ndiceCubiertaPortadillandiceDedicatoriaPrimera parte 1. El comienzo 2. Desencuentros 3. La vida en La Senda 4. La discusin 5. Nuevos amigos 6. Primeros pasos 7. La sospecha 8. La confirmacinSegunda parte 9. Besos 10. Empezar de nuevo 11. Preguntas 12. Tenemos un problema 13. Batalla perdida 14. La caja 15. Al descubierto 16. Desnudos 17. Volver a la superficieCaptulos extra 1. Un toque de magia 2. Solo amigos 3. Psalo #FIESTA 4. Ready, steady... go!No s si las estrellas suean o deciden nuestro destino, creo s que nuestro destino es impredecible y azaroso como los sueos. Por eso las mujeres y los hombres de nuestro tiempo an temblamos cada maana cuando el mundo se ilumina y nos despierta. ngeles Mastretta, El mundo iluminadoPRIMERA PARTENo intent nadar. Se dej abrazar por el agua tibia y serena sin oponer ninguna resistencia.Descenda hacia el fondo de modo pausado y rtmico. Solo poda or un leve murmullo de burbujas deagua, las que se haban liberado con el impacto y que ahora le acariciaban la piel. Era el final, losaba, pero no tena miedo. No era consciente de que nada la hubiera golpeado, pero senta unescozor punzante en el brazo derecho. Entreabri los ojos. Una nube de lodo le impeda ver. Los cerrde nuevo, no sin cierta dificultad, y volvi a dejarse acunar por el agua, extendiendo los brazos.Empez a sentir algo de mareo y trat de abrirlos nuevamente. Agit la cabeza para retirarse el pelode la cara y dirigi su mirada hacia la zona ms luminosa. Pudo vislumbrar el embarcadero, cuyamadera pareca curva por las distorsiones provocadas por el reflejo del agua, y en el borde, unafigura, alguien que pareca estar contemplndola. Nadar. Intentar nadar. 1El comienzoA medida que el avin se elevaba, resultaba cada vez ms difcil distinguir lo que quedaba abajo. Elpaisaje fue adoptando formas irreales hasta que desapareci en la lejana. En un lado, an era de da yel sol brillaba como un punto tenue de luz que poco a poco iba perdiendo intensidad, hasta desaparecery confundirse con la negrura que, de forma misteriosa, desde haca largo rato reinaba en la otra partedel avin. Fuera ya no haba nada, solo oscuridad. Esa misma sombra que haca semanas habaaparecido en su interior y se estaba propagando lenta pero infatigablemente por todo su cuerpo. Tragsaliva con un gran esfuerzo: ese maldito nudo le impeda incluso respirar. Quiz todo fuera un mal sueo. Quiz despertara en casa y oira a mam preparar caf en la cocina,o a pap con esos aburridos discos de jazz. Quiz estaba soando dentro de otro sueo. Quiz sicerraba muy fuerte los ojos y consegua dormirse dentro de ese sueo, finalmente conseguiradespertarse. Pero si todo era irreal, por qu poda sentir el escozor en las aletas de la nariz, provocado por unllanto que haba durado varios das? Por qu tena los ojos hinchados? Por qu continuabadolindole tanto la cabeza a pesar de haberse tomado varios analgsicos? No, aunque se despertara,seguira en ese avin, cada vez ms lejos de su mundo y ms cerca de esa nueva vida impuesta que noquera tener. No saba cundo iba a volver. Ni siquiera saba si volvera. Cuntas veces haba soado con irse, con perder de vista a sus padres durante un largo tiempo parapoder vivir libre, sin rendir cuentas a nadie! Finalmente haba llegado ese da, pero en nada se parecaa lo que haba imaginado. Su ta Trudi le puso una mano sobre la pierna. Desde su llegada, unas semanas atrs, le habansorprendido sus muestras de afecto, su contacto corporal continuo. La haba abrazado con fuerza alverla mientras la besaba repetidamente en la mejilla; le acariciaba el pelo siempre que estaban juntas;le arreglaba la ropa despus de vestirse cada maana; enlazaba su brazo con el suyo mientrascaminaban por la calle No estaba acostumbrada a eso. Su madre nunca fue especialmente cariosa,y mucho menos su padre. Sin embargo, en aquellos momentos todos esos gestos resultabanreconfortantes. Por fin se qued dormida. No fue un sueo tranquilo ni reparador, pues poda or a las azafataspasear con sus carritos de caf, el timbre que obligaba a abrocharse el cinturn y la pelcula que algnpasajero del fondo estaba viendo. Aun as, se empe en no abrir los ojos por si, contra todopronstico, mientras dorma, aquel avin la llevaba de vuelta a casa con sus padres y su vida. Despert en el mismo lugar, cuando el comandante anunci que iban a aterrizar, que eran las ochode la maana hora local y que la temperatura exterior era de veinticinco grados centgrados. Qunarices significaba veinticinco grados centgrados? Cuntos grados de verdad era eso? Su ta leofreci un vaso de zumo, a lo que ella respondi con una media sonrisa. Era lo mximo que poda daren ese momento. Pasaron casi una hora esperando la salida de sus maletas ante la cinta transportadora y se dirigierona las puertas de cristal. All, tras una barrera metlica, una muchedumbre variopinta de personasaguardaba a quienes acababan de llegar: nios que salan corriendo hacia sus padres, taxistas concarteles, parejas que se abrazaban efusivamente Pero nadie pareca esperarlas a ellas. Trudiencendi su mvil para averiguar qu pasaba. Samuel, dnde ests? Se alej caminando y Jacqueline ya no pudo or nada ms. Por sus gestos, su ta pareca contrariada.Regres de nuevo. Jacqueline, lo siento, pero a Samuel le ha surgido algo y no puede venir a buscarnos. Tenemosque coger un taxi. No tardaremos. La casa no est muy lejos del aeropuerto y a esta hora no creo quehaya atasco. Se equivoc. El trayecto fue mucho ms largo de lo previsto. Pasaron de una va rpida de cuatrocarriles en la que los conductores iban frenticos a una algo ms estrecha pero completamentecolapsada. A lo lejos poda apreciar un atpico skyline con cuatro grandes rascacielos de reflejosmetlicos y, segn se fueron acercando, pudo ver las torres Kio. Era de las pocas cosas que reconocade Madrid gracias a las fotos que a veces le enviaban sus tos y, en especial, por una en la que Guille,su primo el pequeo, al que an no conoca en persona, apareca entre ambas simulando sujetarlas, conel mismo efecto ptico que tanto juego le ha dado a la torre de Pisa. Tambin habra podido identificarel reloj de la Puerta del Sol por una foto que su madre se haba hecho all la primera Nochevieja que lepermitieron salir, cuando tena diecisis aos, los mismos que ella ahora. Esa foto estaba en el barco,como todas las dems cosas.Al cabo de una hora aproximadamente llegaron a casa de sus tos. Vivan en una zona residencial, enun edificio de pocos pisos situado en una urbanizacin cerrada y rodeada de jardines. El conserje lassalud amablemente y, tras darle a su ta algunas cartas, les ayud a meter las maletas en el ascensor.Entraron a la vivienda por la puerta de la cocina. Bueno dijo Trudi, esta es tu casa. Tu habitacin an no est preparada porque hastaseptiembre no vendremos aqu. En un ratito nos iremos a La Senda. La Senda? S As es como se llama la urbanizacin de la sierra donde te coment que pasamos los veranosy algunos fines de semana. Te gustar, ya vers. Solo hemos venido a coger unos papeles. Quieresdejar algo aqu? Para La Senda solo necesitas ropa de verano, algn jersey grueso para la noche y unchubasquero. Solo llevo la ropa de verano en las maletas. Todo lo dems est en el barco. Buscar a ver qu encuentro que te pueda servir. Sintate un ratito mientras organizo unas cosas.Quieres tomar algo? No s qu habr en la nevera. Echa un vistazo si quieres. De acuerdo. Gracias. Se entretuvo mirando las fotos que descansaban en la estantera. Sus tos tenan dos hijos: Samuel yGuille. En realidad, Samuel era el producto de un matrimonio anterior de su to Lucas. Formaban unaextraa familia, a la que ahora se una Jacqueline. Le llam la atencin un primer plano de Samuel. Haca tiempo que no le vea en ninguna foto y lesorprendi descubrir que era ms un hombre que un muchacho. Tena diecinueve aos, pero parecamayor. Su tez morena y ese pelo y esos ojos tan profundamente negros marcaban sus angulosasfacciones. Pareca seguirla con la mirada a cualquier lugar al que fuera. A pesar de tener una ligerasonrisa en los labios, su semblante era triste. Guille tena ocho aos. En todas las fotos sonrea de oreja a oreja. No se pareca a Samuel: su tez ysu pelo eran mucho ms claros, tena los ojos color aceituna y pecas. Odiaba las pecas! Aunque supiel no era demasiado blanca, ella siempre haba tenido que vivir con ellas. Afortunadamente, ahoraapenas se apreciaban, salvo en verano, cuando el sol las haca resurgir. Pareca que el azar habaquerido que compartieran ese gen. Decidi tomar algunas fotos de aquellos retratos con su mvil paraenvirselas a su amiga Phoebe. Tena la boca seca y una sensacin punzante en la garganta. Se dirigi a la cocina. Era muymoderna, con muebles lacados en rojo y electrodomsticos color acero. Le sorprendi lo pequea queera la nevera comparada con las habituales de doble puerta que hay en cualquier hogar americano.Sac una lata del frigorfico prcticamente vaco y, al abrirla, el lquido espumeante rebos los bordeshasta mojarle la mano. Se volvi para buscar algo con lo que secarse y, sobre una isla central,encontr un rollo de papel de cocina que descansaba junto a un ejemplar del peridico, abierto por unade las pginas centrales. Le llamaron la atencin los dibujos que alguien haba pintado en losmrgenes blancos y se acerc para verlos con mayor detenimiento. Haba una anotacin en unaesquina: Instituto Anatmico Forense. Dr. Mrquez, 9.15. Fue entonces cuando se fij en la noticia,en la que se informaba de que unos excursionistas haban descubierto el cadver de una joven en lasierra norte de Madrid, en el trmino municipal de Pearanda. La polica an estaba trabajando en laslabores de identificacin y Podemos irnos cuando quieras interrumpi Trudi. Ese peridico es de hoy? Sin gafas noveo. Jacqueline se fij en la fecha. Es de ayer. Pues entonces, a reciclar dijo mientras lo tiraba a un pequeo contenedor.Llegaron a La Senda a la hora de comer. Aquello se pareca ms al lugar del que vena. Era unaurbanizacin de chals situada en una loma, en el corazn de la sierra, rodeada de un espeso bosque depinos, encinas y, principalmente, lamos. En el valle, a la orilla del ro, se levantaba un pequeopueblo serrano con mucho encanto. Un escalofro le recorri la espalda cuando vio el cartel situado ala entrada del pueblo: Bienvenidos a Pearanda. Atravesaron las calles hasta desembocar en una carretera que serpenteaba subiendo la loma. Al finalde la misma se divisaba la casa de sus tos. Tras una gigantesca puerta de metal apareci un granjardn y un precioso chal con vistas espectaculares, pues desde all se divisaba todo el valle, con elpueblo y el lago y, al fondo, las montaas. Guille se acerc corriendo hasta el coche. Hola, cunto habis tardado! Tena muchas ganas de que vinierais abraz a su madre y luegose acerc a Jacqueline e hizo que se agachara para besarla. Me encanta que vayas a vivir connosotros, prima. Esta tarde podemos echarnos una Play. Mi cuidadora no me ha dejado jugar en toda lamaana... Le bes en la mejilla, aunque ms para devolverle el beso que por pura conviccin. No tenacostumbre de besar a nadie. Le gustaba que las personas mantuvieran cierta distancia paracomunicarse con ella y no le agradaba en absoluto que la tocaran al hablar, a excepcin de Phoebe,claro, que la tomaba de la mano en la calle, le acariciaba el pelo cuando estaba triste y la pellizcabafuerte cuando vea a alguno de los miles de chicos que le gustaban o quera llamar su atencin sobrealgo. Al entrar en la casa, se detuvo un momento a respirar. Saba que todos los hogares tienen su propioaroma, aunque solo se perciba en las casas ajenas. Por eso era importante que lo hiciera ahora, puesms adelante sus glndulas olfativas seran incapaces de captar nada. A qu ola? Difcil saberlo. Loprimero que not fue la madera del suelo, quiz porque haban encerado recientemente. Los sofsdeban de ser bastante nuevos, porque el cuero an desprenda un ligero olor que se mezclaba con el delas flores silvestres, repartidas en varios jarrones. Y, desde el fondo, llegaba tmidamente el aroma dela cocina, donde algo comenzaba a elaborarse. Sobre la mesa, unas toallas dobladas que esperaban aque alguien las guardase desprendan una agradable fragancia. Lo que le sorprendi es que, siendo un olor completamente nuevo, no le resultaba del todo ajeno.No es que lo conociera de antes, sino que tena algo familiar, cercano. Haba heredado el olfato de sumadre, aunque ella deca que era ms una desgracia que un don, pues abundan mucho ms los malosolores que los buenos. Sin embargo, Jacqueline sacaba mucha informacin de su nariz y le gust cmoola aquella casa. Subi a su habitacin. Era amplia y tena una gran ventana que daba al jardn. Un armario enormeocupaba una de las paredes. Lo haban vaciado, aunque en la parte inferior quedaban algunas mantas ycolchas. En los cajones tampoco haba nada. Ahora eran sus cajones y su armario. En las estanterasquedaban algunos libros, algo que agradeci. La idea de tener que llenar toda aquella habitacin lasuperaba. A travs de una puerta, se llegaba a un bao que era para su uso exclusivo. Le encant laidea de no tener que compartirlo con su nueva familia de extraos. 2DesencuentrosPor fin se acab, pens Sandra. Estaba tan cansada que ya ni siquiera le importaba la nota. Sifinalmente no consegua entrar en la carrera que quera, hara cualquier otra cosa, pero tena claro queno quera volver a pasar por esos tres das infernales que haban supuesto para ella los exmenes deacceso a la universidad. Pas de largo cuando vio el grupito que haban formado sus compaeros de clase. No se senta connimo de comentar las respuestas, porque de qu servira? Ya haba firmado su sentencia y no queraalargar aquel calvario pensando en qu se haba equivocado o qu haba olvidado incluir. Qu tal, Sandra? Qu tal te han salido? le pregunt su amiga Fabiola cuando se reuni conella. No s No muy mal, creo, pero no me atrevo a adelantar nada, ni para bien ni para mal. Y a ti? Para m hoy ha sido el peor da. Es que me ha pillado muy cansada Por cierto, me ha parecidover a tu amigo en la puerta. Qu amigo? El bombn ese, que es como de anuncio. Por Dios! Cmo puedes resistirte cuando lo tienescerca? Es que me tirara encima y Se abri paso entre la gente y, cuando finalmente consigui salir al exterior, lo encontr apoyado enun coche frente a la puerta. Se haban formado varios corrillos de chicas alrededor, aunque l parecaajeno a su inters y ojeaba un folleto de publicidad que tena entre las manos. Y es que Marcosllamaba la atencin. Adems de contar con un cuerpo escultural que se ocupaba en trabajar casi adiario, era extraordinariamente guapo. Sus grandes ojos eran del color del mbar y unos bonitos ycarnosos labios conseguan dulcificar su angulosa mandbula, sobre la que perennemente se dibujabauna atractiva y burlona sonrisa. Al verla, sonri con la boca algo torcida, como los galanes de cine, yse acerc a ella. Marcos! Cmo es que has venido? Imagin que estaras muerta despus de estos tres das y he venido a buscarte para que no tengasque volver en metro a casa respondi despus de cogerla por la cintura y besarla en la frente paraenvidia colectiva. Aunque no s si pensabas quedarte a comer con tus amigos. No, no. Qu ilusin! Comemos juntos entonces? Es que maana por la tarde me voy al campamento con los enanosde las clases de ftbol y ya no nos vamos a ver. Vale. Toma, te he trado una chaqueta por si tenas fro en la moto. Ahora me cuentas qu tal ha idotodo. Por qu te mira todo el mundo? Te miran a ti, Marcos, no a m. Si es que no se puede ser tan guapo! Ya. Lo haba vuelto a hacer. Llevaba todo el curso intentando quitrselo de la cabeza y en menos deun minuto haba sucumbido de nuevo. Es que solo l haca ese tipo de cosas y tena esos detalles conella. Cmo poda ser tan encantador? Lo tena todo. Pero, por desgracia, era un seductor empedernidoy, si como amigo llegaba a ser maravilloso, como pareja dejaba mucho que desear, as que mejor nosobrepasar los lmites de la amistad. Cuntame. Has salido contenta? le pregunt cuando se sentaron a la mesa. No s. Por lo menos ya me lo he quitado de encima. Y t? No tenas un examen hoy? S, pero eran pruebas fsicas y me he examinado a primera hora. Ya estoy de vacaciones hastaoctubre! Es lo que tiene estudiar para profe, que nos van metiendo lo de las vacaciones escolares desdeprimero, sabes? dijo sonriendo, aunque su expresin se torn seria de repente. Te has enteradode lo de la chica esa que han encontrado? S. Me lo dijo mi hermano esta maana. Qu fuerte! Ya te digo! Te imaginas que fuera ella? pregunt con espanto. Bueno, creo que, en el fondo, sera mejor As se podra aclarar algo de una vez Lo sabeSamuel? Marcos asinti con la cabeza. Y cmo est? Ni idea! Tena el mvil apagado y le envi un mensaje. No me ha contestado. Un mensaje? Mira que eres bruto! exclam mientras le golpeaba suavemente en el brazo. Marcos se limit a encogerse de hombros. Cambiando radicalmente de tema dijo l, los de mi clase dan una fiesta esta noche. Teapuntas? Hay barra libre. Estoy muerta, Marcos. En cuanto me dejes en casa, me voy a meter en la cama hasta maana. Anda, peque! No quieres celebrar que has terminado? Y qu pinto yo con los de tu clase? Pero si conoces a un montn de ellos! No s Aunque la idea no la seduca e intentaba resistirse, saba que terminara cediendo a las insistenciasde Marcos. l era as. Tena un extrao poder por el que todos o ms bien todas terminabanaccediendo a sus deseos.Ocho huesos principales adems de los wormianos conforman el crneo humano, una cavidad dereducido tamao con una capacidad de apenas 1.450 mililitros. Fascinante. Menos de lo que caba enuna botella de Coca-Cola, ms pequeo que un baln de ftbol, pero con unas prestaciones casiinfinitas: un universo del que an se conoca tan solo una mnima parte. Toda la imaginacin, losimpulsos ms benvolos y tambin los ms perversos estaban ah, en ese pequeo y frgil espacio.Fascinante. Aunque an no tena claro qu especialidad escoger, Samuel se senta cada vez msatrado por la neurologa. Sin embargo, antes de llegar a ese punto le quedaban muchas horas deestudio, muchas noches en vela, muchos cafs y mucho estrs. El primer ao le estaba suponiendo unaprueba personal de tesn y constancia ms dura de lo que haba pensado pero, por el momento,mereca la pena. Adems, las horas de estudio le permitan abstraerse del mundo por completo y leobligaban a centrar sus pensamientos en complicados temarios con vocablos casi impronunciables. Deese modo, poda mantener alejados por un tiempo los recuerdos, que se empeaban en estar presentes;tanto, que en ocasiones se hacan tangibles. Ya eran escasas las noches en que despertaba baado en unsudor fro y con una intensa sensacin de angustia. Siempre era la misma pesadilla, real, pero tambincada vez ms difusa. Ahora, su sueo ms recurrente era que llegaba tarde al examen, o que seequivocaba de aula o de da. En el fondo, no estaba mal el cambio. Solo le quedaban dos exmenes y empezaba a acusar el cansancio. La cafena pareca cada vezmenos efectiva. Tendra que seguir intentndolo con t, pero esa especie de agua sucia tena un saborbastante repugnante. Luca, que era adicta a ese brebaje, trataba de convencerle de sus maravillosasvirtudes y le incitaba a probar con nuevas variedades que a l le seguan pareciendo igualmenteintragables. Ella estaba en segundo, y haba cogido tambin algunos crditos de tercero. De dndesacara el tiempo? La verdad es que valoraba su ayuda y sus resmenes, pero no entenda tantadedicacin. A veces, aunque le tena mucho cario, le llegaba a resultar algo cargante y hubierapreferido quedarse solo, sin parecer desagradecido. Y es que no tena tiempo para nada. No pudoviajar a Estados Unidos para el funeral de sus tos, y eso le pesaba; no tanto por ellos, a los que solohaba visto en un par de ocasiones y con quienes haba hablado por telfono otras tantas, sino porTrudi. Ella era lo ms parecido a una madre que haba tenido y siempre haba estado a su lado,apoyndole en los momentos ms difciles, calmndole y cobijndole. Ahora tena la oportunidad deapoyarla, pero en plenos exmenes Saba que ella no se lo tendra en cuenta, ms bien todo locontrario. Aun as, le hubiera gustado acompaarla. l saba perfectamente cmo se siente uno cuandopierde a alguien y la sensacin de vaco e impotencia que viene despus, y tener una mano a la queagarrarse es un consuelo. Para remate, se le haba pasado ir al aeropuerto a recogerla, a ella y a su casidesconocida prima Jacqueline: un nombre demasiado grande para la nia pecosa y cursi que conociunos diez aos atrs en un viaje relmpago a aquel pueblo de la Amrica profunda llamado Ashford. Desconocida. Eso es lo nico que rezaba en la etiqueta, al menos, segn le dijo el doctorMrquez, a sabiendas de que se jugaba el puesto. Sus insistencias para que le dejara ver aquel cadverno haban servido de nada. Ni siquiera los rasgos que deba comprobar: el color del pelo, la altura, losojos Est irreconocible. Solo podremos saber quin es con una prueba de ADN, es lo nico que ledijo el forense. Por una parte sinti alivio, pero por otra le embarg de nuevo una enorme zozobra.Que esa etiqueta hubiera tenido un nombre y apellido, ese que l tantas veces haba escrito ypronunciado, hubiera supuesto cerrar una puerta. La pregunta era si l quera verla cerrada de esemodo An le quedaban unos veinte kilmetros para llegar. Decidi adelantar al camin que le obligaba air a menos de ochenta por hora.A lo lejos, Jacqueline oy el ruido de un motor y el chirrido de la verja de hierro. Aunque su primerimpulso fue levantarse de la cama, no tena fuerzas ni ganas de ver a nadie. Pasaron unos minutos yalguien llam a la puerta del cuarto. Era Trudi. Cario, te traigo un sndwich y algo de beber por si luego te apetece. Ha llegado Samuel y quieresaludarte, podemos pasar? Se incorpor sobre la cama y articul un adelante. Trudi llevaba una bandeja que dej sobre lamesa del escritorio y detrs de ella entr Samuel. Era ms o menos como el de las fotos que habavisto antes, pero tena ojeras y el pelo algo ms largo. Llevaba una camiseta de color azul claro,desgastada por los lavados y que haca resaltar su tez morena, unos vaqueros oscuros y unas sandaliascon dos tiras cruzadas de cuero marrn. As que t eres Jackie dijo con una sonrisa mientras se acercaba para darle un abrazo. Terecordaba ms pecosa. T de m ni te acuerdas, claro. Jackie? Cmo que Jackie? Jacqueline! Adems, ya casi no le quedaba ninguna peca. Pero quinse crea ese tipo? Por muy mono que fuera no iba a permitir que utilizara ese diminutivo y puesclaro que no se acordaba de l! Adems, por qu debera acordarse? Y por qu la abrazaba? Porfavor, que se acababan de conocer, como quien dice! No era necesario tanto contacto fsico. Con quele hubiera estrechado la mano, habra sido ms que suficiente. El contacto fsico estaba sobrevaloradoy excesivamente utilizado. Pero no tena fuerzas para entablar batalla y menos con ese dolor decabeza. Adems, no pareca que Samuel tuviera mala intencin y su abrazo, en el fondo, le habaresultado clido. Se limit a devolverle una sonrisa forzada y a decir que necesitaba descansar. Encuanto la dejaron sola, se levant y le dio un bocado al sndwich. Baj la persiana y volvi aacurrucarse en la cama. Se qued dormida durante un buen rato hasta que una tremenda sed le hizodespertarse. Bebi, casi de un trago, el vaso de leche que le haba dejado su ta en el escritorio, juntoal porttil, cuya luz verde indicaba que estaba al completo de batera. Su reloj marcaba las siete de lamaana, la hora de Ashford, aunque aqu deban de ser ya las cuatro de la tarde. Encendi el ordenador y se conect a Skype. Tena cinco llamadas perdidas de Phoebe, que estabaconectada. Era su mejor amiga desde que tena memoria y, casi con total seguridad, una de las diezpersonas del mundo capaces de emitir el mayor nmero de palabras por minuto. No poda existir nadieque hablara a ms velocidad, ni en espaol ni en ingls. Y es que, a pesar de su aspecto sonrosado yrechoncho, su madre era mexicana, as que siempre que hablaban en privado lo hacan en espaol. Suproduccin lingstica era impresionante: tena una opinin acerca de todo y un sentimientoperfectamente definido sobre cualquier cosa que ocurra. En milsimas de segundo era capaz dedeterminar si algo le gustaba, desagradaba, alegraba, entristeca, enterneca, sobrecoga, cabreaba,atemorizaba, intrigaba o enervaba. No le dio tiempo a hacer clic en el simbolito con forma de auricular cuando en la pantalla salt sullamada entrante. Phoebe an estaba en pijama, llevaba el pelo recogido hacia atrs con una pinza ybostezaba y se estiraba sin ningn pudor. Cmo ests? Cundo llegaste? Qu te pareci? Cuntamelo todo. He llegado a las ocho de la maana de aqu. Hemos pasado solo un momento por la ciudad y noshemos venido a la casa de la sierra, as que no he visto gran cosa, pero todo bien. Por favor! T siempre tan Cmo se dice en espaol? Mmmm, da igual, talkative Perocmo es aquello? Qu tal tus tos y tus primos? Cmo es tu dormitorio? Crees que vas a estar bienall? Pss, no s Como diras t, mi habitacin es chingona, y tengo mi propio bao. Y tus tos y tus primos? Mi to todava no ha llegado, est trabajando. Con Trudi, bien, ya viste cmo era. Mi primoGuille tena muchas ganas de conocerme; soy la novedad, ya sabes. A mi primo Samuel solo le hevisto un minuto. Es guapo? Qu puntuacin le das del uno al diez? Pues no s Tiene pinta de empolln alternativo, como esos del instituto del club demedioambiente, que van de intelectuales y son socios de Greenpeace He hecho fotos de unosretratos que haba en casa de mi ta. Dame un segundo y te lo envo Ya. Te llega? S, me est entrando el mensaje. Va a tardar un poquito porque pesa bastante, as que siguecontndome. Ay, no s, Phoebe, esto va a ser difcil. Crees que al final te dejarn venir? Sin problema. Mis paps estn muy apenados por todo lo sucedido y sienten muchsimo quetuvieras que irte. Seguro que no ponen peros a que vaya, pero tendr que ser en otoo, ya sabes. Detodos modos, sigue en pie lo de Navidad, no? Vas a poder venir como hablamos, verdad? S, supongo que s, pero an queda mucho Qu tal t? Algo nuevo? No, nada de especial. Hoy voy a quedar con Cindy porque quiere comprarse unos jeans, as quebajaremos al centro. Estoy encantada con el carro. An no me creo que me lo regalaras! Y para qu lo quiero yo? As te acuerdas de m. No necesito el carro para acordarme de ti, idiota. Acabas de irte y ya te extrao muchsimo. Estova a ser muy aburrido. Solo espero que ests bien all. Dentro de todo, fue una suerte que tuvieras aestos tos, no? Lstima que estn tan lejos Pero, oye, espera, termin de entrar el mensaje. Dameun minuto que lo descomprima y lo abra Qu chistoso! Tienes razn, le falta el cartel de salvar alas ballenas. Pero no est nada mal, a m me gusta. Cuntos aos tiene? Qu hace? A ti te gustan todos, Phoebe! Tiene diecinueve. Mi ta me cont que acaba de terminar el primerao de Medicina. Al parecer es un cerebrito, pero no s mucho ms. No le he visto ms que unmomento Espera un minuto, que me llama mam Ya voy! Tengo que dejarte, hablamos en lanochecita? No s si podr o si coincidirn las horas. Si no, te mando un e-mail. Ok. Te quiero. Te cuidas! Y yo La mano de Phoebe sobre la pantalla era su despedida. Jacqueline puso la suya encima tambin enun gesto que haban protagonizado miles de veces, pero que ahora, con un ocano de por medio, lepareci mucho ms cercano e intenso. Sinti una terrible angustia mientras notaba que la pantalla sevolva borrosa por las lgrimas que le inundaban los ojos. Pensaba que ya no le podan quedar ms.Cerr el porttil y se meti de nuevo en la cama.Cuando Jacqueline se despert al cabo de una hora, mir con extraeza aquella habitacin, pues lellev unos segundos ubicarse. Estaba empapada en sudor y decidi tomar una ducha. El agua helada ladesperez. Al salir, pudo contemplar su cuerpo desnudo en el enorme espejo que haba junto a lapuerta. Se sorprendi al descubrir su delgadez y cmo los msculos de sus piernas y brazos habandesaparecido, dejando los huesos envueltos nicamente en piel de un color apagado. Suspirdesalentada. El reflejo que le devolva el espejo era tan desolador como su nimo. Intent en vanoenchufar el secador, pero la toma de corriente era distinta a la del enchufe. Mierda! Necesitoadaptadores. Baj al piso inferior. No vio a nadie. De fuera llegaba el sonido de la piscina y la voz de Guille, asque supuso que estaran en el jardn. Se acerc a la cocina para beber un vaso de agua, pero la puertaabatible se abri de repente y le golpe en la cara. Era Samuel, que sala enfrascado en la lectura dellibro que llevaba en las manos. Jacqueline no poda creerse que no la hubiera visto. Por lo menos, podas decir lo siento. Samuel la mir desde detrs de sus gafas sin que pareciera entender qu haba dicho. Por unmomento, dud si haba utilizado el ingls para dirigirse a l. Cmo? dijo al cabo de unos segundos. Que me has dado un golpe con la puerta Perdona! dijo al fin. No te haba visto. Jacqueline emiti una especie de gruido como respuesta. Samuel volvi a concentrarse en su libroy desapareci por la puerta que llevaba al jardn. Mientras abra varios armarios buscando los vasos,se frotaba la nariz dolorida. Le costaba creer que aquella fuera su nueva casa y que tuviera quecompartirla con aquel sujeto que ni siquiera saba disculparse. Cunto tiempo le llevaraacostumbrarse, si es que lograba hacerlo? Jacqueline, cario! dijo su ta cuando accedi al jardn. Cmo te encuentras? Hasdescansado? Tambin yo me he echado una buena siesta. Estoy bien. Te apetece tomar algo? Estamos tomando horchata. La has probado alguna vez? Quieres unvaso? Vale, gracias. Desde el jardn, las vistas eran espectaculares. Poda divisarse buena parte del recorrido del rodesde su paso por el pueblo hasta la desembocadura en aquel enorme lago. El cauce estaba flanqueadopor pequeas colinas pobladas de lamos, cuyas largas y flexibles ramas se agrupaban en penachos dehojas tornasoladas que se mecan suavemente. No te apetece darte un bao en la piscina? dijo Trudi. No, me acabo de duchar y no tengo ganas. Ta, necesitara adaptadores. Dnde puedocomprarlos? Quiz haya en la ferretera del pueblo. Puedo ir andando desde aqu? Est lejos dijo Samuel levantando un momento la vista de su libro, y es mejor que no vayassola. Despus voy a bajar. Yo te los compro. A Jacqueline le molest ese comentario. Por qu no poda ir sola? Es que iba a ser l el encargadode decidir dnde poda ir y dnde no? Por qu no vas con Samuel, cielo? As te distraes un poco. No, gracias. Estoy un poco cansada. Ni siquiera poda tirar de su cuerpo y estaba ese maldito dolor de cabeza. Adems, no le apeteca enabsoluto ir a ninguna parte con l. Es verdad que acababa de conocerle, pero no le caa demasiadobien. Si no os importa, me voy a mi cuarto. Ah en la cesta tienes el Cosmopolitan y el peridico de hoy, por si quieres echarles un vistazo dijo Trudi. Desganada, le dio las gracias, cogi ambos y se dirigi a la planta de arriba. Aquello era un asco. Eltiempo pasaba con demasiada lentitud. Phoebe estaba desconectada en Skype. Visit el perfil enFacebook de Jason Miller. Haba publicado algunas fotos de la fiesta de fin de curso y estaban todosall. Todos menos ella. Antes no le apeteca demasiado ir, pero ahora hubiera dado un rin. Jasonestaba guapsimo. Al final se haba salido con la suya y no se haba puesto el traje. Ni siquiera sehaba quitado el piercing de la ceja. Mejor as. A ella le encantaba esa pinta de inadaptado, con sucazadora de cuero y su melena Lstima que fuera tan idiota! Ni siquiera le dijo nada especial paradespedirse. Haba estado en el funeral, apartado junto a sus amigos, y se despidi en grupo, sinacercarse. Cierto que lo suyo no haba salido bien, pero poda haber tenido algn gesto. Phoebesiempre deca que ella era mucha chica para Jason, que l nunca volvera a conocer a nadie as y quecon el tiempo se arrepentira de haber sido tan capullo, pero Jacqueline pensaba que no era para tanto.Ella haba estado detrs de l muchos meses, pero, cuando empezaron a salir, perdi todo el encanto,porque detrs de esa cara bonita no haba ms que una mente hueca. No le doli mucho que l ladejara as. De hecho, casi lo agradeci, porque no saba muy bien cmo decirle que pasaba de l. Sinembargo, Phoebe lo haba metido en el primer puesto de su lista negra. Estuvo semanas planeando suvenganza, pero luego ocurri todo. Cuando al final se decidi que tena que ir a Espaa, Phoebe lointerpret como una seal. Estaba convencida de que el destino le haba jugado esa mala pasadaporque le esperaba algo grande all, seguramente el amor de su vida. Pero no, aquello no formabaparte de un plan previamente establecido y no era como en las pelculas, donde todo tiene sentido.Aquello haba sido un giro macabro del destino. Millones de variables se haban resuelto dndose pasounas a otras hasta conformar el escenario idneo en el que todo ocurra. Cualquier mnima alteracinhubiera bastado para cambiarlo todo. Por qu el destino iba a querer trasladarla all, a miles de millasde su casa? Quin era ella para que alguien se hubiera molestado en escribir su futuro? No, no era unanueva oportunidad. Era lo que le tocaba vivir, y era condenadamente difcil. Cerr el porttil y mir a su alrededor. Deba sacar las cosas de las maletas, pero no se senta confuerzas. Se tumb de nuevo sin saber muy bien qu hacer. Ech un vistazo a la revista. Le llam laatencin que fuera exactamente igual que la versin americana, cargada de pginas de publicidad ypropuestas de moda a precios inalcanzables, como lo eran aquellas modelos perfectas que nuncasonrean. En las pginas centrales entrevistaban a Minerva Escalada, la hija de un genio espaol de lainformtica que haba hecho carrera en Silicon Valley y ahora era gerente y principal accionista deuna de las empresas tecnolgicas ms punteras de la zona, Virtual Structures. Jacqueline sinticuriosidad por aquella chica, que, como ella, acababa de instalarse en Espaa para iniciar un nuevoproyecto y a la que sorprendan muchas de las costumbres de su nuevo pas de residencia. Jacquelinetendra que adaptarse tambin a todos aquellos cambios, aunque su migracin haba sido forzosa y noestaba nada ilusionada con su nueva vida. Dej la revista en el suelo y cogi el peridico. De la seccin de nacional no entenda nada porqueconoca muy poco de la situacin poltica del pas. Se enter de que Avril Lavigne daba un concierto afinales de agosto. Quiz para entonces ya habran regresado a Madrid y podra ir a verla. No habamucho ms interesante que leer, porque las secciones de economa y sucesos monopolizaban granparte de las pginas. Estaba a punto de dejarlo caer al suelo junto con la revista cuando vio una nuevanoticia sobre el cadver que haban encontrado en la zona. Hablaba de que an no lo habanidentificado, pero que se estaba especulando con la identidad de una chica desaparecida en Pearandados aos atrs, aunque la investigacin segua bajo secreto de sumario y no se haba hecho ningncomunicado oficial a la prensa. Le inquietaba el hecho de que, tan cerca, ocurriera algo tan terrible.Verlo en CSI era una cosa, pero tenerlo tan prximo era otra muy distinta. Decidi quitrselo de lacabeza y, para evadirse, lo mejor era una peli. Hubiera preferido tener televisin en su dormitorio para no verse obligada a usar la del saln, perono le qued otro remedio que bajar. No haba demasiados canales ni nada que resultara interesante:noticias, publicidad, teletienda En una de las cadenas estaban emitiendo una pelcula de BruceWillis, doblada. Era ridculo! Despus de mucho investigar con el mando a distancia, consiguicambiar a la versin original. Eso era otra cosa! Cmo poda alguien creerse algo de la historiaviendo a Bruce Willis hablar en espaol? Samuel cruz el saln sin verla, en direccin a las escaleras. Segua absorto en aquel libro. Qupensara l de todo aquello? Desde luego, no se haba mostrado tan entusiasmado como Guille con supresencia. Qu le hubiera parecido a ella si hubiera sido al revs y fueran ellos los que hubierantenido que irse a vivir a Ashford? Phoebe estara encantada de estar ah con Samuel, eso seguro,aunque era poco probable que l hubiera acabado all, pues al fin y al cabo no le una ninguna relacinde consanguinidad con Trudi ni con su madre. En cualquier caso, Guille y l hubieran podido apoyarseel uno en el otro, mientras que ella no tena a nadie aqu. Ojal hubiera podido contar con algnhermano y compartir con l todo su dolor; pero no, no tena nada, nicamente esa familia que viva enla otra punta del mundo. Solo es un ao y medio le haba dicho Phoebe, cuando cumplas los dieciocho, podrs venirte aestudiar aqu e iremos juntas a la universidad. Hasta entonces, primero viajar yo y luego vendrs tY cuando te quieras dar cuenta, estars de vuelta aqu con todos nosotros. Pero un ao y medio eramucho, mucho tiempo. De hecho, en el ltimo ao y medio haban pasado ms cosas que en toda suvida anterior. En fin, haba que ser positivos: en unas horas, quedara un da menos para regresar. Unos pasos a su espalda le hicieron salir de sus pensamientos. Hola, Jackie dijo Lucas. Ella se levant para saludarle. Dios mo, cmo has cambiado!Claro, la ltima vez que nos vimos acababas de cumplir seis aos. Cmo ests? Lucas era un hombre atractivo. Cuntos aos tendra? Por lo menos, cincuenta. En comparacincon las fotos que tena su madre desperdigadas por la casa, haba engordado un poco y empezaban aclarearle las entradas entre las canas, pero segua manteniendo una buena planta. Comparta ciertoparecido con Samuel, aunque era algo ms bajo y menos moreno. Jacqueline se limit a responder con una media sonrisa. Te he comprado esto dijo Lucas mientras le entregaba un paquete. Ella lo abri con ciertoasombro: era un mvil. Pens que te vendra bien. No creo que el tuyo funcione aqu. Te gusta? Era un iPhone de ltima generacin. Con l podra conectarse a Internet y acceder a Facebook y alcorreo electrnico, podra estar permanentemente en contacto con sus amigos. S, me encanta. Muchsimas gracias! Era una pasada. Haca tan solo unas semanas que haba salido al mercado ese modelo. Cmo lohabra conseguido? Se supone que tardaban en llegar a Europa. Lucas se sent a su lado en el silln. Cmo ests? Te encuentras bien? Tena una voz clida y amable. Me duele bastante la cabeza, y antes me zumbaban los odos. Lucas le toc la frente y le alz un poco los prpados para mirarle los ojos. Es normal. Te voy a dar un ibuprofeno, pero tienes que comer algo para acompaarlo. He tomado un vaso de horchata. No es suficiente. Ahora te traigo una magdalena, te gustan? Jacqueline se encogi de hombros. No le gustaban demasiado los alimentos dulces, pero no habaprobado nunca aquellas magdalenas. Lucas volvi enseguida portando una bandeja con un vaso deleche, una magdalena, que era de lo ms parecido a un muffin, y una pastilla. Tmatelo y avsame si te encuentras peor. Ests demacrada y no me gustara que enfermaras. Noquedara bien en una casa en la que hay dos mdicos! dijo sonriendo. Ok, gracias. He pensado que podamos salir a cenar todos hoy. Creo que sera una buena manera de irconocindonos. Jacqueline no tuvo tiempo para negarse, pues Lucas desapareci escaleras arriba mientras sedesabotonaba los puos de la camisa.Cuando Sandra sali del metro, an podan verse los ltimos rayos de sol. Saba que era un error irsola a aquella fiesta. Haba intentado que la acompaara Fabiola, pero tena cena familiar paracelebrar que haba terminado el instituto, algo que haba lamentado profundamente, pues laoportunidad de estar cerca de Marcos la seduca mucho ms que cenar en un restaurante tex-mex consus padres y sus hermanos. As que Sandra tendra que componrselas sola. Solo esperaba que Marcosno se enrollara por ah con alguna ta y la dejara colgada. Mientras caminaba, le pareci ver a lo lejos a Quique, su hermano. No se supona que tena partidaen lnea de Call of Duty o Halo o de cualquiera de esos rollos de pegar tiros que le gustaban? Almenos es lo que le haba dicho para no llevarla. Por qu le haba mentido? Si al final resultaba queiban casi a la misma calle! Qu le costaba haberla acercado? No tena sentido, salvo que tuviera algoque ocultar Habra quedado con una chica? Imposible! Se trataba de su hermano, ese frikisocialmente incompetente que saba ms de los elfos que de las mujeres. Pero, entonces, por qu ibatan arreglado? Se haba puesto camisa, y solo lo haca en bodas, bautizos y comuniones. A veces, nieso. Y se haba peinado el pelo hacia atrs con Gomina? Era gomina lo que llevaba? Estaba claroque algo raro pasaba. Paseaba nerviosamente por la acera y a cada rato miraba el mvil. Intent haceruna llamada, pero nadie debi de contestar, porque volvi a guardar el telfono en el bolsillo. Daba lasensacin de que la persona con la que haba quedado no apareca. Tras esperar un buen rato, le viomarcharse con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha. Le habran dado plantn? Tendra quesonsacarle de algn modo, pero haba jurado no volver a hablarle en la vida. A ver cmo lo consegua. Se encendi un cigarro, ya que era bastante improbable que estuviera permitido fumar en la fiesta.Sin embargo, cuando lleg a la direccin que le haba indicado Marcos, descubri aliviada que el bartena una pequea terraza a pie de calle. All estaba Jorge, un compaero de Marcos casi tan alto comol. Desde la perspectiva de Sandra, que superaba escasamente el metro sesenta, los dos juntos seasemejaban a las torres Petronas. Sandra! Cuantsimo tiempo! Cmo ests? Muy bien. Y t? Pfff! Algo tocado, y eso que todava es muy pronto, pero es que somos unos bestias y nos hemosliado a beber mientras terminbamos de prepararlo todo Por cierto, felicidades! Me ha dichoMarcos que has terminado hoy. Gracias! Por fin se termin la pesadilla. Y qu piensas hacer en el verano ms largo de tu vida? Te vas de Interrail, como hemos hechotodos? Ojal! Estoy sin blanca, as que voy a cuidar a los hijos de mi padre para sacarme algo de pasta. No le importaba. Para ella, no haba ningn plan que superara estar en La Senda con sus amigos.Quera terminar todos los papeleos e irse para all. Aunque ya nada fuera igual que antes, no podaimaginar un lugar mejor para pasar el verano.Lo siento dijo Samuel mientras entraba atropelladamente. Me he olvidado el reloj y se me hapasado la hora. Hijo, eres una calamidad lo reprendi Lucas. Estamos todos esperndote y Jacqueline estcansada despus de un viaje tan largo. Lo siento mucho repiti Samuel consternado, dirigindose a Jacqueline. Venga, vmonos, no sea que perdamos la reserva. Bajaron todos al jardn para montarse en el coche. Guille, tienes que pegar el alzador ms a la puerta dijo Lucas. Ahora tenis que ir los tresdetrs. Puedo ir en la moto, pap intervino Samuel. No, mejor vamos todos juntos, que con lo desastre que eres, no me extraara que fueras a parar ala otra punta de la provincia. Ponte t en medio, Samuel, y abrochaos todos el cinturn. Jacqueline iba tan pegada a la puerta que se estaba clavando la guantera lateral en la pierna. A pesarde tener ms espacio que ella, Samuel iba encogido. Era alto y, aunque delgado, tena una complexinfuerte. El alzador de Guille era demasiado ancho para que los tres cupieran holgadamente en el asientotrasero de aquel Mini Cooper. Pap dijo Samuel, la prxima vez vamos en tu coche, que en este no entramos. Vaya. Este coche no est pensado para familias numerosas aadi Trudi sonriendo. Parecemos sardinas en lata prosigui Samuel antes de que Lucas le interrumpiera. Una lata carsima. No entiendo cmo un coche tan enano puede costar este dineral Si lo usas ms que yo! Mucho meterte con mi coche y luego, cuando te lo presto, no lo sueltas.Pap, creo francamente que es la edad, verdad, Trudi? dijo guindole un ojo. Reconcelo, pap,en el fondo te gusta llevar un coche juvenil. Samuel sentenci Lucas, creo que voy a dejarte en la prxima esquina para que vayasandando al restaurante y ejercites tu espritu juvenil. No sers capaz, qu grun te has puesto con la edad! sigui bromeando. T sigue! Pasaron por una glorieta para acceder a una urbanizacin de chals. Anda! dijo Lucas. No es esa la casa de? Se ve luz. Jacqueline se dio cuenta de cmo a Samuel le cambiaba el semblante. Dirigi la mirada a la luz queiluminaba una ventana a lo lejos. Samuel, hijo, sabes si han vuelto? No. No s nada contest serio. Ya no volvi a abrir la boca en todo el trayecto. Fueron hasta un restaurante cercano situado en la ladera de la montaa. Jacqueline pas la mayorparte de la cena en silencio. El sitio era muy bonito y la comida no estaba mal, pero ella no queraestar all. Mientras cenaban, pensaba que en el prximo ao y medio iba a pasar la mayor parte deltiempo con aquella gente: unos perfectos desconocidos. Ojal lo pudiera pasar hibernando. Saba quetena que adaptarse a esa nueva vida, pero senta que no le quedaban fuerzas. Se sinti aliviada cuando por fin pidieron la cuenta y se sentaron de nuevo en aquel estrecho coche.Al llegar, subi a su cuarto todo lo rpido que pudo. Acababa de terminar de ponerse el pijama,cuando alguien golpe su puerta. Era Samuel. Perdona, es que con las prisas se me olvid darte esto dijo mientras le alargaba una pequeabolsa con tres adaptadores. No haba en la ferretera del pueblo, as que tuve que acercarme alcentro comercial. Espero que con estos tres tengas suficientes, porque no haba ms y van a tardaralgunos das en traer otros. Avsame si necesitas algo ms.Gracias respondi Jacqueline, algo sorprendida.Samuel guard silencio unos segundos, como si estuviera pensando qu decir.Buenas noches dijo finalmente mientras se diriga a la puerta.Buenas noches.Samuel se dej caer en la cama y comenz a escuchar a Rammstein a travs de los auriculares de sump3. Estaba agotado despus de un da tan intenso. Por fin Trudi estaba de vuelta con Jacqueline. Lassemanas que haba pasado fuera haban sido un poco estresantes entre la facultad, los exmenes,ocuparse de Guille, adems de la preocupacin y la tristeza por todo lo ocurrido. Ahora podarelajarse, Trudi estaba en casa. Era la piedra angular sobre la que se fundamentaba la armona familiary, sin ella, costaba mucho que las cosas funcionaran. Y al final se haba trado a Jacqueline. Le sorprendi mucho saber que finalmente vendra a Espaa, pues estaba convencido de que, tal ycomo ella quera, podra quedarse en Estados Unidos. Pero Trudi era la tutora legal y ella menor, asque no le haba quedado ms remedio que venir. Antes de irse, Trudi le haba enseado algunas fotosrecientes de Jacqueline, pero en persona era bastante distinta, entre otras cosas porque estaba muchoms delgada. No se pareca en nada a Trudi, con aquellos ojos rasgados y aquel pelo tan negro. Tenaun aspecto extico: pareca que la hubieran sacado de Hawai ms que del remoto pueblecito del nortede los Estados Unidos del que provena en realidad. Hablaba perfectamente espaol, aunquepronunciaba la t y la s con un acento un tanto peculiar. Deba aprovechar la oportunidad parapracticar ingls con ella, pero tendra que esperar a terminar los exmenes, ahora no podadesconcentrarse. Apag la luz y, a pesar de la msica atronadora, se qued dormido.Esto es increble! Jorge, no estars intentando ligarte a la nica mujer que se me resiste, no? dijo Marcos desde la puerta. Lo siento, Marcos respondi Jorge mientras pasaba la mano por la cintura de ella, pero esque soy mucho ms irresistible que t Sandra sonri divertida. Sin duda, Jorge era encantador, pero su poder de seduccin distaba muchodel de Marcos. Peque! Me has roto el corazn! exclam Marcos mientras simulaba que se sacaba una espadadel pecho. Voy a por otra copa. Ahora os veo se despidi Jorge, sonriendo. Cundo has venido? pregunt Marcos sentndose al lado de Sandra una vez que Jorge hubodesaparecido tras la puerta. Hace un buen rato. Qu tal? Pues bastante entonado, la verdad. Yo creo que nos estn dando garrafn, porque no he bebidotanto. Y t? Has descansado? S. Creo que no me echaba una siesta as desde que iba a la guardera. Me alegra que hayas venido al final dijo besndola en la frente. Te he echado de menos todoeste tiempo que has estado encerrada estudiando. Por qu hace eso? Por qu es tan encantador?, pensaba Sandra para sus adentros. Si l supieralo que le costaba resistirse Cuando levant la vista, se encontr con la mirada de l clavada en susojos. Qu me miras? pregunt algo incmoda. Es que ests muy guapa hoy, peque. Guapa? Pero qu dices?! Si ni siquiera me he arreglado ni me he pintado. No? Djame que te vea bien dijo mientras haca que se incorporara y la situaba delante de l. Mmmmm, es verdad, ests horrible. Qu idiota eres! Cada vez se senta ms nerviosa. Segua mirndola fijamente, demasiado fijamente, con esos ojosmbar de encantador de serpientes que no la permitan pensar con claridad. Est bien, djame que te vea ms de cerca prosigui Marcos. Le pas los brazos por lacintura y la atrajo hacia l. Estaban muy juntos, demasiado juntos. Sandra comenz a notar el aleteode un millar de mariposas en el estmago. No, decididamente, mi primera impresin era la correcta. Ests guapsima Haba bajado la voz hasta decirlo en un susurro. Estaba tan cerca de l, que poda sentir su alientoen la cara y el olor de su perfume embriagaba su nariz. l estrechaba su cintura con tanta firmeza, quesi hubiera levantado los pies del suelo, se habra mantenido suspendida, sujeta por sus musculososbrazos. T tambin ests muy guapo con ese polo azul Qu idiotez! No poda haber dicho algo ms inteligente? Sin embargo, l sonri mostrando unaperfecta hilera de blancos dientes entre sus carnosos labios. T crees? Pues deberas verme sin l Como si no te hubiera visto mil veces! Es verdad. Entonces tendr que quitrmelo todo para que veas cosas nuevas. Eres un vaciln! protest, intentando en vano zafarse de su abrazo. Y un chulo, y unmacarra, y un No pudo continuar. l la interrumpi de pronto besndola suavemente en los labios. Tras ese primerbeso, se detuvo un momento para mirarla a los ojos, como si esperara percibir algn tipo de reaccin,pero ella se limit a parpadear muy deprisa mientras intentaba ordenar los pensamientos quebombardeaban su mente. No encontraba las palabras adecuadas. Qu poda decir? l no le dej tiempo suficiente para articular algo con sentido, pues volvi a besarla y ya no sedetuvo. Sus besos eran cada vez ms intensos, ms ardientes, ms elctricos. Sandra senta toda la pielerizada y la sangre le lata en las sienes con tanta fuerza que pareca que iban a estallarle. Rode consus brazos el cuello de l y comenz a devolverle los besos con la misma pasin, sin pensar, solodejndose llevar por el calor del momento Pero, de repente, su mente hizo clic.Jacqueline se senta terriblemente cansada. Ya en la cama, comprob que no tena ningn e-mail ninada interesante en Facebook, as que cerr el porttil y se acurruc entre las sbanas; dos horas mstarde, an continuaba despierta. Se arrepenta profundamente de haber dormido a media tarde. Habaodo a sus tos cuando suban la escalera, a Guille pidiendo agua y a Trudi entrando y saliendo de sucuarto. Despus de unos minutos, solo qued el silencio. Por la ventana entraba una brisa fresca quehizo que se arropara con la colcha. Oy la voz de Samuel al otro lado de la pared, pero lo que deca eraininteligible, por lo que supuso que estara hablando en sueos. El primer da de su nueva vida tocaba a su fin. Conclusiones?, le hubiera preguntado Phoebe. Enrealidad, la nica conclusin clara que sacaba es que no quera estar all. Ellos formaban una familiadonde cada uno tena su hueco y en la que no pintaba nada, no haba espacio para ella. Por qu la vidaera tan injusta? Por qu no se haba podido quedar en Ashford? Poda vivir sola sin ningn problema.Ya tena diecisis aos, no era una nia. Acaso con dieciocho cambiaban tanto las cosas? Era unacuestin meramente formal que le haba arruinado la vida. Los padres de Phoebe podan habersupervisado todo hasta que cumpliera la mayora de edad. Al principio, Trudi se opona frontalmente aque se quedara all; pero, despus de escuchar sus argumentos, cambi de parecer. Sin embargo, siTrudi renunciaba a la custodia, tendra que ir a una institucin y en ningn caso podra quedarse en sucasa ni en casa de Phoebe. As que all estaba, a miles de millas de su mundo, con su nueva familiaespaola. Ahora tena que empezar de cero: adaptarse a esa casa y a esa gente, hacer nuevos amigos,comenzar el curso en septiembre en un nuevo instituto Trudi le haba comentado que Samuel tenamuchos amigos, que se los presentara y que no sera tan difcil. Ahora que lo conoca, dudaba un pocoque fuera a facilitarle las cosas. Era pronto, pero lo ltimo que pareca era una persona sociable. Truditambin prometi que la dejara volver al cabo de unos meses, pues an haba muchos papeles quearreglar en Espaa. Solo le quedaba esperar a que Phoebe viniera en otoo y para eso quedaba mucho. Cada vez que cerraba los ojos, reviva involuntariamente todo lo ocurrido. Estaba pasando el fin desemana en casa de Phoebe, como tantas veces, cuando son el telfono. Era la hora de la cena y fue lamadre de Phoebe la que lo cogi. Jacqueline no haba dicho nada, pero le extraaba que sus padres anno hubieran vuelto y pens que eran ellos. Sin embargo, la madre de Phoebe palideci y se llev lamano a la boca. Colg y con los ojos llenos de lgrimas, la mir. Jacqueline, era la polica. Algo malo ha pasado. Han mandado una patrulla para ac. Algo malo? Qu era exactamente algo malo? No entenda nada, pero el estmago se le hizo unnudo. Dej los cubiertos sobre el plato. Todos se miraban sin decir palabra y al cabo de unos segundosson el timbre. Entraron dos agentes uniformados y pidieron a los padres de Phoebe que losacompaaran a otra habitacin para hablar en privado. A partir de ah, sus recuerdos se tornaban confusos. Tena la imagen de los padres de Phoebevolviendo a la sala con los policas y las lgrimas resbalando sin descanso por las mejillas de la madremientras que el padre apretaba los labios y los puos. Los agentes no se atrevan a mirarla. Laacomodaron en el asiento trasero junto a la madre de Phoebe. Un enrejado las separaba del asiento delconductor y del copiloto. De la radio sala una voz enlatada imposible de descifrar. Tena su manoenlazada a la de la madre de Phoebe y la apretaba tan fuerte que despus le estuvo doliendo largo rato.No poda imaginarse que aquel era el comienzo de todo, de esa larga ausencia que durara el resto desu vida. Suspir profundamente mientras enjugaba las lgrimas, se dio media vuelta en la cama y,finalmente, consigui quedarse dormida.Espera dijo Sandra alejndose de l todo lo que su estrecho abrazo le permita, qu se suponeque estamos haciendo? l entorn los ojos y frunci el ceo. Qu pasa? pregunt con la voz algo ronca. Cmo que qu pasa, Marcos? Mierda! Soy idiota. Aunque no se atreva a mirarle directamente a la cara, alcanz a ver que l se morda los labios conun gesto de contrariedad. Poda haberse muerto entre sus besos y sus abrazos, pero no era eso lo queella quera. No deseaba poner en juego su amistad por enrollarse una noche con l. No entraba en susplanes convertirse en una nueva entrada de su larga lista de conquistas. Por deliciosa que resultara larecompensa, no mereca la pena el riesgo. Yo comenz a decir l, aunque despus pareci arrepentirse y guard silencio. Mira, Marcos, esto no tiene sentido. T ests borracho y yo yo soy una estpida No s enqu estaba pensando Me voy. Espera Vamos a hablar un minuto insisti l. No, no, ya hablaremos maana, o cuando vuelvas del campamento ataj ella. Pero Me voy, Marcos. Djame por lo menos que te acompae a casa, por favor Cmo te vas a ir sola? Mira, ah viene el bho. No te preocupes, porque me deja en la puerta de casa. Hablamos, vale? Se alej de all con paso rpido y sin mirar atrs. Lleg a tiempo de detener el autobs y, al dirigirsea los asientos traseros, vio cmo l se golpeaba la frente con el puo cerrado. Se hubiera atrevido ajurar que aquella era la primera vez que a Marcos se le escapaba una de sus presas, sobre todo, cuandoestaba tan cerca de apoderarse de ella por completo. Se dej caer pesadamente en la silla. Desliz undedo por sus labios mientras rememoraba en su cabeza lo que haba ocurrido un instante antes, puesnunca volvera a estar tan cerca de conseguir que sus sueos se hicieran realidad. 3La vida en La SendaA causa del jet lag, Jacqueline tena los horarios trastocados. Algunos das conciliaba el sueo cuandoya haba amanecido e incluso cuando alguno de los habitantes de la casa ya haba comenzado susactividades matutinas. Las noches en vela las ocupaba chateando con los amigos que haba dejado enEstados Unidos, ya que la diferencia horaria haca muy difcil que pudieran coincidir a otras horas. Lafiesta de fin de curso les estaba dando mucho juego, pues haban pasado muchas cosas en ella. Inclusotuvieron que intervenir los bomberos. Segn le cont Phoebe, el grupito de los gticos no pudoresistirse e hizo saltar las alarmas y los dispositivos contra incendios, arruinando muchos de losmodelitos de los presentes. La noche estuvo animada, sobre todo en el caso de Jason, que se habaenrollado primero con Lea y ms tarde con la hermana mayor de Rebecca, que se sum a la fiesta. Alparecer, Lea no saba nada, pero seguro que terminaba enterndose. Si ella, que tena un ocano de pormedio, ya estaba informada, la noticia no tardara en llegar tambin a los odos de la implicada. Jasonse haba cuidado mucho de no colgar fotos comprometidas, pero en el Facebook de Rebecca habaalgunas que no dejaban lugar a dudas. De todos modos, Jacqueline estaba segura de que a l le dabaigual que Lea se enterara, pues nunca le haban importado los sentimientos de los dems. Aunque Leano le caa demasiado bien, lamentaba que hubiera pasado a ser otra vctima de ese cerdo. Pero lo msfuerte de todo es que Phoebe se haba enrollado con Terrence Thompson, uno de los tos ms guapos ysimpticos del instituto. Sola moverse con otra gente, pero Jacqueline y l entrenaban a la mismahora y algunos das volvan juntos a casa con Phoebe, que se quedaba a esperarlos. Jacqueline deseabacon todas sus fuerzas que no se limitase a un rollo y saliera algo de ah, porque Terrence era de lospocos chicos de Ashford que merecan realmente la pena. Hacan una buena pareja. Phoebe estabaemocionada con l, pero era tan exigente que dudaba que Terrence fuera capaz de satisfacer todos susrequisitos. Ya haba pasado una semana desde la fiesta y seguan juntos, as que a lo mejor aquella vezfuncionaba. Sin embargo, en unos das Phoebe se ira al campamento de Los ngeles durante casi unmes, y eso era mucho tiempo. Jacqueline dorma tan poco por la noche que durante el da estaba agotada, y eso le infunda lasensacin de que el tiempo pasaba muy, muy despacio. Al principio, apenas sala del cuarto, pues suta aceptaba que tomara un sndwich en la habitacin. No le dijo nada, pero ella saba que lemolestaba y que prefera que hiciera las comidas con todos. A pesar de la desazn que senta,Jacqueline era consciente de los esfuerzos de su ta Trudi por respetarle su espacio y facilitarle laestancia all, as que procuraba pasar ms tiempo fuera de su dormitorio. De todas formas, no tenademasiado en lo que entretenerse. Muchos das Samuel estudiaba en el saln, as que no poda ver latele. Haba otro televisor en el dormitorio de sus tos, pero le daba apuro invadir ese espacio. Esechico no haca otra cosa que estudiar. Pareca estar siempre absorto y, en los momentos que pasabantodos juntos, no se mostraba demasiado comunicativo. Le vea vagar, enfrascado en sus pensamientos,siempre con la frente arrugada. Le observaba de reojo mientras intentaba extraer algo de informacinde su comportamiento, pero le resultaba completamente opaco. No prestaba atencin a los detallescotidianos. Vesta de cualquier manera, siempre con alguna camiseta gastada que la mayora de lasveces se pona al revs. Nunca adverta su presencia hasta que la tena delante, y cuando por fin ladetectaba, pareca sorprenderse, como si hubiera olvidado que ahora viva all con ellos. Beba caf yCoca-Cola a todas horas, por lo que no resultaba extrao que hablara en sueos todas las noches. Ese da haba venido una amiga a estudiar con l. Al ver a Jacqueline en el saln, se acerc haciaella. Tena una gran presencia, adems de por su altura (deba de andar en torno a seis pies, pues eracasi tan alta como Samuel), por la rigidez de su gesto, lo que resaltaba an ms su hermoso rostro. Erauna belleza clsica, como la de una estatua renacentista. Pareca mayor, no solo en su anatoma, sinotambin en sus ademanes y en su comportamiento. Era bastante ms alta que Jacqueline, pero seinclin de forma exagerada; se agach como si Jacqueline fuera una nia y ella el adulto que le da unapiruleta. La abraz con cierta fuerza mientras le propinaba dos efusivos besos. As que t eres Jackie. Yo soy Luca vocalizaba exageradamente, como si dudara que pudieraentenderla bien. Cmo ests? Siento muchsimo lo que te ha pasado! Le acarici la mejilla e, instintivamente, Jacqueline dio un paso atrs. Luca frunci el ceocontrariada: solo quera ser amable. Estoy bien se limit a responder. Volvi a sentarse en el silln para continuar leyendo. Aquella maana, Trudi y Guille haban salidoa hacer algunos recados, as que estaban los tres solos. Jackie, si no te importa, vamos a estudiar aqu. Tenemos ms sitio que en mi cuarto dijoSamuel mientras extenda un fardo de apuntes y libros por la mesa. No hay problema. No voy a encender la tele, as que no os molestar. Poda haberse ido a cualquier otra parte, pero no quiso. Prefera observarles desde el silln en el queestaba sentada. Quera ver cmo se comportaba Samuel con aquella chica. Sera su novia? Erabastante guapa y tena un tipazo impresionante. No poda evitarlo, pero ese chico le intrigaba. Siempreestaba callado, pensativo, como en las nubes, y adems pareca tan triste y atormentado Luca lea el enunciado de unas fichas a partir del cual Samuel desarrollaba un tema. Podan estarhablando en chino, que Jacqueline hubiera entendido lo mismo. l estaba completamente concentrado,con la mirada perdida en el horizonte. Luca le miraba atentamente mientras l hablaba, mova a todavelocidad un bolgrafo entre los dedos de la mano izquierda y mordisqueaba las patillas de sus gafascuando algo no le sala o no encontraba la palabra adecuada. Voy por una Coca-Cola, t quieres algo, Luca? pregunt Samuel despus de ms de una hora. Treme otra a m, porfa dijo Luca. Quieres algo, Jackie? No, gracias. Jacqueline observ cmo le miraba Luca mientras se diriga a la cocina. No sola acertar con susintuiciones, pero habra apostado algo a que le gustaba. La forma en que lo contemplaba cuando lrecitaba en voz alta los temas, cuando mordisqueaba las patillas de sus gafas o se morda los labiosintentando acordarse de algo, y cmo aprovechaba cualquier oportunidad para poner su mano sobre lade l o para tocarle de algn modo Todo eso la delataba. l, sin embargo, no pareca enterarse denada. Su madre siempre deca que los hombres iban cien pasos por detrs de las mujeres. Jacquelinepensaba que en el caso de su madre era cierto, pues era una mujer muy intuitiva, con una enormecapacidad para extraer informacin de cosas que para ella pasaban completamente desapercibidas. Eraevidente que ella no haba heredado esa habilidad. Era como un chico con tetas (y con pocas tetas, porcierto). Pero si ella era incapaz de percibir esos signos tan sutiles en los que estaba especializada sumadre, Samuel necesitaba una hoja de instrucciones como las de IKEA y, aun as, dudaba que llegara aenterarse del todo. Esa chica podra desnudarse delante de l y Samuel seguira a mil galaxias dedistancia. No le extraaba que a Luca le gustara. Sin duda era muy guapo, con aquellos ojos negros y la tezoscura, que realzaba la blancura de sus dientes. Y pareca tan inaccesible A ella le pasaba lo mismo:siempre le gustaba el chico que menos posibilidades tena de conseguir. Cuando se enroll con Jason,ya llevaba un montn de meses detrs de l. El da que la invit a salir no poda creer que se estuvieradirigiendo a ella. Sin embargo, luego result ser tan capullo y tan sobn Por qu no poda fijarse enlos buenos chicos? Por qu siempre tena que gustarle el ms macarra y el ms idiota? Qu lees? le pregunt Luca cuando Samuel desapareci en la cocina. La primera impresinde Jacqueline no haba sido muy buena, pero la chica se mostraba amable, as que no quiso parecerborde. Un libro que he encontrado por aqu, La tesis de Nancy. Es de un autor que se llama Ramn J.Sender. Lo has ledo? No. Entre la carrera y animar al pobre Samuel, no me queda mucho tiempo para leer respondiLuca como disculpndose. Por qu dices el pobre? Qu le pasa? Samuel entr en el saln con las dos latas. Vamos a seguir, Luca, que estamos fatal de tiempo dijo sentndose de nuevo a la mesa. Losiento, Jackie! No pasa nada respondi Jacqueline. Os dejo estudiar. Me voy a mi cuarto. Su dormitorio estaba situado al final del pasillo, a continuacin del de Samuel, cuya puerta estabaentreabierta. Decidi entrar. Era idntico a su habitacin, pero con la orientacin opuesta. Sus camasestaban separadas por el tabique, por eso poda orle cuando hablaba dormido. Bajo la ventana seencontraba la mesa, abarrotada de libros, aunque todos estaban perfectamente ordenados en montonesde mayor a menor tamao. En la pared contempl un corcho con multitud de fotos y anotaciones. Seacerc para examinarlas de cerca. Junto a cada fotografa, haba un papel adherido con la hora y ellugar en que se haban tomado: 21.30 Taberna del Agua, 22.10 Junto al ro, 22.35 Camino de lapea, etctera. Parecan antiguas, de unos dos o tres aos atrs, y la calidad de algunas no era muy buena, como sise hubieran hecho con un mvil o una cmara de baja resolucin. En ellas salan Luca, Samuel yalgunos otros chicos. La ltima de aquella extraa cronologa era una foto de grupo. Estaba etiquetadacomo 0.45 ltima vez! en letras gruesas. Salan varios chicos, entre los que reconoci a Luca y aSamuel, que abrazaba a una chica preciosa. Tena unos grandes ojos verdes y una sonrisa angelical.Tambin l mostraba una sonrisa franca, transparente, que dejaba entrever una sincera felicidad. Lesorprendi verle contento, porque ahora no era as. Estaba siempre ausente y preocupado. Era evidenteque no se senta feliz, al menos, no como en aquellas fotos. Haba una fotografa que quedaba ocultabajo las otras. Al intentar verla, el corcho se inclin y algunas cayeron al suelo. Cmo poda ser tantorpe? Las recogi nerviosamente e intent colocarlas tal y como las haba encontrado. En la foto queantes no poda ver, Samuel y aquella chica de preciosos ojos se besaban fundidos en un fuerte abrazo.Juntos para siempre, Agns. Esa era la dedicatoria que figuraba detrs. La tinta haba perdidointensidad y estaba difuminada. Quin sera? El sonido de la verja la alert. Era Lucas, que volva del hospital. Baj rpido para recibirle. Hola, Jackie dijo al apearse del coche. Ests sola? Est Samuel dentro estudiando con una amiga. Trudi se ha ido con Guille. Perfecto, entonces puedes acompaarme, no? Pero No hay pero que valga. Nos cambiamos y nos vamos. Jacqueline emiti una especie de gruido como respuesta, pero no se esforz en oponerse; conLucas habra resultado intil. Quince minutos despus estaban en una tienda de madera. Me ha dicho Trudi que te gusta el bricolaje dijo Lucas. S Genial, as podrs ayudarme, porque si tengo que contar con mis hijos, estoy apaado. Quierohabilitar la parte de abajo del chalet, la has visto? Jacqueline neg con la cabeza. Pues bajo la casa, junto al garaje, hay una especie de stano a pie de suelo que estcompletamente difano. Me gustara arreglarlo y haba pensado empezar poniendo el suelo y un frisode madera en todo el permetro de la pared. Pensamos hacer una especie de apartamento con unapequea cocina americana y un bao. Encargu la madera la semana pasada y me han llamado paraque pase a recogerla.A Jacqueline le gust aquella tienda, con aroma a madera y todas las herramientas tan colocadas. Olacomo el garaje de casa, donde su padre inverta horas y horas trabajando con tableros, su aficinfavorita. Para su sexto cumpleaos, fabric un precioso tocador lacado en blanco. Era sencillo, pero aella le encantaba pasar el tiempo en aquel mueble de princesa mientras se cepillaba el pelo. Oy que Lucas saludaba a alguien en el pasillo que estaba situado detrs del suyo. Hombre, Luis dijo Lucas. Me alegro de verte. No saba que estuvierais por aqu. Estoy yo solo. Al final, hemos decidido vender la casa y he venido para hablar con el de lainmobiliaria. Parece ser que hay alguien interesado. Vaya, lo siento, aunque es comprensible Es una tontera tener la casa cerrada. Briggite no quiere venir, as que no tiene sentido. Cmo est ella? Ya est ms repuesta. En breve har dos aos, pero esto es muy duro, Lucas. Y las ltimasnoticias han removido todo S, tiene que serlo. No hay ninguna novedad, verdad? Ninguna. Ya nos dijo la polica que era un callejn sin salida y que, salvo que ocurriera algoinesperado o llegara alguna pista de fuera, con lo que tenan, no haba por dnde tirar. Nos llamaronhace unos cuantos das para que estuviramos preparados por si la identificacin era positiva, pero anno sabemos nada y tanto el forense como nosotros dudamos mucho de que se trate de ella Cmosigue Samuel? Est bien, estudiando mucho. Ya sabes cmo son los chicos a esta edad, no hablan demasiado,pero parece que est mucho mejor. Nos llam hace un mes o mes y medio. Es siempre tan atento Posiblemente te haya contado ms que a m. Briggite vendr en un par de semanas para recoger las ltimas cosas y querr verlo. Seguro que a Samuel tambin le apetece. Os aprecia mucho. Y vosotros? Cmo andis? Ya me cont Briggite lo de tus cuados. Lo siento mucho! Qu talest Trudi? S, ha sido terrible. Trudi est triste, pero est bien. La peor parte se la ha llevado mi pobresobrina. He venido aqu con ella para que se d una vuelta, porque se pasa el da en casa. Con todo,para la tragedia que est viviendo, se muestra bastante entera. Estas cosas solo las atena el tiempo. Es joven y seguro que se repone rpidamente. Lucas,disclpame pero tengo que irme, que he quedado con el de la inmobiliaria. Dale recuerdos a Trudi. De tu parte. T tambin a Briggite. Jacqueline trataba de procesar todo lo que haba escuchado. Qu poda saber acerca de cmo sesenta? Por muy mdico que fuera, solo la conoca de pocos das. Quin era l para juzgarla? No erauna nia pequea y estaba en su derecho de quedarse en casa si le apeteca. Nunca le haba gustadomucho salir, y ahora menos, aunque no iba a justificarse. Agradeca su buena voluntad, pero quehablara de ella en esos trminos no le gustaba. Y qu le habra pasado a ese hombre? Qu tena quever Samuel en todo eso? Durante el camino de vuelta en el coche, le hubiera gustado preguntarle a Lucas, pero no se atrevi.Al fin y al cabo, no era asunto suyo. Nada ms llegar, l quiso ponerse manos a la obra. Tendremos que despejar primero todo esto dijo al entrar en el stano. Lo hemos estadousando de trastero y hemos acumulado aqu un montn de trastos. Le llev un rato acostumbrarse a la oscuridad. Una a una subieron las persianas y la luz ilumin porfin la estancia. Haba muchas cosas all: maletas, una cuna, un carrito de beb, algunos juguetes Alabrirse paso entre tal desbarajuste, Jacqueline empuj sin darse cuenta unos listones de madera que, asu vez, desplazaron un bote de pintura que se precipit sobre una caja desvencijada. Por suerte, ellapudo retirarse a tiempo, porque el recipiente se abri derramando todo su contenido azul cobalto sobrela caja. Lo siento, Lucas dijo mientras se agachaba para ver los desperfectos. La pintura haba cubierto un montn de octavillas que parecan de propaganda. En una en la que anquedaba una pequea parte intacta, pudo atisbar las palabras Se busca, aunque todo lo demsresultaba ilegible. Se ha manchado casi todo pero quiz, con cuidado y unos guantes, se pueda recuperar algo delfondo seal mientras su to se acercaba a ver el contenido. Ni se te ocurra! No saba que esto estaba an aqu Hay que deshacerse de esto antes de que lovea Samuel. Voy a tirarlo ahora mismo! respondi Lucas dirigindose hacia la calle con pasorpido mientras dejaba a su paso un reguero de gotitas azules. Se haba puesto las manos perdidas. Al acercarse a un viejo lavabo, descubri una funda de guitarraapoyada en una pared. Jacqueline la sac de su funda. Se sent en un viejo taburete que encontr ytoc un acorde, pero estaba desafinada, as que fue ajustando cuerda a cuerda hasta que por fin soncorrectamente. Lucas se acerc por detrs mientras intentaba limpiarse con un trapo la pintura azul delas manos. Es la guitarra de Samuel. Mira dnde ha ido a parar. T sabes tocar la guitarra? S Me ense mi madre. Pues qudatela. Seguro que a Samuel no le importa. Lleva por lo menos dos aos olvidada aqu,sin salir del stano. Perdona, suena mi mvil. Ahora vuelvo. Aunque llevaba algn tiempo sin tocar, no lo haba olvidado y comenz el punteo de una cancinque le haba enseado su madre: More Than Words. A sus padres les encantaba. De hecho, era la quehaban elegido para su boda. Empez a cantar:Saying I love youIs not the words I want to hear from you.Its not that I want youNot to say, but if you only knewHow easy it would be to show me how you feel.More than words is all you have to do to make it real.Then you wouldnt have to say that you love meCause Id already know.Recordaba con emocin a su madre ensendole a colocar los dedos en los trastes y dicindole quetena una voz preciosa. Al levantar la vista, vio que Samuel estaba observndola, apoyado en el marcode la puerta. Dej de cantar bruscamente y presion las cuerdas con la palma de su mano parasilenciar la guitarra. Tienes una voz preciosa dijo Samuel. Lo siento si te he molestado. Me alegra que alguientoque otra vez esa guitarra Se incorpor despacio y se alej pesadamente por el jardn.Por ensima vez, te repito que no era yo dijo Quique mientras sala de su cuarto cerrando lapuerta tras de s. Era el colmo. Qu se pensaba?, que era idiota?, o ciega? Saba positivamente que era l. Porqu tanto empeo en negar lo evidente? Si tienes novia, puedes contrmelo. No voy a decirle nada a nadie insisti Sandra mientras lesegua escaleras abajo hacia el saln. Qu pasa? Tan fea es que te da vergenza? No se volvi. Pareca dispuesto a ignorarla, pero no se iba a salir con la suya. Su hermano no sehaca idea de lo pesada que poda llegar a ser. Si tuviera novia, me dara igual que lo supieras respondi l visiblemente agobiado cuando vioque le haba seguido hasta la nevera. Es solo que no era yo. No entiendo por qu no quieres decrmelo. Si yo a ti te lo cuento todo si hubiera tenido diezaos menos, se hubiera tocado la nariz para asegurarse de que no le creca por mentirosa. El telfono la interrumpi. Al igual que en los ltimos das, Quique dio un respingo cuando lo oysonar y se abalanz como si de esa llamada dependiera su vida. Por mucho que intentara engaarla,era evidente que tena algn lo. Tarde o temprano descubrira la verdad. Escuch desde la cocina, pero al constatar que se trataba de un compaero de facultad, decidi subira su cuarto. Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, oy el sonido que anunciaba la llegada de unSMS en el dormitorio de su hermano. Seguro que es su novia, pens, y aprovech que l seguahablando por telfono para comprobarlo. El corazn le dio un vuelco al descubrir que el remitente eraMarcos. Haba enviado un mensaje comunitario desde el campamento a Quique, Samuel y Jess: Lamnitora d natacn st buensma. envio foto xa alegraros 1 dia. s m sta resistiendo. como caiga hacdm laola!! Cmo se poda ser tan, tan, tan! Y pensar que haba llegado a arrepentirse por pasar de l en lafiesta! Ahora saba que haba hecho bien. Qu habra pasado si no le hubiera parado los pies? Leshabra enviado tambin un mensajito a todos para decirle que la tonta de Sandra haba cado? Estudi detenidamente la foto adjunta. Sin duda, aunque era difcil distinguirle la cara, la chicatena un tipazo. Ojal no cayera en las redes de ese idiota! Y ojal llegara el da en que se enamoraraperdidamente de alguna ta que le hiciera sufrir! Se mereca eso y mucho ms. Odiaba al gnero masculino. A todos, sin excepcin. Y el primero en la lista era Marcos. Cretino! Sin ser muy consciente de lo que haca y consumida por la rabia, comenz a revisar la bandeja deentrada del mvil de Quique. Por fin lleg a un mensaje recibido quince das antes que no dejaba lugara dudas: Me gustaste mucho en la cita. Ojal salga bien. Tengo muchas esperanzas puestas en ti.Espero tener la confirmacin cuando nos veamos la semana que viene. No iba firmado. Quique habaguardado el contacto como M.E.. Repas mentalmente los nombres de las chicas que conoca, perono encontr ninguna que se correspondiera con esas siglas. Quin sera? 4La discusinLenta, muy lentamente, los das iban pasando. Jacqueline se afanaba en realizar tareas que lamantuvieran distrada y amortiguaran temporalmente el dolor que senta, y por eso inverta muchotiempo en el stano. Haba terminado de pintarlo y de colocar la tarima del suelo casi sin ayuda.Tambin pasaba largos ratos en su cuarto tocando la guitarra. Haba recopilado en Internet algunaspartituras nuevas que practicaba con tesn, hasta dominarlas, y eso tambin le permita pasar algntiempo sin pensar. Apenas sala de casa, as que con quien ms tiempo pasaba era con Trudi, puesLucas trabajaba y Samuel no hablaba demasiado. Luca vena la mayor parte de los das a estudiar conl y, aunque siempre coincidan en la piscina y charlaban un rato, dedicaba casi todo el tiempo arepasar con Samuel, as que no haba tenido oportunidad de conocerla demasiado. Su ta resultaba una compaa excelente y se senta muy cmoda con ella. Quiz fuera porque era lahermana de su madre, pero reconoca en ella seales que le resultaban familiares, a pesar de norecordar haberla visto nunca. Era tan exigente consigo misma como su madre y, al igual que ella, seafanaba en cuidar de todos sin permitir que nadie cuidara de ella. Con Samuel ocurra todo lo contrario. En gran medida, aquella casa giraba en torno a l: no vean latele ni hablaban en voz alta si estaba estudiando, se recogan pronto por las noches para que pudieradormir y levantarse temprano al da siguiente, le eximan de hacer recados Sin embargo, l semantena distante, concentrado en sus estudios y en aquello que fuera que ocupaba da y noche sumente. Solo con Guille se mostraba carioso y ceda ante todas sus peticiones. Aunque tuviera queestudiar, nunca le deca que no a su hermano cuando este le peda que jugara a la consola o a cualquierotra cosa con l. A Jacqueline no le gustaba demasiado Guille, le resultaba muy cargante e insistente.Nunca aceptaba un no por respuesta y no cejaba en su empeo hasta salirse con la suya. Esa insistenciala irritaba. Siempre haba soado con tener hermanos y, sin embargo, no senta demasiada afinidadcon ellos, a pesar de que eran lo ms parecido a unos hermanos que llegara a tener nunca. El nico vnculo con su vida anterior era Phoebe, pero ella se haba ido al campamento en Losngeles. Resultaba imposible localizarla a travs de Skype por culpa del cambio horario, as que solole quedaba el correo electrnico. Hola, Phoebe: Te he llamado por Skype, pero no te he encontrado. Necesitaba hablar contigo. Hoy no he tenido unda muy bueno. T eres lo nico que me queda de Ashford; no tengo nada ms. Echo muchsimo demenos a mis padres, mi casa, mi cuarto, mis cosas todo. Aqu estoy bien y, si fueran unasvacaciones, estara encantada, pero la idea de quedarme siempre aqu me da vrtigo. Cunto tiempoes siempre? Ya s que he tenido suerte de no ir a parar a un orfanato o vete t a saber dnde meten a loshurfanos de diecisis aos. Todo va bien por aqu y poco a poco me voy acoplando, pero no son migente. Mi gente eres t, mis padres, nuestros amigos y todo lo que tiene que ver con Ashford. Aqu soyuna extraa y todo me es ajeno. No s qu me pasa, Phoebe. Tendra que estar triste por todo lo que ha pasado y agradecida porqueme hayan ayudado de esta manera, pero solo me sale estar cabreada. De verdad que no tengo derechoa quejarme por nada, pero no puedo evitar tener esta sensacin de crispacin que me estenvenenando. Ahora son mi familia, y son buenos, pero me cuesta mucho pasar tiempo con ellos.Sobre todo con Samuel y sus malditos silencios. A veces pienso que es un tarado o que es un bordecredo, pero otras veces, cuando baja de dondequiera que sea que est orbitando, es encantador. Ya sque tendra que darme tiempo para conocerlo ms, pero por qu alguien va a merecerse todo eseesfuerzo? Me siento fatal por pensar as. Te imaginas que a ti te impusieran a una hermana de estamanera? l me ha aceptado sin ms, pero es que me saca de quicio su forma de ser: que est delante yno me vea, que siempre tenga que repetirle las cosas porque nunca me escucha a la primera, que no leincomoden esos horribles silencios que se imponen cuando estamos solos. Cuntame t, qu tal el campamento? Y cmo va todo con Terrence? No la cagues con l, Phoebe,que pocos tos as vas a encontrar en Ashford. Anda, no seas vaga y busca un minuto para escribirme.Yo ya te seguir contando, aunque como puedes ver, no hay mucho que contar. Gracias por estarsiempre ah. Te quiero.Tena un nudo en el estmago despus de enviar el e-mail. Le hubiera gustado llorar, pero no poda.Haca varios das que sus ojos se haban secado y no poda derramar ni una sola lgrima. Decidi tocarlas canciones ms tristes que recordaba, a ver si as por fin consegua llorar, pero, al cabo de uninstante, lo dej para intentar escuchar mejor los gritos que llegaban del saln. Aunque desde suhabitacin era incapaz de descifrar lo que decan, pudo identificar las voces de Lucas y Samuel. Salisigilosamente y se detuvo en la escalera, desde donde poda escuchar sin ser vista. es que es la quinta vez que pierdes las llaves este ao, hijo. Tienes que centrarte. Comprenders que no lo he hecho adrede, pap. Tir la lata al contenedor y se me fueron tambinlas llaves. Ya. Esta vez ha sido al contenedor, otra te las dejaste puestas y tuviste que molestar a los padresde Marcos para que t y Quique os quedarais a dormir en su casa, y la anterior se te olvidaron en unbar junto con la cartera y hubo que cambiar todas las cerraduras Esta vez no las he perdido. Al final he podido recuperarlas. Y t lo ves normal? Es que no s dnde tienes la cabeza. No puedes estar solo a tus estudios y alo tuyo. Si fueran solo las llaves, pero es que es todo. Cuntas veces le has echado gasolina alcoche en lugar de gasoil? Cuntos pares de gafas he tenido que pagar? Si hasta el de la ptica meofreci hacer un seguro! Y el da que olvidaste la sopa en el fuego y casi quemas la cocina? Y lo peorde todo es que se te pas ir a buscar a tu madre y a Jacqueline al aeropuerto, y encima luego llegastetarde para ir a cenar No te das cuenta de que hay otra gente a tu alrededor que puede estarpasndolo peor que t? Adems de indignacin, Jacqueline crey percibir preocupacin en la voz de Lucas. Samuelpermaneci en silencio un momento. Y qu tiene que ver una cosa con otra? dijo por fin. T crees que yo tengo algn inters enhacer dao a alguien? No digo que sea tu intencin hacer dao a nadie, solo digo que ya ha pasado mucho tiempo ydeberas empezar a reaccionar. No te puedes pasar el resto de la vida como un fantasma, entiendes?Se fue. Es una pena, pero es as. No hay nada que hubieras podido hacer para cambiar las cosas No tienes ni idea! la voz de Samuel era tajante y seca. No sabes nada, nada de lo que podrahaber hecho, nada de lo que pas Nada! Pero tranquilo, si lo que te preocupan son las llaves, ya measeguro de no volver a perderlas. No son las llaves, Samuel, me preocupas t. Cunto tiempo tiene que pasar para que vuelvas aser el que eras? Y te has parado a pensar que a lo mejor ahora soy el que soy? Crees que no me gustara ser deotra manera? Tambin para m resultara ms fcil ser normal, pero no puedo Esto es un sinsentido dijo Lucas elevando la voz. Tienes que espabilar y punto. Fjate unpoquito en Jacqueline, que la vida le ha dado un buen golpe y aqu est, haciendo sus esfuerzos paraadaptarse. Jacqueline oy los pasos de alguien que entraba en el saln. Qu pasa? dijo Trudi. Se oyen vuestros gritos desde el jardn. Samuel, que ha tirado las llaves a la basura junto con una lata. Bueno, Lucas, no es para tanto dijo Trudi intentando suavizar la situacin. Es que es la quinta vez en lo que llevamos de ao. Cmo nos vamos a poder ir tranquilos si no escapaz de centrarse? Pero si ya te he dicho que he podido recuperarlas! A ti lo que te molesta no son las llaves, lo quete molesta es que no sea como a ti te gustara. Yo que t dejaba de hacerme ilusiones, porque soy as yno puedo cambiar. Ms vale que vayas acostumbrndote. Jacqueline entr de nuevo en su cuarto al sentir que Samuel suba apresuradamente la escalera. Oycmo cerraba de un portazo y cmo rechinaba la cama al dejarse caer sobre ella. Le hubiera gustadobajar al stano a trabajar, pero no tena modo de hacerlo sin pasar por el saln, donde oa a Trudi y aLucas, que seguan hablando. As que opt por sentarse de nuevo en la cama y esperar a que se fueran.La discusin que acababa de escuchar le haba dejado algo desconcertada. No se haba parado a pensarque aquella forma de ser de Samuel que tanto la irritaba fuera para l un problema. Pobre! Se acababade ganar una buena bronca, pero tena su gracia: solo l era capaz de tirar las llaves a la basura. Sonrial imaginarlo metiendo el brazo en la papelera para intentar recuperarlas. Qu asco! A saber quhabra all. Le hubiera gustado ver su cara. l, que careca por completo de sentido del humor En elfondo, le aliviaba un poco que tuviera ese tipo de despistes. Eso le haca parecer ms humano, pues lamayor parte del tiempo se comportaba como una especie de robot. Ya no poda or las voces de Trudi y Lucas, as que decidi bajar a trabajar al stano. Cuando seencontraba delante del dormitorio de Samuel, la puerta se abri y l sali sin mirar, metindose lacartera en el bolsillo delantero de los vaqueros. Jacqueline no tuvo tiempo para esquivarlo al ver quese abalanzaba sobre ella, perdi el equilibrio y se golpe con la barandilla de la escalera, lo que hizotropezar a Samuel, que le cay encima. Afortunadamente, l pudo apoyar los brazos en el suelo yfrenar el impacto contra ella. Jacqueline qued atrapada entre el suelo y el cuerpo de l, quedesprenda un suave olor a colonia. Lo siento, Jackie. Mierda, qu semana llevo! Te he hecho dao? se disculp mientrasintentaba incorporarse. Jacqueline acept la mano que l le tenda para ayudarle a ponerse de pie y sefrot la coronilla dolorida. No te preocupes, estoy bien. Samuel le toc la cabeza para ver si tena alguna herida. Te va a salir un buen chichn. De verdad que lo siento. Hoy no es mi da se disculpvisiblemente enfadado. Ya he odo lo de las llaves. Me alegro de que pudieras cogerlas respondi sonriendo. Es que soy un desastre! Me guardas un secreto? Ahora sala para comprar un mvil, porqueayer me met en la piscina con l en el bolsillo y se ha estropeado, no hay modo de arreglarlo. Comose entere mi padre, me crucifica. No te preocupes, que no pienso decir nada. Te apetece venir? No, gracias. Quiero seguir avanzando en el stano. Como quieras Bajaron juntos la escalera y desde el porche pudo ver cmo se pona el casco y sala de la casa atoda velocidad. Definitivamente, es un verdadero desastre, pens mientras sonrea.Samuel se despert empapado en sudor. Mir el reloj: las 3.45 de la madrugada. Intent recordar elsueo que le haba perturbado de aquella manera, pero no pudo, se haba borrado por completo de sumente. Sin embargo, el corazn le lata como si fuera a salrsele del pecho. Se quit la camiseta y subi la persiana para que el aire pudiera acceder a la habitacin. Era unanoche vaca de luna y estrellas. Estaba demasiado despejado y tena mucho calor como para metersede nuevo en la cama, pero no tena ganas de ponerse a estudiar. Se senta tan cansado y dolido por ladiscusin con su padre. Es verdad que se pasaba la vida estudiando y concentrado en sus asuntos, peroera el nico modo de no pensar. l era el primero que se cabreaba cuando le pasaban esas cosas. Esamaana en el pueblo, cuando se dio cuenta de que haba tirado las llaves con la lata de Coca-Cola, sehubiera abofeteado. Afortunadamente estaba con Marcos, que acababa de volver del campamento, yentre los dos haban conseguido recuperarlas. Y eso que ahora estaba mucho mejor. Si su padre supiera cuntas veces se haba encontrado derepente en la puerta del colegio de ella sin saber cmo haba llegado hasta all y haba descubierto,turbado, que haba transcurrido ms de una hora sin saber qu haba pasado en ese periodo Cuandono tena la mente ocupada en algo, no poda evitar repasar una y otra vez los ltimos acontecimientos,intentando encontrar algn detalle que pudiera arrojar algo de luz y explicar qu narices habaocurrido, y era entonces cuando se abstraa por completo. Tena que haber algo, algo que se leescapaba y que fuera la clave que explicara todo. No poda creerse que iba a pasar el resto de su vidasin una respuesta, eso le consuma. Luca le haba insinuado varias veces que existan medios para dejar de pensar, pero lo nico quehaba aceptado eran pastillas para dormir. Haca tiempo que no las tomaba y haba conseguido dormiralgunas noches sin despertarse, aunque se levantaba cansado, como si el sueo no hubiera sidosuficiente para que se repusiera. El tiempo estaba haciendo su trabajo y ahora consegua distraersems, pero saba que, mientras no tuviera respuestas, no podra pasar pgina. Aun as, ella insista enque una dosis ajustada de Diazepam le ira estupendamente. No se trataba de inyectarle tantomedicamento que le hiciera quedar anestesiado, solo una cantidad mnima e inocua que le ayudara arelajarse. Una vez en la vida, tampoco iba a pasar nada. Observ las fotos del corcho. Qu haba pasado aquella noche? Qu se le escapab