los sin techos

AUTOMATICO

• "Cuando hablamos de una persona Sin techo nos imaginamos un individuo sucio, mal vestido, que huele muy mal y va arrastrando unos cartones medio rotos. Pensamos quizás en un individuo hecho polvo, agarrado a un "tetrabrick" de vino y que habla en voz alta desvariando. Hasta alcanzamos a verlo durmiendo en los soportales de alguna igles ia o en algún cajero automático, cuando no lo esquivamos o desviamos la mirada para no sentirnos afectados. Lo que define a esta persona es la falta de un techo. "

En tiempos de abundancia nuestros amigos nos conocen, en tiempo de necesidad nosotros conocemos a nuestros amigos.

El ser humano puede soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad. .

Hay suficiente r iqueza en el mundo para satisfacer las necesidades de todos, pero no hay suficiente r iqueza para satisfacer la avaricia de unos pocos

El deseo no es lo que ves, sino aquello que imaginas

•CON CARTONES POR LA CALLE

•Son invisibles si no quieres verlos. Pero están ay. Sin techo, sin hogar, ellos se buscan cartones para sobrevivir al frió

El universo solo tiene sentido cuando tenemos con quien compartir nuestras emociones.

• El "s inhogarismo" se nutre de gente cada vez más joven que busca trabajo y ha terminado la educación secundaria

• A algunas personas la hipoteca no les quita el sueño. Principalmente, porque no t ienen. Las únicas paredes que les protegen son de cartón y, para mantenerlas , no han de fi rmar ningún contrato. Se est ima que cada noche duermen en la cal le unas 30.000 personas s in hogar. En su mayoría, son hombres , t ienen una edad media de 38 años y sus ingresos apenas superan los 300 euros . El incremento de los inmigrantes y las consecuencias de la cr is is económica han alterado el perfi l de las personas s in techo, desmontado estereotipos y revelado la vulnerabil idad de cualquiera cuando se carece de los apoyos necesarios.

Me pierdo en mi profundo sueño, del cual ya no logro despertar, es difícil saber que deseo, es difícil aprender de nuevo a volar.La tristeza ya me ha consumido, mi corazón ya no sabe que es amar. Soy un triste caminante que vaga sin destino, un suspiro que no termina de expirar.

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•Biografía • José Manuel Dopico Mayans

Manuel Muñoz