por paul westheim el d u al·i smo safirma herodoto que la cuna de los etruscos fué lidia, país...
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· '\UNIVERSIDAD DE MEXICO,
Arte etrusco. Quimera de Arezzo: Bronce.
tura radical con los ideales clasicistas y helenizantes.
La batalla de Maratón (490 a..d.].e.) , uno de los momentoscruciales de la historia universal,significa políticamente la liberación de Grecia y la derrota dePersia, máxima potencia de aquella época. Artísticamente significa Maratón que la Hélade, laHélade de Pericles que por entonces vive su gran hora, pueda empezar a desarrollar un arte' propio, arte griego, europeo y diametralmente opuesto al espírituartístico de Oriente.
El arte asiático es arte religioso. Expresió!?- de aquella nostalgiametafísica que dió lugar a losgrandes sistemas religiosos. Paraese mundo no cuentan mucho losasutos del poder, de la propiedad,de la repartición de los bienes,sino únicamente la cuestión fundamental: e! sentido del ser.Ante la caducidad de todo loterrenal, e! hombre se refugia,como después del pecado original, en lo supraterreno, lo metafísico, lo eterno. La salvacióndel alma llega a ser gran tarea,más importante que la existenciaterrenal. Este clima espiritualhace surgir a Moisés y Confucio, a Buda, Zaratustra y Maho~
ma; a Jesucristo. De este climaespiritual brota el arte de lospueblos asiáticos, su voluntadartística, su expresión creadora.
La Hélade arcaica todavía basa su actitud ante el Universoen el mito homérico. En épocasposteriores esta fe se debilita, sevuelve insubstancial. Lo quemuchos grandes espíritus hanadmirado en el helenismo, entreellos Nietzsche y Heine, es su
EUROPEA
D U AL·I S MO
AI,te céltico-lIó/'dieo. Talla en madera.
EL
E.N LA CREACIONARTISTrCA
Por Paul WESTHEIM
SI para analizar e! arte eu
ropeo partimos de sus intenciones creativas, situándonos en un plano
superior al de la sucesión de losestilos temporales y nacionales.topamos no con la concepciónde! mundo unitaria que habíamos esperado encontrar, sino conun marcado dualismo. Dos tendencias opuestas e incompatibles alternan, se desarrollan unaal lado de la otra, se enfrentan'una con la otra. Un antagonismo trágico, que se opone una yotra vez a un sosegado fluírde la evolución, a un orgánicodespliegue de las fuerzas.
Por un lado tenemos e! he!enismo, al cual se recurre y. sevue!ve a recurrir en repetidosrenacimientos - recordemos cómo los más importantes de ellose! Renacimiento italiano, que seinicia a mediados del siglo XIV
y abarca aproximadamente doscenturias, y e! neoclasicismo de!siglo XIX. A esta tendencia he!enizante se opone el a(.te visionario -y expresivo de origen oriental, que penetra en Europa endos grandes corrientes: en el extremo noroeste, el enigmáticoarte de los celtas, una de las tribus que, según se supone, emigraron de! Asia en tiempos remotos, pasaron por Rusia y Escandinavia y vinieron a parar enIrlanda; y, desde Constantinopla, el arte bizantino, ~ue se e~
tendió por Rusia y se mtroduJoen Italia por la puerta .de Ravena, capital de! Imperio de Occidente ~n tiempo de Honorio.Ya ochocientos años antes denuestra era había penetrado enItalia, en lo que hoyes la Toscana, e! arte etrusco, arte de extraordinaria fuerza expresiva.Afirma Herodoto que la cunade los etruscOS fué Lidia, paíssituado en e! Asia Menor, dedonde trajeron su propia religióny su propia actitud. artística.Otra oleada de! espíritu artísticode Oriente se infilttó en España a raíz de la conquista árabe;at~stígualo la arquitectura deGranada, Sevilla, Córdoba. Ene! siglo VIII monjes irlandesescristianizaron e! norte de Francia y Alemania. De este encuen·tro de! elemento celta con factores autóctonos nacería mástarde e! arte románico y el gó~
tico.Dice Spengler que e! Renaci
miento es la rebelión del espíritumediterráneo contra e! gótico, dela mesura grecorromana contrala fáustica inquietud Y exaltación de! norte. El barroco, inquieto, exaltado y expres!vo aunen los casos en que no tiene carácter marcadamente religioso, r.sa su vez una rebelión contra laarmonía renacentista. y el expresionismo alemán del siglo XXviene a ser, una vez más, la rup-
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Ravcl'la. S. Vitale, 1nOSGlCO del ábside.
Arte griego m"cateo. Estela de un atleta.
punto en que ~l infinito coinCíde con e! cero. Identidad de movimiento y quietud. Imagen al',.tística del cielo _estrellado; . consus miradas de puntitos x:e!ucientes, .orden cósmico que para elhombre puede ser vivencia, peroen el cual. no le es dado penetrar..
Colmo y apogeo de! realis~o
griego es el célebre Discóbolo deMirón, de la época de Pericles,objeto de 'desmesurada admiración.. Es basta~te significativóque esta· obra principal del helenismo clásico ya no sea representación de una divinidad sinode un atleta. Los dioses olímpicos, de todos -modos no muchomás que - una decoración de lavida,' se hallan relegados al segundo plano; el primero lo -ocupan - los héroes del deporte: elatleta y la amazona. Chenneydice que el atleta· eril divino, "ladeidad atleta". -Lo que unía en~
tre sí a las ciudades griegas eramenos la religión que e! deporte.La Olimpiada emocionaba .lbsánimos más que una fiesta religiosa.
Los romanos' destruyeron elreino de los etruscos, pero apreciaban en mucho su arte; los pri-
meros pasos hacia un grado superior de civilización y de cultura artística, los dieron los vence_dores guiados por los vencidos.Los etruscos siguieron siendo susmaestros y educadores hasta queRoma descubrió la Hél:ide. Elretratismo de los romanos, objetivo y realista, que les servíapara la representación de sushéroes guerreros, tiene su origenen las creaciones que adornabanlos sarcófagos etruscos: 'Per~ losromanos, y con ellós todo elmundo europeo, deben a estepueblo algo verdaderamente re-
cuyo proposIto, fin y sentidono es sino su propia dinámica.Frente a la mesura, la racionalísima proporción de la palmitagriega, un fáustico desasosiego;dentro de los límites de la superficie finita, el ritmo del intinito. Un soplo de algo inmaterial introducido en la materia.
Los ornamentos preferidos delAsia so~ la rosetá y la estrellaque emite sus rayos uniformemente desde su centro hacia todos los lados. La roseta es la forma sin principio ni fin. En ellase alcanza -valga la frase- el
lidad sí la hay, pero tambiénmesura. Una monumentalidadhumana, que eleva al hombre envez de aplastarlo. La arquitectura es, en el terreno del arte,la más grandiosa realización delos griegos; en la arquitectura,que es forma abstracta, su lógicay su intelectualismo pudierondesplegarse con máxima pureza.
La forma ornamental característica de los celtas es la doble espiral. Ornamento que sedispara, que gira, se retuerce yenrosca y vuelve a dispararse enun movimiento sin descanso,
alegre y mundana humanidad,gracias a la cual, según ellos,Europa pudo salvarse del misticismo antivital de las religionesasiáticas. El griego de la era clásica -considera- al hombre la medida de todas las cosas: la -peorde las blasfemias para una mentalidad religiosa, para la cual lamedida de todo es Dios. El Olimpo brindaba al hombre un espectáculo brillante, como lobrindaría, muchos siglos má~
tarde, digamos la corte de Versalles; de sus habitantes, no to
dos ellos libres' de frivolidad, nisiquiera .se podría decir que eransuperhombres: eran seres humaniJs, muy humanos en sus modales; sus pasiones y aventurillas.Ya lo reconoce Luciano en sus"Diálogos de los dioses", en quecalifica a Zeus de "parlanchín,charlatán y burlador de mujeres". El griego desciende de laesfera de lo religioso' a la mundana. Es el hombre de la "ratio".Uno de los mayores logros delhelenismo, quizá el más grandede todos, es su filosofía. Anaxágoras dice: "todas las cosas estaban en el caos, hasta que surgióel espíritu y las puso en orden".Es mérito de esta filosofía quelos hombres empezaran a meditarsobre las cosas y los fenómenosy a buscar la causa de todo ser.la figura representativa de la antigüedad griega es el filósofo, lade Oriente el profeta, el vidente,el visionario.
Este racionalismo, orientadoexclusivamente hacia lo cognoscible, negativo ante las fuerzasde la imaginación, determina lacreación y el pensamiento artísticos de los griegos. Sócrates declara: "El artista debe reproducir lo que ve". Longinus, en elsiglo tercero a.d.].e. dice: "Elarte es perfecto cuando pareceser naturaleza". Para Aristótelesel arte es esencialmente una copia o "un perfeccionamiento dela naturaleza". En todo esto seanuncia aquel realismo idealizado que se admira como el másgrande valor del helenismo. ElApolo de Tenea, obra maestrade los tiempos arcaicos y el Apolo de Belvedere son dos etapascaracterísticas en el camino deevolución que recorrió el artegriego.
El arte griego crea la palmitay la emplea como coronación desus estelas. ¿Qué es la palmita?Una forma natural, la palmatran.sformada genialmente enforma de adorno arquitectónico,con una sutil sensibilidad parala estructura de la superficie."La naturaleza -como diceMorley- depurada de su naturalarbitrariedad y reducida a untipo". NO'hay en este ornamentonada de vago o misterioso. Así,ni vaga ni- misteriosa es 'tampocola estru~'yura del templo griego.Todo' en" él es racional, lógico,inteligible). armlJnio~p, d.e la másperfecta armonía en el conjuntoy en los detalles. Monumenta-
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mo integraL Un día el almavuelve a reclamar sus derechos.Vuelve a surgir la inquietud metafísica, vuelve a brotar la fe.Nace el cristianismo.
Ya hablé de Ravena, por don-.de penetra en Italia una corriente artística bizantina. Bizancio,el Imperio de Oriente, mirabahacia el Asia. Su arte era un artealejado de la naturaleza; arteexpresivo, de visión mística. Unarte que arrebataba a los sentidosmediante símbolos metafísicos,sl1prarreales.
En su obra sobre la "Ilustración de libros en la Alemaniaantigua", \'(forringer ha hechover que en el norte de Europaeste expresionismo bizantino determina la dicción de los murales y las miniaturas. De la fusión de la corriente bizant;n:lcon elementos celtas nace, en und~venir lento, const:lnte y orgá
.mco, un arte nuevo que no esde ningún modo clásico o helenizante: el arte cristiano románico y el arte cristiano del gótico: el mágico milagro de lacatedral.
La catedral gótica es la dramatización del espacio. El espa~
cio, lo fijamente limitado, lo fija:llente establecido, adquieremovilidad, se yergue hacia arriba, desde lo finito hacia el infinito. El desasosiego del homb:'2 nórdico encuentra ahí sumeta: Dios. Junto con los pilares el alma se eleva hacia El.Con razón se ha dicho que lacatedral es la encarnación de laescolástica, de la "Suma 'Teológica" de Santo Tomás de Aquino, que abarca en la fe todo 3ab~r, todo pensar, todo hacer. Lacatedral gótica es construcc:ónmatemático-técnica, no menosrac:onal que el templo griego,pero más grandiosa, más intrépida. Audacia de la especulaciónespiritual, que con singular dialéctica recurre a la gravedad para superarla en seguida. Matemática hecha piedra. Materiades:nateriaEzada.
Las figuras en los porches delas ca tedrales -2n Moissac, enVézelay- no son realistas, susproporciones no son naturales.Son figuras descomunales y hasta un poco monstruosas si medimos con la vara clasicista. ¿Esel estilo? ¿Es la voluntad artística? Es el estilo, es la voluntadde arte que reflejan la pasiónmística del hombre, su éxtasis':"e1igicso, cuyo ímpetu arrastraa los cuerpos pétreos hacia loscielos. Línea que jubila en elhosanna como una fuga de Bach.Es forma significativa; formaque significa devoción, anhelode lo sagrado, nostalgia de Dios.
También hay un realismogótico: Las representaciones deanimales y plantas del góticotardío; el paisaje sutilmente ejecutado que Jan Van Eyck pintacomo fondo en el retrato del
(Pasa a la pág. 25)
Arte rOlllántico francés.
volt¡cionario, de la mayór tra~cendencia: el arco de mediopunto, ese arco que hizo posiblesu arquitectura funcional: susacueductos y .termas, el Coliseoy los arcos de triunfo, sus puentes y tea tros. El arco de mediopunto es un invento del Asia.Grecia no lo conocía ni Egipto.Los asirios lo emplearon con frecuencia y, dadas las relacionesentre el arte asi"tico y el de losetruscos, es natural que éstos lohayan conocido igualmente. l.outilizaron en sus construccionesfunerales, los llamados "sepulcros de cúpula".
Cuando después del derrumbe del mundo griego los romanosse hicieron cargo de la herenciaespiritual, 'eran un pueblo deguerreros e ingenieros, para quienes la religión fué, en el mejorde los casos, una institución delEstado que no se tomaba muyen serio. Adriano, en el siglo 11de nuestra era, pudo atreversea proclamar Dios a su amigo, elbello joven Antínoo. Y cuandomurió Adriano, y según la costumbre a él le tocaba el turnode ser proclamado Dios, entonces-escribe Gregorovius- el Senado hizo uso de su derecho de
someter a crí tica las acciones delEmperador y acordó que Adriano no era digno de honores divinos. Hay que imaginarse esto:un parlamento de poli ticos quedecide por el voto si alguien hade ser venerado, o no, comoDios. Casi no es posible llevarmás adelante la blasfemia. Estepueblo, plantado con ambos piesen la tierra, desa:Tolló un arteracionalista de auténtica grandeza. Pero a la larga el mundono soporta vivir l1n'l vida utilitaria, encaminada exclusivamente hacia lo práctico y lo material, no soporta un racionalis-Portal de la iglesia de Urnaes.
V ézelay. T;,'1nPdnum. Alrededor de 1130.
Arte romántico. Resurrección de Cristo. Puerta de bronce de la catedralde Hiedisheim.
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mada al fenómeno astronómico quees el paso del planeta Venus ante'Cl disco solar. No eclipse de la luz:apenas una manchita pasajera enel foco radiante.
Conviene añadir aún otra referencia. En los' ya citados Fragmentos, el cuarto, sobre el Valor delocura, comienza: "Todo lo entendía: estaba loco. La serpi'ente lehabía silbado trés vt'ceS en la boca,y ya ,comprendía el lenguaje de losanimales, las plantas y las piedras.Dotado así de elementos superabundantes, llegaba a conclusionesde! todo inútiles'para los que vivenen una zona más limitada de lanaturaleza. A fin de que lo dtjaranen paz, hacía figura de humorista.Sus profecías, sus atisbos y sugestiones trascendentales pasaban porchistes de buena ley.", Esas líneasexplican ciertas modalidades de laobra de A. R., y quien se engolfeen ella con el aventurado propósitode analizarla, ha de tenerlas presentes. Por' supuesto, se aplican aese Arbol de pólvora, donde parecehaber, humorismo; aunque en realidad hay alegría - conceptos, aveces, antagónicos.
Hablar de locura a propósito deArbol de pólvora es, digamos, unaamplificación que hace ver con mayor nitidez el contenido. Propiamente, hay ligeras 'distorsiones enla manera de expresar pensamientos nacidos en aquellos instantesen que la mente se echa a volar sindarse .cuenta, como si ese alejamiento de lo concreto fuese su objeto natural: "Presencia: los sueños sólo". Hay otras páginas enque asoma la fantasmagoría onírica:
EL DUALISMO(Viene de la pág. 7)
canciller Rollin. Pero este rea-,lismo no es el helénico, es radicalmente distinto. También élse deriva de la filosofía de Santo Tomás. "Creo para conocer"dice, en el siglo XI, San Anselmode Laon. No existe el conflictoentre espíritu y naturaleza, entreidea y realidad. El paisaje de VanEyck es intuición del Creadoral través de la naturaleza, alabanza del Creador al través de lacreación. Es, para usar un término de arte moderno, realismomágico.
Indudablemente el Renacimiento es la rebelión del hombremediterráneo contra el ensimismamiento del hombre nórdico.Pero sólo en la idea se trata deun resurgimiento del helenismo.Un verdadero renacimiento dela antigüedad clásica no hubierasido posible, si no por otras razones por la diferente actitudde la época ante la naturaleza.A la naturaleza concebida comoencarnación qe la idea, el Renacimiento opone una concepción de la naturaleza basada enel conocimiento de los fenómenos y hechos, en la experienciay en el experimento. No le interesa la idea de la naturaleza sinolas fuerzas muy concretas, queactúan en ella. Así pone los cimientos de las modernas ciencias naturales; así crea los supuestos de toda una serie de inyentlOs 'técnicos. Esta actlitud
Hay también algunas' salpimentadasocurrencias. Hay tres o cuatro recuerdos de infancia en los que elensueño deja caer una gota deirrealidad, mejor dicho: de realida.dlevemente deformada. Hay una mItología personal, ciertos atisbos del'misterio, de todo aquello mal conocido, al borde de la conciencia, quese exterioriza y configura en la'concepción mental de entelequias yduendes: "La realidad en siesta --osea como se la ve con los ojos entrecerrados, cuando el vino del sueño y el agua de la vigilia se mezclan- da siempre mitos". Ahí, lafantasía agrupa a mister Pittiflauts,a la Retro, al Holandés de las Botas, y, más cerca de la humildehumanidad, a Obrigadiña, a Tijerina. En fin, hay El canto del Halibut -véase esta palabra en cualquier diccionario inglés-español-,poema burlesco analizado con método crítico, ni más ni menos quesi fuese un texto arcaico. Aquí yallá los poemitas de "agilidades ingeniosas" irrumpen en medio de laprosa, y ésta, a menudo; se tornaalígera.
Mucho más accesibles para "ellector en la calle" son las Memoriasde cocina y bodega. Pasma que lamisma pluma que escribió el portentoso Deslinde haya trazado esosamenos comentarios acerca de labuena' mesa; pero bastará recordarle, a quien pusiere reparos, lafábula de Fedro (m, 13) en la queEsopo, al ateniense que de él sereía al verle jugar a las nueces conmuchachos -ludentem nucibus inturba puerorum-, púsole por ejemplo e! arco: si está siempre tenso,
rige también la creación artística. No sólo se trata del "descubrimiento de la naturaleza",como dice Burckhardt. Lo esen'cial es algo distinto: se cientificiza el arte, a la visión y la ima-
acaba por perder la elasticidad yaun por quebrarse. Hay que distender el arco. Hay que juguetear aveces. Juego son esas NIenlOrias enque el escritor ilustre, docto en lasmás variadas disciplinas, reseñ:lcuanto sabe del buen beber y delmejor yantar. ¿A qué lector, si nofuere dispéptico, puede sOl1'lrle extraña la loa de! arte coquinario?El ojo requiere educaci6n paraapreciar las artes plásticas, y, paragustar de la buena música, el oído;mas no hay ser humano que desdela infancia no esté capacitado parasaborear los manjares.
Muchos meridianos cruzG A. R.en largos viajes; bajo paralelosmuy distantes ha vivido, y, curiosocomo Terencio de cuanto a nuestros semejantes concierne, ha llevado su curiosidad hasta la bodega yla cocina, y ha apreciado vituallasy bebidas como buen catador, ex-,perta en discernir matices de condimento y finuras de aroma. ¿Gula?No: deseo de saber por experienciapropia y, como suele decirs~, "queno le cuenten a uno". No es e! libro,por supuesto, un tratado de gastrono'mía aunque a la postre resultaque nada apetitoso queda en olvido.Menos aun es un recetario. Sonesas páginas lo que el título promete: impresiones -"la cocina, dice el autor en La casa del grillo,es arte impresionista"- de gastronomía en México y en varios países de Europa y de nuestro hemisferio, disertaciones en tono animado y cordial sobre aquellas inocentes voluptuosidades. Hay páginassobre el reverendo soconusco y e!
ginaclOn la sustituye el conocImiento científico.
Para aumentar la naturalidadla perspectiva lineal (Masaccio),aún profundizada por Leonardomediante el descubrimiento de
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estimulante café. Las hay sobre latriste alimentación a base de píldoras y comprimidos. Hácese el escrutinio de la literatura culinaria.La erudición trae a cuento gustosascitas de autores del Siglo de Oro.En fin, la Historia ayuda a reivindicar para los legítimos inventoresla prioridad en la elaboración deciertos manjares; así la salsa mahonesa, mal llamada "mayonesa",el hojaldre, el consumado o "consommé", que son de invención hispánica, aunque por franceses pasaban.
Huelga añadir que no hay vulgarsensualidad, en e! tomito: con palabras de! autor en su brillante ensayo sobre Mallarmé, puede decirseque esos Descansos, como denomina a los capítulos, son "victoria dela frente sobre la entraña".
Lo mexicano satura las páginasde esos cuatro libros, aun cuandoel tema de algunas parezca alejado de lo nuestro. Y es que en laobra de A. R. e! sentimiento de louniversal se alía siempre a la presencia de México, sea que cosas,mexicanás le sirvan de término decomparación, sea que algún pormenor le avive el recuerdo de ellas.Más aún: estamos por decir quelo mexicano es en su vasta y variadísima producción la fuerza motriz. Ha de tenerse presente quelo que da carácter a una obra dearte, lo que la sitúa en la culturade un país, no es tanto el tema queel 'autor elige y desarrolla, cuantola sensibilidad que externa al hacerlo. Y mexicana, mexicanísimaes la sensibilidad de don AlfonsoReyes.
la perspectiva aérea. De Pollajuelo cuentan los escritores contemporáneos en son de elogio quefué el primero en practicar laautopsia de cadáveres humanospara fines artísticos. La anatomía se convierte en base y fundamento cada vez más indispensable del estudio del arte. Esteespíritu profano y científico seapodera también del arte religioso. Los cuadros de temas piadosos no son sino fiestas -fiestas altamente terrenales- paralos ojos. Savonarola se dirige ensus prédicas contra esta corrientede mundaneidad y, muyespecialmente, contra Fra Filippo Lippi,autor de una "Coronación dela Virgen" en que ésta aparecerodeada de un grupo de damitasvestidas a la moda del día. DiceSavonarola: "Vosotros los artistas cometéis un pecado horriblepintando a ésta y aquélla en losmuros de la iglesia, de suerteque en la calle se puede decir:ésta es Santa Magdalena y ésees San Juan y ésa, la SantísimaVirgen. .. Vestís y adornáis aNuestra Señora como a vuestrascortesanas y le dais los rasgos devuestra amante ...". Uno de losque escuchan a Savonarola esMiguel Angel.
El dualismo en la creaciónartística europea no ha desaparecido. Lo que cambia son losnombres: barroco contra Renacimiento, romanticismo contraneoclasicismo, expresionismo contra impresionismo ...
(Traducción de Mariana Frenk)
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