los rostros antiguosdimos hacer la visita en autobús. lo que supone un tour con dos o tres paradas...
Post on 12-Mar-2020
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amiga española y yo decidimos cruzarhacia Berlín Oriental. para echar un vistazo a ese otro mundo vedado por lasreglas invisibles de la guerra fría . Decidimos hacer la visita en autobús. lo quesupone un tour con dos o tres paradasprefijadas. después de cruzar el murotr istemente célebre por el mentadoCheckpoint Charlie. que los lectores deLe Carré deben recordar. Llevamosnuestros pasaportes . pagamos nuestros pasajes y el autobús se pone enmarcha.
El muro es más bajo de lo que imagi naba . o por lo menos lo es en la zonadonde lo atravesamos; su trazado escaprichoso y corresponde a diversas épocas y necesidades ; a veces divide loque parece haber sido una sola vencindad. Más me impresionan las crucetasde acero sembradas en las cercaníasdel Checkpo int para señalar un terrenode seguridad: aquí estamos todavía enguerra y Berlín. tras sus luces modernasy su adelanto visible en muchos aspectos . es de todos modos una ciudad ocupada por ejércitos extranjeros y recelo sos entre ellos. El autobús se dir ige hacia un costado . buscando una desiertazona de estacionamiento . La desolación y la grisura son opresivas ; el calorno lo hace mejor . pero me imagino queen medio del invierno. este lugar debeser un lugar terrible. Al fondo. vemosuna pequeña caseta de material provisional. con unas coquetas y domésticascortinas blancas ; allí dentro deben vivirlos guardias. quizá con sus familias.Uno de ellos sale. lentamente. mientrasse enjuga el sudor bajo la gorra. Sube anuestro vehículo y con gran parsimonia-el tiempo se ha congelado yeso esparte del sistema: impone una autoridad abstracta. impersonal e inapelable- va revisando nuestros pasaportes.confrontando la cara con la foto. Luegoel guardia se los lleva a la caseta ; vuelve con la misma lentitud y los devuelve:hemos sido aprobados . Reemprendemas la marcha y terminamos de cruzaresa tierra de nadie. Justo al llegar alotro lado . el autobús se detiene y recoge a nuestra guía: una robusta alemanacon un iforme un poco militarizado y uninglés con fuerte acento germán ico.
La visita comienza . La guía nos vaseñalando los puntos de interés. conpequeños recuentos históricos y muchapropaganda cuando se trata de estadísticas de sueldos o de viviendas para
obreros. Ber{ín Oriental luce más antiguo que el Occidental y tiene hermososedificios y plazas que han sobrevividolos embates del tiempo y las guerras.Me habría gustado caminar cerca de laPuerta de Brandenburgo. pero me contento con aprec iarla a la distancia. Ladiferencia más visible entre el estilo devida que uno encuentra en la calle deuna y otra ciudad. es que aquí el tránsito es más fluido y que los autos parecensacados de una película de postguerra :no son viejos. pero sí modestos y monótonos. Lagente sehavolcado a las plazashuyendo del calor y hay un aire festivo. Hacemos la primera parada ritual:significativamente. descendemos en uninmenso cementerio de soldados soviéticos. víct imas de los últimos días de resistencia en Berlín. La guía se complaceen mostrarnos las horribles esculturasfúnebres que lo decoran : el viejo soldado. el joven soldado y " the WeepingMother". La ampulos idad de los monumentos es totalmente operática y losgestos son marcadamente religiosos.aunque la intención sea fielmente leninista. La siguiente parada es para descansar y la última es para visitar el Pergamon Museum. famoso por sus piezasbabilónicas y asirias. El contenido es invalorable . pero su disposición y la instalación del museo son anticuadas. casiescolares. Caminamos un poco. tomamos fotos. hacemos bromas para quebrar la rigidez del tour.
El regreso es una repetición monótona de la ida. Observo que mientras revisan otra vez nuestros pasaportes. unguardia repasa la parte inferior del ómnibus con grandes espejos. El comparti mento de equipaje parece. además. interesarles mucho. La agobiante ceremonia concluye y provoca en mí unabreve reflexión sobre la hipocresía y lavileza de la política que impone su garrasobre ciudades y hombres en cualquierlatitud. Que se trate de palestinos. afga nos. polacos o berlineses no hace mucha diferenc ia: hay ciudades cautivaspor las que podemos pasear sin darnoscuenta de su verdadera situac ión . Elmuro cumple un papel : nos recuerdaque los paraísos de las doctrinas sonavernos de cemento a los que se puedecondenar a pueblos enteros por tiempoindefinido -una eternidad con fachadas de mentiras. Nuestro Festival. quetrataba de romper otros muros . no debió ignorar este tema. inescapable para
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cualqu ier intelectual contemporáneo.La fealdad de nuestro mundo es sobretodo moral.
José MiguelOviedo
Los Angeles. julio 1982
DE
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LOS ROSTROSANTIGUOS
(Una visita a la exposición del TemploMayor en el Museo Nacional de Antropología)
Una vez más los viejos dioses estánpresentes. Los rostros antiguos vuelven. con mirada de siglos. a observarnos a quienes los vemos absortos. Aquíestán otra vez con la vírgula de la palabra invisible en la boca. Vuelve a establecerse el diálogo interrumpido cuatrocientos años atrás (cuatrocientos ennáhuatl quiere decir innumerables) .Otra vez están frente a frente el tiempoido y el tiempo reconquistado. Aquí yallá se levantan figuras cuyos ojos huecos de tiempo nos miran asombrados.Es el tiempo roto ...
Hagamos un recorrido por esta galería de rostros. Aquí vemos las máscarasdel sur. del actual estado de Guerrero.de la zona de Mezcala . Son de una gransencillez y a la vez muy diferentes unasde otras. Las hay con las cuencas de losojos saltones y otras en que los rasgosde la cara si acaso están esbozados.Hay figuras de cuerpo entero. una deellas con las piernas abiertas. en unaposición que se nos antoja lúbr ica. y endonde los genitales apenas se advierten. Son. en fin. máscaras y figuras deáreas tributarias . sojuzgadas por el mexica expansionista . Su presencia en elTemplo Mayor es muestra evidente delpueblo vencido. Son rostros doblegados y sujetos. En alguna ocasión el mexica se percató de que algunos pueblosdel sur se rebelaban negándose a pagarel tributo impuesto. Fue en el reinadode Ahuízotl. Su suerte quedó sellada:
(Fotografías de Salvador Guilliem.)
los ejércitos del Tlatoani (el que habla,el que tiene el poder de la palabra) marcharon y asolaron totalmente a las trespoblaciones rebeldes. Alahu iztlan , Ozturna y Teloloapan. Dice la crónica deDurán al referirse a las dos primeras:
... . .mandó el rey fuesen del tododestruídas y desoladas aquellas dosciudades. sin que quedase hombre nimujer a vida, sino que todos fuesenmetidos a cuchillo, excepto los niños. a los cuales mandó el rey fuesencaut ivos a la ciudad de México, yque viejo ni vieja no quedase ninguno que no muriese .. ." (Durán,1951)
Nada quedó, con excepción del rostro de la muerte .. .
Pero sigamos nuestro recorrido.Aquí están los venados y dardos de alabastro. Su presencia nos recuerda el área del Estado de Puebla. donde abundan estos materiales . La delicadeza conque están hechos son fiel exponentedel artista que los creó. También estánpresentes las ollas policromadas queposiblemente provienen de la mixteca.Una de ellas representa a Tláloc, el diosdel agua, con los típicos atributos deesta deidad. La otra. magníficamentepolicromada, nos muestra una diosaque tal vez guarda relación con el agua.
Veamos ahora qué nos da el artemexica . Aquí y allá asoman sus rost rosy en algunos casos nos recuerda n elpreámbulo de la muerte. Es la presenciade los dioses viejos, de ancianos sentados con su boca desdentada. Son losXiuhtecutl i o dioses viejos y del fuego .En no pocas ocasiones ellos presidenlas ofrendas. Simbolizan el centro delmundo y también del hogar. Es, porcierto, la representación de uno de estos dioses la más antigua que se conoce en el alt iplano . Proviene de Cuicuilca. lugar que. paradój icamente, fuedestruído por el fuego y la lava del Xitle .
Muy cerca del conjunto de ancianosdioses está una pieza de madera queremata en un cráneo . La humedad enque estuvo durante siglos la afectó, y esasí como se nos insinúa semidescarnada, corroída por el t iempo . Otro rostroque vemos -y nos ve- es el de la máscara blanca de alabastro con incrusta ciones para imitar ojos y dientes. Cercade él tenemos el caracol en piedra. símbolo de la fert ilidad, asociado directamente al agua, a Tláloc. Varias figurasde los llamados portaestandartes también están presentes . Visten un sencillomaxtlatl (taparrabos) y en sus manosempuñadas debieron tener algún elemento que el tiempo destruyó. Hemosllegado a pensar que en realidad estasfiguras representan a los centzohuiznahua (los cuatrocientos sureños) contra
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los que combate Huitzilopochtli en elcerro de Coatepec. Algunos de ellos tenían en el pecho una oquedad y en suinterior cuenta s de piedra verde que representan el corazón. devorado por eliracundo dios en su singular combate.Después seguirá devorando corazonesde los enem igos que le son sacrificados. apode rándose de su anecuyotl (sudest ino ). a través del sacrifici o repetidoconstantemente en el Templo Mayor deTenocht it lan.
y así llegamos al final. para ver elrostro de la vida .. . y de la muerte: elCaballero Aguila. Vida para el mexicaque a t ravés de la guerra conseguía eltributo necesario para el sostenimientode Tenochtitl an. y muerte para los pueblos conquistados. Está coronado conla enorme cabeza de águila de cuyopico entreabierto emerge . prepotente,el rost ro del guerrero. Soldado fiero,creyó que con sus escudos y sus flechas sostendría a Tenochtit lan. Sin embargo. la t ierra lo cubrió todo. De susheridas volvieron a surgir los rostros antiguos. - 1Déjanos salir! . .. y allí están,viendo pasar el testimonio de los siglos .. .
Escuchemos el canto del guerreroque se negó a morir:
Desde dond e se posan las águilas,desde donde se yerguen los tigres ,el sol es invocado.Como un escudo que baja,así se va poniendo el sol.en México está cayendo la noche,la guer ra merodea por todas partes.[oh, dador de la vida !Se acerca la guerra.Orgullosa de sí mismase levanta la ciudad de México
Tenochtitla n.Aquí nad ie tem e la muerte en la gue-
rra.Está es nuestra gloria.Este es tu mandato.¡Oh. dador de la vida lTenedlo presente . oh príncipes. no lo
olvidéis.¿Quién podrá sitiar a Tenocht it lan?¿Quién podrá conmover los cimien
tos del cielo . .. ?Con nuestras flechas, con nuestros
escudos.está existiendo la ciudad ,IMéxico-Tenochtit lan subsiste!
'Eduardo Matos Moctezuma
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