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UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA
FACULTAD DE CIENCAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESPECIALIZACIÓN EN PERIODISMO ECONÓMICO
Trabajo Integrador Final
La cooperativización del trabajo en la
industria del pescado marplatense
AUTOR: MARTÍN SEBASTIÁN ZELAYA
MAR DEL PLATA, OCTUBRE DE 2013
Trabajo Integrador Final
La cooperativización del trabajo en la
industria del pescado marplatense
AUTOR: MARTÍN SEBASTIÁN ZELAYA
DIRECTOR DEL TIF: ESP. MARCOS ESTEBAN GALLO
COORDINADOR DEL POSGRADO: LICENCIADO ADRIÁN LOMELLO
AGRADECIMIENTOS
Concretar este trabajo ha sido posible gracias a la colaboración de muchos colegas y profesionales de otras áreas, que sin ningún tipo de interés mostraron su compromiso para con la temática abordada.
Por esto, no quiero dejar de mencionar a los periodistas Marcos Ramundi, Sabrina Sardella, Luciana Acosta, Cladio D´Alessandro, Hérnan Gáspari, Andrea Pérez, Roberto Garrone y Karina Fernández. Todos ellos realizaron aportes de distinto tipo, pero no por ello menos importantes, en cuanto a datos, contactos y lineamientos para encarar el trabajo realizado.
Por otra parte, al contador y compañero de cursada, Adrián Hernández quien aportó y complementó con su conocimiento como contador en el trabajo. Y a todos los entrevistados por su predisposición a contestar mis inquietudes, como el doctor Hikkilo, los delegados ministeriales Rato y San Martín, empresarios, fileteros y cooperativistas del sector.
El trabajo aparte de tener su desarrollo por escrito, está acompañado por un micro radial, cuyo material fue grabado en el estudio de radio de Rock and Pop Beach fm 98.9, por el autor de este trabajo, más la colaboración del comunicador social Alfredo Di Florio y el locutor Ignacio Sacchi, a ellos mis palabras de reconocimiento por su ayuda y la gestión profesional.
Por último, mencionar especialmente por sus palabras de aliento y sabiduría al director de este trabajo, especialista Marcos Gallo, quien siempre estuvo acompañándome en el proceso de este trabajo, y al licenciado Adrián Lomello quien como coordinador de la especialziación se mantuvo en contacto para ayudarme en cualquier consulta que tuviera.
ÍNDICE
RESUMEN…………………………………………………………............................. 1
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………. 2
PROPÓSITO DEL TRABAJO…………………………………………………………. 3
HIPÓTESIS DE TRABAJO…………………………………………………………….. 4
ABORDAJE METODOLÓGICO………………………………………………………. 4
MARCO TEÓRICO…………………………………………………………………….. 6
COOPERATIVISMO Y COOPERATIVA…………………………………………….. 6
PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO……………………………………………... 6
EL COOPERATIVISMO ARGENTINO………………………………………………. 8
PRECARIEDAD LABORAL…………………………………………………………… 9
LA FRACTURA DE LA SEGURIDAD LABORAL.................................................. 11
PSEUDOCOOPERATIVIZACIÓN: CONTEXTO Y DETERMINACIÓN EMPRESARIAL………………………………………………………………………... 13
CONTEXTO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA PROBLEMÁTICA DEL SECTOR PESQUERO……………………………………………………………………………... 16
ANTECEDENTES DE LA PROBLEMÁTICA………………………………………... 16
LOS ‘90: DESREGULACIÓN, PRIVATIZACIONES Y LA NUEVA POBREZA. … 18
LA ETAPA DE POSCONVERTIBILIDAD……………………………………………. 22
DINAMISMO DEL MERCADO DE TRABAJO LOCAL……………………………… 24
ESTRUCTURA DEL SECTOR PESQUERO EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA ………………………………………………………………………………...... 26
LA PESCA MARPLATENSE………………………………………………………….. 26
LAS ESPECIES MÁS FRECUENTES EN LA COSTA LOCAL/ REGIONAL……. 27
EL CASO DE LA MERLUZA………………………………………………………….. 29
OCUPACIÓN EN EL SECTOR……………………………………………………….. 30
LOS GRUPOS PESQUEROS MÁS IMPORTANTES DE LA ARGENTINA……… 31
LA COOPERATIVIZACIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO COMO ESTRATEGIA EMPRESARIAL ………………………………………………………. 33
NUEVA ESTRUCTURA DE LAS EMPRESAS Y EL EFECTO EN EL MERCADO DE TRABAJO…………………………………………………………….. 33
EL SURGIMIENTO DE LAS PSEUDOCOOPERATIVAS EN LA INDUSTRIA PESQUERA…………………………………………………………………………….. 35
EL CASO EN LA INDUSTRIA DEL PESCADO…………………………………….. 36
LO QUE DEJA DE PERCIBIR EL TRABAJADOR EN LA COOPERATIVIZACIÓN DEL SISTEMA…………………………………………….. 38
LA CONFLICTIVIDAD LABORAL DEL SECTOR …………………………………. 46
EL CASO DE 2007: ESTALLIDO SOCIAL Y CONNIVENCIA ESTATAL.……… 46
LA ETERNA LUCHA. EL CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO 161/75…… 48
LA CONFLICTIVIDAD LABORAL ACTUAL EN EL SECTOR PESQUERO……... 48
LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LAS RELACIONES LABORA LES…… 50
EL CONTRALOR ESTATAL………………………………………………………….. 50
COOPERATIVISMO MODELO……………………………………………………….. 52
CONCLUSIONES……………………………………………………………………... 54
ANEXO: Nº 1: TASAS BÁSICAS DEL MERCADO DE TRABAJO ……………………………………………………………………………….. 58
ANEXO: Nº 2: MODELO DE RESOLUCIÓN DE FISCALIZACIÓN ……………… 60
ANEXO Nº 3: ENTREVISTAS ………………………………………………………… 63
BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………………... 71
1
RESUMEN
Durante el régimen de convertibilidad, en la década de 1990, la escasez de materia prima
en el sector pesquero y las quiebras empresariales confluyeron en la crisis de la actividad.
En este contexto, el eslabón más perjudicado, de la cadena productiva fue el trabajador.
Al incrementar la desocupación, se montaron como “soluciones” a la problemática las
llamadas “cooperativas de trabajo” amparadas en la Ley de Cooperativas –Ley Nº
20.337-. A partir del análisis, en este trabajo, se procura construir una visión
esclarecedora de cómo los empresarios lograron desregular el mercado de trabajo en la
rama del fileteado, mediante la utilización de la figura de la cooperativa de trabajo.
En una primera etapa de esta investigación se explican los factores socio-económicos que
determinaron la existencia de un sistema cooperativo en el puerto marplatense, para
luego comparar el funcionamiento del sistema cooperativo según la ley, con la
implementación del mismo por parte del empresariado portuario.
Asimismo, se estima la pérdida de ingresos promedio que representa para el trabajador la
relación de trabajo bajo la forma de la cooperativa, en comparación a la contratación
formal en relación de dependencia; lo cual no sólo perjudica al trabajador, sino que
también afecta indirectamente al conjunto de la sociedad, en la medida en que la
cooperativización implica una pérdida de ingresos fiscales.
La investigación efectuada en el presente estudio permite concluir que las llamadas
cooperativas de trabajo, en el ámbito de la industria pesquera marplatense, constituyen
instrumentos conducentes a la precarización de las relaciones laborales y a la
intensificación en la explotación de la fuerza de trabajo. Este fenómeno socioeconómico
tiene como principales beneficiarios a los empresarios del sector, en tanto que no sólo se
ven perjudicados los trabajadores -por la disminución de sus ingresos y el deterioro de
sus condiciones laborales y de su calidad de vida-, sino el conjunto de la sociedad por una
doble vía: en primer lugar porque las “cooperativas de trabajo” son además un medio
eficaz de evasión impositiva y previsional. Hablamos de evasión porque implican
estrategias realizadas por el contribuyente para evitar el pago de impuestos sin cumplir
las leyes tributarias -ley Nº 11.683 de Procedimientos Fiscales-. Este acto se considera
fraude y como tal es penado por la ley. En segundo lugar, la degradación en las
condiciones de vida de una parte de la sociedad afecta en forma adversa, directa o
indirectamente, a la totalidad del tejido social.
2
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, la pesca argentina ha carecido de una política global. Al respecto,
resulta ilustrativo el hecho de que recién a partir de 1976 la actividad comenzó contar con
su propio ministerio a nivel nacional. Esto da cuenta de la falta de contralor que siempre
tuvo y tiene este sector productivo. Esta debilidad relativa de los mecanismos
institucionales de regulación, junto con la ausencia de una política integral y persistente
orientada al desarrollo sustentable del sector, determinó que la pesca argentina
atravesara sucesivas fases de crisis, las cuales se tornaron particularmente agudas a
partir de las políticas de apertura y desregulación que caracterizaron al decenio de los
noventa.
En efecto, durante la vigencia del régimen de convertibilidad, en los años ‘90, la falta de
materia prima y las quiebras empresariales dieron lugar a una profunda crisis en el sector
pesquero. En este marco, el eslabón más perjudicado fue el más débil de la cadena
productiva, es decir el trabajador. Al aumentar los niveles de desocupación y
subocupación, surgieron como respuesta a las problemáticas laborales que aquejaban a
la actividad las llamadas “cooperativas de trabajo”, amparadas en la ley Nº 20.337.
Además de esta situación, los criterios aplicados en materia de política pesquera nacional
resultaban adversos al desarrollo productivo y a la preservación de puestos de trabajo en
el sector. El ingreso al caladero argentino de buques factoría -los cuales procesan y
congelan su producción sin necesidad de volver a tierra- de terceros países, tuvo
impactos negativos sobre las condiciones que afrontaban los trabajadores del rubro. En
1992 con el decreto de “charteo” -alquiler de permisos de pesca a embarcaciones
extranjeras- y en 1994 con el “Acuerdo sobre las relaciones en materia pesquera entre la
Comunidad Económica Europea y Argentina” -derogado en 1999-, se incrementó la
cantidad de buques congeladores y factoría, la cual llegó a ser el 61 % de la flota
pesquera total en 1997.
Si bien en los últimos años las tasas de desempleo y desocupación han descendido en
relación al período 1995-2002, hoy en todas las ramas de la economía nacional existe un
porcentaje de asalariados que sigue desarrollando sus actividades en condiciones de
precariedad laboral (Salvia et al., 2006). La pesca no está ajena a esta situación, que es
3
una cuestión de trascendencia social y económica. En efecto, este fenómeno constituye
uno de los factores que da origen a la conflictividad laboral que ha caracterizado al sector
pesquero en los últimos años. Dada la importancia del sector pesquero en Mar del Plata,
esta problemática adquiere en el ámbito local una relevancia particularmente destacable,
debido a que todo lo vinculado con esta rama de actividad afecta en mayor o menor
medida a todo el entramado económico, social y político de la ciudad. Esta importancia
justifica la realización de un esfuerzo teórico y empírico conducente a la comprensión y a
la comunicación de una cuestión sociolaboral que impacta de manera significativa en la
realidad local.
PROPÓSITO DEL TRABAJO
El objetivo general del trabajo es analizar el nexo laboral que existe entre las empresas
del puerto y las llamadas “cooperativas de trabajo” en la cadena productiva del
procesamiento de pescado en Mar del Plata; para luego, en un formato de micro radial de
producción propia, comunicarlo a la sociedad del partido de General Pueyrredon.
Los objetivos particulares, además de analizar la relación entre los actores y sectores
sociales involucrados, serán:
- Explicar los factores socio-económicos que determinaron la existencia de un sistema
cooperativo en el puerto de Mar del Plata.
- Comparar el funcionamiento del sistema cooperativo según la ley Nº 20.337 con la
implementación del mismo por parte del empresariado portuense.
- Identificar los grupos empresarios que operan y dominan el puerto local con estas
prácticas.
- Estimar la diferencia de ingresos promedio entre un trabajador que se desempeña bajo
el sistema de “cooperativización” y otro contratado de manera formal en relación de
dependencia.
- Desarrollar una propuesta periodística en formato radiofónico, que permita comunicar los
resultados de esta investigación de periodismo económico local.
4
A partir del cumplimiento de estos objetivos será posible realizar un aporte valioso en lo
que respecta a la comprensión de las formas que asume el nexo laboral entre las
empresas del sector pesquero y las “cooperativas”. Asimismo, partiendo de datos
extraídos de diversas fuentes –en particular, del relevamiento de trabajadores no
registrados, realizado en el puerto marplatense por el Ministerio de Trabajo de Nación en
marzo de 2012- se procurará estimar la magnitud que en el presente alcanzan estas
problemáticas. En tal sentido, y en función de la disponibilidad de fuentes de información
relativamente recientes, el período de estudio se focalizará el primer semestre de 2012,
abarcando asimismo los antecedentes y la evolución que la problemática ha
experimentado en las últimas dos décadas.
HIPÓTESIS DE TRABAJO
A partir del abordaje empírico de la problemática analizada en el presente trabajo se
procura contrastar las siguientes hipótesis:
- Las cooperativas de trabajo constituyen un mecanismo fraudulento para encubrir
relaciones asalariadas precarias.
- La proliferación de las cooperativas de trabajo en el ámbito de la pesca marplatense se
vio favorecida por la crisis del sector y por el elevado desempleo resultante.
- Los trabajadores cooperativizados se ven perjudicados en relación a aquellos
contratados en relación formal de dependencia, tanto por la percepción de un ingreso
menor, como por la falta de acceso a derechos laborales fundamentales como Sueldo
Anual Complementario, vacaciones pagas, licencias y plus por antigüedad, entre otros.
ABORDAJE METODOLÓGICO
En una primera etapa se usan fuentes como el relevamiento estadístico del Ministerio de
Trabajo de la Nación y del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero
(INIDEP). Las fuentes de información anteriormente mencionadas son complementadas
con trabajos académicos, diarios y publicaciones on-line que abordan esta temática. En
5
todos los casos se llevará a cabo un análisis pormenorizado de las fuentes
complementarias.
A través de la aplicación de una metodología de tipo cualitativo, se lleva a cabo esta
investigación, que intenta comprender, explicar y comunicar la naturaleza del vínculo
empresa-cooperativa en el puerto marplatense. El relevamiento de información y datos se
realiza a través de la consulta de datos estadísticos, información publicada al respecto en
medios gráficos y virtuales, así como en publicaciones especializadas. Además, se
realizan entrevistas semidirigidas, organizadas en torno a preguntas amplias, que
permiten al entrevistado conectarse libremente con la temática abordada. En este tipo de
instrumento el rol del entrevistador no se limita a un mero recolector de datos; su tarea
incluye el trabajo de guiar a las personas entrevistadas, tomando como referencia una
serie de preguntas relativamente abiertas, en relación a las cuales resulta pertinente
obtener información. Sin embargo, las preguntas no son planteadas en un orden estricto,
ni en función de una formulación precisa, sino que se procura que el entrevistado se
exprese con relativa libertad. En tal sentido, el rol del entrevistador es, además de obtener
respuestas, aprender qué preguntas hacer y cómo hacerlas (Taylor, S.J. y Bogdan R.
1987). Como señalan (Quivy y Campenhoudt, 1998), entre las ventajas de la entrevista
semidirigida se destaca el hecho de que permite obtener información de las personas
entrevistadas respetando sus propios marcos de referencia, su lenguaje y sus categorías
mentales.
Entre los entrevistados se encuentran los delegados locales del Ministerio de Trabajo de
la Nación y de la Provincia, Ángel Rato y José San Martín respectivamente. Además de
autoridades, se consulta a trabajadores como Cristian Cousiño (ex-filetero) y Patricio
Alessandroni (miembro de Industrialcoop). También hará su aporte como abogado
laboralista el doctor Julio Hikkilo, así como los empresarios Alberto Castro Arán, de la
empresa “14 de Julio” y Gabriel Quercia de la Cámara de Industrias Pesqueras de
Argentina (CAIPA). Mientras que la parte gremial tendrá voz a través de Cristina
Ledesma, secretaria general del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (SOIP).
Se acompañan las desgrabaciones correspondientes en los anexos del trabajo.
6
MARCO TEÓRICO
En el presente trabajo se parte de la noción de que la figura fraudulenta de la cooperativa
constituye una modalidad para encubrir relaciones laborales asalariadas precarias. Por
ende, se considera que hay precarización laboral a partir de la implementación de las
cooperativas de trabajo. Por ello, lo conceptos de cooperativismo y precariedad laboral
resultan centrales para el análisis de la problemática que es objeto de este estudio.
COOPERATIVISMO Y COOPERATIVA
El cooperativismo bien entendido constituye la doctrina que pregona la idea de
solidaridad, de bien común entre sus miembros, en la escala económica y social, para
lograr el cumplimiento de las necesidades propuestas. De este concepto se desprende un
término familiar, que es el de cooperativa. De acuerdo a la Alianza Cooperativa
Internacional, en su “Declaración sobre Identidad y Principios Cooperativos”, la
cooperativa se define como: “Una asociación autónoma de personas que se han unido
voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales
y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y
democráticamente controlada" (Alianza Cooperativa Internacional, 1995)1.
PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO
El cooperativismo se basa en una serie de principios que constituyen el ideario de esta
forma de asociación y que guían su accionar. En tal sentido, propiedad y control
democrático diferencian a la cooperativa de otros tipos de organizaciones como las
empresas controladas por el capital o por el gobierno. Cada cooperativa es una empresa,
en el sentido de que es una entidad organizada que opera en el mercado.
Cuando se habla de este tipo de entidades como estandarte de la economía social, se
hace referencia a los siguientes principios:
-Membresía abierta y voluntaria
1 http://www.inaes.gob.ar/es/articulo.asp?id=39 [Consulta: Noviembre de 2012]
7
Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas
dispuestas a utilizar sus servicios y a aceptar las responsabilidades que conlleva la
membrecía. Por esto no hay discriminación de género, raza, clase social, posición política
o religiosa.
- Control democrático de los miembros
Son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes participan
activamente en la definición de las políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y
mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante los miembros.
En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho de voto. Mientras que en
las cooperativas de otros niveles también se organizan con procedimientos democráticos.
-Participación económica de los miembros
Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el
capital de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común de la
cooperativa.
Usualmente reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre el capital
suscripto como condición de membresía. Los miembros asignan excedentes para el
desarrollo de la cooperativa -creación de reservas- y el apoyo a otras actividades según lo
apruebe la membresía.
-Autonomía e independencia
Hablamos de organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por sus miembros.
Si entran en acuerdos con otras organizaciones -incluyendo gobiernos- o tienen capital de
fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control democrático por parte de
sus miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa.
-Educación, entrenamiento e información
Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes
electos, gerentes y empleados de tal forma que contribuyan eficazmente al desarrollo de
sus entidades.
8
- Cooperación entre Cooperativas
Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento
cooperativo, trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales,
regionales e internacionales.
-Compromiso con la comunidad
Las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de
políticas aceptadas por sus miembros.
EL COOPERATIVISMO ARGENTINO
En su origen, las cooperativas fueron producto del proletariado inglés. Surgieron en el
siglo XIX para ordenar a las empresas no capitalistas, donde la igualdad y la solidaridad
entre sus integrantes sean prioridad para no estar bajo el sometimiento de la patronal.
La legislación nacional actual -Ley Nº 20.337- define a las cooperativas como “entidades
fundadas en el esfuerzo propio y la ayuda mutua para organizar y prestar servicios”.
Además, el marco legal contempla que la adhesión al sistema cooperativo es voluntaria y
abierta.
Si bien no hay mucha información en cuanto a estadísticas y relevamientos, existen
algunos datos referidos a la década de 1980, gracias al Congreso Argentino de
Cooperación (CAC) de 1989. Según Spognardi (2006), en los primeros años de la década
del ‘80 varios sectores del movimiento cooperativo mostraron un grado de desarrollo
diverso, con una significativa concentración territorial en la región centro-litoral. La
diversidad en los niveles de desarrollo se evidencia cuando las informaciones son
desglosadas por sectores:
-En el campo de la aseguración social y de la distribución de energía, se manifestó una
tendencia de crecimiento.
-El cooperativismo mantuvo su posición en el sector agrícola y crediticio, aunque
disminuyó su cuota de mercado de la distribución de medicamentos.
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-Por último, cabe señalar el notable crecimiento en el número de cooperativas de vivienda
y trabajo, a pesar de que algunas de las preocupaciones expresadas por el CAC en 1989
condujeron a la conclusión de que el crecimiento cuantitativo no se refleja en la
consolidación económica de estas áreas.
En relación al cooperativismo de trabajo, el CAC en 1989 señala que en los primeros
cinco años de dicha década, se constituyeron 1.064 nuevas cooperativas. No obstante, el
Congreso ya en ese momento remarcaba que las dificultades experimentadas por un
sector en fase de desarrollo incipiente residían en la falta de conocimiento de los aspectos
jurídicos que distinguen a esta rama de la cooperación (Spognardi, 2006). Es decir,
entender el funcionamiento de las mismas como entidades fundadas en el esfuerzo propio
y la ayuda mutua para organizar y prestar servicios.
Ya durante la década de los ‘90, tomando como referencia los datos del Instituto Nacional
de Asociativismo y Economía Social (INAES), existió un crecimiento marcado de las
cooperativas de trabajo. Las nuevas 2.376 cooperativas de trabajo representan cerca del
59% del total de las cooperativas inscriptas en el Registro de Cooperativas durante el
período 1990-1994 (INAES, 2012)2.
PRECARIEDAD LABORAL
En el apartado anterior, queda claro el concepto de cooperativismo y cooperativa, ya que
la bibliografía al respecto es uniforme en cuanto a la concepción de los términos. En
relación a la precariedad laboral, si bien existe un consenso de autores en la explicación
de la misma, hay matices en cuanto al modo de definir el término. Como idea fuerza,
podemos aclarar que dicho concepto, implica la existencia de una relación laboral
asalariada -de dependencia-, es decir, que la cuestión radica en el modo de contratación.
Para Recio, es precaria la actividad que no ofrece estabilidad laboral y que impide el goce
de derechos normalmente aceptados en un momento histórico determinado. “Los trabajos
que agrupamos como precarios reúnen un cúmulo de características diversas:
2 http://www.inaes.gov.ar/estadistica/index2.htm [Consulta: Octubre de 2012]
10
inestabilidad en el empleo, status legal específico, bajas retribuciones, dificultades a la
acción colectiva, discriminación por razón de sexo, edad, raza, entre otras.” (Recio, 1988).
En este sentido, otros autores vinculan a la precariedad laboral con la incertidumbre sobre
la duración del empleo, cuyo cese puede ser decidido por el empleador de forma
unilateral sin costos adicionales (Neffa, 1985), o con la no observación de la normativa
legal vigente (Etala,1985).
Feldman y Galín efectúan una definición por exclusión de la precariedad, que
básicamente no se diferencia de las ideas anteriores. Para ellos, es precario el trabajo
que no presenta alguno de los atributos del empleo típico. El mismo se caracteriza por ser
“de tiempo completo, para un solo e identificable empleador, por tiempo indeterminado,
realizado en el domicilio del empleador, generalmente protegido por la legislación laboral
y la seguridad social”. Por el contrario, son precarios “los trabajos a plazo fijo, eventuales,
por subcontrato o a domicilio. El empleo clandestino o no registrado, entendido como
aquel que realizado en actividades lícitas por su contenido, no está registrado ante las
entidades laborales o de seguridad social para evadir aportes, contribuciones, salarios
mínimos o de actividad, dificultar la acción sindical o contribuir a la evasión impositiva,
integra el universo del empleo precario por su carácter más desprotegido y expuesto a la
arbitrariedad del empleador. El empleo asalariado fraudulentamente oculto bajo formas no
laborales (de distribución, comerciales, sociedades simuladas), también por las mismas
características es parte del mismo multifacético fenómeno.” (Feldman y Galín, 1990: 9 y
10).
Beccaria, Carpio y Orsatti en igual sintonía que los autores anteriores, destacan como
indicadores de precariedad laboral la inexistencia de contrato o la vigencia contratos de
corto plazo por tiempo determinado; la ausencia de aportes a la seguridad social; la
existencia de más de un empleador, o de un empleador no claramente identificable; la
prestación laboral fuera del domicilio del empleador; la negociación del ingreso básico en
forma individual, por fuera del convenio colectivo; la no percepción de beneficios tales
como vacaciones, aguinaldo, asignaciones familiares, etc. (Beccaria, Carpio y Orsatti,
2000).
11
En suma, la precariedad en términos laborales remite a la relación entre el empleador y
empleado en el marco del trabajo asalariado, donde confluyen tres elementos para su
determinación: la inseguridad en el empleo, su temporalidad, y la ausencia de protección
legal (Lindenboim et al., 2000).
En síntesis, hablamos de precariedad en el trabajo cuando no se ofrece seguridad en
relación a la continuidad del mismo y/o cuando no se cuenta con la protección del marco
legal laboral vigente.
LA FRACTURA DE LA SEGURIDAD LABORAL
En líneas generales, la agudización de problemáticas laborales como la desocupación y la
subocupación, así como la extensión de relaciones laborales precarias, constituyen los
mecanismos centrales a través de los cuales tiene lugar la disolución de los lazos de
cohesión social, con su secuela de creciente desigualdad y marginalidad. Estas
tendencias caracterizaron a los procesos históricos vividos por la mayoría de las
sociedades latinoamericanas a partir de la década de 1980 y, en forma más acentuada,
en el último decenio del siglo XX.
En relación a lo acontecido en Argentina, resulta destacable que entre 1991 y 2001 el
producto creció a una tasa anual promedio del 3,4%, mientras que en el mismo lapso la
participación de los asalariados en el ingreso descendió a un ritmo del 2,7% anual
(Basualdo, 2006).
Asimismo, de acuerdo con Santarcángelo y Schorr (2001), en los ‘90 el crecimiento de la
economía argentina estuvo vinculado a un pronunciado deterioro en el mercado de
trabajo, proceso que se agravó en la segunda mitad de la década con la consolidación de
elevados pisos estructurales para las tasas de desempleo y subempleo, las cuales se
mostraban rígidas a la baja, aun en momentos de crecimiento económico. Este proceso
estuvo, además, acompañado por una mayor desigualdad en la distribución del ingreso,
caída de los salarios, aumento del empleo precario, mayor presión sobre el mercado de
trabajo y mayores niveles de pobreza. En palabras de los autores: “Esta cada vez mayor
inequidad distributiva determinó que una cantidad importante de individuos buscara
insertarse en el mercado de trabajo con la finalidad de incrementar sus -deprimidos–
12
ingresos personales y/o los correspondientes a su grupo familiar. Ello, a su vez, determinó
una mayor presión sobre el mercado laboral que trajo aparejado un incremento en la tasa
de actividad que, en el marco de una estructura económica crecientemente desarticulada
y con muy importantes restricciones por el lado de la demanda de mano de obra, conllevó
un sostensible incremento de la desocupación, así como la creación de puestos de trabajo
caracterizados por un alto grado de precariedad”. (Santarcángelo y Schorr, 2001: 6).
En tal sentido, existe un paralelismo entre la consolidación del modelo neoliberal y la
precarización laboral en todo el continente desde mediados de la década de 1970 y todo
el decenio de 1980. Las consecuencias de este proceso pueden resumirse en cuatro
puntos que se refuerzan mutuamente (Robles, 2000; Santarcángelo y Schorr, 2000):
� Incremento de los niveles de desempleo y subempleo.
� Pérdida de poder negociador de los sindicatos y trabajadores.
� Caída generalizada de salarios y desprotección social progresiva.
� Flexibilidad en los contratos laborales con el fin de buscar optimización de
ganancias y, en algunos casos, evasión de otros compromisos financieros.
En este contexto se enmarcó el incremento de la desocupación y la inestabilidad laboral,
creciente flexibilización de los contratos y de los despidos, reducción de los costos
laborales y la fractura del movimiento sindical.
Como explicamos, la precariedad laboral es resultado de un fenómeno económico y social
complejo. En un contexto marcado por altos índices de desocupación y subocupación, el
temor a perder el empleo se impone sobre las reglas de convenio y vulnera la posición de
los trabajadores. Así, se genera un deterioro en las condiciones de contratación que
amplía y profundiza la precarización de las relaciones laborales, y da lugar a un deterioro
generalizado de las condiciones laborales que tiene su correlato en una profundización de
las desigualdades en la distribución de la riqueza y en una creciente marginalidad y
exclusión social.
13
PSEUDOCOOPERATIVIZACIÓN: CONTEXTO Y DETERMINACIÓN EMPRESARIAL
Las quiebras de muchas empresas de la pesca, a partir de 1991, dejaron miles de
desocupados y, en consecuencia, se produjo un aumento de mano de obra disponible y
accesible para las empresas más nuevas del sector. Estas condiciones dieron lugar al
surgimiento de una nueva modalidad de relación laboral impuesta a la masa trabajadora
mediante el sistema de pseudocooperativas. El objetivo consistió en establecer esta
modalidad de contratación como nueva estrategia de acumulación, explotando al
trabajador y flexibilizando totalmente la situación de los obreros, utilizando a las llamadas
“cooperativas de trabajo” como medio.
En este sentido los empresarios, lograron desregular el mercado de trabajo con baja de
salarios, abaratamiento del despido, ausencia de indemnizaciones, falta de coberturas
sociales y con la generalización de contrataciones temporales.
Al respecto, Mateo, Nieto y Colombo asumen la siguiente postura: “Los grupos
económicos pesqueros desarrollan a escala planetaria una estrategia de maximización de
beneficios basada en la súper-explotación obrera. La cual es lograda a través de una
fórmula que combina desocupación, flexibilización (la llamada polivalencia obrera),
precarización y subcontratación (tercerización)” (Mateo et al., 2010: 38 y 39).
El análisis que realizan Gennero de Rearte, de los Santos y Graña (1997) agrega que
durante los años ‘90, en el marco de la paridad cambiaria, la búsqueda de mayor
competitividad se basó en incorporación de tecnología, pero fundamentalmente, en
procesos de concentración empresarial y reestructuración del proceso de trabajo,
generando incrementos de productividad y disminución de costos. En particular después
de las quiebras, la mayor parte de las empresas reaccionó disminuyendo el costo laboral.
Dado que la participación del costo de la mano de obra en el costo de producción total es
de aproximadamente el 33%, ella es la forma más directa de lograr mejoras en la
competitividad en el corto plazo.
De esta manera, la llamada “cooperativización del trabajo” constituyó y constituye una
estrategia de competitividad salarial. La empresa madre, que mantiene el planteamiento
productivo, desvirtúa la figura de la cooperativa , dejándola limitada a la tarea de
subcontratación (Colombo, 2008).
14
Como se ha esbozado en el trabajo con anterioridad, el cooperativismo tiene una base
solidaria que se fundamenta en la ayuda mutua para enfrentar problemas comunes -en
este caso el desempleo-, en el marco del sistema democrático para la toma de decisiones
colectivas -asambleas-, en condiciones de igualdad entre sus miembros -mismos deberes
y derechos- y en un marco de equidad -justa distribución de excedentes-.
El nacimiento de la pseudocooperativización en el fileteado de pescado, fragúa la
concepción original y tiene su explicación en el contexto de las respuestas
“empresariales” ante la baja de la tasa de ganancia, producto de la crisis mundial de
mediados de 1970. Básicamente estas “salidas” tenían que ver con tres aspectos: el
principal era quebrar la rigidez de las contrataciones de mano de obra; en segundo lugar,
buscar un mayor involucramiento del trabajador en la empresa con las cargas que
corresponden al empresario -flexibilización-; y por último, romper la estructura de la
organización jerárquica para la producción de grandes lotes por medio de la
descentralización en firmas especializadas que permiten atender a una demanda
diferenciada y variable (Gennero de Rearte, et al., 1997).
Mateo, Nieto y Colombo (2010: 38) consideran que “esta modalidad de tercerización, se
enmarca en una aparente legalidad y representa uno de los aspectos más extremos de la
precarización laboral, disfrazando al trabajador de asociado y al testaferro del empresario
en presidente de la cooperativa. De esta forma el asociado carece de todos los beneficios
cristalizados en la legislación laboral y los convenios colectivos, no cuenta con aportes
previsionales, estabilidad laboral, beneficios asistenciales, protección ante accidentes,
enfermedades y, en general, percibe un salario por debajo del establecido por el Convenio
Colectivo de Trabajo”.
Como hemos marcado, estas pseudocooperativas de trabajo atentan contra los derechos
de los trabajadores del sector, en beneficio del aumento en la ganancia de los
empresarios -maximización de beneficios-. En este sentido, el presente estudio procura
analizar el nexo laboral que existe entre las empresas del puerto y las llamadas
cooperativas de trabajo en la cadena productiva del procesamiento de pescado en Mar
del Plata. Asimismo, se busca estudiar y evaluar las herramientas con las que cuenta el
Estado para controlar las condiciones laborales en el sector, así como repasar los
conflictos que estas situaciones generan. Finalmente, se intenta abordar las perspectivas
de solución que reviste esta problemática, teniendo siempre en cuenta que el
conocimiento y la comprensión de la misma por parte del conjunto de la sociedad
15
constituyen instancias ineludibles a fin de promover una solución factible, en un marco de
respeto por los mecanismos democráticos de debate y de decisión.
16
CONTEXTO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA PROBLEMÁTICA DEL SECTOR
PESQUERO
ANTECEDENTES DE LA PROBLEMÁTICA
Para comprender la problemática del sector pesquero expuesta en el presente trabajo es
importante tener en cuenta el contexto socioeconómico en la cual la misma se gestó y
encuadró. Dicho contexto, está signado por el modelo de acumulación basado en la
valorización financiera que inauguró el último golpe de Estado cívico-militar en 1976, y
que se extendió hasta el colapso del régimen de convertibilidad a fines de 2001.
En el marco de este estudio, el concepto de régimen de acumulación debe ser entendido
como la “articulación de un determinado funcionamiento de las variables económicas,
vinculando una definida estructura económica, una peculiar forma de Estado y las luchas
entre los bloques sociales existentes” (Basualdo, 2007: 6).
En 1976 Argentina padecía serios inconvenientes económicos3, los cuales, junto con otros
factores, allanaron el camino para la irrupción del golpe cívico militar de marzo de 1976. El
ministro de economía designado por el gobierno de facto, José Martínez de Hoz,
implementó durante los primeros meses de la dictadura un conjunto de medidas que
profundizaron la crisis, con más devaluación, liberación de precios y congelamiento de
salarios.
La esencia del plan aplicado por Martínez de Hoz tuvo su basamento en una
desregulación del sistema financiero, en la apertura comercial y en un tipo de cambio
retrasado. Es decir, se abandonó el proteccionismo y se liberaron las importaciones y los
movimientos internacionales de capitales.
De esta manera, el régimen de la dictadura cívico-militar implicó un quiebre en el
funcionamiento de la economía nacional. La valorización financiera influyó en el
desempeño de la economía, en la cual el predominio fue adquirido por un reducido
conjunto de grupos económicos (Basualdo, 2006).
3 El plan de ajuste económico conocido como “Rodrigazo”, implementado en junio de 1975, había
ocasionado un aumento de la inflación, caída de salarios, aumento de tarifas y pérdida de poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores.
17
Entre las consecuencias del plan económico del gobierno de facto estuvo el vaciamiento
de las empresas públicas, lo que contribuyó a preparar un terreno propicio para las
privatizaciones que se implementaron en los ‘90.
Guillermo Colombo (2008:15) define a la valorización financiera como “el régimen de
acumulación que reemplazó a la industrialización por sustitución de importaciones. La
valorización productiva, el mercado interno y la protección estatal, fueron reemplazados
por la valorización (especulación) financiera, el desarrollo hacia fuera y la apertura
externa”. Es decir, la política económica basada en la apertura comercial y financiera
indiscriminada y en el endeudamiento externo fue cercando a distintos sectores
productivos de la economía nacional, y en especial a un amplio espectro de la industria
manufacturera, que se vio imposibilitada de competir ante las nuevas reglas de juego.
Este contexto favoreció el crecimiento de un conjunto reducido de grupos económicos -
beneficiando en algunos casos a familias que poseían y poseen diferentes empresas con
inserción en múltiples ramas de actividad4-, aumentando su poderío económico y el
control que ya ejercían, en algunos casos, sobre la producción y distribución de bienes y
servicios estratégicos, así como el dominio monopólico u oligopólico que detentaban en
distintos mercados. .
En cuanto a la evolución de la pobreza y del desempleo, la dictadura militar marca un
punto de inflexión a partir del cual estas variables experimentan una tendencia
ascendente que persiste a lo largo de más de dos décadas, hasta alcanzar sus máximos
niveles históricos durante la crisis de 2001/ 2002 (Palomino, 2003).
Las transformaciones estructurales introducidas por la dictadura condicionarían a los
gobiernos posteriores5, que implementarían políticas económicas contemplando la presión
de los grupos ya conformados y establecidos, para conservar cierta estabilidad en sus
respectivos mandatos. Así se cristalizó el otorgamiento de rentas de privilegio, a través de
la estatización de la deuda externa privada, la concesión de subsidios, el pago de
sobreprecios a los contratistas de obras públicas, el proceso de privatizaciones, la
4 Entre estos grupos se destacan Acíndar, Agea/Clarín, Alpargatas, Arcor, Astra, Bagó, Bemberg, Bridas,
Bunge y Born, Celulosa Argentina, Fate/Aluar, Fortabat, Garovaglio y Zorraquín, Ledesma, Macri, Pérez Companc, Roggio, Soldati, Techint y Werthein (Schorr, 2005.)
5 Alfonsín, Menem y De la Rúa.
18
flexibilización laboral y la desregulación de los mercados. Como sostiene Mateo, la pesca
no estuvo ajena a ese proceso (Mateo, 2003).
En este escenario se acentuó y profundizó aun más la situación crítica de los trabajadores
del sector pesquero, a raíz de la aplicación de políticas que impulsaban algunos "sectores
hegemónicos del capital", cuya implementación se vio facilitada después de las crisis
hiperinflacionarias de 1989 y 1990 (Colombo, 2008). En consecuencia, se produjo un
incremento del desempleo, el subempleo y el empleo informal en el sector.
LOS ‘90: DESREGULACIÓN, PRIVATIZACIONES Y NUEVA POBREZA
En 1991 se implementa el Plan de Convertibilidad, el cual debe interpretarse como parte
de un proceso de modificaciones estructurales de fondo que, en lo esencial, continúan y
profundizan el proceso iniciado con la última dictadura cívico militar. Entre las reformas
más importantes se destacan la privatización de la mayor parte de las empresas estatales
y del sistema de previsión social, la desregulación de múltiples mercados y la apertura de
la economía a los flujos internacionales de bienes y capitales, el establecimiento de la
paridad del peso con respecto al dólar norteamericano y la implementación de una activa
gestión tributaria6.
6 Las sanciones de las Leyes de Reforma del Estado y de Emergencia Económica, en agosto y septiembre de
1989 respectivamente, constituyeron el puntapié inicial de todo este proceso. La ley Nº 23.696 de Reforma del Estado marcó el comienzo del fin de uno de los pilares del patrón de desarrollo preexistente al fijar el marco normativo para la privatización de gran número de empresas públicas, que incluían a las compañías de teléfono, de aviación comercial, los ferrocarriles, los complejos siderúrgicos, las rutas y puertos y varias empresas petroquímicas (Gerchunoff y Torre, 1996). La ley Nº 23.697 de Emergencia Económica tuvo el objetivo de hacer frente a la crisis de financiamiento del Estado, aportando medidas inmediatas y temporarias de recorte del gasto público. Así, determinaba la quita de subsidios y subvenciones, la suspensión en los gastos de la administración pública, la venta de bienes raíces, el establecimiento de la autonomía del Banco Central a fin de preservar el valor de la moneda y evitar cualquier financiamiento directo o indirecto a los gobiernos nacional y provinciales. Otras medidas intentaban modificar condiciones más permanentes del mercado apuntando, por ejemplo, a la igualdad del capital productivo nacional y extranjero y la suspensión del trato preferencial para bienes de industria nacional. A partir de abril de 1991, con la sanción de la Ley de Convertibilidad –ley Nº 23.928-, el modelo de acumulación cobró una mayor organicidad respecto de la consolidación de aquellos intereses económicos que conformaban el sustento estructural del proyecto socio-político neoconservador iniciado con la última dictadura cívico-militar.
19
En lo que respecta al sector fabril, así como a otras ramas de la economía, las reformas
tendieron a profundizar el proceso de concentración económica y centralización del
capital7.
Las modificaciones en el marco regulatorio laboral apuntaron a flexibilizar la distribución
del tiempo de trabajo y a disminuir el costo no salarial, a través de la reducción de los
aportes patronales a la seguridad social y los costos asociados a hechos eventuales como
el despido y los accidentes de trabajo (Altimir y Beccaria, 1999).
En las políticas laborales, la gestión de Menem decretó que la negociación colectiva de
los salarios debía enmarcarse en los acuerdos por productividad, limitando de este modo
los incrementos salariales, los cuales debían guardar vinculación con los aumentos en
términos de producción. Se incentivó una mayor descentralización de la negociación,
procurando que las diferencias reflejen las condiciones propias de sectores y empresas
(Marshall, 1995).
En los años que siguieron a la aplicación del Plan de Convertibilidad tuvo lugar una fuerte
expansión del producto, impulsada por la estabilización de las variables fundamentales,
pero sobre todo, por la importante entrada de capitales que tuvo lugar en esos años, con
un panorama internacional favorable.
Entre 1990 y 1994 el Producto Bruto Interno (PBI) creció a una tasa del 7,7% promedio
anual (Lacabana et al., 1997). El control de la inflación permitió mejorar el poder de
compra de los salarios y reducir los niveles de pobreza e indigencia en comparación con
los de 1989, aunque ambas variables permanecieron muy por encima de los niveles
registrados en la década del ‘70.
A pesar del crecimiento económico, el mercado de trabajo exhibió un deterioro constante,
agravado durante las fases recesivas8. Así, entre 1991 y 1993 el desempleo pasó del 6%
7 “[…] el aumento en el grado de oligopolización del sector manufacturero argentino que se verificó en los
noventa profundizó una tendencia de largo plazo que se venía manifestando desde por lo menos mediados de los cincuenta. En efecto, a lo largo del período bajo análisis se registró una suba de consideración en la concentración global de la producción industrial: mientras que en la segunda mitad de la década de los cincuenta las cien empresas más grandes del país dieron cuenta de aproximadamente un 18% de la producción total, en los últimos años de vigencia del régimen de Convertibilidad significaron en promedio alrededor del 53%”. (Schorr, 2005: 125).
20
al 9,3%, para dispararse a partir de 1995, en el marco de un contexto recesivo, por la
reversión del flujo de capitales externos. Después del pico alcanzado en 1995, el
desempleo mostró una reducción importante debido a la recuperación económica
posterior, pero permaneciendo en niveles superiores a los registrados al inicio del
decenio9. Asimismo, es importante destacar, que la creación de empleo que tuvo lugar a
partir de 1996 correspondió en su mayoría a puestos de trabajo precarios y/o transitorios
(Alegre, Lanari, López, 2001).
En igual sentido, Santarcángelo y Schorr (2001) destacan que entre los años 1991 y 1994
la economía argentina creció casi un 23%, mientras la tasa de desocupación se duplicó -
llegando a ser superior al 12%- y la de subocupación se incrementó algo más de un 30%.
A partir de la crisis derivada del llamado “efecto Tequila”10 se inicia una nueva etapa,
caracterizada por el hecho de que cuando el producto creció, el desempleo disminuyó -
aunque ubicándose siempre por encima del 12%- y el subempleo se incrementó, mientras
que cuando el nivel de actividad económica se contrajo -como sucedió a partir de la
recesión que se inicia hacia fines de 1998- la desocupación creció significativamente, en
tanto que la subocupación mantuvo su ritmo de expansión.
En líneas generales, en el período que va de 1991 a 1998 la tasa de actividad pasó del
39,5% al 42,4%, mientras que el crecimiento de la ocupación fue similar al de la población
total, pero no alcanzó para absorber al exceso de oferta de fuerza de trabajo. Así, más del
90% de los empleos generados entre 1991 y 1997 correspondió a casos de subocupación
visible. Por otra parte, en ese mismo período se incrementa significativamente el trabajo
no registrado (Altimir y Beccaria, 1999).
8 En relación a la evolución de las tasas básicas del mercado de trabajo ver el Anexo Nº 1.
9 Por Tasa de Desocupación se entiende a la relación entre la población desocupada y la población económica activa (PEA). La población desocupada está integrada por aquellas personas que, no teniendo empleo, están buscando trabajo activamente en un período de referencia dado. La PEA está compuesta por el conjunto de personas que tienen ocupación o que sin tenerla la buscan activamente. La Tasa de
Subocupación es la relación entre el conjunto de personas subocupadas y la PEA, entendiendo por subocupado a aquellas personas que trabajas menos de treinta y cinco horas semanales por causas involuntarias y desean trabajar más horas. La Tasa de Actividad se define como la relación entre la PEA y la población total, mientras que la Tasa de Empleo es la relación entre la población ocupada y la población total. Todos estos indicadores son calculados a partir de la información provista por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) relevada periódicamente por el INDEC.
10 Nombre que se le atribuyó a la crisis económica iniciada en México de 1994, y que impactó de manera
particularmente significativa a nuestro país por el reflujo de capitales desde distintos lugares del mundo hacia los Estados Unidos.
21
En relación a la evolución de las remuneraciones, Santarcángelo y Schorr (2001) afirman
que desde 1995 comenzó a descender de manera sostenida el salario promedio.
Asimismo, los autores señalan que a partir de esa fecha se observa que una disminución
en la tasa de desocupación no se tradujo en una reducción de la cantidad de personas
pobres y/o indigentes -entre 1995 y 1999 el desempleo cayó un 17%, mientras que la
pobreza aumentó un 14% y la indigencia un 20%-, ni en una mejora en materia de
distribución del ingreso -entre dichos años, la brecha entre el 10% más rico de la
población y el 10% más pobre se incremento cerca de un 23%, y lo hizo de manera
ininterrumpida-.
De esta manera, el incremento del desempleo y el subempleo a lo largo de la década tuvo
como correlato una tendencia ascendente en los índices de pobreza, cuyo crecimiento se
acelera a partir de 1998, como reflejo del proceso recesivo iniciado entonces, hasta llegar
en octubre de 2002 a un nivel del 57,5% de personas viviendo bajo la línea de pobreza.
Según Palomino, este indicador refleja, la superposición de tres fenómenos distintos
(Palomino, 2003):
-Una pobreza “antigua”, vinculada con diferencias estructurales de larga data, pero que
afecta a una parte mínima de la población.
-Una “nueva pobreza” relacionada con la desestructuración de las relaciones productivas
y sociales acaecida en los últimos treinta años y profundizada en los 90´. Afectó a buena
parte de la clase media argentina.
-Una “pobreza reciente” consistente en un proceso de pauperización absoluta de fines de
los noventa y profundizado desde 2002, que además de extender masivamente la
pobreza, incluye importantes procesos de desinstitucionalización.
De esta manera, la desestructuración del mercado de trabajo y los niveles crecientes de
pobreza e indigencia son indicios de una fragmentación social que se agravó sin freno
desde la clausura del modelo sustitutivo, inducida por la última dictadura. Tanto la
profundización de las problemáticas laborales -subempleo, desempleo y precariedad-
como la creciente brecha entre ricos y pobres, expresan un quiebre en el tejido social que
alcanzó su apogeo en la década del ‘90.
22
Así, el “menemismo” profundizó el proceso iniciado en 1976, marcando un camino
desolador en lo que respecta al mercado de trabajo. En efecto, la capacidad de la
economía de crear empleo se vio reducida en gran medida y se generalizó el trabajo a
tiempo parcial o temporal, así como el empleo precarizado.
LA ETAPA DE POSCONVERTIBILIDAD
La crisis económica y social de 2001/2002, originada, entre otras causas, en las
inconsistencias estructurales del régimen de convertibilidad, significó la clausura del
modelo de acumulación basado en la valorización financiera y la emergencia de un nuevo
esquema macroeconómico caracterizado por un tipo de cambio real elevado y un
renovado dinamismo de los sectores vinculados a la producción de bienes, tanto en los
rubros de exportación, como en aquellas ramas orientadas prioritariamente al mercado
interno.
En líneas generales, los años posteriores a la devaluación se caracterizan por un muy
buen desempeño económico, con tasas de crecimiento del producto superiores al 8%
durante varios años consecutivos, y la generación de más de cuatro millones de puestos
de trabajo, con la consecuente reducción en los niveles de desempleo, pobreza e
indigencia, así como en los niveles de desigualdad alcanzados en la década de los ’90
(CENDA, 2010).
Las cifras posteriores a la crisis del 2001/ 2002 exhiben un pronunciado crecimiento hasta
2011 –con la excepción del año 2009, en el que el producto se mantuvo prácticamente
estancado-, con una tasa promedio cercana al 8% del PBI11, pero con una ralentización
del crecimiento en 2012, que apenas alcanzó el 1,9%. En relación a la pobreza, según el
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la misma pasó del 54% de las
personas en el primer semestre de 2003 al 6,5% en el mismo período de 2012, en tanto
que según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el
11
Esta variable indica el crecimiento interanual del PBI medido en términos reales –es decir, depurando el efecto de la variación de los precios- .
23
porcentaje de personas bajo la línea de pobreza en el segundo trimestre de 2012 llegó al
19,9%12.
El comportamiento de los indicadores en materia de empleo habla de una mejora, ya que
en el primer trimestre de 2003 se registraba una tasa de desempleo del 20,4%, mientras
que en igual período de 2012 dicho indicador fue del 7,1%.
A pesar de estas mejoras sustanciales, la sociedad argentina aún se enfrenta a
problemáticas laborales cuya solución necesariamente requiere un esfuerzo persistente
basado en el desarrollo económico y en la implementación de políticas orientadas a
disminuir la desigualdad y a promover el trabajo decente. En tal sentido, en relación a lo
acontecido en las últimas tres décadas Carina Lupica afirma: “si se toman en cuenta
períodos más prolongados, se puede constatar que gran parte de la población ha sufrido
un deterioro gradual y constante de sus condiciones de vida. De esta manera, la pobreza,
el desempleo y la desigualdad se han convertido –con el correr de los años– en
problemas sociales estructurales de la Argentina” (Lupica, 2006)13.
El resultado de una continua profundización de la desigualdad es el deterioro gradual de
la cohesión social y la posterior amenaza de fragmentación social. Revertir estos
procesos “requiere la coordinación sistemática de una eficaz política macroeconómica y
de políticas activas que propicien la redistribución de oportunidades de progreso y
movilicen los recursos internos –humanos, financieros y naturales- no aprovechados. En
cualquier caso, la estrategia debería estar orientada a universalizar las oportunidades de
trabajo decente, posibilitar el desarrollo humano y social de los sectores más postergados
y garantizar una red, también universal, de seguridad social” (Observatorio de la Deuda
Social Argentina, 2005: 29)14.
12
Dado que en la medición de los niveles de pobreza interviene el cuestionado Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC, desde el CIFRA se efectúa una medición alternativa utilizando índices de precios publicados por algunas direcciones de estadística provinciales –el llamado IPC 9 provincias-. Al respecto puede consultarse el Informe de Coyuntura Nº 12, elaborado por el CIFRA y disponible en http://www.centrocifra.org.ar/docs/ic%20nro%2012%202.pdf
13 http://www.revistacriterio.com.ar/quienes-somos/donantes-y-auspiciantes/ [Consulta: Diciembre de
2012]
14 http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo68/files/Observatorio-Barometro-2005-Completo.pdf
[Consulta: Noviembre de 2012]
24
DINAMISMO DEL MERCADO DE TRABAJO LOCAL
El comportamiento del mercado de trabajo en el aglomerado urbano Mar del Plata-Batán
se ve condicionado por características propias de la estructura productiva de la ciudad,
así como por una particular dinámica demográfica. En tal sentido, de acuerdo a la
estimación del Producto Bruto Geográfico (PBG) del Partido de General Pueyrredon
efectuada por la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional
de Mar del Plata, tomando como año base el 2004, se observa una preponderancia de los
sectores productores de servicios, los cuales totalizan cerca del 64% del valor agregado
generado en el partido. Dentro de éstos se destacan las actividades vinculadas al
Comercio, con un 18,5% del producto, y a los Servicios inmobiliarios y empresariales, con
un 16,1%. En una medida importante, estos rubros se encuentran vinculados a los flujos
turísticos característicos de la ciudad, motivo por el cual su capacidad de generación de
empleo presenta una estacionalidad relacionada con el ciclo estival.
Los sectores productores de bienes tienen una importante presencia a través de la
industria, la cual representa un 19% del producto del partido, en tanto que la industria
específicamente pesquera constituye un 4,2% del valor agregado generado en el ámbito
local. Por su parte, la pesca extractiva es el rubro más importante dentro de las
actividades primarias, con un 6,8% del PBG (Wierny et al., 2012).
En lo que respecta exclusivamente al mercado de trabajo, el aglomerado Mar del Plata-
Batán se caracteriza por presentar tasas de actividad significativamente más altas que las
observadas para el total del país. Así, en el segundo trimestre de 2013 la tasa de
actividad en el ámbito local ascendía al 48,1%, mientras que a nivel nacional dicho
indicador fue 46,2. En esa misma fecha Mar del Plata se encontraba entre las cuatro
ciudades con más alta tasa de actividad del país, detrás de la Ciudad de Buenos Aires,
Río Gallegos y Gran Córdoba15.
Esta particularidad explica por qué en Mar del Plata suelen coexistir elevadas tasas de
empleo con altos niveles de desocupación. En tal sentido, en el segundo trimestre de
2012 en el aglomerado Mar del Plata-Batán las tasas de empleo y desempleo eran de
15
Encuesta Permanente de Hogares. Mercado de trabajo, principales indicadores. Resultados del segundo trimestre de 2012. INDEC. Disponible en: http://www.indec.gov.ar/ [Consulta: Diciembre de 2012]
25
43,3% y 9,9% respectivamente, en tanto que para el total del país, los mismos indicadores
eran de 42,8% y 7,2%.
Este patrón de comparabilidad –tasas de actividad, empleo y desempleo típicamente más
altas a nivel local que en el ámbito nacional- constituye una característica estructural del
mercado de trabajo marplatense. Esta particularidad estaría dando cuenta de una
dinámica demográfica particular en virtud de la cual una cantidad importante de personas
se radican en la ciudad cada año, lo que genera presión sobre el mercado laboral, dando
lugar a tasas de desocupación relativamente altas, aun cuando Mar del Plata típicamente
está entre las localidades con mayores niveles de empleo del país (Lanari et al., 2009).
26
ESTRUCTURA DEL SECTOR PESQUERO EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA
LA PESCA MARPLATENSE
La actividad pesquera está condicionada por factores naturales y económicos propios de
los recursos en cuestión. La característica más importante de esta actividad es la
propiedad común de los recursos y su forma de apropiación por los agentes económicos,
mediante la simple captura, y su naturaleza renovable y finita. Estos rasgos condicionan
fuertemente el carácter que la pesca asume como actividad económica.
El sector primario pesquero está integrado por subsectores diferenciados de acuerdo al
tipo de flota que trabaja: buques fresqueros -flota de altura, de costeros chicos y grandes-
y buques congeladores.
A diferencia de otros puntos pesqueros del país, el puerto de la ciudad posee la
particularidad de tener muy arraigado el concepto de “pesca en mar y procesamiento en
tierra”. Esto lo podemos apreciar en la importante diferencia porcentual que existe en
relación a las flotas que operan en el puerto local16. El sector pesquero de Mar del Plata
comprende la captura, el procesamiento y la comercialización de los recursos pesqueros.
En cuanto al sector secundario, la producción industrial pesquera se clasifica por rubro de
proceso y por el destino que se le da -consumo interno o externo-. En el cuadro Nº 1 se
especifican algunos datos en relación a la actividad por embarcaciones. Como puede
verse, en el año 2004 más de la mitad del valor agregado sectorial corresponde a los
buques fresqueros de altura, mientras que algo más del 32% es atribuible a los buques
procesadores. Por su parte, la totalidad de la flota pesquera aporta poco más del 12% del
valor agregado del sector pesquero.
16
La relación entre buques fresqueros y congeladores es de 70% y 30% respectivamente. A diferencia de la región patagónica, donde la flota fresquera no llegan a un 15 % (Wierny et al., 2012).
27
Cuadro Nº 1 : Estimación del Producto Bruto Geográfico (VA) a pre cios básicos del sector pesquero del Partido de General Pueyrredon según ti po de flota. Año 2004. En miles de
pesos. 17 Tipo de flota VBP CI VA
Fresqueros de altura
406.117 (54,7%) 180.064 (54,5%) 226.053 (55%)
Costeros chicos 28.275 (3,8%) 15.189 (4,6%) 13.086 (3,2%)
Costeros grandes
71.060 (9,6%) 33.570 (10,2%) 37.490 (9,1%)
Procesadores 236.307 (31,9%) 101.628 (30,7%) 134.679 (32,7%)
PESCA 741.759 (100%) 330.451 (100%) 411.308 (100%)
Referencias: Valores de producción (VBP). Consumo intermedio (CI) y Valor agredado sectoriales (VA). FUENTE: PBG DEL PARTIDO DE GRAL. PUEYRREDON año base 2004. Facultad de Ciencias económicas y sociales de la UNMDP.
LAS ESPECIES MÁS FRECUENTES EN LA COSTA LOCAL/ REGIONAL
La merluza es el pez más consumido en la Argentina y el que más se exporta. Además de
esta especie como recurso por excelencia, en Mar del Plata y la región, existen otras
especies marítimas que son comercializadas. A continuación, el cuadro Nº 2 muestra las
diversas especies con algunas especificaciones al respecto.
17
Cuando hablamos de Valores de producción (VBP), es la suma total de los valores de bienes y servicios producidos por una sociedad, incluye el valor de todos los productos sin contemplar si son de consumo intermedio o final. Es decir, que es igual a la suma de CI y VA. En cuanto al Consumo intermedio (CI), representa la utilización de un bien o servicio en el proceso de producción. Mientras que el valor agregado (VA) es el aporte de valor que realizan los factores de producción en cada etapa productiva durante un año (Naclerio, Narodowski y De Santis, 2007).
28
Cuadro Nº 2: Especies de la costa bonaerense. ESPECIE
ZONA Y ÉPOCA DE CAPTURA
OBSERVACIONES
PRINCIPALES PRODUCTOS
PESCADILLA (Cynoscion striatus)
Todo el año frente a las costas bonaerenses.
Es capturada por embarcaciones costeras y de media altura. Se utiliza red de arrastre de fondo.
Congelados: entero; eviscerado, sin cabeza; filetes interfoliados; filetes individuales graduados. Fresco: entero, vía aérea.
MERLUZA (Merluccius hubbsi)
Todo el año, con variaciones de ubicación y profundidad en invierno y verano.
Desarrolla su ciclo migratorio dentro de la plataforma continental. Se han detectado campos de crianza en la Patagonia y en la costa bonaerense. Se la captura con red de arrastre de fondo. Es la base de la actividad pesquera argentina.
Congelados: eviscerado, sin cabeza; bloques regulares; filetes interfoliados; filetes desgrasados; filetes individuales graduados; porciones y bastones empanados.
LANGOSTINO (Pleoticus muelleri)
De junio a marzo en el litoral patagónico y la costa bonaerense.
Se lo detectó en grandes concentraciones a partir de 1981 y dio un gran impulso a la actividad pesquera. Es un recurso que ha sufrido grandes fluctuaciones. Se lo captura con red de tangones y red de arrastre de fondo.
Congelados: entero graduado; colas con cáscara; colas sin cáscara.
29
CORVINA BLANCA (Micropogonias furnieri)
Todo el año frente a la costa bonaerense, hasta el Golfo San Matías.
Se la captura con red de arrastre de fondo.
Congelados: entero; eviscerado, sin cabeza; filetes interfoliados; filetes individuales graduados.
CAMARON (Artemisa longinaris)
De junio a marzo frente a la costa bonaerense. Presenta su mayor desarrollo en noviembre/diciembre, cuando se halla frente a Mar del Plata.
Se lo captura con red de arrastre y con raño.
Congelados: entero pelado y sin pelar; crudo o cocido.
CABALLA (Scomber japonicus)
Entre diciembre y abril los cardúmenes aparecen en las cercanías de Mar del Plata.
Fue la base sobre la que se desarrolló la industria conservera, aunque en los últimos años su captura ha declinado.
Congelados: entero; eviscerado, sin cabeza. Conservas: preparado en aceite y salsa de tomate
BONITO (Sarda sarda)
En los meses de verano, frente a la costa bonaerense.
Es un túnido que se destina esencialmente a la elaboración de conservas. Se lo captura con red de cerco.
Congelados: entero; eviscerado, sin cabeza. Conservas: preparado en aceite
Fuente: Guía Pesquera Argentina. 2005. Información procesada por CITAB (Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses)
EL CASO DE LA MERLUZA
Como ya fue mencionado, la merluza es el pescado de mayor consumo en el mercado
interno, y el recurso por excelencia de la pesca marplatense. Asimismo, la
comercialización de merluza facilita la venta de otras especies que no tienen tan fácil
colocación en el mercado, siendo una práctica comercial habitual ubicar una determinada
cantidad de toneladas de merluza con alguna especie acompañante (Malaret, 1998).
Debido a la sobreexplotación del caladero, la merluza ha visto sensiblemente disminuida
su población, poniendo en riesgo la sustentabilidad de una parte importante de la
30
actividad pesquera. Para equilibrar dicha situación, se utilizan medidas como la
declaración de emergencia de la merluza hubbsi, distribución por períodos trimestrales a
través de asignaciones anuales y la distribución anual de los cupos sociales de las
provincias, pesca con dispositivos para preservar a los juveniles, así como la
obligatoriedad de presentar partes de pesca (Hobert et al., 2009).
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), desde 1987, viene
advirtiendo de la sobreexplotación del recurso. Los niveles de captura de la merluza
debieran ser compatibles con su conservación a mediano y largo plazo.
Según los estudios realizados por el INIDEP, hoy la regeneración de la especie descansa
en el 30% de los individuos adultos. Para que la merluza juvenil llegue a su madurez se
requieren dos años, tiempo mínimo necesario para reconstituir la población. La
depredación de los juveniles es la primera causa de la escasez del recurso.
OCUPACIÓN EN EL SECTOR
El personal ocupado en el sector pesquero local, de acuerdo al último relevamiento
oficial18, se estimó en 11.607 personas; 3.675 tripulantes en el sector primario -capturas- y
7.932 en el sector secundario -industria- que desarrollan tareas como operarios,
administrativos y gerentes. Según datos de la Matriz Insumo Producto para el sector
pesquero, elaborada por el INDEC en 1997, el personal empleado en la flota ascendía a
3.489 personas y a 4.805 en la industria. La diferencia de empleo con los datos del Censo
Nacional Industrial Pesquero de 1996 se debe a que este último captó a las cooperativas
de trabajo (3.303 personas). En el cuadro Nº 3 podemos apreciarlo mejor:
18
Censo Nacional Industrial Pesquero de 1996. Éste es el último relevamiento de ese tipo realizado en forma específica para conocer la realidad del sector pesquero.
31
Cuadro Nº 3: Ocupación del sector.
Personal ocupado Censo 96 INDEC 97
Flota 3.675 3.489
Industria (sin cooperativas) 4.629 4.805
Total pesca 8.304 8.294
Fuente: Grupo Economía Pesquera UNMDP-INIDEP
En el cuadro Nº 4 se dispone de una actualización realizada para determinar los puestos
de trabajo en el sector pesquero, realizada por la Universidad Nacional de Mar del Plata.
De acuerdo a estos datos, de un total de poco más de 13.000 trabajadores ocupados en
el sector pesquero marplatense, cerca del 77% son asalariados. A su vez, del conjunto de
trabajadores asalariados, poco más del 41% se encuentra en situación de no registración.
Cuadro Nº 4: Total de puestos de trabajo por catego ría ocupacional. Año 2004.
ACTIVIDAD ANR AR CP PAT TF TOTAL
PESCA 4.157 5.912 2.701 179 140 13.089
Referencias: AR asalariado registrados. ANR asalariado no registrado. CP cuenta propia. PAT patrón y TF trabajador familiar. FUENTE: PBG DEL PARTIDO DE GRAL. PUEYRREDON año base 2004. Facultad de Ciencias económicas y sociales de la UNMDP.
LOS GRUPOS PESQUEROS MÁS IMPORTANTES DE LA ARGENTINA
La actividad pesquera en Argentina se encuentra, en su mayor parte, controlada por un
reducido conjunto de grupos empresarios que detentan una fuerte injerencia en las
distintas etapas de extracción, producción y comercialización, así como un importante
grado de diversificación en relación a la variedad de productos que trabajan. En tal
sentido, entre los grupos económicos de la pesca que dominan el sector y tienen asiento
tanto en nuestra ciudad como en la región patagónica del país cabe destacar a cuatro
(Mateo et al., 2010):
El Grupo Solimeno , cuenta con siete empresas pesqueras, radicadas en Mar del Plata y
en la Patagonia -Pesquera Comercial S.A.; Luis Solimeno e Hijos S.A.; Planta Irala;
Zanella Mare; Costa Marina S.A.; Pescasol S. A.; Uromar S.A-. Tiene una capacidad de
32
captura aproximada de 70.000 toneladas anuales. Emplea a 800 personas. En 2005
realizó exportaciones por US$ 19 millones.
El Grupo Moscuzza desarrolla sus actividades en la ciudad y en la Patagonia. Se dedica
a operaciones de extracción, procesado e industrialización, comercialización y distribución
de frutos del mar, tanto frescos como congelados, tanto para el mercado interno como
externo. Declara el empleo de unas 1.100 personas. Procesa más de 75.000 toneladas
anuales. En el 2005 realizó exportaciones por US$ 23 millones.
El Grupo Antonio Barillari abarca todo el proceso de la pesca, desde la captura hasta la
comercialización ya sea para el mercado interno como para el externo. Cuenta con tres
plantas procesadoras en la ciudad de Mar del Plata, Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia.
Declara tener bajo relación de dependencia a 800 empleados.
El Grupo Valastro está integrado por Giorno S.A., Pesquera Ceres S.A. y Pesquera
Géminis S.A. emplea a más de 500 obreros. Desembarca más de 50.000 tn de pescado
por año. Con las Pesquera Ceres S.A. y Pesquera Géminis S.A. desarrolla el congelado a
bordo. Sus actividades comprenden tanto Mar del Plata como la Patagonia.
33
LA COOPERATIVIZACIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO COMO ES TRATEGIA
EMPRESARIAL
NUEVA ESTRUCTURA DE LAS EMPRESAS Y EL EFECTO EN EL MERCADO DE
TRABAJO
Durante la década de los ‘90, la apertura comercial, así como el abaratamiento de los
productos importados resultante del atraso cambiario, forzaron a muchas empresas
productoras de bienes transables a implementar procesos de reconversión productiva a fin de
permanecer en el mercado. La finalidad de estas transformaciones era reducir costos e
incrementar los niveles de productividad en valores equiparables a los estándares
internacionales. Este proceso se llevó a cabo a través de distintas líneas de acción
estratégicas, entre las que cabe destacar:
- La sustitución de fuerza de trabajo por bienes de capital, en su mayor parte importados, lo
cual fue favorecido por la particular estructura de precios relativos inducida por la
convertibilidad, la cual, como ya fue mencionado, abarataba los productos importados al
tiempo que encarecía el monto de los salarios medidos en dólares. Sin embargo, como
señalan Altimir y Beccaria (1999), la importancia de los precios relativos en este proceso de
reconversión debe relativizarse; en efecto, como explican estos autores, a fin de poder
sobrevivir en el marco de las condiciones impuestas por la convertibilidad muchas empresas
se vieron obligadas a adoptar los métodos de producción imperantes en los países centrales,
los cuales son, en general, intensivos en capital.
- La implementación de estrategias de racionalización productiva que, en la mayoría de los
casos, tuvieron como corolario una intensificación en los ritmos de explotación del trabajo y
una menor cantidad de mano de obra aplicada por unidad de capital, lo cual dio lugar a
numerosos despidos y recortes de personal (González, 2011).
- La subcontratación y terciarización de actividades por parte de las grandes empresas, que
pasan a delegar la ejecución de partes de los procesos productivos en establecimientos de
menor tamaño, en los cuales prevalecen formas de trabajo precario y condiciones de trabajo
degradas (Giosa Zuazua, 2000).
34
Los efectos conjuntos de estas transformaciones sobre el mercado de trabajo fueron la
consolidación de un elevado nivel de desempleo estructural y una mayor extensión del
empleo no registrado y de diversas formas de trabajo precario e informal.
Asimismo, resulta pertinente señalar que estas transformaciones no incluyeron procesos de
reequipamiento generalizado a partir de la incorporación de desarrollos tecnológicos propios.
Por el contrario, el empresariado optó por la sustitución de insumos y bienes de capital de
producción nacional por otros importados, así como por el cierre de líneas de producción en
beneficio de la incorporación de bienes finales importados dentro del perfil de ventas19 (Porta.
1996; Azpiazu, Basualdo y Schorr, 2001).
De esta forma, durante los años ‘90 los empresarios aumentaron la productividad del trabajo a
partir de un proceso de reconversión productiva que derivó en una brecha creciente entre la
evolución del producto y del empleo, en la consolidación de altas tasas de desempleo y
subempleo y en el deterioro generalizado de las condiciones laborales.
Como ya fue mencionado, el sector pesquero no estuvo ajeno a estas transformaciones. Por
el contrario, las estrategias de reconversión productiva, racionalización de personal y
subcontratación impactaron fuertemente en la realidad laboral del sector y tuvieron en la
proliferación de las pseudocooperativas uno de los ejes en torno de los cuales se concretó la
reducción de costos laborales y la intensificación en la explotación de los trabajadores.
19
En tal sentido, Azpiazu, Basualdo y Schorr (2001) señalan que durante los años noventa el sector manufacturero se constituyó en importador neto de paquetes tecnológicos sobre cuya elaboración no tenía prácticamente ninguna incidencia. Al respecto, afirman: “[…] a partir de los noventa muchas empresas extranjeras han tendido a externalizar sus áreas de ingeniería local, reemplazándolas por la incorporación de tecnología importada y prácticamente sin desarrollo local alguno, lo cual disminuyó aún más los –ya de por sí escasos- vínculos de estas firmas con proveedores y/o subcontratistas locales” (Azpiazu, Basualdo y Schorr, 2001: 32 y 33). De esta manera, a la sustitución de mano de obra por capital se suman las consecuencias adversas de esta estrategia sobre la industria nacional de maquinarias e insumos. A su vez, estos efectos se agregan a la incidencia creciente de los productos importados sobre el consumo interno para configurar una situación sumamente perniciosa sobre el mercado de trabajo local, cuya manifestación más evidente es el incremento explosivo de las tasas de desempleo y subempleo.
35
EL SURGIMIENTO DE LAS PSEUDOCOOPERATIVAS EN LA INDUSTRIA PESQUERA
Como fue visto en el apartado anterior, el objetivo de la subcontratación es reducir costos, lo
cual se busca lograr mediante la eliminación de la línea de producción o la generación del
servicio que antes de desarrollaba en el interior de la propia empresa, que ahora pasa a
delegar parte de los procesos productivos en establecimientos de menor tamaño. En el caso
particular de la pesca, sucedió que los asalariados expulsados de las grandes compañías
recalaron en las “cooperativas” de trabajo que los propios empresarios fomentaron. Esto
determinó que haya no sólo destrucción de empleo formal en el ámbito de las grandes
empresas, sino también que se precarice la actividad y se fomente el desempleo de parte de
la fuerza de trabajo.
Si bien siempre han existido las denominadas “cuevas”, es decir, aquellos lugares
clandestinos donde se realiza el procesamiento de pescado, su funcionamiento solía ser
temporario. Éste tenía lugar cuando había un excedente de materia prima en relación a la
capacidad instalada20 que tenía determinada planta procesadora (Pradas, 2006). En los ‘90 la
delegación de trabajo en las “cuevas” se convirtió en una política generalizada, que
impulsaron los grupos empresarios del sector con complicidad del Estado nacional.
Así, el empresariado buscaba reducir los costos de producción y mejorar la competitividad,
teniendo mano de obra disponible para cualquier excedente de pescado y sin ningún tipo de
contemplación y responsabilidad para con esos trabajadores. De esta manera, entre 1990 y
1991 nacen las cooperativas de trabajo para el procesamiento de pescado.
En cuanto al contexto del surgimiento de las pseudocooperativas, Mateo, Nieto y Colombo
(2010: 40) aclaran: “Es en el marco del nuevo modelo de desarrollo, sustentado en la paridad
cambiaria, donde la búsqueda de mayor competitividad por parte de las empresas se basó,
por un lado, en incorporación de tecnología, pero por otro, fundamentalmente, en procesos de
concentración empresarial y reestructuración del proceso de trabajo, generando incrementos
de productividad y disminución de costos. En particular, después de las quiebras de empresas
pesqueras y por el cambio de orientación en la política pesquera nacional”.
Como señalan los autores mencionados, luego de las quiebras de 1990, los nuevos
empresarios que se consolidaron contaron con gran cantidad de mano de obra calificada y
20
El concepto de capacidad instalada hace referencia al volumen de producción que puede obtenerse en un período determinado en una cierta rama de actividad o establecimiento productivo.
36
desempleada. Así, esta transformación negativa para los trabajadores se dio entre fines de
1991 y comienzos de 1992, cuando muchos obreros fueron despedidos u obligados a
renunciar y posteriormente se los volvió a incorporar pero en calidad de “socios” de las
cooperativas. De esta manera, se constituyeron falsas cooperativas, amparadas en la Ley de
Cooperativas -Ley Nº 20.337- y manejadas por los empresarios a través de testaferros.
Mediante esta estrategia, los empresarios lograron sortear toda la legislación laboral,
terminando con los aportes patronales a la jubilación, liquidar la obra social y la garantía
horaria. En definitiva, destruyeron el convenio colectivo de trabajo de 1975 (Pradas, 2006).
Eduardo Fontenla (2008) califica a las pseudocooperativas como: “pura apariencia y no
tienen nada más que el nombre de cooperativa. Son creadas desde la patronal, cubriendo
con testaferros, amigos y/o parientes los cargos en los consejos de administración y en la
sindicatura. Cuando la forma cooperativa es utilizada como pantalla, es decir, utilizan sólo el
nombre, los trabajadores, supuestos asociados, suelen llamar ”dueño(s) o patrón(es) de la
cooperativa a la(s) persona(s) que la(s) maneja(n) y los explotan”21.
EL CASO EN LA INDUSTRIA DEL PESCADO
En relación a la temática abordada, Gennero de Rearte, De los Santos y Graña (1997: 54)
hacen referencia a variantes, en relación al vínculo que se da entre la cooperativa y el
frigorífico/empresa: “1) cooperativas que trabajan dentro del espacio físico del frigorífico
en una relación permanente y de exclusividad; 2) cooperativas que trabajan fuera del
frigorífico, la infraestructura puede ser propiedad del frigorífico o de una sociedad creada
a tal efecto; 3) plantas que prestan sus servicios por medio de contratos de corta
duración, manteniendo la exclusividad durante ese período pero pudiendo cambiar de
empresa en un nuevo contrato; 4) plantas clandestinas, cuyo número es difícil precisar,
pues son estructuras precarias donde todo el trabajo es al margen de la legislación laboral
e impositiva. Con todo, el funcionamiento es el siguiente. La empresa mantiene el
planeamiento productivo, dejando a la cooperativa la ejecución de la tarea de
subcontratación. Además la cooperativa no tributa impuesto a los Ingresos Brutos ni
Ganancias, genera un crédito fiscal a la empresa subcontratante por el servicio facturado
21
http://www.nuevoabcrural.com.ar/vertext.php?id=1246 [Consulta: Agosto de 2012]
37
por la cooperativa, elimina los riesgos inherentes a la incorporación de personal en
relación de dependencia trasladando los mismos a los socios, flexibilizando la
contratación y creando una organización productiva que induce importantes incrementos
en la productividad”.
Con este sistema los trabajadores del sector poco a poco fueron despojados de todos sus
derechos como la garantía horaria, el sueldo anual complementario, vacaciones y
ausencia por enfermedad, entre otros.
En el comienzo de la realización de estas prácticas fraudulentas las diferencias en las
condiciones en que se encontraban los trabajadores de las pseudocooperativas y los
asalariados registrados en relación de dependencia no eran de relevancia. Por
productividad, hacia mediados de los ‘90, los trabajadores en relación de dependencia
ganaban $ 0,16/kilo mientras que los obreros de las cooperativas, ganaban $0,155/kilo.
No obstante, la explotación aumentó en términos del incremento del número de horas
trabajadas, crecimiento en la intensidad del ritmo de trabajo, inestabilidad laboral,
participación en el sistema previsional y de seguridad social (Gennero de Rearte et al.,
1997).
Así, el escenario plantea la ausencia de responsabilidad empresarial en cuanto a la
incorporación de obreros, ya que la misma se traslada a los “socios” de las
pseudocooperativas. En el siguiente cuadro apreciamos mejor las diferencias
sustanciales, entre un verdadero sistema cooperativo y el que imponen las grandes
empresas en el puerto local.
38
Cuadro Nº 5: El cooperativismo y el pseudocooperati vismo empresarial Sistema cooperativo de acuerdo a la
Ley Nº 20.337
Sistema “cooperativo” de acuerdo al
empresariado
Los socios compran la materia prima,
procesan el pescado y luego lo venden.
El filetero aporta la mano de obra pero la
materia prima y la comercialización están a
cargo del encargado de la
pseudocooperativa..
Se eliminan los costos operativos y la
diferencia se reparte entre todos.
El empresario paga a cambio del trabajo un
monto determinado, que varía de acuerdo
a la variedad de pescado procesado.
Régimen societario legal que se basa en el
esfuerzo común, ayuda mutua y fin común.
La empresa no figura dentro de la
cooperativa pero conforma un comité de
administración digitado por el propio
empresario.
Cifras oficiales relevadas en octubre de 2012 marcan que el 67% del personal de la industria
del pescado trabaja en negro o “cooperativizado” (Garrone, 2012)22. Aquella sindicalización
que en los ‘70 llegó a contar 18.000 afiliados, hoy llega a los 4.000 sobre aproximadamente
10.000 trabajadores activos23.
LO QUE DEJA DE PERCIBIR EL TRABAJADOR EN LA COOPERATIVIZACIÓN DEL
SISTEMA
En la “cooperativización” del trabajo, en el sector del fileteado de pescado, los
empresarios ahorran tanto desde lo económico como también en posibles conflictos
laborales.
22
http://www.revistapuerto.com.ar/RP_Noticia_Detalle.php?id=2714 [Consulta: Octubre de 2012]
23 Entrevista a la secretaria general del SOIP, Cristina Ledesma. Al respecto, ver Anexo Nº 3.
39
Con este sistema evitan garantizar el pago de un salario básico, independientemente del
volumen producción. La patronal no se responsabiliza por accidentes de trabajo y elude
cargar con el costo de vacaciones pagas, aguinaldos, plus por antigüedad, entre otras
obligaciones.
Todo esto genera un perjuicio en lo que deja de percibir el trabajador, además de ejercer
una presión constante de “no faltar al puesto de trabajo” ya que no existen las licencias
laborales por ningún concepto. Hay además efectos colaterales y no por ello menos
importantes, como la fragmentación entre los propios trabajadores en cuanto a
representatividad gremial y la percepción de su situación laboral. Porque así se
condiciona también a quienes tienen la suerte de estar bajo relación de dependencia, ya
que esta masa trabajadora sabe que hay peores condiciones, es decir la de formar parte
de una “pseudocooperativa”.
Queda claro que el panorama para el trabajador es sumamente adverso. En los cuadros
Nº 6, Nº 7 y Nº 8 exponemos las diferencias legales y de costos aproximados que
representan para el empresariado ambas estructuras laborales.
40
Cuadro 6. Ordenamiento legal. EMPLEADO EN RELACIÓN DE
DEPENDENCIA
COOPERATIVA
Ordenamiento legal:
- Ley de contrato de trabajo Nº 20.744
- Ley de empleo Nº 24.013
Ordenamiento legal:
Ley de cooperativas Nº 20.337
Locación de servicio (objeto del contrato). Locación de servicio.
Las obligaciones son: de dar, de hacer o de
no hacer (art. 495 Código Civil).
Las obligaciones son: de dar, de hacer o de
no hacer (art. 495 Código Civil).
Relación de dependencia. Relación contractual.
-Dirección (hay un lineamiento por parte de
la patronal de tareas a cumplir).
-Bienes de uso (son del empleador).
- Horario (el empleador asigna la franja
horaria a trabajar)
-Dirección (al igual que en la relación de
dependencia, tienen una serie de
actividades a cumplir ordenadas por el
responsable o “dueño” de la
pseudocooperativa).
-Bienes de uso (pertenecen al responsable
de la llamada cooperativa).
- Horario (los virtuales socios de la
pseudocooperativa deben respetar un
horario marcado por el “dueño” de la
misma)
Retomando el contenido de toda la información expuesta, tenemos que realizar algunas
consideraciones respecto de la comparación efectuada:
Si bien hay un ordenamiento legal distinto para ambas relaciones de trabajo -de
dependencia y cooperativizado-, podemos observar similitudes en cuanto a la locación de
servicio y obligaciones. Además, de que el dueño de la empresa marca a los empleados
41
la actividad a realizar -dirección-, los elementos con los que se trabaja -bienes de uso- no
son propiedad del trabajador y hay un horario que se fija para la actividad.
Observando en el cuadro Nº 7 el caso de un trabajador en relación de dependencia,
tomamos un ejemplo que contempla a un empleado bajo el convenio PyME –el más
utilizado en la actividad para empleados registrados después de 200724-, el cual garantiza
un mínimo de $3.000 y un plus por productividad de $1,70 por kilo fileteado de pescado25.
Se contemplan tres supuestos de productividad: supuesto “A” de baja producción (100kg
diarios), supuesto “B” mediana producción (150kg diarios) y supuesto “C” óptima
producción (200kg diarios). Siempre teniendo en cuenta los veintiún días de trabajo
correspondientes al mes y con las deducciones por jubilación (11%), obra social (3%) y
Ley Nº 19.032 Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
(3%). A esto hay que sumar $3.000 más al año en carácter de Sueldo Anual
Complementario (SAC). En lo que respecta a las vacaciones, tomamos en consideración
catorce días corridos, que es el período mínimo correspondiente a un trabajador con
menos de cinco años de antigüedad.
Con todos los datos expuestos anteriormente arribamos a los siguientes números
mensuales: en el supuesto “A” un filetero cobra de bolsillo $5.288,85, en el “B” $6.725,78
y en el “C” $8.162,70. Estos valores en términos anuales –considerando el pago de SAC
y vacaciones- ascienden a $69.072,38 bajo el supuesto “A”, a $87.838,62 en el caso del
supuesto “B” y a $106.604,86 considerando el supuesto “C”.
24
Después del conflicto de los trabajadores autoconvocados de cooperativas, el SOIP cerró con CAIPA (Cámara de Industrias Pesqueras Argentinas) un convenio Anexo PyME, que a pesar de la resistencia de los manifestantes fue aceptado por el gremio representante. El mismo se aplica para empresas que se ajustan a la ley PyME –Ley Nº 24.467-. Contempla trabajadores efectivos y de temporada, remuneración por producción, garantía mensual de salario, aguinaldo, beneficios sociales, prestaciones no remunerativas, asignaciones familiares y representatividad sindical del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP). Disponible en http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/130000-134999/130846/norma.htm [Consulta: Noviembre de 2012] 25
Entrevista al empresario Alberto Castro Arán de la firma “14 de Julio”. Ver Anexo Nº 3. En todos los casos se contemplan valores vigentes en el primer semestre de 2012.
42
Cuadro Nº 7: Remuneración de los fileteros de acuer do al convenio PyME.
Convenio PyMe fileteros Mar del Plata
Nro. 584/2007
Base garantizada $ 3.000,00
Remuneración por
producción $1,70 por kg.
Supuestos
A) 100 kg por día producción baja
B) 150 kg. por día producción media
C) 200 kg.por día producción óptima
Cantidad de días trabajados en el mes 21
Valores Supestos
A) B) C)
Sueldo base $ 3.000,00 $ 3.000,00 $ 3.000,00
Producción $ 3.570,00 $ 5.355,00 $ 7.140,00
Total salarios $ 6.570,00 $ 8.355,00 $ 10.140,00
Deducciones
Jubilacion (11%) $ 722,70 $ 919,05 $ 1.115,40
Obra Social (3%) $ 197,10 $ 250,65 $ 304,20
Ley 19032 (3%) $ 197,10 $ 250,65 $ 304,20
Cuota sindical (2.5%) $ 164,25 $ 208,88 $ 253,50
total deducciones $ 1.281,15 $ 1.629,23 $ 1.977,30
Neto a cobrar $ 5.288,85 $ 6.725,78 $ 8.162,70
Anualizado
Total salarios (1) $ 85.804,20 $ 109.116,30 $ 132.428,40
Total deducciones (2) $ 16.731,82 $ 21.277,68 $ 25.823,54
Neto a cobrar $ 69.072,38 $ 87.838,62 $ 106.604,86
Aclaraciones: (1) 11,5 meses de salario + 1 mes SAC+ 1/2 mes vacaciones (2) Jubilación 11% + Obra Social 3% + Ley 19032 INSSJyP 3% + Cuota sindical 2,5%
En el cuadro Nº 8, donde se ilustra la situación de los trabajadores bajo el sistema de
cooperativa, se contemplan diversas posibilidades: en el caso “A” se toman como
referencia los datos extraídos de la entrevista a Cristian Cousiño –ex-filetero-; mientras
que en los restantes supuestos (“B”, “C” y “D”) las remuneraciones se estiman a partir de
los datos brindados en la entrevista a Cristina Ledesma del SOIP (ver Anexo Nº 3).
La regla general para todos los supuestos es la ausencia de paga de aguinaldo y
vacaciones. En el caso “A”, de acuerdo al testimonio de Cristian Cousiño, el sueldo es de
unos $2.900 fijos, sin que tenga lugar un pago a destajo en función de la cantidad de kilos
43
producida. A esto hay que descontarle los $332 mensuales que demanda el monotributo
categoría “C”, que son generalmente abonados por el supuesto “asociado”, quedando así
un ingreso de bolsillo de $2.568 pesos. En el caso de que el monotributo sea pagado por
la empresa que administra a la cooperativa, el salario percibido por el trabajador asciende
a la suma original de $2.900. Si se expresan estas cifras en términos anuales, la suma
percibida por el trabajador ascendería a $30.816 o a $34.800, según tenga que soportar o
no el pago del monotributo.
En las restantes tres columnas, se contempla una paga a destajo de $2 por kilo fileteado y
un básico mensual de $1.000 en el caso de que no haya producción26. En el supuesto “B”,
con una producción diaria de 100 kilos se alcanzan los $4.200 mensuales, mientras que
en la columna de “C” con 150 kilos de producción, el filetero gana $6.300. Por último, en
el supuesto “D” con 200 kilos de pescado fileteado, el trabajador “cooperativizado” llega a
un sueldo de $8.400. En todos estos casos se supone veintiún días de trabajo al mes y el
pago del monotributo soportado por la empresa que gestiona la cooperativa.
En el caso de que el pago del monotributo corra por cuenta del trabajador, estaríamos
hablando de sumas más bajas: para el supuesto “B” $3.749, en el caso “C” $5.733 y en el
“D” $7.738. En términos anuales, estas cifras serían de: $44.988 –caso “B”-, $68.796 –
caso “C”- y $92.856 –caso “D”-.
En cuanto al régimen cooperativo, existe un seguro de responsabilidad civil que se saca
entre los empleados o “miembros” de la cooperativa, por ende el costo varía y no se ha
tomado en cuenta. Este sistema es una cobertura contemplada en el Código Civil y en la
Ley de Seguros -Ley Nº 17.418-, pero no está pensada para un ámbito laboral, sino que
su objetivo es totalmente distinto.
26
De acuerdo a lo informado por la secretaria general del SOIP, Cristina Ledesma, el pago por kilo fileteado
en las pseudocooperativas varía entre $1,50 y $2, en tanto que el pago mensual mínimo de $1.000 sólo se
abona en caso de que los trabajadores no lleguen a cubrir ese monto de ingreso con los kilos producidos.
44
Cuadro Nº 8: Remuneración de los fileteros bajo el régimen de las cooperativas fraudulentas.
SUPUESTOS**
A B C D
Sueldo base $2.900 $1.000 $1.000 $1.000
- $4.200 $6.300 $8.400
Total salarios $2.900 $4.200 $6.300 $8.400
Menos
Monotributo (1)
- $332 - $451 - $567 -$662
Neto $2.568 $3.749 $ 5.733 $7.738
Anual $30.816 $44.988 $68.796 $92.856
(1) Los valores asignados al monotributo responden a la anualización de los montos cobrados mensualmente y su encasillamiento en la tabla emitida por AFIP con vigencia hasta el 30/08/2013.
**Supuestos: Exceptuando el caso A) en el resto de los supuestos se contempla el pago de $2 por kilo de pescado fileteado. A) Paga fija sin contemplar producción. B) Producción de 100 kg por día. C) Producción de 150 kg por día. D) Producción de 200 kg por día.
La diferencia de ingresos estimada entre ambos regímenes laborales es considerable. Sin
mencionar, que un empleado que no está registrado no tiene el respaldo de un sindicato
que lo defienda.
El caso de la pseudocooperativa es así porque se fragua un contrato de prestación de
servicios que no tiene sentido y el horario de trabajo lo determina el empresario, el
verdadero “dueño” de la cooperativa.
Como se observa en los cuadros, el trabajador cooperativizado llega a ganar en el mes
más dinero que el registrado, sólo en el caso de que no pague el monotributo y produzca
200 kilos diarios de filete, suponiendo siempre veintiún días de trabajo mensuales. No
obstante, esta ventaja se pierde en la consideración anual, dado que los trabajadores de
las pseudocooperativas no perciben SAC. Así, aun en este caso los trabajadores
registrados ganan al año $5.804,86 más que los cooperativizados.
45
Asimismo, un empleado registrado tiene un mínimo garantizado de $3.000, mientras que
en la cooperativa, si no hay materia prima, no hay remuneración y en el mejor de los
casos existe una paga garantizada de $1.000.
De acuerdo con el titular de la Cámara de Industrias Pesqueras Argentinas (CAIPA),
Gabriel Quercia, “Los trabajadores cooperativizados lo único que cobran como un extra es
lo que se llama excedente financiero. Es un plus que reciben anualmente pero no se
puede fijar en un porcentaje, porque tiene que ver con el año productivo que haya tenido
la cooperativa. Como el trabajo es destajo, se valora la labor realizada y no por un jornal.
Si trabajaste 15 días vas a cobrar un proporcional a esos días trabajados. Y depende de
la cooperativa, hay algunas que los redistribuyen otras no”, afirmó el titular de la Cámara.
Como observamos la diferencia está en la fuerza contractual. En el sistema
pseudocooperativo la “cooperativa” es el grande y el “miembro” el minúsculo. En el
sistema de relación de dependencia, en lo contractual si bien hay disparidad en la relación
empresa y trabajador, a este último lo protege la Ley de Contrato de Trabajo y el
Convenio PyME. En la pseudocooperativa no, porque está pensada para una economía
asociativa y no para que exista un dueño. Por esto, se desvirtúa la relación que existe.
46
LA CONFLICTIVIDAD LABORAL DEL SECTOR
EL CASO DE 2007: ESTALLIDO SOCIAL Y CONNIVENCIA ESTATAL
Toda la vulneración a los derechos laborales expuesta anteriormente, junto con otros
factores, trajo aparejada conflictos constantes en el puerto marplatense. En líneas
generales, los conflictos en el puerto de la ciudad siempre han recaído en dos puntos: por
puja de poder entre los empresarios y el Estado Nacional en cuanto a las vedas
impuestas debido a la delicada situación del caladero; y por la registración laboral de
empleados precarizados y la de los “miembros” de las cooperativas fraudulentas, que si
bien no son empleados no registrados, tampoco son asalariados en relación de
dependencia, sino que son víctimas de una relación asalariada fraudulenta.
La presencia en las calles de este último reclamo tuvo su mayor expresión, sobre todo por
la organización de los trabajadores, en julio de 2007. El comienzo del reclamo tuvo como
situación determinante la falta de materia prima para procesar, en este caso, provista por
la Empresa Giorno S.A., perteneciente al Grupo Valastro. Debido a la inestabilidad laboral
que padecían los trabajadores, empiezan una lucha con dos fines: conseguir un mínimo
garantizado como en el Convenio Colectivo 161/7527, como lo es la garantía horaria que
asegura a los trabajadores registrados un haber mínimo, sin contemplar la producción
lograda; y lograr la debida registración laboral de todos los trabajadores.
En este contexto, los trabajadores iniciaron un piquete frente a una de las plantas
involucradas y realizaron cortes en las salidas del puerto de Mar del Plata. El reclamo
incluía a seiscientos trabajadores de ocho pseudocooperativas que respondían a Giorno
S.A. -San Julián, El Faro; Fe de Mar, El Gaucho, Puerto Argentino, La Armonía, San
Jorge y 4 de Octubre-.
El doctor Julio Hikkilo, fue el abogado de estos trabajadores autonconvocados y aclara
parte del proceso: “En junio de 2007 comenzó una campaña de registración muy fuerte,
duró un año y medio. Empezamos con pedir audiencias, los empresarios se resistían,
27 El Convenvio Colectivo 161/75 fue suscripto el 1º de junio de 1975 por el Sindicato de Obreros de la
Industria Pesquera (SOIP) y por la Cámara Argentina de Productores de Filete de Pescado, para ser aplicado
en el Partido de General Pueyrredon, alcanzando un número de beneficiarios de aproximadamente 18.000
obreros.
47
alegaban que iban a quebrar. Los sindicatos de la actividad se oponían al pedido de
registración, como el SOIP (Sindicato Obrero de la Industria del Pescado), eran cómplices
del empresariado. En su momento, el sindicato era conducido por Samuel Salas y
los hermanos Mamerto y Luis Verón.
Intentamos abrirnos de la organización madre que era el SOIP, para canalizar el reclamo
a través de Los trabajadores autoconvocados por la registración laboral , tuvimos
mucha fuerza. Logramos reunir a la cámara empresarial en el Ministerio de Trabajo de la
provincia de Buenos Aires. Para la registración se firmó un acuerdo, donde el Estado
nacional y provincial, se comprometían a hacerlo. Y durante los cien días subsiguientes,
se iba a citar a las empresas para que registren a sus trabajadores. A partir de ahí
empezamos a observar que desde el ministerio se hacían maniobras para evitar que esto
sucediera. Se producían las citaciones en forma errónea, mandaban las cartas a
direcciones inexistentes, citaban a la cooperativa y no al empresario principal. Siempre
dejaban una válvula de escape, apuntando claramente al desgaste”.
Debido a esta situación, posteriormente se intentó continuar el reclamo en una instancia
que contempló el plano nacional. El ministro de trabajo de Nación, Carlos Tomada, firmó
un acta de compromiso donde prometió controlar el sector con la AFIP (Administración
Federal de Ingresos Públicos), el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía
Social) y la DIPAC (Dirección Provincial de Acción Cooperativa) para erradicar el trabajo
no registrado en el puerto, objetivo que no fue logrado.
En los papeles, los empresarios resultaron derrotados en 2007, pero la lucha no tuvo el
acompañamiento del Estado en todas sus esferas. La clave que determinó un escenario
favorable para el empresariado fue el desamparo que sufrieron lo trabajadores
autonconvocados por parte del propio sindicato. La diferencia entre la conducción gremial
y los trabajadores cooperativizados, radicó en las condiciones para la regularización de
los fileteros. El SOIP negoció con los empresarios la aplicación de un nuevo convenio en
la forma de anexo PyME (Nro. 584/ 2007), el cual reemplaza al convenio 161/75, que era
el pretendido por los manifestantes que exigían ser “blanqueados”.
48
LA ETERNA LUCHA. EL CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO 161/75
Cristian Cousiño creció en una familia vinculada al trabajo portuario. A los catorce años
comenzó a desempeñarse en el fileteado de pescado y en 2007, con treinta y cinco años,
dejó la actividad. Desde 2009, integra junto a otros cincuenta compañeros desplazados
del sector pesquero una cooperativa de trabajo que construye viviendas en Mar del Plata
y Batán.
Según el testimonio de Cousiño, luego del reclamo que se produjo en el puerto de nuestra
ciudad por parte de los trabajadores de las procesadoras en el año 2007, el empresariado
confeccionó “listas negras” con ayuda de la conducción del SOIP de ese momento, para
impedirles seguir trabajando en el puerto a aquellos que protestaron. Entre esos
trabajadores, que han hecho valer sus derechos y padecieron esta discriminación, se
encuentra Cousiño.
“En 2007 peleamos por la registración laboral, el convenio colectivo de trabajo (CCT) 75.
No queríamos el convenio PyME, lo único que sirve a los trabajadores de la pesca es el
75. Con el proceso de 2007 hasta ahora fueron quedando muchos compañeros en la
calle, buscando otras áreas laborales”, sostiene Cristian.
El ex filetero afirma que además de ser mejor para el trabajador, el CCT significó la vida
para muchos compañeros detenidos y desaparecidos por la última dictadura cívico-militar,
por eso siempre la discusión es la misma. Además de que se contemple la garantía
horaria y se asegure una jubilación, es una forma de recordar a los trabajadores que ya
no están.
“No hay respuesta para los que trabajan en cooperativas truchas y a veces, ni siquiera
para los que tienen la suerte de estar en relación de dependencia. Falta una decisión
política. Realmente hoy por hoy juegan con la necesidad de la gente, porque les prometen
subsidios a sectores que no representan a los trabajadores, se promete comida. Esta
gente no es vaga, quiere trabajo y nadie ve esto”, sentencia Cousiño.
LA CONFLICTIVIDAD LABORAL ACTUAL EN EL SECTOR PESQUERO
Lejos de una solución definitiva, la situación de precariedad e inestabilidad que aún
aqueja a gran parte de los trabajadores del puerto marplatense continúa siendo motivo de
49
demandas y conflictos de magnitud. En tal sentido, de acuerdo al Informe Sociolaboral del
Partido de General Pueyrredon de diciembre de 2012, elaborado por el Grupo de Estudios
del Trabajo de la UNMdP, las actividades vinculadas al puerto fueron las que presentaron
mayor intensidad en cuanto a conflictos relevados, ya sea en la actividad primaria de la
pesca, en la industria pesquera o en el transporte de productos pesqueros.
Dicho informe, especifica: “La mayoría de los conflictos del sector privado marplatense se
desarrollan en las ramas de la industria (10), transporte (7), comercio, gastronomía y otros
servicios (8) y pesca (1). Este último sector, si bien registra un único conflicto, el mismo
fue el que adquirió mayor extensión y repercusión económica y social en el período
analizado, impactando en otros sectores relacionados con la actividad pesquera comercial
de la ciudad” (Lanari et al., 2012: 26).
El conflicto mencionado anteriormente duró cuatro meses y tuvo dos causas. En principio
fue motivado por el pedido de incremento salarial y en este sentido, existió una diferencia
entre gremios. El Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE) inició protestas en marzo
de 2012 contra el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el empresariado ante
la demora por iniciar la discusión salarial. En los meses que siguieron el conflicto se
profundizó; desde el SIMAPE pretendían un aumento del 30%, con lo cual rechazaron
reiteradas veces propuestas salariales que consideraron insuficientes. Más de cincuenta
jornadas de paro mantuvieron en tensión al puerto marplatense. Esta diferencia se
solucionó, después de haber llegado a un acuerdo el SIMAPE, el SOMU y el Ministerio de
Trabajo de la Nación, que culminó con una suba salarial del 22%28.
28
http://www.pescare.com.ar/n3079_el_simape_levanto_el_paro.htm [Consulta: Noviembre de 2012]
50
LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LAS RELACIONES LABORA LES
EL CONTRALOR ESTATAL
En la sección anterior se ha hecho mención de las complicaciones que se han presentado
a la hora de las protestas obreras, que buscan la regularización de las tareas en el sector
filetero. En relación a esta temática, es importante exponer cómo se trabaja desde las
delegaciones de los ministerios de trabajo, tanto de Nación como de la Provincia. A
continuación, exponemos el parecer de los representantes de estos organismos en la
ciudad y la zona.
Ángel Rato, es delegado local del Ministerio de Trabajo de Nación desde 1996 y explica
al respecto: “Nosotros hasta el año 2003 no teníamos injerencia en el tema, porque en los
años ‘90, el ejecutivo le sacó al Ministerio todas las atribuciones. No teníamos
herramientas, ni estructura para controlar. Con el gobierno de Néstor Kirchner se reformó
la ley 26.476 y ahí se le dio la posibilidad al Ministerio de que controlara los aportes y
contribuciones a nivel nacional, en las mismas condiciones que tiene la AFIP”.
En relación a las funciones y competencias de cada ente, en el plano nacional y
provincial, Rato aclara: “El Ministerio a nivel nacional tiene las facultades para controlar
que los trabajadores tengan alta temprana en el sistema de la AFIP. Desde la provincia
además de esto, deben verificar la aplicación del convenio colectivo de trabajo, si los
trabajadores cumplen la jornada de ocho horas o en el caso de que hagan extras, si se les
paga. En principio nosotros no podemos hacerlo, más allá de la competencia federal”.
Cuando se detecta fraude laboral se notifica al Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Social (INAES) -dependiente del Ministerio de Desarrollo Social-, se manda la
resolución y la multa aplicada, y este ente le inicia un sumario a la cooperativa
involucrada, la cual puede perder la personería29.
Las multas van de $8.000 a $10.000 por cada trabajador no registrado que se le detecta a
la empresa. Hasta 2011 inlcusive, la multa era aproximadamente de $1.000. Los
empresarios especulaban con una menor multa en tiempos pasados, porque así apelaban
29
Ver Anexo Nº 2: Modelo de resolución de fiscalización, otorgado por el propio delegado Ángel Rato.
51
y estiraban los tiempos judiciales. De acuerdo con el delegado, hoy el sistema jurídico
funciona mejor en ese sentido. O sea, que las empresas son ejecutadas más
rápidamente, en el caso de que no paguen.
Para finalizar, Rato explica cómo culmina el proceso del expediente: “Cuando se paga la
multa, el expediente va a la AFIP y le reclama a la empresa, además de los aportes que
evitó durante el tiempo de la ilegalidad laboral que cometieron, desde el tiempo que el
trabajador declaró hasta que se dio la baja del mismo. Todo esto puede llevar a que la
empresa quiebre porque son cifras grandísimas. Lo que nosotros queremos es que de
una buena vez pongan a los trabajadores en blanco. Siempre buscan alguna manera de
maquillarlo”.
Queda claro que muchas empresas del sector implementan la política del trabajo no
registrado a través de la implementación de cooperativas fraudulentas, muchas de las
cuales funcionan dentro de las mismas empresas.
En marzo de 2012, por disposición de la Dra. Noemí Rial, en su rol de Viceministra de
Trabajo de la Nación, se ordenó verificar cómo funcionaba la industria pesquera en Mar
del Plata. Con la presencia de la directora nacional de fiscalización, con un equipo de casi
treinta inspectores de todo el país, siete vehículos y durante dos semanas se
inspeccionaron setenta y dos empresas. En total se verificó la situación de 1.453
trabajadores, de los cuales 1.150 estaban no registrados. Es decir, un 76,41%. No
obstante, estas cifras representan una reducción en el número de trabajadores que
padecen la precariedad laboral en el sector del filetado del pescado, ya que en 2004 se
detectaron 1.844 trabajadores irregulares, sobre 2.300 aproximadamente. De todos
modos, las cifras siguen siendo alarmantes, dado que casi el 80% de los trabajadores
padecen situaciones laborales precarias (Garrone, 2012).
En el caso de la provincia, la responsabilidad recayó hasta junio de 2013, sobre José
“Pepe” San Martín, que es delegado regional del Ministerio de Trabajo de Provincia desde
2004, y en relación a las cooperativas fraudulentas, sentencia: “El mismo Estado Nacional
las promueve, es complicado porque de alguna forma o de otra es trabajo. Pero hay que
pelear para que se registren. No sólo en el puerto, en taxis, remises y gastronomía. En los
papeles está todo bien, la realidad es que son trabajadores explotados, no son
monotributistas. Ninguno está en contra del buen sistema cooperativo, sino de aquellas
que se alimentan a costa de la explotación de los trabajadores”. Y agrega, que en estas
52
pseudocooperativas que arma el empresariado las ganancias son para cuatro y las
pérdidas para todos.
Para el delegado regional hay un juego macabro con la necesidad de trabajo que existe
en la ciudad y que el trabajador es víctima y no cómplice. Es allí, donde entran en juego
los empresarios que se aprovechan de esta situación. Además, aclara: “Muchos quedaron
al margen post 2001, de ahí hasta hoy nunca más pudieron volver a la rueda del trabajo
registrado. Lo que ha mejorado la ciudad en el tema laboral es importante, no es un
panorama malo. Pero hay factores como éstos que perjudican”.
COOPERATIVISMO MODELO
Como ha quedado expuesto, aquellos empresarios que fraguan el sentido solidario de la
cooperativa para beneficio propio, generan un concepto errado en la conciencia social de
lo que constituye una verdadera cooperativa. Sin embargo, existen cooperativistas que
ejecutan el real sentido de las cooperativas de trabajo.
Patricio Alessandroni es vicepresidente de INDUSTRIALCOOP LIMITADA, y se dedica a
la promoción del sistema cooperativo en la ciudad. Considera que es un sistema muy
bueno para trabajar, más allá de que en Argentina esté muy golpeado y bastardeado.
INDUSTRIALCOOP nació en 1994 vinculada a las autopartes, hasta que se radicó en Mar
del Plata, precisamente para trabajar en la pesca. Actualmente, cuenta con
aproximadamente ochenta miembros.
En relación al sistema, Alessandroni aclara: “Cada miembro de la cooperativa tiene
derecho a las utilidades, además de voz y voto en las asambleas. La administra el
Consejo de Administración, la cooperativa funciona como una sociedad anónima. Hay
autoridades como presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, vocal y vocal suplente.
El consejo puede otorgar poderes a terceros, para desempeñar tareas específicas, pero
con asociación previa a la cooperativa”.
De acuerdo con el vicepresidente de INDUSTRIALCOOP no hay más de cinco sobre un
total de ciento cincuenta cooperativas en la ciudad, que funcionan bien en la industria del
pescado. Además, explica que al cerrarse una cooperativa fraudulenta, inmediatamente
53
aparece otra. Porque hay contadores que se dedican a armar cooperativas que después
se alquilan, se venden o se prestan entre los diferentes grupos empresarios.
Alessandroni considera que hay fallas estatales, ya que “no debería haber tantos ataques
al sistema desde el Estado. Sí más capacitación sobre cooperativismo, institucional y el
sistema. En diferentes sectores. No se destina la plata necesaria para incentivar el
cooperativismo”.
54
CONCLUSIONES
El decenio de 1980 fue un período de transición hacia el profundo cambio del circuito
económico pesquero que comenzó en los ‘90. Entre los cambios introducidos en el sector
por las políticas menemistas se destaca la ruptura de la tradicional relación salarial por
una nueva, flexible y abusiva. Todo esto con impacto directo en la estructura económica,
institucional y laboral, en paralelo con los ciclos económicos ocurridos durante el período.
La herramienta implementada con mayor extensión en el sector pesquero fue y es el
fraude laboral, a través del sistema de pseudocooperativas. Como señala Mateo, luego de
las quiebras de 1990, los nuevos empresarios que se consolidaron contaron con gran
cantidad de mano de obra calificada y desempleada. Esta transformación negativa para
los trabajadores, comenzó a plasmarse entre fines de 1991 y comienzos de 1992, cuando
muchos obreros fueron despedidos u obligados a renunciar y posteriormente se los volvió
a incorporar, pero en calidad de “socios” de las cooperativas. De esta manera, se
constituyeron falsas cooperativas, amparadas en la Ley de Cooperativas Nº 20.337 y
manejadas por los empresarios a través de testaferros.
La cooperativización del trabajo constituyó y constituye una estrategia de competitividad
salarial. La empresa mantiene el planteamiento productivo dejando a la cooperativa la
ejecución de la tarea de subcontratación (Colombo, 2008).
La figura del cooperativismo aparece como un instrumento subordinado al objetivo de
precarizar las relaciones laborales , porque los grupos económicos del puerto
marplatense mal utilizan la figura de la cooperativa para la desregulación del mercado de
trabajo. Así, los trabajadores perdieron muchos de sus derechos como la garantía horaria,
el sueldo anual complementario, plus por antigüedad, vacaciones, licencia por
enfermedad, entre otros.
En los ‘90 gracias a la connivencia estatal, el caladero local se extranjerizó con acuerdos
como el Convenio con la Unión Europea de 1994 y el ingreso de la flota congeladora-
factoría española. Esto determinó la depredación del recurso, desencadenando en el año
1999 la promulgación de la Ley de Emergencia Pesquera. La inversión técnica como el
procesado y congelado a bordo -lo que anula la mano de obra en tierra-, sumada a la
escasez de merluza hubssi -principal especie exportable- generó un contexto donde cada
55
vez era menos posible el arribo del recurso para ser procesado en el puerto local. Esta
crisis estructural es la que padece el sector pesquero marplatense y ha colapsado en
diversas ocasiones, en forma de conflicto social.
Esta concurrencia de factores genera en el ámbito laboral total incertidumbre. En este
sentido, Robert Castel explica: “Por debajo de las regulaciones generales que otorgan un
estatuto y una identidad fuerte a los colectivos de asalariados, la multiplicación de las
formas particulares de contrato de trabajo confirma la balcanización de los tipos de
relación con el empleo: contratos de trabajo por tiempo determinado, provisionales, de
jornada parcial, etcétera. Las situaciones intermedias entre empleo y no-empleo son
también objeto de nuevas formas de contractualización. Contratos de retorno al empleo,
contratos de empleo-solidaridad, contratos de reinserción en alternancia… Estas últimas
medidas son particularmente expresivas de la ambigüedad de los procesos de
individualización del derecho y las protecciones” (Castel, 1997: 476).
Como marcamos, existe un grado de inseguridad y de explotación en el sector. Mientras
la cuestión de fondo no se resuelva, esta problemática no se va a solucionar. Hay una
violencia que no se ve, pero que la padecen muchos trabajadores día a día.
Ahora cabe preguntarse qué falla o quiénes fallan. Claramente la responsabilidad recae
en el Estado Nacional, quien como máxima autoridad es el encargado de controlar para
evitar estas prácticas. Debe articular todos los organismos participantes en este terreno
para cristalizar un verdadero contralor. Como los ministerios de trabajo tanto de Nación
como de Provincia, la AFIP, el INAES y el IPAC. El marco normativo existente permite
evitar el fraude laboral, si hay decisión política de hacerlo. Nada más hay que hacer
cumplir la ley, todas las herramientas están a disposición. Aquí al no respetarse la ley, es
la regla del más fuerte.
Por su parte en el Poder Judicial, tanto fiscales como jueces cuando toman conocimiento
de un delito tienen la obligación de actuar de oficio. Todos tenemos acceso, a través de
los medios de comunicación, a las diferentes denuncias que realizan los trabajadores -
conflictos, registración, pseudocooperativismo-. Sin embargo, en las fiscalías generales
no hay denuncias al respecto. En este caso, algunos funcionarios judiciales omiten su
función o no se informan.
56
El poder público es la única instancia capaz de imponer un mínimo de cohesión a la
sociedad. En este sentido, las coacciones implacables de la economía ejercen una
presión centrífuga creciente. La salida a esta cuestión es un Estado estratega que
redespliegue sus intervenciones, solucione los puntos de tensión, evite el quiebre y
sostenga a quienes han caído debajo de la línea del sistema. Incluso un Estado protector,
pues, en una sociedad heterogénea no hay cohesión social sin protección social. El
Estado debería ajustar al máximo sus intervenciones (Castel, 1997).
Sin lugar a dudas que es una problemática compleja y que requiere de tiempo para su
erradicación por los actores que representan esta triste escena. Para finalizar,
recurriremos a las palabras del abogado que representó a los trabajadores
autoconvocados del puerto en 2007. El Dr. Julio Hikkilo, en su momeno expresó:
“Estamos ante un sector que concentra riqueza, apoya campañas políticas, coopta y
compra. En la justicia laboral es muy difícil sacar sentencias con condenas para
empresarios. Se constata la existencia de fraude laboral, pero les cuesta mucho a los
jueces extender la responsabilidad a los dueños de la materia prima. Porque el poder
judicial indirectamente responde a una decisión política de no accionar ante esto. Las
instituciones no funcionan. Que nos hayan archivado causas por falta de mérito donde
estaba comprobado que había ilegalidad, demuestra que hay un mecanismo perverso que
han montado y es rentable para algunos que esto permanezca a costa de todos”.
Este tipo de prácticas afecta los derechos de los trabajadores del sector y perjudica
indirectamente a todos. En tal sentido, si bien los trabajadores cooperativizados realizan
aportes previsionales mediante el pago del monotributo, bajo este sistema los
empresarios evaden el pago de las contribuciones que les correspondería abonar por
cada trabajador registrado. En consecuencia: ¿Cuánto pierde el Estado por la evasión de
cargas sociales? ¿Cuánto pierden los jubilados y los perceptores de asignaciones
familiares? En efecto, a partir de la creación del Sistema Integrado Previsional Argentino
(SIPA) mediante la ley Nº 26.425, todos los aportes que no son percibidos por la
Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) son recursos que no se
encuentran disponibles para el pago de jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares
contributivas y Asignación Universal por Hijo. Asimismo, este fraude laboral lesiona la
recomposición de los haberes jubilatorios porque, conforme a la Ley de Movilidad
Previsional, una parte del aumento semestral que se les da a los jubilados y pensionados
se calcula a partir de los recursos de los que dispone la ANSES.
57
De esta manera, la precarización del trabajo a partir de la utilización fraudulenta de la
figura de la cooperativa constituye una práctica perniciosa que no sólo perjudica en forma
directa a los trabajadores involucrados -tanto mediante el recorte de sus ingresos como
por el deterioro de sus condiciones laborales y de vida-, sino que afecta al conjunto de la
sociedad por sus efectos adversos sobre el financiamiento del Estado y la distribución del
ingreso, así como por el daño que ocasiona al conjunto del tejido social la injusticia
distributiva y la degradación de las condiciones de trabajo que estas prácticas conllevan.
58
ANEXO: Nº 1: TASAS BÁSICAS DEL MERCADO DE TRABAJO
Cuadro Nº 1: Tasas Básicas del Mercado de Trabajo – Total País y Mar del Plata-Batán – Promedios anuales
Tasas (en porcentaje) 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
Actividad (Total País) 39,1 39,5 40,0 41,3 41,0 42,0 41,5 42,2
Mar del Plata-Batán - - - - - 42,7 41,3 45,7
Empleo (Total País) 36,1 37,0 37,3 37,3 36,3 34,7 34,3 35,0
Mar del Plata-Batán - - - - - 33,3 33,1 37,4
Desocupación (Total País)
7,5 6,5 7,0 9,6 11,4 17,5 17,2 14,9
Mar del Plata-Batán - - - - - 22,1 19,8 18,2
Subocupación (Total País)
9,1 8,3 8,2 9,1 10,3 11,9 13,1 13,2
Mar del Plata-Batán - - - - - 10,2 10,7 14,5
Fuente: elaboración propia en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) Nota: la EPH comenzó a relevarse en el aglomerado Mar del Plata-Batán en octubre de 1995, por lo que a nivel local no se dispone datos anteriores a esa fecha.
Cuadro Nº 1: Tasas Básicas del Mercado de Trabajo – Total País y Mar del Plata-Batán – Promedios anuales
Tasas (en porcentaje) 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Actividad (Total País) 42,3 42,8 42,6 42,5 42,4 45,7 45,9 45,7
Mar del Plata-Batán 42,9 42,7 45,6 44,9 45,6 48,2 48,9 49,2
Empleo (Total País) 36,9 36,7 36,2 35,2 34,1 37,8 39,7 40,5
Mar del Plata-Batán 36,9 35,7 37,5 35,5 35,8 40,1 42,5 43,1
Desocupación (Total País)
12,8 14,2 15,1 17,4 19,7 17,3 13,6 11,6
Mar del Plata-Batán 13,8 16,5 17,7 20,9 21,3 16,8 13,0 12,7
Subocupación (Total País)
13,5 14,0 14,6 15,6 19,3 17,1 15,1 12,6
Mar del Plata-Batán 13,3 15,6 14,8 17,5 19,3 16,7 15,4 13,8
Fuente: elaboración propia en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)
59
Cuadro Nº 1: Tasas Básicas del Mercado de Trabajo – Total País y Mar del Plata-Batán – Promedios anuales
Tasas (en porcentaje) 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Actividad (Total País) 46,3 46,1 45,9 46,1 45,9 46,3 46,2
Mar del Plata-Batán 48,0 47,8 46,6 46,7 47,9 47,8 46,1
Empleo (Total País) 41,6 42,1 42,2 42,1 42,4 43,0 42,9
Mar del Plata-Batán 43,2 42,8 42,4 41,5 43,9 43,6 42,0
Desocupación (Total País)
10,2 8,5 7,9 8,7 7,7 7,2 7,2
Mar del Plata-Batán 10,0 10,4 9,1 11,0 8,4 9,0 8,9
Subocupación (Total País)
11,2 9,2 8,8 10,1 9,1 8,5 8,7
Mar del Plata-Batán 11,9 10,0 11,3 11,4 11,1 9,6 10,4
Fuente: elaboración propia en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)
Nota: a partir de 2003 se implementó un cambio metodológico en la EPH por el cual la EPH puntual que se aplicaba hasta entonces fue reemplazada por la EPH continua. Por esta razón los datos relevados con anterioridad al año 2003 no son directamente comparables con la información referida a períodos posteriores.
60
ANEXO Nº 2: MODELO DE RESOLUCIÓN DE FISCALIZACIÓN
61
62
63
ANEXO Nº 3: ENTREVISTAS
ÁNGEL RATO
DELEGADO REGIONAL DEL MINISTERIO DE TRABAJO DE NACIÓN
ENTREVISTA REALIZADA EN ABRIL DE 2012
- ¿Qué ha cambiado para el ministerio, en materia d e atribuciones, desde 2003 en relación a la década de los 90?
- Nosotros hasta el año 2003 no teníamos injerencia en el tema, porque en los años ‘90, el ejecutivo le sacó al Ministerio todas las atribuciones. No teníamos herramientas, ni estructura para controlar. Con el gobierno de Néstor Kirchner se reformo la ley 26.476 y ahí se le dio la posibilidad al Ministerio de que controlara los aportes y contribuciones a nivel nacional, en las mismas condiciones que tiene la AFIP.
- ¿Qué competencias tienen para controlar y evitar el fraude laboral?
- El Ministerio a nivel nacional tiene las facultades para controlar que los trabajadores tengan alta temprana en el sistema de la AFIP. Desde la provincia además de esto, deben verificar la aplicación del convenio colectivo de trabajo, si los trabajadores cumplen la jornada de 8 horas o en el caso de que hagan extras, si se les paga. En principio nosotros no podemos hacerlo, más allá de la competencia federal.
- En el caso de detectar fraude laboral ¿cuáles son los pasos a seguir administrativamente?
Cuando se detecta fraude laboral se notifica al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) -dependiente del Ministerio de Desarrollo Social-, se manda la resolución y la multa aplicada, y este ente le inicia un sumario a la cooperativa involucrada. Hasta pueden perder la personería.
- ¿Las multas qué monto tienen actualmente?
- En la actualidad las multas van 8.000 y 10.000 pesos por cada trabajador no registrado que se le detecta a la empresa, antes la multa era de aproximadamente de 1.000 pesos. Los empresarios especulaban, con una menor multa en tiempos pasados, porque así apelaban y estiraban los tiempos judiciales. Hoy el sistema jurídico funciona mejor en ese sentido. O sea, que las empresas son ejecutadas más rápidamente sino pagan.
- ¿A partir de cuándo se aumentaron las multas?
- A principios de 2012 se incrementaron las multas por trabajador no registrado.
- ¿Cómo finaliza el proceso administrativo?
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- Cuando se paga la multa, el expediente va a la AFIP y le reclama a la empresa, además de los aportes que evitó durante el tiempo de la ilegalidad laboral que cometieron, desde el tiempo que el trabajador declaró hasta que se dio la baja del mismo. Todo esto puede llevar a que la empresa quiebre porque son cifras grandísimas. Lo que nosotros queremos es que de una buena vez pongan a los trabajadores en blanco. Siempre buscan alguna manera de maquillarlo.
JOSÉ “PEPE” SAN MARTÍN
FUE DELEGADO DEL MINISTERIO DE TRABAJO DE PROVINCIA BS.AS HASTA JUNIO DE 2013
ENTREVISTA REALIZADA EN MAYO 2012
- Como funcionario provincial ¿por qué consideras q ue se padece el fraude laboral a través del llamado sistema de cooperativa?
- El mismo Estado Nacional las promueve. Es complicado porque de alguna forma o de otra es trabajo. Pero hay que pelear para que se registren. No sólo en el puerto, en taxis, remises y gastronomía. En los papeles está todo bien, la realidad es que son trabajadores explotados, no son monotributistas. Ninguno está en contra del buen sistema cooperativo, sino de aquellas que se alimentan a costa de la explotación de los trabajadores. En estas pseudocooperativas que arma el empresariado las ganancias son para cuatro y las pérdidas para todos.
- ¿Cuál es el eje que motiva este atropello a los d erechos de los trabajadores?
- Hay un juego macabro con la necesidad de trabajo que existe en la ciudad y que el trabajador es víctima y no cómplice. Es allí, donde entran en juego los empresarios que se aprovechan de esta situación. Muchos quedaron al margen post 2001, de ahí hasta hoy nunca más pudieron volver a la rueda del trabajo registrado. Lo que ha mejorado la ciudad en el tema laboral es importante, no es un panorama malo. Pero hay factores como estos que perjudican.
- ¿Qué tareas realizan para evitar esto?
- Este ministerio conjuntamente con los gremios viene haciendo acciones conjuntas de contralor. Mar del Plata es una ciudad atípica, que tiene actividad en diciembre, enero, febrero, marzo y después a remar. Además de los controles, pero tiene que haber sentido común. Lamentablemente muchos compañeros y compañeras son extorsionados, ante la necesidad.
- ¿Este problema tiene solución?
- Hay que estar permanentemente con el tema y desde acá todos tienen su lugar, el tema cuando se hace política con esto no suma para nada. El compañero es víctima del
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sistema no es cómplice de esto. Yo no estoy de acuerdo cuando se alimentan las cooperativas que explotan a los trabajadores. Las que están bien conformadas, no son objeto de nuestra crítica. Cuando no tienen sentido social.
CRISTIAN COUSIÑO
INTEGRANTE DE AGRUPACIÓN “TODOS POR EL PUERTO” (GRUPO DE DESOCUPADOS DEL 2007 POR EL CONFLICTO DEL PUERTO)
ENTREVISTA REALIZADA EN JUNIO DE 2012
- ¿Cuál fue la peor consecuencia después de haber m ilitado tanto por los derechos de los trabajadores?
- Los empresarios hicieron una lista negra más el sindicato, en su momento el SOIP conducido por Samuel Salas y los hermanos Mamerto y Luis Verón. Todos los que luchamos en 2007, por la registración laboral, el convenio colectivo de trabajo 75. No queríamos el convenio PYME, lo único que sirve a los trabajadores de la pesca es el 75.Con el proceso de 2007 hasta ahora fueron quedando muchos compañeros en la calle, buscando otras áreas laborales por esta discriminación.
- ¿Crees que hay respuesta para esta problemática?
- No hay respuesta para las cooperativas truchas y a veces ni siquiera para los que tienen la suerte de estar en relación de dependencia. Los trabajadores del sector están todos a la deriva.
- ¿Cuánto gana un trabajador hoy en una cooperativa ?
- Y si anda todo bien estamos hablando de unos $ 2.900 aproximadamente.
- ¿Y en salario de bolsillo?
- Al bolsillo el trabajador de una cooperativa, llegan unos $2.568 porque tenés que restarle $332 del monotributo, que es de categoría “C” y se abona mensualmente. Obviamente no lo paga el dueño de la cooperativa sino que ellos sólo abonan en el mejor de los casos ingresos brutos, que es el 3,5% del sueldo.
- ¿Por qué crees que no son escuchados los reclamos ?
- Falta una decisión política. Realmente hoy por hoy juegan con la necesidad de la gente, porque les prometen subsidios a sectores que no representan a los trabajadores, se promete comida. Esta gente no es vaga, quiere trabajo y nadie ve esto.
Después salieron otros personajes como Villaola de la CTA que salieron a ponerse a la cabeza de los trabajadores. En su momento nosotros acordamos muchas veces de hacer cosas en conjunto donde veíamos que no era beneficioso para nosotros. No hacían
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política para los trabajadores de la pesca, sí para aspirar a algún puesto político o algo personal. Nosotros vimos eso y nos fuimos.
El estado lo único que nos ofreció fue una cooperativa para la construcción de techos y veredas para la ciudad. Nunca hemos dejado la lucha de la pesca, los compañeros quieren volver al sector.
PATRICIO ALESSANDRONI
VICEPRESIDENTE DE INDUSTIALCOOP LIMITADA
ENTREVISTA REALIZADA JULIO DE 2012
- ¿Cómo funciona una cooperativa?
- Cada miembro de la cooperativa tiene derecho a las utilidades, además de voz y voto en las asambleas. La administra, el Concejo de Administración, funciona como una sociedad anónima. Hay autoridades como presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, vocal y vocal suplente. El concejo puede otorgar poderes a terceros, para desempeñar tareas específicas, pero con asociación previa a la cooperativa.
- ¿Cómo ven ustedes como cooperativa legalmente con stituida lo que sucede con las truchas?
- Lamentablemente no hay más de 5 sobre un total de 150 cooperativas en la ciudad, que funcionan bien en la industria del pescado. Además, al cerrarse una cooperativa fraudulenta, inmediatamente aparece otra. Porque hay contadores que se dedican a armar cooperativas que después se alquilan, se venden o se prestan entre los diferentes grupos empresarios.
- ¿Cuál es la falla que permite esto?
- Hay fallas estatales, no debería haber tantos ataques al sistema desde el Estado. Sí más capacitación sobre cooperativismo, institucional y el sistema. En diferentes sectores. No se destina la plata necesaria para incentivar el cooperativismo. Además la solución se encara mal, porque el convenio PyME no es acertado. La misma gente que estaba trabajando en las pseudocooperativas, ahora lo hace bajo este acuerdo y no hay diferencia en la práctica.
- ¿A qué se dedica INDUSTRIALCOOP?
- INDUSTRIALCOOP nació en 1994 vinculada a las autopartes, hasta que se radicó en Mar del Plata, precisamente para trabajar en la pesca. Actualmente, cuenta con aproximadamente 80 miembros.
- ¿Cuál es tu rol como miembro?
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- Me dedico a la venta del sistema cooperativo en la ciudad. Considero que es un sistema muy bueno para trabajar, más allá de que en Argentina esté muy golpeado y bastardeado.
DOCTOR JULIO HIKKILO
REPRESENTÓ A TRABAJADORES DEL PUERTO LOCAL, DURANTE 2007 POR SITUACIONES DE PRECARIEDAD LABORAL Y LAS PSEUDO-COOPERATIVAS
ENTREVISTA REALIZADA EN SEPTIEMBRE DE 2012
- ¿Qué fue lo que pasó en el conflicto portuario de 2007?
- En junio de 2007 comenzó una campaña de registración muy fuerte, duró un año y medio. Empezamos con pedir audiencias, los empresarios se resistían, alegaban que iban a quebrar. Los sindicatos de la actividad se oponían al pedido de registración, como el SOIP (Sindicato Obrero de la Industria del Pescado), eran cómplices del empresariado. En su momento, el sindicato era conducido por Samuel Salas y los hermanos Mamerto y Luis Verón.
- Ante esta connivencia Gremio-Empresariado ¿cómo r eaccionaron?
- Intentamos abrirnos de la organización madre que era el SOIP, para canalizar el reclamo a través de Los trabajadores Autoconvocados por la Registración Laboral; tuvimos mucha fuerza. Logramos reunir a la cámara empresarial en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Para la registración se firmó un acuerdo, donde el Estado nacional y provincial, se comprometía a hacerlo. Y durante los cien días subsiguientes se iba a citar a las empresas para que registren a sus trabajadores. A partir de ahí empezamos a observar que desde el ministerio se hacían maniobras para evitar que esto sucediera. Se producían las citaciones en forma errónea, mandaban las cartas a direcciones inexistentes, citaban a la cooperativa y no al empresario principal. Siempre dejaban una válvula de escape, apuntando claramente al desgaste.
- ¿Y buscaron una alternativa ante esta situación?
- Posteriormente se intentó una etapa que contempló el plano nacional. El ministro de trabajo de Nación, Carlos Tomada, firmó un acta de compromiso donde prometió controlar el sector con la DGI (Dirección General Impositiva), el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y la DIPAC (Dirección Provincial de Acción Cooperativa) para erradicar el trabajo en negro en el puerto. Nada de esto se cumplió.
- ¿Cuál es tu balance de todo lo ocurrido en ese mo mento?
- En los papeles, los empresarios resultaron derrotados en 2007, pero no tuvo el acompañamiento del Estado en todas sus esferas. Se generó mucha expectativa por parte de los trabajadores y jugaron con sus derechos.
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- ¿Por qué creés que pasa esto?
- Estamos ante un sector empresarial de los más duros para combatir debido a sus conexiones políticas. Por eso es muy difícil sacar sentencias con condenas para empresarios. Se constata la existencia de fraude laboral, pero les cuesta mucho a los jueces extender la responsabilidad a la cabeza que origina todo esto. Indirectamente el poder judicial responde a una decisión política de no responder ante esto.
El estado actúa como un estado “bobo”, no por origen sino por conveniencia. Con un alto costo ecónomico y social. La sociedad deja de percibir dinero que debería estar destinado a la educación, a las jubilaciones y seguridad social.
CRISTINA LEDESMA
SECRETARIA GENERAL DEL SINDICATO DE OBREROS DE LA INDUSTRIA DEL PESCADO (SOIP)
ENTREVISTA REALIZADA EN SEPTIEMBRE DE 2012
-¿Cuántos afiliados tiene el sindicato?
- Aproximadamente unos 4.000 afiliados
- Y de acuerdo a sus relevamientos ¿cuántos trabaja dores están cooperativizados?
- Aproximadamente 6.000 fileteros están bajo el sistema de cooperativas.
- Y en esas cooperativas en las que trabajan ¿exist en aquellas que son constituidas legítimamente?
- Para mi son todas cooperativas truchas, es un mal que existe desde los 90´ hasta hoy.
- El trabajo en las cooperativas ¿es a destajo?
- Si, claramente. Se cobra lo que se produce.
-¿No hay un plus por producción?
- No. Lo único que existe, pero desde el sindicato debemos perseguir a las cooperativas para que lo paguen, es un mínimo garantizado. Esto significa que cuando no hay producción se paguen $1.000, desde 2010 que venimos controlando y luchando por esto.
-¿Y esos $1.000 de garantizado cuando hay producció n se perciben?
- Esa plata es absorbida por la plata cobrada por productividad realizada.
- ¿Cuánto cobra un trabajador en el régimen de coop erativas por kilo de pescado fileteado?
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- Y aproximadamente las que más pagan $2 y la que menos paga $1,50.
ALBERTO CASTRO ARÁN
TITULAR DE LA EMPRESA FILETERA DE PESCADO “14 DE JULIO”
ENTREVISTA REALIZADA EN OCTUBRE DE 2012
- ¿Cuánto gana de garantizado un filetero en tu emp resa? - Tengo a todos mis empleados bajo el convenio PyME que garantiza un mínimo de $3.000 - Por otra parte ¿cobran un plus por productividad? - Claro, en algunos casos también hay convenios que contemplan el trabajo por hora, pero en este caso nosotros pagamos por kilo fileteado. Que aproximadamente es de $ 1,70 por kilo. - ¿Cuánto puede filetear un trabajador por jornada? - Y comúnmente 200 kilogramos diarios. - En el caso de que cumpla con la expectativa ¿cuán to dinero pueden llegar a ganar? - Y si trabaja los 20 días del mes puede llegar a ganar $9.800 entre el plus por productividad y el garantizado. - ¿Qué convenio se utiliza más, el 75 o el PyME en la actividad? -En la mayoría de los casos después del conflicto de 2007, quedó como establecido el Convenio PyME. Hay excepciones igualmente.
GABRIEL QUERCIA
PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE INDUSTRIAS PESQUERAS ARGENTINAS (CAIPA)
ENTREVISTA REALIZADA EN MARZO DE 2013
- ¿Los trabajadores cooperativizados cobran algún p lus por productividad?
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- Mirá lo único que cobran como un extra es lo que se llama excedente financiero. Es un plus que reciben anualmente pero no se puede fijar en un porcentaje, porque tiene que ver con el año productivo que haya tenido la cooperativa.
- ¿Por qué sucede esto?
- Porque es trabajo a destajo y se valora la labor realizada y no por un jornal. Si trabajaste 15 días vas a cobrar un proporcional a esos días trabajados.
- ¿Este excedente financiero existe en todas las co operativas?
- Y depende de la cooperativa, hay algunas que los redistribuyen pero es muy arbitrario.
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