“mipymes cafeteras” y el empoderamiento de las mujeres
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“MiPyMes Cafeteras” y el Empoderamiento de las Mujeres:
Estudio de Caso del Programa “Anillos de la Esperanza”
MARGARITA ROSA GUERRA ARMENTA
Director
LUIS BERNARDO MEJÍA
Lector
GABRIEL MURILLO
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA
BOGOTÁ D.C., MAYO DE 2008
Índice Introducción 1
1. Marco teórico
1.1 Capital social 5
1.2 Capital Social, Democracia y Participación 13
1.3 Capital Social en Colombia 15
1.4 Empoderamiento como alternativa 22
1.5 Empoderamiento de las mujeres 17
2. Política de competitividad de la MiPyMe cafetera 28
2.1 Política de género 29
2.2 Base de la política de la FNC para la competitividad
de la MiPyMe cafetera. 30
2.3 Esquema y Aplicación de la Política de Competitividad
para generar ingresos adicionales al café. 33
3. Estudio de caso “Programa Anillos de la Esperanza” 35
4. Metodología
4.1 Definición de “estudio de caso” 43
4.1.1 Métodos para Obtener Datos en este “Estudio de Caso” 46
4.2 Indicadores de empoderamiento 50
5. Análisis
5.1 Características sociodemográficas 52
5.2 Resultados: Empoderamiento de las mujeres 56
6. Conclusiones 69
7. Bibliografía
8. Anexos
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Introducción
La pobreza en América Latina continúa siendo el principal desafío regional, más aún
cuando la gran mayoría de ésta población pobre son mujeres rurales. Sin embargo no sólo
es importante saber cuántas mujeres viven bajo la línea de pobreza o como influye su
participación laboral en el mejoramiento de los ingresos familiares, aspectos ambos de gran
importancia, pero que dejarían de ser relevantes sino se observa conjuntamente en qué
medida las mujeres de una sociedad están habilitadas para ejercer una ciudadanía que les
permita participar, con plenitud en la construcción de una sociedad democrática donde se
reconozcan sus derechos y se les redistribuya la riqueza de manera equitativa (CEPAL
2001).
Por ser la pobreza un concepto multidimensional hay que diferenciar entre los aspectos
constitutivos, instrumentales y/o relacionales que lo componen. Cuando se hace referencia
a los aspectos relacionales, se esta haciendo referencia a la importancia que tienen las
relaciones de poder al interior de las familias y comunidades. Por eso es que el concepto de
exclusión social es insuficiente para entender la dinámica de la pobreza de género si no se
asocia al concepto de empoderamiento
Si se asume el concepto de exclusión social articulado con los de empoderamiento y
autonomía, estos darán la pauta para entender la complejidad de la pobreza, desde una
perspectiva de género; manteniendo la distinción entre aquellos aspectos constitutivos de la
pobreza y los aspectos instrumentales que apoyan el empoderamiento de las mujeres. Por lo
3
que para enfrentar la pobreza y conseguir la equidad de género, se requieren políticas de
género con un diseño transversal, integral y descentralizado, que tengan en sus bases un
enfoque de empoderamiento, ya que éste último es el único que permite conjugar los
derechos con las oportunidades (CEPAL 2001).
En esta línea se encuentra la teoría del desarrollo: “Género en el Desarrollo (GED) 1985”,
basada en un proceso que implica la transformación de las relaciones de desigualdad para
así poder alcanzar un desarrollo equitativo. Su enfoque se centra en el desarrollo
alternativo, por medio del proceso de empoderamiento de las mujeres para la creación de
una nueva sociedad. El “enfoque de género en el desarrollo (GED)”, promulga que las
relaciones de género inequitativas son un obstáculo para el desarrollo, por lo que para el
“GED” es de vital importancia transformar dichas relaciones impulsando programas a favor
de las mujeres.
En este sentido las mujeres rurales en su lucha por mejorar su situación, han decidido
participar o han sido invitadas a hacer parte de organizaciones creadoras de capital social,
como alternativa para alcanzar mayor equidad a través de procesos de empoderamiento y
de construcción de ciudadanía. Ya que por medio del capital social creado a través de las
relaciones sociales se mejora la calidad de vida de amplios sectores desfavorecidos
(Durston 2000), entre estos la de las mujeres rurales.
Lo anterior lleva a que desde los noventas, la participación de las mujeres en el desarrollo
se haya reflejado en su incorporación a diferentes tipos de organización y programas, que
4
promueven sus derechos y mejoran su bienestar social. Estas organizaciones buscan
cambiar a sus participantes en sujetos sociales que sean capaces de transformar las
relaciones sociales de género y empoderarse.
Dentro de estas organizaciones que mejoran el bienestar social de las mujeres y promueven
su empoderamiento, se encuentra la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, que a
través de la Política para la Competitividad de las MiPyMes Cafeteras, ha respondido a las
inquietudes planteadas por muchas mujeres rurales, las cuales sienten la necesidad de
contribuir a la economía familiar y realizarse como miembro productivo de la comunidad, a
través de actividades empresariales.
Al interior de los proyectos que impulsa MiPyMes se encuentra “El Proyecto artesanal,”
que promueve el desarrollo artesanal competitivo en beneficio de la familia cafetera a
través de la mujer. Dentro del proyecto artesanal se encuentra el “Proyecto Anillos de la
Esperanza” en Barichara-Santander, que es una fábrica de papel de fique, dedicada a
producir principalmente los anillos aislantes de calor para las bebidas en las Tiendas Juan
Valdez.
El objetivo general de esta investigación entonces se centra en el análisis del programa
“Anillos de la Esperanza”, desde la perspectiva de género, observando como la
participación de cierto número de mujeres en este programa les ha permitido empoderarse,
para mejorar no sólo su condición sino también su posición en la sociedad y su familia. Por
lo que los objetivos específicos de este estudio de caso serán: primero determinar los
5
cambios generados en la división del trabajo y en la toma de decisiones al interior de la
familia, segundo establecer las mejoras en el status y gestión comunal/social de la mujer, y
por último proponer ciertos lineamientos desde una perspectiva de género, para un mejor
diseño e implementación de los programas que maneja MiPyMes Cafeteras.
El Banco Mundial define el concepto de empoderamiento dentro del contexto de la
reducción de pobreza como: “la expansión de los activos y capacidades de los pobres para
participar en, negociar con, influir sobre, controlar y tener instituciones responsables que
influyan en su vida” (Banco Mundial 2002:16)
Para efectos de esta investigación, se articuló el concepto de empoderamiento desarrollado
por Rowlands, quien crea un modelo a partir de las dinámicas de poder de género,
deduciendo que el empoderamiento puede ser modificado en tres dimensiones que son: la
dimensión personal, la dimensión de las relaciones cercanas y la dimensión colectiva.
A partir de un estudio de caso con enfoque de género, el impacto del programa se vio desde
las formulaciones teóricas del empoderamiento. Desde este punto de vista la tesis se
estructura desde las distintas dimensiones identificadas como centrales en el
empoderamiento de las mujeres. Estas dimensiones se presentan en los ámbitos de lo
personal, familiar, empresarial y organizacional. Estas dimensiones están compuestas por
indicadores cualitativos de percepción de los procesos de empoderamiento en sus distintas
expresiones.
6
La tesis se divide en seis partes, la primera parte es un marco teórico donde se describen la
principales teorías que han surgido en torno al concepto de capital social, del mismo modo
en este capítulo se hace un repaso conceptual acerca del concepto de empoderamiento. En
el capitulo dos se describe la Política para la Competitividad de las MiPyMes Cafeteras de
FNC y en el siguiente se entra a detallar el programa “Anillos de la Esperanza”.
En el apéndice posterior se encuentra descrita la metodología que se caracteriza por ser
participativa y cualitativa, ya que pretende hacer visibles los testimonios de las mujeres
beneficiarias del programa y darles la palabra. Para la recolección de información se
hicieron encuestas, entrevistas, grupos focales y al mismo tiempo se sustentó el estudio en
la observación participante. En el quinto capítulo se exponen los logros de las beneficiarias,
a partir de cómo se diferencian entre ese “antes” de pertenecer al programa y el “ahora” que
son beneficiarias de los “Anillos de la Esperanza”. Estos beneficios alcanzados demuestran
los cambios que han tenido estas mujeres a nivel personal, familiar, empresarial, y
organizacional. Por último se presentan las conclusiones y recomendaciones para que sean
implementadas tanto en el taller de Barichara como en los demás programas manejados por
MiPyMes Cafeteras.
1. Marco teórico
1.1 Capital Social
El concepto de capital social es visto desde diferentes visiones entre los teóricos de las
diferentes áreas de las ciencias sociales, lo que lleva a que no haya acuerdos sobre el
7
concepto, ni mucho menos un marco conceptual unificado, produciendo lo anterior un
constante debate en torno a la importancia del capital social. Pero el tema de capital social
ha sido central en múltiples investigaciones debido a su relevancia en la cooperación entre
los individuos y la cohesión de las comunidades. A continuación se expone un marco
teórico del capital social, describiendo la teoría de algunos de los principales autores que
han escrito sobre el tema.
Como se dijo existen diferentes aproximaciones de capital social, entre ellas la de James
Coleman, para quien “el capital social se define por su función. No es una sola entidad,
sino una variedad de distintas entidades que tienen dos características en común: todas
consisten de algún aspecto de una estructura social y facilitan ciertas acciones de los
individuos que están dentro de la estructura” (Coleman 1990:302). Es decir Coleman parte
de un enfoque funcionalista compuesto por una dimensión social y otra individual, donde la
dimensión social facilita las acciones colectivas que buscan el bienestar general en vez del
individual a través de la organización para el logro de objetivos comunes. Mientras que
desde la perspectiva individual, las relaciones y redes hacen posible la realización de los
intereses personales, utilizándolos como recursos para la obtención de los mismos.
La importancia de la teoría de Coleman es que resalta la necesidad de las relaciones entre
las personas, para poder alcanzar metas y objetivos, ya que de no existir estas relaciones
sería imposible lograr estos fines, demostrando el autor la interdependencia que caracteriza
las acciones humanas. Superando así Coleman la visión individualista que caracteriza a la
teoría de la acción racional y por el contrario determina que las decisiones de los individuos
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se enmarcan dentro de una colectividad, donde las relaciones con los demás, facilitan el
logro de los intereses de cada quien. Evidenciándose así mismo que el único camino por el
que el ser humano puede optar para alcanzar sus metas económicas, políticas y religiosas,
es el del intercambio de favores y el de la integración social, que lo conducirá a crear lazos
de confianza que le permitirán llevar a cabo acciones coordinadas permanentes, donde los
individuos confían en que los otros los ayudaran en caso de ser necesario.
Paralelamente al desarrollo de estas relaciones sociales va naciendo un sistema de valores,
normas y reglas compartidas, que determinan el comportamiento individual dentro de la
colectividad. Este sistema de reglas y valores es necesario para mantener los lazos y redes
creadas; por lo que es de suma importancia que se institucionalicen estas normas para que
así se pueda seguir generando y manteniendo la generación de capital social.
Para Coleman entonces el Capital social esta constituido por dos elementos primordiales,
por un lado ser un aspecto de la estructura social y por otro lado disminuye la incertidumbre
de las acciones individuales dentro de la estructura social; convirtiéndose de esta manera en
un recurso, real o potencial, producto de las relaciones y no de los individuos ni de las
actividades. Lo que indica que las relaciones tienen un componente instrumental, basado en
la teoría de la acción racional donde los lazos entre los individuos son de gran importancia
para el beneficio individual.
Si bien Coleman hace una construcción teórica a-social y a-cultural, que presupone
condiciones universales sobre el campo de acción humano (Fine 2001:97), evitando así que
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el capital social se convierta en un mecanismo de poder y de diferenciación social, el autor
no explica como es que el capital social se articula a partir de acciones individuales
racionales o si este solo se constituye como una simple agregación de intereses particulares.
Otro de los teóricos que estudió el término de capital social fue Pierre Bordieu, quien
argumenta la importancia de los lazos sociales y los beneficios que pueden encontrar las
personas que participan en grupos, por lo que define capital social como “el agregado de
recursos reales o potenciales que se vinculan con la posesión de una red duradera de
relaciones más o menos institucionalizadas de conocimiento o reconocimiento mutuo”
(Bourdieu 1985:248). Es decir la pertenencia a un grupo social estructurado presupone el
acceso a algunos recursos ya sean actuales, virtuales o potenciales. Pero el autor señala que
es solo en aquellos grupos donde hay reconocimiento mutuo entre los miembros, los que
alcanzan algún grado de institucionalización de la relaciones entre ellos (Bordieu 2000).
En Bourdieu el capital social aumenta en la medida que se tiene una red permanente de
relaciones, pero además este capital social es variable, por que depende de la capacidad de
cada quien de movilizar otros capitales como los económicos, culturales, o simbólicos. Ya
que si bien el capital social esta en la sociedad como un todo, su posesión es individual, lo
que lleva a que haya desequilibrios de poder.
Bordieu parte de la teoría de que las conexiones son importantes en la reproducción de las
clases, por lo que el capital social se estaría entendiendo como una particularidad de ciertas
clases donde las relaciones sociales en el tiempo dan ventajas a cierto grupo de personas
10
sobre otros en cuanto al acceso a recursos. Convirtiéndose el capital social en un
instrumento de poder que lleva a la división de clases y por lo tanto a que el capital social
no sea propio de toda la sociedad como un todo.
En resumidas el capital social en Bourdieu es definido como una forma de capital en manos
de una red social o un grupo, que puede dotar a los miembros de este grupo con créditos,
pudiendo ser mantenido o reforzado a medida que los miembros invierten constantemente
en las relaciones de esa red. A pesar de tener una estructura teórica fuerte, la teoría de
Bordieu no tuvo tanta trascendencia entre otras causas por que su formulación abrió poco
campo para una aplicación práctica, a diferencia de Coleman quien con la
operacionalización del concepto se aproximó a él empíricamente, utilizándolo en la
explicación de la creación de capital social en el proceso social de la educación (Schuller
2000).
Desde las dos perspectivas anteriores (Coleman y Bordieu) el capital social es excluyente
ya que es propio de un individuo o de un grupo, y aún cuando ambos autores presentan
importantes diferencias en su visión del concepto, se podría decir que coinciden en
relevarlo en el contexto de las redes sociales, como recurso accesible a través de los lazos
sociales.
Un tercero que estudia el concepto de capital social a partir de la teoría de la ciencia
política es “Robert Putnam” (1993,1995a. 1995b, 2000) quien señala que el capital social
se basa en la confianza, normas y redes de la organización social que hacen mas eficiente la
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sociedad por medio de la acción coordinada. Entonces se entendería capital social como un
acumulado de redes y normas de intercambio y de correspondencia que garantizan de cierta
forma la interacción y la cooperación entre los miembros de la sociedad.
Putnam (1993) en su libro “Making Democracy work” hace un seguimiento de 20 años, a
las 20 provincias italianas, encontrando una gran diferencia entre el desarrollo de las
provincias de norte y las provincias de sur; lo anterior lo lleva a estudiar el porqué algunos
países democráticos se desarrollaban económicamente mientras otros se quedaban
rezagados.
En su estudio Putnam afirma que las diferencias en cuanto a desarrollo, fortalecimiento de
las instituciones y éxito de los gobiernos es explicado por su diferente comportamiento
cívico. Según el autor la participación cívica produce la participación política de los
ciudadanos, fortaleciéndose así el tejido social, que lleva a la igualdad política de esta
comunidad, permitiendo configurar relaciones horizontales de reciprocidad y cooperación.
Lo anterior forma una estructura social de cooperación, constituida por ciudadanos que se
caracterizan por ser solidarios, tolerantes y virtuosos, llevando a que entre los ciudadanos
se respeten, se tengan confianza y se ayuden mutuamente. Es decir todas estas tradiciones
cívicas comprometen a los ciudadanos en asuntos públicos, generándose así redes
horizontales (Putnam 1993). Entonces Putnam (1993:99) concluye que “the economically
advanced regions appear to have more successful goverments merely because they happen
to be more civic”, demostrando que el desarrollo económico y la existencia de un estado
12
fuerte dependen del capital social desarrollado por una comunidad cívica, “for political
stability, for government effectiveness and even for economic progress social capital may
be more important than physical or human capital” (Putnam 1993:183).
El concepto de capital social introducido por Putnam, se basa en la teoría de la “virtud
cívica” de “Tocqueville”, donde el ciudadano debe priorizar el interés colectivo sobre el
individual. Apoyándose este concepto de capital social en la posesión de virtudes cívicas
que garantiza el desarrollo social y económico del grupo, que lleva a conseguir el bienestar
de todos los ciudadanos. Lo anterior conlleva a que mas tarde Putnam (1997) afirme que
una democracia deliberativa depende del grado de empoderamiento y competencia cívica
de los ciudadanos. Esto quiere decir que una democracia deliberativa solamente puede
funcionar si las personas tienen condiciones iguales de deliberación y esto solamente puede
ocurrir con niveles masivos de educación y empoderamiento de los ciudadanos, vía capital
social.
Adicionalmente en su libro “Bowling alone: the colapse and the revival of the American
country” (2000) Putnam relaciona el concepto de capital con redes sociales y normas de
reciprocidad, y distingue entre varias formas de capital social: bonding capital, bridging
capital y linking capital, El primero es el que mantiene unidos a los miembros de un grupo
y se refiere a los lazos intra-grupales. El segundo se refiere al tipo de redes y lazos que
conectan a diferentes grupos. Y el tercero a aquellas relaciones que conectan a individuos
de diferentes estatus de poder. En este libro también menciona las siete fuentes de capital
social que son: participación política, cívica y religiosa; reciprocidad, honestidad y
13
confianza; altruismo, voluntariado y filantropía; conexiones sociales informales y
conexiones en el trabajo. A pesar de los aportes de “bowling alone” fue criticado por
expertos como “Durlauf 2000” quien expone que el libro no acaba con todas las
dificultades existentes en la literatura de capital social.
El capital social en Putnam es un activo de un grupo que permite explicar el desempeño
político, social y económico de una población, mientras que para Bourdieu y Coleman el
concepto de capital social es una categoría individual que explicaba acciones individuales,
como el desempeño educativo que explicaba Coleman o el lugar en la estructura social que
argumentaba Bordieu. Si bien para Bordieu y Coleman el capital social provenía de un
proceso histórico, para Putnam el capital social era el resultado del desarrollo político y
social de una sociedad en el tiempo.
Por último el autor Francis Fukuyama en su libro “La Confianza” hace un análisis
económico y concluye que la confianza es esencial para arrancar proyectos con objetivo
común. Lo que hace el autor es comparar diferentes sociedades y observa que aquellos
países tales como China, Francia, Italia y Corea del Sur, que se caracterizan por carecer de
niveles de confianza, tienden a la creación de organizaciones más bien familiares por lo que
su capacidad empresarial se ve limitada. Mientras que países como Japón y Alemania que
poseen un alto nivel de confianza, se destacan por ser sociedades empresariales.
Para Fukuyama la confianza es “la expectativa que surge en una comunidad con un
comportamiento ordenado, honrado y de cooperación, basándose en normas compartidas
14
por todos los miembros que la integran” (Fukuyama 1998: 43). Esta definición lleva a que
el autor sostenga que además de las cadenas productivas, las actividades económicas
también necesitan que dentro de estas cadenas exista confianza para su éxito.
Si bien la tesis de Fukuyama concuerda con la de los organismos internacionales (como el
Banco Mundial) que correlacionan la existencia de capital social con el desarrollo
económico, su teoría es débil ya que no determina que tipo de confianza se necesita para el
progreso económico.
Finalmente se puede sostener que el Capital Social se ha desarrollado en dos líneas: una de
tipo más individual, que vincula el capital social a las personas y las oportunidades que las
redes que ellas poseen les ofrecen; y otra que posiciona el concepto a nivel comunitario o
social en donde relaciones de confianza y colaboración son capaces de producir efectos
sinérgicos sobre otros capitales y recursos. Para Durston (2001), ambos niveles son
complementarios, pudiendo reunirse en un nivel agregado, ya sea indagando en sus
incompatibilidades o buscando un referente teórico que permita conectar hechos sociales
particulares con estructuras sociales.
Si bien es un concepto que produce polémica, el debate desatado en torno a él tiene el valor
de conectar varios campos conceptuales asociados a estrategias de superación de la
pobreza, tanto en el ámbito de diagnósticos de sus causas como en las alternativas de
políticas actualmente en implementación (Durston, 2001)
15
1.2 Capital Social, Democracia y Participación
Alexis de Tocqueville (1993), fue quien desde la ciencia política señaló la relación cercana
entre el asociacionismo y el desarrollo de la democracia. Tocqueville llevó a cabo un
estudio en Estados Unidos y encontró que el fuerte asociacionismo existente en esta
sociedad, que tiene como objeto la consecución de intereses comunes, llevó al
fortalecimiento de la democracia y de la esfera pública de este país.
Este asociacionismo se basa en la igualdad de los ciudadanos, donde los ciudadanos se
asocian en organizaciones horizontales para ayudarse mutuamente. De esta forma se
fortalece la democracia, ya que a pesar de las diferencias sociales y económicas se
construyen asociaciones con diferentes fines.
Tocqueville subraya que “si los hombres que viven en los países democráticos no tuviera
ni el derecho ni la inclinación de unirse con fines políticos, su independencia correría
graves riesgos, pero podrían conservar por largo tiempo sus riquezas y sus capacidades;
mientras que si no adquiriesen la practica de asociarse en la vida ordinaria, sería la
civilización misma la que se hallaría en peligro” (Tocqueville, 1980:97). Esta afirmación
el autor la hace a partir de evidencias empíricas que demuestran que el desempeño de los
gobiernos está muy relacionado con las expresiones de capital social, especialmente con lo
que Putnman llama comunidad cívica. Estableciendo Putnman el vínculo entre capital
social y las asociaciones civiles en el desarrollo de los gobiernos democráticos (Vásquez
2007).
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Lo anterior es reforzado por el estudio comparativo de Putnman en Italia, donde el autor
resalta la importancia de la existencia del capital social para el fortalecimiento del ejercicio
democrático, ya que el capital social basado en el asociacionismo se centra en la capacidad
de la ciudadanía de manifestar sus demandas y articularlas a través de actividades
colectivas coordinadas. Demostrándose así que el capital social no solo facilita las acciones
colectivas en el campo económico, sino que a la vez incide sobre el campo político y
público lo que conlleva al mejor funcionamiento de la democracia.
Putnman evidencia así la importancia del capital social en el desempeño de los gobiernos,
ya que argumenta que aquellas comunidades que cuentan con un alto nivel de capital social,
mostraran mayor interés por los asuntos públicos y ejercerán un control más activo sobre el
funcionamiento gubernamental. Razón que sugiere la necesidad de impulsarlo y
fortalecerlo a través de la habilidad de cooperar con otros individuos para alcanzar metas
colectivas, la confianza en los demás, las relaciones de reciprocidad en una comunidad y la
generación de normas compartidas y respetadas por todos, aspectos que facilitan los
proceso de gobierno y suscitan en los individuos el interés por los problemas públicos y la
intervención en la esfera pública (Vázquez 2007).
Teniendo en cuenta que la ciudadanía se basa en la interacción con lo público y en una
interacción plena en la política, Se puede decir que el capital social es un recurso
fundamental en la construcción de ciudadanía, ya que articula objetivos colectivos de
cooperación, pero no es el único factor que lo constituye.
17
La cuestión central parece ser que tipo de capital social construye una comunidad, y si este
es capaz de robustecer la democracia y tender puentes entre los más privilegiados y los
marginados. Esto sólo será posible al examinar las interacciones sociales y el marco
político, así como en el contexto histórico en el que se ubica (Vásquez 2007).
En resumidas el capital social y su expresión en las asociaciones, puede llegar a ser de
suma importancia en el aprendizaje de valores colectivos como la cooperación, la
solidaridad, la reciprocidad, pero no es posible traducir esto necesariamente a una mejor
ciudadanía y a un mayor civismo. Ya que hay que tener en cuenta que hay grupos sociales y
cívicos que persiguen interés que no necesariamente propugnan por el bienestar general
(Vázquez 2007).
1.3 Capital Social en Colombia
En Colombia María Mercedes Cuellar y John Sudarsky son los principales exponentes
sobre la medición y estudio del capital social. Los dos autores concluyen que el capital
social en Colombia es muy bajo.
Sudarsky hizo un estudio amplio del capital social en Colombia basado en Putnam y
Coleman, pero no parte de una definición precisa. Este estudio de Sudarsky se llevó a cabo
en el año 1997, y consistió en un macroestudio con 3.000 personas de todas las regiones
sobre Capital Social (Ksocial) y su relación con la Fe en Fuentes de Información no
Validada (Fenoval) en Colombia. Para su estudio, diseñó un Barómetro de Capital Social
(Barcas) con varias dimensiones, entre ellas, participación cívica, control social, confianza
institucional, participación política, mutualidad y reciprocidad, horizontalidad de las
18
relaciones, jerarquías, republicanismo cívico, información y medios de comunicación. El
estudio incluyó todo tipo de instituciones, organizaciones de carácter político, social y
cívico. Los resultados obtenidos se compararon con la Encuesta Mundial de Valor
propuesto por el Institute for Social Research de la Universidad de Michigan, la
investigación mundial más comprensiva de los cambios políticos y socioculturales.
Comparado con las medidas internacionales, los niveles de confianza interpersonal son
extremadamente bajos y los niveles de corrupción percibidos muy altos. Los niveles de
confianza en el gobierno, el Congreso y los partidos son también muy bajos. También son
preocupantes los bajos niveles de participación política y cívica y el poco conocimiento que
se tiene de ellos. Las únicas instituciones con las que los colombianos tienen una gran
vinculación son la iglesia y la familia, pero éstas no contribuyen al capital social porque su
carácter es vertical y la afiliación a estas esconde un temor cotidiano y una carencia en la
participación en la esfera de la vida pública.
En contraste, se observó que en Colombia hay una alta fe en fuentes de información no
validadas (Fenoval), tales como los partidos políticos, los medios de comunicación, la
iglesia y hasta el mismo gobierno, pero esta fe está negativamente asociada con el capital
social colombiano. Una de las variables que ayuda a la compensación de estos resultados
negativos, es la educación que presentó un impacto positivo en todas las dimensiones
exploradas en el estudio. La contribución que hace la formación de capital científico de alto
nivel es en términos de Sudarsky (2001), la “movilización cognoscitiva”, que tiene como
fin tener impacto en la democracia, elemento esencial en la formación de capital social.
19
En conclusión las variables que más aportan al capital social construido según Sudarsky,
son: 1.La confianza en las instituciones (0.438) 2.Habilidades políticas (0.323) 3.Educación
política (0.206) 4.Solidaridad horizontal (0.181), 5.Participación en organizaciones
voluntarias no religiosas (0.151) y 6.Politización de la ciudadanía (0.146).
A pesar de sus aportes, se critica el estudio de Sudarsky por su imposibilidad de hacer
generalizaciones y por el hecho de carecer de explicaciones acerca de las diferencias
encontradas entre todas las regiones estudiadas.
La otra autora que estudió capital social en Colombia fue Maria Mercedes Cuellar quien
escribió “Colombia un proyecto inconcluso: valores, instituciones y capital social” (2000).
Ella realizo un trabajo empírico de medición de capital social en Colombia, en esta
investigación se realizaron 3000 observaciones, que analizaban principalmente la variable
de capital social según el índice de actividad asociativa construido con la participación
promedio de 16 organizaciones voluntarias.
Cuellar sigue a Putman (1993), y analiza las correlaciones bivariadas entre el índice y las
variables relevantes para medir los efectos del capital social en Colombia. En términos de
participación en organizaciones sociales horizontales, el indicador fue alto, pero
paradójicamente es de tipo perverso ya que la alta asistencia y membresía a estas
organizaciones sociales horizontales, no esta acompañada con de altos niveles de confianza
20
interpersonal. Lo que confirma que no hay relación entre la actividad asociativa y la
confianza interpersonal que fue de -0.24.
Otras de las afirmaciones relevantes del estudio de Cuellar (2000), es que la asociación en
Colombia no esta montada sobre la idea de perseguir el bien público sobre la acción
colectiva, sino que tiene finalidades particulares de búsqueda de sustitución de instituciones
informales.
Adicionalmente dentro de sus resultados halló que el nivel de ingreso y el nivel educativo
alcanzado, esta correlacionado positivamente con el índice de actividad asociativa y
finalmente dentro de sus hallazgos relevantes, encontró que las mujeres muestran menor
tendencia a asociarse en el tipo de organizaciones formales.
Lo expuesto desde el comienzo ilustra la amplia gama de teorías acerca el capital social, sin
que exista homogeneidad que permita la delimitación del término. Las distintas disciplinas
y enfoques de los autores estudian el tema de capital social según el plano que se acerque a
su interés y por lo tanto se vuelve un concepto multidimensional. Esto en vez de enriquecer
el significado de capital social lo hace más vago, ya que genera un alargamiento
conceptual.|
1.4 Empoderamiento como alternativa
“Nosotros ahora deberemos expandir nuestra concepción de pobreza enfocada en
ingresos, gastos, educación y salud, hacia una que incluya medidas sobre voz y
21
empoderamiento.” Joseph Stiglitz, comentando el libro Voces de los pobres, Banco
Mundial, 2002
Cada vez es mas frecuente encontrar el término capital social en estudios sobre desarrollo
económico y fortalecimiento democrático, y a la vez la definición del concepto ha
promovido importantes debates académicos aun irresueltos, que sugieren desde diferentes
disciplinas la identificación de sus causas y consecuencias en los ámbitos político, social,
económico y cultural. Debido a los cuestionamientos y como consecuencia de que el
concepto de capital social se debe seguir examinando en cuanto a sus causas, beneficios,
medición, el Banco Mundial ha propuesto explorar otras nociones como la de
“Empowerment” o “empoderamiento”, ya que se caracteriza por ser un concepto más
preciso y concreto.
Entre los teóricos que han estudiado el concepto de empoderamiento o “Empowerment”
esta Rappaport (1981,1987) quien lo ha propuesto desde el contexto de la actuación
psicológica comunitaria, definiéndolo como la calidad fundamental de interacción de las
personas con su entorno relacional y físico (Sánchez 1996).
Según Rappaport (1987), el empoderamiento en el caso de desarrollo comunitario se centra
en la autodeterminación personal, que sería la capacidad de determinar la propia vida
(sentido de competencia personal) y en la determinación social que se refiere a la
posibilidad de participación democrática (sentido de competencia comunitaria).
22
Adicionalmente para Sánchez (1996), el empoderamiento se refiere al proceso o
mecanismo a través del cual personas, organizaciones o comunidades adquieren control o
dominio sobre sus asuntos o temas, relacionando así el término empoderamiento con el
poder y con la transferencia de este, transformándose el concepto, en un concepto
psicosocial con implicaciones políticas.
El concepto de empoderamiento, traspasó los límites de la Psicología Comunitaria,
comenzándose a emplear en diversos ámbitos, especialmente en agencias internacionales de
desarrollo, refiriéndola como un componente fundamental en las estrategias de erradicación
de la pobreza (Banco Mundial, 2001; CEPAL, 2001).Ya que si se analiza la situación de
las personas pobres, se observa que se les impide la mayoría de las veces, tener control
psicológico, material o político en cuestiones incluso cotidianas; sumándosele a esto la
escasa incidencia de los pobres en la toma de decisiones que se relacionan con políticas que
eventualmente pueden mejorar sus condiciones de vida.
Para el Banco Mundial entonces el empoderamiento está estrechamente anclado y limitado
a las discusiones sobre la pobreza, y no como estrategia general, sino que queda encuadrado
al interior de un marco conceptual más amplio reconocido como el capital social.
El Banco define en su sentido más amplio, el empoderamiento como la expansión de la
libertad de elección y acción. Esto significa incrementar la propia autoridad y control sobre
los recursos y las decisiones que afectan la propia vida. En la medida en que la gente ejerce
el escoger real, tiene mayor control sobre su propia vida. Las escogencias de los pobres son
23
extremadamente limitadas, tanto por su falta de activos como por su impotencia para
negociar mejores términos para ellos, con una serie de instituciones tanto formales como
informales. Puesto que la carencia de poder está enclavada en las relaciones institucionales,
una definición institucional de empoderamiento que es apropiada en el contexto de
reducción de pobreza es: “empoderamiento es la expansión de los activos y capacidades de
los pobres para participar en , negociar con, influir sobre, controlar, y tener instituciones
responsables que influyan en su vida”(Banco Mundial 2002:16).
El informe mundial de desarrollo 2000/2001 y el estudio “voces de la pobreza” establecen
que en muy diferentes contextos sociales, culturales, económicos y políticos, los elementos
comunes que subyacen a la exclusión de los pobres son la carencia de voz y la impotencia.
Frente a relaciones desiguales de poder, los pobres son incapaces de influir o de negociar
mejores términos para ellos. Esto limita severamente su capacidad para aumentar sus
activos y salir de la pobreza.
A pesar de que se trata de un concepto muy específico para cada contexto, y que diferentes
culturas, grupos y personas lo pueden concebir de diversas formas es importante identificar
cuatro elementos claves del empoderamiento, presentes en la gran mayoría de los esfuerzos
exitosos de empoderar a los pobres; ya que estos han incrementando su libertad de elección
y acción en diferentes contextos, los cuatro elementos son: a. acceso a la información: La
Información es poder. Los ciudadanos informados están mejor equipados para aprovechar
oportunidades, lograr provisión de servicios, ejercer sus derechos, negociar efectivamente y
responsabilizar a actores estatales y no estatales. b. Inclusión y participación: La inclusión
24
de los pobres y otros grupos tradicionalmente excluidos en el establecimiento de
prioridades y la toma de decisiones, es crucial para asegurar que recursos públicos
limitados aprovechen el conocimiento y prioridades locales, y para compromiso con el
cambio. c. Responsabilidad: se refiere a la capacidad de llamar a funcionarios estatales,
empleados públicos, empleadores o proveedores de servicios privados que rindan cuentas,
lo que implica que ellos sean responsables de sus políticas, acciones y uso de fondos. d
.capacidad organizacional: es la capacidad de la gente para trabajar unida, organizarse y
movilizar recursos para resolver problemas de interés común. (Banco Mundial 2002:23-24).
Adicionalmente a las políticas del Banco Mundial sobre Empoderamiento y reducción de la
pobreza se le une, en torno al tema de empoderamiento de la mujer, la Declaración de
Nuevo León, de la Cumbre Extraordinaria de las Américas (2004): que exclama que “el
empoderamiento de la mujer, su plena e igualitaria participación en el desarrollo de las
sociedades y su igualdad de oportunidades para ejercer liderazgo son fundamentales para la
reducción de la pobreza, la promoción de la prosperidad económica y social y el desarrollo
sostenible centrado en el ser humano”. Por tal a continuación se explica en detalle el
empoderamiento en las mujeres específicamente.
1.5 Empoderamiento de las mujeres
El concepto de empoderamiento (empowerment) de las mujeres surge en la praxis desde el
movimiento de mujeres en todo el mundo y particularmente, de la postura de las feministas
del tercer mundo que explican cómo la practica política ha incorporado las diferencias de
25
género en la organización del poder y en el imaginario social (Batliwala 1998, Caber 1998,
Rowlands 1996,1998 y León 1998).
Para Schuler (1997:29) el concepto de empoderamiento tiene sus raíces en las teorías de
Freire, quien habla de la transformación de conciencia, y en la teoría de Gramsci (1971),
quien enfatizó en la importancia de los mecanismos de participación de las instituciones y
la sociedad en busca de un sistema igualitario. Asimismo Lukes (1974) es quien aporta las
dimensiones del poder “con”, “para”, “desde” y “sobre”, y Foucault es uno de los
principales teóricos del tema, al plantear que el poder opera en todos los niveles de la
sociedad, desde los planos interpersonales hasta el nivel estatal.
Para efectos de este estudio, se articulará el concepto de empoderamiento desarrollado por
Rowlands (1998), quien incorpora los aportes teóricos de Molyneux (1985) y de Young
(1988,1991). Esta última autora es quien distingue entre condición y posición de las
mujeres, y establece que la condición se refiere al estado material en el cual se encuentra la
mujer: su pobreza, su falta de educación y capacitación, su excesiva carga de trabajo y su
falta de acceso a la tecnología, mientras que la posición supone la ubicación social y
económica de la mujer con respecto al hombre. Por su parte Molyneux plantea que los
intereses de las mujeres no son homogéneos y por lo tanto diferencia los intereses prácticos
de los estratégicos. Los primeros corresponden a aquellos que se derivan de la asignación a
las mujeres de ciertos roles por la división sexual del trabajo; y los estratégicos tienen como
fin cambiar la subordinación de la mujer (su ubicación social), en busca de una sociedad
26
mas igualitaria. Rowlands argumenta que para que estos últimos intereses puedan ser
abordados “es necesario ver las dinámicas de poder de género” (Rowlands, 1998:214)
Rowlands crea un modelo a partir de las dinámicas de poder de género. Ella habilita las
cuatro clases de poder de Lukes (1974): “poder sobre”, que es la habilidad para que una
persona o un grupo haga algo en contra de sus deseos, esto es un poder de suma negativa,
en el que uno gana, y el otro debe perder. El segundo es un “poder para”, que es el poder
que tienen las personas para estimular las actividades de otros; el tercero es el “poder con”
que es un poder sumatorio de poderes individuales; y por último está el “poder desde
dentro”, que es aquel que reside en cada una de las personas. Estos últimos tres poderes
son de suma positiva, donde todos los involucrados ganan.
A partir de los argumentos anteriores ella deduce que el empoderamiento puede ser
modificado en tres dimensiones: la “dimensión personal” que consiste en desarrollar el
sentido de ser, la confianza y las capacidades individuales; la dimensión de las “relaciones
cercanas”, que consiste en desarrollar la habilidad para negociar e influenciar en la
naturaleza de las relaciones del ámbito cotidiano; y por último la “dimensión colectiva” ,
donde se trabaja en conjunto con otros para lograr un mayor impacto y cambios
significativos.
El empoderamiento de este modo, tiene que ser más que la simple apertura al acceso para la
toma de decisiones. Por lo que debe incluir procesos que permitan a las mujeres o al grupo
27
tener la capacidad de percibirse a sí mismos como aptos para ocupar los espacios de toma
de decisiones y de usar dichos espacios de manera efectiva.
Así Rowlands, apoyada en Sen y Grown (1998), define el empoderamiento como “… un
conjunto de procesos psicológicos que cuando se desarrollan, capacitan al individuo o al
grupo para actuar e interactuar con su entorno de tal forma que incrementa su acceso al
poder y su uso en varias formas” (1997:224), y en otra ilustración que amplia la definición
del concepto , continua: “ …para resumir, el empoderamiento es un conjunto de procesos
que pueden ser vistos en las dimensiones individual, colectiva y de las relaciones cercanas,
centrado alrededor del núcleo de desarrollo de confianza, la autoestima, el sentido de la
capacidad individual o grupal para realizar acciones de cambio” (Rowlands 1998:230).
En Colombia Magdalena León es la autora que ha estudiado a fondo el tema de
empoderamiento de las mujeres. Ella sustenta en su libro “Poder y Empoderamiento de las
Mujeres” (1997), que el uso del término aparece en el Movimiento Social de Mujeres a
partir de la segunda ola del feminismo, que arranca en la década de los 60, fortaleciéndose
en los 70 y 80. El movimiento a nivel internacional, transforma el concepto mediante un
diálogo contestatario y rebelde con los modelos de desarrollo que habían primado en la
sociedad y que habían invisibilizado a las mujeres en el desarrollo metiéndolas en el “talego
general” del desarrollo de la comunidad, como pobres o como hogares. No había
preocupación por ver qué había dentro de los hogares o de las comunidades, no se miraban
relaciones sociales ni las diferencias entre hombres y mujeres.
28
Por lo que las teóricas interpelaron a estos modelos de desarrollo sesgados y plantearon la
necesidad de tener en cuenta a las mujeres y que se visibilizaran sus necesidades e
intereses. Para que así el desarrollo trabajara por las mujeres en lo práctico, para de esta
forma salir de los niveles de desempleo, obtener mejores ingresos, mejor salud y trabajar
por revertir la feminización de la pobreza.
En esta línea los programas sociales deben tener en cuenta las necesidades prácticas de las
mujeres. Se deben también tener en cuenta las relaciones de poder entre hombres y mujeres
y buscar solucionar no sólo condiciones concretas y materiales de las mujeres, sino que
cambien las relaciones sociales de género en la sociedad y se construyan democracias con
equidad de género. Así, el empoderamiento surge como alternativa de percibir el desarrollo
que viene de abajo hacia arriba como aporte de las bases.
Según Magdalena León (1997) el empoderamiento es la mas importante estrategia de las
mujeres para ganar poder por si mismas en forma individual o colectiva, mediante acciones
participativas y transformadoras. “generar procesos de posibilidad para organizar a las
mujeres alrededor de intereses y necesidades está en la corriente de empoderar”. Implica
una alternación radical de los procesos y estructuras que reproducen la posición
subordinada de las mujeres como género. El término genera nuevas concepciones y
compromisos que deben reflejarse en las acciones y propuestas locales, desde y hacia las
mujeres.
29
El uso del término “empoderamiento” se ha generalizado y ha hecho camino a nivel
internacional, regional y nacional en las últimas décadas. Esto se debe, en parte, al debate
teórico que lo ha llenado de significado, pero fundamentalmente ha hecho un camino que
permite hacer evidentes las experiencias prácticas de las mujeres, principalmente de las
mujeres de base y las mujeres de los sectores populares, quienes de una manera u otra están
participando en la sociedad.
Sin embargo hay ambivalencias, contradicciones y paradojas en la utilización del concepto;
por ejemplo se asimila a la idea de integración, de participación o de autonomía, o de la
identidad, o de ciudadanía o de desarrollo. Se usan de manera confusa y es esto lo que le
quita el sentido emancipador que le han dado las mujeres y se le usa de una manera retórica
y acartonada (León 1997).
Desde el área de lo individual el empoderamiento se circunscribe al sentido que los
individuos le confieran, toma un sentido de dominio y control individual. Es “hacer las
cosas por sí mismo”, es “tener éxito sin la ayuda de los otros”. Esta es una visión
individualista que lleva a señalar como prioritarios a los sujetos independientes y
autónomos con un sentido de dominio de si mismos que lo aparta de la sociedad, de lo
histórico, de lo solidario, de lo que representa la cooperación y lo que significa preocuparse
por el otro, el ver que existe el otro, el ver que se necesita trabajar en relaciones de
cooperación, y solidaridad por la sociedad. Este empoderamiento que se centra en la
autoestima y la auto-confianza, puede ser una simple ilusión sino se conecta con lucha
sociales, con las transformaciones de la sociedad, con las preocupaciones de hacer
30
democracia y cambiar la sociedad. El empoderamiento debe incluir tanto el cambio
individual como la acción colectiva; esto es integrarse en un sentido de proceso con la
comunidad, la cooperación y la solidaridad (León 1997).
Finalmente Judith Sarmiento en “fortalecimiento del liderazgo de la mujer” divide el
empoderamiento en varias etapas que tienen en cuenta el tiempo, las acciones y los logros,
el rol de cada actor, la metodología y la estructura organizativa. Estas etapas son:
Etapa inicial: Es individual, colectiva y en las relaciones cercanas. Cuando se es consciente
de orientar su acción al cambio y a la transformación, participa, se prepara, se adapta,
además logra establecer relaciones de autonomía e independencia.
Etapa intermedia: Ubica y articula proyectos, acciones y recursos en la planeación y
ejecución con perspectiva de género permitiendo la transformación de actores, estructuras y
el sistema.
Etapa Empoderante: Fortalece lo individual y colectivo, relaciona las dos anteriores y
permite la consolidación de un poder de suma positiva, gracias a que genera una práctica
reflexiva y consolida la capacidad transformadora. Lleva a la transformación del sistema
sexo y género y a al práctica de relaciones individuales y colectivas.
En conclusión si bien es esencial el empoderamiento de las mujeres, hay que tener en
cuenta que este empoderamiento aislado del resto de la sociedad no funcionaría. Por lo que
es necesario articular este empoderamiento y los lazos de solidaridad existentes dentro de
los grupos excluidos con puentes que les permitan el acceso a recursos disponibles en el
resto de la sociedad. En ese sentido, la idea del empoderamiento no se puede reducir al
31
desarrollo de la acción colectiva aislada y autocentrada de las comunidades pobres, ya que
esta desconexión contribuye a que los ciudadanos pobres tengan poco acceso y oportunidad
de intervención sobre los recursos sociales y sobre las decisiones de las instituciones
públicas que afectan su vida.
De ahí que fortalecer la voz de los pobres y sus organizaciones tiene un efecto limitado en
la superación de la pobreza y en la democracia, si a la vez no se logran establecer las
conexiones necesarias entre sus organizaciones, otros actores sociales y las instituciones
públicas. Por lo que es de vital importancia la construcción de puentes entre diversos
sectores y las alianzas intrasectoriales para el desarrollo de actividades orientadas al bien
público y el establecimiento de espacios públicos de deliberación y negociación entre
diversos actores. Una de las condiciones para lograr estos puentes y las relaciones
complementarias entre sectores es fortaleciendo, el capital social. (RedAmérica 2004:10).
2. Política de competitividad de la MiPyMe cafetera1
En esta línea de programas sociales que tienen en cuenta las necesidades prácticas de las
mujeres y que toman en cuenta las relaciones de poder entre hombres y mujeres está la
Política para la Competitividad de las MiPyMes Cafeteras de FNC.
Dentro de las políticas de la Federación de Cafeteros, se destaca especialmente ésta Política
para la Competitividad de las MiPyMes Cafeteras. Ya que es el resultado del esfuerzo
1
FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS, GERENCIA TECNICA: PROGRAMA MIPYMES CAFETERAS, POLÍTICA DE COMPETITIVIDAD
PARA LA MiPyMe CAFETERA. OCT 07/ Este documento es la fuente de los datos incluidos.
32
impulsado desde la Gerencia General de la FNC para responder de manera efectiva a las
inquietudes planteadas por muchas mujeres cafeteras, las cuales sentían la necesidad de
contribuir a la economía familiar y realizarse como miembro productivo de la comunidad, a
través de actividades empresariales que permitan generar ingresos adicionales a los del
café.
Esto llevó a que en el año 2005 se estableciera el Programa MiPyMes Cafeteras en la
Gerencia Técnica de la Federación. Entre sus funciones se cuentan la definición de los
elementos de la Política de Competitividad, la recolección de información y organización
de una base de datos con aquellas iniciativas productivas de los cafeteros en lo últimos años
y finalmente el apoyo para la conformación, consolidación y desarrollo de pequeñas y
medianas empresas, compuestas por miembros de las comunidades cafeteras, en especial
integradas por mujeres.
2.1 Política de Género
Por otro lado, desde la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, se ha venido
impulsando el Acuerdo Nacional para la Equidad entre Mujeres y Hombres. Este Acuerdo
constituye el andamiaje necesario para avanzar en un proceso de transformación cultural e
institucional que propicie las condiciones requeridas para un desarrollo en equidad, sin
discriminación y con oportunidades2. La igualdad de estas, el respeto por las diferencias y
la inclusión económica, política y social son condiciones fundamentales para lograr el
desarrollo exitoso, duradero y sostenible de las sociedades modernas.
2 Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres. Pág. 1.
33
El acuerdo establece los objetivos y compromisos necesarios para potenciar el papel de las
mujeres mediante su participación, en condiciones de igualdad con los hombres, en todas
las esferas de la sociedad, y la eliminación de todas las formas de discriminación en su
contra, con el fin de alcanzar un desarrollo humano con calidad y equidad.
Quienes adhieren al mismo se comprometen a contar con programas de institucionalización
con perspectiva de género, que establezcan metas específicas y cuantificables, privilegiando
la atención a grupos en condiciones de vulnerabilidad, promoviendo los valores de la
familia, en un marco de respeto a la diversidad de la nación colombiana.
La Federación Nacional de Cafeteros ha decidido seguir esta iniciativa, por lo cual ha
establecido dentro de sus lineamientos básicos una estrategia encaminada a promover el
papel de las mujeres dentro de la economía cafetera, ofreciéndoles espacios de
participación en la toma de decisiones y oportunidades para poner sus fortalezas al servicio
de las comunidades cafeteras.
Mediante la adhesión a está política de género se busca fortalecer la Política de
competitividad de la MiPyMe cafetera, articulándola con la Política de Estado para lograr
un mayor nivel de impacto y coordinación.
2.2 Base de la política de la FNC para la competitividad de las MiPyMe cafeteras.
El papel de la FNC está orientado a utilizar sus fortalezas y capacidad de gestión, para
adelantar convenios específicos de desarrollo social financiados con recursos provenientes
34
de diferentes fuentes. La FNC impulsa las MiPyME cafeteras, actuando como eje central
en la articulación de los programas, entidades de todos los órdenes y recursos que
promuevan el desarrollo competitivo de las empresas.
La Institucionalidad Cafetera, coordina las áreas claves para ejecutar las políticas a través
de los Comités Departamentales. La Gerencia Técnica de la FNC, concluyó que la mejor
manera de aplicar la Política y de ejecutar los proyectos es a través de los Comités, ya que
estos son el vínculo natural entre los productores en cada una de las regiones y la estructura
central de la Institucionalidad Cafetera. Los comités tienen el mejor acceso a la información
y están en las mejores condiciones para identificar necesidades y oportunidades y hacer el
mejor seguimiento del progreso de los proyectos.
Objetivo General
El objetivo general de la Política consiste en:
Gestionar el desarrollo de alternativas que complementen el ingreso de las familias
cafeteras, mediante la creación y fortalecimiento de MiPyMes que privilegien la
participación de la mujer rural.
Objetivos Específicos
Al objetivo general se suma una serie de objetivos específicos, que definen las líneas de
acción, los alcances del proyecto y permiten priorizar y coordinar el trabajo del Programa
MiPyMes. Estos objetivos específicos son:
35
• Promover la cultura del emprendimiento y la formación de la población cafetera
en competencias laborales que aseguren el éxito de sus MiPyMe.
• Identificar y apoyar iniciativas rentables y sostenibles, que promuevan la equidad
de género, empleo y oportunidades para la población vulnerable y el desarrollo
local.
• Apoyar la creación y consolidación de MiPyMes cafeteras bajo esquemas
asociativos como estrategia de competitividad.
• Impulsar MiPyMes innovadoras que generen valor agregado con diferenciación.
• Gestionar mediante alianzas estratégicas, recursos para el establecimiento y
consolidación de las MiPyME.
Todos los programas e iniciativas que se adelanten en función de la Política de
Competitividad deberán estar acompañados de índices de gestión que permitan evaluar el
avance e impacto de los mismos.
Deben ser los mismos integrantes de las empresas quienes asuman la responsabilidad por
estas y lideren los procesos. Por otra parte, los recursos de que dispone la Federación son
limitados y están destinados exclusivamente a los proyectos y las necesidades del negocio
cafetero, razón por la cual no pueden ser utilizados en proyectos diferentes a café.
La Asociatividad constituye uno de los pilares fundamentales de la política, razón por la
cual no recibirán apoyo aquellos proyectos que fomenten la individualidad; y se excluyen
las posiciones paternalistas, ya que las mismas fomentan una actitud pasiva por parte de la
36
población, inhibiendo la creatividad, la iniciativa personal, la responsabilidad y la
capacidad de tomar riesgos y asumir los resultados. Es decir que el proyecto debe ser
rentable.
La Política se ha trazado el objetivo de incluir a la mayor cantidad posible de personas al
sistema general de seguridad social, así como de acceder con los productos a aquellos
mercados con consumidores conscientes socialmente e interesados por el origen de los
productos que compran; por lo tanto, todas aquellas empresas que no cumplan con los
estándares sociales, ambientales y laborales mínimos, no podrán ser objeto de apoyo por
parte de la FNC.
Sectores Beneficiados.
Todos los sectores de la economía aplican para ser tenidos en cuenta por parte de la
Política. Los criterios de evaluación son la necesidad de los mercados teniendo en cuenta
los tratados comerciales internacionales, el impacto en número de familias cafeteras
beneficiadas y la rentabilidad del proyecto. Hasta el momento los sectores considerados
son: Artesanías, Confecciones, Agroindustria, Manufactura y Servicios. Siendo los
Beneficiarios Directos Mypymes cafeteras y las beneficiarias indirectas las mujeres.
2.3 Esquema y Aplicación de la Política de Competitividad para generar ingresos
adicionales al café
Para implementar la Política de manera exitosa, se ha propuesto un esquema de trabajo, que
asocia los propósitos, representados por los cuatro pilares fundamentales (Equidad de
Género, Asociatividad, Orientación a Mercado y Responsabilidad Social Empresarial y
37
Medio Ambiente) y una serie de herramientas disponibles que definen las líneas de acción y
los frentes a atender, articulándolos con la orientación de la Política y dirigidos a alcanzar
los objetivos definidos en el Plan Estratégico de la FNC
Asociatividad
La Política está orientada a estimular el desarrollo de conductas colectivas de trabajo entre
empresas e iniciativas competidoras, vinculadas a través de una relación cliente-proveedor,
o aglomeradas en un contexto geográfico definido, bajo esquemas asociativos como
cooperativas, redes empresariales, cadenas productivas y clusters. Las actividades más
comunes que suelen incluir este tipo de componente son: la identificación y selección de
grupos de empresas con potencial de cooperación; la puesta en marcha de procesos de
interlocución entre los sectores público y privado para la identificación, diagnóstico y
priorización respecto a problemas comunes y a la formulación e implementación de planes
estratégicos grupales.
Trabajar bajo esquemas asociativos permite a las empresas alcanzar beneficios adicionales,
tales como mayor poder de negociación para las empresas, optimización de los procesos de
aprendizaje y mayor acceso a los programas de apoyo. Es la interacción armónica entre
estas condiciones determinan el dinamismo de los sectores y aglomeraciones productivas.
38
Equidad de Género.
La equidad de género se constituye en una poderosa herramienta de desarrollo social, y
ocupa un lugar fundamental en toda la estructura de la Política. Esta está enfocada en
ofrecer oportunidades de empleo ajustadas a sus necesidades y capacidades específicas a las
mujeres, permitiéndoles convertirse en personas económicamente activas, sin abandonar
sus actividades actuales.
Al proveer oportunidades de generación de ingresos adicionales a las mujeres, se les está
empoderando, reduciendo el nivel de dependencia respecto a los hombres y otorgándoles
mayor poder de decisión sobre sus propios asuntos y los de su familia.
Dentro de los proyectos que impulsa MiPyMes se encuentra “El Proyecto artesanal,” que
promueve el desarrollo artesanal competitivo en beneficio de la familia cafetera a través de
la mujer; El Programa MiPyMes ha venido participando en el proceso de diagnóstico de la
Cooperativa de Confecciones “Industrias Integradas”, la cual esta conformada por más de
600 mujeres del sector rural en el Norte del Valle; e igualmente sigue apoyando el
“Proyecto Anillos de la Esperanza” en Barichara-Santander que durante el último año se
orientó al fortalecimiento organizacional y productivo de la fábrica de papel de fique,
dedicada a producir entre otros, los anillos aislantes de calor para las bebidas en las Tiendas
Juan Valdez.
39
3. PROGRAMA ANILLOS DE LA ESPERANZA3
Los Anillos de la Esperanza son elaborados por la Fundación San Lorenzo a partir de la
fibra del fique, gracias a sus propiedades aislantes y estéticas son utilizados en las tiendas
Juan Valdez como protectores para los vasos calientes de café. Los novedosos anillos
aislantes de calor son un producto fabricado a mano por un grupo de campesinos de las
veredas de Barichara, especialmente madres cabeza de familia, quienes con el apoyo de la
Fundación San Lorenzo y varias entidades públicas y privadas aprendieron a elaborar este
novedoso papel.
La penca de la cual se extrae el fique es una planta nativa de Colombia, de la familia de las
Agavaceas, que demora cuatro años en crecer y alcanza una altura de un metro, con hojas
gruesas de 15 centímetros de ancho. A estas hojas se les saca la piel y los jugos y solo
queda la fibra que se seca al sol y se lubrica con sebo para producir cabuya, lazos y
costales, entre otros subproductos.
Colombia se caracteriza por ser el uno de los mayores productores de fique en el mundo.
El empleo generado por este subsector corresponde tanto a actividades agrícolas como
artesanales en donde predominan las famiempresas, microempresas y PYMES. Según lo
determinó León Samosc, investigador sobre fique, éste es uno de los pocos casos en
Colombia, en el que una materia prima para la industria es producida por pequeños
campesinos y no por empresarios agrícolas. La cosecha y procesamiento de la fibra, para
3 Gerencia Técnica Política de Competitividad de la MyPyMe Cafetera: Modelo empresarial para lograr la viabilidad, sostenibilidad y rentabilidad de los Anillos de la Esperanza, Mayo 2006. Este documento es la fuente de los datos incluidos.
40
producir anillos del papel y demás productos, se constituye en una fuente importante de
ingresos adicionales para las comunidades rurales colombianas.
Actualmente, en el país hay cultivadas más de 25.000 hectáreas de penca que permiten
extraer al año más de 20.000 toneladas métricas de la fibra. Con esa materia prima se están
produciendo alrededor de 50 millones de empaques, de los cuales la mitad son artesanales
(costal ralo), que son los que permiten ver el producto que llevan los campesinos a las
plazas de mercado. Los empaques de fique son utilizados, fundamentalmente, por gremios
como Fedepapa, Fenalce, Fedearroz y la Federación Nacional de Cafeteros.
Adicionalmente el experto León Samosc, ha recomendado el establecimiento de programas
de investigación, de desarrollo y de transferencia, que se traduzcan en cultivos sostenibles
ambientalmente y en el desarrollo de una producción competitiva de papel, anillos,
artesanías, entre otros productos. Para una producción y comercialización exitosa, es vital
el conocimiento adecuado de los mercados que permita alcanzar las metas de generación de
empleo, desarrollo y bienestar para la población que está en el programa.
Por otra parte La Fundación San Lorenzo de Barichara es una fundación sin ánimo de lucro,
creada en el 2001 por iniciativa del ex presidente Belisario Betancur, su esposa Dalita
Navarro, Beatriz Betancur, José Alejandro Bermúdez y Ángela Jiménez. Todo empezó
cuando con la ayuda del Banco de la República y de varias universidades, la Fundación San
Lorenzo trajo a el maestro Juan Manuel De La Rosa, experto mexicano en la producción de
papel de fique para capacitar a los campesinos en esta nueva actividad. Luego se realizó
41
una exposición con 90 artistas colombianos, mexicanos y venezolanos, convirtiéndose así
las exposiciones en la principal fuente de recursos de la organización para ese entonces.
Igualmente la Compañía Coltabaco, que ha estado muy ligada a la región, cedió en
comodato sus instalaciones para el taller de papel de fique, donde diariamente una parte de
las mujeres de Barichara y sus veredas, cocinan la fibra con ceniza, la muelen con mazos de
madera y luego la prensan para formar las hojas de papel.
Por último cabe mencionar que el objetivo principal de la Fundación según la fundadora
Nora Correa es ayudar al desarrollo armónico de Barichara, mejorar el bienestar de sus
habitantes, y muy especialmente, apoyar a las mujeres de la región para que tengan una
fuente de ingreso a partir de su trabajo con el fique, apoyándolas mediante la organización
en el desarrollo, producción y comercialización de sus productos en fique.
"Hoy en día hay ocho mujeres del común trabajando en la elaboración del papel de fique.
Para ellas es una distracción pero pensamos que, dadas las características del producto,
que no es papel reciclado si no ciento por ciento fique, se puede comercializar”, explicó
Nora Correa.
Motivada por la afinidad que hay entre el fique y el café, la Federación Nacional de
Cafeteros se unió al trabajo de la Fundación en el Taller de Papel, a través de diferentes
iniciativas. El apoyo de la Federación a los artesanos de Barichara se inicia con el respaldo
a las exposiciones de arte, sigue con la utilización de empaques elaborados en fique, y se
consolida con los anillos aislantes que se utilizan actualmente en las Tiendas Juan Valdez®,
llamados “Anillos de la Esperanza”. Estos anillos protectores son una novedad por tratarse
42
de un material ciento por ciento natural, biodegradable y que manifiesta excelentes
cualidades térmicas y una agradable sensación al tacto.
La Federación decidió apoyar a la Fundación San Lorenzo por medio del “Proyecto Anillos
de la Esperanza”, ya que los objetivos de la Fundación que son: “ayudar al desarrollo
armónico de Barichara, mejorar el bienestar de sus habitantes, y muy especialmente,
apoyar a las mujeres de la región, para que tengan una fuente de ingreso a partir del
fique” se alinean con el objetivo general de la política MiPyMe cafeteras que es:
“Gestionar el desarrollo de alternativas que complementen el ingreso de las familias
cafeteras, mediante la creación y fortalecimiento de MiPyMes que privilegien la
participación de la mujer rural”. Por consiguiente el objetivo específico de la fundación
también apunta a los objetivos específicos de la política MiPyMe cafeteras de la FNC,
mencionados en el capitulo anterior.
Es de la intersección entre los objetivos de la Fundación San Lorenzo y los objetivos de la
política MiPyMe cafetera en donde surgen los objetivos del programa “Anillos de la
Esperanza” que son:
Objetivos Programa: “Anillos de la Esperanza”
Objetivo General:
• Generar fuentes de ingresos adicionales para las familias de Barichara,
principalmente a través de la mujer, aportando al bienestar y desarrollo regional.
43
Objetivos Específicos:
• Garantizar el sustento de decenas de familias (garantizar trabajo e ingresos a las
familias afiliadas a la Fundación)
• promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
• Impulsar, Exaltar y proteger la producción del fique
• reemplazar los tradicionales aislantes de cartón de producción masiva e industrial
que utilizan las tiendas por un producto natural, artesanal y biodegradable
• Alcanzar niveles de competitividad acordes a los requerimientos y necesidades de
PROCAFECOL S.A. y demás clientes
• Consolidar y replicar en distintas regiones el modelo empresarial de asociatividad
estratégica que permita alcanzar niveles de productividad y competitividad
• Resaltar el enfoque social
• RSE y ambiental como una estrategia de diferenciación de las Tiendas Juan Valdez.
Como Los Anillos de la Esperanza fueron desarrollados para las Tiendas por la Fundación
y la Federación, la patente de los mismos se encuentra en trámite (documentación en el
Departamento Jurídico de la FNC).
La producción de papel de fique es aún muy artesanal, y se basa en un proceso donde las
mujeres en el taller mezclan la fibra del fique con cal viva durante tres meses para secarla.
Posteriormente cocinan la mezcla durante diez horas en un caldero de cobre a la cual le
aplican lejía de cal para ablandarla, Anteriormente la machacan a golpes un buen rato pero
hoy tienen ayuda de algunas máquinas; en este momento se le añade formol para evitar que
44
fermente y se sumerge en una pileta con hielo y hoja de cayeno, cuya savia sirve de
aglutinante. El resto es cernir las fibras que luego de este proceso parecen pulpa de
guanábana, y prensar el papel bajo diez toneladas para que quede tan liso como sea posible.
Sumando, entre la cosecha de las hojas de fique y el secado del papel pasan más de tres
meses.
Gracias a sus cualidades, el papel de fique es consistente y versátil, permitiendo que se
emplee para la elaboración de los anillos. Estos anillos están remplazando los tradicionales
aislantes de cartón de producción masiva e industrial que utilizan las tiendas Juan Valdez.
Por tratarse de un producto natural biodegradable, se espera que estos anillos de fique
tengan gran acogida en el exterior, donde cada vez es mayor el uso de los llamados
“Productos Verdes”.
La demanda de Anillos está definida por las ventas de las bebidas calientes en las Tiendas
Juan Valdez, de manera que es un mercado que se debe estimar de acuerdo a las ventas
esperadas para los próximos años. En la actualidad, la demanda anual asciende a 5´500.000
anillos, equivalentes a $ 605.000.000. Esta demanda tiene una clara tendencia creciente,
dado el ambisioso plan de crecimiento de las tiendas.
Aparte de garantizar el sustento de decenas de familias, parte de los fondos que genere este
convenio, servirán para reforzar el trabajo que está realizando la Fundación en la Ludoteca
Alto del Viento, donde se estimula la creatividad de 350 niños y niñas del casco urbano de
Barichara y sus veredas, a través de la recuperación de sus tradiciones, entre ellas la técnica
del manejo del fique.
45
El convenio de apoyo al fique que ratificó la Federación de Cafeteros también cobija a la
Fundación Arcamen Espacio al Arte, hermana de la Fundación San Lorenzo, que se ha
dedicado a producir bolsas de fique para los empaques de las ediciones limitadas de cafés
especiales y fabrica a la vez los bolsos exclusivos que hacen parte de los productos de
promoción que se están vendiendo en las tiendas.
Adicionalmente, se va a aprovechar la experiencia adquirida en Barichara, y la creciente
necesidad de los mercados, para establecer nuevas plantas de producción en otras regiones
fiqueras del país, especialmente en los departamentos de Cauca y Nariño, caracterizados
por la pequeña propiedad, los primeros productores de fique a nivel nacional.
El Taller se ha convertido en un importante generador de empleo, desarrollo y bienestar
para la región. Sumando a este beneficio, la relación entre el fique y la caficultura, y el
interés de la Federación Nacional de Cafeteros de promover alternativas de ingresos
adicionales y mejorar la calidad de vida para la familia cafetera a través de la mujer, se
propuso el desarrollo de un proyecto para garantizar la viabilidad, sonstenibilidad y
rentabilidad de los Anillos de la Esperanza.
Proyecto de viabilidad, sonstenibilidad y rentabilidad de los Anillos de la Esperanza.
El impacto social del proyecto está representado en el establecimiento de una empresa
asociativa – Cooperativa- conformada por mujeres de Barichara que, trabajando el fique,
logren la generación de empleos adicionales en su propio beneficio. Buscando
46
complementar sus ingresos familiares y mejorar las condiciones de vida de las familias de
cada una de las regiones.
La primera fase del proyecto se centró en optimizar la producción de fique en Barichara y
definir el modelos de negocios apropiado, ésta se ejecutó conjuntamente entre la Fundación
San Lorenzo, la Federación a través del Programa MiPyME Cafeteras de la Gerencia
Técnica, el Comité Departamental de Santander y FUNDES, con su equipo consultor.
En estos momentos se esta estableciendo una Cooperativa de Mujeres que se llamará
Cooperativa de Papel de Fibra Natural San Lorenzo “Coopapel San Lorenzo” que sea la
que en adelante se encargará del taller y la producción, independizándola de la Fundación
San Lorenzo, la cual cederá su participación en la fábrica de papel. Lo que busca la
Fundación con esta última fase es que además de que las beneficiarias reciban un sueldo
formal como miembros de la cooperativa, es que en la medida que comiencen a funcionar
como cooperativa “se le suelten responsabilidades a estas mujeres para que las asuman y
de esta forma crezcan como personas y sean ellas mismas las dueñas de su propio
destino”. (Entrevista Beatriz Betancur, Abril 2008).
Por último el objetivo para la segunda fase es la ampliación y profundización del Programa
“Anillos de la Esperanza” aplicando el modelo de negocios, la técnica y los procesos
identificados en la primera fase, en el establecimiento de fábricas de papel en aquellas
regiones que se ajustan a la filosofía y las necesidades del proyecto, con el fin de cubrir la
47
demanda esperada, y extender los beneficios sociales, ambientales y económicos del
programa a más comunidades.
4. Metodología
4.1 Definición de “estudio de caso”
Para analizar las acciones desarrolladas por el programa “Anillos de la Esperanza” que
pueden propiciar procesos de empoderamiento en las mujeres beneficiarias, se prefirió una
metodología cualitativa, ya que dar voz a las beneficiarias permitirá comprender mejor los
procesos, conductas y condiciones de las mujeres frente a las acciones del programa.
Asimismo la propuesta metodológica busca superar los criterios minimalistas y
tradicionales centrados en los aspectos estrictamente empresariales y económicos, para
enfocar estos en un espectro más amplio de la vida personal, familiar, social y política de
las mujeres beneficiarias.
Por lo anterior, el método Cualitativo a utilizar es el “Estudio de Caso”, ya que constituye
una óptima herramienta metodológica empleada para describir exhaustivamente la
ocurrencia de algo dentro de un contexto definido por el investigador.
Yin (1994: 13) argumenta que el “estudio de caso”: “es una investigación empírica que
investiga un fenómeno contemporáneo dentro de su contexto real, especialmente cuando
los límites entre los fenómenos y el contexto no son claramente evidentes”. Adicionalmente
el autor comenta que las preguntas más apropiadas en el uso del método “estudio de caso”
48
son el ¿cómo? (asociadas a la descripción de las interrelaciones) y el ¿por qué? (asociadas a
la existencia de las interrelaciones).
Otro de los autores que define el método “estudio de caso” es Mac Nealy (1997,183) quien
lo describe como “una herramienta cualitativa; y como tal su principal objetivo es
proporcionar una descripción contundente de un evento o de un pequeño grupo de
personas u objetos. Dado que el ámbito de un estudio de caso es tan estrecho, los
descubrimientos raramente pueden ser generalizados; pero un estudio de caso puede
ofrecer ideas sobre eventos y comportamientos.”
Por su parte, Stake (2000) comenta que un estudio de caso, además de un proceso de
investigación sobre un determinado problema o fenómeno dentro de su contexto, es el
producto o resultado de dicha investigación. Además según el autor el método “estudio de
caso” no requiere el análisis de diversos tópicos y contextos, aunque diversos
investigadores lo hagan. Ante esto Stake argumenta que el estudio de caso se condiciona a
la necesidad de: 1) entender un caso en particular, 2) proveer detalles sobre un tópico o
diseñar una generalización analítica, y 3) Estudiar un conjunto de casos.
Usualmente el estudio de caso consiste en cinco fases secuenciales (Yin 1994, Mac Nealy
1997, Stake 200), que son:
• La selección y definición del problema a ser investigado, aquí se establece la
problemática del estudio propuesto, justificando el motivo de dicha investigación.
49
• El planteamiento de la investigación, donde se define la evolución de un tópico,
materia o tema clave para el estudio. Además, se determina el procedimiento de
recolección de datos que puede ser a través de entrevistas, cuestionarios y/o análisis
de evidencias documentales.
• En la fase de métodos de recolección de datos, es donde según Stake, los
investigadores deberían considerar cinco aspectos que son: 1.Seleccionar los datos
que produzcan los datos necesarios. 2. Seleccionar los métodos que produzcan datos
que puedan ser examinados por otros investigadores. 3. Usar la triangulación
(múltiples instrumentos de medición) para garantizar la precisión de los resultados.
4. Probar los procedimientos durante la recolección de datos y quinto describir los
métodos usados y los hallazgos encontrados en artículos e informes para la
evaluación de otros investigadores.
Se recomienda que la recolección de datos sea sistemática y considere eventos
contemporáneos (aunque puede usar datos históricos), permitiendo su análisis por otros
investigadores.
• La Interpelación de los datos, donde se deben considerar los patrones, estándares y
categorías identificados en los datos. A continuación se realiza la verificación de
dicha interpretación y conclusiones a través de sus análisis por otros investigadores
o por los propios participantes del estudio.
• Finalmente se publican los hallazgos y resultados de investigación en formato de
informes técnicos, en formato de artículos o en libros.
50
Si bien el estudio de caso no permite la generalización estadística tradicional basada en
análisis de datos cuantitativos, permite una generalización analítica basada en las
interpelaciones de los hallazgos encontrados, incluyendo estudios comparativos con otros
casos. Stake (2000) comenta que el “estudio de caso” no sólo aporta valor al refinamiento
de la teoría propuesta, sino también es muy importante para sugerir temas que pueden ser
usados en investigaciones adicionales y futuras. Además es un método que ayuda a la
definición de los límites de la generalización.
En definitiva la principal debilidad del método descrito, es el hecho de que casos de estudio
particulares pueden o no reflejar una tendencia. Pero por otro lado, la fortaleza de los casos
de estudio radica en que permiten la inclusión de un conjunto mucho más amplio y diverso
de información: pueden explorar cuestiones micro y macro obteniendo una mayor variedad
de evidencia tanto cuantitativa como cualitativa.
4.1.1 Métodos para Obtener Datos en este “Estudio de Caso”
Se tiende a asociar los estudios de caso con entrevistas en profundidad. Lo que los estudios
de caso sí involucran es lo que los metodólogos llaman “descripciones gruesas.” Estas
tienden a ser abundantes, llenas de información que provienen de fuentes múltiples de
datos, y a menudo, de entrevistas. Pero para documentar las evaluaciones, se pueden
emplear múltiples métodos, desde la entrevista hasta la observación de primera mano.
El análisis de los datos de los estudios de caso es generalmente extensivo. La triangulación
es la técnica clave de análisis utilizada; esta técnica implica asegurar la confiabilidad de las
51
conclusiones por medio de fuentes múltiples de datos dentro de cada tipo. La validez de las
conclusiones, especialmente al tratar de determinar causa y efecto, se deriva de la
correspondencia entre los diferentes tipos de fuentes de datos; y del descarte sistemático de
explicaciones alternativas y de la explicación de resultados “por fuera”. Examinar la solidez
de la información a través de distintos tipos de datos, es un medio de obtener verificación.
Las técnicas de investigación en dicho estudio de caso son un cuestionario
sociodemográfico que se aplicó al total de la población de mujeres beneficiarias y unas
entrevistas semiestructuradas que se le hizo a una muestra de las mujeres beneficiarias y a
informantes claves como autoridades locales y líderes que participan en la vida de la
comunidad.
Adicionalmente se hizo un Grupo Focal (Focus Group), con el propósito de recolectar
información y hacer participar a las beneficiarias con sus opiniones y experiencias que
permitieron no solamente determinar las debilidades y fortalezas, sino dar paso a
sugerencias y propuestas que pueden ser tomadas en cuenta. Por lo que es un mecanismo
efectivo ya que da a conocer más a fondo la opinión del grupo beneficiario.
Los grupos focales se usan mucho en la investigación social, ya que consiste en una técnica
de exploración donde se reúne un pequeño número de personas guiadas por un moderador
que facilita las discusiones. Generalmente los participantes se escogen al azar y se
entrevistan previamente para determinar si califican o no dentro del grupo. La reunión del
grupo focal es dirigida por un moderador que utiliza una guía de discusión para mantener el
52
enfoque de la reunión y el control del grupo. La guía de discusión contiene los objetivos del
estudio e incluye preguntas de discusión abierta.
El tamaño aceptable para un grupo focal ha sido tradicionalmente de ocho a diez
participantes. Pero existe la tendencia hacia grupos más pequeños según el fin establecido;
es decir, con los grupos grandes se obtienen más ideas y con los grupos pequeños se
profundiza más en el tema. Como regla general, el grupo focal no debería durar más de dos
horas. Con esta técnica se busca obtener respuestas a fondo sobre lo que piensan y sienten
las personas. La reunión de grupos focales suministra información sobre los conocimientos,
creencias, actitudes y percepciones de las personas.
Por otra parte las entrevistas semiestructuradas se realizan en un marco relativamente
abierto que permite un proceso de comunicación específico, coloquial y recíproco. Pueden
utilizarse tanto para dar como para recibir información. A diferencia del cuestionario rígido,
en el que cual se formulan preguntas detalladas con anticipación, las entrevistas
semiestructuradas empiezan con cuestiones o temas más generales.
No todas las preguntas se plantean y formulan por adelantado. La mayoría de ellas se
improvisan durante la entrevista, lo cual permite tanto al entrevistador como al entrevistado
tener la flexibilidad necesaria para abordar detalles o debatir problemas.
Las entrevistas semiestructuradas tienen como fin obtener información específica
cuantitativa y cualitativa, a partir de una muestra de la población, a la vez que conseguir
información general de interés sobre temas específicos (es decir, sondear lo que no se
53
conoce). Por último la idea también es dotarse de una serie de ideas sobre problemas
específicos.
Los principales beneficios de esta clase de entrevistas es que son menos indiscretas para
los entrevistados que la entrevista formal, la entrevista semiestructurada estimula la
comunicación en los dos sentidos. Los entrevistados pueden hacer preguntas al
entrevistador. De este modo, la entrevista puede funcionar también como herramienta de
extensión. Asimismo confirma lo que ya es conocido, pero también ofrece la oportunidad
de aprender. Con frecuencia, la información obtenida en las entrevistas semiestructuradas
no ofrece solamente respuestas, sino también las razones de las respuestas. Y lo más
relevante es que ayuda al personal del proyecto a conocer a los miembros de la comunidad.
Con la metodología de estudio de caso, lo que se buscaba era investigar si el programa
“Anillos de la Esperanza” estaba logrando los resultados previstos, para aprender del
mismo y aplicar sus lecciones a proyectos similares en el resto del país. Ya que a partir de
este programa piloto, se analizará la participación de nuevas comunidades de mujeres
artesanas del fique en otras partes de Colombia. Ya que el crecimiento de las Tiendas Juan
Valdez permite pensar que este programa se expandirá en el futuro. Mediante proyecciones
existentes se estima que para el 2010 habrá “un requerimiento de 4 millones de anillos
mensuales, lo que implicaría el montaje de otras tres fábricas en otros tres departamentos,
vinculando un número todavía no definido de mujeres artesanas del fique”.
54
4.2 Indicadores de empoderamiento4
Tratándose de un estudio de caso con enfoque de género, el impacto se verá desde las
formulaciones teóricas del empoderamiento. Desde este punto de vista el informe se
estructura desde las distintas dimensiones identificadas como centrales en el
empoderamiento de las mujeres. Estas dimensiones se presentan en los ámbitos de lo
personal, familiar, empresarial y organizacional. Estas dimensiones están compuestas por
indicadores cualitativos de percepción de los procesos de empoderamiento en sus distintas
expresiones.
La primera dimensión es el empoderamiento personal, entendido como la fuerza interna
que permite a las personas tomar decisiones y elegir entre alternativas que parten del
respeto por sí mismo y por los otros como iguales, es medido a través de tres indicadores
básicos, que son:
1. Hablar en público: ya que las mujeres a través de ambientes participativos,
abandonan sus silencios ancestrales, y avanzan hacia concebirse a sí mismas como
sujetas de derecho, que pueden escucharse y hacer escuchar su voz.
2. Disponer de nuevos espacios para sí mismas: permite medir el grado en que las
mujeres logran diferenciar sus necesidades de las necesidades de los demás; mide el
grado de auto- reconocimiento y valoración propia, en el contexto de una cultura
popular que ha resaltado en la mujer el valor unilateral de sacrificio y la entrega,
4 Los indicadores utilizados se basan en el documento Gestión empresarial con enfoque de género. Informe final de evaluación, Oficina Internacional del Trabajo OIT, Proyecto USDOL, que utiliza la “Metodología PROFEM”.
55
negándole el reconocerse como persona autónoma digna de reconocimiento entre
iguales.
3. Decisiones sobre la salud y bienestar propio: mide el grado de auto-cuidado de las
mujeres, como expresión de su autoestima.
El segundo nivel de empoderamiento es el que se refiere a las relaciones cercanas,
especialmente las del ámbito familiar. El espacio del hogar juega un papel central no sólo
como proceso de socialización y construcción de identidades de las nuevas generaciones,
sino también como proceso de definición de tareas, negociación, y toma de decisiones,
ejercicio de respeto, reconocimiento y desarrollo emocional. Este nivel de empoderamiento
es evaluado a través de dos indicadores:
1. La distribución de tareas en el hogar y 2. El reconocimiento de las mujeres por
otros miembros del hogar: en ambos casos se involucra una complicada negociación
con los miembros del hogar, en la cual entran en juego identidades, costumbres, y
prácticas.
El tercer nivel de empoderamiento es el empresarial que se refiere a la capacidad para
tomar decisiones de inversión a fin de producir excedentes en una economía de mercado y
lograr beneficios personales y sociales; es la capacidad de proyectarse en el futuro. Este
empoderamiento también se refiere a la capacidad de afrontar autónomamente las
decisiones sobre el manejo del taller, sobre la utilización óptima del trabajo humano y los
recursos productivos En este nivel de empoderamiento se incluyen los siguientes
indicadores:
56
1. Capacidad de tomar decisiones autónomas gracias a la capacitación empresarial
2. La valoración del trabajo de las mujeres en los costos de producción: En la medida
en que el trabajo de las mujeres en el proyecto constituye el principal o uno de los
principales factores productivos, su valoración tiene implicación directa en la
valoración de sí mismas como trabajadoras, que las lleva a reconocer su
contribución en la generación de valor y riqueza.
La cuarta dimensión es el empoderamiento organizacional que es aquel relacionado con
la capacidad de acción conjunta organizada. Este empoderamiento hace referencia a la
capacidad de actuar en grupo, de trabajar con otros y lograr objetivos comunes. Es el
empoderamiento de grupo, donde el centro de valores está en la identidad de grupo, en
sentido de capacidad colectiva, dignidad grupal y autogestión. Los tres indicadores básicos
en este aspecto son:
1. Fortalecimiento de proyectos
2. Participación en espacios públicos
3. Manejo democrático de conflictos
5. Análisis
5.1 Características sociodemográficas
Como ya se mencionó los singulares protectores de calor llamados “Anillos de la
Esperanza”, son elaborados en el municipio santandereano de Barichara, que cuenta
aproximadamente con ocho mil habitantes y fue declarado Monumento Nacional por su
57
tradición cultural y belleza arquitectónica. Es en este pueblo de Santander donde se ubica el
“Taller de Papel de Fibras Naturales”, donde se fabrican los anillos.
En estos momentos están trabajando con el programa “Anillos de la Esperanza”, doce
personas todas nacidas en Barichara, de estas doce personas diez son mujeres. De esta
población de mujeres el 70% se concentra principalmente en el grupo de edad de 15 a 39
años, mientras que el resto de beneficiarias son mayores de 40 años. El 60% de estas
mujeres se encuentran casadas, 20% en unión libre y el otro 20% son viudas, por lo que un
80% cumple su rol genérico como esposa y/o compañera y madre. La escolaridad de estas
mujeres es baja ya que si bien todas asistieron a la escuela sólo un 30% de ellas logró
terminar su bachillerato completo, otro 30% ingreso al bachillerato sin terminarlo y el
porcentaje restante únicamente logró llegar hasta la primaria.
Cerca del 70% de las mujeres sustentan su familia con la ayuda de su esposo/compañero,
mientras que el otro 30% mantienen a sus familias solas. La mayoría de mujeres tienen
entre 1 y 2 hijos (60%), y el resto tienen entre 3 y 5 hijos. Todas las beneficiarias
concuerdan sobre las expectativas que tienen sobre el futuro de sus hijos, ya que todas
quieren que principalmente estudien, y no se dediquen a trabajar desde temprana edad
como les tocó a ellas, “Uno quiere que sus hijos salgan adelante y le hagan frente a las
cosas” (Mariela).
Un alto porcentaje de las mujeres entrevistadas (80%) iniciaron su actividad laboral entre
los 10 y 14 años, y el otro 20% comenzaron a trabajar mucho antes que las demás (antes de
58
los 10 años). Esta iniciación temprana en el trabajo se debe en gran parte a la tradición de
las familias de Barichara de hilar fique, lo que llevó a que en este medio las beneficiarias en
su infancia comenzaran a ayudar a sus familias a hilar el fique en sus casas. Razón también
por la cual el 40% de ellas comenzaron su actividad laboral hilando fique desde su niñez.
Por otra parte la mitad (50%) de estas mujeres, son parte de la fundación San Lorenzo
desde la creación de esta hace 7 años. 20% están hace cinco años y el resto no lleva más de
tres años. Lo que significa que el 70% de las mujeres que están hoy en día en la Fundación
pertenecen al programa “Anillos de la Esperanza” desde su creación.
El proceso de selección de las mujeres que trabajan en el taller es responsabilidad de la jefa
de personal “Cerafina Sanchéz” quien es la de mayor edad del grupo y la primera que hizo
parte de la Fundación. Como ella considera que este es un trabajo de mucha
responsabilidad ha vinculado a la fábrica a mujeres cercanas a su familia o a conocidos.
Cerafina tiene una lista de personas que necesitan trabajo y a medida que aumentan los
pedidos va seleccionando el personal que ella crea necesario. Anteriormente cuando no
estaban las máquinas, trabajaban incluso con gente del campo que le ayudaban con el
procesamiento de la fibra, pero debido al aumento de la demanda, este proceso manual no
era el óptimo ya que en ocasiones se retrasaban los pedidos, por lo que se hizo necesaria la
entrada de maquinaria al taller.
59
Antes de la formalización del programa “Anillos de la Esperanza” con La Federación
Nacional de Cafeteros” este grupo de mujeres que trabajaban en la Fundación con el papel
del fique, se les pagaba $1.300 por hora, lo que significaba al mes no más de $250.000, en
el caso que trabajaran ocho horas diarias, seis días a la semana. Razón por la cual en la
encuesta, el 80% respondió que antes de entrar a hacer parte del programa ganaba
mensualmente entre $100.000 y $200.000 al mes, esto como consecuencia de que la
Fundación no contaba con los recursos suficientes ni para pagarles un sueldo formal ni
tampoco para costearles la seguridad social.
A partir de la formalización del programa “Anillos de la Esperanza”, las trabajadoras
comenzaron a recibir un salario mínimo formal ($462.500), lo que representaría alrededor
de de $2.400 por hora, ya que actualmente trabajan de Lunes a Sábado desde las 8:00 a.m.
hasta las 5 p.m. (8 horas diarias). Si bien todavía no tienen seguridad social, la totalidad
tienen seguro de salud (Saludcoop). Uno de los propósitos de la creación de la cooperativa
es que sean beneficiarias también de la seguridad social.
Otro punto a resaltar es que con el desarrollo del proyecto para garantizar la viabilidad,
sonstenibilidad y rentabilidad de los anillos de la esperanza, apoyado por la Fundación San
Lorenzo, la Federación y FUNDES, todas las beneficiarias recibieron capacitación técnica
y administrativa acerca del manejo del taller para hacerlo más productivo a partir de la
reducción de costos y del trabajo en equipo. En esta capacitación también aprendieron
acerca de la formación de una cooperativa y el cooperativismo, ya que ellas se encuentran
60
en este proceso, no obstante la mayoría concordaron en que “entendieron muy poco acerca
de estos procesos”.
Contradictoriamente a pesar de que hoy cuentan con un trabajo estable y que reciben un
salario mínimo, resulta interesante observar el hecho de que la totalidad de las beneficiarias
afirman que no tienen mucho tiempo para dedicar al hogar ni a sí mismas, debido a que
tienen que cumplir con una jornada laboral, y el poco tiempo que permanecen en su hogar
lo dedican hecer las tareas domésticas de la casa.
5.2 Resultados: Empoderamiento de las mujeres 5
Para analizar si estas mujeres beneficiarias han logrado empoderarse a través del programa
“Anillos de la Esperanza”, se mencionaron anteriormente los indicadores de
empoderamiento. Estos indicadores reflejan sus logros, a partir de cómo se diferencian
entre ese “antes” de pertenecer al programa y el “ahora” que son beneficiarias de los
“Anillos de la Esperanza”. Estos beneficios alcanzados demuestran los cambios que han
tenido estas mujeres a nivel personal, familiar, empresarial, y organizacional; influyendo
estos cambios tanto en su condición como en su posición, superándose así en el ámbito
5 Los indicadores utilizados se basan en el documento Gestión empresarial con enfoque de género. Informe final de evaluación, Oficina Internacional del Trabajo OIT, Proyecto USDOL, que utiliza la “Metodología PROFEM”.
61
doméstico y tratando de superarse a su vez en un ámbito más complejo que es el ámbito
público.
Empoderamiento Personal:
El primer aspecto a evaluar en cuanto al impacto producido por el programa, es aquel que
se refiere directamente a las mujeres beneficiarias, que tiene que ver con el
empoderamiento personal. Para Rowlands (1998) La dimensión personal está compuesta
por la capacidad del individuo de realizar acciones para el cambio, la identidad y la
compresión de su condición de opresión para alcanzar el empoderamiento y el desarrollo
del sentido del ser y la confianza. En tal sentido, el concepto de empoderamiento personal
se refiere a lo que se ha denominado “poder desde dentro”
Para evaluar el desarrollo del poder desde dentro, se utilizaron tres indicadores y la
información se recogió a partir de estas tres preguntas:
1. ¿Cree usted que expresa con mayor facilidad sus ideas en público y su voz es
más escuchada?
2. ¿Dispone usted de nuevos espacios o tiempos propios en forma individual o en
grupo?
3. ¿Cuenta usted con más capacidad para tomar decisiones sobre su salud y su
bienestar?
Con respecto a la pregunta de hablar en público, el 100% de las beneficiarias respondió
positivamente “Al principio uno le daba miedo hablar, ahora a uno no le da nervios”
(Hercilia). El hablar frente a otras personas les ha permitido darse cuenta que cuentan con
62
voz propia, por lo tanto le han perdido el temor a opinar y a expresarse con total
independencia. Esto se debe en gran parte al ambiente participativo que se vive en el taller
de papel, donde cada una de las ideas de las beneficiarias es tenida en cuenta.
El empoderamiento personal desde esta dimensión las ha encaminado a comprender lo que
significa ser respetadas tanto en sus acciones como en sus decisiones. Ser escuchadas, que
sean tomadas en cuenta, tener la oportunidad de asistir y decir sus puntos de vista en las
reuniones y en las capacitaciones, las ha llevado a comprender lo que es estar empoderadas
desde el ámbito personal.
Por otro lado, en la segunda pregunta que se refería a la disposición de nuevos espacios
para ellas, el resultado fue totalmente opuesto, ya que todas coincidieron en señalar que no
poseen los suficientes espacios ni para sí mismas ni para compartir con sus hijos. La
mayoría se expresó de esta forma: “Uno tienen poquito tiempo, uno se levanta a las 5:30
hace desayuno y almuerzo, sale a las 7:30 para el taller, regresa al medio día calienta el
almuerzo, regresa uno al taller a las 2:30 hasta las 5:00. A esta hora llega uno a la casa
hacer otros oficios y uno se tiene que ir a dormir temprano, para madrugar al día
siguiente, por lo que uno comparte poco con los hijos”.
Aunque con respecto al punto anterior, ellas por iniciativa propia propusieron a las
fundadoras de la Fundación, que el sábado sólo se trabaje media jornada, para tener más
tiempo para ellas y para su hogar. Acción que demuestra también la toma de decisiones en
grupo y la pérdida de miedo al expresarse y comunicar sus puntos de vistas.
63
Si bien estas mujeres expresan que no tienen nuevos espacios para sí mismas, hay que
tomar en cuenta que el hecho de trabajar fuera del hogar las ocupa en actividades diferentes
a las de cocinar y limpiar su casa, por lo tanto en este espacio de trabajo donde ellas
también se toman sus descansos a media mañana para comer algo y charlar sobre sus cosas
de mujeres, se identificaría como un espacio de ellas.
La última pregunta relacionada con la dimensión personal, mide el grado de auto-cuidado
de las mujeres, como expresión de su autoestima, un alto porcentaje (90%) respondió de
forma positiva. Lo que demuestra el mejoramiento en el ámbito personal debido a su
participación en el programa.
En último lugar ellas mismas han hecho referencia a los cambios que han notado con
respecto a su posición como personas y como mujeres. Ellas se sienten más seguras de si
mismas al momento de expresarse, lo que se traduce en mayor seguridad y mejor
desenvolvimiento. Al mismo tiempo, como han adquirido conocimientos extras a partir de
las capacitaciones, sienten más libertad y autonomía para expresar lo que piensan y sienten
sin temor a equivocarse.
Mediante las entrevistas y encuestas se ha podido constatar que lo que se ha logrado a nivel
personal ha sido significativo, ya que son mujeres que están en la búsqueda constante de
mejorar su posición, lo que les ha permitido tener una mayor autoestima y confianza en
ellas. Asimismo el fortalecimiento de este poder “desde dentro” les ha concedido que ellas
64
hayan ganado reconocimiento de sí mismas, por lo que hoy en día no sólo se perciben como
madres y esposas, si no como mujeres autónomas con derechos.
El empoderamiento desde dentro es una dimensión indispensable para desarrollar, las
demás dimensiones de este proceso de empoderamiento integral. Por lo que este
fortalecimiento interno es más un proceso que un resultado, que presenta sus efectos en las
demás dimensiones del empoderamiento.
Empoderamiento de las relaciones familiares:
El siguiente nivel de empoderamiento, es aquel que se refiere a las relaciones cercanas,
centrándose básicamente en las relaciones familiares. Se trata de aquel poder que
desarrollan las mujeres para negociar, comunicar y defender sus derechos, en las relaciones
más directas y cotidianas. Este empoderamiento es la expresión más inmediata del poder
desde dentro.
Rowlands (1998) establece que este empoderamiento familiar, es consecuencia inevitable
de la sinergia entre las dimensiones personal y colectiva, y señala que es el área más difícil
de cambiar debido a las resistencias que provocan en las parejas las expectativas de
cambios en el comportamiento de las mujeres.
Para medir el impacto del programa en este ámbito de la vida de las beneficiarias, se les
hicieron dos preguntas, que definían los dos indicadores que recogían los aspectos más
directos y centrales del empoderamiento en el hogar. Las preguntas son:
65
1. ¿la vinculación al programa la motivó a distribuir tareas en el hogar que antes usted
asumía?
2. ¿La vinculación al programa le permite contar con mayor reconocimiento de los
demás miembros del hogar?
De las 10 mujeres entrevistadas, el 80% respondieron positivamente la primera pregunta, y
un 90% a la segunda pregunta. La voz de las mujeres entrevistadas revela que ha habido
cambios sustanciales en las relaciones con su pareja e hijos a partir de su participación en la
elaboración de los anillos.
El indicador que describe la distribución de tareas en el hogar, más que un simple ejercicio
de nivelar el trabajo doméstico entre los miembros del hogar, se convierte en una
complicada negociación donde se ponen en juego las costumbres e identidades. Ya que en
la mayoría de casos el hombre de la casa no estaba acostumbrado a ayudar a las tareas
domésticas por que su mujer se encargaba de estas. Pero la recarga de trabajo, por las horas
dedicadas a trabajar en el taller y las horas dedicadas a las labores del hogar, llevó a que la
mayoría redistribuyeran las funciones en su casa. Lo que las lleva a un proceso de
empoderamiento tanto en el aspecto familiar como en el personal.
Como resultado del proceso anterior ahora las mujeres en la familia son apoyadas por sus
esposos e hijos. Un claro ejemplo es que sus compañeros o esposos han cambiado su
comportamiento y hoy las ayudan en la educación, cuidado, crianza y sostén de los hijos.
Con el cambio de conducta de sus esposos, a la vez se ha logrado repartir del trabajo
66
doméstico, sobretodo en aquellas tareas que se consideran sólo para las mujeres,
“Anteriormente a uno no le ayudaban, pero como uno tiene mucho trabajo le queda
pesado. Por lo que ya el esposo y mi hija mayor ayudan en algunas cosas” (Hercilia). Lo
que manifiesta que de las familias de las beneficiarias se ha obtenido el respeto y
reconocimiento a sus derechos y valoración por el aporte que realizan con sus labores en el
taller y en la casa.
El segundo indicador, que es la valoración y reconocimiento de las mujeres por los demás
miembros del hogar, es un proceso muy relacionado con el indicador anterior y con hacerse
visible por sí mismas. Desde su vinculación al programa, ya las mujeres cuentan con sus
recursos propios, lo que las lleva a tener más autoridad, a distribuir tareas en el hogar y a
ganar el reconocimiento de su familia.
A partir de su vinculación al programa las mujeres han empezado a contribuir
económicamente en el hogar, lo que ha llevado a que ahora en sus familias se tomen las
decisiones en pareja ya sea respecto a los hijos o con respecto a otro tema familiar. Hoy en
día en las familias de estas beneficiarias se habla de igual a igual, lo que ha contribuido a
que ellas se sientan bien en su familia y a que por supuesto sean apoyadas en lo que hacen
por sus hijos y esposos.
Si bien los indicadores en el empoderamiento familiar son altos, aquel pequeño porcentaje
que respondió negativamente, se debe a que es muy difícil cambiar sus relaciones culturales
de género en el hogar en una población básicamente rural y pequeña de Colombia. Por lo
67
que los cambios en las relaciones cercanas, son todavía aspectos a trabajar ya que a nivel
personal, no en todos los casos las mujeres han cambiado su posición o pensamientos con
respecto al hombre.
Empoderamiento empresarial
Este empoderamiento esta relacionado con el “poder para”, es decir con el poder para
hacer, para definir situaciones, para concretar intereses y sentirse más autónomas. Este
poder al igual que los demás, está relacionado con las capacidades y titularidades en el
desarrollo humano de las mujeres, por lo que se considera parte integral del proceso de
empoderamiento junto con el poder desde dentro, los cuales se encuentran separados en
diferentes dimensiones para efectos analíticos.
Los indicadores seleccionados en esta dimensión, son los más relevantes para sus procesos
de empoderamiento como mujeres productivas a partir de la intervención del programa. Las
preguntas que se hicieron para los indicadores de empoderamiento empresarial fueron:
1. ¿Ha valorado su trabajo en la estructura de costos del producto?
2. ¿Ha tomado decisiones más autónomas en la gestión del taller gracias a la
capacitación empresarial?
En cuanto al primer indicador, que se refiere a la valoración del trabajo de las mujeres en
los costos de producción, el 100% de las respuestas fueron positivas. Lo que demuestra que
todas las beneficiarias reconocen su contribución a la generación de valor y riqueza dentro
del taller.
68
Ellas saben que las ganancias que reciben son producto de su trabajo diario. Que es la
elaboración de los anillos y la venta después de estos a FNC, lo que ha permitido el
crecimiento del taller. De igual forma tienen claro que gracias al crecimiento tanto del taller
como de las ganancias, es que han podido mejorar su alimentación, su vivienda, la
educación de sus hijos y en conjunto su calidad de vida.
El segundo indicador no fue tan alto, sino más bien relativamente bajo con respecto al
primero, ya que sólo un 60%, respondió de manera positiva a la pregunta sobre la
capacidad de tomar decisiones autónomas en el taller desde la capacitación. Esto podría ser
debido a lo que habían manifestado anteriormente acerca de la capacitación técnica y
administrativa que recibieron por parte de FUNDES, donde las beneficiarias comentaron
que “entendieron muy poco acerca de estos procesos”. Y curiosamente aquellas que
contestaron afirmativamente a esta pregunta son las mujeres con más tiempo en la
fundación, por lo que su capacidad de tomar decisiones no se esta apoyando en la
capacitación recibida, si no que se esta basando en el tiempo que llevan trabajando en el
taller; ya que a más duración, más conocimientos sobre el funcionamiento del taller y por lo
tanto más capacidad de toma de decisiones.
Lo anterior muestra que al interior del taller hay mujeres con más poder en relación con la
capacidad de hacer las cosas, lo que genera relaciones de subordinación entre las mismas
beneficiarias. Incluso se puede concluir que Cerafina que es la mayor de todas y la que
posee más conocimientos, se siente con mayor poder sobre las demás. Por lo que aquellas
69
que contestaron negativamente a la pregunta sobre la toma de decisiones en el taller,
expresaron sus deseos de ser más poderosas, para tener mayor capacidad de influencia en
las decisiones del taller. Esto muestra deseos de superación y alcanzar sus metas.
En este ámbito empresarial y organizativo, las mujeres han podido desarrollar su liderazgo
al interior del taller, han asumido responsabilidades en la toma de decisiones y lo más
importante es que han fomentado el trabajo en equipo. Y aunque no reconocen el valor de
las capacitaciones, si se refleja el trabajo hecho en estas capacitaciones ya que gracias a
estos espacios de preparación por parte de la consultora, las mujeres han logrado fortalecer
su cultura organizativa.
Empoderamiento Organizacional
Esta dimensión esta relacionada con la organización asociativa, es decir con “el poder con”
que se refiere a la capacidad de actuar en grupo, de trabajar con otros para lograr objetivos
comunes.
Para medir el impacto del programa en esta clase de empoderamiento, se construyeron tres
indicadores, que recogían elementos esenciales de la presencia o no de este aspecto del
empoderamiento de las mujeres. Las preguntas realizadas para este aspecto fueron:
1. ¿Desde su vinculación al programa usted se ha asociado o participado en grupos de
mujeres u otros grupos para el beneficio colectivo?
2. ¿Desde su vinculación al programa usted ha participado en espacios públicos
locales para obtener beneficios para usted o para el programa?
70
3. ¿El programa ha dado un manejo democrático a sus conflictos internos?
Con el primer indicador se demostró que el 70% de las mujeres ha participado en grupos de
mujeres para el beneficio colectivo. Lo que expresa la importancia del trabajo en grupo,
del ejercicio democrático asociativo y la autogestión. Este es un resultado significativo pero
hay que tener en cuenta que esta participación es básicamente con mujeres del mismo taller
de papel, para el beneficio colectivo del taller. Pero en cambio que no hay ninguna clase de
participación de las mujeres en otra clase de grupos para lograr beneficios comunes
diferentes a los de la fábrica.
No obstante lo anterior, es un avance importante ya que se constató la capacidad que tienen
estas mujeres para organizarse y propiciar la participación de todas las trabajadoras del
taller. En busca principalmente del reconocimiento de sus derechos, y de esta forma obtener
beneficios colectivos.
En lo que se refiere al indicador sobre la participación en espacios públicos locales, este
porcentaje fue muy bajo ya que solo dos personas (20%) han participado en actividades
políticas (en las Juntas de acción Comunal), una mujer (10%) en actividades comunitarias
(reuniones en el barrio) y tres (30 %) en actividades religiosas, aclarando que dentro de
estas tres que participan en la iglesia, se encuentra la única que participa en política. Por lo
que se puede concluir que sólo un 50% participa en espacios públicos locales. Pero aquí
hay que traer a colación lo expuesto por Sudarsky, quien sostiene que la vinculación a la
iglesia y a la familia, no contribuyen al capital social porque su carácter es vertical y la
71
afiliación a estas esconde un temor cotidiano y una carencia en la participación en la esfera
de la vida pública. Entonces con esto dicho, sólo un 30% estaría participando en actividades
políticas y comunitarias que son las que contribuyen a la creación de capital social, ya que
la actividad religiosa se descartaría como creadora de capital social.
Lo anterior se debería entonces a que el programa no está fortaleciendo la participación
comunitaria por ejemplo mediante proyectos productivos colectivos, ni fomenta contactos
por decir con las beneficiarias del la política MiPyMe en otras partes del país. En este
sentido el programa debe fomentar la creación de redes sociales entre las beneficiarias y el
resto de la comunidad.
El indicador de participación comunitaria no muestra grandes avances, pero hay que
reconocer un logro del programa en este nivel. Y el logro es que a nivel local, el status de
las mujeres beneficiarias ha ido transformándose en la comunidad de Barichara, ya que en
el presente son diferenciadas entre las demás mujeres del pueblo por ser las “artesanas del
taller de papel de fique”, “las que hacen los Anillos de la Esperanza”, “Las que trabajan
con el ex-presidente Betancur”, o “las que trabajan para FNC”. El hecho de ser más
reconocidas por su comunidad facilitaría en un futuro, que estas mujeres se decidan a
participar en el ámbito político y comunitario, y por consiguiente que abandonen esos
miedos de participar y opinar frente a sus dirigentes, incluso si estos son hombres.
Finalmente, el indicador sobre manejo democrático a sus conflictos internos, el 100% de
las mujeres estuvo de acuerdo en afirmar que la solución de los problemas en el taller era
72
democrática. Este resultado constituye un elemento importante para el empoderamiento
colectivo, ya que tiene que ver con el funcionamiento de la interacción grupal. La salida a
los inconvenientes por vías democráticas, fue facilitada por el carácter participativo que hay
en el taller y porque el proceso de toma de decisiones siempre es colectivo. Así lo
expresaron varias de las beneficiarias: “entre todas tratamos de solucionar los problemas y
buscamos así solucionar las cosas” (Marierla); “entre todas nos ponemos de acuerdo, así
fue cuando distribuimos las tareas” (Hercilia).
La participación de las mujeres en la solución de los conflictos internos ha llevado a la
construcción de relaciones entre ellas más equitativas y respetuosas. Forjándose así su
empoderamiento tanto individual como colectivo, y dejándose atrás esas relaciones de
subordinación que se mencionaban en el punto anterior.
Un ejemplo claro de la toma de decisiones colectivas y solución democrática de las
contrariedades, fue la elaboración de un esquema de trabajo creado no hace más de un mes.
Esta idea nació debido a que a unas siempre les tocaba realizar el trabajo más pesado en el
taller, asimismo a veces unas trabajaban más que otras, y aparte siempre muchas de ellas
hacían la pregunta: ¿y ahora que hago, que me toca hacer?. Por lo que decidieron “entre
todas ponerse de acuerdo para distribuirse tareas y realizar un esquema de trabajo”
(Cerafina). Descrito en la siguiente página:
73
Figura 1. Cronograma de Actividades
El desarrollo del “poder con”, si bien está fortalecido en los aspectos de trabajo en equipo
en el taller, para la búsqueda del beneficio común y en lo que respecta al manejo
democrático a las situaciones en la fábrica, tiene que ser fortalecido a nivel de participación
e interacción con el resto de la comunidad. Ya que como lo sostenía Magdalena León, el
empoderaiento que se centra en la autoestima y la autoconfianza, puede ser una simple
ilusión si no se conecta con las luchas sociales, con las transformaciones de la sociedad,
con las preocupaciones de hacer democracia y cambiar la sociedad.
Por lo que el empoderamiento que crea este programa debe incluir tanto el cambio
individual como la acción colectiva; esto es integrarse en un sentido de proceso con la
comunidad, la cooperación y la solidaridad (León 1997). En ese sentido, la idea del
empoderamiento alcanzado en este programa no se puede reducir al desarrollo de la acción
colectiva aislada y autocentrada de esta comunidad pobre de mujeres, ya que esta
74
desconexión contribuye a que los ciudadanos pobres tengan poco acceso y oportunidad de
intervención sobre los recursos sociales y sobre las decisiones de las instituciones públicas
que afectan su vida.
Sumando todos los resultados obtenidos en los indicadores de empoderamiento, se puede
concluir que las satisfacciones obtenidas a nivel personal, familiar, empresarial y
organizacional, son factores que además de mejorar la calidad de vida de estas mujeres,
contribuyen a que ellas lleven una vida digna basada en el respeto y la equidad.
Igualmente la transformación de sus relaciones familiares y laborales, la defensa de sus
derechos y el reconocimiento por los demás, son logros que incrementan el
empoderamiento de estas mujeres, convirtiéndolas del mismo modo en agentes de cambio
social para su comunidad y la sociedad.
6. Conclusiones
En general se puede concluir que los resultados encontrados, confirman que se están
cumpliendo con algunos de los objetivos planteados por la FNC y por el programa “Anillos
de la Esperanza”. Si se recuerda el objetivo general de MiPyMes cafeteras de FNC es:
“Gestionar el desarrollo de alternativas que complementen el ingreso de las familias
cafeteras, mediante la creación y fortalecimiento de MiPyMes que privilegien la
participación de la mujer rural” y el objetivo general del programa “Anillos de la
Esperanza” que en diferentes palabras trata de decir lo mismo es: “Generar fuentes de
ingresos adicionales para las familias de Barichara, principalmente a través de la mujer,
75
aportando al bienestar y desarrollo regional.”. Entonces se puede decir que desde este
ángulo los resultados muestran que se está cumpliendo a cabalidad con el objetivo general
de la FNC y del programa, ya que a partir de la vinculación de estas mujeres al programa
ellas empezaron a recibir un salario mínimo fijo, incrementándoseles de forma significativa
sus ingresos ya que anteriormente no tenían un salario estable. Lo anterior ha contribuido a
mejorar la calidad de vida de estas mujeres y de su familia.
A nivel de los objetivos específicos de MiPyMes se encontró que se avanzado
significativamente en estos ya que a partir de la implementación del programa se ha
promovido la cultura del emprendimiento en las mujeres del taller, por medio del apoyo a
esta iniciativa que hasta el momento ha visibilizado ser rentable y sostenible. Al mismo
tiempo el programa ha demostrado promover la equidad de género, el empleo y
oportunidades para la población vulnerable y el desarrollo local. Por último entre los
objetivos de MiPyMes esta apoyar la creación y consolidación de MiPyMes cafeteras bajo
esquemas asociativos como estrategia de competitividad, el cumplimiento de este objetivo
está en transición ya que no se ha logrado consolidar la cooperativa como esquema
asociativo.
Si se miran los logros obtenidos a nivel de los objetivos específicamente del programa
“Anillos de la Esperanza”, los resultados no dejan de ser positivos, ya que se esta
Garantizando el trabajo y sustento de las familias afiliadas a la Fundación, promoviéndose
así constantemente la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer.
76
En conjunto este proceso de empoderamiento ha llevado a cambiar a estas mujeres quienes
compartían su situación de estar subordinadas, reprimidas, dominadas y discriminadas por
su condición de ser mujeres pobres. El programa ha impulsado a estas mujeres a
desarrollarse como personas, a satisfacer sus necesidades tanto básicas como humanas a
través se su empoderamiento individual y colectivo.
En las entrevistas, muchas de ellas reconocieron que se sentían excluidas y, muchas veces,
minimizadas por la sociedad. Esta situación origina un sentimiento de inferioridad, de
menosprecio a sus habilidades y de baja autoestima. Pero a través del fortalecimiento de la
autoestima en estas mujeres se ha construido ciudadanía lo que contribuye a la formación
de capital social comunitario.
Tradicionalmente la mujer es relacionada con su rol reproductivo, pero a partir de su
participación en el programa, las beneficiarias han logrado dejar este papel de agentes
pasivos, para empezar a generar ingresos y conocimientos, comenzando a ser reconocidas y
valoradas no solo como esposas y madres sino como sujetos que han adquirido poder de
toda clase. Poder “desde dentro” que les da la fortaleza y la seguridad para expresarse y
opinar, poder “para hacer”, para decidir sobre el futuro y “el poder con” para trabajar en
beneficio de su comunidad.
Por otro lado la posición de la mujer dentro de la familia ha cambiado, ya que la familia la
esta asemejando como fuerza productiva por lo que las reconoce y la valora más, y como
consecuencia las relaciones al interior del hogar han sufrido cambios, en el sentido de
dividir las labores domésticas.
77
En sí este proyecto ha empoderado a estas mujeres, desde el mismo instante que han tenido
acceso a los recursos. Por tal la importancia del apoyo económico de la FNC, ya que si bien
esto influye directamente en los logros de las mujeres, de igual forma se relaciona
indirectamente con la concepción de la FNC sobre lo que significa el desarrollo rural de
estas mujeres.
Con el aumento en los ingresos de estas mujeres no solo se ha conseguido mejorar la
calidad de vida de estas mujeres y de su familia sino que se ha conseguido mejorar su
condición y posición. El dinero es instrumento de poder y por lo tanto sirve como
instrumento de subordinación, así que a través de éste las mujeres han podido llevar
prácticas de autonomía e independencia en la mayoría de casos.
Este proceso que se ha llevado en el taller ha sido fortalecedor ya que ha desplegado entre
las beneficiarias los poderes: con, para, y desde dentro. De esta manera les ha permitido a
las mujeres progresar en su proceso de empoderamiento, pero aclarando que no todas las
mujeres en el taller están de la misma forma y totalmente empoderadas. Ya que el
empoderamiento es un proceso disparejo y personal que depende tanto del proceso de cada
una como de la educación que haya recibido. Ejemplificado lo anterior por las relaciones de
poder que existen al interior del taller, lo que lleva a que unas sean más participativas que
otras y como resultado la información, el conocimiento y la experiencia se concentran en
algunas. Esto se ve reflejado en el poder de las beneficiarias antiguas sobre las más
recientes.
78
A través del programa se ha promovido el empoderamiento personal, familiar, empresarial
y organizativo, entrando en un proceso de concientización de sus derechos y deberes. Este
proceso indica que están en una constante lucha por su posición y condición de género. Ha
habido un cambio evidente, ya que las mujeres han transitado de ser objetos a ser
protagonistas, de estar despoderizadas a estar empoderada, cambiando así la relación con
respecto a sus compañeros y su comunidad. El programa ha empoderado a sus beneficiarias
como sujetos de derechos, lo que contribuye a la formación de capital social.
Aunque queda un largo camino por recorre y superar, El programa “Anillos de la
Esperanza”, ha avanzado mucho en su proceso de empoderamiento personal y familiar,
pero se hace visible la falta de trabajo desde el área de empoderamiento empresarial y
organizacional. Ya que si bien las mujeres beneficiarias se encuentran en un proceso de
empoderamiento personal y familiar, cabe señalar, que según Rowlands, el
empoderamiento debe darse en todas las dimensiones descritas y no solamente en una de
las dimensiones como condición para generar empoderamiento.
Todavía existen limitaciones tales como: la pobreza, la censura, la falta de apoyo de los
compañeros y/o esposos, para que estas mujeres sigan en el camino del empoderamiento.
Pero estas barreras pueden ser derribadas, si este proceso de empoderamiento de las
mujeres es acompañado de educación para los hombres, ya que no son muchos los avances
si sólo son las mujeres las que experimentan los cambios en su vida mientras que sus
esposos y compañeros se quedan rezagados en el tema. Lo que ha mostrado que si bien las
mujeres de este programa han manifestado su capacidad de cambiar y de decidir por si
79
mismas, no obstante los retos que enfrentan para combatir las desigualdades sociales y de
género son aún muy grandes.
Recomendaciones
Se mencionó anteriormente que se va a aprovechar la experiencia adquirida en Barichara,
para establecer nuevas plantas de producción en otras regiones fiqueras del país,
especialmente en los departamentos de Cauca y Nariño. Por lo que se hace relevante
mencionar algunas lecciones y recomendaciones, para que sean implementadas tanto en el
taller de Barichara como en las nuevas plantas.
• La evaluación y los seguimientos desde la perspectiva de género, debe ser una
práctica cotidiana, donde se incorpore el empoderamiento como un indicador de
cambio de las mujeres beneficiarias. Para así mejorar el impacto del programa a
favor del empoderamiento de las mujeres y la autonomía del manejo del taller.
• Llevando a cabo las evaluaciones periódicas y haciendo investigaciones más a
menudo, se podría avanzar significativamente en el diseño de programas para los
demás departamentos, que se ajusten conforme a la realidad de las mujeres rurales.
• Desarrollar metodologías e indicadores acorde a las particularidades del contexto de
tal forma que se pueda dar seguimiento a los resultados esperados del programa.
Indicadores que permitan evaluar los alcances tanto en la construcción de relaciones
equitativas, como valorar también los logros alcanzados a nivel de la acción
80
colectiva, que en últimas es lo que conlleva a generar procesos de desarrollo local y
a la creación de capital social comunitario.
• Incrementar la participación de las beneficiarias en el ámbito local y comunitario, a
través del reconocimiento de estas mujeres como actores sociales que son capaces
de participar activamente y de realizar propuestas. De esta forma las mujeres del
programa aportarían a la construcción de formas de vida democráticas, en la
búsqueda de complementar los alcances de la democracia representativa, con los
beneficios de la democracia deliberativa y participativa.
• El empoderamiento alcanzado en este programa se debe vincular a la acción
colectiva, a la vez que conectarse con lucha sociales, con las transformaciones de la
sociedad, con las preocupaciones de hacer democracia y cambiar la sociedad. Para
que de esta forma estas ciudadanas tengan acceso y oportunidad de intervención
sobre los recursos sociales y sobre las decisiones de las instituciones públicas que
afectan su vida.
• Las capacitaciones deben ser más acordes con el medio y condiciones de estas
mujeres rurales; para que así las capacitaciones se conviertan en una herramienta
efectiva para el aprendizaje de estas mujeres y no en un instrumento que aporte
poco, como en el caso de la última capacitación brindada a las beneficiarias.
81
• En este proceso de empoderamiento se debe vincular a los hombres, buscando así
que las relaciones de géneros sean más equitativas.
• Por último se recomienda avanzar en la consolidación de la cooperativa, para que de
esta forma sean las mismas beneficiarias quienes manejen el taller y se movilicen en
torno a sus propios intereses.
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http://web.worldbank.org;
www.socius.es
8. Anexos
Anexo 1.Tabla: Operacionalización, “Empoderamiento”
Variable Dimensión Indicadores Pregunta:
entrevista
Empoderamiento Personal 1.Hablar en público 2.Disponibilidad de nuevos espacios para sí mismas 3. Decisiones de salud y bienestar
1. ¿Cree usted que expresa con mayor facilidad sus ideas en público y su voz es más escuchada? 2. ¿Dispone usted de nuevos espacios o tiempos propios en forma individual o en grupos? 3. ¿Cuenta usted con mayor
86
(auto-cuidado) capacidad para tomar decisiones sobre su salud y su bienestar?
Empoderamiento Relaciones
familiares 1.Distribucción de tareas en el hogar 2.Reconocimiento de las mujeres por otros miembros del hogar
1. ¿La vinculación al programa la motivó a distribuir tareas en el hogar que antes usted asumía? 2. ¿la vinculación al programa le permite contar con mayor reconocimiento de los demás miembros del hogar?
Empoderamiento Empresarial 1.Valoración del
trabajo de las mujeres en los costos de producción 2. Capacidad para tomar decisiones de inversión.
1. ¿Ha valorado su trabajo en la estructura de costos del producto? 2. ¿Ha tomado usted decisiones más autónomas en la gestión del taller gracias a la capacitación recibida?
Empoderamiento Organizacional 1. Fortalecimiento
de proyectos 2. Participación en espacios públicos
1. ¿Desde su vinculación al programa usted se ha asociado o participado en grupos de mujeres u otros grupos para el beneficio colectivo? 2. ¿Desde su vinculación al
87
3. Manejo democrático de conflictos.
programa usted ha participado en espacios públicos locales para obtener beneficios para usted o para el programa? 3. ¿El programa ha dado un manejo democrático a sus conflictos internos?
Anexo 2 : Gráficas
Gráficas: Características sócio-demográficas
edad de las mujeres
0%
30%
40%
20%
10%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
menor de 15años
15 a 29 30 a 39 40 a 49 50 años omás
Años
Porc
entaj
e
Estado civil
60%
0%
20%
0%
20%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
casada divorciada viuda soltera unión libre
Estado civil
Porc
enta
je
88
Rol Genérico
20%
80%
0% 0%0%
20%40%60%80%
100%
Jefe de hogar esposa ymadre
hija y madre hija y soltera
Rol Genérico
Po
rce
nta
jeEstudios
0% 0%
20% 20%
30% 30%
0%0%5%
10%15%20%25%30%35%
Ning
uno
pree
scol
ar
prim
aria
inco
mpl
eta
prim
eria
com
plet
a
bach
illera
toin
com
plet
o
bach
illera
toco
mpl
eto
univ
ersi
dad
Nivel
Porc
enta
je
Sustento de la familia
0%
30%
70%
0% 0%0%
10%20%30%40%50%60%70%80%
espo
so/pa
reja
usted
usted
y su
parej
a
ayud
a soc
iahij
os
Sustento de la familia
porc
enta
je
Número de hijos
0%
60%
40%
0%0%
10%20%30%40%50%60%70%
sin hijos 1 a 2 hijos 3 a 5 hijos 6 o más hijos
# d e hi jo s
Edad que se inician en el trabajo
20%
80%
0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%
menos de 10 años de 10 a 14 años
edad
po
rcen
taje
Edad a la que inician a trabajar el fique
10% 10%20%
50%
10%0%
0%10%20%30%40%50%60%
menos de 10años
de 10 a 14años
15 a 19 años 20 a 29 años 30 a 39 años 40 años omás
edad
porc
enta
je
años que lleva en la Fundación San Lorenzo
10%
0%
20% 20%
50%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
menos de 6meses
de 6 mesesa 1 año
entre 1 y 3años
5 años 7 años omás
tiempo
porc
enta
je
Años que lleva en el programa "Anillos de la Esperanza"
10%20%
70%
0%10%20%
30%40%50%60%
70%80%
Menos de 6meses
entre 1 y 2años
más de 2 años
Años
Porc
enta
je
89
Ingreso antes del programa
20%
80%
0% 0%0%
10%20%30%40%50%60%70%80%90%
no tenía entre $100.000y $200.000
entre $200.000y $300.000
Más de$400.000
pesos
po
rcen
taje
Salario actual
100%
0% 20% 40% 60% 80% 100% 120%
Igual o mayor a$462.000
Peso
s
Porcentaje
Participación en Actividades
20%
10%
0% 0%
30%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Política comunitaria educativa ambiental religiosa
Actividades
Por
cent
aje
Gráficas empoderamiento:
Figura 6. Empoderamiento personal
100%
0%0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
si no
expresa con mayor facilidad sus ideas en pública y su voz es más escuchada
Porc
enta
je
Figura 7. Empoderamiento personal
0%
100%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
si no
Dispone de nuevos espacios o tiempos propios
Porc
enta
je
90
Figura 8. Empoderamiento personal
90%
10%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
si no
mayor capacidad para tomar decisiones sobre su salud y su bienestar
porce
ntaje
Figura 9. Empoderamiento familiar
80%
20%
0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%
si no
Distribucción de las tareas en el hogar
Por
cent
aje
Figura 10. Empoderamiento familiar
90%
10%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
si no
Existe mayor reconocimiento de los démas miembros del hogar
Por
cent
aje
Figura 11. Empoderamiento empresarial
100%
0%0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
si no
Valora su trabajo en la estructura de costos del producto
Por
cent
aje
Figura 12. Empoderamiento empresarial
60%
40%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
si no
Toma decisiones autonómas despues de la capacitación
Por
cent
aje
Figura 13. Empoderamiento organizacional
70%
30%
0%10%20%30%40%50%60%70%80%
si no
se ha asociado o participado en grupos de mujeres u otros para el beneficio colectivo
Por
cen
taje
Figura 14. Empoderamiento organizacional
100%
0%0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
si no
Hay manejo democrático a los conflictos internos
Po
rcen
taje
91
Figura 15. Empoderamiento organizacional
50% 50%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
si no
Ha participado en espacios públicos locales
Po
rcen
taje
Figura 16. Participación en Actividades
20%
10%
0% 0%
30%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
Política comunitaria educativa ambiental religiosa
Clase de actividades
Por
cent
aje
Anexo 3: Fotos
Foto 1: Beneficiarias con el ex-presidente Belisario Betancur
Foto 2: Varias de las beneficiarias.
92
Foto 3: “Cerafina”, jefe de personal
Foto 4: Algunas de las beneficiarias con el fique
93
Foto 5: Taller de papel de Fique
Foto 6: Beneficiaria trabajando en el taller Anexo 4: Protocolo de la Encuesta a las mujeres beneficiarias del programa 1. Datos Personales:
94
- Lugar de nacimiento: ______________________ - Edad: 1. menor de 15 años 2. 15 a 29 3. 30 a 39 4. 40 a 49 5. 50 años o más - Estado civil: 1. Casada 2. Divorciada 3. Viuda 4. Soltera - Rol Genérico: 1. Jefa de hogar 2. Esposa y madre 3. Hija y madre 4.Hija y soltera - Estudios: 1. Ninguno 2. Preescolar 3. Primaria incompleta 4. Primaria completa 5. Bachillerato incompleto 6. Bachillerato completo 7. Universidad 2. Características de los hogares de las trabajadoras entrevistadas: - Integrantes del hogar: 1. Hijos 2. Hijos y compañero 3. Sola 4. Otros familiares 5.hijos y otros familiares 6.hijos, compañero y otros familiares 7.compañero y otro familiar 8. compañero - Quienes sustentan la familia: 1. Esposo/pareja 2. Usted 3. Usted y su pareja 4. Ayuda social 5. Hijos 6. Otros - Número de hijos: 1. sin hijos 2. 1 a 2 hijos 3. 3 a 5 hijos 4. 6 o más hijos - Expectativas sobre el futuro de los hijos: 1. Estudiar 2. Sólo trabajar 3. Que las mujeres se casen 4. Que sean personas de bien 5. Lo que les guste 6. Otros 3. Historia laboral de las beneficiarias encuestadas: - Edad en que se inicia en el trabajo: 1. menos de 10 años 2. De 10 a 14 años 3. 15 a 19 años 4. 20 a 29 años 5. 30 a 39 años 6. 40 y más años - Edad a la que inician a trabajar el fique: 1. menos de 10 años 2. De 10 a 14 años 3. 15 a 19 años 4. 20 a 29 años 5. 30 a 39 años 6. 40 y más años -Hace cuanto pertenece al programa “Anillos de las esperanza”: 1. Menos de 6 meses 2. De 6 meses a 1 año 3. Entre 1 y 2 años 4. Más de 2 años. -ingresos antes de entrar al programa: 1. No tenía 2. Entre $100.000 y $200.000 3.Entre $200.000 y $300.000 4. Más de $400.000 - Ingresos que recibe del programa: 1. No recibe 2. Entre $100.000 y $200.000 3.Entre $200.000 y $300.000 4. Igual o mayor a $ 462.500 - En qué básicamente utiliza su salario: 1. Alimentación 2. Vestimenta 3 .vivienda 4. Educación 5. Recreación 6. Otros -En promedio cuántas horas diarias dedica a trabajar: 1. Menos de 4 horas 2. De 4 a 6 horas 3. Igual o más a 8 horas -En promedio cuántas horas dedica al hogar: 1. Menos de 4 horas 2. De 4 a 6 horas 3. Igual o más a 8 horas
95
- ¿Ha recibido alguna clase de capacitación? 1. Administrativa 2. Técnica 3. Género 4.Otra ¿cuál? - ¿Tiene seguridad social? 1. Si 2. No - Participación en actividades: 1.Política 2. Comunitaria 3.Educativa 4. Ambiental 5. Religiosa 6. Otro . ¿Cuál? ______ Anexo 5: A la vez que se hicieron encuestas y entrevistas se aplico el método de GRUPO FOCAL, donde se plantearon preguntas abiertas, los puntos en que se profundizaron fueron los siguientes:
• Antes de integrarse al programa
*¿Cómo se sentía?
- En general respecto al trabajo y los ingresos (tuviera o no trabajo e ingresos)
-Con las redes que tenía; ¿cuáles eran?
-En relación con su familia, respecto al trabajo y a los ingresos
-En relación a sus amigos
-En su rol social ¿qué espacios tenía?
- Elaboración de proyectos personales
-Su Confianza
-Su Autoestima
-Su Organización y participación comunitaria
-Su Cultura empresarial
-En la Equidad de Género
• Durante el programa
* ¿Cómo se siente?
- En todos los puntos anteriores
-Ha notado cambios ¿Cuáles?
-¿Cómo valora el programa?
Anexo 6: Entrevistas realizadas
Nombre Cargo Organización
96
Beatriz Betancur Fundadora del programa Fundación San lorenzo
Gloria Correa Fundadora del programa Fundación San Lorenzo Jeronimo Rodriguez Asistente Gerencia Técnica FNC
Cerafina Sanchéz Jefe de personal Taller de papel donde se
realizan los “Anillos de la Esperanza”
Henry Borqéz Rector Instituto Aquiles Parra Barichara
Adela Carreño Directora Cooperativa COOMULSEB Barichara Integrantes del programa Beneficiarias “ Anillos de la Esperanza” Anexo 7:
CAPÍTULO I: ESTATUTOS COOPERATIVA DE PAPEL DE FIBRA
NATURAL SAN LORENZO“COOPAPEL SAN LORENZO”
DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 1. NATURALEZA JURÍDICA Y DENOMINACIÓN SOCIAL. En virtud del presente acuerdo cooperativo, los Asociados fundadores dan vida jurídica a una empresa asociativa sin ánimo de lucro, de derecho privado, de responsabilidad limitada, con fines de interés social y con un número de Asociados y patrimonio variable e ilimitado, que se denominará: COOPERATIVA DE PAPEL DE FIBRA NATURAL SAN LORENZO “COOPAPEL SAN LORENZO” En razón de su naturaleza, COOPAPEL SAN LORENZO será una Cooperativa de Trabajo Asociado dedicada a la producción y comercialización y sus actividades serán organizadas en secciones independientes mediante concurrencia de servicios en una sola entidad jurídica.
ARTÍCULO 2. DOMICILIO Y ÁMBITO TERRITORIAL DE OPERACIONES. El domicilio principal de la Cooperativa será en Barichara, Departamento de Santander, República de Colombia, pudiendo desplazar sus actividades a cualquier región del territorio nacional, y establecer sucursales y agencias, cuando
97
así lo determine el Consejo de Administración. ARTÍCULO 3. DURACIÓN DE LA COOPERATIVA. La duración de la Cooperativa es indefinida, pero puede disolverse y liquidarse en cualquier momento, en los casos, en forma y términos previstos por la ley y el presente estatuto. ARTÍCULO 4. PRINCIPIOS COOPERATIVOS. Las actividades sociales y económicas de la Cooperativa se regulan por los principios universales del cooperativismo aprobados por la Alianza Cooperativa Internacional, manteniendo en aplicación métodos concordantes con los mismos consagrados en la legislación Cooperativa así: 1. Adhesión voluntaria y abierta. 2. Gestión democrática por parte de los Asociados. 3. Participación económica de los Asociados. 4. Autonomía e independencia. 5. Educación, formación e información. 6. Cooperación entre Cooperativas y demás entidades del sector. 7. Interés por la comunidad. Anexo 8:
ACUERDO NACIONAL POR LA EQUIDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES
Consejería Presidencial Para la Equidad de la Mujer Con el Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres estamos dando un paso importante hacia la construcción de una sociedad más humana y justa, creando las condiciones para lograr un desarrollo social pleno.
I.-ANTECEDENTES La Consejería Presidencial Para la Equidad de la Mujer instancia gubernamental cuya creación respondió al pedido de las organizaciones de mujeres, a los requerimientos internacionales y a la decisión del Estado Colombiano, tiene el compromiso de impulsar la participación de la mujer en un marco de equidad y bajo una estrategia que garantice su total inclusión en la dinámica social, para lo cual ha trazado una política para la Equidad de la Mujer. Con el fin de ejecutar la política, la Consejería ha venido coordinando un proceso de concertación con ministerios y demás entidades públicas, para articular la dimensión de género en los programas, proyectos y presupuestos, dentro de las estrategias y programas contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo y para definir el marco de colaboración y cooperación con las Ramas Judicial y Legislativa, el cual se concreta hoy, 14 de octubre de 2003, con la Firma del Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres
98
El Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres constituye el andamiaje necesario para avanzar en un proceso de transformación cultural e institucional que propicie las condiciones requeridas para un desarrollo en equidad, sin discriminación y con oportunidades. Las entidades y órganos firmantes, de conformidad con los mandatos de la Constitución Política y el Plan Nacional de Desarrollo y,
II. CONSIDERANDO Que los mandatos Constitucionales y los convenios internacionales suscritos por Colombia son de obligatorio cumplimiento en toda la Nación y, por consiguiente, vinculan a todas las entidades públicas y órganos del Poder Público. Que la Constitución Política en su artículo 13 consagra que “el Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de los grupos discriminados o marginados”. Que uno de los pilares fundamentales del Plan Nacional de Desarrollo es la Equidad Social la cual se potencia con la Equidad de Género. Que el enfoque de género como paradigma de análisis social y como método de identificación y corrección de desigualdades, debe ser un eje transversal de las políticas de equidad y una estrategia para la transformación del ejercicio institucional al momento de abordar los problemas sociales. Que el “Plan Nacional de Desarrollo 2003-2006- Hacia un Estado Comunitario” determinó:
10. Mujeres constructoras de Paz y Desarrollo “En desarrollo de la Constitución Nacional, en cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos por Colombia y, con el propósito de impulsar el desarrollo con equidad de género e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, el Gobierno Nacional adelantará la política para las mujeres. Esta se hará a través de la Consejería Presidencial Para la Equidad de la Mujer, la cual coordinará un proceso de concertación con Ministerios y demás entidades públicas, para articular la dimensión de género en sus programas, proyectos y presupuestos, dentro del marco de las estrategias y programas contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo. “Se formulará un Plan de Igualdad y equidad en las oportunidades entre mujeres y hombres. .........................”
Que la Ley 823 del 10 de julio de 2003, establece un marco institucional ,para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades de las mujeres en los ámbitos público y privado, compromete a todas las instancias del Estado a nivel nacional y territorial y ordena incorporar las políticas y acciones de equidad de género e igualdad de oportunidades en todas las instancias y acciones del estado.
Que las políticas de equidad (a) parten de identificar las diferencias de origen que existen entre hombres y mujeres, tanto en materia de oportunidades como de resultados; (b) son estrategias diseñadas con el objeto de corregir los desequilibrios que, en cuanto a las relaciones y oportunidades de desarrollo, se pueden producir entre las personas por razón de su pertenencia a uno u otro sexo o a la diversidad étnica y cultural, ya sea en las familias, en las comunidades rurales y urbanas, en los espacios educativos, en el mercado laboral o en las organizaciones del ámbito económico político; (c) requieren del concurso de las diferentes ramas del Poder público porque se dirigen a procurar -mediante normas jurídicas, programas de servicios o acciones afirmativas en diferentes campos- una situación de verdadera justicia, que compense o modere las
99
desigualdades de las personas y que asegure, a través de acciones deliberadas, una igualdad de derechos y condiciones de oportunidad para todas y todos.
III. ACUERDAN Primero.- Suscribir el Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres el cual constituye el compromiso del Gobierno Nacional y de las Ramas Legislativa y Judicial, de realizar y concretar el objetivo de potenciar el papel de las mujeres mediante su participación, en condiciones de igualdad con los hombres, en todas las esferas de la sociedad, y la eliminación de todas las formas de discriminación en su contra, a fin de alcanzar un desarrollo humano con calidad y equidad. Segundo.- Apoyar a la Consejería Presidencial para la equidad de la Mujer en la consolidación de una Política de Estado para la Equidad de Género y en la suscripción de Acuerdos que resulten de las mesas de trabajo que se adelanten con ese propósito. Tercero.- Los firmantes se comprometen de conformidad con la ley y las normas del Estatuto Orgánico del Presupuesto Nacional a contar con un programa de institucionalización de la perspectiva de género, que establezca metas específicas y cuantificables para el corto, mediano y largo plazo. Cuarto.- Adelantar las tareas que conlleven al cumplimiento de los compromisos adquiridos bajo las premisas establecidas en la Política Nacional “Mujeres Constructoras de Paz y Desarrollo” que definió como líneas estratégicas las siguientes: a) Estructurar una política nacional para la equidad de la mujer. b) Transversalizar la política introduciendo la dimensión de género como eje conductor en los
planes, programas, proyectos y mecanismos de trabajo de la Administración Pública. c) La construcción de mecanismos de concertación, coordinación y cooperación a fin de
introducir líneas de trabajo desde una perspectiva de género en las diferentes ramas y órganos del Poder Público, respetando las funciones atribuidas a cada uno de ellos.
d) La participación de la sociedad civil en los procesos de evaluación de las políticas públicas que se adopten a favor de las mujeres.
e) La atención a grupos en condiciones de vulnerabilidad. f) La promoción de los valores en la familia, en un marco de respeto a la diversidad de la nación
colombiana. Quinto.- Orientar los programas y acciones que deriven de este Acuerdo, según los objetivos que se establecen para cada una de las áreas de la Política que adelanta la Consejería, así: a) Area de Empleo y Desarrollo Empresarial. Crear gradualmente oportunidades para que las
mujeres puedan acceder a un empleo digno y remunerado o puedan desarrollar sus actividades empresariales a través de la promoción de medidas de carácter afirmativo, que procuren la eliminación de los diferenciales entre hombres y mujeres en los indicadores del desarrollo.
b) Área de Educación y cultura. Fomentar en todos los espacios de nuestra sociedad una educación para la vida que promueva el aprecio por la diversidad, la tolerancia y el respeto a las diferencias de género de las personas, así como garantizar, con igualdad y equidad, en todos los niveles, tipos y modalidades educativas, atención específica a las niñas y las mujeres, para ampliar su participación y desempeño en todos los campos de la actividad humana con un sentido de justicia, al margen de prejuicios y discriminaciones.
c) Área de Fortalecimiento Institucional. Promover el desarrollo de procesos y políticas públicas sensibles a las diferenciales entre hombres y mujeres, que incluya la capacitación de funcionarios en estos temas.
d) Área de Salud Sexual y Reproductiva y Seguridad en Salud. Eliminar las desigualdades que impiden a las mujeres alcanzar una salud integral.
e) Área de Violencia contra las mujeres. Prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, impulsando un marco jurídico nacional eficiente y acorde con los compromisos
100
internacionales en materia de derechos humanos para las mujeres adultas, jóvenes y niñas, a través del cual se promoverá y garantizará el pleno disfrute de estas normas fundamentales.
f) Área de Participación Política. Garantizar a las mujeres el acceso y la plena participación en las estructuras de poder y la toma de decisiones, en igualdad de condiciones que los hombres.
g) Área de Comunicaciones. Fomentar una imagen de las mujeres equilibrada respetuosa de las diferencias y la eliminación de estereotipos en los medios de comunicación así como en los ámbitos cultural y deportivo.
h) Área de Mujer Rural: Promover un manejo social del campo en el que las mujeres adultas, jóvenes y niñas tengan mayor acceso a la educación, a los recursos, a la propiedad, al poder ,que les permita avanzar en autonomía y mejorar la calidad de vida.
Sexto.- Participar en la Mesa Interinstitucional de Enlaces de Género como mecanismo para el seguimiento de los compromisos establecidos en este Acuerdo, y cuyas responsabilidades serán: a) La planeación, el seguimiento y la evaluación de los compromisos establecidos en este
Acuerdo. b) La planeación, el seguimiento y la evaluación de acciones intersectoriales. c) Elaborar mesas de trabajo que permitan integrar la política a un Presupuesto de la
Nación sensible al género. d) Dar seguimiento a la adecuación de la legislación nacional, de acuerdo con los convenios y
compromisos internacionales ratificados por Colombia en materia de derechos de las mujeres. Séptimo.- Anualmente se presentarán a la Mesa Interinstitucional de Enlaces de Género los informes de avance sectorial, en el marco de los informes de la Consejería Presidencial Para la Equidad de la Mujer y según lo dispuesto en el presente Acuerdo. Octavo.- Las entidades territoriales, las entidades descentralizadas, las universidades, los centros de investigación, las organizaciones no gubernamentales y cualquier otro actor de la sociedad civil organizada podrán adherirse al Acuerdo Nacional por la Equidad entre Mujeres y Hombres. Firman las y los titulares de las siguientes entidades:
Anexo 9:
Pronósticos de la demanda en el mercado nacional
Año 7 Oz 9 Oz 12 Oz suma 2.006 1.231.237 1.314.347 70.957 2.616.541 2.007 2.729.000 2.083.600 671.500 5.484.100 2.008 4.796.207 2.721.953 991.780 8.509.941 2.009 6.287.203 3.396.439 1.497.052 11.180.694 2.010 7.094.430 3.711.798 1.816.879 12.623.107 2.011 9.148.783 4.690.130 2.465.490 16.304.403 2.012 10.639.779 5.364.615 2.970.762 18.975.156
Fuente: Procafecol S.A. Cálculos Progrema MiPyMes. Gerencia
Técnica- FNC
101
Ventas Anuales de Vasos en el Mercado Nacional (2006-2012)
1.231.237 2.729.000
4.796.207 6.287.203
7.094.430
9.148.783 10.639.779
1.314.347 2.083.600 2.721.953
3.396.439 3.711.798 4.690.130
5.364.615
70.957 671.500 991.780 1.816.879 2.465.490 2.970.762 2.616.541
5.484.100
8.509.941
11.180.694 12.623.107
16.304.403
18.975.156
1.497.052 -
2.000.000
4.000.000
6.000.000
8.000.000
10.000.000
12.000.000
14.000.000
16.000.000
18.000.000
20.000.000
2.006 2.007 2.008 2.009 2.010 2.011 2.012
Año
7 Oz 9 Oz 12 Oz Total
Fuente: Procafecol S.A. Cálculos Progrema MiPyMes. Gerencia Técnica-FNC
102
Proyección Ventas Mensuales de Vasos (2006-2012)
-
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1.400.000
1.600.000
1.800.000
2.000.000
ene-
06
jul-0
6
ene-
07
jul-0
7
ene-
08
jul-0
8
ene-
09
jul-0
9
ene-
10
jul-1
0
ene-
11
jul-1
1
ene-
12
jul-1
2
ene-
13
Mes
7 Oz 9 Oz 12 Oz Total Vasos
Fuente: Procafecol S.A. Cálculos Progrema MiPyMes. Gerencia Técnica FNC
103
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