análisis crítico reflexivo de mi experiencia doctoral
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Análisis Crítico reflexivo de
Mi experiencia doctoral:
Doctorarte: Oliveska Álvarez
Desde 1991 me inicie, aun como estudiante, en el ámbito educativo como docente no
graduado en una escuela rural DC-23 ubicada en San José de Puño de Oro, ubicada en el
Municipio Ribas, luego fui cambiada a los Caños, también del medio rural, entre ese ir y
venir fui contemplando como el hombre y la naturaleza han llevado una fuerte lucha por
tratar de sobrevivir, más aun el hombre con su poder de dominio, quitando espacios
naturales que obstruyen su progreso sin ni siquiera pensar en su porvenir. Digo esto por las
tantas veces que observaba como la tala y la quema en aquellos caseríos rurales eran
continuas para ellos en cada época de siembra hacer su propio beneficio sin importar su
entorno
Muy poca, por no decir nada, de aquella era moderna, sin aun el avance de los celulares
o el internet, de querer cambiar aquellos pensamientos, paradigmas en los cuales me estaba
formando, con un pensamiento muy fragmentado solo dedicado a la tarea de enseñar lo que
en los programas estaba establecido, no había lo que ya después de 21 años que han
transcurrido, la integración de disciplinas, lo de un pensamiento complejo, holístico,
transdiciplinario en donde a la vez integre a un ser preocupado por su sociedad, entorno,
comunidad.
Como Educadora, iniciada en este doctorado de las ciencias de la Educación pude
comprender desde ahora, que me encuentro en un mundo con diversas partes que funcionan
de manera interdependiente y que ese mundo con la sociedad influyen en la educación y en
la dinámica del funcionamiento de la escuela., pues el trabajo en el aula es tan diverso, con
muchos tópicos, por lo cual comprendo que debemos generar conciencia, estudiantes
(estudiar antes de entrar a la clase) no más alumnos (sujetos sin luz), y ser un facilitador de
conocimiento (un ser más humano).
Es por ello que más que ahora estoy convencida de estar viviendo la transición hacia un
cambio de era y no sólo de etapa histórica, es pasar de la modernidad a la globalización y
por ende a desafiar radicalmente los procesos educativos en todas sus dimensiones.
El pensamiento debe recoger lo multidimensional por cuanto el hombre es a la vez un
ser biológico, psíquico, social, racional, afectivo y en la cual involucra una conciencia
compleja en la que se conjuguen y articulen lo cósmico, planetario, ecológico donde se
conjugue la capacitación del docente, la educación ambiental para un desarrollo sostenible
involucrando en la acción educativa, es por ello, que la educación es la fuerza del futuro,
porque ella constituye uno de los instrumentos más poderosos para realizar el cambio pero
uno de los desafíos más fuertes como plantea el autor, apoyado en Morín, será el de
modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez
de los cambios y lo imprevisible que caracteriza nuestro mundo.
Por ello, desde este nuevo enfoque, con que percibo la realidad es importante reconocer
que todo esto requiere, más que nunca, de la competencia teórica, claridad epistemológica y
las estrategias metodológicas adecuadas, fruto de una conciencia transdisciplinar que se
desarrolla, para que podamos verdaderamente responder, en este inicio del milenio, a los
desafíos propuestos por Morin (2000) y relacionados no sólo con los procesos de la
construcción y de la reconstrucción del conocimiento y a la formación de ciudadanos/as,
sino, principalmente, al desarrollo de una conciencia más desarrollada, como condición
fundamental para la supervivencia humana.