muerte de bernad a manos del cura 1904
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.No o atM, lio horMí, a* nleiktM, a* prsTuriiiaM. boñrat átm^pulrM, «a •ama, cannfla la ley di Olbt, amindolt 7 lirvUñdoI*.—ifoM».
La fasnta de la vida M la eianela. ISa €áBo de dada, el Jnei npremo aa la ce»-aieiKlia.—jromt.
ConMste & ti mismo.—MeralM. Trabaja'pa;a extirpar el nal. XAÜ*.
nkpe la tierra cubriéndola de TegaUltl j aBimalee útílei.—Zoroulr^.
• Todos loe hombrea MD Irñalea. R» K y otra diferencia entre eSoa qaa la( virtudes que po«eeii.~Mitta.
Amaos los -óáxis & ló« oth>é.—Sed BiH>-liaetog como nuestare Padre que a m «a «M cielos.—Jtaii*.
La piedad no eonalate «n leyaatar al Yostro hacia Levante 6 Poniente Pia> «logo es el que socorre i loa haérfaaos, 4 los Pobres, rescata los eantivoa, ob-áerva la oración, da limosna, es paciente en la a,dver8idad. El que es Joatd jr teme & Dios elemente y miswrieoidloao.' —Mahoma.
Las Dominicales Semanario Librepensador
Órgano de la Federación internacional de Librepensadores en España, Portugal y América ibera.
Bpaisaaoqae labra, la mtijer •«* arregla sa casa, el ma^lstrado'qtte de*-«npeBasus funcionas, el obrero qae trabaja, hacen una obra tan santa ceiae •1 monje que ora y ayuna.—l^ero.
Desde la india hasta la Francia »l sol no ve m&s que una familia inmensa que debía regirse por las leyes del amor. Mortales, todos solí hermanos— VoUaire.
Haz el bien por el bien. No emplees jamás la humanidad como un simple medio. Hsspétala como un fin.—Kani,
"El hombre debe retórsr bajo Dios la arapaia de la Naturaleza ir el «B pirita en f jrma de voluntad racional y por at poro bien.—JTraiuM. '
Que la verdad ostente todos sus ea-plendorea en la tierra; que se desnio. men los templos y caigan hectws polvo los tronos, y se soterreo bajo el fangfo lea adoradores del vellocino de oro si •e interponen en su camino. ¡Paao, paso i la verdad divinal —£í Stpiritu <ta
asa;
AÉOIV PBECIOS.—Madrid: Tüimestre, 2 peaetRS. id. ProvinoiM:
2,60 id. Extnutjero: Año, 12 id. u l t ramar Año, 3 peaos oro. | Námaio Buelto oorriente, 10 céntimo* de peseta. ídem ídem i atrasado i26 Id.—A los vendedores, 6 reales la mano. j
E l pago se hará por trimes.rea ó años anticipados. I
isa:.A.JD:RTiD
YiePRsa 29 d« Julio d« 1904
Ofiánas,-^Ca31e de San Mateo, 18, 2.o Toda la oorre8i>ond6noia, sea de redacción, sea de admi
nistración, se dingirá en esta forma: F e r n a n d o Lozano«, Apartado 109r-Madrid.
La Bédaooióh no deVaélve los maniuwitos, ai responde de los articnloB firmados. , .
ÉíáiíiiÉci#i
EnÉiwlsÉa con Furnemont SOBRE
El Congreso áe Roma (tríiclucida de Zíl Ohroniqde de Bruselas).
—«¿Oúiétí va allá?» —Juan Bar. —Entre. —íY tus perros? —No son malos. —jNi aun para un periodista burguésV —Ni aun para un periodista burgués. Esto CTa ea Uale, á la 'puerta de la finca
de Mr. Furnemont, delante del parque todo embalsamado por él perfume dé las rosas que caían en abalanchas sobre sus tallos vencidos.
Entré. El secretario general de la Federación In-
teraacíonal del librepensamiento, estaba instalado bajo un macizo dé follaje, delante de una mesa cargada de documentos y de pe-fióditíos.
Escribía. No lejos dé allí, tin chiquillo, sii viva en
carnación, corría locamente alrededor de macetas r tóaá y, de Ve* en cuando, con una gracia eic[uisita, venía á bacer rabiar á su perrito.
—Éstóy métiáo hasta el cuello en mi Cbiigreso dé Ronía, mé dijo sonriendo Mon-sléUr íurnémoñt. f
—Tanto ínéjor. —¿Porqué tanto mejor? —Pues porque yo venía prectsaméüte á
conferenciar con el secretario general del librepensamiento, sobre este acontecimiento.
¿Será grandioso? —Se lo aseguro. Hace dos años que trabajo sin interrup-
cióii en la organización de esta manifesta-éián, que no tiene precedentes en la historia del librepensamiento.
—¿Las adhesiones son muy numerosas? -^Asombran. He recibido un númiefo verdaderamen-
fé incalculable. íámás ningíiíi Congreso ha suscitado tan
to éiitusiásftio. Vamos decididamente viento en popa; marchamos solos.
Sin enabargo, es conveniente que la prensa dirija una llamada al público para provocar nuevas adhesiones.
És preciso que Bélgica esté representada dignámíente en esta solemne y grandiosa afirmación, enfrente del Vaticano, de los derechos del librepensamiento.
Vaticano, librepensamiento, Pió X, León ...XIV.
Mr. Furnemont sonreía; prosiguió: —Ningiiu Congreso habrá tenido Jamás
el carácter de éste, que se verificará en Rprna el 20 de Septiembre próximo.
Cuando se transporta á la primera manifestación de este género, que tuvo lugar hace un cuarto de siglo, y cuando César de Paepe y el Dr. Goffín y Emilio Perón fueron los organizadores, sorprende lá extensión formidable, adquirida en el. mundo por el movimiento del librepensamiento.
A la verdad, nosotros no hemos perdido nuestro tiempo y, en el espacio de veinticuatro años, justos, heñios tenido diez Congresos:
Bruselas (1880), Londres (1882), Amster-dán (1883). Auveí» (1885), París (1889)', Madrid (1892)-, Bruselas (1895), París (I9€)( , Ginebra (1902),. en fin, Roiaa (1904).
Cada ano de estos Congresos ha marcado unte etíipa en la vía <íé la emancipación, y puedo decir que lá reunión de Roma constituirá una verdadera apoteosis universal del librepenasmieoto.
Caltíttle usted, es en Roni», en la morada de los papas donde nos reunii^émos; además', no se celebrarán como alguna vez en locales descubiertos penosamente, sino en el maravilloso colegio romano, que el ministro de Instrucción pública de Italia, ha puesto amá-bleo^rite á nuestra diapoSicióü.
Será colosal su resultado y su éxito. Yo lo esperaba. Bstaba seguro del éxito, por Italia parti
cularmente, después de la campaña de con-f\íi«ncia8, emprendida por mí en este país, ft%l3ajado poruti gérrnen profundo del librepensamiento.
La voz de Mr. Furnemont, sin que él lo notara quizá, se animaba y se acaloraba. Era el tiibunofogóso<jijereap#Feeíádepronto, y yo le veía, en la ilusión derpensamien-to, esforzándose en convertir á las masas, á 1B8'idéSs que cdástituyén todo el fin de »i vida.
En Marzo último, aún emprendió como otro Pedro el Ermitaño del racionalismo, una cruzada triunfal; visitó á Milán, Padua, Venecia, Bolonia, Roma, Ñapóles, Florencia, Genova y Turín, por no hablar masque de la península, en cada una de estas ciudades, su palabra electrizante resonó como un bronce, despertando al pueblo á las ideas del librepensamiento.
«Cómo, le pregunté: ¿ha sido concebida la orden del día del Congreso de Roma?
—La hemos elaborado de modo que podamos examinar todos los problemas de orden filosófico, que actualmente están sometidos á la atención de los pueblos.
Los más gloriosos representantes de la ciencia y de la filosofía moderna, expondrán el estado actual de los conocimientos humanos, para deducir la condenación del dogma.
Están inscritos para esta glorificación del librepensamiento:
Ernesto Haeckel, profesor de la Universidad de Jens; Henig Maudsley, antiguo profesor de la Universidad de Londres; Nicolás Salmerón, profesor de la Universidad de Madrid, presidente de la República española; Marcelino Berthelot, secretario perpetuo de la Academia de Ciencias, miembro de la Academia francesa; Roberto Ardigó, profesor de la Universidad de Padua; César Lombroso, profesor de la Universidad de Turín; Jacques NoviCow, profesor de la Universidad de Odessa; Bjóiñstjéme-Bjóinson, Guiseppe Ser-gi, profesor de la Univsrsidad de Roma.
La cuestión del dogma y de la ciencia es el primer objeto en la orden del día; después vienen el Estado y las iglesias, bajo el punto de vista de las relaciones diplomáticas, Gustavo Hubbard, (abogado en París y diputado, es el ponente); el Concordato, la separación pública (el diputado españoljunojj; el laicismo en la enseñanza (ponente MOH-sieur Sergi, profesor de la Universidad de Roma); la obra de las misiones (poneif-te Mr. Heaford, publicista en Londres).
Eu fin, el Congreso tomará acuerdos para la organización de la propaganda internacional, y resolverá un plan de acción común.
Todos los países enviarán delegados. Citemos entre ios Belgas: Mme. Gatti de
Gamond, M, M. Héctor Denis, Guillaume De Greef, Georges Lorand, Charles Mague-tte, Julesdes Essarts, Henri Crombez, Celes-tiu Denblon, etc.
Entre los que se han adherido, es preciso contar el cuerpo profesoral, casi entero, de ki Universidad libre de Bruselas, y á la cabeza á Goblet íl'Alviella, Vandeskindere, Rouseau, Anspách, Tarirel, Horta, etc.; la mayor parte de los diputados socialistas, los -250 grupos del librepensamiento; las logias masónicas, especialmente «Loéi amigos filantrópicos», de Bruselas, y «La libertad», dé Gante, etc.
La dei^acióa francesa será muy numerosa; recuerdo al azar los nombres de Mon-áieürs Ferdinánd 'BuiSsón, Gabriel Séáilles, Aul^rd, GeOrgés Renard, Saferre, ¡.Hubbard, Charbonell, Chauviére, etc.
Italia está representada por sus más grandes pensadores; en él comité del Congreso éncuáatrO á MM. Napoleónelüolajanni, profesor de la universidad de Ñapóles, diputado del Parlamento; Andrea Costa, diputado del I^rlamento; Dr. M. Cristóforos, diputado del Parlamento; Enrico íerri, profesor de la universidad de Roma, diputado .del Parlamento; Antonio Pellegrini, diputado de Genova; Mario Rapizardi, profesor de la universidad de Catauia (Sicilia).
Habrá delegados de los Estados Unidos, de Inglaterra, de Alemania, de Rusia, de Holanda, de Suiza, de Hungría, etc.
España fletará un vapor que saldrá de Barcelona y llevará varios centenaíres de delegados. A bordo sé encontrarán los famosos Coros de Clavé, célebres en toda España, de los cuales se embarcarán 200 y darán audiciones en Roma.
—¿Y las condiciones del viaje? —Serán extraordinariamente accesibles.
Hemos llegado á obtener condiciones absolutamente inesperadas; jamás se habrá ofrecido ocasión más propicia á los intelectuales para visitar á Roma.
Los delegados, especialmente, tendrán derecho á una cartilla personal de viaje, con Qna reducción del 40 al 60 por 100, según las distancias kilométricas -«sobre todos los ferrocarriles italianos» desde el 10 de Septiembre hasta el 9 de Noviembre inclusive.
Por otra parte^ la «Navegación General Italiana» concede á los congresistas para to
das sus lineas, una reducción del 50 por 100, pudiendo aplicarse aun para los recorridos interiores entre los puertos y las islas del reino, y con una duración de tres meses.
—¿Y en lo que concierne especialmente á Bélgica?
—Nosotros nos encargamos de todo. Mediante 250 francos solamente, el congresista estará alojado en los mejores hoteles y dispondrá de un billete de segunda para el ferrocarril; el viaje durará 9 días, de los cuales cuatro enteros se pasarán en Roma. ¿No es ésto magnífico?
Yo iba á cometer un imperdonable lapsus, iba á decir; «los peregrinos...> Me detuve á tiempo.
—¿En qué fecha—pregunté—los congresistas saldfáíi de Bélgica?
—Saldremos de aquí en la noche del 17 de Septiembre, para reunimos |en París al grueso de la caravana y dirigirnos, al otro día, hacia Roma, en tren especial.
Encontrarse en presencia de M. Foiirne-mont, someterle al escalpelo de la interwiew y no hablarle de política en el curso de la-pequéfia operación hubiera sido faltar á los más sagrados deberes de la profesión. Yo me arriesgué.
—¿Qué se hace pues, el hombre político? —En este momento—respondió el ex-di
putado por Charleroi-se dedica al librepensamiento; así como después de cerrado el Congreso emprenderé una campaña de conferencias, esta vez al Mediodía de Italia; en Sicilia, en Túnez y en Argelia.
El crepúsculo caía. Una dulce, tibia temperatura impregnada de los olores del parque subía del suelo caldeado. Una gran calma reinaba. El delicioso chiquillo de antes vino abatido, vencido álos brazos de su padre, que acariciaba afectuosamente sus bucles rubios y me repetía la palabra con la cual caracterizaba su Congreso, el secretario general del Librepensamiento, al recibrme: «Será grandioso».
Jt'AN B A R
ilremosi Nos ha visitado una comisión del Direc
torio de la Juventud madrileña. —Iremos á Roma, nos han dicho los tres
jóvenes que la componían. ¡Cómo! No lo sabemos, pero iremos.
Tenemos voluntad, é iremos. Eso es. Asi obran los hombres que sien
ten fervor poi* las iddas. Ahora, los jóvenes republicanos de Saü-
tander, al ver que se,Íes prohibía embarcarse para asistir al mitin de Santoña, dijeron: — Pues bien, iremos.
Y recorrieúdo un trayecto de treinta y tantos kilómetros, bajo un sol que',vertía oleajes de fuego, fueron.
Pero hacían más loa jóvenes italianos en los días heroicos cuando sé oiá en Italia el clarín de Gíaribaidi llamando ftl combate para hacer una patria, libre de Borbones y de papas; los jóvenes que asistían á las aulas y hasta á las escuelas decían:
—Iremos. Y se escapan de las clases y huían de sus
casas para ir á veces descalzos, á ofrecer al héroe de los ojos azules sus vidas para la obra de hacer patria. ¡Cuántos de ellos cayeron! Pero al fin llegaron. La patria quedó hecha:
Haced lo mismo, jóvenes españoles. Decid como los jóvenes madrileños: —Iremos, é id allá á giierrar, como los estudiantes italianos, contra el Vaticano que es el mayor enemigo de vuestra patria.
Los jóvenes del Directorio republicano nos han anunciado que tomarán la iniciativa para constituir 1% Comisión que se encargue en Madrid de organizar la expedición de los madrileños y castellanos nuevos á Roma. ' ¡Eso es trabajar por hacer patria!
Barcelona librepensadora «Mañana &1BB diez de la misma, aeverifioari,
el regÍBtr» del hijo de nuestro correligionario José Aren».
La comitiva partirá, de la Fraternidad Republicana del distrito noveno (Camp del Arpa) Montaña 111.
Sé invita k todos los correligionarios k dicho acto.
La Publiadai»
Continúan activamente los trabajos de pra-í paraoióndel Congreso de Boma.
ÍLa comisión de la Casa del Pueblo ka prestado
personal nuevo para ayudar á U eoialsión del Congreso.
Para vender los 1.000 ejemplares de sus obras, que ha regalado Demó/ilo con el ñn de ayudar á los gastos de la expedición, se celebrará una velada en la Fraternidad, donde se subastarán los ejemplares.
Quedan invitados á la velada todos los concejales presidentes de circuios de todas las agrupaciones populares barcelonesas que tienen el deber de ayudar á esta obra del honor eatalán.
Sa organizará además un festival artístico de mucha importancia, porque en él tomarán parte las notabilidades artísticas de Barcelona.
Festival monstruo á que concurrirán todos los coros de Clavé, Barcelona democrática correrá 4 participar en esta fiesta grandiosa para dar sus ofrendas á ios enérgicos luijhadoreB que tan bravamente se esfuerzan por honrar el nombre catalán.
lift ~mm OElt "EOíDflWO . La hoja semanal que publica el Journal
de 0/iarlevoi dando cuenta del «Movimiento Internacional del Librepensamiento» admirablemente redactida, por cierto, por Mon-sieur Eiigéne Hins, después de traducir algunos párrafos del artículo que consagrábamos á excitar á las respectivas regiones españolas á fletar cada una su barco para ir á Roma, agrega de su cuenta:
«Nosotros, gentes frías y razonadoras, podemos sonreír ante ese entusiasmo meridional, pero en el fondo esos llamamientos de tonos guerreros, que recuerdan los tiempos heroicos del Bommcero no son para degradarnos.
Y no encontramos razón, porque el ardor caballeresco de los compatriotas del Cid, tan mal empleado otras veces en romper cabezas y agujerear pechos, no se ha de emplear en más altos fines, en los cuales realizaría maravillas».
Puede el distinguido colega, autor de esas líneas, dar por hecho que los compatriotas del Cid van á emplear sus ardores no agotadas en realizar esos altos fines.
Las batallas de la fuerza van teniendo aquí pocos partidarios. El pueblo ha ido de pésima gana á Cuba y Filipinas lo cual explica la fácil victoria de los yankis. Mientras estos resucitan el espíritu cesariata de los españoles del siglo xvi, el pueblo español odia cada día más intensamente el cesa-rismo y cuanto represente imperio de unos hombres sobre otros, en cambio ama con creciente ardor la República, la emancipación proletaria y la libertad de conciencia.
A no faltar tiempo material para organizar los viajes por mar á Rofüá, estén seguros nuestros amigos extranjeros de que no había región española que faltara pon su barco. ' •••
Personas entusiastas y capaces de realizar ese sacrificio sobran sin duda en cada región.
¿Pero cómo se ponen' de aCüérao? Cómo contratan buques? ¿Cómo recaudan fondos?
No faltarán empero ocasiones en que se portentice ante todos los ojos que la democracia española es hoy la que ama más in-Umstmerite Im mis altos ideales de la humanidad.
Postales para el Congreso de Boma.
La Comisión barcelonesa encargada de preparar el Congreso de Roma, va á celebrar una Exposición de tarjetas postales, vendiéndolas en pública subasta, para aplicar su producto al fondo de la expedición á Roma.
Apenas ha dirigido las primeras cartas á personalidades ilustres del extranjero, ha recibido favorable contestación, de suerte que han llegado ya á Barcelona tarjetas de los personajes siguientes;
Arcangelo Ghislerí, Catedrático, Berga-mo (Italia).—12 postales y fotografía.
Roberto Ardigó, gran Filósofo, Padua (Italia).—Postales y fotografía.
León Furnemont, Bruxeles (Bélgica).— Postales.
Napoleón Colajanni, Diputado, Ñapóles (Italia).—Postales y fotografía.
Enrico Ferri, Diputado, Rome (Italia).— Postales y fotografía.
Héctor Denís, Diputado, Bruxeles (Bélgica).—Postales.
He ahí el primer testimonio de simpatía que los hombres más ilustres envían á España sin otro motivo que los trabajos preparatorios que hemos comenzado á hacer para asistir al Congreso ¿Se aprecia biei>el resultado que obtendremos si acudimos á Roma en mayor número que las otras delegaciones extranjeras?
Hay que imaginar bien el delirio con que aquel pueblo italiano, tan artista y tan amán-te,de su naciente nacionalidad, vería formarse en la Puerta Pía ila puerta de su gloria nacioual! el día 20 de Septiembre, su aniversario sagrado,un batallón de mil españolea que atravesara las principales vías cantando la Marsellesa. Los balcones se llenarían de gente. No se cabría en las calles. Gritos de ¡Viva España! atronarían los aires.
¿Cómo puede haber un español que, ante esa sola perspectiva no se disponga á sacrificarlo todo por contribuir á tan grande empresa de reivindicación nacional?
Rogamos á todas las personas de significación en la política, eu la ciencia y en laa letras, cuya firma pueda interesar al público que se apresuren, como lo han hecho esos extranjeros, á enviar sus tarjetas postales k la comisión de Barcelona.
Todos los diputados, todos los directores de periódicos republicanos, todos los catedráticos, todos los presidentes de Junlas provinciales y municipales deben, aun sin recibir invitación especial, apresurarse á enviar sus tarjetas postales imittmdo á los grandes hombres extranjeros que han prestado con tanta voluntad y pwmura ese generoso servicio á los luchadores de avanzada, honor de Cataluña y de España.
Para la representación de Las en el Congreso de Homa
Pesetas.
Suma anterior 319,70 D . Adolfo Hernández, M o t r i l . . . . . . . . . . 15 D . Joaquín Caballero, Medina dó las To
rres , C 60 D . Manuel Sobrino, Areoibo (Puerto
rico) . 11 D . Francisco Garcia Novo, Padrón 6 D . José Salaaar, Medina de P u M a r . . . . . 2,S0 D . Mariano del Val, B u r g o s . . . . . . . . . . . 1 D . Casimiro del Val, idem 1 D . Santos del Val, Ídem i D . Genaro del Val, idem. , . 1 D . Elias Chavarria, idem 1 Centro Obrero republicano, Villalba dé
los Barros 6 B . Juan Gómez y Ortis, Minas da San
Qaintia 1 D . Bernabé Simón Rios, ídem 1 D . Domingo MuliDa^idam 1 D . Francisco Gallardo Martin, i d e m . . . 1 D . Baldomeró Rodrigues Rodrignes,
idem 1 D . Juan Tasiua, idem 0,50 B. Nicpláa Bamlroz Vil lar, idem. 0,50 D . Cándido MotaEsteve, i d e m . . . . . . . . . 1,50 D . Pablo Mafloü Moreno, i d e m . . . . . . . . . 1 D . Bruno Buiz Dalgado, idem 1 D . Jacinto Moreno, idem: ; 0,60 D . Lope Palomo Laso, idem 0,76 D . Diego Gallardo Velasco, idem., 2 D . Trinidad Mota, id^m ,,•.,, 0,50 D . Mamerto Clemente Vallcjo, i d e m . , . 0,40 D . Antonio Benitez, idem 1 £(. Laureano Nogales, idem 1 Ds Juan José Sfídalgo Ortiz, niño de 11
años 0,26 D . José Palomo Laso 0,50 D . Manuel Lafart Herráis, libre 1 Doña Gregoria Láfart Ser ia i z 0,B0 D . Juan Murillo F e r n a n d a . , . . . . - . .> . . . -. JL -D . Sacramento Limón del Castillo 1 D . Pedro Fernándea Sanche. . í',.. . i . ; . I Doña Jobita Muñoz 1 Doña Eulalia Guisado Eodriguez, Moh-
tíio (Badajoz) 0,60 D . Juan José Bodriguez, idem 0,60 D . Vicente Prieto, idem 0,60 D . José Alvarez, idem , , . 2 D . Julián Bermejo, Garrovilla, idem. . . 0,25 D . Antonio Bivero, Mérida, i d e m . . . . . . 0,25 D . Carlos RastroUo, idem id , . 2,60 D . Ángel Fernández, idem id 1 D . José María Ruiz, idom id 1 D . Juan Molano, idem id í ; D . José Rodríguez, idom id. 0,50 D , Máximo Gómez, (Badajoz) 1 D . Baanabé Rodríguez, Montijo 0,50 D . Manuel del Horcajo, (Badajoz) . . . . . . . . I D . Julián Oarnerero, Puebla de la Cal
zada í. D . Manuel Martin, Badajos: 0,50
Lotes de libros. D . José Bueno, Almería , . . 3 Sociedad de librepensadores RLUZ de la
Verdad», Vigo 25 D . Blas Gabiérrez, Falencia 3 D . Diego Raiz, Mazarrón 3
ToTAii. 433,60
Mitin de la Juventud Zaragozana La Juventud zaragozana se prepara á realizar
el domingo próximo un gran mitin anticlerical para protestar del repugnante convenio con el Vaticano.
Para asistir á aquel mitin irá de Madrid una numerosa representación del Directorio de las Juventudes Republicanas españolas.
Esperamos que la nota que dé Zaragoaa en ese mitin será enérgica y resuelta, como corresponda á BU carácter.
La España liberal estinguió á los frailes hace más de medio s ig lo . Luogo, traidorament», los moderados loa introdnjoron por ol Concordato. Pero habían de ser tres órdenes, no más .que tres órdenes.
Ahot&, Matif a, con un cinismo quo oábmBn ^nodáadne m i s atrás que los moderados, vo lv i ta-
K.ei« iVomini'tíariliiá •a^t.iewS-'l'-S'f-t»
do 4 la España tradieionalista, reconoee todas las órdenes.
Eso es un reto inseneafco á la España liberal; 680 es esonpir sobro las tumbas de tantos liberales como dieran sus vidas por lograr la expulsión de los frailes.
Zaragoza que se destaca en nuestra España liberal es, entre todas las dom&s ciudades como el lucero de la mañana entre las estrellas; es pre-eiso q ue manifieste que no eati dispuesta á, con-sendr esa burla hecha i la ley m&a amada que promulgaron sus mayores y que tanta sangre les costara afirmar.
La Juventud, esperanza de una futura patria totalmente libre, tiene un deber especial en mostrar su resolución invencible de no tolerar el con-Tenio da Maura.
Tributos para el Congreso. Quiere un querido lector de un pueblo mine
ro de la sierra de Córdoba, que le enviemos una circular ardiente en la cnal se excite á contribuir i la suBoripción que tenemos abierta para el Congreso de Roma 6, fin de repartirla entre sus convecinos & quienes ha consultado ya y ve dispues-tofl á asociar su nombre y su pequeña oirenda i, «M obra.
No hace falta. Basta que nuestro comunicante les excite de palabra con la sencilla elocuencia que rebosa en laa lineas que nos dirige & formar en la hueste sagrada que va & dar en Roma las m&s grande de las batallas que se han librado contra la Infame. Del Congreso de Roma van á salir muchas cosas ¡algunas inesperadas! Ya del Congreso dé Ginebra salió aquel formidable movimiento librepensador francés que ha contribuido en primer término k la batalla de la República francesa contra la Iglesia que cada dia se complica y aeent&a más.
Pues aún seri mayor el influjo del Congreso «lo Roma en el movimiento universal do la de-mo(»aoia contra el poder de las castas privile-giadaa que se le oponen al paso, siendo el obstáculo principal que encuentran para su emancipación las masas proletarias. Asi, es una suerte de instinto el que mueve k los obreros de la aludida población minera k querer asociarse 4 ese grandieso movimiento emancipador.
Con las libranzas para la prensa que se venden en todos los estancos, habiéndolas hasta de 60 céntimos se facilita mucho el tributar para esta obra .«Todo obrero puede, al menos, comprar dos libritos como el de «Qi<é es el Librepensamiento» y «Qui es el tocieilismo», que son de tanta utilidad para iniciarlas en los dos ideales de carácter internacional que agitan hoy mis los espíritus y contribuir asi, 4 la vez, al Congreso de Boma y 4 BU propia ilnstración.
Gomo se compra tabaco en los estancos se-pueden comprar libros de nuestra biblioteca. Enviando una libranza de 50 céntimos, con el nombre y dirección del que la remita (no hace falta certificar la carta) se mandarán los citados li-britos y se bai^ constar el tributo en el periódico. Poniéndose de acuerdo varios obreros pueden adquirir lotes de libros y repartírselos con lo que los resultaran 4 una extrema baratura.
Vea el buen obrero, cuya carta motiva eatag lineas que, 4 pesar de no haber podido ocuparnos hasta hoy de su carta (por la acumulación creciente de cúrrespondenoia que llega á nuestra redacción) no hemos dejado de estimar su generosa iniciativa que tanto le agradecemos.
ADHESIÓN B u e n o s o b r e r o * .
D. Fernando Lozano: Los que soBoriben, grupo librepensador, tie
nen la alta honra de erigirlo á usted para que
•los represente en el Congreso internacional que se celebrará en Roma el 20, 21 y 22 de Septiembre próximo, dándole con sus firmas autorización en nuestro nombre, para que 4 esa polilla que se llama clero, ruede confundida entre el polvo de su hipooiesia ante la luz de la ciencia y de la verdad.
Juan Gómez Ortiz, Bernabé Simón Rios, tJn niño de 11 años, Juan José Hidalgo Ortiz, Juui Murillo Fernández, Biégo Gallardo, Jcsé Palomo Laso, Sacramento Simón y Castillo, Manuel La-íor, CSidido Mata, Pablo Muñoz, Antonio Beni-lez García, Francisco Gallardo.
Minas de San Quintín y Julio 1901.
Contra el convenio vaticanista.
Adhesión al Congreso.
Ciudadano Director de LAS DOMINIOALBS.
Apreciable maestro: salud. Los que suscriben, lectores incansables del
digno semanario que dirige usted, y socios del Centro de Unión republicana de esta ciudad, protestan contra el convenio hecho por Maura con el Vaticano y se adhieren de todo corazón al Congreso de Roma, nombrando de representantes á usted, querido maestro, y á nuestro jefe D. Nicolás Salmerón.
Antonio García Ortiz; Manuel García Ortiz; José García Chamizo; José Panadero Jiménez; Francisco Polonio Castro; Francisco Cruz López; Joaquín Duque y Luque; Rafael Barbero Panadero; Francisco Ramírez Pérez, concejal; José Córdoba; Francisco Pino Marqués; Miguel Córdoba Cilez; Manuel Ramírez Márquez; Manuel Rosal Luque; José López Serrano; Manuel Cabello Hidalgo; Francisco Pérez Carmona; Federico Duque y Luque; Rafael Duque Herrador; Juan Casado; José Duque Herrador; Francisco García Márquez; Acisclo Herrador Sánchez; Antonio Polo García; Miguel Sánchez Jordano; Francisco Martínez Márquez.
Republicano cumplido. Nuestro muy querido correlig-ionario Don
Herineneg'ildo Ayuso, á quien tanto debe la brillante oraranización republicana dé la barriada del Puente de Vallecas no.s dice en carta lo sig-uiente:
«Desde luego me hallo decidido á ser uno de los mil individuos necesarios en esta región para fletar un buque con objeto de que el viaje á la capital de Italia, se haga con relativa economía y aunque no tengo seguridad de asistir al l'on-greso, á pesar de ser este mi deseo, no tengo inconveniente en ayudar 4 la comisión organizadora en sus trabajos, particularmente, pues, como individuo de la misma, no pueda hacer nada por mis muchaii ocupaciones.»
« « *
Eso es un republicano cumplido. No puede ir á Roma pero tiene su bolsillo dispuesto para contribuir al viaje. Realmente eso es lo equitativo: el que va hace más sncrificio que el que se queda, ya que este se ahorra las molestias del viaje y sijfue aprovechando su trabajo. Pero son pocos los espíritus animados de ese profundo sentimiento de equidad y de justicia.
Sin embargo, con tiempo suficiente no tenemos duda que se hubiera encontrado en cada región un millar de republicanos capaces de realizar ese sacrificio cosa que hubiera sido base inconmovible del crédito de una nueva España amaday admirada del mundo.
CONGRESO INTERIÉACIONAL DE LIBREPENSADORES DE ROMA
2ú''2f-22 efe Septiembre de ÍS>04.
A D H E S I O N E S Y R E P R E S E N T A C I O N E S
OBüPO Ó INDIVIDUO EBl'BB8BNTADO
Familia Librepensadora Joaquín Ramos y Ramos Cándido Kapata y Valera Samplón
Bamirez Antonio y Rafael Dohón . .• Alfredo Galindo. Antonio Aceña Basilio González Bermúdez Antonio Pérez Bermúdez Grupo republicano Librepensador. La Logia, unión fraternal número
204 Juan Gómez Carrascal Ezequiel González Sánchez Julio Joieph y Robert. Francisco Joseph y Robert Salvador Josep y Robert Francisco Robert y Moiiner María Robert y Moiiner Junta Municipal Republicana Grupo Librepensador Sociedad Luz de la Verdad Ayuntamiento Bimbodi Casa del PneMo La Lucha £1 Autonomista Centro Republicano Eulalia Guisado , Juan José Rodríguez Vicente Prieto y José Alvarez Julián Bermejo y Antonio Rivero. Carlos Ratrelio y Ángel Fernández
Lujan José María Ruiz Juan Molano JosS Rodríguez Q^monoles Máximo Q^mez Hernández Bernabé Rodríguez Manuel del Horcajo Julián Carnerero Manufl Martin Grupo de republicanos librepensa-
doreg , Luis Zurdo Olivares (Concejal)...
P Ü H B L O
Velilla de Cinoa Almodóvar del
Juan Bautista. . Bisumbre
La Espina y Pe-
Puebla de la
Velez-Málaga. .
P E O V I K C I A
Castellón de la
Cuba
NOMBRE DTiL BBPRBSXNTANTB
Femando Lozano. ídem. Fernando Lozano y Nico
lás Salmerón.
ídem. ídem. ídem. ídem. ídem.
ídem.
ídem. ídem. Fernando Lozano. ídem.
ídem.
ídem. ídem. ídem. Cristóbal Listrán. ídem. Fernando Lozano. ídem. ídem. ídem. ídem.
ídem.
ídem. ídem.
ídem.
ídem. ídem.
Ideiri . ídem. Luis Zurdo Olivare».
Discurso del Srm Saimeróm
en defensa de la proposición contra la clasificación de los partidos en legales é ilegales
{Conclusión) Este, es pues, principio común, y á partir
de él, se ha de discutir. Yo voy á.«eñalar todas las declaraciones, voy á apuntar alguna.';, aquellas que entrañan mayor transcendencia y pudieran, por lo mismo, ser objeto de contradicción; y bastará aplicar el proceso lógico para reconocer la legitimidad de ellas-después de sentado ese para toilos nosotros inconcuso principio.
Sale al paso á la determinación, en la serie, porque es gradual, de los principios que de esa cardinal se derivan, una disiinción que, meses ha, cuando ocupaban ese banco otras personas, se solía oponer á nuestra tra afirmación, sosteniendo la integridad y el valor de carácter absoluto de ese principio de lii legalidad de los partidos políticos. Me refiero h aquella distinción que se establece entre los partidos y los actos.
Y aun- cuando yo no pretendo ahora en este momento, después, claro está que cumpliré mi deber y ejecutaré derecho segiin el debate se desenvuelva; aun cuando yo no pretendo ahora hacer de nada materia (le polémica, diré que hasta era difícil poder reconocer á tal distinción un valor de ingenio; valor de realidad objetiva absolutamente imposible. Porque si se viniera á calificar los actos de ilegales en la función de los partidos políticos ¿qué valor tendrá la representación de carácter categórico, absoluto de la legalidad de los partidos políticos? ¿Es que han de ser parte inerte¿ ¿No han de pensar, no han de obrar según piensen? Es que en el momento que traten de enunciar su pensamiento, ya el pensamiento cae hnjo la san -Clon penal? ¿Es que cuaudo trate de encarnar ese pensamiento en el acto, sin apelar á la violencia, es ese acto encarnación del pensamiento materia penable?
Sostengan tal afirmación reparando que en toda relación de la vida, señaladameute en aquella que concierne k la política, hay algo que ya no puede ser ciertamente maletería de debate, porque el proceso de la historia, el reconocimiento de principios de carácter científico, las exigencias y las comli-ciones mismas de las cuales hoy depende la complejidad de la vida social, y el haber de una manera definitiva desaparecido todo lo que pudiera poner en relación de carácter de pecado en el orden moral y de virtuoso en el orden jurídico del Estado, el pensamiento y la idea, no hay en la hora presente quien no tenga todo eso por absolutamente impecable, porque en la esfera en la cnal comienza la moralidad para las acciones, y con la moralidad la determinación de la caUficación jurídica de los actos, es aquel a en ia cual las determinaciones de la razón en la elaboración (le las ideas llega k encarnarse eu la determinación de los actos, y como en aquella complejidad en la cual puedo la idea y el pensMmienlo llegar á tener el carácter sustantivo de un acto es cuando pudiera caer dentro del orden jurídico y como esto es notoriamente incontrovertible, resulla que no cabe establecer, con el carácter de tesis, que i;i absoluta declaración de la legalidad de los partidos no haya necesariamente de aplicarse á la legalidad general de todos los actos que no haya sido materia concreta de sanción en la disposición penal, y á mi me basta, al presente, con determinarlo en esa forma concreta.
Y bien, señores; si ha de ser ese nuestro criterio, el común, digo aquí nuestro, el de toda la vida legal del Estado en España; porque yo no pretendo, sobre todo ahora, ui en lo que he enunciado, ni en lo que de aqui en adelante, hasta terminar estas observaciones, que deseo tetigan carácter de absoluta exención de prejuicio de partido, haya de decir, no intento, ni en el concepto, ni en la expresión, pensar ni formular cosa alguna que pueda establecer división de criterio entre ninguno de los firmantes de esa proposición, y atm de aquell* s que la han autorizado, en realidad, con decisión firmísima de su conciencia; y bien, repito, ¿no es una necesaria indeclinable consecuencia de ese principio, el de que es perfectamente lícito el ejercicio del derecho que tienda en relación al régimen imperante, á llegar dentro, claro está, como que no se discute otra cosa; dentro de la órbita trazada por los preceptos constitucionales y delimitada por la sanción penal, á estos tres, digámoslo así, términos que determinan la contienda en el proceso de la vida política entre los partidos que se contradicen para hacer de ellos órgano á la conciencia pública, á fin de que ella decida?
Los términos son estos: primero, en relación de todo orden, porque ya no hay ciertamente nadie; aun aquellos que entienden que se ha encarnado y contrafundido en el nuevo régimen el principio tradicional del derecho divino; no hay ya nadie que pretenda establecer un título de carácter excepcional respecto de ninguno de los principios en la Constitución establecidos, porque todos ellos, sin excepción, por virtud de ese criterio que sustento, son estimados por igual como reformables por dictados inapelables de la conciencia nacional, mediante el ejercicio de las libertades públicas, claro está que en eso se determina la contienda en las condiciones de legalidad; y para que pueda ser íntegramente reconocido en esa progresión el ejercicio del derecho, es fuerza establecer que e?? lícito censurar, que es licito criticar, que es lícito combatir; tres términos que responden á tres momentos y procesos de la contienda de los partidos políticos. Porque ¿de qué serviría que se recono "iese á los que estamos fuera de la órbita gubernamental, pero no fuera de la órbita legal, que importa fijar bien la diferencia; de qué serviría que se nos reconociese la legalidad de nuestra existencia si no hubiésemos de tener e) derecho de expnner ante la conciencia del país aquellas razones, por virtud de las cuales estiraanios que es preferible e! régimen republicano al monárquico, que es preferible al imperio ejercido por la rama de una monarquía el ejercicio de ese imperio por otra? ¿No sería perfectamente irrisoria, no implicaría un sarcasmo el pretender que tenemos derecho para enunciar el pensamiento, pero nu para llegar h la posibilidad de que un estado de la conciencia del país determine una nueva base á la organización del Estado?
Y lio tifue. í-eñores diputados, importancia definirlo bietu no tiene mayor alcance, pero no le tiene tampoco menor, el término combatir que en la tercera de esas declaraciones se emplea; y ese término combatir, por su carácter categórico, por su índole de absoluto, por afirmativo de que mediante el ejercicio de la libertad puede transformarse el estado de la conciencia pública para afirmar nuevos principios que determinen la base de la organización del Estado, es el que todos los firmantes de esta proposición hemos querido afirmar, es lo que la parte de esta Cámara que no la ha autorizado con su firma, entiende también, sólo que en el caso parecía que deseaba se agregase un término que ni le quita ni le presta fuerza, pero que era ocasionado á confusiones, el de combatir dentro de las vías legales. ¡Rumores.)
Porque es claro, señores diputados, y sobre eso llamo vuestra atención, que cuando se afirma en esa declaración ei perfecto derecho de combatir la Monarquía, bien entendido para que la Monarquía pueda ser sustituida por otro régimen, se pone inmediatamente un límite, límite en el cual, por lo mismo que aquí todos nos debemos en relación de una sinceridad perfecta, yo debo afirmar que no necesité que nadie me lo dictara, que yo mismo impuse por fórmula, hasta ver el límite de t.du pumo infranqueable en esa relación á que responden ¡as declaraciones de e.sa proposición, los respetos constitucionales deijidos al Jefe del Estado.
Yo entiendo que eso es un límite que debía ser anunciado al á por la manera como cada cual piense, ¡si el pensamiento tiene una virtualidad de esencia divina precisamente en su valor individual! que debía cumo limite exclusivo, salvo alguien que estime que por la manera peculiar de concebir el ejercicio de ese derecho, debía, por el contrario, circuuscribirse á la órbita de límite adentro, y yo uo tuve inconveniente alguno en que la frase por mí primeramente escrita fuese por esa (tra que ahora consta en la proposición sustituida. ¿Es así?
Y cuando están señalados todos esos límites infranqueables para combatir á la Monarquía, y cuando toda la proposición trasciende al ejercicio de ese derecho, ¿qué podía venir á significar la expresión de las vías legales? ¿lis que, por ventura, lo que nosotros ahí proponemos ó anunciamos, es algo que teuga, ni en el propósito ni eu la inteución miras al ejercicio de derechos que DO sean aquellos regulados y amparados por las leyet ?
Y si se viene á ampliar cuando se trata de combatir eso, ¿no se está viendo fácilmente que podía por ahí introducirse esa arbitrariedad de autoridades gubernativas, y aún confrecuenoia, mediante (salvo respetos personales) la siniestra intervención del ministerio fiscal en los propios Tribunales, para que se cercenara la integridad y el carácter abíoluto de ese derecho?
No queremos nada confuso; no queremos nada ambiguo; no hay otros límites en lo regulado por esas declaraciones, que aquello que la declaración misma contiene, y hemos procurado emplear palabras tan concretas, tau categóricas, que no se prestan á interpretaciones de ninguna clase. Si hay alguien que pretenda interpretarlas, es que ese no quiere aceptar sincera é ingenuamente esos derechos de carácter constitucional que preceden (por lo mismo que son texativamente establecidas como base para el límite de las leyes) á toda posible acción de los poderes, desde el Poder Real hasta el del último delegado de la autoridad.
Otros dos puntos sólo requieren de mi parte algunas observaciones. Aquí, y cuesto uo me recomiendo, lo personal es lo de menos, recomiendo lo que digo á vuestro benévolo juicio; pur lo mismo que á todos importa que podamos vivir dentro de condiciones exentas de pasión, de violencia de partido y de atropellos de autoridades arbitrarias, aqui no hay nada, abso.utamente nada que responda á determinado criterio del partido republicano, sino al criterio de-finitio, expresado, taxativamente formulado por la C mstitución, por las leyes y por la sanción penal. Y lleyamos en esto á lo que viene constituyendo entre nosotros un estado, señores diputados, que para aquel que ama el orden, podéis creerlo ó no creerlo, me importa poco, tengo el derecho de decir lo que pienso y lo que siento; para aquel que ama el orden, por exigencia consustancial de su naturaleza, como yo lo amo y como he procurado demostrarlo en todas las relaciones de mi vida, no puede menos de ser altamente repugnante y odioso. A pesar de todas las desdichas porque hemos pasado, nada me amarga tauto, nada me hace sentir tanto como el que no convivamos en el espíritu de los pueblos cultos. Porque el orden material, que es el único que aquí nos preocupa, es el grosero, es el de la horda ó de la tribu; pero el orden moral es el consustancial en la vida de un pueblo culto.
Y es de todo punto incompatible la existencia de esa orden, el espectáculo que á diario vemos de republicanos que gritan ¡viva la República! de delegados de la autoridad que persiguen á IQS que dicen jviva la República!, de fiscales que denuncian á los unos y de otros que no denuncian; de Tribunales que absuelven y de Tribunales que condenan. Ese espectáculo, señores diputados, es indigno de un pueblo culto, y es menester que eso acabe de una vez para siempre. Los republicanos tenemos la firme la arraigad» convicción, cpu profesar religioso culto á las condiciones y exigencias necesarias para la afirmación del orden ma: terial antes que á las del moral, de que el grito de ¡viva la República! es el cual debe de reconocerse la cantidad de las ideas que se elaborau en la intimidad de la conciencia Y esto lo piensan todos los que han firmado esta proposición, lo piensan también aquellos que no lo han firmado. ¿Y cómo no lo habían de pensar, si las razones de carácter ex tridamente legal, de derecho constituido, no de derecho constituyente, que se invoca son las palabras pronunciadas por el propio legislador del Código de 1870? Nada más, porque basta apuntar las razones. Y queda el último punto.
Ha sido en España, sigue siéndolo por desdicha un hecho frecuente el de que las autoridades se crean con facultades para disolver por medio de sus delegados las reuniones públicas, constituyendo esto una incon, testable flagrante contadicción del principio que afirma el derecho de reunióu pública respeto del cual no tiene ni puede tener la autoridad gubernativa otra intervención que
la de velar por el orden y si algún delito se cometiese proceder respecto de ese delito, en aquella doble relación que no puede ninguna autoridad desconocer porque si la autoridad es ignorante, si la autoridad es inicua, es indigna descrío; que es la de que no se cometan delitos por los reuniones públicasi, sino en la relación taxativamente determinada per el art. 5." de esa propia ley, pero que nada de lo demás de cuanto en una reunión pública suceda puede ser materias de otra cosa quede una advertencia del delegado al presidente de la reunión y de una comunicación para que procedan contra el delito que se haya cometido, el cual sólo dentro de las condicones prescritas por la ley puede tener el carácter de delito colectivo. Seria, señores diputados, á las alturas en que vivimos y cua;ido ha pasado uu Savigny por el mundo, cometerla más torpe, lo más ignara de las tropelías, el pensar que delinquen las colectividades, cuando eso sólo va inherente á la determinación de una voluntad consciente y libre que va encarnada en la determinación individual y que sólo puede transcender á la vida colectiva cuando ésta delibera y resuelve colectivamente.
Y nada más, señores diputados, porque lo último evoca tan triste recuerdo en toda alma bien sentida, que basta con señalarlo para poder abrigar iraa cierta esperanza de que no podrá volver á ¡reproducirse. Cuando está tan vivo el tristísimo recuerdo del IIos-picia y de los asesinatos de Salamanca, es de esperar que no vuelvan ias autoridades a cometer el vil asesiuato, sin que se cumplan los precectos impuestos por el Código penal, de disparar el tnauser, que sólo puede venir sobre la base de una relación perfectamente autorizada en el orden moral primero en el orden legal después, haciendo que esa sangre salpique á aquellos que autoricen y consientan atentados semejantes.
PARA LA OBRA DE «LAS DOMI}ÍICALES>
Inocencio Alcolea.—Campeche 2 pesetas. Daniel Méndez.—Los Santos 0'25 »¡
Xuz y Sombra A la consulta que nos hace un estimado
correligionario de Asturias avecindado en Ramón, concejo de Soto del Barco, contestamos:
Que en efecto lo que índica sobre construcción de cementerios es exacto, pero es cuando se trata de cementerios católicos. Respecto á la construcción de cementerios civiles lio hay que consultar para nada al cura y atenerse exclusivamente á la legislación que nosotros hemos dado á conocer estos días en nuestro periódico.
No es. obligatorio descubrirse ante una procesión. Lo que el Código pena es el escarnio de las procesiones y demás actos del culto; pero probando que no se ha tenido intención de escarnecer el acto católico, el juez cometerá un atropello condenando al acusado de esa falta. Así, el que va por la calle á un negocio y encontrando al paso una procesión sigue su camino sin descubrirse con ademán sereno, como sino reparase en que se celebra semejante acto, no delinque.
El articulo 11 de la Constitución dice que «nadie será molestado en el territorio español por sus opiniones religiosas» y es infligir la mayor de las molestias obligar á hacer reverencias k un hombre ante ceremonias de uu culto que detesta.
A las intimaciones de esos bárbaros, de esos cafres clérigos y beatos que se acercan á imponer con palabras soeces y con actos de violencia á los que no se descubren al paso del Viático y ias procesiones se debe contestar con dignidad:
—Voy por mi camino; no tengo intención alguna de molestar á ustedes; no me molesten ustedes atrepellando la Constitución y mi conciencia.
En España existe la tolerancia de cultos pero no la libertad.
Y como ni la tolerancia se respeta por autoridades sin conciencia, como educadas á los pechos de la Iglesia, y es indigno para un pueblo no gozar de libertad de cultos que hasta en Marruecos existe haciéndose procesiones católicas en Tánger, mientras aqui no se puede poner un signo religioso en la portada de una capilla protestante, no tiene honor ni vergüenza el español que no lucha por la República que establecerá al punto la libertad de cultos.
Comentando los escándalos habidos en el Municipio de Almería, dice nuestro querido colega El Radical de aquella ciudad.
«La vida municipal de Almería está de antiguo envilecida. De ella no se recuerda más gloria que la que alcanzara há muchos años con su austeridad el Ayuntamiento re publicano. A partir de la Restauración, la caja municipal no sirvió sino para enriquecer á unos cuantos farsantes y alimentar los vicios de muchos parásitos sociales. No es mayor la corrupción presente que la pasada; lo que ahora ocurre es que está más visible porque la corrupción vino del brazo de la torpeza en esta ocasión, es más escandalosa.»
Todo esto es público y notorio en Almería. Allí se sabe que el Municipio es una ren-tina pero están absolutamente ciertos que no hay quien remedie el mal mientras haya monarquía.
Por eso en Almería, por vergüenza, por dignidad, hasta por buen olfato todos debían ser republicanos.
Telegrama de Barcelona: BARCELONA 15 (3,25 t.)—«En todos los
centros de reunión y , particularmente en los aristocrático, el tema de hoy ha sido un suceso sangriento, que se trata dejocultar i
Lmm ilcnnlwloiil»*
lu publicidad. Un drama de familia, en el que se asegura han intervenido conao facto-rea importantes, un abogado neo y un sujeto de sotana que se cree pertenece á la Compa-üía de Jesús.
lii suceso se refiere del modo siguiente: la mujer de un aristócrata, después de dar á su marido ocho puñaladas, todas ellas de escasa gravedad, se ha fugado del domicilio conyugal, llevándose consigo una importante cantidad en efectivo y valores en joyas y documentos, refugiándose en un convento.
Sigilosamente fué detenida por la justicia en el convento aludido y conducida á la cárcel.
Omito transmitir ninguna versión, pues aún cuando la verosímil hace jugar al neo y al jesuíta el papel de instigadores del crimen ninguna se halla lo suficientemente comprobada.»
No hay honor seguro para las familias, ni aún la vida de los esposos ertará asegurada mientras exista el confesionario.
Si los maridos, celosos de su dignidad, prohibieran á sus mujeres acercarse á un clérigo no ocurrirían actos como ese de Barcelona.
Por ir h presenciar un espectáculo brutal, la lucha de dos fieras, en la plaza de San Sebastián, ha habido varios heridos.
Entre ellos se cuentan ?quiéu? Dos obispos de levita! el marqués de Pidal y Urquijo, el candidato de los jesuítas en Bilbao,
Ahí tenéis lo que es el catolicismo en acción: esos hombres de corazón duru como piedras van á regocijarse en los espectáculos sangrientos en medio de una muchedumbre furiosa, sedienta de sangre y de muerte.
Por la mañana á la misa, por la tarde á los toros, luego á la novena y á la procesión, después al banquete, al palco ó al baile,
4N0 han de dar gracias tales gentes á Dios que les consiente hacer una vida saturada de todos los gocer?
En cambio nosotros no hemos llevado á nuestras hijas sin bautizar, á una iglesia, pero tampoco las hemos lie vado jamás á una plaza de toros.
¡Imbéciles los que aún no veis que es la religión la que mantiene nuestro estado de embrutecimiento, de crueldad y de tiranía!
En la próxima elección de un diputado por el distrito de Torrente so presenta como candidato republicano nuestro querido amigo Sr. San tillan, director de Bl Evangelio.
El Sr. Santillán viene demostrando que es un luchador de mucho empuje y digno por tanto de representar al partido republicano en el Congreso. Esperamos por tanto que los electores republicanos de Torrente echarán el resto para elegirle diputado.
Dice El Progreso de Zaragoza:
«En la cárcel .
Esperábase que el cura matador del se-ftor Bernad reaccionaría pasadas algunas horas y que, horrorizado por la magnitud de 8U crimen, mostraría arrepentimiento, pintándose en su rostro, espejo del alma, la pesadumbre propia del amargor de la conciencia acusadora.
Pero no. Bl asesino presentóse ayer ante el Juzgado frío, sereno, imperturbable, igual que estaba cuando el pueblo le maldecía.
Poca mella le hizo la noche pasada en la lobreguez de un calabozo.
Por la mañana comió el rancho de los presos y nada advirtió á sus guardianes ni 4 las personas que le vieron al pasar ante el juez, de la opinión en contrario á ser un criminal cínico con el corazón bien templado para la perversidad.»
Puede nadie dudar que la comunión pone las almas dulces y blandas como mieles? He ahí ese clérigo que comulgaba todos los días con la carne y la sangre de un Dios cordero y se ha hecho fiero como un lobo.
No creer en la eficacia de la comunión después de esos ejemplos es verdaderamente un asombro.
EL MITIN üíi SANTONl
FE REPUBLICANA!
Leemos: cSB.OOO prófugos.
Así, en números redondos, son 56.000 los mozos que en los cinco años últim )S se han evadido del servicio militar ocultándose en el extranjero.»
He ahí 56.000 españoles muertos para España cuando están en el vigor de la vida.
Los bárbaros reyes expulsaron á judíos y moriscos.
La bárbara guerra expulsa á los propios españoles.
[Maldita sea la guerra! ¡Maldita sean los ejércitos permanen
tes!
Ruego á las Cooperativas
La oooperativr de Beus nos ruega la poblioa-oi¿n de lo BÍgniente.
La C o o p e r a t i v a R e b u b l i c a n a Obrera
Suplica & todas las Cooperativas establecidas en España que tengan posibilibad de ofrecer articules de comer bebe y arder de produoion pm-pia de su comarca se sirviran enviar muestras y precios de ellos.
Guia & esta Cooperativa el hacer tal petici¿a el deseo de establecer lazos do amistad con las de más Sociedades análogas á la par ensayar el mutuo cambio de productos tavoreoiendo asi los Ínteres de las clases productoras.
Estaremos k la reciproca. , BeuB, Julio. 1904. Por la Cooperativa Republicana Obrera.
PrtsidtnU:: José JORDANA .
Secreiario: CRISTÓBAL LISTRAN.
La Correspondencia á nombre de la Üooverativa 8inglis,9 Beu».
Acordaron los republicanos de Bilbao y de Santander ir á darse un abrazo fcateriial en Santoña donde celebrarían juntos un mitin.
Cuando los republicanos santanderinos que habían fletado un buque fueron á embarcarse ocurrió este notable suceso referido en carta que publica Bl Pais--
«Cuando la gente se disponía á ocupar el barco contratado, que, para más señas, llevaba (y lleva) el nombre de Rosario, viene la Comisión y manifiesta que el comandante de Marina no encuentra en el barco las condiciones debidas para realizar el viaje, por no llevar el número suficiente de salvaoidas; á lo que hubo quien respondió que tampoco los llevabun los correos de la Trasatlántica, sosteniendo algunas malas lenguas que á esto se respondió «que estaban fuera de la ley.» En Ün, que ge observaba un perfecto espíritu d(í abstención. Más, no queriendo los allí presentes que las autoridades se bañaran en agua de rosas, decidieron verificar la jira. ¿Cómo? üunos diez ó doce en el tren; el resto ¡ápie!
Y aquí es donde empieza la odif^ea, señor director. Figúrese usted un pelotón inmenso de gente, un número colosal de individuos que inva le la carretera y se pone en marcha, reflejando en sus miradas la intención firme de conseguir el (jl>jeto, denios-traudo en sus movimientos la fortfileza suficiente para vencer la distancia y tmciendo palpable, ante los déspotas modernos, la consideración que siempre merece el establecimiento de un derecho.
Complete usted la imagen, teniendo presente las condiciones verdaderamente fatales en que tuvo que realizarse el paseo, ün sol ttl>rasador, que más que sol era una sábana de lumbre que envolvía entre sus pliegue.^ inff rúales á muchísimos cuerpo.-: una atmósfera densa, pesada, sin que un soplo de aire la moviera, presentándose en firma de un fluido, cuyas ondas azotaban el rostro y hacían imposible su respiración.
Con tales medios, nadie admirará que la «ed devorara las entrañas de los pobres excursionistas y que hubiera momentos en que las fuerzas Saquearan, el cuerpo se extre-meciera entre intensas sacudidas y llegara el extremo de caer rendido bajo la techumbre de aquellos agentes despiadados, que achicharraban sus seres. ¡A.h! pero gloria es afirmarlo. Con tanto padecimiento, con tanto horror, la jornada alcanzó su término. ¡Un recorrido de veintiocho kilómetros de carretera y tres de arenal, suponiendo estos últimos cinco ó seis de los de carretera! Pero sea lo que quiera: siouipre resulta un recorrido de ¡treinta y tantos kilómetrosl Se necesita heroísmo, abnegación, una borrachera de entusiasmo para realizar una peregrinación de esta índole.
Y preciso es confesarlo. Producía lástima y honda admiración el ver entrar aquella verdadera precesión de individualidades conscientes, con los rostros un tanto desencajados, los trajes inundados de polvo, el paso lento; pero con ánimos, con energía suficiente para entrar cantando el himno de las libertades humanas: la Marsellesa.
Para terminar: Los republicanos de Bilbao se sentían orgullecidos al estrechar entre sus brazos á los santanderinos; y hasta parecía que la admiración originaba en ellos una especie de pasmo, una cosa que los anonadaba.
Respecto á Santoña, todo elogio es pálido. Hasta las autoridades se portaron como no hay ejemplo en la historia. (Sin exageración.) Fué un pueblo que en aras de su cultura y hospitalidad, recibió con himnos de alegría y expansiones de fraternidad á una línea larga, muy larga de hombres que resplandecía en sus frentes la imagen de un ideal y en sus pechos el amor grande, sin límites á la hermosa matrdua, cuya espada algún día fulgurará en los destinos de la nación,»
Reciban esos valientes republicanos de Santander el testimonio de nuestra admiración .
Una nación que ofrece esos rasgos sublimes de fé republicana no puede ser mucho tiempo monárquica.
El clericalismo en el Perú En los últimos años de la próxima pasada
centuria, aparece descrito de esta elocuentísima suerte, en una revista en extremo prestigiosa de Ibero-américa.
«No hay en mi desgraciada y querida patria menos de doce mil crérigos de los dos estados.
«Casi todos son no solamente concubiua-rios, sino también infamemente libertinos.
En ciertos lugares no hay muchacha alguna que pueda el día de su matrimonio ofrecer á su esposo las primicias de su virginidad por muy joven que case, el cura ya la sedujo pnr la rutón ó la fuerm, como dicen los chilenos.
«Muchos curas tienen dos, tres y hasta cuatro concubinas; estas viven todas juntas bajo un mismo techo, sin manifestar celos ni cosa parecida; están contentas con su suerte, y se consideran muy felices con per tenecer al Padrecüo.
Los frailes, sobre todo los agustinos y dominicos, son tan corrompidos, que entre nosotros se suele decir á manera de proverbio: «libertino como un dominico y perverso como un agustino» los mercenarios tienen fama universal de sodomitas.
Lu iglesia posee aquí bienes considerables.
El solo convento de Santo Domingo de Lima tiene una renta anual de 30.000 dures, fuera de las entradas eventuales de misas etc.
Los curas cobran enormes derechos por bautizos, matrimonios y entierros.
«Muchos pobres viven amancebados por faltarles los 17 duros que exige el cura para celebrar el matrimonio.
»E1 número de hijos naturales es incalculable, ,8BÍ en las ciudades como en el campo.
«Niños recien nacidos son diariamente \ abanilonados en el atrio de los templos, sobre ' los bancos de los paseos públicos, tras de las puertas de las casas; un cincuenta por ciento de estos infelices infantes son liijos de curas y de frailes.
»Los misioneros que van cada año h predicar la cuaresma en los pueblo.*, dejan á menudo en pos de si alguxias reliquias amorosas de su sacro ministerio, sea en jóvenes solteras, sea en mujeres casadas...
»Los conventos de monjas son lupanares para los obispos y clérigos de importancia..,
»Asi los seminarios como ios noviciados de frailes y monjas son escenarios de abominaciones estupendas que la pluma se niega á describir; en |)arangón con tales moradas, Sodoma y Gomorra serían escuelas de moral y virtud.
»El clero hace en el Perú cuanto le place, y si le pía :e cometer crímenes los comete.
»Kl año pasado el cura rector Bambamar-ca, en la diócesis de Chachapoyas, por vengarse de una joven de veinte aoos que se resistió á entrej,'-arse á él la ÜCUSÓ de brujería y muieiicio v IM quemo viva en la plaza pública del pueblo frente á la iglesia, obligando á Ui madre y iil novio de la iufeliz á {encender la hoguera. Y el alcalde, el gobernador y el juez de paz asistieron oficialmente fil auto de fe.v
Después de leer lo transcrito, ¿cómo no atribuir á meiüo tan vil el cerebral trastorno que hubo de acometer no ha mucho á la tan sublime como formidable librepensadora Mercedes Cabello de Cíirbonera. que ha sido para el que e¡íto escribe uno de 103 duelos más protuiidus de su ya larga existencia? ¿Qué uo frHgufirÍMU en la sombra esos nion.s-tiuos de la vaiicaidsta iglesia contra esa mujer que eleva tanto á su sexo y t^sadaiuaque es el honor de su raza? Y aunque para mi, que la profesaba y la profeso el nifts respetuoso y entusiasta de los cariñus, ya ha llegado la incomparable ventura de su re.sta-blecimiento, este ñola consentirá nunca, según la facuUiva opinión, vulver k innuudar de luz los clericales abismos.
Ocurre este comentario, y lo que da lugar á él, á mi tan modesta pluma, apropósi-to de los muy fervieutes votos que acab i de hacer un peruano distinguido, por la laiidi-datura de mi honorable amigo Madueño para ocupar la vacante del católico y opulentamente responseado Candarno, para aplicarle á su patria que es también forzosamente la mía, aquello ahora tan oportuno: «No se hizo la miel etc.» y para referir esto á él que encaja como de" molde: «soñaba el ciego que veía... t
VHRITAS , ( J . 011 LA HBRMIDA.)
Crimen do un Clérigo
No; no tienen corazón de hombres, tienen corazón de hienas.
Lo daoiamoa hace pocos dias refiriéndonos 4 un clérigo asturiano: dañar morder, arrojar veneno; 680 el placer del cura.
Eduoadoa largos años aa ¡seminario, con na-turaliaados con los vicios mis inmundos convencidos de que es una mentira la religión, se va haciendo en su espíritu dia tras dia, mes tras mes. año tras año, un sedimento de mentira, de inmoralidad, de fealdad que llega á petrificarse forman do una sustancia dura como de hollin, de donde no pueden salir sino cosas negras.
Satanás as un símbolo; es el mal personificado que no puede ver sin odio reconcentrado el Bien. Bl cura es Satanás. Habla un hombre bueno en Pastriz, el clérigo le odiaba contodo su corazón y tenia que odiarle. Le acechó lo disparó con saña todos los tiros que llevava en el revolver, le asesinó; eso es todo.
Oid ahora el relato del suceso, tomado de El Progreso do Zaragoaa.
Un cura asesino.—€i pueb/o contra el cura
En el pacifico pueblo de Pastriz se ha dnsarro liado una tragedia horrible, más horrible todavía por los personajes qoeea ella intervinieron. No ha sido una de esas pobres bestias humaaas que buscan en el alcohoUenitivo contra el dolor y la miseria quien cebó su garra implacable en el tirano quo lo expoliaba; fué un hombro que de-bia ser culto por contar muchos años de estudio, que debía sor manso, como ministro del Dios de la bondad, quien disparó con saña increíble cinco tiros de revolver contra un caballero cristiano instituido en providencia do un pueblo y de una comarca.
Escándalos k granel vienen provocando esos curitaH, quo visten sotana, buscando los privilegios qne da, sin aceptar \m sacrificios que impone; amorí(j8,rapto8, üaqnezas .humanas, qae juzgamos benévolamente, los que no reconooumos en loa humanos ministros de Dios esa naturaleiía semidivina que para pesar más en la sociedad se atribuyen. Paro la hskaaña salvaje de ese maten de sotana, do BU crimen, no despierta nuestra indulgencia, sólo nos merece execración.
No es la demencia, como sa dice, quien ha perpetrado el crimen inicuo, cuyas consecuencias, llora ana familia respetable y un pueblo agraciado. Fué la envidia rastrera <lel que no puede hacer prevalecer supalilla, de guapo contra las excelencias de un hombre caritativo y ganeroso. La adtitud del vecindario de Pastriz dice más que nada.
No lo echen en olvido esos mantenedores de que la voz del pueblo es la voz mismas de Dios.
A PatPiz Dada la importancia del suceso y el natural
aían del páblioo, ganoso de conocerlo hasta en •US menores detalles á Pastriz marchó nuestro redactor, Sr. Hartón, en las primaras horas déla tarde de ayer, y de los informes allí mismo recogidos, será fiel reflejo nuestro relato del crimen.
El pueblo amotinado . Llegábamos á las puertas de Pastriz k las cua
tro en punto de la tarde. Un sol rigoroso caldeaba el ambiente. Del lejano grupo de gente amotinada percibíase griterío infernal. Todavía no pedia distinguirse bien lo que pasaba á cien metros de nosotros, porque una polvareda densi-Bímaera el telón que ocultaba la escena. Se acercó el carruaje y loa rumores, con la nube polvorienta, venían hacia nosotros. Entonces, acortadas las distancias, pudimos observar en toda su magnitud lo que ocurría. Era el pueblo vengador que pretendía hacer justicia por su mano. Era una sección montada de la guardia civil que andando f ormava un cerco para defender la vida del cura asesino. ^ _
Eran las autoridades y personas de pireatigio en el país que marchaban junto al oriminsl, protegiéndole ooatra laa iras de la opinión.
Los eaballoa casi pieotfiban á hoiübres mujeres y niños, que rabiosamente se mordían las manos y tiraban de les caballos en ol colmo do la indignación y por no poder satisiacer sus anhelos de terrible ejemplaridad.
— ¡A. cogerlo, aunque nos maten! —¡Ladrón!... —¡Granuja! —¡A.seEÍno! —¡Qué pago nos has dau, canalla! —¡Matarnos á nuestro padre!. . . —¡Nos has áejaojsin pan! —¡A arrastrarlo! ¡¡Ahora!! T la ola humana estrellase en el dique do la
fuerza pública. Y seguía el vocerío espantoso, cnsordocodo;
atronando el espacio. El cura iba eu medie del alcalde, juez muni
cipal, secretario y concejales y de los señorea Miret, Pascual de Quinto, Benedicto, Usony Gayan, amigos Íntimos de la victima y que gozan de gran prestigio en Pastriz. A loa lados dejeste grupo forman el tenientede la benemérita don Miguel Muñoz y el sargento del puesto de Pastriz D. Hipólito Almarza. Ocho guardias á caba lio bacian el circulo protector y otro civil marchaba á pie llevando del diestro la cabalgadura.
El matador vestía do paisano traje de lanilla gris, botas negras y sombrero «Fregoli» plomizo Llevaba las manos atadas con una cuerda.
El pueblo le siguió hasta unes 600 metros, y de este punto hasta un kilómetro más allá los malicieatos eran solo da 20 á 30
El jueí del Pilar, Sr Marianas, dispuso el traslado á Zaragoza del asesino, en cuanto pudo disponer de í'ue.-zas para ello. Él vecindario moa trabase alarmante y se temía que al atardecer una vez en el pueblo los trabajadores del campo y gente de l<s pueblos limítrofes era posible un asalto á la cárcel pública—cuartucho con frágil puerta á la plasa en la Casa Consistorial—^y el lynchamienco del párroco. Asi estaban los auimoa de excitados.
Eran Us siete en punto de la mañana. PsKtriz estaba bien ajeno á los instintos de
fi<?ra que abrigaba el cura. A esa hora había poca gente en ol lugar, puesto quo la mayoría trabftiaba «n el campo y en las erns.
También el párroco trabajaba en la criminal labor de preparar el asesinato. Y desde la la iglesia fuese en busca de su victima.
El s u c e s o Don Francisco Barnad, agricultor teórico y
práctico, activo y laboriebo, hacia la vida del labrador militante, cuidando con osoropulosídad de la buena administración de sus fincas.
Salió de casa & las seis y media de la mañana y dirigióse á ver unos olivos do su propiedad, sitos junto á la mpjana déla orilla del rio.
A poco inició el regreso y marchaba atravesando rastrojeras para tomar una senda y volver al punto de partida. En la era de su casa funcionaba una trilla movida á vapor y al Sr. Bernard la gustaba mucho presenciar esa faena.
El cura corrió al encuentro de D. Paco. Y ambos se detuvieron antes do llegar á la senda.
No hubo testigos de lo que allí pasó. La victima nada sospechaba. Iba desarmado y solo el Sr. Bernad. Y allí quedó su cuerpo acribillado por cuatro ó cinco balazos disparados á quema repa, consumándose uno de los crímenes máa repugnantes ^ue registra la crónica negra, por las circunstancias de premeditación, alevosía y ensañamiento que le comprenden.
Fué teatro de la inicua tragedia un campo dé rastrojo, como antes decimos, llamado de los «Arracianea» partida «La Cubera» á 40 metros en linea recta del camino de la mejana y 20 de la senda referida.
Del sitio del suceso al pueblo hay unos 300 metros.
Solamente el muerto y su matador, por rara coincidencia, encontrábanse en aquella considerable extensión de terreno, limitada por el camino y al Boto y dos largas lineas convergentes que se pierden á lo largo de rastrojeras y Sembrados de verdes. Bl cíele fué el único testigo de la hazaña del párroco.
Pero en nuestros afanes de conseguir detalla-Hada información tuvimos la suerte de dar con Antonio Terraza y Garoia, jornalero.
Este vecino de Pastriz trabajaba en la mejana en el momento de la ejecucióa del asesinato.
Nos dijo Terraza que oyó cuatro disparos. Tres tiros seguidos, y después de un corto intervalo el cuarto, sin poner en duda su manifestación.
El Sr. Bernad presentaba cinco heridas; una en el ojo derecho, dos en el costado izquierdo, una en la mano derecha—atravesada—y otra situada detrás de la oreja izquierda.
El revólver se recogió vacio completamente, limpio de cápsulas disparadas, lo cual da á entender que el criminal quitó loa oasqnillos y lo mismo pudo hacer con el que tuviera el plomo todavía.
No está, pues, comprobado que fueran cinco loa disparos.
Con cuatro tiros tienen explicación las cinco heridas, siendo una la que atraviesa la mano, en atención á que el mismo proyectil pudo alojarse en el costado, produciendo dos lesiones, suponiendo que la victima, apercibida de la agresión intentara desviar el arma.
D. Francisco Bernad debió morir casi instan táneamente.
A juicio del forense, Sr. Moré, la lesión dol ojo es mortal de necesidad, y también lo es un» de las del costado.
La primera herida debió ser ésta, es decir la duplicada, y las restantes, probablemente, las recibió el agredido estando en el suelo.
y aquí nos asalta una duda y ofrecemos á la consideración de los lectores esta suposición que la motiva.
El rura hizo un pequeño alto entre el tercero y cuarto di-'paro, se^ún declara Antonio Terraza, ¿Creyó el asesino consumada su obra con el ter-tiro y viendo que el Sr. Barnad aún vivía repitió ron ol último disparo, acercando ni cañón del arma á la oreja del desgraciado D. Francisd:? Tanto creemoa en la serenidad l i i ica, inconcebible del matón de sotana, que no extrañamos tuviera valor para tamaño ensañamiento.
D e s p u é s de l oi*imen El cura volvió al pueblo inmediatamente. En
tró en la tienda de Tomás Gracia, hijo de la pa-trona del aaosino y allí se lavó las manos, debiendo anotarse que las llevaba limpias, asi comp el traje talar. Doapnéa entró en su casa, tomó chocolate tranquilamente y á continuación se encerró en su gabinete.
Salió al poco rato, furioso, sembrando el terror en la dueña de la casa por su actitud y en las personas que le vieron en la calle. El míbmo cura dijo, cuando se le trasladaba á Zaragoza, que sentía sed de saogre, que hubiera matado á loB que tenia «entre ceja y ceja...»
Marchó, sin que nadie estuviese aún sabedor del crimen, al estanco; pidió un librito de papel «con vistas de mujeresi», llevóse lo mejor quo había y entrando en el domicilio del maestro pidió la bicicleta que no ha mucho vendió al señor Muñoz. Como éste se enconrrara en Zaragoza no
fiudo valerse del ciclismo, para venir, sin duda á a capital y seguir, tal vez, la odisea del ignorado
Sánchez, cura como él y asesino de su amante. Emprendió el camino de Zaragoza saliendo
fuera del pueblo, más, debió arrepentirse de la fuga, y dejándando el camino entró en la casa cuartel de la guardia civil.
En la cuadra estaba el sargento limpiando el caballo. El Sr. Almarza hacia una hora que habla regresado de recorrer la demarcación.
—¿Qué caro de ver es ustud, dijo el cura? —¿Se trabaja mucho, mosén, observó ©1 sar
gento? —¿Convida usted k una copa? —Con mucho gusto. Y entonces el aaeñno manifestó al comandan*
te del puosio de Pastriz que tenia que hablarle k solas á ña de hacer su presentación Como reo de un grave delito.
—¿Qué ha hecho V?. observó el guardia riéndose.
—Acabo de tumbar á D. Paco, en los «Arraclanes». Lo he matado.
(Estupefacción del sargento). —¡De qué buen humor ha salido V. hoy de
Q s a . —Le digo á V. que allí ha dejado muerto k
D. Paco. —Pero ¿de veras? —Eu ol rastiojo está el cadáver. En mi cómo
da está el revólver. El sargento, asombrado cada vez más, fué al
onmpo V se ooroioró de que el cura no mentía; registra )a cómoda, y en un cajón encontró el revólver vacio, marca «Orbea y del calibre 12. Acto continuo dio parte del suceso á laa autoridades locales y á sus superiores, enviando nn guardia á comunicar la noticia por el teléfono de la torre del Hospital.
Un propio avisó al Juzgado de Instrucción. i n d i g n a c i ó n g e n e r a l .
El crimen se divulgó on Pastriz con rapidws inusitada.
Bien pronto el pueblo mostró «u índígnacióu, pidiendo á grito unánime la cabeza del matador.
La situaeión era c ímpromatidisima para la benemérita.
De cinco individuos que constituyen el puesto, dos custodiaban el cadáver y otros dos habla en L>1 cuartel guardando el preso.
El vecindario, amotinado, quería que le dieran el roo ó tomarlo por la fuerza para arrastrarlo.
La actitud faé crecendo hasta la salida del cura, narrada al comienzo de este relato.
D i l i g e n c i a s . Practicó las primeras ol J uzgado municipal,
oonstitullo por D. Podro Martin, juez y D, Jesús de Torres, secretario. Da forense actuó el médico de la Puebla do .Ai.lfiadén, D. Mariano Lan-costona y Duran.
El cadá/or, á pijtioión del pueblo, se trasladó á una habitacióa de la oas-i solariega de los Sanclomerat's, moi-aia de la familia del 8eñr)r Bernad y asilo benéfico do los pabres de Pastriz.
El acto resultó imponente manifestación de duelo. Li)8 hombres segiSan al "difunto apesa-dambradüs. Las mujeres llorab.in dí»olaias, diciendo á sua hijos:
—¡Eso muerto era nuestro padre! ¡El quf! nos daba el pan cuando na lo toniais
para llevarlo á la boca! ¡Y-lo ha matado un cxira!
La escena iHjéfonnos que hauia conmover k laa almos menos sensibles.
El aaesiuo declaró ante el jnez. No negó el crimen, pero tuvo la avilantez de
decir que «se hablan desafiado y que D. Paco echó mano al bolsillo para sacar nn arma, 7 entonces él se defendió con el revólver. »
Quedó encerrado en la cárcel hasta la llegada del juez del Pilar.
A ésta nos parece que hizo idénticas manifea» taoíoues.
Hoy continuará el 8r. Marinas la instrucción del sumario, y de madrugada practicará el forense la autopsia del cadáver.
Verificado ayer tarde un registro en la habitación del cura, se recogió un baúl viejo de ropa, una banasta con libros de moral, un breviario, la Biblia, útiles de barbaria, una escopeta de dos cañones y ejemplares de Él Noticiero, con otros objetos sm valor.
La victima . D. Francisco Bernard residía en Zaragoza,
calle de San Miguel, 52 y 54, y tenia casa puesta en Pastriz.
Era persona queridísima por sus excelentes prendas personales, hasta el punto de granjearse la amistad y las simpatías do cuantas personas tenían ocasión de tratarle.
Agricultor, según queda dicho, de reconocida competencia, fué siempre una autoridad explicando cultivos y escribiendo en periódicos de la materia.
Actualmente se encontraba en Pastris, con motivo de las faenas de la recolección. Anteanoche llegó al pueblo.
Se apellidaba «el padre de los pobres», y lo fné abriendo su mano pródiga k toda necesidad y apuro do la gente necesitada de la comarca.
Prestaba dinero y especies sin hacer la más ligera apuntación, rehuyendo que nadie se enterara de sus obras de caridad; m su familia ni su administrador.
El Sr. Bernard era sobrino del general carlista Marco de Bello, y siempre se distinguió por su religiosidad, rayana en el fanatismo.
Exgerente de la Azucarera de Aragón en dicho cargo probó su suficiencia como buen administrador de los intereses ajenos.
Y excusamos alargar esta biografía por lo conocido que era el finado.
Se explica que su trágica muerte haya conmovido tanto al pueblo que tenia en él nn Ídolo y & la capital donde sus amigos y relaciones eran incontables.
La familia del Sr. Bernard ha recibido un golpe cruento, asestado precisamente por un criminal que, á falta de otras consideraciones, debió tener por modelo de virtudes al esposo y padre amante y cariñoso, al hombre de tan noble y generoso corazón y al cristiano que seguia los ejemplos de amor y caridad, del mártir del Gól-gota.
El m a t a d o p . Lorenzo Ortiz Domínguez, tiene 31 años, y
llevaba en el curato de Pastriz catorce meses. Es de carácter impetuoso; tiene un orgullo
que le domina; es envidioso y poseído de que sabo —fué estudiante Bdbredaliente en el Seminario P.)ti>ificio se le ha metido en ia cabeza la sabiduría y cree que todo ol mundo es su em-migo y que está postergado "a pueblo, cuando podS» ser obispo, debido á la» asochanzsa do eolfufaB y personas que pueden ejarcer presión en la autoridad eclesiástica.
No pottii tolerar á D. Pr.snoiaoo BeTisard, porque este señor inñuia mucho moralntente eik el vecindario, por las razones antes expuestas.
El tal ministro del Señor era mujeriego y juerguista, y trataba de imponerse 4 todos con la fuerza del revólver que siempre llevaba ct)n-sigo.
Está probado que celebraba con el arma encima.
Hará unos cuatro meses que en un bautizo por cuestión baladi, sacó á relucir el revólver, amenazando á los que asistían k la oeremo-nia.
No hace mucho que sus feligreses le oyeron entonar el tango de los lunares para Abalen-tarse» la garganta antes de cantar en nn entierro.
No se ha percatado de decir qne lo hecho— el crimen—bien hecho estaba. Que en palacio «lo saben todo.» Qne tenia que matar k don Paeo.
Y que desde su estancia en Caminreal se le persigue, y tiene relegado k pueblos de mala muerte.
El reverendo padre era amigo intimo del finado. Para los dos habla traído el primero, de Francia, una trilladora, primer premio de la Exposición de París. La máquina, después de trabajar en el convento, fué llevada k las eras del Sr. Bernad.
Le preguntamos por las cansas del asesinato. El fraile, sin asegurar nada, las atribuye k lo
siguiente: El pueblo quería el traslado del p&rcooo «n
atención k su conducta irregular. Es posible queD. Paco fnera requerido por
L m OomlRloail»»
«1 arzobispo á ña da qae diera sa opinión respecto del cnra.
Aun í»yoveoi¿ndule macho, como indudable-ueuta lo hizo, no podía mentir dal todo con arre-
Slo ¿ su reota conciencia. Se enteró el asesino e esto y . . . ¡quién sabe!. . . exclamó el prior.—
Solo DiuB puede llegar hasta el corazón de loa hombres.
La premeditación. El que suponen loco obraba cuerdamente. Tres días consecutivos acechó á su victima
hasta encontrarla libre y sola. La noche del miércoles esperaba el cara el
paso del Sr. Bernad junto á la Torre de Castillo, en el camino de Pastriz.
El mismo día, por la mañana, volvían de la mejana el muerto y el P. Esteban, & las once en punto, hora poco & propósito para pl paseo. Cerca del sitio del suceso encontraron al párroco y emzÓBe ooik los ¿os amigos sin cambiar el saludo .
Al fraile le chocó en extremo la desconsideración, más no malició, ni pensó que aquello fue-M odio coneentrftdo^ espúmige-
La gente del pueblo cree en la premeditación.
—Lo llevaba cavilado hace tiempo—dicen. Un f i t e g o .
£1 corresponsal do Lo« Sucesos, Sr. Lagunas, nos ha rogado hagamos constar que los curas de La Puebla y de A.líajarin le arrebataron con formas destempladas un retrato del matador, que le concedieroh él alcalde, juez municipal y el sa-erist&n de la parroquia.
No quisieron esos sacerdotes que se publicara, como si fiiittt la de un criminal, la fotografía de su oompaiiero.
,Á la eáreel . Hasta la tienda A L » Unión do Moverá», fué k
pie el asesino. AUi pasó con su escolta, bebió un refresco, ést'ttVa mriy desahogado, y como llegara en nn carruaje D. M&timo Pascual, de Quinto, en 61 subió con el teniente de la guardia civil, siguiendo el carruaje una pareja' & caballo.
En la tienda entró sin ligaduras en las manos.
R e c l u s i ó n d e l « « e s i n o . Ocupa la celda núm. 16, que es una de las
destinadas á los presos de cuidado. Está en-eompleta incomunicación. 8e muestrtKiiuy tranquilo y su aspecto es el
de ciaieo enminal. Hoy prestará nueva declaración ante el juez. Su entrada en la cárcel ha producido entre
los reclusos verdadera espéotación. Llegó á la cárcel á las siete y media de la
tarde. D u e l o .
Anoche no se sabia en Pastriz si serian suspendidas las fiestas de Santiago y Santa Ana ya dispuestas con vaquillas, autorizadas por el Gobierno civil.
Decíase ijue, probablemente y en señal de duelo por la muerte del protector de los pobres, ó no habría regocijos ó serian trasladados á otra fecha.
BELLA ríESTA EN CHIVA Sr. Director de LAS DOMINICAI-BS:
Los repnblioaBOB de Mte pueblo, siguiendo la costumbre «atabloeida h^aoa ya doce años, celebraron el jüíeves liitimó una velada en honor de los valientes milicianos de esta villa qae expulieron sus vidas y derramaron su sangre en defensa de la causa de la libertad durante la primera guerra ervil.
Dicho acto empezó á la» diex de la noche, estando el amplio salón del «Centro Bepmblicano» totalmentalieao de hermosas mujeres y enta-aiastas correligionarios. -
D. V!<(t»ite'Gáifcla AJarcSn, jefe de los iepu-blicanoB d« Chiva, habló, en primer lugar, para explicar el objeto de la velada.
Dio etreatét de las adhesiones recibidas de Requena, Éniíol, Cheste, Taris, Gordelletay-Mon-Mirat, Montrof y-Beal, eadieado la psesiáencia al Sr. BermelL
Elf t í . Ibpwaíai, súseriptor de LAS DOMINÍ-0ALB8, hizo uso de la palabra en nombra de la juventud,:,..
El popular director de El Forvenir y muestro taieo de Cheste D. Eduardo 0uillar, pronunció ttit fogoso discurso.
Los nifios Ricardo Jordán, lul io Andrés y Francisco Cahreto, de Chiva, («ataron poesías. Todos fueron muy aplaudidos.
El Sr. ^iSseguoi', proél^iite del casino Bepu-blioaao de Montsey y cs«M3^al de aqusl Ayuntamiento; D^ Tkaota Biay, Concejal de Chiva; don CSraz Laguna, de BequeÉa; f D . Faustino Valentín hicieroa historia de las luChás habidas •ntre liberales y reaccionarios en el pasado siglo.
D. Vicente GarcSa leyó una poesia. Terminó el mitin dándose vivas á la libertad
j al partido de Unión Republicana á los acordes áel Himno de Riego y La Marsellesa.
ToMls PHKIS. Chiva, 23 Junio 1904.
CSGARNiO DE LA COttCIENGiA LUCHADOR DIGNO Y HONRADO
El dia 9 del pasado Junio, ó sea la octava del Corpas, al salir la procesión ó manifestación católica de la iglesia de este pueblo me encontraba casualmente hablando con unos amigos á varios pasos de distancia, por donde habia de pasar la procesión, cuando sin apercibirme se paró de repente el cura y con palabras descortesas conforme ellos acostumbran se encaró conmigo y me dijo en estos ó parecidos .términos:
—Descúbrase Vd. indecente, poca educación, sinvergüenza, etc.
Como usteíi comprenderáj al oir semejantes insultos que hacia nxi se dirigían, le contesté %ne estaba en mi derecho y que por lo tanto no me daba la gana; en esto salió el que fué alcalde que llevaba el palio y quería á viva fuerza que me descubriera y gracias á mi prudencia no pasó la cosa á mayores, evitando un día de luto á la población, teniendo testigos como que iban armados hasta los dientes.
Ahora le pregunto, Sr. Director; ¿Es de esa la forma que Cristo predicaba á la humildad? creo que no, porque aquél según el Evangelio, todo era pasi y misericordia y_ sus representantes todo es odio y venganza hacia aquellos que piensan de diferente manera.
A&n queda más; como es natural, se me citó á juicio de faltas por ofensas á los sentimientos religiosos y desobediencia á la autoridad (seria eelesiástica, porque lo que es la otra no la habia) y por más que yo llevé mis testigos, que desmintieron cnanK> se me imputaba, tuvieron á bien el condenarme á 4 dias de arresto y 35 pesetas de multa y gastos que se ocurrieron en el juicio; advirtiéndole que el Sr. Juez y el Sr. Fiscal son correligionarius mios ó por lo menos son socios del <<Centro Republicano».
No oonformiudome con dicha seittencia apelé al Juzgado de 1.» Instancia ó sea el de Segor-be , 7 TaliiadoM de ambuatea j en»d«e tales coma «soribir l$a declaraciones de mis teatigoa á
su gusto (por ser dicho Jaez capitán de los carlistas en la última guerra civil) sali también condenado aunque mo rebajaron algo de condena y por más que mis deseos eran recurrir al Tribunal Supremo, no pude por transcurrir el plazo ó sean 24 horas de tiempo que tenia, y aqai me tiene usted sufcieado los 3 dias de arresto que me impusieron estando nuestros enemigos contentisimos y satisfechos de su victoria.
Sin embargo, de todo esto, estamos dispuestos á que no se nos atropello de osta forma, llegando hasta donde sea necesario.
Solo con la República acabaremos con esa raza de zánganos que comen del sudor del prójimo.
Salud, República y Librepensamiento, ENRIQUE PÉRBJ;.
Navaja», 17 Junio 1904.
EN VINAROZ
Poder de la F6d_eraci(3n Obrera
Un se&alado triunfo acaban de conquistar las Sociedades obreras de Vinaroz.
Habiendo querido atcopellarlas la Cámara de Comercio de aquella rica población, las sociedades que están federadas, han sabido defenderse con tanta inteligencia y energía que los comerciantes se han visto obligados á suscribir un convenio en que se reconocen todas las reivindicaciones reclamadas por los proletarios.
Cuando el conflicto era más agudo, los obreros tuvieron el buen acuerdo de solicitar la intervención del diputado Anglés, el cual, con su bondadoso espirita de concordia, ha contribuido á allanar todas las dificultades y lograr una avenencia .
Todo se debe, empero, á la admirable organización que alli se han sabido dar los trabajadores, los cuales están agrupados por oficios, formando 11 sociedades, y éstas se unen, formando una federación Local, que ejerce una autoridad por todos amada y respetada.
A favor de esa Federación, los obreros disponen del Municipio, que es republicano, lo cual contribuye á mantener el despecho de que se hallan poseídos los burgueses, motivo, en gran parte, del conflicto económico que tan torpe ó imjus-tificadamente suscitó la Cámara de Comercio.
No se avienen los burgueses de Vinaroz á sa . frir la ley, de los humildes trabajadoras, y la soberbia les ciega.
¡Que hacer! No iban los obreros á estar eternamente debajo. Va llegando la hora de que estén encima. La revolución ha dicho: «Todos los hombres son iguales».
Y eso será. ¿El camino? El que siguen los excelentes obre
ros de Vinaroz: la asociación, la federación. ¡Aprended, obreros de las demás pueblos que por vuestras divisiones miserables, por vuestra inconstancia, por andar divididos en socialistas republicanos y anarquistas os veis á los pies de los burgueses.
Ta tienen él poder lea obreros da Vinaroz. Les falta ahora la inieligencia. Cuando se igualen á los burgueses en inteligencia ya han hecho su revolución. Ahora, por lo tanto, mucha escuela laica, mucha lectura de periódicos y libros. A llevar buenos oradores que levanten los corazones.
Agradecemos mucho al ciudadano B . Redó, presidente ds la Sociedad Cooperativa de Marineros que nos haya dado cuenta de esta huelga porque ello nos ha permitido ofrecer tan bella enseñanza á los trabajadores de toda España.
Meeting en la Fraternidad Republicana del noveno distrito
CAMP DEL ARPA
Se celebró, con asistencia de loa oradores republicanos D. José Ulled y D. Federico Brú.
El espacioso salón del café estaba rebosante de numeroso público, en su mayoría señoras, te» niendo que quedarse muchos faera del local por falta de espacio.
A las diez en punto el presidente Sr. Val abre la sesión, cediendo la presidencia, entre grandes aplausos, al ex^diputado D. Federico Brú, quien k continuación cede la palabra EÚ ciudadano se-Bisafia.
Pronuntía luego ülled an discurso que es nn bello himno al progreso.
Termina el acto con un elocueatisimo y rasjo-nado discurso del Sr. Brú.
Luchadores incomparables
La admirable Comisión Librepensadora barcelonesa, que se ocupa en organizar la expedición de delegados á Boma, ha publicado la siguiente circular:
|A ROMAI Compañeros: en el próximo mes de Septiem
bre se celebrará en Boma un Congreso Librepensador, en el que tomarán parte las figuras más eminentes de todas las naciones civilizadas.
Es de suma transcendencia para los españoles que deseen el progreso y engrandecimiento de nuestra patria, mandar á dicho acto el mayor número de representantes posible, para demostrar á la faz del mundo entero, que España no es pais muerto, sino que es digno de figurar entre las naciones adelantadas; que lo único caduca son los gobiernos de la Restauración que, confabulados con jesuítas y clericales, han sido la causa de cuantos males afligen á nuestra querida patria, y que este pueblo, ávido de librarse para siempre del yugo que le oprime, agrupado bajo los pliegaes de la bandera librepensadora, sabrá arrojar lejos de si cuanto se oponga á la marcha avasalladora de la regeneración y del progreso.
Con objeto de que pueda resultar el viaje muy económico para, de este modo, poder ser mayor el número de delegados, la Comisión organizadora, nombrada para dicho objeto, se propone:
Celebrar meetmgs, festivales, concurso de tarjetas postales, á cuyo fin cuenta con la cooperación de importantes personalidades del extranjero; una tómbola, ^ara la cual se admitirán donativos en Fraternidad Bepublicana, para, con los fondos que se recauden, fletar, si es posible, un vapor que conduzca á los expedicionarios, los cuales serán elegidos por cuantos contribuyan á dicho fin.
Se practican trabajos encaminados á que en la expedición figure una gran masa coral y banda para que el acto resulte más imponente.
_ Los que quieran contribuir con donativos, lo mismo en metálico que en objetos para la tómbola, ó tengan alguna idea practicable para el mejor éxito de los fines indicados, pueden dirigirse á la Comisión organizadora en Fraternidad Bepublicana, Cortes, &)8.
¡Viva el Librepensamiento! La Cemiíián.
Barcelona, Joaio 1904.
En Liza.
A la edad de 13 años, ol hereu de Odón deBaen manifiesta ya su vocación escribiendo con sus compañeros, do bachillerato, un periódiquito manuscrito de que se tiran meoánioamonte algunos ejemplares.
Voan, vean nuestros lectores los sontimiantos de ese niño no bautizado, reflejados en dos artículos que publica en dicho periódiquito, uno de los cuales es éste:
«No podemos menos, al parecer, de dirigir un afectuoso saludo á nuestros favorecedores.
¡Saludemos! Brindemos por la prosperidad del mundo. Brindemos porque el inmenso sol del progre
so alambre los grandes abismos de la mentira. Pongamos nuestras fuerzas para limar las
horribles cadenas que aún sujetan la hermosa diosa de la Libertad.
Y pugnemos porque la balanza de la justicia se sostenga igual para todos los hombres.
L A REDACCIÓN.
(Demófilo de Buen).?
Justa irritación popular D. Fernando Lozano:
El dia 24 vinieron á esta á protestar del es-trarradio 200 hombres colonos á la administración de censamos sobre este maldito impuesto, por el mucho recargo que les hacen en los conciertos.
Hay algunos que pagaban 20 pesetas y hoy les obligan á pagar doble.
Los buenos demócratas de aqui prepararon una manifestación para salir á recibir á dichos valientes colonos, pero dada la gravedad que revestía este asunto, y para que nadie diga que alentamos desórdenes, nuestro querido jefe don Juan María García Zapata, nos suplicó que sofocáramos nuestra justa indignación para evitar un dia de luto á este pueblo, lo qae regularmente hubiera sucedido, porque los ánimos están muy excitados contra los avaros arrendatarios de consumos que hacen pagar al pueblo unos derechos formidables, y hasta á las pobres espigadoras, si no pagan una moneda de cinco céntimos, no las dejan entrar con lo que traen.
Salad y librepensamiento. Los TRBS.
Muía, 26 de Junio 1904.
El cielo de los clérigos es para los ricos
D. Fernando Lozano: Apreciable correligionario; Es en alto grado escandaloso lo que sucede
en esta con el clero dominante. Se muere un pobre, su familia está en la mi
seria, no tienen para pagar an entierro de tercera, y entonces los curas caritativos, los curas humildes y los curas desinteresados optan por no asistir al entierro, como aquí se han dado infinidad de casos; pero al dia siguiente se muere un rico, cuya familia tiene para costear un entierro de !."• y dejar machas misas á la iglesia, y en este caso los curas bailan de contento viéndoseles la alegría en el rostro, y los curas que el dia anterior no asistieron al entierro del pobre vuelven la oración por pasiva, asisten con toda puntualidad al entierro del rico y hasta lo meten en la Iglesia el cadáver para cantarle las peteneras místicas en contra de la higiene, de la ley que lo prohibe y en desprecio al pubre.
Para terminar por hoy, y no sabiendo el latin que los cucarachas pronuncian en los entierros, les diré mi latinajo que creo yo que dicen y es:
Se muere un pobre: «Alibiarle, alibiarle, que •ste no tiene nada que quitarle.»
Se muere un rico: «Entretenerle, entretenerle, que este tiene mucho que cogerle.»
Al ver á los caranfibios en los entierros de los polares ir muy de prisa y en los entierros de los ricos ir muy despacio, no se me ha ocurrido otro latin ó petenera mística que la ya expresada.
Salud y Bepúbliea. JUAN JOSÉ MBOINÁ.
Sabio te, 27 Junio 1904.
HUELGAS, CAPITALISMO, CLERICALISMO
La respetable sociedad madrileña de obreros albañiles titulada «El Trabajo» ha publicado una hoja impresa denunciando hechos que sólo pue. den ofrecerse en una nación como la española gobernada por Maura.
Oid algo de ese escrito: «Una nueva é incalificable serie de atropellos
y arbitrariedades patronales, ha obligado á esta Sociedad á ponerse á la defensiva y salir al encuentro de un patrono tan déspota como soberbio, que, favorecido por toda clase de influencias, envaleútohadu por el amparo del elemento clerical, y amparado en todos sus reprobables actos por la más escandalosa impunidad, se erige en fiel mantenedor ds la tiránica escuela que practicaron Felipe II , Torquemada, e t c . . .
Provocando á diario conflictos como el presente, en el Seminario en construcción, site en las Vistillas.
En esta obra se empleaban gran número de de niños de 12 á 16 años á los que remuneraba con 5 á 6 reales, haciéndoles que se compitiese en el trabajo halagándoles con cigarrillos, resul-tándole más cantidad de trabajo que el hecho por hombres, hechos que demuestran los católicos sentimientos del patrono.
En sus obras hace trabajar á ciertos ayudantes como oficiales sin remunerarles como a tales; ha tenido peones de mano como ayudantes, pagándoles con un jornal irrisorio, y exige que btien número de peones sueltos hagan las veces de peones de mano, sin aumentarles el salario, de lo cual se han hecho repetidas denuncias y le han visitado distintas ~vecés' ComisionoB varias, reclamando en nombre de esta Sociedad la limitación de semejantes abtisos.
A una de estas Comisiones, en presencia del Inspector Sr. Marfn, la insultó y arrojó violentamente de la obra, no obstante la presencia de la autoridad, y haber asistido la Comisión, á petición del Sr. Gobernador con el fin de revisar las listas de pago, en lo que se vio claramente ol abaso que se denunciaba.
En esa misma obra, se han nombrado distintas veces delegados, representantes de esta Sociedad, en virtud de un acuerdo general que preceptúa se nombre en todas las obras, y este b^n' dadoso señor, ha despedido á cuantos se han nom" brado con la amenaza constantede despedirigual-mente á cuantos se nombrasen, empleando para ello palabras que el público decoro impida repetir.
Este patrono nudel» después de negar ana pe
tición justísima á los carpinteros de armar, para burlarse de éstos, impuso despótioam.ente á sus obreros el que éstos realizasen el trabajo de carpinteros, á lo que habo bastantes negativas que originaron despidos arbitrarios.
En este curso los acontecimientos, y continuando hasta há poco la huelga de los carpinteros de armar, el patrono continuaba obligando á los albañiles á hacer los trabajos de aprestaje, de lo cual protestaban; pero puestos en la disyuntiva de hacerlo ó ser despodiJos, algunos ceHioron, y los trabajos de carpintero spguian haciéndose no obstinte ocultarlos á esta Sociedad; pero sabedor un compañero que en esa obra trabajaba, de estos abasos, denunció ante la directiva á los que tal cosa hacían, y aclarado el asunto, vióse claramente que durante mucho tiempo se les estaba obligando á hacer los aprestados, con la imposición y araenasa de que al no hacerlo serian despedidos. Tan pronto como el patrono sapo quien habia hecho la denuncia, le despidió acto seguido, y conocedora la directiva de este nuevo atropello, gestionó con el patrono la manera de arreglarlo en la mejor armonía, cosa que no logró, consiguiendo tan sólo ser insultada por él groseramente la comisión, á la que amenazó (¡desgraciado. ..!) con arrojarla por el balcón...
Ya á esta altara los acontecimientos y no atendiendo este señor á las gestiones conciliatorias, la Junta directiva acordó declararle H huelga como último recurso, y en efecto, el dia 6 del actual se retiró el personal de la obra, el Seminario de las Vistillas, y de otra que el mismo patrono construye en la calle de Valencia, En los dias que llevamos de huelga, se han registrado casos nunca vistos, pues á más de estar ocupadas ambas obras y sus inmediaciones militarmente, el patrono es el comandante de esas fuerzas, á las que dirige revólver en mano, poniéndose á la cabeza de los guardias y ordenándoles que corran y persigan (y hasta hagan uso de las armas), á la Comisión y á los huelgistas, empleando tanto el jefe-patrono como los agentes, modales y acciones impropias, indignas y nunca vistas en individuos que se dicen civilizados.
Ante esta actitud cínica escandalosa y grosera del patrono, ante la parcialidad innegable de todas las autoridades, altas y bajas, qae realizan infinidad de arbitrariedades y atropellos, sin duda por complacencias con el elemento clerical, dueño de esa obra, la Junta Directiva en nombre de 6.300 Albañiles, organizados protesta enérgicamente y expone lo ocurrido lisa y llanamente al juicio de la opinión en general para que los califique .
L A JUNTA DIRBCTIVA.
Madrid 10 de Julio de lí>04.» Todo eso es sumamente grave. Si esas denuncias son ciertas, clase proletaria,
leyes del trabajo, Código penal, todo se encuentra atropellado por el capitalismo ayudado del poder público, lo cual constituye un reto insensato á la clase trabajadora toda entera y al generoso pueblo madrileño. Mientras la policía cachea á los obreros para quitarles las más insignificantes armas, se agrupa en torno de un capitalista armado como pudiera hacerlo en torne de una autoridad ó de un capitán da la guardia civil. Esa identificación descarada de la autoridad con el capitalismo, constituye el más monstruoso de los espectácalos en nus t ro s tiempos, en que se ve por todas las naciones civilizadas á los Gobiernos extremar su neutralidad en las luchas del trabajo y su protección á los trabajadores.
No hay que esperar que esta situación cambie, mientras el régimen actual siga en pie. Las tradiciones del absolutismo las lleva metidas en los huesos la monarquía católica, y cuantas leyes de protección obrera se escriban y cuantas protestas hagan los políticos monárquicos en los parlamentos, serán letra muerta ante el absolutismo vivo de nuestras autoridades que llegan á transmitir á un patrón todas las infalas de un Felipe I I y un Torquemada, según el caso que denuncian á la opinión los respetables obreros albañiles de la sociedad «El Trabajo.»
Mientras aqui no haya un cambio de régimen político y gobiernen los representantes de los trabajadores, no sólo no adelantará un paso la resolución del problema social, sino que no habrá dignidad asegurada para los trabajadores, y asi no son los burgueses republicanos, que al fia se ven respetados, los que tienen mayor interés en el cambio de régimen, son los proletarios, son los trabajadores.
¡Qaé lujo de consideraciones no va derrochando ya la Bepúbliea francesa con los proletarios! Mientras persigue implacablemente al clérigo, tirano del obrero, pone en las nubes al maestro laico, que no es sino un proletario y prodiga á los niños, palacios escolares, material de enseñanza, libros, pensiones, hasta les comienza á dar de comer en cantinas escolares, y los lleva ahora por cientos de miles á bañarse en las playas. Los ancianos tendrán pronto sos pensiones do retiro-. Se prepara al impuesto progresivo para arrancar un riñon á los ricos y aplicarlo á mejorar la condición de los pobres...
Y aqui no hemos comenzado aún si quiera obra tan difícil, porque hay quien predica á los obreros que es lo mismo monarquía que Bepúbliea.
¡Pobres obreros!
DEFINICIONES DEL JESUÍTA Lemaa Sepulcros Manqueado»ir
1.* El jesuíta es la fotografía del demonio inventado por el catolicismo ó la misma religión católica, gobernada por la secta más enemiga de Cristo.
2 . ' ^ el resumen da los 7 pecados capitales, disfrazado siempre con el ropaje de las 7 virtudes opuestas.
3.* el ateísmo, sin moral ni ciencia; el dolor, sin consuelos; el hambre, sin pan; la sed, sin agua; el frío, sin abrigo; él ultraje, sin defensa; la deshonra, sin compasiones; la noche obscurísima, que sorprende al viajero extraviado, entre precipicios y ahuUadOras fieras; la calumnia viviente.
4.* el cobarde asesino que odiando á BU víctima, por envidia, le inspira confianza y hasta le dispensa favores, que obliguen á gratitud ó amor; y allá, cuando la desdichada persona se lo figura menos, el infame jesuíta, la hiero en sus más caras afecciones, le arranca una por uiiá las fibras más delicadas, la convierte en un ser abyecto y por último, aniquila sa degradado cuerpo, después de haberla deshecho el alma léóita-mente.
5 . " la hiena social que celebra sus banquetes á costa del pueblo, cuyo rendimiento ha preparado con bayonetas, tribunales y men> tiras.
6.* el traidor parlamentario que iza bandera blanca para emboscar al enemigo y allí le mata.
7•* el profesor más hábil en sodomía é infanticidios.
8.* el ruin lascivo, lleno de saña contra la doncslla que no pudo seducir; pero, des-Eues, logra que otro cofrade suyo, la catequice y
aga monja; entra de confesor en el convento adonde va á parar la infeliz, y enoerrándolía' en •u celda, abusa da ella, y ya que la deshonra, ha
ce que la empareden, viva, en el in pace, horrible sitio donde los revolucionarios (Convicto Piopus de París- La Commune, 1871) suelen hallar las osamentas de las monjas violadas y de sus fetos.
9. * el epíteto que en España y en todo el orbe civilizado, expresa el mayor insulto que pueda dirigirse á un hombre.
10.^ el muladar de la conciencia humana, oculto con manteos perfamados.
11.* el constante laboratorio de crímenes impunes.
12.* el matador del cristianismo y de la sana moral.
13. ^ el Proteo de todas las religiones y políticas; el camaleón de todas las doctrinas, á fln de acaparar las riquezas de la tierra.
14.* el mancillador de la pureza y candor infantiles; pues C(m sus catecismos y preguntas en el confesonario, arranca el cendal de la inocencia convirtiendo á los mancebos en Fia-minios y á las doncellas en Mesalinas.
15.* el inventor del Purgatorio y del Infierno, con cuyos falsos terrores, estafa á los moribundos do conciencia sacia, los enormes capitales que van á la Compañía.
16.* para los reyes y poderosos, la adulación; para los proletarios, el dogal.
17. * aquel aire sutil, de 30 grados bajo cero, que no apaga im fósforo y mata á un Hércules.
18.* la peste bubónica con figura humana.
19.* el parricida que prolongando cuanto pudo la horrorosa agonía de los que le dieron el ser, llora y reza en público al pie de sa tumba, y en secreto cena con apetito suculento manjar.
20.* el ignorante pareciendo sabio, el traidor fingiendo lealtad, el cobarde echándolas de valiente, el vil pasando por noble; el más pillo y vicioso de los hombres, certificando virtud, en una palabra, la hipocresía.
21 .* la sama de todas las bestialidades, y el cero de toda humanidad.
22.* el corruptor de las costumbros, agente de las guerras y parásito de las familias, pueblos ó naciones donde se introduce.
_ 23. * _ el instigador de los crímenes y al mismo tiempo, bárbaro castigo de cuantos en él ñan .
24.* la serpiente bíblica fascinando á Eva para perderla, el cocodrilo llorando á su victima: la víbora yerta de frió mordiendo al que la da calor; el tigre jugando con su presa; la boa constrictor atrayendo con su aliento magnético al desdichado que devorará y teniéndole cerca, lo enlaza y tritura con sus férreos anillos, lo envenena con su fétida baba y después se lo engulle plácidamente.
26.* el honor del Papa Clemente XIV y del Bey de España Carlos I I I , extinguiendo aquél la Compañía de Jesús, por ser la sociedad más inicua de la tierra, y prohibiendo el último bajo pena de muerte, que en sus dominios existiera un jesuíta.
26.* el inglés de todos los boers y el Monjuich de todos los obreros.
Barcelona, 15 de Junio de 1904. Ll .
Por los obreros presos Hemos recibido la siguiente circular que nos
apresuramos á reproducir adhírendouos al acto á que se refiere:
«El comité Internacional de'MadridJde acuerdo do con lo propuesto por el de Barcelona, se propone celebrar un gran mitin para recabar la libertad de los presos por cuestiones sociales cuyo acto ha de verificarse el 7 de Agosto próximo en el Frontón Central ó en los Jardines del Buen Betiro.
La Comisión encargada derealizar las gestiones conducentes al objeto propuesto, espera que se adhiera á tan humanitario acto, contribuyendo morar y materialmente á que revista la importancia que debe tener por los fines altruistas perseguidos.
Madrid 18 de Julio de 1904. La Comisión Organizadora.
MOTA La adhesión se remitirá antes del I . " de
Agosto al Centro de Dependientes de Comercio, Cruz, 16 entresuelo, enviando Jla cantidad con que se suscriba para los gastos del mitin, ó bien indicando dónde hay que recogerla»
LlBBEPElSlMIEITaElilCClOl Acto ciwii.
El día 16, él las ocho de la mañana , se^eri!-ficó el entierro civil del cadiver de Pedro G&-rrea Casquero, de 65 años de edad. Obtenido
I permiso del alcalde republicano.D, Ricardo de I Prado para que concurriera al acto la músi -I ca municipal , ésta no asistió porque á la hora
en que se avisaron á ios ruú.sicos estaban la msyor ía de ellos en sus trabajos habi tuales . A pesar de esta circunstancia, el acompañamiento fué solemne como siempre, haciendo recalcar el e^^pi^itu librepensador del pueblo.
Una nota discordante hubo en este acto: al pedir una persona interesada en el j u z g a do municipal la liceficllb de enterramiento y hacer constar que el entierro era civil, porque era la familia pobre y además había pedido con antelación el entierro en dicha forma , el señor secretario, abogado, entregó par t icu larmenteá la interesada unfi nota fath el cura párroco que á la letra dicer así.-
«Querido D. Feliciano: So pretexto de no tener para el entierro, quieren al inscrito enterrarlo por Lo civil.
Suyo afectísimo q. b . s. m.—(Firma y rúbrica). »
Al recoger del juzgado la nota, eli l uga r de ent regar la al cura , me la entregaron ¿ m í , y con esta nota me personé en el j u s t a d o para recr iminar la conducta de unfune iona-rio que desde su elevado puesto ejercía tales coacciones aunque las hiciera en el terreno part icular .
Lástima es que un pundonoroso abogado con tan himrable t í tulo lo ponga á los pies de un cura egoís ta excitándole á realizar a c tos condenado» pOT el détíxjho éándüíéíR llaíe prohibe terminantemente jentenar en sagra do (como ellos dicen), á aquellos que no ha yan demostrado duran te su Vida la fe ca tó lica por el culto, los que nohayaiS s idoébñ-fesados en articulo mortis ó por lo menos re.-cíbido lo# M i i i í o S ' éS'pirifíijaíeS , íáMá (fílfe en el honrado muerto ' n o coTicuTrían-,r pues teniendo por consejero único su» eosei^tok», optó por el entierro civil a u n q u e tenia» l l e nes para sufragar el entierro católico tocfe vez que lega á su esposa media caSá qué poseía.
Gomo se ve , aquí las introníísioüéS ilegales se llevan á cabo con toda desfechatez, procurando salvar un alma se iban & atro-p ^ l a r los derechos más legítimos;^ pero si se condena el alma del honorable Pedro Coftea, nosotros condenamos éiqui en vida á IdS^^im-postores.
, ., ,,L. S. San Vicente 18 de Jul io de 1904.
' — • - ' — ' - • ^ • • • . - ^ • - • ^ ' . • . . . * '
Imp. de J. Sastre y C.*—Alamedif, Ni, Htm^
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