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Mi vida como un clon
UNED Máster Educación y comunicación en Red Didáctica de la Educomunicación
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Cristina Fernández Espinosa Mi vida como un clon
El sistema educativo de hoy no dista tanto del de hace más de un siglo, si
queremos cambiar las cosas, este ha de pasar por cambiar el sistema
educativo y la sociedad al fin y al cabo. Puesto que el Sistema educativo es la
reproducción de la sociedad (Rueda Y. 2000) ““Estamos en el momento de
hackear el sistema, en el buen sentido, de regenerarlo, de renovarlo.
Mi experiencia como clon pasa por recibir una educación cristina (la educación
en poder de la iglesia), de los 3 a los 12 años fueron las monjas las que
inocularon en mi su educación. Durante aquellos años me educaron según los
valores cristianos y aprendí fielmente a escribir, leer, memorizar y “vomitar” lo
aprendido, todo amenizado con las visitas periódicas a la capilla del colegio y
rezar las oraciones todos los días antes de comenzar las clases, disfrazados
de canciones pegadizas.
Una experiencia de clon total y todos vestidos con el uniforme oficial, las niñas
con falda plisada de tablillas, siempre por debajo de la rodilla y un jersey de
pico, todo de un socorrido color azul marino, que según las madres disimulaba
muy bien la suciedad. También el polo blanco, que cambiábamos a diario. Lo
del uniforme estaba claramente justificado para que todos fuéramos iguales y
no existieran diferencias de clase, que generasen envidias o desigualdades
frente a los menos pudientes. Hasta la ropa deportiva era uniformada.
Falda de 3 a 8años Falda de 8 a 12
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A los 12 años cambié de colegio puesto que pertenezco a la primera promoción
en implantar la E.S.O, así que realicé hasta 6 de primaria con las hermanas del
sagrado corazón de las esclavas de María coloquialmente conocida la escuela
como CORMAR, hoy en día ya inexistente.
Las monjas firmaron un convenio con los curas, y de revote que allí acabé, en
la Salle Gràcia, aquel colegio tenia aspecto de prisión. Pasamos de un
ambiente “familiar” sólo los alumnos de A y B, a pabellones abarrotados y
carcelarios, con más de 5 clases por promoción.
En aquella escuela practicaban técnicas un tanto extrañas; en cuarto de la
E.S.O excluían a los alumnos menos cualificados y más problemáticos para
aglutinarlos a todos en una sola clase, los del E. De esa forma se aseguraban
que en el resto de clases se pudiese avanzar en contenidos. Lo que no estaba
escrito en ningún lado pero todos sabíamos era que los alumnos que estaban
en el E, les concederían el título de E.S.O con la condición que no podrían
seguir estudiando. Los del E, no tenían clases, tenían un vigilante y podían
hacer lo que ellos quisieran, sin hacer mucho ruido: leer comics, pasar las
horas, sin deberes, sin educación. Por suerte, yo no caí en el E. Por seguro esa
selección perversa hubiese condicionado de por vida mi devenir profesional.
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En aquel colegio, pese a su aspecto, y extrañas prácticas anteriormente
mencionadas, pude encontrar a docentes implicados y alguno sorprendente
que hoy en día aun recuerdo, por sus “prácticas docentes poco ortodoxas.” Un
docente que ya apuntaba maneras para salirse del sistema.
El nivel de religiosos impartiendo era prácticamente testimonial, ya no tenias
que rezar obligatoriamente antes del comienzo de las clases, al igual que las
misas que se convirtieron en voluntarias.
Llegó la hora del bachillerato y puesto que deseaba realizar la rama de artes
tuve que cambiar de escuela de nuevo, en este caso el destino guiado por mi
amada madre y una novia de mi hermano Toni, me llevó a L’Escola Pía.
Un colegio que su misión dice llevar el mensaje evangélico pero que por mi
trayectoria a mi no me lo pareció tanto, también podría estar dado por la
materia que cursaba, recuerdo que por fin estudiaba alguna materia que me
apasionaba. El número de religiosos en el centro era inexistente, creo había
una capilla pero que jamás pisé, y que por motivos de espacio remodelaron
para darle más metros al salón de actos.
Lo que sí me he podido percatar con los años es que la educación que recibí y
sobre todo a nivel histórico fue claramente manipulada, sólo había estudiado
historia de Cataluña, no había tenido ninguna otra versión de la historia, era la
que marcaban los libros creados por la Generalitat, aquellos que
posteriormente me llevarían a la selectividad, otro gran examen creado por los
Aparatos Ideológicos del Estado (Catalán en este caso). Desde prácticamente
los 12 años la educación la recibí exclusivamente en Catalán, a excepción de la
asignatura de Castellano, cosa que particularmente en mi caso fue positiva, mi
padre de origen Gaditano y mi madre catalana, hizo que mi casa fuera
Castellanoparlante, de ese modo me considero hoy en día totalmente bilingüe.
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Pasé el examen de Selectividad que ya el propio nombre conlleva
explícitamente la criba de los alumnos en la universidad de Bellas Artes un
junio muy caluroso, la gente en el examen de Dibujo artístico de 4 horas de
duración, caía como moscas, desmayos y lipotimias.
Pude escoger si realizar Bellas Artes o Comunicación visual (diseño gráfico).
Recuerdo que esos momentos fueron manipulados por familiares y allegados,
alegando que si realizaba Bellas Artes sería como obtener el carnet del Paro,
los artistas no se gana la vida y era una carrera que antiguamente hacían las
muchachas provenientes de familias pudientes con tal de hacer señoritas
educadas e ilustradas en el arte, y yo no podía realizar esa carrera, no venia de
una familia con posibles. Así que acabé en Diseño gráfico y que gran suerte
tuve.
El primer día al pisar Bau, una escuela universitaria privada de diseño, topé con
una docente llamada Cristina Lavergne que recordaré sus palabras de por vida.
“Bienvenidos a este aula; preparados para desaprender todo lo que habéis
aprendido hasta el momento”. Y así fueron aquellos años en Bau, alucinantes.
(2003-2007). Mano a mano con los maestros en mesas que se comía, pintaba,
pensaba, dibujaba, escribía y sobre todo aprendía, a más puro estilo de la
escuela de Barbiana.
La universidad dependía de la universidad de Vic, pero ofrecía un título propio,
por lo tanto casi inexistente la presencia de los aparatos ideológicos del estado,
docentes pasionales, grandes profesionales…
Posteriormente cuando oficializó el grado en el año (2012) las cosas
cambiaron, los docentes cambiaron y su forma de enseñar también lo hizo.
La Generalitat de nuevo de por medio. Tuvimos que volver a Bau, en mi caso
en 2013, para realizar la retitulación durante un curso lectivo, volvimos a las
aulas para convertir nuestro título propio de la universidad de Vic en un título
oficial, firmado por el Rey y oficial a ojos de la Generalitat. Bau ya no era igual,
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la universidad se había llenado de docentes con título de (Arquitectura o Bellas
artes, incluso alguno de historia o Historia del Arte) haciendo oda al
credencialismo y la meritocracia ya que la Generalitat les obligaba a que
todos los docentes tuvieran un título oficial, y como no existían docentes
titulados en comunicación visual mención en diseño la universidad cambió y no
lo hizo para bien, se institucionalizó y perdió bastante carisma, alma y aquello
que la hizo tan especial. Me siento afortunada de haber conocido Bau en sus
años dorados al margen de las instituciones, AUTENTICA.
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Concluyo por tanto que estamos dentro de un sistema educativo, pensado e
ideado para fabricar clones, de pensamiento, obra y acción, nadie puede
pensar diferente en el sistema o corre el riesgo de quedarse fuera de él.
Althusser, ya se basaba en su ensayo en los clásicos y concretamente en Marx
para afirmar que: “Todos los aparatos ideológicos del estado, sean cuales
fueren, concurren al mismo resultado: La reproducción de las relaciones de
producción, es decir, las relaciones capitalistas de explotación.”
Esta afirmación hace que de nuevo vuelva a revisar los clásicos: Weber, Marx y
Durkhein.
Al leer las palabras de Althusser, “Toma a su cargo a los niños de todas las
clases sociales desde el jardín de infantes, y desde el jardín de infantes les
inculca —con nuevos y viejos métodos, durante muchos años, precisamente
aquellos en los que el niño, atrapado entre el aparato de Estadofamilia y el
aparato de Estado-escuela, es más vulnerable— “habilidades” recubiertas por
la ideología dominante (el idioma, el cálculo, la historia natural, las ciencias, la
literatura) o, más directamente, la ideología dominante en estado puro (moral,
instrucción cívica, filosofía).” Queda claro la clasificación que realiza pertenece
a la teoría de la reproducción, pues Bondieu ya lo explicaba, el Sistema
educativo reproduce el sistema social.
Todos hemos sido parte del sistema y los que estaban “fuera” anhelaban entrar
(Bau). Reproducción, Credencialismo, Meritocracia, Religión, Poder, Estado-
familia, Estado-escuela, son los tags que han marcado mi vida como clon.
Aunque con suerte pude aprender que no todo se resume a un título, que la
formación a lo largo de la vida es imprescindible y que es necesario estar
dentro del sistema para poder cambiarlo y yo voy a empezar por ahí.
¿Quieres seguir siendo un clon que fabrica clones a imagen y semejanza de
los aparatos ideológicos del estado?
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Bibliografía:
·ALTHUSSER, L. (1969). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Buenos
Aires: Nueva Visión
· Blade Runner. Dir. Ridley Scott. Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young,
Edgard James Olmos, Willians J. Anderson, Brion James, Darryl Hannah,
Joanna Cassidy, Joe Turkell. Warner Bros. Pictures, 1982. DVD.
·Bourdieu- Passeron (1981) La reproducción. Barcelona
·Durkheim E (1982). La división social del trabajo. Ediciones Akal 1995
·Marx, K (1891) El capital
·Rueda Y (2000) Innovación ciudadana: inteligencia colectiva. Edición de
Publixed
·V.V.A.A. (1986). Cartas a una maestra, alumnos de la escuela de Barbiana.
Madrid: istmo.
Weber, M (1986). El estamento de los literatos. Madrid
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