, entonces lo que por un lado, por todo lado, era la sillas universitaria. La silla universitaria, de tubito delgadito, de bajo calibre, sin condiciones ergonómicas, etcétera, etcétera.

Ese trabajo lo desarrollamos desde la empresa que se llamaba AEI, Gestión de Diseño. Y desde ahí, empezamos a cambiar el modelo de adquisición, de mobiliario escolar, durante 6 o 7 años, estuvimos demandando mobiliario escolar y una de las cosas que hacíamos, por ejemplo, en los pliegos de condición de licitación, era que las empresas, que pudieran resultar favorecidas, en los proceso licitatorios, tuvieran equipos de diseño al interior de la empresa, ¿cierto?

Obviamente participaban, seis, ocho empresas, en cada uno de los procesos licitatorios y eso fue conformando al interior de las empresas, los equipos de innovación y diseño, o los departamentos de diseño; que no sé, nosotros no le volvimos a hacer seguimiento a eso, no sé qué tantos hayan permanecido, pero eso generó también una demanda diseño. Al ser el estado, o al ser el gobierno distrital, quién pedía especificaciones que requerían la participación de diseñadores, pues eso genera un cambio muy grande en la cultura empresarial del país e incluso muchas de las empresas, digamos, serias en ese momento, no tenían línea de mobiliario escolar, ni les interesaba mucho.

Kassani, creo que empezó a trabajar desde ese momento, en ese tema, Series, la firma de Mauricio Olarte, también empezó a preocuparse… Mauricio Olarte, no participaba en las

licitaciones locales, en general, él estaba abriendo el mercado en los Estados Unidos en este momento, pero al ver la calidad los pliegos, los capítulos técnicos de los pliegos, él empezó a ver seriedad, en la posibilidad de participar en esto. Ahí empezó a trabajar también mucho, Solinoff, Mepal. Mepal estuvo muy interesado luego, en abrir la línea escolar y en tener sus propios desarrollos de líneas escolar. Por supuesto Manufacturas Muñoz, Manufacturas Muñoz, estaba desde mucho antes, preocupada en el tema de mobiliario escolar. Entonces logramos que las empresas, digamos, jalonadoras del sector de mobiliario escolar, o las empresas jalonadoras de mobiliario de oficina, también ayudaran a jalonar el segmento. Y eso duró, más o menos hasta el 2004, 2005, de la década anterior.

Todo eso hace parte como de esa experiencia y ya al final de la década pasada, logramos que nuevamente el Ministerio, ya no era Ministerio de Desarrollo, sino Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se interesará por revivir un Sistema Nacional de Diseño. Ese ya lo movimos mucho desde la Universidad, lo trabajamos fundamentalmente, desde el Centro de… de Extensión Académica, de la Facultad de Artes. Y alcanzamos a desarrollar también algunos proyectos con ellos. Desarrollamos por ejemplo una serie que se llamaba casos, ‘Casos de Éxito’, que están en unos CD por ahí y también se estaban moviendo. Y desarrollamos otra serie de proyectos asociados con ese interés que particularmente que tenía el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

Y desde la Universidad, creamos la Red Latinoamericana de Políticas Públicas y Diseño. Como conclusión de ese trabajo que hicimos con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, planteamos un encuentro, que el primero lo realizamos en Argentina, en Buenos Aires, en el Centro, ese es el Centro, se me olvida ahorita el nombre… el Centro de Diseño de Buenos Aires, no me recuerdo ahorita el nombre exacto. Y ese encuentro tenía como propósito identificar, las políticas de diseño que había en los distintos países de América Latina. Estando en el encuentro, obviamente como todos los encuentros latinoamericanos, no tuvo un final feliz, pero logramos crear la Red Latinoamericana de Diseño y Políticas Públicas. El segundo evento de la red, lo realizamos aquí en Bogotá, el tercero realizamos en Guadalajara, el cuarto se hizo en Uruguay. Y la Red se ha seguido reuniendo, todavía está vigente, el último encuentro se hizo… ya cumplimos diez años de realización de los encuentros de la Red Latinoamericana de Políticas Públicas y Diseño, el último se hizo Uruguay.

Ahí teníamos otros propósitos muy interesantes, que no han logrado concretarse, pero uno de los propósitos era, constituir una batería de indicadores para el desarrollo e inserción del diseño, en los distintos países. La posibilidad desarrollar, una catedra latinoamericana diseño. Y la posibilidad de trabajar en homologación o en equivalencias de los programas académicos y demás. Pero, digamos que la red ha tenido muchas fluctuaciones, entonces, casi que en cada país se ha visto el interés local, casi que por encima del interés latinoamericano. Pero ese es un poco como el recorrido, muy general del asunto.

Una de las particularidades que tuvimos cuando se trabajó con la red, perdón, cuando se trabajó con la Red Nacional de Diseño para la Industria en los noventas, es que nos acercamos muchísimo a los gremios productivos y a los sectores de la producción. Y todos estaban muy interesados, en ver y entender el diseño. Ahí estaba la gente, obviamente de Asocueros, que eran quizá eran los más sensibles, entre otras, porque habían sido muy golpeados por los procesos de apertura. Cuando se da la apertura, la marroquinería italiana

y el cuero italiano, entra al país y el sector se ve muy golpeado. Pero también estaba Acemuebles, que obviamente también lo golpearon, pero no tanto como otros estaba, Asocueros, Fedemetal, se me olvidan, eran como seis o siete, se me olvidan quizás los otros gremios, pero resultó que todos estaban muy sensibles a la problemática de diseño.

AFST: Resulta que, un poco recogiendo las experiencias de Jorge, pero también, de Jorge Vergel, pero también en la lectura, hay como un análisis en el que, gran cantidad de las empresas que fabricaban, tomaron una decisión más sobre la comercialización, a través de ese proceso de apertura, lo cual digamos en esa, en ese punto de vista, uno consideraría que el desarrollo, desde lo local se fue disminuyendo y más la comercialización de elementos, digamos importados desde el mercado global. Pero también, Jorge hacia una mención, que creo que me parece interesante poner aquí, y es, que previamente las empresas de muebles, como que desarrollaban los proyectos para todas las áreas: doméstico, institucional.

Empresas como Camacho Roldán, como Artecto, que finalmente fueron perdiendo vigencia y hoy no contamos con esas empresas. Y casi que el sector de muebles institucionales, tal vez corporativos, escolares, ganaron bastante en especificación y pareciera que el mueble doméstico, se quedó en unas escalas, mucho más de taller, mucho más desarrolladas tal vez por generación en generación. Y en esa, como que en esa perspectiva es, que a mí me gustaría hacer, como configurar cómo es que se dio ese proceso ahí, y de pronto porque, ver ahí en la cotidianidad…

JF: Esto no lo tengo suficientemente claro, pero ahí sí tengo una idea, que en varias ocasiones, he visualizado, producto del trabajo que nosotros hemos hecho. El diseño en el país, nace fundamentalmente, el Diseño Industrial nace fundamentalmente ligado al sector del mueble. Y ligado al sector del mueble, no por la vía del diseño mismo, sino por la vía del complemento a la arquitectura, ¿cierto?

Entonces, salvo Camacho Roldán Y Ervico quizás, que fueron los que vincularon a Jaime Gutiérrez y donde hicieron una serie de desarrollos, el resto de muebles, digamos, o el resto del sector del mueble, está muy ligado a la Arquitectura y consecuentemente, son los Arquitectos los que trabajan en el mobiliario, ¿cierto?

Los pero los Arquitectos, no transitan, cuando se da el proceso de apertura y cuando empieza a crecer el diseño, a otros muebles especializados, ¿cierto?, al no transitar, quienes asumen el rol del diseño, son Diseñadores. El caso concreto de Challenger, ¿cierto?, Challenger es electrodomésticos y gasodomésticos, los Arquitectos ya no tenían la formación, para llegar hasta empresas de esa naturaleza. Entonces el mueble electrodoméstico o el mueble, independientemente de que, en el en el proyecto arquitectónico se especifica el mobiliario de cocinas y el mobiliario de gasodomésticos y demás, los Arquitectos no alcanzan a llegar hasta allá. Por eso Challenger, recoge un grupo de Diseñadores y empieza a trabajar muy juiciosamente. Lo mismo sucede un poco, con el tema de oficina.

La oficina abierta, mejor dicho, el Arquitecto llega hasta especificar lo que está en el mercado, pero no llega diseñar, muy pocos Arquitectos, llegaban a diseñar el mobiliario oficina abierta o del ‘free standing’, el ‘free standing’ que viene más adelante. Por eso son los diseñadores, los que empiezan a entrar y a quebrar un poco el asunto. El otro, la otra línea, es lo que tiene que ver con el diseño de exposiciones y la arquitectura, que los

Arquitectos llamaban en ese momento Arquitectura Efímera, ¿sí?, el diseño de stands, ese lo asumían los Arquitectos.

¿Pero qué sucede?, los Arquitectos lo ven desde la perspectiva arquitectónica, los Diseñadores, desde la perspectiva de la flexibilidad, del montaje y desmontaje, de ese tipo de cosas que los Arquitectos no tienen, lo voy a decir de manera muy burda, el Arquitecto piensa en ladrillos y concreto. O sea, pasar a comprender, como yo hago paneles ensamblables y los retiro, y vuelvo los monto, e incluso, como tengo un sistema de exhibición, que lo tengo guardado en mi bodega y cuando me lo alquilan, voy lo pongo, que es un poco lo que puede hacer el Diseñador Industrial. Eso no lo alcanzan a visualizar con la misma facilidad los Arquitectos. Por eso los Diseñadores fueron capturando eso segmento, yo no sé cómo esté ahora, ¿cierto?

Pero en general, muchos de los Arquitectos que hacían esos, pues dejaron de comprometerse con ese tipo de trabajos o con ese tipo de consultorías. Y los diseñadores fueron ganando espacio, en el sector del mueble. En los otros sectores, pues obviamente los arquitectos poco tenían por hacer. En el sector de iluminación por ejemplo, ese ya requiere un desarrollo técnico, mucho, mejor dicho, no muy básico, sino un poco más sofisticado. Entonces los Diseñadores también capturan muy rápidamente el tema de iluminación, de ese tipo de cosas. Y son diseñadores fundamentalmente.

Nótese que hay Diseñadores, incluso mire que, Mauricio Olarte trabajaba con Mepal inicialmente y en algún momento, no recuerdo, hay una diferencia entre él y Mepal, y toma la decisión de montar su propia empresa. Cambiando completamente el concepto de producción y demás, e incorporando la idea de ergonomía, que no está en la arquitectura, que viene por la vía los diseñadores. Entonces él sale, no sé si era de Mepal, creo que era Mepal, y monta su fábrica Series. Que entre otras, la tuvo ahí en la 13 con 24, mucho tiempo antes de que creciera, significativamente y la pasara donde la tiene ahora

Entonces, para mí, uno de los temas de desplazamiento o de la incorporación del diseño en el sector del mueble y en el sector de, desplazando a los arquitectos tiene que ver con eso, tiene que ver con el, la aparición real, de la profesión del diseño. Por otro lado, por supuesto que, la apertura económica y la posibilidad de importar, marca también una diferencia significativa, pero en el sector del mueble, digamos que es lo que aparece, es más lo que se conocía en ese momento como, incorporación tecnológica o la posibilidad de que, si antes hacíamos, por ejemplo todas las sillas de escritorio, de ruedas, de araña etcétera, etcétera, cuando aparece la apertura, se incorporan partes y lo que se hace es incorporar, se importan partes, perdón, y lo que se hace es incorporación en el producto. No tiene ningún sentido hacer, con el mercado tan pobre nuestro, digamos interno, desarrollar componentes, que ya están desarrollados en otro lado. Y aquí lo que se hace un poco, es ensamblar.

Y eso cambia muchísimo el panorama, pero lo que usted dice es cierto, muchas empresas van virando progresivamente, del diseño, desarrollo y venta de producto, a sólo la comercialización del producto.

AFST: La primera vez que tuvimos, que usted me programó la entrevista, yo estaba llegando de México, porque estaba en una conferencia, siendo ponente, en el MX Design Conference, que se llamaba ese caso ‘Diseño e Identidades en Transición’; y bueno, yo tuve la oportunidad de compartir componentes de Chile, de Brasil, el propio México y claro,

yo creo que hay una preocupación este momento y también es por el momento en el que estamos, en el que nosotros nos empezamos a preguntar cuál es, esa respuesta desde e diseño ante esos desarrollos locales versus esos desarrollos globales, ¿no?

A veces uno lo pone como una pelea, que no tiene una unidad, lo global control local, lo global daña los local, lo local es diversidad, pero pues también está como ese concepto de la hibridación, si es que existe. El tema es que, a pesar de que muchos de nosotros asumimos eso, desde diferentes sectores o lecturas ,hay algunos que lo hacían desde el juguete, otros lo hacen desde el afiche o el póster, unos lo hacemos desde los elementos, desde los objetos, el mueble, hay como a esa insatisfacción, que de pronto empieza a surgir, que uno dice bueno, ¿pero qué pasó antes?, para que el día de hoy, tal vez no tengamos ese ese gran diseño local, tal vez como lo tenemos idealizado.

Y un poco yo, también en ese marco teórico que generaba, leyendo Gui Bonsiepe en ese el libro de Globalización, Autonomía y Diseño, que él precisamente en Argentina, dice como apertura económica en Argentina es lo peor que le pudo pasar al diseño Industrial, teniendo en cuenta como el modelo económico y luego como muchos no encontraron lugar. Una de las intenciones que yo tengo no es, continuar con, diciendo si a uno le parece, o a otro no, si no tal vez, evidenciar a través de esa situación, en el mueble en especial, ¿qué pasó?, qué fue pasando y como el elemento cambió, permaneció o surgió, o tuvo inclinaciones hacia un lado y hacia el otro.

Por eso es que digamos un poco la recopilación de la experiencia, es más importante, que en este caso ir netamente a un tema supremamente estructurado. Pero, desde ese punto de vista, una apreciación que usted podría tener acerca de esa influencia del fenómeno neoliberal o apertura económica, o globalización, en ese desarrollo, creo que tendríamos que definir primero lo que puede ser diseño local, cuáles son esas influencias que, por supuesto, termina teniendo en la consolidación de los elementos que después se ponen o hacen parte de la vida cotidiana de las personas.

JF: Yo, a ver, el proceso de apertura, yo aquí tengo una, obviamente yo no estaba mirando las cosas desde más atrás, pero yo he dicho que el diseño cuando nace en el país, nace en un entorno económico y productivo que necesita diseño, pero que no lo demanda, porque nunca se había visto. Y aquí quiero ver el diseño, más desde la perspectiva cultural que desde la perspectiva económica, ¿cierto?

Colombia ha sido un país, o fue un país muy provinciano, ¿sí?, muy resistente al cambio, muy resistente a la introducción en el mundo, digamos, moderno del Siglo XX, ¿cierto?, de hecho esta Universidad, nace como uno de los puntales para introducir el pensamiento moderno en el país. En la década del treinta, Gómez Pumarejo, lo que dice es, ‘tenemos que abrirnos al mundo’, y toma la educación como eje de su revolución en marcha. Y dentro de ese eje, a la Universidad Nacional como uno de los puntales, para hacer un cambio de pensamiento de fondo en el país. No es gratuito entonces, que esta sea la primera, el primer laboratorio arquitectura moderna, que se crea en el país.

Eso no logra transformar mucho al país y realmente seguimos siendo bastante provincianos y bastante timoratos en esa relación con el exterior, hasta la década del sesenta e incluso hasta los noventas, donde definitivamente abrimos las fronteras. Nosotros mirábamos para el centro, mejor dicho, todo el país miraba hacia Los Andes, la existencia de ciudades en los bordes del país, es muy escasa, el Pacífico está abandonado, o sea, ahí hay un

problema muy complicado. Y qué es lo, que en parte que es lo que yo creo, que desde esa perspectiva, en parte es lo que yo creo que desde esa perspectiva frena el desarrollo y la introducción del diseño en el país. Por eso yo digo, la industria colombiana necesitaba diseño, pero no lo demandaba, porque no lo veía.

¿Y qué es lo que sucede?, en la industria, mejor dicho, hay un problema en la industria y es que cuando uno incorpora diseño, incorpora riesgo, ¿cierto?, el diseño no es garantía, el diseño es una apuesta por cambiar o por mejorar hábitos de consumo, o mejorar las condiciones de la gente. La gente no demandaba diseño previamente. Entonces es muy difícil que, si uno no entiende ese entorno cultural, pueda entender lo que realmente estaba sucediendo.

Pasan cosas curiosas en los sesenta, la llegada del rock, la mirada incluso de los distintos entornos que empiezan a permitir y empiezan a hacer ver el mundo de afuera, la televisión, los medios de comunicación, etcétera, etcétera, hacen que, la cultura nuestra sea un poco más permeable a todo eso. Pero la cultura empresarial, es una cultura de poco riesgo, sigue siendo de poco riesgo, fíjese que incluso hoy en día cuando usted ve cuáles son las apuestas de la ANDI, o qué es lo que la ANDI le pide al gobierno es, ‘dennos plata’, ‘facilítennos financiar cosas’, ‘haga líneas de crédito’, etcétera... siempre está pensando en el soporte y no en la posibilidad de desarrollo. Lo que para mí empieza a cambiar drásticamente eso, es precisamente el proceso de apertura, ¿por qué?, porque apertura y competitividad van muy de la mano, si uno tiene un mercado que no es competido y que es protegido, pues uno no tiene problema de arriesgar, si uno tiene un mercado que es competitivo, tiene que arriesgar y si no se desaparece, ¿cierto?

¿Qué es lo que sucede?, cuando los diseñadores empiezan a participar en ciertos sectores, donde el diseño ya estaba más asentado, pues entonces empiezan a introducir, unas digamos, especies como de mezclas de hibridaciones entre lo local y lo global. Pero la primera reacción, antes incluso de la apertura, era la preservación de la identidad, eso era lo que le decían a todos los diseñadores del país, ‘hay que preservar la identidad’, ¿cierto?

Y mirar, y entonces por eso salen sillas con forma de tunjo precolombino, salen un poco de cosas de esas, porque fue como la lectura que se hizo en su momento y mucho tiempo, ese tema la identidad cultural, estuvo presente. Hasta cuando ya, cuando estos procesos de apertura e internacionalización y de interculturación, ¿cierto?, la cosa empieza a cambiar. Y entonces uno ya empieza a ver diseño, que puede tomar cosas locales, pero adquieren desarrollos de carácter nacional. Fíjese toda la transformación que hace Artesanías de Colombia de las técnicas más tradicionales, ¿cierto?, incluso traen a los Vinaccia de Italia, traen al mismo Barroso del Laboratorio Brasilero de Diseño, traen gente de varios lados, para hacer ‘interdiseños’, lo que ellos hacían era ‘interdesign’. Y eso es un poco para jalonar y para sacudir digamos, internamente la mirada que se tenía sobre el diseño.

Y hay diseñadores puristas en ese momento, que veían el tema de la identidad cultural como una responsabilidad enorme, de la cual no podían separarse. Pero ya con estos procesos de apertura y sobre todo con los procesos de interculturación, ya el brinco es muy grande. Pero otro aspecto que supremamente importante, el diseño empieza a ligarse, en el mundo, con los desarrollos tecnológicos, que nosotros no tenemos, que no hemos podido superar la brecha de la innovación, desde el punto de vista tecnológico.

Entonces lo que nosotros podemos producir aquí, pues difícilmente se va a parecer a lo que se produce en otros contextos, donde el desarrollo tecnológico marca muchísimo la posibilidad diseño de producto, ¿sí?

AFST: Claro. Y entonces ahí es la barrera…

JF: Esa una barrera muy fuerte

AFST: …la tecnología

JF: Fíjese que yo, siempre he defendido la idea de que, Diseño Industrial y Diseño Gráfico en el país, van por dos caminos distintos. Que me parece un error, que otras, en la Maestría no lo comparte, que me parece un error considerar un diseñador general, no existe en el país, ¿por qué?, porque el origen del Diseño Industrial y del Diseño Gráfico en el país, es distinto. Pero la barrera tecnológica, también genera una diferencia muy grande, yo he dicho que, mientras los Diseñadores Gráficos al estar frente la pantalla, están en la frontera tecnológica, a los Diseñadores Industriales les toca contentarse, con ver la frontera tecnología en las revistas

AFST: Claro

JF: No la viven, ¿cierto?, pero yo, sí soy gráfico estoy frente a la pantalla y tengo el último software, tengo lo mismo que están trabajando seguramente en Londres, o en Frankfurt, o en cualquier otro lado. Pero estando aquí, como Diseñador Industrial, no tengo ni los plásticos, ni la producción automatizada que hay en Alemania, ni puedo producir los niveles de calidad y de precisión que se producen en Alemania

AFST: Que sería tal vez ese, como, más allá de pensar, si el diseño local, es aquel que responde a la forma como identidad, sino a las condiciones, tal vez…

JF: … a las condiciones productivas. No, claro. Eso lo he dicho yo toda la vida, yo he dicho que las condiciones de producción son a veces, más diseño, que el mismo diseño. Porque si usted, usted puede imaginarse lo que quiera, pero si no es viable producirlo con la tecnología que tiene, está muerto.

Antes de que yo llegara aquí, estábamos desarrollando con Rolando Ruiz, ¿usted conoce a Rolando?

AFST: Sí señor

JM: Un proyecto que tenía que ver con, la idea de desarrollo de producto. El desarrollo de producto tal y como lo concebimos nosotros ahí es, poder poner un diseño, en las condiciones de producción de la empresa. Eso es lo que es, el desarrollo de producto. Así las cosas, un mismo diseño, puede adquirir distintos matices de acuerdo con la empresa donde se produzca, porque si yo tengo cinco máquinas de control numérico, o tengo cinco ruteadoras y dos fresas, eso es otra cosa, ¿cierto?, y puedo reproducir exactamente el mismo concepto de diseño, pero me salen dos productos completamente diferentes. Entonces para los Diseñadores Industriales, la barrera tecnológica es enorme. Eso pudo también haber generado esa idea, de que haya que importar cosas que, nosotros definitivamente no podemos producir.

Pero mire la salida, la salida de los diseñadores, los diseñadores-emprendedores, esos los ve usted hoy en día por muchos lados, entonces hay la feria del diseño que está en el Gimnasio Moderno, la que está por la Carrera Séptima, la que tienen en el Parqueadero este de la 94, porque es la salida de emprendimiento, es la salida el emprendimiento, que permite incorporar diseño, es la salida de emprendimiento...

AFST: Bueno, yo le agradezco mucho el tiempo, yo sé que esto es supremamente largo…

JF: Está muy deshilvanado, si lo logra hilvanar, lo felicito

AFST: No, seguro que sí…

JF: Y si quiere, más adelante, ¿Cuándo?, ¿Usted?, ¿Usted aspira a entregar cuándo?

AFST: Yo aspiro entregar el siguiente semestre. A mediados del primer semestre del 2020.

JF: Ah bueno, es que yo le entendí que en Enero, y por eso yo dije, no, no, este muchacho…

AFST: Tengo una pretensión, pero…

JF: Va a hacer, ‘tutaina tuturumaina’ escribiendo, no le creo.

AFST: No y probablemente sí.

JF: Si quiere pégueme otra, o póngame un correo otra vez por ahí, a mediados de enero, no…

CONVERSATORIO ÓSCAR BRAVOREVISTA EL MUEBLE Y LA MADERA - 2020/07/08

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Listo. Ya está allí. Entonces, pues le había comentado que un poco la intención de mi tesis de maestría con la Universidad Nacional, es tratar de conectar un poco una serie de situaciones que pasaron la industria del mueble, de pronto durante los años 80 y los años 90. Pues esa fue la indicación que me dio mi director de tesis, que es el profesor Humberto Muñoz, diciéndome que podíamos encontrar allí un algo, que nos dijera pues, qué dirección tomó el diseño, reflejado en este caso en el diseño de muebles, sobretodo de enmarcado en lo que a él le interesa, que yo también tome como excusa, qué es el tema de lo neoliberal. Obviamente, yo cada vez que pongo el tema de los neoliberal, a quién le habló me dice, yo de eso no sé, y yo le digo, no yo tampoco. De hecho yo estoy tratando de construir algo que apareció allá, si es que apareció, si no apareció, pero pues que finalmente determina un poquito lo que viene a pasar hoy en día con el diseño, reflejado en el diseño en la parte del mueble. Comentándole un poco todo el tema, entonces le decía que yo hablé con Humberto, Humberto me decía, la Revista del Mueble y la Madera pues, tiene información, probablemente aparece en esa época, está entre los noventas, hay una decisión importante de quien la haya creado, por documentar algo, por informar, por el sector. Entonces pues yo le decía, No, pues efectivamente yo conozco a Óscar, y pues lo voy a contactar y muy probablemente podríamos tener un conversatorio. Más allá de que sea una entrevista formal, aquí es un conversatorio de experiencias porque lo que yo voy a tratar de hacer en algún momento es, coger toda la información que tenga y tratar de cruzarla, hay unas perspectivas que vienen desde la academia, hay unas perspectivas que vienen desde el sector empresarial hay unos anuncios de prensa que me van a ayudar mucho, y hay unas experiencias de la cotidianidad de algunas personas con las cuales converso, y que me dan su opinión sobre el momento. Entonces, la tesis es finalmente tejer todos estos son diversos actores y ver qué fue lo que sucedió allí, entonces es una cuestión mucho más hablada, es un tema, una conversación más desde la experiencia, ¿no? Como yo le mencionaba en la llamada que tuvimos, yo ya logré contactarme con Jorge Vergel de Kassani, el medio una entrevista. Jaime Franky, el vicerrector de la Universidad Nacional, obviamente hablé con Jorge Montaña. También tengo una conversación pendiente con él. Mañana me reúno también por video llamada con Óscar Darío Muñoz, de Oskada Arquimuebles. Mauricio Olarte me respondió esta mañana, de Series Seating, que él está radicado en Miami y también me va dar su aporte. Entonces, digamos que hay una intención muy chévere, por algo que se trata construir, un poquito el tema de la memoria, el tema de la identidad y el tema de, finalmente qué pasó, con una pequeña intuición que hay, y es que había un camino marcado del diseño, pero probablemente la decisión de abrir las importaciones, un poco este tema neoliberal, pudo afectarlo. Esa tesis podría ser falseada, o no, pero por ahí hay una intuición. Vamos a ver cómo termina de construirse, entonces pues inicialmente, conocer su experiencia y su conocimiento acerca del momento en el que se funda la revista y porque se toma esa decisión.

Óscar Bravo: Mire. La revista tuvo dos épocas. Hubo una primera revista, también que la fundé, que se llamaba El Mueble, Materiales e Industria, que se fundó en el 89 más o menos, 89, 87. Esa revista duró, creo unos dos años y medio, y luego pues estuvo, pasaron un par de años y en el 93 salió la segunda época de la revista M&M, que es la Revista M&M. ¿por qué salió la primera revista?, porque había un nicho mercado, había un sector que estaba totalmente desarticulado y que no tenía un medio de comunicación, el objetivo siempre fue industrial, no tanto de diseño, sino fue muy industrial, que estaba pasando con los materiales y las industrias. En ese momento, para llegar a un público objetivo, que fuera el fabricante de muebles, el constructor de los muebles y lo que hay en la cadena de fabricación de muebles. Nosotros nunca pretendimos directamente, en un principio como público objetivo, llegar al diseñador, ni al usuario final de muebles. Sino llegar a aquel que estaba buscando, desde la parte tecnológica, mejorar sus sistemas productivos, mediante la información que nosotros estuviéramos llegando. AFST: Ajá, claramente digamos, el diseño en esta época surge, pues trata de meterse en el país con un objetivo de ayudar a la industria, un poco, y pues Jaime Franky hacía una observación, en la cual mencionaba que, desafortunadamente eso nunca logró articularse, por alguna razón, tal vez el diseñador con ciertas ideas lejanas de la industria no logró articularse muy bien, con lo que de pronto usted, el público objetivo de la revista que es este industrial, pequeño, grande, mediano, pues, pero que está mucho más metido en el hacer y que parece ser que este diseñador, no logró allí meterse como de manera muy articulada. OB: Por dos cosas, yo creo que son dos cosas Andrés, y es que, cuando estamos hablando de los años ochenta, e incluso los noventas, estamos hablando que había una élite, de fabricantes de muebles, que se movían en una élite de posibles compradores. Me explico, entonces empresas grandes vendían en masa a fabricantes de, por ejemplo a bancos o vendían a empresas, que tuvieran oficina abierta o que tuvieran, que hablaran el mismo idioma, que siempre en el ‘top of mind’ de la gente, hay élite del diseñador, como ese personaje que resuelve las cosas bonitas, ¿Sí? Pero la fabricación de muebles realmente, del público, digamos que ese noventa por ciento, pues era muy parroquial, era lo que pasaba, lo que había visto, las adaptaciones de los muebles españoles y lo que veía que traían, ¿sí?, porque Artecto, que eran los Artecto, estas empresas que eran, IMA, de eso que eran de la viejísima guardia, Camacho Roldán, Camacho Roldán, pues tenían, pues si usted se da cuenta, tenían un estilo muy español, muy francés, pero era para cierto grupo elevado de consumidores, no estaban llegando al target de los pequeños, medianos, no estaban llegando tanto al hogar, y si llegaban al hogar, llegaban con unos precios, que eran bastante inasequibles. Entonces, eso se siguió dando, en la medida en que, el país estaba cerrado, y los industriales parroquianos, de una heredad terrible, gente que hacía muebles y como los hizo, toda la vida quería seguirlos haciendo y quería que sus hijos los siguieran haciendo. Para mí dónde empieza a haber el gran cambio, el gran cambio, si usted le quiere meter neoliberalismo, puede meterlo, en la apertura económica, pero no para la importación de muebles, sino para la importación de maquinaria e insumos para la fabricación del mueble…

AFST: Claro OB: Entonces en esa época había solamente una fábrica de triplex, que era Pizano, y era el producto por esencia con el que se manejan los muebles, además de las maderas macizas. Con todas las complicaciones de madera maciza y con la poca tecnología que había para pintura, no porque fuera mala, sino porque había muy limitados los proveedores, ¿sí? Y muchas veces los proveedores no se articulaban tanto con los diseñadores, aunque los buscaban, ¿sí?, entonces para mí el gran cambio, empieza a haber, cuándo hay apertura, cuando empiezan a llegar ciertas máquinas, con posibilidad hacer ciertos muebles. Que no eran solamente para las grandes fábricas, sino que, empiezan a haber unos emprendedores que dicen, oiga y me quiero meter en el cuento. Yo me acuerdo que en esa época, en el año ochenta y algo, pues cuando nosotros teníamos que vender publicidad para los proveedores, encontrábamos que estaba Pizano, como fabricante de tableros y estaba una empresa que se llama Tableros de Colombia, que hacía aglomerado en bagazo de caña. Pegantes habían dos o tres empresas de pegantes, Colbón y seguramente Pegatex, no había una gran oferta que permitiera a los fabricantes decir, oiga voy a cambiar mi forma fabricar, y voy a mejorar precios, y mejorar costos, y va a empezar a hacer muebles, si no masivos, por lo menos, menos selectivos. AFST: Claro. Sí, de alguna manera, cuando Jorge Vergel lograba concluir algo muy similar a lo que usted dice menciona, él decía yo la pasé, digamos, el fundó su empresa Kassani a principios o a mediados de los ochenta, y dice, yo logré pasar la época del Apertura neoliberal, teniendo en cuenta que yo empecé a importar fue, sistemas, los pistones para hacer las sillas, los accesorios para poder fabricar. Más que la importación, pues de muebles como tal. Entonces él marcaba como punto clave y era, como se había entendido esa apertura, si se entendía como que van a llegar productos que van a negar la posibilidad de la existencia de los míos, o si más bien lo aprovechó eso que usted está mencionando, de la llegada de materias primas y otra serie de condiciones que podrían mejorar el producto. En ese caso pues, el diseñador que estaba tratando de fabricar. Entonces él trataba de mencionar, que si había visto, de alguna manera, que quien aprovechado para reconocer, en el caso de él, hablaba de los herrajes italianos, o las condiciones italianas, para sus sistemas de oficina, que él había logrado aprovecharlos, y que es muy probablemente, que por eso él, todavía se mantiene un poco vigente, mientras que si se habían notado, que una serie de empresas que a lo mejor, pues habían decidido cerrar. No necesariamente le podemos echar la culpa directamente a la decisión de que haya habido una apertura de mercado, pero de alguna manera si se notaba un crecimiento de posibles empresas, cuyo concepto iba enfocado al diseño, pero fíjese que desarticuladas un poco con lo que usted está hablando, de la realidad, de lo doméstico, del quehacer del carpintero y del taller, digamos un poco más enfocado hacia otro lugar. OB: Claro, porque lo con los fabricantes que usted ha hablado, si se da cuenta son de vieja guardia, que tienen toda una historia, pero si usted mira con que nacieron, si comparan su diseño de hoy, con el diseño de hace veinte años, o treinta años, prácticamente, pues estamos viendo que hay una gran diferencia, ¿sí?, ellos fabricaban muebles, lotes de muebles grandes. Pero no eran para el público general. Siempre

siempre los almacenes de muebles, del público, del ciudadano de a pie, del ama de casa, del que no tiene todo el poder adquisitivo, del estrato tres, del estrato cuatro, del estrato dos, realmente ellos no producían para esos estratos, ellos producían para alguien que quiere valor agregado. Porque los muebles son un buen negocio, tenía unos altos márgenes de utilidad, sin importar si fuera estrato uno, o de estrato seis. Pero los que tenían diseño, los que hablaban con nombre, Herman Miller, los señores de Righetti, los señores de Camacho Roldán, los señores de Artecto, con su bonita vitrina, pues no era para todo el mundo, ni todo el mundo entraba, ni de todo el mundo tenía esa capacidad. Ni ellos tampoco era que tuvieran el gran diseño, usted se fue a ver, eran muebles de los que hoy se convierten, usted los ve como escandinavos, muy minimalistas, ¿sí? AFST: Sí, sí, sí. Ese es un tema interesante porque, digamos una de las menciones que a nosotros nos vendieron, estudiando Diseño Industrial, digo a nosotros como estudiantes, seguramente, de muchos de estas personas que estuvieron durante estas épocas, es que teníamos un contenido social y que podemos mejorar la vida cotidiana de las personas, y eso está reflejado los productos que diseñamos. Y yo creo que muchos de nosotros nos metimos en ese cuento, pero a la hora de la verdad, como que estuvo muy alejado y es un poco lo que usted está diciendo, todavía se sigue generando este tema del diseño muy elitista. Mientras que el ciudadano de a pie, pues, tal vez va al taller del barrio a va ahora, obviamente más adelante la aparición de los clúster, les permitió llegar esos lugares. Pero evidentemente, también le preguntaba yo a Jorge Vergel, le decía bueno, ‘y ¿usted que tuvo un showroom?’, y me dijo, ‘yo tuve showroom, pero pues no me servía porque yo no le iba a vender una silla una persona. Yo en mi caso particular le vendo a una empresa, una oficina, a dotación institucional’, entonces, terminaba perdiendo lo que pagaba en un showroom, cuando ese no era el usuario. Entonces, pues a mí digamos me empezaba a generar, perdón, una pequeña conclusión y es decir, pues si el diseñador digamos que tiene muchas capacidades, y a veces quisiera hacer muchas cosas y no termina haciendo ninguna, y es una preocupación de las direcciones del diseño desde la Academia y la realidad industrial o la realidad social, y es que finalmente pues no estamos orientados, supuestamente, a este principio de resolver los problemas, sino parece ser un principio mucho más estético, un principio de visualización. OB: Es que el problema está resuelto, en muebles el problema está resuelto. Una cama es para dormir, una silla es para sentarse, una mesa es para comer, o sea, el problema está resuelto. Ya empiezan unos sub problemas que el diseñador tiene que solucionarlos, de espacio, de belleza, de estética, de funcionalidad, de ergonomía. Pero el problema, en el fondo está resuelto, desde hace muchos años, desde siempre, ¿sí?, hay una evolución. Qué pasa con el diseño y el diseñador, desde mi perspectiva, como lo pusieron allá, entonces la revista Architectural Digest, era para tres o cuatro, y eran donde estaban los muebles para copiar, que llegaban a los pequeños fabricantes y les dijeran que los fusilaran. ¿Cuándo empezó a popularizarse un poquitico el diseño?, digamos que yo diría que, eso se lo debe un poquitico a la revista Axxis, que empezó a llegarle a muchos arquitectos, pero arquitectos, no el arquitecto que construía los diez edificios, sino al arquitecto que construía un edificio, una bodega, unos apartamentos, y empieza a

popularizar, a ver que hay otras alternativas, que no son las mismas cuadriculadas, que nos daban los fabricantes de muebles. Porque es que, ¿qué se vendía?, lo que el fabricante de muebles ponía en la vitrina, ¿bajo qué criterio?, criterio personal de ese fabricante muebles, no de un diseñador. Él decía, ‘oiga ¿sabe qué?, hagámosle una alita aquí que se ve bonita’, pero no era que fuera, la alita no tenía nada que ver con funcionalidad, sino, ‘oiga, como bonita la vaina’. Además de pronto, yo vi en una revista que esto lo hacían así, pero no tiene la razón de ser. Porque ha habido, cuando yo hablo del fabricante de muebles, no estoy hablando de las grandes compañías, porque las grandes compañías, pues dice uno tiene su problema resuelto, tiene capacidad económica para contratar un diseñador, y tiene capacidad o para poner un departamento, pero las pequeñas-medianas, las pequeñas empresas o las medianas empresas, que hay muchas en el país, ¿sí?, nunca tuvieron, ni esa visión, ni esos recursos. AFST: Claro y nunca llegamos allá OB: Y nunca llegaron allá. Y hoy se ve la diferencia, yo creo, hoy hay mucha, hoy apetecen a los diseñadores, pero no están apeteciendo el diseñador que diseña, sino el diseñador que estaba manejar un software AFST: Claro OB: Para poderlo integrar, digamos que se están saltando, para llevarlo a las máquinas. Hágame la cosita, pero de una vez que me llegue del software a la máquina, o sea estamos pasando muy rápidamente a la tecnología 4.0, entre comillas, muy latina, porque nosotros no nos van a llegar esas máquinas, y eso no es tan rápido, y solamente cuatro o cinco empresas en el país pueden tener eso. Entonces, volviendo a la apertura del mueble, nosotros fuimos grandes importadores de muebles. Y yo siempre traigo a colación ejemplo que era, qué es el mueble RTA, cuando nosotros teníamos, empezó la revista las importaciones de muebles RTA, de la firma Sauder, norteamericana, eran impresionantes, pero eran impresionantes, o sea, yo le puedo decir que el mercado, sin tener en que basarme, el mercado de RTA, que no estaba popularizado, que se vendía en algunos almacenes era 95% importado, 5% hecho en Colombia. Hoy por hoy, no se importa mueble RTA, hoy hay diez empresas exportando a todo el mundo muebles RTA, ¿pero por qué?, porque empezaron a llegar máquinas, porque empezaron a llegar los herrajes, porque la gente comenzó a viajar, porque la gente comenzó, empezó a moverse y empezó a llegar, a entender, las funcionalidades y las posibilidades del mueble, a meterle costos, a meterle, a decir, ‘Oiga, esto es un buen negocio. Pero hay que hacer las cosas bien’, entonces… Y el mueble fue evolucionando en la medida que iban llegando máquinas, es que en esa época, habían dos proveedores de maquinaria, importada una era Primal y la otra era, Aristizabal y Jinete, y Dispano, perdón. De resto no había más y los otros, eran unas máquinas mamotretos, para trabajar madera maciza que era, de Franco Hermanos, Hurtado Hermanos, Osma, pero eso es unas vainas que, difícilmente iban a hacer progresar el sector, eran máquinas viejas copiadas de máquinas europeas viejas, o traídas viejas, y yo le puedo asegurar, porque por medio de la feria, que nosotros

organizamos, lo veíamos claramente. La gente, nosotros una vez terminada la feria preguntábamos, ¿cómo le fue a los de maquinaria en ventas?, decían, ‘esto es una locura, nos fue súper bien’. Estamos atrasados treinta años con respecto a Europa, eso no puede ser. Pero sí efectivamente, hoy por hoy, yo creo que nosotros estamos muy equilibrados, muy bien en términos de maquinaria y productividad, que las máquinas hagan, lo que puede hacer una máquina, o lo que puede, lo que un diseñador quiere que le hagan, por medio de estas máquinas. AFST: O sea que, de alguna manera, bueno ahí para usted, habría un gran, pues un acierto en la posibilidad de tener maquinaria, digamos, inicialmente de reconocer los herrajes, el sistema 32, para después armar de pronto mueble tipo RTA. Si bien uno de pronto, un inicio en el cual hubo un gran número de importaciones de mueble RTA, digamos de Estados Unidos, posteriormente fue en esa transición, donde ya, la industria reconoce que con tecnología y nuevos materiales, pues los materiales ya existentes tipo tablero, y ahí hubo como una transición, un cambio donde también desaparecen algunos y se mantienen otras OB: Claro, porque es que mire, me voy a meter en su tema del neoliberalismo y la importación AFST: Gracias OB: Páreme bolas. Como dijimos antes habían unos fabricantes de muebles de una élite, pero habían unos importadores también de una élite. Entonces, cuando algunos importadores de muebles, le estoy hablando de Righetti, le estoy hablando de Herman Miller, para darle dos que los tengo presentes, ellos se importaban el mueble con todos sus accesorios, sillas, superficies, divisiones, alfombras, todo… AFST: Todo el sistema action Office OB: Porque aquí no había quién lo hiciera, entonces una multinacional, por decirle algo, Lever, Cogra Lever, al ser una multinacional tenía unos estándares de como tenían que ser sus muebles de oficina. Entonces los compraba en Canadá y le decía a Steelcase, que ahora se me… Steelcase, necesito este tipo de mueble, que es los mismos que tenemos en la oficina de Londres, de Nueva York, llévelos a Colombia AFST: Claro OB: Entonces con qué diseño trabajamos, con el diseño de ellos, con el modelo de ellos y con la importación. Pero obviamente el mercado, en la medida que hubo apertura, pues las importaciones empezaron a bajar y empezó obviamente a producirse el producto nacional, tal vez no de la misma calidad, pero sí tal vez llenar unos nichos. Entonces claro habían importaciones, hoy por hoy, las importaciones de muebles, son menores que las que había antes. Si usted se da cuenta y si usted se pone a ver, yo me acuerdo un análisis que hicimos, cuando nosotros mirábamos, me metí a mirar en las importaciones de muebles, quien era los que importaban: la Embajada Británica, la Embajada de los Estados Unidos… Yo decía, miércoles, ¿pero por qué la embajada importa muebles?, pues claro, era para la dotación de las oficinas de la embajada y para las oficinas de la casa de los Embajadores

AFST: Claro OB: Mierda, pero como así porque no los compran el país, pues porque, por el mismo fenómeno, porque de todas maneras hay élite, hay nombre, hay marca, juegan una serie de nombres, pero… y eso, yo creo que eso perjudicó, mucho porque los diseñadores nacionales no se pudieron vender bien AFST: Claro. Si continúe. OB: Y si usted mira, hoy por hoy, cuántos estudios de diseño hay, se va a dar cuenta que los estudios de diseño empezaron hace cinco o seis años, mejor dicho estamos hablando de los años 20, 21, 22, 23, 24, a partir de los años 20, empiezan a ver pequeños estudios, donde hacen cosas, ¿pero por qué?, porque encontraron fabricantes de muebles que tenía capacidad industrial para dar respuesta esta situación. AFST: Sí. Podría ser que apenas ahorita medio se están conectando ahí y en por eso empiezan a aparecer OB: Claro, porque ya empieza a haber una necesidad, ya empezó el cambio. Eso, estos fabricantes de muebles anteriores, viejos, para hogar y de construcción, entonces empezaron a meterse a internet y a ver, ah miré la casita tan bonita. Ya no necesitaba que viniera una revista de diseño, y comprarla y suscribirse, para mirar cómo era la vaina. Ya empezaron, pero eso no es tan loco, yo también puedo hacerlo. Entonces empiezan a jugar una serie de, elementos para poder dar respuesta, AFST: Claro, definitivamente en la parte… OB: En todos los aspectos, no solamente oficina abiertos, sino muebles de hogar, en la construcción y en la arquitectura… AFST: Pues ahí era dónde quería, de pronto entrar un poquito, porque es evidente que el mueble de oficina tiene un alto nivel de especificación, digamos que el diseñador, en la empresa de muebles oficina, se convierte más en un especificador de los requerimientos, porque son muy puntuales, lo que usted menciona, una multinacional está esperando obviamente un alto nivel de desempeño, eso pues lo compartíamos también un poco con Jorge Vergel, cuando él me decía, ‘aquí es más especificar de una buena manera y resolver las cosas que ya se sabe que pueden pasar en la oficina’, ¿no?, ese fue como como, de pronto uno de los niveles de especialización, donde a lo mejor antes, lo que usted dice Camacho Roldán o Artecto, hacía un mueble para la casa, pero también lo puede hacer para la oficina, ¿no?, un mueble igual lujoso, de alta calidad o de alto nivel de especificación. Pero llega un momento donde, tomar la decisión de yo me voy es a hacer dotación institucional de mobiliario de oficina y seguramente, pues, no me interesa ir allí al lugar, pero son esos grandes niveles, que se requieren en la fiabilidad del producto. Y por eso a lo mejor, la gran mayoría de personas con las que hoy me puedo seguir entrevistando, pues sus empresas son de dotación de mueble institucional, ¿no?, no hemos todavía encontrado este estudio de diseño que, diseñara y desarrollara productos para el hogar y que hubiera permanecido en el tiempo. Y que todavía lo lleguemos a encontrar ahorita. Se mantienen estos, más en este entorno empresarial

OB: Porque es que, Andrés, hay una cosa y volvemos, otra vez a las importaciones, ¿el mueble de qué está hecho?, hoy por hoy el mueble está hecho de melamínico, de tableros aglomerados forrados en melamínico. ¿Qué pasaba hace tiempo?, hace tiempo había una sola empresa o dos empresas, o tres empresas, que podían traer tableros y traían veinte containers, de del mismo color, ese mismo color era el que vendían en todo lado. Si usted quiere, como dijo Henry Ford, ‘de qué color quiere su carro, siempre y cuando sea negro’, ¿sí?, entonces era traer un cedro, y todos los muebles eran cedro, no había nada que hacer. Con la apertura empezaron a haber pequeñas importaciones, de dos o tres container, para dar respuesta exclusiva a ciertos fabricantes de muebles, para ciertos clientes. Entonces empezó a haber pluralidad. Hoy por hoy, estos fabricantes, estos importadores grandes, ya no traen diez containers del mismo color, sino aprendieron a negociar con los fabricantes y dice, yo traigo diez containers, de veinte colores, dos colores por container. Entonces ya hay mayor posibilidad de respuesta, en términos de colores, en términos de diseño, porque en los muebles muchas veces, el diseño termina siendo el color. AFST: Sí, sí, sí. La textura que aparenta. OB: Exactamente. Entonces ya, hoy en el mercado, gracias a que hay importaciones, ¿sí?, encontramos muebles con olor, superficies antibacteriales, superficies que repelen los zancudos, superficies que tienen rugosidad, que tienen textura, ¿sí?, superficies que imitan perfectamente cualquier tipo de madera, cualquier tipo de pedernal, cualquier tipo de cosas. Entonces la respuesta está dada. Desafortunadamente, toca importado, porque aquí no hay, aquí en Colombia solamente hay dos fábricas de tableros y el papel es importado, si nos vamos al tablero. Y si nos vamos a la madera, vemos como la como la madera, ha sido desplazada por la facilidad del tablero, ya no hay que pintarlo, no hay que secarlo, no hay que masillarlo, no hay que hacerle una serie de cosas, pero eso es otro cuento. Pero si mentiras, tiene que ver de todas formas, yo que diseño y yo que entrego AFST: Claro, claro, tiene que ver con eso OB: Todos en la casa queremos tener un diseño exclusivo, eso es lo que yo veo, pero ninguno queremos pagar la exclusividad AFST: Claro ahí sí, el bueno, bonito y barato, pues, bueno, personalizado y barato. OB: Pero, y cuando yo le digo todos, yo me voy a la masa, ¿sí?, me voy a la masa, estoy diciendo que, si nos vamos a la pirámide nosotros encontramos que la, en la parte alta de la pirámide pues hay una élite, una gente con poder adquisitivo, que puede pagar los muebles que se están importando, que dice, ‘oiga, venga, ese sofá 20.000.000 de pesos’. Y usted va un sitio y lo encuentra por 14’, y lo puede encontrar por menos, ¿y dónde está la diferencia?, pueden ser iguales, la tela. Pero no es lo mismo que lo venda BoConcept, a que lo venda Salas y Sofás. AFST: Sí así es

OB: Y hay nombre de diseñador y una serie de cosas, pero también todo va a, depende del poder adquisitivo. Pero la integración, yo creo que la integración Total, no se ha dado, porque los industriales no están dispuestos a pagarlo, porque el comprador no está dispuesto a pagar esa exclusividad, porque no hay tanto, nombre. No es lo mismo Dolce & Gabbana, muebles Dolce & Gabbana, los muebles de Thonet. La gente ya está empezando a buscar un poco más utilitario, a decir bueno que bonito el modelo escandinavo, entonces nos vamos al país, el modelo poblano, entonces nos vamos a México, el minimalismo italiano y español, pero no están hablando de, el valenciano, ni el madrileño, ¿sí?, ni están hablando de ciudad por ciudad, sino están hablando como de una región, de una zona y, nosotros, esa identidad difícilmente la vamos a poder tener, y no porque no seamos nacionalistas, sino porque nos vamos a lo utilitario. Yo no veo una identidad una silla de oficina, que es un asiento, un espaldar, que lo único que le podríamos poner sería un tapizado de sombrero vueltiao AFST: Cómo lo han hecho por ahí OB: O competir con hacerlo en caña flecha, versus una tela transparente elástica, que me da la riñonera y la resortera AFST: Claro. Si ahí habían aparecido algunas alternativas. Pero obviamente son un poco más actuales. Pero si quisiera ir algunos temas, que me hace recordar, porque como yo le mencionaba, además vine recopilando, en el periódico El Tiempo, que decía, que aparecía, que mención había del mueble, quién publicitaba, porque alguna manera, pues en la época me parece interesante ver cuál era la información, que estaba recibiendo, de pronto, una persona que contaba con este periódico. Obviamente la publicidad, entre los años ochenta y al final de los, y a principios de los noventa antes de los 90, es dominada por Sears, Sears es el de los muebles, el de los muebles, el de los muebles, ¿no?, es bastante lo que aparece allí en mención. Hay otras compañías que todavía Ervico seguía haciendo un poquito de publicidad allí, Artecto lo estaba haciendo, un par de cosas de Camacho Roldán y algunos que hablaban de mueble escandinavo, ¿no?, como Martek, que ahí yo fui como dándoles la trazabilidad, a ver en qué momento empiezan a nombrar, pero evidentemente el periódico está inundado por muebles Sears, ¿no? Un poquito, yo he hablado con personas, de la percepción que tenían en el momento, y en la época, si había que comprar algo fino, pues íbamos a Sears, digamos que también estaba como esa concepción versus otra que también me parece bien interesante y es, es que ese mueble que yo tengo, es una es una sala Ervico, y es que esa sala Ervico es para toda la vida… y la mía, miré a ver, porque es muy probable que sea Artecto, y eso yo no lo he tenido que cambiar nunca, entonces, había todavía como en ese momento, estamos hablando ochentas antes de llegar a los noventas, pues ese dominio de un imaginario colectivo, de pronto, en la ciudad de Bogotá, que lo fino estaba por ahí en Sears, y lo que duraba y tenía, el mueble para toda la vida obviamente, era de pronto diseñado, además porque recuerdan con constancia, el nombre de Ervico y el nombre de Artecto. Resulta que está, metido allá en el imaginario, de muchas personas de la época. Viendo también ese mueble, como el elemento que pasa la vida, el elemento, el mueble de toda la vida, el que pasa por generaciones, el que obviamente pues es difícil de conseguir hoy en día con el tema RTA. Pero entonces a lo que iba allí, es, eso era como

lo que se mezclaba por lo menos en el periódico en los ochentas. Eso era lo que nos mencionaba y eso era lo que veíamos. OB: Pero es que, vuelvo y le repito, no sé, solamente se mete la palabra élite, pero es que había una élite, ¿sí?, habían cuatro, cinco fábricas que le vendían institucionalmente a mucha gente, a JGB, le vendían a varios, pero eran poquitos, entonces la publicidad no podía ser. Era una cosa más institucional y le vendían a cierta gente, y tenían capacidad económica para, para hacer, además eran fábricas que podían producir y producían en serie. Eran fábricas grandes, para producir series grandes. Ahora, pero ellos no eran los únicos que vendían muebles en el país, entonces usted mismo lo ha dicho, nadie más publicitaba muebles, cuando usted va a hablar de publicidad de muebles, promoción de muebles, históricamente se va a dar cuenta, que la publicidad es en la vitrina, descuento del 20% o de pronto en el periódico un descuento, pero váyase usted a todos los años que quiera, tiene que ir, siquiera al periódico El Tiempo y se va a dar cuenta que no son solamente ellos, pero hay clasificados o en la parte de promoción, ahí es donde están, pero son pequeños fabricantes de muebles, es que Colombia está compuesta por muchos pequeños fabricantes de muebles. Yo estoy en el sector hace cerca de treinta años, treinta años, chévere, el sector tiene que haber progresado mucho. Y sí me dice usted Andrés, ¿cuántas empresas grandes hay?, grandes, yo le digo que no hay diez… AFST: Sí OB: …de las diez, cinco producen muebles RTA y las otras cinco, usted empieza a decir, Muebles y Accesorios, Novalinea… cuando se da cuenta, dice oiga, un país con cuarenta y cuatro millones de habitantes, con diez empresas grandes, ¿de dónde se abastece?... blanco es, gallina lo pone y frito se come… se abastece de pequeñas y medianas industrias, y mucho del carpintero AFST: Sí, del taller OB: Para ubicar un poquitico, dentro de mis clientes hay vendedores de tableros, ¿cierto?, los vendedores de tableros, le venden a los distribuidores y los distribuidores se convierten en gran parte de la colocación del mercado, de lo que ellos importan o de lo que ellos fabrican, o sea, por decir, para dar, por ejemplo de Pizano, las ventas de Pizano son, a la industria un 20% y a los distribuidores un 80%. Esos distribuidores, ¿a quiénes entregan?, a los pequeños fabricantes, al carpintero, que es al que la señora va y le dice, ‘venga hágame esta remodelación’, o a ese pequeño diseñador, más diseñador a ese pequeño decorador, que le dice, ‘oiga arrégleme esta cosa’, y tomas las medidas, pero allí hay una venta grande. AFST: Sí, sí. Usted me hace, evidentemente, su experiencia lo indica y está conectado con lo que yo investigué, en el periódico hay, obviamente si bien hay un gran anuncio de Sears y su venta anual de muebles, hay pequeñitos anuncios, de pequeñas fábricas que usted puede encontrar en diez años, que una vez publicitaron, o que publicitó dos o tres, no, cada cinco días, o cada tres días, como las grandes compañías lo hacían.

Por lo cual también, es reconocer que ese sector diverso, pues no está allí sino, seguramente está eso, en lo que usted dice el ciudadano de a pie. Y eso es finalmente, esos finalmente son los productos que se logran conseguir. Curiosamente el mueble, en el periódico se menciona más desde la decoración y no tanto es del diseño. Digamos ahí hay algo que también nosotros tendríamos que empezar a definir y puede ser desde su aspecto utilitario, que evidentemente, está resuelto digamos desde su aspecto de diseño utilitario, y desde su aspecto de decoración, que ya viene más desde la opinión de quién combina o menciona que es lo que debería ir en un espanto espacio. OB: Es que, no sé si le suene muy parroquial el asunto, pero el problema es que tal vez, el diseñador de muebles, no debería llamarse diseñador, debería tener una palabra que se llama la ingeniería de muebles, ¿por qué?, ¿por qué no sé ha integrado la totalidad del diseño de muebles?, ¿el diseñador de muebles?, porque el imaginario del que lo quiere contratar, es que le va a hacer la panacea, o sea, lo que ese tipo le produzca va a ser la venta a la lata. Y es como lo contratan, cuando tiene tres meses, recibe una serie de bocetos, que el fabricante no puede construir o que sus costos no le dan, y resulta que empieza a ver cómo un desconocimiento hacia atrás, hacia dentro de lo que es el mercado y la fabricación del mueble como tal, entonces se centran en lo estético y no en lo técnico AFST: Claro un poco eso, también lo mencionó Jaime Franky, decía, hay un problema de tecnología, número uno, o un problema de tecnología número uno, o hay un problema desconocimiento, del uso de esta tecnología. Y en algún momento yo cuando estaba yo en estos en estos Zasca, que con el SENA, yo tuve la oportunidad de ir, a dar ciertos cursos de formación para los empresarios del Doce de Octubre, la mención era esa, ‘alguna vez yo trabajé con un diseñador’, decía un empresario de allí, ‘y hacía unos renders una nota, pero pues eso no se podía hacer’, hasta ahí llegaba, ¿no?, entonces siempre hay ese, de pronto sí, el hecho de que estemos hablando del diseño de muebles nos está montando en un imaginario, y a lo mejor sí es una ingeniería de diseño del mueble, ¿no?, es una resolución más de lo técnico y a lo mejor nos estamos imaginando son cosas de resolver la vida y, dónde tal vez lo que tenemos que hacer es la cotidianidad. OB: Andrés, déjeme hacerle una pregunta, ojalá no la ponga ahí, ojalá si quiere deje de grabar, pero usted ha sido profesor en el SENA, ha estudiado diseño en alguna Universidad y ha tenido oportunidad de salir del país… AFST: Si OB: Los estudiantes de diseño, como tal, son ‘pupis’, ¿sí?, gente ‘pupi’… AFST: Sí, sí OB: Y ese ‘pupi’, no se va a vender por un salario mínimo… AFST: Claro OB: … ese ‘pupi’, por eso le digo eso es muy difícil de decir, yo se lo puedo decir aquí entre los dos, ojalá no lo mencioné, pero es esa persona que sale, a no querer ganarse

poquito, ni a hacer una carrera, sino ya sale con la palabra diseñador, ‘Yo soy el solucionador’, y no, muchas veces, no necesita el dinero AFST: Claro . OB: O hay otras cosas, que son más atractivas en términos de diseño, cómo sacar un vaso bonito, que tiene que cambiarle una forma y otras cosas, que puede ser más apetecible en el mercado. Entonces, eso puede ser también o algo de lo que yo pienso, que no que no ha podido engranar AFST: Claro. No, no, a mí me parece la observación me parece fantástica, porque pues hoy en día, evidentemente, ya esa gran masa de personas que queríamos estudiar diseño, ya está yendo para abajo, pues porque finalmente las oportunidades no se están encontrando, las universidades en el tema de diseño, van a entrar bastante en crisis porque pues, ese pensamiento, alguna vez alguien lo definió como como el ‘Dioseñador’, entre dios y diseñador, por allá arriba lejos, y le tiene que contratar, y yo soy resuelvo pues, no sé, puede suceder uno en mil. Acá hay personas que son muy buenas y que han logrado estos renombres, pero pues el grueso de nosotros, deberíamos estar enfocados en otra cuestión, y obviamente siempre está ese tema de, no se venda por poquito, usted puede hacer más, usted a mejorar la empresa… pero eso es como un imaginario de lo que yo digo… OB: Pero no es imaginario… AFST: … pues no nos plantearon un perfil que no fue cierto. OB: Yo creo que eso tiene, cincuenta, cincuenta por ciento de imaginario. Yo me acuerdo de un amigo, que se llamaba Lums, Casa Lums, no sé si usted se acuerda fe esa fábrica de muebles, ¿sí? AFST: Sí, sí, sí. Por ahí la he encontrado en el periódico OB: A ver si me acuerdo de mi amigo, y el hombre tenía una fábrica bonita, chévere, los muebles muy bien hechos, muy robustos, muebles para toda la vida. Y en el transcurso del tiempo hablamos mucho con él y el tipo contrato diseñadores. Contrató, y decía, ‘pero venga hermano, no saben cómo, cuál es un ensamble’, ‘no saben cuánto, qué tan grueso hay que hacer la pata para que resista el peso de la persona’… AFST: Sí OB: ‘Entonces, me están haciendo perder plata, en vez de hacerme ganar plata, me están haciendo perder plata, porque yo no puedo ponerme a hacerme prototipos’, tiempo, parar máquinas, hacer prototipos, para que les falte la posibilidad de sacar el producto AFST: Claro OB: ‘Venga’, dice, ‘y aquí le pegamos’, me decía alguna vez, ‘y eso lo tapizamos’ y el man le pregunta, ‘¿y el bastidor? AFST: [Risas]

OB: ‘no hay bastidor, estos hijueputas no tienen ni idea, mano’ AFST: Claro OB: ‘¿yo qué hago acá?, ¿yo qué hago acá?’ me decía él, ‘yo tengo que ser el diseñador’. Pues el tipo viajaba, iba ferias, los muebles muy bonitos, los muebles y la fábrica… el tipo se mamó, se aburrió, se salió del mercado… pero esas experiencias, ese señor no hablaba, su grupo de amigos no era de diseñadores, sus amigos eran fabricantes de muebles, al que él le contó esa experiencia. Y dígame usted, ¿qué se riega más rápido?, ¿una buena noticia o una mala noticia? AFST: Claro, por supuesto. De ahí en adelante, claro. OB: Entonces, de ahí salieron muchas cosas. Entonces, ahora yo sé que el tema es hacia atrás, pero yo le quiero tocar una cosa a hoy, y es, la competencia de la impresión 3D en el diseño. AFST: Si OB: El que imprime en 3D, es porque tiene un software, que tiene, que le hace unas, ¿cómo se llama unos estudios previos?, unas validaciones. Que ya está alimentada, por decir, voy a decir una locura, un metro cuadrado de madera, resiste dos toneladas de peso, ¿sí?, y entonces cuando lleva a hacer el render y hacer la cosa, dice oiga, cuántos metros entonces resiste este peso, uno ya no tiene que hacer todo el estudio. Sencillamente lo saca y, ‘pin’ saca el prototipo y lo tiene en 45 minutos, póngale un día si quiere, póngale dos días, sin tener que prender una sola sus máquinas de la fábrica, sin tener que parar un solo operador AFST: Sí, sí, eso está posibilitándose ahora OB: Entonces, para volver al cuento, porque creo que lo estoy sacando la cosa, porque usted le interesan los ochentas… AFST: No, pero está muy bien, digamos, está muy bien en el sentido que, Óscar más allá que buscar una cuestión histórica, esto es una recolección de cosas, que de alguna manera se han perdido en el camino, cuando hablé con Jaime Franky, me decía, ‘Andrés lo que usted va a investigar está en las personas’, está de pronto en lo que tienen ellos en la experiencia, aquí no tenemos un libro y, no se va a hacer, o no sé, de eso. Pero hay que recopilar, porque si hay, si esta memoria no se construye, si no se lleva, y si yo pienso que soy el primer diseñador y que seré el último, pues no me estoy dando cuenta de la realidad en la que estoy… entonces evidentemente, pues eso ya tiene que ver con marco teórico, de lo que yo trabajo, y es que si yo no reconozco lo que hay, pues no puedo saber para dónde voy, pero bueno digamos, es en el sentido de que, yo comprendo que siempre, hablar para atrás es también reconocer las consecuencias de que eso, de lo que eso ha tenido un poco más adelante. Entonces si bien, obviamente yo me voy a enfocar allá, las conclusiones también, son muy importantes al día de hoy, ¿no?

OB: Pero bueno, pues de todas maneras, en ese orden de ideas, el mercado del mueble en Colombia, empezó a cambiar a raíz de que, hubo importación de productos importación de herrajes, importación de telas, importación de tableros, importación de maquinaria, importación de pintura, importación de muchos productos, ¿sí?, a partir de eso Colombia entro en un mercado competitivo de fabricación de muebles, que podía competir contra cualquiera, sino en cantidad, si podía producir calidad. Y eso lo vivenciamos, ¿en dónde lo hemos vivenciado? en empresas que han ido a ferias, a Atlanta, a Las Vegas, ¿sí?, y llegan, y un mueble muy bonito, yo necesito que me mande 2,000, y dice, hermano, grave. Yo le puedo hacer 200, le puedo hacer 300, pero fíjese que no es porque le falte diseño, sino porque le falta la capacidad constructiva, AFST: Sí, sí. OB: Pues en la medida en que hay importación… está en la capacidad constructiva, entonces, sí hoy cerraremos las fronteras, cerraremos la importación, ¿en qué nos quedaríamos?, nos quedaríamos con una industria bien dotada con capacidad instalada, pero sin que producir, ¿por qué?, Colombia tiene dos fábricas de muebles de tableros, dos o tres fábricas de tableros, hoy, pero importa de unas doce o trece fábricas internacionales. Colombia no fábrica herrajes, los herrajes que fabrica, bisagritas, pero no, no fabrica. La pintura, que se fabrica en Colombia no es mala, pero no es tan buena, con todas las cosas ecológicas y todas las vainas que tiene que hacer, pinturas base agua, no las hay. Madera, tenemos sembrado pino y eucaliptos, pero no tenemos sembrado, si usted quiere hacer algo en palisandro, algo en flor morado y usted quiere hacer estas cosas, fregado, porque ni hay los bosques, ni hay la madera, ni hay los cultivos, ni hay los tableros, los papeles melamínicos de tablero, porque son importados. Entonces entraríamos a otro concepto en la industria del mueble, en la que dice uno bueno, ahí sí ¿de qué se provee? AFST: Claro. Porque no, es decir, no sólo es, el decir que se está importando el producto terminado, sino que en gran medida se está importando la partería prima, para para poder desarrollar este producto, ¿no? Claro, claro, claro. AFST: Entonces puede partir desde ahí. Hay un… sí dígame OB: No, Colombia no produce maquinarias, Colombia no produce herrajes, Colombia no produce los tableros, Colombia importa la madera, ¿sí? porque puede que tengamos bosques de pino y eucaliptos, y de vainas, pero no tenemos la cantidad suficiente, ni la calidad suficiente AFST: Claro, un tema de tecnificación también. Igual se resume, en un tema de tecnificación, hasta del propio bosque, para producir materia prima, ¿no?, si fuera el caso ahí OB: Correcto. Entonces eso es lo que le puedo decir históricamente como, no sé si tiene alguna otra pregunta o algo más a lo que crea que podamos llegar

AFST: Sí, quería hacerle dos comentarios. Por el momento fantástico, sus observaciones y su experiencia, sé que se le suma esto que estoy tratando de construir. Hay dos temas, como importantes que yo encontré, uno en el que se menciona que después de adquirir una casa, la segunda inversión más alta es hacer el amoblamiento de la casa, ¿no?, dotarla, ahí estamos hablando un poco de lo que requiere, de pronto para una persona, invertir en su comedor, en su sala, en su, en la cama, en los temas que finalmente van a ser parte de la dotación, y eso un poquito genera, pienso yo, que se entiende que el mueble puede ser costoso sí o no dependiendo de, la duración que este tenga, ¿no?, hay obviamente prácticas de lo que se hereda, ¿no?, a lo mejor cuando uno se va de la casa, uno se lleva la cama, a lo mejor no la tiene que comprar desde cero, ¿no?, y creo que tiene que ver con un tema pues, con lo costoso qué es, que yo creo que muchas veces no nos imaginamos, lo que significa para un ciudadano, para la cotidianidad comprar los muebles, que van a ser parte de la dotación de su casa. Así sea que es la nueva o que nació un hijo, o cualquier otra consideración, entonces creo que también, nosotros como en esta realidad, donde usted pues, lo ha condensado muy bien, cuando hablamos de estas élites y hacia quien estamos dirigiendo. Y si bien, yo no tengo que solucionar la cuestión funcional de la silla o la función utilitaria, a lo mejor sí tengo que solucionar que estos productos, si puedan llegar, de pronto a otros niveles, o a otros mercados y no sólo tienen que ser los de élite OB: No claro, claro, claro, claro. Yo diría que hay muchos aspectos a pensar, se lo voy a poner así, cuando usted se está casando le dicen, hasta que la muerte los separe, pero eso ya no es así, usted se casa y al año ya está separado, o a los dos años, o hay una serie de divorcios. Cuando se divorcia entonces, el hijo está un día la casa del uno y un día en la casa del otro, entonces ya son dos casas por familia, pero no son dos casas grandes, son dos casas pequeñas, ¿cierto?; y antes, el hijo se iba a estudiar cuando terminaba, se iba a hacer una maestría fuera del país, ahora se hace la carrera fuera del país, entonces ya esa cama sobra. Entonces ahí nichos de mercado en los que se, o sea, todo ha cambiado, el uso ha cambiado, entonces la filosofía de comprar el mueble que me dure toda la vida, tiene un 20% en el chip del comprador. Ya ahora está diciendo, oiga tan bonito y me cuadra con aquello, y me cabe en este espacio y, de pronto lo pongo plegable y puedo manejar el espacio. Pero está pensando un poquitico en desechable. Pero le voy a traer otra cosa colación, para que usted le ponga los costos y es el costo de deshacerse de un mueble. AFST: Ah sí, que todavía no se ha contemplado desde el ejercicio diseño, si fuera así, pero obviamente, es otro cuento, después cómo se deshace de el OB: Entonces, yo voy a un edificio, yo voy a cambiar mi sala, me llega la sala nueva y cuando saco la sala vieja, el administrador me dice, no, un momentico, no puede sacarla. Tiene que llamar a la basura y sacarla, y pagar el exceso de lo que tiene que hacer para que se la recojan. O tiene que desbaratarla… dice ‘Uy hermano’ y puede que el costo no sea mega, pero es que somos lochos… ‘Uy hermano, entonces yo más bien la mando re tapizar’, en el fondo de la re tapizada me sale más, o déjenla ocho días más o espere yo vendo el apartamento, con todo y muebles.

AFST: Claro o lo monto en una página para venderlo o lo regalo y nadie me lo recibe OB: Sí, vea lo elemental. Entonces, mandarlo a una fundación y la fundación no tiene carro para mandarlo a recoger, entonces tiene que usted que pagar el carro para que vayan. Suena pendejo, porque es un gasto que no es más de 200.000 pesos, pero usted lo piensa AFST: Y son problemas de la cotidianidad. Ahí es donde de pronto, uno podría pues tener mucho más énfasis OB: Permita momentico, qué es que tenía, tengo que hacer una llamada, entonces voy a decirle al señor, que lo llamo en un ratico, ¿cuánto nos demoramos? AFST: Para cerrar no más. No, no, no, diez minuticos OB: Sí, entonces deme un momento y yo le digo a todas formas, porque me gusta ser puntual. AFST: No claro, diez minuticos, yo también le respeto ahí el tiempo y le agradezco, obviamente el tiempo que le ha determinado OB: Ahora no lo encontré. Alejandro véalo aquí está. A las, le voy a decir que a las tres y media, con eso almuerzo de una vez. AFST: Ah bueno. OB: Listo ya lo envié. Entonces pues no sé qué queda faltando, me decía que dos cositas, esa era una, y ¿había otra tal vez? AFST: Sí. Y la otra es, pues había un, otra vez como referenciando el periódico El Tiempo, hubo un tema importante que apareció, fue la revista Habitar, con Fernando Correa Muñoz que, mencionó muchos de estos aspectos, estoy tratando de contactarme con él, todavía no lo he logrado. Y había una separata, que se llamaba efectivamente, Muebles y Decoración, propia del periódico El Tiempo, que justamente durante estas épocas, empieza a tocar todos estos temas de diseño, con Jaime Gutiérrez Lega, con Rómulo Polo y que habla de cosas que, de pronto me parecen, que para el momento, pues hubieran sido una gran solución, pero que no se han visto, muebles multifuncionales, muebles para espacios reducidos, el mueble diseñado por el estudiante de la Tadeo, de la Nacional, de la Javeriana, bueno aparecen todos estas noticias, como que trataban de dar, como cierta información de lo que es el diseño, y el diseño de muebles, y curiosamente eso como que quedó allí, muy en una noticia, muy académico, pero pues no se reflejó, otra vez, en la realidad del sector, donde los muebles son, pues el mismo mueble repetido una y otra vez, en las mismas vitrinas, en los mismos talleres. Entonces ahí, como otra vez, como esa idea y que pretendía hasta nombrar en el periódico, como con la intención de hablar del diseño de muebles, pero que, parece ser que siguió quedando por allí, simplemente en un recuerdo. OB: Me parece reiterativo, pero es absolutamente obvio. El mueble multifuncional, para que funcione bien, ¿de qué depende?

AFST: Del herraje, del material… del herraje fundamentalmente OB: Claro y si usted no consigue el herraje… AFST: Claro OB: Entonces, usted puede que consiga uno, entonces el Señor Jaime Gutiérrez, fue a la feria de Alemania, y consiguió en Alemania, en una tienda, el herraje para solucionarlo. Llega aquí, pone el herraje y dice, Oiga yo hice el mueble, el gran mueble solucionado, es una vaina que se podría replicar, le doy los planos, hágalo. El Industrial dice si listo, ‘yo doy los planos’, venga, me voy para El Ebanista, me voy para Homecenter y no está. Entonces yo tengo que hacerlo con lo que es contemporáneo, ¿sí?, con lo que es contemporáneo. Vuelvo y le hablo de maquinarias, para pegar los cantos hay unas máquinas que se llaman, enchapadoras de cantos, eso ha salido hace poquito, estamos hablando de una tendencia de hace unos quince años aquí en Colombia, pero en el mundo está en todos lados hace rato. Si no hay las enchapadoras de canto, ¿cómo me puedo comprometer a exportar a un país, que tiene maquinaria, que tiene enchapadoras de canto? AFST: Claro OB: Y eso que usted dice, claro, es válido y uno ve… miré, nosotros en la revista teníamos una sección que se llamaba, de los estudiantes, entones les decíamos a los de la Javeriana mándenos sus diseños, nos mandaban unas vainas locas. Dijimos, no, hagamos una cosa, de ahora en adelante no me mande, mándeme el diseño y mande una foto del mueble hecho, para que yo la publiqué y tal. Se redujo en un 80% AFST: Sí, sí, sí. OB: El otro 20%, es una vaina, esto no tiene nada, esto es una camita que ya está en el mercado AFST: Claro. Inventar lo inventado. OB: Porque a la hora de hacer la cosa le cambiaba. AFST: Sí, sí, sí. OB: Entonces lo que podía hacer Jaime Franky, lo que podía hacer, incluso este muchacho que se murió como era que, tan pilo que era y conocía muy bien la industria… Fernando, que se murió, ¿se acuerda?, hace varios años… AFST: No, no, no. OB: Uno de colita, más bacano que el verraco, bueno Fernando1… Muchos de estos diseñadores podían hacer estas cosas, pero porque tenían la posibilidad de salir, pero no había quién importara el número ‘n’ de herrajes, a menos que fuera una industria grande.

1 Hacía referencia a Fernando Prieto

Y usted no importaba, para hablar de importaciones, pues usted no puede importar cuarenta tornillos, no se los vende nadie en Europa. No se lo vende nadie en ningún lado. Tendría que ir a una ferretería en Europa, comprarlo, mandarlo por DHL, porque no se lo van a mandar por un container AFST: Sí, sí OB: Entonces, esas muy buenas ideas, se quedaban en el plano. O si no, nos tocaba hacer algo muy parroquial y hacer adaptaciones, pero la adaptación, no podía tener el mismo estudio, ni el mismo impacto, que podía tener un buen diseño AFST: Claro. No, comprensible totalmente. Creo que sí, se va yendo para allá. OB: Jaime Gutiérrez, hizo una plantillita, así delgadita, chiquita, no sé si alcanza a mirarme… AFST: Sí, sí, sí OB: Donde tenía un huequito, en la parte superior y uno la pegaba a la pared, en el huequito ponía la puntilla, la puntilla se tenía solita y uno daba el martillazo, y uno nunca se machucaba AFST: No se machucaba. Sí, sí, sí. OB: Verrquísimo. Cuando yo la vi aquí en Colombia, oiga qué nota, Jaime se va a volver archimillonario con eso, pues usted la lleva y la compra. La compra el que hace los martillos y los manes venden el martillo con eso, pues es un plus. A los seis meses, fui a una feria en Atlanta y eso ya lo tenían. Entonces a mí me dañó la cabeza, y dije, oiga éste man no se lo inventó, este man lo fusiló. Pero él lo tenía patentado, entonces sí, entonces sí. Pero no salió, no salió el mercado, no se vendió masivamente, por qué la materia prima era bastante costosa, para poderlo hacer. Entonces la idea se quedó en eso, que es lo que pasa con muchos proyectos, con muchas ideas. La idea tiene que ir completa, por eso yo le hablaba de ingenieros de diseño. Yo que saco con decirle, que el mueble en Ébano, si el Ébano no lo tenemos en Colombia, ni lo producimos, ni lo importamos. Ahí quedó en el cuaderno, muy lindo el mueble negro, lindo el hijueputa, pero y… AFST: Hasta ahí, en la imagen. Claro, claro, claro. No, muy bien. Óscar, yo le agradezco mucho el tiempo que me ha dado y por supuesto, no sólo por el tema de la tesis, sino también el tema de conversar de esas experiencias y pues ir construyendo, ahí un poquito más, que yo sé que son temas, que a usted gustan, le apasionan, por eso lleva treinta años en el tema y metiéndole la ficha. Porque yo sé que no es fácil, uno decir, voy a hacer una revista y voy una revista que es continua, y le voy a poner feria, y voy meterle contenido de calidad, entonces, me parece muy importante, obviamente, contar con sus experiencias, sumarlas aquí, tratar de construir un poquito este mapa. Que es diverso, es un mapa de diseñadores exclusivos, de empresarios

pequeños, empresarios grandes, de talleres, de, es diverso pero aquí finalmente, pues estamos tratando de construir ese mapa, ese mapa que vamos a ver qué resulta OB: Bueno, pues muchos éxitos. Me cuenta cómo le va y un gustazo haber hablado con usted Andrés. Suerte. Saludos a los del SENA. AFST: Seguimos en contacto. Claro que sí yo les digo OB: Saludos a Hassan, ¿cómo se llama? AFST: Anuar, Anuar Hassan. OB: Si, a Anuar Hassan. Y a mi amigo Edgar Parra, ¿todavía está allá? AFST: Claro, claro, claro, sigue ahí.

CONVERSATORIO JORGE MONTAÑADISEÑO DIMENSIONES - 2020/07/08

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Listo. Jorge, entonces bueno yo más o menos, ya le adelanté el tema. Todo lo que tiene que ver con ese proyecto de tesis de maestría, esa recopilación de años 80, años 90 del tema del mueble. Y pues, a ver qué fue lo que pasó durante esa época, un poco en relaciones de diseño, identidad, política neoliberal y el camino por el que veníamos, digamos, qué le pasó. Entonces, acabo de hablar con Óscar Bravo también, le había comentado que hablé con Jorge Vergel, mañana me comunicó con Óscar Muñoz, y tengo por ahí la de Mauricio Olarte también pendiente, entonces hay varias fuentes interesantes Jorge Montaña: Yo le daré otras. Bueno como le decía por el teléfono, tiene que empezar en los setentas porque están, no se entienden los 80s, sin los setentas, ¿sí?, porque realmente además que los primeros diseñadores industriales, los primeros, Jaime Gutiérrez Lega y otros, empezaron a aparecer varios más. Y otros que eran teguas, en realidad eran arquitectos, o gente que les gustaba y acabaron aprendiendo, como Fernando Márquez, que en realidad él, él es Técnico Agrónomo nada que ver, pero sí. Pero entonces, en esa época hubo una firma muy importante que se llamaba Gercol Modulineas, aquí en Bogotá y esa empresa, muy exitosa, exportadora y todo eso. Después de eso empezaron a aparecer, Jaime empezó también allá, varios, Fernando Prieto también apareció, ¿sí? AFST: Entonces ahí se creó, el momento, digamos, de un diseño netamente colombiano, esa empresa fue muy importante y parece que para marcar un inicio de diseño colombiano en muebles es Modulineas JM: Sí, empezó por ahí, porque es que, ellos fueron nuestros profesores. Por eso era que le decía que no había como ignorarlos. Entonces, esos personajes, llegaron como profesores porque usted sabía que, eran tres universidades en ese entonces era la Tadeo que fue la primera, después sigue la Javeriana que cuando yo entré estaba como en el segundo o tercer semestre, yo terminé en la Tadeo y cuando estaba allá como, como a nivel, o sea era la Tadeo y la Javeriana, la Nacional empezó como a los tres años de que yo estaba estudiando, o sea, en ese momento eran esas dos. Entonces la Tadeo pues, tenía, básicamente ellos hicieron un posgrado, para formar a sus profesores, yo no sé si la historia entre ahí, pero… era amigo del vicerrector y se inventaron hacer eso, y trajeron a este italiano, el Arquitecto, cómo los Diseñadores Industriales italianos, son Arquitectos. En Italia no hay carrera, o no había, carrera de Diseño Industrial, eran Arquitectos. Y ese se trajo un par de alemanes que, venían de la escuela de Ulm, uno de ellos después de que hizo todo ese período acá, terminó de director de diseño de Philips. Era un duro, un duro. Entonces estos dos personajes formaron durante un curso de un año, a quiénes fueron nuestros profesores, que eran esencialmente arquitectos, ¿sí? AFST: Aquí el tema, un poquito pues, como la historia misma es nacemos como hijos de la Arquitectura, hasta en la academia. JM: No le escuché AFST: Que así como la historia, en general del diseño, nacemos como hijos de la Arquitectura

JM: Si. Entre esos Arquitectos, pues que como Arquitectos, no habían puesto un ladrillo y como diseñadores no habían hecho nada. Pues las facultades y todo…mire ustedes no se pueden quejar eso están cada uno, ni es que la universidad, no, eso están cada uno para dónde coge. Pero bueno entonces pues los profesores no eran diseñadores, entonces se fueron donde estos señores que trabajaban en estas empresas, ¿cuáles eran las empresas de muebles emblemáticas, en ese entonces, con diseño?, eran, en primer lugar digamos esta Modulineas, que era insignia, y una que se llamaba Biermann Artesano. Biermann, fue un personaje que, se merece un reconocimiento, él está en la historia del diseño colombiano porque, él era un carpintero técnico usted sabe, en Alemania es la técnico. Él vino y puso esa fábrica acá, él les contemporáneo de otro personaje, también, que se llamaba Víctor Schmid, que seguro usted lo ha habido nombrar. Esos dos personajes fueron claves en el diseño en Colombia. Entonces ya, de este señor pues ahí en el sitio ese de Diseño del Mueble, tengo bastante información sobre ellos. Pero bueno, él puso la fábrica de fábrica después de eso la siguió manejando su papá, qué se llamó Muebles Artesano. Y Muebles Artesano fue, que era en Cajicá, era una empresa que le empezó a meter muy fuerte al diseño, y ellos tenían también diseñadores, tanto Modulineas, como Gercol, como Biermann, tenían diseñadores. Ahí, por ahí apareció, trabajó Arcelio Reyes, que es una persona que usted tiene que contactar también. Y Harry Child, que empezaba también por ahí con, una fábrica de cocinas, Harry Child, es otro personaje, que él fue de los primeros fomentadores, desde una fábrica que se llama Pentacocinas, hizo el primer curso de diseño de mueble en Colombia. Eso fue en el año ochenta. Como le comenté, fue la plataforma que proyectó a todos los diseñadores de los ochentas, pero él ya funcionaba desde los setenta, o sea que Harry tiene unos, tiene, él ya va a los 82 años, ¿correcto?, entonces, ahí logra también, él le cuenta eso. En medio de estos, nos empezaron a llegar profesores, como Arcelio, Arcelio fue mi profesor de tecnología trabajando allá, y Jaime Gutiérrez que fue mi profesor, fue profesor en la Tadeo y en la Javeriana. Él fue mi director de tesis. Y a partir de ellos, entonces fue una influencia muy importante en la formación, porque para nosotros eran las empresas modelo. Biermann, tiene un hijo que se llama Felipe, fue el fundador con su esposa, en ese tiempo, de muebles BIMA y fue una empresa insignia de diseño colombiano total, esa empresa si, total, fue, pero fundamental, fundamental. Porque ellos sí, o sea, ellos eran inspirados como en IKEA, como que trajeron el modelo de IKEA. Estaban donde es Muebles & Accesorios, en la autopista. Y entonces ahí tanto nos contrataban o funcionábamos, le vendíamos muebles o etcétera, todo eso. Entonces, mientras tanto en Medellín estaba, empresas muy importantes como el Centro Internacional del Mueble, que también tenía diseños propios, y Scanform, ¿sí? Y por supuesto, Manufacturas Muñoz, cómo empresa también, de la cual usted va a hablar con el hijo. AFST: Si es correcto

JM: Listo. Hubo alguna cosa en Cali, en Barranquilla como puerto, bueno en fin. Y una empresa muy importante que todavía existe, que es muebles IMA AFST: IMA JM: IMA es, y para mí sigue siendo, es la mayor exportadora de muebles de Colombia, ¿sí?, esos tipos en esa época, pues ellos, el negocio de ellos era hacer las carcasas de los televisores cuando eran aquellos televisores con mueble y de pata puntilla, ¿sí? AFST: Ah y hacían las carcasas JM: Ellos hacían todas las carcasas de muebles y de los tocadiscos, los LP’s y todo eso. Entonces ellos fueron los primeros tipos que hicieron una especie de RTA, por decirlo de alguna manera. Entonces como que por ahí estaba funcionando el sector. Bueno, entonces nosotros ya tenemos esa influencia, de aquellos maestros, en ese momento por ejemplo Fernando Márquez, tenía Markes Muebles, que era una empresa dedicada a vender a gente, así como muy de alto nivel, como muebles y todo, ¿no?, tenían unos diseños muy originales, o sea, porque esa empresa Modulineas, donde todos ellos trabajaban, eso se acabó se quebró… … porque ellos cerraron su local cerraron eso y se fueron para allá, esas empresas eran exportadoras, Biermann exportaba sus sillas a Europa. Y ellos, estos tipos como eran de hacer, o sea, tanto Biermann, como Schmid, eran unos tipos que eran de taller. Pues llegaron acá y se encontraron con… aquí por ejemplo ellos se encontraron, que esos cueros finos que tenían allá, que eran malísimos entonces, acabaron haciendo sillas en vaqueta. Y esas sillas fantásticas, esas sillas tuvieron un éxito y acabaron exportando para Estados Unidos y para Europa, ¿cierto? Esa fue la época en que Jaime Gutiérrez hizo su silla ovejo. AFST: La que usted tuvo ahí en su exposición JM: Sí en la exposición de diseño colombiano, que esa silla y algunas familias él, cuando yo trabaja con él, él las sacó trabajando en esa Modulineas. Esa silla se exportaba a Estados Unidos, y salió, y había una serie de televisión muy exitosa, que se llamaba Dinastía, si usted busca en YouTube la ve, se llamaba Dinastía, y el malo se llamaba JR, que era el malo, el malo de la familia, pues el tipo en el rancho de él, tenía una sillas de esas… AFST: No diga, hasta allá llegó JM: Eran las sillas Cowboy, ¿sí?, la historia de la silla esa fue. Esa silla junto con otras sillas desmontables, que yo las tengo, de eso tengo fotos, inclusive yo tengo mi comedor con esas sillas porque sí… sí yo las tengo porque me levanté las estructuras y los forros vueltos nada, les puse forros nuevos. Una belleza sillas. Pero es como, se empezaron a encontrar con unos materiales que no tenían, con técnicas de producción que no tenían, porque como le digo el factor local empezó a influir en los tipos que eran creadores, no cómo hacen hoy, que cogen la revista, y tal. Tenían sus

modelos, pero eran teguas, eran de hacer, entonces generaron una cantidad de muebles increíbles, ¿cierto? Entonces esa por un lado, la Silla Ovejo, que tiene una historia que en YouTube está, narrada por él, yo también tengo un artículo sobre eso. Y Márquez, tuvo una línea que se llama Cortijo, la línea Cortijo la hizo él, muy jóvenes él tenía corrales, entonces se inspiraron en los corrales, que eran los unos corrales reales que tenían de pollos y todo. Y resulta que un pariente de ellos, era el que traía los estilógrafos Parker, y entonces, le dieron la tinta. Entonces el cortaba, con la misma máquina de los corrales, sacó una línea, que tenía toda la estética de los corrales, y la pintaba con tinta de estilógrafo Parker y esos muebles, se los empezó a vender a Gercol. AFST: Por allá llegaron JM: Y fue tan exitoso, tan exitoso, que pues ellos, dejaron de producir ahí en su galpón y lo mandaban hacer en la cárcel, ¿sí?, en la cárcel de Ibagué. Si lo llama, él tiene que contarle esa historia, y eran muebles que hacían exportaciones, fantásticas. Una vaina increíble son totalmente atemporales, en una época, que era la época en la que aquí estaba el mobiliario con tejas, por unos ejemplos, entonces había en esta moda colonial, entonces la gente hacía las paredes blancas y ponía tejas, y mandaba a hacer balcones estilo colonial, en los años setenta y ochenta, fue la moda en la arquitectura, entonces esos muebles encajaban como un guante AFST: Claro JM: Entonces, eso es digamos de los años setentas. Por eso le digo que, eso es, pero… AFST: Fundamental JM: Fundamental, o sea, no se entiende el diseño sin eso, no se entiende para nada AFST: Digamos, usted considera que todas estas, todos estos personajes que llegaron de afuera Biermann y Víctor Schmid, y se encontraron con el principio de lo que podríamos, lo que usted llama ‘Factor Local’, que estaríamos hablando de materias primas y buena mano de obra, o una mano de obra… JM: Claro, claro. Mano de obra de otras cosas, buena mano de obra, técnicas ancestrales, técnicas artesanales, materiales que ellos no conocían o no trabajaban, fuentes de inspiración. Hay un ejemplo fantástico que es Víctor Schmid, que él subió por el Magdalena y todas esas cosas, entonces, él empezó a hacer gárgolas, porque además de ser… es más tengo que darle el dato del hijo, de Luis, para que hable con él, porque le cuenta todas las historias súper bien. Pero entonces él empezó a ver caimanes y esas gárgolas usadas, es decir dónde las aguas sale la canal y sale, como dónde bota el agua, pues los suizos hacían un águila, ¿cierto?, y el empezó a hacer caimanes, gárgolas de caimanes, o sea el factor local, así usted quiera que no, lo va afectando, lo va organizando y lo pone a hacer una cosa que es, el diseño del lugar. Eso tiene que ver con, dónde está, cuáles son las materias primas, cuáles son habilidades de las personas, cuál es el mercado, yo tengo un artículo sobre eso en mi tesis de maestría, fue sobre eso, infelizmente está en portugués, pero si quiere se la paso.

AFST: Bueno sí, sí, por supuesto, del diseño de lugar. JM: Pero ahí hay un resumen. Entonces eso es lo que había en las casas de nuestros padres, básicamente todos los muebles están allá. Y obviamente nosotros, como nos educaron los italianos y los alemanes y esas cosas, pues se nos daba, o sea, eso nos parecía fatal, porque a nosotros era la línea pura, el diseño de Ulm, todo geométrico, entonces eso lo veíamos con un desprecio total, ¿cierto?, porque era la simplicidad o estas cosas. Pero venimos a darnos cuenta, cuando nos tocó rayar, porque entendimos pues, todo el trabajo que había detrás y pues, la imposibilidad de hacer los diseños italianos en Colombia, los diseños italianos, funcionan en Italia, los de Colombia son diseños colombianos, por otras razones. Y uno tiene que irse donde lo lleva la corriente, porque es mucho más fácil que lo lleve la corriente, que remar de para arriba. El problema para arriba es cuando tiene todos los problemas y se estrella y bueno, en fin. Entonces ellos como eran técnicos, ellos tenían sus mismos sistemas de producción muy verracos, y eran tipos además, en esas empresas se inventaban los dispositivos, porque ellos no podían traerlas, máquinas y todo de eso, entonces eran unos dispositivos, sistemas de anclaje, unas cosas pero geniales, o sea, los sistemas de amarres de esas sillas, por ejemplo son fantásticos. Una cosa que es un poco tomado el diseño clásico de la cuña, pero ya incorporando otros elementos. O sea, hay cosas muy interesantes, al principio de los ochentas. De los ochentas hay otro artículo que se llama, el norte en los ochentas, el diseño industrial colombiano, ese que yo escribí todo ahí. Pero básicamente las primeras promociones empezaron a salir, por ahí en el año ochenta, entonces ahí hay que entender, hay que entender la situación del colombiano en ese momento, que era una situación de economía cerrada. Se había cerrado la oferta para importación, porque había una filosofía, de que había que defender a la industria nacional, entonces pues nosotros salimos con eso AFST: La política tenía que ver con eso, ¿no? JM: Claro, la política de la economía era procurar, era una defensa de la industria colombiana para facilitarle, pues, y había unas verracas, putas, de buenas industrias AFST: Todo lo que se llamaba la Industrialización por Sustitución de Importaciones JM: Exactamente y eso funcionaba, mal que bien, eso funcionaba bien. Entonces nosotros teníamos industrias de madera, metalmecánicas, conocí también gente que hacía poliuretano, que hacía piezas en poliuretano, que eran, se conseguían las resinas y entonces la mezclaban a mano con unas, entre licuadoras con unos galones amarrados, con unas mangueras y una aspiradora para que chupara, y hacían unas piezas, pero del putas con todo eso. Unas vainas increíbles, entonces, había una, digamos nosotros salimos y erramos los primeros diseñadores y tal, pero el mercados si ansiaba todo eso. Y nos encontramos con que, quien nos estaba ansiando, quien nos estaba necesitando y quería trabajar con nosotros, eran los micros y los pequeños y los mínimos, ¿sí?, inclusive, ansiosos, o sea gente muy lanzada, y un par de esos, hoy en día tienen unas empresas las verracas, pero eran garajes, yo recuerdo uno… bueno entonces en mi caso particular, yo trabajé un año en una empresa, que sigue siendo muy importante, que se llama Series, Series es la de Mauricio Olarte que hace sillas para auditorio

AFST: Para auditorios, tengo conversatorio con él, tengo que cuadrarlo, me respondió muy amable Mauricio Olarte también JM: Es muy importante, estuvo, ahí está, fue otro de mis profesores, fue profesor, buen profesor, pero no es un buen ser humano tampoco, pero sí es un buen profesor, como persona es una mierda, pero qué profesor tan verraco. Porque él estudio, él fue el único Diseñador Industrial, que nos tocó, un Diseñador Industrial graduado en la escuela de Nueva York, en la, cómo se llama... AFST: Pratt JM: … de Pratt. Entonces del italiano… Entonces en ese momento, pues, todo eso se venía presentando. Entonces, en realidad cuál es el punto fuerte de Bogotá, capital de Colombia, no es la industria, es el comercio y los servicios, lo que quiere decir que, hay muchas oficinas y muchas tiendas. Entonces diseño, nosotros nos lo encontramos allá, en las oficinas. Ahí los arquitectos eran los chachos, conocían el producto y pues lo sabían vender. Entonces Mauricio Olarte, él empezó, pues él hacía sillas giratorias, y él vendía todas las sillas giratorias de Carvajal, o sea, él diseñaba, pero era estilo Frankenstein de una, el copiaba así, sin agüero, hágame este… entonces yo estuve allá trabajando nueve meses y él me ponía copiar sofás, entonces yo tratando de diseñar vainas y él, puta llegaba la revista y que copie sofá… Ese ‘tac, tac, tac, tac, tac, tac’, haciendo sofás y haciendo las sillas para Carvajal. Cuando yo salí de allá, entonces, en ese momento trajeron los primeros computadores, era el PC, el IBM PC, eso era, mejor dicho, como un, mejor dicho costaba en ese entonces dos millones, año ochenta y uno… entonces con ese costo del computador, pues esa vaina, tiene que tener uno como un altar, entonces yo diseño un altar de computadores. Y entonces, salí de esa fábrica, que salí de garrotera con el tipo, y todo pues que no es como, una historia y que no tiene nada que ver, entonces me fui a hacer eso, me fui con esa idea donde un proveedor. Y le dije que si era capaz de hacer estos muebles, era un carpintero, que tenía un garaje con una sierra, una sinfín, o sea, maquinitas muy básicas, y yo ‘lo quiero hacer en guayacán’ y le conté. Y el tipo ‘Uy que verraquera’ y no sé qué. Entonces, bueno, me lo cotiza porque yo quiero vender estos muebles, bueno le dejé el plano. Entonces estaba por ahí un día, me fui, pasé como a los ocho días, ve, ‘este man no me ha cotizado’, en ese momento, obviamente no había celular, nada, él man no contestaba el teléfono, porque eso estaba por allá una pieza, allá adentro. Entonces decidí coger el carro, la bicicleta e irme para allá, en ese entonces ya andaba en la bicicleta, como locos andar, nadie entendía que hace ese loquito en bicicleta. Pero bueno, yo me acuerdo que en ese entonces, me fui en el carro, que era un Dodge, un Dodge Alpine, que tenía quinta puerta, de mi papá. Y cuando yo voy llegando, eso era… y cuando me voy así de frente y veo el portón, donde el man ahí, estaba pintando el mueble en guayacán, el mueble que le había dicho hecho que me cotizará AFST: Ya lo estaba haciendo JM: No, lo estaba terminando. Y yo le dije ‘marica, pero qué es esto, yo no tengo plata, hermano, yo quería que me lo cotizara para salir a venderlo’. Me dice, ‘mire Don Jorge, su idea es una verraquera, usted con un discurso bueno lo vende. Entonces lléveselo, lléveselo y yo sé que usted lo vende, y viene me lo paga’. Ellos eran los empresarios que

teníamos en Colombia en ese momento, y como esas historias, pues obviamente, después seguí trabajando con el tipo muchos años. Crecimos, de ahí sale una puta empresa, que se llamaba Diseño Dimensiones, donde hacíamos cosas con colores y todo, y eso después generó, se creció. Una vaina pues, después me zafé de ellos, pero les quedó, eso generó que yo acabé como con cuarenta empleados después de, de tres fábricas tercerizando y todo. Una vaina que fue una explosión muy impresionante AFST: Y ahí lo tienen referencia en el libro ese de, Diseño en Colombia, ¿no?, en el primer tomo Dimensiones JM: Todo, está en tomo uno, si en el tomo uno está ahí esos muebles. Con otros, que se llamaba Líneas y Líneas, que eran platina, una línea tan bonita, oiga, esos muebles, yo los hago y lo sigo viendo súper bonitos, hay unos en colores, pues de su momento, además qué tiene que ver mucho con el ‘factor local’, porque justamente como la obra era tan buena, uno podía darse el lujo de hacer esas vainas. Y al estar las, digamos, la economía controlada, digamos, la gente que tenía su oficina le gusta invertir en vainas verracas, buenas, tener buenos muebles, porque a la gente le da un estatus, a la gente le da eso, como que la oficina es, como el, es como el, como la carta de presentación… AFST: Como lo de mostrar JM: Exacto, la imagen, entonces por ahí nos fuimos, simultáneamente, digamos, y retomamos a muebles BIMA, que le hablé antes, yo empecé con ellos, empecé a diseñarles unas líneas papeleras, de papelería, o sea accesorios para oficina. Y digamos, toda la generación, empezamos a trabajar para ellos porque había un poconon de diseñadores que hacían cosas súper bonitas. Y tiendas que uno les llegaba con cosas y los tipos no tenían nada, entonces en cierto momento la generación de nosotros, acabamos vendiendo como en cinco, seis, ocho ciudades, con distribuidores de todo. Entonces gente que hacía empresas, había una que se llamaba Concepto y Forma, que hacía unas papeleritas con malla expandida, pero súper bonitas y tal. Había varias, mire en el artículo… Se dio en Medellín también, Silvia Mejía, que hacía unos juegos de mesa súper bonitos, y empresas que empezaron a aparecer, pero entonces ya hacían diseños propios, había una que se llama Focus, me acuerdo, cosas muy buenas. Entonces, eso fue una disparada que a todos nos iba, pero re bien, Andrés, o sean, yo no me quedaba puente en Bogotá, ni a palo hermano. Entonces era, para dónde vamos, o sea, yo le conozco las fiestas populares y los reinados de todo el país, pero es que nosotros no pasamos un puente en casa. ¿Qué pasó?... fue creciendo… yo después desarrollé un sistema oficina abierta que eso sí fue del putas, una vaina pues, súper espectacular. Un diseño del putas, o sea, me quedó del putas, porque era muy sencillo, muy fácil de montar. Era estructura de madera y todas las superficies eran en triplex, con las rayitas, yo fui primero que puse eso de moda, a nadie se le ocurría que el triplex era lindo con rayitas… AFST: O sea, tocaba cubrirlo JM: Nosotros lo medio pintamos con poliéster y con poliuretano, entonces eso queda con una formica AFST: Claro una nave, una belleza

JM: Una nave. Y yo voy a veces, todavía los veo, entonces por ese lado pues hice, le vendía Mazda, le vendía a Laboratorios, bueno unas empresas del putas, negocios grandísimos, todo eso. AFST: Por ahí con lo que usted esta mencionando ¿no?, qué pena lo interrumpo, Jorge Vergel conectada también con lo que usted dice, porque él hablaba de una serie de empresas que aparecieron, como Objetos, Ciclos, Trazzo, una serie de cosas que era muy importante, como el momento, había cómo hacer, ¿no?, y ¿qué pasó?, ¿no?, es la pregunta, ¿qué pasó con eso?, si iba por un buen camino. JM: Bueno, que pasó, para allá iba, qué pasó con eso. Sí había unas empresas y había un diseño colombiano Muy bueno, muy bueno, muy bueno, o sea realmente, cuando yo me fui para Brasil yo era admirado pues, de la calidad el diseño que hacían acá, mejor que el de allá me parecía. Cuando yo volví para acá, todo lo contrario. AFST: Se volteó la torta JM: En primer momento hubo problemas digamos, con el tema la violencia, del narco, de toda esa joda, ese momento de guerras, eso empezó a afectar mucho los negocios, pero no fue tan grave como en el momento en el que llegó Gaviria, e hizo esa Apertura, porque fue una apertura que, donde hubiera sido como… AFST: Gradual JM: …moderada. No, eso fue un momento a otro, trun, entonces toda esa gente nos dejaron de comprar, porque ahora traían cosas de esas. Entonces para la gente en cierto momento empezó ya el tema, ya y eso, y las grandes superficies, que llegaron enseguida. Donde entonces, el consumidor perdió ese concepto de valor, por el de precio. Entonces, se impuso la cosa de que, ‘barato que me dure tres años, puta, pero es barato’, entonces compra barato. Entonces pues, todas estas empresas, se fueron de culo para la pesa, es decir se acabó eso. Pero eso fue impresionante AFST: Se dedicaron a otras cosas JM: No, se quebraron, se quebraron, sin nada que hacer, se pusieron a hacer otras cosas. O sea, creo que el único sobreviviente es, Jorge Vergel, y ¿sabe quién?, que era, empezó al tiempo conmigo, Solinoff AFST: Ah claro, Solinoff, que también empezó en tallercito JM: Yo hacía, uno de mis productos estrella, fue un archivador que tenía rayitas, porque ese momento los archivadores eran de lata, entonces yo hice un archivador de esos de madera natural, con una madera que se llamaba Haya, enchapado en Haya. Todos los carpinteros compraban eso, para aplicarle rojo inglés o negro, y yo lo dejé en natural, le echaba una gótica de rojo, como para que quedara un poquito rosadito, pero totalmente natural y le hacía unas rayitas, la manija incorporada en el mueble y unas en las rayitas. Y esa vaina vendía, puta, o sea, yo tenía una oficina, y entonces, era mi escritorio y unos sesenta archivadores de esos apilados, entraban y salían a cada rato, ¿sí?, una vaina loquísima eso. Entonces, bueno.

AFST: Hay una salida importante, inicial para el diseño colombiano, en el tema de los muebles y de la oficina, digamos que la oficina, la dotación de oficina es importante JM: Sí claro, claro. La oficina fue clave. La oficina y lo institucional, digamos que a mí lo que me salvó fue lo institucional, porque yo pues, el momento en el que empecé a hacer oficina abierta, digamos, ya me salí de ese mercado competido, la oficina abierta empezó a ser también una cosa, que es como un sastre, o sea, a usted no le compran los muebles, sino el proyecto, porque usted tiene que hacer el diseño, ir a estudiar que hace la secretaria, que hace la persona, tal por cuál, hacer todos el estudio de flujos de movimiento de la empresa, entender las jerarquías, entonces era muy chistoso, porque entonces el escritorio del gerente general, tenía un metro con ochenta, el del subgerente, un metro con sesenta, el de la secretaría un metro con veinte, una cosa toda jerarquía súper chistosa, que eso también se acabó con la internet, porque se acabaron los archivadores, se acabaron los puestos de trabajo fijo, ese negocio se esfumó. Se esfumó, se esfumó ese negocio. El negocio de distribuidores pues, se acabó, porque empezaron a traer, pero fue demasiado abrupto. Y eso no fue sólo con nosotros, eso quebró industrias, súper, quebró mucha gente. Y empezó esa desindustrialización del país, ¿cierto?, y simultáneamente, o sea, las universidades nunca entendieron el momento que se estaba dando, a excepción de algunos momentos, de la Javeriana, de la Tadeo, por ahí, que empezaban a llegar ciertos profesores, entonces digamos, cuando yo di clases en la Tadeo por allá en los noventas, yo daba una clase que se llamaba, que era práctica profesional, o sea, yo lo llamaba aterrizaje forzoso AFST: [Risas] buenísimo el nombre JM: Era para los últimos semestres. Y entonces hacia proyectos de autogestión, de autoproducción con ellos. Y de eso salieron empresas. Y a su vez también, nosotros les conseguíamos las prácticas a los muchachos, entonces era una universidad muy basada en la práctica. De hecho, como le alguna vez, nosotros estudiamos en el SENA, yo por eso tengo tanto amor por el SENA y tanta afinidad, porque yo estudié en el SENA estando la universidad. Entonces toda esa parte industrial cacharrera, eso era muy importante. ¿En qué momento resolvieron que no?, o sea, fue un momento como un error en la estrategia, que dijeron estos se quebraron porque no hay industrias, entonces, como no hay industria, no hagamos para la industria. Si era todo lo contrario, era todo lo contrario, obviamente había que ir ayudarle en la industria, no prescindir de ella. Entonces acabaron con las facultades. Entonces, digamos entre el año, yo me fui en el 94 a Brasil, no porque me estuviera yendo mal, a mí me estaba yendo muy bien, pero fue por motivo familiar, que ver en la familia y todo eso. Y yo me la pasaba en vacaciones, me pareció interesante irme para allá, entonces fue un buen reto. Y si, realmente para mí fue un antes y un después ese, ocho años que estuve allá, que realmente fue donde aprendí realmente, como las bases teóricas desde la práctica, o sea, pude entender todo esto de lo que le estoy hablando, porque antes era… para mí eso fue fundamental, ver las cosas desde afuera. AFST: Estamos hablando de una desindustrialización forzosa y una academia que se alejó entonces de, como para estar allí, para ver cómo resolvíamos, entonces pues, se fue ligando eso, ¿no?, cada vez más

JM: Sí, sí. Además porque cancelaron las prácticas universitarias. Cuando yo estudiaba y después que fui profesor, básicamente yo le decía ‘bueno muchachos este mes es de práctica’, ‘profe, pero ¿qué hacemos?, ¿dónde?, ¿quién los va a dar la empresa?’ Entonces mire allá hay un barrio se llama Siete de Agosto, Doce de Octubre, usted vaya puertica por puertica, golpeando y le explica qué es un diseñador, qué puede hacer y qué le interesa. Eso es todo lo que tiene que hacer. No, las universidades resolvieron que tenía que ser institucional y que tenía que pagar un mínimo, y no sé qué. Y entonces al final se acabó y cuando se acabó, o sea todo ese momento que había, ese momento donde había ya una relación de diseño con empresa, pues se soltó. Porque en cierto momento en esa época, o sea tanto que, yo llegué de hacer un bus AFST: Claro, tremendo, claro JM: ¿Cierto?, porque había una relación directa con las empresas y bueno tengo jurgo de ejemplos. Pero también ellos, y es una cosa que se mantiene digamos, ellos lo que les interesa, y lo que les interesa entonces era el negocio. Entonces básicamente usted tenía que llegar a llevarles a los tipos negocios, no a llevarle diseño. Eso no han entendido las universidades eso aún, eso es absurdo, entonces los empiezan en el vuelo y no sé qué, en la joda y no sé qué, él Design Thinking y la no sé qué… Pero es que la gente quiere es ganar plata, entonces la función del diseño es salir a vender en la empresa, ¿a vender qué?, sus diseños. Entonces uno se busca, y eso lo he dicho toda la vida, busca la oportunidad, ver quién lo hace, se lo manda hacer y se lo vende al tipo, entonces nosotros todos, todos, todo lo que hacíamos era tercerizabamos o algo, y uno llevaba y hacía todo. Con los proyectos que yo hacía, en, muchos años trabajé para arquitectos y los tipos sabían que yo no tenía empresa, que tenía unos carpinteros y me decían, ‘Jorge, es que usted, nosotros le pagamos a usted, por administrar al carpintero’. Entonces le entregamos la planta, y yo hacía todo el diseño de oficina abierta, los despieces, la joda, era más caro que el, que las otras empresas, veinte, treinta por ciento más caro, pero los tipos tenían la seguridad, yo les hacía el diseño, les funcionaba y no se entendían con el carpintero. Un valor agregado, de verdad. AFST: Pienso que, yo le comentaba a usted que, en parte la documentación que yo he hecho, es de, que mencionaba el periódico El tiempo en la época y en los años, desde el año 82, 83, 84, que aparece, pues que hay una separata que se llama Muebles y Decoración, ahí hay muchísimos proyectos de Diseño Industrial, que aparecen allí mencionados. No sé, eso puede ser un reflejo de lo que significaba en el momento el diseño en la sociedad y en la industria JM: Sí claro. Es más la revista Habitar, en el mes de diciembre se dedicaba al diseño, o sea era toda la revista… AFST: Sólo diseño JM: ...Decía, ‘regale diseño colombiano’, se llamaba ‘regale diseño colombiano’, era toda la separata, toda una revista, toda una revista para eso. Hoy en día… AFST: Había movimiento fuerte ¿no?

JM: Hay unas donde muestran, ‘vaya y compre Chino’ entonces usted puede comprar, o sea, yo tengo un artículo en el blog que usted vio sobre eso, una vergüenza, no se respetan los derechos de autor, no sé qué pasó, no sé qué nos pasó, pero la… fue algo que el tiempo desmanteló, no sólo porque fue una cosa, es una cosa además social, una cosa súper compleja, ¿en qué momento se perdió el valor de lo propio? AFST: Claro, claro. Por ahí estamos tratando a buscar eso también, en esta tesis lo que pretende es, como conectar eso, esas historias alrededor, para decir, bueno, y ¿qué fue lo que pasó?, sí parecía que iba en camino, en un camino normal, de una introducción inicial, de una configuración con la industria, de una serie de cosas y de repente, bueno, no sé qué pasó. Es lo que estamos tratando de conectar aquí, porque además, parece que se pasó la página y simplemente, lo que yo le decía ayer, todo diseñador es el primero y no hay diseñador antes de él, ni habrá después, y no se comprende que es lo que, cuál es la función en esta parte social, económica, industrial, cultural… bueno, tantos aspectos que podría tocar JM: No, es que mire, o sea yo siempre busco las referencias en los vecinos, porque son realidades parecidas y es interesante uno mirar para allá, entonces veamos cuales son los países mayores de América Latina para compararnos: México, Brasil y Argentina, todos ellos les enseñan Historia del diseño de su país, o sea, todos ellos, usted… y conocen a todos esos pioneros, hay museo en su memoria, hay publicaciones en todas, todos, pero es muy impresionante, es muy impresionante, o sea, un tipo como Ricardo Blanco en Argentina le hacen el libro de sus sillas, en Brasil la historia del diseño también que, hay una, hay un puente, en una relación porque también fueron migrantes los que empezaron a hacer diseño. En México, Clara Porset, que era una señora que venía de Cuba, ¿cierto?, que llegó allá y se encantó con los muebles de los indígenas y empezó a hacer muebles, ¿no?, una diseñadora de muebles del putas, a partir de la identidad. Hoy en día hay un premio de diseño para mujeres con el nombre de ella. En Brasil, una italiana que se llamaba Lina Bo Bardi, que fue fundadora del museo de la MASP, que fue la primera que empezó a hacer el diseño y a mirar, como a buscar en lo popular y esas cosas, ¿sí?, Argentina lo mismo. Artesanías de Colombia fue una institución muy importante, y lo es, llegó a ser, por ahí en esa época de los 80 o 90, la institución que tenía más diseñadores en América Latina AFST:¿Ah sí? JM: Sí, por allá los 80 AFST: Tremendo JM: Era tremendo. Pero se quedó en la artesanía. Ellos nunca sacaron muebles nuevos, buenos, nunca sacaron muebles buenos, sino los objetos y la cosa y… y empezaron a embarrarla, a traer un tipo filipino a que les hiciera los muebles acá, y bueno, en fin, empezaron embarrarla, pero es una institución que, a ellos les interesa sobre todo vender, porque como es una institución que es de fomento, pero tiene vínculo con lo comercial, hay una pugna interna, en la, desde la misma gestación de la empresa, es irresoluble. Porque usted no puede ser fomento y a la vez vender, porque entonces la gente que hace la artesanía barata, pues ya, entonces ya usted no le ayuda, porque esos no los va a vender, que son los que hacen las, los llaveritos, las huevonadas, que se les parece fatal,

entonces buscan solo el valor agregado y ahí, ¿y dónde quedó el mueble popular barato?, el de los arrieros, el esa cosa, que están vendiendo eso, en los parques pues. AFST: Claro, claro. JM: Bueno, en fin, esa fue una institución muy importante, esa es una institución muy importante que toca registrar ahí. también empieza en los años 70, con la primera directora que se llamaba Graciela Samper, ¿sí?, su primera directora, que fue la que metió los primeros diseñadores, que fueron los que descubrieron el bambú, como Jesús Gámez por ejemplo, que esos también andan por ahí. Entonces la historia del diseño desde Artesanías, con esa señora, fue muy importante, esa toca que ponerla ahí. Y esa empieza en los años setenta. Fíjese como son de importantes los setentas... AFST: Momento clave JM: Aunque yo era un niño en ese entonces, pero eso fue un momento clave, que toca que toca registrar porque fue cuando apareció Artesanías, y bueno, en fin. Eso fue lo que generó. ¿en qué momento se perdió?, o sea, yo no sé qué pasó, o sea y el clímax del asunto del desastre, fue eso que nos pasó hace dos años, usted tiene que registrar eso, porque es que ese es un indicador muy paila, puta mierda, o sea, después de que estos huevones no hacen sino quejarse de que no hay empresas, que no sé qué, les dan la oportunidad y resulta que ya no les interesa hacer nada, ya no hay gente, ya no hay nada… o sea, es un cataclismo esa vaina AFST: SÍ, sí, sí. Para acabarlo. JM: Si total, si, cierre, bajen el telón. AFST: Tremendo, ¿no?, tremendo. Hay muchas experiencias que pueden ser cruzadas, lo que yo le menciono, mejor dicho esto, además… JM: Chévere AFST: … además hay muchos que quieren aportar y eso me parece muy muy interesante. Porque yo creo que, de alguna manera, pues yo se lo decía desde la opinión de Jaime Franky, bueno, esto parece ser que están las personas y, bueno en el caso suyo, usted lo tiene en su blog y ha tratado registrarlo y de auto registrarlo. Pero también es que hay una falta de construcción de memoria, que creo que, es un reflejo, también, de lo que no sólo sucede en el diseño, si no sucede en el país, no se construye la memoria JM: Sí total, total. No hay memoria, no hay, no hay. Y ya no hay clases de historia, y sobre todo, no hay un valor de la identidad, excepto en la música AFST: Sí, en la música

JM: En la música no más. Ni siquiera en el arte, en el arte tampoco está, porque uno de los artistas que llaman contemporáneos y hacen unas cosas que nada que ver… bueno en fin, nada. Entonces pues si fenómeno, ojalá usted logré despinchar eso AFST: Sí, pues vamos a ver cómo le seguimos haciendo. Yo sé que sumercé ya va a empezar ahí con su capacitación… JM: No tranquilo, eso estaba viendo que eso queda grabado, yo la cojo ahí después AFST: Ah, ¿queda grabado? JM: Sí AFST: Ah no, bueno, buenísimo entonces por ese lado. Hay una, revisando pues el tema de, hablar del mueble doméstico, ¿no?, porque finalmente el mueble institucional, de oficina pues tuvo un buen impacto o el Diseño Industrial allí reflejado; el doméstico, siempre se quedó muy cerrado, como en el taller de carpintería, en pequeñas fábricas, difícil, de que llegara además después al usuario, a la persona, al hombre de a pie, pues, al ciudadano de a pie JM: Sí, sí, sí, sí. Ahí en ese aspecto, o sea no es tan así, o sea, hubo esas empresas como las que le cité, de Biermann y BIMA, que era que, era… Biermann era, o sea, Biermann era… o sea, Muebles & Accesorios, era un tipo que le trabajaba, que la proveedor de BIMA, y el tipo se quedó con la bodega, pero BIMA en ese momento fue muy importante. Pero de alguna manera, a diferencia de otros países, no se crearon industrias de muebles domésticos grandes, sino siempre dependimos de Carpinteros y las pequeñas empresas, y ese que tiene que tiene el taller el fondo y la tienda en el frente. Y entonces que le hace y todo eso, es una característica local, ¿sí? AFST: Sí, pero qué tenía que entenderse, ¿no?, tenía que entenderse como era, porque si era su lógica también, a lo mejor esperábamos otra cosa y no podemos comprender cómo era el funcionamiento, para para meternos hay un poquito como diseñadores. JM: No, correcto, correcto. Y pues, sí ahí no una buena, y después que se acabó esa empresa, pues tampoco, porque ellos sí realmente, yo le hice muchos diseños, yo les vendía productos y les diseñaba cosas. Por ahí tengo un diseño de esos. Yo, yo, la cuna donde durmieron mis hijas, yo la regalé hace como dos años, a alguien por ahí. Es un diseño mío también, me llamaban, ‘diséñenos esto’, y pagan bien y todo, súper, una verraquera. Pero sí, el mueble hogar tiene esa cosa que es, la señora que va y que, ‘hágame la mesita centímetro más larga’ y ‘¿por qué no me le pone esto acá?’, y eso sigue así. AFST: Sí, sí. De hecho, con lo que usted dice, algo interesante, por ahí hay una publicidad de una empresa que se llama Multiformas, que dice ‘Ama de casa y decoradora’, ¿no?, pues indicando como, usted decide que es lo que va a hacer allí, usted tiene el poder de decidir sobre, cómo lo quiere, si es más largo, más corto, más alto o más bajito… JM: Sí total

AFST: Entonces como ese mensaje JM: Claro, yo hice muchos proyectos así con las señoras, muchísimos, ¿sí?, sobre todo hay un tema que es súper chévere, que es el centro entretenimiento, ese mueble que es el nuevo altar, está la televisión, es el video game, entonces, siempre uno les diseña eso y le mete el cajoncito para la huevonada y todo eso, sí. Pero claro es que todo eso se entiende también porque, ¿dónde está la plata?, la plata en Bogotá está en el sector financiero y comercial, ¿sí?, entonces ahí son ellos son los que generan los grandes negocios, siempre va a estar así. AFST: La publicidad inicialmente en los años, pues quien promocionaba mueble en el periódico El Tiempo, se lo gana Sears por montón, Sears publicaba sus separatas de Muebles y Decoración, y muebles, y obviamente, yo encuentro que Muebles Artesano trataba de hacerlo, Artecto trató de hacerlo… JM: Camacho Roldán AFST: …Camacho Roldán, Ervico trataron de hacerlo, pero llegó un punto donde, usted no vuelve a ver ninguna mención de ellos y pues entiende, a lo mejor que desaparecieron o no estuvieron más ahí, ¿no?, parece ser que esto, que era tan enriquecedor, pues se quedó ahí, quieto y estancado, no sé si por supuesto, tiene que ver con este, con la importación también de producto, con el mueble RTA o pensar que este mueble macizo, duradero… JM: Mire, le voy a mandar el dato de un tipo que se llama Fabio Prieto, que ese trabajó en todas esas empresas AFST: Ah sí. Para hablar con él también, porque ahí hay todavía cosas que algo que pasó, que pues, simplemente un día desaparecieron, y bueno, ¿qué pasó allí? JM: Camacho Roldán en una empresa emblemática, un mueble estilo clásico, muy bien hecho. Ervico, Ervico, creo, era el nombre de Enrique Vargas no sé qué joda AFST: SÍ algo así, que eran los nombres de la época. Pero si era por ahí el nombre de Ervico JM: Y el daño que hicieron esas grandes superficies AFST: Las grandes superficies, claro JM: O sea, fue funesto, porque cero identidad, usted venga a comprar barato y pague en sesenta meses AFST: Y un poquito el concepto de lo desechable, también resultó apareciendo por allí, ¿no?, pues tal vez, no tiene que ser duraderos, si es barato, es lo que usted menciona. JM: Sí, no importa mi casa es cerrada, en cambio la oficina y el comercio, y todo pues, es la imagen. Entonces la gente si le invierta eso, porque se lo que se ve. Lo mismo aquí, el Diseño Industrial siempre ha girado alrededor de restaurantes, bares, casinos, o sea, toda esa joda, porque con, cómo con ese clima frío la gente se mete a esos lugares, esos

lugares tienen que ser del putas. Pero yo he visto que, hoy en día empieza a ver esos pequeños barcitos y todo, y esto es el mismo dueño que entra a Pinterest y toda esa cosa, entonces se jode el diseño. Sí, unas vainas del putas, o sea ya no hay, diseño profesional ya ahí también perdió papel, porque los tipos lo están resolviendo muy bien. Y los mismos carpintero, ¿usted sabe?, pues le traen ideas, la vaina, hacen su mix ahí, y les va bien, ¿funciona? En ese momento como que, el diseño se democratizó. AFST: Claro, claro, claro. Y en efecto al carpintero, o al trabajador de la madera, si le llega el diseñador o el arquitecto, o la persona con el referente, igual le va a resolver técnicamente el objeto que le está presentando usted, ¿no?, hay una habilidad ahí qué es importante JM: Sí. AFST: Jorge, había una publicidad de BIMA que yo encontré, que decía ‘la segunda inversión más alta, después de comprar casa es el amoblamiento de la casa’, ¿no?, eso demuestra un poco que, había que sacar, había que meterse la mano al bolsillo para poder dotar su casa de muebles, y eso pues de alguna seguramente no era fácil JM: Correcto AFST: Por eso de pronto también es que, cuando aparece lo barato, pues dice bueno, si tengo que invertir, pues lo va a hacer ahí y eso cambia un poquito también lo que encontramos nosotros en casa, de algunas otras dinámicas como, ese mueble que se hereda, ese mueble que tuvo usted, pero que fue su abuelo o es de su papá, o viene después para su hijo, se va perdiendo también como esa JM: Y como no se le dio un valor, a eso, como duración, como el valor del autor, el valor de ese mueble de madera maciza, a la gente ya no le importa eso, sí no es su problema donde sentarse hoy y ya AFST: Sí, sí, sí. Mucho más utilitario, pues digamos, funcional y punto. JM: Eso AFST: Eso, sí. Eso por supuesto interfirió y obviamente, hay muchísimas, ¿no?, de la industria del mueble doméstico, es algo que es difícil de categorizar, porque aparece uno y luego desaparece la otra, y luego vuelve aparecer una, y bueno es una tema. Y en el que se refleja en algunos aspectos de, que menciona mucho el mueble escandinavo, los mejores muebles de la línea escandinava, ¿no?, porque son como imaginarios JM: Sí claro, se le daba valor a eso. Claro eso es cierto Sería chévere hablar con la gente que hoy en día vende mueble fino porque, a ver cómo es eso, porque hoy son muebles italianos AFST: Sí, habría que ver cómo cambió por supuesto el tema. Vamos a ver cómo lo conectamos.

Jorge, le agradezco mucho su tiempo JM: No mijo, lo que quiera, fresco. Si me quiere preguntar otra cosa, pregunte es más, me ofrezco a darle la asesoría completa para su, para su tesis, ad honorem, ahí para que lo vaya organizando ahí. AFST: Bueno. Yo voy a seguir recopilando esto, y por supuesto cuente, créame que ahí se lo voy a poner para que usted lo revisó un poco, y le dé duro, y lo corrija. Y de pronto mire que nos hace falta. JM: Eso listo y le voy a pasar una lista de gente con la que tiene que hablar. Yo le paso esos datos. AFST: Si usted tiene ahí los datos de lo que hablamos, pues mañana hablaré con Óscar Darío Muñoz, tengo ahí pendiente la de Mauricio Olarte. Pero, obviamente Fernando Correa es clave. Y de pronto algún otro que usted reconozca por ahí, que de pronto… también tengo pendiente un señor que se llama Germán Rojas, que Jorge Vergel me lo recomendó, pero personas hay, JM: Sí claro, claro. Harry, Harry Child. Además Harry está ahí en su apartamento todo aburrido, usted puede cogerlo tres horas y él feliz [risas] AFST: [Risas] Ah bueno, listo. No, perfecto. JM: Le voy a hacer una lista, porque ahora si me toca salir. Le hago una lista de los personajes con número de teléfono y todo eso. AFST: Listo, yo quedo pendiente Jorge muchas gracias JM: Listo. Abrazo. AFST: Que tenga una buena tarde. Lo mismo para usted. JM: Chao AFST: Un gusto saludarlo. Chao.

CONVERSATORIO ÓSCAR DARÍO MUÑOZARQUIMUEBLES/MANUFACTURAS MUÑOZ - 2020/07/09

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Ya está empezando la grabación… y ya quedó entonces, bueno, sumercé me estaba comentando que tuvo ahí una columna en El Colombiano durante un tiempo, en qué época más o menos. Óscar Darío Muñoz: Eso fue, del 2000, alrededor de 2010 al 2012 AFST: siempre ODM: Sí, sí, sí, salió como dos años y medio la columna, cada quince días, cada veinte días salía una silla, una silla de diseño en el mundo de diseño de un arquitecto, alguna cosa inclusive tengo todo guardado y valdría la pena como sacarlo porque es interesante. AFST: No fantástico en le comentaba un poco, pues aquí hemos tenido nada una intención y el documentar la transición años 80 años 90, al profesor Humberto se le ocurre, pues algún concepto que tenga que ver para encontrar relaciones entre el diseño y la política neoliberal, un poquito, si es que tuvo o no tuvo afectaciones. Ahí entonces, pues, mi fuente principal ha sido periódico El Tiempo, algunas ediciones, por supuesto por el acceso que tengo, ahora usted menciona El Colombiano y está también maravilloso. Y he hablado entonces, le contaba que con Jorge Vergel, él me recomendó también a otras personas. Ayer estuve conversando con Óscar Bravo de la revista el Mueble y la Madera, hablé con Jorge Montaña, tengo pendiente la cita con Mauricio Olarte, que también muy amable me respondió, por ahí estaba tratando de contactar a Fernando Correa Muñoz. Y bueno, finalmente pues a mí me parece muy interesante conversar con usted porque, más allá de que ha estado en toda esta transición, pues en su propia página y en su blog, usted ha tratado documentar un poco esto, que en una conversación que tuve con el Vicerrector de la Universidad Nacional, con Jaime Franky, me día aquí las cosa que usted está tratando de investigar están en las personas, son las experiencias de las personas lo que hay que tratar de recopilar, y más allá de una entrevista Óscar, yo lo que pretendes un conversatorio donde usted, pues comente su experiencia desde que empezó este tema es el de los muebles, cómo vio esa parte de muebles institucional, mueble domésticos, en Medellín fue siempre un poco importante compañías como la suya, Manufacturas Muñoz, Scanform, que siempre han estado ahí, como pujando por eso, y que además creo que lograron sobrevivir esa época, digamos que a muchas compañías, digamos pequeñas les afecto y fue esa política neoliberal. Entonces por ahora, quisiera enfocarme en un poquito en años ochenta, como es su experiencia ahí en ese tema. ODM: Pues mira, yo te cuento, yo empiezo antes, en el año sesenta, mi papá tenía Manufacturas Muñoz y en determinado momento, en el año sesenta creo que fue me dijo que porque no me iba para Estados Unidos que había un intercambio estudiantil recibían a los muchachos en una casa de familia durante las vacaciones de diciembre y después uno en su casa recibía un muchacho de intercambio estudiantil, se llamaba eso en esa época AFST: Chévere ODM: Nosotros en la fábrica de mi papá, hacíamos los pupitres, lo que más se hacía era pupitres, algunos muebles de oficina pero mucho más pequeño y en esa época en Colombia estaban prohibi

das las importaciones, no teníamos mucha dólares y la plata pues la controlaba mucho el gobierno y fuera de eso la idea era proteger la industria nacional. Entonces protegiendo a la industria esta se desarrollaba, pues era la idea y parecía muy lógica. Entonces cuando yo llegué a Estados Unidos, llegué de diecisiete años, dieciséis, diecisiete, y me encontré una cosa absolutamente distinta a lo nuestro, pues la televisión allá era en colores, acá en blanco y negro, los carros tenían unas aletas espectaculares, aquí eran carros de los años cuarenta y cincuenta que todo el mundo los conservaba porque no, no dejaban importar carros. Los pupitres en el colegio eran en fibra de vidrio, eran cromado, eran en colores, los que hacíamos mi papa eran grises, duros, incomodas, madera… yo dije por Dios, el mundo es distinto. AFST: Claro ODM: Pa’ mí fue un choque espectacular y yo me cuento que el diseño, yo dije esto lo podemos hacer nosotros Porque no lo hacemos así entonces en ese momento yo decidí estudiar diseño, yo dije yo tengo que hacer esto en Colombia, en Colombia vivimos en blanco y negro tenemos que vivir en colores como sea. Entonces a raíz de eso, pues me di cuenta de otra cosa y es que cuando uno no tiene competencia, todo lo que hacíamos en la fábrica se vendía la competencia, pues la competencia eran los vecinos y todos hacíamos lo mismo, entonces cuando uno no tiene competencia, yo creo que le vuelve incompetente, entra en su zona de confort y ya, pues, ahí vamos y eso le pasó a mucha industria colombiana cuando ya s e pudo importar cuando hubo competencia pues muchas empresas de muebles se quebraron, porque no habían evolucionado. Entre ellas muchas de mueble, IMP era la compañía más grande que había en Colombia y en Suramérica de muebles yo tengo un artículo que escribir sobre IMP, fue una empresa que llego a tener seiscientos trabajadores, era impresionantemente grande y se acabó por eso, porque no evolucionó. Entonces pues, yo llegué y decidí estudiar arquitectura, en esa época no había diseño Industrial, pero sí estudié, entre otras cosas mi papá me decía, Pues es que yo necesito un arquitecto en Manufacturas Muñoz, yo necesito un ingeniero. y tenía un amigo arquitecto, que era Elías Zapata, que fue un arquitecto muy importante de Medellín, es el arquitecto del aeropuerto de Olaya Herrera y del Hotel Intercontinental, que fueron hitos en su momento en Medellín, él murió muy joven desafortunadamente, y le dijo a mi papá para ‘hombre todas las fábricas tienen ingenieros y si usted quiere distinguirse, hacerse algo distinto y tener algo que no tiene las otras fábricas de muebles, es un diseñador, un arquitecto, eso le va a hacer a usted una diferencia’. A mi papá pues le pareció horrendo, pues no creyó mucho, es que una silla, es una silla decía, eso no tiene como como que más cambiar, AFST: muy utilitario, ¿no? ODM: Sí, pues es que era y más que todos hacían lo mismo, pues no había como esa competencia de buscar cosas y realmente era muy difícil, aquí revistas de diseño eran muy poquitas, las que llegaban pues ya, en la universidad si llegaba Domus de Italia y llegaba y llegaban revistas de arquitectura de Estados Unidos, y esas revistas pues ahí veía uno cosas distintas, pero no era lo normal que viera la gente.

Entonces pues me dijo, no estudie lo que quiera, pues no tenía ningún problema y estudié Arquitectura y siempre pensando en diseño, pensando y cuando termina arquitectura, pues me fui a Florencia a hacer un una especialización en Diseño Industrial, allá en la Escuola Estatal de Arte había un curso, o una, no sé exactamente, eran tres años de Diseño Industrial, pero me recibieron un año, yo dije yo no necesito, yo ya soy Arquitecto y hay muchas cosas que no necesito de las materias, me interesa diseño y materiales y otras cosas. Y tenía un laboratorio buenísimo entre otras cosas. Y me metí en eso me metí a estudiar, a hacer el curso en Florencia, fue espectacular, absolutamente espectacular pues, lo que aprendí, lo que lo que vi, la diferencia tan grande en, Cómo enseñan Los italianos, en el entorno que tienen. En ese momento estaba precisamente, Italia manejando mucho el Diseño Industrial, ahí estaba Olivetti, haciendo ya las máquinas de escribir con diseño, meterle el diseño a todo, pues no simplemente a las obras de arte, sino… AFST: A la cotidianidad ODM: …a la cotidianidad exactamente, que los italianos en eso se distinguieron mucho. Y pues volví a la fábrica, realmente yo no sabía qué era lo que iba a hacer, porque allá no había mucho que hacer y cambiar cosas no era fácil. Lo primero que hice fue una línea de muebles de oficinas espectaculares, espectaculares pa’ mí [risas]… Porque eran en colores, naranja, blanco y azul, y cromo. Y mi papá me dijo, ‘Pues yo creo que eso no se va a vender aquí’. Y realmente, pues, llegó un día invitó, llamó una exposición aquí en Medellín, una exposición industrial y llevamos un juego de seis sillas eran muy lindas, sillas y mesas, y un escritorio, separados los archivadores, era una mesa un concepto completamente distinto, que en Italia era muy muy normal. Y como el principal cliente nuestro era el Banco Comercial Antioqueño, mi papá era muy amigo de ellos, porque les vendía archivadores y escritorios. Y me acuerdo que llamó a Don Aníbal Palacios y llegó a mirar esos muebles, y Él los miraba y se rascaba la cabeza… AFST: Y no sabía por qué. ODM: Y llamó a mí papá y le dijo ‘vea Don Hernando’, porque mi papá le dijo, ‘vea el doctor’, mi papá orgullosísimo de mí, ‘el doctor, que acaba de llegar de Italia, diseñó estos escritorios, ¿a usted cómo le parece Don Aníbal?’ y Don Aníbal le dijo ‘vea Don Hernando, a mí me da mucha pena, pero toda la plata que le metió ese muchacho la botó’ AFST: Ay directo [Risas] ODM: [Risas] ‘¿usted cree que en el banco vamos a poner muebles cromados y de colores?’ No, no, el banco es muy serio, el banco es muy conservador, en el banco no, eso no es un circo, no, esto no va a pegar. AFST: Y estábamos ahí hablando de la robustez del mueble, de madera, pesado…

ODM: Sí, sí… AFST: … muy lujoso. ODM: No, Inclusive un poquito más modernos, eran muebles metálicos, ya se hacían, grises y cafés, pero nunca pues con un color y con un diseño, eran realmente muebles, pues muy influencia Bauhaus, era lo más moderno en ese momento, tenían algo de tubería, pero eran demasiado modernos, de eso no se vendió nada, a nadie [risas]… y no era caros, eran muy lindos AFST: Y, ¿qué decía el papá? Como que dijo ‘por ahí no era la cosa’. ODM: Mi papá me dijo, ‘no ves, viste huevón, si yo no te dejo, no te dejo hacer esos muebles, yo te dije que eso no se vendía, y si no te los dejo hacer tu mamá me dice que estoy frustrando al muchacho. No, quedamos jodidos’ Entonces era, muy, muy, muy… pero sin embargo me dejó, me dejó que siguiera haciendo cosas, porque pues, una de las cosas importantes que yo hacía, era hacer los planos de los muebles, que antes no se hacían con planos, sino con plantillas, entonces eran un millón de plantillas que se traían, y si el cliente, el obrero sabía hacer las cosas, pues llegaba uno nuevo y tenía que enseñarle cómo. Entonces hice planos de todos los muebles, eso fue realmente muy importante y muy bueno. AFST: Y ahí muy muy en la parte ingenieril digamos muy direccionado hacia la eficiencia de la producción este tema de los planos y demás, ¿no? ODM: Sí, sí, sí. Y yo había visto en Inglaterra, nosotros de la escuela de Italia, Florencia, nos llevaron al Royal School of… al que nos llevaron a Inglaterra, a Londres en la… había… en el Design Center de Londres, vi una silla plástica, que era una silla Robin Day, una silla de polipropileno, la primera silla en el mundo que hubo de polipropileno, eso es de los años sesenta y apenas, pues, se estaba conociendo en Europa y me llamó mucho la atención, pregunté y me dijeron que era una silla que se hacía con un molde, que sacaba, pues, las sillas a la carrera… Y le dije a mi papá, es que a nosotros nos pedían trescientas sillas y era un lío, pues, había que conseguir carpinteros, empezar, la tubería la doblábamos fácil, pero la madera para, se demoraba, era lento, hicimos con triplex unos moldes para hacer, para darle alguna forma, en fin, era todo muy muy artesanal. Pero se buscaba, pues, cómo llegar a hacerlo. Y había una fábrica de moldes en España, que era Marés y le escribí a Barcelona, al señor Marés, no teníamos internet, no teníamos absolutamente, el medio comunicación era por carta y la carta se demoran 15 días en llegar a Barcelona, y en volver. Y el señor me escribió cuánto valía el molde para hacer una silla, porque él había hecho un molde para una silla, en Alemania y eso valía toda la plata que usted se puede imaginar. AFST: Claro

ODM: Entonces, pues, me dijo que cuántas sillas hacíamos en Manufacturas Muñoz, le dije que podíamos hacer más o menos unas, exagerando pero impresionante, le dije que quince mil sillas. Y me dijo que para quince mil no valía la pena hacer un molde, porque el molde hacía las quince mil sillas, en dos semanas o en tres semanas, y que esos moldes eran tan costosos, que había que explotarlos todo el año. Entonces, bueno, yo traje una silla, de las de Robin Day y le mostré a Imusa, que son una fábrica que en ese momento trabajaba con inyección de plástico y tenía una muy grande, una máquina muy grande de inyectora, y me dijeron que ellos eran capaces de hacer el molde. Nos metimos en ese problema hacer el molde aquí, y eso fue mejor dicho, si hubiéramos sabido no nos hubiéramos metido… AFST: Así fue la cosa ODM: Dos años se demoró, hicimos, no, no teníamos la forma de importar la materia prima, porque eran unos bloques. Pues, es que esa silla, ese molde pesaba cuatro toneladas, en Colombia nunca se había hecho un molde de esos, lo hicieron de guapos pues, a mano y de todo, hasta que salió y fue la Silla Mariposa en el ’74, salió la Silla Mariposa. Y realmente fue pues muy difícil principio, pero al final salió, fue un hito realmente del Diseño Industrial en Colombia, la Mariposa. En ese momento pues no se le hizo, o no, no, a esto no se le ha hecho mucha bulla, hace unos dos o tres años, salió en la revista Semana, hitos del Diseño Industrial en Colombia y salió la Mariposa. Pero realmente no, no, pues todo el mundo creyó que ese molde había sido hecho, en, por fuera porque después lo mandamos hacer en España, eso se empezó a vender mucho, empezamos a sacar, pues ese molde ligero, ligero, se dañó y duro un par de años, más o menos, hasta que mandamos hacer otro molde, en Marés en Barcelona y ese molde, todavía está funcionando en Manufacturas Muñoz, todavía sigue. Era hecho para un millón de sillas, ya de esos moldes no hacen entre otras cosas, porque los diseños van cambiando, entonces bueno. Yo hablo mucho, pregunte pues. AFST: No, está muy bien, de hecho me parece buenísimo llegar, a este tema de la Silla Mariposa, porque efectivamente Como le decía que he recopilado algunas cosas de lo que apareció en el periódico El Tiempo, pues en los años ochenta empieza a parecer bastante publicidad en el periódico, de Manufacturas Muñoz, y como que se habla de todos los beneficios y las características propias de la Silla Mariposa, entiendo yo, por las copias que empezaron a salir de ésta, ¿no? Entonces se mencionaba un poco que, era la única que tenía que ‘las garras’, y mencionaban esas condiciones, como, como también representando que cada vez que hay una novedad, pues evidentemente la copia empieza a aparecer ¿no?, y esa ha sido como una constante aquí. Y pues recuerdo en este momento, que mencionaba mucho la publicidad manufacturas Muñoz, que ‘sabemos cómo sentar multitudes’, porque creo que fue ahí donde se empezaron a enfocar, pues, los esfuerzos de la compañía tal vez. ODM: Sí, sí, sí, llegamos a vender cien mil sillas, eso fue impresionante lo que, y te digo que lo de la competencia no era malo, porque cuando éramos únicos, que fueron los dos primeros años, era

un poquito complicado la gente, digamos, para licitaciones, se necesitaban varios proponentes, entonces importar las sillas era muy costoso, pues nosotros éramos los únicos , entonces ya cuando llegaron otros, pues la gente podía comparar, y no por eso perdimos mercado, sino que más bien el mercado se amplió para todos. AFST: Claro a mí me parece muy interesante lo que lo que usted me cuenta, con mucho esfuerzo lograron desarrollar un molde de estos, digamos, de manera local, porque hay muchas veces en las que la industria se para esperando la máquina ideal, el proceso ideal, y pues llegar hasta allá es muy complejo ¿no? Ayer que hablaba un poco con Jorge Montaña, él me decía que, que acá hay gente que trabaja muy bien, gente muy especialista en lo que hace, y que muchos de los extranjeros con los que logró trabajar como Biermann, como Víctor Schmid, y demás, que vieron una mano de obra muy importante que lograba desarrollar cosas de otra manera diferente, de pronto no le ponían tantos peros al asunto, y de pronto como usted dice, ‘de guapos’, vamos a resolver una situación que hay que hacerlo. Entonces, yo no sé, cómo, qué consideración tiene usted, de porque en este momento en el que teníamos esa buena mano de obra, resolviendo situaciones y demás, como que el diseño no logró, en grandes medidas al momento, como meterse ahí con estos esta mano de obra fuerte, digamos en esos momentos, ¿sí?, ochentas, una tradición pues qué venía de otros conceptos, ustedes tratando de meter la parte del diseño, recibiendo esos comentarios de, ‘esto no lo vamos a poner, porque esto es sacado cualquier otro lado’, entonces, qué pasó ahí para que de pronto, el diseñador lograra meterse con esta buena mano de obra, y empezara sacar un poco más de producción, digamos, local ODM: Básicamente yo creo que tenemos gente muy capaz, y no solamente los ingenieros, sino los mismos obreros, aquí tenemos una mano de obra que es muy ingeniosa, la gente, el trabajador en Europa digamos, le dan una serie de parámetros y le dicen esta máquina funciona así, usted da estos golpes, esto funciona así y de ahí no se sale. El obrero nuestro es un hombre que está habituado a trabajar o dentro de su barrio, a rebuscarse, a pensar… AFST: A resolver ODM: A resolver cosas, y toda la vida, siempre antes de definir algo, le digo al tipo de la máquina ‘¿Vos cómo lo harías?’ e inclusive tuvimos muchas veces muchos años, en que el que era capaz de resolver, de mejorar algo, se le daba un bono del Éxito de veinte mil pesos, pues cosas así. Simplemente para que toda hora estuvieron pensando. Ahora la mayoría de las veces, pues no vale la pena lo que se les ocurre, pero muchas veces sí se les ocurre AFST: Son de esos procesos creativos ¿no? Que a veces yo pienso que a nosotros diseñadores, a veces nos formaron pensando que éramos nosotros los únicos creativos, cuando la creatividad está en esas resoluciones, de la cotidianidad, insisto, y entonces a lo mejor, esas motivaciones resuelven cosas, que creo que, nos metieron discurso un poco engañoso, diciendo que éramos los creativos, o los únicos creativos, no sé… ODM: Sí, sí, sí.

No, no es un conjunto, lo más importante es el trabajo en equipo, que todo el mundo opine y que una persona resuelva. Ahora los empresarios han sido un lío para los diseñadores, yo estuve muchos años en Fedemetal, que era una asociación de fabricantes de, metalmecánicos, que tenían, pues estaban los gerentes de, te digo, de las empresas más importantes y a todos les decía, ‘consigan un diseñador, consigan un diseñador. Dejen de traer cosas para copiar aquí. Es que de vista es muy difícil copiar, es que sus máquinas, con las que usted está trabajando, no son las mismas con que se hicieron ese producto que usted trajo.’. O sea, si uno diseña de acuerdo o a las medidas nuestras, o a la idiosincrasia de aquí, es que aquí la señora de la casa no es la que maneja la cocina, entonces un implemento de cocina, manejado por una muchacha de servicio, que es bajita, que no entiende de que le están hablando, hay que diseñarlo para ella, no para la señora, o no pa’ la para la gringa, o pa’ la europea. Pues todos eso cuentos, era difícil, pero sí logré que más o menos mucha gente se metiera, los mismos de Imusa, porque empezaron con electrodomésticos, pues no me acuerdo en este momento quienes. Pero, pero si manejaba yo ese discurso con los empresarios, que los empresarios… AFST: Y hay algunos que le copiaron, pues digamos, uno ve algunas las empresas, algunas de las que lograron permanecer durante cierta época, es por qué confiaron un poquito en diseño ¿no?, Challenger, Kassani, Manufacturas Muñoz, Oskada… ODM: Sí, sí, sí. AFST: … digamos que confiaron que ahí había una posibilidad, y yo pienso que, obviamente hablar de la política neoliberal, muchas veces es ver las posiciones negativas, desde la empresa muchos me han comentado las cuestiones positivas, el hecho de traer nuevas materias primas, accesorios, pero no el producto completo ¿no?, sino un poco más, esa pequeña parte difícil de desarrollar. ODM: Sí, sí, sí. No, y es que ya no vale la pena hacer todo pues, ya se va especializando uno en sus cosas y somos parte de un conjunto. Antes así hacíamos todo, hasta los, pues las ruedas, hacíamos las balineras, las correderas de los escritorios, todo, todo, todo, todo, había que hacerlo porque no se conseguía, después que ya que empezaron a llegar partes pues uno integra. Y en este momento integramos, pues hacemos más diseño y después, hacemos, satisfacemos necesidades, digamos en Arquimuebles, qué es la empresa mía, porque yo me retiré de Manufacturas Muñoz, en el año 85. AFST: Quería ir por ahí un poquito, ¿qué pasó ahí?, ¿Cómo decidió Arquimuebles? En ese momento, trabajando con el papá, ¿qué pasó? ODM: Hombre Lo que pasa es que nosotros somos once hermanos [risas] AFST: Ya, ya. ODM: Te voy a mandar la historia de Manufacturas Muñoz, te voy a mandar mucha cosa

AFST: No, buenísimo. Y bueno decidió Arquimuebles a mediados de los ochenta. ODM: Sí, porque, pues es que no podíamos trabajar todos en Manufacturas Muñoz, entonces nos salimos todos. Y todos tenemos empresa, todos somos empresarios, todos los hermanos, sí, sí en distintas áreas. Algunos en muebles, otros en muchas áreas, en la arquitectura, en construcción, en todo, ninguno de nosotros trabaja, ni ha trabajado después de eso, en Manufacturas Muñoz. AFST: Y se mantiene Manufacturas Muñoz, por supuesto, que se hayan ido no quiere decir que se haya acabado ¿no? ODM: No, no, ahí seguimos. Pues seguimos siendo socios y, pues ya de MUMA, y ya, y va muy bien, va muy bien, hemos tenido gerentes muy buenos, si no son muy buenos se cambian, en cambio ¿a mí quién me cambia?, ¿a mi quién me echa? AFST: [Risas] ODM: Se forma un lío familiar AFST: Claro, claro ODM: Mi hermano, o la hermana, es que los problemas de las empresas familiares son complicados, afortunadamente… AFST: Y el tema de MUMA, cómo le han metido, pues han trabajado con los diseñadores más importantes del mundo y del país ¿no?, eso es una apuesta dura, eso no es de, tomar una decisión de, venga yo llamo un momentico aquí a Karim a Rashid o Alberto Mantilla, o con los que han trabajado, ¿no? Es una apuesta fuerte ODM: Sí, ha sido complicado, ha sido duro, difícil y, pero esa fue la mentalidad Que yo dejé, cuando me retiré era, hay que seguir con esto, porque eso ha sido el éxito y tenemos que seguir y ha sido, y ha funcionado. Ahora yo me fui para Inglaterra hacer un Máster en Diseño y Tecnología de Muebles, que quería hacerlo siempre, me fui con la familia, me fui con, los hijos, y ya tenía 40 años, ya me sentía viejo [risas]… y yo estuve quince años en Manufacturas Muñoz, mi papá me dijo ‘se enloqueció, ¿cómo que se va a gastar plata? y con tres hijos, y ¿de qué va a vivir?’. Y yo organicé todo, alquilé el apartamento, alquilé la finca, tenía una sociedad con una, de una empresita de cromado que nos repartiremos las utilidades, entonces algo daba, tenía, pues vendí los carros, tenía ahorros y si me fui… AFST: Y arrancó. ODM: Y fue espectacular, increíble fue eso, y volví a montar Arquimuebles, pues empezando de cero, muy difícil, muy complicado, mi señora empezó a trabajar. Montamos Demarka aquí en Medellín, que Demarka es ahora… éramos distribuidores de Knoll y de Herman Miller, con Germán Rojas, Germán Rojas es el de… Ay… ese es otro hombre que usted tiene que hablar con él…

AFST: Sí, Jorge Vergel me dio el número de Germán Rojas, me dijo ‘este señor es una Biblia de muebles’ de una empresa que se llama Contract, él me dijo. ODM: Contract, sí señor, entonces fuimos socios aquí en Medellín y pusimos una distribuidora de muebles de Knoll, y nos fue muy bien. AFST: Miré que curiosamente yo, en el periódico El Tiempo, he visto mucha publicidad de Demarka, pero no conocía que esto venía por aquí también de usted. ODM: Sí, sí claro, claro Demarka. Es que él le vendió la licencia de Knoll a Pizano, entre otras cosas, Pizano creyó que la podía manejar, y resulta que no, no es lo mismo, pues, hacer tableros que muebles, no sé. En todo caso, no les funcionó siendo que ya estaba muy posicionado Knoll aquí. AFST: Claro. Hicieron dotación del Aeropuerto El Dorado, por ahí hay una noticia, Demarka y otras dos o tres empresas, no sé si Multiproyectos y otras, se aliaron e hicieron dotación de las salas de espera y, bueno, la parte institucional del Aeropuerto. ODM: Sí. AFST: Todo eso aparece en el periódico. Me parece, digamos, yo tenía una intención de ir buscando el tema del periódico, porque me llama mucho la atención, había noticias, había separatas, había temas específicos, se hablaba de diseño. Estaba como entrando bastante fuerte el tema y, pues, tenía cierto énfasis, y eso, pues, empezó a ser, como después de un tiempo, algunos esfuerzos muy particulares, de algunos que van escribiendo de a poquito, pero ya no había como ese, esa constancia de encontrar esa información, que los años ochenta estaba fuerte. ODM: No sé si has visto la revista Habitar, la de, la de… AFST: La de Fernando, la de Fernando Correa ODM: Y ¿has hablado con Fernando? AFST: He estado tratando en contactarlo y no he logrado conseguir el contacto directo con él. ODM: Ese sí te habla tres días seguidos, Pues, ese es una maravilla, a mí me mandó… AFST: Yo he hecho trazabilidad y me falta un pedacito para llegar a él… ODM: ¿Tenés el celular de él? AFST: No, no, no, no, no, no he logrado por ningún lado aún. ODM: Ah, yo te lo mando, es muy querido AFST: Ah muchas gracias

ODM: Sí, sí, sí. Él me regaló, no sé, las doscientas revistas de Habitar que salieron, que él las manejo, y ahí sí que hay cosas de muebles bien interesantes. Mucho, Mucho. AFST: Sí, se alcanzaron a notar algunas. Óscar, yo veo un poco, que el diseño en esa parte, pues, estuvo muy fuerte, muy metido en todo el tema institucional, en todo el tema de la oficina, obviamente cuando llegan los conceptos nuevos de la oficina, que de pronto podía ser un poco más, por la especificación propia de los requerimientos para esa dotación, y quisiera preguntarle ¿cómo ve esa entrada importante o, pues, esa posibilidad de trabajar allí? versus el tema del mueble doméstico, ¿no?, mucho más de un taller de carpintería, de pequeña empresa, no sé cómo ve estas dos, esos dos enfoques y el diseño en cada una. ODM: Hombre, en la parte de hogar, nunca nos metimos, no, no, no sé, si será a uno le gusta una cosa u otra. Y yo creo que En Colombia se descuidó, de pronto Felipe Biermann trató mucho de meterse, cuando puso, ¿cómo se llamaba lo que él tenía? AFST: Bima ODM: Bima, claro. He estado conversando mucho con la hija de él, con María Cristina Biermann, que trabajó con el papá, ahora pues Felipe se quedó en México, pero ese hombre fue los que le trabajó mucho, mucho a la parte de hogar. Lástima que pues, que tuvo su revés y eso no funcionó. Pero él llegó a ser muy importante a nivel, casi que latinoamericano y a meter el concepto de IKEA en Colombia. Y lo logró hasta cierto punto. Pero yo creo que fue el único, los otros se quedaron carpinterías grandes, el Centro Internacional del Mueble, con el cual trabajamos mucho, fue muy importante, se metió mucho en muebles de hogar. Pero yo nunca me metí en la parte del mueble de hogar realmente, no. AFST: Por un gusto, por un gusto particular, por una inclinación del enfoque ODM: Sí, sí, sí. AFST: Con el Centro Internacional del Mueble ¿qué terminó pasando? ODM: Pues hombre se quebró, yo tengo un artículo sobre el Centro Internacional del Mueble, es que te voy a tener que mandar mucha cosa que tengo, mándame de El Tiempo, ¿sabes que siempre he querido tener el aviso que hacíamos grande de, ‘saber sentar multitudes, sabemos sentar multitudes’?, que no lo tengo AFST: Ahí lo tengo. No, todo lo que tengo de ahí se lo voy a enviar, incluyendo lo que hay de Demarka, porque pues, imagínese que, de todos modos ahí está con fechas y catalogado, imágenes hay y qué bueno también, pues esto le sirva también a usted, puede recopilar, entonces, pues sí. Yo obviamente veía el tema de BIMA, aquí muy importante en Bogotá, y creo que, también lo decía Jorge Montaña ayer cuando hablaba con él, que muchos diseñadores empezaron a ver allí una vitrina, ¿no?, posibilidad de diseñar sus objetos, producirlos en algún lado y venderlos allí, y pues empezó a llegar un poquito qué, a nuestro hogar, y eso era importante. Pero evidentemente, como que esos impulsos después, el taller de carpintería, obviamente que también hace muebles y ese tipo de cosas, pues ha sido muy variable, eso es un poco la dominancia muchas veces del

hogar, con la facilidad de hágame este mueble, ¿no?, y pues que finalmente, pues creo que fue un importante impulso, pero que hasta que llegó y no sabría hoy en día, quién ha tomado la partida para hacer algo similar a eso, ¿no? Yo sé que a empresas de muebles domésticos, o del hogar, parecieran mucho más enfocadas, obviamente a otros a otros sectores, pero pues no a lo que uno llama como el ciudadano de a pie, ¿no?, el que de pronto va y puede tomar una decisión de comprar algo allí. Entonces de hecho Felipe, pues BIMA, tiene un aviso muy interesante, que dice que, después de invertir en una, en la casa, la segunda en versión más alta, es amoblar el hogar, ¿no? Y eso pues a uno lo ponen una condición de pensar que, tomar una decisión de comprar un mueble también, es algo que, tal vez una persona compraba para toda la vida, ¿no?, o pues que espera que le durara muchísimo tiempo. Yo no sé si usted considera, un poquito, que este tema del mueble tipo RTA, de rápido ensamble, también cambió un poco esta dinámica, de cómo se venían diseñando y desarrollando los muebles para el hogar. ODM: Sí, aunque la gente siempre eso de armar y desarmar, lo tiene como mueble de, que no es duradero en el tiempo y la gente, pues antes, o sea, antes tenía su cosa para toda la vida, pues, el comedor era el mismo, los cuarenta o cincuenta años, o todos los años que usted quiera, eso ha cambiado y ha cambiado con el tamaño de los apartamentos, y con la gente se mueve más. Ha cambiado menos, de lo que debía haber cambiado en teoría, pues yo hace cincuenta años pensaba que las cosas iban a evolucionar mucho más rápido y apenas en los últimos años han estado evolucionando. Y ahora sí que va a cambiar todo, pues ahora que estamos trabajando en la casa… AFST: Que loco. Y ahí, bueno que pena yo me voy a meter ahí con algo, que se va a salir, pero es para aprovecharlo por ahora por un momento, ¿usted cómo ha visto eso?, ha pensado que Arquimuebles, ¿qué va que va hacer con este tema del trabajo en casa?, ¿qué?, ¿cómo lo ve?, o ¿todavía no lo ha pensado? ODM: Enseguida te mandó todo lo que estamos haciendo nuevo. AFST: Ah sí, sí ODM: Sí, sí, estamos haciendo unas mesas y unas sillas, muy, muy, muy, precisas para este momento, para trabajo en casa. AFST: Claro ODM: Es que yo no… me tenés que mandar tu correo AFST: Sí señor, sí señor, yo ahorita, por supuesto se lo voy a compartir. Óscar, yo le agradezco mucho todo el tiempo, por supuesto, yo sé que aquí hay mucho tema y muchas cosas para hablar y usted, mejor dicho, también ha recopilado gran información del tema. Los catálogos y el tema Scanform que usted también tiene ahí en su blog, y lo que ha recopilado de Biermann, de Víctor Schmid, mejor dicho usted tiene ahí todo eso, y por eso es que es tan

importante, a veces, hacer un intento por, tratar de articular todo esto, un poquito en una historia más continua, una historia que está por partes… ODM: Claro AFST: A mí me sorprende mucho, como un día la primera persona que yo logré contactar, que uno piensa que no va lograrlo, fue Jorge Vergel, y Jorge me dijo, ‘aquí todos somos amigos y todos nos hablamos’, y lo que le dije a usted, obviamente con mucho respeto, que él me dijo que, ustedes eran los dinosaurios del diseño, ¿no? ODM: Muy rico AFST: Eso me lo dijo él, pero me dijo, ‘hablamos constantemente, nos reunimos, somos un grupo muy continuo’ y cada uno también, él ha tratado de documentar mucha cosa, y a mí, si le digo la verdad, lo que me preocupa es que muchas de esta información, a nosotros los estudiantes, o cuando fuimos estudiantes de diseño, o los que van hacer estudiantes de diseño prontamente, no tienen esta información no les está llegando, estamos pensando que somos el primer diseñador y qué vamos a hacer el último, y estamos en error muy grande, no creamos memoria, no creamos trazabilidad, no respondemos a nuestra cotidianidad, y ahí pues yo creo que, ahí podría el mundo el diseño se ha construido en todos los lugares, y aquí como que hay esfuerzos, yo no los voy a negar, pero que si no lo tratamos de recopilar y condensar, los diseñadores no saben quiénes estuvieron, me parece que es preocupante. ODM: No y es que, de verdad que se perdió la información del siglo pasado, pues, no hay, yo te hablaba de IMP y eso no existe en internet o… no, había muchas, muchas muy importantes que, que se perdieron. Yo tengo todo eso escrito y estado, pues, con todos los amigos, con estos, con los dinosaurios, que somos los que tenemos la memoria, escribiendo todo eso. Yo tengo mucha información de Jaime Gutiérrez Lega tengo, por ahí, no, por ahí seis o siete horas de grabación… AFST: Tremendo ODM: … conversando con él, dos o tres días, que estuve, y somos muy amigos hace muchos años. Entonces todo eso hay que difundirlo, hay que, ustedes son las personas, pues, yo aquí no he podido, no sé, en Medellín pues es más cerrado, pero, la gente de Bogotá y con estos colegas que somos así, todos somos abiertos, todos, increíble, yo no sé si es porque somos diseñadores, o que tenemos de distinto, como profesionales no somos egoístas AFST: Sí, de pronto, no sé si es que creemos, pues que está esa mención que, solos no podemos ¿no? Y que de pronto si, un poco, el trabajo en equipo. Y yo sé que hay uno que otro, que tiene su ego, por supuesto, pues eso ya son cuestiones personales y, no hay que hacer un juicio de valor al respecto, pero a mí me ha sorprendido eso, la amabilidad por supuesto, se lo juro que, apenas yo escrito, ninguno me ha dicho ‘No’, o me ha dejado en espera, sino para cuando, dígame cuándo es y aquí estamos con ese tema. Yo, pues simplemente para contarle un poquito, llevo seis años vinculado al SENA, como Instructor de Diseño de Muebles aquí en Bogotá. Ese es uno de los fundamentos que yo tengo, y cuando

entré a la Maestría, que ya entré hace unos años, pues siempre he querido también, esto es un gusto, una pasión, me meto en este cuento y la cantidad de información que hay por recopilar está allí, tanto que un día mi director de tesis me dijo, ‘Si usted no cierra esto, yo me voy a pensionar y usted no va a terminar, y no va a entregar esto’. Entonces me dijo cierre, entréguelo y después tendrá tiempo para continuar, y yo creo, no me voy a denominar el abanderado, ni mucho menos, pero sí hacemos parte de algo, ¿sabe?, para hacer documentando esto, pues me parece fantástico, por supuesto haberlo contactado, y conocerlo, y algún día que de pronto vuelva Medellín, que nos reunamos por supuesto, y conversar nuevamente. Entonces yo por supuesto, también sé que determiné una hora para esto, y hemos recibido gran información, usted ha sido por supuesto muy amable, y es su tiempo, es muy valioso. Quisiera simplemente, de pronto terminar con un aspecto muy puntual, y es de acuerdo a ese tema, porque alguna manera voy a tener que cerrarlo con el tema de lo neoliberal y la apertura económica, los aspectos positivos o impacto que usted vio, o negativos al respecto. Digamos, cómo se podrían definir, o concluir en un país como lo que hemos estado hablando, que venía cerrado, proteccionista, con una intención inicial de diseño, y bueno, digamos una apertura un poco fugaz, inmediata, sin transición, ¿cómo lo podría usted definir un poquito?, si no lo meto en camisa de once varas ODM: Pero, ¿por qué dices neoliberal? AFST: Digamos que, ese es el término que se le ha denominado, y primero ese es el término de la tesis, que ha abierto muchas puertas para que yo hable de esto en algunos congresos de diseño y, segundo porque la apertura, lo que nosotros llamamos apertura económica, o lo que Gaviria y presidente anterior denominó como la apertura económica, hace parte de un conglomerado de políticas, que a nivel mundial se llamó neoliberal, es más por eso. ODM: No, yo sí creo que no nos podemos aislar del mundo, tenemos que ser parte del mundo y no sentirnos menos en ningún momento, pues yo creo que tenemos todo para la capacidad de, para trabajar al mismo nivel de cualquier diseñador y de cualquier empresario del mundo, y poco a poco nos hemos dado cuenta de eso, de que somos capaces de hacer cosas. Yo creo que estamos cambiando para bien, estas cosas que estamos viviendo, las tenemos que aprovechar y vamos a salir. En la parte de la industria, pues es muy complicado, ya nos dimos cuenta, los mercados son muy pequeños, ya hacer moldes para nosotros es muy costoso, porque los volúmenes que vendemos son muy poquitos, tenemos que hacer volúmenes mucho más grandes, tenemos que unirnos con otras empresas, tenemos que pensar global, ya es imposible volvernos a encerrar, yo no creo que la protección sea buena y no la necesitamos, somos capaces de competir; y de coger cosas de un lado y cosas de lo otro, y si no somos capaces de competir en hacer sillas, pues vamos, somos capaces de competir en sembrar aguacates. Pero tenemos ventajas competitivas que tenemos que aprovechar, entonces pensar a nivel macro, yo soy muy, pues así esté muy viejo, sigo pensando que todos tenemos muchas capacidades y que somos, con toda esta juventud, con todo lo que tiene, con las capacidades, con las herramientas que hay ahora, es que es increíble nosotros haciendo ese molde a mano, pues, era… AFST: Tremendo

ODM: [Risas] le metimos ganas, lo que necesita el mundo es ganas y el que tiene ganas, se come el mundo. Entonces eso es lo que hay que, yo cuando de conferencia les digo a los muchachos, por Dios, tienen todo, están aquí en un celular, tienen todo, eche pa ’delante, eso no lo puede, no sé cerrarse, sino abrir. No sé si soy muy optimista de cómo nos va a ir, que todo va a mejorar

AFST: No está muy bien y yo creo, digamos que, si concluye un poquito, la apertura por si misma no es mala, el tema es de cómo reconozco todo lo bueno que yo puedo hacer y desarrollar, y digamos, dejar de soñar que allá está lo mejor, sino que acá hay muchas formas de poder enfrentarnos, pero pues que cerrarnos, como usted lo dijo, si hubiéramos seguido tal vez cerrados, usted nunca hubiera visto lo que había allá y una decisión, una conclusión muy bonita lo que usted ha dicho es, ‘eso también lo podemos hacer allá’ o bueno, lo guerrearon y lo hicieron, y eso me parece que es una conclusión muy chévere. Pues porque, si antes se podía, pues ahora también. Yo creo que es un poquito, también confiar en lo que tenemos acá, para poder ir para adelante.

Le agradezco mucho Óscar.

ODM: Bueno, no, con mucho gusto, muchas gracias.

AFST: Gocé mucho de esta conversación, yo le pongo en mi correo personal para todo, y le envío por supuesto algo de lo que hay. Y sé que sí fue la primera, no va a ser la última, que bueno haberlo contactado y que me haya dado la respuesta.

Espero que tenga muy buen día y que nos veamos pronto nuevamente.

ODM: Ok, bueno, muchas gracias, muy querido, hasta luego.

AFST: Listo, chao, que esté muy bien

ODM: Chao

CONVERSATORIO GERMÁN ROJASCONTRACT S.A. - 2020/07/14

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Listo muy bien ya estamos entonces en esto.

Entonces Bueno comentarle que inicialmente pues esto es mi proyecto de tesis de Maestría en la Universidad Nacional de Colombia, Maestría en Diseño. Y lo que nos propusimos con el director de tesis que es Humberto Muñoz fue, como tratar de interpretar un poco la situación y la transiciones entre los años 80 y los años 90 en la industria del mueble, digamos para re conocer allí algunos aspectos que tengan que ver con la práctica del diseño industrial, en el país como su inserción en la cotidianidad del país, en la sociedad industrial.

Yo de alguna manera tengo una cercanía con el tema del mueble yo eso me gusta como hablar sobre ese tema, entonces hicimos una recopilación de información de pronto del periódico el tiempo estuvimos revisando todas las ediciones allí nos cruzamos con la revista habitar, con varias cosas, y como para tratar de armar una especie de entretejido entre diversos actos, pues es muy importante conocer las percepciones de las personas que vivieron ese momento con el tema del mueble y todo empezó con un contacto inicial con Jorge Vergel y eso después nos ha abierto un gran panorama y después conversar con usted

Digamos que más allá que una entrevista muy estructurada es más un conversatorio de las experiencias particulares y las percepciones de la industria del mueble en los años 40, su percepción particular de la apertura económica y de pronto como se vivió esta transición hacia final de los años 90 o principios del año 2000, entonces más o menos es por ahí una cuestión más desde la experiencia para tejer un poquito a los diferentes actores allí.

Germán Rojas: Muy bien. Eh bueno ahí hay varios temas que usted esta combinando y obviamente así es la vida, las cosas no son aisladas sino que van entrelazadas y muchas veces hacen difícil diferenciar que cosas fue causa de que y como influenciaron finalmente determinadas circunstancias políticas en lo que fue el desarrollo de un sector específico. El sector del mueble es un sector en Colombia muy antiguo y tiene una tradición de muchísimos años como parte artesanal, después como parte industrial y después obviamente como parte integradora de muchas disciplinas, para lograr realmente dar soluciones en los espacios ya sea de vivienda, ya sea de salud, de educación, de oficinas, de hotelería etc. El año ochenta al año noventa, yo te puedo decir varias cosas, coincidencialmente en mi caso personal, empezó el año ochenta, exactamente ochenta y uno, yo regresando a Colombia después de irme a hacer una especialización, habiendo estado por fuera dos años y habiendo empezado a trabajar en el sector de muebles en 1970, o sea y estuve diez años antes, salí a hacer una especialización, yo soy Ingeniero Industrial de paso, no soy Diseñador, ni Arquitecto…

AFST: Muy bien

GR: Soy Ingeniero Industrial mi primera experiencia de trabajo fue en el sector de muebles sin haberme graduado, contratado para desarrollar la línea de Herman Miller en Colombia que se había obtenido la licencia de fabricación para Colombia

AFST: Ok

GR: Esa fue mi labor desde 1970 hasta el 77 en la que me fui por dos años a estados unidos y regresé en el año 81 y obviamente cuando regrese lo ´primero que hice fue montar una planta de muebles, aunque me había hecho mi especialización en finanzas, como que se cumplió el dicho de que ‘ya estaba picado por la droga del mueble’ y terminé otra vez en muebles. De todas maneras, en ese momento, experiencia que se vivía, pues era una experiencias muy compleja por las circunstancias políticas del país, por las circunstancias del comienzo del narcotráfico como factor influyente en todo el proceso social y económico del país y obviamente, dentro de una situación de orden público, que en el gobierno de Turbay, pues se caracterizó por el famoso estatuto de seguridad etc, que implicó una serie de temas de violencia muy complicados. Eh, la experiencia que también se vivió paralelamente a eso y no tengo fechas exactas usted de eso debe saber más que yo es que la carrera de Diseño Industrial, empezó a generar sus primeros graduandos, entonces no se exactamente en que año fue, pero yo diría que a partir de la década del 80 empezó a aparecer los profesionales recién graduados de Diseño Industrial buscando campo en todos los sectores del país, y obviamente uno de los sectores donde yo me atrevería a decir fueron mejores recibidos fue en el sector de muebles

Y de allí salieron muchos de los que aun ahora son empresarios de muebles que empezaron en sus pequeños talleres o su propias iniciativas emprendedoras o como empleados de las fábricas tradicionales que desafortunadamente ya estaban en decadencia, por precisamente no haberse emparejado con todo el cambio que existió en el sector de muebles. Y el mueble no ya como elemento decorativo sino como un elemento completamente integrado en la vida de las personas, tanto económica como personal, entonces que fue lo que se empezó a vivir en ese momento, primero el sector corporativo, el sector de oficinal estaba viviendo una revolución de pasar del mueble tradicional de oficina, que yo particularmente lo llamo de lista de mercado, porque los negocios en esa época se hacían, el escritorio de presidente, el escrito de vicepresidente, de gerentes, secretarias, contadores, mesas de juntas. Entonces a usted le pedían un escritorio de vicepresidente, cinco de vicepresidente, cien operativos y bueno. Y normalmente lo que importaba era el tamaño según el estatus…

AFST: La jerarquía ¿no?

GR: Entonces el presidente tenía el escritorio más grande y el contador tenía una mesita de 1 con 20 y en esa época todavía se trabajaban los libros de contabilidad, que en esa época los libros de contabilidad median como 150, entonces todos los contadores usted veía, miles de libros en el suelo, porque no tenían ni siquiera donde ponerlos y eso obviamente, entró a chocar con todo lo que vino de oficinas de sistema abierto, con el tema de la ergonomía, con el tema de la acústica, de la iluminación, las distintas formas de trabajar y de implementar los espacios de trabajo, que, resultó, en que muchas empresas consiguieron algunas licencias de fabricación, y otras pues simplemente copiaron lo que veían y lo que tenían en catálogos, pero personalmente, detecte un problema más grande en el sentido de que digamos que el Diseñador Industrial y aun los Ingenieros Industriales y los que estaban en producción de muebles, la parte productiva la pudieron desarrollar muy bien, pero el problema es que no sabían cómo comercializarlo, ni sabían cómo manejarlo, entonces la problemática principal era que la comercialización de muebles con las estructuras que existían en ese momento, la estructura tradicional, no funcionaba, no operaba y eso me llevó personalmente en mi caso, a vender la fábrica y a montar una empresa que realmente supiera comercializar muebles de acuerdo con las nuevas tendencias y obviamente poco a poco todo el

mundo fue entrado en el tema, vivieron quizás las mismas experiencias y empezaron a desarrollarse ya empresas donde se empezó a integrar mucho el diseño, no solamente en la parte industrial, sino el diseño como, la herramienta principal para encontrar soluciones que operativamente funcionaran correctamente. Eso afecto también a los mismos arquitectos interioristas que tuvieron que aprender también la manera este tipo de amueblamiento.

Y paralelamente a eso, en los últimos años del gobierno de Turbay se habían cerrado las importaciones de muebles y por consiguiente, eh, era una medida para proteger, entre comillas, proteger la industria nacional y eso fomento aún más, la formación de, o empresas nuevas, constituidas por los diseñador industriales en algunos casos y otras por los exempleados de las empresa viejas, pero más jóvenes que ya tenían la nueva formación desde el punto de vista de diseño y de comercialización de lo que se debiera hacer. Entonces empezaron a declinar todas las empresas tradicionales, lo que era Artecto, lo que era Camacho Roldán, lo que era Fabrex, lo que era Plata Tamayo, fueron empresas que fueron desapareciendo y se empezó obviamente a formar, ese grupo de empresas nuevas, todas entraron dentro del sistema oficinas abiertas, el tema de la ergonomía en la silletería tomó una relación muy grande en todos los proyectos, el tema acústico empezó a ser con templado también en todas las partes de las áreas de trabajo eh y bueno digamos que, ya se vivió la trasformación en Colombia, eh y con esa tradición de muebleros, la parte industrial también se desarrolló, hacia nuevas materiales nuevas tecnologías, que se pudieron implementar y utilizar, vino todo lo que fue la fundición de aluminio, vino todo lo que tenía que ver con la madera moldeada, vino todo lo que tenía que ver con mecanismos complejos para las sillas, que fueran graduables y que pudieran adecuarse a las condiciones ergonómicas y etcétera, etcétera, etcétera. Y pues está esa historia.

No sé si ahí te da un contexto, que me imagino confirma, lo que ustedes han encontrado. No sé si tengas alguna pregunta adicional hasta ese momento

AFST: Claro. Más o menos usted lo ha descrito o lo ha descrito con mayor precisión. Nosotros digamos en le periódico El Tiempo, en inicios de los años 80 encontrábamos bastante publicidad de Artecto, bastante publicidad de Ervico, Fabrex y algunas otras Indumaral, aparecía bastante, Muebles Bedoya, ¿no?, como relacionados hacia ese proceso, sobre todo, como al especialización ya en la dotación de oficina ¿no?

Con respecto a mueble de casa, digamos que, no se encuentra una gran trazabilidad en una empresa que se mantuviera por supuesto, la que más le apuntaba, un poquito al tema de diseño y como bien lo han comentado las personas que hemos consultado como fuentes, fue cuando apareció BIMA, un poco con una gran intención de vincular todos estos diseñadores.

Evidentemente lo que a nosotros nos empezó a genera unas de las dudas, es las primeras generaciones de diseñador Industrial, eh tuvieron al parecer una posibilidad como de actuar en la industria del mueble, como de montar su propia empresa y posteriormente como todo, y no es una intención de culpar a nada, decayeron y muchas desaparecieron en esa transición 80s 90s, incluyendo las situaciones difíciles por las que se estaba pasando tanto policita como socialmente, y entonces un poquito ahí el tema, es el diseñador industrial que de pronto tenía una posibilidad d estar allí, a lo mejor se atomizó y fue a otros quehaceres, unas empresas que se mantuvieron

durante esta transición, que son afortunadamente con quienes hemos podido hablar, con Oscar Muñoz, con Jorge Vergel, ahora con usted, pasado mañana, con Mauricio Olarte, que voy a comunicarme con él, todos han sido muy amables en ese sentido, y es como se asumió, porque obviamente el diseñador industrial no tenía la solución, pero tampoco estuvo, como en ese punto donde esa apertura, requería una adaptación de la industria local, más una aceptación de los productos que venían del mercado internacional.

Entonces un poquito el panorama que usted ha mencionado, creo que es muy válido y en ese sentido, yo quisiera saber un poquito de su experiencia sobre esta alta especificación que empezó a desarrollarse en la industrial del mueble digamos institucional o de oficina y digamos la bajo, si la podríamos llamar así, especificación del mueble doméstico.

GR: Bueno yo no comparto totalmente esa apreciación con respecto al mueble de hogar, no sé si usted ha conocido un poquito o ha encontrado información, porque fue también el periodo de los años 80, del Centro Internacional del Mueble en Medellín.

El Centro Internacional de Mueble en Medellín fue una iniciativa de Oscar Mejía, que unió algunos fabricantes y principalmente eran fabricantes de muebles de hogar. Pero a raíz de eso el también motivo la creación de una asociación de fabricantes de muebles que se llamó Acemuebles y que esa asociación en esa asociación formaron parte no solamente los fabricantes de muebles de oficinas sino también fabricantes de muebles de hogar. Hubo precisamente por iniciativa de Oscar Mejía y también con el apoyo de Acemuebles en algunos otros inactivas se fomentó mucho la venida de diseñadores al país a eventos y se hicieron eventos con la sociedad colombiana de arquitectos en los cuales participaron diseñadores internaciones y aun con los mismos diseñadores industriales. Yo tuve la oportunidad de ser profesor de la Javeriana en la facultad de diseño industrial dictando una clase de administración algunos de mis alumnos hoy en día están en el sector de muebles y han tenido sus propios negocios y algunos con influencia en el tema de hogar también.

Yo diría que sí hubo mucho de diseño lo que pasa es que paralelamente también el boom de narcotráfico y da la plata fácil llevó a mucho del diseño que yo llamaría estrafalario, del de ‘que yo quiero demostrar que tengo plata’ y entonces vinieron todos estos temas de enchapes de coco de macana de ochenta mil cosa y crearon una cantidad de empresas nuevas comercializadoras de esos productos algunos de los cuales Colombia exportó y abrió camino en Estados Unidos a algunas empresas donde también hubo diseñadores industriales participando.

AFST: Jimeco por ahí creo que encontré, un de las que, aunque no era diseñador Industrial, pero con este tema de los enchapes lujosos como una estética bastante llevada por la opulencia,

GR: Si ya ahí aparecieron muchas empresas de ese tipo, o sea que en el sector de hogar también hubo una revolución y una actualización así en muchos casos hubiera sido estrafalario pero también se empezaron a traer y a importar furas de muebles italianos principalmente algunos daneses que se trajeron aquí a Colombia al mercado del hogar y yo diría que también hubo una transformación y se cambió toda esa moda del mueble tallado y del mueble ingles que digamos Camacho Roldán era el líder y predominaba a la época anterior, Camacho Roldán de paso todavía existe ya no con los Camacho pero todavía existe.

Pero todo ese tipo de amoblamiento fue cambiando y ya se empezaron a ver amoblamiento mucho más moderno mucho más actualizado y con las nuevas tendencias de diseño europeo en el sector hogar y en sector hotelero y en sector de restaurantes y en fin. Entonces yo diría que si hubo también allí, y yo creo que los diseñadores industriales si jugaron un papel, Algunos estuvieron en el campo de textiles se metieron por ese lado otros estuvieron metidos por iluminación que también se meparon a representar unas firmas internacionales ahí estuvo Artemide que fue traída también al país en esa época. En fin yo creo que fue una época en la que la abundancia de plata así fuera mal habida, generó la traída de modelo nuevos productos nuevos ya súper costosos y aun en el amoblamiento de clase media la influencia danesa se sintió mucho en el tipo de amoblamiento que se estaba ofreciendo y en los almacenes como J Glottman, como Gercol en su época, como un Sears que estuvo acá también tenían modelos que eran muy influenciados por esas tendencias europeas.

Colombia ha tenido mucha influencia europea en lo que es el amoblamiento y también de Estados Unidos y yo diría que otro aspecto importante es que todos los que estábamos en el sector de muebles entendimos la importancia de participar en ferias internacionales tanto Estados Unidos como en Europa y ahí mandábamos a los diseñadores íbamos nosotros mismo todo el mundo vivía más actualizado de lo que eran las nuevas tendencias en todo ¿no? En el artículo en las decoraciones en los colores en los materiales y yo creo que eso también fue un proceso que se vivió.

La apertura económica facilitó aún más la traída y la importación de muchas cosas, el caso de promover esa apertura y quitar el proteccionismo que hubo inicialmente, facilitó mucho que la industria en general se actualizara, el sector en general se actualizara, desde todo punto de vista.

AFST: Claro.

Hay una empresa que publicitaba sus muebles, Martek, como ‘el auténtico mueble Escandinavo’ ¿no?, como esa influencia, porque además estaba como una percepción de la calidad del mueble escandinavo ahí, hay una gran dominancia inicialmente de Sears en la mención de los mueble y el amoblamiento del hogar y de alguna manera después de que desaparece hay otros que van tomando la partida.

Muebles El Cid, que es otro de los que ha estado desde la época y que todavía, después de varias transformaciones, sigue ahí, pues nos lleva de pronto a preguntarnos un poquito que, de qué manera había que asumir esa apertura, obviamente estamos inicialmente en un proceso de industrialización por sustitución de importaciones, como fue llamado ese modelo donde era proteccionista del desarrollo local, posteriormente vamos pasando entonces esa apertura, hay muchos mensajes en el periódico El Tiempo de Acemuebles que criticaban digamos la importaciones indiscriminada de muebles ¿no? en el sentido de la imposibilidad de desarrollar pues la industria de manera local, pero quisiera saber su percepción de, cómo entender el hecho de ir a un mercado abierto para poder desarrollar también aplicaciones propias, no solo desde el diseño, sino por supuesto desde la propia industria.

GR: Sí, el tema de la Apertura fue muy controvertido, en todos los sectores obviamente, no solo en el sector de muebles, pero yo creo lo siguiente, yo creo que en ese periodo, usted menciona por ejemplo a Muebles El Cid, él fue uno de los miembros de Acemuebles en su época.

Que fue lo que pasó, el mercado colombiano es un mercado que fue creciendo mucho y fue absorbiendo todo lo que se trajo de importación, más lo que se hizo localmente pero la industria muy tristemente, la industria del mueble, de los fabricantes de muebles de esa época, no le dieron la importancia a desarrollar los mercados de exportación, la realidad es que Colombia tristemente en el periodo 70 al 80, fue exportador de muebles y se exportaron muebles a Estados Unidos y participamos en ferias, coma la feria de High Point y Hickory, en Estados Unidos, que es una de las ferias más importantes y se hizo la comercialización de muebles.

En esa época exportaron muebles IMP, Biermann, que es el origen de BIMA, o sea Felipe Biermann fue uno de los primeros exportadores a través de este plan que estoy comentado, donde estuvo Fabrex también, donde estuvo Scanform, que Scanform es una fábrica antigua de influencia danesa, que hoy en día está actualizada a el tema también corporativo de oficinas, pero todos ellos estaban exportando, Hermes de Antioquia también, bueno, en fin, había muchas empresas que empezamos a exportar y se exportó aún los de coco, cacho, macana, etcétera, que también salieron a exportación, ahí estuvo Pordominsky, estuvo los Márquez, bueno en fin, ahí hubo una cantidad de gente que estuvieron en esa etapa y tristemente, desde que se acabó Acemuebles, se acabó el Centro Internacional del Mueble y los otros ex fabricantes descuidaron totalmente el mercado internacional, no hubo un liderazgo que volviera a ponerlos en funcionamiento y no es que no tuviéramos la capacidad nosotros, cuando digo nosotros hablo de Colombia, Colombia tiene la Industria del mueble con mayor experiencia en América Latina y con la mayor capacidad de atender los mercados internacionales.

Aquí se ha logrado producir líneas de última tecnología como son Herman Miller, como es Steelcase, como es Knoll, como es Vitra, hoy en día hay empresas o existen empresas, que tienen la licencia de fabricación, así sea de partes o de muebles completos, o de partes para combinar con partes importadas y que tienen la capacidad de producir con los mismos estándares de calidad internacional de cualquiera de ellos y estarían en capacidad de atender los mercados de Estados Unidos, de Europa, de Centroamérica y Sudamérica, y hay un potencial enorme, que no se está desarrollando y que desafortunadamente, en ese período precisamente se dejó de exportar, se perdió lo que se había hecho y nadie volvió a coger la batuta de volver a levantar ese proceso.

Algunos exportaron a Venezuela exitosamente, hasta que quedaron enredados en el tema económico, porque no les pagaron, algunos se quebraron, otros vendieron en Centroamérica, algunos todavía venden, otros en Sudamérica, Carvajal llegó a tener oficinas hasta Argentina, Chile, en Perú y se vendían los muebles desde Colombia sin ningún problema, pero todo eso se perdió, todo eso se desdibujó. Colombia tiene la capacidad perfectamente de competir internacionalmente con cualquier fabricante, aquí estamos en capacidad de hacer cualquier tipo de mueble que se quiera y eso lo puedo decir con conocimiento de causa, porque lo he vivido personalmente y sabemos que lo podemos hacer

AFST: Claro. Me recuerda también cuando conversada con Óscar Muñoz y el mencionaba que, que al principio cuando él tuvo que desarrollar el molde para la Silla Mariposa, que eso fue, reconociendo la buena mano de obra y la inventiva digamos del trabajador colombiano, que ante muchos peros, él lo resolvió ¿no?

Me mencionaba también Jorge Montaña, que cuando él trabajó con Biermann papá, lo que más le impresionaba Biermann papá, era el hecho de esa resolución técnica que se tenía aquí muchas veces, que de pronto en otros lugares no se tenían y a lo mejor allí había algo que tocaba, o que toca por supuesto, seguir aprovechando y es que, a lo mejor ante mucha estructura rígida, parece ser que aquí encontramos una solución para desarrollar ese tipo de productos y proyectos con alta condición y capacidad técnica, pero que a lo mejor también el hecho de ir abandonando toda esa fundamentación técnica, también perjudica un poco el desarrollo de la industria, no sé usted qué opina ahí en ese sentido.

GR: Yo estoy convencido de que tenemos toda la capacidad para hacer, lo que usted dice del ingenio de nuestra gente es admirable desde todo punto de vista, si va a hablar con Mauricio Olarte, él es uno de los ejemplos de diseñadores, además exitosos pero que, además él sí llevo su negocio a explotar la parte de exportación y los mercados internacionales y digamos, que hoy en día el problema es que ya se volvió tan internacional, que lo está perdiendo Colombia, aunque todavía tiene una pequeña operación acá, lo que él ha hecho internacionalmente pues es la demostración de la capacidad tanto empresarial, como de diseño y como de tecnología y la capacidad de hacer localmente en Colombia, cualquier tipo de producto que se quiere hacer para competir en el mundo entero, eso es un ejemplo que usted, pues va hablar con él, seguramente le contara su experiencia. AFST: No y eso está fantástico. Por una parte Jorge, Jorge Vergel decía que él logró sobreponerse o entender la apertura económica importando partes y piezas, para hacer todos estos modelos de sillas, cuestiones que de pronto todavía no se habían desarrollado acá, Oscar Bravo la Revista El Mueble y la Madera, indicaba que la que la importancia de la Apertura, fue un poco adquirir maquinaria. Digamos que muchos han determinado que es negativa la Apertura, pensando que se importa el producto completo y se pierde el producto local, pero digamos las experiencias que ustedes mencionan están direccionadas hacia otro lado. GR: De acuerdo AFST: Es más, el aprovechar lo que no hay, para desarrollar desde lo local, como usted lo menciona un poco. GR: Ajá, sí señor AFST: Usted Qué opina de, volviendo un poquito el tema del mueble doméstico, el tema del cuándo empieza a parecer el mueble RTA, o el mueble digamos rápido para armar, eso también modifica un poquito la dinámica de, tanto de comprar muebles, cómo diseñarlos, como por supuesto, de hasta el hecho armarlo en casa, trae una lógica totalmente diferente, ¿no?; creo que eso también hace una parte, de un pequeño ítem apareció y que de pronto modificó algo que, pues no se había asumido. No sé qué opinión tiene usted respecto a ese mueble RTA o de rápido ensamble.

GR: Sí, eso fue un fenómeno internacional muy grande, con ejemplos de desarrollo como en firmas como IKEA en Suecia, que son digamos hoy líderes en ese tipo de amoblamiento y en ese tipo de comercialización, pero es también consecuencia de buscar la facilidad en el transporte y la instalación de los muebles, porque aún en la época en que Colombia, estoy hablando de los años setenta, estoy hablando hace 50 años, usted no había nacido todavía… AFST: No, no señor GR: Desde esa época, una de las primeras problemáticas de los exportadores y de los fabricantes de Muebles, era que sus muebles no se podían enviar armados, porque el transporte de mataba absolutamente todo, el costo del mueble se volvía imposible por un lado, y los daños y los problemas que se generaban eran muy grandes. Entonces desde el primer punto con el mueble desarmable, inicia en la solución del problema del transporte, para poderlo llevar más eficientemente desde el punto de vista de costo, pero más protegido desde el punto de vista de calidad, por los daños de transporte. Entonces el hecho de convertir primero los muebles en que se fueran desarmables, fue lo que empezó a motivar también la idea de que, bueno ya que son desarmables, pues lo ideal es que lo pueda armar el cliente final, sin la necesidad de que nadie se lo instale en su casa, entonces había que mejorar el desarmable, en que fuera armable fácilmente, porque yo puedo hacer un mueble desarmable pero de pronto si tengo que utilizar prensas o pegantes, u ochenta mil cosas, para armarlo pues se vuelve un problema. Entonces obviamente en las culturas europeas y americanas, está mucho más establecido el tema de que cada persona haga el trabajo de, en su casa, no solamente armar el mueble, de pintar de arreglar el piso, de hacer una ventana… AFST: El hágalo usted mismo GR: Exactamente. Eso está más imbuido en la cultura nórdica y obviamente americana, y europea en general. En Suramérica no ha sido tan fácil que los latinos, quizás por la pereza que nos aqueja en algunos momentos, nos pongamos a armar o quizás, porque siempre tenemos alguien que lo hace y no es tan costoso, entonces preferimos pagar que nos lo instalen y no hacerlo nosotros. Y por eso aquí quizás no se ha desarrollado tanto, pero yo diría que el mueble desarmable, es parte del desarrollo industrial, no solamente para el mueble hogar, sino para cualquier tipo de mueble, porque es una necesidad para el transporte y para facilitar obviamente la instalación, y obviamente reducir los costos, porque desde que usted pueda transportar plano en el lugar de volumen, pues obviamente le va a salir más barato el transporte y si fuera eso el cliente lo pueda armar solo, pues mucho mejor AFST: Claro, claro. Mucho tema de eficiencia ahí. Había, hay una publicidad de BIMA que a mí me quedó sonando bastante, estamos hablando del año 84 u 85, que aparece en el periódico El Tiempo, en el que menciona un poco, pues seguramente, que después de la inversión de adquirir casa, la segunda inversión más alta es amoblar la casa ¿no?, eso indicaba cómo, que había que hacer un esfuerzo por supuesto para tratar de comprar la sala, comedor, el tema de la habitación y demás.

Por eso no sé, si de alguna manera, hay dos percepciones que se tienen de un usuario general, el hecho de que si lo compra y es costoso, quisiera que le durará toda la vida o de pronto preferiría comprar algo que no sea tan costoso, así lo tenga que cambiar cada dos o tres días ¿no?; Eso también tiene que ver con una dinámica, un poquito de lo que de lo que permanece, y había o todavía puede haber, una dinámica muy propia de ese mueble que se hereda, obviamente es un mueble grande, pesado, robusto y duradero, el que pasó por mucha tradición familiar a comparación de pronto de este que sí se dañó en un año o en dos años, pues yo lo reemplazo y ya ¿no? . A lo que quiero ir desde esa perspectiva es, de pronto alguien desde afuera no se alcanza a imaginar, la decisión que hay detrás de comprar o no comprar un mueble para para la casa y como un usuario, espera que este elemento tal vez le durará durante mucho tiempo, pero también las propias dinámicas de los cambios constantes de vivienda, pues hacía difícil que un objeto de estos, digamos, se pudiera llevar con facilidad de un lado a otro. Yo a lo que quiero ir un poquito es, como de pronto esas lógicas propias, como que no se terminaron de explorar un poquito, para para la industria desde el diseño de muebles, respondiendo como a todas esas consideraciones. GR: Bueno ahí hay nuevamente muchos puntos. Primero el mueble el mueble antiguo, pesado y voluminoso, obviamente, pelea no solamente con su estilo, sino que los espacios son cada vez más reducidos y por consiguiente si el mueble es tan grande y pesado, usted así quisiera ponerlo, así fuera heredado o así fuera comprado, le queda muy difícil porque las áreas no son tan grandes, como para permitir ese tamaño de muebles. Lo segundo es que mueble por el hecho de que dure muchos años, no quiere decir que tenga que ser costoso, ni que tenga que ser pesado, ni que tenga que ser, o sea, ahí hay uno de los sofismas en el mercado de que la gente compra muebles y es una inversión importante para ellos, se sigue siendo y seguirá siéndolo siempre, y equivocadamente se cree que lo mejor es hacer un mueble barato que no dure, que porque van a tener que cambiarlo, y entonces así ‘yo vendo más’, se le oye decir a un fabricante, o que la persona le quiere cambiarlo cada cierto tiempo. Yo creo que el mueble un mueble bien construido puede durar toda la vida, y puede ser económico y no tiene que ser necesariamente costoso, obviamente, también hay otras cosas que implican tecnología, que hacen que el mueble sea costoso, pero que al tener una vida larga que puede durar 12, 15, 20 años, asegura que el valor de la inversión lo convierta en el mueble más barato. Si una empresa compra una silla giratoria, que la tiene que estar reparando y cambiando cada año, y le vale 200.000 pesos, pues mejor le vale comprar una que le valga 1.000.000 de pesos, pero que le dure 20 años y no tengo que volver la cambiar. Entonces todo esto en consideraciones, obvio que están sobre el tapete y cada firma lo maneja en distinta forma, y obviamente hay una serie de oportunidades ahí grandísimas, que algunos han sabido explotar, otros no tanto, pero hoy en cuenta usted todo lo que quiera, usted puede encontrar lo que quiera en estos aspectos. AFST: Germán, usted ¿por qué cree que de alguna manera la gran fortaleza del mueble, termina siendo el mueble institucional?, digamos las empresas grandes, reconocidas, que llevan tiempo y tradición, que cumplen años, están más en este mueble institucional de alta especificación digamos, donde realmente se nota una influencia de pensar en el diseño o de comprender el proceso de lo que requiere una cuestión mucho más internacional, de las especificaciones altas ¿usted por qué

cree que ese es uno de los sectores importantes, donde de pronto el diseño tuvo aplicación y que digamos permaneció? No sé si, digamos, usted se atrevería a lanzar una opinión, acerca de si la influencia del diseñador Industrial, estuvo allí reflejada. Pues no necesariamente, obviamente yo sé que usted es de otra disciplina, yo no quisiera decir que el Diseñador Industrial es fundamental, o no lo es, pero si quisiera saber si de pronto usted tiene de una percepción hacia, que ahí hay una posibilidad de que el Diseñador Industrial pues haya tenido una buena articulación en el desarrollo de la empresa de mueble institucional o de oficina GR: Yo creo que el Diseñador Industrial, ha tenido un rol muy importante, no solamente aquí en Colombia, en el mundo entero y no solamente la Industria del mueble, porque lo tenemos, tenemos a unos amigos colombianos de los primeros diseñadores industriales, que están en el exterior trabajando en firmas de distinto tipo, algunas de tecnología, algunas de lámparas, otras aún de empaques, en fin el diseño parte, cuando yo di clases en la Javeriana mi materia se llamaba Administración, se suponía que debía enseñarles a los diseñadores todo, por lo menos los fundamentos básicos que deberían tener en cuenta para administrar sus propios negocios, o lo que ellos fueran hacer y una de las cosas que durante ese ejercicio resalté mucho ante ellos, es que la Administración y el Diseño, parten de los mismos principios, que es resolver problemas, encontrar soluciones a problemas con recursos escasos, de la manera más eficiente y más innovadora. Resulta que si usted mira la Administración, eso es la Administración de un negocio y es el Diseño también de un producto, si usted no sabe qué es lo que necesita el cliente y no entiende la problemática, pues el producto que haga no va a servir para nada. Y si usted no sabe lo que quieren sus clientes, la empresa que usted esté manejando, no importa en qué área esté o no esté, pues no lo va a poder lograr. Entonces, en el fondo yo creo que el diseño, a pesar de que como le digo yo soy Ingeniero, valoro mucho el diseño. El diseño desde todo punto de vista, forma parte de cualquier disciplina que se quiera desarrollar, y yo sí creo que, el reconocimiento del diseño, como herramienta importantísima en el desarrollo de las empresas, es algo que en esa década de los ochenta, empezó a coger fuerza en Colombia y en el mundo entero. Hoy en día, yo diría que no hay empresa donde el tema de diseño, ya sea Gráfico, Industrial, el que quiera, el área que usted quiera, no esté jugando un papel súper importante. En la misma tecnología, en las comunicaciones, el cómo hacemos nuestro mercadeo digital y cómo llegamos, todo eso es diseño y todo eso tiene que implementarse e integrarse. Entonces yo si soy una persona que reconozco y admiro el diseño, y a los diseñadores, y obviamente valoro lo que han aportado, y sé lo que le pueden aportar a cualquier empresa, sea de textiles, sea de alimentos, sea envases, la misma aeronáutica. Absolutamente todo, la industria automotriz, donde usted lo quiera poner, ahí estará siempre. AFST: Ahí está. Hablaba con, para ir por supuesto cerrando, yo le agradezco mucho el tiempo por supuesto. Hablaba también con Jaime Franky, en este momento el Vicerrector de la Universidad Nacional también sobre este tema, y un poco desde la perspectiva académica ¿no?, en el en el caso particular de él, yo le contaba cuál era la intención de la investigación que estoy haciendo, como tesis por ahora de

maestría y él me decía, ‘Andrés lo que pasa es que muchas de las cosas que usted quiere saber, están en las personas, digamos que están en las experiencias’ y por eso es que la estrategia ha sido, tratar de contactar a la gran mayoría y poder hablar con cada uno, para ver esas experiencias y yo no sé si usted considera, que nos hace falta que todo esto es lo que estamos hablando, pues sea digamos, no sé si dominio público o no, pero que se pueda reconocer tanto académicamente, como industrialmente, no sé si usted siente ,y es algo de lo que yo he detectado, que muchas de estas memorias, a veces han sido difíciles de obtener, porque no están condensadas en algo que sea de fácil acceso. GR: Completamente de acuerdo. No sé si Óscar le contó, Óscar Muñoz, que él se supone está haciendo un libro sobre la historia del Mueble. AFST: Sí, por ahí me contó algo. GR: Eso ha siendo una inquietud que hemos tenido nosotros, en el sentido de que las personas pues vamos pasando y vamos muriendo, y cómo que no hay un récord de nada, en ninguna parte donde alguien pueda tener un punto de referencia, de encontrar una información, digamos de la historia, de la evolución, de los desarrollos, de los aportes, que sería buenísimo que se pudiera, obviamente hacer pública y que las estudiantes y los mismos empresarios, pudieran tener acceso a conocer todas esas experiencias, que son en el fondo las que van construyendo la sabiduría y el conocimiento para que perdure en el tiempo, entonces yo sí estoy convencido, de que es muy importante, que eso se recopile se organice y se haga, se le facilite al común de las personas el tener acceso a veces esas experiencias y a esa información AFST: Sí y tenía yo una preocupación, en el sentido que, nosotros a veces pensamos que somos los primeros y los últimos, que no hubo nadie antes y que, entonces nos estamos inventando lo que ya se inventaron, y que nadie ha hecho lo que pensamos, y de pronto yo sí creo que hay que hace falta construir un poquito estas estas memorias, no sólo porque es histórico, sino porque de alguna manera agarrarnos de ahí, es lo que nos puede potenciar también un poco para ir hacia adelante. Entonces, pues justamente lo hablaba con Óscar, y también lo hablé con Jorge Vergel, y él me dijo que, qué pues, que eso era algo de lo que ustedes tratan de hacer, en un grupo que tenían, en el cual se denominaban ‘Los Dinosaurios del Diseño’ y bueno, eso me pareció muy interesante por supuesto. Yo le decía a Óscar que, la verdad yo inició con una preocupación y es eso, que no se encuentra mucha información, lo que tiene Óscar en su blog, algo de lo que ha recopilado Jorge Montaña, Jorge Vergel también me dijo que tenía una idea de unos libros, y bueno varias cosas que obviamente ustedes las han venido trabajando, y yo le decía Óscar, pues yo lo primero que va a tratar de hacer es cerrar mi tesis maestría, y por qué no después tratar de impulsar un poquito más, que es una de las preocupaciones que yo tengo y por supuesto, contar con los testimonios de primera mano y organizar un poco más todo lo que así como como recopilación histórica y demás. Entonces, creo que es muy agradable poder conversar con ustedes, que tienen la experiencia del momento, fíjese usted que yo me sitúo en una época, pero obviamente los años setentas todavía están descubiertos, los sesentas, los cincuentas, digamos que la última gran recopilación por ahí, es una recopilación bastante colonial que hizo una Profesora de la Universidad Nacional, pero ahí luego aparece como por partecitas, ¿no? Entonces un poco creo que, sí es tratar de hilar y empezar a tejer,

y bueno porque no que ya vamos teniendo contacto, ir armando de a poquitos esto que, va a ser una construcción bien interesante. Entonces pues, yo por supuesto le mencionaba, la idea era un conversatorio corto, aproximadamente una hora, yo sé que quedan muchos temas por ahí para seguir agarrando, y esto es muy enriquecedor, así como es del gusto particular de ustedes, también es, no sólo por mi tesis de maestría, sino es un gusto que yo tengo, una pasión que yo tengo también, y en mi formación profesional. Entonces me alegra muchísimo conocerlo y conversar con usted, y con todos ustedes, que se han dado un aporte bastante grande a esta construcción y por supuesto, pues, entregarles en algún momento el documento, que surja de esto y seguir construyendo lo que lo que puede partir después. GR: Pues muchas gracias por llamarme y de todas maneras, en cualquier momento si requiere alguna cosa, con mucho gusto me puede llamar y con mucho gusto lo atenderé. AFST: Germán, muchísimas gracias, nuevamente como le digo ha sido un placer hablar con usted y conocerlo. Y entonces ahí quedamos en contacto. Que tenga una feliz tarde. GR: Bueno señor. Ok Andrés hasta luego.

CONVERSATORIO MAURICIO OLARTESERIES SEATING - 2020/07/16

Andrés Felipe Sussmann Tobito: Cómo le venía contando, un poco, como le escribí en el correo, pues está investigación hace parte de unos estudios desde tesis de maestría que estoy haciendo yo, sobre la cual pues tengo unas dudas y unas preguntas, sobre la época de los años ochenta y la transición a los años noventa, en todo el tema del mueble, de la industria del mueble y su relación, por supuesto, con el diseño y posteriormente, como el diseño hace parte de los entornos cotidianos Entonces, pues, tenemos varios recursos y varias fuentes, que hemos empezado a preguntar y a investigar junto al profesor Humberto Muñoz, algunas de ellas en el periódico El Tiempo, otras, académicos de la Universidad, otras como cifras del DANE y pues, hay una parte muy importante de esta investigación, que tiene que ver, pues con la experiencia vivencial digamos, de aquellas personas que estuvieron en la época, y dentro de esas, el profesor Humberto siempre me lo menciona usted. Siempre me mencionó que era muy importante conversar con Mauricio Olarte. Afortunadamente también hemos podido hablar con Jorge Vergel, cómo le mencionaba de Kassani, hablé con Óscar Muñoz, hablamos con Óscar Bravo, con Jorge Montaña, y bueno, todavía tenemos hay algunas personas con las cuales queremos conversar. Pero pues, siempre, además del profesor Humberto, Jorge Vergel lo mencionó constantemente y el día de ayer, que tuve además la oportunidad de conversar con Germán Rojas, también dijo, ‘hay una persona muy importante o por lo menos una persona que le puede dar información sobre el momento y es Mauricio Olarte. Entonces pues sobre todo, más que una entrevista, es un conversatorio de esa experiencia que usted puede contarnos, un poco de, el diseño en Colombia años 80 transición a años 90, época de apertura neoliberal y como, pues tanto desde su visión como empresario, pero también como diseñador y, sé que también que como académico en algunos puntos, pues cuáles son sus perspectivas respecto a eso. Entonces más o menos es el desde la experiencia, sus experiencias en ese entorno Mauricio Olarte: Bueno pues venga le cuento. Yo estudié Nueva York, en Pratt, y de ahí me dirigí a la universidad de Guadalajara, en México, para preparar los profesores y por eso me metí un poco en la parte de la docencia, porque fui con el decano de la Universidad de Nueva York, a entrenarlos en todos los cursos y preparar todos los profesores. Después fui a Colombia y estuve, pues, en la universidad Javeriana, en Taller 5, que no sé si existe hoy en día, AFST: Si todavía está MO: Sí. Y después en la universidad, en la Tadeo y en todos esos sitios, Pues, también se prepararon profesores y se dieron cursos de diseño, traje algunos amigos que eran diseñadores, en esa época estaba Diego Obregón. Que ya falleció. Y otros amigos diseñadores, estaba Rodrigo Samper, pero estaba más en el área de diseño de interiores. Inicialmente yo estuve en publicidad, porque yo, pues aparte de estudiar diseño, estudié fotografía y cinematografía, todo eso, yo estuve en una época en publicidad, trabajando en Publicidad Toro y en otras agencias. Pero, creo que fue como en el año 78, no me

acuerdo bien, con Diego Obregón pusimos la primera fábrica de muebles de oficina que se llamaba Expomuebles, no sé si la tiene ubicada. AFST: Sí MO: Y ahí se desarrollaron una serie de muebles para oficina. En Colombia en esa época, pues prácticamente, no había muebles de oficina o lo que había era, todos los muebles clásicos de estilo inglés y todo ese tipo de cosas, y no había habido una buena, reposición de muebles en el país entero, o sea, no había muebles, si no eran estilo inglés o mueble rococó, que llamo yo, no había nada. Entonces sacamos básicamente una línea muy contemporánea en madera. Yo estuve trabajando de socio en Expomuebles como cuatro años y por algunas diferencias que tuvimos, pues me retiré y puse la fábrica Series. Y en esa fábrica, básicamente, pues la enfoque a silletería, a sillas no más, no a escritorios, ni nada de eso, porque en esa época, pues digamos que, lo mejorcito que conseguía uno en el exterior era la Silla Pollock de Knoll. La silla Pollock de Knoll era una silla pues, con apariencia contemporánea, no era muy ergonómica y tenía unos mecanismos muy básicos, para poder resolver los problemas de ergonomía y los problemas de funcionalidad que se necesitaban. Por equivocación, por así decirlo inicialmente, haciéndole una serie de objetos de publicidad a Cream Helado, en fibra de vidrio, se me ocurrió diseñar una concha para una silla en fibra de vidrio, yo dije por accidente, porque pues estaba la fibra de vidrio ahí y yo necesitaba una forma muy especial, entonces pues me puse a diseñar la silla para poder hacer la forma, hice un molde con palitos e hicimos la silla en fibra. Y resultó ser una situación espectacular, porque era una concha flexible, entonces yo no estaba buscando la flexibilidad, sino que fue un accidente, estaba buscando la forma para poder tener el soporte lumbar y el tamaño, y las curvas en el sitio adecuado. Y entonces se lograron las dos cosas. Eso dio resultado Y pues se sacó una silla ergonómica, en esa época como en el año 80, 81, y fue el primer producto que Series sacó. Y esas, pues tuvieron éxito gigante y vendíamos miles de sillas de esas. Era una silla muy resistente, muy cómoda y accesible, porque la tecnología, pues, no requería de un costo gigantesco para la producción, era un poco artesanal. Se desarrollaron otras cosas, yo diseñé un mecanismo para poder graduar la altura de la silla, de subir y bajarla, muy bueno. Porque uno subía la silla, se sentaba y pudiera mover la manija, y la silla iba bajando despacito, entonces eso fue un aporte nuevo. Y en ese momento yo introduje al mercado, las patas de cinco ruedas, que no existían, porque las sillas de cuatro patas eran muy inestables. Inicialmente ensaye con tres para tratar de crear un trípode, pero se podía voltear fácil, entonces, terminé con cinco. Entonces empezó a desarrollarse mucha tecnología, alrededor de poder mejorar esa silla, porque inicialmente pues eran los brazos de madera, no había otra forma de hacerlos en esa época. Y fue en todo un desarrollo que se fue completando, con búsqueda de nuevos materiales, traté de conseguir material, de un caucho, que se fundía alrededor del metal, como el de los alicates pero era muy costoso. Y encontré el poliuretano, la piel integral. Entonces compré una primera máquina, creo que en Colombia nadie tenía piel integral y con eso entonces, se empezaron hacer los brazos y se empezaron hacer las bases de las sillas. Las bases de las sillas inicialmente era en madera, pues era una estructura

metálica con palitos de madera puestos encima, pues eso también tenía problemas de, pues si era muy bonito, pero no duraba mucho, porque la gente ponían los pies ahí. Lo interesante del cuento es que, básicamente en la búsqueda poder de buscar una mejor una mejor solución, y la tecnología del momento, pues se fueron dando las oportunidades para poder desarrollar un producto donde, la función y la forma estuvieran mucho más ligadas y fueran mucho más honestas como diseño. Interesantemente en esa época, Herman Miller ya estaba estudiando una concha flexible, que no pudo sacar, sino seis o siete años después de nosotros, o sea, nosotros estábamos bien adelantados. En esa búsqueda, conocí una compañía que se llamaba Suspa, que existe hoy en día, qué es la de los cilindros neumáticos y con mucha dificultad, porque estaban prohibidas las importaciones, logré convencer al gobierno que me dejara importar los cilindros neumáticos y finalmente me dieron acceso a eso, para poder graduar la silla bien. En los Estados Unidos, en esa época había mucho temor de usar esos cilindros, porque decían que eran peligrosos. O sea, la verdad, en Colombia teníamos sillas neumáticas con cilindros de graduación de altura, mucho antes que en Estados Unidos, porque no querían incorporar la tecnología acá. Entonces estamos bastante adelante. Para poder hacer eso, para poder hacer las estrellas, tocaba estampar un cono muy preciso, porque esos cilindros se conectan a través de conos, tanto en el asiento, como a la estrella y conseguí un francés, que hoy en día trabajo todavía con el hijo, el hijo se llama Leonard Defoe, que hacía bicicletas y tenía una gran experiencia en estampado y troquelado de metal. Y nos diseñó unas máquinas especiales para poder hacer esos conos. Pues los alemanes, estaban sorprendidos de la perfección que este señor nos diseñó [risas] y no nos tocaba importar esa parte. Podíamos hacer las sillas con unos precios muy buenos. Pues digamos que ese fue uno de los primeros productos, qué fue súper exitoso y que pudimos contribuir en el mueble, de una manera importante para solucionar un problema que, del cual había necesidad gigante en Colombia, porque que no había sillas, por así decirlo ergonómicas y que resolvieron el problema a un precio razonable. Tal vez sería como en el año ochenta y, no sé, ochenta y cuatro, ochenta y cinco, empezaron a aparecer empresas nuevas a ofrecer soluciones nuevas. Y los primeros que aparecieron fue Carvajal, con una silla importada de Steelcase. Las sillas de Steelcase en esa época, no eran muy buenas, eran todas hechas en tubería, los brazos en tubería, cromado, y eran costosas. Los espaldares de plástico, lo cual nosotros, yo nunca hacía cosas de plástico, porque no me parecía que era un buen material, como apariencia y porque rayaba las paredes, muy ordinario. Y, pues digamos que ellos fueron la primera competencia durante un buen tiempo, con precios más altos y con un producto inferior, de ahí que terminaron llamándome a ver si les vendía producto a ellos. AFST: [Risas] MO: Entonces terminaron comprando las sillas de Series y creo que dejaron hasta, cierto punto, de importar las sillas de Steelcase. En el transcurso de ese tiempo, cómo pasa En Colombia, todo el mundo empezó a tratar de alcanzarnos y empezaron a salir bastantes copias del producto que nosotros estábamos haciendo. Pero nunca lograron la tecnología completa porque no tenían acceso, ni a la piel integral, ni a la forma como hacíamos la fibra de vidrio, pues estábamos ya más industrializados… AFST: Ni al francés

MO: Sí… y pasamos básicamente, a la espuma moldeada. Porque en esa época, la espuma de lámina, pues la espuma lámina tiene una serie de inconvenientes, y es que produce mucho desperdicio, uno compra una lámina de espuma y tiene que botar como el veinticinco por ciento, que es un desperdicio horrible para, y pues poluciona mucho, la espuma no es un buen producto para desechar. Parte del desecho se vendía, para hacer unos colchones que usan en Colombia, que es con espuma picada y la pegan toda, unos colchones con esa espuma picada. Y la otra parte, tratábamos de conseguir un poquito de organizaciones, había unos ancianatos que la usaban para usar muñequitos y otros objetos. O sea, siempre tuvimos en Series una preocupación, porque, los desechos de la producción, los pedazos de tela que sobraban y la espuma que sobraba. Entonces pues eso se fue colocando en varios sitios para no tener que desecharlo. Pues la fábrica fue bien exitosa, arrancó en un mercado en la carrera 13 con la 17, un mercado que se había cerrado, unas bodegas viejas. Y de ahí, pues hubo suficiente dinero para crear una fábrica, que es la que está hoy en día en Chía, la razón de irnos para Chía, o para el campo, fue para tener un ambiente de trabajo mucho más, verde; la fábrica hoy en día está toda rodead a por naturaleza, es súper verde. Después se puso de moda el verde en todo el mundo, pero nosotros éramos verdes [risas], muchísimo antes por principio de diseño. Entonces pues, la fábrica tiene vidrios, para que la gente cuando está entre las bodegas pueda ver los árboles, el agua llovida se recoge en tanques para los sanitarios, solamente usamos el agua del acueducto, pues, para los lavamanos. Todo lo otro funciona con la otra agua, entonces pues es una fábrica, donde habido siempre un planteamiento de, no producir polución y utilizar materiales bastante ecológicos. AFST: Sí MO: Obviamente, pues aparte de la silla, se empezaron a desarrollar otros muebles. Nos inventamos el mueble Betamax, cuando apareció el Betamax, no había muebles para eso, entonces yo saqué una cantidad de líneas, yo le hice muchos diseños a BIMA, que no los producía, los mandaba a hacer otras fábricas, y a una compañía que se llamaba Mobiliarium1, de Jaime Lezama, no sé si todavía tiene el almacén, era como en la séptima con ochenta y algo. AFST: Ok MO: Yo le producía sillas y muebles, aparte de las sillas de oficina a Mesas y Sillas, Gerardo Simón, a BIMA y a Mobiliarium2, y Muebles John’s. Y a cada uno le producía cosas muy, un poco diferentes y de acuerdo a lo que necesitaban. A Muebles John’s le sacaba sofás, produjimos una la cantidad de muebles, sofás de cuero. Yo esa línea, después la dejé, porque pues, la fábrica creció en otra dirección. Y yo le compraba el cuero, a una compañía que se llamaba Pedro Vergara y él se entusiasmó y puso en la fábrica de sofás, y pues, yo ahí le colabore bastante y le enseñé cómo hacerlos. Y me salí de ese negocio y él siguió con su fábrica de sofás, que creo que fue muy exitosa también no sé si existe hoy en día pero, hace unos años me lo encontré por acá en Estados Unidos, tratando de vender sus sofás. 1 Se refería a Mobilier 2 Se refería a Mobilier

AFST:¿Ah sí? MO: Creo que ya no están acá, pero me imagino que en Colombia todavía están. A BIMA, básicamente eran más mesas y en esa época pues, era pura madera, maderas preciosas, o sea, puro Guayacán y Moho, creo que se llamaba la madera. AFST: Moho, sí señor. MO: Entonces se diseñaron muchísimos muebles en madera para el hogar y esos muebles me los fabricaban dos fábricas, una se llamaba Colma y Arama, de Arturo Motta y la otra Amaral. AFST: Sí MO: Entonces, pues, yo le entregaba los diseños y fabricaban, y ellos me pagaban alguna regalías o yo los revendía, se revendía a BIMA y a otras empresas. Entonces era una línea gigante de muebles, ahí de todo tipo de cosa. Eventualmente lo que pasó con eso, en Colombia, el concepto de diseño no tenía ningún valor, entonces todo el mundo terminaba copiando lo que uno hacía, entonces pues prácticamente, terminaba uno aburrido de, que todo el mundo le copiaba a uno lo mismo y terminaba uno saliéndose y haciendo otro producto nuevo, [risas]. O sea, ya cuando lo ponían a uno en la mira, pues estaban pendientes de uno que iba a sacar, para copiarlo. Porque la verdad, todos los productos que se sacaron, siempre fueron súper exitoso y sacamos cientos de productos. En ese proceso, cuando yo me salí de Expomueble y puse a Series, había una fábrica, había un almacén de muebles muy lindo, que se llamaba Muebles Teka y ahí había una diseñadora italiana, que se llamaba Pacini, que ellos creo que también tenían negocio de granitos y mármoles, o eran personas que suministraban esos materiales, y había un grupo de gente interesante, porque estaba también Amaral, entonces, pues era un grupo de diseño chévere, porque Amaral diseñaba por sus muebles muy de escultura, unas mesas lindísimas, tenía una colección de mesitas y mesas interesantes, con Franca Pacini y pues yo, diseñaba un poco más contemporáneo y muebles de oficina. Entonces en Teka se sacaron muebles de oficina, una línea escritorios y una línea silletería también, diferente a la que ya había hecho, en otros lados. Pero también, no me funcionó muy bien la sociedad, teníamos objetivos diferentes, entonces, pues de ahí fue que Series cogió mucha fuerza y fue una empresa ya totalmente independiente. Arrancó de cero, la arranqué yo de cero y pues, con los años fue creciendo y creciendo y creciendo; creo que como a los finales de los años ochenta, básicamente el mundo como que nos alcanzó, porque empezaron a haber fábricas que producían componentes de sillas de oficina, en todas partes del mundo. Entonces, lo que terminó sucediendo, es que, uno podía comprar mecanismos, bases de nylon, de plástico, que había una tecnología superior para sillas y muchas fábricas nacieron de ensamble en Colombia, sobre todo, la mayoría con componentes chinos y algunos italianos, los italianos eran un poco mejores. Entonces pues, cuando yo vi que eso se vino encima, yo dije, no pues olvidémonos de las sillas de oficina, porque si en cada taller, si en cada esquina hay una silla, una fábrica de oficinas, de sillas y cada una más barata y otras más ordinarias, pues no había nada que hacer. Los bancos, curiosamente seguían comprándonos, porque en algunas ocasiones ensayaron esos productos y no les duraban mucho. Entonces, todavía hacemos sillas de

oficina, aunque no producimos muchas, porque la gente todavía nos busca para eso, en volúmenes pequeños, pero más por tradición que el negocio arrancó ahí, que nos interese ese negocio, porque obviamente hay sillas de oficina de todo tipo, traídas de todo el mundo. La verdad, yo hoy en día, estudiando lo que hay en el mundo, estoy pensando nuevamente en sacar una silla nueva oficina, porque lo que hay, en mi opinión, no es muy bueno, o sea todo se volvió la misma silla de malla, no son tan cómodas, pienso que una cantidad de problemas con los productos que existen hoy en día, básicamente creo que la mayoría se ha vuelto la apariencia, y la funcionalidad y la comodidad, se ha dejado un poquito al lado. Y todo está diseñado para poder producir millones, muy rápidamente, con métodos, y está muy bien, con métodos industriales muy rápidos, pero pues los productos no, no son lo que debieran ser en mi opinión. Colombia, pues ha tenido sus épocas de crisis, entonces pues básicamente Series, como ha sido una compañía que ha estado, ¿cuál será la palabra?, enfocada, al desarrollo de nuevos productos, en realidad esa es su fortaleza, entonces nos metimos en muebles de hotelería, desarrollamos muchos, todos los muebles, muchos del Nogal, del Club El Nogal y de hoteles, entonces saltábamos de una colección de productos a otros, depende de la necesidades del mercado con mucha facilidad, entonces pues tocamos muchas áreas de la parte de la Industria del mueble por esa razón, porque si un sector se deprimía íbamos a otro sector, innovábamos y sacamos productos nuevos, donde, no era fácil conseguirlos en Colombia, porque no había otras fábricas que lo estuvieran haciendo. La mayoría las fábricas en Colombia, si usted coge a IMP, Manufacturas Muñoz, son básicamente basadas en productos, en esa época, que eran modelos o sillas, o productos, o muebles de otros países, donde compraban troqueles o partes, pero en realidad no traían nada de aporte de diseño. Series siempre, desarrollaba sus propios productos y buscaba poder resolver una necesidad que la gente tuviera, el enfoque nuestra era, siempre buscar como la historia del mueble Betamax, si salía una nueva tecnología, la gente no tenía dónde poner la televisión con el mueble, entonces había una oportunidad de sacar un producto nuevo interesante. Entonces, ese es un poco el enfoque de Series, siempre. Ya pues en el año 79, ya nos pasamos del año 80, a los 90s, que fue cuando cambiamos fuertemente y empezamos a desarrollar otro tipo de muebles, todo lo de que existe hoy en día de muebles de auditorios, que fue donde nos enfocamos después, ya fue como en el año 89, 90, cuando se empezaron a hacer ese tipo de productos. Pero, hasta el año 80, básicamente fueron mucho tipo de muebles diferentes, dependiendo de lo que se necesitaba en el mercado. Entonces hicimos un poco de oficinas, un poco de hogar, un poco de hotelería, y básicamente eso fue lo que se desarrolló en esa época. Siempre buscando pues, un buen balance entre la función y la forma, y obviamente, entendiendo las limitaciones de la tecnología y de los materiales que se conseguían en Colombia, porque pues no era fácil tener acceso a lo importado. Que creo que es una cosa buena, desde cierto punto, porque no se esforzaba a poder ser más creativos y a resolver las cosas con lo que teníamos, entonces pues eso trajo un aporte importante a lo que podemos hacer en esa época. Hoy en día por ejemplo, pues, la madera por ejemplo no se consigue en Colombia, para fabricar muebles, en esa época, nosotros estamos importando madera Estados Unidos a Colombia, cuando tenemos que hacer cosas madera, [risas] es una ironía, pero en esa época, pues, como la materia prima que había era madera, pues casi todos se diseñaba, los muebles de hogar y todo, pues fue todo puro madera. El cromo un poquito, pero el

cromo tomó connotación de, lo que llamamos ‘lobo’. Entonces el cromo tuvo una época muy chiquita y después desapareció, por las connotaciones que tenía, ese tipo de materiales. Entonces pues, la madera siempre fue lo que prevaleció, de una manera fuerte, para poder tener una materia prima para diseñar muebles. AFST: Mauricio, según ahí, más o menos, lo que yo puedo empezar a, como una conclusión muy a priori, es al principio Series era muy muy plástico, en responder a diferentes sectores y posteriormente, ya, hubo un enfoque muy puntual. Usted mencionó algo sobre la importación, pues, que ya empiezan a importarse todos estos componentes para la fabricación de los elementos, de hecho, pues conversando con Jorge Vergel, él decía que de alguna manera él logró pasar, esa apertura económica entendiendo que, lo que tenía que hacer era importar componentes y no tanto importar productos, si era como la facilidad, ¿no?, y es un poco como algo de lo que usted ha mencionado de, como esa facilidad hizo, de pronto que algunos que entendieron, cómo aplicar ese proceso de apertura económica, pues digamos, pudieron pasar el momento. Sin embargo también conversando con ellos, muchas iniciativas de diseño de producto, de lo que iba sucediendo en el momento, como que decayeron, por alguna razón, pues la época marca fuertemente, que había una serie de iniciativas de diseño que después terminaron decayendo, y pues digamos no sabemos, todavía no hay la trazabilidad, de en qué se enfocaron. Es evidente que uno, no sólo puede culpar a una política, o no, sí hubo bien inicialmente este sistema de protección y luego una apertura muy rápida, finalmente entiendo que lo que usted logró inicialmente, en todos esos años 80, fue ir a diferentes sectores y aportar, pero siempre como desde el principio de diseño. Y cuando me cuenta cómo lo de la fábrica en Chía, pues digamos que siempre ha sido una proyección, casi que de los principios y los valores de diseño, aplicados a lo que usted ha hecho, por lo visto, constantemente, pues a nivel de diseño, ¿no? Entonces, aquí un poquito, la pregunta que nosotros nos hacíamos es, estos diseñadores que empezaban a entrar al mercado colombiano, digamos como profesionales, con una intención por supuesto de apoyar la industria y eso, y de pronto sacarla un poquito, y empujarla y sacarla hacia adelante, no sé si usted considera que ahí, algo pasó, en esta época, más allá si es apertura económica o no, para que se fueran como quedando sin rumbo y de pronto, después de los años 90, como un poquito desconcertados sobre cuál era la labor, digamos del diseñador, después de esos esfuerzos iniciales que usted menciona, de estar en diferentes entornos, la hotelería, el hogar, trabajar con diferentes empresas y fábricas, digamos bien montadas, no sé cómo, que podría usted comentarnos ahí al respecto. MO: Mire, yo creo que la apertura siempre es buena, yo no tengo nada, ningún problema, al contrario, me parece que la apertura nivela todo el mundo, desde un punto de vista que todo el mundo tiene acceso a lo último que está pasando en el mundo, eso es una cosa muy buena. El problema es que, pues son dos, digamos que son dos formas de resolver un problema una forma de resolver un problema es comprar componentes y armar un producto, para resolver una necesidad, que no siempre funciona, porque lo que uno está importando, no quiere decir necesariamente que funciona para la región o el país donde uno vive, por qué los costos, los precios, digamos que hasta cierto punto, el tipo de mecanismos que se necesitan y todo eso, pues no necesariamente funcionan y siempre hay pues, empresas como Herman Miller, que no te van a vender los componentes, entonces tienen un producto superior, porque tienen un producto, cuando uno arma un

producto hecho a pedacitos, pues no es lo mismo que diseñar un producto completo, que funciona como un todo. Entonces pues él ‘approach’ de Series, o la forma de resolver el problema de Series, siempre fue como, no armar un rompecabezas, sino poder dar una solución completa. Y de ahí las necesidades, de poder desarrollar mecanismos y tener ingeniería, creo que el bache fue, en que no había ingenieros fácilmente conseguibles, por así decirlo, o no hubo una buena, trabajo de equipo entre los diseñadores y los ingenieros dentro de las fábricas, para desarrollar productos nuevos. Yo hoy en día, trabajo con ingenieros todo el tiempo, en este momento tengo como cuarenta patentes nuevas, porque las patentes de diseño pues, casi que no sirven para nada, entonces cuando uno ya tiene una necesidad de resolver un problema específico, normalmente se requieren de una ingeniería, de unos mecanismos y de un diseño de ingeniería, conjunto con la parte del diseño formal, por así decirlo de producto. Yo tengo la fortuna de que, tengo la habilidad de diseñador y de ingeniero, que pues Dios me dio ese, esa bendición, por así decirlo, porque se me facilita mucho, pero no es fácil que la gente tenga esas dos, esos dos puntos de vista, como diseñador. Entonces si no hace uno el equipo con un ingeniero y no tiene esa visión, pues es más difícil sacar un producto que resuelva los problemas. Para mí la innovación viene de, poder tener un problema que no ha sido resuelto y buscarle una solución, y por lo general ese resultado es la combinación de las dos cosas, o varias cosas como las que estoy hablando. Nosotros hoy en día en Estados Unidos, le diseñamos al año más de sesenta o setenta productos nuevos, sillas nuevas pa’ auditorio o pa’ otras cosas que estamos sacando ahorita. Ahorita estamos sacando camas, para toda la situación, todo es un diseño completamente nuevo, con una ingeniería totalmente nueva. Y otros productos también, envases y otras cosas, pero todo siempre está basado en, poder resolver una necesidad que, o alguien solicita o una necesidad que logramos detectar, porque los clientes de alguna manera, no están satisfechos con los problemas que tienen, con los arquitectos. El trabajo que tenemos nosotros con los arquitectos por ejemplo, siempre salen una serie de deseos o de cosas, que ellos desean que sucedan en el proyecto que están haciendo, entonces nosotros tomamos los problemas y venimos con una respuesta de diseño de ingeniería. Y entonces empezamos a trabajar con equipo, en equipo con los arquitectos. Porque el arquitecto normalmente, es una persona que tiene un buen conocimiento de la historia del mueble, y de lo que quiere resolver, pero no tiene la capacidad de diseñar normalmente un mueble, tiene menos conocimientos, conoce mucho de la historia, pero tampoco tiene la, el conocimiento de ingeniería, la mayoría pues, hay de todo, pero en términos generales el trabajo con los arquitectos es muy bueno, porque ellos aportan su parte y nosotros aportamos nuestra parte. Ahora estamos trabajando con Apple, un auditorio para ellos, pues imagínense diseñarle un auditorio Apple, tiene que ser como el computador, estamos en discusiones de que, el acabado del plástico, y son perfeccionistas, y todo tiene que ser con la mentalidad de, que nada se pueden ver las uniones, y bueno es un grado de sofisticación bastante, bastante alto. Entonces pues, termina siendo un resultado de la combinación de varias culturas, Apple tiene su propia cultura, con su propia filosofía de diseño, pero nos buscan porque ellos no pueden resolver un mueble fácilmente, y además lo tienen que fabricar, y ellos no están en ese negocio. Entonces hoy en día, ya somos muy poquitas las fábricas que quedamos, con la capacidad de hacer eso. Creo que en Colombia somos la única y en Estados Unidos, prácticamente, ya quedamos como los únicos también.

Figueras, que era española, está en problemas, grandes. Y todas las otras fábricas americanas no sacan ningún producto nuevo, ni las mexicanas, nosotros somos los únicos, que podemos aportar diseño en este momento, en el mercado americano. No hay ninguna otra… AFST: Sigue siendo como ese respaldo de, de pensar el diseño, ¿no?, de aplicar el diseño MO: Claro AFST: No sólo… eso, sino lo que usted mencionado de, muchas veces a uno en la academia, pues esa es la, el valor de diseño que se le, que se oferta, resolver los problemas, detectar las necesidades. Hay un momento en el que, pues yo notado que, en este país ha sucedido que, el diseñador no ha logrado, como integrarse un poco, a entender la lógica propia, no sé si es de la industria, de la cultura, de lo local, de lo global, pero le cuesta un poco de trabajo, como esa resolución, de pronto, lo que usted dice ese par ingenieril o esa modalidad de resolver algo. Como se ha quedado un poquito lejos y a lo mejor, yo que he tenido contacto con algunas fábricas pequeñas o grandes de muebles, siempre dicen cómo, pues la forma está muy chévere, pues, los diseñadores que yo contrato hacen unos renders muy buenos, pero la verdad no, digamos que no los puedo producir o no me han dado la solución productiva a eso. Entonces no sé ahí qué pasó. MO: Claro. Pues básicamente, creo que es un problema, son dos, yo pienso que hay dos problemas. Uno, pues yo estoy muy muy desconectado de Colombia hace varios años, entonces pues no puedo, lo que vaya a decir, no sé si es verdad o no, pero mientras yo estuve allá, en términos generales la gente, cree que ya todo está inventado y que el diseño no tiene un valor. Y digo que la gente piensa que el diseño tiene un valor, porque nadie lo quiere pagar. AFST: Así es MO: Si usted va a una fábrica de lo que sea, de envases o de muebles, o de lo que sea, nadie está dispuesto a pagar el costo de lo que vale un diseñador en términos generales, no se si hoy en día ya cambió a la mentalidad. Entonces, pues como, yo me di cuenta de eso cuando llegué a Colombia, porque pues, en un principio traté de ir algunas fábricas de muebles, porque estaba arrancando, no tenía la facilidad de fabricar lo mío, y siempre me robaron o me tumbaron los diseños, siempre. Y nunca me pagaron nada. De ahí la determinación de conseguir talleres. Y yo comencé sacando mis diseños, y mandando hacer pedacitos aquí y pedacitos allá, básicamente, mi estrategia fue, conseguir un tapicero, conseguir un sitio donde me hicieran muebles de madera, conseguir un sitio donde me, un taller de metalmecánica, y ensamblar, creé una fábrica de ensamble, ese fue digamos que el inicio. Para poder tener el producto, porque nadie me creía que, o, a nadie le interesaba pagarme un diseño. Y pues desde ese punto de vista me funcionó muy bien, porque los productos tuvieron buena acogida. Entonces vender diseño en Colombia, hoy en día no sé cómo será, en mí época era prácticamente imposible, nadie le iba a comprar una idea. [Risas] AFST: Sí, sí. Sigue complejo.

MO: Segundo, creo que cuando un diseñador no vende el diseño, sino que, se tiene que meter en el proceso de mandarlo a fabricar, se desarrollan otras habilidades, porque, se mete en el campo de la fabricación y para meterse en el campo de la fabricación, tiene que volverse mucho más bueno en el conocimiento de procesos industriales, lo que le facilita y le da la información, para ser más creativo. Porque el diseñador ya tiene esa creatividad, pero en el momento en el que usted ve cómo se produce y qué problemas tiene para producirse, los retroalimenta para poder sacar una buena solución. Entonces, pues, mi consejo para un diseñador sería, en Colombia, haga su propio, desarrolle su propio producto, aunque no lo pueda fabricar usted, hay gente que si le puede fabricar muchos pedazos. Hoy en día eso no es tan complicado. Hoy en día con lo que hay, por dios, todas las máquinas de impresión en tres dimensiones. AFST: Claro MO: O sea, las posibilidades de hoy en día son infinitas, en esa época no. En esa época uno para hacer un modelo, le tenía que conseguir un artesano que le tallara, la madera. Hoy en día uno, si sabe manejar Solidworks o cualquier programa, en dos minutos tiene… y la velocidad que puede corregir un diseño es impresionante. Entonces las herramientas que hoy en día hay para los diseñadores, no les dan excusa para no poder desarrollar productos nuevos, porque, están al alcance de todo el mundo. Entonces, creo que es lo que se necesita es, poder analizar bien, cuáles son las necesidades de la gente, si uno entiende las necesidad, yo siempre que voy a desarrollar un producto hago un listado de, en teoría cuál sería la forma mágica y perfecta de solucionar un problema. Sin importar, ni pensar si lo puedo hacer o no, entonces hago un listado de todos lo que, los objetivos que vaya a cumplir ese diseño, y qué, y como debe ser. Y cuando uno hace el listado, pues uno al principio dice, no, pues esa vaina prácticamente no se va a poder. Pero uno va trabajando y trabajando, y va resolviendo el problema. Porque sin poder entender, necesariamente que es lo que uno quiere hacer, pues uno se pierde diseñando cosas que no tienen sentido. Le pongo un ejemplo, ahoritica por ejemplo, con las, el problema de las camas, yo dije, Series tiene que sacar un producto para las camas, para tratar de aportar un poco. ¿Cuál es el problema más complicado de una cama de hospital?, el transporte. Transportar una cama es un camello, o sea, en un camión caben, nada. Entonces pues, inmediatamente uno dice, pues tengo que sacar una cama apilable, ¿sí? Entonces si uno se pone a pensar cómo desarrollo una cama apilable, ya tiene un problema que resolver, y bueno salió el diseño, y ya tenemos la cama apilable, apila diez 10 camas, caben 150-200 en un camión, entonces pues resuelve un problema, para poderlas guardar y para poderlas transportar. Ahí en el mismo desarrollo de la forma de esa cama apilable, pues usted va encontrando uno soluciones a otros problemas, que de todas maneras tiene que resolver, que es lo que todas las camas tienen. Tiene que ser cómoda, tiene que ser segura, tiene que poderse graduar, que tiene que tener ruedas. Pero entonces al integrar todo eso, pues sale un producto bastante innovador. Entonces eso es un ejemplo de cómo siempre hemos trabajado en Series, de tratar de encontrar cuál es, el problema o la solución a un problema, para poder tener eso enfrente y poder resolverlo, y pues automáticamente si uno lo resuelve, sale con una, con una cosa nueva, y eso le da la ventaja sobre el resto de la gente, porque el resto de la gente, pues,

tiene un producto que todos son iguales o parecidos, de colorcitos diferentes o lo que sea, pero no tiene ningún aporte. AFST: Claro, claro. Digamos que es evidente que esta industria de los muebles cada vez más se ha vuelto, pues ese tema de la copia sin valor, ¿no?, fue como el enfoque, pues, que muchos talleres también tuvieron que optar por tratar de resolver. Usted mencionaba una cantidad desarrollos de innovación, inicialmente que logró hacer, para para todo este tema de las sillas, a las que están enfocado, insisto todos los sectores a los que estuvo. Muy probablemente ahí, cuando usted lo mencionó, había dificultad de adquirir cosas y tocaba resolverlas y tocaba apostarle también, a cómo resolverlas, pues sí, desde la inventiva, o desde la creatividad, o desde buscar los recursos más, más un de pronto, un fundamento técnico bien importante, en la mano de obra o en la persona que tenía que resolver la situación que se le pone enfrente, ¿no?, digamos, antes de ponerle de buscarle problemas a la solución, hay que tratar de mirar cómo se resuelve. Hablando con la gran mayoría de personas que han estado en la industria y mejor dicho, con quienes he podido conversar, digamos que hay muchos de estas historias y de estos temas que nosotros estamos aquí conversando, que son difíciles de encontrar y Jaime Franky, el vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia, me decía, lo que pasa es que lo que usted quiere investigar, está en las personas, pero no está documentado, digamos es difícil acceder a eso. Y efectivamente Oscar Muñoz me decía, pues, ‘yo estoy tratando de hacer libro acerca de la historia del diseño’, y Germán Rojas también, pues mencionó ese tema. Usted porque considera que hay esa falta de recopilación, de pronto, de todas estas situaciones, que yo pienso que hoy nos han llevado a nosotros los diseñadores, y sobre todo cada vez más, a pensar que es que aquí no hubo nada nada antes, y no hay una creación como, de memoria y de trazabilidad, como para poder reconocer todos esos desarrollos y poder ver pues, cuáles son los procesos mismos, como se ha llevado y se ha direccionado el diseño en Colombia. Entonces hay una preocupación ahí, que cada vez empieza aumentar más, y no sé, pues usted qué consideración tiene al respecto, acerca de esa falta de documentación, de pronto, de todo lo que estamos aquí, hoy en día conversando nosotros. MO: Bueno pues yo creo que, no ha habido muchas personas interesadas en conseguir los documentos, ahorita si estoy consciente de que Óscar estaba tratando de hacer algo. Yo he estado supremamente ocupado y la verdad, como yo me vine hace como, más de 20 años, pues no tengo acceso a la documentación de la época fácilmente, para poder entregarle unos documentos. He estado buscando cosas aquí y allá, pero toca que alguien se dedique a buscar las cosas, porque existen, y casi que es un trabajo pues de tiempo, que requiere bastante tiempo para poder encontrar todo eso. Por otro lado, pues muchas de las personas que estoy en esa época, algunos han muerto, otros negocios ya están cerrados, entonces pues, digamos que la información se encuentra en manos de, las personas que compraron esos muebles. Yo tengo algunas fotografías, pero no las tengo disponibles, y tengo algunos muebles, tengo una especie de estantería por allá en la fábrica, donde, creo que tenemos una muestra de cada silla que fue exitosa, que me tocaría mandar a buscar para, para que la fotografíen, porque en esa época, tampoco era tan fácil como hoy en día, documentar todo lo que no hacía AFST: Claro

MO: Yo por ejemplo, todos los muebles que saque para Muebles BIMA, por dios, miles, diferentes cosas, pues nunca los fotografié, hacia los planos y se los entregaba, y los planos pues, mucho más informales, básicos. Y pues toda esa información, con el tiempo pues se fue perdiendo, no habían los ordenadores para guardar toda la información, hoy en día es mucho más fácil tener todo eso. Entonces creo que parte de la razón, por lo que eso se ha, no está tan fácil de encontrar, es porque no habían los medios para guardarlo. O sea, hoy en día Pues todo queda guardado en un ordenador y es toda la información del desarrollo del producto, desde que arrancó, hasta que lo termina uno. Cuando uno arrancó, cuando yo arranqué en Colombia pues hacer un plano, con, ¿cómo se llamaba eso?, ‘mingrafo’, con tinta, con… se le manchaba a uno un pedacito y repetirlo eran varios días de trabajo, [risas] AFST: Claro MO: Entonces, muchas veces la información, en la medida que se iba desarrollando el producto, pues no sé actualizaba frecuentemente. Series si tiene bastante información, que yo la puedo ir buscando con el tiempo, me toca hablar con la gente en Colombia a ver cómo me la pueden conseguir. Y sé que hay sitios, donde, muchos de esos muebles todavía existen. Entonces pues, pero alguien se tendría que poner a ir… estoy seguro que todos los muebles de Amaral, digamos, muebles muy espectaculares, si alguien le hace seguimiento, pues los puede encontrar y los puede fotografiar, y puede probablemente sacar un libro AFST: Sí claro, está buenísimo. MO: Muebles Teka, con lo de Franca, también probablemente, si uno lo busca, lo puede encontrar. O sea, yo creo que si alguien se dedica a buscar los productos… se me quedaron muchas compañías sin mencionar, pero nosotros le vendimos muchos muebles al Centro Internacional en Medellín, le vendíamos a ellos, le vendíamos también a Hunter Douglas, les sacamos una línea sillas a ellos, especial para ellos. Y pues cada una de esas empresas, pues debe tener básicamente, algo de información de todo lo que se hizo y de lo que se produjo, con toda seguridad AFST: Sí, sí claro. MO: Tocaría buscar en esas empresas, a las personas que tienen la información, entonces es una labor de, conseguir alguien que quiera pagar a alguien para que lo hagan, o hacer lo que usted está haciendo y es llamando a diferentes personas, para que le suministren información, pero… Sí, como que nuestro país probablemente, no hay un mucho interés de que alguien busqué, indague que fue todo lo que sucedió en esa época, ni cómo sucedió. Pero si sucedió y sí hubo muchas cosas muy importantes que se hicieron, en, por muchas empresas y por mucha gente, en ese momento. AFST: No, no claro. Y sobre todo eso, digamos que el tiempo que requiere, ya algún momento Humberto, el director de mi tesis, me dijo que él esperaba que yo terminará de recopilar esto antes de que él se pensionara, [risas], pero yo sé que es una cosa larga y que hay que ir cerrándola. Sin embargo, creo que aquí hay ha pasado algo muy interesante y es que esas conexiones que han empezado a surgir, de conversar con una persona y

esta persona ha ido llevando a otra, y ha ido conectando y digamos que, se ha ido logrando tejer un poquito el panorama, ¿no? Evidentemente hablar, no sólo con quién lo produjo y lo diseñó, lo fabricó, lo comercializó, sino seguramente con quién lo tenga, habrá otras historias allí, ¿no? De alguna manera, hablando ya del tema del mueble, yo he recopilado alguna información de personas con muebles de Artecto, de Ervico de estas fábricas que digamos tuvieron gran énfasis en la parte diseño de muebles de hogar… MO: Sí AFST: Pero claro, lo que usted está mencionando también es un tema, el periódico El Tiempo, sacaba, o Diego Obregón tenía bastante pauta en el periódico El Tiempo, pero evidentemente hasta el momento es lo que uno logra conseguir sobre lo que él logró desarrollar o diseñar, ¿no?, entonces un poquito es eso, cómo ir tejiendo desde varias observaciones, a ver que hay, pero sí claro, hay que hacer un esfuerzo. Lo que yo creo, es que, pues si se deja perder, creo que es que estamos funcionando como aquel que anda sin memoria. Pensando, como le decía ahora, pensando que soy el primero y soy el último, y que a lo mejor todos estos temas deberían hacer parte, de la historia, si lo vamos a llamar así del diseño, o no, en Colombia, pero sí de una historia, que hay que tener en cuenta. Y que, pues veo que, se abandona fácilmente, ¿no?, mientras pues, si pudiéramos comparar, hay países que se preocupan por su historia, ¿no?, y por su historia, si es en este caso en diseño, pues se preocupan por mencionarlo, por exponerlo, por construirlo desde ahí, entonces… MO: No sé si la Asociación de Diseñadores existe, pero en esa época, pues ahí estaba toda la información de las personas que éramos miembros de esta asociación, y ahí hay buena, pues seguramente pues hay todavía muchas de esas personas que están vivas, era pues gente que había estudiado en el exterior. Está, no sé si, Jesús Gámez de la Nacional, pues Rodrigo Samper, que me imagino que habló con él, Diego Obregón, Jaime Gutiérrez Lega, él debe tener muchísima información, porque pues, digamos que él fue uno de los primeros diseñadores en Colombia. Entonces ahí hay bastante, bastante información. Y pues de ese grupo, digamos, de, ahí había diseño de modas, diseño gráfico, diseño, diseño en general, entonces pues ahí creo que de alguna manera, hay algunos libros que se escribieron, y entonces, pues creo que si hay alguna información que se puede recopilar, si se encuentran los libros también, ¿no?, yo tengo par de libros de esos, pues me imagino que los libros deben existir en Colombia en algún lado AFST: Claro. No sé si usted, por ejemplo de esa primera época, está este libro de Diseño en Colombia, que hay tres tomos, esto creo fue una iniciativa de Prodiseño. MO: Sí Y le cuento simplemente una anécdota de este libro, lo conseguí yo, en el Mercado de las Pulgas MO: Claro, pero es que es un poco nuestra cultura, que no se recoge la información y no se guarda de alguna una manera. Pero no solamente en el diseño, me imagino que en todo lado

AFST: No, claro, claro, claro. Yo creo que es un reflejo continuo y pues ahí estaba, el libro en el Mercado las Pulgas, y bueno, si le cuento, por supuesto se imaginará en cuanto lo compré. Y yo creo que ahí hay un valor subjetivo también, pero pues verlo ahí, a veces es como unos reflejos, que uno dice, bueno, de pronto hay una decisión de quien lo puso ahí, no puedo hacer trazabilidad sobre eso, pero pues es una anécdota, como dentro de todas las cosas, aquí, tratando de recopilar esta información. Yo creo que si la hay, y claro usted lo mencionado, y está como atomizada y toca tratar de unirla y tejerla. MO: En esa época por ejemplo le cuento anécdotas interesantes, como como cuando estábamos con Diego, de socios en Expomuebles, pues también por, claro por Alejandro Obregón y otros artistas, que había en ese momento, pues el diseño y el arte, pues teníamos unas buenas conexiones, unas buenas reuniones, inclusive con Gabo y con todo el mundo. O sea, teníamos un grupo de gente chévere, donde se discutían y se intercalaban las disciplinas de alguna manera. Yo por ejemplo diseñé los libros de Alejandro Obregón, que hacía Propal, yo fui la persona que diseñé esos libros, como diseñador gráfico, pues obviamente los diseñé con Diego. Y pues, nuestras discusiones, de ahí una discusión muy interesante con Alejandro, de que el arte no debería ser necesariamente producido por el artista y podría ser, hecho por una tercera persona. Y de ahí sacamos una serie de esculturas de cóndores y de barracudas, que Expomuebles fabricó, y que hoy en día, yo tengo unas, de esas y que pues, fue algo que salió al mercado, a la venta después de una discusión bastante álgida, del tema. Entonces pues, ahí había una cosa interesante, porque pues, era como reproducir una escultura de alguien que producía alguna manera artesanal, bueno fue un tema bien interesante y bien bonito. Entonces pues, es importante que el país mantenga pues, organizaciones, institutos o algo donde se promueva y la gente se puede reunir. Gracias a, al, ¿cómo se llama?, la cosa de diseñadores en Colombia, pues uno iba y se reunía, y discutía, y conocía otras personas, había diseñadores gráficos. Entonces, si uno está en el ambiente y está discutiendo, y hablando, y cambiando ideas, pues, eso fortalece mucho todo, y de ahí es donde, probablemente nacen tendencias y movimientos, y nuevas cosas. No sé hoy en día que suceda allá AFST: Hay miles, hay miles, cada uno, usted sabe que en el tema, si es de los egos o no, o de donde, cada cual quiere montar su propia asociación y eso, pues ha sido difícil de agremiar. MO: Sí. Bueno pero por lo menos lo importante es, que se mantenga la… no sé si haya que hacer concursos de diseño concursos de diseño, que alguien motive alguna manera, para traer la discusión a la mesa… digamos que acá en Estados Unidos la metodología, pues aparte de que hay todo eso, si hay revistas y hay instancias donde, donde hay mucho reconocimiento y hay mucha forma, porque es que además esa es la forma de promover el trabajo de uno. AFST: Claro

MO: Entonces si uno quiere participar en, ser conocido o darse a conocer, pues le toca ponerse las pilas y producir algo, y mandarlo a los medios que son los que van a promoverlo a uno. De ahí después lo que sucede es, que si uno logra llegar a esa etapa, entonces lo empiezan a invitar a un mundo real, donde ya quieren una oferta, o una participación de una licitación de uno. Ese sistema no creo que exista en Colombia, de que las cosas se liciten de esa forma. Entonces pues no hay la motivación, para la gente poder llegar a esa situación. Acá por ejemplo, pues este año, proyectos importantes, por ejemplo, el auditorio, la arena de Nike de los tenis. Pues nos invitaron a cinco compañías y es un poquito como un reinado de belleza, por qué invitan a cinco, haga de cuenta en la universidad, usted va y presenta su propuesta, a nivel de borrador, de sketch y muestra. Entonces le piden una muestra, después eliminan, después quedan tres y de los tres finalmente, dan un finalista. Entonces es un proceso, que primero, tiene que tener uno el nivel para que lo inviten y segundo, pues tiene que tener la, dedicación para poder participar y entregar ya un producto final antes de que se le otorguen. Entonces todo el proceso es a través, de un proceso, no solamente de capacidad, sino de poder entregar el producto final para que lo puedan analizar. Entonces no hay forma de que haya ni sobornos, ni trampas, ni nada. Yo nunca visto acá que nadie, porque no, eso no cabe, no hay forma. El dueño de Nike, fue la última, pues nosotros nos ganamos ese proyecto. Ya lo entregamos y la persona que estuvo en la entrevista, la última vez antes de que decidieran quien era, quedamos Figueras y nosotros, en una reunión donde el dueño de Nike estaba ahí, y fue una reunión como de cuatro horas, miles de preguntas y miles de análisis del producto que estábamos presentando. Y finalmente nos lo otorgaron. Y entonces, pues ese proceso hace, que todo el sistema funcione muy bien y automáticamente eso también crea una barrera contra, que la gente lo copie uno y hay una motivación, porque todo el mundo se entera, o sea, no hay secreto, entonces ya cuando uno logra, por ejemplo, a ese proyecto le diseñamos un producto especial para ellos. Y después empieza uno a trabajar con el equipo de diseño de Nike, entonces, aparte de ganarse el producto, hay un proceso de perfección del producto, donde ellos tienen sus diseñadores y trabajamos en equipo, y ellos dan sus ideas, y nosotros decimos eso se puede hacer, eso no se puede hacer, entonces es un equipo, muy bueno de trabajo hasta que ya se perfecciona el producto, en su forma estética, por así decirlo, porque ellos no se meten en la parte ingeniería, pero qué, querían que el numerito, que el panel tuviera unas alitas, y entonces hicimos varios bocetos hasta que conseguimos el resultado final de lo que ellos querían. Y pues los diseñadores de ellos hicieron un aporte importante, porque pues uno no conoce la cultura de Nike, como pa’ poder diseñar con lo que ellos tienen que resolver. Entonces, llegan en ese momento, pues ellos se interfieren en los colores y ya el arquitecto se mete, entonces ya es un trabajo de equipo, entre mucha gente. Entonces básicamente, esa es la forma cómo se trabaja hoy en día acá. AFST: Sí, sí, sí. Tocaría empezar a buscar las formas de, cómo se va hacer aquí también y qué estrategias, es claro. Mauricio, yo le agradezco muchísimo su tiempo, le había dicho que era un conversatorio de una hora, yo sé que esto, entre más uno vaya conversando, seguro van saliendo más

cosas y van saliendo más recuerdos y demás. Pues igual le agradezco mucho el tiempo que me ha determinado, la amabilidad por supuesto también. Contactarlo pronto y que sigamos conversando sobre el tema, ha sido muy enriquecedor para mí hablar con usted y con muchas otras personas. Y ojalá, pues que es la intención, que esto puede ir llegando también a otros diseñadores, o no, o a personas que vayan conociendo sobre este tema. A veces también, creo que hay una sensación de, que hay dificultad de alcanzar a aquellos que están, digamos, con una buena posición, por su desarrollo empresarial y demás, pero en realidad usted ha sido muy amable y me determinó este tiempo y le agradezco bastante. MO: Con mucho gusto y mucho éxito en su tesis. Cualquier cosa que necesite, me puede llamar y yo le colaboro con lo que requiera. AFST: Muy amable, yo por ahí, por supuesto lo seguiré llamando me alegra tener su contacto y espero que tenga un buen día y, bueno, que se esté cuidando por supuesto, en este momento. MO: Sí, [risas]. Listo Andrés, muchas gracias. AFST: Bueno Mauricio que esté muy bien MO: Chao AFST: Que pase un buen día. Chao

CONVERSATORIO FERNANDO CORREA MUÑOZREVISTA HABITAR - 2020/10/01

Andrés Felipe Sussmann Tobito: En algo que pareciera no ha sido muy documentado, y que para nosotros en la disciplina del diseño y en la misma práctica, pues, resulta como bastante importante. entonces con esa intención inicial y con la indicación del profe Humberto, empezamos a recopilar información de varias fuentes y de varios recursos, algunos de ellos el periódico El Tiempo de la época, a ver que nos había mencionado, y a recopilar experiencias, sobre todo hay un fundamento que nosotros tenemos aquí y es la recopilación de experiencias de personas que vivieron la época que, digamos que, la vivenciaron y que de alguna manera, en el caso suyo en particular, que le dieron un impulso a algo que parecía ser importante durante un momento, y que pareciera que se ha perdido. Con esta recopilación un poco de experiencias, lo que nosotros pretendemos es, cómo tejer lo que hay allí, la información de las personas, más lo que encontramos en estas otras fuentes, más los objetos que todavía permanecen allí, y lograr articular un poco, de terminar de construir esta situación y cómo marcó el rumbo del Diseño Industrial, desde los muebles por lo menos en el país. Fernando Correa Muñoz: Magnífico. Yo creo que ésta sería nuestra primera reunión, por qué hay tanta información respecto, que de aquí en adelante te puedo ayudar con todo lo que tú quieras. Humberto Muñoz Tenjo: Me alegra muchísimo esta primera respuesta. Me encanta. AFST: Sí, sí, sí señor. Y fíjese Fernando que, pues nosotros hemos tenido la oportunidad de conversar con Jorge Vergel, con Óscar Muñoz, con Mauricio Olarte, con Germán Rojas… FCM: Mis amigos de toda la santa vida, ola [risas], todos son amigos míos AFST: Todo se fue articulando en eso, y siempre que conversaba con alguno, como le decía, me decían, ‘y ya conversaste con Fernando’, ‘y ya conversaste con Fernando’. Y bueno yo, ‘ahí voy, ahí voy, ahí voy,’. Y ya estamos aquí y qué bueno, que no sea la primera y que podamos seguir conversando, porque hay una intención que yo veo, y es que más allá de que esto sea una tesis de maestría, hay muchos interesados en que este conocimiento, y esta experiencia no se pierda. FCM: Sí, eso es importantísimo AFST: Creo que el discurso se ha alejado un poco de nosotros y conversando en algún momento con el Vicerrector Jaime Franky, él me decía, ‘muchas, muchas de las que usted va a recopilar…’ FCM: Muy amigo de mi hermano y mío. Sí, con Jaime, hicimos un, y tal vez el primer intento de unos datos para la historia del Diseño en Colombia. AFST: Ahí estuvo. Y él me decía, que es en las personas, aquí no vamos a encontrar libros, sino acá es en las personas. Entonces, por eso es tan importante poder conversar con ustedes.

FCM: [Risas] Y Mauricio Olarte, lo mismo, él tenía, yo no sé si todavía tenga la fábrica de muebles en la Autopista Norte, no, en la Carretera Central del Norte, casi llegando a la Estación del Ferrocarril de Briceño, ahí tenía él la fábrica. Una fábrica bellísima. AFST: Todavía la tiene ahí HMT: ¿Sigues en contacto con él o no? FCM: No, no, perdí todo completamente… inclusive éramos muy amigos, hasta el punto de que Berta y yo, íbamos a almorzar allá a la casa de él, ¿no?, que vivía allí cerquita la fábrica. No, Mauricio fue muy, muy amigo mío. Yo no sé qué pasa… AFST: Está radicado en Miami FCM: Y con Jorge Vergel… sí hasta allá si sabía… con Jorge Vergel te cuento una anécdota, muy importante, mi hija, que es Diseñadora Industrial de la Javeriana, hizo su pasantía y se quedó trabajando un tiempo con Jorge, entonces… AFST: Ahí inició HMT: Pues, espectacular, muy bien FCM: Sí, Ana María trabajó allá y ella fue una persona que hizo, diseñó muchas cosas allá. HMT: ¿En dónde está ahora? FCM: Ella está aquí en Bogotá. Ella estuvo en Barcelona un tiempo, HMT: ¿Trabaja independiente o tiene alguna…? FCM: Completamente independiente, tiene una sociedad con una compañera de Lucho, de la Facultad, y con ella tiene una firma que se llama Fez, efe e zeta… Como Fez, la ciudad donde arreglan los cueros, ¿no?, eso está en el Mediterráneo, ahí muy cerquita al Gibraltar, y a toda esa zona. Y ella le puso ese nombre pues… HMT: Qué envidia FCM: [Risas] AFST: Fernando, perdón, díganos FCM: También, en Barcelona estuvo un tiempo. Y allá ayudo, llegó en el momento en el que iban a restaurar los vitrales de Santa María del Mar y ella participó en eso. AFST: Muy bien, muy bien. Entrando poquito, como en el tema e ir, condensando el inicio del conversatorio, en la Revista (Habitar), como separata inicialmente, ¿cierto?, Habitar que aparece en el periódico…

FCM: No, no, no era separata. No, no era separata AFST: Era… FCM: Revista. Autónoma. AFST: ¿Con qué intención y Cómo surgió este proceso de determinar qué era necesario hablar de estos temas en la época?, del diseño, de la arquitectura, del mobiliario, ¿con qué intención y Cómo surgió inicialmente esta intención comunicativa?, digámoslo así. FCM: Bueno, entonces te cuento, a mí me llamaron los Santos, a través de Felipe Santos Calderón, para hacer una revista qué Juanita Santos, la hija de Hernando Santos, el director del periódico (El Tiempo) en ese momento, quería hacer una revista, pero una revista, empezó con crucigramas, con ‘hágalo usted mismo’ y yo realmente, yo había hecho libros, pero nunca una revista. Entonces al principio se hizo bajo la dirección, por decirlo alguna forma, de Juanita. Pero era una revista de finca raíz, de crucigramas, de chistes, de… una revista rarísima. Y a los cinco meses le dije yo, tal vez menos, cuatro meses, le dije a Luis Fernando Santos, ‘mira con esto no vamos a ninguna parte a ninguna parte’ lo único que se… déjame y yo hago la revista, con base en dos o tres temas que son vivienda, diseño, ciudad. El lema que apareció o siguió apareciendo en la Revista, ¿no? Entonces eran cuatro temas de arquitectura, ciudad vivienda, diseño. Le dije, ‘déjame hacer la revista como yo quiero, y verá que esos temas no se agotan nunca’. Entonces me autorizó, me dijo, ‘tú eres el que sabes de eso’. Y arrancamos con esos cuatro temas. Que aparecieron después cinco en la revista, en la carátula arquitectura, ciudad, vivienda y diseño. AFST: Y la intención inicial fue, comunicar a través del periódico El Tiempo, a los lectores estos temas que, de pronto ya empezaban a ser vigentes y muy actuales en la sociedad de los años 80, digamos, en Colombia. FCM: Sí, yo les dije a ellos que esto va a ser una revista de arquitectos, para la gente común y corriente, no de arquitectos para arquitectos. Porque esa revistas ya están, y muy bien inventadas, estaba Proa, estaba Escala, que eran revistas para arquitectos, ¿no?, y muy bien hechas, ¿no? Proa fue una gran revista y Escala también, y hubo revistas que nacieron y murieron pronto, pero fueron intentos muy interesantes, pero también orientadas hacia… voy a ser un poco, un poco, no orgulloso, o sí, ¿porque no? (Habitar) era la única revista en el mundo… HMT: Con todo derecho tienes, dale FCM: … era la única revista en el mundo, que trataba de estos temas para la gente común y corriente. AFST: Claro y eso lo que a mí me parece muy interesante de recopilar, porque muchas veces nosotros hablamos para nosotros mismos, como gremio, pero difícilmente estamos tratando de comunicarle a la cotidianidad y a la experiencia de las personas en su vida diaria, esta situaciones que pueden ser técnicas o no técnicas, pero que aquí estaban

puestos en un lenguaje de, venga y aprenda, de conozca y reconozca temas, que insisto, empezaban a ser muy vigentes en el entorno local FCM: Entonces el lenguaje de la revista, era de un arquitecto pero para la gente común y corriente, entonces, eso fue lo primero que yo, me costó mucho trabajo, porque yo nunca había hecho una revista, había hecho libros, pero nunca había hecho una revista. Pero la idea salió adelante. Entonces me llamaron un día y me dijeron, ‘miré, como usted es el que sabe, vamos a hacer este prueba’ y la revista empezó a salir mensualmente, y empezó con estos temas y ellos se dieron cuenta que, la revista iba a tener futuro. Hubo un problema y es que, por el éxito de la revista, empezaron a subir 30%, anual, el valor de la publicidad, entonces, yo les dije ‘pero eso no se puede hacer ¿no?’, porque hay que ser prudentes, ¿no?, entonces, vendan publicidad que eso es bueno, pero no le suban tanto de año a año, porque entonces se le retiran los anunciantes, entonces también lo hicieron caso, ¿no? Y había una ventaja de la revista, y era una especie de triangulación que era, que los anunciadores por lo general anunciaban productos, de los cuales yo iba a hablar, pero en un tono de publicidad, sino tomando el tema que ellos tenían, muebles, vivienda, inclusive varios anunciadores hicieron aparecer, con el mismo diseño que yo tenía en el análisis de vivienda, entonces yo les protesté, a través de las vendedoras de publicidad de la revista, y les dije que yo no permitiría eso, que no vuelvan a imitar la forma como, como uno presentaba, ¿no? También me hicieron caso. Eso no les sirve a ustedes, eso es los daña. Y una cosa muy buena que hubo, patrocinadores de un programa, por el cual pagaban ¿no?, que era Pizano, en ese caso la revista apoyó ‘Hágalo con Pizano’, y entonces ellos tenían dos, o tres páginas, que eran pagadas, donde ellos diseñaban muebles y le ponían a la gente, todos los métodos más fáciles para hacer un determinado mueble, entonces eso ayudó mucho. AFST: Claro, claro, eso me pareció una cuestión muy interesante, lo que apareció ahí, en el hágalo usted mismo, pues… FCM: Sí, no era ‘Do It Yourself’, porque eso fue al principio y eso no progresó. AFST: Claro, Claro. En este momento, sobre todo en los años ochenta cuando arranca, pues ahí hay una intención importante, y aparecen muchas de estas empresas algunas que permanecen, otras que desafortunadamente no lograron subsistir, pero que empezaba hablarse de esos productos de diseño y esa descripción trataba de hacerte, tal vez eso, muy coloquial, muy de la información para las personas, de lo que significaba este concepto del diseño que, de pronto estaba haciendo estas intervenciones, ya mucho más en el contexto. Esa esa intención fue surgiendo como, muy generativa, desde la misma charla o ¿fue buscada por ese lado? FCM: Pues mira, realmente, había una confusión en el público, en la gente común y corriente, de que esto era decoración, pero entre la decoración y el diseño de interiores hay una gran diferencia, ¿no?, entonces ellos querían que yo hablara de decoración, y le dije, ‘la decoración, se decoran los ponqués, ¿no?’, cuando están terminados entonces, le pones la parte, el blanco se lo pones después. Tratamos de que, los muebles tengan una relación, y eso hicieron los grandes los grandes maestros del diseño del mueble, ¿no?, de que ellos diseñaban como el caso de Alvar Aalto, o el caso de, de muchos, arquitectos

famosos diseñaban los muebles, Frank Lloyd Wright, por ejemplo, entonces ellos no decoraban, eran integrales. Y convencer a la gente de que yo no iba hablar de decoración, no fue fácil, ¿no?, entonces, yo hice algunos comentarios bastante críticos y chistosos, de que se decoraban los ponqués, pero no la arquitectura. Que tampoco era llegar, a imponerle a la persona, que tenía, imponerle un estilo, no, no, era simplemente orientarlos un poco hacia muebles, que fueran acordes con el interior, con la arquitectura que…. entonces eso ayudaba y como tenía buenos fotógrafos, Germán Téllez, como Antonio Castañeda Buraglia, como Lucho Mariño, que eran grandes fotógrafos, siguen siendo grandes fotógrafos, ¿no?, entonces entendieron que realmente, ellos orientaban muy bien y pensaban como yo, y escogíamos también con mi asistente, que era Arquitecta siempre, no tuve asistentes Arquitectos, sino Arquitectas, entonces ellas con mucho criterio, pues eran Arquitectas, una de Los Andes y la otra había estudiado fuera y tal, entonces cuando hacían, me ayudaban a escoger, hacían un paseo por la zona en Bogotá dónde íbamos a hacer el análisis de vivienda, se orientaban muy fácil, ¿no?, porque eran Arquitectas y sabían cuál era la buena presentación de un proyecto, que se escogía como el mejor, entonces ahí había muebles, había buen diseño, había buen diseño arquitectónico, entonces todo eso ayudó a formar en la gente un criterio de que, los muebles deberían, hasta cierto punto, marcar el hábitat de la gente, ¿no? AFST: Claro y ahora, de todos modos porque, se mantuvo, o se mantiene y todavía ha sido como una labor, y es que esta labor decorativa o del diseño como cuestión netamente estética, y digamos no relacional con lo funcional, pues era importante comunicárselo, finalmente a los del común, ¿no?, porque no insisto se quedaba como un mensaje de nosotros, para nosotros. Y justamente buscando eso, y mirando las páginas del periódico El Tiempo, pues, ellos tenían su sección que salía en ciertos momentos, que se llamaba Muebles y Decoración… FCM: Sí, esa sí era una separata, era Vivienda y Construcción. AFST: Una que se llamaba Muebles y Decoración, de hecho… FCM: Exacto [Risas], exacto AFST: Donde escribió Rómulo Polo, donde escribía también Jaime Gutiérrez y bueno… FCM: Sí claro AFST: …también por ese lado desde el diseño. FCM: No, muchas veces el periódico, me pidió el favor de que yo escribiera, para el periódico, ¿no?, entonces yo escribí muchas veces para el periódico, artículos muy grandes, inclusive dos páginas, en donde hablaba de temas importantes para el país, como por ejemplo, cuando las Bienales de Arquitectura, ellos entendieron que yo podía destacar en el periódico, el caso cuando se ganó Rogelio y Germán Téllez, la Casa de Huéspedes de Cartagena, ¿no?, y había una restauración de parte de Germán Téllez, entre otras cosas, es primo hermano y mi señora, ¿no? Entonces hice un artículo de dos páginas, donde destacaba eso, o criticando también muchas veces ¿no?, la vivienda mínima de, que estaban en los Cerros, se hacían

viviendas de veinticinco metros, ¿no?, en Ciudad Bolívar y entonces eso era, había que escribir sobre eso, entonces unos fueron de mi gran maestro Germán Samper, un proyecto que hizo por allá para esos Cerros, que dejaba mucho que desear… AFST: Tocaba decirlo FCM: Sí, sí, claro AFST: Y bueno, sobre todo en este, como en este análisis, nosotros pues, la intención es decir la vida cotidiana reflejada en los muebles, y la política ,un poco la apertura económica y esa interferencia o esa relación que tuvo, digamos desde el modelo un poco proteccionista, protejamos local inicialmente, luego abramos un poco las fronteras económicas y, digamos, tratemos o hagamos la intención por estos tratados de libre comercio, ¿cómo eso tuvo una influencia positiva, negativa, un impacto en ese diseño de mobiliario, en esa cotidianidad de los espacios? FCM: Mucho, mucho, muy bien recibida. ¿Por qué?, en ese momento apenas se iniciaba muy tímidamente, que las oficinas no deberían tener tanto muro y tanta pared, sino que empezó a darse cuenta la gente, las empresas, de que había que hacer diseño para un determinado espacio y que no fueran todos muros. Entonces, entraron todos los sistemas, ¿no?, de armar en la obra, ¿no?, ya perfectamente terminada, a armar oficinas. Eso ayudó mucho, porque entonces, Carvajal y compañía, muchas empresas empezaron hacer ese diseño y yo lo publicaba, y ellos ponían publicidad. Entonces era un triángulo buenísimo AFST: Ahí estaba muy relacionado, sobre todo la gran mayoría, con los que hablamos están orientados a ese sector del mueble, digamos de oficina, ¿no?, Oscar Darío Muñoz, Mauricio… FCM: Sí pero Muñoz, ya ves que Muñoz hizo muchos muebles domésticos, muchos y muy buenos y Manufacturas Muñoz hizo unos muebles, tenían ya un departamento de diseño de muchachos excelentes, ¿no?, eran diseñadores y diseñadoras excelentes, ¿no? El caso de Fabrex, un caso muy curioso, muy interesante, porque Fabrex, eran una familia Tamayo y eran diseñadores de alto nivel, y Fabrex llegó a marcar, claro, a un nivel muy alto, estrato muy alto, porque eran muebles muy bien hechos, ¿no?, y entonces también marcaron mucho la calidad de la ejecución del mueble y el diseño, es que llamaron a los mejores diseñadores, colombianos, a que les diseñarán. Entonces, eso ayudó muchísimo también, Camacho Roldán, ¿no?, muchísimas empresas que podríamos nombrar y estudiar algunas, ¿no?, porque todas ellas contribuyeron. Sí, había algunas un poco más pequeñas, como Jorge Vergel, como su compañía, pero que llegaron a muy buen diseño, a muy buen diseño. Había uno, con quién trabajo mi hija, que fue buenísimo también… ay se me escapa el nombre ahoritica, pero lo estoy mirando [risas] AFST: No, eso llega, eso llega

Mi hija trabajó con él y diseño cosas muy buenas para él, hoy en día es una marca importantísima, ya me acordaré. AFST: Listo. No, muy bien FCM: Publiqué cosas de él también AFST: Claro. Ahí uno alcanzaba a ver muchos temas, muchas empresas, Objetos, que apareció ahí, que usted las compartía, los muebles de Jorge Montaña también, que estuvo durante… FCM: Sí. Claro, claro, claro. Con él todavía somos muy amigos y él había estado en el Brasil mucho tiempo, y allá… él fue alumno mío en la Tadeo, ¿no?, muchos de ellos salieron de la Tadeo, y se fueron a Europa y allá se quedaron… AFST: Fue gracias a él que conseguí su contacto FCM: Si eso fue otra cosa, ¿no?, que como Decano, yo ya tenía muy claro lo que tenía que hacer, ¿no? Claro, hicieron un complot entre Luis Fernando Santos, de El Tiempo, y Evaristo, el Rector de ese momento, que yo trabajara allí y allá, pero que no me soltaban de ninguna de los dos partes. Entonces, eso implicó, 18 horas de trabajo diarias, ¿no?, pero valía la pena, valió la pena. Y, nació la idea de las excursiones y las idas a Europa, ¿no?, que íbamos, no en plan turístico, sino a trabajar y mirar cosas importantes, ¿no? Eso sirvió mucho y en la Tadeo, Evaristo Obregón lo entendió así y él dio todas las facilidades para, en primer lugar, cuando yo llegué los talleres eran un hueco, entonces, le dije al Consejo Directivo, yo necesito plata, para poder hacer los talleres. Y metimos una refacción total de los talleres, lo mismo después los computadores, ¿no?, con la advertencia que le hacía a los estudiantes, que por ningún motivo aceptaba yo presentaciones en computador, sino que tenían que ser dibujaditas, ¿no?, porque el lápiz era la punta de la mente, ¿no?, entonces nada de… y en eso se logró, en primer lugar que manejaran el computador muy bien, pero que siguieran dibujando en una servilleta, si era el caso, pero que empezaran dibujando ellos, ¿no?, entonces eso fue bueno. Y las excursiones a Europa le sirvieron mucho, porque se abrió un horizonte para mucha gente, ¿no?, entonces yo presentaba baños, cocinas, iba a todas las ferias, de Europa, de los Estados Unidos, y traía los ejemplos, entonces la gente empezó a decir, bueno pero estoy muy bonito, ¿no?, y las fábricas, también aquí, empezaron a decir, hombre… Bayco por ejemplo, ¿no?, todas esas firmas que sabían de que pelean por buen diseño. El caso de Knoll, el caso de, todas las empresas grandes del mundo, entonces, de ahí se orientaron mucho a eso. Es muy importante también, la importancia que se le daba a muebles que, no habían sido diseñados en Colombia, pero formaban parte del mobiliario desde el siglo antepasado, los muebles Thonet, ¿no?, las sillas, la mecedoras, si tú vas a cualquier parte, ibas, y todavía, vas a cualquier parte, puedes notar que la gente tiene sillas mecedoras Thonet, ¿no? Yo tengo el catálogo original de Thonet, y hay muchas, he visto muchas aquí en Colombia, ¿no?

AFST: Y hay algo de lo que conversábamos con Mauricio Olarte, y también lo conversábamos con Óscar Darío, y ellos decían, es que la mano de obra colombiana es muy recursiva… FCM: Uy maravilloso AFST: Resuelve muchas problemas que, difícilmente, podrían resolverse en otros lugares, que también lo dijo en algún momento Jorge Montaña, y que era cuestiones que le parecían muy enriquecedoras, y era como tratar de, realmente esa sinergia entre ese diseño y esa manufactura, como podría relacionarse para sacar estos productos diferenciadores o desde el concepto mismo del diseño FCM: Sí, eso fue muy importante, porque en un momento dado la gente entendió, que los muebles también hacen historia, y caminan, ¿no?, hacia delante de manos de la historia. Y se dieron cuenta precisamente por Thonet, ¿no?, entonces dijeron, ole, tenemos un capital aquí, entonces yo viaje por todo el país y siempre nos encontramos en todas las partes, cuando hicimos varias, con los Anuarios de la Arquitectura en Colombia y con el viaje que le hicimos a varios libros por todo el país, entonces nos dimos cuenta de que, la mano de obra de muebles era increíble, hacían muebles horrorosos, pero la mano de obra era perfecta, ¿no? AFST: [Risas] FCM: Sí, no, eran verdaderos artesanos de los muebles, Entonces, era reorientar un poco a esa maravilla de operarios, hacia buen diseño y con eso contó mucha gente AFST: No, claro, muy importante. Aquí, digamos, usted podría hacer una suerte de transición, o podría mencionar como, una diferencia marcada, si es que la hubo, entre estos años ochenta y estos años noventa, propiamente, ¿en lo que existió en la oferta de productos de diseño y de mobiliario en el país?, podría haber cómo, una marca en la que sea evidente en ese momento FCM: Sí, sí, varias, varias. Esas son de las cosas que tendríamos que charlar, y mejor dicho, ver cosas, ¿no?, porque realmente existió, pero ahí los arquitectos, también, los primeros arquitectos modernos, llamémoslos así, ¿no?, empezaron a marcar un poco la importancia y la gente entender, la importancia de los muebles dentro del diseño de interiores, que no era decorar, comprar muebles de Pasto, que llamaban, ¿no?, los muebles hacían en Pasto eran buenísimos, pero horrorosos. Y en los barrios aquí, en Ríonegro, y toda la cuestión, pero lo que tú dices es muy cierto, había una mano de obra maravillosa, era orientarla bien. Porque hacían muebles horribles, pero donde se veía la maravilla de artesanos, de ebanistas que teníamos. AFST: Cuando llega todo este sistema Minifix, digamos que se populariza y aparece como, ese mueble de carácter modular, desarrollado en esos momentos, puede ser que, este, esta estandarización y esta facilidad, de pronto de armar con el RTA, el mueble listo para armar y ese sistema Minifix, ¿desorientó un poco como, esa estructura que podía ser llevada?, ¿o la mejoró?, ¿pa’ donde la llevó?

FCM: No, eso, eso, eso acabó con todo lo bueno [risas], no pero hubo gente, arquitectos y firmas constructoras, sobre todo gran volumen, como Pedro Gómez, como, como muchas de las grandes constructoras, que asumieron que realmente utilizando parte de esos sistemas modulares, podían hacerse presentaciones, muebles mejores que eso, ¿no?, ese caso se dio mucho en los grandes constructores que decían, ‘bueno, nosotros no podemos contratar un carpintero para hacer la carpintería de eso, pero si podemos utilizar toda esa parte interior prefabricada y darle cierto valor estético, con las puertas, con los sistemas de modulares, pero que no parecieran, ¿no? Eso lo hizo mucho Pedro Gómez, lo hicieron Cuéllar Serrano Gómez y Salazar, las grandes constructoras de vivienda, y tuvieron un buen resultado, ¿no?, mejorar un poco… AFST: Claro, se hizo el intento FCM: …trabajar modularmente adentro y poner unas puertas distintas, ¿no? AFST: Claro, claro, claro. Ahí digamos, hay un poco, como históricamente, empresas como las que estamos hablando, de Artecto, de Ervico, el mismo Camacho Roldán, como que se encargaban mucho del hogar y la oficina, y estaban como en distintos sectores, luego sale como la especialización, ¿o no? FCM: Eran buenísimos, eran buenísimos. También ellos entendieron mucho eso, ¿no?, y empezaron a competir Y esa competencia fue muy buena, ¿no?, Ervico, los Camacho Roldán, Artecto, todas esas, y Fabrex, todas esas empresas, Camacho Roldán, todas empezaron hacer muebles muy bellos, con un costo relativamente alto, pero que la gente podía acceder. Otra cosa que entendieron mucho es, los que venían de atrás, gente como Víctor Schmid, que eran unos maravillosos arquitectos y diseñaban entero, no diseñaban las cáscaras y esto, sino el interior también, y de ahí que yo conocí a Víctor Schmid, y me parecía… y traté de salvar casas inclusive de colegas míos, que tumban casas de esas, ¿no, y se quedaban con las columnas, con otras cosas… era un crimen de ellos iban a hacer con la Casa Medina, ¿no?, un momento que la iban a tumbar… Y yo le dije a Pedro, que ni se le ocurriera, porque iba a encontrarse conmigo y no lo deje tumbar esa casa. AFST: No pues muy bien. Ahí me parece muy curioso que, yo a veces con compañeros y amigos arquitectos que tengo, les digo así tal cual como usted dijo, ‘ustedes sólo con el cascarón y no se dan cuenta que la vida cotidiana sucede adentro, ¿qué pasa?’ FCM: Claro, claro. AFST: Entonces es como pensar en eso. Mire que curiosamente… FCM: Pero mira que… AFST: Sí dígame. FCM: … hay ciudades, que yo estudié profundamente, inclusive con contratos en el caso del Banco Central Hipotecario, para salvar barrios enteros, ¿no?, que fue la Subdivisión de Vivienda, que propuso Mario Calderón Rivera como presidente y me contrato a mí, para viajar por todo el país y ver cómo se podía aplicar en barrios como, caso de Bogotá

Las Mercedes, Teusaquillo, el caso de Cali, San Fernando y todos esos barrios tan lindos, en Barranquilla, salvar esas casas y salvar el, la cáscara en cuanto por dentro se podrían dividir esas casas, entonces, partía de la Subdivisión de Vivienda, y se salvaron muchas casas muchas. Pues entonces sí, el caso de Víctor Schmid, fue una víctima de muchos colegas míos, fue víctima. Hay una anécdota de eso tremenda, unos amigos míos, un buen día, me di cuenta que iban a tumbar dos casas de Víctor Schmid, estaban pegadas una a la otra, en la carrera 8ª A, 7ª con 81, algo así y, apenas le ponían mortaja verde, de malla verde, yo decía esto lo van a tumbar y le dije a un ingeniero, que todavía es, de suelos buenísimo, que estaba, su oficina la tenía frente a eso, le dije ‘Oye déjame subirme a tu oficina, para tomar fotos de este crimen qué van a hacer, con estos dos casas de Víctor Schmid’. Me dijo, ‘Fernando de mil amores, pero es que estoy haciendo el estudio de suelos, para el edificio que están haciendo ellos’. [Risas] ¿Qué tal? AFST: [Risas] Preciso. Eso que pasa de, como, tumbar eso, que uno reconoce con cierto valor histórico, parece ser como una constante, no sólo en la arquitectura, el diseño, sino parece ser como una condición propia como del país, como de no reconstruir esa memoria y algo pasa allí. Cómo reemplazar lo que hay. FCM: También sobre eso tengo otra anécdota muy buena. Estando yo, me llamó Gloria Zea, que era la directora del Instituto Colombiano de Cultura en ese momento, y me dijo ‘Fernando, te necesito a ti en el Centro de Restauración, allá está tu amigo Álvaro Barrera, de Director General del Centro de Restauración, pero quiero que tú vayas allá y hagas un estudio del Centro de Bogotá.’… para cortar mucho, a grandes pasos el cuento, salimos con un equipo gigantesco, que ya estaba en el Centro de Restauración, que quedaba pegado a la Iglesia de Santa Clara, calle novena, calle décima, media cuadra del Palacio de San Carlos, de ese momento y toda la cosa, perdón, del Palacio… de la carrera. Y y ahí dije, bueno vamos a hacer un estudio del Centro. Arrancamos con gente que estaba allá, un equipo gigantesco, ya todo estaba definido, por Decreto del Distrito, en ese momento ya era Distrito de Bogotá, se había definido cuál era el Centro de Bogotá, para precisamente ver qué barrios lo componían. Y salimos durante tres, cuatro meses, una tropa de gente de allá, fotógrafos, historiadores, esto… y tomábamos fotos y relacionábamos todos, predio por predio con toda su historia. Cuando terminamos el estudio, y se lo presenté Álvaro Barrera, y me dijo, ‘No, esto tiene que verlo Gloria’. Entonces fuimos donde Gloria. Gloria era muy amiga mía desde la universidad de Los Andes, fuimos compañeros allá y me dijo ‘No Fernando, de esto hay que hacer un libro’. Y yo, ‘¿pero como vamos a hacer un libro de esto?’ y me dijo, ‘Sí Fernando esto tiene que ser un libro. Y se va a llamar así como tú lo pusiste Recorridos Fotográficos por el Centro de Bogotá.’. Se hizo el libro, un libro de una precisión, además con historiadores, con arquitectos restauradores, con todos los fotógrafos que había allá en el Centro de Restauración, que estaba Antonio Castañeda, Germán Téllez, todos ellos fotógrafos amigos y parientes, inclusive, tanto Antonio Castañeda como Germán Téllez primos, primos de mi señora, todo eran familia. Y el libro salió y Gloria le mandó un ejemplar a Hernando Santos, a El Tiempo, en ese tiempo yo que iba a pensar que iba a llegar al periódico algún día, en ese momento todavía no, no me habían llamado. Eso pasó mucho tiempo después.

Y me mandó una carta Hernando Santos, yo los conocí a los Santos y a los Cano, porque los Cano y los Santos, eran muy amigos. Conocí a toda la familia Cano, que sigue moda amiga mía, y toda la familia Santos. Y me dijo, me mandó una carta, diciendo que, él había pensado que, estaban haciendo una cápsula del tiempo diseñada por Doménico Parma, para meterla dentro de los predios de jardín allá, del edificio de El Dorado, de la Avenida El Dorado, para ser abierta en el 2050. Y que él, ya había decidido meter ese libro dentro de esa cápsula, porque al paso que iba la destrucción del centro de Bogotá, lo único que iba a quedar para las nuevas generaciones, era con ese libro. Cuando abrieran en 2050. Entonces, efectivamente el libro está allá dentro, el ejemplar, para abrirlo en el 2050. Pero fue muy simpático de Hernando Santos, ¿no?, ‘lo único que van a tener testigo de lo que fue el Centro, porque que tumbadera, ¿no?’, me decía. AFST: Sí, una negación grande. Pero vamos a ver en el 2050… FCM: Cosa que influye mucho en todo esto, y en los muebles y en todo eso, ya lo veremos de aquí en adelante. Es que la gente únicamente cree, que la historia se marcó en la Colonia, en los barrios coloniales, y lo republicano que es… La Candelaria es lo único que había que salvar… y la arquitectura como los muebles, no pueden, eso es hasta aquí y de ahí para allá es moderno, ¿no? Entonces toda la arquitectura y todo el mobiliario cuenta una historia y hay que conservarlo, ¿no? AFST: Sí, así es, así es. Yo creo que, esa también es la intención un poco, de empezar a mencionar que ahí hay historias que se cuentan, y que permanecen, y que trascienden un poco. Que de alguna manera, muchos de nosotros, pues sería importante que la reconozcamos. Me preocupa veces estando aquí desde la academia, aquí y siendo como, en las actividades que uno hace, que parece ser que llega un momento en el que somos los primeros diseñadores y seremos los últimos. Y se nos olvidó lo que hay atrás, una construcción de memoria histórica, y eso me aparece eso es muy importante. FCM: Eso es buenísimo. Yo creo que la orientación tuya de tu tesis, de tu trabajo de posgrado, es muy buena, no se ha hecho, no se ha hecho una cosa de esas. Y es vincular el mueble, en aspectos como tú lo planteas, histórico, político, correlacionar, que va avanzando con la época. AFST: Así es FCM: Y los diseñadores, la gente no relaciona los diseñadores industriales con los muebles, hay algo raro, ¿no? AFST: No señor. FCM: Uno no entiende muy bien eso. Tal vez la culpa ha sido de los mismos diseñadores industriales, ¿no?, pues es posible. AFST: Sí, sí. Yo pensaría que, sin echar culpas, por ahí tiene que estar el tema y es que no sé, si nos desligamos, si no nos reconocimos, nos fuimos por otros caminos y

finalmente, más se reconoce el mueble, obviamente, desde el propio taller de carpintería, o desde el propio clúster existente, pero cada vez menos como un ejercicio propio del diseño. Y surgió allí y está allí, desde la arquitectura, desde el diseño, históricamente, Bauhaus y bueno, aquí parece que eso todavía no está. Mientras que en lugares como México, yo encontré, que el museo Franz Mayer hizo una exposición que se llamaba la Silla Mexicana, Identidad del Diseño Mexicano, ¿no?, y yo digo, ¿qué pasa con nosotros? FCM: Exactamente AFST: Mire que es muy, el otro día, me llegó una silla de Manufacturas Muñoz aquí a mi casa. Y entonces ya teniendo contacto con Óscar Darío, yo le tomé una foto a la silla y le dije bueno, ‘¿Sumercé reconoce esta silla? Y Óscar Darío y me dijo, ‘esa es la Silla Siesta. Yo la diseñé, muy famosa en los años ochenta, la tengo yo en mi oficina, para poder dormir y descansar en ella, ¿qué piezas necesitas para arreglarla?’ Porque la que llegó a mi está un poco golpeada, ¿sí? FCM: Afectada AFST: Entonces yo digo, y afectada… yo digo, como estos elementos, pasan crean historia, están en nuestra cotidianidad y muy probablemente no lo reconocemos, propiamente en nuestra disciplina, ¿no? FCM: A mí algo que me preocupa, me preocupa mucho es, los pocos diseñadores industriales que se han dedicado a diseñar muebles, hablando de nuestro país. AFST: Esa sería una muy buena pregunta y es, en qué momento, no sé si hubo una insatisfacción por cómo se estaba manejando, por cómo estaba el sector, si mejor cerramos los ojos y miramos para otro lado. Y si en algún momento dijimos, no debemos hacer parte de ese lugar, no sé si por la competencia, no sé si por la copia, no sé si por nos aburrimos, pero evidentemente no hay hoy en día, algo que sea reconocido, como si lo estuvo en esos momentos y hacía parte, insisto de la cotidianidad de las personas. FCM: De ahí la admiración que tengo por Manufacturas Muñoz, mi hija también trabajó con Manufacturas Muñoz, ¿no?, y le fue muy bien, ¿no? Porque ellos, son de los pocos que han diseñado muebles contemporáneos en serie y son de gran diseño, como la Silla Ío, ¿no?, la silla Ío es una familia, yo la presenté en Habitar, en la carátula, porque me llamó la atención, que al fin salía una silla, puramente colombiana… AFST: Claro FCM: Diseñada por gente que yo conocía, ¿no?, amigos míos, ¿no? Hoy tengo como seis en la casita de la laguna que tengo [risas]

AFST: [Risas] Muy bueno, muy bueno. Y digamos, yo como también he intentado, hablar con personas del común no sólo con especialistas del caso… FCM: Eso es muy importante AFST: …sino cuando me voy acercando siempre les pregunto, y una vez alguien me dio una respuesta y me dijo, lo importante de la época era, o usted compraba en Ervico, que era fantástico, que era en Ervico, o iba a Sears, el que tenía plata iba a Sears a comprarlo o los compran en Ervico, era como el concepto que había. FCM: [Risas] Sí AFST: Entonces me parece muy interesante, porque eso también, insisto, no es sólo de nosotros hablando con nosotros, sino de estas experiencias de las personas, y llegué a hablar de estas sillas Ervico, porque alguien me solicitó el favor, que si podía ser un proceso de restauración, que esto tenía una historia detrás, de cuando se compró, de donde se compró. Y había en el momento una percepción, de que estos elementos, si perduraban y Se mantenían, eran de buena calidad y contaban una historia. FCM: Mira te voy a hacer un recuento familiar pero que vale la pena, porque va exactamente a lo que estamos hablando. Esta casa, la casa de mi hijo, la casa de mi hija, ¿no?, son un muestrario de la historia del mueble en Colombia. AFST: Qué bueno. Qué belleza. FCM: Yo me pongo a pensar, en esta casa hay Thonet, hay sillas de Medellín, hay sillas diseñadas por colombianos. En la casa de mi hijo hay también otras. En la casa Ana María, igual. Entonces como muestrario de sillas y muchas de esas son diseñadas aquí en Colombia. Y hay Thonet también. AFST: Ahí tenemos que hacer la exposición [risas] FCM: [Risas] AFST: Tenemos que mirar cómo hacemos esa exposición FCM: Oye se me está acabando el tiempo, pero como te digo que sigamos en esto y apenas pase la pandemia, pues tendríamos que vernos y poder mirar cosas y reunirnos. Inclusive, sin que pase la pandemia, pero seguir estas reuniones… AFST: Claro que sí FCM: …y yo preparo material, para mirar un poco con detalle. AFST: Listo. Claro que sí FCM: Yo tengo muchos libros, muchas revistas, en donde aparecen cosas que ahorita no se me ocurre nombrar, pero que merecen la pena mirarse con más calma, ¿no? AFST: Pues Fernando, ahí era como abrir la puerta, insisto, yo creo que en general todos han sido muy amables, usted también, tota. Su experiencia, su historia, pero estamos

aquí como disposición y construir, como desde ese punto de vista muy de, hay que reconstruir la situación que está pasando, de lo que teníamos. Cuadramos una hora, obviamente se nos termina y es muy coherente. Cuando usted considere que hay otro momento, bienvenido, sacamos el espacio y volvemos a conversar. FCM: No, no, no, claro. Ponemos como una tarea, digámoslo así, ¿no? AFST: Sí, está chévere FCM: A mí me encanta, me encanta el tema, me gusta y me parece que, es devolverle un poco lo que la vida me ha dado a mí. AFST: No pues qué bueno. Y qué bueno haber conversado y conocerlo. Me parece fantástico hablar con usted y todas estas historias. Y qué chévere, y además, como me dijo que Vergel, que si yo estaba buscando a los dinosaurios del diseño en Colombia [risas] FCM: [Risas] Dígale que se vaya para el carajo. Con Jorge Vergel hace ratico… No, no, no, tengo libros de él aquí, inclusive, si… hay mucho mueble, en el que yo estoy sentado en este momento, es una mesa muy bien diseñada en Colombia, la silla donde estoy sentado, es una silla muy buena. Todas esas cosas son producto de que, estamos utilizando cosas que se han diseñado con ese fin, ¿no? AFST: Claro, eso es muy bueno. Entonces lo último que le iba a mostrar, que no encontré, fue la tarjeta que me dio el profesor Humberto de, FerCoMu, Fernando Correa Muñoz, por ahí la tenía, gris ella con blanco y no la volví a encontrar… FCM: [Risas] AFST: Pero bueno para contarle eso pronto, pronto volvemos a hablar FCM: Entonces, como te cuento yo no tengo Yahoo, ni nada. WhatsApp y por ahí nos comunicamos, ¿no?, y nos seguimos hablando, yo preparo material para, porque ahorita acuérdate que te iba decir de alguien que era muy importante y no me salió el nombre, pero sé que lo tengo aquí en la casa AFST: Seguro que sí muchísimas gracias por el tiempo, también a su hijo, muchísimas gracias por haber articulado como, este conversatorio FCM: Que muchas gracias Lucho Lucho Correa: No, con mucho gusto FCM: [Risas] AFST: Qué bueno y hablamos seguramente pronto

FCM: Lucho también está metido en la industria editorial y todo, eso es mal de la familia. AFST: Bueno no, fantástico, me alegra hablar muchísimo, conocerlo con usted… Qué bien, hablamos pronto FCM: Y el tema. Bueno, magnífico, bueno Felipe. Bueno y ¿mi amigo Muñoz?, a ver que se asome AFST: Se desconectó o no sé qué le pasó, él me dijo que esta clase justamente en estos momentos FCM: Bueno muy bien Felipe AFST: Mil gracias FCM: Así quedamos AFST: Muy buena tarde FCM: Entonces seguimos preparando material para volver a la otra charla AFST: Gracias. Cuídese por favor hablamos pronto FCM: Claro que sí. Muchas gracias Felipe. Aquí esta Lucho. LC: Chao que estés bien, muchas gracias FCM: Muy amable. Hasta luego