mexico y el horror de un crimen de estado
Post on 14-Jun-2015
112 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
MEXICO Y EL HORROR DE UN CRIMEN DE ESTADO
Un pupitre de la Escuela Normal de Ayotzinapa. / SAÚL RUIZ
Protesta en el corazón de México
9-11-2014
Este sábado al anochecer, un día después de que el Gobierno diese por asesinados a los 43 estudiantes de Ayotzinapa
(http://internacional.elpais.com/internacional/2014/11/07/actualidad/1415397033_961306.html), una manifestación recorrió el centro de
México DF hasta el Zócalo, plaza principal de la capital y centro simbólico de la República. Durante el camino la marcha fue ganando
volumen hasta convertirse en una larga columna de miles de personas que acudieron a una convocatoria no partidista impulsada
en una sola jornada a través de redes sociales, y con la indignación
colectiva como resorte.
El transcurso de la manifestación fue pacífico, pero al llegar al Zócalo un grupo de personas se lanzó contra la puerta de madera del viejo
Palacio Nacional, sede de la presidencia del Gobierno, cuyo titular, Enrique Peña Nieto, partió este domingo hacia China en visita oficial,
decisión que le ha traído críticas por la delicada situación que vive su país.
Los jóvenes pintaron la puerta con aerosol, la golpearon a patadas y con vallas, llegaron incluso a intentar quemarla. Por momentos, las
llamas prendían en la madera.
Los manifestantes estuvieron más de una hora cebándose con la puerta sin que hubiese fuerzas de seguridad a la vista. Los guardias
del Palacio Nacional, que son militares, estaban dentro. Solo recibieron la orden de salir cuando la situación llegó a un extremo
insostenible.
Mientras los jóvenes encapuchados embestían la puerta, un coche llegó por un lateral del Palacio y se detuvo. Se bajó un hombre
vestido de civil, con ropa oscura. Miró a los tres guardias que estaban en esa esquina de la sede presidencial y soltó enfurecido:
-¡Qué pendejada es esta!
A paso rápido, caminó por el borde del edificio hasta la caldera de jóvenes fuera de quicio. Pocos segundos después, se pudo ver a ese
mismo hombre corriendo de vuelta, tratando de escapar de ellos. Pero lo alcanzaron, lo tiraron al suelo y empezaron a patearlo ahí
mismo, al pie del palacio presidencial.
En ese preciso instante, apareció medio centenar de guardias por la misma esquina por donde había entrado este hombre, que tal vez era
un oficial, y golpeando sus porras contra los escudos se dirigieron
hacia los agresores, que se retiraron y dejaron tirada a su víctima.
Poco después, cuando las cosas ya estaban bajo cierto control, el hombre se acercó a un grupo de periodistas. Llevaba un lado de la
cara ensangrentado. Los periodistas le preguntaron quién era.
-No soy nadie -respondió. Unos compañeros suyos se acercaron y se
lo llevaron.
La intervención de los guardias logró alejar a los manifestantes y establecer un perímetro de seguridad en torno a la puerta.
Después de que los guardias asegurasen la puerta, llegaron agentes
antidisturbios de la policía local del DF y se desplegaron por la plaza
para dispersar definitivamente a los manifestantes enardecidos
. Hubo golpes contra algunos de los que quedaban en el Zócalo y un hombre quedó herido. Los policías se replegaron y al cabo de unos
minutos llegó una ambulancia para atenderlo. Cuando los paramédicos lo atendían, una mujer que estaba al lado sufrió un
ataque epiléptico. Hubo detenidos, pero de momento no hay información oficial del número de arrestos.
La manifestación partió de delante de la sede de la Procuraduría General de la República, responsable de la investigación de la
matanza. En un cartel se leía: “Murillo, ¿estás cansado? Pues nosotros estamos hasta la madre. Renuncia”, en referencia al
procurador general Jesús Murillo Karam, que el viernes, en la rueda de prensa en la que informó del fatal testimonio de tres sicarios -que
los 43 habían sido asesinados y quemados en un basurero-, casi al
final, tras responder durante media hora a preguntas de reporteros,
dijo ante el micrófono: “Ya me cansé”. Un resbalón en la prórroga de una comparecencia que durante una hora había sido sólida y que
justo cuando acababa dejó esas tres palabras que en las redes
sociales se han convertido en un lema de hartazgo ciudadano: #YaMeCansé.
Más carteles de la marcha:
“¿Y si tu hijo fuera el 44?”.
“Ya me cansé del miedo. De las redes a las calles”.
“México, me dueles mucho. ¿Qué cosechas sembrando cadáveres?”.
“Fuera todos los partidos, ni PRI ni PAN ni PRD”.
Y además de los carteles, los lemas coreados, sobre todo uno que ya
ha resonado más veces en un país que acumula 30.000 desaparecidos: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”. También
otro que se ha ido oyendo cada vez más durante las manifestaciones por el caso Iguala y que alude a la mafia narco-municipal (alcalde y
policiales locales incluidos) que estuvo detrás de la masacre: “¡Fue el Estado! ¡Fue el Estado!”.
Esta es la cuarta manifestación desde el día de los hechos, 26 de
septiembre. La penúltima fue el miércoles pasado y convocó a decenas de miles de ciudadanos, más de 100.000 según los
organizadores y 20.000 según el Gobierno del DF. La mayoría eran
estudiantes veinteañeros, dado que la marcha había sido convocada por las principales universidades de la capital. La de este sábado, de
composición más heterogénea, no tenía otro motor que la indignación por los hechos conocidos el viernes y la fuerza de agregación
exponencial de las redes.
Para el jueves 20 de noviembre está convocado un paro nacional, también a través de esos medios y sin aparentes liderazgos
sectoriales. La matanza de los estudiantes de Ayotzinapa, pese a un borrón aislado y desconectado del sentir general como el brote de
violencia de esta noche, podría ser la espoleta de una reacción de la
sociedad civil en busca de una regeneración política contra la corrupción y la impunidad que subyacen a atrocidades como la de
Iguala.
Más allá de Ayotzinapa
Desinformémonos, 10 de noviembre 2014
Estudiantes de Relaciones Internacionales realizaron una infografía sobre la violencia en México
MEXICO
Lágrimas en el Zócalo durante manifestación por "¡Justicia para Ayotzinapa!"
Por Carolina Gómez Mena. 08 nov 2014
Manifestantes se reunieron en el Zócalo, donde con pancartas y un performance, exigieron justicia por los normalistas muertos y
desaparecidos el 26 de septiembre en Ayotzinapa. Foto:
Guillermo Sologuren / La Jornada
México, DF. Cientos de ciudadanos expresaron su “enojo” por la versión dada el viernes por el gobierno federal, a través del titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam
respecto a que los 43 normalistas desaparecidos habrían sido
ejecutados y sus cuerpos calcinados y arrojados al río San Juan.
A la protesta convocada en redes sociales esta tarde en la plancha del Zócalo capitalino acudieron jóvenes, adultos, “abuelos” y niños, e
incluso familias completas. Una buena parte eran estudiantes, pero también se hicieron presentes amas de casa, trabajadores,
empleados, profesionistas y en general personas de diversos grupos sociales, que no se conocían, pero que las unió el “hartazgo” y el
“horror” ante el nivel de violencia existente en el país, y sobre todo la que se ha ejercido contra los estudiantes.
Sin líderes que dirigieran las acciones, sólo espontáneos que gritaban lo que les nacía de desde la “rabia” y el “dolor”, exigieron al
presidente Enrique Peña Nieto suspender su viaje a Australia y China y a “enfrentar su responsabilidad en México”.
Tras un pase de lista por los desaparecidos y un minuto de silencio,
algunos manifestantes -uno de ellos abrazando una bandera nacional-
emocionados y con lágrimas, gritaban ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!; ¡Todos somos Ayotzinapa!; ¡Ni uno más!”, mientras otro,
en alusión a lo dicho en la víspera por Murillo Karam vociferó “ya me cansé, y sigo en pie de lucha” y sus palabras fueron secundadas de
inmediato.
Luego de caminar en círculos alrededor del asta bandera, arrojarse al
suelo por un minuto, contar del uno hasta el 43 con el colofón “¡Justicia!”, los ciudadanos insistieron en que lo ocurrido en Iguala no
debe repetirse jamás.
En las pancartas se leía: “¿Y si tu hijo fuera el 44?”;“Tú estás
cansado, yo estoy hasta la madre, nos duele porque son nuestros compañeros”; “Su dolor es nuestro dolor, su rabia es nuestra rabia”;
“Yo también ya me cansé de este jodido gobierno”;” Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”; “Que la tristeza
compartida se vuelva rabia que cambie vidas” y ”Fuera Peña”.
Incluso niños expresaron su descontento; uno de ellos acompañado
por sus padres gritaba “Que aviente a Peña Nieto desde el asta bandera, no mejor desde la Torre Latino”.
Mientras un bebé de aproximadamente dos años, y en brazos de su
madre, cargaba un cartel que decía “Justicia Ayotzinapa”.
México: Caravana “43×43” pide renuncia de Murillo Karam
Foto: Eduardo Miranda
(La Redacción)
La manifestación en el Zócalo capitalino. México, D.F., 9 de noviembre (proceso.com.mx).- Y nueva investigación en Ayotzinapa.
La caravana “43×43 Ni un desaparecido más” arribó poco después
del mediodía a la plancha del Zócalo capitalino, tras cuatro horas de marcha.
Los manifestantes caminaron 195 kilómetros desde Iguala, Guerrero, un recorrido que duró siete días. Esta mañana la caravana partió de
la explanada de la iglesia de San Agustín de las Cuevas, en la delegación Tlalpan.
Conforme avanzaban, cientos de personas se fueron uniendo a la movilización pacífica, tal como ocurrió en la marcha realizada anoche
sobre el Paseo de la Reforma.
El contingente fue recibido por miles de manifestantes en el Zócalo
capitalino donde, en un mitin, se recriminó al Estado su incapacidad para encontrar a los 43 normalistas desaparecidos.
Encabezó la protesta un grupo de motocicletas y activistas que portaban banderas y pancartas, al grito de “¡Fuera Peña! ¡Fuera
Peña!” y “Fue el Estado”..
Representantes de 43 organizaciones civiles propusieron que los partidos políticos sean eliminados y los ciudadanos se hagan cargo
del destino del país.
Durante el mitin los manifestantes exigieron abrir una nueva línea de
investigación en el caso Ayotzinapa que incluya los planteles militares de Guerrero.
“Tenemos un Estado fallido, el Estado ha dejado de ser funcional para la sociedad”, dijo José Almaraz García, vocero de la marcha, quien
pidió la renuncia del procurador Jesús Murillo Karam.
En la sexta movilización por los normalistas de Ayotzinapa, la
caravana 43×43 convocó además a una resistencia civil pacífica.
Se indicó que la sociedad ha perdido la confianza en las instituciones
y que el país vive una emergencia de seguridad.
Los inconformes indicaron que México tiene un Estado fallido que ha
dejado de ser funcional para la sociedad.
Al concluir la caravana, las organizaciones participantes anunciaron que conformarán un registro ciudadano de desaparecidos y
rechazaron todo tipo de violencia en su exigencia de justicia.
http://www.proceso.com.mx/?p=387180 •
México: Ayotzinapa: expediente abierto
La Jornada, 9 de noviembre.- Un día después del anuncio formulado
por el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús
Murillo Karam, de que los 43 normalistas de Ayotzinapa
desaparecidos entre el 26 y el 27 de septiembre en Iguala habrían
sido ejecutados, calcinados y arrojados a un río y un basurero en
Cocula, de acuerdo con testimonios de presuntos integrantes del
cártel Guerreros Unidos.
Persistieron las muestras de incredulidad y el escepticismo de los
familiares de las víctimas, su entorno social de apoyo y organismos
humanitarios internacionales, respecto de la voluntad del gobierno
federal por esclarecer los hechos.
Como lo afirmaron la víspera los representantes de las familias de
los normalistas, las acciones de comunicación social de autoridades
federales en torno al tema estuvieron marcadas por el desaseo y la
indolencia.
Dieron a conocer los videos que forman parte de los "avances" de la
investigación a pesar de que las familias de las víctimas les pidieron
no hacerlo, no presentaron evidencia irrefutable alguna sobre las
versiones de los detenidos.
Porque carecen de ellas, a decir de las propias autoridades. Ni
esperaron a los dictámenes del equipo forense que acompaña a los
familiares de las víctimas, todo lo cual ha alimentado la percepción de
que lo que pretende el grupo gobernante es dar carpetazo al asunto.
Un ejemplo de esa predisposición tuvo lugar ayer en un encuentro
encabezado por el presidente del Partido Revolucionario Institucional,
César Camacho, quien calificó los hechos como una "lección dolorosa"
y llamó a la sociedad a "salir adelante".
Lo cierto es que la aparente premura del gobierno federal por dejar
atrás el expediente de Ayotzinapa pasa por alto un elemento
fundamental: los 43 desaparecidos entre el 26 y el 27 de septiembre
seguirán en esa condición en tanto no se aporten pruebas
inequívocas sobre su paradero.
En esa lógica, cualquier expresión del gobierno o de sus personeros
políticos que intente predisponer un cierre de las investigaciones es
totalmente improcedente, y ofensiva para las víctimas y sus familias,
además de que constituye un agravio para la sociedad.
Por lo pronto, a juzgar por las reacciones de la ciudadanía –desde despliegues pacíficos y espontáneos hasta expresiones de crispación
y violencia–, resulta claro que para grandes sectores de la población
son insatisfactorios los "avances" registrados por la PGR y anunciados el viernes en un formato de cierre de investigación.
Que las pesquisas distan mucho de haber concluido y que ni siquiera lo habrán hecho cuando se tenga certeza inequívoca del paradero de
los 43 normalistas desaparecidos: se requiere, por el contrario, esclarecer plenamente el móvil del episodio, deslindar las
responsabilidades de los distintos niveles de gobierno involucrados y capturar a todos los responsables.
En suma, quedan aún muchos puntos oscuros por esclarecer como para que las autoridades políticas del país pretendan dar por cerrado
uno de los episodios más dolorosos y exasperantes de la historia reciente.
Semejante actitud, por otra parte, es indicativa de un desgaste de las instituciones del país frente a las demostraciones de su propia
incapacidad, que pareciera quedar simbólicamente resumido en el "ya
me cansé" que el propio Murillo Karam expresó anteayer a la opinión pública.
http://www.jornada.unam.mx/2014/11/09/opinion/002a1edi •
México: #AYOTZINAPA El terrorismo de Estado y los derechos
humanos de las víctimas Escrito por Comité Cerezo México
Una característica de los actos de terrorismo de Estado es que, como
son justificados por una razón de Estado (actos ilegales e ilegítimos
cuya intención es, en México, imponer por sobre el valor de la vida, el
valor del dinero), conllevan la creación de mecanismos de impunidad para no investigar y proteger a los responsables, el caso más
palpable es la Comisión Nacional de Derechos Humanos que sólo ha
emitido recomendaciones en el 0.02 por ciento de las denuncias recibidas.
Después de escuchar la conferencia de prensa realizada por el Procurador General de la República, nos queda claro que, con su negativa a reconocer que el caso Ayotzinapa es un crimen de Estado,
las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en contra de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa no tendrán como no
han tenido, desde el Estado, el tratamiento que requiere la gravedad
y magnitud de tan lamentables sucesos.
La conferencia, más que informar, fue parte de un mecanismo de impunidad cuyo objetivo intenta desmovilizar a la sociedad civil
indignada por este CRIMEN DE ESTADO, dicha conferencia nunca tuvo el objetivo de abonar a la justicia o a la verdad, su objetivo era
claro; generar dos sentimientos: tristeza e impotencia. Sentimientos
que tratan de generar un comportamiento de inmovilidad en quienes hemos salido a la calle a exigir que los desaparecidos sean
presentados con vida.
El Estado dice que los normalistas están desaparecidos en tanto no se tenga confirmación científica del hecho, pero hace una narración para
asegurarnos que fueron atrozmente ejecutados, juega con la información, con las imágenes y con testimonios de sujetos
visiblemente torturados para convencernos de un hecho que niega
unos segundos después y que además, como dicen los familiares, es una tortura.
En las respuestas a las preguntas de los periodistas niega que el caso
Ayotzinapa sea un crimen de Estado. El trabajo de documentación de violaciones a derechos humanos que realiza nuestra organización de
derechos humanos y por la cual llevamos 13 amenazas de muerte, no sólo nos permite afirmar que sí es un crimen de Estado, sino que
además obedece a una estrategia de terrorismo de Estado.
En voz de jueces internacionales que participaron en la audiencia
inicial del TPP en México desde antes de los hechos de Iguala ya se manifestaban actos propios de terrorismo de Estado:
“El Tribunal (Permanente de los Pueblos. Capítulo México) considera que muchos de los episodios, probados ante él, constituyen actos de
terrorismo de Estado, entendiendo por tal una política de Estado planificada y ejecutada con la finalidad de combatir por medios
ilegales las luchas sociales, paralizar o destruir a la oposición política o ideológica y/o aniquilar a la oposición armada y/ o con la finalidad
de justificar la suspensión de las garantías constitucionales, el
establecimiento de estados de excepción y la violación de los derechos humanos. "[1]
Dichas acciones están encaminadas a lograr, en México, que la población acepte sumisamente y sin resistencia organizada la
profundización de las reformas estructurales que niegan los derechos humanos de la población.
“En el curso de la Audiencia, el Tribunal verificó la presencia de un cuadro repetitivo de conductas que constituyen violaciones a los
derechos humanos, de tal modo que puede afirmarse la existencia de patrones o modalidades de comportamiento por parte de los agentes
del Estado Mexicano. En ese sentido es llamativa la reiteración de determinados delitos en un marco generalizado de impunidad, tales
son: asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, desplazamientos forzosos, torturas y tratos crueles, inhumanos o
degradantes, violaciones y otros abusos sexuales, y criminalización de la protesta social.
Tales conductas se reiteran y entrecruzan en los diversos casos puestos a consideración de este Tribunal, y configuran un cuadro
generalizado y sistemático de violaciones a los derechos humanos.” [2]
Las reformas estructurales recientemente aprobadas profundizan en los hechos el saqueo de las riquezas naturales en detrimento de los
derechos humanos de toda la población mexicana, derechos humanos que México está obligado a garantizar como son el DH a un trabajo
digno y bien remunerado, el DH a una educación gratuita, el DH a la alimentación saludable, el DH a la salud gratuita y de calidad
también, el DH al territorio, entre muchos otros.
Una característica de los actos de terrorismo de Estado es que, como
son justificados por una razón de Estado (actos ilegales e ilegítimos cuya intención es, en México, imponer por sobre el valor de la vida, el
valor del dinero), conllevan la creación de mecanismos de impunidad para no investigar y proteger a los responsables, el caso más
palpable es la Comisión Nacional de Derechos Humanos que sólo ha emitido recomendaciones en el 0.02 por ciento de las denuncias
recibidas.
Concluimos entonces que dicha conferencia es parte de un
mecanismo de impunidad creado para ocultar la verdad y negar la justicia en el caso de los normalistas desaparecidos de manera
forzada como resultado de una política de Estado.
A continuación, explicamos lo que el Estado no difunde, no explica y,
si puede, oculta ¿Cuáles son estos derechos humanos de las víctimas
de violaciones a los derechos humanos? Los derechos humanos que
el Estado, con dicha conferencia, está violando son los siguientes:
Derecho humano a la VERDAD: La búsqueda de la verdad implica un
compromiso ético con las víctimas que consiste en aclarar las razones de tipo económico, político o social de las agresiones del Estado,
evidenciar la lógica represiva que las produjo, quiénes facilitaron y encubrieron los crímenes, descubrir su sistematicidad, descubrir la
identidad, los móviles y los contextos de los crímenes, sus ejecutores y beneficiarios.
Las víctimas, sus familias, allegados y la sociedad tienen el derecho a saber:
¿Quiénes fueron los responsables y beneficiarios del crimen?
¿Cuándo, Cómo, Por qué y Dónde ocurrieron los hechos?
Dónde están sus familiares en los casos de desapariciones forzadas.
¿Qué se ha hecho para investigar los hechos y sancionar a los
responsables?
Derecho humano a la JUSTICIA: implica que el Estado
Investigue, juzgue y sancione a los responsables materiales,
intelectuales, facilitadores y beneficiarios de los crímenes.
Adopte medidas para garantizar la integridad de las víctimas,
familiares, representantes, testigos, operadores judiciales.
El derecho humano a la REPARACIÓN INTEGRAL: Este derecho
empieza por el acceso real a la VERDAD y a la JUSTICIA. Implica la reparación de todos los daños y perjuicios que las víctimas han
sufrido, en la medida de lo posible.
Reparar significa, no sólo intentar aliviar el sufrimiento de las
personas y comunidades afectadas, sino superar las causas de la violación a los derechos humanos. En este sentido, la reparación
involucra también una acción social permanente que transforme a largo plazo las condiciones socioeconómicas que han dado lugar a la
victimización de diversos sectores de la población.
Solo puede haber una reparación integral de los crímenes de Estado si se ha dado a conocer públicamente la verdad de lo sucedido y si
han sido sancionados los responsables de los hechos.
Garantías de no repetición, referidas a todas aquellas acciones
estatales encaminadas a prevenir la ocurrencia de nuevos hechos similares.
Este derecho sólo puede ser satisfecho plenamente mediante la
puesta en práctica de mecanismos institucionales que lleven al desmonte de las estructuras que hicieron posible la comisión de los
crímenes atroces, con miras a prevenir que éstos vuelvan a repetirse.
La principal garantía de no repetición es la sanción de los
responsables para que los hechos no se sigan cometiendo.
Derecho humano a la MEMORIA: La memoria social y socializada es la
única garantía de que los días y noches de terror no se repitan. La memoria es el mecanismo idóneo para conservar o reconstruir la
historia de las luchas de los pueblos y la historia de la represión desatada por el poder para impedir la determinación de los mismos.
Por último, queremos decirles que a pesar de que la tristeza nos invada, lo mejor que podemos hacer para recuperar la alegría de la
vida, es organizarnos y continuar movilizándonos, no sólo por la justicia en el caso de los normalistas de Ayotzinapa, sino por la
aparición de todos los detenidos desaparecidos, por justicia en el caso de los ejecutados extrajudiciales, por la libertad de todos los presos
políticos del país y por transformar esta sociedad, en una donde todos los mexicanos construyamos las condiciones materiales
necesarias para tener una vida digna.
[1] ”Dictamen de la audiencia inicial del TPP Capítulo México, mayo
2012. P.22.
[2] Dictamen Audiencia final temática sobre Guerra Sucia como
violencia, impunidad y falta de acceso a la justicia. Comunidad Indígena de Santa fe de la Laguna, Michoacán del 26 al 28 de
septiembre 2014.
Video: la esperanza del pueblo es el pueblo
https://www.youtube.com/watch?v=D8LXKqya8SI&feature=youtu.be
top related