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Revista de Culturas Precolombinas
Uturunku Achachi
volumen nº1
año 2011
ISSN 0719-1294
Director: Frida Rodas Guillén
Editor: Ismael Cáceres Correa
Presidente del Consejo Editorial: Daniel Cervantes Garnica
Organización editora: Academia Libre y Popular
Latinoamericana de Humanidades
Unidad responsable: Producción y Publicación
Encargado unidad: Antonia Mejer
Organiza: Academia Libre y Popular
Latinoamericana de Humanidades
Colaboran: Revista de Historia "Memorias Periféricas";
3
Revista de Filosofía "Posibilidad, Crítica y Reflexión";
Revista de Humanidades Populares.
URL: www.wix.com/academialibreypopula/uturunquachachi
Mail: uturunquachachi@gmail.com
Equipo de Uturunku Achachi
Director
Frida Rodas Guillén
Licenciada en Traducción por la Universidad Ricardo Palma,
Lima, Perú; Miembro de la Sociedad Peruana de Poetas.
Editor
Ismael Cáceres Correa
Cofundador de la Academia Libre y Popular Latinoamericana
de Humanidades;
Encargado de la Unidad de Coordinación y Comunicación de la
Academia Libre y Popular Latinoamericana de Humanidades;
Bachiller en Humanidades por la Universidad de Concepción,
Chile; Diplomado en Estudios Europeos por el Programa de
Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, Chile.
Presidente del Consejo Editorial
Daniel Cervantes Garnica
Abogado por la Universidad San Martín de Porres, Lima, Perú.
4
Miembros
Elsa Monforte
Arquitecta por la Universidad Nacional de Ingeniería, Lima,
Perú;
Maestra (c) en Teoría y Crítica de la Arquitectura por la
Universidad Nacional de Ingeniería, Lima Perú.
Claudia Contreras
Estudiante de Economía y Negocios Internacionales por la
Universidad Escuela de Administración de Negocios, Lima,
Perú.
4
MUCHIK
Ayer caminabas entre muros de barro,
cantos rodados, madera y pastizales,
palomita cuculí, tus plumas reflejan la mar
que se lleva la arena para no verte más.
Loche cataen, la luna entera sollozando
observa al mar y se está lamentando, Si,
pues cada noche parte de ella se va
cuando su luz nos está iluminando.
El mar le ha confesado que no duerme,
Niguarda tesoros bajo sus frías aguas
y cuando sube la marea, nacen los tups,
con las puntas que acarician los cielos,
recogiendo los pececitos en sus redes.
Angang atin Sam, ya alumbra este sol
sobre las arenas moches de mi tierra
que Furrecorrerá incansable y sigilosa
hasta que al fin llegue la última noche
y sus ojos sean los faros que nos guíen.
8
Lima, 12 diciembre 2011
Frida Rodas
Vocabulario mochica:
(1) loche cataen: lágrimas de la luna
(2) Si: la luna
(3) Ni: el mar
(4) tup: caballito de totora
(5) angang atin Sam: el sol ilumina
(6) Fur: la iguana, dios de la muerte
PRESENTACIÓN
Uturunku Achachi es una publicación que busca hacer
un diálogo sobre nuestros pueblos originarios. Tal como se
define, es una revista de Culturas Precolombinas. Y sobre esto
es donde en esta presentación quisiera extenderme un poco
más.
Muchas veces consideramos a nuestros ancestros, a
nuestros padres aborígenes, como personas lejanas y que sólo
viven dentro de los libros de historia. La historia academizada
nos llega inmensamente influenciada, es sólo una
construcción interpretativa de lo que en algún determinado
momento supuso, o quiso, pensar un reconstructor de
vestigios. Sin embargo las culturas autóctonas siguen ahí
esgrimiendo con su fuerza, aminorada, sus derechos a vivir
en el sistema que les fue heredado por sus padres.
9
Como Estados Nacionales hemos atacado cada día el vivir,
el sentir y el pensar de aquellos que cuando comenzaban los
tiempos, de los primeros lustros en esta tierra indómita,
poblaron la hoy llamada América. No hemos podido demostrar
una vida consciente en estos términos, no hemos podido
comprender la importancia que radica en la sabiduría de
los pueblos. Nosotros, hijos de la “civilización”, hemos
cambiado la humanidad pregonada de antaño para invadir y
destruir el ambiente en el que habitamos.
Las trasgresiones no son nuevas. Los
llamados “proyectos energéticos” vuelcan hacia reservas de la
naturaleza que nunca volverán a ser recobradas. El costo:
familias tras familia expulsada de la tierra de sus padres; la
ganancia: capitales extranjeros usufructuando de lo que posee
10
cada territorio.
Nuestra publicación pretende hablar de estos
pueblos como “Pueblos Vivos”. No consideramos que las
culturas anteriores al mestizaje sean un concepto abstracto y
lejano. De ellas heredamos también nuestro imaginario: somos
continente dual con una herencia local y extranjera.
Uturunku Achachi será un espacio en donde
se puedan hablar de distintos aspectos relacionados con
nuestros Pueblos. Podrá analizarse desde la historia,
arquitectura, filosofía, literatura, y muchas otras formas que
describan algún tema sobre la cultura aborigen de los distintos
territorios de nuestro continente latinoamericano. Por eso
hablaremos de nuestros pueblos tanto en el recuerdo
de la historia, como en la contemporaneidad. Hablaremos de
cómo vivieron y se desarrollaron en los lugares que habitaron,
o cómo viven hoy supeditados a la cultura occidental.
El nombre de nuestra revista significa “Ancestros
valerosos”, eso es lo que queremos proyectar. También
11
queremos contribuir al respecto a nuestros grupos étnicos,
a dejar el tabú de “estar relacionado a alguna etnia”. La
Academia Libre y Popular Latinoamericana de Humanidades
se ha comprometido con seguir el trabajo de muchos que
han soñado con una tierra que se apoye fraternalmente y se
reconozca como un basto territorio multicultural pero de grata
convivencia. A esto último lo llamamos recuperación identitaria.
En este primer volumen, que constituye sólo
una presentación, hemos querido presentar algunos temas
sobre culturas precolombinas. Esta revista es trabajada por
latinoamericanos que viven en el Perú; el equipo ha querido
mostrar algunos aspectos de su país y por eso presenta tres
textos con los cuáles se comienza a publicar la primera de
muchas ediciones de nuestra revista.
Esperamos que sea de su agrado esta breve
intervención en el quehacer latinoamericano y que ahora
juntos podamos ir construyendo esta revista de culturas
precolombinas. Dando la bienvenida, y el comienzo de este
trabajo, les invitamos a leer y a escribir en Uturunku Achachi.
Ismael Cáceres Correa
Editor
Concepción, Chile
12
ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y CLASES SOCIALES DE LOS PUEBLOS PR
E COLOMBINOS AL INCANATO
Daniel Cervantes Garnica
Abogado por la Universidad San Martín de Porres
Siempre se ha considerado, desde tiempos
inmemoriales, que las sociedades mantenían vigencia y orden
ante el caos, mediante reglas, leyes, etc., que hacían de la
vida en comunidad una forma apacible de existir, sin tener que
pasar penurias, pero el caso es que no se mantienen registros,
al menos tangibles, de que las sociedades precolombinas
hayan mostrado tal avance a nivel legal, considerando que
dichos registros, se basen en escritura (principalmente) o en
algún medio que se considere válido para expresar ideas y que
queden plasmadas en el tiempo.
No es fácil hallar respuesta a esta interrogante, quizá
sólo podamos generar diversas teorías de como se mantenía
el orden en los distintos pueblos o cómo se hacía para que no
13
existan discrepancias de ningún tipo, tomando en cuenta que
eran pequeñas comunidades en las que todos sus miembros
se conocían y en la mayoría de los casos, mantenían fuertes
lazos de familiaridad.
En cuanto a la implantación de las máximas incas AMA
SUA, AMA LLULLA y AMA QUELLA (No seas ladrón, No seas
mentiroso y No seas ocioso), consideradas como la piedra
angular en la que recaían las intenciones de ese entonces
para mantener el control de todo el imperio, existen dudas de
si dichas leyes fueron conceptualizadas por los españoles,
de acuerdo a su propio sistema occidental, con la finalidad de
legitimizar las bárbaras acciones que llevaron a cabo en tierras
andinas. En tal sentido y por respeto a esta postura, no se
abordará este tema con amplitud.
Se sabe que en el Perú existieron cerca de un centenar
de culturas precolombinas, lo que hace una tarea casi titánica
el tratar de encontrar un símil de manejo a nivel de justicia y
política social, si bien no hay bibliografía específica respecto
a ese tema (tal y como comentáramos anteriormente). Por lo
tanto, podríamos partir desde lo que surgió a raíz de la unión
de todas estas culturas: el Imperio Incaico, puesto que es a
partir de su nacimiento, que las normas de vida y conducta, así
como las clases sociales y las diversas estructuras en las que
se basaba el Imperio Incaico, se instauran y forman parte de
la manifestación más completa de la época, ya que los incas
habían desarrollado un sistema político y administrativo no
superado por ningún otro pueblo nativo de América.
Dentro de las clases sociales encontramos a 4 grupos
claramente marcados, la Nobleza de sangre, la Nobleza de
privilegio, la Nobleza advenediza o de provincia y el Pueblo.
14
1. Nobleza de sangre: este grupo se encuentra conformado
por un cerrado grupo de familiares y parientes del Inca
y que estaban en la cumbre de la organización social; a
este grupo se le encomendaba todas las altas funciones
de gobierno en el
ámbito religioso
y militar.
Poseían muchos
privilegios,
muchos de ellos
únicos en su
clase. Las
personas
pertenecientes a
este estrato
social tenían
que estar
preparados en el
ámbito físico, moral e intelectual pues debían demostrar
sus capacidades y virtudes para el ejercicio del
gobierno. Gracias a estas condiciones y a la
preparación que reciban, llegaron a constituir una
verdadera aristocracia incaica.
0. Nobleza de privilegio: estaba conformada por los
personajes más sobresalientes del pueblo, aquellos que
habían destacado en el desempeño de sus funciones
y que a criterio del Inca y de sus representantes
en el imperio, eran ascendidos a nobles. Fueron
muchos los que ascendieron a esta nobleza, como
15
por ejemplo, los maestros más destacados, llamados
Amautas, los administradores ilustres que eran llamados
Quipucamayocs y los generales y guerreros que
demostraron su valentía y arrojo en el campo de batalla,
ganando territorios para el imperio incaico.
0. Nobleza advenediza o de provincia: en este grupo
se encontraban los Curacas, estos eran los nobles
que gobernaban a los campesinos organizados en
comunidades o Ayllus. Su instrucción se realizaba en
el Cuzco y eran los responsables de recibir los tributos
de los Ayllus, que luego entregaban al Estado incaico.
La nobleza advenediza estaba conformada por aquellos
Curacas sometidos al poder incaico que juraron fidelidad
16
y sometimiento al Inca.
0.
Pueblo incaico: esta era la clase inferior en esta
jerarquía, pero no por eso la más deprimida y la más
explotada. Los Hatunrunas (como eran llamados)
conformaban los Ayllus y vivían cómodamente por el
fruto de su trabajo y los principios de reciprocidad y
redistribución implantados en el imperio. El Ayllu era la
comunidad de campesinos unidos por vínculos
familiares, que tenían antepasados en común y
habitaban un mismo territorio. El Estado entregaba
tierras a cada comunidad para su subsistencia.
Anualmente un funcionario local asignaba parcelas a
cada familia según el número de sus componentes.
Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras
y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por
todos los miembros de la comunidad. El Ayllu debía
entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al
Estado y a los Curacas. A su vez, esta clase social se
17
dividía en tres clases sociales que eran:
• Hatunrunas: era el hombre común del imperio
perteneciente a un Ayllu con derechos y
obligaciones que se dedicaban a las labores
de agricultura. Los hatunrunas eran la base del
imperio incaico, de ellos dependían los principios
incaicos de reciprocidad y redistribución, ya
que, por ejemplo, se sabe que los productos
de un Ayllu eran llevados a otro que había sido
víctima de desastres naturales. En el imperio
existía un sinnúmero de Ayllus, todos ellos
distribuidos proporcionalmente y los hatunrunas
pertenecientes a un ayllu tenían vínculos de
sangre, económicos, religiosos y lingüísticos,
pues al ser conquistados por el Imperio
Incaico, éstos últimos no desechaban nada
de la comunidad conquistada; por el contrario,
asimilaban dioses, lenguaje y costumbres. Los
Ayllus siguen existiendo hoy en la actualidad y se
les conoce como comunidades campesinas.
•Los
Mitimaes o
Mitmacuna:
fueron
grupos de
familias
separadas
18
de sus
comunidades por el Imperio Inca y trasladadas
de pueblos leales a conquistados o viceversa,
con el propósito de cumplir funciones
económicas, sociales, culturales, políticas y
militares. Ninguna otra política afectó tanto la
demografía y conjuntos étnicos andinos como
ésta de los mitimaes. Se llega a afirmar que
hasta una cuarta parte de la población del
imperio fue trasladada para colonizar regiones
deshabitadas o enseñar la cultura Inca a los
naturales. La función política y estratégica más
común de estos desplazamientos fue la
necesidad del imperio incaico de dividir a las
poblaciones que suponían una amenaza a las
élites incaicas; de esta manera, estas
movilizaciones masivas servían para debilitar el
peso de una población para la resistencia.
•Yanaconas:
eran grupos de
servidores
domésticos que
desempeñaban
labores en la
casa delInca y
de la
nobleza. Tenían
a su cargo el
19
cuidado del
ganado de los
nobles, la
pesca, y estaban dedicados a otros trabajos,
como la alfarería y la construcción, además del
servicio doméstico de la clase alta. Hubo
yanaconas recompensados por sus servicios al
imperio, algunos llegaron a ser generales incas
por sus habilidades militares y muy apreciados
por el Inca. Estaban integrados por todos
aquellos individuos pertenecientes a tribus
vencidas a quienes se les perdonó la vida, con la
finalidad de convertirlos en elementos útiles al
imperio; la condición de yanacona se transmitía
de padre a hijo, por eso el término de sirvientes
perpetuos.
20
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
El Imperio de los Incas fue desde el punto de vista político,
una monarquía absolutista y teocrática. El poder estaba
centralizado en el Inca, a quien se le consideraba de origen
divino. El derecho de gobernar se tenía por herencia. El gran
elemento de unificación fue la lengua, todos los pueblos
conquistados tenían que aprender y practicar el quechua
o Runasimi, pues era la lengua oficial del Tahuantinsuyo.
Para ello, los Incas enviaban a profesores (Amautas) que
enseñaban y vigilaban la práctica del quechua. Otro elemento
de unificación fue la religión, ya que obligatoriamente todos
los pueblos veneraban al Sol, sin que por ello dejaran de
adorar a sus propios dioses. Dicho esto, hay que indicar que
la organización política del Imperio estaba conformada de la
siguiente manera:
El Inca: era el soberano del Tahuantinsuyo y reunía en su
persona tanto el poder político, como el religioso. Su poder
no tenía restricciones, sus órdenes se cumplían con la mayor
celeridad, sin que nadie las objetara; pese a este absolutismo,
la mayoría de los Incas gobernó en beneficio popular,
aplicando los principios de reciprocidad y redistribución
característicos de la sociedad incaica. El inca
1. residía en Cusco, ciudad que se convirtió en la capital
incaica y desde allí gobernó, ayudado por los múltiples
funcionarios incaicos que viajaban de norte a sur del
imperio, enviando información al Inca para lograr una
buena administración del imperio, sistema que fue
eficiente gracias a los mensajeros andinos "Chasquis"
21
que eran unos verdaderos maratonistas, educados
desde niños para ser los mejores atletas del imperio y
así poder ayudar a su administración.
0. El Auqui: con ese nombre se le conocía al príncipe
heredero, quien era elegido entre todos los hijos del
Inca, numerosos por cierto. El Auqui era elegido por sus
dotes: valentía, coraje, astucia, siendo las dotes
guerreras las más importantes, así como las de tipo
religioso. El auqui desde el momento de su designación
era preparado para cogobernar el Imperio con su padre
el Inca. El auqui designado usaba una mascaypacha
(borla o insignia imperial) de color amarillo y era
educado para las labores de gobierno con los Amautas
22
más destacados en los Yachayhuasis (casas del saber).
El Consejo imperial: fue un
organismo asesor integrado por
los jefes de cada uno de los
suyos, se reunían bajo Ia
dirección del inca, a quien
daban cuenta de Ia
labor desarrollada en
sus respectivas regiones,
asesoraban y aconsejaban al
monarca sobre
cuestiones de
mayor
transcendencia para
agilizar y perfeccionar el pr
del Imperio.
Los Apunchic o
Cápac Apo: fueron
gobernadores
regionales sujetos a
0. Ia vigilancia y fiscalización de los Tucuyricuy (los que
todo lo ven y lo oyen), velaban por el cumplimiento del
orden y las normas de conducta social más deseables
para una convivencia ideal, basándose en Ia
23
reciprocidad, con miras a obtener una buena producción
para redistribuir. Los apunchic eran valientes y
distinguidos guerreros y poseían atribuciones tanto
políticas, como militares. Del mismo modo, viajaban al
Cuzco para las festividades del Inti Raymi y rendían
cuenta por su labor solamente al Inca y al Consejo
Imperial.
0. Los Tucuy Ricuy: eran los funcionarios estatales que
viajaban de incógnitos por las diferentes regiones
del imperio, observando la forma como se aplicaban
las leyes y disposiciones del Inca. En el momento
preciso se identificaban ante los habitantes por medio
de unos hilos de la mascaypacha del Inca, luego de
lo cual empezaban su labor: visitaban los lugares de
su responsabilidad para recoger el tributo y remitirlo
al Cuzco; tenían también otras funciones: podían
casar parejas,
convirtiéndose
entonces en
autoridad
casamentera, bajo el
nombre de
Huarmicoco o
Repartidor de
mujeres, ejercían
justicia, como jueces
en el fuero
criminal, al
punto de
podercondenara
24
muerte a los
culpables, denominándolos Taripa Camayoc. Además,
visitaban las obras públicas y recomendaban las
medidas que se debían tomar sobre determinados
trabajos y estaban encargado del cobro de tributos. El
éxito del Tucuy Ricuy radicó en su independencia,
puesto que su única autoridad era el Inca. Su persona
era respetada, ya que representaba al mismo Inca y
únicamente de él recibía órdenes, dando cuenta de lo
observado y actuado.
0. Los curacas: en su mayoría, eran antiguos jefes de
tribus sometidas, a quienes se les conservaba su poder
por haberse sometido al vasallaje y sumisión al Inca.
Desempeñaban las funciones de Jefes de ayllu,
encargados de recoger los tributos y entregárselos al
Tucuy Ricuy para ser trasladados al Cusco. Estaban en
contacto directo con la comunidad y era su obligación
velar por el orden, el trabajo y la producción. Los
curacas adquirían muchos privilegios por parte del inca,
dado su sometimiento y fidelidad, muchos de ellos
fueron recompensados con las virtuosas Acllas (mujeres
escogidas). Entre sus funciones se hallaban el reparto
de topos o lotes de tierras agrícolas, la protección de los
pobres, las labores de mantenimiento de la red
hidráulica (limpieza y reparación de canales de riego), el
resguardo de los linderos de la comunidad, la
organización de la minka o trabajo comunal y
la redistribución de los excedentes almacenados en
pirguas o collcas.
25
Bibliografía
http://folkloremiperu.com/inca-sp.htm
http://mundosociales.blogspot.com/2007/07/el-gobierno-en
organizacin-poltica.html
http://www.historiacultural.com/2009/04/organizacion-inca
politica.html
http://www.historiacultural.com/2009/04/organizacion-social
26
inca-realeza.html
LOS INCAS SI QUE TUVIERON ESCRITURA
Frida Rodas Guillén
Licenciada en Traducción por la Universidad Ricardo Palma,
Lima, Perú; Miembro de la Sociedad Peruana de Poetas
27
Durante siglos se mantuvo la creencia de que el
Quechua, la lengua oficial empleada durante el Imperio Incaico,
carecía de escritura, pues la perspectiva occidental únicamente
consideraba como “escritura” a aquella que se expresaba
mediante símbolos pertenecientes a un alfabeto.
En tal sentido, se aseveraba que el Quechua o Runasimi
(lengua de la gente) únicamente poseía una forma oral, que se
transmitía de generación en generación.
Algunos investigadores, sobre todo a partir de inicios
del siglo XX, sostienen que los Incas debieron haber dejado
constancia imperecedera de sus logros, dado el desarrollo
alcanzado en áreas del saber como la ingeniería, arquitectura,
astronomía, filosofía, organización socio-política, etc.
De esta forma y puesto que por “escritura” se entiende
todo sistema gráfico de representación de una lengua, por
medio de signos trazados o grabados en un soporte, se
sostiene que los quipus, los tocapus y las tablas constituyeron
formas de escritura, utilizadas por nuestros antepasados.
QUIPUS, TOCAPUS Y TABLAS
Los Quipus (del quechua khipu: “nudo”) constituyeron
un sistema de comunicación, elaborado mediante cuerdas
de lana o algodón y nudos de uno o varios colores,
desarrollado por las civilizaciones andinas.
Su uso data desde tiempos en que floreció la cultura
Wari (VII d.C.). Más adelante, los quipucamayoc (del quechua
khipu kamayuq: sabios del Imperio inca) los utilizaron como un
sistema de contabilidad; asimismo, existe la hipótesis de que
podrían haber sido usados como una forma de escritura.
28
Se han hallado quipus desde la Huaca San Marcos,
hasta Cerro del Oro, correspondiendo estos a la cultura Wari.
En la actualidad se conservan alrededor de 750 quipus en
diversos museos.
William Burns, ingeniero textil que dedicó varios años de
investigación en torno a este tema, sostiene que los quipus
debían operarse a través del sistema decimal, pues la
numeración inca era por décimos. De este modo, plantea
que los quipus son libros con una escritura alfanumérica en
29
la que los números simbolizados en cada nudo representan
una consonante de la lengua quechua y, a su vez, tienen una
equivalencia con los dibujos geométricos utilizados en cenefas
textiles y en la alfarería.
Si los quipus debían operarse a través del sistema
decimal, el alfabeto debería ser de 10 signos. Burns excluyó
los sonidos vocales, y luego las consonantes de sonido
similar. Al obtener los diez signos, relacionándolos con los
colores de los hilos de los quipus y los signos geométricos que
acompañan la “Nueva Crónica y Buen Gobierno” de Guamán
Poma de Ayala, halló un sistema coherente de escritura.
Burns considera que existe una relación acrofónica entre
los números del sistema decimal, empleado por los antiguos
peruanos, con grafías (quellcas) o letras con características
geométricas que equivalían a diez consonantes.
En la siguiente tabla se explica con ejemplos y se ilustra
los diez signos consonánticos en relación al sistema numérico:
Alfabeto Inca - Simi
Decodificación de Quipus - W.
Burns
N° Quechua Castellano Quellca
1 Juk J
2 iskaY Ll, W, Y
3 kiMsa M4 Tawa T5 pichqa R6 Soqta S
30
7 Qanchis K, Q8 Pusaq P9 isqoN N10 Chunka CH
Correlación acrofónica entre el color y consonante
Numeral Consonante Número Color
Quechua Castellano
1 J Juk Oge gris, marrón tierra
2 Ll, W Y Iskay Kulli morado
3 M Kimsa Korner verde
4 T Tawa Kawa amarillo
5 R Pichqa YuRaq blanco
6 S Soqta Yana negro
7 K, Q Kanchis Ankas azul
8 P Pusaq Puka rojo
9 N Isqon QosNi plomo
10 CH Chunka Chumpi marrón
Ejemplos con el nombre de algunos alimentos
Castellano Quechua Color Consonante
Pescado Suchi Negro y marrón S. CH.
Pejerrey Suki Negro y azul S. K.
31
Perdiz Chaqua Marrón y azul CH. Q.
Cordero Usiacha Negro y marrón S. CH.
Tórtola Urpa Blanco y rojo R. P.
Llama Llama Morado y verde Ll. M.
Los tocapus, a su vez, eran considerados como una
especialidad textil inca, expresada a través de cuadrados
pequeños con ciertos dibujos repetidos que adornaban las
prendas más lujosas. Aparte de su función decorativa, los
tocapus también desempeñaban un rol iconográfico que
actualmente se estudia ampliamente, con la finalidad de
delimitar su función en el contexto social andino.
Indudablemente, la problemática de la existencia de una
escritura inca es el tema central en los estudios andinos de
los últimos diez años. Aún cuando existen avances notables
en cuanto a la lectura de los quipus, todavía casi nadie ha
abordado el tema de los tocapus, vistos como escritura.
Además de William Burns, existen otros investigadores, como
Rebecca Stone-Miller, historiadora de arte norteamericano,
quien, por su parte, ha leído en el tocapu una forma de
damero “conquistando a los otros, por el Cuzco, por el rey”,
sin mostrar la relación entre el tocapu y su significado en el
quechua.
Burns, al observar las grafías en los dibujos de Guamán Poma
de Ayala, encontró números que se intercalaban.
Con la interpretación de la relación acrofónica de letras
con números se entiende que se podían reemplazar números
por letras y así poder traducir los signos consonánticos y los
números a letras castellanas. Entre los primeros mensajes y
aplicando la relación obtenemos la siguiente serie: nk, rk, t, nk,
rp, rr, nk, krm, interpolando vocales obtenemos un mensaje
32
corroborado por relatos históricos:
En lo que se refiere a las tablas, al parecer no quedan
vestigios de ellas, pues en el siglo XVI los españoles quemaron
el Poquecancha (una especie de biblioteca) durante la llamada
extirpación de idolatrías. De esta destrucción, sólo algunas
se salvaron y fueron enviadas a la corona española, pero no
se sabe si naufragaron en su traslado o fueron destruidas
posteriormente.
En la página 41
de "Nueva crónica ybuen
gobierno", de Guaman
Poma, Viracocha Inca,
luce un tokapu con
signos geométricos.
Burns interpreta: "Urku
podrido Inca. Regresa
a donde estaba antes.
Haz Inca el hijo que viene
inmediatamente después.
Es hombre".
Signo Significado
Quechua Latino Inca Latino
nk Inka Inca
r Urku Urku
k
t Utu podrido
nk Inka Inca
r Ripui Regresa a
donde estabas
antespr Rurai Haz
33
r
nk Inka Inca
El hijo que viene
p Apa inmediatamente
después.
k
Karim Es Hombre.r
m
Queda aún mucho pan por rebanar, mucho por
investigar… en aras de descubrir aquella historia no contada,
aquellos conocimientos ocultos tras alguna piedra lejana, tras
un muro silencioso.
Bibliografía
BURNS, William Decodificación de quipus, Ediciones Banco
central de Reserva del Perú, 2002
DE LA VEGA, Garcilazo Comentarios reales de los incas,
Biblioteca Ayacucho, 1976
STONE-MILLER, Rebecca Ancient andean textiles, Tames &
Hudson,1992
34
CHAN CHAN EN LA CATEGORIA DE CIUDAD
__________________________________________________
Elsa Monforte
Maestra (c) en Teoría y Crítica de la Arquitectura por la Universidad
Nacional de Ingeniería, Lima Perú.
Introducción
La modernidad ha definido posiciones,
35
ha trazado posturas, ha legitimado y
deslegitimado, ha moldeado formas de
pensar, de entender el mundo y aproximarse
a la “realidad” y con todo ello ha definido las
formas de actuar del hombre que se ha visto
-con conciencia o no- circunscrito a ella.
Características de esta forma de “entender
nos” es la concepción lineal, continua,
progresiva –en ascenso- de los sucesos y
acontecimientos. Característica también es
la de legitimar a Occidente, focalizar en él
las referencias, establecer en él el centro
de gravedad para toda valoración. Y propio
de la modernidad es también reducir y
esquematizar, clasificar y “ordenar”.
La concepción moderna de ciudad, aquella
que ha sido elaborada y ampliamente
pensada, es evidente, no puede escapar
o evadir estas consideraciones por
consiguiente se formula a partir de criterios
de “evolución”, tomando como referencia no
las ciudades exclusivamente occidentales
–sería absurdo eliminar de las referencias
culturas asiáticas o mesopotámicas- pero
sí la visión occidental que de ellas se
tiene, esquematizándose y reduciéndose a
criterios universalizadores.
Sin embargo establecer un significado
particular para ciudad reinventando el
36
término o crear, como sería más lógico, uno
nuevo para acercarnos al estudio de los
asentamientos poblacionales del antiguo
Perú, evadiría también las conexiones
innegablemente necesarias para la siempre
anhelada aprehensión de la “realidad”. Por
ello este texto, tomando como vehículo
o herramienta el establecimiento de
conexiones a partir de un significado de
ciudad, busca tan sólo aproximarnos a la
estructura física en la que se dio la forma
de habitar en periodos anteriores a los
hispánicos en el territorio que ahora se
denomina Perú posicionándolas en un
universo mayor pero excluyéndolo de
valoraciones.
La elección del significado de ciudad
La definición de ciudad es algo en que no
existe consenso. Son muchas las formas
de conceptualizar la ciudad, e incluso como
las ciudades están en continua mutación
la definición se hace menos concreta.
Por ello es usual asir y particularizar el
término refiriéndolo a alguna especificidad:
ciudad antigua, ciudad medieval, moderna,
postmoderna y hasta ciudad pre-hispánica.
El significado que utilizaremos en este
ensayo va asociado a aquellas condiciones
37
mínimas que “elevan” un asentamiento a la
categoría de ciudad. Sabemos por otro lado
que la ciudad abarca más que lo concreto y
físico pero nos quedaremos acá tan sólo con
la estructura física, el asentamiento tangible
y concreto, lo que los griegos llamaron urbs,
la materialización de una forma de habitar.
Por consiguiente la ciudad para efectos de
este texto se definirá en sus condicionantes
mínimos y enfatizará en el hecho físico.
Gordon Childe, australiano y arqueólogo
moderno, propone el concepto de ciudad
más utilizado en los últimos tiempos para
su entendimiento y comprensión. Este
concepto se enmarca dentro de una visión
marxista –o materialista dialéctica- en la que
el acontecer de una sociedad incluyendo
su “categoría” gira en torno a su sistema
económico y de producción. La ciudad es
alcanzada cuando la sociedad pasa por
la revolución neolítica y esta revolución a
la que Childe bautiza de tal modo no es
otra que es el tránsito de una economía
depredadora a una productora.
38
La ciudadde Gordon Childe
Según esta mirada lineal-progresiva la
evolución que conduce al grado de ciudad
recorre los tres estadios de salvajismo
39
Salvajismo y barbarie
– barbarie – civilización y en este último se
desarrolla la ciudad. Cada una de estas
etapas del proceso evolutivo está
relacionado con una forma de producción –o
no producción- que va desde la
dependencia total del individuo a los
recursos naturales que se encuentran en la
realidad externa a él sin participación
alguna para su existencia y producción –
aunque sí en su obtención- al alcance de un
nivel de dominio y control sobre ellos de
manera que la dependencia disminuye y se
reduce a la participación activa en la
producción.
El salvajismo se da en sociedades donde la
colectividad vive en estado de subsistencia,
su modo de producción para abastecerse
de los recursos que le permitirán alcanzar
este estado es inexistente por consiguiente
las actividades que le permitirán acceder
a alimentos silvestres –recursos sin
producción alguna- serán aquellas como
la recolección, la caza y la pesca. Un
estadio adelante se encuentran sociedades
cuyos asentamientos alcanzan la categoría
40
Civilización y ciudad
de aldeas. En estas, y en relación a los
asentamientos salvajes, se agrupan un
mayor número de individuos y se produce
el alimento que servirá para el consumo. Se
inicia algún tipo de sistema de producción.
Se cultiva y –o- se domestica. Y para tales
tareas el individuo necesita agruparse de
modo que en este nivel se aprecia la vida
en comunidad. Los lazos que unen a esta
colectividad no se quedan en el parentesco.
Se comparte alguna forma de producción, se
comparte el lugar y se comparte un idioma,
una creencia, una identidad.
El tránsito hacia la civilización se constituye
en la siguiente etapa en esta línea
progresiva del desarrollo del individuo pero
su definición se hace más compleja. Según
Childe es evidente que en esta etapa, como
su nombre lo indica, el colectivo se asienta –
finalmente- en una ciudad, pero la definición
de ésta puede carecer de precisión por lo
que algunos prefieren relacionar civilización
con algo mucho más concreto como la
escritura. Ahora bien, la civilización no se
desarrolla en la exclusividad de la ciudad,
aunque sí sucede lo contrario, y la aparición
de la escritura aunque se constituye en
la base de la civilización no se de en la
totalidad de sus miembros. Las ciudades
aparecen con la revolución urbana y esto
41
significa un aumento considerable en la
cantidad de individuos que habitan los
asentamientos de naturaleza anterior –
aldeas-. Es entonces característica de las
civilizaciones el aumento en cantidad y
densidad en sus asentamientos.
Pero, ¿a qué se debe el aumento en
cantidad y densidad de los asentamientos
que fueron aldeasy pasan a ser ciudades?
El incremento
consecuencia y causa.
poblacional como
Evidentemente la respuesta a la preguntaForma de producción -
estructuración socialformulada una línea arriba –y siguiendo
a Childe- descansa en el acceso que el
individuo tiene al recurso que posibilita
su existencia. No sólo hay un control y
dominio sobre estos recursos a través
de su producción sino que a mejoran las
técnicas de explotación, los medios que
posibilitan su transporte y las maneras
de repartir, almacenar y preservar. Es
decir, mejoran las técnicas de producción,
aumenta el suministro de alimento, aumenta
la posibilidad de subsistencia del poblador,
las aldeas crecen.
El aumento poblacional –a la par del
42
desarrollo de tecnologías- permite el
incremento del excedente que, a la vez
que asciende, reestructura la sociedad en
clases. Ya no es necesaria la participación
de todo individuo para garantizar primero su
subsistencia (salvajismo) y la del colectivo
(barbarie). El excedente en la producción
permite a un grupo social –que será en
adelante la clase de mando y control
alejarse de las tareas directas de producción
y será otro grupo, aquel que constituye el
excedente social, la clase explotada, el que
continuará ejecutándolas. Dicho a la manera
de Childe a una forma de producción le
sucede una forma de economía y una forma
de estructuración social. Dicho de otro
modo, la interacción de todas y cada una de
estas formas permiten sus concreciones.
El desarrollo en las técnicas de producción
y en general de toda la parafernalia detrás
de la obtención de manera más estable
y continua del alimento conduce a la
disminución de vulnerabilidad del hombre,
al aumento poblacional, a la vez que este
aumento conduce no sólo a la aparición
sino también al incremento paulatino
del excedente productivo y con ello a
una economía y estructuración social de
clases. El aumento de la población es la
consecuencia de una forma de producción
y la causa de una forma de estructuración
43
Explotación y poder
social.
La estructuración de las sociedades
civilizadas.
Queda claro que los encargados de
mantener en ascenso el excedente
productivo es el grueso de la población, pero
¿cómo queda establecida esta estructura?
¿cómo se ejerce esta fuerza entre dos
polos situados cada uno en el extremo de
una línea? ¿qué es lo que mantiene esta
tensión?
En principio el excedente posibilita la
especialización. La sociedad que antes era
dedicada en su integridad a la actividad
productora se empieza a fragmentar. No es
necesario que todos produzcan y no todos
lo harán. Al grueso grupo posicionado en la
base de esta pirámide social, aquel
encargado de la producción, se le suman
otros grupos que desarrollarán alguna
especialización y no a tiempo parcial sino
completo en diferentes áreas -de servicio,
artísticas, etc.-. Finalmente en la cumbre, se
sitúa la clase gobernante cercanos en
mayor o menos grado a la cabeza de la
sociedad representante de alguna divinidad
44
o la propia divinidad encarnada en humano.
La especialización permite no sólo el
desarrollo de actividades artísticas sino
también “científicas” las que serán de
exclusividad para los gobernantes que se
valdrán a su vez de éstas como
herramientas para mantener en tensión la
fuerza hacia la clase social en la base. En
esta sociedad asimétrica donde muchos
producen y pocos gozan del producto no
sólo es repartido asimétricamente el trabajo
sino también la riqueza. El excedente le
permite a la clase gobernante no sólo
construir una arquitectura que refleje su
poder sino también ofrecer a su sociedad
protección, seguridad y resguardo además
de pronósticos “divinos” de la naturaleza
gracias a los conocimientos científicos
adquiridos a partir de la posibilidad de
especialización. Por otro lado la escritura,
obviamente relegada a las autoridades, será
una forma de registro y control de los
individuos que habitan las ciudades y las
aldeas que la rodean. Por eso, por todo lo
que está implicado en ella, consideran
algunos la escritura como una evidencia de
ciudad.
Adicionalmente al incremento poblacional,
al tamaño e intención de permanencia del
asentamiento, a la forma de producción,
45
La ciudad como
expresión de
Civilización
de economía y de sociedad, a la
especialización en las actividades de los
individuos y con ello al florecimiento de
las artes, ciencia y letras, a el uso de la
arquitectura y otras formas como símbolo de
poder, aparece el sentido de comunidad y
pertenencia que no queda reducido a una
lengua, identidad y creencia sino también
a una dependencia entre las clases para
que el sistema se articule y funcione y a un
sentido de pertenencia con el espacio que
se habita: la ciudad.
La civilización mide la sociedad y la ciudad
mide el asentamiento que ésta ocupa.
Ahí donde se haya desarrollado una
sociedad de semejante rasgo se habrá
desarrollado en paralelo un asentamiento
en correspondencia que tiende a nuclear
sus actividades politicas-administrativas,
las de almacenaje del producto excedente
y las de residencia de las altas clases en
el centro del asentamiento –ciudad- y a
colocar en su periferia otros asentamientos
–aldeas- que componen finalmente la gran
ciudad y que se articulan como un todo.
Estos asentamientos cuya infraestructura
es de menor envergadura albergan la
residencia del grueso de la población y de
las actividades de producción.
46
Los rasgos de la
ciudad
Finalmente ¿qué elementos distinguen y
son capaces de dar noción de ciudad? Más
concretamente, ¿qué elementos distinguen y
son capaces de dar noción de ciudad en el
Perú prehispánico?
Luego de entender la relación entre
ciudad y sociedad y las características de
ambas según Childe se pueden identificar
rasgos capaces de dar evidencia de ellas.
Estos rasgos están referidos al tipo de
producción, de economía, de estructuración
social –todas éstas deberán apuntar al
establecimiento de un gobierno estado- , al
grado de especialización en las actividades,
al nivel de producción científica y artística. Y
estos rasgos expuestos darán sus señales
en la infraestructura, se trasladarán a la
forma del asentamiento para, sin dudas, dar
cuenta de ello.
Específicamente hablamos de la amplitud
y densidad del asentamiento, de la
manifestación de una forma y tipos de
infraestructura que evidencie el sistema
social, de la presencia de edificios
monumentales y de carga simbólica –de
poder-, de una planificación urbana –aunque
para Childe esto no sería demostrable-,
47
de formas particulares –a partir de un
prolongado desarrollo- de hacer, de
posicionar, y de organizar los edificios.
La ciudad en las sociedades prehispánicas
El periodo al que se ha llamado de los
Desarrollos Regionales Tempranos que
transcurre en el Perú pre-hispánico entre
los siglos 500aC y 700dC es un periodo
que se caracteriza como su nombre lo da a
entender por un crecimiento y concreción
cultural en relación a una determinada
región. Y en este periodo aparecen los
primeros centros urbanos y ciudades
del Perú pre-hispánico. Antes de ello se
desarrollaron aldeas que en función a las
actividades de producción que desarrollaron
sea caza, pesca, recolección o la misma
agricultura pero en grado incipiente,
no alcanzaron a que éstas terminaran
conformando una estructura social que
conllevara entre tantos otros aspectos de
una realidad colectiva a establecer centros
de carácter urbano.
Es entonces en este periodo que las formas
de convivencia y la visión que del mundo se
tiene generan todas las condiciones para
que empiecen a manifestarse de manera
48
concreta las primeras ciudades en el Perú
anterior a la llegada de Occidente. De
acuerdo a la visión de Childe que es la que
utiliza Lumbreras y luego Canziani para
determinar la ciudad, en este periodo, más
no en todo el territorio ni de manera continua
y lineal, sino más bien específicamente
en la costa norte y centro se desarrollaron
indudablemente ciudades. Veamos.
Centrando nuestra atención en el territorio
que se ha descrito se desarrollan las
tecnologías agrícolas con grandes proyectos
de irrigación para los diversos cultivos de
regadío. Eso significa una evolución en un
largo camino de tradición agrícola, es decir
un sistema de producción que le da al
individuo cierta autonomía en su realidad.
Esto conduce, en su práctica continua, a
una producción eficiente que alcanza
excedentes. Estos excedentes en la
producción permiten la disminución de
individuos para la tarea productiva. Se inicia
la especialización y con ella la
estructuración social o la división social del
trabajo. Todo esto se convierte en base y
soporte de una serie de manifestaciones
concretas a nivel físico como la aparición de
estructuras -ciudades- en las que se
pudiera materializar esta nueva
estructuración social. El florecimiento de las
49
artes –hablamos de cerámicas y textiles
manifiestan de igual modo esta
conformación y definición colectiva, concreta
en muchos niveles. Y en lo relativo a la
ciudad las técnicas de construcción sufren
un desarrollo y evolución que habla de la
especialización en la mano de obra y el
material. Estos avances se traducen
también en la concreción de patrones
arquitectónicos que Irán caracterizando la
ciudad.
Las primeras ciudades que empiezan a
aparecer en el Perú prehispánico como
el Grupo Gallinazo en el valle Viru y mas
adelante Moche dan muestra de esta
realidad. En ellas se evidencia una división
de clases en la que la clase de poder,
elite o dominio se ve representada con
la aparición de centros monumentales,
palacios, depósitos, viviendas y además
talleres que evidenciaría que adicionalmente
a los sacerdotes, la nobleza y los guerreros,
los maestros artesanos habrían pertenecido
a la clase privilegiada de las sociedad
prehispánicas.
En el Perú prehispánico y bajo la visión de
Lumbreras y Canziani que descansa en
las ideas de Childe existieron ciudades y
centros urbanos, existieron centros urbanos
50
teocráticos, existieron organizaciones
políticas de carácter estatal y aunque estas
realidades no son monolíticas, en tanto no
se dan de manera uniforme y continua en
todo el territorio, si hablan de un proceso
que por lo menos en la costa norte tiende a
ser continuo. De este modo la cultura Chimú,
posterior a Moche –a su vez posterior a Viru
evidencia claramente este fenómeno que
ya tenía una larga trayectoria y lo hace de
manera concreta en la ciudad de Chan Chan
51
Las ciudadelas
http://www.educared.edu.pe/estudiantes/historia1/
cronologia2.htm
La ciudad de Chan Chan
Chan Chan fue la capital del reino Chimor
que desarrolló un gran poder de expansión
en la zona norte y las costas centrales del
Perú entre los años 900 a 1450 d.C.
Conformación
Chan Chan está constituido por un centro y
una periferia pero además por la unión de
elementos de tres tipologías distintas. A lo
largo de su extensión aparecen las llamadas
ciudadelas, los complejos arquitectónicos
de menor envergadura que los primeros y
entre ellos y alrededor de ellos aparecen
elementos arquitectónicos de características
distintas a los anteriores que son los barrios
populares.
Los primeros elementos, las ciudadelas,
han sido catalogados como centros
político-administrativos. Estos recintos
53
que en número llegan por lo menos a
10 - Chayhuac, Uhle, Tello, Laberinto,
Gran Chimú, Squier, Velarde, Bandelier,
Tschudi y Rivero- están compuestos por
distintos edificios de carácter monumental
y espacios abiertos que los articulan. Las
ciudadelas responden a una tipología común
aunque cada uno se concreta de manera
específica. La tipología muestra complejos
arquitectónicos circundados por imponentes
muros, orientación norte-sur, división
tripartita, accesos principales posicionados
en el norte, zonificación regular y funciones
constantes como las plazas, audiencias,
depósitos, plataformas funerarias y pozos.
A partir de la investigación de Moseley y Day
en 1982 y tal como lo confirma Canziani se
concluye que aunque estos centros político
administrativos estuvieron vinculados
con la clase de elite del estado Chimú no
albergaron su residencia.
Estos centros concentraron las actividades
de poder y administración. En ellos, de
acuerdo a plazas, patios y demás, se
realizaron actividades públicas, ceremonias
y audiencias así como el almacenaje
para resguardo y control de la producción
excedente. Hubo residencia pero no aquella
destinada a la clase gobernante sino
más bien a la de servicio que atendería
54
Los complejos
arquitectónicos de
élite
Los barrios
populares
y resguardaría el centro. La ocupación
residencial de la élite se halló probablemente
en los complejos arquitectónicos contiguos
a los centros político-administrativos donde
sí se encuentran recintos con características
que podrían encajar en aquellas propias del
residir.
Los complejos arquitectónicos de élite
repiten de alguna manera la tipología
descrita para los centros político
administrativos pero su propia tipología se
distingue de la anterior por su extensión:
es menores, y por la tecnología de sus
acabados: es inferior. Al tener nexo con la
tipología general de los centros principales
de poder, incluye las mismas funciones -
aunque a otra escala- pero se le suma la
función residencial que ya hemos dicho
debió servir para la élite. Los centros
político-administrativos pudieron haber
concentrado las actividades de poder
principales de la sociedad Chimú mientras
que los complejos arquitectónicos de élite
podrían haber estado destinados a otras
instituciones presentes en esta avanzada
sociedad prehispánica.
Los barrios populares son la tercera
tipología. Se ubican entre las dos anteriores
55
o –como ya dijimos- circundando la
totalidad del conjunto compuesto por los
diversos componentes correspondientes
a las dos tipologías acabadas de explicar.
Estos barrios se alejan bastante de los
complejos anteriores. No sólo por la
tecnología constructiva utilizada sino
también por el desorden que habla de una –
no planificación- y arquitectura espontánea.
A diferencia de los muros de las dos
primeras tipologías -de adobe-, los barrios
presentan muros bajos de cantos rodados,
de cincuenta centímetros de alto a partir de
los cuales se completarían los cerramientos
de los múltiples recintos con una tecnología
distinta: la quincha.
Los recintos están articulados por pasajes
que permitirían su acceso y su vínculo con la
ciudad. En ellos se han encontrado distintos
elementos que dan muestra de una vida
doméstica pero además de actividades
productivas como de manufactura de
textiles, orfebrería, cerámica y metalurgia,
en resumidas cuentas de actividades de
especialización.
56
Proceso
Lo que hoy constituye la ciudad de Chan
Chan no es más que el resultado de
una suma de elementos que han ido
emplazándose en el sector a lo largo de
cinco siglos. En algunos casos los nuevos
elementos iban disponiéndose entre los
anteriores y en otros sobre ocupando el
lugar realizando modificaciones en ellos.
El proceso de ocupación se inicia con
los complejos de Chayhuac y Uhle muy
cerca del mar y continúa hacia el norte
con complejos como Gran Chimú que
pertenecen a la época de máxima expansión
Chimú entre los años 1150 y 1300 d.C.
Luego de esta etapa la ocupación toma el
camino contrario y regresa hacia la zona
de las primeras ocupaciones ubicándose
los nuevos complejos entre los anteriores,
haciendo modificaciones en las estructuras
pre-existentes y generándose como
resultado un conjunto de apariencia más
bien caótica y sin organización. Es el caso
de Velarde, Laberinto, Squier, Bandelier,
Tschudi y Rivero.
Según Rowe, el crecimiento y aparición de
un total de nueve ciudadelas –lo que indica
que una de esta no ha sido considerada por
57
amplitudy
densidad
zonificación
El estatus de ciudad. Conclusiones
Manifestación de una forma de producción
en el asentamiento
Chan Chan se desarrolló en una extensión
de 20km2 aunque los vestigios que de
ella podemos ver hoy se reducen a 6km2
de establecimiento urbano y 8km2 de
vestigios que hablan de establecimientos
más bien de carácter rural. En cuanto a su
población, la ciudad albergó una cantidad
de 35000 habitantes en el periodo de mayor
ocupación.
Este número da muestra de un gran
crecimiento poblacional que revela la
consolidación de un sistema político
económico-social resultado como se ha visto
del desarrollo de tecnologías de producción
que dieron cuenta a excedentes productivos
y con ello a un aumento en número del
poblador. De igual forma el tamaño de la
ciudad revela su capacidad para albergar
grandes cantidades poblacionales de forma
ordenada, organizada y estructurada.
Manifestación de ruptura social como
consecuencia de la especialización en el
60
arquitectura como
símbolo de poder
y control
asentamiento
Los complejos político-administrativos
amurallados dejando al exterior el
crecimiento del asentamiento propio del
pueblo de una manera más aleatoria
y menos planificada y a los complejos
arquitectónicos de élite en los sectores
inmediatos evidencian una composición
urbana que a su vez dan indicios claros
de una división social, una estructura de la
sociedad Chimú en base a estratos. Cada
uno de los cuales ocupará un sector dentro
de una zonificación pre- establecida.
Manifestación de una forma de gobierno en
el asentamiento
El reino Chimor, como se ha visto, constituyó
un gobierno de carácter estatal y teocrático
a la vez. Los gobernantes tomaron para
sus propósitos de consolidación de poder y
como herramienta a la arquitectura. Y esto
no sólo se manifiesta en la estructura de
la gran ciudad sino en el carácter de sus
componentes.
Los complejos arquitectónicos de élite
muestran grandes templos de estructura
escalonada que estarían destinados a
consolidar una imagen de poder asociada
61
planificación y
tipologías
a alguna divinidad íntimamente vinculada
con el gobernante de turno. Por otro lado los
complejos político-administrativos contienen
en sus instalaciones grandes depósitos que
albergaron los excedentes productivos y un
solo acceso fuertemente vigilado mientras
que los barrios populares contuvieron
entre sus instalaciones depósitos pero de
mucho menor envergadura y aparentemente
principalmente para almacenar la materia
prima base para la producción. De esa forma
se garantiza no sólo una separación social
sino el control absoluto sobre la población y
con ello el poder y dominación.
Manifestación de la consolidación del
sistema económico-social
La mayoría de complejos político
administrativos tuvieron una conformación
tripartita, ingreso hacia el norte,
amullaramiento del complejo, muros de
adobe de anchos considerables, etc. Lo
mismo sucede con los barrios populares
y los complejos arquitectónicos de élite
que muestran características como las
constructivas que hablan de un grado de
constitución del asentamiento, de un nivel
de planificación. Es decir, estas estructuras
62
desarrollaron un patrón, una tipología que no
dan muestra más que de una conformación
definida y evolucionada de aquello llamado
ciudady que refleja una vez más una íntima
relación entre este tipo de asentamiento y
el sistema político, económico y social que
adoptaron los Chimor.
63
1
2
3
4
5
6
8
9
1
0
7
Ciudadela Tschud,
componentes
entrada
plaza
sala de altarcillo
audiencia
plaza
reservorio
plataforma funeraria
depósitos
sala de las 24
hornacinas
10 depósitos
1
2
3
4
5
6
7
8
9
64
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