monedas durante la ii república y guerra civil española
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6
Monedas durante la
II repblica y la
guerra civil espaola
1931 - 1939
Un poco de historia espaola
y gua para coleccionistas
con fotografas de las falsificaciones existentes.
Javier
Ovelleiro
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- 2 - J. Ovelleiro
A modo de introduccin...
El haber nacido en un pequeo pueblo de la Tierra de Campos
(Santervs de Campos, para ms seas) me da un aire de
cierta cercana a los aos que cubre esta exposicin.
S, no soy tan viejo, pero durante toda la infancia oamos en el
pueblo historias, ms o menos fidedignas, de lo que ocurri
durante esos aos y esos sucesos pasados, o el cmo los
recordaban los mayores, tuvieron importancia en las
relaciones de los habitantes de los pequeos pueblos hasta
muchos aos despus.
Como no pretenda recordar la historia con maysculas de esos aos, quise hacerlo desde una perspectiva del ciudadano
normal de la poca. Y el material de que dispongo son las
monedas fraccionarias que circularon durante esos aos, los
dineritos que, con suerte, poda tener en su bolsillo el ciudadano de la calle.
La escasa emisin que tuvieron estas monedas, en general, ha
llevado a que alcancen un considerable valor entre los
coleccionistas y, tambin, a que proliferen las falsificaciones
de ellas. Este hecho me ha sugerido la idea de aadir a este
escrito una coleccin de fotografas de falsificaciones con las
indicaciones para que puedan ser reconocidas, incluso sin la
necesidad de tener la moneda delante.
Espero que resulte interesante.
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- 3 - J. Ovelleiro
NDICE
Pg. Situacin de la masa monetaria en circulacin hasta 1936 5
Un poco de historia 6 Problemas por la escasez de monedas fraccionarias 7 Un caso especial: cartones-moneda 8
Monedas en circulacin en el territorio espaol a partir de
1936 9
Monedas del Banco de Espaa de Burgos Monedas del Banco de Espaa de Madrid
Monedas en circulacin en algunas zonas del territorio
espaol y emisiones locales 13
Monedas emitidas en la zona republicana: Territorios
aislados 13
Monedas en la zona republicana: Emisiones locales 23 Monedas emitidas en la zona nacional 28 Monedas pobres 34
Otros materiales 36 Otras monedas obsidionales 38
Colectividades 38 Industrias colectivizadas 42 Sindicatos 46 Cooperativas 46 Uni de Cooperadors 49
Monedas con resellos polticos 52 Monedas apcrifas 55 Peso y medida de las emisiones locales 57
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- 4 - J. Ovelleiro
Gua para coleccionistas 58 Marchena 58 Ayuntamiento de Arahal 59 Ajuntament de L`Ametlla del Valls 60 Ajuntament D`Olot 63 Puebla de Cazalla 64 Ajuntament de Nulles 66 Concejo Municipal de Ibi 71 Cazalla de la Sierra 72 Lora del Ro 73 Consell Municipal DArenys de Mar 74 Consell Municipal de Segarra de Gai 76 Gratallops 77 Monedas sevillanas en cobre? 78
Apndices: Fichas dinerarias realizadas con los mismos cuos de alguna de las monedas locales.
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Bibliografa 85 Agradecimientos 87
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- 5 - J. Ovelleiro
Situacin de la masa monetaria en circulacin hasta 1936
Antes de comenzar la guerra, el conjunto de monedas que circulaban por
Espaa estaba compuesto por monedas de cobre y nquel con valores de 1,
2, 5, 10 y 25 cntimos y por monedas de plata de 0.50, 1, 2, y 5 pesetas.
Circulaban tambin billetes de valores superiores a 25 pesetas, ya que la
legislacin vigente prohiba poner en circulacin papel moneda de valor
inferior. El Banco de Espaa emita y avalaba estos billetes estando
respaldados por una cobertura en oro que tena en depsito. Eran cheques al
portador del Banco de Espaa con funciones similares a la moneda
metlica del Ministerio de Hacienda.
Las monedas de plata gozaban del carcter legal que les otorgaba el Estado
y del valor intrnseco del peso del metal del cospel sobre el que haban sido
acuadas. A excepcin de algunas monedas de 25 cntimos, la de 50
cntimos de 1926 y una peseta de 1933, las monedas que haba en
circulacin llevaban las efigies de Alfonso XII y Alfonso XIII.
Nada ms comenzar la Guerra Civil el precio de la plata dej de ser estable
y creci la inflacin de papel moneda. El hecho de que el valor del metal
fuera superior al valor nominal de la moneda, motiv que las monedas de
peseta perdiesen su funcin de moneda fraccionaria, a la vez que
rpidamente se dio una acumulacin de monedas en manos privadas que
caus una escasez de moneda fraccionaria en la calle. Para paliar esta
deficiencia de monedas que dificultaba el comercio del da a da se
experimentaron mltiples formas: vales al portador, pago con sellos de
ltima moneda de peseta acuada en plata. Durante la guerra civil ya no se utilizara ms este metal para la acuacin sino monedas fiduciarias. Aparece Hispania sentada sobre un pedestal con una rama de olivo. Algunos autores la interpretan como una alegora de la Repblica.
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correos, emisin de billetes de bajo valor nominal, certificados de plata en
papel moneda, etc incluso multitud de establecimientos, cooperativas, sindicatos y cafs
acuaron su mo-neda propia que slo era vlida en el
propio estableci-
miento. El hacer un
recuento de todas
las modalidades de
pago que existieron
y presentar los
distintos tipos de
acuaciones se
hara interminable.
Por lo cual nos
limitare-mos a las
acua-ciones de los organismos oficiales de ambos bandos contingentes o
aquellas monedas que tuvieron aceptacin ms all de los establecimientos
que las mandaron acuar.
Un poco de historia
Tras el fracaso de la
sublevacin del 17 de julio de
1936 en Marruecos, las ideas
de los sublevados se
extendieron con distinta
suerte por el territorio espaol
quedando Espaa dividida en
dos zonas enfrentadas. Una
controlada por el gobierno de
la Repblica desde Madrid y
otra dominada por los
militares sublevados que
crearon la Junta de Defensa
Nacional en Burgos el 24 de julio y nombraron a Franco como jefe de
gobierno del Estado Espaol.
La Junta cre un Banco de Espaa en Burgos el 4 de septiembre de 1936,
paralelo al Banco de Espaa de Madrid controlado por los republicanos.
Ambos bancos negaron la validez del contrario y, de esta forma, se
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- 7 - J. Ovelleiro
materializ la separacin fsica de las dos pesetas enfrentadas, que tambin
se produjo a nivel internacional. Los alemanes e italianos reconocan la
peseta de Burgos, mientras que las dems naciones reconocan a la de
Madrid.
Problemas por la escasez de monedas fraccionarias
A pesar de que haba diferencias entre estas dos pesetas enfrentadas, ambas
tenan los mismos problemas estructurales heredados: las monedas
fraccionarias de 0,50, 1 y 2 pesetas eran de plata y no haba con qu
sustituirlas si eran acaparadas por los particulares (debido a ser las nicas
monedas consideradas vlidas en ambos territorios) o desmonetizadas para
aprovechar el valor del metal por ser superior al valor nominal.
Los primeros en notar el problema fueron los pequeos comerciantes, las
cooperativas y las colectividades revolucionarias, que no podan devolver
cambio, por lo que empezaron a entregar mercancas como cerillas o tabaco
en lugar de monedas. Ms tarde, muchos de estos establecimientos
sustituyeron este sistema editando vales y bonos. Algunos de ellos incluso
emitieron sus propios vales metlicos en forma de monedas que slo eran vlidas en su establecimiento.
Poco tiempo despus tambin tomaron la iniciativa algunos ayuntamientos
en ambos territorios.
La mayora de
gobiernos municipales
que acuaron monedas
estaban situados en la
zona republicana, aun-
que existen varios
ejemplos de monedas
locales dentro de la
zona controlada por
los sublevados.
Contemporneos de
estas emisiones citadas, tambin hubo ensayos revolucionarios de vales
cuya intencin era acabar con la peseta y el sistema monetario de
intercambios; pero estas emisiones fueron escasas.
En un apartado especial deberamos citar las monedas mandadas acuar por
los gobiernos regionales: tanto en la zona norte de la pennsula donde,
debido al pronto aislamiento respecto de Madrid que lograron las tropas
nacionales, emitieron monedas el Consejo de Asturias y Len, el Consejo
Tanto en los billetes como en las monedas, cada uno de los bandos enfrentados utiliz una simbologa que resaltase los valores que defendan.
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de Santander, Palencia y Burgos y el Gobierno de Euzkadi; as como la
Mancomunidad de Menorca que estaba geogrficamente tambin aislada.
La primera respuesta de ambos gobiernos contra la carencia de moneda
fraccionaria fue perseguir legalmente a los acaparadores y, un ao despus,
emitir la moneda necesaria con unas caractersticas distintas a la peseta
nacida en 1868.
Burgos puso en circulacin una pieza de 25 cntimos de nquel en abril de
1938. El estado republicano, en marzo de 1937, previ la emisin de
monedas para sustituir a las de plata; pero esta medida tard demasiado en
cumplirse porque se vio obligado a trasladar los talleres de la fbrica de la
Moneda a Valencia. Al final fue en una fbrica situada en Castelln donde
se acu la peseta de latn con la efigie de la Repblica.
Un caso especial: cartones-moneda
Ninguna de las medidas tomadas por la repblica contempl una solucin
efectiva para los valores por debajo de los 50 cntimos que padecieron una
crisis de circulacin en 1938. Para resolver provisionalmente este problema, el gobierno dio permiso de circulacin con carcter transitorio a
unos cartoncitos
circulares que
llevaban impreso
en el reverso el
escudo constitu-
cional y pegado en
el anverso sellos
de correo o
timbres mviles de
distintos valores
inferiores a 50
cntimos que cada ciudadano adquira y pegaba a los cartoncitos a su libre
albedro. Esta solucin temporal del problema ya haba sido utilizada en
otros pases europeos entre los aos 1915 y 1920.
Esta autorizacin transitoria del Ministerio de Hacienda prevea que, tan
pronto fuesen puestas en circulacin las monedas fraccionarias previstas en
el decreto de diciembre de 1937, el Ministerio de Hacienda procedera a la
retirada de estos sellos moneda. Dicha acuacin de monedas fraccionarias nunca lleg a realizarse por cuestiones blicas y los cartones-
moneda siguieron circulando hasta el final de la guerra cuando fueron
ilegalizados por los vencedores.
Sello moneda con la efigie de Pablo Iglesias.
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Monedas en circulacin en el territorio espaol a partir de
1936
Moneda del Banco de Espaa de Burgos
Ya antes comen-
tamos que la nica
moneda que emiti
el Gobierno de
Burgos fue la de 25
cntimos de nquel.
De esta moneda se
fabricaron en
Austria 42.000.000
de unidades.
Fabricada con un dimetro de 25 mm. y un peso de 7 gr. con orificio
central, copiaba el modelo de 25 cts. emitido durante la dictadura de Primo
de Rivera durante el reinado de Alfonso XIII en 1927.
Monedas del Banco de Espaa de Madrid
Ya en 1934 la II Repblica haba utilizado este mismo modelo
representando los smbolos que mejor representaban sus ideales: La
repblica con un ramo de olivo en el anverso y motivos representando el
trabajo en el
reverso.
Tanto el mate-
rial como la
forma y el peso
son similares a
la anterior.
Con una forma
similar, pero
reduciendo el
tamao del dimetro a 22 mm. y el peso a 4,90 gr., manda acuar la
Repblica en 1938 a la fbrica de Castelln otra moneda de 25 cts., esta
vez la emisin ser realizada en cobre.
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Siguiendo con su
simbologa tradicional se
representar en el
anverso un libro de
ciencia que, con su
fuerza, rompe unas
cadenas que se cruzan.
En el reverso vuelve a
repetirse el motivo de la
espiga de trigo.
El gobierno de Madrid mand acuar en hierro dos monedas con valores
inferiores a los antes citados:
Ya en 1937 se mandaron acuar 10.000.000 de piezas de monedas de 5 Cts.
representando a la Repblica en forma de busto de mujer con gorro frigio
(smbolo revolucionario). En el reverso se vuelve a reproducir el motivo de
las espigas de trigo enmarcando el valor facial de la moneda.
Estas monedas
tienen un peso de
3,80 gr. y su
dimetro es de 20
mm.
De estas monedas
existen dos varian-
tes que se diferen-
cian por el tamao
del relieve. En una
es tan grande que
el relieve llega a
ocupar casi la
moneda por com-
pleto dejando ape-
nas un fino crculo
a su alrededor,
mientras que en
las llamadas
busto pequeo este borde que rodea la moneda es claramente ms ancho.
En 1938 el gobierno prepara una edicin de monedas en hierro de 10
cntimos con un peso de 3.75 gr. y un dimetro de 20 mm. en el que se ve
el escudo de Espaa con la corona mural. Muchos autores consideran que
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la emisin consisti entre 100 y1000 ejemplares, por lo que es una pieza
rarsima y alcanza
muy alto valor en el
mercado de los
coleccionistas.
Datos como que se
empiezan a ver estas
monedas a partir de
1980 en pblico, su
novedoso diseo
para la poca y la
inexistencia de do-
cumentos de la poca sobre la acuacin de esta moneda, hacen que
muchos coleccionistas la consideren inexistente. Desde luego nadie la
recuerda como moneda circulante.
Por ltimo, adems de las monedas de peseta de plata y la rubia (primer
moneda de peseta fiduciaria en Espaa, es decir, ya no resida el valor en el
mismo metal en que estaba acuada, sino en un valor dado por decreto del
gobierno) que ya hemos citado anteriormente, en estos aos estaban en
circulacin las monedas de 50 cntimos con un peso de 6 gr. y un dimetro
de 23 mm. de cobre, con la misma figura de la repblica que en las
monedas de
peseta y el
reverso con el
valor facial
rodeado con
una orla de
puntos o de
cuadraditos.
A causa de la
escasez de
recursos, a
partir de 1937
se siguen emitiendo estas monedas aprovechando los antiguos troqueles
con que se acuan en distintos lugares, esto conlleva que haya ejemplares
con las estrellas anepgrafas e incluso sin estrellas.
Por la combinacin de los dos tipos de reverso antes citados y los cuatro
variantes de anverso (con estrellas anepgrafas, con las cifras 34 y 36 en su
interior y monedas que no tienen estrellas acuadas), de estas monedas se
podran encontrar tericamente 8 variantes, sin embargo yo no he visto
nunca ms de 6, faltando las monedas sin estrellas con puntos y la estrella
del 34 con cuadraditos en el reverso.
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Una variante de esta moneda, sera las que se realizaron aprovechando el
latn sobrante
de acuar las
monedas de
peseta, las
rubias. Este es
el motivo de
que tambin
existan mone-
das anepgrafas
idnticas a las
de cobre pero
realizadas en latn. Su dimetro es 23 mm. como las otras, pero su peso es
de 6,08 gr. debido a estar acuadas en un cospel ligeramente ms grueso
que las de cobre.
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Monedas en circulacin en algunas zonas del territorio
espaol y emisiones locales.
Monedas emitidas en la zona republicana: Los territorios aislados.
Comencemos por las monedas que tuvieron validez en un espacio ms
all de un slo municipio ya que fueron emitidas con un consejo que
agrupaba a varios dentro de un mismo territorio.
Ya en 1936 qued la zona norte separada del gobierno central por las
fuerzas nacionales y enseguida se hizo notar la falta de moneda al no poder
reponerla con las emisiones de Madrid. Esto llev a que los y gobiernos
regionales emprendiera pronto la emisin de moneda propia.
El departamento de Hacienda del Gobierno de Euzkadi aprueba en
febrero de 1937 la emisin de monedas de nquel de una y dos pesetas que
fueron acuadas en Blgica. Estas monedas mostraban en el anverso a una
matrona con gorro frigio, flanqueada por la leyenda Gobierno de Euzkadi. En este mismo decreto, en el
artculo 3, se especificaba que
Estas monedas quedan equipa-radas a las monedas oficiales
para todos los efectos, sern de
curso forzoso en el territorio
sobre el cual ejerce su autoridad
el Gobierno de Euzkadi y
tendrn fuerza liberatoria en
toda clase de pagos. Debido a la gran calidad de la
emisin y a la abundancia de
estas monedas, no se conocen
copias o falsificaciones de estas
monedas, dependiendo su precio
en el mercado nicamente del
grado de conservacin.
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El avance de las tropas de Franco dej aislados los Consejos Regionales del
norte y a Menorca que, al no recibir moneda de Madrid o Castelln,
decidieron acuarla por su cuenta bien a su nombre o al de la Repblica.
Tal es el caso del Consejo de Asturias y Len, que ech mano a fbricas de
Gijn y Guernica para la acuacin, o del Consejo de Santander,
Palencia y Burgos que recurri a las fundiciones de Bilbao.
Una vez de-
limitados los
territorios de
Espaa de los
sublevados y
los defensores
de la aun
existente rep-
blica, el norte
de Palencia,
as como una
franja de territorio del norte de Burgos, qued en la que pronto se llam
zona roja y el resto de las provincias qued en la que se llam zona
nacional.
Estos territorios, en unin de la provincia de Santander, formaron un
gobierno regional.
El da 8 de febrero de
1937 se levant acta de
constitucin del Consejo
Interprovincial de Santan-
der, Palencia y Burgos,
verdadero rgano de auto-
gobierno regional presidi-
do por el delegado de
gobierno, Juan Ruiz
Olazarn. Este consejo asumi las atribuciones del gobierno de forma
provisional y lleg a emitir moneda en nombre de la repblica.
De estas monedas existen algunos muy raros ejemplares de prueba de la
peseta en cobre con un cospel doblemente ms grueso que las monedas
normales.
Igual a las anteriores, de estas monedas no se conocen falsificaciones. Sin
embargo s que existen variantes en las monedas de 50 cntimos. De hecho
debieron existir hasta tres cuos distintos de cada una de las dos caras.
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Los dos tipos de reverso ya son conocidos por todos los coleccionistas
debido a que uno de ellos lleva las siglas del ensayador PJR debajo de las
letras CTS (se pueden distinguir dos tipos, en los cuales uno tiene la letra J poco acuada y las letras son ms finas). En esta misma cara, la leyenda
por la independencia exalta los ideales que defenda este consejo. Entre los tres anversos se distinguen bastantes diferencias si se observan
con paciencia estas dos monedas, pero las diferencia ms notable y fcil de
distinguir es la colocacin de las ventanas respecto a los pilares en los
edificios de las fbricas representadas.
Tambin se pueden observar notables diferencias entre las nubes de humo
de cada una de las monedas, as como un depsito de agua entre las
chimeneas, a veces muy poco acuado.
Como al parecer fueron utilizados estos cuos de forma indistinta, se
forman seis variantes de esta moneda por la combinacin de los distintos
anversos y reversos. Tambin existen monedas con diverso nmero de
roturas de cuo, pero eso lo consideraremos simplemente errores
producidos durante la acuacin.
El Consejo Soberano de Asturias y Len fue una institucin poltica
soberana e independiente proclamada en Gijn el 25 de agosto de 1937
bajo el trasfondo de la Guerra Civil.
Los avances de las tropas del general Franco en el frente norte tomando
Santander, llevaron a las autoridades republicanas en Asturias a declarar
soberano e independiente de la Repblica Espaola al Consejo
Interprovincial de Asturias y Len con intencin de volver a integrarse
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en ella "a la vista de los acontecimientos favorables que se produzcan en el
curso de la guerra".
La situacin de aislamiento del frente del norte, a 200 kilmetros en lnea
recta de las posiciones republicanas ms prximas, con la subsiguiente
escasez de abastecimientos, al mismo tiempo que en Asturias se haba
vivido una especie de revolucin de carcter socialista con tintes libertarios
como consecuencia de la gran implantacin que tenan la UGT y la CNT,
propici que poderes locales asumieran funciones que eran competencia del
Gobierno de la Repblica, como el mando de las milicias o la acuacin de
monedas.
El 24 de agosto se firma el decreto que establece la soberana de los
territorios administrados por el Consejo Interprovincial de Asturias y Len
pasando a ser entonces el Consejo Soberano de Asturias y Len. El 26 de
agosto saldr publicado en la prensa dicho decreto.
El Consejo emiti tambin billetes divisionarios al no existir moneda
suficiente debido al aislamiento en el que se encontraba Asturias. Estos
billetes fueron conocidos popularmente como belarminos en honor de Belarmino Toms lvarez que, aunque naci en Aguilar de Campos
(Valladolid), era el presidente del Consejo en ese momento.
Para solucionar el problema de la carencia de moneda fraccionaria, de una
forma ms ordenada, el Consejo decidi la fabricacin de moneda metlica, de 50 cntimos, 1 y 2 pesetas, y posteriormente, ante la dificultad
de lograr el metal y el alto coste del mismo, decidi, adems, la emisin de
moneda de papel.
Para lograr la emisin de estas monedas se necesitaba, por un lado, reunir
la cantidad necesaria de metal para la fundicin. Esto se logr, entre otras
formas, a base de incautar campanas de las iglesias.
Por otro lado se necesitaban unos talleres capaces de realizar esta operacin
y un buen grabador para realizar la obra. Ambas cosas las encontraron en el
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Pas Vasco eligiendo como artista al grabador de Eibar Mateo Coreaga y
para realizar los trabajos de acuacin unos talleres en Guernica.
Posteriormente, debido a la prdida de Bilbao ante las tropas rebeldes, la
acuacin de estas monedas debi trasladarse a Asturias y se eligi como
emplazamiento la localidad de Avils.
Ya en esta ciudad
adems de continuar
acuando con los
materiales trados de
Guernica, se procedi a
realizar nuevos cuos de
la moneda de 2 pesetas.
Esta nueva moneda
guarda ciertas
diferencias con la
acuada anteriormente siendo una autntica variante de cuo con respecto a
la emitida en el Pas Vasco. Ponemos en esta pgina dos de las monedas
que Snchez de Arza las pone como ejemplos de las diferentes cecas.
Como de las monedas anteriores, de estas tampoco se conocen
falsificaciones. Sin embargo se habla de un gran nmero de variantes de la
moneda de 2 pesetas con respecto a la forma que toman los arbustos y la
rueda dentada de la parte inferior izquierda del anverso. Algunos
coleccionistas definen hasta 10 variantes de esta moneda o incluso ms si
se miran con mucho detalle.
Personalmente calificara muchas de esas variantes como simples errores
por cuestiones tcnicas debido al desgaste de los cuos y a diferencias de
presin en el golpe sobre ellos.
Intentando verificar esta afirmacin, me bas en el escrito publicado en la
revista Numisma de Vicente Snchez de Arza titulado Estudio, desarrollo y legitimacin numismtica del Consejo de Asturias y Len por parecerme una fuente bien informada.
La primera afirmacin que me pareci til para la investigacin es que las monedas fueron realizadas en series de a cuatro por golpe de prensa sobre
el cospel. En otro punto se afirma que primero fueron acuadas en Guernica y despus, una vez realizados nuevos cuos de esta moneda, se
acuaron en Avils.
Tomando las dos consideraciones en cuenta se deduce que existieron ocho
cuos diferentes, que seran las autnticas ocho variantes.
La siguiente informacin de este autor que me interes, ya que buscaba
diferencias claras entre los elementos de las monedas, fue el dato de que el
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- 18 - J. Ovelleiro
nmero de perlas de la grfila variaba en las diferentes variantes de esta
moneda. Esta caracterstica me dara datos fidedignos de que eran
autnticas variantes.
Debido a la facilidad que hoy en da no ofrece Internet y los ordenadores
pude reunir gran nmero de fotografas de esta moneda y trabajar con
precisin en el ordenador en el recuento de perlas en muchos ejemplares.
Lo primero que comprob es que existen monedas de cinco tipos respecto
al nmero de perlas en la grfila: 104, 105, 108, 109 y 111 perlas.
Despus de haber contado las perlas de muchas monedas y no haber
encontrado ms que ejemplares de estos tipo, he de deducir que la
informacin que nos da este autor de que tambin existen ejemplares con
103 perlas y no citar las de 108 (que son muy abundantes), es errnea. Bien
por causa de un error de imprenta u otras causas.
Siguiendo con la premisa de que debera haber ocho tipos, la lgica que se
impona era que hubiese varios tipos que tuvieran el mismo nmero de
perlas. Puesto a buscar algunas diferencias claras (elementos diferentes)
entre las monedas del mismo nmero de perlas, creo que he encontrado
autnticos elementos diferenciadores en el grupo de 108 y 111. El primero
puede dividirse en tres grupos dependiendo de la forma de las hojas del
ramo y el segundo en dos grupos basndome en la cercana de las hojas a la
E de ESPAA y un fragmento del tercer radio de la rueda que se deja ver
en uno de los modelos.
Cierto es que dentro de cada uno de estos grupos existen variaciones de
acuacin e incluso algunas diferencias en pequeos rasgos de los
elementos que componen la moneda, pero, para m, estas diferencias no son
prueba de que procedan de cuos diferentes, solamente se deberan
considerar errores generados durante la produccin de las monedas o, como
mucho, retoques de los cuos que se iban desgastado.
Esa es la premisa que he seguido para hacer la clasificacin de esta moneda
que viene en las pginas siguientes.
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- 19 - J. Ovelleiro
Tipo 1
104 perlas en grfila
HOJAS INTERIORES EN
ESPIGA
Tipo 2
105 perlas en grfila
HOJAS EXTERIORES DEL
CENTRO EN ESPIGA.
Tipo 3
108 perlas en grfila
HOJAS INTERIORES
CADAS. UNA HACIA
ABAJO.
Tipo 4
108 perlas en grfila
HOJAS CON ACUACIN
FLOJA. DIVERSOS
GRADOS.
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- 20 - J. Ovelleiro
Tipo 5
108 perlas en grfila
HOJAS CON
ACUACIN FUERTE.
Tipo 6
109 perlas en grfila
HOJAS EXTERIORES
CENTRO EN ESPIGA.
Tipo 7
111 perlas en grfila
E DE ESPAA NO TAPADA Y RADIO
ENTRE LAS HOJAS.
Tipo 8
111 perlas en grfila
E DE ESPAA TAPADA Y SIN RADIO ENTRE LAS
HOJAS.
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- 21 - J. Ovelleiro
Menorca fue la nica de las Islas Baleares en manos de la Repblica. Como
el estado republicano no garantizaba el suministro de moneda, otras
instituciones, o los ciudadanos a
ttulo individual, cubrieron el
vaco. La alternativa ms sencilla
fue el trueque de mercancas que
facilit los intercambios bsicos
entre particulares. As, productos
como el azcar, el alcohol o el
tabaco se utilizaron como unidad
de cambio. Tambin algunos
municipios recurrieron al
trueque.
Pero el trueque slo era un
recurso provisional y pronto
surgieron otras alternativas. Los
primeros en promover una
moneda que remplazara a la estatal fueron los comerciantes.
Antoni Turr cataloga en su libro Les emissions monetries oficials de la Guerra Civil una moneda de peseta de bronce (22 mm y 3,60 gr) emitida en la localidad de Ciudadela, de la cual tambin existen fichas que
comparten cuo con ella. Esta moneda debi emitirse previamente a la
serie de los Consejos Municipales y ser anulada y recogida cuando estas
monedas salieron a circulacin.
Por ltimo, los ayuntamientos bajo el nombre de Consejos Municipales de
Menorca emitieron moneda metlica en 1937 a nombre de la repblica. En
Menorca se fabricaron cinco piezas de latn cuyos valores iban desde los 5
cntimos hasta las 2,50 pesetas.
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- 22 - J. Ovelleiro
Aunque slo se emitieron monedas en 5 valores distintos, existen variantes
en el reverso de las monedas de 5 (con 5 y 6 frutos) y 25 cntimos (con 6 y
7 frutos) que se diferencian claramente en el nmero de aceitunas que
llevan en la rama de olivo que enmarca el valor nominal. Tambin existen
dos tipos de anverso de las monedas de 5 cts, pero el segundo cuo solo se
utiliz con uno de los reversos. Por ese motivo, para aquellos coleccionistas
que desean poseer todas las variantes, esta coleccin consta de 8 monedas
diferentes. Claro,
eso sin tener en
cuenta que existen
varias de estas
monedas incusas.
Eso lo calificare-
mos como
errores.
Dentro de la zona
republicana tam-
bin hubo
municipios que
emitieron
monedas que fueron vlidas solamente dentro de su demarcacin territorial.
Al ser generalmente emisiones de muy poca tirada, a la vez que debido a
las circunstancias marcadas por la situacin blica de los frentes, ha hecho
que de estas monedas no se conserven demasiadas.
Esta circunstancia ha llevado a que esas monedas se coticen a un alto
precios entre los coleccionistas y, por lo tanto, ha llevado a que existan
gran nmero de falsificaciones y copias de las mismas.
Favorecidos tambin porque estas emisiones se realizaron con unos medios
tcnicos precarios y de una relativa facilidad para poseerlos hoy en da, se
pueden encontrar copias
de todas las monedas de
esta poca. Estas copias,
en muchos casos, son
muy difciles de
identificar debido a que
el peso, el tamao y los
materiales son idnticos
a las originales y slo
pueden ser reconocidas
tras una muy intensa observacin de cada una de los elementos decorativos
que componen las monedas.
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- 23 - J. Ovelleiro
Como ayuda para los coleccionistas pondremos a continuacin fotos de las
monedas autnticas, y advertimos a los coleccionistas que si observan una
mnima diferencia entre sus monedas y las representadas en las fotografas
tengan la seguridad de que se trata de copias.
Monedas en la zona republicana. Emisiones locales. Un segundo apartado de monedas dentro de la zona controlada por la
repblica seran las que tuvieron validez exclusivamente dentro de un
municipio o, como mucho, en los alrededores del mismo.
Deberamos hacer una mencin especial dentro de este apartado a
municipios dependientes de la Generalitat de Catalua.
Si en muchos municipios y colectividades revolucionarias la emisin de
moneda constituy un acto de afirmacin poltica, esta dimensin result
an ms evidente en el
caso de la Generalitat de
Catalua, que vio en la
moneda un instrumento
de construccin nacional.
La Generalitat emiti sus
propios billetes en virtud
de un decreto del 21 de
septiembre de 1936, que
Josep Tarradellas, su
consejero de Finanzas,
justific por la quiebra de la moneda estatal. Pero la resolucin se enmarc
en el contexto de un conjunto de medidas dirigidas a capturar
competencias estatales, entre las que destacaron, en el mbito monetario, la
intervencin de las delegaciones del Banco de Espaa y del Ministerio de
Hacienda en Catalua, as como la incautacin de sus depsitos de oro y
divisas.
La Generalitat fue la primera institucin local que emiti billetes en
territorio cataln; los municipales llegaran ms tarde. La moneda regional
no cubri los valores inferiores a 2,50 pesetas y ello explica, en cierta
medida, la eclosin de billetes locales menores.
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- 24 - J. Ovelleiro
En definitiva Catalua cont durante la guerra con un sistema monetario
propio, distinto del nacional, articulado en tres tramos: los municipios
emitieron los valores pequeos, desde los cntimos hasta las 2 pesetas; la
Generalitat los valores intermedios, entre 2,50 a 10 pesetas, y los billetes
ordinarios del Banco de Espaa, entre 25 y 1.000 pesetas formaban el
estadio superior en el Principado.
Todo esto respecto a la emisin de moneda en Catalua, pero la mayora se
emiti en papel bajo diversos nombres (bonos, certificados, fianzas
municipales, pagars, resguardos, vales, valores de cambio, etc.) y no
forman parte de nuestra atencin en este escrito.
Excepcin hecha de las chapas emitidas en Pobla de Ciervols, Viladrau y Gratallops, solamente acuaron metal en Catalua los municipios de
Arenys de Mar (aluminio) y L Ametll de Valles (aluminio y latn) en la provincia de Barcelona, Olot (hierro) en Gerona y Nulles (Cinc y latn) y
Segarra de Gai (cobre, alpaca y latn) en Tarragona.
Este ltimo municipio citado podramos utilizarlo como ejemplo de una
situacin que se
repiti mucho en
Catalua:
Antes de la guerra,
en Catalua 129
municipios tenan
nombre de santo;
112 de estos lo
modificaron y casi
todos lanzaron
billetes.
Aquellos municipios
que haban roto con
el pasado quitando
de sus topnimos las palabras vinculadas a la iglesia o a la monarqua
proclamaron el cambio a travs de la moneda, eficaz vehculo de
propaganda. De todos estos municipios el nico que emiti moneda
metlica fue Santa Coloma de Queralt.
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En Catalua, como en el resto de Espaa, existi tambin un sinfn de
fichas dinerarias emitidas por establecimientos privados, sindicatos o
cooperativas.
Una muy amplia relacin y clasificacin de estas fichas fue publicada por
el Sr. Leocadio Olabarria Garca-Rivero en 1973 en su libro Catlogo de las monedas obsidionales emitidas en Catalua durante la Guerra Civil
(1936-1939) y que recomendamos a los
interesados en este tipo de
fichas.
Dentro de las fichas
catalanas destacamos aqu
las que fueron emitidas
con los mismos cuos de
los valores nominales
conocidos como sin leyenda de las monedas de Ametlla del Valls.
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Dentro de los organismos que
emitieron tanto la moneda de
peseta como la de 50 cts.
estn:
Institut Pere Mata de Reus.
Comit Economic de
Candroms S.I.E. (Sindicat
Industria Espectculo)
Caldes de Malavella
(Cooperativa Obrera)
Estas dos ltimas institu-
ciones tambin emitieron
monedas de 10 Cts en latn
(26 mm.) con el mismo
reverso que las fichas
acuadas para Sole Hielo y
Bar Pars.
Hubo una serie de
establecimientos privados de
Barcelona que solo emitieron
la moneda de peseta con este
mismo cuo:
Bar Pars
Bar restaurante Maison
Dore
Restaurante Can Beco
Izquierda Bar
Bar Ski
Bar La Luna
Bar Sarment
Tambin existen monedas de
una peseta con este mismo
cuo de la Cooperativa Flor
de Mayo de Barcelona.
Curiosamente, esta
cooperativa que emiti varias
fichas de distintos valores
con otros motivos grficos,
tambin realiz pesetas en
cobre con el mismo cuo del
que estamos hablando.
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El nico municipio de la zona republicana que emiti moneda metlica
fuera de Catalua fue el Consejo Municipal de Ibi (Alicante) que
aprovech su industria del metal (se realizaron en la fbrica de juguetes
Pay una vez socializada por UGT) para emitir varios tipos de ellas: de 1
peseta y de 25 cntimos, aunque de estas ltimas, existieron varios
modelos. En la sesin del da 24 de junio de 1937, el Consejo Municipal
aprueba acuar 10.000 piezas de lo que sera la moneda de 1 peseta.
En el caso de las monedas de 25 cntimos, nos encontramos diversas
variedades:
En la sesin municipal del 2 de noviembre de 1937, se acuerda acuar
monedas de 25 cntimos por cantidad de 10.000 piezas. En el reverso de la
moneda y como fondo del valor facial se observa lo que parece ser un mapa
de la pennsula ibrica, con la divisin de sus regiones.
En el anverso aparece
una mujer con gorro
frigio, que representaba
la Repblica, rodeada por
dos espigas de trigo, y el
ao de emisin.
Retomando el tema de
las monedas acuadas en
Ibi en el ao 1937,
vamos a ver los 2 modelos que nos faltaban, ambos con el valor de 25
cntimos, pero con reversos ligeramente diferentes.
A pesar de la emisin de las 10.000 piezas de 25 cntimos que ya vimos,
sta no fue suficiente para cubrir las necesidades de la poblacin, ya que
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estas monedas eran tambin utilizadas por los municipios limtrofes, con el
perjuicio evidente para los habitantes de Ibi que se quedaron sin suficiente
moneda. As pues, se hace una nueva emisin de 10.000 piezas de 25
cntimos, con idnticas caractersticas para el anverso.
Ahora bien, para el reverso se utilizan dos cuos con una pequea
diferencia: adems de que ya no aparece el mapa, el ngulo inferior del
nmero "2" del valor "25" en un caso apunta a la letra "C" de la palabra
"CENTIMOS" y en otro caso apunta al espacio entre las letras "CE".
De las monedas de peseta existen tambin algunas rarsimas piezas
acuadas en cupronquel y no solamente con un bao de este metal.
Posiblemente esta fue su intencin primigenia, pero al comprobar que,
debido a la dureza del metal, se daaban rpidamente los cuos y, en su
mayora, salan con un golpe del troquel, decidieron continuar la emisin
en cobre por ser un metal ms maleable. Se supone que llegaron a emitir
menos de 100 unidades de esta moneda en este metal.
Monedas emitidas en la zona nacional
Dentro de este apartado, los nicos municipios donde se emiti moneda
metlica pertenecen todos
ellos a la provincia de
Sevilla.
El estudio de Luis Barrera
Coronado publicado en
1989: La moneda de necesidad en la provincia
de Sevilla es tan extenso y bien fundamentado que
simplemente me bastar
hacer un resumen de lo
que el autor relata sobre
las monedas de esta zona
para completar este
estudio presente.
Aunque parezca absurdo
comenzaremos esta serie
por una moneda que en realidad no lo era: El real de Marchena.
Esta pieza es en realidad un vale emitido por encargo de una fbrica de
gaseosas y fueron realizadas por el seor Antonio Pliego, a la sazn
fontanero en el pueblo, con unos discos metlicos trados de la fbrica
militar de Sevilla.
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Los precarios medios de que disponan para punzar estas monedas, dio
como resultado unos discos muy mal estampados. Esto puede servir a los
coleccionistas para distinguir las falsificaciones: siempre que encuentren
una de estas monedas que sean perfectamente legibles, es que es falsa.
Lo curioso de este vale-moneda fue la gran aceptacin que tuvo en el
pueblo y los municipios limtrofes, a pesar de no tener respaldo oficial de
ninguna clase. El xito de las monedas de esta fbrica se debe no slo a la
carencia de monedas fraccionarias, sino tambin a que sus gaseosas tenan
una magnfica aceptacin en todos los pueblos del entorno.
Debido a la gran demanda (amparada por el aval de las gaseosas) de estas
monedas se hicieron muchas de las monedas de 25 Cts. siendo una moneda
que no es difcil de encontrar. No es as con una moneda que emitieron con
el facial 025 C que es muy rara, de la cual se piensa que se hizo una
pequea tirada y una vez advertido el error se subsan.
Mucho ms rara an es la moneda 025 C en cobre que, posiblemente, fue
una prueba y de la cual slo se hicieron algunas unidades.
No lejos de Marchena, el ayuntamiento de otra poblacin emiti tres
monedas destinadas a paliar el dficit de moneda fraccionaria:
Arahal.
Sin embargo estas monedas tuvieron muy poca aceptacin entre el pblico,
primero porque dos de ellas tenan unos valores demasiado altos (1 y 2
pesetas) para ser tiles como moneda fraccionaria en una sociedad donde
los precios de los productos de primera necesidad eran, en general, en
fracciones de peseta y una segunda causa era la abundancia de reales de
Marchena en circulacin en el pueblo y la gran aceptacin por todos.
De esta forma, de la moneda municipal, realmente la que tuvo un uso
cotidiano fue slo la de 50 cntimos. Esto ha llevado a que sea la moneda
ms cotizada de las tres que componen la coleccin debido a su escasez,
posiblemente debida a posibles prdidas de ejemplares debido al mayor uso
que se dio de ella.
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Tambin aumenta el valor de una moneda de ests si est bien conservada
debido a que en los ejemplares conocidos se nota el uso que tuvo en la vida
comercial de la poca.
Reconociendo el valor a los documentos que presenta Barrera en su libro,
podemos ver que estas monedas fueron encargadas hacer a la Ferretera la
Llave y los cuos en el taller de grabados de Francisco Castillo en 1938
segn documentos encontrados en estos establecimientos. La emisin
propiamente de las fichas se hizo en la Fbrica de Artculos Troquelados de
D. Moiss Jimnez de Sevilla. Debido a la similitud de las piezas parece
claro que tambin este taller realiz fichas dinerarias como por ejemplo las
existentes de 0,25, 0,50, 1 y 5 Ptas. del restaurante Las 7 puertas de Sevilla
y de grafa tambin muy similar es la ficha de 5 Ptas. de Antequera.
Me doy cuenta de
que es entrar en el
campo de la
especulacin, pero
sta puede ser
interesante. Las dos
piezas que vemos
forman parte de mi
coleccin y tienen
unas serie de caractersticas comunes: el mismo tipo y tamao de cospel y,
al mismo tiempo, ste es ms pequeo que las normales de su mismo tipo.
Tanto la de 50 Cts. tipo Puebla como la peseta de Siete Puertas poseen un
reborde en el cospel y, para que no se aplastase ese reborde, posiblemente,
tuvo que ser reducido el dimetro de los cuos. Este limado de los cuos se hace ms evidente en la ficha de la derecha donde se observa la falta de
la parte superior de las letras de RESTAURANT.
En base a estas coincidencias podramos aventurar que estas dos piezas se
fabricaron en el mismo taller, que sera el citado por Barrera.
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- 31 - J. Ovelleiro
Por otro lado conocemos la existencia de fichas unifaciales de todos los
valores hasta 5 pesetas del tipo de Puebla de Cazalla. Pongamos aqu una
imagen de ellas para que sirva de muestrario de las fichas realizadas por este taller:
No creo que nadie sepa
la cantidad de piezas
emitidas con estos
modelos, pero debi
ser muy alta ya que se
conocen en localidades
distribuidas por toda la
geografa espaola.
Son de mi
conocimiento fichas en establecimientos de Sevilla, Cdiz, Crdoba o
Mlaga as como en puntos tan distantes como Barcelona, Gijn o Ceuta.
Desde luego la fbrica suministr gran cantidad de estas fichas dinerarias
en aquella poca.
En contra de lo que dicen algunos numismticos quieren reconocer, yo soy
de la opinin que el fabricante dispona de cuos con todos los valores que
utilizaba segn los distintos encargos recibidos. Uno de estos encargos fue
el que le hizo el ayuntamiento de este municipio y son las dos que se
consideran autnticas monedas por haber sido emitidas por una institucin
pblica.
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Otra localidad donde tambin circul el vale de Marchena, aunque tambin
el ayuntamiento emiti monedas de curso interior con el smbolo de los
vencedores, fue Puebla de Cazalla.
Para la realizacin de estas monedas se utiliz el mismo cuo del valor
facial que en las fichas de 10 y 25 Cts. troquelando en el anverso el nombre
del municipio y el smbolo de la Falange.
Algunos ejemplares de estas monedas fueron resellados posteriormente
para diversos usos por los establecimientos, siendo de mi conocimiento
resellos con las letras H.B y
J P. Estos resellos no pueden
considerarse como variantes
en s de la moneda.
Tanto en monedas de algunos
municipios sevillanos como
en las fichas dinerarias antes
citadas se encuentran, en la provincia de Sevilla, monedas en las que se ha
depositado una gota de plomo. Desconocemos las razn por lo cual se
hizo. El sevillano que suministr las fichas que componen esta coleccin
nos cuenta su versin:
Yo nac en el 1941. Las fichas las hered de mi madre que tena una frutera. En aquellos tiempos tan malos la gente, cuando le pagaba, le
colaba este tipo de monedas, y ella las guardaba. A lo mejor, por eso me
gusta coleccionar monedas.
Mi madre tena la tienda en Sevilla capital, en el barrio de San Bernardo,
en aquella poca Sevilla era mucho ms pequea que ahora y se compona
de varios barrios: la Macarena, Triana, San Bernardo,...
Puebla de Cazalla est a unos 70 Km. de Sevilla, de los de antes claro.
Pero en aquellos
tiempos, imagino que
hubo mucha gente que se
buscaba la vida dnde y
cmo poda...
En lo referente a las
manchas de plomo que
tienen algunas monedas,
la sabidura popular
cuenta que era la forma de anular su validez por parte de las autoridades.
Pero esto no es ms que un comentario que escuchaba a los mayores...
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Posiblemente la moneda local con mayor nmero de ejemplares fue la
emitida en Cazalla de la Sierra.
En el acta de la sesin ordinaria del da 18 de agosto de 1939 aparece un
informe en el que se dice:
..... es notorio y en absoluto cierto, el
malestar y trastorno
que la escasez de
moneda fraccionaria
cada vez ms
agudizada produce en
el normal discurrir
del comercio e
industria de toda
especie...... Pensando utilizar un medio ms eficaz, el Gestor que expone
en entrevista con el fabricante metalrgico de Sevilla Don Moiss Jimnez
se inform en relacin de hacer una serie de piezas metlicas troqueladas
para valor o valores distintos que determinar el ayuntamiento....
Los compaeros de corporacin hacindose eco del sentir en que est
inspirada la mocin del Sr. Velzquez Pacheco, cuya lectura han
escuchado complacidos, acuerdan por unanimidad, conceder un amplio
voto de confianza al autor de la misma para que realice la gestin
encaminada a controlar precios, consultar cuantas industrias
metalrgicas crea conveniente y adquirir hasta treinta o ms millares de
monedas metlicas del precio e inscripcin que le sugiera, para uso
interior de su localidad, facultndolo ampliamente a tales efectos. En el acta del 20 de octubre de ese ao, el Sr. Velzquez presenta ya la
factura de las monedas que han sido emitidas.
Aunque parezca elevada la cifra de piezas en circulacin, a finales de ese
ao debi ser ampliada con la emisin de otras quince mil piezas ms.
Las razones para esta emisin tan grande deben buscarse en que esta
moneda, debido a su gran utilizacin prctica y fiabilidad, circulaba con
toda libertad en los pueblos de su entorno.
Otra causa es que como slo se realiz un valor de 10 Cts., se necesitaba
siempre una mayor cantidad de monedas para poder dar la vuelta de cada
transaccin mercantil.
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El ltimo municipio que nos queda por reflejar en esta serie de emisiones
locales es Lora del Ro. Debido a que no hubo otra moneda metlica en
los pueblos de su entorno cercano y que la moneda era de bajo facial,
debi ser muy numerosa la emisin de esta moneda para paliar las
necesidades de la poblacin de la zona.
El hecho de que hoy da pueda considerarse como moneda muy escasa
podra ser debido a la exhaustiva recogida de las monedas por parte del
ayuntamiento que, segn nos narra Luis Barrera en su libro, fueron
posteriormente vendidas a un chatarrero que acab fundindolas para
recuperar el metal.
La emisin se realiz en latn como todas las monedas sevillanas, sin
embargo este mismo
autor nos narra haber
visto en el
ayuntamiento de esa
localidad una prueba
en aluminio de la
moneda. Esta sera
una variedad
realmente rarsima de
esta moneda.
Monedas pobres
Cuando le por primera vez este nombre agrupando a este tipo de monedas
en un correo de Marco Antonio Figueroa me pareci tan acertado que,
despus de felicitarle por su denominacin, decid tomarlo para este escrito.
En este apartado incluiremos los municipios que intentaron paliar la falta
de moneda fraccionaria fabricando unas meras chapitas metlicas con los valores punzados en ellas de forma ms o menos rudimentaria pero, desde
el momento en que fue una institucin pblica la que encarg la emisin,
podemos considerarlas como monedas de cambio similares a las de otras
localidades.
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En este grupo de monedas yo incluira la serie de Gratallops que fue
realizada, segn nos
cuenta Turr en su
libro Les emissions monetires oficials
de la Guerra Civil, a partir de una
plancha de hierro
emplomado que se
utilizaba para
realizar los envases
para el carburo.
Tambin se incluyen
las monedas de 5 y 10 cntimos realizadas en Pobla de Crvoles realizadas
con la chapa reutilizada de unas cajas de galletas vacas. Por lo que todava
se puede ver en ellas parte del
estampado original en el reverso de
las monedas.
Otra moneda de este grupo sera la
peseta de Viladrau, chapita
circular punzada en hojalata.
Por ltimo incluira en este
apartado las chapas de Aspe. En el
acta del ayuntamiento del 29 de
julio de 1937 se recoge el acuerdo
de emitir monedas locales como
medida para paliar la necesidad de
monedas fraccionarias, aun reconociendo en el acta que no estn facultados
legalmente para realizar emisiones de moneda.
El Consejo se manifiesta completamente unido al gobierno de la repblica
y toma esta decisin exclusivamente movido con el nimo de intentar dar
solucin a los problemas de cambio que constituyen un verdadero conflicto
en la localidad.
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En este acta se acuerda emitir moneda por un total de 85.057,50 Ptas, de las
cuales formaban parte 10.000 Ptas en chapas de hojalata de 50 Cts. y
342,50 Ptas en cartones y chapas (redondas y rectangulares) de 5 Cts.
Para la acuacin de estas monedas se usaron chapas destinadas,
probablemente, a fines comerciales, como en el ejemplo antes citado de
Gratallops que procedan de envases de carburos vascos. Esto podra
explicar tanto la forma como los taladros que tienen estas monedas.
Otros materiales
Tanto el Consell Municipal de Falset como el Consell Municipal de
Granadella optan por imprimir monedas sobre discos de celuloide en
distintos colores segn el valor nominal de cada pieza. A estas dos
localidades las corresponde el honor, segn Turr, de haber sido las
primeras localidades del mundo que pusieron en circulacin monedas de
plstico.
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Para la emisin de sus monedas utilizan fichas de juego de celuloide de
distintos colores y sern estampadas ambas caras mediante el uso de un
tampn.
Falset imprime tres monedas de 0,50, 1 y 2 pesetas con el valor facial por
un lado y el mismo icono del castillo almenado con tres torres y
acompaado de dos hoces en los costados que llevaba el tampn oficial del
Consejo Municipal.
Granadella solamente imprime
discos de 1 y 2 pesetas. Tanto el
material del disco como la grafa y
las tintas utilizadas en ambas
localidades son muy similares, por
lo que permitira suponer que se
fabricaron en el mismo taller.
Tambin hubo una emisin de
fichas en celuloide en la localidad
de Vilella Baixa, pero en este caso
la emisin se hizo en nombre del
Sindicat Agricol.
En numerosos municipios
catalanes resolvieron el problema
de la falta de dinero fraccionario mandando imprimir discos o piezas
elpticas de cartn o cartulina en distintos colores.
Este cartn moneda ya no sera objeto de este estudio ya que deberamos clasificarlos como billete y entrara en el campo de la notafilia,
pero, atendiendo al parecido que hay con las monedas, he querido poner
aqu algunos ejemplo de este tipo de circulante para dar una idea ms
completa de la gran variedad de piezas monetarias en circulacin durante
los aos de la Guerra Civil.
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Otras monedas obsidionales
En los aos 30, la efervescencia social que se viva en algunas regiones de
la repblica espaola desemboc, tras el estallido de la Guerra Civil, en un
proceso de revolucin social. Esta revolucin fue acompaada, en
determinados mbitos econmicos, de un cambio radical en los modelos de
produccin y de organizacin del trabajo. Distintos sectores agrcolas e
industriales fueron colectivizados y su gestin pas a depender
directamente de los trabajadores, quienes lograron as controlar sus propios
medios de produccin.
Si con el trmino monedas obsidionales nos referimos a aquellas monedas
de emergencia que fueron acuadas para circular en una zona determinada
debido a episodios de situacin de guerra, tendremos que incluir
obligatoriamente las que algunos coleccionistas denominan fichas emitidas por las colectividades, aunque estas monedas no fuesen de
obligada aceptacin, en algunos casos, en todo el territorio de la localidad
donde se emitieron.
Siguiendo la misma lnea argumentativa deberamos citar tambin las
emitidas dentro de las industrias y cooperativas colectivizadas que
existieron, as como las de los sindicatos y las uni de cooperadors en
Catalua.
Colectividades
Para intentar dar una idea de la significacin de este tipo de organizacin
en los aos de la guerra civil, traemos aqu unos datos sacados del escrito
de Maximiliano Astroza-Len titulado Una mirada a las colectividades agrarias en la Espaa libertaria. En l se dice textualmente que Estuvieron representadas en el Congreso de Caspe 275 colectividades, correspondientes a 23 comarcas de Aragn, con un total de 141.430
afiliados. Tambin podemos citar el trabajo de Jos Snchez Jimnez del Dpto. de
Historia Contempornea Universidad Complutense, que ya hablando a
nivel nacional dice: Con los datos del I.R.A., y pese a su carcter aproximado, hay que tener en cuenta que de las 2.213 colectividades
registradas, 823 lo fueron de U.G.T., 284 de C.N.T. y 1.106 de las
llamadas mixtas. Si bien es cierta la importancia de estas colectividades, en este trabajo
deberemos descartar todas aquellas que no emitieron su propia forma de
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- 39 - J. Ovelleiro
pago y las que lo hicieron en papel, bien en forma de vales o de billetes.
Por lo cual quedar restringida nuestra relacin a solo algunas localidades.
Por su importancia deberamos citar en primer lugar la colectividad de
Mazalen, en la provincia de Teruel, que con un nmero de 1560 afiliados
supona la inmensa mayora de la poblacin de esa localidad y en la que
nos dice Agustn Souchy Bauer en su libro Entre los campesinos de Aragn: El comunismo libertario en las comarcas liberadas: El presidente de la colectividad del pueblo, Manuel Aranda, tuvo una idea
original. Propuso unas fichas de hojadelata para sustituir al dinero. Su
proposicin fue aceptada. (.) Cada miembro de la colectividad recibe estas fichas. Puede comprar con ellas lo que necesita para la vida y lo que
haya en la colectividad. En vista de que en Mazalen la colectividad abarcaba a la casi en su
totalidad de la poblacin y que la misma absorbi el poder real en el
pueblo, al igual que los Consejos Municipales en otras localidades,
deberamos darle, sin lugar a dudas, la misma categora a estas fichas que al
resto de las monedas que denominamos de las Emisiones Locales.
En su afn de separarse de la denominacin del dinero de la sociedad
anterior, las monedas se emitieron en UNIDADES y no en pesetas. De las
cuales tambin se hicieron monedas de 5 y 25 cntimos de unidad.
En la localidad de Pla de Cabra (hoy en da Pla de Sta. Mara) en la
provincia de Tarragona existi tambin una colectividad anarquista.
Aunque algunos autores cifran el nmero de afiliados de la localidad en
cerca del 40 % de los habitantes, Carlos Semprum Maura en su libro Las colectivizaciones en Catalua afirma que apenas 270 personas constituan la colectividad agrcola y la mayora de los trabajadores de la localidad, que
contaba con 2000 habitantes, trabajaba en la fbrica textil Mart Llopart.
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Siguiendo con la denominacin de pesetas emitieron fichas de cupronquel
de 1 pesseta de 23 mm. y de latn de 5 y 15 centims de 25 y 30 mm.
Tambin en la provincia de Tarragona se fund la Colectivitat
DArgilaga, en la pequea poblacin de dicho nombre perteneciente al
municipio de La Secuita.
Existen monedas de 1 peseta y de 50, 25 y 5 cntimos realizadas en latn.
Muchas de estas fichas llevan una contramarca en el anverso que representa
una cabeza egipcia, aunque tambin existen sin contramarca e, incluso, sin
la leyenda identificativa de la colectividad que las emiti.
Dando un salto geogrfico hasta la provincia de Valencia, encontramos otra
colectividad que emiti monedas: Poli de Jcar (Poliny de Xquer).
Esta colectividad de tipo anarquista emiti, por lo menos, dos monedas en
latn: una de 5 cntimos con orificio y otra de 25 sin l.
Por ltimo otra colectividad que tambin
emiti monedas metlicas de 1 peseta, adems
de billetes de 5, 10, 25 y 50 pesetas fue la
Colectividad Renacer en la localidad de
Fabara en la provincia de Zaragoza y cerca de
Caspe, sede del Comit Regional de las
Colectividades dependiente del Consejo
General de Aragn.
El ayuntamiento tambin emiti billetes por su
cuenta de moneda fraccionaria y los miembros de la colectividad estaban
entre un 30 y 40 % de la poblacin de la localidad, pero no por ello
deberamos olvidar esta moneda.
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Me permito afirmar aqu que todas estas monedas de las colectividades,
desde el momento que fueron emitidas por un poder poltico real y no por
una empresa, colectivizada o no, deberamos situarlas al nivel de las que
denominamos Emisiones Locales. Como mnimo las monedas de
Mazalen ya que fueron utilizadas en toda la localidad y fueron emitidas
por el nico organismo existente en el pueblo que era equivalente a los que
en otros sitios se denominaron Consejos Municipales.
Tambin como monedas que eran vlidas en toda la localidad, por haber
sido avaladas por el ayuntamiento con algn tipo de resello, autores como
Leocadio de Olarra o Antoni Lpez i Lluch sitan las fichas de la
Cooperativa Ferroviaria de Mora la Nueva y la Seccin de Cooperativa de
Palma DEbre. Si tomramos su afirmacin como vlida, deberamos
tambin incluir estas fichas dentro de las Emisiones Locales.
Industrias colectivizadas, sindicatos, cooperativas y uni de
cooperadors
Entramos en un apartado en el que, a veces, no es fcil clasificar a estos
organismos. Quizs las nicas que podamos acotar como tal sean las
primera como empresas que, existiendo anteriormente, fueron
colectivizadas por los trabajadores y continuado con la produccin.
Cooperativas agrcolas seran aquellas en que compartan los medios de
produccin, mientras que uni de cooperadors me parece observar que eran
una asociacin de socios similar a lo que hoy llamamos cooperativa de
consumo. Pero esto no es totalmente cierto, ya que en algunos casos las
cooperativas tambin disponan de sus propios economatos y funcionaban
como las uni.
Al mismo tiempo haba sindicatos que estaban integrados en una determinada empresa (por lo cual podran ser tomadas las fichas como las
de las industrias colectivizadas) pero emitieron sus monedas de cambio con
el nombre del sindicato. Otras cooperativas se denominaron sindicato
(sobre todo en la agricultura), pero en realidad nunca ejercieron como tal.
Simplemente tomaron esta denominacin para poder acogerse a la Ley de
Sindicatos Agrcolas de 1906 que les daba ciertas ventajas de carcter
fiscal.
Todo esto nos hace ver claro que se necesitara un trabajo mucho ms
exhaustivo que ste para poder dar una idea clara de la situacin real de la
poca. Por lo tanto nos limitaremos aqu a clasificarlas segn la
denominacin que figura en las piezas sin entrar en ms detalles.
Creo que esto basta para plasmar que estas fichas tambin representaron
una parte de las monedas fraccionarias que haba en curso en los aos de la
guerra civil, lo cual es nuestro autntico propsito.
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Industrias colectivizadas
Sobre este tipo de fichas existen amplios estudios, sobre todo de Catalua,
y no vamos a intentar competir con ellos. Simplemente pondremos aqu
algunas empresas cuyas fichas estn en mi poder y que pueden servir de
ejemplo de esta modalidad de pago existente en la poca.
En Catalunya, la derrota de la sublevacin militar del 18 de julio de 1936
conllev que el Estado, detentador del poder poltico y de la fuerza militar
y garante del mantenimiento de la organizacin econmica y social del
pas, se derrumbase por completo.
Con la desintegracin del Estado, los trabajadores, los manuales en
particular, que haban desempeado un papel decisivo en la obtencin de la
victoria sobre los sublevados, fueron quienes obtuvieron la victoria poltica
e iniciaron una amplia y profunda transformacin revolucionaria de la
sociedad catalana.
Sofocada la rebelin, al reanudarse la actividad productiva y habiendo los
dueos abandonado sus empresas en unos casos, o no atrevindose a imponer su autoridad al carecer de la fuerza coercitiva del Estado en otros, los trabajadores procedieron, inmediatamente y por propia iniciativa, a la puesta en marcha del proceso colectivizador, tomando
directamente en sus manos el control y la direccin de la mayor parte de las
empresas; cabe destacar que todo ello lo realizaron de forma espontnea.
Las grandes empresas colectivizadas constituyen las experiencias ms
importantes y significativas de la colectivizacin de la industria y hace que
su anlisis sea fundamental para el conocimiento de esta experiencia y que
del mismo se puedan extraer elementos importantes de la socializacin
global a que aspiraba la alternativa colectivista.
A modo de introduccin a este tema enumeremos aqu las cuatro etapas que
distingue Antoni Castells Duran en su estudio Las colectivizaciones en Catalunya (1936-1939) La primera: julio-finales de octubre de 1936, en la que se inici de forma
espontnea la colectivizacin, desarrollndose sin cortapisas la autogestin
obrera. Fue durante esta etapa cuando se realizaron la mayor parte de las
colectivizaciones de empresas y se inici la constitucin de la mayora de
las agrupaciones.
La segunda: octubre 1936-mayo 1937, se inici con el decreto de
colectivizaciones fruto de la solucin de compromiso a que llegaron las distintas organizaciones polticas y sindicales, en ella se avanz en la coordinacin de la economa colectivista y fue el perodo en que se legaliz
un mayor nmero de empresas colectivizadas y agrupaciones.
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La tercera: mayo 1937-febrero 1938, se inici con la prdida del
predominio poltico de la CNT-FAI, la represin ejercida sobre el POUM y
el reforzamiento del poder de la Generalitat, como consecuencia de los
hechos de mayo. En ella aument el control estatal de la economa, al
tiempo que la CNT intent aumentar el control sindical de arriba abajo
La cuarta: febrero 1938-enero 1939, se caracteriz por el aumento del
intervencionismo del gobierno de la Repblica, el incremento de los
ataques a la colectivizacin para favorecer la estatizacin y la
reprivatizacin. A pesar de todo, hasta que las tropas franquistas ocuparon
Catalua, continuaron funcionando un elevado nmero de empresas
colectivizadas y agrupaciones, debido a la defensa que de las mismas
hicieron los trabajadores.
Dentro de este proceso histrico de colectivizacin, hubo algunas industrias
que emitieron fichas metlicas para su uso interno entre el personal.
Pongamos aqu algunas de las que nos parecen ms completas las series y
representativas de esta modalidad de pago.
Altos Hornos de Catalua. Industria situada en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Cinco fichas en aluminio con valores de 5, 10, 25 y 30 cntimos y una peseta.
C.A.M.P.S.A. Industria petrolera situada en Cornell de Llobregat
(Barcelona). Fichas de 5 y 10 cntimos en zinc (ntese aqu la similitud
con las monedas de iguales valores emitidas en Nulles) y 50 cntimos en
latn y 1 peseta en cupronquel o alpaca. Algunas de estas fichas tienen en
el reverso un resello que parece una J y una C entrelazadas.
La Hispano Suiza I.C. de Barcelona. Tres fichas de aluminio de 5, 10 y 25
cntimos y dos de latn de 50 cntimos y 1 peseta.
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Las de aluminio con reverso, la de 50 cntimos con un crculo en relieve en
el reverso y la peseta con el valor nominal.
sta fue una de las grandes fbricas del metal que fueron reconvertidas a la
produccin de algn material de guerra ya desde el principio de la
contienda. En agosto de 1936 se instituy una Comisin de Industrias de
Guerra de Catalua y pas a formar parte del Gobierno de la Generalidad.
Sin embargo el equipo directivo de esta comisin se mantuvo siempre en
manos de los cenetistas.
Hacer un recuento exhaustivo de las empresas que fueron colectivizadas
durante el periodo de la guerra civil sera demasiado extenso para este
trabajo. Adems existe bastante bibliografa, la cual se puede consultar para
mayor informacin.
Con las fichas aqu expuestas creo que ya puede verse suficientemente
clara la idea de la existencia de esta modalidad de pago fraccionario que
existi durante los aos de la contienda.
Pero antes de pasar a otro tipo de fichas quiero poner aqu las palabras de
Antoni Castells Duran en su obra La transformacin colectivista en la industria y los servicios de Catalunya 1936-1939. En ella nos dice: Durante el perodo comprendido entre julio de 1936 y enero de 1939, se desarroll en Barcelona y en el conjunto de Catalunya una de las
transformaciones econmico-sociales ms radicales que han tenido lugar
en el s. XX, la cual tuvo como protagonistas principales a los trabajadores
manuales de la industria y los servicios.
Para hacernos una idea de la importancia de cada una de estas fichas,
podemos tomar otra cita del mismo autor en la que refleja el nmero de
empleados que tenan algunas de estas industrias colectivizadas.
Las grandes empresas colectivizadas como los tranvas de Barcelona colectivizados (3.442 empleados de los que, el 19 de julio de 1936, 3.322
estaban afiliados a la CNT), las compaas de ferrocarriles, las empresas
colectivizadas Hispano Suiza (metalurgia), CAMPSA (petrleo), La
Espaa Industrial (textil), Rivire (metalurgia), Cerveceras DAMM
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(bebidas), y las agrupaciones como La Agrupacin Colectiva de la Construccin de Barcelona (11.000 trabajadores), La Madera Socializada
de Barcelona (8.000 trabajadores), La Agrupacin de los Establecimientos
de Barbera y Peluquera Colectivizados de Barcelona (4.000
trabajadores), Los Espectculos Pblicos de Barcelona Socializados
(10.000 trabajadores), Los Servicios Elctricos Unificados de Catalunya
(11.500 trabajadores), La Industria Colectivizada Espejos, Cristales y
Vidrios Planos, La Colectividad ptica de Barcelona, La Industria de la
Fundicin Colectivizada, La Agrupacin de Productores de Maquinaria y
Material Frigorfico, La Colectividad de Bsculas, Arcas, Muebles
Metlicos y Balanzas, Los Servicios de Gas Unificados de Catalunya, La
Agrupacin de la Industria Gastronmica,etc., constituyen las experiencias ms importantes y significativas de la colectivizacin
de la industria y los servicios y al ser la agrupacin la forma ms compleja
y elevada de organizacin, hace que su anlisis sea fundamental para el
conocimiento de dicha experiencia y que del mismo se puedan extraer
elementos importantes de la socializacin global a que aspiraba la
alternativa colectivista.
Aunque la mayora de las empresas de transporte estaban sindicadas a la
CNT, que perteneca al Sindicato nico Rama Transporte (SURT) y tena
alrededor de 20.000 afiliados, hubo excepciones que emitieron monedas
para devolver el cambio como Autobuses Roca, que perteneca a la UGT y,
por lo tanto, qued fuera del control anarcosindicalista.
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Sindicatos
Aunque algunos sindicatos se autodenominaron cooperativas, federaciones
agrarias, comunidad de labradores o cmaras
agrcolas para poder acogerse a determinadas
leyes que les favorecan desde el punto de
vista fiscal; algunos de ellos mantuvieron la
terminologa de sindicato y emitieron fichas
dinerarias.
Leocadio de Olabarra recoge en Catalua los
siguientes sindicatos:
Comit Economic de Canodroms S.I.E.,
(cuyas fichas recogemos en el apndice de
fichas tipo LAmetlla del Valls)
Sindicato Industrias Alimentarias,
Sindicato nico Ramo del Transporte,
Sindicat Agricola de Brafim, Sindicat
Fraternitat Agricol de Calella, Sindicat
Agricol del Maresme, Sindicat Agricol
de Muntagut de Fluvia, Sindicat
Agricol de Tortell, Sarroca de Segre, y las fichas realizadas en celuloide
en colores de Sindicat Agricol de la Vilella Baixa.
Valga con esta relacin y las fotos que acompaan en este trabajo para
darnos una idea de esta forma de pago emitida por los sindicatos.
Cooperativas
Para hacernos una idea de la importancia que tuvo esta forma de
produccin durante los aos de la II repblica baste leer lo que escribe
Rafael Chaves (Universidad de Valencia) en su artculo Las cooperativas
en la segunda repblica espaola. 1931, primera Ley espaola de
Cooperativas:
A pocos meses de ondear oficialmente la bandera tricolor republicana, el 9 de septiembre de 1931, se promulgaba la 1 Ley de Cooperativas
espaola.
La rapidez con la que se aprob esta Ley denotaba el talante del nuevo
Rgimen Democrtico hacia el Cooperativismo, contrastando con la
lentitud con la que esta iniciativa iba avanzando en los aos anteriores. En
efecto, si bien se considera a esta Ley como heredera de los trabajos
procedentes de una Comisin del entonces Instituto de Reformas Sociales,
Comisin creada ya en 1925, los trabajos de sta, plasmados en un
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Anteproyecto de ley en 1927 no llegaron a adquirir rango legal durante
esos aos pre-republicanos. S merece sealarse que la nueva Ley naci
descafeinada en lo relativo a difusin y enseanza del cooperativismo, apoyo econmico-financiero y apoyo fiscal a las cooperativas, aspectos
que s aparecan en el Anteproyecto (Revents, 1960: 216-219). Algunas de
estas carencias fueron subsanadas en el desarrollo reglamentario de dicha
Ley, el 2 de octubre del mismo ao.
La Constitucin Republicana. Este talante positivo de la Repblica qued
bien plasmado en su marco institucional ms amplio, el de su Constitucin
de 1931. sta, como claro antecedente de nuestra actual Constitucin en lo
referente al cooperativismo (vase su art. 129.2), contemplaba ya a las
cooperativas como entidades de utilidad social, como sealaban sus art. 46
(...) la Repblica asegurar a todo trabajador las condiciones de una existencia digna. Su legislacin social regular: (entre otras) las
instituciones de cooperacin; (...) la participacin de los obreros en la
direccin, la administracin y los beneficios de las empresas; (..) y art. 47 la Repblica proteger al campesino y a este fin legislar, entre otras materias, sobre (...) cooperativas de produccin y consumo.
Ponemos aqu a modo de ejemplo las fichas emitidas en Catalua por una
cooperativa agrcola, la de Hostalets de Pierola, y otra como representante
de las cooperativas obreras, La Progresista de Parets del Valls. Ambas cooperativas estaban en la provincia de Barcelona. Tambin
podremos encontrar las fichas de la cooperativa obrera de Caldes de
Malavella dentro de las fichas que se emitieron con los mismos cuos que
las monedas de LAmetlla del Valls.
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Pero existieron tambin cooperativas en otras partes del territorio espaol.
La localidad de Arija (Burgos) estaba incluida dentro del Consejo de
Santander, Palencia y Burgos. Debido a existir una fbrica de vidrio y a la
clara inclinacin de sus obreros hacia las ideas de la UGT, en el pueblo
convivan dos cooperativas: La Unin y La Defensa.
Al comienzo de la Guerra se crea un organismo de gestin de la fbrica de
vidrio que es el Control Obrero. El control obrero de la fbrica de Arija estaba formado por trabajadores con un presidente y 9 vocales y tena
poderes, por lo menos, para intervenir en las decisiones que se tomaban en
la empresa.
Este mismo organismo es el que manda resellar las fichas existentes de las
dos cooperativas con las letras CO entrelazadas. De La Defensa existen
fichas por los valores 5, 10 y 50 cntimos y 1 y 5 pesetas. Tambin hay
fichas con valores en especias de la Cristalera Espaola avaladas con el
resello del Control Obrero.
En prrafo aparte citamos series de dos localidades por el resello que,
segn algunos autores, puso el ayuntamiento en fichas que ya existan
anteriormente para darlas validez en toda la localidad. Si partimos de la
veracidad de estos investigadores de las fichas catalanas, tendramos que
incluir estas fichas dentro de la Emisiones Locales con derecho propio
como las fichas de Marchena o de las colectividades. La primera sera la
Cooperativa Ferroviaria de Mora la Nueva (Tarragona) con el resello de
una estrella de 5 puntas en el centro de las piezas que se supone mand
poner el ayuntamiento para darlas validez.
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La segunda sera la Seccin de Cooperativa de Palma DEbre
(Tarragona), de la cual Olabarra dice: En este Ayuntamiento se utilizaron las monedas antiguas de la Cooperativa Local, avalndolas oficialmente.
La moneda de 2 Ptas. Se modific agujerndola y circul como 50 cts; la
de 1 Pta, con agujero circul como 25 Cts., y la de 1 Pta. sin agujero se
mantuvo como su primitivo valor. La serie completa quedara de la siguiente forma:
En los mismos trminos se manifiesta Lpez i Lluch aadiendo la
informacin de que el agujero era de 6 mm. de dimetro.
Uni de Cooperadors
Pondremos en este apartado algunas de las fichas que tienen acuada esta
denominacin en ellas, aunque en algunas tambin vayan nombradas como
Cooperativas Unin de Cooperadors. Ya dijimos que clasificar con precisin estos dos tipos de organizaciones es un trabajo que est ms all
de nuestras posibilidades.
Podramos empezar por la serie de cuatro fichas de las Cooperativa Uni
de Cooperadors de Igualada (Barcelona). Esta serie de 1937 se compone
de las fichas de latn de 2 y 10 Cts. y en cobre de 1 y 5 Ptas.
Como nota curiosa podramos aadir que la documentacin relativa a esta
cooperativa forma parte de los documentos confiscados durante la guerra
civil y que la Generalitat de Catalua reclama al archivo de Salamanca.
Siguiendo con esta denominacin podramos poner aqu la Cooperativa
Uni de Cooperadors de Torredembarra (Tarragona) con la serie de 5 y
10 Cts. en latn y las de 1, 2 y 5 Ptas en nquel con la variante de 5 Ptas
que pone Coop. La Veritable con la siglas UC en el reverso, aunque no se tiene la seguridad de que fuesen emitidas durante la guerra.
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En 1937 la Uni de Cooperadors de Cercs (Barcelona) emiti una serie
de fichas de 5 y 10 cntimos en latn y 1, 2 y 5 pesetas en nquel. Esta
localidad contaba con una gran actividad minera del carbn y una amplia
organizacin de los obreros. Posiblemente esto favoreci la organizacin
de esta uni de cooperadors.
Con la leyenda de similar significado a las de Igualada, en este caso
invirtiendo el orden de la frase, TOTS PER A UN I UN PER A TOTS, la Uni de Cooperadors de Cornell (Barcelona) emite unas serie de 5 y 10
cts, en latn y 1, 2 y 5 ptas en nquel. De esta serie no se tiene absoluta
seguridad de que fuera emitida durante la contienda, ya que no figura el
ao de emisin.
Continuamos con otras fichas. En la provincia de Gerona existi la Uni de
Cooperadors de Salt, la cual emiti fichas de 5 y 10 cntimos en latn y 1
peseta en nquel.
En esta zona geogrfica de los alrededores de Gerona hubo mucha
actividad en el sentido de colectivizaciones de empresas, fbricas y
comercios. Esto seguro que favoreci la creacin de esta unin de
cooperadores.
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Como ltima serie de fichas de este tipo de asociacin tendremos en cuenta
la Uni de Cooperadors de Gav en la provincia de Barcelona.
Esta localidad era un objetivo militar durante la guerra debido a la
existencia de la fbrica Roca, la cual se reconvirti en parte dedicndose a
la fabricacin de material blico, y la poblacin sufri bombarderos en
1938 para los que se prepararon con la construccin de varios refugios
antiareos con varias entradas de acceso.
Estas fichas, parece ser, existan antes de la guerra y fueron reutilizadas
ponindolas una contramarca para darlas validez. Lo que no se conoce es si
este resello fue mandado poner por orden del ayuntamiento u otra
institucin, lo cual nos obligara a situarlas dentro de las emisiones locales
por haber sido vlidas por orden de la autoridad competente en ese
momento.
Existen piezas en latn de 5 y 10 cntimos y dos piezas distintas en nquel
de 1 peseta. Estas se diferencian en que a ambos lados de la palabra GAV
unas tienen dos estrellas y otros dos puntos.
Con la relacin de fichas que hemos presentado en este captulo creo que
queda suficientemente reflejada la importancia que tuvieron estas formas
de pago durante los aos de la guerra, aunque estas monedas no fuesen de
obligada aceptacin en todo el territorio de la localidad donde se emitieron.
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Monedas con resellos polticos
Incluiremos en este apartado
todas monedas que fueron
manipuladas, durante la poca
que intenta abarcar este escrito,
mediante el uso del buril u otro
medio mecnico, con motivo de
llamar la atencin hacia una
determinada idea poltica.
Este tipo de propaganda poltica
ya haba sido utilizado anteriormente en mltiples ocasiones, de las cuales,
quizs el ms conocido sea el resello MEMO en los duros de Amadeo I
punzado por los partidarios de la restauracin borbnica de tal manera que
se leyese AMADERO I REY (MEMO) DE ESPAA.
Otro antecedente importante de este tipo de
propaganda poltica lo encontramos en el
resello con el eslogan MAURA NO de los opositores al lder conservador y a su proyecto
denominado Revolucin desde arriba. El movimiento de agitacin en contra de Maura
estalla en la ltima semana de julio de 1909
contra la movilizacin de los soldados que
iban destinados a la guerra de Marruecos y
tiene su punto lgido en la Semana Trgica de Barcelona.
Durante el periodo que intenta
abarcar este escrito fue utilizado
esta forma de difusin de las ideas
polticas muy profusamente.
Tengamos en cuenta que, dentro
de los dos bandos claramente
enfrentados, existan diversos
partidos, tendencias y grupos
ideolgicos muy variados. Casi
todos estos grupos utilizaron este
mtodo con mayor o menor
profusin.
Seguramente la accin ms
organizada y metdica fue la
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- 53 - J. Ovelleiro
campaa antielectoral de grandes alcances
promovida por la CNT bajo el lema de Casa
Viejas (Movimiento de Comunismo
Libertario reprimido en 1933). Los
anarquistas utilizaron sus peridicos y
semanarios, al igual que todos sus medios,
para declarar la huelga electoral que, quizs,
fue la causa de la derrota de la izquierda en
1934. Dentro de las acciones organizadas por
ellos se llev a cabo el resello de muchas de
las monedas fraccionarias corrientes con el
lema de la campaa en distintas versiones:
NO VOTAR, NO VOTES, OBREROS NO
VOTAR, etc...
Pero no fueron solamente los anarquistas los
que utilizaron este mtodo de propaganda,
todos los partidos o fracciones resellaron
monedas con sus siglas o smbolos de sus
ideologas. En esta pgina ponemos un
ejemplo de cada una de estas fracciones, los
cuales se pueden identificar perfectamente por
sus resellos.
La ltima fotografa de esta pgina se sita la
moneda con la fecha del 13 de julio. Esta
moneda, posiblemente, pretende recordar la
fecha del asesinato de D. Jos Calvo Sotelo
asesinado por un grupo socialista de la
guardia de asalto (en represalia por el previo
asesinato del teniente Castillo a manos de la
ultraderecha). Aunque no ponemos aqu ms
resellos del bando ganador, existen tambin
monedas que tienen gravado el yugo y las
flechas de Falange y siglas de otras
agrupaciones y organizaciones de la derecha.
Como seccin especial de este captulo
queremos aqu resear los resellos de tipo
satrico en los cuales, algunos artistas a nivel privado, invirtieron su tiempo y pericia
modelando con un buril otras figuras a partir
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de las representadas originalmente en las monedas de curso legal. Valga
como ejemplo de est tcnica la moneda de Alfonso XII convertido en un
autntico cataln por obra de algn artista annimo.
Como ltima parte de este
captulo, intentaremos hacer
una lista de las diversas
leyendas (EN
MAYSCULAS)) que
podemos encontrar como
resellos en las monedas
utilizadas en estos aos.
Tambin ponemos (en
minsculas) los smbolos
grficos de que sabemos su
existencia:
NO VOTAR
CNT NO VOTAR
!AMNISTIA!
EXIGID AMNISTIA
VIVA LA CNT
LEED CNT
CNT y FAI
POUM y NIN
VIVA NIN
CASAS VIEJAS
VIVA AZAA
VIVA LA REPUBLICA 1931
REPUBLICA
R FEDERAL
DEUS.PATRIA.REX CVII (flor)
DEUS PATRIA REX
VOTAD AL PARTIDO COMUNISTA (con hoz, martillo)
!AMNISTIA! (con estrella)
UHP (Unin Hermanos Proletarios)
CEDA (Confederacin de Derechas Autnomas)
JAP (Juventudes de Accin Popular)
hoz y martillo
hoz, martillo y estrella de 5 puntas
gorro frigio republicano
yugo y flechas de la Falange
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Monedas apcrifas
La Real Academia define el adjetivo apcrifo como fabuloso, supuesto o fingido. Aunque existe cierta discusin sobre este tema entre los
coleccionistas, incluir en este captulo una serie de estas monedas que,
para m, nunca existieron en los aos de la guerra civil.
Dentro de la comunidad andaluza existen monedas de dos municipios que
caeran en este apartado: (Moguer y Trebujena). Como muy bien
argumenta Luis
Barrera
Coronado en su
libro La moneda de
necesidad en la
provincia de
Sevilla, esas dos monedas no son
ms que intentos
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