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ANATOMÍA, FISIOLOGÍA e INMUNOLOGÍA CUTÁNEA
La piel es el mayor órgano del cuerpo alcanzando en algunas razas el 25% del peso total.
Representa la principal barrera anatómica y fisiológica entre el organismo y el medio externo y se encuentra en estrecho sin ergismo con órganos y aparatos internos de los cuales refleja, en muchas ocasiones, su estado de funcionalidad.
El pH de la piel varía entre 4,4 y 7,4, situándose de media entre 6 y 6,5.
En la piel conviven bacterias, levaduras y parásitos en perfecto equilibrio; cuando este se altera se producirá un sobre crecimiento incontrolado de alguno de ellos que desencadenará una patología.
Piel y manto varían en cantidad y calidad según la especie, raza, edad, sexo y región anatómica.
El espesor medio cutáneo es de 0.5 a 5 mm en el perro y de 0.4 a 2 mm en el gato. El espesor se va reduciendo en dirección dorso-ventral a nivel del tronco y en dirección proximal-distal en las extremidades. En zonas desprovistas de peo (trufa, cojinetes palmares/ plantares y unión muco-cutánea) la epidermis es más espesa que en zonas con pelo.
El crecimiento del pelo es de forma cíclica, en forma de “mosaico”, influenciado por varios factores como hormonas, fotoperiodo, temperatura, nutrición y predisposición genética. A velocidad de crecimiento es de 0.4 mm al día. Las fases del crecimiento del pelo son tres: Anagen (crecimiento activo), telogen (arresto) y catagen (transición).
Desde el punto de vista estructural, la piel se divide en tres capas: Epidermis, dermis y subcutáneo.
Proyectados desde la epidermis hacía la dermis están los folículos pilososn junto a las glándulas sebáceas y las glándulas sudoríparas apocrinas, excepto en los
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cojinete plantares en los cuales encontramos glándulas sudorípara ecrinas, el conducto de las cuales se abre directamente en la superficie de la epidermis.
ESTRUCTURA DE LA PIEL
EPIDERMIS: estructura avascularizada, eso es, no se encuentran vasos sanguíneos.
Formada por varias capas de células (epitelio escamosos estratificado) fundamentalmente compuesto por queratinocitos., representan el 85% de las células de la epidermis, células de Langerhans, células son células de defensa, el 3-8%, melanocitos el 5% y células de Merkel, células nerviosas, el 2%.
Sus células se distribuyen en las diferentes capas que la forman: capa basal, espinosa, granular, transicional y estrato córneo.
A lo largo de las diferentes capas,los queratinocitos sufrirán una serie de cambios en su estructura y composición que representará pasar de ser una célula cuboide con núcleo en el estrato basal a ser células anucleadas y alargadas muy ricas en queratina (acumulan filamentos de queratina en su citoplasma) ya en el estrato córneo (1).Este proceso de transformación se denomina maduración o queratinización.
El proceso de queratinización en un perro dura unos 21-22 días de media. La velocidad de queratinización se puede ver aumentada por acción de determinados fármacos, en prurito, daño físico, daño químico, por factores genéticos, endocrinopatías, tumores, etc. Todos estos factores pueden conllevar alteraciones en la queratinización que resultan en un estrato córneo con un mayor número de capas de células con núcleo.
Los queratinocitos (3) se encuentran embebidas en un envoltorio insoluble rico en lípidos y cierta cantidad de material acuoso (Film hidrolipídico (2)). Las principales funciones del queratinocito son estructural (barrera) e inmunológica.
Las células de Langerhans son células defensivas que se encuentran repartidas por toda la epidermis, intercaladas entre los queratinocitos, y presentan una forma de “pulpo”. Su función es
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fagocitar cualquier sustancia (antígeno) que penetre a través del estrato córneo (virus, bacterias, hongos, polen,…) y una vez fagocitado lo “presentan” a otras células (los linfocitos), por lo que se conocen también como “células presentadoras de antígenos”. Este es uno de los mecanismos principales de la patogenia de las alergias.
Los melanocitos se encuentran localizados en la capa basal de la epidermis y se hallan formando la denominada Unidad Epidérmica de Melanización, constituida por melanocitos y queratinocitos en relación 1:25 en el perro. La producción de melanina por el melanocito se realiza en forma de gránulos en el interior de una estructura denominada melanosoma. La pigmentación de la piel se basa en la fagocitosis de los melanosomas por parte de los queratinocitos limítrofes. La concentración y tipos de melanina varían de animal a animal, resultando así la presencia de diferentes colores de piel y pelo tanto en perros como en gatos.
Es un erros pensar que cuando la piel o los pelos son blancos es porqué no hay melanina,¡pues no! En estos casos, hay melanocitos pero estos no son productores de melanina, con lo cual los animales con estas características son razas más predisponentes a padecer los efectos secundarios de los rayos UV como son la Dermatitis Atínica o, en el peor de los casos, tumores como el Carcinoma de Células Escamosa.
Por debajo de la epidermis encontramos la dermis, separadas por una estructura denominada la Unión Dermo-epidérmica, formada por colágeno y proteoglicanos.
DERMIS
Capa compuesta fundamentalmente por 3 estructuras: fibras, células y sustancia fundamental.
En todo su espesor se encuentran localizados folículos pilosos, glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, vasos sanguíneos, vasos linfáticos, músculos y terminaciones nerviosas.
El 80% de fibras de la dermis son fibras de colágeno, muy resistentes; el resto son fibras de elastina, que dan flexibilidad a la piel.
Las células principales de la dermis son fibroblastos, encargados de secretar colágeno, pero también encontramos células defensivas como los mastocitos, basófilos, macrófagos, linfocitos y células de Langerhans migrando hacia el linfonodo. En la dermis también podemos encontrar melanocitos.
La sustancia fundamental está formada por glucosaminoglicanos, estructuras constituidas por cadenas de azúcares unidas a una proteína.
Los anejos cutáneos están constituidos por el folículo piloso, glándula sudorípara y glándula sebácea.
Los folículos pilosos se localizan en la dermis pero son de origen epidérmico. Existen dos tipos de folículos: los simples, en los cuales solo hay un pelo en cada folículo pilosa, como sucede en
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el caballo y la vaca, y los compuestos, de los cuales emergen pelos primarios y secundarios, como es en el caso del perro y del gato.
Como se ha mencionado anteriormente, el crecimiento del pelo del perro y del gato es en forma de mosaico y tal crecimiento depende de varios factores como el fotoperiodo, la temperatura, hormonas, nutrición, estrés y factores genéticos.
El ciclo de crecimiento del pelo se divide en varias fases:
• Fase de anagen: fase de crecimiento activo
• Fase de catagen: fase de transición o involución
• Fase de telogen: fase de caída, de inactividad.
Existen tres tipos de pelos: primarios, secundarios y táctiles. La proporción de pelos primarios y secundarios determinará el tipo de manto del perro, mantos que se pueden clasificar en cuatro tipos:
• Normal: donde los pelos primarios son muy duros y presentan numerosos pelos secundarios. Por ejemplo Pastor Alemán
• Corto duro, donde los pelos son muy numerosos y hay pocos pelos secundarios. Por ejemplo Rotweiler, Terrier,…
• Corto flexible: donde hay muy pocos pelos primarios y muchos pelos secundarios. Por ejemplo Boxer, teckel,…
• Largo: donde el 80% de los pelos son pelos secundarios. Puede ser pelo largo, lanoso o duro. Por ejemplo cocker, chow chow,….
La longitud del pelo depende de la duración de la fase de anagen.
Todos los tipos de mantos sufren muda.
Las glándulas sebáceas se localizan en la poción media del folículo, donde desemboca su conducto. El producto de secreción se conoce como “sebo”, compuesto por lípidos y proteínas
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que revisten la piel dándole brillo, repeliendo agua del exterior e impidiendo el crecimiento de las bacterias en la piel.
Las glándulas sudoríparas que encontramos en pequeños animales son de dos tipos:
- Glándulas sudoríparas Apocrinas: localizadas en la parte media profunda de la dermis, abriéndose al folículo del pelo a través de un conducto. Están distribuidas por todo el cuerpo. En el perro y en el gato producen una secreción de un líquido viscoso que se mezcla con el de las glándulas sebáceas formando el denominado “film hidrolipídico”, film que se repone cada 24 horas. Aunque se denominen sudoríparas, hay que recordar que el perro y el gato no sudan, con excepción de los casos de dermatosis crónicas en las que se postula que las glándulas apocrinas pueden secretar una substancia acuosa, sugiriendo que podrían llegar a producir sudor.
- Glándulas sudoríparas Ecrinas: se localizan en los cojinetes plantares del perro y el gato y se diferencias de las apocrinas en que su conducto desemboca directamente a la superficie de la epidermis. Su secreción es acuosa, similar al sudor.
SUBCUTÁNEO
La dermis se continúa con el subcutáneo, capa formada por enormes lóbulos de tejido graso (adipocitos) junto con fibras de colágeno y vasos sanguíneos. Su principal función es la de reserva de energía, mantenimiento de la temperatura corporal, almacenamiento de lípidos y vitaminas y protección frente a traumatismos.
FUNCIONES DE LA PIEL
- Barrera: evita la pérdida de agua y electrolitos desde el interior del organismo. Protege frente a daños químicos, físicos y biológicos que atacan desde el exterior.
- Regulación de la temperatura: Insolación (subcutáneo, pelo), vasos sanguíneos.
- Percepción sensorial: receptores de calor, frío, dolor, prurito y presión.
- Control de la presión sanguínea: alteraciones en el flujo sanguíneo permiten modular la presión sanguínea cutánea.
- Secreción y excreción: existe una pequeña pérdida transepidérmica de gases, líquidos y solutos. Las glándulas secretan sudor y cebo.
- Flexibilidad: elasticidad y tensión cutánea permiten movimientos y dar forma.
- Síntesis: Vitamina D y anejos cutáneos (pelo, uñas, estrato córneo) se sintetizan en la piel.
- Almacenamiento: la piel almacena electrolitos, agua, vitaminas, grasas y carbohidratos.
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- Inmunológica: además de tener una función de barrera física frente al ingreso de agentes químicos, físicos y biológicos , la piel presenta una inmunidad innata y adaptativa bien desarrollada que previene al organismo de infecciones y neoplasias. La superficie cutánea presenta propiedades antibacterianas y antifúngicas.
- Pigmentación: la piel y el color del pelo facilitan la prevención del daño por depredadores (camuflaje) y por los rayos ultravioletas (melanina).
VISITA DERMATOLÓGICA
Para conseguir el éxito de una visita dermatológica (al igual que en el resto de situaciones clínicas de las diferentes especialidades y medicina general) es fundamental seguir un protocolo de actuación ordenado y lógico que permita adquirir una metodología constante, de manera que nunca olvidemos evaluar cualquier elemento útil con interés diagnóstico.
Debemos anotar todos los datos en la ficha clínica del paciente.
ETAPAS DE LA VISITA DERMATOLÓGICA
En una visita Dermatológica diferenciaremos cinco etapas clave:
1) DATOS DEL PACIENTE: entre ellos no olvidar raza, edad, sexo. Permiten pensar en predisposiciones raciales (pe. Springer Spaniel y dermatosis Liquenoide Psoriasiforme) o más comúnmente relacionadas con la edad (pe. Acrodermatitis letal del Bull Terrier en cachorros).
2) MOTIVO DE LA VISITA o, mejor aún, la preocupación real del propietario, como puede ser:
a. Prurito. Debe ser reconocido en sus diferentes manifestaciones clínicas como lamido, mordisqueo, rascado, frotarse contra objetos, sacudir la cabeza,… Debemos clasificarlo en base a la intensidad y la distribución topográfica.
b. Modificaciones cutáneas, como olor desagradable, enrojecimiento, caspa, nódulos, heridas, …c. Modificaciones del manto, tanto cuantitativamente (alopecia, hipertricosis) como cualitativamente (manto seco, manto oleoso, fragilidad)
d. Contagio a personas u otros animales.
3) ANAMNESIS: haremos dos apartados:
a. ANAMENSIS GENERAL (incluyendo historia clínica): información referida tanto al modo de vida del animal (hábitat, alimentación, actividad, número y tipo de animales que conviven juntos, viajes a zonas de riesgo de enfermedades concretas,…) como al pasado patológico no dermatológico del paciente, sobretodo patologías gastrointestinales (pulicosis, alergia alimentaria, intolerancia alimentaria, Leishmaniasis,…)
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b. ANAMNESIS DERMATOLÓGICA. Información relacionada tanto con el pasado dermatológico
del paciente (si ha presentado antes problemas dermatológicos o no, si se han resuelto, si eran similares a los actuales,…) como a la dermatosis reciente. Es importante llegar a determinar:
i. Edad al inicio del problema
ii. Topografía lesional al inicio y su evolución
iii. Presencia o no de prurito inicialmente y si el prurito precede a las lesiones cutáneas o no
iv. Los tratamientos anteriores y si eficacia, en orden cronológico.
4) EXÁMEN CLÍNICO GENERAL. Siempre debe preceder al Examen clínico Dermatológico con el fin de poder evaluar signos clínicos sugestivos de patologías sistémicas (pe. Epistaxis, esplenomegalia y linfoadenopatía pueden hacer pensar en Leishmaniasis; petequias hemorrágicas pueden indicar intoxicación o vasculitits; uveítis en el síndrome de Vogt-Koyagani-Harada o Síndrome Uveodermatológico; ausencia de ciclo estral, obesidad, bradicardia, termofilia, apatía y debilidad pieden hacer sospechar de hipotiroidismo; PU/PD y diabetes Mellitus en un Cushing, anemia hemolítica y poliartritis no erosiva en un L.E.S.,…)
5) EXAMEN CLÍNICO DERMATOLÓGICO. Se realiza a dos niveles:
a. Examen a distancia (hands off): permitirá evaluar dos aspectos importantes como son la topografía lesional de la dermatosisy las modificaciones del manto, en particular la topografía de zonas alopécicas y variaciones de color del manto con respecto a la normalidad.
b.Examen cercano (hands on): permitirá identificar las anomalías del manto (en particular ectoparásitos, pelos rotos, seborrea seca u oleosa), las lesiones primarias y secundarias presentes y su distribución. Si es posible intentar clasificar la presencia, distribución e intensidad del prurito.
Una vez recogidos los datos de la anamnesis y de la visita clínica, se realizará una síntesis clínica que recogerá las características más notorias de la dermatosis examinada y, por lo tanto, permitirá establecer, en base a ello, el diagnóstico diferencial de patologías compatibles con el cuadro clínico presente. Con ayuda de pruebas complementarias específicas se irán confirmando/ descartando las posibles patologías presentes hasta llegar al diagnóstico definitivo.
EXAMEN CLÍNICO DERMATOLÓGICO
El examen clínico dermatológico, en grandes rasgos, se basa en las mismas etapas que cualquier examen realizado en medicina general, sin embargo en Dermatología hay algunas particularidades que hay que tener en consideración:
Existe una gran cantidad de patologías en contraposición con el reducido número de cuadros clínicos y lesiones cutáneas. Patologías muy diversas entre ellas pueden manifestar el mismo cuadro clínico, con los mismos síntomas (pe. Dermatosis pustulos: pioderma, pénfigo foliáceo,
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dermatosis subcorneal pustular, demodicosis). Por otro lado, una misma patología puede manifestarse con cuadros clínicos diferentes. Por todo esto es muy importante, delante de cualquier dermatosis, el planteamiento de varios diagnósticos diferenciales (entre 5 y 8) así como realizar* varias pruebas complementarias para poder establecer un diagnóstico dermatológico definitivo.
Cuando una patología se prolonga en el tiempo, la cronicidad hace que existan patologías secundarias como infecciones bacterianas, infecciones por levaduras o seborreas que complican el cuadro clínico, aumentando la variedad y gravedad lesional. Por todo ello, es muy importante en dermatología, para poder tener éxito en el tratamiento de cualquier dermatosis, identificar, y tratar, tanto las patologías secundarias como la primaria.*
Es muy importante que durante la visita dermatológica no tener el cuadro clínico principal enmascarado por fármacos, con lo que se suspenderá cualquier tratamiento excepto antibióticos unos 7 a 10 días antes de la visita.*
En resumen será necesario identificar y tratar las patologías secundarias oportunistas, como pioderma o dermatitis por Malassezia, restablecer las condiciones del ecosistema cutáneo eliminando la seborrea y dando tratamiento de apoyo y evaluar la presencia de ectoparásitos o de dermatofitosis.
Una vez eliminadas las patologías identificadas, se procederá a evaluar la presencia de posibles dermatosis aún presentes (de la más probable a la menos probable9 utilizando en cada momento las pruebas diagnósticas más adecuadas.
Cabe recordar que en ciencias de la salud no existen “pruebas perfectas” y que la validez de una prueba o, mejor dicho, la capacidad de expresar datos fiables y no falseados, depende de la Sensibilidad y la Especificidad de la prueba.
Sensibilidad: a mayor sensibilidad, mayor capacidad de eliminar los falsos negativos, con lo cual nos indica que si el resultado es negativo, lo es de verdad (el paciente no padece tal enfermedad) pero, en caso de resultado positivo, no permite excluirlo de los falsos positivos (un paciente con resultado sano puede padecer la enfermedad).
Especificidad: a mayor especificidad, mayor capacidad de eliminar los falsos positivos. Si el resultado es positivo, el animal padece la enfermedad mientras que, si el resultado es negativo, no permite excluir del diagnóstico diferencial porqué puede tratarse de un falso negativo (un paciente enfermo con resultado negativo).
Teniendo en cuenta la sensibilidad y especificidad de cada prueba, el protocolo de actuación será:
-utilizar como screening el test más sensible y si resulta negativo se elimina casi por comlpeto del diagnóstico diferencial la sospecha (pe. Si se sospecha de Demodicosis, si en varios raspados, bien hechos, tenemos resultado negativo, se descarta).
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-Si la prueba del apartado anterior resulta positiva, se deberá confirmar el diagnóstico con pruebas más específicas.
TERMINOLOGÍA CLÍNICA DERMATOLÓGICA
Es muy importante poder definir bien las lesiones en dermatología ya que, el conocimiento de las mismas, ayudará a identificar la patología que presenta el animal y facilitará la/las vías de actuación para poder afrontar el caso clínico.
Es fundamental establecer un criterio claro y concreto por lo que respecta a la definición de las lesiones en Dermatología Veterinaria con el fin de poder utilizar todos los profesionales el mismo lenguaje.
Por todo esto, primero de todo debemos tener claro qué es una lesión y qué NO lo es:
Granitos, pupas, rascadas, eczemas y dermatitis NO son lesiones en Dermatología Veterinaria.
El término “eczema”(del griego “Ek”= afuera y “zema”= ebullición) crea siempre mucha confusión en Dermatología Humana. Su definición, según Felipe de Dulanto, Catedrático de la Universisdad de Granada y coautor del libro Dermatología Médico-Quirúrgica, sería: epidermodermitis caracterizada por eritema, vesiculación, secreción, formación de costras, descamación, prurito y curso evolutivo peculiar. La patogénesis del eczema se basa en una reacción inmunológica retardada tipo IV de mediación celular, sobre todo por linfocito T, desarrollada frente a antígenos del exterior o del interior del organismo por vía circulatoria. El patrón histológico de un eczema es idéntico al de una reacción de contacto (Dermatitis irritativa por contacto y/o Alergia por contacto) con formación de edema, infiltrados perivasculares de linfocitos, nmonocitos, macrófagos y, en algunos casos, eosinófilos por lo que respecta a la dermis; en la epidermis se puede observar exocitosis linfocitaria, espongiosis, vesiculación, paraqueratosis y acantosis. En Dermatología Veterinaria hace ya muchos años que el término Eczema está en desuso y, debido a su definición tan confusa y amplia, creo que hay que eliminarla como síntoma clínico en nuestro campo profesional.
Por lo que se refiere a “grano o granitos”, no es un término científico y por lo tanto no lo debemos utilizar. Su definición, según la Enciclopedia Larousse, es: denominación vulgar de una pequeña lesión cutánea caracterizada por la existencia de un punto central de pus rodeado de un halo inflamatorio rojizo, algo edematoso. El término científico que corresponde a tal lesión será el de Pústula.
La “pupas y rascadas” serían las denominaciones vulgares de lo que se conoce técnicamente como Pápulas y escoriaciones, respectivamente.
“Dermatitis” no es una lesión sino un síndrome que engloba diferente síntomas. Dado que obligatoriamente en ese síndrome encontramos inflamación de la piel, se suele abusar de su significado y uso inadecuado. En mi opinión es más correcto utilizar el término Dermatosis y a continuación utilizar el adjetivo adecuado (descamativa, costrosa, pruriginosa, alopécica,
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pustulosa, autoinmune, inmunomediada, parasitaria, fúngica, bacteriana, endocrina, neoplásica, nutricional, idiopática,...).
Una vez vista la terminología Incorrecta, vamos a definir las lesiones dermatológicas. Las lesiones se dividen en tres grupos: Primarias, secundarias y, primarias y secundarias.
Las lesiones primarias son las más importantes porqué son las lesiones que nos dan más información sobre la patología que padece el animal.
Las lesiones secundarias son lesiones crónicas, antiguas, derivadas de las primarias. Nos proporcionan poca información sobre el caso, excepto la idea de cronicidad.
TIPOS DE LESIONES
LESIONES PRIMARIAS
Mácula: lesión caracterizada por un cambio de color de la piel, sin elevación ni engrosamiento de la misma. Son focales, bien circunscritas y de un tamaño inferior a 1 cm. Existen varios tipos: eritematosa (atopia), hiperpigmentada (lentigo), hipopigmentada (vitíligo), hemorrágica (intoxicación, reacción a fármaco).
Mancha: lesión idéntica a la mácula pero de un diámetro mayor a 1cm y suelen ser menos bien delimitadas.
Pápula: área cutánea con relieve, sólida y circunscrita de hasta 1 cm de diámetro. Puede ser folicular o interfolicular. En la mayoría de los casos son indicativas de pioderma y/o parasitosis..
Eritema: enrojecimiento de la piel debido a vasodilatación de los vasos dérmicos superficiales. Indica inflamación cutánea.
Placa: lesión aplanada mayor de 1 cm de diámetro, la mayoría de las veces debido a la unión de varias pápulas. Son indicativas de pioderma y menos frecuentemente de enfermedades autoinmunes.
Pústula: Elevaciones bien delimitadas de los estratos superficiales de la epidermis, normalmente con contenido purulento. Hay de varios tipos: sépticas (piodermas), estériles (pénfigo foliáceo), eosinofílicas (alergias, parasitosis), linfocíticas (linfoma epiteliotrópico). Pueden ser foliculares o interfoliculares.
Vesícula: lesión similar a la pústula pero con contenido seroso o exudado inflamatorio y de diámetro inferior a 1 cm de diámetro. Se origina por un acúmulo de fluido en los espacios intercelulares que aparece y desaparece en minutos u horas.
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Bulla: vesícula mayor de 1cm de diámetro.
Habón: lesión con relieve consistente en un edema intercelular de las células de la epidermis. Típica de las reacciones de hipersensibilidad tipo I. es la lesión principal en reacciones de urticaria y en las reacciones positiva al Skin test.
Nódulo: lesión elevada mayor de 1cm de diámetro, bien delimitada y sólida. Suelen estar bien infiltradas en la dermis. Típico de neoplasias y Paniculitis nodular estéril.
Tumor: masas neoplásicas tanto benignas como malignas. Se utiliza cuando se trata de nódulos muy grandes.
Quiste: cavidad formada por epitelio localizada en el interior de la piel y normalmente con contenido glandular. Ejemplo: quiste sebáceo.
LESIONES SECUNDARIAS
Collarete epidérmico: lesión circular debido a la pérdida de estrato córneo. Es la secuela de una pústula. Evidencia la presencia de pioderma.
Escoriación: alteración de la superficie cutánea debido a autotraumatismo. Suelen tener aspecto linear ya que suele estar causada por acción de las uñas. Se ven en dermatosis pruriginosas.
Erosión: son el resultado de la pérdida de una parte de la epidermis, pero siempre respetando el estrato basal. Es difícil distinguirla de una úlcera. Son debidas a autotraumatismo después de provocar una escoriación. Se observan como resultado de vesículas o bullas reventadas, autotraumatismo en dermatosis pruriginosas o heridas profundas que no llegan a dejar cicatriz.
Úlcera: lesión más profunda que una erosión, con destrucción del estrato basal y en ocasiones afectando la dermis. Como resultado es frecuente hallar cicatrices. Se observan en infección bacteriana o fúngica, autotraumatismo, compromiso vascular severo y profundo, neoplasias…
Liquenificación: aumento del grosos de la epidermis, normalmente debido a un traumatismo crónico. Suele estar hiperpigmentada.
Hiperpigmentación: aumento de la pigmentación cutánea. Debido a una inflamación crónica, dermatosis endocrinas, lentigo…
Hiperqueratosis: aumento del grosor del estrato córneo. Indicativo de pénfigo foliáceo, leishmaniasis, dermatosis responsiva al Zn…
Fístula: comunicación con la superficie cutánea de una inflamación o infección profunda.
Cicatriz: resultado de una úlcera, herida profunda, quemadura o pioderma profunda, donde se ha afectado el estrato basal de la epidermis. En muchas ocasiones incluso la dermis y tejido subcutáneo también se ven afectados por el mismo proceso patológico o por la reacción
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inflamatoria reparadora. La mayoría de las cicatrices toman un aspecto de alopecia, atrofia y despigmentación por el daño que sufre la piel en estas zonas.
LESIONES PRIMARIAS o SECUNDARIAS
Comedón: lesión caracterizada por un folículo piloso dilatado relleno de material queratínico y/o sebáceo, que ocluye el orificio, dando un aspecto negruzco o marronáceo. Se encuentra con frecuencia en demodicosis, displasias foliculares, hiperadrenocorticismo, defectos de queratinización, donde es una lesión primaria. Es lesión secundaria cuando es iatrogénico por medicaciones tópicas, corticosteroides p.o. o seborreas secundarias.
Descamación: acúmulo de células del estrato córneo en la superficie cutánea o en los pelos (Manguitos queratoseborreicos). Indicativo de defectos de queratinización cuando son lesiones primarias y de alergia, dermatosis endocrina o dermatofitosis cuando son secundarias. Puede ser seca o grasa.
Costra: es el resultado de secarse un exudado compuesto por sangre, pus o suero. Normalmente son secundarias a una pioderma o dermatosis pruriginosa, pero también puede ser primaria en pénfigo foliáceo o dermatosis nutricionales.
Hipopigmentación: pérdida total o parcial de la pigmentación de la piel (leucoderma) o del pelo (leucotriquia o acromotríquia ). Puede ser secundaria a una inflamación o primaria en despigmentaciones por pérdida de melanina epidérmica de carácter hereditaria (vitíligo).
Alopecia: pérdida de pelo total o en la gran mayoría de una zona donde se espera que haya pelo. Cuando la pérdida de pelo es parcial o muy leve hablamos de hipotricosis. Puede ser primaria, en dermatosis endocrinas o displasias foliculares, o secundaria a autotraumatismo en dermatosis pruriginosas.
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