psiquiatria
Post on 19-Jul-2015
64 Views
Preview:
TRANSCRIPT
Esquizofrenia
Concepto: Un tipo de psicosis funcional, dada en toda época y en toda sociedad.
Responsable de la incapacidad del paciente para integrarse al entorno social con normalidad.
Con diferentes conceptos, diagnósticos y de tratamiento.
Trastorno serio que afecta: como la persona piensa, siente y actúa. Dificultad para
distinguir entre lo que es real y lo que es imaginario; puede que se sienta cohibido y
puede que tenga dificultades expresando emociones normales en situaciones sociales.
La esquizofrenia no es un desdoblamiento de la personalidad o múltiples
personalidades. La mayoría de las personas con la esquizofrenia no son violentos y no
son causa de peligro para otros. Los síntomas usualmente aparecen entre las edades de
13 a 25 años.
Causas
La causa de la esquizofrenia no es aún clara. Algunas teorías sobre la causa de esta
enfermedad incluyen: Genética (herencia), biológica (desequilibrio en las químicas
del cerebro) o posible infecciones virales y trastornos del sistema inmune.
Genética (herencia): la esquizofrenia aparece cuando el cuerpo experimenta
cambios hormonales y físicos, como los que ocurren durante la pubertad en los
adolescentes y los jóvenes adultos.
biológica (desequilibrio en las químicas del cerebro): La genética ayuda a
determinar como el cerebro usa ciertas químicas. Las personas con
esquizofrenia tienen un desequilibrio de las químicas del cerebro (el serotonina
y la dopamina) los cuales son neurotransmisores. El desequilibrio de estas
químicas afectan la forma en que el cerebro de a la persona reaccione a los
estímulos, lo cual explica porque la persona con esquizofrenia puede sentirse
abrumada por la información que recibe por los sentidos (música ruidosa o
luces brillantes) que otras personas pueden fácilmente controlar. Este problema
de procesar diferentes sonidos, visiones, olores y sabores también puede causar
alucinaciones e ilusiones.
Señales tempranas de la esquizofrenia:
Las señales de la esquizofrenia son diferentes para cada persona. Los síntomas pueden
desarrollarse lentamente durante meses o años, o pueden aparecer repentinamente. La
enfermedad puede aparecerse y desaparecerse en ciclos de recaída y remisión.
Comportamientos que pueden ser señales tempranas de la esquizofrenia
incluyen:
• Oyendo o viendo cosas que no están allí.
• Un sentimiento constante de que lo están viendo
• Manera de hablar o de escribir que es peculiar o que no tiene sentido
• Posiciones del cuerpo que son raras
• Sintiéndose indiferente en situaciones bien importantes
• Deterioro del estudio o del trabajo
• Cambios en la higiene o de apariencias
• Un cambio de personalidad
• Comportamiento desorganizado o catatónico: Aumento en el aislamiento de
situaciones sociales
• Respuestas irracionales, amargas o temerosas hacia seres queridos
• Incapacidad de dormir o de concentrarse
• Comportamiento inapropiado o raro
• Preocupación extrema sobre la religión y lo oculto.
Tipos de esquizofrenia
• Esquizofrenia paranoica: La persona se siente extremadamente sospechosa,
perseguida, o con sentimientos de grandiosidad, o siente una combinación de estas
emociones.
• Esquizofrenia desorganizada o hebefrenica: La persona es frecuentemente
incoherente en el hablar y en el pensar, pero puede que no tenga ilusiones. Predomina
un afecto absurdo, no apropiado (se suelen reír cuando se les da una mala noticia, las
conductas suelen ser infantiles, el estado de humor es absurdo, existe desinhibición en
los sentimientos. Suelen tener comportamientos extraños, como reír sin motivo
aparente y realizar muecas. A menudo muestran falta de interés y de participación.
Hay casos en los que se manifiestan alucinaciones y delirios, aunque esto no es una
condición ecuánime en este tipo de esquizofrenia la mayoría de los casos los brotes no
son claramente delimitables. Suele comenzar en edades tempranas como es la
pubertad, por eso reciben el nombre de esquizofrenias juveniles e incluso hay casos en
los que la enfermedad viene de la infancia (psicosis infantil). Los desarrollos
hebéfrenicos lentos y desapercibidos por presentar pocos síntomas se califican como
esquizofrenia simple. Por la ausencia de síntomas es difícil de reconocerla, (los
indicios suelen ser el descuido personal, conductas solitarias...). El pronóstico suele
ser desfavorable en comparación con las otras esquizofrenias, debido a la personalidad
inmadura del enfermo.
• Esquizofrenia catatónica: La persona está alienada, silenciosa, negativa y
frecuentemente asume posiciones del cuerpo bien extrañas.
• Esquizofrenia residual: La persona ya no experimenta ilusiones o alucinaciones,
pero no siente motivación ni interés por la vida.
• Trastorno esquizoafectivo: La persona tiene ambos síntomas de la esquizofrenia y
de trastorno mayor de ánimo tal como la depresión.
• Esquizofrenia indiferenciada: Es un tipo de esquizofrenia en la cual no predomina
un síntoma concreto para el diagnóstico, es como la mezcla de los otros anteriores.
Diagnósticos
Síntomas de la esquizofrenia:
Términos cuando discuta los síntomas de la esquizofrenia.
Síntomas positivos: Disturbios "añadidos" a la personalidad de la persona.
• Ilusiones: Ideas falsas, los individuos pueden creer que alguien los está espiando, o
que ellos son alguien famoso.
• Alucinaciones: Viendo, sintiendo, saboreando, escuchando u oliendo algo que
verdaderamente no existe. La experiencia más común es la de escuchar voces
imaginarias que dan mandatos o hacen comentarios al individuo.
• El habla y el pensamiento trastornado: Cambiando de un tema a otro, de una
manera sin sentido. Los individuos pueden crear sus propias palabras y sonidos.
Síntomas negativos: Son capacidades que son "perdidas" de la personalidad de la
persona.
• Alienación social
• Apatía extrema
• Falta de motivación o iniciativa
• Falta de respuesta emocional
Tratamientos
Recobro y Rehabilitación:
Aunque no existe una cura para la esquizofrenia, muchas personas con la enfermedad
pueden llevar vidas productivas y gratificantes con el debido tratamiento. El recobro
es posible por medio de una variedad de servicios, incluyendo medicinas y programas
de rehabilitación. La rehabilitación puede ayudar a que una persona recobre la
confianza y capacidad necesaria para vivir una vida productiva e independiente en la
comunidad.
Medicina
La nueva generación de medicinas antipsicóticas ayuda a las personas con
esquizofrenia a que vivan vidas gratificantes. Ayudan a reducir los desequilibrios
químicos que causan la esquizofrenia y reducen la posibilidad de una recaída. Como
todas las medicinas, los antipsicóticos deberían de ser tomadas solamente bajo la
supervisión de un profesional de salud mental.
Hay dos clases mayores de medicina antipsicótica:
• Antipsicóticos convencionales: Efectivamente controlan los síntomas "positivos" tales como las alucinaciones, ilusiones y la confusión de la esquizofrenia.
Haloperidol (Halopidol)
Flufenazina (Prolixin)
Tiothixene (Navane)
Trifluoperazina (Stelazine)
Clorpromazina (Largactil)
Tioridazina (Melleril)
Perphenazina (Trilafon)
Loxapina (Loxitane)
Pipotiazina (Piportil)
• Antipsicóticos de la nueva generación (también llamados atípicos) tratan tanto los
síntomas positivos como los negativos de la esquizofrenia, frecuentemente con menos
efectos secundarios.
Clozapina (Leponex)
Risperidona (Risperdal)
Olanzapina (Zyprexa)
Quetiapina (Seroquel)
Ziprasidona (Geodon)
Aripiprazol (Abilify)
Los efectos secundarios son comunes con las drogas antipsicóticas. Van desde los
efectos secundarios leves tales como: la boca seca, visión borrosa, estreñimiento,
somnolencia y mareos. Que usualmente desaparecen después de unas semanas, hasta
los efectos secundarios más serios tales como: problemas con el control de los
músculos, caminando, estremecimientos y movimientos faciales incontrolables (ticks).
Las drogas de la nueva generación tienen menos efectos secundarios. Sin embargo, es
importante hablar con su profesional de la salud mental antes de que haga algún
cambio con su medicina ya que muchos de los efectos secundarios pueden ser
controlados.
OTROS TRATAMIENTOS: Psicoterapia individual, familiar y de grupo,
Estrategias de Terapia Ocupacional y Laboral, Modificaciones del entorno,
Intervenciones comunitarias
Trastorno delirante Concepto: El trastorno delirante es un trastorno psicótico que se caracteriza por la
presencia de una o más ideas delirantes sin que se produzca otra patología
significativa. Estas ideas delirantes deben persistir como mínimo un mes y no deben
ser la consecuencia directa del consumo de algún tipo de sustancias o enfermedad
médica.
Causas
Los factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en
individuos que presentan un acusado narcisismo (problemas de abandonos, frialdad
emocional del cuidador/a, rechazos…) y que se han visto expuestos a serias
frustraciones, dotados de una baja autoestima. Esto provoca que se dispare en los
mismos el mecanismo natural de Proyección, en virtud del cual tendemos a atribuir a
otros aquellos impulsos, fantasías, frustraciones y tensiones que nos resultan
inexplicables, inaceptables e insoportables en nosotros mismos.
Síntomas
Quienes padecen este trastorno presentan ideas ficticias o creencias falsas y están
absolutamente convencidas de que están sucediendo, cuando realmente no es así.
Estas ideas se denominan "delirios" y, en ocasiones, llegan a atosigarla tanto que
pueden inducirle a hacer cosas extrañas.
Los delirios pueden llegar a producir un gran tormento y angustia. Entre estas ideas, se
incluyen situaciones que podrían suceder en la vida real; O bien, situaciones
prácticamente imposibles que sucedan y que no ocurren en la vida cotidiana como:
denominadas ideas delirantes extrañas.
pensar que te están espiando.
Que pueden leer los pensamientos.
conspiración para hacerles daño.
creer que se tiene el conocimiento de todas las cosas y que nadie se está
percatando de que existe algún tipo de complot.
Que han sido elegidos para salvar al mundo del mal.
Las personas que tienen trastornos delirantes están firmemente convencidas de cosas
que no son realmente ciertas.
Características de las personas con delirios
º Son personas con una idea o creencia muy persistente que influyen de forma muy
directa en su vida cotidiana.
º Normalmente, la actividad laboral y social de quienes sufren este trastorno no se ven
afectadas, salvo que las ideas delirantes guarden relación con alguna de estas
actividades o según el tipo de delirio. No obstante, la mayoría de las personas que
sufren este trastorno desarrollan un estado de ánimo irritable, incluso pueden llegar a
tener comportamientos violentos.
º Son muy reservados y guardan un cierto secretismo a la hora de hablar sobre su
delirio.
º Son personas, en muchas ocasiones con ideas incoherentes y desorganizas, pero con
pleno sentido para ellos.
Diferentes tipos de ideas delirantes
En función del contenido del delirio, se clasifican en diferentes tipos:
º Tipo persecutorio. Es el más frecuente. Quien lo sufre está plenamente convencido
de que es objeto de un complot, que está siendo espiado y perseguido.
º Tipo grandioso. Se considera a sí mismo una persona importante porque cree que ha
realizado algún gran descubrimiento, que tiene un talento extraordinario o que ha sido
el protagonista de algún acontecimiento importante. Creen que son grandes
científicos, banqueros, escritores, etc.
º Tipo somático. Este tipo afecta a los sentidos. La idea más frecuente es el
pensamiento de que una parte de su cuerpo desprende mal olor o que tiene algún
parásito interno o caminando por su piel.
º Tipo celoso. El objeto fundamental de este delirio es el convencimiento de que su
pareja le es infiel. Este convencimiento está basado en suposiciones incorrectas y en
pruebas inciertas. El gran problema de este tipo de idea delirante es que puede llegar a
agredir físicamente a su pareja.
º Tipo erotomaníaco. Quien lo sufre cree que otra persona está enamorada de él o de
ella. Por lo general, tienden a ponerse en contacto con esa persona a través de
llamadas de teléfono, mensajes de móvil, cartas, regalos, etc. Normalmente, la persona
objeto de dicha idea ocupa un estatus superior, aunque también puede ser un
desconocido.
Tratamiento
El tratamiento más indicado para el trastorno delirante es combinado. Suele ser
necesario el uso de medicamentos para poder paliar los síntomas: tanto en el caso de
que aparezcan de manera paulatina interpretaciones y comportamientos extraños,
como cuando se manifiesta en forma de brote, los fármacos ayudan a parar la
evolución del trastorno. La intervención psicoterapéutica normalmente se plantea en
un momento posterior, cuando el paciente se encuentra más receptivo y motivado para
cambiar actitudes y aprender nuevas estrategias para reducir fuentes de estrés que
potencien nuevos episodios, y para ayudar al paciente a identificar las ideas y
sensaciones que se asocian a la posibilidad de una nueva recaída.
Tipos de tratamientos
Del mismo modo es necesario trabajar con la familia para orientarles sobre la manera
de proceder en este tipo de casos.
Es muy importante que los medicamentos no se dejen de tomar aunque la persona
afectada se sienta mejor, ya que, si los suspende, lo más seguro es que los síntomas
vuelvan.
Es aconsejable visitar periódicamente a un psicólogo o psiquiatra como parte del
tratamiento, con el fin de que le ayuden y orienten a entender esos pensamientos y
así poder controlarlos mejor y aprender, también, a prevenir problemas futuros.
Psicoterapia: Debido a la paranoia del paciente y sus creencias fijas, la psicoterapia
destinada a mejorar su comprensión es a menudo ineficaz. La terapia que ofrece
habilidades para resolver problemas puede ser más útil. A los clientes que son
agresivos se les anima a encontrar salidas saludables para su frustración. El primer
objetivo del terapeuta es a menudo ganar la confianza del paciente. El terapeuta puede
tratar de empujarle hacia la realidad y trabajar con cualquier duda que tenga en
relación a su creencia de que su pareja es infiel. Muchos pacientes con trastorno
delirante celotípico nunca aceptan que sus creencias son falsas, aunque pueden ser
menos hostiles con el tiempo.
Medicación antisicótica: Las personas con trastorno delirante pueden sospechar de la
medicación, haciendo de esta una opción de tratamiento potencial sólo en algunos
casos. Los antipsicóticos se emplean a menudo para reducir los síntomas del trastorno
delirante celotípico. Se administra por vía oral o como una inyección que dura por un
período de tiempo prolongado. Las inyecciones a menudo son preferibles debido a que
no requieren del cumplimiento de la toma de medicamentos por vía oral en casa,
explica. Los medicamentos antipsicóticos de elección incluyen:
olanzapina.
Risperidona.
quetiapina.
Estos medicamentos pueden tener graves efectos adversos, disminuyendo las
probabilidades de seguir tomándolos.
Medicación de emergencia: En casos de agitación severa o violencia, puede ser
necesaria la medicación antipsicótica de emergencia.
El haloperidol se da a menudo como una inyección para disminuir el
comportamiento y la agitación del paciente en una situación de crisis.
Un medicamento contra la ansiedad como el lorazepam se puede dar junto con
el antipsicótico.
Hospitalización: La hospitalización psiquiátrica puede ser necesaria para el individuo
que muestra un comportamiento violento o amenazante hacia sí mismo o para otros.
Esta violencia se dirige con frecuencia a su pareja romántica o la persona que la
víctima cree que le interesa a su pareja. La hospitalización puede ser voluntaria u
ordenada por la corte. El tratamiento hospitalario generalmente incluye:
medicamentos.
seguimiento y la terapia intensiva.
La hospitalización mantiene a todas las partes seguras mientras el paciente es tratado
por su delirio.
Retraso mental Concepto: El retraso mental es la capacidad intelectual inferior a la normal que está
presente desde el momento del nacimiento o en los primeros años de la infancia.
Tienen un desarrollo intelectual inferior al normal y dificultades en el aprendizaje y en
la adaptación social.
El retraso mental se presenta en personas de todas las razas y etnicidades.
Las personas con retraso mental obtienen una puntuación baja en las pruebas de
inteligencia (cociente intelectual [CI]), pero los efectos sobre el funcionamiento de la
vida diaria dependen de su gravedad y de los deterioros asociados. Los niños con
retraso leve, suelen aprender a hablar y llegan a ser independientes para cuidar de sí
mismos, a pesar de que su ritmo de desarrollo es más lento de lo normal.
Causas
El retraso mental se debe a muchas causas diferentes, aunque en ocasiones no se
identifica una evidente.
• Las causas genéticas incluyen el síndrome de Down, que es consecuencia de poseer
un cromosoma 21 adicional, y el síndrome del X frágil, resultado de tener un
cromosoma X anómalo.
• Las enfermedades metabólicas son problemas de la degradación o eliminación de
algunas sustancias químicas del cuerpo. Por ejemplo, la fenilcetonuria (FCU) es una
enfermedad metabólica que origina lesión cerebral y retraso mental a menos que se
modifique la dieta para limitar el consumo de una sustancia llamada fenilalanina.
• Durante el embarazo tratamientos con radiación, las infecciones aumentan el riesgo
de dar a luz un bebé con retraso mental. En el futuro bebé, además de problemas
auditivos y visuales, virus como el de la rubéola provocan retraso mental.
• Durante el embarazo el consumo de alcohol puede ser causa del trastorno de
espectro de alcoholismo fetal (TEAF). Los niños con TEAF presentan una serie de
problemas físicos y retraso mental. Durante el embarazo, el consumo de otras drogas
es ocasionalmente causa de retraso mental.
• Otras posibles causas de retraso mental son lesión del cerebro después del
nacimiento debido a falta de oxígeno, traumatismo físico o desnutrición
Diagnóstico y pronóstico
Una vez que se produce el retraso mental, por lo general éste es irreversible. Es
necesario llegar a un diagnóstico precoz del retraso mental para poder determinar una
educación de tipo terapéutico así como una planificación a largo plazo.
La inteligencia inferior a la normal puede ser identificada y cuantificada mediante
pruebas de inteligencia.
Los niños con un coeficiente intelectual entre 69 y 84 tienen dificultades de
aprendizaje pero no presentan retraso mental. Rara vez se les detecta esta deficiencia
antes de comenzar el colegio, sino que precisamente es allí donde los problemas
educacionales y de comportamiento resultan evidentes. Con ayuda especializada,
suelen cursar sus estudios sin grandes dificultades y llevan a cabo una vida normal.
Todos los niños con retraso mental pueden beneficiarse con la educación. Los que
presentan un retraso mental leve (un coeficiente intelectual de 52 a 68) pueden
alcanzar un nivel de lectura similar al de los niños que cursan entre cuarto y sexto
grado. Si bien les cuesta leer, la mayoría de los niños con retraso mental leve puede
adquirir las habilidades básicas necesarias para la vida diaria. Necesitan cierta
supervisión y apoyo, además de medios educativos y de preparación especiales. Con
el paso de los años pueden requerir un sistema de vida y una situación laboral bajo
tutelaje. Si bien, por lo general, no tienen defectos físicos obvios, las personas con
retraso leve pueden padecer epilepsia.
Grados de retraso mental
Tratamiento
El médico de familia, con la asistencia de varios especialistas, desarrolla un
programa completo e individualizado para el niño con retraso. Un niño con
retraso en su desarrollo debe participar en un programa de intervención
precoz tan pronto se le diagnostique el retraso mental. El apoyo emocional de
la familia es parte integral del programa.
Un niño con retraso suele vivir mejor en su casa o bien en una residencia
comunitaria y, en la medida de lo posible, debe asistir a un centro normal de
cuidados diurnos o estar involucrado en un programa preescolar.
El nivel de competencia social es tan importante como el coeficiente
intelectual a la hora de determinar hasta qué punto el retraso limitará al niño.
Ambos representan grandes problemas para los niños que se encuentran en la
escala más baja del coeficiente intelectual. Para los niños con coeficientes
intelectuales más altos, otros factores (como los impedimentos físicos, los
problemas de personalidad, la enfermedad mental y las habilidades sociales)
pueden determinar el grado de cuidados que se necesitan.
La familia necesita apoyo psicológico y también puede requerir ayuda para el
cuidado diario del niño. Esta clase de ayuda puede provenir de centros de
cuidados diurnos, de una niñera y de centros de cuidados temporales. Un
adulto con retraso puede llegar a precisar atención de forma permanente, para
lo cual se le puede internar en un centro especial para deficientes, en un
albergue o en un centro de cuidados.
Definición de Alzheimer Concepto: Es una enfermedad neurológica progresiva e irreversible que
afecta al cerebro produciendo la muerte de las neuronas. Produce una
disminución de las funciones intelectuales lo suficientemente graves como
para interferir con la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Es
la más común de las demencias.
Causas
La causa de la enfermedad es desconocida, los investigadores trabajan sobre
posibles causas tales como daño neurológico, deficiencias químicas,
anormalidades genéticas, virus, tóxicos ambientales y disfuncionamiento en
el sistema de inmunodeficiencia.
¿Qué sucede en el cerebro con la enfermedad de Alzheimer?
Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas,
interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas. Estas células desarrollan
cambios distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares (degeneraciones
del tejido cerebral). La corteza del cerebro (principal origen de las
funciones intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en el centro del
cerebro se agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.
Síntomas
Los síntomas iniciales más frecuentes son: pérdida de la memoria de cosas
recientes (se le olvida lo que acaba de decir, lo que acaba de ocurrir, etc.), de
la capacidad de concentración, del interés por las cosas; tendencia al
aislamiento y a la desorientación.
Siguiente fase no puede entender instrucciones fáciles, se pierde en la calle,
en casa; se vuelve irritable, se aísla; pueden aparecer problemas de
comportamiento, como agresividad o gritos, puede esconder las cosas o
acusar a los demás.
Finalmente pueden aparecer problemas para comer por sí mismo o para
reconocerse en el espejo.
En la fase final el paciente se muestra incapaz de andar (y realiza la vida de
la cama al sillón); tiene incontinencia de esfínteres y se va desconectando
casi completamente del medio que le rodea, llevando una vida prácticamente
vegetativa. Posteriormente es incapaz de tragar líquidos y sólidos por lo que
suele necesitar una sonda para hidratarse y alimentarse. La muerte sobreviene
en esta fase.
Diagnostico
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en una combinación
de pruebas y exámenes. Debe diferenciarse de los olvidos ocasionales que se
presentan normalmente con la vejez. También debe diferenciarse de los
olvidos vinculados con la depresión, la desnutrición y los efectos secundarios
de los medicamentos, que pueden provocar síntomas semejantes a los de la
etapa inicial de esta enfermedad. Por lo general, el médico inicia la
evaluación mediante la historia personal, el examen físico y la valoración de
las capacidades cognitivas del paciente. Estos pasos ayudan al médico a
decidir si se necesitan más pruebas.
Es posible que el médico de atención primaria recomiende que se realice un
examen más a fondo en un centro de evaluación de la enfermedad de
Alzheimer, o por un especialista en demencia o geriatría. Dicho examen
probablemente incluya una meticulosa evaluación médica y personal, además
de diversas pruebas neurológicas y neuropsicológicas. La evaluación de la
demencia debe incluir entrevistas con familiares y otras personas que tengan
estrecho contacto con el paciente.
El examen neurológico puede revelar anomalías. Los primeros signos de
demencia incluyen problemas leves con la memoria o atención, pero con el
transcurso del tiempo se pueden presentar otras dificultades cognitivas.
Tiramientos
En la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. No
obstante, hay medicamentos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y
manejar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o
delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa.
Tratamientos comúnmente prescritos son los siguientes:
Existen cuatro medicamentos aprobados por la Administración de Drogas y
Alimentos de los Estados Unidos llamados
Inhibidores de colinesterasa: que están diseñados para regular y controlar
los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Las personas que sufren de la
enfermedad tienen niveles bajos de acetilcolina, un químico importante del
cerebro involucrado en la comunicación entre las células nerviosas. Los
inhibidores de la colinesterasa retardan la degradación metabólica de la
acetilcolina y proporciona una fuente adicional de este componente químico
para la comunicación entre las células. Esto ayuda a retrasar la progresión del
deterioro cognitivo y pueden ser efectivos para algunos pacientes entre la
primera fase e intermedia.
Los cuatro inhibidores de la colinesterasa, aprobados por la FDA son:
Razadyne® (galantamine), Exelon® (rivastigmine), Aricept®
(donepezil), y Cognex® (tacrine). Los cuatro son tratamientos aprobados
para síntomas leves a moderados de la enfermedad de Alzheimer.
Aricept
Nombre genérico: donepezil
Eficaz para: Etapa temprana, moderada y severa de la enfermedad de
Alzheimer.
Cómo funciona: Aricept evita la degradación de la acetilcolina en el cerebro.
Los efectos secundarios más comunes: Diarrea, mareos, pérdida de apetito,
calambres musculares, náuseas, cansancio, dificultad para dormir, vómitos,
pérdida de peso.
Otros: Aricept, también puede tener un efecto limitado en la desaceleración
de la progresión del deterioro cognitivo leve (MCI por sus siglas en inglés)
del Alzheimer.
Cognex
Nombre genérico: tacrina
(Cognex aún está disponible, pero ya no es comercializado activamente por
el fabricante, debido a los graves efectos secundarios.)
Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer.
Cómo funciona: Cognex evita la degradación de la acetilcolina en el cerebro.
Los efectos secundarios más comunes: Estreñimiento, diarrea, gases, pérdida
de apetito, dolores musculares o dolor, náusea, malestar estomacal,
congestión nasal, vómitos, pérdida de peso, con posible daño hepático.
Otros: Aricept, también puede tener un efecto limitado en la desaceleración
de la progresión del deterioro cognitivo leve (MCI por sus siglas en inglés)
del Alzheimer.
Exelon
Nombre genérico: rivastigmina
Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer.
Cómo funciona: Exelon previene la degradación de la acetilcolina y
butyrylcholine (una sustancia química similar a la acetilcolina) en el cerebro.
Los efectos secundarios más comunes: Náuseas, diarrea, aumento de la
frecuencia de las deposiciones, vómitos, debilidad muscular, pérdida de
apetito, pérdida de peso, mareos, somnolencia y malestar estomacal.
Razadyne
Nombre genérico: galantamina
Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer.
Cómo funciona: Razadyne evita la descomposición de la acetilcolina y
estimula los receptores nicotínicos para liberar más acetilcolina en el cerebro.
Los efectos secundarios más comunes: náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de
peso, mareos, dolor de cabeza, cansancio.
Otros: Este medicamento se conocía anteriormente como Reminyl, Namenda
Síndrome de abstinencia y
dependencia Abstinencia, concepto: Es el conjunto de síntomas y signos de malestar de
carácter físico y psíquico que aparecen cuando, se interrumpe o disminuye de
forma importante la administración de la droga a la que la persona había
desarrollado una dependencia. Popularmente se conoce como mono.
El inicio, la duración y la intensidad del cuadro dependerán de la sustancia
administrada, de las dosis consumidas y del tiempo transcurrido desde la
última dosis.
Imagina lo que sería consumir una sustancia con la que frecuentemente
sientes la necesidad o impulso de tomarla, que si no la tomas tienes un
síndrome de abstinencia, y además, cada vez necesitas una dosis mayor para
sentir el mismo efecto.
Dependencia, concepto: Consiste en la pérdida de la libertad de decisión de
tomar una droga. La dependencia es, en muchos casos, sinónimo de adicción
(que ya hemos definido). Para entender mejor en qué consiste la
dependencia, la analizaremos desde 3 vertientes distintas:
Dependencia Psicológica: Es el estado de adaptación que impulsa a la
persona a consumir una nueva dosis para experimentar los efectos del
placer y/o evitar el malestar derivado de la privación. Es un estado
vivencial que lleva a la persona a creer que se relacionará mejor con
los demás y/o consigo misma si consume la droga. Es como sentir una
necesidad o un impulso de continuar tomando la sustancia.
Dependencia Social: Es la necesidad de consumir una droga como
manifestación de pertenencia a un grupo social que nos proporciona
signos de identidad
Dependencia Física: Es el estado de adaptación del organismo que
necesita un cierto nivel de presencia de la droga para funcionar
normalmente. En este estado si se retira la droga aparecen una serie de
cambios que producen el síndrome de abstinencia.
Dependencia Social: Es la necesidad de consumir una droga como
manifestación de pertenencia a un grupo social que nos proporciona signos
de identidad
Causas y síntomas
Drogas: Anfetaminas. La adicción a estos estimulantes del sistema
nervioso suele iniciar cuando se administran como medicamentos para
bajar de peso, aunque la metanfetamina y el MDMA o éxtasis han
alcanzado amplia difusión en el mercado ilegal. Cuando se interrumpe
bruscamente su consumo se generan cansancio y somnolencia extrema,
si bien algunas personas se muestran intensamente ansiosas e
inquietas. Los consumidores que estaban deprimidos al comenzar a
usar las anfetaminas pueden incrementar su malestar cuando las dejan,
al grado de que adoptan tendencias suicidas. También experimentan
delirios y alucinaciones.
Cocaína. Es otro estimulante del sistema nervioso, sólo que más
potente; puede inhalarse o inyectarse, y cuando se hierve con
bicarbonato sódico se obtiene el crack, que puede ser fumado.
La tolerancia se desarrolla rápidamente y las reacciones de
abstinencia incluyen cansancio extremo, depresión y ansia de
suicidio; en ocasiones hay alucinaciones.
Alcohol: El síndrome de abstinencia en bebedores relativamente
moderados comienza de 12 a 24 horas después de haber dejado de
beber, y sus síntomas son: temblor, debilidad, escalofríos, cefaleas,
deshidratación y náuseas. También es común el deseo de volver a
ingerir esta sustancia.
Tabaco: Por regla general, cuanto más tiempo y más cigarrillos haya
fumado una persona, mucho mayor será la probabilidad de que
presente síntomas al abandonar el consumo de tabaco; los más
comunes son: deseo irrefrenable de fumar, tensión, irritabilidad, dolor
de cabeza, dificultad para concentrarse, somnolencia o insomnio y
aumento del apetito y de peso.
Fármacos: Ansiolíticos e hipnóticos. Son fármacos depresores de la
actividad nerviosa, como benzodiacepinas, barbitúricos, glutetimida,
cloralhidrato y meprobamato que se prescriben con receta médica para
controlar la ansiedad o inducir el sueño, pero que al tomarse en altas
dosis o por periodos prolongados generan adicción. Al interrumpir su
consumo cuando hay dependencia se desencadena una reacción grave,
aterrorizante y potencialmente mortal, muy parecida al delirium
tremens, cuyos síntomas principales son debilidad, malestar general,
depresión, temblores, deshidratación, delirio, insomnio y
alucinaciones.
Objetivamente se comprueba que tras la supresión de la nicotina existen
cambios en el electroencefalograma como la disminución de la actividad
característica del despertar y aumento de la actividad característica de la
somnolencia y de despertar incompleto. En horas se detecta una disminución
en el rendimiento, o en tareas que exigen coordinación psicomotora, y
aumenta la hostilidad.
Asimismo se observa una disminución de la frecuencia cardiaca, de la
presión arterial, de la concentración de adrenalina y cortisol, así como de la
función tiroidea y del temblor. Se metaboliza menos, baja la temperatura
corporal y aumenta el flujo sanguíneo periférico.
La intensidad del síndrome de abstinencia nicotínico depende del tiempo
transcurrido desde la última dosis de nicotina, del nivel de ingesta antes de
dejar el hábito y de la severidad de la dependencia. Sin embargo, al igual que
ocurre con otras drogas, la intensidad varía notablemente entre las personas.
Diagnóstico y tratamiento
Diagnósticos:
Observación de los síntomas antes descritos.
Historia clínica, en la mayoría de las veces con ayuda de familiares o
personas cercanas.
Revisión física realizada por un médico general, adictólogo o, en
ocasiones, por un especialista en urgencias.
En algunos casos se requieren exámenes de toxicológica (detección de
drogas) para descubrir la presencia de numerosas sustancias en el
organismo. Dichos estudios pueden efectuarse con pruebas de orina
(los más frecuentes) o de sangre (de mayor precisión).
Tratamiento:
Médica: mediante fármacos, el médico especializado intentará
controlar los SA físicos disminuyendo su intensidad y probabilidad de
efectos secundarios de la misma. En algunos casos, y dependiendo de
la sustancia, los fármacos deben administrarse por parte de personal
sanitario, debiendo hospitalizar al paciente para su administración y
control de síntomas.
Psicológica: es fundamental para ayudar al paciente a superar el
síndrome de abstinencia condicionado o psicológico previniendo de
esta manera las recaídas. La psicoterapia ayuda al paciente a identificar
y controlar las situaciones que le llevaron a consumir la sustancia
enseñándole estrategias alternativas al consumo de la misma.
Social: en muchos casos el consumo de la sustancia está aceptado y
fomentado por el grupo de referencia (por ejemplo). Es necesario
ayudar a la persona a establecer nuevas redes sociales donde no se
lleve a cabo el consumo reduciendo así las probabilidades de recaída.
TRASTORNOS MENTALES Y
DEL COMPORTAMIENTO
DEBIDOS AL CONSUMO DE
SUSTANCIAS PSICOTRÓPAS
Concepto: Se incluyen trastornos muy diversos, cuya gravedad va desde la
intoxicación no complicada y el consumo perjudicial hasta cuadros psicóticos
y de demencia manifiestos. Todos ellos son secundarios al consumo de una o
más sustancias psicótropas
Causas Alcohol.
Opioides.
Cannabinoides.
Sedantes o hipnóticos.
Cocaína.
Otros estimulantes (incluyendo la cafeína).
Alucinógenos.
Tabaco.
Disolventes volátiles.
Múltiples drogas.
Diagnóstico y tratamiento
Diagnósticos:
Observación de los síntomas antes descritos.
Historia clínica, en la mayoría de las veces con ayuda de familiares o
personas cercanas.
Revisión física realizada por un médico general, adictólogo o, en
ocasiones, por un especialista en urgencias.
En algunos casos se requieren exámenes de toxicológica (detección de
drogas) para descubrir la presencia de numerosas sustancias en el
organismo. Dichos estudios pueden efectuarse con pruebas de orina
(los más frecuentes) o de sangre (de mayor precisión).
Tratamiento:
Médica: mediante fármacos, el médico especializado intentará
controlar los SA físicos disminuyendo su intensidad y probabilidad de
efectos secundarios de la misma. En algunos casos, y dependiendo de
la sustancia, los fármacos deben administrarse por parte de personal
sanitario, debiendo hospitalizar al paciente para su administración y
control de síntomas.
Psicológica: es fundamental para ayudar al paciente a superar el
síndrome de abstinencia condicionado o psicológico previniendo de
esta manera las recaídas. La psicoterapia ayuda al paciente a identificar
y controlar las situaciones que le llevaron a consumir la sustancia
enseñándole estrategias alternativas al consumo de la misma.
Social: en muchos casos el consumo de la sustancia está aceptado y
fomentado por el grupo de referencia (por ejemplo). Es necesario
ayudar a la persona a establecer nuevas redes sociales donde no se
lleve a cabo el consumo reduciendo así las probabilidades de
top related