número 15 de junio de 2004 por josé a. estévez araújo
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Número 15 de junio de 2004
Notas del mes
ZP: primeras nubes
Por Juan-Ramón Capella
La ampliación de la Unión Europea hacia el Este
Por José A. Estévez Araújo
Mercenarios en Irak
Por José A. Estévez Araújo
Las torturas, una y otra vez
Por Antonio Madrid
Análisis financiero de los trasvases del PHN
Por Pedro Arrojo Agudo
De otras fuentes
La izquierda guerrera
Edward Herman
La Biblioteca de Babel
El nuevo imperialismo
David Harvey
Estúpidos hombres blancos
Michael Moore
Guía para una mundialización alternativa
Francisco Fernández Buey
John Coltrane. Jazz, racismo y resistencia
Martin Smith
Foro de webs
Observatorio de Corporaciones Transnacionales
Más sobre el Fórum Barcelona 2004
Revista "Pensamiento Crítico"
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ZP: primeras nubes
Juan-Ramón Capella
El gobierno de ZP echó a andar con algunas importantes decisiones
esperadas: retorno de los soldados de Iraq, gobierno paritario, y una actitud
de diálogo. Pero ya aparecen las primeras nubes encargadas de recordarnos
lo que es un gobierno de este Psoe convertido en un partido atrápalotodo,
más populista que obrero. Que ni siquiera hace una política socialdemócrata
en serio —para eso ya está ahí Izquierda Unida, en el antiguo sentido de la
expresión— sino una política que acabará por apagar los entusiasmos que
suscitó la victoria popular.
Aquella victoria la logramos todos y no sólo el Psoe: echar del gobierno al que
se dice —la mentira hasta en el nombre— Partido Popular (el PP es un partido
decididamente antipopular).
Una primera nube sobre ZP es la convocatoria de una reunión del Pacto
Antiterrorista sin ampliarlo a los demás grupos políticos. Eso revela que de
momento ZP prefiere, en lo tocante al antiterrorismo, el acuerdo con el PP a
un acuerdo con todas las fuerzas políticas. Que se ilegalice a HZ no es
tampoco una buena noticia, sino todo lo contrario, desde el punto de vista de
la salud democrática del sistema político.
Otra nube, o nubarrón, es el abandono a su suerte del Polisario en el afán por
mejorar la relación con Marruecos entorpecida por Aznar. Ésta es una
vergüenza que casa mal con la pretensión de realizar una política
internacional basada en principios.
Más nubosidad cuando este gobierno no ha sido capaz de cerrar el grifo al
despilfarro de dinero público en la boda del heredero de la corona, ni haber
modificado el planteamiento escenográfico de esa celebración, más propio del
nacionalcatolicismo que de los valores laicos constitucionales. ZP ha tolerado
un teatro de estado inconsistente con un país donde muchas familias tienen
dificultades para llegar a fin de mes.
El intento gubernamental de ponerse de acuerdo con el PP para limitar a la
institución del Senado y a la elección directa de los alcaldes las reformas del
sistema constitucional y político parece una simple operación de revoque de
fachada. Los problemas que tiene planteados la democracia en andrajos que
han dejado González y Aznar no se resuelven sin un avance substancial del
proceso de democratización que levante las hipotecas existentes. Y eso va
mucho más allá de los proyectos que deja entrever el gobierno ZP.
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Y los más inmediatos nubarrones, que anuncian tormenta, son las buenas
migas del gobierno con el proyecto de lo que llaman constitución europea.
Aquí el movimiento altermundista tiene que plantarse. Una construcción
europea basada en la sola ampliación del mercado, pero no en la construcción
de instituciones efectivamente democráticas, es un escarnio. Merece el
rechazo y la desobediencia. Como europeos, no somos ciudadanos. El
Parlamento europeo tiene escasísimas atribuciones y casi ninguna capacidad
de control. Y es lo único europeo que votamos. Los derechos sociales no
quedan garantizados en ese proyecto pseudoconstitucional de tecnócratas
calificados de "notables" (algunos son notablemente rapaces). Esta Europa
otanizada, que permite a Estados Unidos sustraerse al Tribunal Penal
Internacional, con las consecuencias de todos conocidas, es en realidad la
Europa despreciable. La que queremos no es ésta. Tampoco es lo nuestro el
futuro "ejército europeo" que se trama a espaldas de los ciudadanos de
España, Italia, Francia, Alemania, Holanda A efectos europeos no somos
ciudadanos sino simples súbditos.
Demasiadas nubes en poco tiempo. Y eso que, por la cortesía acostumbrada
en estos primeros pasos, no se ha hablado aquí de política económica.
6/2004
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La ampliación de la Unión Europea hacia el Este
José A. Estévez Araújo
El pasado día 1 de mayo se incorporaron diez nuevos países a la Unión
Europea. Con la excepción de Chipre y Malta, todos formaban parte del
antiguo "bloque soviético". En otro lugar he señalado que esta ampliación
tiene un componente "neocolonialista" y que no ha habido propiamente
negociación, sino imposición unilateral de las condiciones de adhesión.
Los resultados de esa política egoísta han sido cuantificados. Los indicadores
acerca de la calidad de vida en los países del Este europeo son netamente
negativos: aumento del desempleo, incremento de los precios, pérdida de
poder adquisitivo de los salarios, aumento de personas viviendo por debajo
del umbral de la pobreza; pero también incremento de la mortalidad infantil,
disminución de la esperanza de vida y reaparición de enfermedades que
parecían definitivamente erradicadas. Las condiciones para el ingreso en el
"club de los selectos" han sido realmente duras.
No obstante, no existen evidencias de que se vaya a producir una
convergencia real exclusivamente como consecuencia de la integración
económica y de los mecanismos de mercado. Por ello, la ampliación no
garantizará un progresivo acercamiento de los niveles de renta y riqueza de
los países del Este al de los Quince. Además, el Presupuesto comunitario ha
quedado congelado en un 1,27% del PIB, lo que supone en la actualidad unos
90.000 millones de euros. Esto significa que un mismo volumen de fondos
comunitarios con finalidad redistributiva deberá ahora repartirse entre un
número mayor de países.
Por su parte, los gastos agrícolas también se han estabilizado en unos
cuarenta y tres mil millones de euros, quedando congelados hasta el año
2013, de acuerdo con la resolución del Consejo de Ministros de 29 de
septiembre de 2003. Esto significa un handicap importante para unos países
en los que el sector agrario ocupa a nueve millones y medio de personas y
que tendrá que competir con la moderna agricultura de los estados
occidentales. No sólo se trata de que sean más países a repartir, como en el
caso de otras partidas presupuestarias, sino también de que los países del
Este estarán excluidos de entrada de determinados subsidios agrícolas, como
las ayudas directas.
Por lo que respecta a los trabajadores, éstos no podrán emigrar y establecerse
libremente en los países del Oeste de la Unión Europea, es decir, no serán
titulares de uno de los derechos que configuran el núcleo del mercado único y
4
de la ciudadanía europea: los países occidentales temen una avalancha de
emigrantes del Este. Por eso, durante las negociaciones para la adhesión,
Alemania y Austria lucharon por limitar durante siete años la admisión de
trabajadores polacos, eslovacos, letones y checos. De acuerdo con la solución
finalmente adoptada, cada Estado miembro puede restringir el acceso de
trabajadores del Este durante dos años, ampliables a tres, sin justificarlo. A
partir del 2009, será necesaria la autorización de la Comisión.
El apoyo a la ampliación ha disminuido entre la población de la Unión
Europea, manifestándose a favor sólo un 47% de la misma. Han empezado
también a darse brotes xenófobos, que dibujan escenarios en los que miles de
gitanos procedentes del Este se instalan en nuestros países para
aprovecharse de los servicios sociales. Estos hechos han determinado que
algunos países como el Reino Unido hayan anunciado que adoptarán
restricciones. Otros, como Holanda, ya lo han hecho, limitando a 22.000 el
número de trabajadores del Este que piensan inicialmente admitir.
Por tanto, aunque los países del Este hayan tenido que aceptar las
obligaciones impuestas por los tratados de adhesión y por el "acervo"
comunitario (las ochenta mil páginas de normativa europea), sus ciudadanos
no entran en pie de igualdad en la Unión: sus agricultores no tendrán
subsidios y sus trabajadores no tendrán derecho a establecerse en occidente.
Serán ciudadanos europeos de segunda clase.
6/2004
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Mercenarios en Irak
José A. Estévez Araújo
Durante la semana del 12 de abril se produjo el secuestro de cuatro italianos
en Irak y posteriormente el asesinato de uno de ellos. Los secuestrados eran
mercenarios contratados por una firma norteamericana. Pero el gobierno y
muchos medios de comunicación italianos los han tratado como héroes. Ahora
ya tienen una razón para que estén allí los soldados italianos: vengar la
muerte de su compatriota. Las guerras acaban legitimándose a sí mismas.
Una vez que se ha invadido un país ya no se puede uno marchar, porque eso
sería un acto de cobardía. Por suerte, Zapatero ha tenido reflejos y ha
ordenado la retirada antes de que haya una masacre de soldados españoles.
En cualquier caso, el secuestro de los italianos ha puesto sobre la mesa un
nuevo problema: el de la gran cantidad de "soldados de fortuna" contratados
por empresas de seguridad que están operando en Irak. Se habla de unos
quince o veinte mil. Y realizan no sólo tareas de guardaespaldas para
directivos de multinacionales, sino también misiones auténticamente bélicas
por encargo del Pentágono o del Departamento de Estado norteamericano.
Se trata de una forma de "externalización", que limita el número de
"víctimas", pues los mercenarios, aunque sean estadounidenses (que muchos
no lo son) no vuelven a su país envueltos en la bandera. También aminora las
dificultades políticas de incrementar los contingentes: en lugar de solicitar una
autorización al Congreso para enviar más tropas, se contrata a una compañía
privada para que lleve a cabo una serie de operaciones militares
(entrenamiento de policías iraquíes, defensa de determinadas instalaciones o
escolta de los convoyes de suministro). El mismo proceso de externalización
que ha tenido lugar en el sector de la producción industrial se está dando,
pues, en el sector militar.
Por otro lado, se trata también de una privatización de la guerra misma. La
imagen de empresas multinacionales armadas con ejércitos de mercenarios y
lanzadas a la conquista de un país no parece ya una novela de ciencia ficción.
En Irak, en parte, eso está ocurriendo ya en estos momentos. Y las firmas de
seguridad están solicitando que se permita a sus hombres disponer de equipo
militar pesado y de apoyo aéreo propio. La feudalización avanza, pues, a
marchas forzadas. Ya no sólo se ha disgregado la soberanía, sino que los
propios ejércitos se están convirtiendo en privados. ¿Hasta dónde llegará
esto? ¿Viviremos una nueva Edad Media en la que tendremos que jurar
fidelidad a una multinacional a cambio de su protección? Las perspectivas son
terribles a poco que uno deje volar la imaginación.
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Mientras tanto, los ciudadanos italianos, con la misma sensatez que los
españoles, siguen pidiendo a su Presidente, Berlusconi, la retirada de las
tropas de Irak. Se lo piden con múltiples banderas multicolores con la palabra
"paz" colgadas de los balcones. Se lo piden también en concentraciones como
la del 25 de abril, día de la liberación de Italia. Retirarse de Irak no es un acto
de cobardía, sino un acto de justicia. Se trata de liberar a una población que
fue invadida en base a mentiras y que ahora es masacrada por los mismos
que dijeron que iban a liberarla del dictador que la oprimía.
6/2004
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Las torturas, una y otra vez
Antonio Madrid
A principios de mayo, los medios de comunicación masivos dieron publicidad a
fotografías repugnantes, confirmando de esta forma que efectivos de las
tropas estadounidenses e inglesas estaban torturando a detenidos iraquíes.
Estas fotografías llegaban con retraso. Hacía tiempo que circulaban en la red
vídeos y fotografías sobre estas mismas prácticas. Tanto los gobiernos de
Estados Unidos, como de Gran Bretaña, conocían esta situación.
Lo que ha cambiado a partir de mayo es la amplia difusión que han alcanzado
algunas de las fotografías. Por más que desde ese momento se oye el rumor
de las vestiduras al rasgarse, no hay que confundirse, una cosa es que los
poderes estatales se inquieten ante la publicidad y otra bien distinta es que
tengan voluntad real de acabar con las torturas.
Amnistía Internacional expone en su Informe 2004 que durante el año 2003 se
maltrató y torturó en 130 países. El informe detecta un claro incremento de
esta práctica estatal. España es uno de estos países en los que la tortura es
una realidad de Estado. Tanto el Consejo de Europa como la ONU, mediante
sus respectivos comités contra la tortura, han denunciado la situación
española y han presentado propuestas tendentes a dificultar y evitar las
torturas. El gobierno del PP las rechazó y el actual gobierno del PSOE hace lo
mismo. Hay dos medidas propuestas por los organismos internacionales que
podría adoptar el actual gobierno: reducir el tiempo que se puede mantener
incomunicado a un detenido —pasó de 5 a 13 días en 2003— y admitir que un
médico de confianza pueda reconocer al detenido. Mientras no se adopten
éstas y otras medidas de prevención, más vale guiarse por lo que hacen los
poderes estatales y no dejarse engañar por lo que dicen.
El poder trata de silenciar, negar y hacer olvidar aquellos sufrimientos que le
incomodan. Ante esto hay tres cosas que como mínimo podemos hacer: luchar
por saber la verdad como forma de evitar que impere el engaño, la mentira y
la manipulación; no caer en la impersonalización del sufrimiento —los
torturados son personas con rostro, sentimientos, seres queridos, nombre se
tenga o no fotografías de ellos— y mantener la memoria histórica del
sufrimiento que han soportado y soportan las personas como cuestión política
irrenunciable.
Las torturas practicadas muestran, además de un modelo repugnante de
actuación, un modelo de formación. Los futuros torturadores son
seleccionados y enseñados en los centros de formación militar. En los años
8
sesenta el militar francés Roger Trinquier puso por escrito —Le guerre
moderne, La table ronde (1961) y Guerre, subversion, révolution, R. Laffont
(1968)— las técnicas a utilizar en los interrogatorios, incluida la tortura. La
batalla de Argel refleja de forma tan fidedigna estas técnicas, que los propios
servicios secretos franceses la utilizaron para aleccionar a sus efectivos. Estas
prácticas luego fueron enseñadas en las escuelas militares de Estados Unidos,
cuyos discípulos las aplicaron en Vietnam. De aquí se extendieron por
Argentina, Chile De todo esto hay que guardar memoria colectivamente.
Ante las fotografías que han sido publicadas, cabe preguntarse en qué
condiciones han sido hechas: por indicación de los propios mandos
político-militares, a petición de los soldados... No parece haber improvisación,
tampoco cámaras ocultas. La cuestión, y las consecuencias que se derivan de
ello, son terribles. Hablan de una estructura estatal que utiliza el terror
—terrorismo de Estado— para destruir personas. Ante esto bien vale la pena
hacer que se sepa la verdad y fomentar las resistencias ante esta
manifestación repugnante de la arbitrariedad estatal. El estado que utiliza o
ampara el terror en su actuación es un estado terrorista.
6/2004
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Análisis financiero de los trasvases del PHN
Pedro Arrojo Agudo
Tras un prolongado y sospechoso silencio, el anterior Gobierno del Partido
Popular acabó publicando el documento "Estudio sobre régimen de utilización
y tarifas", en el que se presentaba la estrategia financiera de los trasvases del
Ebro previstos en el PHN. TRASAGUA, la empresa pública que gestionaría tales
trasvases dispondría de las siguientes fuentes de financiación:
30% de la inversión procedería de Fondos Europeos a fondo perdido,
30% serían fondos públicos sin interés y devolución a 50 años,
40% del mercado de capitales al 4% de interés.
Trucos que oscurecen el fraude a la hacienda pública
Aparte de emplear el 30% de fondos públicos europeos como subvenciones
directas a fondo perdido, el otro 30% de fondos públicos acaba convirtiéndose
en otra subvención a fondo perdido encubierta.
No sólo no se asignan intereses, ni se devuelve un Euro hasta pasados
cincuenta años, sino que ni siquiera se compensa la inflación, con lo que se
erosiona enormemente el pago de la deuda.
El cobro de las tarifas y cánones se emplean íntegramente en amortizar de
entrada el crédito externo al 4%; una vez amortizado, TRASAGUA retendría los
siguientes pagos, en lugar de devolverlos al Estado, obteniendo un interés del
3% que acumularía para pagar el crédito al final de los cincuenta años.
El crédito externo se asume que sería a un interés del 4%, en el cual se
incluiría un 2% de inflación, lo que dejaría el interés neto en el 2%. Como tal
crédito sería imposible en los mercados financieros, se supone que el Estado
avalaría el préstamo, asumiendo una subvención implícita en forma de riesgo.
Desde esta estrategia, el coste repercutible por amortización sería de 0,044
€/m3. Si se devolviera el 30% de capital público por anualidades desde el
principio, compensando cuando menos la inflación con un 2%, para evitar la
erosión del valor reintegrado, el coste de amortización sería de 0,0623 €/m3.
Si se asumiera el principio de recuperación íntegra de costes que recomienda
la Directiva Marco de Aguas, se debería aplicar, cuando menos, ese interés del
4% a todas las inversiones, lo que supondría una amortización de 0,11 €/m3.
Ello supone que el nivel de subvención directa u oculta que pretende aplicar el
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Gobierno en lo referente a la amortización de las inversiones previstas
acabaría siendo del 60%.
Costes de gestión, mantenimiento y administración
El citado documento financiero reconoce, sin explicar razones, un aumento de
los costes energéticos que dobla la previsión presupuestaria del Documento
de Análisis Económicos que en el 2000 presentó el mismo Gobierno como
anexo al PHN. El montante de los costes de gestión, mantenimiento,
administración, afecciones y compensaciones se eleva a 215.457.002 €/año,
lo que supone, supuesto que se trasvasaran cada año los 1050 hm3, un coste
medio de 0,205 €/m3.
Sumando estos costes a los de amortización antes reseñados, resultaría un
coste total medio a repercutir a los usuarios de 0,25 €/m3 (es decir, 41,5
pts/m3). Tal precio estaría ya por encima de los precios de mercado que
operan habitualmente en la cuenca del Segura y en Almería y sería muy
superior a los vigentes en Valencia y Castellón. Pero si corregimos los
elementos de fraude señalados anteriormente (aún manteniendo el esquema
básico de financiación propuesto), el coste medio a repercutir sería de 0,27
€/m3.
Errores básicos en el cálculo de los costes y caudales sobre los que
debe cargar el pago
Aparte de corregir el fraude que induce esta estrategia financiera, sería
necesario rectificar, cuando menos, tres de los fallos del Gobierno al calcular
los costes por metro cúbico.
Los 470 hm3 que se prevé trasvasar para caudales urbanos no son demandas
operativas desde el primer año, sino progresivas a lo largo de los próximos
veinte años; al amortizar sobre caudales que se espera servir y no sobre el
total máximo, sube el coste por metro cúbico.
El PHN prevé que no habría disponibilidad de caudales uno de cada cinco años
por sequía; al amortizar sobre los caudales disponibles de nuevo, el coste
unitario se dispara.
Casi la cuarta parte de las inversiones se dedican a estaciones de bombeo y
turbinado; para tales inversiones debe asignarse un periodo de amortización
no superior a quince años; mientras, respecto a las conducciones presurizadas
tal periodo no debe ser superior a veinticinco años. El Gobierno, sin embargo,
amortiza todas las inversiones a cincuenta años.
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Al rectificar estos errores básicos, el coste a repercutir en media al usuario,
desde la estrategia financiera prevista, pero adecuadamente aplicada, sería
de 0,32 €/m3.
Si contabilizamos costes de desalobración de caudales urbanos (se prevé que
la salinidad de los caudales trasvasables, que hoy es de 1200 µS/cm,
superaría los 1500 µS/cm, siendo que la UE plantea los 1000 µS/cm como
máxima salinidad para aguas prepotables), pérdidas (no inferiores a 10-15% a
largas distancias) y un previsible desvío presupuestario de, cuando menos, un
30%, el coste medio a repercutir a los usuarios sería de 0,45 €/m3.
Una quiebra financiera anunciada
Estos costes medios a pagar, a pesar de la subvención del 60% en las
inversiones, desbordan los límites a partir de los cuales el propio Gobierno
prevé el desmoronamiento de las demandas por falta de capacidad de pago.
Resulta evidente que las demandas de Valencia, con un límite de capacidad
de pago estimado por el Gobierno en 0,12 €/m3, desaparecerían; al igual que
las de Castellón con el límite en 0,24 €/m3.
Es de notar por otro lado que capacidad de pago no equivale a disponibilidad
a pagar, que suele ser menor en la medida que exista la posibilidad de
alternativas más baratas. De hecho la disponibilidad al pago, publicada por los
regantes de Castellón, sería a lo sumo de 0,12 €/m3 (la mitad de la capacidad
de pago estimada por el Gobierno). En Valencia tal disposición media a pagar
no superaría los 0,07 €/m3. Incluso en Alicante, Murcia y Almería, la
disponibilidad a pagar se vería limitada entre 0,20 y 0,25 €/m3 por los precios
vigentes en los mercados legales de aguas subterráneas (privadas) que
operan. Ello quiere decir pues que las demandas se resentirían gravemente si
los costes a pagar rebasan los 0,25 €/m3.
Hasta aquí hemos considerado, como siempre se ha hecho desde la
Administración, costes medios. Sin embargo parece evidente que un usuario
de Castellón no va a asumir pagar un coste medio para abaratar los costes a
repercutir en los usuarios almerienses o murcianos. Si las tarifas se
proporcionaran por tramos a los costes que imponen las respectivas
demandas en cada zona, los 0,45 €/m3 de media se elevarían a valores entre
los 0,50 €/m3 y los 0,60 €/m3 entre Alicante y Almería. Se trata por tanto de
costes muy superiores a los de desalación de aguas marinas (hoy por debajo
de 0,45 €/m3 en los últimos grandes contratos internacionales), desbordando
con mucho los límites de capacidad de pago de los usuarios.
Pero sobre todo, estos costes a cubrir por los usuarios son muy superiores a
los costes de las opciones alternativas disponibles, empezando por los precios
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vigentes en los mercados legales de aguas subterráneas. Si entre esas
opciones consideramos la posibilidad de crear Bancos de Agua que permitan
mercados intervenidos de derechos concesionales de aguas públicas, la
transferencia voluntaria de caudales agrarios, destinados hoy a la producción
extensiva de herbáceos (especialmente maíz en el Alto Júcar), permitirían
disponer de más de 500 hm3 por menos de 0,10 €/m3.
Ante datos tan contundentes, el Gobierno del PP, lejos de clarificar las
perspectivas financieras, optó en su documento Estudio sobre régimen de
utilización y tarifas "por no precisar las tarifas previsibles, estableciendo
oficialmente que no se debatiría ni se acordaría con los usuarios del trasvase
la reglamentación tarifaria hasta tanto no estuvieran realizadas las
inversiones e iniciada la fase de explotación de los trasvases".
Se trataba en suma de eludir la clarificación pública de los costes a pagar por
los futuros usuarios de los trasvases, sin otra explicación imaginable que la de
evitar costes electorales en el corto plazo. Pero lo más grave es que, con este
oscurecimiento de la realidad, se enmascaran las perspectivas de quiebra
financiera que se derivan de un análisis serio.
En definitiva, esta quiebra financiera anunciada sería el último de los
mecanismos implícitos de subvención pública que subyacía en este proyecto
de financiación.
[Pedro Arrojo Agudo, Departamento de Análisis Económico
de la Universidad de Zaragoza]
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De otras fuentes
Edward Herman
La izquierda guerrera
Los políticos, los medios de comunicación y los intelectuales utilizan la palabra
"genocidio" desenfrenadamente, de una manera enormemente politizada. Es
una palabra ingrata —como "terrorismo"— de modo que emplearla contra un
enemigo que esté en el punto de mira ayuda a demonizarlo, convirtiéndolo en
objetivo de bombardeos e invasiones y abre la vía para perseguir a sus líderes
con escuadras de asesinos o en los tribunales.
Muchas veces han utilizado la palabra "genocidio" para describir las matanzas
de Pol Pot, pero no para las masacres de Vietnam donde Estados Unidos mató
a mucha más gente que Pol Pot y devastó un país que quedó destrozado, con
una herencia de cientos de miles de niños con defectos de nacimiento, fruto
de la guerra química. La palabra nunca se utilizó en los medios de
comunicación estadounidense para describir las operaciones indonesias en
Timor Oriental, donde la invasión de 1975 y la cruel ocupación acabó con la
vida de entre un tercio o una cuarta parte de la población —más que en
Camboya— y no atribuibles a una guerra y sus efectos posteriores (como en
Camboya).
"Genocidio" también se utilizó con frecuencia para describir las acciones
serbias en Bosnia y Kosovo en la década de 1990, en las que se basó la
"intervención humanitaria" y la operación para juzgar a los serbios.
Al final queda la especie de que sólo los enemigos de Estados Unidos cometen
"genocidios" o "limpiezas étnicas," mientras que Estados Unidos puede
cometer la agresión más descarada con sólo una ligera cobertura de las
Naciones Unidas y parece que no agrede, ni hace limpiezas étnicas ni
genocidio. Esto se aplica por sistema.
El contraste entre el tratamiento de Yugoslavia y el de Israel-Palestina es una
demostración espectacular de la ley del embudo. En primer lugar, la limpieza
étnica israelí en "la tierra prometida" contra palestinos ya lleva medio siglo, y
está claro que las constantes expropiaciones, demoliciones y matanzas de
palestinos van en beneficio de los asentamientos judíos y no de "la
seguridad". Se trata del ejemplo más claro de limpieza étnica que puede
encontrarse sobre la faz de la tierra. El historiador israelí Benny Morris, en su
reciente reconocimiento de esta "purificación étnica", sólo se lamentaba de
que no se hubiera ido más lejos.
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Por contraste, los ataques serbios sobre los albaneses de Kosovo antes y
durante los bombardeos de la guerra de 1999 no eran para conseguir
territorios para asentamientos serbios, sino el inicio de una guerra civil
(alentada desde el exterior), así que no eran verdaderas limpiezas étnicas en
absoluto. Había limpiezas étnicas en Bosnia y Croacia, pero llevadas a cabo
por todas las partes en conflicto, que luchaban para controlar territorios en
una guerra civil animada desde el exterior. Sin embargo, la frase "limpieza
étnica" se utilizó con generosidad para describir acciones serbias tanto en
Kosovo como en Bosnia, pero raras veces se aplica al comportamiento israelí.
En la Convención sobre la Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio de
1948, la palabra "genocidio" fue definida de una manera amplia, como
cualquier acto "realizado con la intención de destruir como tal, en todo o en
parte, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". El genocidio incluía
acciones que causaran serios "daños mentales" o que "dañen las condiciones
de vida" intentando lograr aquella destrucción. ¿No está claro que el gobierno
de Sharon trata de destruir a los palestinos como un grupo nacional creando
unas "condiciones de vida intolerables"?
Bajo la operación Escudo Defensivo Israel ha realizado "un proceso
sistemático de demolición de la propiedad pública y privada palestina, y ha
llevado a cabo la expropiación masiva de tierras palestinas por parte de
colonos" (Llamamiento de 153 académicos israelíes); "el ejército israelí ha
triturado el contenido de todas las instituciones palestinas que no destruyó
deliberadamente: organizaciones benéficas, de salud, bancos, radio y
televisión, incluso un teatro de marionetas" (Gila Svirsky).
Como ha dicho Rania Awwad, "la solución de Sharon es despoblar tanto como
sea posible los territorios palestinos ocupados, haciendo que la vida para sus
ciudadanos sea insoportable. ¿Y qué podría ser más insoportable que ver a un
hijo llorar de hambre al acostarse, noche tras noche?". El mando israelí no
trata de exterminar a todos los palestinos, pero están dispuestos a matarlos
sin problemas, quitarles su tierra, y hacerles la vida tan difícil que sólo puedan
emigrar o morir. A veces, en los medios de comunicación israelíes, se sugiere
que esto es un proceso genocida, pero nunca en la "prensa libre".
La izquierda que está a favor de la guerra se adhiere firmemente a la línea
oficial sobre el genocidio, por eso sus miembros prosperan en el New York
Times y otros medios gubernamentales. Me concentraré en Samantha Power,
cuyo gran volumen sobre el genocidio A Problem From Hell: America and the
Age of Genocide ganó el premio Pulitzer, y que actualmente es la experta
preferida sobre el tema en los medios de comunicación de masas.
Power nunca se aparta del criterio de selección gubernamental. Esto requiere,
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ante todo, ignorar absolutamente los casos de genocidio realizados con
participación directa o patrocinados (o aprobados) por Estados Unidos. Así,
ejemplos como la guerra de Vietnam, en la cual millones de personas fueron
asesinados directamente por fuerzas estadounidenses, no aparecen en el
libro.
Ni Guatemala, donde hubo una matanza en masa de no menos de cien mil
indios mayas entre 1978 y 1985, en lo que Amnistía Internacional llamó "un
programa gubernamental de asesinato político", llevada a cabo por un
gobierno instaurado y apoyado por Estados Unidos. Esto tampoco lo tiene en
cuenta.
Desde luego Camboya está incluida, pero sólo por la segunda fase del
genocidio. La primera fase, de 1969-1975, en la que Estados Unidos dejó caer
aproximadamente quinientas mil toneladas de bombas sobre el campo
camboyano, matando a un número enorme de personas, no se menciona.
Sobre el genocidio Jemer Rojo, Power dice que mataron a dos millones de
personas, un número muy citado después de que Jean Lacouture diera la cifra.
Que admitiera luego que ese número era inventado no ha acabado con su
utilización, ya que satisface los objetivos de Power.
En Indonesia hubo un enorme genocidio entre 1965-1966, animado y apoyado
por Estados Unidos en el que más de setecientas mil personas fueron
asesinadas. Samantha Power no lo menciona y los nombres Indonesia y
Suharto no aparecen en el índice. Tampoco menciona a Papúa Occidental,
donde la cruel ocupación de Indonesia durante cuarenta años sería
constitutiva de genocidio bajo sus criterios si hubiera tenido otros
auspiciadores.
Power se refiere a Timor Oriental, con extrema brevedad, diciendo que "En
1975, cuando su aliada, la productora de petróleo, la anticomunista Indonesia,
invadió Timor Oriental asesinando entre cien mil y doscientos mil civiles,
Estados Unidos miró hacia otra parte", (146-147). Ahí acaba el tratamiento del
tema, aunque las matanzas en Timor Oriental implicaran a una proporción
mayor de la población que en Camboya y el número de asesinados fuera
probablemente mayor que los perpetrados en Bosnia y Kosovo a los que, en
cambio, dedica una parte importante de su libro.
Pero falsifica el papel estadounidense. Estados Unidos no miró hacia otra
parte, dió su aprobación, protegió la agresión contra cualquier respuesta
eficaz de las Naciones Unidas (en su autobiografía, el entonces embajador
estadounidense en las Naciones Unidas, Daniel Patrick Moynihan se jacta de
su eficacia al proteger a Indonesia frente a cualquier acción de Naciones
Unidas) y aumentó enormemente su ayuda en armamento a Indonesia,
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facilitando así el genocidio.
Power cae en una omisión y error similar al tratar el papel estadounidense en
el genocidio de Irak. Trata detalladamente la utilización por Saddam Hussein
de la guerra química y las matanza de kurdos en Halabja y otros lugares, y del
fracaso estadounidense de oponerse y emprender alguna acción contra
Saddam Hussein en aquel momento.
Pero no menciona el acercamiento diplomático a Saddam en 1983, en plena
guerra contra Irán, el activo apoyo logístico estadounidense a Saddam
durante aquella guerra, y la aprobación estadounidense de ventas y
transferencias de sustancias químicas y armas biológicas durante el período
en el que las utilizaba contra los kurdos. Tampoco menciona los activos
esfuerzos de Estados Unidos y Gran Bretaña para bloquear las acciones de las
Naciones Unidas que podrían haber obstaculizado las matanzas de Saddam.
La muerte de más de un millón de iraquíes por "las sanciones por las armas
de destrucción masiva", posiblemente el mayor genocidio de la era moderna,
supone más muertos que los efectivamente fallecidos a causa de las armas de
destrucción masiva en la historia, según John y Karl Mueller ("Sanctions of
Mass Destruction", Foreign Affairs, mayo/junio de 1999). Samantha Power no
lo menciona.
Una vez más está clara la correlación entre la exclusión, la responsabilidad
estadounidense y la opinión sobre tales matanzas que, en palabras de
Madeleine Albright, "valían la pena"... desde el punto de vista de los intereses
estadounidenses. Hay una base política similar para que Power no incluya el
genocidio de baja intensidad de Israel contra los palestinos y el "compromiso
destructivo" de Suráfrica con los primeros estados africanos en la década de
los años 1980, con un número de muertes enorme que excede todas las
muertes de las guerras balcánicas de los años de la década de 1990. Ni Israel
ni Suráfrica, ambos "constructivamente comprometidos" con Estados Unidos,
aparecen en el índice de Power.
La conclusión de Samantha Power es que la política estadounidense hacia el
genocidio ha sido muy imperfecta y necesita una reorientación, menos
oportunismo y mayor vigor. Para Power, Estados Unidos es la solución, no el
problema. Estas conclusiones y recomendaciones políticas descansan
pesadamente sobre su espectacular tendenciosidad en la selección de casos:
simplemente evita aquellos que son ideológicamente inoportunos, donde
Estados Unidos posiblemente ha cometido genocidio (Vietnam, Camboya
1969-1975, Irak 1991-2003), o ha dado apoyo a procesos genocidas
(Indonesia, Papúa Occidental, Timor Oriental, Guatemala, Israel y Suráfrica).
17
Al incorporarlos a un análisis se llegaría a conclusiones y líneas políticas
sustancialmente diferentes, como la apelación a Estados Unidos a que
abandone esa política o a impulsar una mayor oposición global a la agresión
estadounidense y su apoyo al genocidio, y a proponer un muy necesario
cambio revolucionario dentro de Estados Unidos para librarse de sus raíces
imperialistas y genocidas.
Pero la tendencia actual, amablemente salpicada por la aceptación de algunas
imperfecciones y la necesidad de la mejora de la política estadounidense,
explica fácilmente por qué al New York Times le encanta Samantha Power y
ha ganado el premio Pulitzer por su obra maestra de evasión, disculpando
"nuestros" genocidios y llamando a una persecución más agresiva de los de
"los otros".
[Fuente: Znet, http://www.zmag.org
Traducción de Víctor Cassi. Artículo aportado por Agustí Roig]
6/2004
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La Biblioteca de Babel
David Harvey
El nuevo imperialismo
Trad. de Juan Mari Madariaga
Akal, Madrid, 2004, 170 pags.
Muy interesante análisis de los mecanismos y procesos económicos, políticos
e ideológicos que configuran la actual situación mundial de acumulación de
poder en términos espacio-temporales. En esta obra breve, el autor del
extenso estudio Espacios del capital aplica su concepción de materialismo
histórico-geográfico con el fin de caracterizar de manera precisa lo que cabe
entender por nuevo imperialismo; es decir, a partir de su "acumulación" de
conocimiento, durante más de veinte años, sobre la lógica de la acumulación
capitalista de poder territorial y temporal, consigue explicar el proyecto
específico del imperialismo presente, en clara discusión con versiones e
interpretaciones poco precisas al respecto.
La argumentación, basada en criterios históricos y en gran cantidad de
fenómenos del presente, gira en torno de la noción de renovación incesante
de la desposesión en el capitalismo, de modo que, según el autor, la
acumulación de capital por desposesión no sólo cabe situarla en el momento
originario sino que se repite periódicamente y engendra claras diferencias y
oposiciones entre hegemonía e imperialismo. Especial interés presentan, a mi
modo de ver, los capítulos III ("Bajo el dominio del capital") y V ("Del
consentimiento a la coerción") que exponen, respectivamente, el
funcionamiento en estos momentos de la lógica capitalista de poder y los
rasgos principales del actual panorama de la política neoconservadora
estadounidense así como la caracterización del movimiento altermundialista.
María Rosa Borrás
6/2004
Michael Moore
Estúpidos hombres blancos
Trad. de Miquel Izquierdo Ramón
Ediciones B, Barcelona, 2003, 288 pags.
Este periodista y cineasta famoso acaba de presentar su nueva película
Fahrenheit 9/11 y según ha informado la prensa el contenido de esta película
pone en imágenes buena parte de temas de los que trata el libro aquí
comentado. Será cuestión de no perderse la película cuando podamos verla.
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Se trata de un libro-documento, de un peculiar "informe" sobre los "males
estadounidenses" que narra los asuntos con total desenvoltura, sin
eufemismos ni retóricas literarias, con un estilo muy ágil y que, a su vez,
aporta una muy amplia y detallada documentación exacta sobre todo cuanto
dice. Es, pues, un libro frontera en el sentido de que ni es propiamente un
estudio teórico ni se sitúa en el campo de la ficción: sencillamente explica,
comenta e informa del tipo de sociedad americana, con un espíritu crítico
radical que frecuentemente recurre a la sátira a fin de destacar con toda
crudeza el totalitarismo como versión doméstica del imperialismo de Estados
Unidos.
Es terrible lo que explica, pero el enfoque paradójico del análisis consigue que
la lectura resulte divertidísima. Inicia su "relato" con el fraude de las
elecciones que facilitaron la toma del poder de Bush y su equipo de
neoconservadores, con todo lujo de detalles sobre la trama que preparó y
realizó ese fraude electoral (véase la parte titulada "Quién es quién en el
golpe") y las extensas y profundas complicidades: por ejemplo, los vínculos
entre el clan Bush y el imperio mediático de Rupert Murdoch. En realidad,
buena parte de cuanto dice es conocido (aunque por supuesto no con la gran
profusión de datos que este libro proporciona) o debería serlo, ya que se ha
publicado en la prensa ordinaria.
Ahora bien, creo que no por conocido es sabido, pues pocas veces lo
recordamos y sobre todo casi nunca sabemos articular en un conjunto
coherente esas dispersas y muy poco destacadas informaciones al respecto.
De ahí que el libro denuncie con toda energía la corresponsabilidad de todos,
por acción u omisión, en un mundo que hay que cambiar.
De entre la gran cantidad de aspectos de los que se ocupa, quisiera destacar,
por su especial importancia, la descripción de los estragos de la insidiosa
intervención del comercialismo en la educación: es un proceso silencioso de
transformación de las escuelas en centros de adiestramiento social en la línea
del mercantilismo servil. Toda la exposición está salpicada de pertinentes
preguntas, como por ejemplo: ¿sabía usted que el responsable de información
de la cadena de televisión Fox News es el cuñado de George Bush? Se adivina
también que ésta es una obra resultado de lo que se llama periodismo de
investigación (por ejemplo, sorprende la profusión de datos sobre los lazos
entre las familias Bush y Bin Laden). De ahí que el libro contenga gran
cantidad de encuadres en forma de "fichas coleccionables".
Finalmente, cabe destacar también las listas de consejos para poder contribuir
a cambiar la situación, aunque ahí sí que resulta muy evidente la mentalidad
de la gente hacia la cual el libro está orientado: los norteamericanos. Al igual
que su última película, esta obra parece dirigida a despertar del profundo
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letargo a la sociedad de la capital del imperio.
María Rosa Borrás
6/2004
Francisco Fernández Buey
Guía para una mundialización alternativa
Ediciones B, Barcelona, 2004, 357 pags.
Este libro, destinado a un público muy amplio, aborda con gran oportunidad
algunos de los temas principales del movimiento altermundista: el primer
capítulo, "una gran perturbación", trata del estado del mundo en que ha
surgido el movimiento contrario a la globalización neoliberal; los siguientes se
refieren a la historia del "movimiento de movimientos", a sus objetivos y a dos
cuestiones importantes: la desobediencia civil y la democracia.
El tratamiento de estos temas se realiza con el conocimiento de causa que va
con el autor, y se despliega con una claridad muy de agradecer, verdadera
cortesía del filósofo no exenta de contundencia. Eso no excluye los análisis
problemáticos y arriesgados, como la discusión sobre desobediencia civil y no
violencia que se encuentra en el penúltimo capítulo, cuyos argumentos
merecen una ponderada meditación. Impagable la fábula literaria con que
arranca el libro; a partir de ella va a ser muy difícil abandonar la meditación
que Fernández Buey propone. Para leer y recomendar.
Juan-Ramón Capella
6/2004
Martin Smith
John Coltrane. Jazz, racismo y resistencia
Trad. de Gemma Galdón
El Viejo Topo, Mataró, 2004, 143 pags.
Este recomendable libro de la colección de biografías de El Viejo Topo nos
acerca contextualizadamente a la revolución musical alumbrada por el
influyente compositor e instrumentista de jazz John Coltrane, fallecido
prematuramente en 1967. Lo distintivo de esta aproximación a Coltrane
respecto a biografías precedentes es que explica la influencia recíproca entre
el músico, de hondas convicciones pacifistas, y el movimiento afroamericano
por los derechos civiles, de modo que el genio artístico del saxofonista de
Carolina del Norte aparece vinculado a su sensibilidad respecto al racismo
interior del que fue, como tantos otros, testigo y víctima. De hecho, el libro de
Smith es también un acercamiento al jazz como un fenómeno vinculado desde
sus orígenes al racismo y otras formas de opresión, así como a las
21
consiguientes manifestaciones contraculturales del siglo XX. La cuidada
edición cuenta además con una estimable selección discográfica y
bibliográfica sobre Coltrane y sobre la historia del jazz.
Antonio Giménez Merino
6/2004
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Foro de webs
Observatorio de Corporaciones Transnacionales
http://www.ideas.coop
El OCT es un boletín bimestral editado por IDEAS (Iniciativas de Economía
Alternativa y Solidaria), organización dedicada a promover el Comercio Justo,
y ECO-Justo, ONGD dedicada a la cooperación y educación al desarrollo y a la
investigación e información en temáticas económicas y sociales. De su boletín
número 0 cabe destacar el artículo sobre los grupos de presión en La Unión
Europea. El número 1 está dedicado al trabajo infantil en la confección de
material deportivo, el 2 a las transnacionales del café y el 3 a la Coca-Cola
(véase
http://www.ideas.coop/acerca-de-ideas/memorias-y-documentos/cat_view/40-i
nvestigacion/43-boletines-observatorio.html). Tiene también apartados de
Herramientas para la acción y de Recursos, Bibliografía y enlaces a otras
webs.
6/2004
Más sobre el Fórum Barcelona 2004
Todo lo que querías saber sobre el Fórum Barcelona 2004 y no te atrevías a
preguntar. Buen listado de preguntas frecuentes con sus correspondientes
respuestas y relación de enlaces a otras páginas críticas sobre el llamado
"Fórum Universal de las Culturas". http://www.barcel0na.com/ (¡con cero en
vez de o!).
6/2004
Revista "Pensamiento Crítico"
http://www.pensamientocritico.org/
Subtitulada "Pensamiento crítico para una acción solidaria". Comprender el
mundo para transformarlo. De frecuencia mensual, editada por la Federación
de Asociaciones de Dinamización Sociocultural, vinculada a la editorial Talasa
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y a la revista Página Abierta. Pueden consultarse los artículos por número
mensual o a partir de una clasificación temática de los artículos publicados.
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