le petit prince
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Capítulo I (ver las cosas de diferentes formas)
La enseñanza está cuando el aviador nos cuenta que él de pequeño dibujaba
serpientes que se habían tragado un elefante y los adultos lo veían como un
sombrero. Si tuviéramos más imaginación como el Principito todo pudiera haber
estado dentro de esa serpiente, pero como nos abstraemos a eso y a veces
pensamos como adultos le podríamos ver la forma de un simple sombrero.
"Las personas mayores no entienden nunca nada por sí mismas, y es cansador,
para los niños, darles una y otra vez explicaciones."
-El Aviador
Capítulo II (valorar lo simple como un niño) El aviador vive solo pensando en cómo no morir en el desierto, esta actitud lo
convierte en un ser que condiciona su mirada y actitud a la consecuencia de un
fin determinado, esto nos aparta de la vida valorando solo lo mayor y no todo. El
dibujo de la caja es para el niño un tesoro escondido, un cordero. Las personas
nos deberíamos de tomar el esfuerzo de ver más allá de lo evidente.
Capítulo III (Para saber a dónde vamos, es bueno saber de
dónde venimos…) En este capítulo, el aviador quiere saber de dónde venía el Principito, pero él
nunca contestaba a las preguntas. Este hecho es la primera prueba de que el
Principito representa la infancia del autor. La otra prueba está cuando el aviador
le ofrece una soga al Principito para que él pueda amarrar al cordero y así el
cordero no se escapara. Pero el Principito le dijo que no era necesario porque el
lugar donde él vivía era muy pequeño.
“Hacia adelante no se puede ir muy lejos”
-El Principito
Lo anterior es un reflejo de la vida de Saint-Exupéry ya que para él “no sirve de
nada ir siempre recto si uno no sabe dónde va, si nada fuerte le impulsa a ir hacia
algo, ya sea en busca de un pozo, de una estrella, de Dios”, y nótese que el que lo
dijo fue el Principito.
Capítulo IV (No olvidar nuestra esencia de niño) "A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo,
jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar:
"¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar
mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos
hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos
detalles creen conocerle."
-El aviador
Esto nos lleva a reflexionar un poco más con respecto a la vida adulta y su afán
por las cifras. Y esto es lo que ellos valoran dejando de lado lo sentimental, lo
esencial que los niños pueden ver con más facilidad.
Capítulo V (alejar el mal con disciplina) Aquí aparecen los famosos Baobabs. Estos no están aquí porque son un peligro
en el asteroide B612, sino que presentan un valor simbólico: son como la semilla
del mal que se interpone continuamente en nuestras vidas y que es necesaria de
sacar antes de que brote lo suficiente como para hacernos daño. De hecho, “es
cuestión de disciplina”.
Capítulo VI (hacer una pausa y reflexionar) Después de todos los análisis anteriores se podría decir que es aquí cuando
Antoine comienza a comprender su infancia, infancia con la que se rencuentra en
esta obra.
Capítulo VII (muchas veces los adultos, maltratamos a los
niños) En este capítulo, con la conversación entre el Principito y el aviador de: ¿los
corderos comen rosas?, ¿Para qué sirven las espinas? Y una serie de preguntas
que un adulto no le daría mucha importancia, Saint-Exupéry quiso mostrarnos
con esto lo torpe e hirientes (como en este caso que el Principito se puso a llorar)
que pueden ser los adultos en el trato con los niños. Luego, esta torpeza es
confirmada cuando el aviador no sabía qué más decir. Esto se debe a una razón
muy simple y es que el niño vive en un mundo diferente al de las personas
mayores.
La verdad es que la solución la tenía dentro de él mismo, en el niño que todos
llevamos dentro.
Capítulo VIII (las personas que son especiales para cada
uno) Aquí el autor habla de una de una flor, una flor especial que él ama con sus
virtudes y defectos, pero en realidad no es una flor a lo que se refiere sino que a
las personas que son especiales para cada uno. Esas personas con las que uno
crea lazos y una dependencia mutua que hacen que uno no pueda estar sin esa
persona y viceversa, sin importar cómo sean éstas.
Capítulo IX (dolor al perder un ser querido)
El noveno capítulo narra el camino que hace el Principito para llegar a la Tierra.
Este capítulo es un poco triste porque es el momento de que la flor se despida del
Principito. Y es aquí cuando la flor se da cuenta de todo el tiempo perdido
pidiendo protección y que nunca le dijo al Principito cuánto lo quería. Es un poco
triste cuando nos despedimos de alguien sobretodo de un ser querido que ni
siquiera sabemos si va a volver o no. Por eso, es muy importante no ser
vanidosos y aprovechar el tiempo que tenemos con nuestros seres queridos.
Capítulo X (la autoridad sobre ti)
En este capítulo, el Principito inicia su recorrido por los asteroides 325, 326, 327,
328, 329 y 330, hasta llegar finalmente a la Tierra.
El rey: es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del
encuentro con este personaje, es que no hay por qué cumplir lo que te ordenan,
nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o
no hacer algo es cosa de uno mismo. También puede representar la "Ambición de
Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas
que obviamente se harían de cualquier modo.
Capítulo XI El vanidoso: representa la vanidad y el egoísmo del hombre, es el deseo de
reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la
apariencia no es lo importante si estamos solos, la vanidad es un defecto que
todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el
principito: ¿para qué te sirve? Decididamente, las personas grandes son muy
extrañas.
Capítulo XII El borracho: simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El
borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber. El círculo cerrado en el
que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede
llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.
Capítulo XIII
El hombre de negocios: representa la ambición económica que poseemos. El
personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer;
planea utilizarlas para comprar más estrellas, todo ello sin saber el nombre de
éstas. Sin tiempo para sí ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y
libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.
Capítulo XIV El farolero: este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando
empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la
amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su
compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y
apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo
para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad
este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe
nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También
podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje
de alma positiva que conoce el principito en su viaje (aparte del aviador, claro).
Capítulo XV (nos recuerda que a las personas que son
especiales para cada uno, no son eternas, valoremos cada
momento con ellas)
El geógrafo: personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo
encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para
explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su
mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al
conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que
puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al principito la idea de que puede
que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero"
trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aísla
del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito
que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El
geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El
principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún
día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena
reputación.
Capítulo XVI (nos muestra que la tierra esta llena de adultos
sin sentido)
El séptimo planeta fue la Tierra. Los planetas anteriores estaban habitados cada
uno por un tipo de persona. En la Tierra se encuentran juntos multitud de
personas diferentes: cientos de reyes, miles de geógrafos, etc.
Capítulo XVII (vivamos siempre al máximo, no sabemos
cuando nos llega la hora) Llega a la tierra y no encuentra a la gente porque cayó en el desierto solitario del
Sahara. Se encuentra con una serpiente la cual le ofrece su ayuda para volver a su
planeta.
--Me das lastima, tu, tan débil, sobre esta tierra de granito. Puedo ayudarte si
algún día extrañas demasiado tu planeta, puedo...
--¡Oh! Ye lo agradezco te he comprendido muy bien -dijo El Principito-.
Pero ¿por qué hablas siempre con enigmas?
-Yo los resuelvo todos dijo la serpiente.
-Y guardaron silencio.
Entendiéndola como representación de "la muerte", es verdad que ésta es el único
misterio que los hombres no pueden conocer hasta que les llega la hora. La
muerte, efectivamente, suscita todos los enigmas; es algo sobre lo que todas las
personas nos planteamos cosas....
Y, cuando al fin llega la hora de la muerte, todos los enigmas se resuelven,
porque ya nada importa, ya no hay nada... La muerte acaba con todas las demás
cuestiones, que sólo importan a los vivos.
Capítulo XVIII (critica a los hombres que no tenemos raíces
y vacilamos por la tierra)
Lo único que pasa en este capítulo es que el Principito se encuentra con una flor
que critica a los hombres de que son soplados por el viento ya que no tienen
raíces.
Capítulo XIX
Aquí el principito se encuentra con el eco de las montañas, y cree haber sido
respondido por los hombres
Capítulo XX (Muchas veces creemos que son insignificante
las cosas que valoramos, pero al domesticarlas las hacemos
únicas y valiosas en el mundo)
“Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa
ordinaria”
Vemos el inicio del proceso en que dejamos de lado nuestra infancia, para pasar a
ser adultos y dejamos de verlo todo como un niño.
Es por esta razón que el Principito encuentra que las flores del jardín de rozas
eran iguales a la flor de su planeta que él tanto apreciaba.
Es decir, todo este asunto de la desilusión de la roza representa a todos adultos
que cuando miran hacia su infancia ven lo insignificante que ahora son esas cosas
que antes los hacían feliz y se dan cuenta que de tenerlo todo, pasan a no tener
nada.
Capítulo XXI (amistad/relaciones, el verdadero sentido del
ser humano)
En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de
la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su
rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le
regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Se trata de un pasaje antológico, central en e! desarrollo de la historia narrada.
«Domesticar» es «una cosa demasiado olvidada». Significa «crear lazos»...,
convertir al otro en un ser único en el mundo. «Sólo se conocen las cosas que se
domestican», pero esa profunda comprensión requiere tiempo, paciencia, esmero.
El amor de amistad es fuente también de vínculos morales, exige la entrega de la
propia vida: estar dispuesto a morir por el amigo, ser responsable para siempre
del bien que éste merece y del bien que él mismo es. La clarividencia de este
amor hace descubrir e! valor de aquel a quien se ama, y su fecundidad hace que
e! amor mismo se convierta para él, también, en una fuente de valor
Capítulo XXII (aplica lo aprendido por el zorro, marcando
objetivos de la vida) Siguió pues el Principito su deambular por el mundo de los hombres, pero sin
olvidar el consejo del zorro, lo que le permitió que, a pesar de estar rodeado de
hombres, él siguió pensando, actuando y siendo un niño.
Fue así como llegó donde un ferroviario. Después de conversar un rato con este
sujeto acerca de dónde van las personas, sus objetivos, etc., el Principito llegó a
una conclusión que fue que sólo los niños saben hacia donde van.
Capítulo XXIII (hace referencia a los tiempos acelerados del
mundo actual)
En este capítulo, el Principito se encuentra con otro hombre. Este hombre era un
vendedor de pastillas que quitaban el deseo de beber, con lo que se ganaban
cincuenta y tres minutos, utilizables en lo que uno quisiera.
Capítulo XXIV (el principito/niño cumplió el objetivo de
enseñarle al piloto/adulto lo valioso de la vida)
El vigesimocuarto capítulo es muy especial ya que en este, por primera vez, el
piloto entendió rápidamente lo que quería decir el Principito.
Esto le causó especial felicidad al Principito lo que se ve cuando el piloto nos
dice, “sus labios entreabiertos evocaban una sonrisa”, después de que el piloto se
iba diciendo a sí mismo, “lo que veo aquí sólo es la corteza. Lo más importante
es invisible”.
Se podría decir que esa sonrisa significa que con esto, el Principito sintió la
satisfacción del deber cumplido.
Capítulo XXV (reflexiona todo lo aprendido)
En este capítulo, el Principito y el piloto, después de haber encontrado un pozo,
se dispusieron a obtener de éste agua para beber.
Los hombres de tu tierra -dijo el principito- cultivan cinco mil rosas en un jardín
y no encuentran lo que buscan.
-No lo encuentran nunca -le respondí. -Y sin embargo, lo que buscan podrían
encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua...
-Sin duda, respondí. Y el principito añadió:
-Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón.
Capítulo XXVI (simboliza el fin de la niñez, que da paso a la
adultez)
El vigesimosexto capítulo es lejos el más triste de todos los de la obra. Ni más ni
menos, se trata de la despedida y partida del Principito, al menos en cuerpo.
Después de todo lo expuesto en el análisis de los capítulos anteriores, no nos
cabe duda que esta despedida simboliza el momento en que las personas sufren el
divorcio de su infancia con respecto de sus vidas, es decir, simboliza el fin de la
niñez, que da paso a la adultez.
Ese fin o paso es descrito como una larga agonía, en que ninguno de los dos
quería separarse del otro, pero sabían que debían hacerlo para seguir con el curso
normal de las cosas.
En todo caso quedaba el consuelo parcial de que en cualquier momento que el
piloto quisiera, esa infancia podía ser invocada, sólo que no se volvería a
presentar en cuerpo, sino que sólo en alma.
Un detalle fundamental que nos permite afirmar esto es cuando el Principito le
dice al piloto que “pareceré muerto, pero no será cierto”, sólo se iría muy lejos.
Capítulo XXVII (nos llama a rescatar dentro de cada uno de
nosotros el alma de niño que alguna vez habitó nuestro
cuerpo)
En este último capítulo se muestra el desenlace psicológico que sufrió el piloto,
que finalmente termina pensando como el Principito.
Con esto, Saint-Exupéry nos quiere decir que es perfectamente posible rescatar
dentro de cada uno de nosotros el alma de niño que alguna vez habitó nuestro
cuerpo, nuestra corteza.
Capítulo I
El capitulo I de el ¨Principito¨ nos manifiesta la falta de imaginación, creatividad del
adulto, la misma que vamos perdiendo con el paso del tiempo, con el cambio de la
niñez a la edad adulta.
Capítulo II
Nos invita a reflexionar, que nosotros como adultos frustramos muchas veces el
camino de nuestros hijos, dándoles o no permitiéndoles soñar.
Capítulo III
Nos enseña la importancia que la libertad, no necesariamente tenemos que atar a
lo que queremos ya que este sentimiento es mutuo nunca se alejará de nosotros.
Capítulo IV
Nos permite observar que muchas veces, para tomar en cuenta alguna opinión
hacemos valer o nos importa, cuando viene de alguien con buena apariencia, es
decir en nuestra sociedad se da importancia al dinero, a la imagen personal, mas
no muchas veces a la razón.
Capítulo V
Los adultos esperamos resolver los problemas cuando son muy grandes, es decir
esperamos que el problema crezca como los baobabs para recién preocuparse y
querer solucionarlos.
Capítulo VI
En el cuarto capitulo si hace referencia a la tristeza, un sentimiento humano que
por lo general sentimos en nuestra vida muchas veces.
Capítulo VII
Al entrar a nuestra edad madura, no damos verdaderamente importancia a las
cosas lindas de la vida, no nos detenemos a pensar la suerte de estar en este
mundo compartiendo con nuestros seres queridos, somos como el hongo que
menciona el principito, ocupando en las sumas y restas diciendo ser un hombre
serio.
Capítulo VIII
Debemos aprender a conocer a las personas que nos rodean, ya que no
necesariamente, alguien que no entendemos es malo, o simplemente que
debemos juzgar no solo de vista sino conociendo sus actos, ahí verdaderamente
sabemos sus verdadero sentimientos, y será como la flor del principito que
muestra sus espinas para protegerse.
Capítulo IX
Muchas veces no valoramos lo que tenemos, nos damos cuenta de su valor
cuando nos alejamos y vemos con tristeza esas pequeñas cosas, que cuando las
teníamos no les dimo su importancia. Dejamos una etapa que lo que no podemos
regresar solo añoramos lo que pudimos haber hecho.
Capítulo X
En nuestra vida, que es un viaje constantemente conocemos muchas personas
que actúan correctamente, aquellas por ejemplo, que utilizan su actividad y origen
lo que cada persona puede dar, no lo contrario y que aplican la justicia empezando
por ellos mismo. En nuestro viaje debemos aprender las buenas cosas y
actividades de las personas que conocemos.
Capítulo XI
El principito nos hace reflexionar en este capitulo sobre la vanidad que existe en
nuestro mundo y en realidad nos encontramos siempre con personas, que creen
valer mas que los demás, se sienten superiores por su ropa, dinero o inteligencia.
Esta actitud hace que las personas se alejen y por lo general los vanidosos
quedan solos.
Capítulo XII
Cada ser humano es un mundo, como el principito los observaba, los bebedores
forman parte de esos mundos. los adultos tenemos malas decisiones en nuestra
vida, que muchas veces nos llevan a cometer errores y a sumirnos en el alcohol
para olvidar lo que hemos hecho, aunque no remedie nada.
Capítulo XIII
El hombre de negocios: representa la avaricia y la ambición económica que
poseemos. El personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que
piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas, todo ello sin saber el
nombre de éstas. Sin tiempo para sí ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace
rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.
Capítulo XIV
El farolero: este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando
empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la
amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su
compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y
apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo
para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad
este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe
nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere.
Capítulo XV
El geógrafo: personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo
encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para
explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su
mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al
conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que
puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al principito la idea de que puede
que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero"
trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aísla
del mundo.
Capítulo XVI
El séptimo planeta fue la Tierra. Los planetas anteriores estaban habitados cada
uno por un tipo de persona. En la Tierra se encuentran juntos multitud de personas
diferentes: cientos de reyes, miles de geógrafos, etc.
Capítulo XVII
Llega a la tierra y no encuentra a la gente porque cayó en el desierto solitario del
Sahara. Se encuentra con una serpiente la cual le ofrece su ayuda para volver a
su planeta.
Entendiéndola como representación de "la muerte", es verdad que ésta es el único
misterio que los hombres no pueden conocer hasta que les llega la hora. La
muerte, efectivamente, suscita todos los enigmas; es algo sobre lo que todas las
personas nos planteamos cosas.
Y, cuando al fin llega la hora de la muerte, todos los enigmas se resuelven, porque
ya nada importa, ya no hay nada. La muerte acaba con todas las demás
cuestiones, que sólo importan a los vivos.
Capítulo XVIII
Lo único que pasa en este capítulo es que el Principito se encuentra con una flor
que critica a los hombres de que son soplados por el viento ya que no tienen
raíces.
Capítulo XIX
Aquí el principito se encuentra con el eco de las montañas, y cree haber sido
respondido por los hombres
Capítulo XX
“Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa
ordinaria”
Vemos el inicio del proceso en que dejamos de lado nuestra infancia, para pasar a
ser adultos y dejamos de verlo todo como un niño.
Es por esta razón que el Principito encuentra que las flores del jardín de rozas
eran iguales a la flor de su planeta que él tanto apreciaba.
Es decir, todo este asunto de la desilusión de la roza representa a todos adultos
que cuando miran hacia su infancia ven lo insignificante que ahora son esas cosas
que antes los hacían feliz y se dan cuenta que de tenerlo todo, pasan a no tener
nada.
Capítulo XXI
En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de
la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su
rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le
regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Se trata de un pasaje antológico, central en el desarrollo de la historia narrada.
Domesticar es una cosa demasiado olvidada. Significa crear lazos, convertir al
otro en un ser único en el mundo. Sólo se conocen las cosas que se domestican,
pero esa profunda comprensión requiere tiempo, paciencia, esmero. El amor de
amistad es fuente también de vínculos morales, exige la entrega de la propia vida.
Capítulo XXII
Siguió pues el Principito su deambular por el mundo de los hombres, pero sin
olvidar el consejo del zorro, lo que le permitió que, a pesar de estar rodeado de
hombres, él siguió pensando, actuando y siendo un niño.
Fue así como llegó donde un ferroviario. Después de conversar un rato con este
sujeto acerca de dónde van las personas, sus objetivos, etc., el Principito llegó a
una conclusión que fue que sólo los niños saben hacia donde van.
Capítulo XXIII
En este capítulo, el Principito se encuentra con otro hombre. Este hombre era un
vendedor de pastillas que quitaban el deseo de beber, con lo que se ganaban
cincuenta y tres minutos, utilizables en lo que uno quisiera.
Capítulo XXIV
El vigesimocuarto capítulo es muy especial ya que en este, por primera vez, el
piloto entendió rápidamente lo que quería decir el Principito.
Esto le causó especial felicidad al Principito lo que se ve cuando el piloto nos dice,
“sus labios entreabiertos evocaban una sonrisa”, después de que el piloto se iba
diciendo a sí mismo, “lo que veo aquí sólo es la corteza. Lo más importante es
invisible”.
Se podría decir que esa sonrisa significa que con esto, el Principito sintió la
satisfacción del deber cumplido.
Capítulo XXV
En este capítulo, el Principito y el piloto, después de haber encontrado un pozo, se
dispusieron a obtener de éste agua para beber.
Los hombres de tu tierra -dijo el principito- cultivan cinco mil rosas en un jardín y
no encuentran lo que buscan.
-No lo encuentran nunca -le respondí. -Y sin embargo, lo que buscan podrían
encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua...
-Sin duda, respondí. Y el principito añadió:
-Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón.
Capítulo XXVI
El vigesimosexto capítulo es lejos el más triste de todos los de la obra. Ni más ni
menos, se trata de la despedida y partida del Principito, al menos en cuerpo.
Después de todo lo expuesto en el análisis de los capítulos anteriores, no nos
cabe duda que esta despedida simboliza el momento en que las personas sufren
el divorcio de su infancia con respecto de sus vidas, es decir, simboliza el fin de la
niñez, que da paso a la adultez.
Ese fin o paso es descrito como una larga agonía, en que ninguno de los dos
quería separarse del otro, pero sabían que debían hacerlo para seguir con el curso
normal de las cosas.
Capítulo XXVII
En este último capítulo se muestra el desenlace psicológico que sufrió el piloto,
que finalmente termina pensando como el Principito.
Con esto, Saint-Exupéry nos quiere decir que es perfectamente posible rescatar
dentro de cada uno de nosotros el alma de niño que alguna vez habitó nuestro
cuerpo, nuestra corteza.
Resumen por capítulos
I
La historia inicia con los recuerdos del Aviador,
personaje desde cuyo punto de vista se narra la
acción. Se trata de un personaje que desde niño ha
sentido que no encaja con el mundo formal y pragmático
que han creado los adultos. Sus puntos de vista son
distintos: donde el veía un elefante dentro de una
serpiente, los demás veían un sombrero.
II
Ya de adulto, el Aviador prefiere dar largos vuelos en
avión antes que la compañía de sus contemporáneos.
Durante uno de estos vuelos, su avión sufre un
desperfecto y se ve obligado a descender en el
desierto del Sahara, en el cual se encuentra con el
Principito.
El Principito es un niño que aparenta ocho años de
edad, rubio y vestido con ropas propias de su rango.
En cuanto traba amistad con el Aviador, le pide que le
pinte un cordero. Dudando de sus cualidades como
dibujante, el Aviador dibuja el elefante dentro de la
serpiente de su niñez, el cual es reconocido por el
Principito, quien insiste en que le haga el dibujo de
un cordero. Tras algunos vanos intentos, el Aviador
dibuja una caja con agujeros, indicándole al
Principito que el cordero se encuentra dentro. El
Principito aprueba el dibujo y se queda con él.
III
Durante el tiempo que tarda el Aviador en reparar su
avión, recibe las visitas del Principito, quien le
revela que proviene de otro planeta, al que describe
como muy pequeño
IV
El planeta del Principito es identificado por el
Aviador como el asteroide B 612. Precisa que este dato
está dirigido a las personas mayores, quienes
entienden las cosas a partir de las cifras. Con la
mención al número del asteroide, el Aviador considera
que cumple con demostrar la verdad de su existencia.
V
El Principito le cuenta al Aviador que en su planeta
crecen unos baobabs, árbol que en la Tierra alcanza
proporciones descomunales, pero que en el planeta del
Principito no son sino meros arbustos. El Principito
revela así para qué necesita al cordero: para que se
coma las hojas de los baobabs y estos no acaben con su
planeta.
VI
El Aviador recuerda otros aspectos de la personalidad
del Principito, entre ellos, su soledad, su melancolía
y su gusto por ver puestas de sol, sobre todo cuando
se siente triste.
VII
El Principito manifiesta su preocupación respecto a lo
que comen los corderos. Sobre todo, desea saber si
además de arbustos, pueden comer flores. El Aviador
responde con fastidio ante estas preguntas, dado que
se encuentra ocupado en la tarea de reparar su avión.
El Principito entonces le recrimina por ser como las
personas mayores, por su carencia de interés en el
destino de las flores y su relación con los corderos.
La ira del Principito culmina en llanto.
VIII
El Principito le revela al Aviador que a en su planeta
existía una flor muy especial, muy hermosa pero a la
vez vanidosa y orgullosa. La flor despierta el ingenuo
amor del Principito, pero al mismo tiempo, lo
confunde. El amor del Principito hacia la flor se
llena de dudas.
IX
El Principito decide dejar su planeta, y decide
aprovechar el vuelo de una bandada de pájaros para
dejar su mundo. Antes de irse, limpia los volcanes,
poda los baobabs y se despide de la flor, la cual le
dice que lo ama y le pide disculpas por no haberse
hecho entender, al tiempo que le recrimina al
Principito haber sido tan tonto como ella. La flor
apura al Principito para que parta sin que la vea
llorar.
X
El Principito inicia un periplo por otros asteroides.
El primero que visita está habitado por un rey, quien
aparenta ostentar un gran poder pero que al mismo
tiempo evidencia carecer de súbditos para ejercerlo.
Le pide al Principito que se quede con él, pero el
Principito decide continuar su viaje.
XI
El segundo planeta que visita el Principito estaba
habitado por un vanidoso, cuyo único deseo es que lo
aclamen y lo admiren. El Principito, antes de dejarlo,
le pregunta para qué le sirve que lo admiren, sin
obtener respuesta.
XII
El siguiente planeta visitado por el Principito estaba
habitado por un bebedor, un ebrio que bebe para
olvidar que tiene vergüenza de beber, lo cual deja al
Principito perplejo.
XIII
El Principito visita luego un planeta habitado por un
hombre de negocios, quien trafica con las estrellas:
las cuenta, las registra, en fin, las posee. El
Principito le increpa que eso no es de ninguna
utilidad para las estrellas, dejando al hombre de
negocios desconcertado.
XIV
El siguiente planeta estaba habitado por un farolero y
su farol, el cual encendía y apagaba velozmente,
puesto que su planeta giraba con mucha rapidez. El
Principito lo deja con cierto pesar, pues le simpatiza
este hombre que cumple su deber sin cuestionarlo, y al
mismo tiempo, lamenta perderse las sucesivas puestas
de sol que se producían en aquel mundo.
XV
El sexto planeta estaba habitado por un geógrafo,
rodeado de mapas y libros. Confunde al Principito con
un explorador, y le pide noticias y detalles de su
mundo. Al hablarle de la flor, el geógrafo le informa
que las flores son efímeras, es decir, están
destinadas a desaparecer, lo cual despierta
remordimientos en el Principito, por haberla dejado
sola.
XVI
El Principito llega por fin a la Tierra, planeta del
cual se destacan su gran cantidad de habitantes y el
actuar sincronizado de los faroleros de todo el mundo,
ocupados en encender y apagar los faroles de todos los
continentes.
XVII
Se hacen algunas precisiones sobre la cantidad de
habitantes de la Tierra, que en realidad pueden caber
todos en una isla. El Principito se pregunta por la
gente, dado que ha caído en África, donde se encuentra
con una serpiente que habla en enigmas, aclarándole al
Principito que a pesar de su apariencia, es más
poderosa que el dedo de un rey y que puede ayudarlo a
volver a su planeta.
XVIII
El Principito encuentra una flor solitaria, a la que
pregunta por los hombres. La flor, en toda su vida, no
ha visto más que seis o siete, y considera que los
hombres viven molestos por no tener raíces.
XIX
El Principito escala una gran montaña, y descubre el
eco, que lo lleva a reflexionar acerca de la falta de
originalidad de los hombres.
XX
El Principito llega al fin a un camino, junto a un
jardín lleno de rosas. Descubre entonces que la flor
que dejó en su planeta no era una flor única, sino una
más de las tantas rosas que existen. Esto lo
entristece mucho.
XXI
Al fin, conoce a un zorro, quien también está en
búsqueda de un amigo, un ser al cual “domesticar”, es
decir, alguien con quien formar un vínculo de amistad.
Ambos llegan a ser amigos, y en este proceso, el
Principito descubrirá lo que realmente hacía especial
a su flor. El zorro y el Principito se separan, luego
de que el zorro le revela su secreto: sólo se ve bien
con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
XXII
Siguiendo su camino, el Principito se encuentra con un
guardavía, quien le explica su trabajo, consistente en
agrupar pasajeros y embarcarlos en trenes. El
guardavía ignora los motivos que llevan a la gente a
movilizarse de un lugar a otro tan rápidamente.
XXIII
El Principito conoce a un comerciante, un vendedor de
píldoras que evitan la sed. Esto proporciona tiempo
extra que, desde el punto de vista del Principito,
bien podría emplearse en dirigirse a una fuente para
beber.
XXIV
El Aviador, quien no ha podido reparar su avión, dice
al Principito que si no consiguen agua, morirán de
sed. El Principito replica que es bueno haber tenido
un amigo, aún si se va a morir. Ambos empiezan a
buscar un pozo. El Principito se queda dormido
pensando en su flor, mientras el Aviador decide
llevarlo en sus brazos, hasta que logran encontrar un
pozo.
XXV
El Principito y el Aviador satisfacen su sed, al
tiempo que conversan sobre lo extraños que son los
hombres. El Principito ríe al ver los dibujos que ha
hecho el Aviador, y recuerda que está por cumplirse un
año desde su llegada a la Tierra. El Aviador deja al
Principito, pues debe reparar su avión.
XXVI
Al día siguiente, el Aviador regresa con el
Principito, quien se encuentra muy triste debido al
paso que va a dar. Le recuerda al Aviador que debe
mirar las estrellas, por que el vivirá en una de
ellas, con su flor. Le dice además que el podrá oír su
risa en todas las estrellas. El Aviador deja al
Principito en el suelo, para ser mordido por la
serpiente y morir instantáneamente.
XXVII
Pasados los años, el Aviador descubre que el
Principito ha olvidado un bozal dibujado para el
cordero, de modo que es posible que en algún descuido,
el cordero se pueda soltar y comerse la flor. El
Aviador mantiene la esperanza de volver a ver al
Principito, pidiendo al lector que le avise si alguna
vez vuelve a la Tierra.
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