anÁlisis de la poÉtica del ensayo “nuestra amÉrica” de josÉ martÍ, desde el enfoque...
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FACULTAD DE HUMANIDADES
DPTO. LINGÜÍSTICA Y LITERATURA LIC. EN EDUCACIÓN EN CASTELLANO
ANÁLISIS DE LA POÉTICA DEL ENSAYO “NUESTRA AMÉRICA” DE JOSÉ
MARTÍ, DESDE EL ENFOQUE METAHISTÓRICO
MARISA GUZMÁN MUNITA
SANTIAGO, 26 DE NOVIEMBRE DE 2014
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INTRODUCCIÓN
Nuestra América es uno de los ensayos más importantes de la literatura cubana, que se
publica por primera el año 1891 en la “Revista Ilustrada” de Nueva York y en el diario
mexicano “El Partido Liberal”. Las ideas humanistas y libertarias que contiene, lo han
hecho trascender como invaluable documento histórico, dado su aporte a configurar la
identidad latinoamericana.
Toma por evidencia la realidad histórica de la América Latina del siglo XIX,
exponiendo la dualidad que confronta el hombre de la época: su naturaleza material (como
ser social, de trabajo e intereses por satisfacer); y su conciencia espiritual (de libertad,
anhelo de justicia y de verdad), en un contexto signado por la conciencia de intelectuales
que, como Martí, dimensionan lo apremiante de superar las inequidades y la exclusión
devenidas de siglos de dominación ideológica y cultural.
Desde el punto de vista literario, el autor expresa su pensamiento con gran riqueza
de construcciones metafóricas y con una prosa fluida y rítmica que dialoga con el lector.
Así, aporta su reflexión crítica del momento histórico-cultural latinoamericano, desde
donde formula “…propuestas para el cambio social, todo lo cual determina el uso de un
lenguaje referencial, pero su tejido verbal está empapado de lenguaje expresivo, potenciado
connotativamente por la carga poética.” (Navarrete Orta 1991, p. 24).
En el contexto del proceso de formación de futuros profesores de castellano, resulta
pertinente contribuir con un trabajo que orienta la exploración de la estructura discursiva de
esta obra, desde la perspectiva interpretativa que aporta la teoría metahistórica de H. White
1992.
Se opta por este enfoque, por cuanto amplía la comprensión del lenguaje poético en
relación a los discursos históricos que lo articulan, lo que constituye una vía, para avanzar
la formación y desarrollo del pensamiento crítico- reflexivo del propio profesor, ampliando
posibilidades para que posteriormente oriente una enseñanza de la Literatura
Latinoamericana del período precursor del Modernismo, desde la aguda comprensión del
proceso histórico-cultural que implicó, orientando a los estudiantes a valorar la vigencia de
esta obra, pese a haber sido emitida hace 123 años.
De esta manera, se plantea la siguiente interrogante:
¿Constituye la poética de Martí una vía para describir el pensamiento histórico
latinoamericano del siglo XIX?
Para responder este cuestionamiento, se toma por corpus el ensayo Nuestra
América, y se establece el siguiente objetivo:
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Interpretar el sentido metafórico de fragmentos escogidos de esta obra, desde la
perspectiva metahistórica de H. White.
Tal objetivo tributa a la siguiente hipótesis:
El enfoque crítico interpretativo que aporta la teoría metahistórica, permite develar
la relación del contexto político- cultural y la poética de Nuestra América.
Desde el ámbito pedagógico, el análisis de fragmentos que provee este estudio, no
sólo persigue develar el ideario de Martí en el contexto de producción de la obra, sino
presentar una estrategia de análisis que ilustra cómo orientar la comprensión situada, de la
interpelación que el autor hace al lector.
Para verificar el objetivo y la hipótesis, se extraen fragmentos de los que se analizan
los elementos lingüísticos, poéticos e ideológicos, que José Martí moviliza al describir al
sujeto histórico latinoamericano del contexto político- cultural del siglo XIX.
La comprensión y explicación del sentido metafórico de los distintos fragmentos que se
analizan, orientan dar respuesta a la interrogante que conduce el estudio, tras lo cual se
exponen las conclusiones, así como la bibliografía consultada para la realización de este
trabajo.
MARCO REFERENCIAL
De acuerdo a White, el relato histórico –a diferencia del relato de ficción- se caracteriza por
hacer referencia a hechos reales, propios de la literatura histórica. En este contexto, la
perspectiva metahistórica permite seguir el progreso del relato historiográfico, desde un punto
de vista poético-literario.
Para este autor, el lenguaje que articula el pensamiento manifiesto en los textos no
ficcionales, devela los fundamentos que conforman lo que denomina “conciencia histórica”.
Este enfoque, permite abordar las formas de representación mediante reparar, en los modos
que asume la trama, la argumentación y la explicación por “implicación ideológica”, de
diversos productos textuales, que en caso de los relatos históricos, adoptan determinadas
estrategias explicativas.
De esta manera, el análisis de un proceso histórico particular, se favorece mediante
explorar la forma en que “…una secuencia determinada de sucesos es organizada como un
relato.” (White 1992, p. 18).
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En relación a las transformaciones sociales y políticas sucedidas durante el siglo XIX
en América Latina, si bien las lecturas pueden ser muchas, desde un ejercicio teórico
crítico, se persigue develar la concepción simbólico- literaria del momento político- cultural
manifiesto en el ensayo Nuestra América.
En este escenario, las metáforas constituyen un recurso estético que permite identificar
la experiencia de mundo en relación a fenómenos que pueden ser identificados por su
semejanza o diferencia, con otros. La explicación de dichas metáforas permite reflexionar
sobre el pensamiento histórico de la época, y a la vez, abre posibilidades para valorar la
vigencia del pensamiento martiano en el contexto actual.
En palabras de White:”… la teoría de los tropos proporciona los elementos claves para
el análisis de los modos dominantes en que el pensamiento histórico toma forma y se
transforma.” (1992, p. 47).
En la obra de Martí, la estructura del relato revela la carga ideológica que enmarca el
pensamiento de este autor, permitiendo ubicarlo: “…en el mapa contextual de su acontecer y
localizar la especificidad de cada uno de los sucesos…en el momento histórico considerado.”
(White 1992, p. 28).
La voz del proceso histórico- cultural latinoamericano, de un intelectual como José
Martí (Cuba, 1853- 1895), resulta altamente relevante, por cuanto se trata de la voz de un
connotado escritor, filósofo, periodista y poeta, conocido por su lucha política orientada a
defender los nacientes Estados desde una perspectiva humanista, que resaltaba la
importancia de construir unidamente soberanía, forjando el sentido de pertenencia y el
orgullo de la propia esencia cultural.
La consideración de que en el mapa político latinoamericano del 1891, el período de
formación de los Estados Nacionales estuvo caracterizado por la pugna entre liberales y
conservadores, centralistas y federalistas, presionando por establecer ideológicamente su
representación de gobierno independiente; explorar la poética de Martí, permite dimensionar
los alcances de su propuesta ideológica, expresando -desde la Literatura- una lucha política
inclusiva y respetuosa con las grandes masas populares y, en particular, con las comunidades
indígenas.
Desde una visión ética y profundamente humanista, este autor sostiene que mediante la
unidad, se puede resistir a la amenaza que cernían las fuerzas imperialistas de los EE.UU. La
mención insistente de Estados Unidos en la obra, obedece al contexto político de la época: la
Guerra de Secesión que marcó el curso histórico de esa nación, trazando las perspectivas de su
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desarrollo en la Modernidad, desde su posicionamiento en América Latina y el Caribe a través
del expolio y explotación.
Como voz representante de la corriente literaria del Modernismo precursor, Nuestra
América resulta una pieza textual indispensable para escrutar la profundidad del pensamiento
de una figura como José Martí.
Ante el panorama histórico- político latinoamericano de finales del siglo XIX, el ensayo
interpela al lector a forjar una Identidad que, basada en la aceptación de la diversidad de
creencias y la preservación de costumbres, supere los relatos eurocentristas provenientes de la
colonialidad respecto de nuestra historia. En ello subyace su oposición a la corriente
cientificista que sostenía la supuesta condición de inferioridad de una América Latina ‘atrasada
y salvaje’, que imperaba con pertinaz insistencia en el contexto histórico global, de esta
producción literaria.
Los constantes llamados de este autor, se dirigen tanto a los pueblos que aún no conseguían
su independencia, como a los que sí, lo que revela la mirada sistémica de este autor, por cuanto
ve en la Unidad, el medio para superar las contradicciones.
Ya en su título: Nuestra América, se alude a la construcción conjunta de una identidad
cultural propia de los países latinoamericanos, interpelando al lector a sumarse activamente
para desmarcarse de la otra América: la anglosajona.
Así, la exhortación de Martí a la Unidad, constituye un eje en la trama discursiva de este
ensayo, que tiene correlato con otro: el de la Soberanía.
En un período histórico de fuertes contradicciones ideológicas, este ensayo asume una
posición crítica y política que, literariamente, expresa mediante variadas metáforas y
comparaciones. Así se verifica en la mención a EE.UU, que en el relato adopta un lenguaje
simbólico para referirlo como el “gigante de siete leguas”, “el tigre” o “el pulpo”; figuras
mediante las que representa las características de inhumanidad, depredación y voracidad que le
atribuye.
Esto resulta concordante con un hecho histórico: ya en el siglo XIX, esta nación intenta
imponer su modelo económico capitalista y neoliberal, erigiéndose como el mesiánico
encargado de conducir a un supuesto desarrollo a los países latinoamericanos, desde una
ideología imperialista, basada en el monopolio, la acumulación de capital y explotación, que
para satisfacerse, provoca el aumento de las desigualdades, la inequidad y exclusión de todas
las naciones a las que afecta.
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Producto de lo anterior, Martí asume un marco de referencia de lo indígena y cultural, como
fundamento para articular la estructura del relato, en el cual establece una relación dialéctica
entre Unión- Identidad- Soberanía, desde lo latinoamericano y para latinoamericanos, como
vía para fortalecer una conciencia identitaria que permita la emancipación.
Se debe destacar que la difícil situación de las culturas de los pueblos originarios en el
continente, y la extrema pobreza, exclusión y marginalidad a la que son objeto, son efecto de la
división que generó un hecho histórico: el genocidio indígena (Moreno y Novack 1972); por lo
que el llamado a la Unión que Martí hace, busca re establecer la unidad perdida producto de
esta división.
En este sentido, Martí busca generar conciencia de cuánto afecta a los pueblos americanos
el afán expansionista de Estados Unidos que -en infame concierto con los gobiernos
conservadores de los nuevos Estados Nacionales- insistían en imponer modelos extranjeros en
su pretensión de crear identidad, oprimiendo a lo que refiere numerosos párrafos como Nuestra
América.
Cabe señalar que en el contexto político- cultural de 1891, la falta de instrucción inhibía el
desarrollo del pensamiento del sujeto promedio, por lo que la expresión “conocer”-que repite a
lo largo de su ensayo- orienta una afirmación: “Conocer es resolver” (Martí 1985 párrafo 7).
Martí, interpela al lector a gestionar activamente el autoconocimiento para adquirir la
independencia cognoscitiva, que desde una perspectiva humanista, lo oriente éticamente a
superar sus mezquindades como paso para re-establecer la justicia histórico-geográfica que le
corresponde a cada pueblo latinoamericano. Para este autor, el conocimiento libera, y permite
enfrentar las amenazas externas que atentan contra un derecho que corresponde en justicia y
dignidad: forjar una cultura e integridad realmente propia.
La desarticulación social que, la exclusión racial, fronteriza y económica, que dividía
profundamente a la sociedad latinoamericana, dan cuenta que Martí aborda una realidad
histórica palpable, con gran acierto y sensibilidad.
De esta manera, Martí plantea la necesidad de mirar nuestras raíces, nuestra cultura, para
distinguir qué somos y no copiar estructuras culturales foráneas al configurar nuestra identidad.
El llamado a pensar nuestra realidad por y desde nosotros mismos, desde la autenticidad que
nos es propia, en respeto a la diversidad, sintiéndonos americanos, orgullosos de habitar
Nuestra América; es lo que antecede a la acción de consolidar las ideas que Martí expone como
solución para superar las contradicciones.
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Así, las menciones al autogobierno y la descripción del espesor ético y los conocimientos
que deben poseer quienes lideren el desarrollo de los pueblos, mediante hacerlo dando cuenta
de acabado conocimiento de los diferentes elementos que componen cada pueblo americano, de
sus fuentes de riqueza y producción natural; es lo que se ha de construir, para atender no sólo
las necesidades materiales, sino espirituales de todos los habitantes.
La revisión crítica de la obra desde la perspectiva metahistórica adoptada, orienta la
interpretación de los elementos poético-literarios presentes en la obra de Martí, en los que se
expresan los principios éticos y políticos que subyacen en su poética.
La organización del relato, desde el llamado a la Unidad para construir Identidad y
Soberanía, constituyen tópicos que interpelan al lector a tomar conciencia de lo apremiante de
resistir a la amenaza del creciente imperialismo, liberándose de la subordinación de los países
extranjeros: tanto de los resabios de la Corona española y de otras potencias europeas; aunque
enfatizando particularmente en EE UU.
En el contexto de finales del siglo XIX, el imperialismo norteamericano constituye una
poderosa amenaza, por cuanto alienta y profita las contradicciones propias del momento
histórico- cultural latinoamericano: las debilitadas repúblicas, el desajuste entre los modelos
importados y el contexto político- cultural, frente a las realidades sociales locales disminuidas;
para así imponer su hegemonía.
La exhortación a recuperar nuestra singularidad, lo autóctono y la esencia de nuestras raíces
culturales, revela la “conciencia histórica” de este autor, y expresa una poética que asume
modos de representación simbólica desde una ideología profundamente humanista.
ANÁLISIS DEL CORPUS
La versión revisada de la obra Nuestra América, corresponde a la segunda edición
publicada por la Biblioteca de Ayacucho, el año 1985.
A través de doce párrafos, esta obra devela el ideario moral, social y político de José
Martí, en torno a la liberación integral y definitiva del continente.
El análisis de los fragmentos seleccionados en este apartado, asume un enfoque crítico
interpretativo que confronta el discurso histórico y el lenguaje poético que lo articula.
Desde nuestra representación, develar la relación del contexto político- cultural y la
poética de un documento histórico de la importancia de Nuestra América, desde la
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perspectiva metahistórica, constituye una estrategia de análisis que permite recuperar los
considerandos ideológicos que subyacen en la descripción del sujeto histórico
latinoamericano desde la voz de José Martí, en el contexto político- cultural del siglo XIX.
Para verificar el objetivo y la hipótesis, se extraen fragmentos que se analizan mediante
una lógica deductiva, profundizando en las siguientes temáticas:
1. La lucha por la independencia
2. La amenaza del imperialismo norteamericano
3. Los principios éticos y políticos
A continuación, se expone la interpretación crítica de la representación histórico-
simbólica que acompañan la exhortación de Martí a construir Nuestra América:
De la lucha por la independencia
El ensayo se inicia con una exhortación a los pueblos que continuaban en sujeción a la
corona española, señalando: “Lo que quede de aldea en América debe despertar. Estos
tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas de
almohada…” (Martí 1985, párrafo 1).
Pese al vehemente llamado a “despertar”, el autor aclara que las armas para lograrlo, no
son literales, sino “armas del juicio [por cuanto] vencen a las otras.” (párrafo 2).
En la ideología de este autor, la importancia de generar un pensamiento propio, es
clave para resistir al dominador extranjero, lo que queda de manifiesto en las siguientes
metáforas: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.” (párrafo 2); así como
“No hay proa que taje una nube de ideas” (Ibíd).
El llamado a los lectores a luchar por liberarse de los resabios del yugo español que
pervivían en ese momento histórico, así como la toma de conciencia de que no era el único
yugo, los interpela a mantenerse atentos y unidos, para resistir ante cualquier forma
extranjera de sujeción.
Ante la necesidad de levantar una política autóctona para conseguir resistir a los
embates colonizadores, declara: “…el buen gobernante en América no es el que sabe cómo
se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y
cómo puede ir guiándolos en junto…” (párrafo 4).
Respecto de la marginación de los llamados “indios” y la lucha de los pueblos
latinoamericanos contra la Iglesia (dada su posición tradicionalista y conservadora) en el
camino de dejar de ser colonia, el autor se pregunta: “¿en qué patria puede tener un hombre
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más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas
mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un
centenar de apóstoles?” (párrafo 4).
Al señalar la estrategia que debía seguirse para lograr la defensa de la cultura e historia
de los pueblos latinoamericanos, declara: “Injértese en nuestras Repúblicas el mundo; pero
el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas" (párrafo 6).
Martí también señala que la lucha para consolidar una identidad realmente
latinoamericana involucra acoger la diversidad y dignificarla: “si la república no abre los
brazos a todos y adelante con todos, muere la república” (párrafo 10). De esta manera
destaca el compromiso con los marginados: “Con los oprimidos había que hacer causa
común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los
opresores” (párrafo 8).
Finalmente, hace referencia a la actitud y las tareas que tenía ante sí la juventud
latinoamericana para avanzar su propia independencia cultural, política y social: “Cuando
aparece en Cojímar un problema [aludiendo a una localidad cubana], no van a buscar la
solución a Danzig [ciudad que en la época en que se escribió el ensayo, era Alemana]. Los
jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en las masas, y la
levantan como la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la
salvación está en crear. Crear es la palabra de pase para esta generación” (párrafo 10).
De la amenaza del imperialismo
El ensayo insta reflexionar ante la amenaza expansionista del imperialismo
norteamericano, motivando a la acción de liberarse de él. Al describir a EE.UU, Martí
emplea comparaciones como “gigante de siete leguas”, oponiendo tal gigante a los nacidos
en América, a quienes metaforiza como “los árboles que han de ponerse en fila” (párrafo
2), para oponer resistencia al yugo opresor, con valor y determinación.
Asimismo, describe la posición que deberían asumir quienes denomina “América
mestiza” y los “pueblos de pierna desnuda” (párrafo 7), frente a la presencia de su
poderoso vecino del norte, señalando: “El desdén del vecino formidable, que no la conoce,
es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que
el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe” (párrafo 11).
También refiere a América del Norte como “el tigre” (párrafo 8) y “el pulpo” (párrafo
11) representaciones que vinculan a esta nación, por una parte, con las características de un
depredador avieso, y por otra, con un animal voraz, de muchos brazos.
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Para garantizar la defensa ante tamaño invasor, Martí declara: “Los pueblos han de
tener una picota para quienes les azuzan a odios inútiles; y otra para quien no les dice a
tiempo la verdad” (párrafo 11). Con esto último refiere a “Los pensadores canijos, los
pensadores de lámparas, enhebran y recalientan las razas de librería” (párrafo 12),
advirtiendo que: “Peca contra la Humanidad el que fomente y propague la oposición y el
odio entre las razas” (párrafo 12).
Se debe señalar que el concepto de raza –que alude a una categorización darwiniana- es
una categorización cultural a la que Martí se opone con tenacidad, señalando: “No hay odio
de razas, porque no hay razas” (párrafo 12).1
Respecto de este concepto, desde el comienzo del ensayo el autor critica a quienes
exhiben prejuicios raciales, empleando para ello la siguiente metáfora: “¡Estos nacidos en
América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y
reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las
enfermedades!” (párrafo 2).
Finalmente, hace un llamado a la grandeza cuando sentencia: “No ha de suponerse, por
antipatía de aldea, una maldad ingénita y fatal al pueblo rubio del continente, porque no
habla nuestro idioma, ni ve la casa como nosotros la vemos, ni se nos parece en su lacras
políticas, que son diferentes a las nuestras” (párrafo 12) añadiendo que “el estudio oportuno
y la unión tácita y urgente del alma continental” resulta fundamental y necesaria para lograr
la unidad latinoamericana de la “América trabajadora”; la “América nueva” (Ibíd.).
De los principios éticos y políticos
En el ensayo, los principios éticos y políticos resultan ser una alusión central y
transversal. La invitación a la lograr la unión que permita recuperar la soberanía de los
pueblos latinoamericanos contra los opresores foráneos, se hace desde una profunda
concepción ética y moral de la vida.
Este tópico concita nuestra mayor atención, debido a que plantea desafíos que aún
resultan vigentes, como se expone en el llamado a la conciencia con que ha enfrentarse el
momento histórico, al declarar metafóricamente: “Ya no podemos ser el pueblo de hojas,
que viven en el aire […] es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en
cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes” (párrafo 2).
Respecto del valor necesario para cambiar el estado de las cosas, declara: “Los que no
tiene fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta valor a ellos, se lo niegan
1 Las cursivas son nuestras.
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a los demás” (párrafo 3) y más adelante señala que el orgullo de lo nuestro, debe
manifestarse en la capacidad de innovar creativa y constructivamente: “El vino, de plátano:
y si sale agrio, ¡es nuestro vino! (párrafo 10).
Asimismo, destaca la necesidad de profundizar en el estudio de la Historia de América,
por cuanto el conocimiento de nuestros orígenes orienta la clave para entender nuestra
esencia y defenderla con orgullo. Así lo sugiere: “La universidad europea ha de ceder a la
universidad americana. La historia de América, de los incas de acá, ha de enseñarse al
dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la
Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria” (párrafo 6).
Martí amonesta a “los hombres naturales” a conocerse y cultivarse, porque: “La masa
inculta es perezosa, y tímida de las cosas de la inteligencia” (párrafo 6). Y da la clave:
“Conocer el resolver” porque “Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es
el único modo de librarlo de tiranías” (Ibíd). Por lo que para resolver las problemáticas,
recomienda: “El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el
mejor estudio de los factores del país en que se vive” (Ibíd), lo que resulta urgente y
necesario, por cuanto: “Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más
fácil que resolver el problema sin conocerlos” (Ibíd).
Respecto a las formas de gobierno, Martí insiste en el valor del conocimiento crítico y
creativo para orientarlos: “…conocer los elementos verdaderos del país [para] derivar de
ellos la forma de gobierno y gobernar con ellos. Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere
decir creador” (párrafo 5). Lo anterior resulta vital para generar la igualdad y el beneficio
colectivo, que se materialice en: “…aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y
ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la Naturaleza puso para todos en el pueblo
que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas” (párrafo 4).
Al terminar el ensayo, Martí desliza una premisa detonadora: “Pensar es servir”
(párrafo 12). Desde una perspectiva política, tal sentencia llama a reflexión de manera de
no: “…esconder los datos patentes del problema que puede resolverse [la liberación del
continente], para la paz de los siglos, con el estudio oportuno y la unión tácita y urgente del
alma continental” (Ibíd.).
Sólo nos resta destacar la aguda reflexión que Martí aporta, que desde lo literario asume
formas y estilos para dialogar con el lector e interpelarlo a la acción, como camino para
instarlo a resolver las problemáticas sociales y culturales que lo afectaban producto de la
dominación cultural e ideológica que enmarcó la América Latina del siglo XIX;
dominación que -pese al tiempo transcurrido- sigue siendo un tema por resolver en pleno
siglo XIX.
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CONCLUSIONES
La interpretación del sentido metafórico de fragmentos de Nuestra América, en relación al
período histórico en que se inscribe la obra, permitió reconocer la profundidad ética y
política el pensamiento de Martí, del que se desprende una clara exhortación a que el
hombre latinoamericano crea en sí mismo y en lo suyo, marche unido y luche por su
libertad para tener una vida plena.
Ante la pregunta que orientó el curso de este artículo, a saber: “¿Constituye la poética de
Martí una vía para describir el pensamiento histórico latinoamericano del siglo XIX?”, y la
opción metodológica de develar su respuesta mediante la “Interpretación del sentido
metafórico de fragmentos escogidos del ensayo Nuestra América, desde la perspectiva
metahistórica de H. White”, se debe señalar:
- La perspectiva metahistórica se constituyó en valioso recurso tanto para referir el objetivo
contexto político, histórico y cultural que enmarca la obra, como para orientar la
comprensión del sentido metafórico de los distintos fragmentos seleccionados, permitiendo
develar su concepción simbólica.
- Las metáforas se constituyen en un recurso con el cual Martí expresa, con gran
economía lingüística, su pensamiento y convicciones. Por lo anterior, la interpretación
aportada, permitió reflexionar sobre el proceso histórico latinoamericano, desde un enfoque
crítico y literario respecto de los hechos y fenómenos que enmarcaron la América Latina del
siglo XIX.
En relación a la hipótesis planteada: “El enfoque crítico interpretativo que aporta la
teoría metahistórica, permite develar la relación del contexto político- cultural y la poética
de Nuestra América”, se concluye:
El análisis del lenguaje poético-narrativo con que José Martí expone problemas
reales de la sociedad latinoamericana, desde una postura estéticamente crítica, da cuenta de
una poética que prioriza el sentimiento y la sensibilidad del autor, para armonizar la esencia
de su discurso y la forma de expresarlo connotativamente, lo que indica su poeticidad.
En Nuestra América, Poesía y Vida confluyen dialécticamente, forjando un vínculo
desde el cual el autor interpela a los lectores a generar un pensamiento latinoamericano
crítico, lo que mantiene plena vigencia.
Desde el ámbito pedagógico, examinar la poética de este autor, permite reconocer el
espesor ético y político de su pensamiento, invitando a constituirse en lectores activos e
intérpretes. En ese sentido, el análisis propuesto representa una particular visión en estos
términos, por cuanto dimensionar la profundidad valórica y humanista de Nuestra América,
queda abierta a cada lector, y a cada profesor, estimular su desarrollo.
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http://books.google.cl
PAUTA TRABAJO FINAL
LITERATURA LATINOAMERICANA I
Nombre: MARISA GUZMÁN MUNITA Puntaje: _____ / 42 Nota: ___________
Simbología:
3 puntos 2 puntos 1 punto 0 puntos
El trabajo cumple con los estándares del
criterio en su totalidad, o incluso lo
supera.
El trabajo presenta algunas
incongruencias y/o ambigüedades que deben mejorarse.
El trabajo no cumple con lo solicitado,
siendo erróneo en el trabajo el tratamiento
del ítem evaluado.
No se incorpora la información evaluada por el ítem, de modo
que no puede calificarse.
N° Indicadores de logro 3 2 1 0
Introducción
1 Presenta el tema a tratar (autor, obra).
2 Contextualiza brevemente el texto escogido, relacionándolo con aquellos aspectos que considere relevantes del siglo XIX.
3 Explicita la hipótesis en la que basará su investigación.
Desarrollo
4 Fundamenta la hipótesis con argumentos consistentes, que remiten tanto a la bibliografía como a otras referencias pertinentes.
5 Vincula el tema con las problemáticas propias del Siglo XIX en América (Estados Nacionales, Modernización, esclavitud, pacto autobiográfico, etc.).
6 Utiliza al menos dos referencias teóricas pertinentes al tema investigado.
7 Organiza el análisis en párrafos correctamente estructurados, agregando subtítulos en caso de ser necesario.
Conclusión
8 Sintetiza las ideas principales de la investigación.
9 Existe coherencia entre las conclusiones y el desarrollo del trabajo.
10 Incluye una reflexión pedagógica acerca de cómo el tema desarrollado contribuye a su formación profesional.
Aspectos formales
11 Presenta el trabajo dentro del plazo establecido.
12 Manifiesta cuidado en la redacción (sintaxis, formas verbales, etc.).
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13 Manifiesta cuidado y prolijidad en la ortografía literal y acentual.
14 Cumple a cabalidad con los aspectos formales y de entrega del trabajo (impreso, tipografía, sistema de referencias, portada, bibliografía).
Observaciones: