anecdotas de confianza en dios

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Con Dios en BicicletaAl principio vea a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que haca mal, como para ver si mereca el cielo o el infierno cuando muriera. Pasaron los aos, y me hablaron de que sin dejar de ser Dios, era tambin mi Padre, un Padre infinitamente misericordioso que me haba amado ya desde antes de la creacin del mundo y segua amndome, que en l viva, me mova y exista y que siempre estaba a mi lado. Y empec a amarle. Y de repente, empec a sentir mi vida como si fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos!, y not que Dios viajaba conmigo y me ayudaba a "pedalear". No se como, ni s cuando sucedi que l me sugiri que cambiramos los lugares, lo que s s, es que mi vida no ha sido la misma desde entonces. No confi mucho en l al principio, me cost mucho darle el control de mi vida. Pens que la echara a perder, porqu yo saba muy bien donde iba, ya tena el camino y la meta fijados, aunque todo fuera un tanto aburrido y predecible, incluso las cadas. Sin embargo, cuando l tom el mando ; me olvid de mi "aburrida" vida y mi vida se convirti en una aventura. Mi vida con Dios empez a ser y sigue siendo muy asombrosa y emocionante!. Me di cuenta que l conoca cosas que yo no saba acerca de andar en bici, l conoca secretos... Saba como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para evitar obstculos llenos de piedras, buscar senderos abiertos en los que su compaa se haca "luz" cuando en mi vida se hacia de noche y haban desaparecido la luna y las estrellas, incluso saba "volar" para no caer en precipicios. El conoca caminos diferentes con paisajes hermossimos, a travs de montaas y de valles, y bordeabamos ros y atravesabamos pueblos y con velocidades increbles. Lo nico que yo poda hacer era sostenerme; aunque pareciera una locura. Y cuando le deca "estoy asustado", l se inclinaba un poco para atrs y por unos segundos coga mi mano y mi temor desapareca.Y cuando le deca: "estoy cansado"; o me preocupaba y ansiosamente le preguntaba: "a dnde me llevas?..." l giraba un poco la cabeza, y escuchaba su voz llena de ternura que me deca: "PEDALEA Y CONFA EN MI...". As que comenc a confiar en l.. l me llev a conocer lugares desolados, donde reinaba el hambre, la pobreza, la enfermedad, la injusticia, y tambin me llev a conocer gente con un corazn lleno de dones, lleno de amor, de generosidad, de justicia, de alegra y de paz. Ellos me dieron

esos dones para llevarlos en mi viaje; nuestro viaje: de Dios y mo. Y l me dijo: "Comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra , as te irs pareciendo a m, que todo cuanto tengo os lo he dado y el viaje se nos har ms ' ligero' ". Y as lo hice con la gente que ibamos conociendo. Y all bamos una y otra vez, l y yo... ... ahora ya no le digo nada; estoy aprendiendo a "pedalear" con otro ritmo, por los ms "extraos lugares", estoy aprendiendo a callar y a disfrutar de la vista de este paisaje nuevo y de la suave brisa en mi cara. Y sobre todo estoy aprendiendo a gozar de la increble y deliciosa compaa de mi Dios. Se que l lleva la bici y confo del todo en l. Solo le digo de vez en cuando que estoy "cansado", porque me gusta verle girar ligeramente la cabeza hacia mi y escuchar como me dice, con una ternura inefable: "NIMO, PEDALEA! Y CONFA EN MI, YO TE LLEVO"...

Depende de quin son las manosUna historia que nos hace reflexionar sobre la confianza que tenemos en Dios y cmo para l no hay nada imposible.

Depende de quien son las manos Una pelota de basketball en mis manos vale 19 dlares En las manos de Michael Jordan vale 33 millones de dlares Depende de quien son las manos Una pelota de baseball en mis manos vale 6 dlares En las manos de Marck McGuire vale 19 millones de dlares Depende de quien son las manos Una vara en mis manos podr ahuyentar a una fiera salvaje En las manos de Moiss har que las aguas del mar se separen Depende de quien son las manos. Una honda en mis manos es tan solo un juguete En las manos de David es un arma potente Depende de quien son las manos Dos peces y cinco piezas de pan en mis manos son unos emparedados En las manos de Jess alimentarn a una multitud Depende de quien son las manos

Unos clavos en mis manos sern suficientes para construir una silla En las manos de Jesucristo traern salvacin al mundo entero Depende de quien son las manos. Como podrs ver, depende de quien son las manos As que, coloca tus aflicciones, tus preocupaciones, tus temores, tus anhelos, tus sueos, a tu familia y a tus relaciones personales en las manos de Dios, Porque recuerda de quien son las manos.

El AlpinistaUna historia sobre la confianza en Dios

Cuentan que un alpinista se prepar durante varios aos para conquistar el Aconcagua. Su desesperacin por proeza era tal que, conociendo todos los riesgos, inici su travesa sin compaeros, en busca de la gloria slo para l. Empez a subir y el da fue avanzando, se fue haciendo tarde y ms tarde, y no se prepar para acampar, sino que decidi seguir subiendo para llegar a la cima ese mismo da. Pronto oscureci. La noche cay con gran pesadez en la altura de la montaa y ya no se poda ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no haba luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a unos cien metros de la cima, se resbal y se desplom por los aires. Caa a una velocidad vertiginosa, slo poda ver veloces manchas ms oscuras que pasaban en la misma oscuridad y tena la terrible sensacin de ser succionado por la gravedad. Segua cayendo...y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, pensaba que iba a morir, pero de repente sinti un tirn muy fuerte que casi lo parte en dos... Como todo alpinista experimentado, haba clavado estacas de seguridad con candados a una largusima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires sin ver absolutamente nada en medio de la terrible oscuridad, no le quedo ms que gritar: "Aydame Dios mo, aydame Dios mo!". De repente una voz grave y profunda de los cielos le contest: "Qu quieres que haga?"

l respondi: "Slvame, Dios mo". Dios le pregunt: "Realmente crees que yo te puedo salvar?" "Por supuesto, Dios mo", respondi. "Entonces, corta la cuerda que te sostiene", dijo Dios. Sigui un momento de silencio y quietud. El hombre se aferr ms a la cuerda y se puso a pensar sobre la propuesta de Dios... Al da siguiente, el equipo de rescate que lleg en su bsqueda, lo encontr muerto, congelado, agarrado con fuerza, con las dos manos a la cuerda, colgado a slo DOS METROS DEL SUELO... El alpinista no fue capaz de cortar la cuerda y simplemente, confiar en Dios.

El bordado de DiosUna historia que nos ensea a seguir el plan de Dios por sobre todas las cosas

Cuando yo era pequeo, mi mam sola coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba que estaba haciendo. Ella me responda que estaba bordando. Observaba el trabajo de mi mam desde una posicin ms baja que donde estaba sentada ella, as que siempre me quejaba dicindole que desde mi punto de vista lo que estaba haciendo me pareca muy confuso. Ella me sonra, miraba hacia abajo y gentilmente me deca: "Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondr sobre mi regazo y te dejar verlo desde mi posicin". Me preguntaba por que usaba algunos hilos de colores oscuros y por qu me parecan tan desordenados desde donde yo estaba. Unos minutos ms tarde escuchaba la voz de mi mam dicindome: "Hijo, ven y sintate en mi regazo." Yo lo haca de inmediato y me sorprenda y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No poda creerlo; desde abajo se vea tan confuso. Entonces mi mam me deca: "Hijo mo, desde abajo se vea confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que haba un plan arriba. Haba un diseo, slo lo estaba siguiendo. Ahora mralo desde mi posicin y sabrs lo que estaba haciendo." Muchas veces a lo largo de los aos he mirado al cielo y he dicho: "Padre, qu estas

haciendo? l responde: "Estoy bordando tu vida". Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, porqu no son ms brillantes?". Y Dios parece decirme: "Mi nio, ocpate de tu trabajo... que yo estoy haciendo el mo. Un da te traer al cielo y te pondr sobre mi regazo y vers el plan desde mi posicin. Entonces entenders..."

El Doctor MilagrosoUna historia sobre la fe en el poder de Jess de curar lo incurable

Siendo las 6 de la maana, me encontraba otro da ms camino hacia el Hospital de Neoplsicas, centro mdico para enfermos con cncer. Ya habamos visitado en numerosas veces al doctor, y tanto mi hermana como mi madre se encontraban esperando su turno para ser atendidas. Los doctores ya conocan el caso: mi hermana tena un agudo dolor en los senos y un olor ftido por la pus que se estara formando. El caso se iba complicando conforme pasaba el tiempo, y la realidad se haca cada vez ms dura cuando conocamos los resultados de los anlisis. El ltimo da se conocieron los resultados que confirmaron aquella dolorosa realidad que todos en casa ya conocan pero que se resistan a aceptar. Entr mi hermana al consultorio para recibir sus documentos y el diagnstico, y mientras ello ocurra, mi madre se dirigi a una pequea capilla ubicada dentro del mismo hospital a orar por la salud de mi hermana pidiendo por su mejora y su recuperacin. Regres mi madre a la puerta del consultorio para esperar que ella saliera con sus resultados y ayudarla en ese momento pues saba que lo que afrontara mi hermana no sera nada fcil, y le iba a causar un profundo dolor. Al abrirse la puerta del consultorio, mi madre vio a mi hermana salir muy desconcertada con sus documentos en mano por lo que mi madre supuso lo peor . Sin embargo, cuando mi madre se acerc, ella le cont que daba gracias a Dios pues no tena absolutamente nada, que estaba sana, que ni los doctores se explicaban el hecho, pero que ya no tena ningn problema en los senos, que estaba curada. Fue en ese momento, cuando mi madre le pregunt por el doctor que la acompa hasta la puerta, pues tena facciones de extranjero; a lo que mi hermana le respondi que no, que solamente estaba el doctor y la enfermera que siempre la atendan, que nadie la acompao hasta la puerta y que no haba otra persona ms. Pero mi madre si lo haba visto y pudo reconocer finalmente quien era ese hombre: Era Jess. l cur y salv a mi hermana.

Ella ahora tiene 28 aos, es casada, form una linda familia con dos hijos, y hasta ahora, su salud ha permanecido inquebrantable. Jess fue quien la cur de todo mal. Historia real relatada por Edwin Rojas Ramrez (Per)

El huevo y el escorpinUna historia que nos ensea que lo bueno siempre viene de Dios

Cierto da, dos amigos entablaron esta simptica conversacin: - "No es cierto el Evangelio, la prueba la tienes en que se nos dice en l mismo que el Seor afirmo "pedir y recibiris", y yo te puedo asegurar que no es verdad. El otro amigo responda:

- "Te equivocas, Dios nos da siempre lo que pedimos como buen Padre"

- "Qu quieres decir, que lo que yo he pedido no era bueno?". Pues quiero que sepas, que ped aprobar el examen de conducir, de eso dependa que me diesen en la empresa, un puesto de directivo en Alemania, con un alto sueldo, que me permitira mejorar no slo mi vida, si no la de mis hijos, darles unos buenos estudios, es posible, que ahora hallan de conformarse con aprender, un oficio. Te parece que ped algo malo?.

- No estoy seguro, pero lo que s es que si Dios no te lo ha dado es que no era bueno. Estaban casi a punto de discutir los dos amigos cuando la esposa del que no crea ni en la oracin ni en el Evangelio entr en la sala en donde se hallaban stos con un pequeo de unos dos aos. La mujer tena que salir, y dejaba el chiquitn al cuidado del padre.

- Aqu te queda la papilla ya preparada para que se la des y como t eres otro nio; ah te quedan tus pastillas no te olvides de tomarlas. Bes la mujer a su esposo y a su hijito, saludo al amigo y sali de la casa. Al poco tiempo, empez el padre a cumplir el encargo de su esposa; pero el nio quera el tubo de las medicinas y l se lo sacaba de las manos, pese a orlo llorar. Fue entonces cuando su amigo se acerco a l y le dijo: - Tu hijo no debe de calificarte de buen padre, te esta pidiendo ese tubo y tu te empeas en darle la papilla.

- Qu quieres, que mate a mi hijo?; que sabe una criatura lo que quiere?. Yo le doy lo que le conviene nadie lo quiere ms que yo, ni l mismo porque es muy pequeo an.

- Es decir, respondi el amigo, que tu sabes lo que conviene a tu hijo, y Dios no sabe lo que te conviene a ti. Dime: Jess nos dice que, un padre nunca dar a su hijo que pide un huevo un escorpin, pero dime, si el hijo siendo nio chico, como es el tuyo, pide el escorpin en lugar del huevo. deber drselo? - No claro, fue la respuesta, pero yo no ped ningn escorpin. - Tal vez s, pide a Dios que te de la gracia extraordinaria de comprobarlo. Aquella noche, nuestro amigo tuvo un sueo: haba aprobado su examen de conducir, nica condicin para su ascenso, era destinado como directivo a la central de Alemania, y dejaba a su esposa con dos nios. En unos meses la mujer estableca relacin primero de amistad con otros hombres, l por su parte hacia lo mismo. Resultado final: acababan divorcindose, unindose con otro hombre la mujer, y con otra mujer, l. El hijo mayor, que tena 10 aos cuando su padre se march para Alemania, no aceptaba la autoridad del nuevo "esposo" de su madre, y ste por su parte tampoco haca nada por atender y velar a un hijo que no era suyo. El verdadero padre slo lo vea en las vacaciones, y cuando poda pues tena otros hijos. Tiempo despus, el joven empez a consumir drogas y alcohol, hasta que un da falleci a causa de una sobredosis. El protagonista de la historia -acordmonos que l no era creyente- se despert sobresaltado, sudando, con un sudor fri y lleno de pnico; beso amorosamente a su esposa, y le dijo: - Mi amor, cuanto te quiero y cuanto nos quiere Dios a los dos, maana vamos ir a darle gracias, porque no me concedi lo que le ped, porque no me dio el escorpin", La esposa dijo que no entenda lo que deca pero que ya saba que Dios los quera. A la maana siguiente coincidi en Misa con su amigo; se acerco a l y le dijo: - Amigo tenas razn. Haba pedido el escorpin, y Dios me dio el huevo.

El NaufragioEl nico sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequea isla inhabitada. El estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara,y todos los dias revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empez a construir una pequea cabaita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un dia, despues de andar buscando comida, el regreso y encontr la pequea choza en llamas, el humo suba hacia el cielo.Lo peor que haba pasado, es que todas las cosas las haba perdido. El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le deca "Cmo pudiste hacerme esto?" Y se qued dormido sobre la arena.

Temprano de la maana del siguiente da, el escuch asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venian a rescatarlo, y les pregunt, Como saban que yo estaba aqu?. Y sus rescatadores le contestaron..."Vimos las seales de humo que nos hiciste... "

El pequeo Shaya gana un partido de bisbolUn relato sobre como es posible ver la mano de Dios en los dolores y dificultades

En Brooklyn, Nueva York, existe una escuela para nios que tienen lento aprendizaje. Algunos nios pasan ah el resto de su vida escolar, mientras otros pueden ser enviados a otras escuelas convencionales. En una cena del personal de la escuela, estaba el padre de uno de estos nios preparando un discurso. Despus de la cena todo el personal puso atencin en lo que el padre iba a pronunciar. El padre dijo: - "Dnde esta la perfeccin en mi hijo Shaya? Todo lo que Dios hace esta hecho a la perfeccin. Pero mi nio no puede entender cosas que otros nios entienden. Mi nio no puede recordar hechos y figuras que otros nios recuerdan. Dnde esta la perfeccin de Dios?" La audiencia qued sorprendida ante esta pregunta, sobre todo viendo la cara angustiada del padre y murmurando entre ellos. - "Yo creo", continu el padre, "que cuando Dios brinda un nio as al mundo, su perfeccin se muestra en la forma de reaccionar de la gente ante estos nios". Y procedi a contar la siguiente historia acerca de su hijo Shaya. Una tarde Shaya y su padre caminaban en el parque donde algunos nios estaban jugando bisbol. - "Crees que ellos me dejarn jugar?", pregunt Shaya El padre de Shaya saba que su hijo no era para nada un atleta y que los nios no lo querran a l en su equipo. Pero el pap de Shaya entendi que su hijo haba escogido jugar bisbol porque le daba una confortable idea de pertenecer a un grupo de nios "normales". El padre de Shaya llam a uno de los nios en el campo y pregunt si su hijo poda jugar. El chico mir a sus compaeros de equipo. No obteniendo respuesta de sus compaeros, el chiquillo tom la decisin por s mismo y dijo:

- "Estamos perdiendo por 6 carreras y el juego esta en la octava carrera. Yo creo que l puede estar en nuestro equipo y nosotros trataremos de colocarlo en el bate en la novena carrera". El padre de Shaya estaba atnito ante la respuesta del nio y Shaya sonri satisfactoriamente. Shaya slo quera que lo pusieran en una base y as dejara de jugar en corto tiempo justo al final de la octava carrera; pero los nios hicieron caso omiso a lo que Shaya deca, el juego se estaba poniendo bueno, el equipo de Shaya anot de nuevo y ahora estaba con dos "outs" y las bases llenas con el mejor jugador de todos corriendo a base, y Shaya estaba preparado para empezar. Pondra el equipo realmente a Shaya en el bate y dejar as ir la oportunidad de ganar el juego? Sorpresivamente, Shaya estaba tomando el bate. Todos pensaron que todo haba terminado, porque Shaya no saba ni siquiera cmo tomar el bate apropiadamente. De cualquier forma, cuando Shaya estaba parado en el plato, el "pitcher" se movi algunos pasos para lanzar la pelota suavemente para que Shaya pudiera al menos hacer contacto con ella. La primera bola vena y Shaya fall. Uno de sus compaeros de equipo se acerc a Shaya y juntos tomaron el bate y encararon al "pitcher" esperando por la siguiente bola. El "pitcher" volvi a dar unos pasos para lanzarle suavemente la pelota. Cuando el "pitcher" lanz, Shaya y su compaero tomaron el bate, y juntos dieron un golpe lento a la pelota que regres inmediatamente a manos del pitcher. El pitcher tom la pelota y poda fcilmente lanzarla a primera base, "ponchando" a Shaya para que terminara rpidamente de jugar quedando fuera. Sin embargo, el "pitcher" tom la pelota y la lanz lo ms lejos que pudo de primera base. Todos empezaron a gritar: - "Shaya corre a primera, Corre a primera!" Nunca en su vida Shaya haba corrido a primera base. Al tiempo que corra a primera base, el oponente tenia la bola en sus manos. El muchacho poda lanzar la bola a la persona de la segunda base y dejar fuera a Shaya que estaba todava corriendo, pero el oponente entendi las intenciones del "pitcher" y lanz la bola lo ms alto y lejos de la segunda base. Todos gritaron: - "Corre a segunda, corre a segunda!" Shaya corri a segunda base y los dems corredores junto con el corran y le daban nimos para que continuara su carrera a segunda. Cuando Shaya toc la segunda base, otro muchacho del equipo contrario le mostr la direccin de la tercera base y grit: - "Corre a tercera!" Conforme corra a tercera, los nios de los dos equipos ya estaban corriendo junto a l gritando todos a una sola voz:

- "Shaya corre a cuarta!" Shaya corri a cuarta y par justo en el plato de "home" donde todos los 18 nios lo alzaron en sus hombros como un hroe, mientras l disfrutaba como nunca el apoyo de los muchachos. - "Aquel da", -concluy el padre de Shaya suavemente, con lgrimas rodando por sus mejillas- aquellos 18 nios mostraron con un gran nivel la perfeccin de Dios".

Escuchando en silencioUna historia que nos ensea a confiar en el silencio de Dios

Segn una antigua leyenda, haba un hombre llamado Haakon que cuidad una ermita. A ella acuda la gente a orar con mucha devocin. En esta ermita haba una cruz muy antigua. Muchos acudan ah para pedirle a Cristo algn milagro. Un da el ermitao Haakon quiso pedirle un favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodill ante la cruz y dijo: "Seor, quiero padecer por ti. Djame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la Cruz". Y se qued fijo con la mirada puesta en la escultura, como esperando la respuesta. El Seor abri sus labios y habl. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras: "Siervo mo, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condicin." Cul Seor? pregunt con acento suplicante Haakon. Es una condicin difcil? Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda Seor! respondi el viejo ermitao. "Escucha: Suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre". Haakon contest: "Os lo prometo, Seor!" Y se efectu el cambio. Nadie advirti el trueque. Nadie reconoci al ermitao, colgado con los clavos en la Cruz. El Seor ocupaba el puesto de Haakon. Y ste por largo tiempo cumpli el compromiso. A nadie dijo nada, pero un da, lleg un rico, despus de haber orado, dej all olvidada su cartera. Haakon lo vio y call. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas despus y se apropi de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postr ante l poco despus para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvi a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pens que el muchacho se la haba apropiado. El rico se volvi al joven y le dijo iracundo: - "Dame la bolsa que me has robado!"

El joven sorprendido replic: - "No he robado ninguna bolsa!" - "No mientas, devulvemela enseguida!" - "Le repito que no he cogido ninguna bolsa!" El rico arremeti furioso contra l. Son entonces una voz fuerte: - "Detente!" El rico mir hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, grit, defendi al joven, increp al rico por la falsa acusacin. Este qued anonadado y sali de la Ermita. El joven sali tambin porque tena prisa para emprender su viaje. Cuando la ermita qued a solas, Cristo se dirigi a l y le dijo: - "Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio". - "Seor, cmo iba a permitir esa injusticia?" Se cambiaron los oficios. Jess ocup la Cruz de nuevo y el ermitao se qued ante la cruz. El Seor, sigui hablando: "T no sabas que al rico le convena perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tena necesidad de ese dinero e hizo bien en llevrselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para l resultara fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y l ha perdido la vida. T no sabas nada. Yo s s. Por eso callo". Y el seor nuevamente guard silencio. Muchas veces nos preguntamos por qu razn Dios no nos contesta. Por qu razn se queda callado Dios? Muchos de nosotros quisiramos que l nos respondiera lo que deseamos or, pero, Dios no es as. Dios nos responde an con el silencio. Debemos aprender a escucharlo. Su divino silencio son palabras destinadas a convencernos de que, l sabe lo que est haciendo. En su silencio nos dice con amor: confien en M, que s bien lo que debo hacer.

Fe y paraguasUna historia que nos habla sobre la confianza en Dios

En un pueblito de zona rural, se produjo una larga sequa que amenazaba con dejar en la

ruina a todos sus habitantes debido a que subsistan con el fruto del trabajo del campo. A pesar de que la mayora de sus habitantes eran creyentes, ante la situacin lmite, marcharon a ver al cura prroco y le dijeron: - Padre, si Dios es tan poderoso, pidmosle que enve la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situacin. - Est bien, le pediremos al Seor, pero deber haber una condicin indispensable. - Dganos cul es!, respondieron todos. - Hay que pedrselo con fe, con mucha fe, contest el sacerdote. - As lo haremos, y tambin vendremos a Misa todos los das! Los campesinos comenzaron a ir a Misa todos los das, pero las semanas transcurran y la esperada lluvia no se haca presente. Un da, fueron todos a enfrentarlo al prroco y reclamarle: - Padre, usted nos dijo que si le pedamos con fe a Dios que enviara las lluvias, l iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna... - Hijos mios, han ustedes pedido con fe verdadera? - S, por supuesto!, respondieron al unsono. - Entonces, si dicen haber pedido con fe verdadera... por qu durante todos estos das ni uno solo de ustedes ha trado el paraguas?

Huellas en la arenaUna noche tuve un sueo... so que estaba caminando por la playa con el Seor y, a travs del cielo, pasaban escenas de mi vida. Por cada escena que pasaba, percib que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mas y las otras del Seor. Cuando la ltima escena pas delante nuestro, mir hacia atrs, hacia las pisadas en la arena y not que muchas veces en el camino de mi vida quedaban slo un par de pisadas en la arena.

Not tambin que eso suceda en los momentos ms difciles de mi vida. Eso realmente me perturb y pregunt entonces al Seor: "Seor, Tu me dijiste, cuando resolv seguirte, que andaras conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, haba en la arena slo un par de pisadas. No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo ms te necesitaba". Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contest: "Mi querido hijo. Yo te he amado y jams te abandonara en los momentos ms difciles. Cuando viste en la arena slo un par de pisadas fue justamente all donde te cargu en mis brazos".

La vendedora de floresQuerida Mara: A tus hermanas les encanta lo que les contaste en la carta fechada en Londres, da 12 de noviembre del ao 1989,ese sobre contena tambin la carta de felicitacin a mam por su cumpleaos. Decas: La vendedora de flores sonrea; su arrugado rostro resplandeca de gozo. Por impulso tom una de sus flores. -Se ve usted muy feliz est maana- le dije. -Claro!- exclam- Sobran los motivos. Aquella mujer vesta tan pobremente y se vea tan frgil, que su actitud me intrig. -Sobrelleva sus problemas admirablemente - la elogi. Ella me explic entonces: -Cuando crucificaron a Cristo, el Viernes Santo, fue el da ms triste de la historia. Y tres das despus, l resucit. Por eso, yo he aprendido a esperar tres das siempre que algo me aflige. Las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese tiempo. Segua sonriendo al despedirse de m. Sus palabras me vienen a la mente cada vez que estoy en dificultades: Hay que esperar tres das.

Escrito de Ernesto Garca Lechuga

Los instrumentosHubo hace ya cierto tiempo, un taller en el que se elaboraban distintos instrumentos musicales. Un da al dar las doce, se reunieron entre ellos; para hablar de su destino. Estaban un poco cansados de los msicos, y la mayora se sentan utilizados. Yo (dijo el clarinete), soy el que produce la msica, gracias a mis pistones. Mis llaves, mis boquillas, y a quien le aplauden, quien se lleva el mrito el msico, el hombre que lo nico que hace es meterme su aliento?; pues se acabo, a partir de ahora, yo propongo que rechacemos a los msicos, no los necesitamos, la msica somos nosotros, compaeros. El flautn. Corroboro lo dicho por el clarinete, pero aadi, que ya era hora de que la gente dijese; Que hermosa sinfona ha tocado este flautn; o el instrumento que fuese, y no que bien ha ejecutado esta obra el profesor Tal o Cual. Le toco el turno a la guitarra, y aconsejo hiciesen una huelga general. Todos lo aprobaron. Por fin los hombres se iban enterar, sin ellos no habra msica. Y as fue, cuando un msico intentaba tomar en sus manos un clarinete, un flautn, o cualquier otro tipo de instrumento musical este se le resbalaba de las manos. O le hera los labios. Nadie se explicaba el por que suceda aquello. Pero lo cierto es que todos los conciertos hubieron de ser suspendidos. Los instrumentos estaban felices, por fin se hara justicia. Pero cuando intentaron producir ellos mismos la msica vieron que nada sala de ellos. Empezaron a moverse de un lado para otro; a rodar, pero slo hacan ruido. Sin embargo los hombres, los msicos, seguan produciendo msica, lo hacan batiendo palmas. O chasqueando dedos, o silbando, o tocando piedras unas con otras o, ...; los pobres instrumentos musicales. Se dieron cuenta pero ya era demasiado tarde, de que la msica no la producan ellos, la tenan los profesores msicos en el alma, y con sus manos o su aliento se la comunicaban, ellos haban tenido la oportunidad; de participar de esa gloria pero por soberbia, por orgullo, no haban querido, sin los msicos slo eran unos trastos intiles. En el taller se oy una voz humana. profesor que hacemos con los antiguos instrumentos; los echamos al fuego, total solo son un estorbo?. Un estremecimiento sacudi, las almas de metal y de madera; un aliento contenido. La voz humana respondi; Por esta vez, dejadlos, quiero ver si podemos: utilizarlos de nuevo, yo era el que tocaba el clarinete, y le tena cario, era un buen instrumento, con l he interpretado sinfonas bellsimas; no se porque paso lo que paso.

Desde aquel da los instrumentos; cumplieron su oficio el de ser instrumentos; slo eso. Y volvieron a llenar los teatros. Y se alegraron y sintieron como propios los aplausos dedicados a los msicos. A los nicos que los merecan. Haban comprendido que sin ellos no eran nada. Nosotros tambin somos instrumentos en las manos de Dios. En sus manos elaboraremos las ms bellas sinfonas. Si nos da por hacer el burro, y pretender ir solos, solo haremos ruido.

Mecnico del almaUna vez iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su auto comenz a detenerse hasta quedar esttico. El hombre baj, lo revis, trat de averiguar qu era lo que tena. Pensaba que pronto podra encontrar el desperfecto que tena su auto pues haca muchos aos que lo conduca; sin embargo, despus de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba la falla del motor. En ese momento apareci otro auto, del cual baj un seor a ofrecerle ayuda. El dueo del primer auto dijo: -Mira este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que t sin ser el dueo puedas o sepas hacer algo. El otro hombre insisti con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo: -Est bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto. El segundo hombre ech manos a la obra y en pocos minutos encontr el dao que tena el auto y lo pudo arrancar. El primer hombre qued atnito y pregunt: -Cmo pudiste arreglar el fallo si es MI auto? El segundo hombre contest: -Vers, mi nombre es Felix Wankel... Yo invent el motor rotativo que usa tu auto.

Cuntas veces decimos: Esta es MI vida; Este es MI destino, esta es MI casa... Djenme a m, slo yo puedo resolver el problema!. Al enfrentarnos a los problemas y a los das difciles creemos que nadie nos podr ayudar pues "esta es MI vida". Pero... Te voy a hacer una pregunta: Quin hizo la vida? Quin hizo el tiempo? Quin cre la familia? Slo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida. Te doy sus datos por si alguna vez necesitas un buen "mecnico": Nombre del mecnico del alma: DIOS. Direccin: El Cielo. Horario: 24 horas al da, 365 das al ao por toda la eternidad. Garanta: Por todos los siglos. Respaldo: Eterno. Telfono: No tiene. Pero basta con que pienses en l con fe, adems de que esta lnea no est nunca ocupada...

Mensaje de JessUna historia que nos invita a confiar plenamente en Jess Por que te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Djame el cuidado de todas tus cosas y todo te ir mejor. Cuando te abandones en m todo se resolver con tranquilidad segn mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oracin agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tu deseos. Cierra tus ojos del alma y dime con calma: "Jess yo en ti confo". Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder despus. No estropees mis planes, querindome imponer tus ideas. Djame ser Dios y actuar con libertad. Abandnate confiadamente en m. Reposa en m y deja en mis manos tu futuro.

Dime frecuentemente: "Jess, yo confo en ti". Lo que ms dao te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuado me dices: Jess, yo confo en ti, no seas como el paciente que le pide al mdico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Djate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oracin, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confa. Contina dicindome a toda hora: "Jess yo confo en ti". Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones intiles. Las fuerzas de la oscuridad quieren eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confa solo en M, abandnate en M. As que no te preocupes, echa en M todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jess yo confo en Ti y vers grandes milagros. Te lo prometo por Mi AMOR.

Paseando en bicicleta con DiosUna historia que nos invita a darle a Dios el timn de nuestra vida

Al principio vea a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que haca mal, como para ver si mereca el cielo o el infierno cuando muriera. Era como un presidente, reconoca su foto cuando la vea, pero realmente no lo conoca. Pero luego reconoc a mi poder superior, pareca como si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos, y not que Dios viajaba atrs y me ayudaba a pedalear. No s cuando sucedi, no me di cuenta cuando fue que El sugiri que cambiramos lugares, pero mi vida no ha sido la misma desde entonces... mi vida con Dios es muy emocionante. Cuando yo tena el control, yo saba a donde iba. Era un tanto aburrido pero predecible. Era la distancia ms corta entre dos puntos. Pero cuando El tom el liderazgo, las cosas cambiaron asombrosamente, y para bien. El conoca otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montaas, a travs de lugares con paisajes, velocidades increbles. Lo nico que poda hacer era sostenerme, aunque pareciera una locura, l solo me deca: "pedalea". Me preocupaba y ansiosamente le preguntaba: a donde me llevas?. l solo sonrea y no me contestaba, as que comenc a confiar en l. Me olvid de mi aburrida vida y comenc una aventura, y cuando yo deca "estoy asustada", l se inclinaba un poco para atrs y tocaba mi mano. l me llev a conocer gente con dones, dones de sanidad y aceptacin, de gozo. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje. Nuestro viaje, de Dios y mo.

Y all bamos otra vez. El me dijo: "comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra". Y as lo hice, a la gente que conocimos, encontr que en el dar yo reciba y mi carga era ligera. No confi mucho en l al principio, en darle control de mi vida. Pens que la echara a perder, pero l conoca cosas que yo no acerca de andar en bici: "secretos". l saba como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para librar obstculos llenos de piedras, inclusive volar para evitar horribles caminos. Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los ms extraos lugares, y estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increble y deliciosa compaa de mi Dios. Y cuando estoy seguro de que ya no puedo ms, l solo sonre y me dice: "PEDALEA"

Saciar la sedCuenta una leyenda oriental que un hombre buscaba en el desierto agua para saciar su sed. Despus de mucho caminar, ya muy fatigado, con la boca reseca, el peregrino descubre por fin las aguas de un arroyo. Pero, al arrojarse sobre la corriente, su boca encuentra slo arena abrasadora. Vuelta a caminar, leguas y leguas; su sed y su cansancio van en aumento. Por fin, ya oye el rumor del agua. Se divisa en la lejana un ro caudaloso, ancho; ya toman sus manos el lquido tan ansiado, pero de nuevo era slo arena. Ms andar an, con la lengua fuera, como un perro sediento. Hasta que de nuevo se oye rumor de aguas de una fuente. Su chorro cristalino forma un gran charco. Pero slo la decepcin responde a la sed del caminante. Y con renovado afn se lanza al desierto. Atraviesa montes, valles, y slo halla soledad y aridez. No hay agua, ni rastro... Un da le sorprende un viento de humedad; all, a lo lejos, parece que el mar inmenso brilla ante sus ojos. El agua es amarga, pero es agua. Al hundir su cabeza ansiosa entre las olas, no hace sino sumergirse en un fango que no est originado por el agua. El peregrino entonces se detiene; se acuerda de su madre, que tanto sufrir por l cuando sepa de su muerte. Las lgrimas vienen a sus ojos, resbalan y caen en el cuenco de sus manos, y entonces le permiten saciar su sed.

Algo parecido nos sucede a todos a veces, despus de haber tratado en vano de apagar nuestra ansia en tantas fuentes engaosas, que descubrimos al fin que en las lgrimas de contricin y el arrepentimiento por nuestras errores est el agua que puede remediar nuestra sed.

Testimonio: Dios salv a mi pequea Laura!Una historia sobre la infinita misericordia de Dios

El sbado 26 por la tarde, sent la imperiosa necesidad de contarles algo que tena muy escondido dentro de mi corazn. Fue tan grande la emocin que sent al recordarlo, que en mi interior promet a Jess que se los contara. Pens en esa frase tan importante del Evangelio: "no debemos callar lo que hemos visto y odo" : Sucedi hace diez aos, cuando mi hija Laura Victoria tena tan solo cinco. Una tarde de invierno al regresar del taller de pintura sobre tela, mi hija jugando con una amiga, se haba golpeado su cara con el filo de la cama. La encontr cubriendo su naricita con un pauelo lleno de sangre; el golpe haba sido reciente. Mi esposo estaba tenso y muy preocupado. La llev a la clnica, me dieron las rdenes para que le sacara radiografas y que volviera por la tarde. Para ese entonces mi hijita casi no reaccionaba de la fiebre alta que tena. A mi regreso, uno de los pediatras me dijo que tena el tabique quebrado, y que lo mejor era que un otorrino la evaluara. Saqu tuno y regres. Era una doctora; le coment lo del golpe, llev las radiografas y le dije de la fiebre. Ella me dijo que el golpe no era grave y que la fiebre era producto de alguna enfermedad que estaba encubando. Todava lo recuerdo y se me llenan los ojos de lgrimas. La doctora no me prest mucha atencin, es como si estuviera molesta porque yo crea que la fiebre era consecuencia del golpe. Regres a casa con mi pobre hija, la recost y estuvo con fiebre toda la noche y durante el da siguiente. Yo lloraba tanto que no saba que hacer; mi esposo casi no hablaba del miedo y la desesperacin. Al anochecer llegaron a casa dos amigas, una de ellas su madrina. Vieron a Laurita en cama, con fiebre, sin hablar, como si fuese un trapito. En ese momento agarr a mi hijita, me sent en un silln y a ella sobre mis piernas. Mis amigas y yo pusimos las manos sobre ella y empezamos a rezar el Padrenuestro... en ese preciso momento brot sangre de la nariz, automticamente la fiebre ces y entonces llor de alegra. Dios mo muchos pensarn que quizs fue una casualidad, pero yo que lo viv creo que Dios obr con su infinita Misericordia y dio a nuestra hija otra oportunidad. No soy mdica ni entendida en la materia, pero s que ac nicamente Dios san a mi hija. Porque lo call tanto tiempo?... quizs Dios quera que hoy era el momento para contrselo a alguien, y alguien son ustedes. Solo Dios sabe la emocin que en stos momentos tengo, l conoce mi corazn agradecido. El 10 de Enero Laura Victoria cumpli sus 15 aos, la agasajamos con un cumpleaos como ella quiso: sencillo, con sus amigos, familiares y nuestros mejores amigos. ramos 50. Ese da la llev a la Capilla "Nuestra Seora de Lourdes" y frente a la "Sacrista" le agradecimos a

Dios por el Don de la Vida. Y este amigos es nuestro testimonio, hoy me doy cuenta de lo valioso que es, y por supuesto que hay otros. Solo debemos hacer memoria de todos los sucesos de nuestra vida y seguramente muchas veces Dios obr, nos acompao, y a lo mejor no nos dimos cuenta. Era importante para m, como mam dar ste testimonio. Gracias, espero no haberlos aburrido pero sent la necesidad de que ustedes supieran esto. Hasta siempre, Miriam.

Tres rboles sueanrase una vez, en la cumbre de una montaa, tres pequeos rboles amigos que soaban en grande sobre lo que el futuro deparaba para ellos. El primer arbolito mir hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. Yo ser el bal de tesoros mas hermoso del mundo". El segundo arbolito observ un pequeo arroyo en sus camino hacia el mar y dijo: "Yo quiero viajar a travs de mares inmensos y llevar a reyes poderosos sobre mi. Yo ser el barco mas importante del mundo". El tercer arbolito mir hacia el valle y vio a hombres agobiados de tantos infortunios, fruto de sus pecados y dijo: "Yo no quiero jamas dejar la cima de la montaa. Quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se detenga a mirarme, levantarn su mirada al cielo y pensaran en Dios. Yo ser el rbol mas alto del mundo".Los aos pasaron. Llovi, brill el sol y los pequeos rboles se convirtieron en majestuosos cedros. Un da, tres leadores subieron a la cumbre de la montaa. El primer leador mir al primer rbol y dijo: "Qu rbol tan hermoso!", y con la arremetida de su brillante hacha el primer rbol cay. "Ahora me debern convertir en un bal hermoso, voy a contener tesoros maravillosos", dijo el primer rbol. Otro leador mir al segundo rbol y dijo: "Este rbol es muy fuerte, es perfecto para mi!". Y con la arremetida de su brillante hacha, el segundo rbol cay. "Ahora deber navegar mares inmensos", pens el segundo rbol, "Deber ser el barco mas importante para los reyes mas poderosos de la tierra". El tercer rbol sinti su corazn hundirse de pena cuando el ltimo leador se fij en el. El rbol se par derecho y alto, apuntando al cielo. Pero el leador ni siquiera mir hacia arriba, y dijo: "Cualquier rbol me servir para lo que busco!". Y con la arremetida de su brillante hacha, el tercer rbol cay.

El primer rbol se emocion cuando el leador lo llev al taller, pero pronto vino la tristeza. El carpintero lo convirti en una mero pesebre para alimentar las bestias. Aquel rbol hermoso no fue cubierto con oro, ni contuvo piedras preciosas. Fue solo usado para poner el pasto. El segundo rbol sonri cuando el leador lo llev cerca de un embarcadero. Pero no estaba junto al mar sino a un lago. No haban por all reyes sino pobres pescadores. En lugar de convertirse en el gran barco de sus sueos, hicieron de el una simple barcaza de pesca, demasiado chica y dbil para navegar en el ocano. All qued en el lago con los pobres pescadores que nada de importancia tienen para la historia.. Pas el tiempo. Una noche, brill sobre el primer rbol la luz de una estrella dorada. Una joven puso a su hijo recin nacido en aquel humilde pesebre. "Yo quisiera haberle construido una hermosa cuna", le dijo su esposo... La madre le apret la mano y sonri mientras la luz de la estrella alumbraba al nio que apaciblemente dorma sobre la paja y la tosca madera del pesebre. "El pesebre es hermoso" dijo ella y, de repente, el primer rbol comprendi que contena el tesoro mas grande del universo. Pasaron los aos y una tarde, un gentil maestro de un pueblo vecino subi con unos pocos seguidores a bordo de la vieja barca de pesca. El maestro, agotado, se qued dormido mientras el segundo rbol navegaba tranquilamente sobre el lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta se abati sobre ellos. El segundo rbol se llen de temor pues las olas eran demasiado fuertes para la pobre barca en que se haba convertido. A pesar de sus mejores esfuerzos, le faltaban las fuerzas para llevar a sus tripulantes seguros a la orilla. Naufragaba!. que gran pena, pues no serva ni para un lago!. Se senta un verdadero fracaso. As pensaba cuando el maestro, sereno, se levanta y, alzando su mano dio una orden: "calma". Al instante, la tormenta le obedece y da lugar a un remanso de paz. De repente el segundo rbol, convertido en la barca de Pedro, supo que llevaba a bordo al rey del cielo, tierra y mares. El tercer rbol fue convertido en sendos leos y por muchos aos fueron olvidados como escombros en un oscuro almacn militar. Qu triste yaca en aquella penuria inutil, qu lejos le parecia su sueo de juventud! De repente un viernes en la maana, unos hombres violentos tomaron bruscamente esos maderos. El tercer rbol se horroriz al ser forzado sobre las espaldas de un inocente que haba sido golpeado sin misericordia. Aquel pobre reo lo carg, doloroso, por las calles ante la mirada de todos. Al fin llegaron a una loma fuera de la ciudad y all le clavaron manos y pies. Quedo colgado sobre los maderos del tercer rbol y, sin quejarse, solo rezaba a su Padre mientras su sangre se derramaba sobre los maderos. el tercer rbol se sinti avergonzado, pues no solo se senta un fracasado, se senta adems cmplice de aqul crimen ignominioso. Se senta tan vil como aquellos blasfemos ante la vctima levantada. Pero el domingo en la maana, cuando al brillar el sol, la tierra se estremeci bajo sus maderas, el tercer rbol comprendi que algo muy grande haba ocurrido. De repente todo haba cambiado. Sus leos baados en sangre ahora refulgan como el sol. Se llen de felicidad y supo que era el rbol mas valioso que haba existido o existir jams pues aquel hombre era el rey de

reyes y se vali de el para salvar al mundo! La cruz era trono de gloria para el rey victorioso. Cada vez que la gente piense en l recordarn que la vida tiene sentido, que son amados, que el amor triunfa sobre el mal. Por todo el mundo y por todos los tiempos millares de rboles lo imitarn, convirtindose en cruces que colgarn en el lugar mas digno de iglesias y hogares. As todos pensarn en el amor de Dios y, de una manera misteriosa, lleg a hacerse su sueo realidad. El tercer rbol se convirti en el mas alto del mundo, y al mirarlo todos pensarn Dios.

Un suave estruendoHaba una vez un hombre que desafi a Dios para ver si de l reciba alguna respuesta. "Dios, arde la zarza como hiciste con Moiss y te seguir! Derrumba las paredes como hiciste con Josu y pelear! Calma la tempestad como hiciste en Galilea y te escuchar!" Y as el hombre fue y se sent cerca de un arbusto, al lado de una pared levantada muy cerca del mar y esper a que Dios le contestase. Y Dios escuch al hombre, as que le respondi. Envi fuego, pero no para el arbusto, sino para la Iglesia. Derrumb una pared, pero no de ladrillo, sino de pecado. Calm la tempestad, pero no en el mar, sino en el alma. Y Dios esper a que el hombre le contestase. Y esper Y esper Y esper Pero como el hombre estaba prestando atencin a arbustos, no a corazones; a ladrillos, no a vidas; a mares y no a almas, pens que Dios no haba hecho nada. Finalmente mir a Dios y le pregunt, "Has perdido tu poder?" Y Dios lo mir y le respondi, "Has perdido el odo?" Una historia de Max Lucado

An habla Dios con nosotros?Una historia sobre como siendo obedientes a Dios y a sus planes contribuimos a la felicidad de otros

Un joven fue a una reunin de estudio bblico en la casa de un matrimonio amigo. El matrimonio dividi el estudio entre or a Dios y obedecer la palabra del Seor. El joven no poda dejar de querer saber si "Dios an habla con las personas". Despus de la reunin, el sali para tomar un caf con los amigos que estaban ah para discutir un poco mas sobre el mensaje de esa noche. De formas diversas ellos hablaban como Dios haba conducido sus vidas de maneras tan diferentes. Eran aproximadamente las 10 de la noche cuando el joven se despidi de sus amigos y comenz a dirigirse a su casa. Sentado en su automvil, comenz a pedir: "Dios! Si an hablas con las personas, habla conmigo. Yo te escuchare. Har todo para obedecerte". Mientras conduca por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extrao, como si una voz hablase dentro de su cabeza: "Para y compra un litro de leche". El movi su cabeza y dijo en alto: Dios, eres tu Seor?. No obtuvo respuesta y continuo dirigindose para su casa. Sin embargo, nuevamente, surgi el pensamiento: "compra un litro de leche". El joven pens en Samuel y como el no reconoci la voz de Dios, y como Samuel corri hacia l. -Muy bien, Dios!, dijo el joven en vos alta. Te obedecer y voy comprar la leche. Esto no parece ser una prueba de obediencia muy difcil. Total, l podra tambin usar la leche. As que par, compr la leche y reinici su camino a casa. Cuando pasaba por la sptima avenida, nuevamente sinti un pedido: "gira en aquella calle". Esto es una locura, pens, y paso de largo el retorno. Nuevamente sinti que debera haber girado en la sptima avenida. En el siguiente retorno, gir y se dirigi por la sptima avenida. Medio bromeando, dijo en voz alta: "Muy bien, Dios. Lo har". Sigui avanzando por algunas cuadras cuando de repente sinti que deba parar. Se detuvo y mir a su alrededor. Era un rea mixta comercial y residencial. No era la mejor rea, mas tambin no era la peor de la vecindad. Los establecimientos estaban cerrados y la mayora de las casas estaban a oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una del otro lado de la calle, y que estaba cerca. Nuevamente, sinti algo: "ve y dale la leche a las personas que estn en aquella casa del otro lado de la calle". El joven mir la casa. Comenz a abrir la puerta del coche, pero se volvi a sentar. "Seor, esto es una locura. Cmo puedo ir a una casa extraa en medio de la noche?". Una vez mas, sinti que debera ir a dar la leche. Finalmente, abri la puerta. - Muy bien, Dios, si eres el Seor, ir y entregare la leche a aquellas personas. Si el Seor quiere que yo parezca un idiota, muy bien. Yo quiero ser obediente. Pienso que esto va a contar para algo; sin embargo, si ellos no responden inmediatamente, me ir en el mismo acto. Atraves la calle y toco la campanilla. Pudo or un barullo viniendo desde dentro, parecido al llanto de una criatura. La voz de un hombre son alto:

- Quien esta ah? Que quiere?". La puerta se abri antes de que el joven pudiese huir. De pie, estaba un hombre vestido de jeans y camiseta. Tenia un olor extrao y no pareca feliz de ver a un desconocido de pie en la puerta de su casa. - Que pasa?, le pregunt al jove. ste no dijo nada y slo le entreg la botella con leche. Luego le dijo: "compre esto para ustedes". El hombre tomo la leche y corri adentro hablando alto. Despus, una mujer pas por el corredor cargando la leche en direccin a la cocina. El hombre la segua sosteniendo en brazos una criatura que lloraba. Lgrimas corran por el rostro del hombre y luego comenz a hablar, medio sollozando: - "Nosotros oramos. Tenamos muchas cuentas que pagar este mes y nuestro dinero se haba acabado. No tenamos mas leche para nuestro bebe. Apenas rec le ped a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche". Su esposa grit desde la cocina: "Ped a Dios que me mandara un ngel con un poco... Usted es un ngel? El joven tom su cartera y sac todo el dinero que haba en ella y lo coloc en las manos del hombre. Se dio media vuelta y se fue a su vehculo, mientras las lgrimas corran por sus mejillas. l experiment que Dios todava responde los pedidos justos y verdaderos.

Por qu no hiciste nada?Se hallaba un sacerdote sentado en su escritorio junto a la ventana, preparando un sermn sobre la providencia. De pronto oy algo como una explosin, y a continuacin vio cmo la gente corra enloquecida de un lado para otro, y supo que haba reventado una presa, que el ro se haba desbordado y que la gente estaba siendo evacuada. El sacerdote comprob que el agua haba alcanzado ya la calle en la que l viva y tuvo cierta dificultad en no dejarse dominar por el pnico. Pero consigui decirse a s mismo: "Aqu estoy yo, preparando un sermn sobre la Providencia y se me ofrece la oportunidad de practicar lo que predico. No debo huir como los dems, sino quedarme aqu y confiar en que la providencia de Dios me ha de salvar." Cuando el agua llegaba ya a la altura de su ventana, pas por all una lancha llena de gente: "Suba Padre", le gritaron. "No, hijos mos", respondi el sacerdote lleno de confianza, "yo confo en que me salve la providencia de Dios." El sacerdote subi al tejado y, cuando el agua lleg hasta all, pas otra lancha que volvi a insistirle en que subiera, pero l volvi a negarse. Entonces se subi a lo alto del campanario, y cuando el agua le llegaba ya a las rodillas, lleg un helicptero y ofreci llevarlo. "Muchas gracias", contest el sacerdote sonriendo tranquilamente, "pero yo confo en que Dios en su infinita providencia me salvar." Cuando el sacerdote se ahog y fue al cielo, lo primero que hizo fue reclamarle a Dios: "Yo confiaba en ti. Por qu no hiciste nada para salvarme?". "Bueno", le contest Dios, "la verdad es que te mand dos lanchas y un helicptero. no lo recuerdas?".

ES USTED LA ESPOSA DE DIOS?UN NIO DE 10 AOS, DESCALZO Y TEMBLANDO DE FRIO, APUNTABA A TRAVS DE LA VITRINA DE UNA ZAPATERA. UNA SEORA SE ACERCO AL NIO Y LE DIJO: "MI PEQUEO AMIGO, QU ESTAS MIRANDO CON TANTO INTERS EN ESA VENTANA?". "LE ESTABA PIDIENDO A DIOS QUE ME DIERA UN PAR DE ZAPATOS", FUE LA RESPUESTA DEL NIO. LA SEORA LO TOMO DE LA MANO Y LO ADENTRO EN LA TIENDA, LE PIDI AL EMPLEADO QUE LE DIERA MEDIA DOCENA DE PARES DE CALCETINES PARA EL NIO. PREGUNTO SI PODRA DARLE UN RECIPIENTE CON AGUA Y UNA TOALLA. EL EMPLEADO RPIDAMENTE LE TRAJO LO QUE PIDI. ELLA SE LLEVO AL NIO A LA PARTE TRASERA DE LA TIENDA SE QUITO LOS GUANTES Y LE LAVO LOS PIES AL NIO, SE LOS SECO CON LA TOALLA. PARA ENTONCES EL EMPLEADO LLEGO CON LOS CALCETINES. LA SEORA LE PUSO UN PAR DE LOS CALCETINES AL NIO Y LE COMPRO UN PAR DE ZAPATOS. JUNTO EL RESTO DE PARES DE CALCETINES Y SE LOS DIO AL NIO. ELLA ACARICIO AL NIO EN LA CABEZA Y LE DIJO: "NO HAY DUDA PEQUEO AMIGO QUE TE SIENTES MAS CMODO AHORA!". MIENTRAS ELLA DABA LA VUELTA PARA IRSE EL NIO LA ALCANZO DE LA MANO, MIRNDOLA CON LAGRIMAS EN LOS OJOS CONTESTO CON ESTAS PALABRAS: "ES USTED LA ESPOSA DE DIOS?".

El amor maduroAnte los padres ancianos Hoy te desesperas porque tus padres estn viejos y achacosos. Se han convertido en una intromisin en tu apretada agenda, en una vergenza cuando estas con tus amigos. Comprende. Ahora tus padres estn viejos. Es tu oportunidad de reflexionar y crecer en el amor. Los he puesto en tus manos para que aprendas a amar. El problema no son ellos. Eres tu que has olvidado de lo que es amar. Se te ha endurecido el corazn y ahora es el momento de recapacitar. Ahora te llamo al amor para con ellos. El amor todo lo vence. Si ellos derraman su comida sobre su ropa, si les cuesta atarse los zapatos. As fuiste tu y ellos te amaron. Si les cuesta hablar y repiten lo mismo. As fuiste tu y ellos te amaron. Si tienen sus manas y sus achaques. Recuerda, as fuiste tu y te amaron.

Si te parecen intiles y si no comprenden las nuevas tecnologas. Recuerda as fuiste tu y ellos te amaron. Si caminan muy despacio y sacarlos a pasear requiere de tu paciencia. Recuerda, as fuiste tu y ellos te amaron. Si se hacen las necesidades en la cama. Recuerda as fuiste tu y te amaron. Si te gritan y se incomodan sin razn, recuerda los lloriqueos que ellos soportaron de ti. Todo por amor. Si te dicen que no quieren vivir. Comprende. Solo te estn demostrando su dolor y frustracin porque sienten ser una molestia en tu vida. Es tu oportunidad para demostrarles con tu amor que ellos son mas bien un don porque los amas. Ellos te estn enseando a amar. Recuerda, no hace mucho fuiste pequeo y ellos estuvieron a tu lado. Las mismas cosas de que te quejas las hiciste tu y ellos lo comprendieron todo. sabes por qu? porque te amaron. La misin de tus padres contigo no ha terminado. Yo me serv de ellos para darte vida y formarte en un hombre adulto, ahora te los pongo en tus manos para que te liberes de ti mismo y entres en la madurez del amor. No temas. Yo estoy a tu lado. Aprende a interpretar lo que te digan a la luz de mis enseanzas y tendrs paz. Tu Seor y Salvador, Jesucristo

QU ES EL AMOR?Uno chico pregunt: -Maestra... qu es el amor? La maestra sinti que la criatura mereca una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta. Como ya estaban en hora de recreo, pidi a sus alumnos que dieran una vuelta por el campo de la escuela y trajesen lo que ms despertase en ellos el sentimiento del amor. Los chicos salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo: -Quiero que cada uno muestre lo que trajo consigo. El primer alumno respondi: -Yo traje esta flor: no es linda? El segundo alumno dijo:

-Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de sus alas: la voy a colocar en mi coleccin. El tercer alumno complet: -Yo traje este pichn de pajarito que se cay del nido no es gracioso? Y as los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que haban recogido en el patio. Terminada la exposicin, la maestra not que una de las nias no haba trado nada y que haba permanecido quieta durante todo el tiempo. Se senta apenada porque no haba trado nada. La maestra se dirigi a ella y le pregunt: Muy bien: y vos? no has encontrado nada? La criatura, tmidamente, respondi: -Disculpe, maestra... Vi la flor y sent su perfume; pens en arrancarla pero prefer dejarla para otros tambin la puedan gozar. Vi tambin la mariposa, con su bellos colores, pero pareca tan feliz que prefer dejarla libre. Vi tambin el pichoncito cado entre las hojas, pero... su mam volaba cercana y prefer dejarlos juntos... Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensacin de libertad de la mariposa y la gratitud de la madre del pajarito. Cmo puedo mostrar lo que traje? La maestra agradeci a la alumna y le dio la nota mxima, considerando que haba sido la nica que logr percibir que slo podemos traer el amor en el corazn.

LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDOEl maestro pide a los alumnos que compongan una lista de las 7 maravillas del mundo. Mas tarde pidi lean su lista. A pesar de algunos desacuerdos, la mayora vot por lo siguiente: 1. Las Pirmides de Egipto 2. El Taj Mahal 3. El Canal de Panam 4. El Empire State 5. La Baslica de San Pedro 6. La Muralla China El maestro buscaba consenso para la sptima maravilla cuando not que una estudiante permaneca callada y no haba entregado an su lista, as que le pregunt si tena problemas para hacer su eleccin. La muchacha tmidamente respondi: "Si, un poco" no poda decidirme, pues son tantas las maravillas..... El maestro le dijo: "Dinos lo que has escrito, tal vez podamos ayudarte" La muchaca, titube un poco y finalmente ley: "Creo que las siete maravillas del Mundo son: 1. Poder pensar

2. Poder hablar 3. Poder actuar 4. Poder escuchar 5. Poder servir 6. Poder rezar 7. Y la mas importante de todas..... poder amar Despus de ledo esto, el saln qued en absoluto silencio.... Es muy sencillo para nosotros poder ver las obras del hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios hace en nosotros con su gracia y que cada uno debe desarrollar. Usted fue creado por Dios para ser una maravilla!

Cicatrices de AmorEn un da caluroso de verano en el sur de la Florida un nio decidi ir a nadar en la laguna detrs de su casa. Sali corriendo por la puerta trasera, se tir en el agua y nadaba feliz. No se daba cuenta de que un cocodrilo se le acercaba. Su mam desde la casa miraba por la ventana, vio con horror lo que suceda. Enseguida corri hacia su hijo gritndole lo ms fuerte que poda. Oyndole, el nio se alarm y vir nadando hacia su mam. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mam agarr al nio por sus brazos justo cuando el caimn le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazn. El cocodrilo ms fuerte pero la mam era mucho ms apasionada y su amor no lo abandonaba. Un seor que escuch los gritos se apresur hacia el lugar con una pistola y mat al cocodrilo. El nio sobrevivi y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aun pudo llegar a caminar. Cuando sali del trauma un periodista le pregunt si le quera ensear las cicatrices de sus pies. El nio levant la colcha y se las mostr. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y sealando hacia las cicatrices en sus brazos le dijo: "Pero las que usted debe ver son estas". Eran las marcas de las uas de su mam que haban presionado con fuerza. "las tengo porque mam no me solt y me salv la vida"

CON AMOR La justicia con Amor te hace justo, sin Amor te hace duro. La amabilidad con Amor te hace amable, sin Amor te hace hipcrita. La inteligencia con Amor sirve a la razn, sin Amor te hace cruel. La agudeza con Amor te hace capaz de adquirir la verdad, sin Amor te hace agresivo. La autoridad con Amor te hace gua y protector, sin Amor te hace dspota.

La amistad con Amor te hace generoso, sin Amor te hace interesado. El apostolado con Amor te hace servicial, sin Amor te da una excusa para lucirte. La alegra con Amor te ayuda a ver a Dios en todo, sin Amor te hace un bufn. La libertad con Amor te hace capaz del mayor bien, sin Amor te hace un abusador. Tus xitos con Amor te hacen crecer, sin Amor te hacen orgulloso. Tus enseanzas con Amor te hacen maestro, sin Amor te hacen arrogante. LA VIDA CON AMOR, LO ES TODO; SIN AMOR, NO VALE NADA..

COMO DI DAD: LA CLAVE PARA UN NUEVO MUNDOUn da, un hombre sabio y piadoso clam al cielo por una respuesta. El hombre aquel encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para lograr que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz. La pregunta que hacan era: Cul es la clave, Seor, para que el mundo viva en armona? Entonces, los cielos se abrieron y despus de un magnfico estruendo, la voz de Dios les dijo: "C-O-M-O-D-I-D-A-D". Los misioneros se miraban sorprendidos y extraados al escuchar tal afirmacin del mismo Dios. El hombre sabio y piadoso pregunt de nuevo: Comodidad Seor?, qu quieres decir con eso?. Dios respondi: "No habis entendido porque interpretis muy rpido. La clave para un mundo nuevo y feliz ya os la di una vez por todas con el ejemplo de mi vida y mi muerte: Como di, dad. Es decir, as como yo entregu mi vida al Padre por todos, entregadla tambin ustedes. Sigamos la clave de Cristo: Como d, dad!

CUANTO TE AMA DIOS! Si Dios tuviera un refrigerador, tu fotografa estara pegada a su puerta. Si El tuviera una billetera, llevara en ella tu foto. El te enva flores cada primavera. El te regala un amanecer soleado cada maana. Las veces que deseas hablar, El te escucha. El puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligi ... tu corazn. Reconcelo amigo. El est loco por ti!

Dios no prometi das sin dolor, risas sin penas, sol sin lluvias, pero prometi fortaleza para el da, consuelo para las lgrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que muri por ti. Ahora mismo, abre tu corazn y djate amar por Dios

CUATRO GRANDES LECCIONES1 La Leccin Ms Importante: Ama Durante el segundo mes de escuela de enfermeras, nuestro profesor nos dio un examen de sorpresa. Yo era una estudiante concienzuda y haba encontrado todas las preguntas fciles hasta leer la ltima: "Cual es el primer nombre de la mujer que limpia la escuela?" Indudablemente esto era un chiste. Yo haba visto a la seora varias veces. Era alta, triguea, y en sus cincuentas, pero como podra saber su nombre? Entregu mi papel dejando la ltima pregunta en blanco. Un poco antes que terminara la clase, un estudiante pregunt si la ltima pregunta contara para el grado del examen. "Absolutamente," dijo el profesor. "En sus carreras, ustedes conocern muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atencin y cuidado, aunque lo nico que hagan es sonrerles y decirles "hola". Esto es una leccin que nunca se me ha olvidado. Tambin aprend que su nombre era Dorotea. Segunda Leccin Importante: Ama Una noche de gran tormenta, a las 11:30 PM, una seora mayor de raza negra estaba parada al lado de la carretera en el estado de Alabama. Estaba empapada por la lluvia. Se le haba daado el carro y desesperadamente necesitaba ayuda. Un joven blanco par para ayudarla, algo que generalmente no ocurra en los aos 1960 con sus conflictos raciales. El joven la llev a un lugar ms seguro, la ayud a recibir asistencia, y le llam un taxi. Ella luca estar en un apuro muy grande, pero escribi su direccin y le dio las gracias. Siete das pasaron y alguien le toc a la puerta al joven. Sorprendido le entregaron un televisor de color de consola. Una nota especial estaba pegada que deca: "Muchas gracias por su asistencia en la carretera la otra noche. La lluvia, no solo empap mi ropa sino tambin mi espritu. Entonces lleg usted. Gracias a su ayuda pude llegar al lado de mi esposo moribundo, justamente antes de que muriera. Que Dios lo bendiga por ayudarme y servir sin egosmo a otros. Sinceramente, Sra. Nat King Cole (Esposa del famoso cantante) Tercera Leccin Importante: Ama Siempre recuerda con gratitud a quienes te sirven. En los das cuando un refresco con helado costaba mucho menos, un nio de 10 aos entr a la cafetera de un hotel y se sent en una mesa. Una camarera le puso un vaso de agua delante. -"Cuanto es un refresco con helado?" pregunt el nio. -"Cincuenta centavos," respondi la camarera. El niito sac su manito de su bolsillo y cont el menudo. "Bueno, y cuanto es una copa de helado solo?" pregunt. Haban ms personas esperando por una mesa y la camarera estaba perdiendo su paciencia. "Treinta y cinco centavos", le respondi bruscamente. El niito de nuevo cont su menudo. "Por favor deme una copa de helado solo", dijo el nio.

La camarera le trajo el helado, le puso la cuenta en la mesa y se fue. El niito termin el helado, le pag a la cajera y dej su propina. Cuando la camarera regres a la mesa, empez a llorar mientras limpiaba la mesa. All al lado de la copa vaca de helado haban dos monedas de cinco centavos y cinco centavos sueltos. El nio renunci al refresco para tener suficiente para la propina. Cuarta Leccin Importante: Ama Hace muchos aos, cuando yo trabajaba de voluntaria en un hospital, conoc una niita llamada Liz que sufra de una enfermedad rara y seria. Su nica oportunidad de recuperacin era una transfusin de sangre de su hermanito de 5 aos, quien se haba salvado milagrosamente de esta misma enfermedad y haba desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El mdico le explic la situacin al hermanito, y le pregunt que si estaba dispuesto a darle sangre a su hermana. Lo vi vacilar por solo un momento antes de respirar fuertemente y decirle, "Si, lo har si se salvar." Mientras que progresaba la transfusin, el estaba acostado al lado de su hermanita y sonri viendo como el color regresaba a sus mejillas. Entonces el nio se puso plido y su sonrisa desapareci. Mir al doctor y pregunt con una voz temblorosa, "Morir enseguida?" El nio haba malentendido al mdico; pens que le tendra que dar toda su sangre a su hermana para salvarla y que entonces el morira.

El locoHistoria de la vida real. Cerca de la ciudad de Beloxi en EE.UU., un huracn amenazaba con grandes vientos. Ya de noche y bajo una fuerte lluvia, un hombre se atraves en la carretera. Habindose quitado la camisa, la enarbolaba y agitaba ante los vehculos. Los choferes pensaron que era un loco. Algunos lo esquivaron y siguieron de largo, otros, no pudiendo evitarlo, pararon muy enojados y le amenazaron con llamar a la polica si no despejaba el camino. Fue entonces que el "loco" tuvo la oportunidad de hablarles: "El puente que est adelante ha sido arrastrado por las aguas. Si no los paraba de alguna manera, ustedes hubieran muerto como los otros choferes". Todos comprendieron que aquel "loco" era en realidad un hroe. Haba arriesgado su vida para salvar la de ellos. Le has dado gracias a los "locos" que han intervenido en TU vida? HAY CAMINOS QUE AL HOMBRE LE PARECEN DERECHOS PERO SU FIN ES CAMINO DE MUERTE". Proverbios 14,12

Mecnico del almaUna vez iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su auto comenz a detenerse hasta quedar esttico. El hombre baj, lo revis, trat de averiguar qu era lo que tena.

Pensaba que pronto podra encontrar el desperfecto que tena su auto pues haca muchos aos que lo conduca; sin embargo, despus de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba la falla del motor. En ese momento apareci otro auto, del cual baj un seor a ofrecerle ayuda. El dueo del primer auto dijo: -Mira este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que t sin ser el dueo puedas o sepas hacer algo. El otro hombre insisti con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo: -Est bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto. El segundo hombre ech manos a la obra y en pocos minutos encontr el dao que tena el auto y lo pudo arrancar. El primer hombre qued atnito y pregunt: -Cmo pudiste arreglar el fallo si es MI auto? El segundo hombre contest: -Vers, mi nombre es Felix Wankel... Yo invent el motor rotativo que usa tu auto. Cuntas veces decimos: Esta es MI vida; Este es MI destino, esta es MI casa... Djenme a m, slo yo puedo resolver el problema!. Al enfrentarnos a los problemas y a los das difciles creemos que nadie nos podr ayudar pues "esta es MI vida". Pero... Te voy a hacer una pregunta: Quin hizo la vida? Quin hizo el tiempo? Quin cre la familia? Slo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida. Te doy sus datos por si alguna vez necesitas un buen "mecnico": Nombre del mecnico del alma: DIOS. Direccin: El Cielo. Horario: 24 horas al da, 365 das al ao por toda la eternidad. Garanta: Por todos los siglos. Respaldo: Eterno.

Telfono: No tiene. Pero basta con que pienses en l con fe, adems de que esta lnea no est nunca ocupada...

ReportndoseUn relato sobre la amistad con Jess por medio de la oracin Una vez un pastor estaba dando un recorrido por la Iglesia al medio da. Al pasar por el Altar decidi quedarse cerca para ver quien haba venido a orar. En ese momento se abri la puerta; el pastor frunci el entrecejo al ver un hombre acercndose por el pasillo. El hombre estaba sin afeitarse desde hace varios das; vesta una camisa rasgada y tena el abrigo gastado cuyos bordes se haban comenzado a deshilachar. El hombre se arrodillo, inclino la cabeza, luego se levanto y se fue. Durante los siguientes das el mismo hombre, siempre al medioda, estaba en el templo cargando una maleta... se arrodillaba brevemente y luego volva a salir. El pastor, un poco temeroso, empez a sospechar que se tratase de un ladrn, por lo que un da se puso en la puerta de la Iglesia y cuando el hombre se dispona a salir le pregunto: - Que haces aqu?. El hombre dijo que trabajaba cerca y tenia media hora libre para el almuerzo y aprovechaba ese momento para orar. Solo me quedo unos instantes, sabe, porque la fbrica queda un poco lejos; as que solo me arrodillo y digo: - "Seor, solo vine nuevamente para contarte cuan feliz me haces cuando me liberas de mis pecados... no s muy bien orar, pero pienso en Ti todos los das... as que Jess, este es Jim reportndose". El pastor, sintindose triste, le dijo a Jim que estaba bien y que era bienvenido a la Iglesia cuando quisiera. El pastor se arrodillo ante el altar, sinti derretirse su corazn con el gran calor del amor y encontr a Jess. Mientras las lgrimas corran por sus mejillas, en su corazn repeta la plegaria de Jim: - "Slo vine para decirte, Seor, cuan feliz fui desde que te encontr a travs de mis semejantes y me liberaste de mis pecados... no se muy bien como orar, pero pienso en ti todos los das... as que Jess, soy yo reportndome". Cierto da el pastor not que el viejo Jim no haba venido. Los das siguieron pasando sin que Jim volviese para orar. Continuaba ausente, por lo que el pastor comenz a preocuparse, hasta que un da fue a la fbrica a preguntar por l; all le dijeron que el estaba enfermo, que pese a que los mdicos estaban muy preocupados por su estado, todava crean que tenia un chance de sobrevivir. La semana que Jim estuvo en el hospital trajo muchos cambios: l sonrea todo el tiempo y su alegra era contagiosa. La enfermera no poda entender por que Jim

estaba tan feliz, ya que nunca haba recibido ni flores, ni tarjetas, ni visitas. El pastor se acerc al lecho de Jim con la enfermera y esta le dijo, mientras Jim escuchaba: - "Ningn amigo ha venido a visitarlo, el no tiene a donde recurrir". Sorprendido, el viejo Jim dijo con una sonrisa: La enfermera esta equivocada... pero ella no puede saber que todos los das, desde que llegue aqu, a medioda, un querido amigo mo viene, se sienta aqu en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mi y me dice: - "Slo vine para decirte, Jim, cuan feliz fui desde que encontr tu amistad y te libere de tus pecados. Siempre me gusto oir tus plegarias, pienso en ti cada da... as que Jim, este es Jess reportndose".

Una historia que nos ensea a abrir nuestros corazones para poder escuchar a Dios Un hombre susurr: Dios, habla conmigo. Y un ruiseor comenz a cantar. Pero el hombre no oy. Entonces el hombre repiti: Dios, habla conmigo Y el eco de un trueno, se oy. Mas el hombre fue incapaz de or. El hombre mir a su alrededor y dijo: Dios, djame verte. Y una estrella brillo en el cielo. Pero el hombre no la vio. El hombre comenz a gritar: Dios, mustrame un milagro Y un nio naci. Mas el hombre no sinti el latir de la vida. Entonces el hombre comenz a llorar y a desesperarse: Dios, tcame y djame saber que ests aqu conmigo... Y una mariposa se pos suavemente en su hombro. El hombre espanto la mariposa con la mano y desilusionado continu su camino, triste, solo y con miedo. Hasta cuando tenemos que sufrir para comprender que Dios est siempre donde est la vida?hasta cuando mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento y que son fruto del amor de Dios?

Cuando habla Dios

El Corazn ms hermosoUna historia que nos ensea a entregarlo todo sin esperar nada a cambio

Un da un hombre joven se situ en el centro de un poblado y proclamo que l posea el corazn mas hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congrego a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazn era perfecto, pues no se observaban en el ni mculas ni rasguos. Coincidieron todos que era el corazn ms hermoso que hubieran visto. Al verse admirado el joven s sinti ms orgulloso aun, y con mayor fervor aseguro poseer el corazn mas hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acerco y dijo: Porqu dices eso, si tu corazn no es tan hermoso como el mo? Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazn del viejo y vieron que, si bien lata vigorosamente, este estaba cubierto de cicatrices y hasta haba zonas donde faltaban trozos y estos haban sido reemplazados por otros que no correspondan, pues se vean bordes y aristas irregulares en su derredor. Es mas, haba lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogi, Como puede el decir que su corazn es mas hermoso?, pensaron... El joven contempl el corazn del anciano y al ver su estado desgarbado, se ech a rer. - "Debes estar bromeando", dijo. "Comparar tu corazn con el mo... El mo es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor." - "Es cierto," dijo el anciano, "tu corazn luce perfecto, pero yo jams me involucrara contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregu todo mi amor. Arranqu trozos de m corazn para entregrselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que qued abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido." "Hubo oportunidades, en las cuales entregu un trozo de mi corazn a alguien, pero esa persona no me ofreci un poco del suyo a cambio. De ah quedaron los huecos dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algn da tal vez regresen y llenen el vaco que han dejado en mi corazn." - "Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?". El joven permaneci en silencio, lagrimas corran por sus mejillas. Se acerc al anciano, arranc un trozo de su hermoso y joven corazn y se lo ofreci. El anciano lo recibi y lo coloc en su corazn, luego a su vez arranc un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con el tap la herida abierta del joven. La pieza se amoldo, pero no a la perfeccin. Al no haber sido idnticos los trozos, se notaban los bordes. El joven mir su corazn que ya no era perfecto, pero luca mucho mas hermoso que antes, porque el amor del anciano flua en su interior. Y tu corazn... cmo es?

El mercader y la bolsaUna historia que nos ensea a practicar la honradez Cierto da un mercader ambulante iba caminando hacia un pueblo. Por el camino encontr una bolsa con 800 dlares. El mercader decidi buscar a la persona que haba perdido el dinero para entregrselo pues penso que el dinero perteneca a alguien que llevaba su misma ruta. Cuando llego a la ciudad, fue a visitar un amigo. - Sabes quien ha perdido una gran cantidad de dinero? le pregunto a este. - Si, si. Lo perdi Juan, nuestro vecino, que vive en la casa del frente. El mercader fue a la casa indicada y devolvi la bolsa. Juan era una persona avara y apenas termin de contar el dinero grito: - Faltan 100 dlares! Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar como recompensa. Como lo has agarrado sin mi permiso? Vete de una vez. Ya no tienes nada que hacer aqu. El honrado mercader se sinti indignado por la falta de agradecimiento. No quiso pasar por ladrn y fue a ver al juez. El avaro fue llamado a la corte. Insisti ante el Juez que la bolsa contena 900 dlares. El mercader aseguraba que eran 800. El juez, que tenia fama de sabio y honrado, no tardo en decidir el caso. Le pregunto al avaro: - Tu dices que la bolsa contena 900 dlares verdad? - Si, seor, respondi Juan. - Tu dices que la bolsa contena 800 dlares, le pregunto el juez al mercader. - Si, seor. - Pues, bien, dijo el juez, considero que ambos son personas honradas e incapaces de mentir. A ti porque has devuelto la bolsa con el dinero, pudindote quedar con ella. A Juan porque lo conozco desde hace tiempo. Esta bolsa de dinero no es la de Juan; aquella contena 900 dlares. Esta solo tiene 800. As pues, qudate tu con ella hasta que aparezca su dueo. Y tu, Juan, espera que alguien te devuelva la tuya.

Como la rutina puede matar el amorUna historia que nos pide desterrar la rutina de nuestra vida diaria Hubo una vez en la historia del mundo un da terrible en el que el Odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convoc a una reunin urgente con todos los sentimientos negros del mundo y los deseos ms perversos del corazn humano. Estos llegaron a la reunin con curiosidad de saber cul era el propsito.Cuando estuvieron todos habl el Odio y dijo: - "Los he reunido aqu a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien". Los asistentes no se extraaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y l siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre s quin sera tan difcil de matar para que el Odio los necesitara a todos. - "Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malvolamente pues ms de uno quera destruirlo. El primer voluntario fue el Mal Carcter, quien dijo: - "Yo ir, y les aseguro que en un ao el Amor habr muerto; provocar tal discordia y rabia que no lo soportar". Al cabo de un ao se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carcter quedaron decepcionados. - "Lo siento, lo intent todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y sala adelante". Fue entonces cuando, muy diligente, se ofreci la Ambicin que haciendo alarde de su poder dijo: - "En vista de que el Mal Carcter fracas, ir yo. Desviar la atencin del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorar". Y empez la Ambicin el ataque hacia su vctima quien efectivamente cay herida pero, despus de luchar por salir adelante, renunci a todo deseo desbordado de poder y triunf de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambicin envi a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimaas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido llor y pens que no quera morir, y con valenta y fortaleza se impuso sobre ellos, y los venci. Ao tras ao, el Odio sigui en su lucha enviando a sus ms hirientes compaeros, envi a la Frialdad, al Egosmo, a la Cantaleta, la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se senta desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los dems: "Nada hay que hacer." El Amor ha soportado todo, llevamos muchos aos insistiendo y no lo logramos. De pronto, de un rincn del saln se levant alguien poco reconocido, que vesta todo de negro y con un sombrero gigante que caa sobre su rostro y no lo dejaba ver, su

aspecto era fnebre como el de la muerte. "Yo matar el Amor, dijo con seguridad". Todos se preguntaron quin era ese que pretenda hacer solo, lo que ninguno haba podido. El Odio dijo: "Ve y hazlo". Tan slo haba pasado algn tiempo cuando el Odio volvi a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles despus que, de mucho esperar, por fin el Amor HABA MUERTO. Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habl: "Ah les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado", y sin decir ms se march. "Espera", dijo el Odio, "en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. Quin eres?" El sentimiento levant por primera vez su horrible rostro y dijo: "soy La Rutina."

El Barbero y DiosUna historia que nos ensea a salir al encuentro de Dios y el prjimo Un hombre fue a una barbera a cortarse el cabello y recortarse la barba, como es costumbre. En estos casos entabl una amena conversacin con la persona que le atenda. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas; de pronto tocaron el tema de Dios, y el barbero dijo: - Fjese caballero que yo no creo que Dios existe, como usted dice.. - Pero, por qu dice usted eso?, pregunt el cliente. - Pues es muy fcil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o dgame, acaso si Dios existiera, habran tantos enfermos, habra nios abandonados, si Dios existiera no habra sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad, yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se qued pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusin. El barbero termin su trabajo y el cliente sali del negocio. Recin abandonaba la barbera cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, pareciendo que hacia mucho tiempo que no se lo cortaba y se vea muy desarreglado. Entonces entro de nuevo a la barbera y le dijo al barbero: - Sabe una cosa? los barberos no existen - Cmo que no existen? pregunto el barbero - Si aqu estoy yo y soy barbero.

- No!, dijo el cliente, no existen porque si existieran, no habra personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que vapor la calle. - Ah!, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi. - Exacto!, dijo el cliente. Ese es el punto, Dios s existe lo que pasa es que las personas no van hacia l y no le buscan, por eso hay tanto pobreza y miseria como usted bien dijo.

La mejor maestraUna historia que nos ensea a no juzgar a las personas sin antes conocerlas El primer da de clases, la profesora Thompson, maestra del 5 grado de primaria, les dijo a sus nuevos alumnos que a todos los quera por igual. Pero eso era una mentira, porque en la fila de adelante se encontraba hundido en su asiento Jim Stoddard, a quien la profesora Thompson conoca desde el ao anterior y haba observado que l era un nio que no jugaba bien con los otros nios, que sus ropas estaban desaliadas y constantemente necesitaba un bao. Con el paso del tiempo, la relacin entre la profesora y Jim se volvi desagradable, a tal punto que sta senta mucho gusto al marcar sus tareas con grandes taches en color rojo y poner una gran "F" en el encabezado. Un da la escuela le pidi a la Sra. Thompson revisar los expedientes anteriores de cada nio de su clase y ella puso el de Jim hasta el final. Sin embargo, cuando revis su archivo, se llev una gran sorpresa. La maestra de primer grado de Jim escribi: "Jim es un nio brillante con una sonrisa espontnea. Hace sus deberes limpiamente y tiene buenos modales; es un deleite tenerlo cerca". Su maestra de segundo grado escribi: "Jim es un excelente alumno, apreciado por sus compaeros pero tiene problemas debido a que su madre tiene una enfermedad incurable y su vida en casa debe ser una constante lucha". Su maestra de tercer grado escribi: "La muerte de su madre ha sido dura para l. Trat de hacer su mximo esfuerzo pero su padre no muestra mucho inters y su vida en casa le afectar pronto si no se toman algunas acciones". Su maestra de cuarto escribi: "Jim es descuidado y no muestra mucho inters en la escuela.. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase". En este momento la Sra. Thompson se dio cuenta del problema y se sinti apenada consigo misma. Se sinti todava peor cuando al llegar la Navidad, todos los alumnos le llevaron sus regalos envueltos cada uno de ellos en papeles brillantes y preciosos listones, excepto por el de Jim.Su regalo estaba torpemente envuelto en el pesado papel caf que tom de una bolsa del sper.

Algunos nios comenzaron a rer cuando ella encontr dentro de ese papel un brazalete de piedras al que le faltaban algunas y la cuarta parte de un frasco de perfume. Pero ella minimiz las risas de los nios cuando exclam: - Que brazalete tan bonito, ponindoselo y rociando un poco de perfume en su mueca! Jim Stoddard se qued ese da despus de clases solo para decir: - "Sra. Thompson, hoy usted oli como mi mam sola hacerlo". Despus de que los nios se fueron, ella llor por lo menos durante una hora. Desde ese da ella renunci a ensear solo lectura, escritura y aritmtica. En su lugar, ella comenz a ensear valores, sentimientos y principios a los nios. La seora Thompson le tom especial atencin a Jim. A medida que trabajaba con l, su mente pareca volver a la vida. Mientras ms lo motivaba, ms rpido responda. Al final del ao, Jim se haba convertido en uno de los nios ms listos de la clase y a pesar de su mentira de que ella quera a todos los nios por igual, Jim se volvi uno de sus consentidos. Un ao despus, ella encontr una nota de Jim debajo de la puerta del saln, dicindole que ella era la mejor maestra que haba tenido en su vida. Pasaron seis aos antes de que recibiera otra nota de Jim. l entonces le escribi que ya haba terminado la preparatoria, haba obtenido el tercer lugar en su clase, y que ella todava era la mejor maestra que haba tenido en su vida. Cuatro aos despus, recibi otra carta, dicindole que no importando que en ocasiones las cosas haban estado duras, l haba permanecido en la escuela y pronto se graduara de la Universidad con los mximos honores. Y le asegur a la Sra. Thompson que ella era aun la mejor maestra que l haba tenido en toda su vida. Luego pasaron otros cuatro aos, y lleg otra carta. Esta vez le explic que despus de haber recibido su titulo universitario, l decidi ir un poco ms all. Y le volvi a reiterar que ella era aun la mejor maestra que l haba tenido en toda su vida. Solo que ahora su nombre era ms largo y la carta estaba firmada por el Dr. James F. Stoodard, M.B. El tiempo sigui su marcha y en una carta posterior Jim le deca que haba conocido a una chica y que se iba a casar. Le explic que su padre haba muerto hacia 2 aos le pregunt si acceda a sentarse en el lugar que normalmente esta reservado para la mam del novio. Por supuesto que ella accedi. Para el da de la boda us aquel brazalete con varias piedras faltantes y se asegur de usar el mismo perfume que le record a Jim a su mam la ultima Navidad. Ellos se abrazaron y el Dr. Stoddard susurr al odo de la Sra. Thompson: - "Gracias Sra. Thompson por creer en mi. Muchas gracias por hacerme sentir importante y por ensearme que yo poda hacer la diferencia". La Sra. Thompson, con lgrimas en sus ojos, le susurr de vuelta dicindole:

- "Jim, tu ests equivocado. Tu fuiste el que me ense que yo podra hacer la diferencia. No saba como ensear hasta que te conoc". Las experiencias que tenemos a lo largo de nuestras vidas (gratas y desagradables) marcan lo que somos en la actualidad, no juzgues a las personas sin saber que hay detrs de ellas, dales siempre una oportunidad de cambiar tu vida

El cientfico y la MuerteUna historia sobre la astucia del diablo para que incurramos en el mal Haba una vez un cientfico que descubri el arte de reproducirse a s mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproduccin. Un da se enter de que andaba buscndole el ngel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de s mismo. El ngel no saba cmo averiguar cul de los trece ejemplares que tena ante s era el cientfico, de modo que los dej a todos en paz y regres al cielo. Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurri una ingeniosa estrategia. Regres de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio,