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Análisis “En la Casa” de François Ozon (2012) 87547 Peña, Mateo Guerrero, Guillermo Schreier, Luciana Discurso Audiovisual I Emiliano Basile Guión de Cine y TV 25-03-15 2

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Análisis “En la Casa” de

François Ozon (2012)

87547

Peña, Mateo

Guerrero, Guillermo

Schreier, Luciana

Discurso Audiovisual I

Emiliano Basile

Guión de Cine y TV

25-03-15 2

ANÁLISIS “EN LA CASA” DE FRANÇOIS OZON (2012)

Al inicio de la película “En la Casa”, de François Ozon, empezamos con el punto de vista de

Germain, el profesor de literatura. Es el primer personaje que vemos, y al cual seguimos, así

que asumimos que es el narrador. Mediante un plano subjetivo de éste, vemos que está

sentado y que la cámara está a su altura; por tanto lo que él ve, y desde el lugar en que lo ve;

nosotros (los espectadores), lo vemos. Eso indica que por el momento veremos las cosas

desde su punto de vista, además de una serie de primeros planos y planos medios de sus

expresiones.

Luego, varios planos cercanos de Claude García vistiéndose y preparándose para ir al colegio

nos presentan a quien será el personaje más importante de la historia, además de ser el sub-

narrador. Dice Gaudreault: “En cierto modo, podemos, pues, considerar que en el cine, un

relato que, de hecho, es un narrador visualizado […] en realidad no es más que un subrelato

(en el mismo orden de ideas, Genette [1972:239] habla de “metarrelato” y Mieke Ball [1977:24]

de <<Hiporrelato>>”. Durante esta secuencia aún no sabemos cuál vendrá a ser la relación

entre el profesor y el alumno, más allá de que hayan sido presentado sus roles. Conocemos

vagamente la personalidad de Germain, más no la de Claude.

Más adelante, vemos a Germain en su casa, corrigiendo trabajos. Su esposa, Jeanne, entra y

le empieza a contar sobre su día. El hecho que tenga que contarle lo que ocurrió en el funeral

refuerza la idea de que todo es desde el punto de vista de Germain, quien no estuvo allí. Sin

embargo, la conversación torna a su molestia ante las tareas mal hechas de los alumnos

demuestra su personalidad y amor por la literatura, y el hecho de que se toma su trabajo muy

en serio. Es así, entonces, que no debe parecernos raro que se interese en el único alumno

que puede escribir bien, un tal Claude García. El “(Continuará)”, un leit motif en todas las

historias de Claude, será lo que llame la atención del profesor, ya que deja en suspenso al

lector y curioso por saber lo que seguirá.

Claude posteriormente es presentado al público por parte de Germain. Vemos a un alumno al

cual no se le prestaba mucha atención, estando sentado al fondo de la clase, que no

comprende que el contenido de su historia pueda afectar a otros, como a su amigo Rafa, y la

obsesión de conocer su casa; ya que al mencionarlo a él y a la familia, especialmente a su

madre, revela ciertos sentimientos personales que mejor debería mantener en reserva.

Sin embargo, Germain en vez de castigarlo, acepta su nueva historia. Es así que por medio de

la narración de Claude, conocemos a los personajes dentro de la casa: Rafa, Esther (la madre

de Rafa por quien desarrolla una peligrosa obsesión), y más tarde, Rafa padre. Con un nuevo

“continuará”, planea extender la historia, no presenta un final cerrado y logra captar la atención

del profesor, lo cual logra satisfactoriamente, ya que el profesor se involucra tanto en la historia

que deja muchas cosas personales aparte para seguir con la literatura de su alumno.

Empieza la narración de Claude y la imaginación de Germain nos presenta las imágenes de un

flashback de Claude. Conocemos a los padres de Rafa, la relación que tienen como familia y

observamos a Claude en condición de voyeur, espiándolos. Olvidamos que Germain lee la

historia y se piensa que es Claude contándola (hay un voice-over suyo, además del plano en

que está mirándolos detrás de las rejas). Esta podría ser una manera del mega narrador de

darnos detalles extras, como también podría ser una de las “Divergencias entre lo que se

supone ha visto el personaje y lo que vemos”, que Gaudreault define como “múltiples acciones

de las que la narradora no ha podido ser testigo.”.

El egoísmo de Germain, se demuestra en una escena en la galería de su esposa. Vemos que

es muy crítico ante lo que no le parece, o ante ideas que no son las suyas. No está de acuerdo

con la forma de hacer arte de Jeanne y trata incluso de ridiculizarlo. Finalmente cambia el tema

de la conversación para hablar de lo que a él le interesa. Jeanne quiere volverse la conciencia

de Germain, interrogándolo acerca de su alumno, y quiere hacer que se dé cuenta que lo que

hace está mal, y que el chico puede tener problemas mentales, lo cual también es una alarma

para la audiencia.

Mientras tanto, el mega narrador nos devuelve a Claude, siempre leído por Germain. Vemos

cómo a pesar de las críticas, Germain quiere que Claude no solo siga escribiendo sino que

mejore, le da libros y también levanta sospechas en el director. Al comienzo intenta mantenerse

al margen, imponiendo su condición de profesor como autoridad, pero poco a poco, en el

desarrollo de la película, vemos cómo los roles se van invirtiendo.

En uno de los relatos de Claude, vemos el rol de padre de Rafa, un hombre muy alegre y

animado, y la conexión fuerte que tiene con su hijo. Incluso Germain, por parte de Claude, llega

a imaginarse al padre dándose una ducha. Nos damos cuenta también, si no lo habíamos

hecho antes, que la única forma de entrar en la casa es gracias a Claude.

Muestra una noche familiar “normal”, en la que nota varias cualidades en la interacción de la

familia: El amor por el básquet y de nuevo se refuerza la conexión padre e hijo. La obsesión

con los chinos y por el padre de Rafa, quien los admira, incluso por encima de otros asiáticos,

además de trabajar y tener socios chinos.

Germain se llega a molestar si es que no escribe bien, y le enseña a añadir detalles para crear

“realismo”. Le dice que debe ser un observador, “Como si tuvieras una cámara oculta, mirando

por el lente”. Cuando Claude se molesta por la insistencia en Germain y le pregunta por qué lo

ayuda tanto, él le responde, dejando su orgullo de lado: “No suelo hacerlo pero… Encuentro

que escribes muy bien.”. Esto demuestra el grado de compenetración de Germain para lograr

pulir las historias de Claude y que pueda mejorar cada vez más. Por su parte, Jeanne está en

contra que lo incentive porque dice que puede ser un enfermo o un psicópata, dado su manera

de escribir.

A insistencia de Germain, Claude escribe una segunda versión, en la que altera ciertos hechos

de la primera edición y los especifica, con detalles, basándose en los minutos del partido de

básquet que ven Rafa hijo y Rafa padre. La descripción de la madre también es más detallada.

Indirectamente, la unión de padre-hijo, además el trabajo del padre mantienen a la madre un

tanto alejada del resto, lo cual hace que el acercamiento de Claude sea más fácil. Es muy claro

gracias al posicionamiento de los personajes en esta escena: Mientras que Rafa padre y Rafa

hijo están sentados juntos en un sillón, Esther está leyendo una revista y diseñando un boceto

para remodelar la casa. Todo esto lo hace callada, al lado de Claude. Cuando intenta conversar

con su hijo acerca del partido, nos damos cuenta que desconoce varios detalles que lo único

que hacen es causar molesta en Rafa hijo.

Poco a poco la mujer de Germain se va convenciendo de que Claude tiene talento, y dice que

lo está manipulando “es él quien te está dando la lección.”, lo cual se vuelve el primer indicio de

que los roles se empiezan a invertir. Queriendo evitar esto, Germain intenta mantenerse por

encima de Claude y le da nuevas pautas, pero esto sólo demuestra que se va obsesionando

con la obsesión de Claude. Mientras tanto, Jane intenta innovar su propuesta artística, pero

recibe algo de oposición y resistencia por parte de Germain, quien solo tiene tiempo para

pensar en lo que seguirá escribiendo su alumno predilecto.

Más adelante, vemos cómo la obsesión de Claude crece, y empieza a dejarle ejercicios difíciles

a Rafa hijo solamente para poder espiar las conversaciones de sus padres, a riesgo de que lo

encuentren. Es aquí donde se empieza a cuestionar la línea entre lo que es real y lo que es

inventado por Claude. Éste, sin pensarlo dos veces, sigue espiando a los padres, incluso en la

privacidad de su habitación, y logra enterarse de lo que Esther piensa de él. Al advertir que

quiere deshacerse de él, se da cuenta que tendrá que tomar medidas extremas para seguir

visitando la casa y seguir escribiendo.

Poco a poco vemos también cómo Germain deja de prestarle atención a su esposa para

concentrarse en lo que Claude escribe; ya no solo lee en el comedor o en el liceo, ahora decide

llevar las historias de Claude a su cama, antes de dormir, en vez de interactuar con su mujer.

Y es que cada vez más, Germain se involucra con la imaginación de Claude. Gasta su tiempo

para enseñarle, se compromete totalmente con la historia, rompiendo incluso reglas de ética y

moral. Llega incluso a caer manipulado por Claude, quien le dice que lamentablemente no

podrá seguir yendo a la casa si es que Rafa no consigue una buena nota en su examen y deja

entrever que si Germain lo roba, todo seguirá como antes. “yo sigo escribiendo si tú me ayudas

a robar el examen de matemáticas”, es el mensaje claro que le deja el muchacho. Germain en

un comienzo se siente insultado, aunque finalmente el deseo de una continuación de la historia

gana a su sentido de la moralidad, demostrando también la obsesión desarrollada cada vez

más y más.

Después del robo y un examen exitoso por parte de Rafa, la familia lo incluye más en sus

actividades. Podemos decir que el objetivo ha sido logrado: vuelve a ganar la confianza de

todos y puede volver a escribir, lo cual deja tranquilos a Claude y Germain, respectivamente.

En una escena, Rafa cuestiona la relación de Germain y Claude, ya que se ve que pasan

mucho tiempo juntos, y resulta sospechoso tanto para los alumnos como para el mismo director

del liceo. Incluso empieza a incluir en el relato al Germain, cuando escribe que Rafa cuestiona

que su mujer “tenga una galería de arte pornográfico”.

Al leer, Jeanne opina que no debería llegar a esos límites de ser incluidos en la historia, y al

cuestionar a Germain y darse cuenta que sí tuvo algo que ver con el robo del examen, se

escandaliza. Sin embargo, ella también, poco a poco, se está convirtiendo en una ávida lectora

de los relatos de Claude, aunque toda imagen que se presente ante el espectador será siempre

por el imaginario de Germain.

Un sábado, sabiendo que ‘Los Rafas’ iban a jugar básquet, Claude decide visitar a Esther,

aprovechando que ella es la única que está en la casa. Su obsesión se deja ver al decir que el

parque era el lugar de “Donde los miraba el año pasado”. Con esta escena, se abre el interés

estando a solas con Esther. Claude logra hacerse la víctima, un pequeño ser vulnerable y

herido por la vida: contando la historia de su madre, intenta apelar al lado bueno de Esther, y lo

logra. Ella se abre ante él, le da confianza, y le cuenta muchas cosas de su vida. Claude el

único que le presta atención; mientras ambos Rafas se van y la dejan sola, él está ahí, atento,

para escucharla.

Jeanne empieza a imaginar la historia con más efusividad, y presenta una contradicción: se

opone a que Germain siga apoyando a Claude, pero sigue leyendo sus historias. Es muy

parecida a la actitud de un espectador; se niega a ser llamado voyeur, pero al mismo tiempo no

puede dejar de serlo.

Claude sigue violando la privacidad de los padres de Rafa e incluso llega a entrar a su cuarto.

Allí, investiga lo que tienen, descubre el afán de Rafa padre con los chinos, además de una

radiografía de la madre, y antidepresivos, que asumimos que ella toma. Es así como se

descubre un dato escondido.

En este punto de la película, Germain y su mujer no hablan de otra cosa que no sea de las

historias de Claude. Solo se junta en ciertos momentos para leer o hablar de Claude, y dejan

un poco sus cosas: trabajos, relación amorosa y ética para seguir leyendo la gran historia de

este chico.

Claude le da clases a Germain ya que de cierto modo no entiende por qué Claude toma

rumbos diferentes, y que para eso podría hacer un relato fuera de la casa pero Claude enfatiza

diciendo: “Todo pasa dentro de la casa”; de ningún modo él quiere Salir por lo que su

verdadera razón o impulso para realizar esta obra, es la familia de rafa, y por consiguiente su

madre.

Una anécdota que narra Germain donde se muestra un suceso de Jeanne pero imaginado por

Germain es realmente un excelente recurso narrativo, donde se ve afectada Jeanne por sus

jefas, las gemelas encargadas de la galería de arte. Esta parte nos muestra un poco la riqueza

en la narrativa que tiene esta película, la cual juega con el espectador y lo hace envolverse al

igual que sus personajes dentro de ella.

Continuando con la historia, Germain le plantea acciones para con la familia a su alumno, a fin

de introducirse más y seguir escribiendo, lo que a él le gusta y de la forma que él le place dado

así Germain se introduce en los pensamientos y en la historia, físicamente. Al parecer se

rompe la rúbrica y en una de las narraciones aparece Germain en la casa de Rafa, lo cual

provoca que se rompa la imaginación con la realidad. Para esto Gaudreault nos dice lo

siguiente que “el cine parece tener un valor ejemplar para la narratología en su conjunto,

puesto que, al contrario de la situación que prevalece en el caso del relato verbal, es

relativamente difícil invisibilizar completamente, por interposición de un segundo narrador, la

presencia de esa primera instancia que es el gran imaginador, el mega narrador”.

Ante el gran involucramiento de Germain Surge un problema: para acercarse a Rafa Claude

debe ir en contra de Germain. Ya que Germain ha ofendido a Rafa en una clase y lo ha puesto

en ridículo ante todos. Esto causa un grave problema lo que lleva a Rafa padre hacer respetar

sus seres queridos y marca territorio en lo que la familia refiere.

Se descubre que Rafa es homosexual y que le gusta Claude, pero tiene un complejo por eso.

Por medio de su enojo, demuestra todo lo que tiene reprimido. No nos queda claro si esto es

parte de la imaginación de Claude, quien le dice a Germain que pensó que le gustaría ver más

interacción entre ellos pero Germain le contesta que no era la manera de hacerlo. Solo el

desarrollo de las siguientes escenas nos dirán si puede o no ser verdad.

A partir de esto, Claude crea la situación imaginaria que prefiere, imaginando a los padres de

Rafa haciendo el amor de una manera “torpe y rápida”, bajo la mirada de él y el socio chino de

Rafa padre. Finalmente Claude termina durmiendo entre ambos padres. Es en este momento

en el que Jeanne empieza a cuestionar a Germain en su opción sexual, ya que, a su criterio,

éste podría sentir algún tipo de deseo por su alumno. Es entonces en que Germain se da

cuenta que no han tenido relaciones sexuales desde que conoció a Claude.

Germain se vuelve más voyeur que nunca, se mete físicamente en el relato, observa el

momento más íntimo de Claude y Esther, discute con Claude sobre las bondades de Esther,

las cuales Claude defiende, y está presente mientras se besan, e incluso ve la reacción de

Rafa hijo y actúa como si nada al verlo, incluso pareciera que felicita a Claude por haberlo

incluido en ese preciso momento, lo cual demuestra que ha perdido su sentido moral y

cualquier tipo de principios: con tal que la historia siga su curso, él estará tranquilo.

En las escenas finales de la película, notamos que se distorsiona cada vez más la realidad.

Empezamos a cuestionarnos cualquier detalle del relato de Claude, dudando de lo que pasó en

realidad y lo que no pasó. Germain mismo tiene problemas diferenciando lo real de lo

imaginario y llega a asustarse con la imaginación de Claude cuando este escribe el suicidio de

Rafa.

A pesar de pedir que pare, la historia se ha vuelto una adicción para Germain. Muy a su pesar,

le pide que termine, pero no puede evitar leer el último capítulo de la historia. Cuenta un final

feliz para la familia, en la cual todo vuelve a la normalidad gracias a la desaparición de Rafa,

quien admite que no tenía lugar en una familia normal. Este momento de la película nos hace

recordar al cine clásico: Un final feliz, cerrado, en el que el conflicto desaparece con el

antagonista, quien en este caso sería Claude. La ironía de todo esto está en que la película en

sí no pertenece a esta época, sino a la de un cine claramente posmoderno, teniendo a un

protagonista que a la vez es antagonista, un final claramente abierto (que se verá más

adelante), y una idea de resignificar relatos del pasado (como el de una familia feliz)

Sin embargo, este final cerrado no satisface a su único lector, Germain. A pesar de su

insistencia, no consigue que Claude le escriba un final apropiado, ya que es un final muy feliz

para su gusto. Claude reta a que Germain cree su propio final y le da opciones. Finalmente

vemos una alteración del final feliz de Claude, quien va a buscar a Esther para pedirle que se

quede con ella, pero esta lo rechaza y le dice que lo suyo sería imposible.

Ya por el final, Jeanne le hace notar que hay una imitación de la familia Rafa y Esther con la

suya, (Germain, Jeanne y Claude como el hijo). Esto, más la idea de que Jeanne y Claude han

estado juntos, hace que Germain enloquezca, sin poder distinguir la verdad de la historia de

Claude, ataca a Jeanne y termina en un centro psiquiátrico. Vemos entonces en el monólogo

final que el narrador verdadero es Claude, quien está narrando la historia de cómo Germain

enloqueció.

No queda claro si es el mismo Claude que causa esta locura o simplemente es un alumno

creativo y pícaro que acompaña a un ex profesor todas las tardes y le cuenta todas las historias

de la gente que vive en los edificios del frente. De todas maneras, es una serie de historias

ajenas que ellos idean en su condición de voyeurs de nunca acabar, dictaminado por el

“Continuará” tan típico de Rafa. “Es también posible que una parte del enunciado imputado

globalmente a un locutor primero le sea, con todo, imputado a un locutor segundo […] de la

misma manera que, en la novela, el narrador principal puede insertar en su relato el relato que

le ha hecho un narrador segundo”

BIBLIOGRAFÍA

Gaudreault, A. y Jost, F., El relato cinematográfico 1995, Buenos Aires, Paidós