técnicas para evaluar árboles
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La 'radiografía' que evita caídas de árboles
El Instituto Tecnológico AIDIMA impulsa una técnica que permite medir la densidad y la estructura del tronc o sin dañarlo
http://www.elmundo.es/economia/2014/10/15/543d629522601d6b278b4586.html 15/10/2014
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INNOVADORES Prevención
La 'radiografía' para árboles que 've' si existe riesgo de caída
AIDIMA idea una técnica que permite medir la densidad del tronco
El instituto utiliza sensores e impulsos electromagnéticos
M. CLIMENT Valencia
Actualizado: 15/10/2014 11:02 horas
La sucesión de árboles que han caído en Madrid recientemente resulta preocupante.
Hasta ahora, la única forma de valorar la calidad del arbolado sin realizar catas agresivas
era mediante una inspección ocular, un sistema poco fiable. «La relación entre el
aspecto externo del árbol y cómo está por dentro es casi inexistente» , afirma Miguel
Ángel Abián, jefe del Departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera de
AIDIMA (Instituto Tecnológico de la Madera, Mueble y Afines). El centro
ha desarrollado un sistema de evaluación no destructiva de la madera
que permite diagnosticar el estado de salud interna de árboles y
minimizar el riesgo en zonas urbanas. Si Madrid está concentrando este tipo de accidentes no es
casualidad. Según el investigador de AIDIMA, dos son los motivos principales de esta situación. Primero, Madrid es la segunda ciudad del mundo con más árboles -sólo detrás de Tokio-, con unos 300.000 ejemplares, así que por una
simple cuestión de probabilidad, tiene más riesgo que otras metrópolis. Segundo, las
especies que se han utilizado para la capital son «delicadas» y de «crecimiento rápido».
Esto significa que su madera «no es muy densa y se puede agrieta por la acción del
viento o la nieve», comenta Abián.
Para diagnosticar a tiempo los casos de peligro, AIDIMA ha adaptado
varias técnicas que utilizaba para otras aplicaciones. La primera es la
resistografía, que consiste en introducir en el tronco una aguja a
velocidad constante con un taladro . Esta tecnología mide la
resistencia que el árbol ofrece a la penetración. «A mayor resistencia,
mayor densidad de madera y mejor calidad», explica Abián. La
resistografía no es nueva. El Instituto Tecnológico emplea desde hace
tiempo este sistema para comprobar la calidad de la madera maciza,
pero no de seres vivos. «No se puede emplear de la misma manera en
una madera seca muerta que en una viva, que puede estar en
crecimiento», destaca el investigador. Para extender su uso hasta los
árboles, AIDIMA ha emprendido varios proyectos de investigación para
poder interpretar con precisión los datos obtenidos con especies vivas.
La segunda técnica de diagnóstico es la tomografía. Esta técnica emite unas ondas de
presión que atraviesan el árbol. «El resultado es una imagen muy parecida a un TAC
en el ser humano» , compara Abián. Igual que en el caso de la resistografía, AIDIMA
utilizaba esta tecnología para madera maciza. ¿Por qué no usarla también en el árbol
vivo?
El instituto ya ha recibido el interés del Ayuntamiento de Madrid por la técnica
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El inconveniente que aparecía es que este sistema «sólo daba la velocidad de la onda
por dentro del tronco, pero no las densidades». De nuevo, el Instituto Tecnológico inició
un proyecto de investigación que permitiese extender los usos de la tomografía. El
resultado es que su sistema convierte la velocidad de propagación en densidades. «Si un
TAC sólo viera el espectro de los rayos X, no serviría de mucho; pero si lo traduce a
perfiles de densidad ósea, ofrece información muy útil; aquí ocurre lo mismo», ejemplifica
el investigador.
Estos análisis aportan datos que se introducen en una aplicación informática encargada
de evaluar las probabilidades y riesgos de quiebros y desgarros. Los investigadores de
AIDIMA representan después esta información para elaborar mapas de riesgo por zonas
y especies arbóreas que permitan tomar decisiones de intervención. Con todo ello, el
centro tecnológico puede diagnosticar y pronosticar si un árbol o parte de él presentan
riesgo de partirse o caerse. Este diagnóstico previo posibilita aplicar medidas preventivas
(como cirugía arbórea) para garantizar la salud del árbol y «poder así monitorizar su
estado con el paso del tiempo».
AIDIMA ya ha realizado inspecciones arbóreas en el Jardín Botánico de Valencia y otros
municipios con árboles históricos. El instituto ya ha recibido peticiones de información
y presupuesto por parte del Ayuntamiento de Madrid y de empresas adjudicatarias
del servicio. En todo caso, advierte Abián, estas técnicas son sólo de diagnóstico, la
solución pasaría por «sustituir estas especias por otras de crecimiento más lento, pero
más resistentes como encinas, arces, castaños de indias y robles».
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Respecto del sistema de radar por el que parece decantarse el Ayuntamiento de Madrid,
AIDIMA afirma que aplica una antena de radar a un lado del tronco y obtiene una idea de
si hay huecos por el reflejo de la onda (cuya velocidad varía si hay huecos dentro). "Para
tener una imagen 2D hay que poner la antena en cuatro zonas de la sección de interés
(izquierda, derecha, abajo y arriba; por ejemplo), es decir, que hay que ir desplazando la
antena para una misma sección y después subirla y hacer lo mismo para inspeccionar las
secciones superiores", afirma el instituto.
"La ventaja de nuestro sistema es que podemos usar cuatro, seis, ocho o diez sensores,
lo cual permite ubicar los huecos con más precisión que el radar, así como obtener
imágenes 3D de todo el árbol con una sola medida. Además, nosotros convertimos las
imágenes de velocidad de onda en imágenes de densidades con valores numéricos y
podemos comparar con la densidad habitual de la especie y ver si está por debajo o por
encima. El radar no da densidades aproximadas ni valores numéricos", añade Miguel
Ángel Abián.
"Otra ventaja de nuestro sistema es que usamos ondas de presión dentro del árbol, que
son inofensivas y no salen de él. Con el radar, siempre hay radiación electromagnética
que sale del árbol y puede llegar a otras personas. Nunca es buena idea irradiar en
abierto, aunque las intensidades sean bajas, y habría que ir equipado y ver si la máquina
cumple la normativa europea".
Por último, según AIDIMA, el radar "no da resultados a distancia, sino que se necesita a
alguien que lo vaya pegando al tronco y moviéndolo a su alrededor y que para ciertas
alturas lo ate al árbol. En precisión no es tan bueno como nuestro sistema, y no
proporciona datos numéricos indiscutibles (densidad)".
En tiempo real
El sistema de AIDIMA está compuesto por herramienta s de inyección y recepción de impulsos electromagnéticos, o por ultrasonidos, y u n ordenador que ofrece una imagen en capas 3D de la estructura interior, tanto del tr onco de árboles vivos, como en estructuras de madera. Los resultados obtenidos son inmediatos, ya que disponen de múltiples sensores que se acoplan al cuerpo del árb ol y rebotan la señal ultrasónica emitida por la fuente, dibujando así un mapa que po sibilita establecer los módulos de elasticidad y de flexión estática o ruptura ante de terminada fuerza.
Inspección del Olmo de Navajas (Castellón) con el sistema de AIDIMA. E. M.
Si desea más información acerca de los servicios de AIDIMA para evaluación de árboles, consulte
http://www.aidima.es/go/evaluacionarboles.asp o contacte con los técnicos de AIDIMA.
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