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Serrano Bravo, Fernando
Madrid
Julio 2012
Firmado por: Fernando Serrano Bravo
CATEGORÍA TESAURO: 1.1.3. Estructura y desarrollo del currículo
Trabajo fin de grado presentado por: Fernando Serrano Bravo Titulación: Grado en Educación Primaria Línea de investigación: Propuesta de Intervención Directora: Cristina Saugar Lanchas
Universidad Internacional de La Rioja Facultad de Educación
Inteligencia emocional y resolución de conflictos. Un programa para el tercer ciclo de primaria
Serrano Bravo, Fernando
INDICE GENERAL
1. RESUMEN .................................................................................................................... 1
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ........................................................................... 1
2.1. Justificación ............................................................................................................ 1
2.2. Objetivos ................................................................................................................. 5
2.2.1. Objetivo general ............................................................................................... 5
2.2.2. Objetivos específicos ....................................................................................... 5
3. MARCO TEÓRICO ........................................................................................................ 5
3.1. Antecedentes .......................................................................................................... 5
3.2. La inteligencia emocional ....................................................................................... 7
3.2.1. El modelo de habilidades ................................................................................. 8
3.2.2. Modelo de personalidad o modelo mixto .......................................................... 8
3.2.3. Componentes de la inteligencia emocional .................................................... 10
3.3. Educación emocional en el aula ........................................................................... 11
3.4. La conflictividad escolar ........................................................................................ 15
3.4.1. El conflicto ...................................................................................................... 15
3.4.2. Causas que originan el conflicto en el aula .................................................... 16
3.4.3. Tipos de conductas conflictivas en las escuelas ............................................ 18
3.4.4. Resolución de conflictos y educación emocional ........................................... 20
4. LOS PROGRAMAS DE ENSEÑANZA EN EDUCACIÓN EMOCIONAL ..................... 25
4.1. Definición .............................................................................................................. 25
4.2. Fases de los programas de actuación .................................................................. 26
4.2.1. Análisis del contexto ...................................................................................... 26
4.2.2. Identificación de las necesidades ................................................................... 26
4.2.3. Diseño del programa ...................................................................................... 27
4.2.4. Ejecución........................................................................................................ 27
4.2.5. Evaluación ...................................................................................................... 27
4.3. Tipos de programas .............................................................................................. 27
5. PROGRAMA PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS ......................................... 28
5.1. Diseño del programa ............................................................................................ 29
5.1.1. Objetivos ........................................................................................................ 29
5.1.2. Contenidos ..................................................................................................... 30
Serrano Bravo, Fernando
5.1.3 Actividades ..................................................................................................... 33
5.1.4. Cronograma ................................................................................................... 46
5.1.5. Destinatarios .................................................................................................. 46
5.1.6. Evaluación ...................................................................................................... 46
5.1.7. Costes ............................................................................................................ 47
6. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 47
7. LIMITACIONES Y PROSPECTIVA ............................................................................. 49
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................ 50
9. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 54
10. ANEXO I. ACTIVIDADES ............................................................................................ 55
10.1. Contenido 1 ....................................................................................................... 55
10.2. Contenido 2 ....................................................................................................... 57
10.3. Contenido 3 ....................................................................................................... 59
10.4. Contenido 4 ....................................................................................................... 61
10.5. Contenido 5 ....................................................................................................... 63
10.6. Contenido 6 ....................................................................................................... 65
11. ANEXO II. EJEMPLOS DE CONFLICTOS .................................................................. 67
Serrano Bravo, Fernando
1
1. RESUMEN
La inteligencia emocional, de la que tanto se ha hablado en los últimos tiempos,
recoge todos aquellos contenidos pertenecientes al mundo de las emociones y de los
sentimientos, distintos a los cognoscitivos, que permiten al ser humano desarrollarse
como persona e integrarse satisfactoriamente en la sociedad en que vivimos. El éxito en
la vida ya no depende exclusivamente de los conocimientos intelectuales.
El presente trabajo de fin de grado, en su primera parte, hace una aproximación a
la inteligencia emocional, para desembocar en la necesidad de integrar la educación
emocional en el currículo escolar, centrándose en una parte de ésta, la resolución de
conflictos.
En la segunda parte del trabajo se desarrolla un programa para aplicar en el aula,
que permita desarrollar las habilidades necesarias para resolver de forma satisfactoria los
conflictos en los que se ven envueltos los escolares a los que va dirigido.
PALABRAS CLAVE: Inteligencia emocional, educación emocional, habilidades
sociales, resolución de conflictos, currículo.
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
2.1. Justificación
El mundo de las emociones y de los sentimientos forma parte del ser humano
desde sus orígenes, y constituye junto con el desarrollo cognitivo los dos elementos
fundamentales en la formación integral del individuo.
Sin embargo la escuela se ha venido ocupando exclusivamente del desarrollo de la
inteligencia cognitiva de los alumnos, dejando fuera la perspectiva emocional y el mundo
de los sentimientos.
Es a partir de la década de los 90, con la publicación de La Inteligencia Emocional
de Goleman (1998a), cuando la sociedad empieza a comprender, y así es avalado por las
diferentes investigaciones llevadas a cabo, que el éxito no depende exclusivamente de la
inteligencia cognitiva, sino que un porcentaje importante del mismo depende del
adecuado desarrollo de la inteligencia emocional.
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2
Para tener éxito en la sociedad en la que vivimos ya no es suficiente estar en
posesión de títulos académicos y tener un coeficiente intelectual elevado, para poder
triunfar en la vida profesional y en la vida personal son necesarias además otro tipo de
habilidades. Este otro conjunto de habilidades son las que están integradas en el
concepto de inteligencia emocional.
Este nuevo concepto ha tenido una gran repercusión en la sociedad debido
fundamentalmente a tres factores (Epstein, 1998), recogidos por Extremera y Fernández-
Berrocal (2004):
1. El desgaste ocasionado por la excesiva importancia que tradicionalmente se le ha
dado al cociente intelectual, como único factor a considerar por las empresas en
sus políticas de selección.
2. El desagrado que producen socialmente aquellos individuos considerados
inteligentes en el terreno intelectual, pero que no saben relacionarse con sus
semejantes por no tener las habilidades emocionales para ello.
3. La pésima orientación que en el terreno de la educación han tenido
tradicionalmente las pruebas elaboradas a los estudiantes para medir su cociente
intelectual, puesto que no son capaces de predecir si éstos tendrán finalmente
éxito en su vida profesional, social y personal.
Sin embargo, el mundo de la escuela no ha sabido recoger y canalizar lo que ya
estaba proyectado en la sociedad, y los jóvenes de hoy en día padecen una serie de
problemas recogidos por Hué (2005, pág. 1), tales como “la anorexia o la bulimia, la
violencia de género, la violencia escolar, la multiculturalidad, la drogadicción, los
accidentes de tráfico, la falta de interés, así como las dificultades de los estudiantes en
ámbitos como la falta de iniciativa, la dificultad para trabajar en equipo y la carencia de un
proyecto personal”.
Por su parte, Extremera y Fernández-Berrocal (2004), tras repasar las distintas
investigaciones llevadas a cabo con jóvenes, agrupan en cuatro bloques los problemas
que en el contexto educativo puede provocar una falta de inteligencia emocional:
1. Carencia en el terreno de la felicidad, bienestar y equilibrio personal de nuestros
jóvenes.
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3
2. Escasez en el número de relaciones interpersonales y detrimento de la calidad de
las mismas.
3. Bajada en el nivel académico.
4. Presencia de comportamientos agresivos y violentos y consumo de alcohol y
drogas.
Pero no sólo el mundo científico ha puesto de manifiesto la importancia de las
emociones en la educación, el informe Delors para la Unesco (1996, pág. 35), señala
como pilares de la educación del siglo XXI:
Aprender a conocer.
Aprender a hacer.
Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás.
Aprender a ser.
Este mismo informe señala que la tarea de la educación es conseguir que todos los
individuos puedan desarrollar su propia personalidad, haciendo aflorar sus aptitudes y sus
facultades, y poder así elaborar y desplegar su proyecto personal de vida.
Pero para que esto pueda llevarse a cabo es necesario implementar en la
enseñanza los aspectos éticos, morales y culturales que permitan a nuestros jóvenes
adquirir las capacidades necesarias que les permitan vivir en armonía consigo mismo y
con los demás.
Existe pues unanimidad entre todos los investigadores en manifestar la importancia
que el mundo de las emociones y los sentimientos tiene para el éxito social, personal y
profesional, y sin embargo la poca dedicación que se le presta en el mundo escolar. Se
hace evidente la necesidad de trabajar el correcto desarrollo de la inteligencia emocional
en el aula desde las primera etapas para, junto con la inteligencia cognitiva, formar
personas que sepan y puedan enfrentarse a la vida adulta con las mejores armas que les
permitan el mayor de los éxitos.
Es necesario reclamar una formación completa, que integre tanto el desarrollo
cognitivo como el desarrollo emocional y de relación interpersonal, puesto que éstos
últimos aspectos están directamente relacionados con el rendimiento académico y con el
bienestar, tanto de los estudiantes como de sus profesores (Collell & Escudé, 2003).
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4
Como señala Teruel (2000), se trata de compatibilizar los contenidos tradicionales
con los contenidos propios de la educación emocional y la enseñanza de los valores
socio-afectivos.
Uno de estos contenidos integrado en el concepto de inteligencia emocional, es el
desarrollo de las habilidades sociales y la resolución de conflictos. Se ha convertido en
algo habitual escuchar en las noticias y leer en los periódicos situaciones de violencia
escolar, agresividad en las aulas, maltrato a las personas y a las cosas, bullying, etc.,
poniendo de manifiesto las carencias que hoy en día tienen los jóvenes para relacionarse.
Este tipo de situaciones no es más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos, por
eso es tan importante actuar desde el principio. La sociedad del mañana será un reflejo
de los valores que trabajemos con los niños de hoy.
Las relaciones interpersonales han sido, son y serán un foco de conflictos en todos
los órdenes de la vida, en la familia, en el terreno laboral, en los momentos de ocio y en
general en cualquier ámbito en el que el ser humano se desenvuelva; son algo intrínseco
a la vida en sociedad. Los conflictos provocados por las relaciones sociales no son
inocuos, porque afectan a algo tan personal como los sentimientos, los conflictos con
nuestros semejantes nos pueden afectar hasta tal punto que pueden provocar reacciones
agresivas sin control (Trianes & García, 2002), de ahí la necesidad de trabajar las
relaciones sociales desde los primeros años de la enseñanza, integrando en el currículo
tanto el aprendizaje de los conocimientos cognitivos como el aprendizaje de los
conocimientos emocionales.
La escuela no puede seguir dando la espalda a estas situaciones que son cada vez
más comunes, y por lo tanto debe afrontar de lleno esta problemática. Para ello Trianes y
García (2002) proponen la llamada educación para la convivencia, que contempla una
formación integral de los ámbitos social, emocional y moral, mediante la aplicación de
programas que integran estos contenidos y cuya finalidad es la mejora en todos los
aspectos de la personalidad de los alumnos, desde el terreno cognitivo hasta las
relaciones interpersonales, educación en valores, madurez y en general en todos los
elementos integrados en el concepto de inteligencia emocional, incidiendo en ello desde
la educación y construcción de la persona.
El presente trabajo presenta un proyecto para trabajar la resolución de conflictos a
través de la inteligencia emocional en un curso de primaria, con el propósito de ir
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5
capacitando a los alumnos en las habilidades necesarias para saber afrontar con éxito
este tipo de situaciones.
2.2. Objetivos
2.2.1. Objetivo general
Diseñar un programa para la mejora de resolución de conflictos en el aula de
primaria tomando como marco teórico de referencia la educación emocional.
2.2.2. Objetivos específicos
Para el desarrollo del presente trabajo se van a seguir los siguientes pasos:
Justificar la necesidad de una formación integral en la escuela, que incluya el
mundo de los sentimientos y las emociones. El colegio tradicional, cuyo principal
objetivo es el desarrollo de la inteligencia cognitiva, debe ser superado para
afrontar los nuevos retos que la sociedad demanda, y para ello debe integrar la
inteligencia emocional como parte de su currículo.
Elaborar el marco teórico de la inteligencia emocional. Para ello es necesario
conocer sus inicios y el desarrollo que ha tenido desde entonces hasta nuestros
días, haciendo una revisión de las aportaciones hechas por los diferentes autores e
investigadores.
Concretar los distintos componentes que integran el concepto de inteligencia
emocional.
Concretar qué se entiende por conflicto y las causas de su aparición, analizando
las diferentes conductas disruptivas que se producen en los centros escolares.
Elaborar una propuesta concreta de actuación en el aula, contextualizando dicha
propuesta, los objetivos, las actividades, la metodología, el cronograma y la
evaluación.
3. MARCO TEÓRICO
3.1. Antecedentes
El concepto de inteligencia emocional es relativamente nuevo, surge con fuerza a
finales del siglo XX y hace referencia a la aptitud de los individuos para captar, distinguir,
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comprender, evaluar y cambiar estados emocionales tanto en uno mismo como en otras
personas (Rodriguez, 2009).
No obstante y como señala Rodríguez (2009), ya en los inicios del siglo pasado se
empezó a gestar el término, y psicólogos como Thorndike acuña el concepto de
“inteligencia social”, como “la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres,
muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas” (pág. 2). Para
Thorndike (1920), también existen otras dos clases de inteligencia, la abstracta que se
define como la capacidad para manejar ideas y la mecánica que se define como la
capacidad para comprender y manejar objetos.
Otro de los momentos previos a la aparición del concepto de inteligencia emocional
tiene lugar en 1987, cuando el psicólogo norteamericano Stemberg señala la presencia de
tres clases de inteligencia, la analítica, que permite examinar, contrastar y agrupar
acciones o conocimientos, la creativa, que nos prepara para inventar, idear e imaginar
proyectos y la práctica, que es necesaria para llevar a cabo, implementar y desarrollar
estas ideas o planes (Ibarrola, 2004).
Otro de los precursores de la inteligencia emocional es Gardner, quien en su libro
“Frames of Mind” (Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples) (1994),
enumera siete tipos de inteligencia, ampliadas posteriormente a ocho. Gardner (1994)
define inteligencia como “la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que
sean valiosos en una o más culturas” (pág. 5). Estas ocho inteligencias son las siguientes:
1. Inteligencia musical.
2. Inteligencia corporal.
3. Inteligencia lingüística.
4. Inteligencia lógico-matemática.
5. Inteligencia espacial.
6. Inteligencia intrapersonal.
7. Inteligencia interpersonal.
8. Inteligencia naturalista.
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Son las inteligencias intrapersonal e interpersonal las directamente relacionadas
con la inteligencia emocional. La inteligencia intrapersonal nos permite entendernos a
nosotros mismos, ser conscientes de nuestras emociones, de nuestros sentimientos, ser
capaces de entender por qué actuamos de una manera o de otra y comprender qué
sentimos y por qué lo sentimos. La inteligencia interpersonal nos permite comprender a
los demás y nos capacita para saber estar en cada situación y en cada momento, actuar
conforme a los requerimientos sociales, nos ayuda a ser conscientes de los sentimientos
y emociones de los demás y por lo tanto poder actuar en consecuencia (Ferrándiz, Prieto,
Bermejo, & Ferrando, 2006).
Finalmente el término surge en el año 1995, popularizado mundialmente por
el investigador y periodista Goleman (1998a), quien en su libro Inteligencia Emocional lo
define como “la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y las emociones de
los demás, de motivarnos a nosotros mismos y de controlar nuestras emociones y las de
los demás”.
Sin embargo no fue Goleman la persona que introdujo este término, sino los
psicólogos americanos Salovey y Mayer (1997). Éstos definieron la inteligencia emocional
como:
“la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad
para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad
para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para
regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual”.
Desde entonces ha sido mucho lo que se ha escrito e investigado sobre inteligencia
emocional desde diferentes ángulos, la psicología, la educación, la sociología, en el
mundo laboral, etc. En el terreno educativo, que es el que nos concierne, no ha tenido sin
embargo el reflejo necesario en las aulas, siendo este un punto esencial en el que
continuar trabajando e investigando.
3.2. La inteligencia emocional
Tras el éxito del libro de Goleman (1998a) y el gran auge experimentado por el
concepto de inteligencia emocional han sido muchos los autores que se han dedicado a
investigar sobre ello. Existen fundamentalmente dos modelos (cuadro 1), el del propio
Goleman (modelo de personalidad o modelo mixto) y el de Mayer y Salovey (modelo de
habilidades), que como señalan Fernández-Berrocal y Extremera (2002) no es tan
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conocido en España, pero tiene el favor del mundo científico y de las revistas
especializadas. De hecho, Goleman se basó para elaborar su concepto de inteligencia
emocional en un artículo de Mayer y Salovey de 1990.
3.2.1. El modelo de habilidades
De acuerdo con el modelo de Mayer y Salovey, la inteligencia emocional se define
como la capacidad de los individuos para captar y comprender los sentimientos de
manera adecuada y rigurosa, la habilidad para interiorizarlos y entenderlos de forma
correcta y la facultad para normalizar y transformar el estado de ánimo de uno mismo y el
de otras personas, es decir, se refiere fundamentalmente a procesos internos de los
individuos, a cómo éstos captan, analizan y manejan sus propios sentimientos y estados
de ánimo. Esto conlleva cuatro grandes bloques (Extremera & Fernández-Berrocal, 2002):
1. Percepción y expresión emocional: es la capacidad para tomar conciencia y
comprender nuestros propios sentimientos y emociones, siendo capaces de
registrar interiormente y verbalizar al exterior lo que sentimos.
2. Facilitación emocional: es la facultad de producir sentimientos y emociones que
posibiliten la creación del pensamiento.
3. Comprensión emocional: es la capacidad para implementar lo que sentimos con lo
que pensamos, siendo a la vez conscientes de la complejidad que supone estos
cambios emocionales.
4. Regulación emocional: supone la capacidad de gobernar, administrar y controlar
nuestras emociones y nuestros sentimientos de forma eficiente, ya sean positivos o
negativos.
3.2.2. Modelo de personalidad o modelo mixto
Por su parte, el modelo de Goleman también llamado el modelo de personalidad o
modelo mixto, se refiere a la inteligencia emocional como un conjunto de capacidades
emocionales y aspectos de la personalidad, incluyendo conceptos como empatía,
asertividad, optimismo, etc. Incluido dentro de los modelos mixtos y uno de los más
conocidos es el de Bar-On, que consiste en un cuestionario para medir (Oberts & Lizeretti,
2004):
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1. La inteligencia interpersonal: autoconciencia emocional, asertividad, respeto por
uno mismo, auto-actualización e independencia.
2. La inteligencia intrapersonal: empatía, relación interpersonal y responsabilidad
social.
3. Adaptación: solución de problemas, contrastación de la realidad y flexibilidad.
4. Manejo del estrés: tolerancia al estrés y control de impulsos.
5. Estado de ánimo: felicidad y optimismo.
Cuadro 1: Modelos en inteligencia emocional
MODELOS EN INTELIGENCIA EMOCIONAL
MODELO DE HABILIDADES (Mayer
y Salovey)
Percepción y expresión emocional
Facilitación emocional
Comprensión emocional
Regulación emocional
MODELO DE PERSONALIDAD O
MIXTO (Bar-On)
Inteligencia interpersonal
Inteligencia intrapersonal
Adaptación
Manejo del estrés
Estado de ánimo
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3.2.3. Componentes de la inteligencia emocional
La inteligencia emocional es un concepto muy amplio que abarca diferentes
ámbitos. Estos ámbitos o contenidos varían en función del autor, pero se pueden
concretar en los siguientes (Díez de Ulzurrun & Martí, 1998):
1. La autoconsciencia o conocimiento de uno mismo, que posibilita adquirir agilidad y
habilidad en observarse y conocerse a sí mismo, reconociendo las emociones y los
sentimientos según se van desarrollando.
2. El autocontrol o capacidad para dominar las emociones y los sentimientos, que nos
permite manejarlos del modo más conveniente para dirigirlos y darles la salida
correcta en cada situación.
3. La motivación, que nos proporciona la capacidad de dirigir nuestras emociones y
sentimientos por el camino correcto hacia la consecución de un fin, al ser capaces
de esperar para el premio o recompensa final controlando los impulsos.
4. La empatía o capacidad de ponerse en la situación del otro, para entender su punto
de vista, lo que nos hace sensibles hacia los problemas de los demás
5. Las habilidades sociales, que nos permiten relacionarlos con los demás de manera
efectiva y positiva, al ser capaces de entender el por qué de sus actuaciones y
adquirir la capacidad de influenciar en ellos a través de nuestra conducta y
comportamiento.
Estos cinco bloques utilizados por Díez y Martí (1998) no son más que la
agrupación en cinco contenidos de los aspectos fundamentales que deben ser trabajados
para mejorar la inteligencia emocional. Aspectos que según Güell y Muñoz (1999) son los
siguientes:
Mejora de la autoestima.
Mejora en el conocimiento de uno mismo.
Mejora de la empatía.
Adquisición de herramientas para mejorar la comunicación.
Mejora en el control emocional.
Manejo adecuado del estrés.
Mejora de las relaciones interpersonales.
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Aumento de la asertividad.
Capacidad para tomar decisiones.
Capacidad para resolver problemas y conflictos sociales.
Conocimiento de la capacidad creativa de uno mismo.
Aprendizaje para la gestión del cambio.
Aprender a expresarse emocionalmente.
Es dentro del último bloque, habilidades sociales, dónde se incluye la educación
para resolver conflictos, lo que da una idea de la importancia que tienen las relaciones
interpersonales y el papel que juegan en el proceso educativo. El programa propuesto en
el punto cinco plantea una serie de actividades en las que se trabajan estos cinco
contenidos cuyo fin es la consecución de una serie de objetivos relacionados con la
resolución de conflictos.
3.3. Educación emocional en el aula
Desde la aparición del concepto de inteligencia emocional en la década de los 90
del siglo pasado, hay unanimidad en todos los autores en valorar los beneficios que las
personas emocionalmente inteligentes tienen en todos los ámbitos de su vida, sin
embargo no existían investigaciones que avalaran esta afirmación.
Distintos autores como Goleman (1998b), Bar-On (1997) y Shapiro (1997) entre
otros, se limitaban a elaborar sus hipótesis pero no llegaban a contrastarlas
empíricamente, y por lo tanto no podían explicar el grado de importancia que la
inteligencia emocional tenía en el éxito de las personas en comparación con las otras
facetas del individuo que también influyen, tales como la personalidad o el coeficiente
intelectual.
No fue hasta finales del siglo XX y principios del XXI cuando se comenzó a llevar a
cabo las primeras investigaciones para determinar la importancia real de la inteligencia
emocional en los individuos.
Estos primeros trabajos se limitaron a la elaboración teórica de los diferentes
modelos y al desarrollo de mecanismos de medición (Salovey, Woolery, & Mayer, 2001).
Sentadas las bases teóricas y elaboradas las herramientas que permiten evaluar se hacía
necesario pasar a la investigación.
Serrano Bravo, Fernando
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Las investigaciones que se llevaron a cabo se realizaron con estudiantes
universitarios fundamentalmente.
Estos resultados demuestran que los alumnos con mayor inteligencia emocional
presentan menos sintomatología de carácter físico, menos depresión, menos estrés,
menos ansiedad, más capacidad para relacionarse socialmente, más empatía, mayor
autoestima y presentan mayores aptitudes para enfrentarse a los problemas y
solucionarlos (Salovey, Stroud, Woolery, & Epel, 2002, Ciarrochi, Deane, & Anderson,
2002 y Ciarrochi, Chan, & Caputi, 2000).
Respecto a las relaciones interpersonales, las investigaciones han demostrado que
los alumnos más inteligentes emocionalmente tienen mayor número de relaciones y éstas
son de mayor calidad (Mayer, Caruso, & Salovey, 1999, Schutte N. S., y otros, 2001 y
Ciarrochi, Chan, & Bajgar, 2001) lo que les permite conocer y manejar tanto sus
emociones como las emociones de los demás, obteniendo mutuos beneficios. Por lo que
se refiere a los alumnos de primaria, se ha demostrado que aquéllos con mayor
inteligencia emocional son considerados menos agresivos por sus maestros y
compañeros y tienen más facilidad para relacionarse con los demás (Rubin, 1999).
En el terreno del rendimiento escolar también parece bastante claro su relación
con la inteligencia emocional (Schutte N. , y otros, 1998), no obstante existen algunas
investigaciones que no han llegado a esta conclusión (Newsome, Day, & Catano, 2000),
al parecer por problemas metodológicos en relación con la muestra seleccionada, ya que
se trataba de estudiantes en proceso de transición escolar, es decir, estudiantes que van
a pasar de una situación a otra, por ejemplo un cambio de ciclo o estudiantes a tiempo
parcial (Parker, Summerfeldt, Hogan, & Majeski, 2004). Otros estudios avalan la teoría de
que a mayor inteligencia emocional mayor rendimiento académico (Extremera &
Fernández-Berrocal, 2001).
En consonancia con todo lo anterior, las investigaciones han demostrado que los
alumnos con baja inteligencia emocional son más propensos a manifestar conductas
disruptivas, puesto que manifiestan mayor impulsividad y presentan menos habilidades
sociales, por lo tanto son más agresivos en el aula (Rubin, 1999). Estos alumnos también
tienen mayor porcentaje de absentismo escolar (Petrides, Frederickson, & Furnham,
2004). En cuanto al consumo de alcohol y tabaco, los alumnos con menos inteligencia
emocional presentan mayor consumo y un porcentaje más elevado de posibilidades de
consumirlo (Extremera & Fernández-Berrocal, 2002).
Serrano Bravo, Fernando
13
Como ponen de manifiesto todos estos resultados, para poder desenvolvernos con
éxito en la sociedad actual no es suficiente con un elevado cociente intelectual, es
necesario tener otras habilidades que también se pueden aprender en la escuela. El
objetivo de integrar la inteligencia emocional en el currículo escolar es conseguir que los
alumnos sean personas emocionalmente inteligentes. Las características de una persona
emocionalmente inteligente serían (Ibarrola, 2004):
1. Actitud positiva: resalta los puntos positivos sobre los negativos; da más
importancia a los aciertos que a los fallos, tienen más valor las aptitudes positivas
que las carencias, es más importante el trabajo realizado que el resultado
obtenido.
2. Es capaz de reconocer sus propias emociones y sentimientos.
3. Puede verbalizar sus emociones y sentimientos. Tanto los considerados positivos
como los considerados negativos necesitan ser encauzados y dirigidos de alguna
forma para poder expresarlos. La persona emocionalmente inteligente reconoce el
medio más adecuado y el momento propicio.
4. Sabe manejar sus sentimientos y emociones: es capaz de lograr el equilibrio entre
la exteriorización de las emociones y el dominio de las mismas. Sabe ser paciente
y puede aceptar la frustración, siendo capaz de retrasar las recompensas.
5. Es empática: puede ponerse sin dificultad en la piel del otro, percibe las emociones
y sentimientos de los demás aunque no estén expresadas verbalmente sino
mediante una comunicación no verbal.
6. Tiene la capacidad de adoptar las decisiones correctas: la forma en que se lleva a
cabo la toma de decisiones conjuga aspectos tanto emocionales como racionales.
Los aspectos emocionales dificultan en muchas ocasiones el poder tomar la
decisión idónea. Es fundamental ser consciente de los aspectos emocionales
presentes en cada toma de decisiones, para que éstas sean las adecuadas.
7. Está motivada, ilusionada y tiene interés por todo aquello que hace: todo lo
contrario a la apatía, a la indiferencia, al tedio y a la desidia. Se motiva e ilusiona
cuando tiene delante un buen proyecto y es capaz de interesarse y preocuparse
por todo aquello que le rodea.
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8. Adecuado nivel de autoestima: sentimientos positivos hacia sí misma y seguridad
en su capacidad para afrontar los nuevos desafíos que le proponga el destino.
9. Sabe dar y recibir.
10. Presenta unos valores positivos que dan sentido a su vida.
11. Puede afrontar con seguridad y es capaz de vencer a las adversidades y
frustraciones con que se encuentre en su camino aunque hayan sido negativas.
12. Tiene la capacidad de complementar polos opuestos: lo cognitivo y lo emocional,
la soledad y la compañía, la tolerancia y la exigencia, los derechos y los deberes.
Si el maestro es capaz de desarrollar en sus alumnos inteligencia emocional e
inteligencia cognitiva mediante la integración de ambos contenidos en el currículo escolar,
habrá sentado las bases para cumplir el objetivo primordial de la educación, que no es
otro que preparar a los alumnos para enfrentarse con éxito a los retos que el futuro les
depara a nivel personal, laboral y social (cuadro 2).
Cuadro 2: La formación integral como base para el bienestar social, personal y profesional
de los individuos
SOCIAL PERSONAL
BIENESTAR
FORMACIÓN INTEGRAL
EDUCACIÓN EMOCIONAL
AUTOCONCIENCIA
AUTOCONTROL
MOTIVACIÓN
EMPATÍA
HABILIDADES SOCIALES
EDUCACIÓN INTELECTUAL
LENGUA
MATEMÁTICAS
GEOGRAFÍA
HISTORIA
CIENCIAS
PROFESIONAL
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3.4. La conflictividad escolar
Los colegios, presentes en nuestra sociedad y en nuestras vidas, constituyen un
medio esencial en el que se llevan a cabo interrelaciones entre las personas que lo
integran, alumnos, profesores, personal no docente y padres fundamentalmente, y por lo
tanto se convierte en un continuo foco de conflictos.
Sin embargo el conflicto no se va a poder evitar, por lo tanto y mientras se
mantenga en unos determinados parámetros, esto no debe entenderse como algo
negativo, muy al contrario, se nos presenta como una oportunidad que no podemos dejar
escapar. Los maestros deben enseñar a sus alumnos la forma de resolver de manera
adecuada los conflictos, de lo contrario puede tener consecuencias negativas
La convivencia en la escuela es fruto de las relaciones interpersonales que en ella
se dan entre todos los grupos que intervienen en el proceso de enseñanza/aprendizaje,
internos y externos, y para que estas relaciones se desarrollen en armonía es
indispensable una convivencia pacífica de todos ellos.
3.4.1. El conflicto
Existe una tendencia generalizada a considerar el conflicto como algo a evitar a
toda costa, sin embargo desde el origen mismo del hombre es algo inherente a su propia
condición, allá donde dos o más personas se relacionen hay un foco de conflicto.
El conflicto está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que debemos
aprender a convivir con él, y evitar que sus consecuencias se conviertan en algo negativo
para las personas, y en esto la escuela tiene mucho trabajo por hacer.
El conflicto es algo innato a la naturaleza humana y ha sido un instrumento
fundamental a lo largo de la historia para que los pueblos y los individuos que lo integran
puedan crecer y desarrollarse. El conflicto es una herramienta indispensable que permite
el desarrollo de las sociedades, por lo tanto lo importante no es evitarlos, sino ser capaz
de descubrirlos, tener el valor de enfrentarse a ellos y la capacidad de resolverlos, todo
ello de forma pacífica y desde el control y manejo de las emociones y sentimientos
(Tuvilla, 2004).
Podemos encontrar multitud de definiciones del conflicto, pero todas tienen dos
elementos comunes como son la incompatibilidad de intereses y la oportunidad para el
aprendizaje. Entre ellas la de Torrego (2000), que define conflicto como aquella situación
Serrano Bravo, Fernando
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en la que dos o más individuos discrepan o se enfrentan porque sus metas, intereses,
posturas, necesidades, deseos o valores son opuestos, diferentes, contrarios o
incompatibles. Además añade como elementos que intervienen en el conflicto los
sentimientos y las emociones, y donde la relación entre las personas que entran en
conflicto puede terminar fortalecida o debilitada según se desarrolle el proceso para
resolverlo. Por otro lado Jares (1991) se refiere al conflicto como aquella circunstancia en
la que los individuos o los grupos en que se integran tienen fines contrarios, valores
opuestos o intereses antagónicos.
Por su parte Alzate (1998) se refiere al conflicto como una discrepancia en los
intereses de las partes interesadas, existiendo incompatibilidad entre ellas en lo que se
refiere a los objetivos y a los medios para alcanzar estos objetivos.
Al hablar de conflicto nos estamos refiriendo a una gran variedad de situaciones en
las que los intereses de las partes que intervienen entran en oposición, pudiendo provocar
respuestas que abarcan un amplio abanico de conductas. En el ámbito escolar estas
conductas incluyen desde comportamientos indisciplinados en el aula o pequeñas
discusiones entre los alumnos hasta conductas agresivas y violentas, pasando por el
bulling.
3.4.2. Causas que originan el conflicto en el aula
Como ya se ha expuesto más arriba, no todos los conflictos que se producen en la
sociedad en general y en las instituciones educativas en particular acaban
necesariamente mal. Sin embargo en muchas ocasiones, por una mala gestión de los
mismos y/o por las personas implicadas en ellos pueden derivar en agresividad y
violencia.
Cada día es más habitual escuchar hablar de sucesos agresivos e incluso violentos
en nuestros centros escolares. Esto no viene sino a reflejar lo que está sucediendo en
nuestra sociedad. El comportamiento que manifiestan nuestros escolares es
consecuencia de lo que viven en su entorno, por lo tanto, el origen de la conflictividad hay
que buscarlo en lo que nos rodea, en lo más cercano.
En relación a la agresividad escolar algunos autores como Fernández (1999),
señalan por un lado la existencia de factores exógenos o externos al niño como pueden
ser el escenario social en el que se desenvuelve, las singularidades de su ambiente
familiar y los medios de comunicación y por otro de factores endógenos o internos al
Serrano Bravo, Fernando
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niño, como el ambiente de la escuela, las relaciones sociales que allí se generan y las
características particulares de la personalidad de los alumnos.
Por su parte Martínez-Otero (2005) distingue los siguientes factores (cuadro 3):
Sociales/Ambientales: como las disparidades sociales, con la pobreza de algunos
grupos en contraposición a la opulencia de otros; los medios de comunicación, con
influencia en ocasiones negativa en nuestros jóvenes; la entrada de una cultura de
violencia en los colegios, reflejo de la sociedad; la facilidad para adquirir y consumir
sustancias adictivas y la creciente tecnificación de la sociedad.
Relacionales o relaciones interpersonales en el ámbito escolar: las causas que
motivan los conflictos vienen derivadas de la organización de las instituciones
educativas, caracterizadas por la gran jerarquización que existe, lo que conlleva
problemas de adaptación; el gran nivel de vigilancia sobre los alumnos; los
métodos poco didácticos que en ocasiones se utilizan como los castigos; la escasa
preocupación por los individuos y la gran preocupación por el rendimiento escolar;
la multiculturalidad, con una cultura considerada superior y por encima de las
demás; el excesivo número de niños por aula, que dificulta la educación
personalizada, etc. En este sentido Melero (1993) considera que las dos fuentes
principales de conflictividad y violencia en las aulas son el autoritarismo que existe
en la propia organización escolar y la paulatina pérdida que en los últimos tiempos
ha sufrido el poder del maestro.
Familiares: como la descomposición de la familia tradicional, lo que provoca en
muchas ocasiones desatención en los hijos al estar demasiado tiempo solos; la
violencia familiar, que conlleva que el niño copie esta conducta; la excesiva
tolerancia de los padres hacia determinados comportamientos; así como la
indulgencia; los problemas económicos, etc.
Personales, como la incompetencia para responsabilizarse de las propias acciones,
la excesiva impulsividad y vehemencia, la incapacidad para ponerse en el lugar del
otro, la baja autoestima, la escasez de relaciones interpersonales y en muchas
ocasiones superfluas, la propia legitimación de la violencia, etc.
Queda patente cómo las conductas disruptivas que han aparecido en los últimos
tiempos en nuestras escuelas tienen su origen en una gran variedad de causas. La
conjunción de todas estas causas ha provocado profundas transformaciones en nuestro
Serrano Bravo, Fernando
18
sistema escolar, por lo que se puede afirmar que el factor fundamental que genera la
conflictividad en los centros escolares es el enorme cambio que se produce
constantemente en nuestra sociedad, y la dificultad que los jóvenes presentan para
adaptarse con la rapidez necesaria a estos cambios (Martínez Otero, 2001). La familia, la
comunidad y la sociedad en general se mueven muy rápidamente y la escuela no está
siendo capaz de trasladar a nuestros jóvenes las habilidades necesarias para enfrentarse
a las nuevas situaciones. Avanzamos hacia un mundo más impersonal en el que
predomina lo material, lo artificial y lo superficial y esto pone de manifiesto la necesidad
de una educación en valores, una educación para la convivencia, una educación que
permita a los futuros adultos mejorar el mundo en el que vivimos.
3.4.3. Tipos de conductas conflictivas en las escuelas
Expuestos los motivos que explican los distintos conflictos que se producen en los
centros escolares es necesario concretar cómo se manifiestan estas conductas. Es
fundamental conceptuar cada hecho para saber en qué escenario nos movemos, ya que
no es lo mismo hablar de absentismo escolar que de violencia en las aulas. Las
circunstancias que rodea cada conducta y las consecuencias que generan en el aula y en
el proceso educativo van a ser muy distintas, por lo que es necesario conocer en cada
momento el tipo de conflicto al que nos enfrentamos.
Fernández (1999) distingue los siguientes tipos de conflictos en el aula (cuadro 3):
- Actos disruptivos: comportamientos indisciplinados que se producen en el aula por
parte de los alumnos y que provocan continuas interrupciones, tales como juegos,
risas, murmullos, etc. provocando falta de continuidad en el proceso educativo y
continuos desórdenes en la clase. Estas conductas suelen estar provocadas por la
falta de motivación de los alumnos, así como por la total ausencia de concordancia
entre los intereses de la escuela y los intereses de los alumnos que las provocan.
Probablemente como señala Fernández (1999), es el tipo de conducta que menos
importancia se le da, al no llevar aparejados actos violentos, pero que tiene una
mayor repercusión en el proceso de enseñanza/aprendizaje, pudiendo llegar a ser
una continua fuente de conflictos de mayor intensidad.
- Violencia: este tipo de conducta ocurre cuando se produce una lesión o un daño a
alguien o a algo. La violencia puede ser:
Serrano Bravo, Fernando
19
Física: cuando el daño se inflige a otra persona, profesor o alumno, como
una pelea o cualquier otro tipo de agresión en la que se produce un daño
físico, aunque éste sea imperceptible.
Verbal: no se produce daño físico, sino amenazas, intimidaciones, mofas,
insultos, etc. y siempre a través de la palabra.
Psicológica: este tipo de agresión pasa más inadvertida y se refiere a los
“chantajes psicológicos” que se pueden provocar a otros alumnos, a los
profesores o también puede darse de profesor a alumno. El objetivo siempre
es atemorizar a la víctima.
Dentro de la violencia Fernández (1999) distingue lo que ella denomina
violencia indirecta. Este tipo de agresividad no se dirige hacia las personas, sino
hacia el mobiliario, bienes, enseres, instrumentos escolares, etc. En este caso
hablamos de vandalismo.
Especial atención merece el bullying, término inglés que se puede traducir
como maltrato entre iguales. Se define como el comportamiento negativo y
premeditado que un alumno o grupo de alumnos realizan sobre otro,
manifestándose en una persecución física y/o psicológica (Olweus, 1998). Como
señala Avilés (2003), para que exista bullying es necesario que:
Entre los alumnos enfrentados uno sea la víctima y el otro el maltratador.
Exista una total descompensación de fuerzas entre el maltratador y la
víctima, tanto a nivel físico como social y psicológico.
La conducta agresiva se reitere en el tiempo, debe repetirse durante un
periodo largo y de forma continuada.
Avilés (2003) clasifica este maltrato en físico, verbal, psicológico y social y
manifiesta que las consecuencias pueden ser muy negativas, pudiendo llegar
incluso al suicidio de la persona que lo sufre.
Por su parte Collell y Escudé (2004) señalan que estas agresiones puede
ser directas, como pegar o empujar o indirectas, como criticar o difundir rumores
falsos.
Serrano Bravo, Fernando
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- Robos: este tipo de conflicto también es bastante habitual en las escuelas. Puede
darse entre compañeros o pueden sustraerse pequeños enseres o instrumentos de
los laboratorios y talleres.
- Absentismo: es la ausencia de las clases por parte de los alumnos sin causa
justificada, comportamiento al que no se le ha prestado el suficiente interés por
parte de los padres y que provoca una discontinuidad en el proceso de
enseñanza/aprendizaje bastante perjudicial para los niños.
Una de las mejores armas para evitar en nuestros alumnos este tipo de
comportamientos es introducir la educación emocional en el currículo escolar desde las
primeras etapas educativas. La educación en valores, la educación para la paz, la
educación para la convivencia son términos que deben estar presentes en el día a día de
las instituciones educativas.
3.4.4. Resolución de conflictos y educación emocional
Para que el proceso de enseñanza/aprendizaje se desarrolle de manera efectiva es
necesaria una convivencia pacífica en el aula. Sin embargo como ya se ha puesto de
manifiesto, la escuela, al igual que en cualquier otra institución u organización, por el
hecho de desarrollarse en ella relaciones interpersonales entre los miembros que las
componen, es una fuente de conflictos.
Los conflictos son inevitables, no podemos eliminarlos, lo que sí debemos es
reconducirlos y canalizarlos hacia una resolución pacífica y amistosa, intentando evitar la
generación de agresividad y violencia. Deben suponer una oportunidad para que nuestros
alumnos crezcan y se desarrollen como personas.
En las relaciones sociales, el mundo de las emociones y los sentimientos juegan un
papel fundamental, de tal manera que nuestra forma de actuar va a venir determinada por
lo emocional. La alegría, la tristeza, el miedo, la ira, etc. van a condicionar la forma en que
nos relacionamos con los demás
Cuando en las relaciones sociales surge el conflicto, se ponen en funcionamiento
nuestros mecanismos internos de regulación emocional, y por lo tanto el papel de las
emociones y de los sentimientos adquiere protagonismo. De aquí surge la necesidad de
una educación emocional que permita concluir de forma positiva cualquier conflicto que
Serrano Bravo, Fernando
21
surja ya no sólo en el aula durante la infancia y adolescencia, sino a lo largo de toda la
vida.
3.4.4.1. La respuesta a los conflictos
Ante una situación conflictiva cada persona puede reaccionar de manera diferente.
Acosta (2002) recoge las respuestas que ante un conflicto manifiestan los individuos.
Estas pueden ser (cuadro 3):
1. Pasividad: es el intento de evitar el conflicto, por lo que olvidamos nuestros
objetivos a favor de los objetivos de los demás. Al no hacer frente al conflicto no
surgirán comportamientos violentos, pero nuestros sentimientos sí se resentirán: el
miedo, la ansiedad y la pena ganarán fuerza y nuestra autoestima se puede
resentir. Si estas situaciones son reiteradas el sentimiento puede ser de víctima y
surgir el maltrato.
2. Agresividad: consideramos nuestros objetivos por encima de todo y han de
prevalecer sobre los objetivos de los demás. No vamos a cambiarlos y si no los
conseguimos es considerado una humillación. Puede surgir la violencia y los
sentimientos que se experimentan son el enojo, la cólera, la indignación, el odio, la
venganza y el resentimiento.
3. La negociación: nos hacemos conscientes de que los demás pueden tener
intereses tan lícitos como los nuestros y nos esforzamos por llegar a un
compromiso común, ajustando nuestros objetivos a los de la otra persona y
viceversa. Esta respuesta es más complicada que las anteriores ya que requiere
más habilidades sociales, pero nuestros sentimientos saldrán reforzados. Requiere
empatía, capacidad de negociación e imaginación y se mejora la autoestima.
4. La cooperación: supone un paso más que la negociación. Ya no están mis
intereses y los de los de la otra parte, sino que están los intereses de todos.
Asimismo los objetivos de los demás son los nuestros. A nivel sentimental es lo
que más se acerca a la felicidad, puesto que la colaboración y coordinación de
todos anima y fortalece a cada una de las partes.
Por lo tanto el objetivo final es conseguir que los alumnos respondan a los
conflictos con la cooperación, no sólo es lo que más les va a reconfortar a nivel personal,
si no que va a generar un clima escolar y social que redundará en beneficio de todos, y
Serrano Bravo, Fernando
22
para conseguir este fin es necesario desarrollar determinados contenidos, que no son
otros que los de la inteligencia emocional.
Cuadro 3: La conflictividad escolar: causas, tipos de conductas y respuestas.
3.4.4.2. El conflicto y las emociones
En todo tipo de relaciones interpersonales y por supuesto en las conflictivas reviven
las emociones y los sentimientos, y éstos van a depender de cómo interpretemos cada
situación.
Existe una conexión muy estrecha entre conflicto y emoción, los conflictos nos
provocan emociones que incluso pueden impedir que éste se resuelva de forma amistosa
y por el contrario, las emociones que nos provocan las conductas de los demás pueden
acabar en conflictos. Bizquerra (2010) indica que lo importante es saber reaccionar
cuando percibimos en la otra persona emociones concretas que identificamos como el
origen de un posible conflicto. A esta reacción se le denomina regulación emocional o
CAUSAS
•Sociales/ambientales
•Relacionales
•Familiares
•Personales
TIPOS DE CONDUCTA
•Actos Disruptivos
•Violencia
•Robos
•Absentismo
RESPUESTA
•Pasividad
•Agresividad
•Negociación
•Cooperación
LA
CONFLICTIVIDAD
ESCOLAR
Serrano Bravo, Fernando
23
gestión de las emociones, y el fin es saber dirigir en la dirección correcta tanto nuestras
emociones como las de la otra parte implicada, saber encontrar el equilibrio entre la razón
y la emoción.
Nuestro cerebro regula las emociones y cuando éstas surgen, también se producen
cambios físicos de mayor o menor intensidad, los músculos se tensionan, el corazón
palpita con más fuerza, podemos sudar más, etc. A su vez nuestro comportamiento
también reacciona y en función de la situación podemos huir, escapar, atacar, evitar, etc.
Por eso en situaciones conflictivas, cada individuo reacciona en función de todos estos
componentes. Aquéllos que tengan poca capacidad de control tenderán a respuestas más
agresivas que aquéllos que sean capaces de controlar sus sentimientos y emociones.
También es importante la interpretación que cada una de las partes que intervienen
en el conflicto haga de la situación conflictiva, si en dicha situación entendemos que la
otra parte está intentando ofendernos y humillarnos, nuestra respuesta será de ira; si el
comportamiento de la otra parte en conflicto nos ocasiona miedo, nuestra respuesta será
evitar el enfrentamiento. Por lo tanto la resolución a los conflictos y la regulación de las
emociones y sentimientos son dos aspectos que van necesariamente unidos (Acosta,
2002).
Según Francés (2010), en el proceso de producción de las emociones interactúan
el pensamiento, el sentimiento y la actuación, lo correcto es equilibrar en la respuesta lo
emocional y lo racional, sin embargo si se produce un malestar emocional y por lo tanto
una distorsión a la hora de valorar los hechos y sus consecuencias, puede aparecer el
conflicto. Si es así, como dice Francés (2010) no debemos rehuirlos, sino afrontarlos para
sacar el máximo provecho. Las emociones afectan a nuestra forma de pensar y a nuestro
comportamiento por eso es fundamental conocerlas, comprenderlas, aceptarlas y si es
necesario cambiarlas para que podamos dirigir y solucionar el conflicto de la forma
adecuada.
Bizquerra (2010) propone una serie de estrategias para la gestión de los conflictos
que se basan en el nexo de unión entre conflicto y emoción. Éstas son:
La fuerza del silencio: sólo hablar cuando lo que tengamos que decir es más
valioso que nuestro silencio.
La empatía: ponerse en el lugar de los demás.
Serrano Bravo, Fernando
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La asertividad: supone ser capaz de defender nuestras ideas y nuestros derechos
de una forma pacífica pero enérgica, sin ser agresivos y afrontando los conflictos
de una forma controlada.
Saber decir la palabra adecuada en cada momento.
Ser capaz de perdonar, lo que nos hará sentirnos mejor.
Control de la violencia verbal, para poder controlar el conflicto.
Ser capaz de reconocer la emoción predominante en la otra persona, puesto que
esto es una fuente básica de información para la gestión del conflicto.
Conocer información sobre aquellas situaciones que nos provocan miedo, ira,
angustia, etc. nos ayuda a afrontar mejor estas emociones.
Buscar equilibrio entre la razón y la emoción: ser capaz de razonar correctamente
ante una situación determinada.
Saber estar en cada situación ocupando el lugar que corresponda.
Conocer qué función tiene cada emoción para reconocer el modo de actuar
adecuado cuando sentimos cada una de ellas.
Reconocer, admitir y respetar las emociones de los demás como primer paso para
poder controlar un conflicto.
Saber cuánto queremos implicarnos en una reacción de grupo, dónde las
emociones tienden a ser más intensas.
Ser optimista, lo que ayudará a cambiar un clima negativo o desagradable.
Poner limitaciones a las emociones de los demás: no vale todo, tenemos que saber
encontrar en un conflicto hasta dónde podemos llegar nosotros pero también hasta
dónde pueden llegar los demás.
Comprender los impulsos o reacciones que produce nuestro cerebro ante una
situación concreta, lo que nos ayudará a una mejor gestión de nuestras emociones.
Descubrir cuándo se produce chantaje emocional para no sentirnos influidos por él.
Serrano Bravo, Fernando
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La escucha activa: prestar atención, no interrumpir, estar en sintonía, no enjuiciar,
etc. son elementos importantes para ganar la confianza del otro.
Saber respetar los ritmos, dejar que cada cosa se desarrolle en el momento
adecuado, no adelantarse ni demorarse, reconocer la ocasión adecuada para
realizar las cosas, etc.
Coherencia y sinceridad como base de la propia conducta, lo que mejorará la
credibilidad en nuestras relaciones.
No emitir juicios de valor ni morales en las situaciones de gran emocionalidad.
Reconocer la comunicación no verbal en los demás, lo que nos dará información
muy útil sobre sus emociones.
Así pues, para que nuestra sociedad sea capaz de resolver de forma amistosa y
pacífica los conflictos es necesario trabajar el mundo de los sentimientos y las emociones,
o lo que Vaello (2006) denomina “el uso de la Educación Socio-Emocional para
resolver/evitar conflictos y aprovechar los conflictos para educar socio-emocionalmente” y
para ello nada mejor que incorporar estos contenidos en el quehacer diario de las
escuelas.
4. LOS PROGRAMAS DE ENSEÑANZA EN EDUCACIÓN EMOCIONAL
Establecido el marco teórico de la inteligencia emocional y de la resolución de
conflictos y antes de desarrollar el programa concreto de actuación, es necesario definir lo
que es un programa, las fases de las que consta y los tipos de programas.
4.1. Definición
Un programa (Rodríguez, Álvarez, Bisquerra, & Marín, 1993) es una serie de
actuaciones perfectamente programadas y proyectadas, que se llevan a cabo según un
orden previamente establecido con el fin de alcanzar unos objetivos educativos
considerados necesarios en el currículo escolar, y en las que participan alumnos, padres y
maestros de un colegio determinado.
Serrano Bravo, Fernando
26
4.2. Fases de los programas de actuación
Un programa de actuación consta de 5 fases (Álvarez, Bisquerra, Filella, Fita,
Martínez, & Pérez, 2001):
4.2.1. Análisis del contexto
El primer paso a seguir en la elaboración de un programa es la configuración del
contexto económico, social y cultural en el que se ubica el centro educativo. Determinar si
se trata de un barrio marginal, de familias acomodadas o bien un colegio de ámbito rural,
el nivel económico, la tipología de las familias, los servicios sociales y culturales de la
zona, etc. es fundamental para poder identificar los problemas y necesidades.
También es necesario conocer la estructura y organización del colegio para saber
con qué recursos cuenta, tanto humanos como materiales y el grado de formación e
implicación de éstos. En este sentido es importante la presencia del departamento de
orientación si existe, y su colaboración e implicación en el proyecto.
Con estos datos podemos ubicarnos y saber con qué contamos a la hora de
elaborar y ejecutar el proyecto, para que el diseño del mismo sea coherente con la
realidad del centro.
4.2.2. Identificación de las necesidades
Una vez contextualizado el centro dentro del entorno resulta más fácil reconocer las
necesidades que debemos atender, priorizándolas y determinando la intervención
necesaria. Esta fase se puede subdividir en otras tres:
1. Identificación de las necesidades mediante recogida de información proveniente de
distintas fuentes como encuestas, entrevistas, cuestionarios, etc.
2. Análisis de las necesidades a través de los diferentes modelos que existe, entre ellos
uno de los más utilizados en España es el de Pérez Campanero (1991), que se
desarrolla a través de tres etapas: identificación de las necesidades, valoración de las
mismas y decisiones a tomar.
3. Concreción de la intervención: tras las etapas anteriores se determina las propuestas
concretas que es necesario desarrollar.
Serrano Bravo, Fernando
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4.2.3. Diseño del programa
Una vez conocida toda la información anterior se procede a elaborar el programa
propiamente dicho, justificando su necesidad y formulando los objetivos, contenidos,
actividades, recursos, cronograma, destinatarios, la evaluación y los costes.
La justificación se refiere a los criterios que fundamentan la necesidad de llevar a
cabo la actuación en base a toda la información recogida y analizada, y que debe ser
elaborado con la participación de todo el grupo de docentes que va a participar en el
programa.
Los objetivos, contenidos, actividades, recursos, cronograma, destinatarios,
evaluación y costes serán desarrollados en el punto 5.
4.2.4. Ejecución
Una vez elaborado el programa se lleva a cabo atendiendo a las diferentes
modificaciones que requiera su implantación.
4.2.5. Evaluación
Esta fase consiste en la comprobación del grado de cumplimiento de los objetivos
propuestos.
4.3. Tipos de programas
En educación hay diferentes tipos de programas de actuación. El que atiende al
desarrollo de las competencias necesarias para desenvolverse satisfactoriamente en las
distintas situaciones que la vida plantea, atendiendo a la formación integral de la persona
es, en la terminología de Álvarez et al (2001) el programa de orientación para la
prevención y el desarrollo. Los otros tipos de programas son:
Programas de orientación para el desarrollo de la carrera.
Programas de orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Programas de atención a la diversidad.
Dentro de las diferentes modalidades que nos podemos encontrar en los
programas de orientación para la prevención y el desarrollo se encuentran los programas
Serrano Bravo, Fernando
28
de educación emocional, cuyas principales áreas temáticas han sido ya revisadas en la
primera parte de este trabajo.
El desarrollo de sus contenidos debe ser contemplado desde una perspectiva
transversal, integrándose en el resto de áreas que conforman la formación escolar, puesto
que es necesario incidir en la necesidad del desarrollo del mundo de las emociones junto
con el desarrollo cognitivo para alcanzar la formación integral de los individuos.
Uno de los componentes que integran la educación emocional es el de las
relaciones sociales y la resolución de conflictos, campo que es necesario trabajar desde el
principio de la etapa escolar ante las evidencias que nos encontramos diariamente:
estrés, conflictividad en todos los ámbitos de la sociedad, violencia, agresividad, etc. y a
cuyo desarrollo está orientado el presente programa.
5. PROGRAMA PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
La siguiente propuesta consiste en un programa de actuación para integrar en el
currículo escolar el aprendizaje de las habilidades sociales y de resolución de conflictos
como una parte de la educación emocional, para que los alumnos aprendan a desarrollar
las estrategias necesarias que les permitan enfrentarse con éxito a las situaciones
conflictivas que, en cualquier ámbito se encontrarán a lo largo de su vida. Sin embargo
estos contenidos de la inteligencia emocional no son compartimentos estancos que se
puedan aislar de los demás, para la consecución de los objetivos propuestos es necesario
trabajar de forma integrada con los demás contenidos. Es la interconexión de todos ellos
lo que permite el desarrollo de personas emocionalmente inteligentes en todos los
aspectos.
Al tratarse de un programa que no se ha llevado a la práctica, las partes del mismo
que se deben completar con el estudio y análisis de una situación concreta tales como el
contexto del colegio y de las familias, la identificación de las necesidades y la justificación,
no se han incluido en la presente propuesta, quedando establecidas a nivel teórico en el
punto 4.
Serrano Bravo, Fernando
29
5.1. Diseño del programa
Este es el cuerpo del proyecto, en el que vamos a concretar el plan de actuación
que queremos desarrollar, justificándolo, formulando los objetivos, contenidos,
actividades, recursos con que contamos, cronograma, receptores, evaluación y costes.
5.1.1. Objetivos
El programa de resolución de conflictos se encuadra en un campo de actuación
más amplio, concretamente en el desarrollo de la competencia social, cuyo principal fin es
el incremento y la mejora de las relaciones interpersonales de los alumnos (Monjas,
1993). En el desarrollo de esta competencia se pueden definir los siguientes objetivos
generales:
- Adquisición de un conjunto de conductas y comportamientos que permitan a los
niños relacionarse e interactuar con las personas de su entorno.
- Capacidad para iniciar y mantener relaciones positivas y favorables con los demás
niños y niñas.
- Capacidad para iniciar, mantener y concluir conversaciones.
- Capacidad para expresar emociones, sentimientos y opiniones y recibir las de los
demás.
- Capacidad para solucionar de forma correcta y constructiva los conflictos
interpersonales que se produzcan en sus relaciones con los demás.
Es este último objetivo el que define el presente proyecto y del que podemos
extraer los siguientes objetivos específicos:
- Comprender cuando se produce una situación problemática.
- Desarrollar sensibilidad para comprender y respetar los problemas, sentimientos y
necesidades de otras personas.
- Fomentar la asertividad.
- Fomentar la empatía.
- Practicar la comunicación receptiva.
Serrano Bravo, Fernando
30
- Desarrollar la capacidad para proponer soluciones positivas y prosociales cuando
se genere un conflicto.
- Reconocer y controlar las emociones propias y reconocer las de los demás.
- Ser capaz de prever las consecuencias de sus actos.
- Ser consciente de las dificultades que se pueden encontrar a la hora de resolver un
conflicto.
5.1.2. Contenidos
Si relacionamos las habilidades necesarias para de la resolución de conflictos
establecidas por Monjas (1993) con las estrategias para la gestión de los mismos
propuestas por Bizquerra (2010) y mencionado más arriba, podemos establecer los
siguientes contenidos:
1. Reconocimiento e identificación del problema. Comprende la necesidad de saber de la
existencia de un problema desde el mismo momento que surja así como la capacidad
para describirlo. Además supone la capacidad para delimitar la responsabilidad de
cada una de las partes y ser conscientes de los motivos que han podido ser la causa
de inicio del conflicto.
Este contenido implica:
a. Empatía para conocer la dimensión que el problema puede tener en la otra
persona.
b. Control de la violencia verbal, para poder iniciar su resolución de manera
positiva.
c. Capacidad para reconocer las emociones y los sentimientos de la otra parte
en conflicto.
d. Capacidad para reconocer nuestras propias emociones y sentimientos
2. Búsqueda de soluciones. Comprende el aprendizaje necesario para plantear las
posibles soluciones al conflicto, aportando cuantas más mejor.
Este contenido conlleva:
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a. Escucha activa para buscar soluciones satisfactorias para ambas partes.
b. Coherencia y sinceridad en la búsqueda de las soluciones adecuadas.
c. Imparcialidad: para no emitir juicios de valor ni morales que puedan influir en
la búsqueda de la solución.
d. Buscar el equilibrio entre razón y emoción para proponer aquellas soluciones
más satisfactorias para ambos.
3. Prever las consecuencias. Conlleva la capacidad de ser conscientes del resultado de
nuestra conducta y de la conducta de los demás en la generación de un conflicto, lo
que deriva en la necesidad de pensar antes de actuar.
Supone:
a. Saber respetar los ritmos para no adelantar ni demorar los acontecimientos.
b. Descubrir cuando se produce chantaje emocional.
c. Comprender los impulsos o reacciones de nuestro cerebro ante una
situación concreta para anticiparnos a las consecuencias.
d. Conocer información sobre aquellas situaciones que nos provocan miedo,
ira, angustia, etc.
e. Conocer qué función tiene cada emoción para anticiparnos y actuar de modo
adecuado al sentir cada una de ellas.
f. Saber si queremos implicarnos en una reacción de grupo, dónde las
emociones tienden a ser más intensas.
g. Reconocer la comunicación no verbal.
4. Comunicación positiva. Implica el desarrollo de la asertividad como conducta
intermedia entre la agresividad y la pasividad, de la empatía para situarnos en el lugar
del otro y de la comunicación receptiva para comprender correctamente tanto la
comunicación verbal como la comunicación no verbal, captando perfectamente el
mensaje de la otra persona.
Serrano Bravo, Fernando
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Esto implica:
a. La fuerza del silencio: hablar sólo cuando lo que vayamos a decir sea más
valioso que nuestro silencio.
b. Empatía.
c. Asertividad.
d. Saber decir la palabra adecuada en el momento adecuado.
e. Ser capaz de perdonar.
f. Escucha activa: aspectos tales como prestar atención, no interrumpir, estar
en sintonía, no enjuiciar, etc. son fundamentales para llevar a cabo una
comunicación positiva.
5. Elección de la solución adecuada, que se decidirá tras sopesar las diferentes
posibilidades en la resolución del conflicto. Conlleva analizar las posibles alternativas,
lo positivo y lo negativo de cada una de ellas y las consecuencias que supondrá la
solución adoptada tanto en uno mismo como en la otra parte en conflicto.
Implica:
a. Buscar el equilibrio entre razón y emoción a la hora de elegir la mejor
solución.
b. Ocupar el lugar correcto en el desarrollo de la solución elegida.
c. Poner límites a las emociones de la otra parte: no vale todo, tenemos que
encontrar en un conflicto hasta dónde podemos llegar nosotros pero también
hasta dónde pueden llegar los demás
6. Puesta en práctica de la solución adoptada, planificando su ejecución y siendo
conscientes de los problemas que pueden aparecer para anticiparse a ellos, y para
ello es necesario:
a. Ser optimista.
b. Saber ocupar el lugar que nos corresponde.
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Esta separación no supone una clasificación en compartimentos estancos, sino que
existen estrategias que se pueden y se deben utilizar en más de un momento, y no sólo
en la resolución de conflictos sino en todas las facetas de la vida, como por ejemplo la
escucha activa o la comunicación no verbal, puesto que son estrategias que nos
ayudarán a desenvolvernos con mayor éxito en la sociedad.
5.1.3 Actividades
En este programa se ha diseñado una actividad representativa por cada contenido,
estructurada en los siguientes apartados:
Nombre de la actividad.
Contenido.
Objetivos.
Competencias emocionales que integra.
Duración.
Estructura.
Materiales.
Metodología.
Descripción.
Justificación de la actividad.
En el anexo I se incorporan además otra actividad por cada contenido, haciendo un
total de doce actividades.
En cualquier caso estas actividades se pueden repetir variando el conflicto
propuesto inicialmente para cada una de ellas, el nivel de complejidad del mismo y los
integrantes de los grupos en su caso.
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5.1.3.1. Contenido 1: Reconocimiento e identificación del problema
5.1.3.1.1. Actividad 1: Preguntas y respuestas
Nombre Actividad: Preguntas y Respuestas
Contenido: Reconocimiento e identificación del problema.
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Reconocer la existencia de un conflicto.
Expresar verbalmente el tipo de conflicto y las características del mismo.
Reconocer y expresar verbalmente los propios sentimientos.
Reconocer y expresar verbalmente los sentimientos de los demás.
Autoconsciencia
Empatía
Habilidades sociales
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En esta actividad el profesor pregunta al grupo en general y los niños van respondiendo por iniciativa propia o a solicitud del maestro, a nivel individual
No se requiere ningún material especial, la actividad se puede desarrollar en el aula
Metodología: Se trata de una actividad que se desarrolla a través de preguntas y
respuestas verbales en un continuo feed-back profesor/alumno, y en la que el profesor va
dirigiendo a través de sus preguntas hacia aquellas cuestiones en las que desee
profundizar más, tales como sentimientos, emociones, clases de conflictos, etc.
El desarrollo ha de ser dinámico y el profesor debe implicar a todos los chicos,
especialmente a aquellos que tengan especiales dificultades en sus relaciones,
procurando que todos puedan expresarse con la máxima libertad.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: El primer paso para resolver un conflicto es reconocer la existencia del
mismo y para ello el profesor debe indagar y preguntar a los niños para que estos puedan
expresar verbalmente el problema en cuestión, delimitándolo, reconociendo y expresando
sus sentimientos, reconociendo y expresando los sentimientos de los demás, poniendo en
evidencia la necesidad de buscar soluciones y reflexionar sobre el origen del problema.
Esta actividad se puede plantear con ejemplos reales y siempre que surja un
problema o bien con ejemplos inventados tanto (Anexo II, ejemplo 1) por el profesor como
por los niños.
Se plantea el problema y el profesor va haciendo preguntas del tipo:
¿Qué ha pasado?
¿Cuál ha sido el motivo que ha causado el conflicto?
¿Por qué lo has hecho?
¿Por qué piensas que la otra persona ha actuado así?
¿Cómo te sentiste? ¿Cómo crees que se sintió la otra persona?
¿Alguien puede contarnos una situación parecida que haya vivido?
¿Cómo ocurrió? ¿Cómo se resolvió?
A través de las preguntas los niños deben ir diferenciando los distintos tipos de
conflictos que pueden tener con los demás niños, como agresión, rechazo, sustracción de
pertenencias, etc. así como si el conflicto ha sido iniciado por él o por otros niños.
Cuando se plantee una situación concreta para trabajar en el aula el profesor irá
verbalizando y dirigiendo la actividad hacia una resolución positiva del conflicto, a través
de preguntas y respuestas, que sirva como modelo a seguir, poniendo de manifiesto el tipo
de problema, el motivo, los sentimientos y emociones de cada una de las partes y la
necesidad de llegar a una solución adecuada.
Justificación: El primer paso para resolver un conflicto es saber que éste existe y
además tener interés en que se resuelva satisfactoriamente para ambas partes. A través
de esta actividad el alumno debe ir tomando consciencia de los problemas que pueden
surgir en sus relaciones sociales, así como de la necesidad de que éstos se resuelvan de
forma positiva, reconociendo y teniendo en cuenta qué sentimientos se producen en
nosotros y qué sentimientos se pueden producir en las otras personas
Serrano Bravo, Fernando
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5.1.3.2. Contenido 2: Búsqueda de soluciones
5.1.3.2.1. Actividad 1: Buscando soluciones
Nombre Actividad: Buscando soluciones
Contenido: Búsqueda de soluciones
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Analizar un
conflicto con el
fin de plantear
distintas
soluciones al
mismo.
Generar
múltiples
soluciones
positivas y
prosociales para
resolver un
problema.
La motivación
Las habilidades sociales.
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Se trata de una actividad en la que el profesor pregunta a la clase en general y los niños van respondiendo por iniciativa propia o a solicitud del maestro, con carácter particular.
Se puede desarrollar en el aula y sólo se requiere de lápiz y papel para anotar las diferentes soluciones propuestas. Éstas podrán ser evaluadas en otra actividad posterior
Metodología: Esta actividad se desarrolla a través de preguntas y respuestas verbales
entre profesor y alumnos, una tormenta de ideas en la que el maestro intenta extraer de
sus alumnos las máximas aportaciones para resolver un conflicto, lo que conlleva un
análisis exhaustivo de cada problema que permita explorar todas las variables posibles.
El desarrollo ha de ser dinámico y el profesor debe implicar a todos los chicos,
especialmente a aquellos que tengan especiales dificultades en sus relaciones,
procurando que todos puedan expresarse con la máxima libertad.
Descripción: El profesor plantea un conflicto entre dos niños que puede ser real o
inventado (Anexo II, ejemplo 2), y a través de sus preguntas deben buscarse las diferentes
soluciones que se puedan aportar para resolver el problema. Para ello deben darse
respuesta a las siguientes cuestiones:
Serrano Bravo, Fernando
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¿Cómo se puede resolver el conflicto?
¿Hay alguna otra manera de solucionarlo?
Si te ocurriera a ti ¿qué harías?
¿Se puede hacer alguna otra cosa?
El maestro irá planteando las preguntas orientándolas y dirigiéndolas hacia la
búsqueda de soluciones al problema planteado. En esta fase da igual si las ideas
aportadas solucionan el conflicto, lo importante es que surjan alternativas.
No se deben emitir juicios de valor a las soluciones propuestas, éstas podrán ser
evaluadas después por los niños en otra actividad, lo importante es que se presenten
muchas y variadas alternativas para solucionar el conflicto.
Las propuestas de solución se irán anotando en un papel para que en otra actividad
podamos analizarlas.
Justificación: Un paso fundamental para resolver un problema es plantear una solución
adecuada al mismo, pero soluciones hay muchas, lo importante es elegir aquella que nos
permita resolver el problema correctamente, para ello el primer paso es concretar las
diferentes alternativas posibles, y ese es el objetivo de la presente actividad.
Serrano Bravo, Fernando
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5.1.3.3. Contenido 3: Prever las consecuencias
5.1.3.3.1. Actividad 1: Analizando soluciones
Nombre Actividad: Analizando soluciones
Contenido: Prever las consecuencias
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Ser capaz de conocer a priori la influencia que nuestro comportamiento y el comportamiento de los demás puede tener en la generación de un conflicto.
Distinguir entre soluciones que resuelven un problema y soluciones que no resuelven un problema.
Saber situarse en el lugar del otro para anticipar su respuesta.
En esta actividad se trabajan casi todos los contenidos de la inteligencia emocional:
Autoconsciencia o conocimiento de uno mismo.
Autocontrol o capacidad para dominar nuestras emociones y sentimientos.
Motivación para dirigir nuestras emociones y sentimientos por el camino correcto.
Empatía o capacidad para ponerse en la situación del otro.
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En esta actividad el profesor pregunta al grupo en general y los niños van respondiendo por iniciativa propia o a solicitud del maestro, a nivel individual.
Se desarrolla en el aula y sólo es necesario lápiz y papel.
Metodología: Esta actividad se desarrolla a través de preguntas y respuestas verbales
entre profesor y alumnos, en las que el profesor intenta extraer de los chicos las máximas
aportaciones sobre las consecuencias que las distintas soluciones aportadas pueden tener
en la resolución del conflicto, lo que conlleva un análisis exhaustivo de cada una de ellas
que permita anticiparnos para poder dirigir así nuestros actos por el camino correcto.
Como en todas las actividades de este tipo el desarrollo ha de ser dinámico y el
profesor debe implicar a todos los chicos, especialmente a aquellos que tengan especiales
dificultades en sus relaciones, procurando que todos puedan expresarse con la máxima
libertad.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Continuando con la actividad “buscando soluciones” explicada más arriba,
esta nueva actividad consiste en valorar las consecuencias de las distintas soluciones que
se han aportado.
Para ello analizaremos una por una, adelantando las posibles consecuencias que la
solución planteada puede tener en la resolución final del conflicto.
Ejemplo 7: A la salida del colegio Carlos insulta y se ríe de Luis. ¿Qué puede hacer Luis?
Las soluciones que se aportan pueden ser:
Insultarle él también Consecuencias
Hacer como que no ha oído nada Consecuencias
Decírselo al profesor Consecuencias
Pegarle Consecuencias
Preguntarle por qué lo ha hecho Consecuencias
A continuación se clasifican en positivas y negativas y se extraen conclusiones, del
tipo:
Si conozco las consecuencias de mis actos y de los actos de los demás puedo
decidir mejor acerca de mi manera de proceder.
Los actos positivos generalmente tendrán consecuencias favorables y los negativos
desfavorables.
Si a mí no me gusta que actúen de una manera determinada conmigo,
probablemente a los demás tampoco les guste que yo actúe así con ellos.
Justificación: Para resolver de forma positiva un conflicto es necesario elegir la solución
que mejor satisfaga a ambas partes, y para ello se necesita anticipar las consecuencias de
nuestros actos y de los actos de los demás, distinguiendo entre soluciones positivas y
soluciones negativas, así como desarrollar la empatía que permita conocer lo que sentirá
el otro con la solución propuesta.
Serrano Bravo, Fernando
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5.1.3.4. Contenido 4: Comunicación positiva
5.1.3.4.1. Actividad 1: Nos comunicamos
Nombre Actividad: Nos comunicamos
Contenido: Comunicación positiva
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Ser capaz de entenderse mutuamente en una comunicación.
Desarrollar la empatía.
Desarrollar la escucha activa.
La empatía.
Las habilidades
sociales.
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Se divide a la clase por parejas para el desarrollo de la primera parte de la actividad, y a continuación se pone en común en una charla entre el profesor y todos los alumnos, en la que aquél dirigirá con sus preguntas para la obtención de las conclusiones oportunas.
Se desarrolla en el aula y sólo es necesario lápiz y papel.
Metodología: La actividad se divide en dos partes. Para el desarrollo de la primera parte
el profesor explicará a cada uno de los alumnos cual ha de ser su papel. Al orador le dirá
la duración y el tipo de historia, en qué ha de poner énfasis, qué es lo que ha de entender
perfectamente su compañero, cómo acompañarse con los gestos, etc. y al oyente le dará
las pautas necesarias para llevar a cabo una escucha activa.
En la segunda parte el profesor dirigirá con sus preguntas para obtener las
conclusiones pertinentes.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Los alumnos se sientan por parejas y uno de ellos le cuenta al otro una
historia de su vida, haciendo hincapié en lo que considere importante. El compañero que
escucha podrá preguntar lo que crea conveniente para comprender correctamente el
mensaje, pudiendo hacer anotaciones en un papel para recordar la historia.
A continuación el miembro de la pareja que ha escuchado la historia expondrá a
toda la clase lo que el otro le ha contado, representándolo e intentando reflejar los
sentimientos y emociones que haya percibido.
A continuación el profesor planteará las siguientes preguntas:
¿Percibías que tu compañero te escuchaba y te entendía?
¿Cómo te has sentido al ver tu opinión reflejada y representada por otra persona?
¿Cómo te has sentido al repetir y mostrar la opinión de otro?
¿Crees que tu compañero ha reflejado correctamente tus sentimientos? ¿Por qué?
¿Qué ha percibido el resto de la clase? ¿Ha entendido correctamente la historia?
Finalmente se hará hincapié en la necesidad de mostrar empatía y se extraerán las
conclusiones necesarias para llevar a cabo una escucha activa en la comunicación:
Preparación: estar dispuesto psicológicamente para escuchar.
Observar al que habla: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos de la
comunicación y los sentimientos.
Utilizar expresiones verbales del tipo ya veo, si, vale, etc. y no verbal tales como el
contacto visual, los gestos y la inclinación del cuerpo.
Justificación: Muchos de los conflictos interpersonales se producen por una mala
comunicación, por lo que desarrollar las actitudes y habilidades necesarias es fundamental
en las relaciones sociales.
Serrano Bravo, Fernando
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5.1.3.5. Contenido 5: Elección de la solución adecuada
5.1.3.5.1. Actividad 1: Elegimos una solución
Nombre Actividad: Elegimos una solución
Contenido: Elección de la solución adecuada
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Ser capaz de analizar las diferentes soluciones en un conflicto, evaluando pros y contras.
Distinguir entre soluciones positivas y soluciones negativas.
Elegir la mejor solución de entre todas las posibles.
Motivación.
Empatía.
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Se divide en tres partes, la primera se desarrolla en grupo, planteando las diferentes soluciones al problema entre todos, la segunda es a nivel individual analizando pros y contras de cada una de ellas y la tercera consiste en una puesta en común entre todos para concluir con la mejor solución.
Esta actividad se puede desarrollar en el aula y sólo requiere de lápiz y papel.
Metodología: En la primera parte de la actividad el profesor planteará el conflicto, siempre
procurando que sean historias, sino verdaderas planteadas por ellos mismos, al menos lo
más cercanas posible a su realidad, que puedan distinguir como suyas, que puedan
desarrollarse en su entorno, para a continuación, en un debate entre todos, plantear las
posibles soluciones.
La segunda parte es un trabajo individual, ya deben disponer de las herramientas
necesarias para distinguir entre consecuencias positivas y consecuencias negativas.
La tercera parte vuelve a ser un trabajo conjunto, en el que el profesor tiene que ser
dinámico, dirigiendo con sus preguntas el debate hacia la consecución de los objetivos
planteados.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: El profesor plantea una situación conflictiva en el aula (Anexo II, ejemplo 8),
y a continuación entre todos se enumeran las posibles soluciones.
Después cada niño individualmente en un folio hará dos columnas para cada una de
las soluciones propuestas, la primera columna con las consecuencias positivas de la
misma y la segunda columna con las consecuencias negativas.
Tras este trabajo individual se hace una puesta en común para cada una de las
propuestas debatiendo entre todos los diferentes pros y contras enumerados por los niños,
o aportándolos el profesor si a ninguno se le ha ocurrido.
Finalmente entre todos se elegirá la mejor opción.
Justificación: Para resolver adecuadamente un conflicto es necesario elegir la mejor
opción de entre todas las posibles, teniendo en cuenta nuestros sentimientos y los
sentimientos de los demás, para ello es necesario dotar a los alumnos de los criterios
adecuados que les permitan tomar la decisión correcta.
Serrano Bravo, Fernando
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5.1.3.6. Contenido 6: Puesta en práctica de la solución adoptada
5.1.3.6.1. Actividad 1: Planificamos
Nombre Actividad: Planificamos
Contenido: Puesta en práctica de la solución adoptada
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Ser capaz de planificar correctamente la puesta en marcha de la solución a un conflicto.
Anticiparse a los posibles obstáculos que puedan sobrevenir en su desarrollo.
Alcanzar con éxito el fin previsto.
Con esta actividad se ponen en juego todos los contenidos de la inteligencia emocional:
Autoconsciencia.
Autocontrol.
Motivación.
Empatía.
Habilidades sociales.
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Para la primera parte de la actividad se divide la clase en grupos de cuatro o cinco chicos cada uno. Cada grupo trabaja el conflicto según lo señalado y lo representa. En la última parte de la actividad se produce un debate final entre todos, moderado y dirigido por el profesor.
Se puede desarrollar en el aula y se necesita lápiz y papel.
Metodología: La primera parte consiste en un trabajo de grupo en el que los integrantes
han de ponerse de acuerdo sobre las soluciones propuestas, eligiendo la mejor y
preparando su representación.
La segunda parte se realiza a través de la técnica del role-playing, dramatizando la
opción elegida.
La tercera parte consiste en un debate moderado por el profesor, dirigiendo
siempre el mismo hacia la consecución de los objetivos previstos y reforzando la conducta
deseada.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Se divide la clase en grupos de cuatro o cinco chicos. A cada grupo se le
plantea un conflicto (Anexo II, ejemplo 3) y trabajan entre ellos para establecer las posibles
soluciones al mismo, eligiendo finalmente la que consideren más adecuada.
A continuación cada grupo planifica la puesta en marcha de la solución elegida y
preparan su representación.
Finalmente entre toda la clase se debate acerca de los resultados obtenidos,
respondiendo a las siguientes preguntas:
¿Se ha elegido la mejor opción entre todas las posibles?
¿Se ha podido llevar a cabo?
¿Qué problemas han surgido en su desarrollo? ¿Estaban previstos? ¿Se han
solventado correctamente?
¿Se ha obtenido el resultado esperado?
¿Cambiaría algo?
Justificación: No es suficiente con elegir la mejor solución cuando se quiere resolver un
problema, además es necesario llevarlo a la práctica de forma adecuada, pudiendo
solventar los obstáculos que puedan impedir o dificultar su desarrollo y planificarlo con
antelación es la mejor propuesta para tener éxito.
Serrano Bravo, Fernando
46
5.1.4. Cronograma
El presente programa para la resolución de conflictos puede ser desarrollado
durante un curso académico en sesiones de una hora a la semana. Las actividades
propuestas se pueden desarrollar en dos trimestres, dejando el último para evaluar las
actividades, establecer los resultados, volver a realizar nuevas actividades si es
conveniente y llevar a cabo una evaluación global de todo el proceso.
Se empezará por las actividades más simples y con ejemplos de conflictos
sencillos para que los niños vayan adquiriendo una metodología y una práctica que les
permita concluir de forma satisfactoria sus problemas, educando el mundo de las
emociones y de los sentimientos como un factor más en su desarrollo como personas.
Paralelamente se deben ir trabajando en el aula los demás componentes que
conforman el amplio abanico de la inteligencia emocional, para que todos estos
contenidos juntos permitan el desarrollo de personas emocionalmente inteligentes.
5.1.5. Destinatarios
El nivel de las actividades y de los contenidos se puede adaptar a la edad de los
niños a los que se les vaya a aplicar. Tal y como están configuradas en el presente
programa estas actividades pueden llevarse a cabo con niños de tercer ciclo de primaria
(11 – 12 años).
5.1.6. Evaluación
A lo largo de todo el curso iremos comprobando la consecución de los objetivos
establecidos, a través de las respuestas que los chicos van dando a las distintas
actividades propuestas.
La evaluación se llevará a cabo fundamentalmente mediante la observación
sistemática del niño, valorando su participación, comportamiento, respuestas, interacción
con los demás, cooperación, actitud y avance en los distintos contenidos.
Para conocer los avances es necesario llevar a cabo una indagación de los
conocimientos previos, y esto lo podremos obtener fácilmente en las primeras actividades.
Comparando la evolución de las respuestas de los chicos y la complejidad de las
actividades desde el inicio del curso a lo largo del mismo podremos comprobar el avance
que se produce.
Serrano Bravo, Fernando
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Para ver esta evolución podremos llevar un registro de cada niño con los avances
que se vayan produciendo y en el que anotaremos aquellos aspectos más relevantes y
significativos que nos llamen la atención y que pueden ser objeto de un trabajo más
profundo.
Fundamentalmente todas las actividades propuestas requieren de respuestas y
conclusiones que se han de obtener por parte de todos, por lo que el avance que se
produzca va a quedar reflejado en estas respuestas, así como en el nivel y complejidad
que podamos alcanzar en las distintas tareas que se propongan.
5.1.7. Costes
El desarrollo de este programa no plantea ningún coste a la institución escolar ni a
los alumnos.
6. CONCLUSIONES
Mucho es lo que se ha escrito en los últimos años acerca de la inteligencia
emocional y su influencia en el éxito profesional, personal y social de las personas. Todos
los investigadores coinciden en la necesidad de implementar estos contenidos en el
currículo escolar con los contenidos tradicionales desde las primeras etapas de la
educación, sin embargo todavía se echa en falta una verdadera concienciación por parte,
tanto de los poderes públicos con competencias educativas como de las instituciones
escolares y de las familias para dar a los contenidos de la inteligencia emocional en
general y a la resolución pacífica de conflictos en particular el hueco que le corresponde
en el proceso educativo.
El mundo del siglo XXI avanza en un clima de constante conflicto. Se ha convertido
en algo habitual oír hablar de violencia, agresividad, conflictividad, guerra, etc. y la
sociedad no sabe poner límite a esto. Es mucho lo que la ciencia ha avanzado en el
último siglo y muy poco lo que se ha hecho para resolver los conflictos de forma pacífica.
Para poner freno a este problema es necesario actuar desde el inicio, y la mejor arma que
disponemos es la educación, una educación sólida en valores, una educación para la paz,
una educación en convivencia que permita desarrollar en nuestros jóvenes la capacidad
necesaria para crear un mundo socialmente más habitable.
El primero de los objetivos planteado en el presente trabajo de fin de grado era
justificar la necesidad de una formación integral en la escuela. Ha quedado demostrado
Serrano Bravo, Fernando
48
por las diferentes investigaciones la necesidad de desarrollar una enseñanza global, que
complemente la educación de siempre con el mundo de los sentimientos y las emociones,
superando de esta manera la formación que ofrece la escuela tradicional.
Otro de los objetivos que se habían planteado en el presente trabajo de
investigación era elaborar un marco teórico de referencia en torno a la inteligencia
emocional. El cumplimiento de este objetivo se ha alcanzado. El presente trabajo de fin
de grado, desarrolla en primer lugar una aproximación a la educación emocional en
general y particularmente a uno de sus contenidos: la resolución de conflictos, haciendo
un repaso de los principales autores que han aportado sus estudios e investigaciones
desde el nacimiento de este concepto a principios del siglo XX hasta nuestros días,
concretando qué es la educación emocional y los diferentes componentes que la integran,
consiguiendo con este último punto el tercero de los objetivos
Uno de estos componentes y sobre el que gira este estudio es la resolución de
conflictos. En el presente trabajo se define el conflicto, se concretan las causas de su
aparición y las diferentes conductas a través de las cuales se manifiesta, por lo que se
cumple otro de los objetivos planteados.
Finalmente, y dando cumplimiento al último de los objetivos propuestos, se
presenta un programa para aplicar en el aula a lo largo de un curso académico, que
ayude a los alumnos a adquirir las habilidades necesarias que les permitan resolver de
forma positiva sus conflictos y que permita preparar a los niños de hoy para enfrentarse a
la sociedad del mañana. Este programa desarrolla una serie de actividades que posibilitan
trabajar los contenidos necesarios para la consecución de los objetivos propuestos y a
través de una metodología concreta.
Nos dirigimos de forma imparable hacia un mundo globalizado, hacia un mundo
impersonal en el que prima el intelecto sobre lo sentimental.
Vivimos en una sociedad plagada de conflictos personales, sociales, globales,
conflictos que debemos atajar y a los que el intelecto no puede poner freno. Debemos
enseñar a los adultos del mañana a manejar sus emociones y sentimientos para construir
una sociedad en la que los conflictos sean una oportunidad de crecer, no un motivo para
luchar, y para ello la educación emocional se nos presenta como la mejor opción a la que
podemos recurrir.
Serrano Bravo, Fernando
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7. LIMITACIONES Y PROSPECTIVA
El presente trabajo de fin de grado recoge un programa para aplicar en el aula que
ayude a la adquisición de las herramientas necesarias para resolver de forma satisfactoria
los conflictos en los que estén implicados los chicos a los que va dirigido (11 – 12 años).
Sin embargo, por razones de espacio y tiempo, así como por el ámbito en el que se
integra este trabajo presenta una serie de limitaciones:
1. Se presentan pocas actividades, dos por contenido, aunque éstas pueden ser
objeto de repetición simplemente cambiando el conflicto que se presenta para
resolver.
2. No ha sido probado en la práctica, por lo que sus resultados no pueden ser
establecidos.
3. Por razones de espacio, el programa se presenta de forma aislada, sin su
implementación en el currículo escolar. Estas actividades permiten trabajar también
contenidos de otras áreas, como por ejemplo la expresión oral y la expresión
escrita del área de lengua, sin embargo esto no queda reflejado.
4. El trabajo previo a la práctica real de las actividades ha quedado establecido a nivel
teórico (antecedentes, contextualización, identificación de las necesidades,
justificación, etc.) puesto que para completarlo es necesario llevarlo a la práctica y
por razones obvias esto no se ha hecho.
5. Se trata de un programa general para aplicar con carácter preventivo. En el caso
de que se tuviera que intervenir en un aula con problemas concretos e importantes
sería necesario otro tipo de intervención más específica, de carácter paliativo.
Por otro lado, este trabajo recoge una pequeña aproximación al mundo de la
educación emocional y la resolución de conflictos, sin embargo el campo de trabajo puede
ser mucho más amplio y las posibilidades de desarrollo también:
a) En el ámbito familiar. Paralelamente a este programa se puede desarrollar otro
para aplicar en el ámbito familiar. No podemos olvidar que los niños repiten las
conductas que ven en casa por lo que trabajar la resolución de conflictos también
con las familias se convierte en una rama con la que trabajar.
Serrano Bravo, Fernando
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b) En la formación del profesorado. Los docentes en su mayoría no están preparados
para afrontar en sus aulas este tipo de contenidos, por lo que sería necesario
desarrollar planes de formación docente para que los maestros, antes de aplicar un
programa de este tipo adquieran formación en educación emocional y resolución
de conflictos.
c) La creciente multiculturalidad en las aulas. Este fenómeno que se ha incrementado
de forma exponencial en los últimos años ha sido una fuente de conflictos
importante. Es necesario la elaboración de programas que contemplen este hecho
y permitan, en el respeto a todas las culturas, integrar en el aula a todos,
proporcionando una educación personalizada acorde a las necesidades de cada
uno.
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Serrano Bravo, Fernando
55
10. ANEXO I. ACTIVIDADES
10.1. Contenido 1
Nombre Actividad: Soluciono mis problemas
Contenido: Reconocimiento e identificación del problema
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Reconocer que existe un problema.
Contextualizar y delimitar el problema.
Fomentar la empatía y el autocontrol.
Autocontrol.
Empatía.
Habilidades
sociales
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Se trata de una teatralización en la que intervendrán tantos niños como estén implicados en el conflicto, pudiendo ser dos, tres o cuatro.
Esta actividad se puede desarrollar en el aula y sólo se necesita lápiz y papel para anotar los aspectos más importantes de la historia que se va a montar.
Metodología: Para desarrollar esta actividad se utiliza la técnica del Role-playing, que
consiste en teatralizar una situación simulada, con el objetivo de poner de manifiesto y
ensayar la conducta deseada y que previamente hemos establecido como el modelo a
imitar.
El papel que pueden tener los niños durante la dramatización puede ser:
- Actor/es: los que ensayan y ponen en práctica la conducta deseada.
- Co-actor/es: los que interactúan con el actor y le ayudan a desarrollar su papel.
- Observador: los que contemplan el desarrollo de la escena.
El profesor debe motivar a los alumnos y supervisar todo el proceso para que la
conducta que se va reforzar sea la deseada.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Se trata de dramatizar mediante la técnica del role-playing una situación de
conflicto. Esta actividad se puede hacer cuando los niños han verbalizado y escuchado
todo el proceso de desarrollo del problema y una vez conscientes de los resultados que se
quieren conseguir. Se establecerá claramente quienes participan y el papel de cada uno
de los participantes, procurando utilizar situaciones reales que hayan vivido.
El profesor plantea la situación (Anexo II, ejemplo 5) y el grupo de niños que va a
participar debe:
Identificar el problema, verbalizar la situación y analizarla para dirigirla hacia la
solución.
Montar y teatralizar una historia donde quede claramente identificado:
a) Lo que piensan y lo que sienten todos los participantes.
b) Los motivos que han provocado el conflicto.
c) El resultado final al que se quiere llegar.
Extraer conclusiones en las que se resuman los puntos más importantes, del tipo:
a) He de tener en cuenta lo que sienten los demás.
b) Debo controlar mi impulso inicial cuando surge un conflicto.
c) Debo controlar mi vocabulario cuando se inicia un conflicto.
d) He de aceptar mi responsabilidad en los conflictos.
Justificación: Con esta actividad el alumno trabaja la necesidad de reflexionar y
recapacitar cuando surge un conflicto. Ser conscientes del problema, valorar la situación y
actuar con criterio son pasos fundamentales en su resolución.
Serrano Bravo, Fernando
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10.2. Contenido 2
Nombre Actividad: Transmisión de mensajes
Contenido: Búsqueda de soluciones
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Comprobar la alteración que sufre una historia o un suceso cuando se transmite verbalmente.
Descubrir el cambio que sufre una historia cuando en su transmisión se emiten juicios de valor e interpretaciones.
Autocontrol.
Motivación.
Una
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na
ho
ra
Se formarán grupos de cinco niños para que la historia sea contada el número suficiente de veces para poder comprobar la alteración de una vez a otra.
Mientras cada grupo realiza la actividad el resto de la clase estará atenta e irán anotando las variaciones que vayan descubriendo.
Se puede desarrollar en el aula y sólo se requiere de lápiz y papel para anotar las variaciones que se vayan produciendo de una historia a otra.
Metodología: Es una actividad divertida que requiere prestar mucha atención al
compañero que está hablando, tanto en su lenguaje verbal como no verbal.
La historia no debe ser muy larga, no más de medio folio, para que los niños
puedan retener todos los aspectos importantes de la misma.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Se forman grupos de cinco niños cada uno. Cuatro salen de la clase y se
queda uno. El profesor le leerá una historia corta (Anexo II, ejemplo 9) y el niño podrá
hacer preguntas que le ayuden a comprenderla mejor. A continuación entra el segundo
miembro del grupo y el primero le cuenta la historia lo más fiel posible. Cuando ha
terminado entra el tercero y es ahora el segundo el que le cuenta la historia, intentando ser
lo más fiel posible a la historia inicial, y así hasta llegar al último que contará a toda la
clase su versión de la historia.
A continuación se extraerán las conclusiones pertinentes, dando respuesta a las
siguientes preguntas:
¿Qué es lo que ha cambiado en la historia desde la primera a la última?
¿Se han emitido juicios de valor por el que la contaba? ¿Cuáles?
¿Se han emitido juicios morales? ¿Cuáles?
¿Hemos prestado atención al lenguaje no verbal?
Justificación: Para mejorar nuestras relaciones sociales es fundamental entenderse con
los demás y para ello hay que saber escuchar y saber expresar correctamente lo que
queremos decir. Muchas situaciones conflictivas se producen por una inadecuada
comunicación, por lo que la adquisición de determinadas habilidades nos ayudarán a
mejorar las relaciones interpersonales.
Serrano Bravo, Fernando
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10.3. Contenido 3
Nombre Actividad: Trabajando soluciones
Contenido: Prever las consecuencias
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Proponer diferentes soluciones a un conflicto.
Analizar cada solución propuesta.
Prever los resultados de cada una de ellas.
En esta actividad se trabajan casi todos los contenidos de la inteligencia emocional:
Autoconsciencia o conocimiento de uno mismo.
Autocontrol o capacidad para dominar nuestras emociones y sentimientos.
Motivación para dirigir nuestras emociones y sentimientos por el camino correcto.
Empatía o capacidad para ponerse en la situación del otro.
Una
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Para el desarrollo de esta actividad se divide la clase en grupos de cuatro chicos cada uno. Finalmente se debate entre todos con la moderación del profesor.
Esta actividad se puede desarrollar en el aula y sólo se necesita lápiz y papel para ir anotando el desarrollo de la dramatización y las soluciones elegidas para cada conflicto.
Metodología: La actividad consta de varias partes. En la primera parte cada grupo trabaja
en la búsqueda de soluciones y en la elección de la más idónea por consenso, por lo que
deben ponerse de acuerdo entre los cuatro.
En la segunda parte a través del role-playing dramatizan el conflicto.
En la tercera parte cada grupo trabaja con los conflictos de los demás, eligiendo la
mejor solución.
Serrano Bravo, Fernando
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A continuación a través de nuevo del role-playing cada grupo dramatiza la solución
a su conflicto.
Finalmente se debate con la moderación del profesor acerca de las soluciones
elegidas y se extraen las conclusiones pertinentes
Descripción: Se divide a los niños en grupos de cuatro y el profesor plantea a cada uno
una situación conflictiva (Anexo II, ejemplo 4). Cada grupo trabaja su situación planteando
las diferentes soluciones que ellos consideran mejores para solucionarlo, eligiendo por
consenso finalmente la más adecuada.
A continuación cada grupo dramatizará el conflicto, pero solamente la fase inicial, el
planteamiento, sin llegar a la solución que han planeado. Una vez representados todos los
conflictos cada grupo estudiará los conflictos de los otros grupos y elegirán una solución
para cada uno de ellos.
Finalmente se representa por cada grupo la solución elegida por ellos y se
comprueba si coincide con las elegidas por los demás grupos, extrayendo las conclusiones
pertinentes. En caso de discrepancia cada uno expondrá las razones que le han llevado a
elegir esa solución.
Justificación: Dos pasos fundamentales en la resolución de conflictos son la búsqueda
de soluciones y el análisis de cada una de ellas, que nos permita anticiparnos a las
consecuencias que su puesta en práctica tendrá. Esto implica la necesidad de desarrollar
la empatía para distinguir entre soluciones posibles y soluciones no posibles.
Serrano Bravo, Fernando
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10.4. Contenido 4
Nombre Actividad: Escuchamos
Contenido: Comunicación positiva
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Desarrollar la escucha activa.
Descubrir el lenguaje no verbal.
Desarrollar la empatía.
La empatía.
Las habilidades
sociales.
Una
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Se divide a la clase en grupos de tres.
Finalmente se debate entre todos para sacar las conclusiones oportunas.
Se puede desarrollar en el aula y no requiere de ningún material.
Metodología: Tras una breve exposición por parte del profesor acerca de la escucha
activa, se divide a la clase en grupos de tres niños y cada uno trabaja el papel que le ha
correspondiendo a través del role-playing.
Finalmente se debatirá entre todos con la moderación del profesor.
Descripción: En primer lugar exponemos a los niños la actitud que se debe mantener en
una escucha activa, interés, mirar a los ojos, preguntar lo que dudemos, no emitir juicios
de valor, entender la postura del otro, etc.
Dividimos la clase en grupo de tres niños. En cada grupo cada niño representará un
papel, el primero de ellos tendrá que contar una historia a los otros dos (ej. La última vez
que fue al cine y qué película vio), el segundo escuchará con atención, interesándose por
lo que cuenta y mostrando una actitud receptiva y el tercero se mostrará indiferente, sin
esta actitud positiva. Cuando el primer niño haya terminado de contar la historia
preguntaremos a cada uno de los tres como se han sentido en su papel y
fundamentalmente al orador, que deberá decirnos la diferencia entre hablar con alguien
que presta atención y muestra interés y alguien que no lo hace.
Finalmente se extraen las conclusiones acerca de la necesidad de llevar a cabo una
escucha activa en nuestras conversaciones con los demás y como se manifiesta esta
escucha, prestando especial atención al lenguaje no verbal. Con la ayuda del profesor se
Serrano Bravo, Fernando
62
irán descubriendo las manifestaciones más importantes del lenguaje no verbal:
Movimiento de manos.
Asentimiento con la cabeza.
Negación con la cabeza.
Gestos.
Mirar a los ojos.
Tono y ritmo de voz.
Justificación: Saber escuchar consiste en prestar atención tanto al lenguaje verbal como
al lenguaje no verbal y hacer entender al orador que le estamos prestando atención y que
le estamos entendiendo. La falta de comprensión en una comunicación puede ser el
origen de muchos conflictos, por lo que se hace indispensable desarrollar las habilidades
necesarias para mantener una escucha activa en una conversación.
Serrano Bravo, Fernando
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10.5. Contenido 5
Nombre Actividad: Reflexiono
Contenido: Elección de la solución adecuada
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Analizar las diferentes alternativas para solucionar un conflicto.
Evaluar ventajas e inconvenientes de cada una.
Elegir la alternativa más adecuada.
Autoconsciencia.
Motivación.
Empatía.
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ora
Esta actividad se desarrolla a través de un debate y puesta en común en la clase acerca de las cuestiones planteadas por el profesor.
Se puede desarrollar en el aula sin necesidad de materiales.
Metodología: Se trata de una actividad que se desarrolla a través de preguntas y
respuestas verbales en un feed-back entre profesor y alumnos, y en la que el profesor va
dirigiendo a través de sus preguntas hacia aquellas cuestiones en las que desee
profundizar más, canalizando el debate hacia la elección de la solución más idónea para
las partes en conflicto.
El desarrollo ha de ser dinámico y el profesor debe implicar a todos los chicos,
especialmente a aquellos que tengan especiales dificultades en sus relaciones,
procurando que todos puedan expresarse con la máxima libertad.
Para este tipo de actividades es conveniente elegir conflictos reales entre los
alumnos. Si esto no es posible, el profesor debe buscar situaciones familiares y cercanas
a los chicos, para que se puedan sentir identificados con el problema en cuestión.
Serrano Bravo, Fernando
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Descripción: Los conflictos reales que se producen en el aula pueden ser una
oportunidad muy buena para que los niños aprendan a elegir la mejor solución, puesto que
puede ser llevada a la práctica en la vida real.
Cuando esto se produce el profesor puede aprovechar para hacer un análisis del
problema, tratando de que los alumnos reflexionen antes de actuar sobre las
consecuencias de cada una de las posibles soluciones y para que aprendan a elegir la
mejor opción. Para ello deben responder a las siguientes preguntas:
¿Qué consecuencias va a tener mi comportamiento?
¿Cómo me voy a sentir?
¿Cómo se va a sentir el otro?
¿La solución es justa para ambos?
¿Se soluciona el problema o por el contrario se crean problemas nuevos?
¿Cómo va a afectar la solución a nuestra relación? ¿Saldrá reforzada o
deteriorada?
También se puede hacer esta actividad con ejemplos de conflictos que el profesor
proponga a los alumnos (Anexo II, ejemplo 6).
Justificación: Para resolver los problemas interpersonales es necesario elegir la solución
que satisfaga a ambas partes, y para ello es necesario analizar todas y cada una de las
posibles alternativas, evaluar cómo van a afectar a las partes en conflicto y finalmente
elegir la que mejor convenga a la resolución positiva, teniendo en cuenta que un conflicto
hay implicadas al menos dos personas y que resolverlo no significa ganar en todo.
Serrano Bravo, Fernando
65
10.6. Contenido 6
Nombre Actividad: Soluciono mis problemas
Contenido: Puesta en práctica de la solución adoptada
Objetivos Competencias Emocionales
Duración Estructura Materiales
Saber llevar a la práctica la solución adoptada.
Prever los obstáculos que la solución elegida pudiera conllevar.
Resolver satisfactoriamente dichos obstáculos.
Con esta actividad se desarrollan todas las competencias emocionales:
Autoconsciencia. Autocontrol. Motivación. Empatía. Habilidades
sociales.
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La primera parte de la actividad se desarrolla por parejas y la segunda parte consiste en una puesta en común entre todos con la moderación del profesor.
Esta actividad se puede desarrollar en el aula y sólo se necesita lápiz y papel para anotar las soluciones elegidas al conflicto y el desarrollo de la dramatización.
Metodología: Tras dividir a la clase por parejas el profesor plantea un conflicto a cada
una. Cada pareja deberá trabajar el conflicto conforme a lo señalado en la descripción,
siendo fundamental que lleguen a un consenso sobre la solución elegida, de lo contrario el
profesor deberá mediar para que lleguen al mismo.
A continuación mediante role-playing dramatizan el conflicto.
Tras la dramatización el profesor plantea las cuestiones pertinentes y dirige el
debate para obtener las conclusiones oportunas.
Descripción: Se forman parejas con los alumnos de la clase y a cada pareja el profesor
les plantea un conflicto entre ambos (Anexo II, ejemplo 10). De forma individual harán el
trabajo previo de buscar soluciones y elegir entre ellas la más adecuada. Si no llegan a un
consenso el profesor deberá mediar para que puedan tomar una decisión.
Cada pareja deberá representar el conflicto y llevar a la práctica la solución
propuesta.
Serrano Bravo, Fernando
66
Una vez llegado al final de la representación se responderá a las siguientes
preguntas:
¿Han coincidido cada miembro de la pareja en la misma solución?
Si la respuesta es no ¿Cuál de las dos soluciones parece más adecuada? ¿Por
qué?
¿Se ha planificado correctamente la puesta en marcha de la solución al conflicto?
¿Hemos tenido en cuenta las emociones y los sentimientos de la otra persona
cuando planificábamos la puesta en marcha de la solución elegida?
¿Ha habido algún obstáculo que hayamos encontrado sobre la marcha que no
estaba previsto? ¿Cómo se ha solventado?
¿Hemos llegado al resultado deseado? ¿Por qué?
Justificación: Para resolver satisfactoriamente un problema es necesario llevar a cabo un
trabajo previo que consiste en analizarlo, plantear soluciones, elegir la más adecuada y
finalmente llevarla a la práctica, anticipándose a los posibles obstáculos y solventándolos
de forma correcta.
Serrano Bravo, Fernando
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11. ANEXO II. EJEMPLOS DE CONFLICTOS
A la hora de desarrollar las actividades en el aula el profesor debe plantear una
serie de conflictos que deben ser trabajados por los chicos. Los conflictos reales que se
producen entre ellos son una magnífica oportunidad para trabajar los contenidos
propuestos.
Ejemplos de conflictos pueden ser también:
1. Juan y Luis, que son muy amigos, se han peleado en el recreo y ahora están
enfadados y no se hablan. El problema ha surgido porque Juan pensaba que
Luis estaba hablando mal de él a otros compañeros, sin embargo era todo lo
contrario, Luis estaba diciendo que Juan era muy amigo suyo porque siempre le
ayuda con las tareas de clase y se lo pasan muy bien cuando están juntos.
2. A tu hermano le toca hoy poner la mesa y no quiere, dice que la pongas tú. La
realidad es que a tu hermano lo que menos le gusta de las tareas de casa es
poner la mesa, prefiere tirar la basura, hacer la cama o ir a comprar el pan, por
eso siempre que hay que poner la mesa pone problemas.
3. María ha dejado un muñeco a Gema y ésta se lo ha perdido. María se ha
enfadado mucho con ella porque le había pedido que se lo cuidara. La verdad
es que Gema no es nada cuidadosa y María había insistido mucho en que era
su muñeco preferido. Sin embargo Gema sigue siendo la mejor amiga de María
y quiere que esto siga siendo así, pero no puede dejar pasar lo del muñeco,
algo tiene que hacer.
4. Cuando Manuel ha bajado al recreo los demás niños ya estaban jugando al
fútbol y no le han dejado participar. Esto no es la primera vez que ocurre.
Manuel se ha sentido rechazado en más de una ocasión, sin embargo espera
poder burlarse de sus compañeros cuando les den las notas de los últimos
exámenes y el sea el que mejores notas ha sacado de toda la clase.
5. Cuando jugaban al fútbol Pepe le ha hecho falta a Antonio y éste se ha
enfadado mucho con él, porque le ha tirado al suelo y se ha hecho una herida.
Pepe piensa que no ha sido para tanto, que no le ha entrado fuerte, que Antonio
se queja por nada y Antonio piensa que Pepe es muy bruto y que siempre entra
con mucha fuerza. Pepe es el chico más alto y más fuerte de toda la clase.
Serrano Bravo, Fernando
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6. A Berta le ha desaparecido el compás y acusa a Laura de habérselo quitado.
Realmente ha sido así, pero la verdad es que Laura no tiene dinero para
comprarse uno y pensó que a Berta no le importaría tener uno menos, ya que
tiene varios. En principio pensó pedírselo, pero le dio vergüenza y se lo quitó.
Berta y Laura siempre han sido muy amigas.
7. A la salida del colegio Carlos insulta y se ríe de Luis. La verdad es que a Carlos
no le ha gustado su forma de actuar, pero le han contado que Luis ayer también
se rió de él y eso le ha molestado mucho, por lo que le ha pagado con la misma
moneda.
8. A la salida del colegio Juan no ha esperado a Roberto como todos los días y se
ha ido con otros chicos. A Roberto esto le ha molestado mucho, porque Juan
siempre le ha esperado para ir a casa juntos, ya que viven muy cerca uno del
otro. En los últimos días Roberto ha notado muy raro a Juan, y cree que ya no
quiere ser amigo suyo porque ha venido otro chico a clase con el que Juan ha
estado hablando mucho. La realidad es que no sabemos por qué Juan ha
actuado así ¿quizás tenga problemas en casa?
9. El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban
orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eran las últimas
personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso
porque no estaban para tales tonterías.
El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que
fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque
con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello
casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba
la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla de los jardines para
espiar a sus vecinos.
Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un
niño mejor que él. Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también tenían
un secreto, y su mayor temor era que lo descubriesen: no habrían soportado
que se supiera lo de los Potter. (Texto de Harry Potter y la piedra filosofal, de
J.K. Rowling).
Serrano Bravo, Fernando
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10. Luisa y Sonia son muy amigas, pero la primera es muy mandona y siempre se
hace lo que ella dice. Sonia ya está cansada y decide hablar con su amiga para
que esto no vuelva a ocurrir, no piensa dejarse mandar más.
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