resumen sobre relativismo cultural y universalismo Ético.villoro
Post on 14-Dec-2015
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Sobre relativismo cultural y universalismo ético.
Así como la ideología de dominación parece estar ligada a cierto universalismo, un relativismos
cultural sería la respuesta a toda pretensión de dominio entre culturas, pero esta analogía no es
tan sólida, para ello Villoro hace referencia a los trabajos de Garzón que apelan a un pluralismo
cultural, sin tener que renunciar a valores éticos de validez universal. Sosteniendo una postura
contra el relativismo cultural radical.
Frente al relativismo y absolutismo cultural, Garzón, habla de “objetivismo ético”, sin embargo
no hace distingue su posición del universalismo ético, reitera la necesidad de admitir de una
moral critica, superiores a las morales positivas.
Retomando lo anterior Villoro trata de defender las siguientes ideas:
1. Todos los valores sólo pueden ser reconocidos y realizados en una cultura especifica.
2. Una cultura particular no sólo comprende los valores vigentes consensuales (moral positiva),
sino también la proyección de valores disruptivos de la mora vigente (moral critica).
3. La comunicación entre culturas supone la existencia de condiciones de racionalidad
universales, de carácter formal.
4. La comunicación entre culturas hace posible el reconocimiento, en el marco de cada cultura
particular, de valores transculturales, es decir, reconocidos y realiza los en diferentes culturas.
Condiciones formales de una pluralidad:
Nos permite comprender las culturas ajenas e intentar descubrir la manera en que otros ven el
mundo y comprenderlo a partir de esta visión, sin embargo esta comprensión del otro no implica
que compartamos su visión o dejemos de juzgarla. Por ello la obligación moral con otras
culturas no se justifica sólo en valores independientes de nuestra cultura.
Otro punto que se retoma es lo transcultural, es decir un rasgo que este presente en varias
culturas, en este marco Garzón propone como ejemplo las necesidades básicas, de este modo
las necesidades son consideradas como algo objetivo, sin embargo no posible establecer la
diferencias entre las necesidades que dependen del contexto cultural y otros independientes de
él. Por ejemplo la vestimenta y la comida es diferentes en cada cultura de esta forma lo que en
algunos países se come en otros culturas ni aunque se estuvieran muriendo de hambre
comerían, como es el caso de los hindúes que con consumen carne de vaca, por sus creencias.
Identidad cultural y moral disruptiva.
El relativismo cultural tiene tendencia a reducir la moral en usos y costumbres. Tiende a
caracterizar a un amoral positiva, pero en cada sociedad frente a esta hay la posibilidad de una
moral critica, que cuestione las normas y valores vigentes, tomando en cuenta que estas están
en transito, y muchas veces se encuentran viejas y nuevas concepciones propuestas por una
minoría critica y la eventual tensión de los ideales dominantes culturales.
La identidad de un pueblo no es algo dado, sino la imagen que un pueblo se forma de sí mismo.
Esta cambia y se trasforma según las circunstancias históricas. Pero estas son distintas en
diferentes sectores de la sociedad, que pueden coexistir. Además de la identificación y
separación con respecto a otros pueblos.
Principios éticos en la relación entre culturas.
Principios que normarían la relación entre culturas, la situación es diferente si se trata de
culturas de países independientes o de etnias minoritarias dentro de un mismo país. Respecto a
ello Garzón propone dos principios: homogenización y dinamización.
Todo sistema democrático requiere de cierta homogeneidad en sus ciudadanos, de hecho las
sociedades heterogenias fueron resultado de las revoluciones democráticas. La necesidad de
este tipo de sociedades ha sido invocada a menudo para justificar una política de asimilación de
las etnias minoritarias a la cultura nacional hegemónica. Tomando como base esto la
homogenización es definida como la supresión de las diferentas culturales y adhesión a las
creencias y valores de una cultura dominante. Sin embargo Garzón dice que esta se establece
cuando todos los miembros gozan de los derechos vinculados con la satisfacción de sus bienes
básicos, para la actuación del individuo como agente moral.
Todos los miembros tienen derecho a estos bienes básicos, que es posible considerar también
como un conjunto de valores que no pueden ser objeto de negociación ni de compromiso entre
los miembros de una sociedad. Corresponden al interés común, denominado por Garzón una
especie de “coto vedado”. Cualquier compromiso o negociación debe hacerse sobre este.
Hay que distinguir dos niveles de valores en el coto vedado, los primeros comprenden los
valores mínimos que tienen que ser respetados para que esita un convenio real, y o una
imposición coactiva (respeto a la vida, autonomía y la igualdad en relación con la situación de
negociación). El segundo nivel corresponde a los valores comunes que las partes convienen
libremente en respetar. Serian resultado del convenio, pero una vez establecidos, están a
cubierto de cualquier negociación, Garzón tiende a identificar esos valores con los derechos
humanos de la tradición liberal occidental.
Estos valores solo pueden ser incluidos en el coto vedado si han sido reconocidos en forma
autónoma por las partes. Sean o no transculturales, no puede aducirse una base legitima par
imponerlos a una de las partes sin consentimiento autónomo. En cambio el principio de
homogenización implica el deber de propiciar las condiciones reales para que otras culturas
puedan acceder por si mismas al reconocimiento de estos valores.
REFERENCIA. Villoro, L. (1998). Sobre el relativismo cultural y universalismo ético. En Estado
plural, pluralidad de culturas. México: FFL-UNAM/Paidós, pp. 141-154.
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