pedazos enteros

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Juan Antonio Massone

Pedazos Enteros

“Y en vez de una existencia brillante, tener alma”

Luis Felipe Vivanco

3

I

Pedazos del alba

A Rodrigo

Buenos días

Buen día a todos, para todos,A cada uno que lleve nombres En el pecho de los ojos.Buen día a quienes aceptan medirseCon la noche, la temerosa de memoriasDe nunca acabar o la habitada de ánimasOlvidando victorias del tiempo.Buen día también a la lombrizQue crea senderos bajo la tierraY en la humedad congracia sus esperas,Mientras a esas horas cantan libresLos pájaros, saludan el alba e intocadasQuedan de sombras vespertinas.

Buen día tenga en mí lo inesperadoQue el ánimo ignora aceptar serenamenteY solícito acude a la extrañeza que alisaEl rostro dormido de quien no nos pertenece más.Buen día a quienes en sus vocesTraslucen el modo más tierno de quererUna tierra y un acento de cielo.Buen día quiero dar a las preguntasQue no sabré resolver, al esparcidoTemor de la vejez, agazapado y sinuosoEn repetidas memorias de habla lenta.

4

Buen día tengan las fragancias que la tierraLibera de sus entrañas como manojo de alegrías.Buen día a quienes piensan muy diferente:Al que confía como si nada fueran los añosY a quien el tiempo le advierte de cenizas.Buen día a la música, la llave, la ventanaDonde ampararse de abandonos y de esperas.Buen día a quien parece sobrarle cada horaDe su jornada y de la noche desalada,Lo mismo al deseo de más alláY no me dejes que muero.

Buen día a Quien se ofrece a míEn segura promesa que no desertaEn la hora de la calumnia,Ni en la tentación que habla muerteAbandona mis huesos al exilio.Buen día a todos, para todos,Me incluyo en este ahora, por supuesto,Ahora y en la hora de la luz,Ahora, cuando eterno es el momento.

5

A los pies de tu nombre

Acaso más bueno sea esperara que un poema salude al díay añada gratitud a la esperanza.

Sin más aviso que una rama de ciruelose viene la mañana y el mundo crecerácomo dejar al tiempo correr,pero sin uno.Si algo faltara que decirse,alguien desliza en un besosu endeble eternidad.

De mi parte, saludo en tiesa canción que a la amargura resiste.Estoy aquí a punto de brindara los pies de tu nombre,de coger del brazo al díay darle un beso en la boca.

6

Consideraciones de un loco

Quizás no vencerá mi palabrael chasquido pegajoso de la nadaen este lento horror que me confina.

Diciendo de esto a la calle de nadie,unos pocos amigos complementanla codiciosa obra de mi espectro.

Aún así seguiré velando aquíy cuidando del semáforo.Ya pueden cruzar la calle.

7

Así pasan los años

A uno se le van los años, se le vansin dar con el secreto que tienen las ventanas.

Debajo de la piel, el rostroes una costumbre casi perpetuaque las palabras ignoranmucho antes de poner un pie en el día.

Nos atrae el sueño, los hábitos,como un abrazo que una vez diéramosantes de enloquecer los tiemposy no cupiesen más palabras en el alma.

A uno se le van los años, se le vancomo un desacuerdo que se lleva en la mirada.

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Credo

Creo en la Palabra TodopoderosaQue deposita semillas de cielo en el polvo,Suspira de júbilo o silenciosa se tiendeEn la entraña invisible de los vientos;Creo en Verbo, misterioso abrazo de sílabas,Concebido por obra y gracia del silencioY grávida deja a las almas tornasolesSin que le amedrenten desiertos o cenizas,Ni el artero vacío del absurdo en tumulto.

Creo en la Palabra que padece la espinaDel aire y en cuyo expolio se ensañanEl ruido mercantil y la zozobra del tiempo;Creo en los ojos inocentes, en los dedosDe luces y de brisas, la mirada crucialY la mano que no rehúyen abandono.

Creo en el Espíritu, animador de lo inerteCuando más inesperado: desata nieve en estíoY despunta su albor cuando la duda hiere.Creo en la santidad peregrina de los labios,En el feliz reencuentro de todas las ausencias,En el postrer perdón a la mezquina arrogancia,En el vigor lustral de agónicos escombrosY en la perenne Voz que acoge a todo nombre.

Amén

9

Esos deseos

Me hubiese gustadoverte llegar hasta aquícuando escribía: " estoy pensandoen lo único que alborozaal pensamiento".

Hubiera queridomostrarme lleno de ti,completamente reflejándote.

Me habría gustadouna voz más cerca de ti,ser algo en tu cuerpoy me hubieras cuidado.

Hubiese querido iralguna vez en tu cabeza,acaso siendo tus ojos,para saber si era yoquien estaba en el mundo.

10

El Poema (I)

Una parte aún no dicha al camino,el breve y delgado trecho de la página.Sueñan las palabras un mejor sentirque jamás termina por decirse.Una a una las razones del mundoesgrimen avaras razones de mundo.¿En cuál borde o espesura comienzael silencio a ser alma presentida,alma entre dos bocas o ansiedadde esquina? ¿En verdad cómo sentirpara decir: yo siento y adelante?

Un corazón semejante a mípara que a ti se parezca podría serel poema. El blanco sueña palabras.Puedes tú sentir sin restricciones.Lo demás espera. Nos aguardael blando surco del silencio.

11

Mañana

Te veré vivir, me verás comprometidoCon tu recuerdo donde yazgael amor, y seguiremos vivos.A la manera de todoshabremos de mirarnos: desabridos,cotidianamente solícitos,diciendo cualquier nada a los demás,con un pasado muerto.

No sentiré que me desquieres(da tanto que pensar el corazón),pero el momento no sabe másque volver el rostro. Mi porfiadadevoción por ti se deja irdetrás de tu voz.

Cuando creas estar feliz, o casi feliz,conocerás que nadie sostuvo jamástan viva tu sombra, y lloverá la primaverauna mañana de escombros.

12

Las esperas

Se espera alcanzar labio y palabraSe espera sea pronto nueva auroraSe espera en horas de perfil delgadoSe espera oler promesas de la lluvia.

Se espera que una voz diga te quieroSe espera arrancar olvido al tiempoSe espera nuevo cielo de zorzalesSe espera besar el nombre de la noche.

Se espera al pie del mármol y la penaSe espera en aquel día un sin embargoSe espera que el temor calle su bocaSe espera saber al fin: hemos llegado.

13

Flores

(Carlos Pedraza)

Muestra aquí la alegría intención de quedarse.Gavilla de aromas derraman las flores en este vaso.Ningún malestar interrumpe a este silencio del arte,ni dolor ni desarraigo en el lienzo de Pedraza.Ocres y rojos unidos alzan más alto la graciay contento, siempre fragante, este sigilo descalzodel tiempo que se detiene en ojos de unos instantes.

14

De par en par

¿Cómo se hace hablar a un corazónpara sentir el gemido de eternidadque más verde desvela y enaltece?

Como es costumbre en estos casos,quiere la primavera consagrarsus labios al aire libre que crece.

Llevarte, corazón, es haber comenzadoun día desde no sé qué tristezaque no quiere exiliarse del pecho.

Un alma no termina de hablarsey pretende tu buena voluntad mereceren la prolija cuenta de la arena.

Territorios de espera son las palabras.De par en par amanece, el resto del díalo emplearé en silenciarme.

15

El decepcionado

Hubiera preferido mil vecesdecir que sí y estar contento;me habría gustado una presenciaaun de secas ramas sin acaso;hubiese apostado incluso la lenguade las hojas a que sería feliz.

Pero estoy solo otra vezy en milagrosno cree ya mi boca.

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Paisaje

(Pablo Burchard)

Conjunción agreste de tierra silenciosa,Solaz y alivio que enamoran al verseToman en prenda a los ojos, los agracia y traspone.Pablo Burchard labró en esta muda aparienciaUn silbo de ensueño en paisaje chileno.

Hacia el fondo del lienzo el camino se tuerceY nadie sabe si llueve o si un día regreseA sostener su luz la intemperie del tiempo.Mientras elevan los árboles el alma del sendero,Las más hermosas formas corren luego a perderse,a dejar verdades sueltas bajo cielo inclemente.

Algo siempre está igual; algo queda por verse.

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Para tener en cuenta

Del brazo de las horas, aficionadas a mícon pesadilla y mundo, juramentadas en signarel rostro de mis hijos y el de los hijosde sus temores, voy. No saben conciliarseantiguos hábitos de sueño confiadocon un pronóstico de madrugada feliz,algo más convencido que cuando se estámuy triste o el desamparo cundecomo una palabra olvidadaen la punta de la lengua.

Inaudita locura de los sueños.No cesan las fauces del abismo.Parecen expirar los pechos habituales,sus compañías que miran directamente al rostroy se hiela todo menos la sangre del yo siento,del te espero, del vamos caminando.

Si alguien preguntarey yo estuviere muerto,que se tenga esto en cuenta.

18

Para eso

Que la sílaba de tialbergada en la penadesbarate la tinieblaen la orilla del amorque quedara recogida.

Después de todo,para eso vale ser hombre.Para eso.Decir a los ojosdel tiempoocultas razonesde que sabe el pecho.

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Según

"Pondus meus, amor meus" San Agustín

Según sea el peso del corazónalcanzan valor las palabras.Un pájaro sobrevuela, siente alivioy el anhelo por una mujerconoce forma tibia, no saciedad.De ello, lo mismo vale pensarque sentir si hay encuentro.Trémulo silencio; deslízanse palabrasen el relieve de los cuerposy las caricias conocen el valorde los resuellos. Estoy triste.Ahora sigo alegre. Tienes que vercon las sorpresas de mi ánimo.

Todavía lejos queda el alma. Lo sienteel amanecer cuando el primer vuelodel ave esparce tibiezas de nido.De acuerdo al peso del corazónlas palabras son menos lejanas.Que el sueño hable de ti, la forma tibiadescansa; vuelve a ser tuyo el silencioen los relieves del alba.

Este momento sabe algo de eternidaden la boca. Otra vez digo: te quiero.

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En vez de porque no

Para Annamaria Barbera

Jamás elude el vivirsu extrañeza de porque síen vez de porque no.Nadie hay que sepa callarel resuello de sus porosal presentir algo cierto.

Tan inmenso el instanteque a uno le dan ganasde todo, incluso de la nada,desde luego de Diosque ha puesto amistadentre el frágil tiempoy su ternura de Gran Regazo.

En vez de porque no,es hora de que se digaaleluya hasta el mary del verde rocíonuevamente aleluya,siempre y cuando las madresno arrepientan lo vivo.

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A duras penas

A Karen Müller Turina

Vienen del aire palabras,mensajes para los dedos,aliento de hojas renacidas,y la uña de vivir despiertaen ligero rebato de otra muerte.

Que no se apresure la horade los pasos que únicamentea otros pasos encaminan.De los ausentes se encargóla vida al aplacar más prontola inquietud que consumían.

Tuvo razón lo que pensédecirme cuando niño.Luego, sólo quise respirary abrí ventanas, claraboyas,para que el mes huyeray presentí de las nocheslo que el día rechazaba.

Se confió la juventudun largo epílogo,ese enigma del deseocon sueños de prefacio.

Al aire vuelven palabras.El socorro que merezcanserá un hasta prontoo espera que ya regreso.Se trata, aquí, nada más

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de acompañar promesascon manos de alborada.

¿Le sabe bien al corazónsentir propenso un hallazgo?Me propongo únicamentehablar despacio en el árbola quien acepte escucharde su nombre más adentro.

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II

Pedazos de la tarde

a Carolina

Tiempos del otro vivir

"Pero ¿existe algo humano sin imperfección?Y después de todo, bueno, vamos adelante"

K.Kavafis

¿Qué hora de presagio o de recuerdoanuncia lejano y enhiesto el relojde la iglesia parroquial de Casablanca?Probablemente sean las cuatro de la tardey regrese mi abuelo para otra vez despedirseo no dejar de hacerlo tal como lo hizo,con el tranco de su bastón acallándose.

Pudiera ser que nadie hubiese muertoy las cuatro del reloj fuesen sólo tardede presentir a un cuerpo entero dando señasal musitar un dejo de gratitud y recado lento.

Pudiese ser que nadie hubiera muertoy como siempre la mampara ofreciera su cariñomientras se vienen síntomas de no olvidar,de estar a pocos metros de la alta voz parroquialy tantos comensales volvieran a esa orillaa las cuatro de estas señas, a sus vísperas,por las huellas que no besó la muerte.

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Y sin embargo

Al atardecer, sentado en aquella plaza,no era justo decir que estaba solo.Me había enamorado de ti y ansiabaque me hablaran de algo tuyo.Más hosco se mostraba el mundo y tenía yoque ser como los otros, precisamentecomo esos que no estaban enamorados de ti.

Vanas las calles de la ciudad esa tarde.Como un cruel mandato se confirmaba el mundo;dirigía mi soledad al olor de tu sombra,esa misma que tratamos de respirar al unísonopara que no huyera el amor.

Sentado en otra tarde, ya no estoyenamorado de ti; es justo que lo digaestando solo. Y sin embargo, hace tan poco,recién no más el día volvió su rostropara vindicar ese inolvidable modode sentir y estar pensando con un vasode viento en los labios.

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Desde un bus por la carretera

Tan incierta como siluetauna mujer agita su adiósy los labios viajan solos.

A su ventana llamará la tardecuando no estén ya mis ojosy un nuevo adiós haya comenzado.

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Al atardecer

al P. Agustín Martínez, O.S.A.In memoriam

Como habitantes de un antiguo bosquelos amados muertos no cesan de allegarsu levedad premonitoria y el callado labiodel adiós sigue penando. Contigo permanecenen el balcón de unas horas que regresanhasta donde la infancia no soportaríadejarlos marchar, aunque una florbrotara del bolsillo y el amor ofrecierasus mejillas a la luna de los montes.

Debo confesar la compañía de mis muertos;ningún motivo hay para desoír sus compasiones,aunque toda palabra ruborice en la ausencia,así el póstumo honor o la caricia esperada.Para hablarles, un poco de rocío es lo que falta.Acaso olvides renacientes brotesque el adiós albergara alguna vezy para siempre.

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El enamorado triste

¿Existe algo semejante a ticomo respaldo en esta alusiónque de ti voy haciendosin que en realidad seas tú?

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El poema (II)

Inicialmente esperé decirloal modo de brisa anaranjada,sin disculpas en qué distraerlo indispensable. Pero este oficioconsiste en darse cuentay respirar sintiendo una mitadde sol entre los dedoso una cantidad hechizada de niñezpara vivir lo necesario del momento.

Conoce mejor la tardeel ánimo de mis ojos.Viento soy en que se alejanlas horas y tantas cosasque decirle a la vida.De eso habrásde morir, me advierte:de una tarde que te sientainoportuno.

Por mucho menosque unas escasas gotas cayendosobre una piedra distraída,espesa el alma y un aromase abre paso en la sombra.Cosas que decir a la vida.Sólo alusiones de lluviao una mancha de tarde.Nada más que brisa anaranjada.

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Una infancia

Yo fui un niño que tuvo patiocon un perro que se perdió una vezy hasta el día de esta tarde no regresa.

Yo era un niño que olía tierra húmeday fue mío despedirme de momentoscomo si el día acostumbrara a morir.

Yo fui un niño en un patio y ventoleracon más ladridos debajo de la tierra.La nieve parece ahora menos blanca.

Yo era un niño que pactó con lagartijasy queltehues invocando nuevas lluviasen espera de pan con mantequilla.

Yo fui un niño y, de en medio del patio,una acacia con nidos fue arrancada.Los años aún no dicen para qué.

Yo era un niño con un perroal que asustó la muerte muy tempranoy el pálpito quedó mío sin deseos.

Yo quedé niño de patio sin acaciani perro, sin estar seguro de nada más.En los otros quedaba la alegría.

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Biografía mercantil

No resta mucho por decirse.Después de todo, hay mucha gentecon mucha prisa , en muchas calles,obediente de muchos afanes,de compras muchísimas vecescon que ser felices mucho menos.¿Qué resta del sueño de otra primavera?No queda mucho más. Se fue la tarde.

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Tiempos cumplidos

En frente de la ventanase explaya el patio ya maduro.Dormita mi hermana enferma.Más allá de sus ojos platicanlas ramas intermitencia de horas,acaso las más suyas, desde que la abandonan,esperan y desesperan del día que ya vendrá.

Con lentitud la mira el soliloquiosin sospechar lo que piensa,con lentitud y con años que ya no son,y con años que tampoco podrán ser.

A escasos metros de nosotrosmaduras caen las ciruelas,porque el tiempo de sus sazonesha cumplido su trabajo de nodriza.Es hora de que nos dejeny en tanto ya caen, y siguen cayendo,un aroma desprenden hacia lo alto,un silente aroma que tampococorromperá la tierra.

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Canción de lo fugitivo

En el timbre de esta vozrepito tu blando nombrepara sentir que has llegadoy te has ido con la tarde.

Si algo pudiere el amor,dame el minuto que pasa;entre esta boca y la tuyasea el encuentro que salve.

Crujen aún los peldañoscomo una muda comparsa,al pudo ser de este amorse le fugó su milagro.

Cuanto sucede en el tiemposólo después se nos abre,el júbilo y la miseriamucho después de la tarde.

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En playa de Constitución

“Es en nosotros donde los paisajes tienen paisaje” Fernando Pessoa

Mediodía en la arena. Hecho palabrasSostiene el mundo pequeñas confidenciasY remolcan las olas recados de más lejos.Las gaviotas siguen moviendo el cieloY más intrigados nos deja la tristezaEn la voz de una mujer, como si alaO inquietud dieran cuenta al mundo.Todo olvida este momento de voces.El aire es habitual como la tristezaDe callar, de hacer arena el impulsoDe eternizar momentos. Y las gaviotasMueven el cielo y el mar de otro horizonteEsparce su espuma en la orilla. Hay viento,Hay miradas en las voces, hay lo que se escondeal viento y a las miradas de las voces. Los ojosson recados de mar, acantilado y tristeza.No me gusta saber que este tiempo de arenaEmpieza a dar voces para nunca jamás.

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La carreta (Jorge Caballero)

La rueda, el paso, el hombre que cavila.

Absorta de luz, la carretaEn camino hacia quién sabe dóndeY el tránsito del cielo la acompaña.Giran imágenes en tornoDe los ejes y, sin cesar,El sendero abandona las horas.

Toda premura la disipa el vientoQue al campo peina y arreaEn silencio cambiantes nubes.¿Quién guía la carreta de lentas ruedasY polvorosos pensamientos?Parece sencillo existirO caminar ignorando hacia dónde.

Mientras viaja detenida la carreta,Un dentro con un más dentroEs réplica o murmullo de resaca.

La rueda, el paso, el hombre que cavila.

35

Con voluntad placentera

Como decir yo soy con cara de gerundioy olor a cuerpo propio, dejo en clarolo que me une a ti, muerte querida.Cuando no quepa ya más vísperaque una hebra de tarde en los cabellosy agazape el sol su indecisa luzentre mis hombros grises,cogerás en tus labios mi nombrey entonces seré voz de cicatrizpor donde escape el recuerdo.

36

Desencuentro

Las cosas como están pertenecena otros rumbos. Ten calma en el adióscuando dices que has vivido y el modocomo sobreviven los asombros en la hojade eucalipto que una vez escondierasen un libro de poemas y ahora, renovadapara ti, desentendida de prisas y de hastíos.

A tu modo has sido feliz. Acostumbrastea no serlo verdaderamente al despedirte.Y en ello empeñaste el vivir y lo mejorde ti contempló ocasos y mudanzasdel parecer de las horas y del patioque te viera sentir. A menudo fue más elocuentela invalidez de tanta página ansiosa.

Las cosas como están pertenecena otros rumbos. Dejarás que en otrosse diga lo mejor de tus silencios,aunque inútil sientas hablar de frenteo de soslayo a quien nada importarála hora de tu adiós.

37

Riberas del Mapocho

(Alberto Valenzuela Llanos)

Nunca seremos dos veces un río de doble tiempo.Algo así dijo el griego y lo cumple y exponeEste rústico Mapocho con sus benignas riberas.Quizás volvamos a verlo, tal vez no lo hunda el ocaso.¿Se retaca la memoria, la vuelve espesa quien parte?Mucho antes del mar se detiene aquí lo que pasa.Ronqueras y silbidos las voces de estas riberas.Por estar y no estar, de algo muy íntimo hablan.

38

El poema (III)

Del modo con que nace un pronto,Un después, un todavía,El poema desliza su alerta parecerA los pies de tu fragilidad;Todo un gesto de cantar a lo lejosPara que lo intimideEl oído de la mirada de quienVendrá quizás mañana,O la semana próxima, o nunca.

39

De tanta multitud

Para Ambrosio Rabanales

De tanta multitud estamos hechos,De parda soledad y calles y sorpresasMirando pasar las costumbres del solEn las veredas desamparadasDel mucho andar por ellas los adioses.

De tarde estamos hechos y de ansias,Y en tanta soledad nos queda el pechoDiciéndose palabras que no saben decirse,Como una ceremonia de aprecios tristesO suponiendo un alma secreta a cada cosa.

En fática inquietud del alma sola.No existe palabra que no quede en silencio.

40

Cumpleaños no cumplidos

a Mariana Stanley

Desde hace años los recuerdos del patioElevan voces a las que nada importaEl regreso del musgo en la pared fatigada.Respiran los años y dejarán de hacerloAlguna vez, como quien espera conocerLa razón de una temible alegría en el ocaso.

Recién hablaba del tiempo y de los registrosQue el musgo estampa en la húmeda luz.¡Tanto amor no vivido en que sobramos!El patio ha visto por años la misma ternuraVerde de la parra, esa convencida sazónDe los damascos y la memoria nupcial del abejorro.

Vuelve el tiempo a conminar con nuevos énfasis.Comparecer y despedirse cuando el día dejaSu resolana de oro en el rincón de las hojasComo una ausencia impregnada de nosotrosEn el matiz azul crecido en el sosiegoDe cumpleaños que sólo conocerá Su Mirada.

41

III

Palabras de la noche

A Francisca

Apuntes del natural

Día de alborada presentidaEn quien mira y transformaLos dispares pasos de la calleEn destinos imperiososY luego ya no aceptaPensar en imposibles.

Día recluso como decirNo importa o hasta cuándo.

Día taraceado en la memoria de alguna noche cuando no sobróser feliz y la auroranos dejó compartidos.

Día con la tarde a la espalda,Sintiendo que alguien faltaCuando la lluvia se retiraDe las ventanas y tal vezAlguien piense por tu causaEsa felicidad de lo nonato.

Día consintiéndole a las horasSus flamantes dichas imperfectas.

Día queriendo regresarMemoria arriba de la sangre

42

Como aprestando los ojosAl inminente arribo de alguien.

Día en una muchacha que miroEncogerse de hombros,Sonriéndole a la calle,Recluido el viento en su pechoY llevándose la distancia.

43

Cualquier momento

Es hora de regresar a casa.Olvido legan mis pasos.Opté por un decir calladocuando cada cosa parecíaRecién salida de la eternidadY era tan largo el porvenirComo una fecha remota.Ahora cohíbese el deseo,El tiempo es también,además tan poco.

44

Canción de la mano vacía

Tiniebla y asombro seránSi luego de ir y volverNo te encontrare la manoEn honda hora de ser.

Tus ojos predicen lluviaDe noche en prisa de albor,En el cuenco de las manosSigue creciendo un clamor.

Noche será en el labioSi no te cansas de verCalle y beso en su partidaCon su extraño no querer.

45

Nadie pretenderá

De todos modos restra por vivirseOtro día generoso de extrañeza.Hago presente algo que no consiguePalabra en mí, ni un poco de quietud.¿Podrías reconocerme cuando aquí hablo,Remoto y próximo como recuerdo,alzando de la noche una memoria de alba?

Que mañana deje atrás el afligido rostrodependerá de Su Voz en la cara de la rosa.Nadie pretenderá que tu amoren estos ojos se quede.

46

Ritual de los andenes

a Teresa Calderón

No me siento en la puerta de calle A decir a quienes saben vivirmejor que yo, qué deberían hacerpara no ser mejores que yo.El día se lo pasa preguntandopor qué está siempre de noche.Dice llamarse lunes cuando es sábado;dice ofenderle el peso del vacío.

Imposible saludar la ventanasi el día no acepta sentirse aludido.En todo momento escucho la voz cautivadel recuerdo que, por mucho, mucho tiempo,ha oficiado el ritual de los andenes.

Nunca dará igual escribir de sueñosque disponerse al umbral rebeldea toda huida del amor. De eso entiendenquienes miran sin habla la penumbray el espectro furtivo de las sombras.

Después, ya no sabe qué hacer con tanta noche el día.

47

Pedazos enteros

Urgentes tus manos para acercar Los labios que merece la noche;Alegran ellos toda vísperaY hacen rebrotar aromosEn el centro del paisaje.

Que se aleje más prontoLa muerte y su proclamaDe crujidos desdentadosY aldaba en el vacío.

Me convierto en adicto a tiCuando recala el otoño,Aunque sé que la dichaProviene de más lejos,Mucho antes de hablarteEn el idioma de la noche.Y todo esto aun cuandoUno deba olvidarse de ausenciasY complacidos recados de la pena.Entonces, ¿por qué no escribirUnas cuantas palabrasEn que el adiós sea bienvenida?

48

Voz de girasoles

Esta palabra mira a las estrellasY cree escuchar de sus labiosLas cuentas de nuestro origen.

Poco antes fue la voz de girasolesQue regresaban de la tardeY no por eso menos dispuestosAl repliegue de la nochePara dar vueltas al mundoY encontrarse contigo.

Las estrellas no miran esta palabra;creen escuchar de sus labioslas cuentas de nuestro olvido.

49

El adiós seguirá dando que hablar

Pareciera que sólo resta de los muertosUn mensaje no dicho en la espuma de la mareaY la pena aprende un habla de elogios a destiempo.El anochecer dice algo de cuerpo replegadoY alma encinta y errante. Se disputa al silencioOcasión de comprender los recelos del pecho.Un arrebol lega el alma en la blanca noche del viajero.El adiós seguirá dando que hablar. Alguna vezTerminará el tiempo de enamorarse de nosotros.Dicen que al desprenderse una presenciaUn ángel acude pronto a nuestra cabecera.

Muertos, entierren a sus muertos.

50

Se abre paso una voz

Las ventanas han aprendido a no sufrir,A no sufrir como los ojos de quienes sufren.Alguien toca una sien, desván que hospedaUn todavía, y en vano huyen las miradasDe las ventanas que no sufren como los ojos.

Fijamente perduran las ventanas impasibles,Con parsimonia de eternidad que empieza.Se abre paso una voz y cumple su destino.Ha dicho te quiero, algunas veces, y la sienEntiende que el ayer se mudó contigo.

Más allá de los vidrios no retroceden los ríos.¿Arrastran únicamente el légamo de propios sinos?También pregunta la noche por ojos que no volvieron.

51

Sólo para ti

Sólo para ti se escribieron estas palabras. Las sintieron días enteros de acariciarFacciones que la memoria aviva cuandoEstá complacida la tristeza. Con pielDesengañada y zozobra fueron dichas,Incluso el raído viento de los sueñosAbrió de par en par las nochesPara hacértelas propicias.

Como siempre que de anhelos se trata,Estas palabras color damascoSobre un fondo de cielo distraído,Las recibirá el vivir de quienesNo pensó la fervorosa soledad.

De todos modos, quiero recordarteEsa esperanza de un día no lejano,Cuando tú deshojabas mi nombreY era innecesario despedirse.Ahora tú eres el único afánDe estas palabras, el único destino;Mientras que yo, el prendado de la noche.

52

Pero lo digo

A Lorena Moya

Ya pronto cederá la noche.Volverá a trepidar el mundoY devastar más ligero.Nada fascínale tantoComo ilusiones que marchanA una meta imposible.

De sonreír desengañadoQuedo en blanco y en pena.En mí pactan las nubesUn trayecto inseguro.Estoy en vilo, en revés;Séquenme las lágrimas.Parece no importar si yo lo digoY continúa la compra y ventaDe ilusiones que marchanA una meta imposible.Séquenme las lágrimasQuienes sepan llorar todavía.

53

A quien lega indefensión

Siento rondar la amenazaDe que seas únicamente túY yo no alcance olvido.Razón no tiene la vida;Habla de adiós su saber.A nadie importa, ni a ti,Este júbilo que te emulaSi lo permite la tristeza.Por ti se envalentona el albor,Mas la noche no escampa.

54

Detrás del ruido

“Porque el título de poetaLlega sólo con la muerte”

Robert Graves

Elegí hablar despacio,Según despréndese de mi color sepia,Sin ceder jamás ni ser culpablesMi nostalgia de quién sabeNi la esperanza de Puerto.

Elegí hablar directamenteComo pensando en dóciles ojosCuando se está más íntimo de congojaY en ella la Vida acepta adivinarse.

Conjugué el verbo de que estoy hechoY del asombro se valió el silencioPara decir muy cauto: ¿qué te parece?El amor tomó dirección opuestaA su hincapié de respirar alejándose.

Elegí hablar despacio del ruidoSin condicionar lo escrito a una ganancia.Hablé, como de paso, confiandoEn el secreto de alguien que acasoRecuerde o prefiera ignorar de qué modoPuede acogerme su ternura.

55

Sic transit gloria mundo

Ni conforme ni triste.Sólo viaja hacia tiesta misiva de arena.

¿Qué podría decirteeste párpado leve,delicado misteriocon pestañas de viento?

¿Poderosa tu belleza?No confíes que el tiempote ha olvidado o que duerme.

56

Coyhaique

Es preciso llegar, descender, sentir la bienvenidaDel silencio y regresar la voz que no ha sabido olvidar.Ya viene la noche, el humo blanco de las estufasY su enjambre de luces como luciérnagas,Y uno presiente secretos en los lejanos picachos.El sol deberá esplender cuando el viento esparzaSu afecto y los árboles sean manos lastimadasDe tanto resistir y dar mensajes con su rabel de frío.

Me gustaría no sobraran en ti estas palabrasY la emoción creciera en la mirada del paisajeComo quien conjura su adiós en la prisa de los ríos,Suponiendo que una voz pueda escucharseY el aroma de la noche permanezca.

57

Pues si vemos lo presente

A José Afranio Moreira Duarte

Uno escucha al corazóny se torna más tímida la nube.

Como un puñado en las aguasnuestros afanes de tiempo.

Acaba pronto vivir aquíen las orejas de los ríos.

¡Oh, el párpado que baja el mar!

58

Eso nada más

A Gustavo Dono-so

Si consideramos el rumbo de las cosas,En poco tiempo nuevas ausencias habráY también otras palabras con qué recordarlas.Acaso empiece el viento a demostrar que el vivirNo basta, digo vivir tiempo que pasa. PeroHablar de quienes ya no están es un modoDe acostumbrarse a lo que desuella la mirada.

Mientras consideramos el rumbo y las cosas,Un leve desaire enseñoreaEl fatigado imperio del azar,Pero no en Quien te espera.Eso nada más.

59

Ser de río

¡Cómo no sentir que soy un río!

El mar me atrae a sí

Ola en la ola

Hora por hora

Ola en la hora

60

Ora pro nobis.

“Y un alma si quiere conocersea sí mismaen otra alma ha de contemplarse”

Platón

61

Índice General

I. Pedazos del alba

Buenos díasA los pies de tu nombreConsideraciones de un locoAsí pasan los añosCredoEsos deseosEl poema (I)MañanaLas esperasFlores (Carlos Pedraza)De par en parEl decepcionadoPaisaje (Pablo Burchard)Para tener en cuentaPara esoSegúnEn vez de porque noA duras penas

II. Pedazos de la tarde

Tiempos de otro vivirY sin embargoDesde un bus por la carreteraAl atardecerEl enamorado tristeEl poema (II)Una infanciaBiografía mercantilTiempos cumplidosCanción de lo fugitivo

62

En pla de ConstituciónLa cerreta (Jorge Caballero)Con voluntad placenteraDesencuentroRiberas del Mapocho (Alberto Valenzuela Llanos)El poema (III)De tanta multitudCumpleaños no cumplidos

III. Pedazos de la noche

Apuntes del naturalCualquier momentoCanción de la mano vacíaNadie pretenderáRitual de los andenesPedazos enterosVoz de girasolesEl adiós seguirá dando que hablarSe abre paso una vozSolo para tiPero lo digoA quien lega indefensiónDetrás del ruidoSic transit gloria mundiCoyhaiquePues si vemos lo presenteEso nada másSer de río

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