analisis final - amores perros - carancho
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Análisis de “Amores Perros” y
“Carancho”
Pedro EgúsquizaCódigo 20100372
Cine Peruano y
LatinoamericanoProfesor Isaac León Frías2013-1Desde el inicio del cine el Latinoamérica, Argentina y
México han sido considerados como países con una industria
cinematográfica importante en el continente junto con
países como Brasil. De esta forma siempre se les ha
considerado de forma particular en el medio, pues supieron
generar industrias desde un inicio y eso les ha permitido
mantener una producción cinematográfica importante a lo
largo del tiempo, algo que se ve reflejado hasta nuestros
días.
Si revisamos el acontecer en el contexto mexicano a nivel
cinematográfico en los últimos tiempos, y sobre todo en
los últimos años, podríamos decir que es un cine que más
allá de las distintas tendencias que puede haber tomado,
se sostiene y hasta cierto punto es dependiente de lo que
el Estado le ofrece en términos de presupuesto. Hay una
tendencia hacia el ‘cine festivalero’, lo que hasta cierto
punto deja de lado el interés en la taquilla y por lo
tanto la intención de atraer a la inversión privada. Si
bien, esto cambia desde los 90 con condiciones distintas
que permiten apuntar a un público mayor y no solo a
festivales, Amores Perros es tal vez la película que mejor
condensa ambas tendencias, o una de las que más se acerca
a ello. En este sentido podríamos dar lugar a ambas
tendencias por algunas razones: En una diríamos que existe
una tendencia (curiosamente similar a lo que hemos podido
ver durante los últimos años en el Perú) al ‘cine
festivalero’ debido a la poca cabida que le dan las
exhibidoras al cine de ese país debido a las cantidades
extravagantes que los ‘blockbusters’ de Hollywood
invierten para colocarse en las salas; en la otra,
podríamos decir que, justo ante este fenómeno, se opta por
seguir una fórmula genérica similar a la de la industria
estadounidense para lograr un posicionamiento que esté en
la onda de lo que quiere el público y así tener mayores
posibilidades de ganancias.
En cualquiera de los casos ‘Amores Perros’ encaja muy
bien, y tanto sus premios como su gran acogida de público
la avalan, en ambas e incluso podría considerarse una
película que justamente rompe con los mitos de que se está
a un lado o a otro.
A nivel narrativo tendríamos que decir que es una película
interesante desde el inicio puesto que la acción inicial
siembra la duda de qué está pasando y da interés para
seguir el resto de la trama. La unión de las tres
historias en le choque que origina el desarrollo de cada
una de las líneas narrativas, es precisa y de cierta forma
es fundamental para el éxito de la historia.
‘Amores Perros’ es una historia que refleja la violencia,
que no solo es propia de la cinematografía mexicana sino
latinoamericana, y lo que hay detrás de ella. Es una
historia que justamente envuelve al tema del amor en
violencia, lo lleva a un plano en el que nadie está libre,
sea del nivel socioeconómico que sea, se tenga la vida que
se tenga, es una exploración a lo efímera que es la vida y
cómo puede cambiar de un momento a otro, en las
circunstancias menos esperadas.
Así tenemos una historia que si bien es interesante
comercialmente, también lo es en términos reflexivos y por
lo tanto pegada a las tendencias latinoamericanas que se
orientan hacia la reflexión, hacia la intencionalidad de
dejar un mensaje con la película y no solo un gran rollo
de celuloide proyectado en una sala.
La estética de la película no es convencional; sin
embargo, en su sentido resulta atractiva:
“Definitivamente nos coloca en la realidad; una realidad
estilizada; cuando se emplea el término estilización no
tiene por qué ir referido sólo a lo bello; aquí hay
también una estilización un artificio de lo sórdido. Una
especie de homenaje a lo sórdido desde el realismo
manipulado; maravillosamente manipulado. La luz del
apartamento de Valeria, la propia luz del coche del
principio, la luz del lugar del Chivo, son totalmente
distintas; su tratamiento. Las tres son realistas; cada
una nos da una realidad diferente. La de los muchachos
es la que tiene color más vivo, más llamativo del rojo;
es cálida , cercana, y lejana por el aspecto documental
de momentos; la de Valeria está acabada en pasteles; la
luz matizada, hasta los gestos que realiza; bajar la
persiana; hay más tiempo; hay otra suavidad; es lo que
no vemos, sabemos que sucede, pero no podemos hacer nada
para remediarlo, y NADA CAMBIA,. La del Chivo tiene un
predominio de fríos: azules y grises, pero intensos; nos
acerca a un mundo que no nos pinta atractivo, como en un
momento dado podría ser el de los jóvenes, aunque sólo
fuera por el amor. Quiere que nos metamos , pero que no
nos guste demasiado lo que vemos” (Moreni Herraz:
http://www.investigartes.com/inicio/index.php?
option=com_content&view=article&id=82:amores-
perros&catid=36&Itemid=72).
En esa incomodidad encontramos una estética que resulta
ser atractiva, nos da una imagen interesa a partir del
buen ritmo (fluido) que se maneja, que va de acuerdo a la
tensión dramática que va creciendo en cada una de las
historias.
El acierto fundamental de la película radica en mantener
un tratamiento audiovisual que se autogenera una tendencia
acorde a su narrativa y a lo que va sucediendo en la
historia, con lo que vemos una cinta que integra
adecuadamente sus elementos, con un concepto que propone
que “el amor te puede tratar como a un perro, que te
dejará agonizante, tal vez en la miseria ”, algo que es
vivido en carne propia por los personajes de la cinta.
En otro contexto tenemos a Carancho, película argentina,
por lo tanto situada en otro contexto a nivel de país,
aunque también proveniente de la industria
latinoamericana. Estamos hablando de una industria
importante en el contexto latinoamericano, que ha tenido
una llegada importante a nivel internacional en los
últimos años. Películas como “Nueve Reinas”, “Carancho”
(la cual analizamos más adelante), “El secreto de sus
ojos”, entre muchas otras, nos dan indicios de una
tendencia muy particular. Nos presenta un cine que si bien
es recurrente en los múltiples festivales internacionales,
tiende hacia los géneros clásicos (no siempre puesto que
también tenemos películas que muestran en gran medida ser
‘de autor’ antes que otra cosa) con los cuales hace una
mezcla interesante en la que la mirada del cineasta no
deja de estar presenta más allá de la evidencia genérica.
Así, tenemos que en Carancho hay una evidente
representación de la sociedad y sus conflictos a la vez
que se construye un thriller de gran calidad y sobre todo
muy bien hecho a partir de un respeto por la historia que
se cuenta, hay un trabajo que eminentemente está basado en
el uso del lenguaje cinematográfico para beneficiar la
narrativa de lo que se está contando:
“Los planos secuencia de Carancho son extraordinarios
precisamente porque son discretos, justificados por
el relato, por la ética de la obra. Aquí no hay un
autor que busque ostentar su genio por encima de los
hechos representados. Recién después de unos segundos
de iniciada la secuencia, caemos en la cuenta de que
no hubo cortes. Simplemente, fuimos cautivados por
los personajes y sus acciones. Acciones que sí,
tienen un objetivo. Tienen una motivación, un
desarrollo y sus consecuencias, y es el director
quien decide enhebrarlas y darles un sentido,
acotándolas a un ojo que se hace cargo y no parpadea.
En esos minutos se produce una extasiada comunión con
el cine, a pesar del horror y la violencia. Porque en
esos instantes de acción pura vuelve el peso de la
historia, porque el sujeto confirma su centralidad,
porque es la coherencia de su cuerpo la que determina
la integridad de la situación, su veracidad, su
sustancia” (Tomado de:
http://morirenvenecia.blogspot.com/2010/05/carancho-
de-pablo-trapero.html).
Así el film recibe un tratamiento que prioriza la
historia, que la respeta y contribuye a que esta sea
contada manteniendo la estilística propia de las acciones,
el ritmo de la narración y a la vez manteniendo la mirada
del autor. Esto permite la notoriedad de, más allá del
género que vemos, una historia que tiene íntima relación
con lo que el autor puede ver en su país y que pasa mucho
en Latinoamérica, toca temas como la corrupción, la
pérdida de la inocencia, los ajustes de cuentas, la
banalización de la muerte, entre muchos otros que son
parte del imaginario popular del continente y que se
representan de manera magistral en la película, en una
exploración excepcional del ser humano en estas
condiciones.
Con actuaciones interesantes, una cámara que se mueve de
acuerdo a las acciones y una historia llena de tensiones,
Carancho es una cinta resaltante en la industria de su
país y del continente.
Así, tenemos dos películas que obedecen a elementos claves
del movimiento cinematográfico latinoamericano, en el cual
la reflexión sobre las sociedades es la esencia de las
historias que vemos y aún así tenemos historias llenas de
tensión que mantienen a la expectativa al espectador. De
esta forma tanto Amores Perros como Carancho logran
condensar de forma interesante la autoría del film con la
satisfacción del público, conformando la base de lo que el
nuevo cine continental apunta.
Referencias Bibliográficas:
1. Vargas López, Leticia. Amores Perros: Códigos
Estéticos del Cine Mexicano en el nuevo milenio.
Tomado de:
http://www.difusioncultural.uam.mx/casadeltiempo/29_i
v_mar_2010/casa_del_tiempo_eIV_num29_50_53.pdf.
2. Nuevo Cine Mexicano. Tomado de:
http://fernadoconejo.galeon.com/cine_mexicano.html
3. Amores Perros. Tomado de:
http://www.investigartes.com/inicio/index.php?
option=com_content&view=article&id=82:amores-
perros&catid=36&Itemid=72
4. Carancho, de Pablo Trapero. Tomado de:
http://morirenvenecia.blogspot.com/2010/05/carancho-
de-pablo-trapero.html