analisis socio tecnico novaes

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62261203 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Henrique T. Novaes, Renato Dagnino El proceso de adecuación socio-técnica en las fábricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas Cayapa. Revista Venezolana de Economía Social, vol. 6, núm. 12, 2006, pp. 249-271, Universidad de los Andes Venezuela ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Cayapa. Revista Venezolana de Economía Social, ISSN (Versión impresa): 1317-5734 [email protected] Universidad de los Andes Venezuela www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Analisis socio tecnico

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62261203

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Henrique T. Novaes, Renato DagninoEl proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de

    visitas a ocho empresasCayapa. Revista Venezolana de Economa Social, vol. 6, nm. 12, 2006, pp. 249-271,

    Universidad de los AndesVenezuela

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Cayapa. Revista Venezolana de EconomaSocial,ISSN (Versin impresa): [email protected] de los AndesVenezuela

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    RECIBIDO: 06-02-05 / ACEPTADO: 25-11-05* Traduccin del portugus: Nayka Daz1 Doctorando en Poltica Cientfica y Tecnolgica - Unicamp (SP). [email protected] Profesor Titular del Departamento de Poltica Cientfica y Tecnolgica - Unicamp (SP)Brasil [email protected]

    RESUMEN

    Este artculo expone los resultados de unainvestigacin realizada en ocho EmpresasRecuperadas (ERs) brasileas, argentinas yuruguayas en que ocurrieron procesos deAdecuacin Socio-tcnica (AST). Se observla existencia de procesos de AST en tres niveles:a) software: cambios de naturaleza culturalrelacionados con la reparticin del excedente(remuneraciones menos disparejas), adaptacinparcial de la fbrica a los intereses de los obreros,apropiacin del conocimiento acerca delproceso productivo aunque sin modificacinde la divisin del trabajo; b) orgware:apropiacin del conocimiento del procesoproductivo con modificacin en la divisin deltrabajo; c) hardware: adquisicin de mquinas,adaptaciones y repotenciamiento. La ASTenfrenta obstculos relacionados con: a) lanaturalizacin de la organizacin del procesode trabajo heredado, b) el fetiche de la tecnologaque hace creer que la ltima tecnologa essiempre la mejor y ignora su carcter relacional,c) el tiempo necesario para la implementacinde modalidades de AST mas sofisticadas, d)los impedimentos impuestos por el mercadocapitalista, y e) el contexto de crisis quedificulta la AST.

    Palabras clave: Fbricas recuperadas,adecuacin socio-tcnica, excedente, procesoproductivo, asociados.

    ABSTRACT

    The article analyses the process of Socio-Technical Adequation (STA) in eightRecovered Factories (FRs) from Brazil,Argentine and Uruguay. We observed that theseRFs promoted processes of STA in three levels:a) software: cultural changes of nature linkedto the distribution of the surplus (closer ormore equalitarian wages), partial adaptationof the factory to the workers' interests; b)orgware: appropriation of knowledge about theproductive process without modification ofwork division; c) hardware: acquisition, repairand adaptation of machines. The STA processfaces obstacles related with: a) the nature ofthe job process's organization for thosecooperated, b) the fetish of the technology,that takes us to believe the last technology isalways the best and ignore it relationalcharacter, c) the necessary time for a significanttransformation of the productive forces and inthe way of partition in the surplus, d) theimpediments imposed by the capitalist market.

    Key words: Recovered factories, socio-technical adequation, surplus, productiveprocess, cooperated.

    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricasrecuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas

    a ocho empresas*Socio-Technical Adequation Process in Recovered Firms:

    generalizations based on eight enterprises

    Henrique T. NOVAES1 y Renato DAGNINO2

    Revista Venezolana de Economa SocialAo 6, N 12, 2006, 249-271 ISSN: 1317-5734

    Universidad de los Andes (ULA) NURR Trujillo CIRIEC Venezuela

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    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas

    Introduccin

    La dcada de 1990 en Brasil fue marcada por la apertura comercial, lavalorizacin cambiaria iniciada por el Plan Real, el aumento de la tasa de intersvigente en el mercado nacional (Baltar, 1996), que resultaron en el abaratamientode los productos importados, en la cada de la inflacin, y en procesos dereestructuracin productiva (Leite, 2003) y desestructuracin productiva de laindustria brasilea (Oliveira, 1994). En el plano poltico, Brasil experiment lallamada transicin negociada. Salimos de una dictadura militar para entrar enuna sociedad plutocrtica. En este contexto, las tasas de quiebra, desempleo,as como el crecimiento del mercado de trabajo informal, llegaron a nmerossorprendentemente altos.

    En el resto de Amrica Latina, se vivi en ese momento o un poco antes lacrisis de la deuda externa, el estancamiento econmico, los procesos de aperturacomercial y las dems polticas planificadas por el Consenso de Washington yaprobadas por la nueva correlacin de fuerzas que dio origen a estos procesos.En este contexto, surgieron y vienen surgiendo en la Amrica Latina innumerablesformas de resistencia de la clase trabajadora frente al desempleo. Entre lasformas de resistencia de la clase trabajadora se encuentra el surgimiento deemprendimientos con caractersticas autogestionarias (Guimaraes et al.,2004) a partir de empresas quebradas o abandonadas por sus dueos.

    Para introducir el concepto de adecuacin socio-tcnica (AST) (Dagninoy Novaes, 2005), precisamos que puede ser entendido a partir de losinstrumentos de anlisis proporcionados por el constructivismo social de latecnologa. Segn ese enfoque, la construccin socio-tcnica es el procesomediante el cual componentes tecnolgicos son objeto de una negociacinentre grupos sociales relevantes, con preferencias e intereses diferentes, en lacual criterios de naturaleza distinta, inclusive tcnicos, van siendo utilizados a lolargo de un perodo de flexibilidad interpretativa hasta llegar a una situacinde estabilizacin y cierre (Bijker, 1995).

    En ese sentido, la AST puede ser entendida como un proceso inverso alde la construccin, en que un artefacto tecnolgico sufrira un proceso deadecuacin a los intereses polticos de grupos sociales relevantes distintos de

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    aquellos que lo originaron. Definido como proceso, y no como resultado, comolo conceba el movimiento de Tecnologa Apropiada (TA), la AST substituye laidealizacin tpica del laboratorio por la prctica concreta de los movimientossociales. El concepto de AST permite abarcar una multiplicidad de situaciones,que denominaremos modalidades de AST.

    Consideramos como procesos de AST a) cambios software- relativos ala distribucin del excedente (anticipos) y cambios culturales (adaptaciones dela fbrica a los intereses de los trabajadores, etc.); b) orgware-organizacindel proceso de trabajo, participacin de los trabajadores en los consejos ydecisiones internas/estratgicas de la fbrica, etc; c) la adecuacin de latecnologa hardware heredada (mquinas y equipos). En este ltimo item, seanaliza tambin la subjetividad de los obreros en relacin al proceso de trabajoy al cambio tecnolgico.

    En algunos casos, la observacin dinmica nos permiti verificar si lasERs estaban progresando o retrocediendo (por ejemplo en el nmero decontratados a lo largo del tiempo, en la extincin o retorno de las antiguasescalas salariales, etc.). El artculo presenta un panorama de ocho fbricasrecuperadas (FR) visitadas en Argentina, Brasil y Uruguay. En la tesis de maestrade uno de los dos autores (Novaes, 2005c), fueron descritas de manera msdetallada las FR brasileas Cones y Textilcooper, y una FR argentina, LosConstituyentes.

    Qu hicieron los trabajadores cuando las fbricas cerraron?

    Las FR surgieron en un contexto de crisis estructural del capital. Lo queaparece en los peridicos argentinos, brasileos y uruguayos como siendouna crisis coyuntural, es en realidad una crisis estructural del capital (Meszaros,2002) que abarca la periferia y el centro del capitalismo. Es en este contextode crisis estructural que en Argentina surgen los piqueteros, las asambleas debarrios, los ahorristas damnificados, en los tres pases los clubes de trueque,las cooperativas populares, las asociaciones de trabajadores y las FRs3.

    3 Sobre la crisis de los ltimos 25 aos, ver Lima Filho (2002) y Fajn et al. (2003).

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    Pero debemos hacer una advertencia. Aunque sabemos que el objetivoprimordial de las FRs es la defensa de los puestos de trabajo, ellas no sonuna respuesta automtica a las condiciones macroeconmicas de los aos1990, sino tambin el resultado de un nuevo contexto, de un nuevo climapoltico-social. En Argentina, las FRs aparecen como cooperativas denecesidad4, empresas de tamao mediano y pequeo que surgen de unproceso de cierre y vaciado de las fbricas al final de los aos 1990 e iniciodel siglo, que se acentu con la crisis de 2001 (Fajn et al, 2003).

    Ms precisamente, se trata de un nuevo fenmeno social o un nuevomtodo desarrollado por las clases trabajadoras argentinas, brasileas,uruguayas, que es el resultado de una mezcla de clima social y una salidapara trabajadores que ya no encontraban en la lucha sindical tradicional unasalida para su reproduccin social (Mura y Abelli, 2004)5. Cruz parececoincidir con nosotros sobre el surgimiento de esta novedad en la historia dela Amrica Latina cuando afirma que

    (...) el surgimiento de millares de empresas econmicas de tipo asociativocooperativas, asociaciones, empresas recuperadas, institucionescomunitarias de crdito, clubes de cambios etc. en el Cono Sur de laAmrica Latina, a partir de los aos 90, representa la emergencia de unfenmeno econmico y social que, aunque guarde estrechas relacionescon experiencias anteriores, tiene caractersticas especficas, que resultaronde las transformaciones ocurridas en las ltimas dcadas, tanto de laeconoma como de la sociedad latino-americana (Cruz, 2006:1).

    Frente a este nuevo contexto, muchos trabajadores de estos pasesoptaron por ocupar fbricas, reivindicar la expropiacin definitiva de losmedios de produccin, la reparticin igualitaria (o no) del excedente y elestablecimiento de mecanismos de decisin democrticos en el seno de launidad productiva. No podemos olvidar que el acto de recuperar una fbrica

    4 Las palabras son del profesor Gabriel Fajn para diferenciar las cooperativas de necesidad de lascooperativas ideolgicas.5 Un problema que apareci como esencialmente defensivo, siendo el resultado de una grave crisis delempleo, nos lleva a reflexionar sobre una cuestin que no es relativa slo al empleo sino tambin a laalienacin del trabajo (Bialakowsky, 2003; Novaes, 2006).

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    significa para el trabajador recuperar algo del que se siente parte, que ayuda construir, que forma parte de su historia de vida.

    En Argentina, las empresas recuperadas abarcan campos que noencontramos en Brasil: Clnicas de examen, Hospitales, Supermercados,Escuelas, que suman un total aproximado de 180 fbricas y 12.000 trabajadores.En Uruguay, el nmero de FRs es de alrededor de 206. En Argentina, esnecesario resaltar que muchas de esas fbricas operan hoy con 1/5 de lostrabajadores de los tiempos gloriosos. La mitad de las 87 empresas investigadaspor Fajn et al. (2003) tienen menos de 30 empleados y 25% ms de 70.

    En Brasil, la Secretara Nacional de Economa Solidaria (SENAES-Ministerio del Trabajo y Empleo) ya concluy el mapeo de la economasolidaria, pero no se incluyeron las FR. Podemos estimar que existen unas200 FR sobrevivientes. Como en Argentina y Uruguay, en Brasil la granmayora de las FR estn en los sectores metalrgico, textil y de calzados7.

    Si es verdad, como seala el lema del Movimiento Nacional de EmpresasRecuperadas (MNER-Argentina), que toda empresa que cierra, debe serocupada y puesta a producir, qu hacen los trabajadores cuando las fbricasno cierran?8

    En Venezuela, en junio de 2005, el gobierno anunci su intencin deexpropiar ms de 700 fbricas improductivas o que funcionaban muy pordebajo de su capacidad (Novaes y Lima Filho, 2006)9.

    El marco terico de la observacin: la Adecuacin Socio-Tcnica

    Una de nuestras constataciones es que por ms que haya avanzado eldebate terico entorno a la crtica a las fuerzas productivas capitalistas, era

    6 Para saber sobre el cooperativismo en Uruguay antes del fenmeno de las FR, ver Bertullo et al.(2003).7 Sobre la historia del surgimiento de las FRs en Brasil y el debate en torno de la autogestin, ver Cruz(2006), Faria (2005), Novaes (2005a, b, c), Vieitez-Dal Ri (2001) y Holzmann (2001). En Argentinaver, entre otros, Fajn et al. (2003), Informe (2003) y Novaes (2005b). En Uruguay, ver Mart (2004)y Novaes (2005b).8 En una investigacin realizada a finales de 2004 junto a trabajadores de FRs, preguntaron si eralegtimo ocupar fbricas que no cerraron: 90% dos trabajadores respondieron que no.9 As como en Argentina y en menor medida en Brasil, muchos trabajadores venezolanos reivindican

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    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas

    necesario un esfuerzo de observacin de los cambios, permanencias yretrocesos en las unidades productivas. Era necesario verificar cmo lascontradicciones y posibilidades de transformacin de la tecnologa heredada(orgware, software y hardware) aparecan en el da a da de las FR. Este esuno de los propsitos del concepto de Adecuacin Socio-Tcnica (AST).

    En la introduccin de este artculo, sealamos una de las formas deconcebir la AST. Pero la AST tambin puede ser concebida por semejanzaal proceso denominado por algunos como proceso de aprendizaje y porotros tropicalizacin extensivamente abordado en la literaturalatinoamericana (y posteriormente, mundial) sobre economa de la tecnologadesde la dcada 1960, de adaptacin de la tecnologa proveniente de lospases centrales a nuestras condiciones tcnico-econmicas (precio relativode los factores capital y trabajo; disponibilidad de materias primas, repuestosy mano de obra calificada; tamao, capacidad adquisitiva, nivel de exigenciasde los mercados; condiciones edafo-climticas, etc).

    La AST puede entonces entenderse como un proceso que buscapromover una adecuacin del conocimiento cientfico y tecnolgico (yaincorporado en los equipos, insumos y formas de organizacin de laproduccin, o an bajo una forma intangible y tcita), no solamente a losrequisitos y finalidades de carcter tcnico-econmico, como hasta ahora hasido lo usual, sino al conjunto de aspectos de naturaleza socio-econmica yambiental que constituyen la relacin Ciencia, Tecnologa y Sociedad (CTS).

    En el contexto de la preocupacin por los emprendimientos concaractersticas autogestionarias que interesan en este trabajo, el proceso deAST tendra entonces por objetivo adecuar la tecnologa convencional einclusive, concebir alternativas aplicando criterios suplementarios a los tcnico-econmicos usuales en procesos de produccin y circulacin de bienes yservicios en circuitos no formales, situados en reas rurales y urbanas (comolas redes de economa solidaria), con miras a optimizar sus implicaciones.

    la estatizacin de las fbricas bajo control obrero. Se puede verificar que no existe un consenso entrelos trabajadores latinoamericanos sobre la estatizacin o la autogestin de las fbricas. Es interesanteobservar que ni el gobierno brasileo ni el argentino ni el uruguayo estatizaron ninguna fbrica.

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    Operacionalizamos la crtica ya realizada por otros autores, como comoWinner (1985) y Feenberg (2002), a la asepsia poltica de los investigadoresde la Construccin Social de la Tecnologa, y proponemos una reflexinsobre el concepto de grupos sociales relevantes. Este concepto fue acuadoen el mbito de las observaciones hechas por los investigadores de los procesosde construccin social de artefactos como la bicicleta, la bakelita, elrefrigerador, etc. Hacemos la pregunta: estos grupos sociales relevantes queinfluenciaron de manera ms decisiva en estos procesos no tenan algo encomn? No pertenecan al mismo estrato social? No existe una altacorrelacin entre el hecho de influir en los procesos de construccin social dela tecnologa y la pertenencia a una clase social que es propietaria de losmedios de produccin?

    Si la respuesta a esas preguntas permite concluir que la construccinsocio-tcnica posee un contenido de clase, que es garante de su adecuacina la reproduccin del capital, la propuesta de la AST aparecera como unmovimiento contra-hegemnico compuesto de de dos momentos. El primero,de desconstruccin del elemento orientado por un esfuerzo sistemtico ybasado en un conjunto preconcebido de criterios y procedimientos, con elpropsito de descontaminarlo de los valores e intereses que dieran soporte asu construccin y que debera concluir cuando la operacin de ese conjuntoindicase un estadio compatible con el inicio del momento de reconstruccin.Es decir, indicar la posibilidad de adecuar (o reproyectar) la tecnologa a losvalores del nuevo estilo de desarrollo y a los intereses de los actores socialescon l comprometidos.

    En su aspecto normativo, el concepto de AST representa a necesidadde una alternativa ms eficaz para la solucin de los problemas socialesrelacionados a la tecnologa y puede ser entendido como un vector para laadopcin de polticas pblicas que aborden la relacin CTS en un sentidoms coherente con nuestra realidad10.

    10 Para saber mas sobre AST y la trayectoria terica metodolgica que dirigi su rumbo, ver Dagnino,Brando y Novaes (2004).

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    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas

    Las modalidades de AST

    Buscando operacionalizar el concepto de AST, es conveniente definirmodalidades de AST. El nmero escogido (siete) no es arbitrario y podra sermayor:

    1) Uso: El simple uso de la tecnologa (mquinas, equipos, formas deorganizacin del proceso de trabajo, etc.) antes empleada (en el caso decooperativas que siguieron a empresas en quiebra), o a la adopcin detecnologa convencional, con la condicin de que se altere la forma como sereparte el excedente generado, es percibida como suficiente.

    2) Apropiacin: entendida como un proceso que tiene como condicinla propiedad colectiva de los medios de produccin (mquinas, equipos);implica una apropiacin por parte del trabajador, de conocimientos relativosa los aspectos productivos, gerenciales y de concepcin de los productos yprocesos, sin que exista cualquier modificacin en el uso concreto que sehace de ellos.

    3) Ajuste del proceso de trabajo: implica la adaptacin de laorganizacin del proceso de trabajo a la forma de propiedad colectiva de losmedios de produccin (pr-existentes o convencionales), el cuestionamientode la divisin tcnica del trabajo y la adopin progresiva del control obrero.

    4) Revitalizacin o repotenciamento de las mquinas y equipos:significa no slo el aumento de la vida til de las mquinas y equipos, sinotambin ajustes, reacondicionamiento y revitalizacin de la maquinaria. Suponean la fertilizacin de las tecnologas antiguas con elementos nuevos.

    5) Alternativas tecnolgicas: implica la percepcin de que lasmodalidades anteriores, inclusive la del ajuste del proceso de trabajo, no sonsuficientes para dar cuenta de las demandas por AST de las empresasautogestionarios, siendo necesario el empleo de tecnologas alternativas a laconvencional. La actividad decurrente de esta modalidad es la bsqueda yseleccin de tecnologas existentes.

    5) Incorporacin de conocimiento cientfico-tecnolgico existente:resulta del agotamiento del proceso sistemtico de bsqueda de tecnologasalternativas y en la percepcin de que es necesaria la incorporacin a la

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    produccin del conocimiento cientfico-tecnolgico existente (intangible, noincorporado en los medios de produccin) o el desarrollo, a partir de l, denuevos procesos productivos o medios de produccin, para satisfacer lasdemandas por AST. Actividades asociatas a esta modalidad son procesosde innovacin de tipo incremental, aisladas o en alianza con centros deInvestigacin y Desarrollo y Universidades.

    7) Incorporacin de conocimiento cientfico-tecnolgico nuevo:resulta del agotamiento del proceso de innovacin de tipo incremental, enfuncin de la inexistencia de conocimiento susceptible de ser incorporado aprocesos o medios de produccin para atender las demandas por AST.Actividades asociadas a esta modalidad son procesos de innovacin de tiporadical que tienden a demandar el concurso de centros de I&D y universidadesy que implican la exploracin de las fronteras del conocimiento.

    Algunas conclusiones

    A partir del anlisis de 8 casos de ERs y de una revisin bibliogrfica,llegamos a las siguientes conclusiones: a pesar de estar insertas en la economade mercado y de tender a reproducir las relaciones de trabajo heredadas, lasERs han promovido procesos de cambios en los tres mbitos en los cuales seinsertan las siete modalidades de AST propuestas en la metodologa de estainvestigacin: a) software: cambios de naturaleza cultural ligadas, por ejemplo,a la reparticin del excedente (remuneraciones ms o menos igualitarias),adecuacin parcial de la fbrica a los intereses de los trabajadores, apropiacindel conocimiento del proceso productivo aunque sin modificacin en la divisindel trabajo; b) orgware: modificacin de la divisin del trabajo resultante dela apropiacin del conocimiento del proceso productivo por los trabajadoreso de la incorporacin de nuevos conocimientos proporcionados por otrosactores y fuentes de informacin; c) hardware: adquisicin, adaptacin orepotenciacin de mquinas, introduccin de tecnologas alternativas (osociales) y de tecnologas especialmente proyectadas o desarrolladas por lostrabajadores o por otros actores.

    Las FRs observadas, aunque hayan promovido procesos que se insertan

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    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas

    en la tipologa de las siete modalidades de AST propuestas en la investigacin,parecen encontrar obstculos debido a: a) la naturalizacin del proceso detrabajo por los asociados b) el fetiche de la tecnologa, que hace que la ltimatecnologa siempre es vista como la mejor y se ignore el carcter relacionalde la tecnologa (Novaes y Dagnino, 2004), c) el tiempo necesario para unatransformacin significativa de las fuerzas productivas y de la forma dereparticin del excedente, y e) la no generalizacin de la expropiacin(NOVAES, 2005c)11. Posteriormente, se verific que el contexto de crisisimpide pasar de un momento defensivo a otro ofensivo.

    Una de las mayores innovaciones de las FRs en Argentina y Uruguay esla reparticin igualitaria de los anticipos. En la investigacin de Fajn et al.(2003), se constata que el 70% de las fbricas optaron por la igualdad de losanticipos. Un dirigente de un movimiento argentino de FRs nos afirm en unaconversacin informal que en Brasil no existe la autogestin, pues aqu noexisten anticipos igualitarios. Ser que la autogestin significa anticiposigualitarios? Todo lleva a creer que la propuesta de reparticin igualitaria delos anticipos repercuti con mucho ms fuerza en Argentina que en Brasilcomo resultado de las acciones de lucha para adquirir la propiedad de lasfbricas y tambin porque las fbricas son ms pequeas. En el estudio deFajn et al. (2003, p. 40-1) que abarca 87 FRs, se observa que en el 46% delas fbricas los trabajadores tuvieron que recorrer a la toma de la fbrica,y 24% a otras medidas de fuerza para recuperar la empresa (acampado enlas fbricas o interrupcin de vas de comunicacin)12.

    Aqui, cabe observar, por exemplo, que la FR Los Constituyentes tieneanticipos igualitarios y pretende mantenerlas, mientras la FR uruguaya Coopdi(produccin de chaquetas), a pesar de tener remuneraciones igualitarias desde

    11 Otra conclusin de este estudio es la vrificacin de que los partidarios de la ES sostienen que latecnologa convencional, generada bajo relaciones de produccin capitalistas y en funcion de lalgica de acumulacin de las grandes empresas, puede ser usada sin modificacions significativas por losemprendimientos caractersticas autogestionarias (Novaes, 2005b). Sobre el debate sobre la neutralidadde la tecnologa, ver Dagnino (2002) y Novaes e Dagnino (2004).12 Este mtodo tiene semejanzas reconocida por algunos e ignorada por otros con el mtodo de loscampamentos del MST. Segn Naomi Klein (2003), los movimientos de FRs urbanizaron la tcticade MST. Pero debemos resaltar que estas formas de lucha son recurrentes en la histria de la clasetrabajadora.

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    2004, propona un regreso a las antiguas escalas salariales cuando la empresavolviera a crecer. Otra fbrica relat un colega de la Universidad de BuenosAires tiene actualmente una escala de anticipos, pero vislumbra implantaruna reparticin igualitaria. En este sentido, sera interesante estudiar si lapropuesta de igualacin de anticipos se mantiene a lo largo de la vida de lasFRs, o si es algo momentaneo, fruto de una crisis del empleo.

    Para aquellos que creen que la autogestin significa anticipos igualitarios,recordemos que un posible aumento de salarios solamente mejorara laremuneracin de los esclavos [asalariados], ms no restituira el significado yel valor humano ni al trabajador ni al trabajo (Marx, 1994, p.34). Esto nosignifica decir que la remuneracin actual de los trabajarores latinoamericanospermite la satisfaccin de las necesidades humanas.

    Aqui, cabe notar tambien que el debate sobre las diferentes formas deapropriacin del excedente ya estaba presente en los escritos de los ricardianosde izquierda. Siendo el trabajador la nica fuente generadora de valor, ldebera ser el nico detentor legtimo del producto, argumentaban R. Owen,W. Thompson e T. Hodgskins. Paul Singer reconoce correctamente que paraMarx el excedente nunca podra pertenecer en su totalidad a los trabajadores,ya que los que no trabajan, los ninos, etc., participan en el resultado deltrabajo productivo(SINGER, 1998, p.73): lo que nos leva a creer que enuna sociedad socialista el excedente no podr pertenecer exclusivamente alos asociados.

    Sobre las FRs argentinas y uruguayas, debemos destacar como otroscambios software el permiso para tomar mate en el lugar de trabajo, unamejora substancial de la comida, espacios de recreacin, cursos de pintura,escultura, clases de educacin bsica dentro de las fbricas, eventos culturalescomo un concierto de una pianista famosa, y hasta la creacin de guarderasdentro de las fbricas. En la fbrica Los Constituyentes, algunas personasfueron contratadas para realizar un trabajo poco necesario al buen rumbo dela fbrica, porque los trabajadores sintieron lstima al verlos trabajar comorecogedores de cartn en la calle.

    Si para la Economa Poltica existe apenas la categora trabajo y no lade trabajador, en las FRs el objetivo es facilitar al mximo sus vidas dentro y

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    El proceso de adecuacin socio-tcnica en las fbricas recuperadas: algunas generalizaciones a partir de visitas a ocho empresas

    fuera de su ambiente de trabajo, lo que para nosotros puede ser consideradocomo una especie de humanizacin del espacio de trabajo por losasociados. A pesar de lo necesario de la produccin de mercancas impediruna margen mayor de maniobra para que los trabajadores de FRs puedanhumanizar an mas el ambiente de trabajo, verificamos que hay posibilidadesde cambio.

    Una observacin debe ser hecha. Algunos investigadores creen que estaabertura de las FRs al pblico es una tctica, un marketing poltico, extraoa los trabajadores de las FRs.

    En cuanto a nuestra visin sobre las asambleas, principalmente en laCones, pero tambin menor medida en Textilcooper, quedamos con laimpresin que los presidentes y los consejos ven solamente los deberes delos asociados, mientras que los trabajadores obreros ven a la asamblea comoderechos, principalmente de aumento de los anticipos. A pesar de percibirque hay en las cooperativas mayores posibilidades de participacin de lostrabajadores en el proceso decisorio, en muchos casos los trabajadores noposeen el conocimiento tcnico necesario para sugerir cambios en lasorientaciones de las cooperativas.

    Tal como seala Holzmann (2001), los trabajadores de Wallig nopercibieron las posibilidades privilegiadas de intervencin en el espacio detrabajo. Para los trabajadores que estn en la gerencia de Uniforja (cooperativade Diadema, Estado de So Paulo), la participacin de los socio-trabajadoresen la organizacin de la produccin y del trabajo debe ser dirigida para elalcance de la mejora en el desempeo de las cooperativas, pero las preguntascomo seguridad en el trabajo, ritmo e intensidad del trabajo, calificacinprofesional, entre otras, que dicen respecto a las condiciones de trabajo nofueron abordadas por ellos. Por otro lado, los socio-trabajadores, a pesarde las posibilidades irrestrictas de intervencin en el proceso de trabajo, nosugirieron temas que influenciaran lo cotidiano de las cooperativas, en trminosde organizacin de la produccin y del trabajo (Oda, 2001).

    Podemos levantar tres hiptesis sobre los motivos que llevan a lostrabajadores a no desconstruir el proceso de trabajo vigente. Podramosespecular que los trabajadores dejan de creer en el mecanismo de la asamblea

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    cuando perciben que se trata de algo figurativo, sin poder de cambio, apesar del parlamentarismo de las cooperativas. Otra posibilidad, msprobable, est relacionado con la naturalizacin del proceso de trabajo y laausencia del conocimiento tcnico necesario para transformarlo. Para muchostrabajadores, el proceso de trabajo es comprendido como siendo lo nicoposible, no habiendo posibilidad y necesidad de cambiarlo, o ms que eso,ellos no captan el conocimiento que est materializado en la figura de losespecialistas, dependiendo de los mismos tanto cuanto antes de la quiebra.

    Una hiptesis, menos probable, afirmara que el uso de las asambleas yde los mecanismos de decisin (en asuntos referentes o no al proceso detrabajo) requiere entrenamiento y tiempo, mientras que los trabajadoressiempre fueron acostumbrados a recibir rdenes.

    Verificamos que la no-autonomizacin de los consejos y de lapresidencia es independiente del buen funcionamiento econmico de lacooperativa, pues tanto en la Textilcooper (altamente inestable y con grandesposibilidades de volver a cerrar) mientras que en la Cones (facturacionescrecientes) parecen estar ocurriendo nuevamente procesos deburocratizacin de las empresas. Nuestras investigaciones en la Textilcoopery en la Cones nos llevan a concordar con Vieitez-Dal Ri (2001) cuandoafirman que est siendo conformada una elite poltico-administrativa en lascooperativas (Vieitez-Dal Ri, 2001).

    Cabe acentuar tambin que muchos trabajadores de las FRs visitadasrelatan que hubo un aumento de la creatividad, el florecimiento de la invencin,afirman tambin que hoy trabajan con mayor tranquilidad. A pesar de esto,an se verifica una inmensa cantidad de trabajo alienante, repetitivo ydesprovisto de contenido13.

    Un hecho curioso que se volvi recurrente en algunas FRs tiene que vercon la ausencia de leyes y normas luego despus de la ocupacin por lostrabajadores. Muchos cooperativistas y asociados pasaron a interpretar lacooperativa como siendo un local donde se puede todo, donde puedo hacer

    13 Verificamos que muchos trabajadores recurren a la Msica para liberarse del trabajo repetitivo. Aqu,cabe un anlogo con la pelcula Bailando en la Oscuridad, del director Lars Von Trier, en el cual laactriz-cantante Bjork ve en la msica un acto de fantasa frente al trabajo abrumador.

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    lo que quiero, en la hora que quiero, etc. Ese hecho nos recuerda el cuentoLa Iglesia del Diablo, de Machado de Assis. En l, el autor dice que eldiablo resolvi crear una iglesia donde todo era permitido. Con el pasar deltiempo, las personas sintieron falta de las leyes, porque tenan la necesidadde trasgredirlas. En la falta de normas creadas a travs de decisionescolectivas, no con el objetivo de evitar la trasgresin, pero si para consolidarreglas de conducta, los cooperativistas interpretarn el cooperativismo comovaco de leyes, tal como relatan los estudios de Holzmann (2001) y Novaes(2005c).

    Una comparacin entre la FR Los Constituyentes y la FR uruguayaco-gestionaria Funsa (produccin de cauchos y guantes) ilustra la relacinque se establece entre los trabajadores y los ingenieros. Si en LosConstituyentes, la fbrica funciona muy bien sin los ingenieros, en la fbricaFunsa, los trabajadores dijeron que es imposible llevar a cabo la produccinsin los ingenieros, que muchas veces, son contratados como consultores. Enla FR Los Constituyentes, los obreros afirman que consiguen y conseguirnllevar el proyecto autogestionario adelante porque acumularon un elevadogrado de conocimiento. Dicen que no necesitan ms de ingenieros y capataces,pues su nica funcin era controlar el trabajo en la fbrica (Novaes, 2004c).

    Esto nos lleva a pensar nuevamente que Braverman (1987) y Varsavsky(1974) tenan razn al decir que no hay cooperativismo sin una realemancipacin de los trabajadores en relacin a los ingenieros y especialistas.Para Varsavsky (1974), a lo largo del surgimiento del capitalismo, el trabajadorperdi el control de los medios de produccin y la propiedad del dominiotcnico sobre la mquina que usa y esto no se repara con decretos. Ancuando la fbrica es de propiedad cooperativa directa de los trabajadores, laalienacin de los mismos no se elimina si siguen dependiendo de losespecialistas en la misma medida que hoy (Varsavsky, 1974, p.74). ParaBraverman (1987):

    Las demandas de participacin y control por los trabajadores escapande mucho a la visin marxista. El concepto de una democracia en lafbrica basada simplemente en la imposicin de una estructura formalde parlamentarismo eleccin de directores, votacin sobre decisionesreferentes a la produccin con la organizacin existente, es

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    decepcionante. Sin el retorno del requisito de conocimiento tcnicopor la masa de los trabajadores y reformulacin de la organizacin deltrabajo sin un nuevo y verdaderamente colectivo modo deproduccin la votacin en las fbricas y oficinas no altera el hechode que los trabajadores continen dependiendo tanto cuanto antes delos peritos y que solo puedan escoger entre ellos o votar a favor delas alternativas presentadas por ellos (Citado por Novaes, 2001, p.34).

    Para la academia latino-americana, existe una relacin poco especficaentre conocimiento tcnico y dependencia de especialistas, por un lado, ypor otro lado las posibilidades parlamentaristas ensayadas por las cooperativas.Muchos estudios creen equivocadamente que antes de la quiebra, lostrabajadores no tenan ningn poder de intervencin en el proceso de trabajoy que despus del alquiler, ellos se vuelven los verdaderos sujetos del procesode trabajo (Novaes, 2005c). Es verdad que despus del alquiler de los mediosde produccin los trabajadores tienen posibilidades privilegiadas deintervencin en algunas etapas del proceso de trabajo, pero eso no significaque antes de la recuperacin, el trabajador era una vctima de un proceso detrabajo que no le permita ningn tipo de modificacin.

    Sobre la tecnologa hardware, an verificando que existen cambiosen lo que se refiere a la manutencin, reparacin, pequeas adaptacionesde la maquinaria, son pocas las crticas a la tecnologa convencional.Tanto las entidades de apoyo del Gobierno Federal brasileo, comoveremos a continuacin, como la academia y los trabajadores, parecensubestimar el problema que tenemos en mente: la necesidad dereproyecto tecnolgico.

    La propuesta de adquirir mquinas y equipos con capital quebrado (casoTextilcooper), tal como viene siendo estimulada por la Fundacin Banco deBrasil, en un primer momento, es muy seductora. Pero podemos deducir atravs de una visin ms profunda que la propuesta de actualizacintecnolgica trae consigo tres supuestos que, en nuestra opinin, deben seranalizados con mayor cuidado: a) la ltima tecnologa es siempre la mejor;b) ya existe tecnologa disponible, basta utilizarla y c) esta tecnologadisponible sirve tanto para los propsitos de empresas convencionales como

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    para emprendimientos con caractersticas autogestionarias (Novaes, 2005c).De acuerdo con Zimbalist (1979), muchos trabajadores aceptan la marchade la tecnologa como inevitable e inmutable. Para Burawoy, Si la tecnologaen la realidad no es neutra y su desarrollo es un proceso no solo econmico,pero tambin poltico, es importante analizar porque se fabrica y secomercializa una determinada mquina antes que otras (Burawoy, 1989,p.233).

    Sobre esto, nos caus extraeza la visin de un consultor de una FRbrasilea. Mientras que sus auxiliares demostraron una visin evolucionistade la tecnologa, afirmando que las mquinas eran obsoletas, arcaicas,jursicas, etc., en ningn momento l lleg a afirmar categricamente que lamaquinaria de la cooperativa estaba obsoleta. El observ que deberan serhechas evaluaciones tcnicas que identificasen el desgaste de la maquinaria.Otras dos aclaratorias son necesarias. A diferencia, por ejemplo, de laRevolucin Espaola, donde numerosas fbricas fueron colectivizadas, loscasos por nosotros estudiados no se insertan en un contexto revolucionario.En este sentido, son pocas las oportunidades de las FRs en un contexto deaislamiento de las mismas frente al ocano capitalista y ms que eso, en unmomento de regresin histrica que fragmenta la clase trabajadora.

    Lima Filho (2004) cree que la clase trabajadora adopt numerosasestrategias defensivas para sobrevivir en un contexto de crisis avasalladora.Entre estas, tenemos las FRs. Segn l, para volverse una propuesta deofensiva socialista, deber haber la conjugacin de los intereses de las FRscon los intereses de las masas teniendo en cuenta la superacin, de acuerdocon las posibilidades histricas, del capital.

    La ausencia de una propuesta de carcter ofensivo imposibilita laafirmacin de que las cooperativas surgidas de las quiebras financieras seanautenticas, tal como postul el presidente de una de las cooperativasvisitadas. Adems de ser en muchos casos emprendimientosheterogestionarios, en algunas (o muchas?) cooperativas la propia clasetrabajadora, adems de auto-explotarse, explota otros trabajadores por lava de la contratacin. Por ejemplo, el nmero de contratados en la Conessubi de 8 a 100 en un intervalo de 2 aos. Mauricio Fara (2005) encontren una cooperativa de Ro Grande do Sul 150 cooperativistas y 800

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    contratados (!) (FARIA, 2005)14. En Los Constituyentes existan pocoscontratados. Se trata de algo que diferencia las FRS argentinas de lasbrasileas? A nuestro parecer, se trata de un buen tema de investigacin.Podremos estar subestimando el predominio de la comercializacin sobrela produccin que lleva a que las cooperativas degeneren en el capitalismo(Luxemburgo, 1974), pero nos inquieta el hecho de algunas FRs no explotantrabajadores contratados mientras otras FRs recurren a este mecanismo deforma avasalladora.

    Otro problema es la cantidad de empresas que trabajan como maquilas.En Argentina, en 2003, 70% de las FRs eran maquilas, segn Fajn et al.(2003). No existe ningn margen de maniobra frente a las imposiciones deprecios y destino de los productos. Los cooperativistas reconocen que venderservicios de mano de obra no es el mejor negocio para la cooperativa.Probablemente el hecho de trabajar como maquilas lleva a una prdida deexcedente que podra estar siendo generado en las FRs.

    Consideraciones finales

    Este artculo present un breve panorama de las FRs en algunos pasesde Amrica Latina. Pensamos, con Galvo (2004) y Bialakowsky (2004),que la propuesta de asumir una empresa y rehabilitarla ya es en si mismo unaestrategia innovadora desde el punto de vista de trabajadores acostumbradosa recibir salarios y no inmiscuirse en los aspectos administrativos de la empresa.Por estar surgiendo en un momento de crisis, la simple sobrevivencia de estasFRs ya es algo sorprendente.

    Es imposible abolir el capital por decreto. Por esto, creemos que lasfbricas que surgen de la apropiacin o arrendamiento de empresas en quiebrason ejemplos prcticos de las posibilidades de promocin de discontinuidades

    14 Los argumentos utilizados por esta FR son: impedir la entrada de lderes negativos y el derecho porhaber creado la misma (Fara, 2005). Sobre las cooperativas de patrones, ver Lima (2001) y Novaes(2001). Assenburg (2004), Tauile-Debaco (2002), Vieitez-Dal Ri (2001), Lima (2001) y Novaes(2005c) abordan el control que los emprendimientos heterogestionarios tienen sobre las empresascon caractersticas autogestionarias.

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    en la continuidad, en la cual los trabajadores pueden subvertir una tecnologay una organizacin del proceso de trabajo creadas para propsitos distintosde aquellos vislumbrados por emprendimientos que buscan la autogestin.Sin hablar de las posibilidades de modificacin de la forma como se reparteel excedente.

    Para aquellos que creen que el capital expropi el conocimiento de lostrabajadores, volvindolos descalificados, las FRs son una prueba de queestos an retienen un conocimiento que les permite una actitud activa en laconstruccin de la base cognitiva necesaria para la implementacin de unestilo de desarrollo alternativo. Es ese uno de los factores, que explica elhecho de que la mayora de las FRs argentinas trabajan sin los cuadros queocupaban posiciones superiores en la jerarqua y sin ingenieros.

    Una ltima palabra cabe en estas consideraciones finales. Entre lasinvestigaciones realizadas hasta el momento, verificamos tres tendencias. Deun lado, algunos investigadores afirman que todo cambi despus delarrendamiento o adquisicin de los medios de produccin por los trabajadoresde FRs. En el otro extremo, hay los que afirman que nada cambi, porque lasFRs estn insertas en el sistema de produccin de mercancas que las asfixiay porque la relacin capital-trabajo tiende a reproducirse dentro de todas lasempresas, sean ellas de trabajadores o de patronos.

    Los primeros ignoran los obstculos para la emancipacin humana quela no-generalizacin de la expropiacin de los expropiadores representa.Adems de esto, tambin subestiman la imposibilidad, a partir de la ocupacinde apenas algunas pocas fbricas, de reorientar la produccin para lasatisfaccin de las necesidades humanas, mientras que el segundo grupo deinvestigadores ignora el potencial que tienen las FRs para realizartransformaciones aun estando insertas en el sistema productor de mercancas.

    Aquellos que tienen como propuesta solamente la toma del poder, noperciben que el capital no se extingue sbitamente, por decreto. Mientrasque aquellos que adhieren al planteamiento de mientras no tomamos elpoder, nada cambiar, nos muestran las permanencias y cambios en lasFRs, pero tienden a adoptar una visin microscpica de la realidad social(Novaes, 2006). Una buena va argumentativa para resolver estos problemas

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    parece ser la de Vieitez-Dal Ri (2001) y Gaiger (2001). Para Vieitez-Dal Ri(2001), hay cambios en las FRs, principalmente en la organizacin y en lasrelaciones de trabajo, pero tambin en la gestin. Admite que lasmodificaciones realizadas hasta ahora no estn transformando la esencia delas FRs: produccin de mercancas, supremaca de los cuadros, etc., pero laposibilidad de progreso estara en la articulacin de las FRs con la lucha msgeneral de los trabajadores y con una visin y un programa de cambio socialy no slo de las unidades productivas.

    Como resalta Gaiger, las formas de produccin de la ES son atpicas.Ellas pueden, entretanto, convivir con el capitalismo (Gaiger, 2002). Paraque estas se conviertan en una nueva forma de produccin, son necesarioscambios significativos cuyo abordaje escapa al objetivo de este artculo.

    Pensamos que una visin microscpica aquella que analiza laautogestin solamente en las unidades productivas ignora los determinantesde la produccin de mercancas y la necesidad de refundacin de lacoordinacin de la produccin por los productores asociados. Por otro lado,aquellos que apuestan solamente en la toma del poder, ignoran lasposibilidades que poseen las FRs de debilitar el sociometabolismo del capital(Novaes, 2006).

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