semiología cuento, milagro de vida
Post on 10-Aug-2015
36 Views
Preview:
TRANSCRIPT
Milagro de vida
Se puede elegir quien ser en la vida, sin embargo, se puede aprender a reír y
alegrarse por lo que Dios nos entregue. Se puede ser feliz teniendo poco y
agradecido por lo que aún no se tiene. Se puede vivir en plenitud simplemente
hablando con nuestro Padre, agradeciéndole y pidiéndole con fe, pues es una
necesidad diaria. Todo esto es posible de aprender, de sentir, más aún cuando se
comprende que la vida es un milagro que se nos entrega por parte de Dios y que
va transcurriendo de la mejor manera cuando se está guiado bajo su palabra.
Hace diez meses comprendí que la capacidad de Dios para bendecir no tiene
límites, pues una prueba de sangre dio como resultado el “positivo” más
emocionante que he recibido. Desde ese entonces mi vida dio un cambio radical.
Percibí que realmente nací cuando una nueva vida comenzó a palpitar dentro de
mí.
A mi edad era algo difícil de aceptar, más cuando no se tenía planeado, pero
cuando observé esa semillita que estaba comenzando a crecer dentro de mí, me
armé de valor, me llené de fuerzas y de ganas de vivir. Descubrí nuevos
sentimientos y conocí virtudes que no sabía que tenía. Fue justamente en ese
momento, cuando comprendí que el amor que habíamos cosechado Ricardo y yo,
había dado un maravilloso fruto.
Mi historia comienza, cuando en un aparente día normal me di cuenta de que las
cuentas de mi ciclo menstrual no cuadraban; era lunes, comienzo de semana.
Ante la duda estar embarazada o no, decidí plantearle a mi novio la idea de
hacerme un examen de sangre, para lo que él no dudo un segundo en
acompañarme. Asistimos al laboratorio más confiable, y mientras tomaban la
muestra, nuestras caras no demostraban otra cosa que miedo e incertidumbre.
Para hacer amena la espera del resultado, Ricardo hacia hasta lo imposible por
sacarme una sonrisa, pero los nervios eran evidentes y hacían que todo se sintiera
tenso. Decidimos tomarnos de manos y orar, solo así podíamos sentirnos
confiados. Las horas transcurrieron y finalmente llegó el momento de conocer que
respuesta había dentro de ese sobre, y… pues sí, mis sospechas fueron
acertadas.
-¿Y ahora? ¿Qué haremos?- Le pregunté con lágrimas en los ojos a Ricardo.
-Marlina, debemos agradecerle a Dios, confiar en Él y salir adelante- Me
respondió, con un tono dulce pero nervioso.
-Creo que esto era lo que nos faltaba para ser más felices- Le dije.
Nos dimos un largo abrazo y nos sentamos a pensar en todo lo que nos vendría
desde ese momento. Ricardo estaba pasando por un mal momento económico y
yo sentía miedo de que mi familia me rechazara.
Los días pasaron y juntos fuimos afrontando nuestra responsabilidad con la cara
en alto. Orábamos día y noche, nos arrodillábamos, agradecíamos y pedíamos
con FE. Poco a poco fuimos viendo como el sol resplandecía y como Dios nos
escuchaba y cumplía su promesa en nosotros. Nos casamos, nuestras familias
fueron nuestro mejor apoyo, Ricardo fue haciendo grandes negocios y así todo lo
que esperábamos fue llegando.
Los meses transcurrieron y finalmente el mejor día de nuestras vidas llegó, el 11
de julio nació de mí un hermoso bebé sano y fuerte, al que llamamos
orgullosamente Ricardo Emanuel, nuestro ángel, nuestra alegría, nuestro principal
motivo para luchar y sonreír. Tenemos cosas que hace diez meses atrás no
imaginábamos tener, nuestro hogar está consolidado y todo gracias a la grandeza
de nuestro Padre Celestial, quien me ha enseñado que cada quien tiene lo que
cree que puede tener… ¡todo es cuestión de FE!
Marlina Peña
C.I.: 22.194.300
top related