n 20081214 el coltán - regalo envenenado del congo
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N-20081214
EL COLTÁN. El regalo envenenado del Congo EL PAIS SEMANAL. Por Oriol Güel
Habitar una tierra llena de riquezas puede ser una condena para un pueblo. Es el caso del Congo. La explotación de los minerales de su subsuelo, vitales para la tecnología, ha desembarcado en explotación infantil y en una guerra eterna.
En un lugar plagado de injusticias, la más cruel es la que obliga a
los niños mineros del este de la República Democrática del Congo (1)
a dejar la escuela para escarbar en las minas artesanales que
proliferan en las provincias de Katanga y los Kivus. Por menos de un
dólar al día, casi desnudos y a menudo mal-nutridos, estos menores
alimentan el mercado mundial de colean, cobre, estaño y cobalto
mientras hacen aún más profundo el agujero humano en el que
habitan. En un país incapaz de sacar partido a sus enormes riquezas
naturales, una nueva generación se pierde condenada a trabajar a
una edad en la que, en el resto del planeta, los niños van a la
escuela y juegan con videojuegos que funcionan con los minerales
que ellos arrancan del subsuelo. “Están atrapados en un círculo
del que es casi imposible salir”, asegura François Philippart,
cooperante belga que lleva cuatro años en la provincia de Katanga
tratando de devolverles a una vida de educación y familia.
“Sin dinero para pagar la escuela y sin otra forma de mantenerse,
muchas familias se ven obliga das a poner a trabajar a los niños.
Muchas veces nos encontramos a familias enteras, padres, hijos y
sobrinos, trabajando juntos en las zanjas”.
El colapso de Congo como Estado ha dejado a muchos de sus
ciudadanos en una situación de extrema vulnerabilidad. Como en
1
ningún otro rincón del mundo, en este país de 66 millones de
habitantes, tan grande como Europa occidental, se hace evidente
que vivir sobre una tierra llena de riquezas puede ser la mayor de las
condenas para un pueblo y sus niños.
1 ).- HISTORIA DE UN EXPOLIO .
La promesa de una tierra llena de riquezas fue la que atrajo a
Leopoldo II rey de Bélgica, a tomar posesión de este rincón de
Africa cubierto de selvas y surcado por caudalosos ríos en 1884.
Congo no pasó a ser una colonia más, sino la única propiedad
particular de un monarca obsesionado en extraer tanto oro,
maderas y café, entre otros productos tropicales que la metrópoli
estaba ansiosa por consumir como fuera posible. Las cosas apenas
cambiaron a partir de 1908, cuando el Gobierno belga asumió la
soberanía del país, y Congo llegó a la independencia en 1960 con 16
millones de habitantes y menos de 20 licenciados universitarios. ¿A
dónde podía ir un país así?, se pregunta el periodista Stephen
Smith, corresponsal en la zona del diario francés Le Monde, en el
Trabajadores extrayendo coltán
2
libro Negrología. Por qué África muere. La respuesta es que iría a
una de las dictaduras más corruptas y salvajes que han existido en
un continente casi tan rico en minerales como en regímenes
despóticos.
Tras cinco años de convulsiones y en un golpe promovido por los
Gobiernos de Estados Unidos y Bélgica, Mobutu Sese Seko se
adueñó del poder en Congo en 1965, se enriqueció tanto como pudo
y no lo saltó hasta que Laurent Kabila, padre del actual presidente,
Joseph Kabila, le echó del país en 1997. Pero la vida sin Mobutu
no fue mejor para los congoleños, que pasaron otros siete años
sumidos en una guerra en la que se vieron implicados siete países y
que, con más de cuatro millones de muertos, fue la más
sangrienta desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, la revuelta
contra el Gobierno de Kabila del general tutsi Laurent N’Kunda
amenaza con poner fin a la frágil paz que la comunidad internacional
intenta imponer desde 2003. En estos casi 135 años han pasado los
reyes, los gobiernos y las guerras, pero todos han tenido en común
el expolio de un país y el trabajo infantil en las minas, que han
financiado los sistemas que les explotan.
2).-. LA PESADILLA DEL COLTÁN.
Las nuevas tecnologías llegaron a finales del siglo XX al este de
Congo en forma de un nuevo mineral que arrancar de las montañas:
el coltán. El país cuenta con las mayores reservas mundiales
conocidas (hasta el 80%, según algunos cálculos) de esta extraña
aleación de la que se extrae el tantalio, metal de gran resistencia
al calor y unas propiedades eléctricas que lo hacen
insustituible en los teléfonos móviles, consolas de videojuegos y
todo tipo de equipos electrónicos. Fácil de extraer y muy valioso —a
principios de esta década se llegó a cotizar a más de 700 euros el
3
kilo—, el coltán fue el combustible que engrasó las múltiples
facciones que protagonizaron la gran guerra entre 1997 y 2003.
Con el país sumido en una complejísimo conflicto, con hasta seis
facciones que en ocasiones llegaron a luchar todos contra todos,
millones de personas se vieron desplazadas de sus cosechas y, en
una nueva vuelta de tuerca, las mismas minas que financiaban a los
grupos en lucha se convirtieron en focos de atracción para familias
enteras que allí encontraban su única fuente de ingresos.
Pero el mismo mineral que les permitía subsistir era el que
envenenaba todo el sistema político del centro de Africa. El pueblo
congoleño podía ser pobre, estar malnutrido y presentar
unas tasas de analfabetismo superiores al 33%, pero quienes
estaban detrás de la guerra y la explotación del coltán eran
eficientes ministros, generales y políticos. Un informe
elaborado por expertos del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas en 2002 puso nombre y apellidos a decenas de militares y
gobernantes de Congo, Uganda, Ruanda, Burundi y Zimbabue
que, perfectamente organizados, se lucraron con la exportación del
coltán a Europa, Asia y América.
La explotación del coltán se mantiene hoy en Congo, aunque ha
perdido peso debido al descenso de precios que ha sufrido en los
últimos años. “Hoy es la casiterita la que está dando los
mayores casos de explotación infantil y trabajos forzados”,
explica Carina Tertsaldan, de la ONG Global Witness, especializada
en denunciar la explotación de los recursos minerales en Congo. Este
mineral, del que se extrae el estaño, componente esencial de
múltiples aleaciones, predomina en la parte este de Congo, la más
sacudida por la intervención extranjera y las luchas fratricidas en el
país.
4
Los precios fijados en los mercados internacionales pueden tener
su impacto en las explotaciones minerales en Congo, pero “poco
cambiará sobre el terreno a efectos prácticos”, asegura
François Philippart. “La casiterita y el coltán, por ejemplo,
suelen encontrarse en los mismos sitios y, mientras se
mantengan las estructuras de poder y los sistemas de
explotación fuera de la ley, por milicias o el propio Ejército,
los niños seguirán siendo explotados”, añade.
3).- EL ESTADO QUE NO PROTEGE .
Tras el fin de la guerra, y con el apoyo de la comunidad
internacional, Congo celebró elecciones presidenciales en 2006. Se
abría así un periodo de esperanza que hoy ha defraudado a casi todo
el mundo. Los ejemplos están por todas partes en Goma, capital del
Kivu Norte, una ciudad tomada por el Ejército de la República
Democrática del Congo y los cascos azules de la ONU, pese a lo cual
los rebeldes del general N’Kunda llegaron pasado 30 de octubre a
sólo 10 kilómetros su trazado urbano. Los soldados del Ejército han
incurrido en múltiples violaciones los derechos humanos contra la
población la que deben proteger, el último episodio tras la ofensiva
de N’Kunda en Gongo cuando en su retirada se dieron al saqueo
mataron a decenas de civiles y violaron miles de mujeres. Los
soldados llevaban meses sin cobrar su salario, que se pierde en la
maraña de corrupción de los oficiales.
Tampoco las escuelas del sistema público funcionan. “Menos de
la mitad los profesores cobra su salario y los centros se ven
obligados a cobrar a los alumnos para pagar al resto y
mantener las instalaciones” afirma Juanjo Aguado, del Servicio
Jesuita Refugiado, ONG que trata de suplir las carencias de la
educación pública en la zona de Rutshuru, en Kivu Norte.
5
“Muchas familias no pueden pagar estas contribuciones,
aunque sean pequeñas, lo que aboca a los niños al trabajo
infantil”, alerta Tasha GiIl, de Unicef en Congo.
La violencia sexual es la otra gran lacra que se ceba con la
infancia en el país. Sin fuerzas del orden que les protejan ni
educación con la que labrarse un futuro, jóvenes ambos sexos
quedan expuestos a todas las formas de explotación, desde la
violación en masa a la prostitución. “Para ellos es un trauma
que les marca por toda la vida” explica GilI. “La vergüenza, las
enfermedad de transmisión sexual y el golpe brutal que
sufren desde muy pequeños en su auto estima hace que en
muchos casos sólo sean capaces de sobrevivir adoptando
para edad adulta los hábitos adquiridos de violencia y falta
de respeto que ellos han sufrido”
Congo se encamina hacía otra generación perdida, la séptima u
octava consecutiva desde la llegada del poder colonial. Los datos de
Unicef hablan de un sistema sanitario público apenas existente, de
casi la mitad de los niños sin escolarizar, de un 31% de
menores de cinco años con malnutrición y de una mortalidad
infantil antes del primer año que alcanza a uno de cada doce
menores bebés. Un informe de Médicos Sin Fronteras alerta de
que en las zonas de conflicto, mueren cada año uno de cada ocho
menores de cinco años. Unas cifras que no mejoran desde hace dos
décadas. Mientras, los niños siguen trabajando en las minas..
EN LA ZANJA.
Los yacimientos han sido focos de atracción para cientos de
familias que hallaban en ellos su única fuente de ingresos. En la foto,
trabajadores extrayendo coltán.
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1.- Congo: El negocio maldito del Coltán.
Por Alfons Rodríguez
Se trata de un mineral imprescindible para la industria de aparatos eléctricos, las centrales atómicas y los teléfonos móviles; un “oro gris” que podría traer prosperidad a los congoleños. Sin embargo, guerrillas locales y empresas multinacionales han comenzado a disputarse su explotación sin importarles el coste humano.
Hasta hace poco mas de 20 años Bukavu era una de las
ciudades más hermosas del Congo, extendida a orillas del
lago Kivu, con calles muy limpias,
cuidados jardines y altivos
palacetes, recuerdo de un pasado
esplendor de próspera y pacífica
capital colonial. Pero en la
actualidad se ha convertido en un
lugar infecto de edificios en ruinas, callejuelas por las que
vagabundean perros famélicos y montañas de basura,
superpoblado por culpa de una masiva inmigración de
campesinos que se han visto obligados a abandonar sus
hogares por las interminables y sanguinarias guerras. La
antaño denominada “Perla del Congo” no cuenta ya ni con un
hotel en el que funcione con normalidad el aire
acondicionado, pero sus inhóspitas habitaciones se echan de
menos en cuanto se pone el pie en la bochornosa avenida
Patricio Lumumba con el fin de trepar a una renqueante
camioneta sobre la que bordear el lago y recorrer medio
centenar de kilómetros. En ellos, uno aseguraría que el
Trilogía del veneno
7
conductor va buscando a propósito cada uno de los
innumerables baches del serpenteante sendero de tierra roja
que se abre paso entre altas palmeras, gigantescos árboles o
espesas lianas.
Tras vadear un riachuelo cuyas aguas superan los cubos
de las ruedas, se desemboca al fin en un intrincado valle en
el que parte de los árboles han sido arrancados de cuajo a
base de dinamita. La inmensa mayoría de los seres humanos
que van apareciendo fantasmagóricamente aquí y allá son
muchachos, casi niños, que a menudo se introducen a gatas
por estrechas y peligrosas grietas talladas en los taludes de
las lomas, donde corren el riesgo de quedar sepultados por
un súbito desprendimiento de tierra. Cubiertos de polvo y
barro, famélicos y con los ojos enrojecidos semejan un ejército
de “zombies” que por unos instantes observa a los recién
llegados como si provinieran de otro planeta.
Congo, en guerra desde 1998
Y cabría asegurar que así era, puesto que aquel horrendo
lugar parece corresponder a un planeta muy lejano, con un
ligero parecido al ambiente de las viejas películas de
buscadores de oro del oeste americano, con la única
diferencia de que lo que buscan entre la arena de aluvión no
son pepitas de oro, sino pequeñas piedras que contengan
coltán.
De color azul metálico, “coltán” es una palabra formada
por la abreviatura de columbita-tantalita (1), un valiosísimo
mineral del que se extrae el tantalio, un componente que
presenta una gran resistencia al calor así como
8
extraordinarias propiedades eléctricas. En la actualidad, el
principal productor de coltán es Australia, pero si bien existen
reservas probadas o en explotación en Brasil y Tailandia. La
República Democrática del Congo posee cerca del 80% de las
reservas mundiales estimadas. Según informes de agencias
internacionales, la exportación de coltán ha financiado a
varios bandos de la llamada Segunda Guerra del Congo, un
conflicto con un balance de más de cuatro millones de
muertos. Ruanda y Uganda exportan coltán robado en el
Congo a diversos países, donde se utiliza en la fabricación de
elementos de alta tecnología imprescindibles para teléfonos
móviles, reproductores de DVD, consolas de videojuegos,
ordenadores personales, estaciones espaciales, naves
tripuladas que se lanzan al espacio y armas teledirigidas.
La columbita y, sobre todo, el tantalio están considerados
metales altamente estratégicos. Por ello se entiende que
exista en el Congo una guerra desde 1998, que sus vecinos,
Ruanda y Uganda, ocuparan militarmente parte del territorio
congoleño y que hayan muerto millones de personas. No hace falta
tener muchos conocimientos de derecho internacional para
afirmar que esta guerra constituye la mayor injusticia, a escala
planetaria, que se está cometiendo contra un Estado
soberano. La historia nos ha deparado muchos ejemplos de
asalto y hasta de ocupación militar de un país independiente,
pero lo que no se había hecho desde la invasión de países
europeos por la Alemania de Hitler, era la ocupación pura y dura
de un territorio con el fin de aniquilar a sus ciudadanos y explotar sus
recursos minerales.
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(1) El coltán: combinación de dos minerales; columbita-tantalita . El tantalio, nº 73 de la Tabla Periódica, descubierto por A. Ekeberg en 1802, y cuyo nombre viene en honor a Tantalos, personaje de la mitología griega
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2.- EL EXPOLIO
Según las Naciones Unidas, el ejército Patriótico Ruandés
ha montado una estructura para supervisar la actividad
minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios
y clientes occidentales. Traslada en camiones el mineral a
Ruanda donde es tratado antes de ser exportado. Los últimos
destinatarios son Estados Unidos, Alemania, Holanda,
Bélgica y Kazajistán. La Sociedad Minera de los Grandes
Lagos tiene el monopolio en el sector y financia al
movimiento rebelde Reagrupación Congoleña para la
Democracia, que cuenta con unos 40.000 soldados, apoyados
por Ruanda.
Coltán: el diamante de sangre
Hace unos años ganaban unos 200.000 dólares al mes
(135.000 €) con la venta de los famosos “diamantes de sangre”.
Con el coltán ganan más de un millón en el mismo periodo de
tiempo. Informaciones de las Naciones Unidas revelan que el
tráfico lo organiza la hija del presidente kazajo, Nursultan
Nazarbayev, casada con el director general de una empresa
que extrae y refina uranio, coltán y otros minerales
estratégicos en el continente negro. Este negocio
internacional está empobreciendo a los ciudadanos de uno
de los países más ricos de la Tierra, por lo que el Servicio de
Información para la Paz Internacional ha realizado un estudio
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sobre las vinculaciones de empresas occidentales con el
coltán y, por tanto, con la financiación de la guerra en la
República Democrática de Congo.
Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent,
Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras
utilizan condensadores y componentes que contienen
tántalo; también lo hacen las compañías que fabrican estos
componentes, como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet o
NEC. Ellos son, en primera instancia, los culpables de una
guerra no por olvidada menos dramática, con el agravante de
que se teme que sobre la República Democrática de Congo
pese la amenaza de la división en varios estados, lo que
facilitaría la explotación de sus recursos. Ya lo denunció en
su día Monseñor Christophe Munzihirwa, arzobispo de
Bukavu. Y por esas simples declaraciones fue asesinado por
el ejército ruandés.
3.- COLTÁN NO MANCHADO
El Centro de Estudio Internacional del Tántalo-Niobio, en
Bélgica, ha recomendado a los compradores internacionales
que eviten el coltán de la región del Congo por motivos
éticos. Las grandes compradoras de este mineral no están
interesadas en que los conflictos sociales derivados de la
extracción del mineral se hagan públicos en los medios de
comunicación. Estos últimos, a su vez, se ven condicionados
por el temor a perder los importantes ingresos publicitarios
11
Las miserables viviendas de los trabajadores esclavos bajo el poder imperial de las multinacionales (Alfons Rodríguez)
El conflicto entre Ruanda, Uganda y Congo
Las propiedades físico-químicas “mágicas” de este mineral
son fundamentales para las industrias de aparatos electrónicos,
centrales atómicas, aparatos médicos, trenes magnéticos y fibra
óptica, pero el 60 % de su producción se destina a la
elaboración de los condensadores y otras partes de los teléfonos
móviles. Por ello los grandes fabricantes comenzaron a
disputarse el control de la región a través de sus aliados
autóctonos, en un fenómeno que Madeleine Albright, quien
fuera Secretaria de Estado de Estados Unidos desde 1998 a
2001, consideró “la primera guerra mundial africana”.
En 1997 fue derrocado el presidente congoleño Mobutu,
relacionado estrechamente con los capitales de origen belga
y francés, por lo que de inmediato el presidente de Ruanda,
Kagame, que estudió en centros militares de EEUU e
Inglaterra, y Museveni, presidente de Uganda, país
considerado por Washington un ejemplo para las naciones
africanas, lideraron la conquista de la capital, Kinshasa, y
12
pusieron a cargo de este país a un amigo, Laurent Kabila.
Tras un nuevo reparto se dispusieron concesiones mineras
para varias empresas, entre ellas, la Barrick Gold
Corporation, de Canadá, y la American Mineral Fields, en la
que George Bush padre, tiene notables intereses .
Durante los años transcurridos hasta hoy han disputado la
guerra dos bandos: de un lado Ruanda, Uganda y Burundi,
apoyados por EEUU y los créditos del FMI y el Banco Mundial,
y del otro lado Angola, Namibia, Zimbabue, Chad y las
milicias hutu y mai-mai. En 1999, tras la firma del Acuerdo de
Lusaka, se establecieron las líneas divisorias entre las
fuerzas opuestas. A través de dicho acuerdo las potencias
europeas se distribuyeron el continente.
La fuerza de trabajo utilizada en las minas de coltán está
compuesta por ex campesinos, refugiados, prisioneros de
guerra a los que se les promete una reducción de la condena
y, en especial, por miles de niños cuyos cuerpos pueden
adentrarse con mayor facilidad por las grietas y taludes de
los yacimientos. El reclutamiento de esta mano de obra
opera en una doble dimensión, mercantil y coercitiva, debido
a lo cual las zonas mineras y las zonas de operación militar
terminan por confundirse. Las migraciones desde otras
regiones hambrientas son primordiales, dado al alto número
de muertes que se producen en las minas. Las poblaciones
reclutadas trabajan de sol a sol, y duermen y se alimentan en
la selva montañosa de la zona.
La gran subida de precio del coltán
13
La escalada de precios del coltán comenzó hace
relativamente poco, pero se dispararon cuando comenzaron
a escasear las reservas en Brasil, Australia y Tailandia. Como
ejemplo basta decir que debido a ello la japonesa Sony tuvo
que aplazar el lanzamiento de la segunda versión de la Play
Station 2.
El mayor beneficiario del coltán congoleño es Ruanda, y
según informes de Human Right Watch, su ejército regular y
las guerrillas que financia emplean prisioneros hutu en la
extracción del mineral que, antes de ser transportado a
Ruanda, ha pasado por cuatro o cinco comisionistas,
generalmente miembros de alto rango del ejército o de
alguna de las facciones guerrilleras.
A partir del año 2001, la ONU envió a la zona un “grupo de
expertos” que propusieron decretar un embargo tanto de
armas como de las importaciones y exportaciones de oro,
diamante y coltán sobre los países, sancionando a países y
empresas que incumplieran con el embargo. Igualmente
proponía una congelación de los activos financieros de los
movimientos rebeldes y sus líderes, así como que se
estableciera un proceso de certificación de origen del
diamante, oro y coltán.
Los innumerables informes que iban saliendo a la luz, y
que acusaban a Ruanda y Uganda del expolio de las riquezas
minerales del Congo, permitieron una cierta presión
internacional y el establecimiento de listas negras de
empresas que operaban en la zona. Así, 34 empresas fueran
acusadas de importar coltán o casiterita, y se consiguió que
14
la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte
del mineral que realizaban desde Ruanda a Bruselas. Sin
embargo, otras rutas alternativas continúan funcionando y
un considerable porcentaje del coltán congoleño sigue
saliendo al mercado camuflado como procedente de Brasil o
Tailandia.
4.- EL COLTÁN A COSTA DE:
destierros, miseria, violaciones y miles de muertos.
Las medidas tomadas resultaron muy poco efectivas y en
el Consejo de Seguridad de la ONU no se llegó a ningún
acuerdo para adoptar otras más drásticas. En realidad, ni el
Gobierno de EEUU, ni los de la Unión Europea mostraron una
voluntad política real para acabar con el conflicto en
detrimento de sus intereses particulares. Más bien al
contrario, muchos países occidentales siguieron ayudando a
Uganda y Ruanda tanto militarmente como a través de
cuantiosas ayudas al desarrollo.
En este sentido, informes publicados por la ONU en abril del 2001, estimaban que el gasto militar de Ruanda en municiones, abastecimiento y vuelos de su ejército en el Congo rondaba los 60 millones de dólares al año, mientras otros informes publicados por comisiones independientes estimaban que en el año 2000 Ruanda había ganado 40 millones de dólares por diamantes, quince millones por el oro y casi 200 millones por el coltán extraídos en suelo congoleño. Uganda, habría ganado dos millones por diamantes, cien millones por el oro y seis millones por el coltán. Ruanda y Uganda vieron cómo parte de sus deudas externas fue cancelada y además fueron considerados como modelos de desarrollo económico.
15
Por otro lado, la ayuda militar también continuó durante
el conflicto, siendo firmados planes de cooperación entre
EEUU y los dos países africanos. Sorprendentemente, el
acuerdo con Ruanda llegó después de que una de sus
guerrillas tomase Bukavu, la capital de Kivu Sur, en junio del
2004. Sorprende de igual modo que cuando existe un
proceso de paz en marcha, con una presencia masiva de
tropas de la ONU, el general Nkunda inicie una nueva
rebelión en la República Democrática del Congo. No es la
primera vez que sucede: ya estuvo en primera línea de la
revuelta de los tutsi congoleños, que acabó con el régimen
de Mobutu Sese Seko en noviembre de 1996. También estuvo
en el intento de golpe de Estado tutsi contra Laurent Kabila
en 1998, que ya no satisfacía las exigencias de sus
patrocinadores, Uganda, Ruanda y los sectores más radicales
americanos, lo que degeneró en una cruenta guerra civil.
La actual revuelta del general Nkunda, que dirige las brigadas del ejército de Congo, comenzó en 2006, pero en el último año se ha agravado. Los combates han provocado el éxodo de una población civil diezmada por las guerras, el hambre, las enfermedades y los abusos de todas las partes en conflicto. Miles de hombres, mujeres, niños y ancianos aterrorizados han cruzado la frontera con Uganda con la remota esperanza de salvar la vida.
Traficantes del coltán
Nkunda acusa al Gobierno de Joseph Kabila (hijo de
Laurent Kabila, asesinado en el 2001 por orden de los
traficantes de coltán de apoyar a la guerrilla hutu de las
Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda y su milicia
interahamwe (los que matan juntos), responsables del
genocidio de 800.000 tutsi y hutu moderados en la primavera
16
de 1994. El general rebelde asegura que ese apoyo pone en
riesgo la supervivencia de los tutsi congoleños. Aunque
nadie lo dice, resulta difícil imaginar que Nkunda actúe sin el
apoyo de Ruanda, cuyo ejército es el más potente de la zona, de los
traficantes de minerales estratégicos y de grupos radicales
norteamericanos.
La nueva crisis de Congo ha llamado de nuevo la atención
internacional al desarrollarse los combates cerca del Parque
Nacional de Virunga, donde habitan los gorilas de montaña . Se
calcula que quedan unos 700 ejemplares entre las fronteras
de Congo, Ruanda y Uganda, y nueve de ellos fueron
hallados muertos, abatidos a tiros y machetazos por fuerzas
de Nkunda. La defensa de estos gorilas, una especie en
peligro de extinción, fue llevada a cabo por la zoóloga
estadounidense Dían Fossey, asesinada en su casa de Ruanda
en 1985. De nuevo, la fiebre del coltán parece planear sobre
los destinos tanto de los seres humanos como de los
animales salvajes.
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Situación Geográfica del Congo y breve historia
La República Democrática del Congo forma parte de la
gran cuenca del Río Congo: En sus límites orientales está
bordeado por las estribaciones de la región de los lagos de la
fosa de Rift Valley, montes Mitumba, donde se hallan los
lagos
Mobutu, Rutanzige, Kivu, Tanganika y Mweru. Al Sur se
encuentran las montañas de Kundelungo (1.719 m), Kibara
(1.180 m) y Murungu (2.461 m). Al Oeste existe un reborde
17
litoral y al SE se sitúan los picos de la meseta de Shaba. El
sistema fluvial lo forman el río Zaire y sus numerosos
afluentes que dan al país un potencial hidroeléctrico
importantísimo (50% del total de Africa) debido a sus
numerosos rápidos. El clima es ecuatorial en el Norte y
centro, donde existe vegetación de bosque, y tropical en el
Sur, con vegetación de sabana. La economía está centrada
en la explotación de las riquezas mineras (cobre y cobalto
fundamentalmente) de la zona de Katanga, y en las
actividades industriales y comerciales de la capital,
Kinshasa, y el Bajo Congo.
El resto del país, escasamente industrializado, vive de la
producción agrícola de subsistencia. Sus principales
productos son arroz, maíz, mandioca, mijo, patata, batata,
18
plátanos, cacahuetes, sésamo, trigo, naranjas, pomelos,
limones, café, té, aceite de palma, cacao, caucho, tabaco,
algodón, etc. Además de los minerales citados, el país es rico
en diamantes industriales (35% de la producción mundial),
extraídos en la provincia de Kasai, oro, plata, uranio, y ahora
coltán. Entre las principales industrias se encuentran la
química, alimentaria, textil, maderera y de cemento.
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Superficie del Congo: 2.344.558 Km^2 / Población: 50.481.000 habitantes
Provincias Superficie Población Capital
Bajo Congo 53.920
Km^2
2.578.000 h Matadi
Bandundu 295.658 “ 4.907.000 “ Bandundu
Ecuador 403.292 “ 4.789.000 “ Mbandaka
Kasai Occidental 154.742 “ 3.117.000 “ Kananga
Kasai Oriental 170.302 “ 3.778.000 “ MBuji-Mayi
Katanga 496.877 “ 5.602.000 “ Lubumbashi
Kivu Meridional 65.130 “ 3.093.000 “ Bukavu
Kivu
Septentrional
59.483 “ 3.546.000 “ Goma
Maniema 132.250 “ 1.048.000 “ Kindu
Oriental 503.239 “ 5,432.000 “ Kisangani
Kinshasa 9.965 “ 3.919.000 “ Kinshasa
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Historia:
El territorio de la República Democrática del Congo
estuvo inicialmente habitado por pigmeos y bantúes que no
crearon Estados centralizados. Hacia los siglos XIV y XV,
aparece una organización social bastante desarrollada, el
reino de Bakongo, con un rey, el Manicongo, que ocupaba
una posición preeminente entre los distintos jefes tribales
cuando llegaron los portugueses de Diego Cao en 1483 (1).
Esta expedición portuguesa remonté el río Zaire e inició un
período de buenas relaciones y cooperación entre los dos
soberanos, mantenidas durante dos siglos, una de cuyas
consecuencias fue la aparición de la dinastía bantú cristiana
que se mantendría hasta el siglo XVII. A finales del siglo XVI
tuvieron lugar los primeros enfrentamientos con la población
indígena cuando los mercaderes de esclavos, llevados por
sus intereses, comenzaron a practicar una política
destrucción de las estructuras tradiciona1e saqueos y estado
de guerra permanente Durante el siglo XIX, la exploración de
la cuenca del Congo por Harry M. Sranley (1874-77) despertó
el interés por esta región en algunos gobiernos europeos.
Leopoldo II de Bélgica fundó la Asociación Internacional de
que financió a Stanley una expedición que consiguió llegar
en 1879 a la desembocadura del Congo, donde fundó Vivi.
Las reclamaciones que otras naciones (Francia, Inglaterra,
Portugal) realizaron sobre este territorio concluyeron en
1885 con el reconocimiento en la conferencia de Berlín de
toda la región explorada por Stanley como «propiedad
personal» de Leopoldo II” con el nombre de Estado
Independiente del Congo, del que fue nombrado jefe de
20
Estado por el Parlamento belga. Las cargas económicas que
suponía mantenimiento de este territorio y los abusos
cometidos por las grandes compañías establecidas en
régimen de monopolio, desencadenaron una campaña en
contra de esta forma de administración y, finalmente, en
1908, el Parlamento belga decidió desposeer al monarca de
sus derechos sobre el Congo y confiar al gobierno belga la
gestión del Estado libre, que tomaba el nombre de Congo
Belga.
Tras un periodo de movimientos anticolonialistas,
incitados por formaciones de carácter nacionalista como el
ABAKO (Asociación de los Bakongo, en 1950), dirigido por
Joseph Kasavubu, y e1 Movimiento Nacional Congoleño
(MNC), liderado por Patrice Lumumba, el país, llamado ahora
Congo-Kinshasa, obtuvo la independencia en 1960 con
Kasavubu como presidente y Lumumba como primer
ministro. Inmediatamente la provincia de Katanga, presidida
por Moise Tshombe, se separó del gobierno central con el
apoyo militar belga. Casi inmediatamente surgieron graves
conflictos que afectaron a la estabilidad interna del país. La
intervención de las tropas belgas permitió la secesión de las
provincias mineras de Katanga y del Kasai del Sur, y la
reacción gubernamental implicó la intervención de la ONU en
el conflicto y el comienzo de la ayuda militar soviéta. La
destitución y posterior asesinato de Lumumba, y el golpe de
Estado del coronel Mobutu Seko, que permaneció
brevemente en el poder, no hicieron más que agravar una
situación que, en 1961, desembocaría en una cierra civil
contra los territorios secesionistas, especialmente centrada
en Katanga. Mientras tanto, Kasai del Sur se convirtió en
21
reino con Alberto Kalondji, artífice de la cesión, como rey con
el nombre de Alberto I. En 1963 y tras un largo proceso
negociador, Tshombe accedió a la reincorporación de
Katanga al Gobierno central; poco tiempo antes, este mismo
proceso había tenido lugar en Kasai del Sur (1962). Tras un
periodo en destierro, Tshombe formó un Gobierno de
reconciliación nacional en el que también participó Kalondji,
pero los nuevos intentos cesesionistas de Katanga (1964),
obligaron a Kasavubu a destituir a Tshombe. En 1965 y tras
un golpe de Estado, Mobutu Sese Seko asumió la
presidencia, a la que sumó al año siguiente la jefatura del
Gobierno. El nuevo régimen aprobó una nueva Constitución,
modificó la división administrativa del país e introdujo una
nueva moneda, “el Zaire”, en sustitución del franco
angoleño. Tras las elecciones presidenciales de 1970, fue
instaurado un régimen de partido único, el Movimiento
Popular de la Revolución, y el país adoptó el nombre de Zaire
(1971). En la segunda mitad de la década de los setenta se
reprodujeron las tensiones territoriales en Katanga, cuya
insurrección (1977 y 1978), protagonizada por los
guerrilleros del Frente de Liberación Nacional del Congo, que
penetraron a región desde Angola, provocó la intervención
extrajera en apoyo del gobierno de Mobutu. En 1983 Mobutu
ofreció una amnistía a los exiliados políticos y puso en
libertad a varios miembros del partido de la oposición. Esta
medida no impidió la aparición de disturbios en 1984 y 1986.
En 1987 se celebraron elecciones legislativas a las que sólo
se presentó el Movimiento Popular de la Revolución, dirigido
por el presidente Mobutu Sese Seko. Presionado por la
creciente oposición democrática a su política autoritaria, en
22
septiembre de 1992 Mobutu y la oposición llegaron a un
acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional dirigido
por el líder de la oposición Etienne Tshisekedi, que fue
depuesto en 1993. Se reunió un Alto Consejo de la República,
encargado de llevar a cabo una transición democrática. Ese
mismo año, tras sucederse varios gobiernos, fue designado
primer ministro Jean Nguza Karl-I-Bond, sustituido al año
siguiente por Joseph Kengo Wa Dondo. En 1996 diferentes
movimientos guerrilleros se unieron en la Alianza de Fuerzas
de Liberación Democrática de Congo-Zaire, liderada por
Laurent Kabila. La Alianza comenzó una ofensiva contra el
régimen de Mobutu desde el NE del país provocando
movimientos de población, tomando los principales centros
diamantíferos y ocupando ciudades. La ofensiva llegó a su
final con la toma de Kinshasa por las tropas rebeldes en abril
de 1997, tras la cual, Kabila se autoproelamó presidente y
asumió todos los poderes. Mobutu abandonó el país, que a
partir de entonces pasó a llamarse República Democrática
del Congo. Kabila formó un nuevo gobierno, que tuvo que
hacer frente en 1998 a un intento de golpe de Estado. La
intervención de Ruanda y Uganda a favor de los rebeldes
dificultó a lo largo de 1999 la consecución de un alto el
fuego. En enero de 2001, Laurenr Kabila fue asesinado por
un miembro de su guardia personal. Le sustituyó su hijo
Joseph Kabila. En julio de 2002 los representantes de la
república Democrática del Congo y de Ruanda firmaron en
Pretoria un acuerdo para terminar la guerra que enfrenta a
ambos países 1998. Las autoridades congoleñas se
comprometieron a desarmar, con el apoyo de la ONU, a los
extremistas hutus en su territorio, mientras que el gobierno
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ruandés aceptó la retirada de sus tropas (unos 35.000
hombres) de la RDC. Otro acuerdo semejante con el mismo
fin fue firmado en septiembre con el gobierno de Uganda
Un acuerdo de paz intercongoleña, que estableció un
gobierno de unidad para un periodo de transición de dos
años, fue firmado en diciembre en Pretoria por los
representantes del gobierno y de los grupos armados de la
oposición. El acuerdo debía conducir teóricamente a las
primeras elecciones libres desde la independencia del país
en 1960, terminando con la guerra civil de los últimos años
que costó la vida a más de dos millones de personas. Joseph
Kabilda fue confirmado como jefe de Estado durante la
transición, pero acompañado por cuatro vicepresidentes, dos
de ellos pertenecientes a los principales movimientos
rebeldes: la Unión Congoleña por la Democracia (RCD),
apoyado por Ruanda, y el Movimiento de Liberación del
Congo (MLC), cuya retaguardia estaba Uganda. No obstante,
la guerra volvió a las proximidades del lago Tanganika,
donde la ciudad de Uvira cayó de nuevo en poder de los
rebeldes de la RCD apoyados por Ruanda (noviembre). La
mayor parte de las tropas extranjeras abandonaron el país y
una misión de la ONU de 8.000 cascos azules se desplegó por
la región.
Todas las facciones beligerantes firmaron un acuerdo de
paz en Sun City (Sudáfrica), en abril de 2003, y el presidente
Kabila promulgó una nueva Constitución que prevé la
reformación de un gobierno de transición encargado de
administrar el país durante dos años y medio y convocar
elecciones, las primeras en 40 años. Las esperanzas fueron
pronto defraudadas, ya que en abril se produjo una matanza
24
inter - étnicas en la provincia oriental de Ituri, fronteriza con
Uganda. Sin embargo en el mes de julio se formó un gobierno
de unidad presidido por Joseph Kabila y miembros de la
oposición.
------------,
1) Diego Cáo, navegante portugués, descubridor del Congo, citado en la página 19 de este trabajo de divulgación.
--------------------------------ooo0ooo------------------------, TRAZAS PORTUGUESAS:
Diego Cão, también conocido como Diego Cäo (Vila Real
(o en Évora) (1452 -1486 ?), fue uno de los más destacados
navegantes portugueses del siglo XV, recordado por haber
realizado dos viajes de descubrimiento en la costa occidental
africana entre 1482 y 1486 al servicio de Juan II de Portugal.
Fue el primer europeo conocido en avistar y entrar en el río
Congo y en explorar la costa entre el cabo de Santa Catalina
y el cabo Cross, casi desde el Ecuador hasta la bahía de
Walvis, en la costa actual de Namibia.
Primeros años y familia
Diego Cão probablemente nació en Vila Real (algunos
dicen que en Évora), a mediados del siglo XV, 1452, siendo hijo
ilegítimo de Álvaro Fernandes o Gonçalves Cão, hidalgo de la Casa
Real (él mismo hijo ilegítimo de Gonçalo Cão). Poco se sabe
de sus primeros años. Siendo hijo de militar, entra en la
marina a los 14 años, llegando a capitán en 1480, siendo
encargado de garantizar la seguridad de las factorías
portuguesas en aguas africanas. Se sabe que Cão se casó y
que tuvo cuatro hijos: Pedro, Manuel, André Afonso e Isabel.
25
Primer viaje (1482-83)
Cuando el rey Juan II de Portugal reavivó la obra
emprendida por Enrique el Navegante, envió a Cão
(alrededor de mediados del verano (?) de 1482) para
reconocer la costa africana aún más allá del Ecuador. En ese
viaje Cão descubrió la boca y el estuario del río Congo (tal vez en
agosto de 1482), y dejó constancia de ello erigiendo un
padrão, o pilar de piedra (que aún existe, pero sólo en
fragmentos) erigido en punta Shark, en el que consta la
soberanía de Portugal sobre el gran río. (Con Diego Cão los
padrões de piedra sustituyeron a las antiguas cruces de madera que
usaron los portugueses para atestiguar su presencia en las zonas
descubiertas.)
Cão también remontó aguas arriba su curso un corto
tramo e inició la relación con los nativos del reino del Congo
(denominado Manicongo o Bakongo), con el objeto de lograr
el vasallaje de su rey. Cão costeó luego hacia el Sur a lo largo
de la costa de la actual Angola (África Occidental
Portuguesa), y erigió un segundo padrão, probablemente en
el lugar en que terminó el viaje, en el cabo de Santa María (el
monte Negro de esos primeros visitantes, a los 13º Sur).
Consta fehacientemente que estaba de regreso en Lisboa a
principios de abril de 1484, acompañado por cuatro
indígenas del reino del Congo, cuando Juan II le ennobleció,
haciéndole cavaleiro (caballero) de su casa (ya era escudeiro
de la misma), y le concedió una renta vitalicia y un escudo de
armas (8 de abril y 14 de abril de 1484, respectivamente). En
la vuelta, descubrió la isla de Annobón
Segundo viaje (1484-86)
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Mapa de Pedro Reinel de 1504 que ya recoge las
expediciones de Diego Cão. Mural de la Asamblea de la
República de Portugal, representando a Diego Cão en el
estuario del río Congo, después de colocar el padrão que
marcaba el descubrimiento.
Piedra de Ielala, con las inscripciones de Diego Cão.
Que Cão, en su segundo viaje de 1484-1486, estuvo
acompañado por Martin Behaim (como se alega en el globo
de Núremberg de 1492) es muy dudoso, pero se sabe que el
navegante volvió a visitar el Congo y erigió dos padrãos más
allá del más lejano erigido en su viaje anterior.
El primero en otro monte Negro, y el segundo en cabo
Cross, que probablemente marca el final de su progreso
hacia el sur, avanzando 1.400 km. También remontó en este
viaje el río Congo, que él consideraba como la vía de acceso
hacia el reino del Preste Juan, hasta llegar a los alrededores
de Matadi. Allí, en octubre o noviembre de 1485, cerca de las
cataratas de Ielala, dejó una inscripción grabada en la piedra
que da testimonio de su paso y el de sus hombres: “Aqui
chegaram os navios do esclarecido rei D. João II de Portugal - Diego
Cão, Pero Anes, Pero da Costa” ["Aquí llegaron los navíos del
esclarecido rey João II de Portugal - Diego Cão, Pero Anes,
Pero da Costa].
No se sabe si Cão murió en esta exploración o llegó a
volver a Portugal, aunque sus hombres y los enviados del
reino del Congo si arribaron a Portugal en algún momento de
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1488, llevados por Bartolomé Díaz, que se convertiría en el
sucesor de Cäo en la exploración africana. De acuerdo a una
autoridad (una leyenda en el mapa de 1489 de Henricus
Martellus Germanus), Cäo murió en el cabo Cross; pero João
de Barros y otros escribieron de su regreso al Congo, y
posteriormente tomando parte de un envío nativo a Portugal.
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Trazas para la Historia de ÁfricaOviedo, 12 de diciembre de 2008Víctor M. Cortijo Rubín
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