meleagro

Carlos ViloriaDepartamento de Latín

I.E.S. DIEGO DE PRAVES

Era hijo de Eneo, rey de Calidón, y Altea(hermana de Leda).

A los 7 días de nacer las Moiras anunciaron a su madre Altea que la vida de Meleagro estaba ligada a un tizón de leña que en esos momentos ardía en el hogar, y que cuando se consumiera el tizón, Meleagro moriría.

Altea, tras saber esto, sacó el tizón del fuego, lo apagó y lo guardó en un cofre.

Al llegar a la edad viril Meleagro se había convertido en un valiente joven y en un hábil cazador.

Un día, su padre, el rey Eneo, durante la fiesta de la recolección ofreció sacrificios a todas las divinidades menos a Ártemis.

Ésta, enfadada, decidió castigarlo enviando un enorme jabalí que destruía cosechas y mataba a animales y hombres

Meleagro decidió organizar una gran cacería invitando a los mejores cazadores de Grecia y ofreciendo como premio la piel y los colmillos del jabalí al que lo matase.

Entre la multitud de cazadores y héroes que vinieron, estaba una mujer, Atalanta, hija de Yaso, rey de Arcadia. Al verla, Meleagro se enamoró de ella (aunque estaba casado).

Durante 9 días Meleagro agasajó a sus invitados en el palacio de su padre, Eneo, y al décimo salieron en busca del jabalí. Aunque algunos cazadores iban muy disgustados porque participaba una mujer, Atalanta.

Pero Meleagro consiguió convencerlos.

Cuando encontraron al jabalí y éste se sintió acosado mató a algunos de los participantes (Hileo y Anceo). Pero Atalanta fue la primera que consiguió herir al jabalí con una flecha.

Anfiarao le clavó otra en un ojo y, finalmente, Meleagro lo remató atravesándole el flanco con un cuchillo.

Meleagro recibió los despojos del animal por haberle matado, pero renunció a los trofeos y se los regaló a Atalanta.

Esto sentó muy mal a los tíos de Meleagro, que reclamaron el premio por ser los parientes más cercanos. Como Meleagro no aceptó pelearon y en la lucha mató a sus tíos.

Muerte de Meleagro Charles le Brun

Cuando Altea conoció la noticia se enfadó muchísimo con su hijo y sin pensarlo arrojó al fuego el tizón que durante tantos años había guardado, provocando así la muerte de su hijo.

Tras recobrar la cordura, Altea, desesperada, se suicidó ahorcándose y la mujer de Meleagro, Cleopatra, también hizo lo mismo.