posadas -info packet
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TRANSCRIPT
La
s P
osa
da
s
Can
temo
s Na
vida
d!
1. CA
MPA
NA
SOB
RE
CA
MPA
NA
C
ampana sobre cam
pana y sobre campana una.
Asóm
ate a la ventana. Verás al niño en la cuna.
Belén! Cam
panas de Belén que los ángeles tocan. ¿Q
ué nuevas nos traen? (2x) R
ecogido tu rebaño. ¿Adónde vas, pastorcillo?
Voy a llevar al portal requezón, m
anteca y vino. 2. PA
STOR
ES A
BE
LÉ
N
Los pastores a Belén corren presurosos.
Llevan de tanto correr los zapatos rotos. Ay, ay, ay, qué alegres van! Yo no sé si volverán con la pan, pan, pan, C
on la de, de, de, con la pan, con la de, C
on la pandereta y las castañuelas. U
n pastor se tropezó a media vereda.
Un conejito gritó: “Este ahí se queda!”
Un m
osquito le picó a un pastor muy flaco.
Y enojado le gritó: “D
e ti nada saco!” 3. V
IVA
, JESÚ
S MI A
MO
R
Viva, viva, Jesús mi am
or! Viva, viva, mi Salvador!
Viva, viva, Jesús mi am
or! Viva, viva, mi Salvador!
Oh, Jesús tiernecito ejem
plar de candor! O
h, precioso hermanito eres tú, m
i Señor. Eres Tú en el pesebre m
ás hermoso que el sol,
Y m
ás lindo y alegre que el más bello arrebol.
Eres, oh Niño am
ado! Mi tesoro y m
i bien, M
i Señor humanado, m
i modelo tam
bién. Y
después de adorarte tan amable en B
elén, Llévanos a gozarte a los cielos. A
mén.
4. LO
S PEC
ES E
N E
L R
ÍO
La Virgen se está peinando entre cortina y cortina.
Sus cabellos son de oro y el peine de plata fina. Pero m
ira como beben los peces en el río,
Pero mira com
o beben por ver a Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a beber, Los peces en el río por ver a D
ios nacer. La V
irgen lava pañales y los tiende en el romero.
Los pajarillos cantando y el romero floreciendo.
La Virgen se está lavando con un poco de jabón.
Se le han picado las manos, m
anos de mi corazón.
La Virgen va cam
inando por entre aquellas palmeras.
El Niño m
ira en sus ojos el color de la vereda. 5. N
OC
HE
DE
PAZ
Noche de paz, noche de am
or, todo duerme en derredor.
Sólo velan mirando la faz de su niño en angélica paz.
José y María en B
elén, José y María en B
elén. N
oche de paz, noche de amor, en los cam
pos al pastor C
oros celestes vienen a anunciar salud y gracias con nuevo cantar. A
nuestro buen Redentor, a nuestro buen R
edentor. N
oche de paz, noche de amor, ha nacido el R
edentor. Y
a los pastores le vienen a ver. Sus corazones la va a ofrecer A
su Dios y Salvador, a su D
ios y Salvador. 6. E
N E
L T
AL
LE
R D
E N
AZA
RE
TH
En el taller de N
azaret pequeño y pobre taller, En su labor está José y el N
iño quiere aprender. Labora y canta la esposa del carpintero Y el m
undo entero sonríe y canta también.
En el taller de Nazaret, Pequeño y pobre de taller
Silencio y paz, amor y fe, Jesús, M
aría y José. En el taller de N
azaret, pequeño y pobre taller, V
erás a Dios jugar, crecer, rezar y obedecer.
7. AL
EG
RÍA
H
acia Belén se encam
inan María con su am
ante esposo, Llevando en su com
pañía a todo un Dios poderoso.
Alegría, alegría, alegría, alegría, alegría y placer Q
ue la Virgen va de paso con su esposo hacia Belén. En cuanto a B
elén llegaron posado al punto pidieron. N
adie les quiso hospedar porque tan pobres los vieron.
Los pajarillos del bosque a ver pasar los esposos Les cantaban m
elodías con sus trinos armoniosos.
8. EL
NIÑ
O D
EL
TA
MB
OR
El cam
ino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su R
ey. Le traen regalos en su hum
ilde zurrón. R
om, pom
, pom, pom
, rom, pom
, pom, pom
. H
a nacido en un portal de Belén el N
iño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies
Algún presente que te agrade, Señor.
Más Tú ya sabes que soy pobre tam
bién, Y
no poseo más que un viejo tam
bor. R
om, pom
, pom, pom
, rom, pom
, pom, pom
. En tu honor frente al portal tocaré con m
i tambor!
El camino que lleva a B
elén Y
o voy marcando con m
i viejo tambor,
Nada m
ejor hay que te pueda ofrecer, Su ronco acento es un canto de am
or. R
om, pom
, pom, pom
, rom, pom
, pom, pom
. C
uando el Niño m
e vió tocando ante El, me sonrió.
9. LO
S PASTO
RE
S A B
EL
EN
Los pastores a Belén corren presurosos Llean de tanto correr los zapatos rotos.
Ay, ay, ay, que alegres van Ay, ay, ay, sí volverán C
on la pan, pan, pan C
on la de, de, de, con la pan, con la de C
on la pandereta y las castañuelas. U
n pastor se tropezó a media vereda
Y un borreguito gritó ese allí se queda.
Los pastores a Belén, van que casi vuelan
Y ya de tanto correr, no les queda suelas.
Un m
osquito le picó a un pastor muy flaco
Y enojado le gritó, “D
e ti nada saco!” A
l legar ante el portal, al niño adoraron C
on salero sin igual, la gota bailaron. C
orderito, leche y miel al niño ofrecieron
Un m
orralito también, con bellitos tiernos.
San José agradeció todos los regalos La V
irgen les obsequió buñuelitos largos. El niñito les sonrió, todos m
uy contentos Lo besaron con fervor y se fueron yendo. Los pastors vuelven ya, de esperanza llenos Y
de tanto caminar, ya no traen ni cuero!
10. HO
Y A
LA
TIE
RR
A E
L C
IELO
EN
VÍA
H
oy a la tierra el cielo envía U
na capilla aneglical, Trayéndonos paz y alegría, C
antando el himno triunfal.
Gloria a D
ios en el cielo. (2x) V
iene anunciando el nacimiento
De nuestro am
able Redentor.
Llenos de agradecimiento
Cantem
os todos con amor.
Forman su corte unos pastores
Que de rodillas a sus pies
Cantan alegres sus canciones
Para Jesús, María y José,
11. VA
MO
S, PASTO
RES, V
AM
OS!
Vamos, pastores, vam
os. Vam
os a Belén A ver en ese niño La gloria del Edén. La gloria del Edén, Sí, del Edén. Ese precioso niño, yo m
e muero por él.
Sus ojitos me encanta, su boquita tam
bién. El padre le acaricia, la m
adre mira en él,
Y los dos extasiados contem
plan aquel ser, C
ontemplan aquel ser.
Un establo en su cuna, su casa es un portal.
Y sobre duras pajas por nuestro am
or está. A
llí duerme el niñito, junto a un m
ulo y a un buey; Y
bien cobijadito, con un blanco pañal, C
on un blanco pañal. Es tan lindo el chiquito, que nunca podrá ser, Q
ue su belleza copien el lápiz y el pincel. Pues el Eterno Padre con im
enso poder H
izo que el Hijo fuera inm
enso como él,
Inmenso com
o él. Y
o, pobre pastorcillo al Niño le diré,
No la buena ventura, eso no puede ser!
Le diré que me perdone lo m
ucho que pequé Y
en la mansión eterna un ladito m
e dé, U
n ladito me dé.
12. BU
RR
ITO SA
BA
NE
RO
C
on mi burrito sabanero voy cam
ino de Belén. (2x) Si m
e ven si me ven, voy cam
ino de Belén. (2x) El lucerito m
añanero ilumina m
i sendero. (2x) Si m
e ven si me ven, voy cam
ino de Belén. (2x) C
on mi cuatrico voy cantando; m
i burrito va trotando. (2x) Si m
e ven si me ven, voy cam
ino de Belén. (2x)
Tuqui, tuqui, tuqui tuqui Tuqui, tuqui tuqui ta. A
púrate mi burrito, que ya vam
os a llegar. (2x) Tuqui, tuqui, tuqui tuqui Tuqui, tuqui tuqui ta. A
púrate mi burrito, vam
os a ver a Jesús.
La Flor de Nochebuena Carlos es un niño que vive con su tía Nina y su perrito Chico en el pequeño pueblo de San Bernardo en México. Nina y Carlos son pobres, pero su casa está llena de amor. Carlos está muy contento porque va a participar en la primera noche de las posadas. Las posadas es un festival de preparación para el nacimiento de Jesús. Carlos se reúne con otros niños en frente de una casa. Dos de los niños lleva una charola con pequeñas figuras de José y María montados en un burro. Carlos y los otros niños cantan una canción pidiendo posada para María y José. Se abre la puerta a la casa y Carlos ve galletas, ponche y dulces. Durante las próximas nueve noches, Carlos asiste a las festividades y cada noche regresa a la casa para contarle a Nina de los juegos que ha jugado y compartir la comida y otros regalos que recibió. Cada noche Carlos se preocupa por lo que va a ofrecerle al Niño Dios en la víspera de Navidad. Quiere que su regalo sea algo especial, pero ni él ni su tía tiene dinero. Nina le dice a Carlos que debe recoger la planta que crece al lado de su piedra favorita en su yarda y ofrecérselo como su regalo. Carlos no quiere llevar una cizaña como su regalo, pero Nina le asegura de que el amor hace especial a todos los regalos pequeños.
En la víspera de Navidad, Carlos espera en la fila ante el pesebre con su plantita. Carlos se siente triste y se le caen las lágrimas sobre su plantita. Una hoja tras otra cambia a un color rojo brillante. Carlos le ofrece al Niño Dios su planta ahora tan hermosa – el regalo más hermoso en toda la iglesia. Un regalo lleno de amor.
La Piñata tradicional Ahora las piñatas vienen en m
uchas form
as diferentes, pero la piñata original (¡que com
enzó en China!) tiene siete picos y es de m
uchos colores. ¿Q
ué significa los siete picos? Sim
bolizan los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia, soberbia. Y ¿por qué un palo? El palo que se em
plea para pegarle a la piñata y rom
perla es como la fuerza con la que se
vence al mal y se destruye la falsedad y el
engaño. ¿Por qué los ojos vendados? La venda con que se cubren los ojos representa la fe ciega en Dios. Los dulces y frutas que caen cuando la piñata se rom
pe son las bendiciones que se derram
an sobre todos.
Y ahora… ¡a rom
per la piñata!
The Traditional Piñata
Now
adays piñatas come in all shapes and
sizes, but the original piñata (that began in China!) has seven points and is very colorful. W
hat do the 7 points represent? They sym
bolize the seven capital sins: sloth, envy, gluttony, anger, lust, avarice, pride. And w
hy is there a stick? The stick is used to break the piñata and represents the strength w
ith which w
e overcome evil
and destroy lies and deceit. W
hy the blindfold? The blindfold over the eyes represents our “blind” faith in God. The candies and fruit that fallout of the piñata are the blessings that com
e to all. And now
… let’s break the piñata!
Las Posadas(para pedir posada)
En el nombre del cielo
Aquí no es meson.
Os pido posada.
Sigan adelante.
Pues no puede andar
Yo no puedo abrir.
Mi esposa am
ada.
N
o seas algún tunante.
No seas inhum
ano,
Ya se pueden ir
Tenos caridad,
Y no molesetar
Que el Dios de los cielos
Porque si mi enfado
Te lo premiará.
Los voy a apalear,
Venim
os rendidos
N
o me im
porta el nombre.
Desde Nazaret.
Déjenm
e dormir.
Yo soy carpintero
Pues ya les digo
De nombre José.
Que no hem
os de abrir.
Posada te pide,
Pues si es una Reina Am
ada casero,
¿quién lo solicita, Por sólo una noche
Cómo es que de noche
La Reina del Cielo.
Anda tan solita?
M
i esposa es María,
¿Eres tú José? Es Reina del Cielo,
¿Tu esposa es María?
Y madre va a ser
Entren, peregrinos, Del Divino Verbo.
No los conocía.
Dios pague, señores,
Dichosa la casa Vuestra caridad,
que abriga este día Y así os colm
e el cielo
a la Virgen pura,
De felicidad.
La hermosa M
aría.
Todos: Entren, santos Peregrinos, Peregrinos, reciban este rincón.
Aunque es pobre la morada, la m
orada O
s la doy de corazón! Cantem
os con alegría, todos al considerar. Q
ue Jesús, José y María nos vienen a visitar.
Hum
ildes peregrinos, Jesús, María y José
Mi alm
a os doy y con ella mi corazón tam
bién.
En N
ombre de D
ios pedim
os posada!
del 16 al 23 de diciembre
INIC
IO:
En el nombre del Padre y del H
ijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Herm
anos, estamos aquí reunidos esta noche para recordar el cam
ino de M
aría y José a Belén. Así como D
ios preparó al pueblo de Israel para recibir al S
alvador, hoy nosotros en esta posada nos vamos a preparar para
celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta de la venida de D
ios entre nosotros. R
ITO PEN
ITENC
IAL
Herm
anos, pidámosle perdón a D
ios por nuestros pecados, especialmente,
cuando hemos sido egoístas y no atendem
os con caridad las necesidades de los dem
ás. Digam
os todos: (Todos) Y
o confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes herm
anos que he pecado m
ucho de pensamiento, palabra y om
isión, por mi culpa, por m
i culpa, por m
i grande culpa. Por eso ruego a S
anta María siem
pre Virgen, a
los ángeles y a ustedes, hermanos, que intercedan por m
í ante Dios nuestro
Señor.
LITUR
GIA
DE LA
PALA
BR
A
OR
AC
IÓN
UN
IVERSA
L A
NTÍFO
NA
(todos) B
ajo tu amparo nos acogem
os Santa M
adre de Dios. N
o deseches las súplicas que te dirigim
os en Nuestras necesidades, antes bien líbranos de
todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. R
uega por nosotros Santa
Madre de D
ios. P
ara que merezcam
os alcanzar las gracias prometidas por Jesucristo.
OR
AC
IÓN
FINA
L O
remos.
(Todos) Infunde tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo
conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, seam
os
llevados, por su Pasión y su m
uerte, a la gloria de la resurrección.
Por C
risto Nuestro S
eñor. Am
én.
NO
VENA
POSA
DA
LEC
TUR
A: E
l evangelio según San Juan 1, 1-12
REFLEXIÓ
N:
Para nosotros la esperanza solo tiene un valor pedagógico;
es un recuerdo de la preparación secular a la venida de C
risto. Cristo ya ha venido. La realidad del M
esías ya se ha cumplido para
nosotros. E
sta es la espiritualidad de la Navidad, en la cual la historia, la teología, el
Misterio de la E
ncarnación, nuestro destino humano y sobrenatural, se
funden y se convierten en celebración, es decir en Liturgia: una liturgia que se alim
enta de toda la tierra, de toda la historia y que se levanta, hasta los cielos, hasta la gloria D
ivina. S
i, Cristo ya ha venido; pero una m
isteriosa y terrible desgracia no todos lo han conocido, no todos lo han acogido: así lo afirm
a el prólogo del evangelio de S
an Juan: "El era la luz verdadera que ilum
ina a todo hombre que viene a
este mundo..., y el m
undo no lo conoció. San Lucas y S
an Mateo nos dicen
que “vino a los suyos y los suyos no lo recibieron.” Este es el cuadro de la
humanidad que, después de veinte siglos de historia, tenem
os ante nuestros ojos.
¿C
ómo
es posible?
¿Q
ué podem
os decir?
N
o pretendem
os investigar en una realidad inm
ersa en un misterio que nos trasciende. El
misterio del bien y del m
al. (Paulo V
I)\ O
RA
CIÓ
N U
NIVER
SAL:
Orem
os: Para que en la pequeñez sepam
os ver la grandeza del Señor.
Escúchanos, P
adre. Para que recibam
os a Cristo en nuestros corazones en esta N
avidad. E
scúchanos, Señor.
Para que la luz de Cristo ilum
ine siempre nuestras vidas, y seam
os testigos vivos de su presencia entre nosotros.
Escúchanos, P
adre.
(de regreso a la primera página...)
OC
TAVA PO
SAD
A
LECTU
RA
: El evangelio según San Lucas Mateo 2, 1-12
REFLEXIÓ
N: Es necesario que estos esforzados buscadores del R
ey de los judíos salgan del palacio de H
erodes y se dejen de las interminables
discusiones; es necesario que abandonen la Ciudad Santa y confíen en la
Estrella (es decir en el signo que Dios m
ismo ofrece para que puedan
descubrir el nuevo lugar santo donde ha decidido encontrar al hombre que lo
busca). Y la estrella se paró en el lugar donde se encontraba el N
iño. En este m
omento ya no hay separación porque se juntan el signo y la realidad. El
signo ha sido espectacular. La realidad, por el contrario, aparece m
odesta, ordinaria. U
na casa cualquiera. Una escena m
uy común y personas sin im
portancia. H
abiendo entrado en la casa, vieron al Niño con M
aría, su Madre. N
o hay m
ás, aquí está todo. Es m
ucho más fácil ver una estrella y quedarse extasiados por su aparición
que "ver " un cuadro tan familiar. Esta señal grandiosa, en este caso, nos
lleva a una realidad pequeña, insignificante. Y postrados lo adoraron. La estrella no tiene ya ninguna función. A
hora entra en juego la fe. Solam
ente la fe permite el ver m
ás allá de las apariencias e incita a adorar. Solam
ente la fe consciente el ver la gloria, la grandeza infinita que puede contenerse en la pequeñez. (A
. Pronzato)
OR
AC
IÓN
UN
IVERSA
L: O
remos:
Para que nuestros corazones estén abiertos a recibir todos aquellos signos que nos m
anifiestan la voluntad de Dios.
Ven, S
eñor, no tardes! Para que al igual que los R
eyes Magos sigam
os esos signos que nos llevan a C
risto. Ven, S
eñor, no tardes! Para que al final del cam
ino de nuestras vidas, habiendo seguido los signos que D
ios nos da lleguemos a adorar a nuestro Señor Jesucristo en la vida
eterna. V
en, Señor, no tardes!
(de regreso a la prim
era página...)
PRIM
ERA PO
SAD
A
LECTU
RA
: El evangelio según San Lucas 1, 26-33 R
EFLEXIÓN
: Les anunciam
os la venida de Cristo, y no sólo una sino
también
una segunda
que será
sin duda
mucho
más
gloriosa que la primera. La prim
era se realizó en el sufrimiento, la segunda
traerá consigo la corona del reino. Porque en nuestro Señor Jesucristo casi todo presenta una doble dim
ensión. Doble fue su nacim
iento: uno, de Dios,
antes de todos los siglos; otro, de la Virgen, en la plenitud de los tiem
pos. D
oble su venida: una en la oscuridad y calladamente, com
o lluvia sobre el césped; la segunda, en el esplendor de su gloria, que se realizará en el futuro. En la prim
era venida fue envuelto en pañales y recostado en un pesebre; en la segunda aparecerá vestido de luz. E
n la primera sufrió la cruz, pasando
por encima de la ignom
inia; en la segunda vendrá lleno de poder y de gloria, rodeado de todos los ángeles. Por lo tanto, no nos detengam
os sólo en la primera venida, sino esperem
os ansiosam
ente la segunda. Y así como en la prim
era dijimos: bendito el que
viene en el nombre del Señor, en la segunda repetirem
os lo mism
o cuando, junto con los ángeles, salgam
os a su encuentro y lo aclamem
os adorándolo y diciendo de nuevo: bendito el que viene en el nom
bre del Señor. (San
Cirilo de Jerusalén)
OR
AC
IÓN
UN
IVERSA
L O
remos:
Para que recorriendo junto a María y José el cam
ino a Belén abram
os sin m
iedo nuestro corazón a Cristo.
¡Ven, S
eñor, no tardes! Para que sepam
os recibir a Cristo en esta N
avidad. ¡V
en, Señor, no tardes!
Para que por medio de los Sacram
entos y la Vida de Gracia preparem
os nuestro corazón para recibir a C
risto. ¡V
en, Señor, no tardes!
(de regreso a la prim
era página...)
SEG
UN
DA
POSA
DA
LEC
TUR
A: El evangelio según San Lucas 1, 34-38
REFLEXIÓ
N:
María fue fiel ante todo cuanto, con am
or se puso a buscar
el sentido profundo del designio de D
ios en ella y para el m
undo. ¿Cóm
o sucederá esto?, preguntaba ella al ángel de la anunciación. Ya en el antiguo testam
ento el sentido de esta búsqueda se traduce en una expresión de rara belleza y extraordinario contenido espiritual." Buscar el rostro del Señor". N
o habrá fidelidad si no hubiere en la raíz esta ardiente, paciente y generosa búsqueda; si no se encontrara en el corazón del hom
bre una pregunta, para la cual solo Dios tiene respuesta, m
ejor dicho, para la cual sólo D
ios es la respuesta. (Juan Pablo II)
OR
AC
IÓN
UN
IVERSA
L: O
remos:
Para que al igual que María, tengam
os un alma llena de gracia para
escuchar el llamado de D
ios. Te rogam
os, Señor.
Para que por medio de la oración, com
o lo hacía María, descubram
os nuestra vocación.
Te rogamos, S
eñor. Para que sepam
os imitar la fidelidad de M
aría a la voluntad de Dios.
Te rogamos, S
eñor.
(de regreso a la primera página...)
SÉPTIMA PO
SAD
A
LEC
TUR
A: El evangelio según San Lucas 2, 8-18
REFLEXIÓ
N:
En la Navidad hay que pensar una y otra vez. Así lo
hicieron los pastores que fueron los primeros testigos del
nacimiento de Jesús, a ser convocados por el ángel para com
probar el hecho acaecido. Fueron a Belén, encontraron a Jesús, con M
aría y José, y a la vuelta, contaron lo que se les había dicho acerca del N
iño. Y cuantos los oían se m
aravillaban de los que les decían los pastores. Así podem
os decir, el Evangelio com
ienza a ser noticia, a difundirse discreta y secretam
ente, y a contribuir a la formación de esa conciencia popular
mesiánica que cogerá, luego, la predicación de Juan el Bautista, el
Precursor, y después el mism
o Jesús. Pero otra circunstancia m
uy clara nos exhorta a pensar nuevamente en el
hecho de la Navidad, evocado por la fiesta litúrgica para descubrir en Él el
sentido, el significado trascendente que esconde y manifiesta. La N
avidad tiene un contenido propio, secreto que se descubre sólo a quien lo busca. Pensem
os en la mism
a Virgen María, en el éxtasis de su alm
a limpísim
a, ya bien consciente del m
isterio de su divina maternidad y absorta totalm
ente en la m
editación de cuanto sucedió en ella y a su alrededor. (Pablo V
I) O
RA
CIÓ
N U
NIVER
SAL:
Orem
os: Para que seam
os humildes com
o los pastores. Te rogam
os, Señor.
Para que al igual que los pastores seamos testigos del nacim
iento de Cristo.
Te rogamos, S
eñor. Para que así com
o los pastores manifestaron el nacim
iento de Cristo,
nosotros llevemos la B
uena Nueva a todos los confines del m
undo. Te rogam
os, Señor.
(de regreso a la prim
era página...)
SEXTA PO
SAD
A
LECTU
RA
: El evangelio según San Lucas 2, 1-7 R
EFLEXIÓN
: D
espierta, hombre: por ti D
ios se hizo hombre. D
espierta, tú
que duerm
es, surge de entre los muertos; y C
risto con su luz te alum
brará. Te lo repito: por ti Dios se hizo hom
bre. Estarías m
uero para siempre, si É
l no hubiera nacido en el tiempo, si É
l no hubiera asum
ido una carne semejante a la del pecado. Estarías condenado
a una miseria eterna, si no hubieras recibido tan gran m
isericordia. Nunca
hubieras vuelto a la vida, si Él no se hubiera sometido voluntariam
ente a tu m
uerte. H
ubieras perecido, si Él no te hubiera auxiliado. Estarías perdido sin rem
edio, si Él no hubiera venido a salvarte. (S
an Agustín)
OR
AC
IÓN
UN
IVERSA
L: O
remos:
Para que no seamos indiferentes al nacim
iento de Cristo.
Señor, escucha nuestra oración.
Para que el nacimiento de C
risto transforme nuestras vidas.
Señor, escucha nuestra oración.
Para que por nuestro testimonio, el m
undo sepa que Cristo ha nacido entre
nosotros. S
eñor, escucha nuestra oración.
(de regreso a la primera página...)
TERC
ERA PO
SAD
A
LECTU
RA
: El evangelio según San Mateo 1, 18-21
REFLEXIÓ
N:
El Verbo de Dios, incorpóreo, incorruptible e inm
aterial, vino
a nuestro m
undo, aunque tampoco se hallaba lejos, pues
nunca parte alguna del
universo se hallaba vacía de él, sino que lo
llenaba todo en todas partes, ya que está junto al Padre. Pero É
l vino en su benignidad hacia nosotros, y en cuanto se nos hizo visible. Tuvo piedad de nuestra raza y de nuestra debilidad y, com
padecido de nuestra corrupción, no soportó que la m
uerte nos dominase, para que no
pereciese lo que había sido creado, con lo que hubiera resultado inútil la obra de su P
adre al crear al hombre, y por eso tom
ó para sí un cuerpo como
el nuestro, ya que no se contentó con habitar en un cuerpo, ni tampoco
hacerse simplem
ente visible, hubiera podido ciertamente asum
ir un cuerpo m
ás excelente; pero él tomó nuestro m
ismo cuerpo.
En el seno de la Virgen, se construyó un templo, es decir, su cuerpo, y lo
hizo su propio instrumento, en el que había de darse a conocer y habitar; de
este modo, habiendo tom
ado un cuerpo semejante al de cualquiera de
nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupción de la muerte, lo
entregó a la muerte para todos, ofreciéndolo al P
adre en un amor sin lím
ites. (S
an Atanasio) O
RA
CIÓ
N U
NIVER
SAL:
Orem
os: Para que el nacim
iento de Cristo sirva para renovar nuestra alm
a. Te rogam
os, Señor.
Para que por medio de nuestros actos diarios dem
os testimonio de la
presencia de Dios entre nosotros.
Te rogamos, S
eñor. Para que al igual que José y M
aría sepamos llevar a C
risto todas las almas.
Te rogamos, S
eñor.
(de regreso a la primera página...)
CU
AR
TA PO
SAD
A
LECTU
RA
: El evangelio según S
an Lucas 1, 39-45 R
EFLEXIÓN
: D
espués de la visión de la perfección, de la pureza de
M
aría, brotan espontáneamente las palabras: toda herm
osa eres, ¡oh M
aría! Esta contem
plación de la belleza sigue a la contemplación
de la pureza y por esta mism
a contemplación nos preguntam
os: ¿por qué? ¿C
uál es la raíz de esta belleza? Y encontram
os la raíz de esta belleza en que M
aría está emparentada nada m
enos que con Dios; precisam
ente porque ha salido de sus con una integridad. A
sí como un espejo blanco y
puro refleja el cielo, así debería ser el humano que está hecho a im
agen de D
ios. Aquí tenem
os finalmente un retrato de D
ios, puro, incontaminado. E
n él podem
os comprender, m
ejor que en cualquier otra criatura, qué es Dios,
conociendo a la Virgen.
Y así se explica la belleza. E
s una belleza divina que se refleja en la Virgen
y no solamente en su persona sino en todo cuanto ella cum
ple por designio de D
ios. M
aría será la madre de D
ios; y estará vinculada al misterio m
ás grande que la historia hum
ana pueda comprender. (P
aulo VI) O
RA
CIÓ
N U
NIVER
SAL:
Orem
os: P
ara que hagamos nuestras las virtudes de la S
antísima V
irgen. E
scúchanos, Señor.
Para que al igual que M
aría seamos caritativos con los que nos rodean.
Escúchanos, S
eñor. P
ara que como Juan el B
autista, saltemos de gozo por la presencia del
Señor entre nosotros.
Escúchanos, S
eñor.
(de regreso a la primera página...)
QU
INTA
POSA
DA
LEC
TUR
A: El evangelio según San Lucas 1, 22-25
REFLEXIÓ
N:
Si relacionas a San José con la Iglesia universal de C
risto,
¿no es este el hom
bre privilegiado y providencial, por medio
del cual la entrada de Cristo en el m
undo se desarrolló de una manera
ordenada y sin escándalos? Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a
la Virgen Madre por cuyo m
edio recibió a Cristo, después de M
aría es San José a quien debe agradecim
iento y una veneración singular. José viene a hacer el broche del A
ntiguo Testamento, broche en el que
fructifica la promesa hecha a los P
atriarcas y a los Profetas. Sólo él poseyó
de una manera corporal lo que para ellos había sido m
era promesa.
No cabe duda de que C
risto no sólo se ha desdicho de la familiaridad y
respeto que tuvo con el durante su vida mortal com
o si fuera su padre, sino que la habrá com
pletado y perfeccionado en el cielo. (San B
ernardino de S
iena) O
RA
CIÓ
N U
NIVER
SAL:
Orem
os: Para que im
itemos a San José com
o siervos dóciles de Dios.
Padre, escúchanos.
Para que como San José nuestros actos cotidianos sirvan al P
lan de Salvación de D
ios. P
adre, escúchanos. Para que aprendam
os de San José a ser buenos padres.
Padre, escúchanos.
(de regreso a la prim
era página...)
Las Posadas(para pedir posada)
En el nombre del cielo
Aquí no es meson.
Os pido posada.
Sigan adelante.
Pues no puede andar
Yo no puedo abrir.
Mi esposa am
ada.
N
o seas algún tunante.
No seas inhum
ano,
Ya se pueden ir
Tenos caridad,
Y no molesetar
Que el Dios de los cielos
Porque si mi enfado
Te lo premiará.
Los voy a apalear,
Venim
os rendidos
N
o me im
porta el nombre.
Desde Nazaret.
Déjenm
e dormir.
Yo soy carpintero
Pues ya les digo
De nombre José.
Que no hem
os de abrir.
Posada te pide,
Pues si es una Reina Am
ada casero,
¿quién lo solicita, Por sólo una noche
Cómo es que de noche
La Reina del Cielo.
Anda tan solita?
M
i esposa es María,
¿Eres tú José? Es Reina del Cielo,
¿Tu esposa es María?
Y madre va a ser
Entren, peregrinos, Del Divino Verbo.
No los conocía.
Dios pague, señores,
Dichosa la casa Vuestra caridad,
que abriga este día Y así os colm
e el cielo
a la Virgen pura,
De felicidad.
La hermosa M
aría.
Todos: Entren, santos Peregrinos, Peregrinos, reciban este rincón.
Aunque es pobre la morada, la m
orada O
s la doy de corazón! Cantem
os con alegría, todos al considerar. Q
ue Jesús, José y María nos vienen a visitar.
Hum
ildes peregrinos, Jesús, María y José
Mi alm
a os doy y con ella mi corazón tam
bién.
Las Posadas(para pedir posada)
En el nombre del cielo
Aquí no es meson.
Os pido posada.
Sigan adelante.
Pues no puede andar
Yo no puedo abrir.
Mi esposa am
ada.
N
o seas algún tunante.
No seas inhum
ano,
Ya se pueden ir
Tenos caridad,
Y no molesetar
Que el Dios de los cielos
Porque si mi enfado
Te lo premiará.
Los voy a apalear,
Venim
os rendidos
N
o me im
porta el nombre.
Desde Nazaret.
Déjenm
e dormir.
Yo soy carpintero
Pues ya les digo
De nombre José.
Que no hem
os de abrir.
Posada te pide,
Pues si es una Reina Am
ada casero,
¿quién lo solicita, Por sólo una noche
Cómo es que de noche
La Reina del Cielo.
Anda tan solita?
M
i esposa es María,
¿Eres tú José? Es Reina del Cielo,
¿Tu esposa es María?
Y madre va a ser
Entren, peregrinos, Del Divino Verbo.
No los conocía.
Dios pague, señores,
Dichosa la casa Vuestra caridad,
que abriga este día Y así os colm
e el cielo
a la Virgen pura,
De felicidad.
La hermosa M
aría.
Todos: Entren, santos Peregrinos, Peregrinos, reciban este rincón.
Aunque es pobre la morada, la m
orada O
s la doy de corazón! Cantem
os con alegría, todos al considerar. Q
ue Jesús, José y María nos vienen a visitar.
Hum
ildes peregrinos, Jesús, María y José
Mi alm
a os doy y con ella mi corazón tam
bién.
We sing Christmas songs and we are very happy. Cantamos villancicos y nos alegramos mucho.
The piñata is filled with candy and other sweets. La piñata está llena de dulces.
The children break the piñata the last night of the posadas – nochebuena.
Los niños rompen la piñata la última noche de las posadas – nochebuena.
We celebrate with great joy the birth of Jesus!
¡Celebramos con mucha alegría el nacimiento de Jesús!
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