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Proyecto Avanz@ Documento de trabajo Número 023
Revisión bibliográfica y sistematización de hallazgos en las cinco dimensiones clave de la economía del conocimiento y la innovación: Responsabilidad social empresarial Por Eduardo Alonso
Consultor
Agosto 2013
Competencias para la productividad de las mipymes centroamericanas en la economía del conocimiento y la innovación Número de proyecto: 106534-001 Costa Rica, El Salvador y Nicaragua
Institución investigadora: Fundación Omar Dengo
Barrio Francisco Peralta, Avenidas 10-12, Calle 25.
Apartado 1032-2050
San José, Costa Rica
Tel: (506) 2527-6000
Fax: (506) 2527-6010
Correo electrónico: info@fod.ac.cr
http://www.fod.ac.cr/
Equipo de investigación: María Eugenia Bujanda Bujanda, coordinadora. Email: Maria.bujanda@fod.ac.cr Olga Ruiz Alfaro, investigadora. Email: Olga.ruiz@fod.ac.cr Cindy Guevara Cárdenas, investigadora. Email: Cindy.guevara@fod.ac.cr Emnanuel Fonseca Ugalde, investigador. Email: Emmanuel.fonseca@fod.ac.cr
Sitio web del proyecto Avanz@
www.fod.ac.cr/avanza
Los documentos de trabajo del Proyecto Avanz@: Competencias para la productividad de las mipymes centroamericanas en la economía del conocimiento y la innovación son escritos por consultores asociados al Proyecto que no necesariamente laboran en ninguna de las instituciones relacionadas con el estudio. Estos documentos son escritos en relación a temáticas de interés y tienen un carácter técnico. Los puntos de vista expresados en los documentos de trabajo son las de sus autores y no necesariamente la de las instituciones involucradas.
Este informe se presenta tal y como se recibió de parte de los becarios del proyecto. No ha sido evaluado por expertos ni ha pasado por otro proceso de evaluación. Este trabajo se utiliza con el permiso de Fundación Omar Dengo, Costa Rica
i
Resumen:
El proyecto Avanz@ surge para contribuir al desarrollo en los empresarios de mipymes centroamericanas de las competencias estratégicas que demanda la actual economía globalizada, competencias que permitan orientar los emprendimientos hacia la agregación de valor y la mejora continua, la eficiencia, el aprendizaje permanente, la sostenibilidad ambiental, en el marco de los modelos emergentes de desarrollo económico y social. Fue desarrollado entre 2011 y 2013 por la Fundación Omar Dengo (www.fod.ac.cr) junto con el OIT/CINTERFOR (www.oitcinterfor.org), y financiado por el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional de Canadá (www.idrc.ca). Participaron tres países: Costa Rica, El Salvador y Nicaragua. En cada país se conformó un equipo investigador local bajo la coordinación general de la Unidad de Investigación de la Fundación Omar Dengo. El equipo estuvo integrado por investigadores del área de la economía, la psicología, la sociología y la pedagogía, apoyados por un valioso grupo de expertos en estadística, administración de empresas, tecnología e innovación. La metodología de la investigación consistió en una revisión documental exhaustiva sobre las características de la economía del conocimiento y la innovación y sus principales retos para los empresarios, el levantamiento de indicadores conductuales asociados a las competencias clave mediante grupos focales y entrevistas a empresarios así como consultas a expertos en los tres países participantes (Costa Rica, El Salvado y Nicaragua); y en la realización de un estudio cuantitativo con población empresaria de los tres países para obtener evidencias de validez de un instrumento para la evaluación de estas competencias basado en los indicadores y su articulación en distintos niveles de desempeño. El principal resultado del proyecto es el “Marco de competencias para líderes de mipymes centroamericanas en la economía del conocimiento y la innovación” y un conjunto de herramientas digitales de apoyo al desarrollo de estas competencias. El marco generado contiene las progresiones de aprendizaje que indican la ruta que debe seguir una persona empresaria para ir adquiriendo cada vez mayores cotas de dominio de estas competencias, y constituyen una valiosa herramienta para apoyar procesos de formación o desarrollo empresarial.
Palabras clave:
Competencias, habilidades empresariales, economía del conocimiento, innovación, pymes, formación
continua, metodología para identificación de competencias, economía del conocimiento
1
Contenido
I. ANTECEDENTES E INTRODUCCION. ............................................................................................. 1
II. MARCO CONCEPTUAL DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL. ...................................... 5
Filantropía versus responsabilidad social. .................................................................... 5
Definición y alcance de la RSE. ................................................................................. 7
Valor económico y valor social de la RSE. .................................................................... 9
Incremento de ingresos con medidas de RSE. ............................................................ 10
Reducción de costos y aumentos de la productividad con medidas de RSE. ...................... 10
Creación de valor compartido: otra forma de ver la RSE. ............................................... 11
III. EL DESARROLLO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN LA EMPRESA. .................. 12
Misión, visión y valores de la empresa en torno a la RSE. .............................................. 15
IV. CONCLUSIONES ....................................................................................................................... 18
IV. REFERENCIAS ............................................................................................................................ 1
1
I. ANTECEDENTES E INTRODUCCION.
Es un hecho reconocido y suficientemente documentado en la literatura y en la historia económica, que las
pequeñas y medianas empresas (pymes) son la principal fuente de empleo en la mayoría de los países del
mundo, además de ser la principal fuente de generación de dinamismo, innovación y fortalecimiento de las
economías desarrolladas como en desarrollo. Las pymes, además, presentan mayor flexibilidad que las
grandes empresas para modificar sus actividades y adaptarse a nuevas exigencias del mercado.
La globalización, como fenómeno económico, comercial y social que se ha venido dando desde los años
noventas, es un proceso de homologación de gustos y preferencias de los consumidores, producto de la
revolución tecnológica reciente de las telecomunicaciones y la informática. Dicha homologación de gustos y
preferencias de los consumidores se da, independientemente de la política comercial externa que siga un
país – de apertura e inserción en la economía mundial o de protección de la producción nacional -, por la
simple razón de que el consumidor tiene acceso a mucha información, de todo tipo, y proveniente de todo
el mundo (Alonso, 2010).
El fenómeno de la globalización propicia la creación de una demanda de productos y servicios diferente de
aquella que se daría sin el revolucionario desarrollo reciente de las telecomunicaciones y la informática, y
es una demanda que genera una enorme presión competitiva sobre las empresas nacionales. Si a lo
anterior se agrega la creciente vinculación de las economías mediante la negociación y firma de tratados de
libre comercio y los acuerdos internacionales de comercio según la normativa de la Organización Mundial
del Comercio (OMC), todos orientados a lograr una mayor integración de las economías, la presión
competitiva sobre las empresas locales, en especial para las micro, pequeñas y medianas empresas
(mipymes), es aún mayor, por lo que su supervivencia en un entorno económico y comercial más hostil se
torna en un reto importante para ellas. No obstante, ello también genera enormes oportunidades, ya que la
globalización implica el acercamiento de los mercados y la posibilidad, incluso para las mipymes, de
abastecer mercados y nichos de mercados más amplios, tanto en el mercado local como en los mercados
internacionales.
Ahora bien, en los años ochentas la reducción de los salarios nominales o la devaluación de la moneda
eran considerados como la forma más efectiva, y quizás la única, para mejorar la competitividad
internacional de las empresas nacionales, mientras la competitividad “no – precio” se veía como algo de
importancia marginal (Jadresick, 1990; Whee, 1986). Al respecto, la creciente importancia que ha venido
2
adquiriendo el conocimiento, como factor determinante de la competitividad de las empresas, que se refleja
en los procesos de innovación y en el incremento de la productividad, es una respuesta a las ideas
simplistas acerca de la competitividad – espuria – que ha venido a determinar la competitividad - genuina -
de las empresas, a la vez que una consecuencia de la globalización, por la presión competitiva que genera
y la necesaria búsqueda de nuevos métodos para incrementar la productividad – competitividad - y la
diferenciación de las empresas y de sus productos en el mercado.
De ahí que el conocimiento y la innovación tecnológica se hayan convertido en elementos esenciales para
el desarrollo de las empresas y de las naciones, dentro del contexto de la denominada economía del
conocimiento y la innovación. Existen muchas definiciones de la economía del conocimiento; varias de ellas
han sido revisadas por el personal a cargo del proyecto Avanz@, llegando a formular una definición propia
de la economía del conocimiento y la innovación (ECI):
“Etapa particular del proceso de desarrollo económico, que responde a una nueva dinámica basada en el
conocimiento como principal motor de la competitividad. Este conocimiento es traducido en prácticas
innovadoras y creativas para gestionar los recursos existentes y responder mejor a las exigencias de la
sociedad”.
La globalización, por una parte, y la economía del conocimiento y la innovación, por otra, plantean la
interrogante de si las mipymes de la región centroamericana están en capacidad de enfrentar los retos que
representan esos fenómenos, pues implican que “Independientemente de las razones y consecuencias
que han creado nuestro entorno actual, es inevitable para cualquier pyme la obligación de enfrentarse a un
fuerte dinamismo, en un ambiente caótico y complejo con mayores exigencias y que se mueve velozmente
por el auge en las comunicaciones y grandes avances tecnológicos, dentro de una gran sociedad que
hemos denominado la “sociedad del conocimiento”. Por lo tanto, el desarrollo de cualquier plan de negocios
que ha ignorado esta realidad y que no ha iniciado con el nuevo enfoque de mercado y con una gestión
apoyada en los conocimientos mínimos y en modernas tecnologías de información y comunicación, no
logra salir adelante, de ahí que una de las principales características y situaciones lamentables que hemos
cosechado en nuestros países es la alta “tasa de mortalidad” en este sector de pymes” (Venegas, 2008).
Al respecto, García y Cordero (2008) plantean los retos que deben enfrentar las mipymes, a partir de la
globalización y el conocimiento, de la siguiente manera: “Cuando los mercados cambian, las tecnologías
proliferan, los competidores se multiplican y los productos pronto quedan obsoletos, las compañías con
éxito son aquellas que crean nuevos conocimientos, los difunden rápidamente por toda la organización, y
3
los aplican a nuevas tecnologías y productos. Por lo tanto, la posibilidad de no sólo adquirir información
sino de transformarla en conocimiento para compartirlo e integrarlo a las prácticas cotidianas de la
organización, constituye la capacidad organizativa más importante para enfrentar el entorno que caracteriza
la dinámica organizacional”.
Para abordar el tema de la ECI e identificar las acciones que las mipymes deben emprender, de manera
integral, para enfrentar los retos que plantean la globalización y el conocimiento, y para aprovechar las
oportunidades que generan esos fenómenos, el proyecto Avanz@ realizó un trabajo de triangulación entre
la teoría, los aportes de empresarios y expertos así como el análisis y aporte del equipo investigador. El
proceso de esa triangulación fue complejo y comprendió las siguientes etapas:
Análisis de la literatura (estado de la cuestión sobre economía del conocimiento y la innovación).
Análisis grupal del equipo investigador y elección preliminar de las dimensiones fundamentales.
Construcción de guía de entrevista para la validación de tales dimensiones preliminares.
Contraste de los resultados obtenidos en las entrevistas de validación con la teoría.
Reafirmación y propuesta de las cinco dimensiones prioritarias para el proyecto.
Como resultado de ese proceso se propusieron las siguientes cinco dimensiones de la ECI:
Innovación
Responsabilidad social empresarial
Aprendizaje permanente
Trabajo en redes
Gestión orientada a resultados
A continuación se hace una breve caracterización de cada una de las dimensiones propuestas.
Innovación
La dimensión de la innovación consiste en incorporar dentro del quehacer de la empresa un proceso
intencionado y continuo dirigido a propiciar el desarrollo de nuevas ideas de productos, procesos o modelos
de gestión que diferencien el producto de la empresa del producto de la competencia, que generen valor
para el consumidor y que contribuyan a hacer a la empresa sostenible, en el sentido de mantener la
empresa competitiva y crear posibilidades de crecimiento y desarrollo.
4
Responsabilidad social empresarial
La responsabilidad social empresarial consiste en incorporar dentro del quehacer de la empresa, de
manera intencionada, un desarrollo de la gestión empresarial que considere criterios de sostenibilidad y de
rendición de cuentas en términos económicos, sociales y ambientales frente a la sociedad.
Aprendizaje permanente
El aprendizaje permanente consiste en incorporar dentro del quehacer de la empresa una cultura y un
proceso continuo de búsqueda, procesamiento, intercambio y aplicación de conocimientos útiles para el
mejoramiento del desempeño de la empresa en términos de su competitividad en el mercado y del
cumplimiento de su responsabilidad social.
Trabajo en redes
El trabajo en redes consiste en el establecimiento de relaciones de la empresa con el entorno, basadas en
la cooperación y en la suma de aportes complementarios entre empresas y/o entidades alineadas por un
propósito común.
Gestión orientada a resultados
La gestión orientada a resultados consiste en incorporar dentro de la empresa una cultura y un proceso
permanente de planificación, ejecución y evaluación del quehacer empresarial, orientado a la sostenibilidad
del negocio en contextos caracterizados por el cambio, la incertidumbre y una creciente complejidad.
En el presente documento se desarrolla la dimensión gestión orientada a resultados, explicando en detalle
el marco conceptual respectivo, indicando su importancia para las empresas en la ECI, la forma en la que
puede abordarse y las ventajas que representa para su desarrollo.
5
II. MARCO CONCEPTUAL DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL.
En los últimos años, el tema de la responsabilidad que tienen las empresas con la sociedad en la que se
desenvuelven ha venido adquiriendo una creciente importancia como un aspecto que las empresas deben
considerar en su desempeño.
Esa responsabilidad hacia la sociedad se ha denominado Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o
Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y está íntimamente relacionada con que las empresas
incorporen, dentro de su estrategia de negocio, además de los objetivos económicos – utilidades – como
beneficios para sus dueños, objetivos relacionados con aspectos sociales así como con aspectos
ambientales. En otras palabras, que el objetivo estratégico de las empresas no solo sea la generación de
utilidades sino causar impactos positivos en la sociedad y en el medio ambiente. De hecho, la actividad
productiva de toda empresa genera tanto impactos positivos como impactos negativos de muy diversa
índole. Se trata, al actuar responsablemente, de que la actividad productiva de las empresas generen más
impactos positivos y que generen menos impactos negativos.
Filantropía versus responsabilidad social.
Tradicionalmente, la RSE ha sido relacionada con actividades filantrópicas, esto es, con actividades que
consisten en el otorgamiento de donaciones desinteresadas y con fines no lucrativos a organizaciones
humanitarias, a personas y a comunidades y en circunstancias difíciles, dirigidas a mejorar sus condiciones
de vida.
Aunque algunos consideran que la filantropía es parte de la RSE y otros consideran que no lo es, lo cierto
es que tradicionalmente las donaciones y otras actividades que desarrollan las empresas, por ejemplo, de
ayuda a la comunidad, era en muchos casos lo único en lo que se expresaba la responsabilidad social de
las empresas, aunque fuese algo que muchas empresas lo hicieran por motivos meramente de caridad.
No obstante, a raíz del desarrollo del concepto “desarrollo sostenible” se empezó a desarrollar el concepto
de la RSE, en el sentido de que el desarrollo económico debe considerar aspectos relacionados con el
medio ambiente de manera sostenible, de manera que no se comprometan ni se degraden sustantivamente
la vida como tal ni la calidad de vida de la especie humana, por el uso indiscriminado y extractivo de los
6
recursos naturales así como por la contaminación ambiental que generan muchos de los procesos
productivos (Roser, 2005).
Ahora bien, el concepto de RSE no solo contempla aspectos del desarrollo sostenible, como forma de
satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones, sino
que contempla también aspectos de ética en los negocios – el respeto a los contratos y la lucha contra la
corrupción,1 entre otros – así como aspectos sociales, tales como el apoyo al desarrollo de la comunidad
dentro de la cual se encuentra la empresa, el apoyo efectivo a los empleados de la empresa en lo referente
al mejoramiento de sus condiciones socio económicas de ellos y de sus familias, la construcción de
relaciones económicas y sociales con los proveedores de la empresa alineadas con la filosofía de RSE de
la empresa, así como muchos otros aspectos relacionados con el desarrollo económico y social de las
entidades, personas y comunidades que forman parte del entorno de la empresa, todos ellos tendientes a
contribuir a lograr mayores niveles de bienestar económico, social y ambiental.
Hoy en día, la RSE es un concepto muy amplio, “ … que puede decir mucho y nada concreto al mismo
tiempo … “ (Nuñez, 2003), pues abarca una serie de temas que pueden ser considerados por algunos
como temas intrínsecos de la actividad empresarial, por ejemplo la filantropía, y por otros como temas de
verdadera relevancia para las empresas, su competitividad y su responsabilidad para con la sociedad.
En todo caso, el tema de la RSE ya no solamente es un tema que las empresas pueden incorporar dentro
de su estrategia de negocio, sino que cada vez más es un tema que las empresas deben incorporar en su
estrategia de negocio. Lo anterior por cuanto cada vez hay más conciencia de que las empresas tienen una
responsabilidad para con la sociedad, pero también porque los consumidores cada vez más exigen de las
empresas acciones en el frente de la RSE, lo que amenaza con que si las empresas no cumplen con esa
exigencia pueden perder participación en el mercado. Además, se ha llegado a determinar que la RSE
tiene impactos positivos sobre las empresas en términos de ingresos, en términos de costos y, en general,
en términos de su competitividad en el mercado.
Al respecto, Porter y Kramer (2006) afirman que “Es verdad que se ha considerado por mucho tiempo que
los objetivos económicos y sociales son distintos y a menudo compiten entre sí. Pero ésta es una dicotomía
falsa. Representa una perspectiva cada vez más obsoleta en un mundo de competencia abierta basada en
el conocimiento. Las empresas no funcionan aisladas de la sociedad que las rodea. De hecho, su habilidad
1 Como afirma Hermida (….), “La corrupción distorsiona los mercados mediante la recompensa de la estafa, cerrando así las puertas a la actividad empresarial responsable.”
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para competir depende considerablemente de las circunstancias de los lugares donde operan.”
La diferencia entre filantropía y RSE es que las actividades filantrópicas se ubican al margen del negocio y
crean un valor social, pero no necesariamente un valor económico. Las prácticas de RSE, sin embargo,
forman parte de la estrategia y por tanto están integradas a la estructura organizacional formal de la
empresa, ya que generan simultáneamente valor económico – valor para el negocio -, así como valor para
las sociedades. Volveremos a los temas de valor social y valor económico más adelante.
Definición y alcance de la RSE.
Existen múltiples definiciones de la RSE, según diferentes contextos, y según diferentes estados de
desarrollo de los países. El proyecto Avanz@, luego de haber hecho una intensa revisión bibliográfica,
formuló la siguiente definición de la RSE:
La responsabilidad social empresarial consiste en incorporar dentro del quehacer de la empresa, de
manera intencionada, un desarrollo de la gestión empresarial que considere criterios de sostenibilidad y de
rendición de cuentas en términos económicos, sociales y ambientales frente a la sociedad.
Así, la RSE no es entonces un asunto meramente filantrópico, pero resulta que tampoco es un asunto
relacionado solamente con el desarrollo sostenible, sino que, además de abarcar el desarrollo sostenible,
es un asunto de gestión empresarial que, aparte de ser sostenible, debe rendir cuentas a la sociedad
acerca de su contribución en términos económicos, sociales y ambientales.
De las muchas y distintas definiciones que existen sobre RSE se pueden identificar los siguientes
elementos que son hoy en día referentes de la RSE (BID/INCAE, 2007) :2
a. El compromiso de las empresas de agregar valor social a la comunidad.
2 La Organización Internacional de Estandarización (ISO, por sus siglas en inglés), publicó en el año 2010 la norma
ISO26000:2010 de Responsabilidad Social Empresarial, con el propósito de contribuir a la sistematización de todos los elementos que han de ser considerados para implementar la RSE en todo tipo de empresa, y aportando la siguiente definición: “ La RSE es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y en el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tome en consideración las expectativas de las partes interesadas; cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento, y esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones”. La ISO también elaboró una guía sobre responsabilidad social. Véase: www.iso.org/iso/discovering_iso_26000-es.pdf
8
b. La decisión voluntaria de las empresas de adoptar prácticas de RSE.
c. Los beneficios de las operaciones de la empresa para la sociedad, incluyendo en esta las
comunidades, los consumidores, los proveedores, los empleados y sus familias.
d. La conducta ética, yendo va más allá de las expectativas tradicionales de los negocios, e incluyendo
las expectativas de la sociedad acerca de lo que significa prácticas de negocio aceptables.3
e. El desempeño de la empresa en cuanto a sus actividades de mitigación de sus impactos negativos en
el medio ambiente y en la preservación del medio ambiente en general, incluyendo, entre otros, el
ahorro energético.
f. La adaptabilidad de la RSE de las empresas a las necesidades y particularidades del entorno en el
cual se desenvuelven.
Según Correa (2004), existen tres conceptos que han sido determinantes para el auge de la RSE como
tema relevante del quehacer de las empresas: a. El reconocimiento de la importancia social de la empresa;
b. la gestión de efectos en la cadena de valor; y c. la consulta y comunicación con los involucrados
(BID/INCAE, 2007).
El reconocimiento de la importancia social de la empresa parte de la realización del hecho de que la
empresa cumple un papel con la sociedad que va más allá de su función económica y más allá de su
eventual actividad filantrópica, ya que la empresa en realidad influye en la calidad de vida de las personas
así como en la calidad del ambiente; de ahí que se trate, con la RSE, de que la empresa influya
positivamente en la calidad de vida de sus empleados y sus familias y que minimice los impactos
ambientales negativos resultantes de su producción y el consumo de la misma.
La gestión de efectos a lo largo de la cadena de valor4 permite que las empresas comprometidas con el
desarrollo social y ambiental identifiquen y asuman su responsabilidad sobre los efectos que genera su
3 La ética en los negocios ha pasado del mero cumplimiento de la legalidad al compromiso de un comportamiento ético basado en valores, valores que deben comunicar los compromisos de la empresa y reflejar la forma cómo establece sus relaciones con la sociedad en general, exigiendo internamente a todos los empleados y en todos los niveles de jerarquía la adopción de esos valores y su cumplimiento (BID/INCAE, 2007). 4 La cadena de valor a un concepto teórico que describe el modo en que se desarrollan las acciones y actividades de una empresa. En base a la definición de cadena, es posible hallar en ella diferentes eslabones que intervienen en un proceso económico: se inicia con la materia prima y llega hasta la distribución del producto terminado. En cada eslabón, se añade valor, que, en términos competitivos, está entendido como la cantidad que los consumidores están dispuestos a abonar por un determinado producto o servicio. El análisis de la cadena de valor permite optimizar el proceso productivo, ya que puede apreciarse, al detalle y en cada paso, el funcionamiento de la compañía. La reducción de costos y la búsqueda de eficiencia en el aprovechamiento de los recursos suelen ser los principales objetivos del empresario a la hora de revisar la cadena de valor. De esta manera, toda firma consigue ampliar su margen (resultado de la diferencia que se obtiene al comparar el valor total con el costo de las actividades). http://definicion.de/cadena-de-valor/
9
cadena de valor, incluyendo los impactos desde la compra de materia prima hasta el uso del producto final
por parte del consumidor. Dicha gestión de efectos en la cadena de valor puede incorporar incluso la
selección de proveedores con base en el cumplimiento de criterios relacionados con la responsabilidad
social de la empresa, por ejemplo, la no utilización del trabajo infantil ni de trabajo forzado o bien la no
aplicación de prácticas destructoras del medio ambiente. Igualmente, la responsabilidad social de la
empresa hacia los clientes – consumidores – de su producto puede incluir el compromiso con la calidad de
los servicios de atención al consumidor, o bien la difusión clara, precisa y con asesoría para la correcta
utilización de los productos por parte del consumidor, previniendo efectos negativos que se puedan dar,
entre muchos otros aspectos.5
Finalmente, la consulta y comunicación con los grupos de personas relacionados con la empresa, para
conocer sus intereses, expectativas y preocupaciones, determina la contribución de la empresa a la
sociedad.
Valor económico y valor social de la RSE.
Como se mencionó anteriormente, la filantropía genera un valor social, pero no necesariamente un valor
económico, mientras que la RSE genera valor económico y valor social simultáneamente.
Ahora bien, los conceptos valor económico y valor social son conceptos sobre los que no existe un
entendimiento común. El valor económico podría ser entendido como “aquel cuyos beneficios pueden ser
capturados y remunerados libremente por sus receptores, con un precio que excede su costo de
producción” (Austin et al., 2006). El valor social, por su parte, es “la búsqueda del progreso social, mediante
la eliminación de barreras que dificultan la inclusión, la ayuda a aquellos temporalmente debilitados o que
carecen de voz propia y la mitigación de efectos secundarios indeseables de la actividad económica”
(Austin et al., 2006).
En contraposición a lo que ocurre con el valor económico, que es capturado en forma autónoma por sus
beneficiarios y remunerado con sus propios recursos en un intercambio comercial, en el caso del valor
social el beneficiario obtiene un valor que, por distintos motivos, habría estado fuera de su alcance
(BID/INCAE, 2007).
5 Hoy en día no solo se exige de las empresas la minimización de los impactos que genera su producción sobre el medio ambiente sino, además, que las empresas participen en actividades dirigidas a fomentar la salud pública, gestionar agua potable, tanto para sus empleados como para las comunidades en las que viven.
10
Incremento de ingresos con medidas de RSE.
Como se mencionó, la RSE es cada vez más es un tema que las empresas deben incorporar en su
estrategia de negocio, ya que, por una parte, cada vez hay más conciencia de que las empresas tienen una
responsabilidad para con la sociedad, y porque los consumidores cada vez más exigen de las empresas
acciones de RSE, por otra. Sin embargo, un argumento adicional de porqué las empresas deben incorporar
la RSE en su estrategia de negocio es porque la RSE puede contribuir a incrementar los ingresos de una
empresa y/o puede contribuir a reducir sus costos de producción, todo lo cual redunda en incrementos de
su competitividad en el mercado.
El incremento de los ingresos de una empresa se puede dar por mayores ventas o bien por mayores
precios de venta de su producto. En todo caso, si ese incremento de los ingresos se da es porque los
consumidores han favorecido a esa empresa, al valorar y preferir los productos de esa empresa y no los de
la competencia. La preferencia de los consumidores por el producto de la empresa se debe a los atributos
del producto, tales como la relación calidad / precio, y/o porque el consumidor valora las acciones de RSE
que desarrolla la empresa, tales como su responsabilidad con el medio ambiente, el servicio al cliente que
da, su relación con la comunidad en la que se encuentra la empresa, entre otras acciones de RSE. A la
preferencia de los clientes de la empresa por sus acciones de RSE se suma el hecho de que, dando a
conocer sus prácticas en RSE, la empresa puede aumentar sus ventas, por llegar a más clientes que
valoran y aprenden a valorar su RSE.
Otro efecto de la RSE que impacta positivamente los ingresos de la empresa, es el efecto positivo sobre la
reputación e imagen de la empresa en la opinión pública y precisamente en determinados grupos de
interés, precisamente porque la competencia entre las empresas va más allá de la calidad y precio de sus
productos, como efecto propio de una economía globalizada, en la que cada vez hay mayor sensibilidad
sobre desempeño ético, social y ambiental de las empresas. La tendencia creciente de lo que se conoce
como clientes éticos implica que cada vez más empresas y consumidores finales estén comprando
productos y servicios a compañías que conducen sus actividades de modo responsable
Reducción de costos y aumentos de la productividad con medidas de RSE.
La aplicación de medidas de RSE también pueden contribuir a reducir los costos de operación directamente
o indirectamente, a través de incrementos en la productividad. Cada vez existe mayor y mejor evidencia
que demuestra cómo, por ejemplo, el desarrollo de actividades dirigidas al mejoramiento de las condiciones
11
de trabajo de los empleados de una empresa, tales como actividades de capacitación y entrenamiento, la
provisión de servicios de salud, el estricto apego a las normas el código de trabajo y a las normas de salud
ocupacional, considerando aspectos de higiene y seguridad, el pago de salarios justos, el cumplimiento de
la empresa de sus obligaciones tributarias, entre otras acciones de RSE, son elementos que,
generalmente, conducen a una mejor configuración de las actividades a la largo de la cadena de valor, que
finalmente conduce a una mayor eficiencia operativa en las empresas, aumentando la eficiencia operativa a
la vez que reduciendo los costos relacionados el abstencionismo y la rotación de personal, al haber más
identificación y apego al trabajo y a la empresa, conjuntamente con un mayor nivel de lealtad hacia la
misma. (BID/INCAE, 2007).
Creación de valor compartido: otra forma de ver la RSE.
Finalmente, una nueva forma de entender la RSE es conociendo la teoría del valor compartido, teoría
planteada por Michael Porter y Mark Kramer en un artículo publicado en Harvard Business Review en
enero / febrero del año 2011. (Porter y Kramer, 2011). En dicho artículo, los autores plantean que
recientemente los negocios están siendo vistos como la principal causa de los problemas sociales,
ambientales y económicos, lo que ha provocado una disminución de sus niveles de legitimidad nunca antes
vista y que esa falta de confianza en las empresas ha hecho que los políticos propongan cambios en la
legislación que en realidad afectan seriamente la competitividad de las empresas y el crecimiento
económico en general. Señalan los autores que una gran parte del sector privado empresarial sigue
considerando que la creación de valor es un asunto de escasa importancia, concentrándose en la
maximización del desempeño financiero de corto plazo e ignorando los verdaderos factores que determinan
el éxito de las empresas en el largo plazo. Al respecto señalan que la solución es la aplicación del principio
de valor compartido, que contempla la creación de valor económico y social en las comunidades donde las
empresas se ubican. Afirman que el negocio debe reconectar el éxito empresarial con el progreso social y
así impulsar una transformación aún mayor del pensamiento tradicional, lo cual conduciría a un aumento
sustancial de los niveles e innovación y a un incremento sistémico de la productividad global. Porter y
Kramer definen la creación de valor compartido como “las políticas y prácticas operacionales que aumentan
la competitividad de una empresa mientras simultáneamente mejoran las condiciones sociales ye
económicas de las comunidades en las cuales opera.” Conceptualmente, la teoría del valor compartido es
muy similar al concepto de RSE descrito a lo largo del presente documento. Gráficamente, Porter y Kramer
plantean la conexión entre las los efectos positivos de los asuntos sociales sobre la competitividad de las
empresas de la siguiente forma:
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Gráfico 1: Elementos de la RSE y su impacto
sobre la productividad de la empresa
Fuente: Porter y Kramer, 2011.
III. El DESARROLLO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN LA EMPRESA.
Es una realidad indiscutible que la práctica de la RSE representa una erogación de dinero para las
empresas. Sin embargo, más que un gasto, las erogaciones por concepto de actividades relacionadas con
la RSE deben ser más vistas como una inversión, pues también es una realidad que la RSE – más allá de
Acceso a la oferta y viabilidad
Uso del agua
Salud de los trabajadores
Seguridad de los
trabajadores
Impacto sobre el medio
ambiente ambienteto
medio ambientañ
Uso de energías
Habilidades de los
trabajadores
PRODUCTIVIDAD DE LA EMPRESA
13
la filantropía – puede tener repercusiones positivas importantes sobre los ingresos de las empresas
(incremento) así como sobre los costos (reducción) (Roser, 2005; BID/INCAE, 2007); siendo que la
competitividad de las empresas hoy en día también está determinada por sus involucramiento con la RSE,
toda empresa pequeña, mediana y grande, debería considerar actividades de RSE como parte de su
negocio.
Lo anterior es especialmente importante para aquellas empresas que aspiren a formar parte de la cadena
de valor de las empresas grandes dentro de un país como empresas proveedoras así como para las
empresas que aspiren a ser parte de la cadena de valor de empresas multinacionales alrededor del mundo.
Hoy en día las empresas son cada vez más exigentes, por ejemplo, con las empresas agrícolas
proveedoras, en el sentido de la certificación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas de
Manufactura (BPM). 6 En el caso de la manufactura y de servicios las empresas, nacionales e
internacionales, exigen también certificaciones en materia de calidad y en materia ambiental, y no sería de
extrañar que a futuro, esas mismas empresas exijan la certificación, por parte de un ente reconocido
internacionalmente, de RSE.7
Por lo anterior, las mipyme de la región centroamericana debieran iniciarse en el proceso de desarrollo de
actividades de RSE, en especial aquellas que están internacionalizadas o bien se encuentran en el proceso
de internacionalización de sus actividades para exportar directamente a los mercados internacionales o
bien convertirse en proveedores de empresas internacionales, convirtiéndose en parte integral de la cadena
mundial de valor de esas empresas.
Ahora bien, la introducción de la RSE en una empresa no se debe ni se puede hacer de manera completa e
inmediata, en el sentido de que en el corto plazo la empresa aborde todas y cada una de las dimensiones
de la RSE, tales como cuestiones medioambientales, la relación con proveedores, la relación con la
comunidad, la relación con su público interno (los trabajadores), las relaciones con otras entidades del
entorno (gobierno local, por ejemplo, etc.), ya que ello se puede causar trastornos al interior de la empresa
que afecten su desempeño como tal. Al contrario, la introducción paulatina de elementos de RSE en la
empresa es lo más recomendable para introducir esta nueva forma de desarrollarse como empresa (Roser,
2005; CPC/PROHUMANA, ….).
6 Las BPA y las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) son un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a cuidar la salud humana, proteger al medio ambiente y mejorar las condiciones de los trabajadores y su familia. http://www.fao.org.co/manualbpa.pdf 7 La ISO 26000 es una norma voluntaria y no existe – todavía – un proceso de certificación al respecto.
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No obstante, un prerrequisito indispensable para la introducción de la RSE en una empresa es que su
dueño o principales accionistas estén convencidos de que la RSE es una necesidad para el desarrollo
competitivo de la empresa. Ese prerrequisito, además, implica un comportamiento ético del empresario, en
el sentido de la existencia de valores compatibles con la RSE (honradez, respeto de la legislación existente,
ética y moral intachables, sentido social y sentido de responsabilidad de lo que su empresa hace ante la
sociedad). De no existir el compromiso inquebrantable de la alta dirección de la empresa con la RSE como
tema que ha de ser incorporado en la estrategia de la empresa, y de no existir compatibilidad de los valores
de la alta gerencia con los valores implícitos de la RSE, no solo no será posible introducir el tema de la
RSE en la empresa sino que ésta no tendrá posibilidades de sobrevivir en el futuro, pues no estaría
cumpliendo con las demandas sobre RSE que la sociedad exige cada vez más de las empresas.
Dentro del contexto de una filosofía empresarial de sentido social y de sentido de responsabilidad de la
empresa ante la sociedad, y en línea con la RSE, una primera actividad o actitud que debe asumir una
empresa es el trato justo hacia sus empleados, en el sentido de una empleabilidad responsable, pagando
los salarios establecidos por ley y cancelando debidamente las contribuciones patronales a la seguridad
social del país. Asimismo, apegarse estrictamente a las normas establecidas en cuanto a la salud y
seguridad ocupacional de los trabajadores y respetar, en todos sus extremos, la legislación existente en
materia laboral, social y tributaria. Sólo el hecho de que el trabajador sepa que está trabajando en una
empresa respetuosa de los derechos laborales y que cumple con la legislación en esa materia así como en
otros campos del quehacer empresarial, contribuye de manera significativa a la identificación del empleado
con la empresa y a un nivel mínimo de lealtad del empleado con la empresa.
A partir de ese prerrequisito mínimo, compatible con la RSE e indispensable para la implementación de la
RSE, la empresa debe emprender todo un proceso de introducción paulatina del concepto y de las
actividades relacionadas con la RSE.
No se trata con el presente documento de presentar una guía para la introducción de la RSE a la empresa,
sino más bien de señalar, a grandes rasgos, algunos lineamientos que se pueden seguir para la
implementación de la RSE. En todos los países de la región existen organizaciones no gubernamentales
que promueven la RSE y asisten a las pequeñas y medianas empresas en el proceso de introducción y
aplicación de actividades de RSE; asimismo, existe una amplia variedad de guías para la implementación
de la RSE en las empresas, guías que pueden ser consultadas accediendo a la internet.8
8 Utilizando las palabras “Búsqueda de guía para RSE o RSC” aparecen en internet gran cantidad de guías orientadoras acerca de cómo se puede implementar el tema de la RSE en las empresas.
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Basta con señalar en el presente documento algunos elementos a considerar en la introducción de la RSE
en la empresa así como señalar algunas orientaciones en cuanto a las dimensiones de la RSE y cómo
abordarla.
Misión, visión y valores de la empresa en torno a la RSE.
Para implementar la RSE en una empresa, es importante que su misión, su visión y sus valores indiquen
cómo se piensa la empresa aplicando principios y prácticas de RSE. Mientras que la misión generalmente
consiste en indicar el objetivo general de la empresa en cuanto a lo que quiere lograr con su negocio, una
misión de empresa que aplica principios y prácticas de RSE contiene, además, indicaciones sobre valores
que reflejan su compromiso con la RSE. Por ejemplo, una misión sin RSE es decir “ofrecer el mejor
producto en el mercado”; en cambio, una misión con RSE agregaría “mediante un trabajo conjunto con
nuestros proveedores y trabajadores, un sistema de producción limpia que respete el medio ambiente y
considere la opinión de nuestros consumidores.”
Por su parte, la visión de la empresa, que refleja sus sueños o aspiraciones, debe incorporar aspiraciones
acerca de su contribución al desarrollo sostenible y de qué manera la empresa va a contribuir al desarrollo
de las personas y de la comunidad en la que se encuentra. Por ejemplo, una visión considerando RSE
podría ser “contribuir con nuestro producto a que las personas mejoren su calidad de vida, aumentando sus
posibilidades y bienestar”.
Finalmente, una empresa con RSE debe indicar cuáles son sus valores, es decir, sus principios
orientadores de sus relaciones con los diferentes públicos de interés, internos – los trabajadores de la
empresa – y externos, tales como la comunidad donde se ubica la empresa, las autoridades del Gobierno
local, los proveedores, los consumidores, etc. (CPC/PROHUMANA, ….).
Otro ejemplo de misión, visión y valores es el siguiente (Roser, 2005):
“Misión:
“Estamos en el negocio de las harinas, sémolas, salvados y otros productos derivados del trigo para
satisfacer las necesidades de los clientes, teniendo en cuenta la sociedad en la que nos encontramos.”
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Visión:
“Queremos ser líderes en el sector de las harinas, sémolas, salvados de trigo y otros productos derivados
de los cereales, en calidad, servicio, seguridad alimentaria e innovación, satisfaciendo las expectativas de
los clientes, respetando el entorno que nos rodea y asumiendo nuestra responsabilidad social y ambiental.”
Valores:
“Desarrollamos nuestras actividades teniendo en cuenta los siguientes valores:
• Seriedad y credibilidad.
• El trabajador como parte esencial de la empresa.
• Transparencia hacia las partes externas interesadas.
• Profesionalidad y formación.
• El sentido social de la empresa.””
Una forma de abordar el tema de la RSE es mediante la identificación de las diferentes dimensiones que la
componen. CPC/PROHUMANA (…) propone la siguientes dimensiones y su significado:
1. Valores y coherencia: Políticas y procedimientos referentes a un marco ético que orienta la gestión de
la empresa.
Una empresa que define los principios orientadores de su comportamiento a partir de la transparencia
y la ética, y que además establece los procedimientos para su aplicación, hace que su negocio sea
socialmente responsable.
2. Público Interno: Políticas y procedimientos orientados al desarrollo y el mejoramiento de la calidad de
vida de los trabajadores de la empresa.
Una empresa que se desarrolla acciones para el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de
sus trabajadores hace que los niveles de satisfacción de los trabajadores con la empresa se
incrementen, propicia un mejor clima organizacional por el fomento de las buenas relaciones laborales
e incrementa el compromiso de los empleados con la empresa porque perciben que ocupan un lugar
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importante en los ámbitos de gestión de la organización.
3. Relación con proveedores: Políticas y procedimientos que dan estabilidad y posibilidades de desarrollo
a los proveedores en el largo plazo.
Una empresa que desarrolla una política de relación con sus proveedores basada en el
establecimiento de relaciones a largo plazo y en el desarrollo de las empresas locales, genera
confianza tanto en sus inversionistas como en sus consumidores, a la vez que una buena reputación
por el trato que les da, al visualizar una relación ganar – ganar.
4. Relación con consumidores: Políticas y procedimientos para asegurar el respeto y la transparencia con
los clientes.
Una empresa que se preocupa de la satisfacción de sus consumidores, adquiere su fidelidad y mejora
su reputación en la opinión pública.
5. Relaciones con la comunidad: Políticas y procedimientos que establecen la vinculación con los
públicos de interés y su rol con los distintos grupos que integran la comunidad.
Una empresa que establece políticas y se relaciona con sus grupos de interés desarrollando
programas de inversión social hacia la comunidad, hace que obtenga una buena reputación y que
aumente su competitividad en el mercado, a la vez que disminuye eventuales resistencias que haber
en contra de ella en la comunidad.
6. Medioambiente: Políticas y procedimientos de gestión ambiental que aseguran el desarrollo de la
empresa dentro del contexto del desarrollo sostenible.
Una empresa que implementa sistemas para reducir su impacto negativo sobre el medio ambiente
obtiene una buena reputación en la sociedad, además de que contribuye a la generación de un valor
social, al preservar, por ejemplo, una cuenca hidrográfica en la zona donde opera.
Todas y cada una de esas dimensiones contiene “sub dimensiones”. Cada empresa debe ir incorporando
progresivamente estos aspectos de RSE, a un ritmo que signifique avance para que al mismo tiempo no
afecte el desarrollo de la empresa.
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Roser (2005) propone dimensiones similares, señalando algunos temas, como por ejemplo Gobierno
Corporativo9 como una dimensión adicional, dimensión que está contemplada en la primera propuesta de
CNC/PROHUMANA dentro de la dimensión de valores y coherencia. Asimismo, mientras Roser (2005)
propone una dimensión separada para tratar el tema con las autoridades locales, CNC/PROHUMANA
incorpora dicha actividad dentro de las actividades a desarrollar con la comunidad.
Como se mencionó, existe una gran cantidad de organizaciones a nivel nacional y a nivel regional que
están en la mejor disposición de asistir a las empresas en el proceso de introducción de la RSE en las
mipymes.
IV. CONCLUSIONES
La RSE es la materialización de una revelación que en los últimos años se ha hecho evidente: el hecho de
que las empresas tienen una responsabilidad con la sociedad, más allá de aquella que tienen con sus
accionistas. Así, la empresa y su accionar influye, de manera directa y de manera indirecta, sobre el
bienestar de sus empleados, de sus familias, de la comunidad donde se ubica, así como en la calidad de
vida, en general, de sus habitantes. Dado que las empresas influyen de una u otra forma sobre la calidad
de vida de la gente a su alrededor, con la RSE se trata de maximizar los beneficios que generan para la
gente a su alrededor, pero a la vez se trata de minimizar los impactos negativos que sus acciones generan
sobre la gente a su alrededor.
Así, la RSE es un tema que hoy en día debe ser parte de la estrategia de una empresa, no solo porque la
sociedad cada día es más demandante y vigilante de que las empresas cumplan con estándares mínimos
de RSE, sino porque la aplicación de los principios y las prácticas de RSE también benefician a las
empresas, en términos de mayores ventas, menores costos, o ambos, además de la adquisición de una
buena reputación en la sociedad.
La RSE es importante para todas las empresas, incluyendo las pequeñas y medianas empresas, pero en
especial a aquellas que aspiran a convertirse en proveedores de empresas más grandes, tanto en el
9 Gobierno Corporativo Gobierno Corporativo es “el sistema dentro de una organización que protege los intereses de sus diversos grupos de interesados” (CNC/PROHUMANA, …), o bien “la forma en que las empresas son dirigidas y controladas.” (Roser, 2005).
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mercado local como en el mercado internacional, formando parte de la cadena de valor. Al igual como hoy
en día las empresas debe estar certificadas en aspectos relacionados con la calidad y el medio ambiente,
mediante la certificación de la aplicación de normas ISO, las empresas exigen de sus proveedores
prácticas efectivas en materia de RSE y no sería de extrañar que en el futuro puedan también exigir alguna
certificación al respecto. Se trata no solo de generar valor económico de las actividades de una empresa,
sino también de generar un valor social, expresado en la valoración que hace la gente de las empresas que
aplican prácticas de RSE y los beneficios que perciben de ello.
La introducción de la RSE en las empresas no es un asunto fácil, pues ello requiere de tiempo y dedicación
de parte de la alta dirección, tiempo y dedicación que sustrae del tiempo y la dedicación requerida para la
producción y la dirección de la empresa.
No obstante, y a pesar de ser un proceso largo, con diversos grados de dificultad, los beneficios de
desarrollar prácticas de RSE se harán notar en la creciente competitividad de la empresa en el mercado, si
bien en el mediano y el largo plazo. En todo caso, la aplicación de principios y prácticas de RSE son y
serán un elemento central del desempeño empresarial en el futuro.
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IV. REFERENCIAS
Alonso, E. (2008), Material para el curso de Economía Internacional (inédito).
Austin, J. et al. (2006). Effective management of social enterprises: Lessons from businesses and civil
society organizations in Iberoamerica. Massachusetts: Harvard University Press.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Instituto Centroamericano de Administración de Empresas
(INCAE), (2007). El argumento empresarial de la RSE: 9 casos de América Latina y el Caribe.
Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Fundación PROHUMANA, (…),Manual de RSE
para PyMEs
Correa, M. E.; Flynn, S. y Amit, A. (2004). Responsabilidad social corporativa en América Latina: una visión
empresarial. CEPAL, Serie: Medio ambiente y desarrollo, Santiago de Chile.
Hermida, J.M., (…..),Transparencia y Rendición de Cuentas. Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD).
Jadresick, A., 1990, Transformación productiva, Crecimiento y Competitividad Internacional.
Consideraciones sobre la Experiencia Chilena. En Pensamiento Iberoamericano No 17, Enero - Junio,
1990.
Núñez, G. (2003). La Responsabilidad Social Corporativa en el marco del Desarrollo Sostenible.
CEPAL/GTZ, Serie: Medio Ambiente y Desarrollo.
Porter, Michael y Mark Kramer (2002). “La ventaja competitiva de la filantropía Corporativa”. Harvard
Business Review América Latina, Diciembre.
Porter, M. & Kramer, M., January-February 2011, Creating Shared Value, Harvard Business Review.
Roser, I., (2005), Guía de la Responsabilidad Social Corporativa para las PYMES. Observatorio de
Responsabilidad Social Corporativa, Fundación El Monte.
Whee, Y., 1986, La política de exportaciones y su administración, Lecciones derivadas de Asia Oriental,
Serie de Industria y Finanzas, Vol. 10, Banco Mundial.
http://definicion.de/cadena-de-valor/
www.iso.org/iso/discovering_iso_26000-es.pdf
http://www.fao.org.co/manualbpa.pdf
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