patrimonio subacuÁtico 2010
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Publicación cultural de “La Industria” Chiclayo-Trujillo (Perú), Febrero de 20104
Rescate
Antecedentes
os naciones y veinticinco descen-
dientes de quienes estaban a bordo de la
fragata de guerra española Nuestra Seño-
ra de las Mercedes –que explotó en 1804
por los cañonazos ingleses en las aguas
internacionales alrededor de Gibraltar–,
se disputan entre sí y con Odyssey, em-
presa buscadora de tesoros subacuáticos,
ante una corte en Tampa, Florida, EEUU,
la propiedad de sus tesoros específica-
mente de 594,000 monedas de oro y pla-
ta de las aproximadamente 900,000 que
cargó en el Callao y Montevideo.
Esta ingente cantidad de monedas
–mayoritariamente de plata– eran los
ahorros del segundo en el mando de esa
fragata, don Diego de Alvear y Ponce de
León (1749-1830) cuya esposa y siete hi-
jos perecieron en el ataque inglés. Se sal-
varon él y su hijo mayor Carlos María por
estar en otra nave, ambos fueron llevados
como prisioneros a Inglaterra y hoy sus
descendientes están en ese país, así como
en España, el Perú, Argentina y Uruguay.
Odyssey Marine Exploration (OME),
siguiendo la ancestral tradición de la pira-
tería de océanos y mares, expolia el patri-
monio subacuático de la humanidad tergi-
versando los hechos, en base a las investi-
gaciones efectuadas desde Sevilla, por el
historiador italiano Claudio Bonifacio. En
mayo del 2007 anunció haber encontrado
la fragata española Cisne Negro, en aguas
internacionales frente al Portugal y por su-
puesto ha seguido manipulando la infor-
mación al respecto. Esta empresa también
afirma que cual sea la decisión de la justi-
cia estadounidense seguirá depredando
–o rescatando para algunos y algunas– el
patrimonio subacuático.
Los hechos históricos y la jurispruden-
cia internacional, según los jueces estado-
unidenses Mark Pizzo y Steven D. Merry-
day, evidencian que el buque hundido y
su cargamento constituyen un indivisible
y la fragata Nuestra Señorade Las Mercedes (1804-2010)
Mariana Mould de Pease
ble de inmediato– de la carga de la Mer-
cedes es decir, de las monedas de plata y
oro. Los medios de comunicación lime-
ños han difundido que las monedas per-
tenecen al Perú porque se trata de piezas
acuñadas en la Casa de Moneda de Lima.
El abogado Carlos Ramos considera
que el juez emitió sentencia en consonan-
cia con los intereses de España, postuló
una inconsistencia crucial: el Perú no ten-
dría derecho a reclamar dichos bienes
debido a que en el momento del hundi-
miento, 1804, no era un Estado sino una
colonia del reino. Asimismo, desea que: el
equipo jurídico del Estado Peruano utilice
una argumentación histórica y no se limi-
te a la tesis simplista del lugar de la acu-
ñación ni al recurso de una soberanía
inexistente en esa época. (El Comercio de
Lima, 29 de diciembre del 2009)
De la Nación a la
República Peruana
Los jueces Pizzo y Merryday sustenta-
ron que la República del Perú no existía
en 1804, ya que era una colonia de Es-
paña y así desestima los reclamos de
nuestro país a las monedas de oro y plata
acuñadas en Lima que forman parte del
tesoro de la Mercedes.
El argumento peruano es geográfico
porque se sustenta en que la plata y el
oro provienen del territorio de nuestro
país como heredero del virreinato de Es-
paña en los Andes, también esgrime de-
rechos patrimoniales sobre este bien cul-
tural. Evidentemente, las autoridades pe-
ruanas no han considerado que las minas
de Potosí están en territorio boliviano
desde 1825 como les recuerdan estos jue-
ces estadounidenses, cuyo argumento his-
tórico propicia la articulación del mundo
hispano andino en el siglo XXI. Las per-
sonalidades peruanas que tienen a su car-
go este reclamo –que ya es un hito en la
política cultural exterior– tampoco tienen
bien que pertenece a España, como se
puede verificar en la sentencia –redactada
en inglés– que se encuentra en Internet.
Odyssey así como el Perú con los des-
cendientes peruanos de los Alvear se pre-
sentarán respectivamente ante el Tribunal
de Apelaciones de Atlanta, EEUU, para
obtener la parte rentable –y comercializa-
La propiedad del patrimonio subacuático
Así debió mostrarse el buque de guerra español Mercedes al navegar. Se trata de una fragata construida en1788 por los ingenieros navales de los astilleros españoles ubicados en La Habana, Cuba. ActualmenteOdyssey ha encontrado 17 cañones del tipo que la Mercedes debió llevar para defenderse. La información deOdyssey es confusa pues inicialmente denominó a esta fragata Cisne Negro para engañar a las autoridades.
Publicación cultural de “La Industria” Chiclayo-Trujillo (Perú), Febrero de 2010 5
en cuenta que la República del Perú no
ha ratificado la Convención sobre la Pro-
tección del Patrimonio Cultural Subacuá-
tico aprobada por UNESCO, en el 2001,
ya ratificada por España en el 2004 y su
finalidad es la negativa a la explotación
comercial de los vestigios que han queda-
do en los fondos marinos; así como la co-
operación entre Estados con miras a sal-
vaguardar este patrimonio y hacer cobrar
al público conciencia de su importancia y
propiciar la formación en arqueología
subacuática.
Pizzo y Merryday consideran que por
la Capitulación de Ayacucho de 1824 Es-
paña entregó al Perú todos los territorios
y sus objetos dentro de dicho territorio.
Asimismo, que España y el Perú suscri-
bieron en 1879 un tratado de paz y amis-
tad que debidamente ratificado aseguraba
el completo olvido del pasado así como
una sólida e inviolable paz entre la Repú-
blica del Perú y Su Majestad el Rey de
España.
Conclusión al siglo XXI
El fallo judicial precisa que por más de
doscientos años desde que explotó la
Mercedes, sus bienes materiales y sobre
todo los restos humanos de sus ocupan-
tes no han sido perturbados; asimismo,
que por la ley internacional y la solemni-
dad de su memoria, España tiene intere-
ses soberanos en su preservación.
José María Moncasi de Alvear, des-
cendiente de Diego de Alvear y Ponce de
León, quiere recuperar su memoria y
para ello ha establecido una fundación en
Cádiz, el puerto al cual debió entrar la fra-
gata Nuestra Señora de las Mercedes, en
octubre de 1804, como puente de unión
entre España y América, en especial con
aquellos países en los que su legado ha
dejado huella. Este comunicador social se
gobierno en la defensa del patrimonio ar-
queológico subacuático. A juicio de estos
Alvear, es clave garantizar que la protec-
ción y recuperación de los yacimientos ar-
queológicos submarinos sea llevada a
cabo por arqueólogos e historiadores que
se preocupen por salvaguardar la memo-
ciando procesos de coordinación y su-
mando esfuerzos que se están realizando
en el mapa de todas las costas españolas
junto con la creación de equipos de ar-
queólogos y científicos altamente califica-
dos que inaugurarán una nueva era de
conocimiento de nuestra memoria naval.
Colofón
Esta es una apretadísima síntesis de
una controversia transatlántica muy pro-
pia del siglo XXI sobre el dinero y la ética
de la preservación del patrimonio cultural
como elemento de particular importancia
en la historia de los pueblos, las naciones
y sus relaciones mutuas en lo concernien-
te al bien común.
Este es un aspecto de la historia que
no puede ser soslayado ni ignorado por
los abogados, diplomáticos y expertos en
numismática peruanos que han pedido a
los jueces estadounidenses definir la titu-
laridad de la carga, porque con su igno-
rancia nos marginan del devenir histórico
inmediato de la humanidad. La margina-
ción del concierto de las naciones nos
empobrece; por ello, insto a las autorida-
des peruanas que no se pongan a lado de
los y las piratas del siglo XXI ante la justi-
cia estadounidense y que consideren que
el Perú debe ser coherente con sus oríge-
nes hispano andinos y hacerse presente
en la Fundación Diego de Alvear y Ponce
de León.
* 2008 “De la actualidad del patrimonio subacuáti-
co” Lundero, Revista cultural de La Industria, Tru-
jillo – Chiclayo. (Perú). Año 30. N° 350.
ha propuesto revalorizar la contribución
de su antepasado a la historia de España,
a la cabeza de la mayoría de integrantes
de la amplia familia Alvear –aproximada-
mente 1,500 descendientes– que no quie-
ren parte del tesoro, por eso, apoyan a su
ria histórica y no solamente por las ga-
nancias económicas.
Así –como se puede comprobar en su
blog– afirma:
Nos congratula saber que el Gobierno
español, a través de la Armada, está ini-
La Mercedes al explotar desparramó su precioso cargamento de aproximadamente 900,000 monedas, en su gran mayoría de plata ya que sólo llevaba unas cuantas de orosegún los registros históricos de la Corona Española. Odyssey ha extraído unas 594,000 monedas con una abrumadora disparidad entre las de oro y las de plata y no hapodido explicar a la Corte estadounidense –con evidencias documentales impresas– esta confusión de evidencias.
José María Moncasi de Alvear, posa con dos lienzos de su antepasado don Diego de Alvear, capitán de la Merce-des en torno a cuya figura se ha propuesto cohesionar el mundo hispano americano con la puesta en valor delcargamento de esta fragata. Este aristócrata y publicista español presenta sí una propuesta –transparente y ve-raz– para defender y preservar el patrimonio cultural subacuático como bien común de la humanidad.
Gor
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ejar
cegu
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El
Paí
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Esp
aña
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