revista de pastoral vocacional
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[ESCRIBIR EL NOMBRE DE LA COMPAÑÍA]
[Año]
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El acompañamiento a la luz de la
palabra de Dios
I.-Moisés y su manera de acercarse a la realidad que acompaña
Hna. Elvira Minaya Féliz , m.c.
l acompañamiento en el
camino de fe y de
vocación, siempre ha
sido tarea, aunque
difícil, una dimensión de la
propia vocación en las diferentes
dimensiones a las que Dios nos
llama a responder. Quien recibe
la fe como don y la vocación, han
de ser canales para que otros y
otras descubran y acójanla llamada
de Dios a la liberación personal y
comunitaria. Los profetas los
apóstoles han de ser para todo
pastoralista de hoy y de siempre los
modelos de quienes al estilo de
Jesús conducen a los hombres y
mujeres destinatarios de la misión
al encuentro con el Padre.
El estilo particular de cada profeta
y cada apóstol varía con el tiempo
y el contexto, pero la meta, el
criterio de fondo, siempre es el
mismo, es la cercanía solidaria y la
fidelidad al saber que se habla en
nombre de otro.
Nos acercamos a la palabra:
Exodo 3,1-7
En aquellos días sucedió que
crecido ya Moisés, salió a ver
sus hermanos, y los v io en sus
duras tareas, y observó a un
egipcio que golpeaba a uno de
los hebreos, sus hermanos.
Entonces miró a todas partes, y
v iendo que no parecía nadie,
mató al egipcio y lo escondió
en la arena. Al día siguiente
salió
y v io a dos hebreos que reñían;
entonces dijo al que maltrataba
al ot ro: ¿Por qué golpeas a tu
prójimo?
Y él respondió: ¿Quién te ha
puesto a t i por príncipe y juez
sobre nosotros? ¿Piensas
matarme como mataste al
egipcio? Entonces Moisés tuvo
miedo, y dijo: Ciertamente esto
ha sido descubierto.
Oyendo Faraón acerca de este
hecho, procuró matar a Moisés;
pero Moisés huyó de delante de
Faraón, y habitó en la t ierra de
Madián.
Moisés como los profetas y
como todo vacacionado es
alguien a quien se le asigna una
misión de cara al pueblo y en
su caso particular una misión
de acompañar al pueblo en su
itinerario vocacional. Es
enviado a acompañar el
proceso de liberación y
conformación del pueblo de
Israel. En este proceso de
asumir la misión de
acompañante, Moisés debe
pasar por un proceso de
conversión personal que le
conduce de sí mismo al
pueblo, del pueblo a Dios y
de Dios al pueblo.
Todo encuentro con la
realidad implica un
encuentro consigo mismo
que obliga a salir, salir de sí
mismo, de su propio
palacio o realidad personal de
protección. Esa salida de sí
mismo aporta elementos
objetivos para definir su propia
identidad . … crecido ya
Moisés, salió a ver sus
hermanos, y los v io en sus
duras tareas, y observó a un
egipcio que golpeaba a uno de
los hebreos, sus hermanos. La
salida de Moisés y en el
encuentro con los otros, le da
elementos de juicio para
identificarse con ellos, ya no
son extraños, son sus hermanos
y no sólo los ve como
hermanos, sino que es capaz de
contemplar su propia condición
de pueblo que sufre, de
población vulnerable
necesitado de una mano que los
conduzca.
No huye, no la niega, no la
ignora, no se reguarda en su
palacio. Su posición
privilegiada, no le impide darse
cuenta y asumir que es un
israelita, que es uno más de los
esclavos. Y esa constatación le
hace al mismo tiempo
percatarse de la situación
E
particular que vive su pueblo.
Moisés es un hombre que vive
en el corazón de su historia.
Sin embargo el ver la realidad
no es ya un indicador de haber
hecho un camino de conversión
que le capacita para ser guía del
pueblo. Esta capacidad se
adquiere con la iluminación
que da la palabra de Dios. En el
caso que nos ocupa, Moisés
intenta resolver las cosas por
sus propias manos: Entonces
miró a todas partes, y v iendo
que no parecía nadie, mató al
egipcio, sin d ialogar, sin
d iscernir y esto se vuelve en su
contra.
El d iálogo es lo que hace
posible el contrastar la realidad
y lo que hace posible tener una
visión más objetiva de la
misma, es el diálogo con los
destinatarios y con el Dios de la
historia lo da autoridad al
agente para interpretar,
iluminar y conducir.
La tentación de tomar las
riendas de la historia, de la
realidad , sin contar con los
destinatarios y sin contar con
Dios, hace que esta misma
realidad se vuelva en su contra.
Quien te ha puesto como juez?
Acaso vas a matarnos como
mataste al Israelita? Los
destinatarios de nuestra misión
por muy jóvenes que sean, no
son ingenuos, tienen una
visión d iferente de la realidad ,
pueden incluso tener una
visión d istorsionada, pero no
carecen de información, cuando
atropellamos la capacidad del
joven de entrar en la
d inámica de proponer, de
aportar, de ofrecer su propia
visión.
Esta realidad se vuelve en
contra de nuestros métodos. Y
es como querer matar para
eliminar lo que a nuestro juicio
no concuerda con nuestros
objetivos.
Lo que avala la postura del
pastoralista, lo que da
autoridad al profeta, lo que
hace que Jesús hable como
quien tenga autoridad , es
además de la consistencia entre
sus vidas y sus palabras, el
hecho de que todos lo ven
como uno de los nuestros, pero
al mismo tiempo como
hombres de Dios. No se
inventan los discursos, sus
palabras están sustentadas en la
experiencia de encuentro con
Dios y en la experiencia de
encuentro profundo con el
corazón del hombre.
Moisés cuidaba el rebano de
su suegro Jet ró, sacerdote de
Madián, una vez llevó el
rebano más allá del desierto,
hasta llegar a Horeb, el monte
de Dios, el ángel del Señor se
apareció en una llamarada a
entre las zarzas, Moisés se fijo,
la zarza ardía sin consumirse.
Moisés dijo: Voy a acercarme a
mirar este espectáculo tan
admirable, como es que no se
quema la zarza.
Viendo el señor que Moisés se
acercaba a mirra, lo llamó
desde la zarza: Moisés, Moisés.
Respondió el: aquí estoy dijo
Dios, no te acerques, quítate
las sandalias de los pies,
porque el sit io que pisas es
t erreno sagrado.
Moisés se tapó la cara
temeroso de mirar a Dios. El
señor le dijo. "Yo soy el Dios de
tu padre, el Dios de Abraham,
el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob". Moisés se cubrió el
rost ro porque tuvo miedo de
ver a Dios
El Señor dijo: "Yo he v isto
la opresión de mi pueblo, que
está en Egipto, y he oído los
gritos de dolor, provocados por
sus capataces. Sí, conozco muy
bien sus sufrimientos.
Por eso he bajado a
librarlo del poder de los
egipcios y a hacerlo subir,
desde aquel país, a una t ierra
fért il y espaciosa, a una t ierra
que mana leche y miel. El
clamor de los israelitas ha
llegado hasta mí y he v isto
cómo son oprimidos por los
egipcios.
El agente de pastoral, debe ser alguien que se siente en el corazón de la historia, debe ser alguien capaz de sentirse parte de la historia de los tantos jóvenes que Dios pone en su camino, significa que de alguna manera que nos ponemos en la piel del otro, que no nos sentimos diferentes ni indiferentes, selectos, que no nos escandalizamos de sus experiencias, que no nos resulta indiferentes sus sueños aun cuando puedan parecer errados, que nos interesamos por sus gustos, El agente de pastoral debe ser alguien que se sienta hermano de los jóvenes y que vea su propia sufrimiento como suyo, sin caer en la tentación de resolverlos por su cuenta.
Para ver la realidad de manera
objetiva y con criterios
evangélicos hay que involucrar
todos los sentidos. Es necesario
ver más allá de lo aparente, la
vida, las formas, las opciones,
los gustos, de los jóvenes de
nuestro tiempo no pueden ser
vistos, simplemente como
desaciertos, sino como canales a
través de los cuales se puede
conocer y ver a Dios. La manera
de ser de los jóvenes son un
reflejo de nuestra sociedad y a
través de ellos se puede hacer
una lectura de la realidad
global. La manera de ver al
joven y sus subculturas, no
puede generar actitudes de
juicios por parte de los agentes,
porque nos perderíamos la
capacidad de contemplar a un
Dios eternamente joven que
ama al joven, que es capaz de
dejarlo en libertad y al mismo
tiempo de ofrecerle el
verdadero camino de la
libertad . La realidad es siempre
una…que interpela y al mismo
tiempo e invita al pastoralista a
interpelar la misma realidad .
Una llamada que
interpela: Moisés,
descálzate. El descálzate aquí
puede ser interpretado de
muchas maneras, de cara a los
jóvenes sobre todo es sinónimo
de apertura al misterio que hay
en cada uno. Es confianza
incondicional en la acción de
Dios en su vida, es prudencia y
respeto ante una realidad
espiritual que es compleja, que
es d iversa, que es delicada e
incluso que es frágil.
Una palabra que
ilumina la realidad:
He v isto a mi pueblo…Ninguna
realidad puede ser abordada
únicamente desde el ámbito
social, si quien se acerca a ella
se siente urgido a anunciar el
Evangelio de Jesucristo, si
quien se acerca a ella lo hace
desde la experiencia pascual,
desde el encuentro con el
misterio. Por eso todo
acercamiento a cualquier
realidad y máximo a la realidad
del mundo juvenil tiene que
dejarse acompañar, iluminar
por la palabra de Dios, en otras
palabras, la realidad que nos
toca vivir, exige, mirar la
realidad con los ojos de Dios. Es
Dios quien ve primero la
realidad , y es él quien nos
envía…ve y dile, yo soy el que
soy. El acercamiento a la
realidad no sólo nos obliga a
purificar nuestros sentidos para
ver a la humanidad, al
destinatario del anuncio de la
buena noticia, al joven objeto de
nuestra acción, sino que nos
exige asumir que hablamos en
nombre de otro, que nuestra
misión consiste en presentar el
verdadero rostro de Dios a los
tantos jóvenes necesitados de
orientación, pero también
necesitados de afecto y de
mirada comprensiva.
Una misión que no se
realiza en solitario…
El acompañante es alguien que
se sabe vulnerable, que necesita
contar con la ayuda de la gracia
pero también con la ayuda de
los demás. Moisés se sabe
pequeño, pobre, barro en
manos de Dios que es quien
verdaderamente hace de guía,
acompañante del pueblo. La
importancia de un trabajo con
sentido comunitario tiene que
ver por un lado con el
testimonio de comunión
inherente a toda pastoral,
necesidad de enriquecer los
procesos con la visión, el
d inamismo y la creatividad de
varios agentes, la contrastación
de mis criterios son los de la
comunidad en misión que
garantiza la fidelidad a la
voluntad de Dios y Por otro
lado, el hecho de que el joven
aprenda por experiencia a vivir
la fe en comunidad . Confirmar
lo que d ice Jesús: donde hay
dos o tres reunidos en mi
nombre, allí estoy yo.
No hay que olvidar que Jesús
es el primer compañero de
camino. Yo estaré con ustedes
hasta el fin del mundo.
EEElll LLLaaaiiicccooo yyy lllaaa PPPaaassstttooorrraaalll JJJuuuvvveeennniii lll yyy VVVooocccaaaccciiiooonnnaaalll
Richard Núñez
Encargado de Recursos
Humanos del Colegio
Sagrado Corazón en
Santiago, R. D.
ios es el que convoca,
llama, invita, te da la
vocación. Cuando un
cristiano ve todo con los ojos de la
FE puede descubrir fácilmente el
llamado de Dios que invita a
trabajar por el Reino.
Como hombre o mujer somos
llamados hoy, en este momento
histórico actual, en la realidad que
nos toca vivir, a ser semillas de un
nuevo siglo. ¿Dónde nos llama
Dios? Es en la Iglesia donde se da
esa llamada. La iglesia, que es más
que la estructura física, más que
cuatro paredes. La Iglesia que es la
capacidad de sacramentalizar a
Cristo en una cultura.
La pastoral es una acción de la
Iglesia. Pero, «…La llamada no se
dirige sólo a los Pastores, a los
sacerdotes, a los religiosos y
religiosas, sino que se extiende a
todos: también los fieles laicos son
llamados personalmente por el
Señor, de quien reciben una misión
en favor de la Iglesia y del
mundo…» (Cristifideles Laici, 2).
El Laico, como fiel cristiano,
Incorporado e integrado a Cristo
por el Bautismo, es partícipe del
oficio sacerdotal, profético y real
de Cristo. Además ejercen en la
Iglesia y en el mundo la misión de
todo el pueblo cristiano en la parte
que a ellos corresponde. (LG.31)
Por tanto, lo que origina la
nueva condición del cristiano en la
iglesia; lo que constituye su más
profunda fisonomía; lo que está en
la base de todas las vocaciones y
del dinamismo de la vida cristiana
de los fieles laicos es: la inserción
de Cristo por medio de la fe y de
los sacramentos.
El bautismo es la clave para
entender la figura del LAICO.
El Bautismo incorpora a la
Iglesia y lo consagra como
sacerdote Santo. Es el medio
por el cual Dios nos convoca
a su misión en la Iglesia.
“Dios quiere que todos los
hombres se salven, pero no
aisladamente, sino como
pueblo, como comunidad.
(LG. 9)
El laico cristiano está
llamado a evangelizar la
cultura. Por medio del
Bautismo participa del oficio
sacerdotal por el cual Jesús se
ha ofrecido así mismo en la
cruz. Por ese medio recibe la la
misión de Enseñar, Santificar y
Presidir.
Esta triple misión implica en
todo laico:
Madurez humana, que se
traduce en equilibrio emotivo e
inteligencia despierta para captar
rápidamente los problemas que se
generan. Observador e intuitivo.
Con actitud de acogida y diálogo.
Transmisor de paz y seguridad.
- Tener una fuerte vivencia
personal y comunitaria de la fe.
Ser testigo de su fe; que no
impone su propia visión, sino
que ofrece y anuncia ante las
dudas y las dificultades. Con
profunda vida de oración y
práctica sacramental.
- Ser pastor: que facilite el
acceso a Jesucristo a través de
su disponibilidad y espíritu de
servicio; preocupado por su
comunidad de referencia; con
mucha comprensión enmarcada
en una cierta exigencia de
superación.
- Ser conocedor y estimulador
de las posibilidades de cada
uno, respetando los ritmos y
las decisiones.
- Saber ser animador evitando
el paternalismo. Desarrollar
una pedagogía activa donde se
ejercitan su liderazgo y
D
comparten responsabilidades.
Entonces… ¿Cómo entender el
papel del Laico en la Pastoral?
Toda la Pastoral se enmarca en
el proceso de evangelización y
catequesis. Ofrece, para la vida
cristiana laical, un conjunto de
experiencias que ayudan a
preguntarse y descubrir el sentido
de la vida; a descubrir, asimilar y
comprometerse con la persona de
Cristo y su mensaje. En otras
palabras, se está hablando de un
proceso de profundización y
madurez cristiana que se propone
personalizar la fe, vivirla en
comunidad y encarnarla en el
mundo.
La evangelización que
desarrolla, desde su misma
identidad laical, tiene una clara
dimensión educativa cuyo abanico
de acción tiene cuatro elementos
fundamentales:
-Atención especial al crecimiento
personal y armónico de todas las
potencialidades. Estamos hablando
del desarrollo de nuestra persona
desde lo que somos y desde lo que
hacemos, desde lo que creemos,
sentimos y pensamos.
-Atención especial a su dimensión
social, cultivando actitudes de
diálogo y solidaridad, estimulando
un compromiso por la justicia y la
paz. Es el desarrollo de nuestro
quehacer. La relación existente
entre mi persona y mi
profesionalidad, vividas desde mi
identidad cristiana.
- Educarse y educar en la fe desde
la evangelización hasta la
vivencia cristiana de la fe en la
liturgia eucarística y el
compromiso vocacional.
- Preparar y prepararse para la
construcción del mundo,
especialmente por su testimonio
cristiano.
Todo este proceso pastoral debe
llevar al laico a:
- Descubrir en
Cristo la plenitud de
sentido y el sentido de
la totalidad de su vida,
y busque más
plenamente su
identificación con El.
- Personaliz
ar la fe y construir
comunidad. Que reside
en un proceso y que
promueve opciones.
Que lleva a vivir el
bautismo de forma
radical y
comprometida.
-Ayudar a su propia madurez,
tanto en lo personal como en lo
social. Ahora bien, esto no es
posible en profundidad si no hay
orientación personal y
comunidades de vida que son los
que ayudan a madurar socialmente.
He aquí algunos criterios para
desarrollar este proceso. Se
plantean en cuatro niveles
diferenciados en función de su
trascendencia:
En lo personal:
- Interpelación con la realidad
de su sociedad
- Educación en la fidelidad a
sus compromisos personales y
comunitarios
- Acompañamiento continuo y
concreto (mediante planes
definidos) dentro de un proceso
de crecimiento humano y
madurez espiritual tomando
como base su Proyecto Personal
En lo comunitario:
- Crear, mantener y fomentar
espacios para el crecimiento
en la fe y en la espiritualidad
- Crear un ambiente de
comunidad que propicie la
entrega y el servicio
- Exigir actitudes y
comportamientos audaces en
los jóvenes y en los agentes
de pastoral que los conviertan
en testigos de Cristo.
En lo institucional:
- Responder a proyectos
organizados dentro de una
dimensión social con un
compromiso cristiano y no
solo con acciones aisladas.
- En lo social:
- Ser un servicio en comunión
con la Iglesia, buscando no
sólo la promoción, sino la
evangelización de la sociedad.
- Promover el servicio
misionero de los jóvenes.
- Comprometerse en la
situación de pobreza y
marginación de la realidad
latinoamericana.
Desde la realidad…. de América
Latina
La acción Pastoral del laico en
América Latina, se presenta desde
la propuesta de la Civilización del
Amor como respuesta a los
interrogantes vitales y como
proyecto personal y comunitario
que dé sentido y plenitud a su vida.
La Civilización del
Amor es "aquel
conjunto de
condiciones morales,
civiles y económicas
que permiten a la vida
humana una condición
mejor de existencia,
una racional plenitud,
un feliz destino
eterno". (Pablo VI). Es
un llamado a reconocer
que el Reino de Dios
crece en América
Latina entre los pobres
y los que sufren. Es al mismo
tiempo un compromiso creador
para ser constructores activos de
nuevos modos de convivencia y de
relaciones humanas.
En definitiva, es una propuesta
total. Es un proyecto de Vida que
implica todos los ámbitos de la
existencia. Para construir una
sociedad de comunión y
participación, reafirmando los
valores evangélicos.
Comprometerse con el proyecto de
la Civilización del Amor implica el
rechazo y la lucha contra
antivalores que son expresión del
pecado como fuerza de ruptura
personal, con los demás y con
Dios. Consiguientemente, en la
reafirmación de valores y el
rechazo de antivalores, el
compromiso de construir la
Civilización del Amor supone una
serie de prioridades y opciones,
tales como:
- Primacía de la vida sobre
cualquier otro interés
- Primacía de las personas
sobre las cosas
- Primacía de la ética sobre
la técnica
- Primacía del testimonio y
la experiencia sobre las
palabras y doctrinas
- Primacía del servicio sobre
el poder
- Primacía de la economía
solidaria sobre la
producción de riqueza
- Primacía del trabajo sobre
el capital
- Primacía de la identidad
cultural sobre otras
influencias hegemónicas
- Primacía de la fe y lo
trascendente sobre todo
intento de absolutizar al
ser humano.
Esta propuesta debe ser
interiorizada, reflexionada y
transmitida, por todos los laicos
comprometidos en la pastoral pues
implica vivir con el estilo de Jesús
en América Latina, de tal suerte
que origine cambios profundos en
la conciencia personal y
comunitaria y así surjan nuevas y
más justas estructuras sociales.
Es necesario que
cada fiel laico tenga
una viva conciencia
de ser un miembro
de la iglesia, a quien
se le ha confiado
una tarea original,
insustituible e
indelegable, que
debe llevar a cabo
para bien de todos.
El apostolado que
cada uno debe
realizar, y que fluye
con abundancia de
la fuente de una
vida
auténticamente
cristiana es la forma
primordial y la
condición de todo el
apostolado de los
laico. (Christifideles laici, 28)
Seguir a los ídolos o seguir a JESUS
Ma. Pilar Villegas Calvo, m.c.
ois jóvenes, y porque lo sois,
vuestra juventud es una
llamada a tomar decisiones
significativas, que marquen
vuestra vida y vuestro futuro,
decisiones que iluminen todo un
mundo de opciones que se irán
asomando a vuestra ventana en el
transcurso de vuestra vida. Por eso
hoy os lanzo el siguiente
planteamiento: ¿queréis seguir a los
ídolos o seguir a Jesús?, dicho de
otra manera, ¿queréis dejaros
esclavizar por los atractivos de este
mundo o dejaros seducir por la
atracción irresistible del Dios de la
vida, el Dios de Jesús?
Recordemos, en primer lugar, en
qué mundo nos movemos: quiénes
son los grandes personajes que la
sociedad de hoy ha colocado en la
cima de la fama y el poder,
personajes-símbolo de los valores
que predominan entre las masas y
que no son sometidos al
discernimiento y reflexión acerca
de su auténtica valía. El
mundo del espectáculo, la moda, el
deporte… encumbra a sus ídolos y
los ofrece como paradigma de
felicidad, engaño generalizado para
un mundo que no termina de
encontrar el verdadero sentido de la
vida.
¿Y tú? ¿Te dejas embaucar por
esta falacia ilusoria? ¿Te dejas
envolver por los ídolos del
momento? No olvides que, en
términos bíblicos, la pretensión del
ídolo era convertirse en sustituto de
Dios. Hoy también. Todo aquello
que colocamos en la cima de
nuestras alegrías le está quitando el
puesto a Dios y a la verdadera
felicidad.
Pero hay algo que debes saber: los
ídolos nunca pueden ser Dios,
jamás ocuparán su lugar, por más
que el mundo intente colocarlos en
lo más alto. Principalmente porque
sólo Dios es dios, y porque los
ídolos, como el resto de las
criaturas, son inconsistentes.
INCONSISTENCIA DE LOS
ÍDOLOS
Ya conoces el término
„inconsistencia‟. Se aplica a todo
aquello que no se sostiene por sí
mismo. Es lo contingente,
necesitado de algo o Alguien
superior que le da vida y
constantemente se la renueva. El
ídolo, como todos los seres
creados, se apoya en algo superior
a sí mismo. De ahí que jamás pueda
sustituir a Dios.
Por otro lado, el ídolo tiene, a su
vez, sus propios ídolos: la fama, el
dinero, el poder, el placer… Si
elegimos como ejemplo los
personajes del espectáculo,
podemos comprobar cómo ellos
mismos dependen del aplauso y
necesitan el apoyo de sus fans. Un
vídeoclips de Michael Jacksons nos
acerca a esta realidad y nos ayuda a
descubrir en la reacción de las fans
el impulso del absurdo llevado a
extremos a veces insospechados.
Según esto nos preguntamos cuál
es el sentido de sus vidas, qué les
mueve, cuál es el móvil de su
existencia.
¿Cuál es el sentido de su vida?
Muchos de ellos lo cifran en la
ambición: disfrutar cada vez más
de fama y dinero. Pero no podemos
generalizar; también los hay que
han descubierto un sentido nuevo a
sus vidas, y en lugar de la
ambición, les mueve la entrega
generosa a Dios y a los demás.
Escuchamos ahora el testimonio de
un personaje famoso que dio un
giro a su existencia y a su manera
de enfocar el mundo. Eduardo
Verástegui, director y actor de
cine, hombre atractivo y famoso,
se convirtió al catolicismo de una
manera radical y, sin abandonar su
profesión cinematográfica, se situó
de forma diferente ante la vida. Lo
tenía todo y cuando llega a la cima
de la fama, se encuentra vacío.
Entonces es cuando descubre a
Jesús como el único que da sentido
a su vida:
Después de diez años de carrera,
me di cuenta de que me faltaba
algo, pero no sabía qué. Me sentía
en un laberinto sin salida (…), me
sentía vacío. Muchas veces la
sociedad nos dice que si no
llegamos a la cima de la montaña,
y no somos alguien, y no tenemos
reconocimientos y éxito, entonces
somos unos fracasados. Lo que yo
pensaba que me iba a hacer feliz y
me iba a dar paz y que me iba a
hacer un hombre completo y pleno,
resultó que era una mentira, estaba
siguiendo una mentira1.
1 Testimonio de Eduardo Verástegui.
S
¿En qué manos cuelgan
nuestros ídolos?
Pero no siempre es así, por eso
nos preguntamos: ¿en qué manos
cuelgan nuestros ídolos? Y
volvemos a ver un vídeo clips
correspondiente a una canción
interpretada por Carlos Baute y
Marta Sánchez: „Colgado en tus
manos‟. Seguro que lo conoces y
puedes cantar con ellos. En efecto,
colgado en tus manos, en las manos
del amor que le acompaña, en las
manos de la persona amada… Y le
pide que no le deje caer. Es
evidente la necesidad de alguien
que te sostenga. Pero los seres
humanos todos somos
inconsistentes, y nadie puede
sostener a nadie de manera total y
absoluta. Hay Alguien superior a
nosotros que fundamenta nuestra
vida y jamás cae. Nuestros ídolos
se apoyan en cosas que caen.
Cuando ponen el sentido de su
vida en lo inconsistente, se
tambalean y ellos también caen. Y
entonces viene el fracaso y las
consecuentes decepciones, cuando
no algo más extremo aún: El
diseñador de moda británico
Alexander McQueen ha fallecido
en su domicilio londinense en un
aparente suicidio.
¿En qué manos cuelgan nuestros
ídolos? ¿En qué manos cuelgas tú?
¡No me dejes caer!
¿En qué manos cuelga los
seguidores de Jesus? Nada les sostiene. SÓLO DIOS.
Ellos cuelgan en las manos de
Jesucristo. Están ARRAIGADOS
EN JESUCRISTO REDENTOR.
Es el lema que nos acompañará
durante toda la Jornada
Mundial de la Juventud , y
esperemos que a lo largo de
nuestra vida también.
Arraigados, fundamentados en
Cristo Jesús, el único que da
verdadero sentido a la vida.
Como un árbol echa raíces
profundas en la tierra y, desde
ahí, crece sin temor a ser
derribado por las d ificultades
de la vida, así es nuestro camino
de seguimiento: cuando hemos
afianzado nuestras raíces en la
tierra buena de Jesucristo
Redentor, permanecemos firmes
en la fe, y nada nos puede
derribar.
Así fue también el camino de
seguimiento de los auténticos
seguidores de Jesucristo,
aquellos que le amaron y fueron
capaces de entregar su vida a
fondo y sin reservas.
Adentrémonos, por tanto, en
dos historias mercedarias, dos
ejemplos de vida que nos
alientan y vivifican la llama de
nuestro amor: el P. Zegrí y Sor
Isabel Lete, testigos de la vida
verdadera que nunca se acaba y
de una profunda pasión por
Dios desde el carisma
mercedario.
En primer lugar, nos
preguntamos si ellos tenían
ídolos como ocurre a gran parte
de la humanidad. Sin atrevernos
a pronunciar una respuesta
afirmativa, sí que podemos
decir que, como a cualquiera, la
vida les arrastraba. Todos los
seres humanos vivimos en una
constante lucha entre el bien y
el mal, entre el egoísmo y la
donación. Ellos también, por
supuesto. Y en muchas
ocasiones son agentes
externos los que se convierten
en fuerzas seductoras que
intentan arrastrar y derribar el
árbol tan profundamente
afianzado en la tierra buena y
fértil que le ha visto crecer.
Así, nuestro P. Zegrí2 pudo
sentirse atraído por el renombre
2 Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno nació
en Granada el 11 de octubre de 1831 y murió en Málaga el 17 de marzo de 1905. Fue ordenado sacerdote el 2 de junio de 1855 y desarrolló una amplia labor en el ámbito pastoral y docente, tanto en la diócesis de Granada como en la de Málaga, llegando a detentar altos cargos, como vicario de dicha diócesis. El 16 de marzo de 1878 fundó la Congregación de Hermanas Mercedarias de la Caridad, con un carisma de caridad redentora al servicio
y la fama. Había llegado a la
cima del prestigio social y
eclesiástico, pues la misma vida
le regaló una serie de dones que
le capacitaron para ostentar
altos cargos y ser considerado
como un hombre y sacerdote de
valía. Innumerables
responsabilidades y
reconocimientos jalonaron las
páginas de los mejores años de
nuestro Fundador. Él podía
haberse dejado embriagar por
tales honores, como ocurre a
tantos personajes del
espectáculo y la moda,
conocidos por todos. Sin
embargo, como vimos en un
testimonio anterior, él mismo
constató la vaciedad de
buscarse a sí mismo y toda su
actividad la orientó desde el
principio hacia el bien de la
humanidad, en Dios, por Dios y
para Dios.
Y no se conformó con esto,
sino que en un momento
determinado de su trayectoria,
supo decir „No‟ a los posibles
ídolos que el mundo le ofrecía;
supo renunciar a la carrera
desenfrenada de las múltiples
actividades, para dedicarse de
lleno a la fundación de una
Congregación destinada
principalmente al servicio y
atención a los más pobres y
necesitados, desde la vivencia
de la caridad redentora al estilo
de Cristo. Era un signo evidente
de que estaba fundamentando y
de los más pobres. Por causas ajenas a su voluntad, Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno tuvo que soportar la calumnia y la maledicencia, hasta el punto de ser alejado de la Congregación por él fundada. Sin embargo, él ofreció al mundo un testimonio de amor y configuración con Cristo, que introdujo su trayectoria en el camino de la santidad. La Iglesia reconoció oficialmente su vivencia de las virtudes heroicas y fue beatificado el 9 de noviembre de 2003.
arraigando, cada vez más, su
vida en Cristo Jesús.
El P. Zegrí, hombre y
sacerdote valorado, estaba
ejerciendo una admirable
misión entre los fieles de las
parroquias por las que pasó
(Huétor Santillán y Loja) y,
finalmente, en la d iócesis de
Málaga, donde ejerció, entre
otros, el cargo de vicario junto
al obispo. Asimismo, su labor
docente en d iferentes centros,
sobre todo el Real Colegio San
Bartolomé y Santiago, le
permitió un contacto d irecto con
la juventud del momento.
Renuncia a gran parte de esta
labor para dedicarse de lleno a
la Congregación, con toda la
ilusión y el entusiasmo de su
corazón apasionado por el
Reino. Pero la vida le tenía
reservado algo inesperado: la
sombra de la cruz asomaba en
su horizonte. Una calumnia
empañó para siempre la
transparencia de su vida
ofrecida y regalada a los
demás. La mentira en turbió la
serena felicidad de la que
d isfrutaba hasta entonces.
Todos comenzaron a darle de
lado, a evitar su presencia. La
duda y la sospecha hicieron
estragos en el camino siempre
limpio de nuestro Fundador.
Y fue apartado de la
Congregación… ¿Podía haber
algo en esos momentos más
doloroso para el P. Zegrí que
esto?
Diez años permaneció alejado
de la Congregación, y murió sin
poder relacionarse con sus
mercedarias. Ni siquiera las
pudo ver en el momento de su
muerte, ofreciendo este
sacrificio en bien de la
Congregación. Pero lo que
encaminó su vida por las sendas
de la santidad fue la infinita
confianza en Dios, que le
sostuvo en sus momentos de
oscuridad y abandono. El P.
Zegrí, profundamente arraigado
en Jesucristo Redentor, pudo
permanecer firme en la fe
cuando todos le habían
abandonado. Por eso la vida le
concedió, años después, el gran
regalo de la justicia obrada en
su persona y en su proyecto: la
Iglesia ha reconocido de manera
oficial la santidad de nuestro
Fundador y, además, una larga
historia congregacional avala la
fuerza del carisma en su vida.
En la misma coyuntura
encontramos a Sor Isabel Lete3,
3 Sor Isabel Lete Landa (Regina era su
nombre) nació en Osintxu, Vergara (Guipúzcoa), el 7 de septiembre de 1913. Su infancia transcurrió con carácter
“Dichosos los que
tienen hambre y sed
de la justicia, porque
serán saciados.”
hermana mercedaria de la
caridad que ofreció su vida
joven por amor a Jesucristo,
desde una profunda pasión por
Dios y su Reino. Esta hermana,
al igual que cualquiera de
nosotros, experimentó la lucha
contra el mundo y sus fuerzas
seductoras. Ella poseía también
unas cualidades que la
convertían en una mujer
profundamente atractiva para
los demás. No era sólo su
belleza física, aunque también,
sino su simpatía, afabilidad,
„don de gentes‟, preocupación
por todos los que le
rodeaban… y un sinfín de
dotes naturales hacían que Sor
Isabel Lete nunca pasara
desapercibida. Pero esto mismo
podía ser un arma de doble
filo, ya que algunas personas
itinerante, debido a los distintos cambios de domicilio. La causa estuvo motivada por dolorosas circunstancias: la temprana muerte de su padre y la enfermedad de su madre. En Placencia conoció a las hermanas mercedarias, y el 7 de junio de 1929 ingresó en el noviciado de Zumárraga. El 2 de enero de 1931 celebró su profesión religiosa y fue destinada al sanatorio de Tablada, cerca de Madrid. En vísperas de su profesión perpetua (enero de 1939), realizó un acto sublime y definitivo para su vida: se ofreció como víctima al Señor. Y, desde marzo de aquel mismo año, vivió su enfermedad, en el sanatorio antituberculoso de Éibar (Guipúzcoa), como martirio voluntario. Murió el 13 de octubre de 1941, dejando a su paso huellas de santidad. El 26 de junio de 2006 fue declarada Venerable por el Santo Padre Benedicto XVI, siendo así reconocidas sus virtudes heroicas, primer paso hacia la beatificación.
se dejaban abrumar
por sus encantos. Tal
fue el caso de un
médico que trabajaba
con ella en el
sanatorio de Tablada.
Llegó a enamorarse
intensamente de Sor
Isabel y a perseguirla,
con la única finalidad
de que ella
abandonase todo y se
fuese con él.
Sor Isabel lo tenía claro: su
camino mercedario era la
vocación a la que Dios le había
llamado para toda la vida, y así
se lo manifestó al médico: „Yo
soy mercedaria‟. Palabras clave
que denotan un auténtico
sentido de pertenencia y una
clara identidad en el
seguimiento de Cristo. Ella
también estaba profundamente
arraigada en el Dios y Señor de
la vida; se encontraba
totalmente enamorada de Él y
de ningún otro.
Pero esta convicción no
anuló el sufrimiento, elemento
redentor cuando se vive desde
el misterio pascual y la cruz de
Cristo. En efecto, Sor Isabel
sufría mucho con la situación y
así lo manifestó a sus
superioras. Como consecuencia,
decid ieron ayudarle
trasladándola a otro lugar. Fue
una actitud de renuncia por
parte de Sor Isabel, ya que todo
cambio en la propia vida
entraña una buena dosis de
desprendimiento. Y Sor Isabel
estaba dispuesta a renunciar a
todo y entregarlo por amor, por
un grande amor, que no era
precisamente el que pudiera
profesar a ninguna persona en
esta tierra.
Así fue. Poco a poco la vida
le condujo al mayor de los
desprendimientos. Ella
descubrió la nulidad de las
cosas, la vaciedad de los
atractivos de la tierra, y se
enamoró plena y totalmente de
su Señor. De esta forma, arrancó
su corazón de todo aquello que
pudiese sujetarla a este mundo
y se sintió libre, con la libertad
de las golondrinas que veía
desde su ventana: “El tiempo que
me queda de vida, quiero pasarlo
como las golondrinas que veo volar
desde mi ventana; quiero volar muy
alto, sin pararme en el suelo”.4 Sor
Isabel Lete empezó a paladear
con más intensidad la fuerza del
carisma desde el mismo
momento en que se ofrece como
víctima al Señor.
Es d ifícil entender este gesto
en la sociedad actual en la que
vivimos. Y vosotros mismos os
preguntaréis qué sentido tenía
tal hazaña, pues siempre hemos
pensado que se puede hacer
mucho bien siendo eficaces y
productivos aquí en la tierra.
Sor Isabel también pensaba que
con su juventud y sus
cualidades podía ser testigo de
Cristo en este mundo; pero ella
tenía prisa. Eran grandes los
deseos que sentía de
encontrarse con el Señor, y le
pid ió que aceptara su ofrenda.
Hemos de tener claro que su
ofrecimiento no nacía de la
decepción ni el desengaño; no
era un „suicid io‟ lo que ella
estaba pid iendo, más bien al
contrario: pedía una vida más
plena, una vida totalmente llena
de Jesucristo. A ella le movía un
gran amor; le movía el mayor
amor, un amor más fuerte que
la muerte. Y desde ahí supo
encaminarse hacia el encuentro
con el Señor, d ispuesta a
padecer como Cristo en la cruz,
con tal de ver pronto el rostro
4 Positio Isabel Lete, La Unión con Dios,
pp. 49-50.
del Señor. Ella, que había
conseguido luchar contra su
propio atractivo y había
alcanzado la madurez de los
santos, ahora ofrecía toda su
afectividad y toda su vida por
amor, un grande y mayor amor.
Pero al igual que al P. Zegrí,
al igual que a todos los santos,
las cosas no le iban a resultar
tan fáciles. Sor Isabel hubiese
querido caminar hacia la otra
vida con rapidez, con presteza.
Ella no buscaba la enfermedad
como tal, sino el encuentro con
Dios, su Señor, de quien estaba
plenamente enamorada. Pero,
cuando cayó enferma, parecía
que el tiempo se había detenido
en aquella cama del sanatorio
de Éibar (Guipúzcoa). Dos años
de enfermedad paralizaron sus
prisas, le hicieron paladear la
cima del sufrimiento, y llegó a
identificarse con Jesús en
aquellos dos años de Calvario
interminable.
Aún hay más: Sor Isabel Lete
llegó a experimentar el
tremendo abandono de la noche
oscura, cuando parece que Dios
se esconde y nunca más lo
vamos a sentir. Aquella alegría
que asomaba a su paisaje cada
vez que intuía el encuentro con
el Señor, se d isipó y ya no sentía
el consuelo de la presencia de
Dios en su vida. Pero ahí es
donde se prueba la grandeza y
la fe de los santos; porque,
aunque no sentía, nunca dejó de
confiar. En lo más profundo de
su corazón siempre guardó la
inquebrantable certeza de que
Dios estaba allí, inconmovible
como siempre, pero escondido
en el oculto lenguaje del amor
que nace en el corazón.
Al final de
su vida, Sor
Isabel lo
perd ió todo.
La vida la
había
despojado.
Era eso lo que
ella quería,
pues siempre
luchó contra
los atractivos
de la tierra y
contra su
propio
atractivo. Su rostro se había
desfigurado y quedó lo que
nunca muere: la gran belleza de
Dios en el alma de sus amigos,
el rostro de la santidad .
Posiblemente tú, joven, no
entiendas el por qué de una
vida ofrecida de esta manera, en
plena juventud . Hoy es d ifícil
comprender esto. Pero piensa
en tantos mártires, santos de
Dios, que siguen siendo testigos
de un amor vivido
apasionadamente, un amor que
no se compra ni se vende, sino
que se es capaz de entregarlo de
manera total y gratuita. Ahí
encontramos al P. Zegrí y a Sor
Isabel Lete.
Nuestro Fundador entregó
su amor desde un martirio
interior y Sor Isabel lo hizo a
través del martirio
voluntariamente ofrecido.
Nuestra Iglesia siempre ha
destacado la vida martirial
como forma suprema de
entregar la propia vida, por eso
tiene mucho sentido la vida
ofrecida del P. Zegrí y Sor Isabel
Lete, porque ambos son testigos
de una fuerza superior que
brota de la misma entraña de la
santidad: el amor, el más grande
amor que empapa de esperanza
el corazón de la HISTORIA.
Cápsula de Evangelio
Al ver Jesús a las gentes, se
compadeció de ellas, porque
estaban extenuadas y abandonas,
como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulo: Id y
proclamad que el reino de los
cielos estás cerca. Curad enfermos,
resucitad muertos, limpiad
leprosos, arrojad demonios. Gratis
lo habéis recibido, dadlo gratis. Mt
9, 36-37.10,7-8
Nuestra primera tarea hoy es
proclamar que Dios está cerca de
nosotros, empeñado en salvar la
felicidad de la humanidad.. Jesús
nos recuerda la manera de
proclamar a Dios: trabajar
gratuitamente por infundir a los
hombre la nueva vida. Curar
enfermos, o sea liberara a las
personas de todo lo que le roba la
vida y hace sufrir.
Resucitar muertos: o sea liberar a
as personas de aquello que
bloquea sus vidas y mata su
esperanza. José Antonio Pagola
.
Hay muchos jóvenes escuchando a Jesús
Bárbara Buncker, m.c.
Recordamos con admiración y
cariño las manifestaciones de más
de un millón de jóvenes de muchos
países en la Jornada Mundial de la
Juventud. Uno de los aspectos que
más ha llamado la atención ha sido
el de los silencios como momentos
de oración y contemplación. Han
sido momentos largos, donde nadie,
absolutamente nadie ha hablado, y
todos se han sentido envueltos por
un silencio que nacía del corazón
de jóvenes, para poder escuchar al
Señor en la interioridad.
¿Para cuantos estos minutos de
silencio habrán significado un
llamamiento para seguir a Jesús
más de cerca? Estos encuentros
despiertan vocaciones religiosas
porque los jóvenes sienten y palpan
la cercanía de Jesús y el llamado a
grandes ideales.
La juventud es una etapa
importante de la vida humana. Los
medios de comunicación pueden
deformar la imagen de la juventud
cuando sólo presentan los aspectos
de diversión o de placer. También
cuando promueven la carrera hacia
la riqueza, el tener y poder. Nos
encontramos con frecuencia
propaganda para tareas difíciles en
servicio de los más necesitados.
La Jornada mundial de la
juventud nos ha demostrado lo
contrario. Que al lado de la
diversión y de la alegría se
encuentra también la seriedad y el
silencio. Que la juventud busca
metas de generosidad y de servicio
y es sensible al ejemplo de
personas que saben entregarse a
servir a los demás.
La vida religiosa es un campo
atractivo para esta juventud
capaz de generosidad y de
compromiso. La formación de
jóvenes religiosos debe ser el
camino de una madurez
humana, de una riqueza
interior, de una capacidad de
volverse cada vez más personas
para la comunión de personas.
El ganar metas individuales de
riqueza o saber no es la única
meta para una juventud
que sabe apreciar los
valores y acercarse a Dios
como fuente de todos ellos.
Jesús llamó una vez a un
joven que parecía bien
dispuesto, que era fiel en
cumplir los mandamientos
del Señor, y ansiaba algo
más. Jesús le propone el ideal
del seguimiento en pobreza y
en solidaridad con los pobres
y el joven que era rico se
desanimó y alejó. Hoy como
ayer, la riqueza y la ambición
de la seguridad individual, serán el
bloqueo para no seguir la invitación
de Jesús. La riqueza es el gran
ídolo que el mundo propone a la
juventud y son muchos los que
siguen para adorar ese ídolo.
Jesús sigue llamando a la
juventud para servir la causa de los
pobres, de los abandonados. La
vocación religiosa pide una
renuncia a formar la propia familia,
porque el Padre Celestial invita a
esos jóvenes a vivir para la familia
universal, sobre todo de aquellos
que son excluidos, marginados y
olvidados.
Frente a una juventud que busca
la seguridad en las riquezas, Jesús
invita a los jóvenes a ser servidores
de los más débiles de esa gran y
universal familia de los hijos e hijas
de Dios. El seguir este camino sin
perder nada de las características de
la juventud, del entusiasmo y de la
alegría, de la seriedad y del
compromiso, se ha hecho evidente
por el testimonio de ese millón de
jóvenes que saben unir el silencio,
la oración, la alegría y el
entusiasmo. Lo ha proclamado ante
el mundo: ¡Seguir a Jesucristo vale
la pena!
PPRREESSEENN CCIIAA DD EE NN UUEESSTTRROO CCAARRIISSMMAA EENN KKOORREEAA DD EELL SSUURR
Caridad mucha
caridad (B. Zegrí)
orea del Sur, cuyo nombre
oficial es República de Corea,
es un país situado en el Este
de Asia. Ocupa la mitad sur de la
Península de Corea, situada entre el
Mar Amarillo y el Mar del Este,
también conocido como Mar de
Japón. Hace frontera con Corea del
Norte por el norte, y Japón se
encuentra a su suroeste, cruzando el
Estrecho de Corea.
Corea es una de las
civilizaciones más antiguas del
mundo.
A través del tiempo, la
historia de Corea ha sido turbulenta
con numerosas guerras, incluyendo
invasiones tanto de China como de
Japón. No fue sino hasta 1987
cuando se llevaron a cabo las
primeras elecciones justas y directas,
por lo que desde entonces el país es
considerado una democracia
multipartidista. Aproximadamente la
mitad de la población del país vive
en su capital, Seúl, o en su zona
metropolitana, que es una de las
áreas metropolitanas más pobladas
del mundo.
También se encuentra
entre los países más avanzados
tecnológicamente y mejor
comunicados es el tercer país con
mayor número de usuarios de
Internet de banda
ancha, siendo también
uno de los líderes
globales en producción
de aparatos
electrónicos,
dispositivos
semiconductores y
teléfonos móviles. La
población actual es de
aproximadamente
49.540.000.
El idioma oficial del
país y el más hablado
por los surcoreanos es
el idioma coreano.
cristianismo es la religión más
profesada en todo el país, ya que
cuenta con más de la mitad de
todos los adeptos religiosos. Hay
aproximadamente 13,7 millones de
cristianos, cerca de dos tercios de
ellos pertenecen a un grupo
protestante, mientras que el resto
pertenece al
grupo de los
católicos. Corea
del Sur es la
segunda nación
con mayor envío
de misioneros.
El sistema
educativo
surcoreano está
tecnológicament
e avanzado y es
el primer país
del mundo que llevó el acceso
rápido a Internet de banda ancha a
cada primaria y secundaria en todo
el país. Existe en Corea del Sur una
política de conservación del medio
ambiente promovida por el
gobierno y sus habitantes se
caracteriza por un aprecio
considerable a la naturaleza y la
vida sana ( Wikimedia Commons)
Presencia mercedaria en
Korea del Sur
Hace 50 años atrás Corea del sur
era un país empobrecido, mucha
gente en la calle sin techo y sin
comida, es por ello que el estado
inicia una campana de reubicación
de todas estas personas; los
discapacitados mentales o físicos
van a centros pensados y
preparados para ellos, los ancianos
a asilos o casas de acogida, los
niños a hogares de niños, etc. Pero
existe una gran masa de gente
discapacitada mental o psíquica,
que por ser rechazada por sus
familias son reubicados en otro tipo
de centros: estos son centros
sociales para gente de la calle o
deambulantes, así es como surgen
en cada ciudad estos lugares de
acogida para aquellos que no tienen
donde vivir. En la ciudad de
Chunc
heon,
hace
50
años
nace el
hogar
munici
pal de
los sin
techo.
Este centro es llevado por la
municipalidad de la ciudad y la
Congregación de Hermanos de San
Juan de Dios son los encargados,
desde hace 27 años.
El año 1997 Corea del sur sufre
una gran crisis económica, para
resolver dicha situación pide ayuda
al FMI (Fondo monetario
internacional) pero a raíz de esto
se toman varias medidas: entre las
que destacan: el cierre de las
fabricas del estado, reducción de
C
personal en las que quedaron
abiertas en un 50% a 80%, lo que
significó que mucha gente perdió
su empleo, familias completas
quedaron en la calle, a su vez,
como socialmente no se podía dar
una solución rápida al problema,
toda esa gente de un día para otro
comenzó a deambular por las
calles, dormir bajo los puentes, etc.
Muchos por causa del
sufrimiento de quedarse
sin nada, se enfermaron
psíquicamente o se
sumieron en el alcohol.
El “refugio
transitorio de los sin
hogar” y otros centros
sociales como este,
surgen como una
respuesta a esta situación
de extrema pobreza e
injusticia social, El
“refugio transitorio de los
sin hogar” en Chuncheon
es un centro perteneciente
a la municipalidad de la ciudad, la
misma lo mantuvo a su cargo hasta
el año 2007, después paso ser parte
del “hogar municipal de los sin
techo”, llevado por los Hermanos
de San Juan de Dios.
La comunidad de hermanas
mercedarias de la caridad inicia su
servicio junto a los hermanos en el
año 2007 en el “hogar municipal de
los sin techo” y el año 2010 en el
“refugio transitorio de los sin
hogar”. Haciendo realidad la
máxima del Evangelio: “Tuve
hambre y me diste de comer, tuve
sed y me diste de beber, estuve
desnudo y me vestiste” (Mt 25)
En el “hogar municipal de los sin
techo” viven alrededor de 100
personas entre hombres y mujeres,
cuyas edades oscilan entre los 30 y
65 años de edad. En rasgos
generales son personas con algún
problema psíquico (depresión,
esquizofrenia, bipolaridad, entre
otras) en algunos es congénito, en
otros por falta de cuidado de las
familias, o producto de abusos
físicos o sexuales (en partículas las
mujeres) y sobre todo en la mayoría
de los hombres, es fruto del
alcohol.
Las personas que viven en
el hogar, son de corazón noble,
bondadosas y muy cariñosas, de
buen corazón. En nuestra misión
procuramos ayudarles en aquello
que les es difícil realizar por sí
mismos: bañarse, cambiarse de
ropa, limpiar. Se les ofrece terapia
ocupacional, trabajando en una
pequeña fábrica de bolsas de
Shoping, pero sobre todo el papel
principal de las hermanas, desde la
pastoral, es de promover espacios
de encuentro con Dios por medio
de los sacramentos, la participación
en la eucaristía, oración de la
tarde, compartir la palabra,
celebración de la novena de
Nuestra Madre de la Merced, etc
El “refugio transitorio de los
sin hogar” funciona las 24 horas
del día, anualmente atiende unas
700 personas, es un lugar de
acogida para aquellos que no tienen
donde dormir, ya que viven en la
calle, los alcohólicos,
discapacitados, especialmente
discapacitados mentales, ancianos o
cualquier persona que se encuentre
tirado en la calle en calidad de
deambulante. La mayoría viene
traído por la policía o enviados por
la municipalidad, algunos también,
vienen por si mismos; se les recibe,
se les da alimento,
se les ayuda a
higienizarse y se
les da ropa limpia.
Si vienen heridos
se les lleva al
hospital, o se les
ayuda a trasladarse
a sus hogares o
ciudades de origen,
sobre todo los
discapacitados
psíquicos no se
acuerdan donde
viven, se localizan
sus hogares, se les
acerca a sus casas o de lo contrario
al bus terminal, ayudándoles con el
pasaje para llegar a sus destinos.
Tres personas trabajan como
equipo en el centro y entre ellas
una hermana como responsable y
los trabajadores civiles. Muchos de
los que han venido al centro son
alcohólicos, a ellos se les lleva a
lugares de tratamiento (hospitales),
para recibir medicación y
rehabilitación.
El equipo de trabajo les visita en
los hospitales cada cierto tiempo, y
a los que van consiguiendo donde
dormir de manera más estable se
les visita en sus hogares, se trabaja
en conjunto con las entidades
sociales para conseguirles
pensiones de ayuda social,
reubicarlos en centros de acogida,
etc.
Las hermanas reconocemos que
es un trabajo arduo, muchas veces
con poco tiempo para el descanso,
pero creemos que el carisma del
Padre Fundador se hace visible y
patente, en medio de estos
hermanos, los más pobres, los más
desfavorecidos, pero más amados
por Dios ya que son los preferidos
del Reino. Recordando lo que nos
enseñó el Beato Zegrí:
“La caridad no concluirá
mientras haya un dolor que
curar, una lagrima que
consolar, sudores que verter y
sangre que derramar”
La delegación y la pastoral
juvenil vocacional
Teniendo en cuenta el poco
tiempo que la congregación está
presente en corea y la dificultad
que implica el aprendizaje del
idioma, la delegación no cuenta aún
con un grupo de jóvenes formal.
Aquí en corea la pastoral juvenil
se concentra en las parroquias
locales, quitando alguna
congregación como pueden ser los
salesianos, no hay un joven que
este desligado de una parroquia,
por eso la dificultad de formar un
grupo que pertenezca a la
congregación exclusivamente.
Nuestros jóvenes son de otras
parroquias que les gusta nuestro
estilo y vienen también a nuestra
casa, pero priorizando las
actividades parroquiales.
Aunque en la organización de
diferentes actividades como
retiros, encuentros de voluntariado,
y sobre todo la preparación para el
encuentro mundial de jóvenes se ha
abierto la posibilidad de un
encuentro más cercano con el
mundo juvenil. La enseñanza de la
lengua española también ha
posibilitado que jóvenes con interés
exclusivo de aprender el idioma y
que no pertenecen a una
parroquia puedan ser
más periódicos en
nuestras reuniones,
participando de los
diferentes programas
que organizamos.
El mantenimiento de
la página web también
ha sido otro medio de
difusión de la
congregación que ha
posibilitado que muchachas con
inquietud vocacional vengan a
nuestro encuentro con interés de
conocernos y compartir con
espontaneidad.
Por otra parte la implicación
de todas las hermanas en la pastoral
vocacional es de gran apoyo
porque se puede contar con las
comunidades para que las
muchachas hagan experiencias más
cercanas con respecto a la
vida religiosa, en una como
en otra comunidad y misión.
De Cara a la delegación el
reto formar un grupo juvenil
en el que se pueda crear
espacios de oración , de
encuentro consigo mismos, que les
lleven a preguntarse sobre su vida
e incluso sobre su vocación y,
poder transmitir nuestro carisma
para que luego ellos mismos sean
los transmisores de nuestro carisma
según sus propias expresiones
coreanas.
De cara a la congregación el
reto es poder promover una
pastoral juvenil y vocacional más
universal, que acoge las
experiencias y expresiones
culturales de todos continentes y
que ofrezca alternativas que incluya
los diferentes idiomas, así como la
posibilidad de abrirnos al compartir
solidarios de experiencias, recursos
humanos y materiales, de tal
manera que podamos enriquecernos
unas y otras. Abiertas a aprender
las que tienen más experiencias de
las que viven la novedad de los
nuevas situaciones y lugares y las
que tienen menos experiencias de
la importancia de los métodos y lo
procesos.
El secretariado es un organismo
cuyo objetivo es facilitar y
favorecer el trabajo en redes, la
unificación de criterios, el
compartir recursos como familia
religiosa y promover el sentido de
identidad en toda acción pastoral
juvenil en cualquier cultura en
donde estamos presente y nos
ayuda a conservar lo esencial del
carisma.
TTTeeessstttiiimmmooonnniiiooosss dddeee jjjóóóvvveeennneeesss dddeee lllaaa JJJMMMJJJ
Julia Tajuelo,
m.c.
on dos las JMJ celebradas
en territorio español: la
primera, allá por el año
1989 en Santiago de Compostela, y
la segunda, la recién celebrada en
Madrid en este caluroso mes de
agosto de 2011.
Considero un privilegio
haber participado en ambas; en la
de Santiago cuando realmente era
joven, y en la de Madrid siendo
bastante menos joven en edad (que
no en ilusión), acompañando a un
grupo de jóvenes del colegio de
Córdoba donde el Señor quiere que
en estos momentos desarrolle la
misión que como Mercedaria de la
Caridad me ha encomendado.
Tanto en una como en otra, ha
quedado en mí una certeza
profunda, en tiempos más que
difíciles para la Iglesia, en toda
JMJ la comunión eclesial no sólo
se expresa, sino que se fortalece.
Las Jornadas Mundiales de la
Juventud son una experiencia
eclesial inolvidable.
Ha sido realmente
impresionante contemplar riadas y
riadas de grupos de jóvenes de la
totalidad del mundo entero, con la
profunda convicción de que “no es
tiempo de avergonzarse del
Evangelio, sino que es tiempo de
predicarlo desde las azoteas y
vivirlo en lo cotidiano”. Son
experiencias en las que una
realmente se siente satisfecha y
orgullosa de ser cristiana.
Experimentar la universalidad
de la Iglesia y del carisma
mercedario de la caridad dentro de
ella, realmente ha supuesto para mí
un reafirmar mi fe y una
renovación clara del compromiso
en el seguimiento de Cristo como
Mercedaria de la Caridad, para
intentar ser en el mundo, como
bien decía parte del lema de estas
jornadas “… testigos de su amor”,
al estilo de Jesús y como quería el
P. Zegrí “… curando llagas,
remediando males, calmando
pesares, desterrando necesidades,
no dejando si posible fuera en todo
el mundo un solo ser abandonado,
afligido, sin educación y sin
recursos…”
Realmente la JMJ no ha
sido cuestión de una semana de
celebraciones en las que el Papa se
ha hecho presente, sino que es un
acontecimiento que ha tenido un
largo recorrido previo y también
posterior a su celebración. Ha sido
más de un año intenso de
preparación espiritual, material y
pastoral, ayudados siempre por los
temas preparados por el
Secretariado Vocacional de la
Congregación. Ya, tan sólo por lo
que de preparación, dedicación,
esfuerzo, entusiasmo y trabajos
previos supuso la JMJ, ésta
hubiese merecido la pena. Si a ello
añadimos los intensos días vividos
en Granada y Madrid con el
denominador común de la
evangelización y la siembra, ahora
que las luces y las músicas de la
Jornada Mundial de la Juventud
Madrid´11 se han apagado, nos
toca continuar la tarea de cultivar y
cuidar esa siembra, sabiendo, que
la mejor cosecha de toda JMJ es
que cada joven se encuentre con
Cristo Redentor y comience (o
continúe) un diálogo personal con
Él que no le deje indiferente, sino
que le anime a encontrar su propia
vocación, pues de ese modo, todos
en la sociedad y en la Iglesia
saldremos ganando.
Ahora, ya sólo es cuestión de
renovar nuestros esfuerzos y
compromisos, para con ayuda de
María de la Merced “nuestra sin
igual Madre y Protectora”,
contribuir a que este
acontecimiento, que no ha hecho
más que comenzar, dé los frutos
que el Señor quiera.
Por mi parte, agradecer a la
Congregación la oportunidad que
nos ha ofrecido de vivir estar JMJ
Madrid´11 como grupo mercedario
de la caridad, compartiendo el
carisma desde la universalidad de
los cuatro continentes donde
estamos presentes. Ha sido una
gozada experimentar que más allá
del idioma o la cultura se
encuentra el Señor Jesús dador de
vida.
S
Cleriston Barbi Queiroz
Pastoral Juvenil
Mato Grosso, Brasil
A JMJ 2011 realizada na Espanha
(Madri) foi uma profunda
experiência de celebração da fé.
Através dela pude reafirmar minha
fé e confirmar meu sim a esta
igreja. Uma igreja que celebra com
muita riqueza a vida e as
experiências de Jesus Cristo. Ver
jovens do mundo inteiro,
comungando a mesma fé, é algo
que vejo explicação somente
através do amor que Deus tem por
nós. Mas para que as JMJs façam
sentido em nossas vidas, é
necessário que nos preparemos
para tal. E é exatamente por esse
motivo que não posso deixar de
falar da experiência que pude
vivenciar no 1º Encontro
Internacional de Jovens
Mercedários, encontro esse
organizado pelas Irmãs
Mercedárias da Caridade. Tivemos
a oportunidade de conhecer melhor
o Carisma da Congregação, ou
seja, a Libertação Integral do Ser
Humano, através dos trabalhos
realizados nas casas espalhadas por
quatro continentes e dezesseis
países, onde atuam em diversos
campos de missões, como por
exemplo, na Educação, na Saúde,
Geriatria, Obras Sociais e
Comunidades inseridas no meio do
povo. A mensagem que levarei
para o resto de minha vida é que,
enquanto houver um só
necessitado, não posso deixar de
estender minhas mãos. (Cleriston )
Rebeca Reis
Pastoral Juvenil Estudiantil
Río de Janeiro, Brasil
Me chamo Rebeca Reis,
tenho 19 anos, sou brasileira e
neste ano tive a oportunidade e o
prazer de participar do Encontro
Mercedário em Granada e depois
da Jornada Mundial da Juventude
em Madrid. Desde pequena estudei
no Colégio Nossa Senhora das
Mercês em Nova Friburgo, estado
do Rio de Janeiro e durante toda
minha vida escolar aprendi muito
sobre as Irmãs Mercedárias da
Caridade, seus trabalhos e também
sobre seu fundador, o Beato Padre
Zegrí. Foi nesta convivência diária
com as Irmãs Mercedárias que me
apaixonei pelo carisma da
congregação e hoje sou uma jovem
católica e sobre tudo mercedária.
Ter participado desses dois
eventos da juventude fortalece a
minha fé e principalmente me
motiva a cada dia mais continuar
trabalhando na Pastoral da
Juventude Estudantil da qual faço
parte no C.N.S.M. e fortalece meu
laço com as Irmãs Mercedárias,
que são espelhos e inspiração para
mim e para tantas outras pessoas
nesse mundo.
O que vivi nestes dias
jamais poderei expressar, o que
posso falar é que foi uma
experiência maravilhosa de fé,
amor, amizade, carinho. Espero
que outros jovens possam ter essa
mesma oportunidade.
Obrigada a todos que
proporcionaram esses momentos.
Deus abençoe todos vocês(Rebeca)
Chris Navarro
Laica Mercedaria Lima, Perú
Me siento muy dichosa y
agradecida por el privilegio que
tuve. La JMJ11 nos llenó de júbilo
al rodearnos de hermanos que
compartían nuestro inmenso amor
por Jesucristo y nuestras ganas de
entregarnos a Él.
Lo más especial que tuve
fue la convivencia con la
comunidad Mercedarias y
sentirme parte de ella. Sentirme
identificada con el carisma
sabiendo que quiero dirigir mi
vida como una laica
comprometida, aprendiendo a
Mas testimonios
servir a mi Señor bajo el carisma
Mercedario.
La convivencia fue preciosa, me
costó un poco soltarme porque me
pongo tímida en situaciones
nuevas. Pero me di cuenta que
todos ya llevan ese sello
Mercedario en su persona, ese
carisma q me encanta tanto. Hoy
extraño la alegría de todos los
jóvenes Mercedarios, sé que nos
volveremos a ver.
Seguir el recorrido del Padre Zegrí
fue lo que me emocionó más. No
solo conocí más de su vida sino
que me siento parte de aquellas
llamadas a seguir construyendo su
sueño. Tal admiración genera el
Padre Zegrí que genera que todo el
que lo conoce un poco, lo quiera
seguir e imitar, eso me hace sentir.
Gracias queridas hermanas por su
entrega!
Gracias por seguir este sueño y
ayudarnos en la formación y
seguimiento hacia el Señor.
Cristóbal Plaza Rodero
Estudiante C. N. S. M.,
Villacarrillo, España
La JMJ y el Encuentro
Internacional de Jóvenes
Mercedarios han sido una
experiencia inolvidable para mí.
Ver a tantos jóvenes de diferentes
partes del mundo confesando y
celebrando una misma fe es muy
grande. Yo al principio cuando me
propusieron ir tenía miedo y no
quería ir pero cuando estuve allí,
pensé en ese cartel que había en mi
parroquia de la JMJ y traía un lema
que era “Participa en algo grande”
porque en realidad participe en
algo grande y sentí la gracia de
Dios y su espíritu sobre nosotros.
Por esta razón animo a todos los
jóvenes a ir a estos encuentros que
te forman ya no solamente como
cristiano sino como persona. Un
abrazo.
Amee Román
Estudiante C. S. C. J. Rep.
Dominicana
Uno de los temas principales que
más abarcó el encuentro
mercedario fue la idolatría, donde
diferenciamos lo que es admirar y
lo que es idolatrar, y que si
buscáramos a alguien a quien
idolatrar buscáramos a alguien
cuyos principios sean firmes, de
carácter autentico, justo, solidario
y humilde, como lo es Jesús.
A lo largo de los días, visitamos
Málaga y Loja, viendo los diversos
lugares donde vivió, fue bautizado
y criado el padre Zegrí, visitando
catedrales y parroquias. Un
recorrido magnifico que marcó
tanto nuestra vida espiritual como
cultural, pues conocimos lugares
innovadores y que nunca pensamos
fueran tan asombrosos. Pudimos
observar que España es un país
muy histórico, donde también se
encuentra una de las 7 maravillas
del mundo: La Alhambra, y
también un país donde se recogen
muchos antecedentes de la iglesia
y la religión. Sus catedrales son
enormes y con una estructura
impresionante.
La última noche en Granada fue
un poco emotiva, pues le habíamos
cogido cariño a todas las monjas
de la casa, que nos acogieron y
siempre estuvieron con nosotros.
Despedimos Granada con bailes
típicos de cada uno de los países
que estábamos, donde nuestro país
bailó la mangulina, siendo
autóctono de Republica
Dominicana. Al día siguiente
partimos temprano en la mañana a
Madrid donde nos esperaban
contentos y emocionados todos los
jóvenes que iban a participar de la
jornada mundial de la juventud.
En la jornada participamos de
actos culturales y litúrgicos que
nos impresionaron bastante. Fue
una experiencia inolvidable
realmente nos marcó mucho, pues
nos incitó a seguir más a lo
profundo el camino de Dios.
La JMJ nos motivó a seguir por
ese camino para siempre y
cualquier duda que tuve, la aclaré
en la Jornada. Estoy muy
agradecida a Dios por esta
experiencia.
Katy Collado, estudiante
colegio Sagrado Corazón de
Js., Rep. Dominicana
“Arraigados y
cimentados en
Jesucristo, firmes en la
fe y en la esperanza”
Isabel Guerrero Zapata
Madrid, España
Para mí, la JMJ ha sido una
experiencia inolvidable porque nos
hemos juntado muchos jóvenes de
un montón de países diferentes por
una sola razón: nuestra fe.
Conocer a la gente de lugares tan
lejanos y, sobre todo, haber
convivido con ello durante más de
una semana es algo grande,
que difícilmente se puede repetir y
que quedará grabado en mi mente
durante mucho tiempo.
María Herrera
Madrid, España
Mi experiencia en la JMJ ha sido
inolvidable. El haber convivido
con tantos jóvenes durante unos
días compartiendo una misma fe,
ha reavivado en mi interior las
ganas de seguir viviendo dentro
de esta gran comunidad cristiana
a la que pertenecemos.
Para mí la oportunidad de
participar en esta jornada es única
e inigualable, me sorprendió ver
cómo tantas personas con tantas
diferencias pueden dejar a un lado
sus diferencias por una misma
razón, Jesús. Ver tantos jóvenes
con mis mismos ideales es
maravilloso. Al principio no estaba
segura de que esa nueva
experiencia me fuera a gustar pero
le doy gracias a Dios por darme
esta oportunidad, ojalá todos/as
mis amigos/as y familiares
pudieran vivir esta experiencia.
Katy Collado.
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