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36 NOVIEMBRE 2018 I REPORTAJE REPORTAJE I NOVIEMBRE 2018 37
p r i m e r l u g a r / s Ú p e r p r e m i u m
Montsecano pinot noir 2017
La esencia del terroir
Nacido como un proyecto entre amigos, Montsecano ha llegado a demostrar que con
pasión y anticonformismo se puede llegar a elaborar un pinot noir de nivel mundial.
POR ALEJANDRO JIMÉNEZ / FOTOGRAFÍAS MACARENA ÁLVAREZ Y JULIO DONOSO.
E n una plantación que se em-
pina en un lomaje intenso, los
temporeros se esfuerzan por
cosechar un inusual pinot noir.
Están en la zona de Las Dichas, la zona
de Casablanca por la que uno se puede
encaminar hacia Mirasol. El fotógrafo
Julio Donoso junto a otro profesional
de las cámaras, Álvaro Yáñez, que ha
llegado desde Francia, más otros dos
socios y amigos –Javier de la Fuente
y el enólogo alsaciano André Oster-
tag- conversan en francés sobre la baja
cosecha, que ha sufrido el embate de
los golosos pájaros que parecen gustar
más de las uvas biodinámicas que de
las “otras”. Corre el 2010 y es la primera
vendimia de Montsecano que se vinificará
íntegramente en el “estate”. La primera
cosecha del 2008 y la segunda del 2009
han sido vinificadas en el sur de Chile por
otro prócer francés, Louis Antoine Luyt.
Ahora, Ostertag decide prescindir de las
barricas y fermentar en tanques de acero
inoxidable para luego realizar la guarda
en los famosos huevos de concretos de
Marc Noblom, por lo que Donoso pone
a la venta en ese mismo instante, la vein-
tena de barricas usadas que ocupan una
bodega circular terminada de construir
pocos días antes.
La “conexión francesa” ha sido un ele-
mento que ha influido particularmente
en la elección de lanzarse con un vino
totalmente varietal de pinot noir, que
a todas luces, es mucho más difícil de
vinificar y de vender que otros tintos
franceses. El otro factor ha sido que el
campo de Montsecano se ubica en una
de las zonas más frías de Casablanca,
un terroir que para Julio Donoso Vio-
llier lo conecta con su familia materna,
la de su madre Paulina, quien falleció
también el 2010. Donoso Viollier ha
insistido en embarcarse en el largo y
sufrido camino de hacer vino, algo que
parece completamente extraño para un
exitoso fotógrafo del mundo de la moda,
no solo de Chile, sino particularmente
de Francia. Además ha elegido como
método agrícola el biodinamismo, un
asunto que agrega una cuota de dificul-
tad, de precisión y de cuidado al proceso
de hacer un vino. El resultado de todos
estos cruces de circunstancias no será,
como se espera, indiferente: será un
pinot noir completamente inusual, fuera
de los rangos aromáticos habituales, que
tiene unos componentes de fruta tan
particulares que lo designan como un
vino único, que habla detalladamente de
su terroir. No es un vino de concursos,
no transita por el mainstream, es más
bien la expresión de un recodo de la
cordillera de la costa, de un refugio de
las modas, de una voluntad que ha ido
bastante lejos. Tanto, que es el primer
pinot noir que gana la categoría de Súper
Premium de Mesa de Cata.
LA CAV
PUNTOS
97
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¿Cómo ha sido el camino
de Montsecano?
Ha sido una evolución
interesante en el vino.
Hay que considerar que André (Ostertag)
viene de Alsacia donde permanentemente
hay una búsqueda de luz, mientras que
nosotros tenemos una búsqueda de
sombra. Es un fenómeno inverso, en-
tonces todos estos años ha sido un tira
y afloja para que cosecháramos antes.
La cosecha 2017 ha sido un comienzo
de cambio en ese sentido. Primero,
porque es nuestra décima vendimia, la
viña se ha consolidado, las plantas ya
tienen una edad interesante.
¿Pero fue una cosecha difícil por las
heladas?
Hubo dos heladas malditas que nos
dejaron con una cantidad de uva muy
mermada. Las plantas concentraron su
energía en lo poco que fueron capaces
de regenerar. Fue un año curioso que
afortunadamente, cuando llegó André,
al ver la situación, aceptó que cose-
cháramos primero Montsecano, por
lo tanto unas dos semanas antes de lo
habitual. También aceptó por primera
vez que fermentáramos una parte en
un huevo de concreto y con un 30% de
racimo entero, lo que también es una
novedad. El huevo resultó importante
porque la fermentación nunca subió
de 16º C y dio como resultado un vino
elegante, de fruta más franca, de menos
alcohol, nada verde y muy suave. Al final
fue un año bisagra, donde la helada que
nos dejó sólo dos mil kilos, o sea 1565
botellas, dio paso a un vino excepcional.
Lo fantástico es que de las desgracias
vienen las grandes oportunidades.
¿Mantendrán esos cambios de estilos?
Sí, el 2018 cosechamos aún más temprano
y fermentamos todo en los huevos de
concreto. Llegaremos a mil cajas, todo
hecho en las cubas de cemento, lo que
es maravilloso.
¿Cuál es la clave de Montsecano?
El principio y la base de nuestro trabajo
está en la viña, en las podas y el manejo
de los suelos, y el hecho de mantener
parras sanas, nutridas solo con tés de
compost y preparados biodinámicos.
Aunque no basta con eso, ni con tener
premios y buenas notas, hay un aspecto
de responsabilidad empresarial súper
importante en esto, y Montsecano
está en azul, está bien, y eso también
es bastante increíble. Lo miro en todo
caso muy a largo a plazo.
JULIO DONOSO:
una mirada a largo plazo
¿Ha sido muy difícil llevar a Montsecano
a este nivel?
Esta historia ha sido increíble, con la ayuda
de mucha gente, de muchos corazones,
que están aquí o que están en el cielo,
se ha ido abriendo un camino que es
casi incomprensible. Es inimaginable,
hasta ahora, que Montsecano gane en
una categoría donde nunca ha triunfa-
do un pinot noir. Chile es un país más
bordelés que bourgiñón, así que es un
resultado notable.
¿Cómo siente este triunfo?
Lo primero que quiero decir es que hay
mucha gente que me ha ayudado en este
proyecto. Yo lo único que he recibido
desde que comencé Montsecano es
apoyo fraternal, generoso, puro cariño.
Viniendo de un mundo tan cruel como
es la moda me encontré con seres ca-
riñosos, mucha buena onda, y eso ha
sido uno de los pilares fundamentales
de Montsecano.
enólogo
Julio Donoso.
André Ostertag.
POR ALEJANDRO JIMÉNEZ / FOTOGRAFÍAS JULIO DONOSO.
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