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La poesía oral miskita y su belleza lírica y comunitaria
Pedro Alfonso Morales
La poesía caribeña nicaragüense es muy
esencial y natural en su particularidad lírica y
conservadora de la riqueza de la comunidad que
la «hace» ―más que escribirla―, porque se
fundamenta en la tradición oral y la colectividad
de sus «expresiones bellas» ―aisanka prana
nani― incrustadas de la pujanza de la
naturaleza, las creencias, la lengua y la cultura,
cuya obra fue recopilada por la maestra Ana
Rosa Fagoth y publicada en 2004 por la
Asociación Cultural Tininiska.
Ana Rosa Fagoth Müller y Fernando José Saavedra Areas, ambos docentes y escritores del
Caribe, en la Carta Literaria, No. 17, mayo, 2014, publicada por el Programa de Promoción de la
Literatura Nicaragüense del Foro Nicaragüense de Cultura nos exponen las principales características
de la poesía indígena caribeña nicaragüense que bien vale anotar para ofrecer mayor claridad al
trabajo.
La oralidad
Una poesía oral, cuya base es la tradición oral de los pueblos ancestrales indígenas y
afrodescendientes, llena de memorias, recuerdos, labores, historias, nostalgias, ritos, ceremonias y
creencias ancestrales, muchas de ellas centradas en la naturaleza. La poesía oral miskita se canta, se
baila y se representa en teatro comunitario con la pasión del arte caribeño. Gregorio Smutko, escribe:
«En el idioma Miskitu, canto y música son sinónimos y se traduce como alwananka, porque los
sonidos o la melodía también pueden significar poemas traducibles»1
La colectividad
Esta poesía es esencialmente colectiva, es decir, pertenece a un grupo de personas o es
compartida por cada uno de sus miembros en la comunidad, puesto que la poesía va más allá de la
imagen a través del canto, el baile y el teatro y su vivencia en la comunidad que la crea y la recrea
como parte de sus creencias ancestrales.
1 Gregorio Smutko, Cantos tradicionales de los pueblos miskitos. revistas.uraccan.edu.ni/index.php/caribe/article/download/201/167 (Consultado: el 02 de abril, 2017)
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El entorno sociocultural
La poesía es oral, comunitaria, vivencial y se goza y se disfruta a través del canto, el baile y el
teatro comunitario. Es una poesía de la comunidad y su entorno: el paisaje, el río, la lluvia, el bosque,
los animales y sus ruidos, las flora y sus colores, multiétnico, multilingüe, pluricultural, donde el sujeto
se ve así mismo en su cultura como parte de la comunidad que la expresa en su lengua.
Espiritualidad
La poesía es el espíritu de todas las cosas vividas y sentidas. La lírica es representación de todas
las cosas: los conocimientos, los saberes, los recuerdos, las creencias, las nostalgias… A través de la
lírica se revela la naturaleza: el campo y los árboles, el río y sus aguas, los animales y sus ruidos, el aire
y su fragancia, el verde y sus tonalidades, el movimiento de las colinas, el canto, la danza y el teatro
del hombre y la mujer que cree en sus profetas, los sukias, los curanderos y parteras.
Gregorio Smutko, escribe: «el redoblar de los tambores para atraer la lluvia, para reunir al
pueblo, para convocar a los espíritus durante los rituales de curaciones, para avisar que extraños se
acercan al pueblo, lamentos cantados por desgracias ocurridas, etc., unido con el cántico de los poetas
al amor cercano y eterno, al triste amor, a la luna, al sol y a las estrellas seleccionadas, tienen un
significado espiritual
bastante profundo2»
Intercultural
La poesía es intercambio entre culturas o entre iguales con culturas diferentes como
promoción y reconocimiento; búsqueda de construcción de la lírica con identidad poética y
comunitaria; la unidad dentro de las diferencias de cultura o diversidad cultural en la filosofía de vida
del caribeño.
Ahora analicemos las nueve partes en que se divide esta poesía oral miskita:
La poesía de los lamentos
El lamento es una queja triste, acompañada de llanto y otras formas de aflicción que a su vez,
demuestra el cariño y el respeto para la persona de quien nos quejamos o lamentamos su ausencia
con nostalgia o melancolía.
La poesía miskita, en este sentido, abraza una doble vertiente: amor y dolor. Por ejemplo, el
poema «Lamentos de Tangka», donde la suegra Tangka, lamenta la ausencia de su nuera, quien
después de haberse ido al hospital de Bilwaskarma a parir su hijo, aún no vuelve a casa, causando
preocupación y nostalgia en el hogar.
2 Gregorio Smutko, Cantos tradicionales de los pueblos miskitos. revistas.uraccan.edu.ni/index.php/caribe/article/download/201/167 (Consultado: el 02de abril, 2017)
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Tal hecho en el poema, genera un diálogo
hogareño, poetizado, entre los abuelos del
recién nacido que devela diferencias de los
amores entre uno y otro en relación con la
nuera o la hija, según el vínculo establecido.
De entrada, dicho diálogo, entre suegra y
suegro, es muy llamativo, porque la suegra habla
de la nuera como de una hija. Este elemento de
relación familiar es muy significativo, porque
prueba todo lo contrario de lo que conocemos
entre suegras y nueras del lado del Pacífico.
Es una comunión familiar más allá de simples relaciones de afinidad y sociabilidades: él es un
español y ella una mujer miskita, cuyos arraigos familiares y comunitario se develan en el poema que
además de ser canto y baile, también es poema, dramaturgia y entorno sociocultural.
Note los elementos sensoriales y visuales como el ruido del bote que se conjuga con el llanto
de la mujer y el recuerdo que se extingue como el humo de su pipa. Observe también que el nombre
de Clemente es muy significativo por su inclemencia y por ser malvado de sangre amarga, su cuerpo
debiera ser pasto de carroñeros.
La queja deviene en una extraordinaria hipérbole que invade la vida de la mujer. El lamento
invadirá todo en la vida como la pesca; el canto de las aves; el pasar del tiempo; el croar de las ranas;
el canto del gallo; el paisaje y el tiempo de la cosecha. Todo se queda en un gigantesco lamento como
eco que se repite en las palabras…
Lamentos de Tangka
―Clemente. Clemente, ya se escucha el sonido del bote, ve y pregunta
cómo está nuestra nuera.
―¡Ay, Tangka!, ¿por qué preguntas por alguien que no ha muerto?
¿Por qué piensas que ha muerto?
―¡Clemente malvado!, de sangre amarga,
malvado español, comida de lagarto, comida de zopilote.
Uuuuuuuuuuuuy, ¿vas a ir?
―¡Vieja! ¡No me molestes!
Entonces, la vieja Tangka lloraba diciendo:
Destrozada estoy,
esposa de mi hijo, esposa de mi hijo.
Mujer limpia:
tus repisas, lisas;
tus mesas, lisas; el piso de tu casa, liso como la cáscara de toronja.
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¡Mi nuera! ¡Mi nuera!
Si tú no estás, ¿cómo estaré yo, que soy una pobre vieja?
Cuando vaya a pescar,
y esté pescando en la desembocadura del caño de Sangsang,
al escuchar el canto del kuskuspiram,
el corazón de Tangka por dentro estará destrozado.
Cuando llegue el verano,
y me encuentre sentada en el corredor de mi casa, fumando mi pipa…,
y los sapos de la playa estén croando,
el corazón de Tangka estará destrozado.
¡Aluy, aluy!, ¿cómo me sentiré?
Cuando llegue el tiempo de verano
y vaya andando por el camino!
Cuando cante el pihtu yula,
cuando entre el rapodim,
cuando cante la chicharra,
¿cómo me sentiré? ¡Aluy! ¡Aluy!
Al amanecer cuando esté dormida,
cuando las gallos canten batiendo alas ¡tac!, ¡tac!, ¡tac!,
esposa de mi hijo, suspiraré por ti.
Aluy, aluy, esposa de mi hijo, esposa de mi hijo…
Entre extraños, en medio del llano te acostaste.
Se pondrá el arcoíris,
que representará mis lágrimas
como corrientes de agua,
Cuando bajo el sol de verano esté arrancando frijoles,
cuando me asome a la playa y las piedras reverberean de calor,
¿cómo estaré?
¡Ay, hija mía!
mi señora
mi cumiche
mi única
la única que tenía
tus manos de alto precio,
de nariz puntiaguda
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como el filo del machete.
Tus cabellos quebradizos
¡Aluy, aluy, aluy, eeeeeeeeeeeeeeeeeeeh!
Cuando bajé al río
toda especie de garza
―garza morena,
garza rosada―
toda clase de pato piche,
toda clase de patos,
toda clase de zarcetas
y cuando nadando estén,
yo, la vieja, la vieja horrible
¿cómo me sentiré?
Los viejos que se marcharon por el largo camino
no regresaron.
Entonces, tú ¿por dónde regresarás?
¡Alakau, alakai! ¿Nos encontraremos el gran día del juicio?
¡Aluy, aluy, eeeeeeeeh!
Sobre tu tumba
no podré hacer mis lamentos
porque reposas en el cementerio de Bilwas Karma.
Yo, ¡cómo llegaré hasta allá!
¡Eeeeeeee
Eeeeeeeeee
Eeeeeeeeeeeeh!
¡Aha haii!
(Recopiladora Ana Rosa Fagoth)
La poesía oratoria y ritos curativos
Esta poesía lírica de oratoria y ritos curativos ―yumuh― es única y sin par en la literatura
nicaragüense y no debe confundirse con las oraciones populares como la del puro y el gato negro que
nosotros conocemos en el Pacífico. El propósito esencial de la oratoria y el rito es alcanzar un efecto
sicológico en el paciente para que desaparezcan sus malestares y dolencias.
Esta expresión poética va más allá de la poesía misma, porque es una expresión de la cultura
de los pueblos originarios y sus formas esenciales de promover la salud en la comunidad y su
cosmovisión. En este sentido, la doctora Florence Levy, en Salud sin Límites expone un asunto
primordial del sistema de salud:
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Hasta ahora el sistema de salud, ha
uniformado los servicios de salud, ignorando la
cosmovisión, lenguas, conocimientos, actitudes
y prácticas de las diferentes culturas, en el
proceso salud enfermedad.
El modelo de salud intercultural parte del
reconocimiento de la convivencia de varios
sistemas de salud en las Regiones Autónomas
(Casera, Familiar, Tradicional, Occidental entre
otras), funcionando de manera paralela y en un
mismo territorio. Ello hace necesario el diseño de modelos que busquen la armonización entre los
diferentes sistemas. (Diferentes pueblos).
El reconocimiento de la interculturalidad significa que las diferentes formas de atender la salud
cuentan con la posibilidad de ser practicadas en igualdad de condiciones por las personas que
tradicionalmente lo han hecho, pero también significa, que cuentan con recursos y espacios para el
intercambio de conocimientos, dones y prácticas que aseguren su desarrollo, revitalización y
reproducción.3
En realidad, los yumuh aportan a la poesía nicaragüense un elemento oratorio y ritual muy
particular de atender las enfermedades y dolencias a través de los ritos e invocaciones que proviene
de la variabilidad de las manifestaciones culturales del Caribe. Por ejemplo, en Lunikus, una canción
triste y de despedida del alma (insigni) del fallecido, el poeta cantor asume el espíritu del muerto y en
su canto relata acontecimientos relacionados con la última visita a la amada y su propia muerte,
destacando a la comunidad en su entierro y su viaje final.
¡Soy Lunikus, mujer!
A las puertas de la casa de tu padre llegué…
Soy Lunikus.
¡No me hablaste!, y me alejé.
Solo tu perro con cariño me encaminó.
A media noche en la iglesia
las campanas sonaron una y dos veces.
Los habitantes congregados se preguntaban unos a otros:
¿Quién habrá muerto?
El desgraciado muerto era yo.
Algunos jóvenes estaban tristes,
otros jóvenes estaban alegres.
3 Levy, Florence, Salud sin límites. Memoria. Reunión Nacional de Evaluación del Decenio de Salud de Pueblos Indígenas y Comunidades Afrocaribes de Nicaragua. 17 de septiembre de 2004. http://www.paho.org/nic/index.php?option=com_docman&view=download&alias=218-manual-evaluacion-decenio&category_slug=publicaciones-anteriores&Itemid=235 (Consultado el 25 de septiembre, 2017.
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Algunas jóvenes estaban tristes,
otras jóvenes estaban alegres.
Tú derramabas lágrimas de los ojos.
Cuando los clavos se acabaron,
con espina de bambú clavaron mi ataúd.
Ese día por la tarde, los jóvenes que pensaban en mí,
a mi iglesia me llevaron.
El viejo pastor muy triste realizó la ceremonia.
Sobre mi tumba la muchedumbre
me despedía tirando flores.
La tierra es pesada; el ataúd, caliente…
¡Mujer! ¡Soy Lunikus!
Mucha gente no estaba triste,
solo a mi madre le corrían lágrimas.
Piénsalo, por mucho tiempo no me verás.
Me voy al lugar de donde no se regresa.
Vendrá una nube negra…
Caerán como gotas de agua,
serán las lágrimas de mis ojos.
¡Piénsalo!
Por mucho tiempo no me verás.
Me voy al lugar de donde no se regresa.
Cantan: Alfredo y Alcero Atas.
Recopilación: Ana R. Fagoth.
Por otro lado, en Saram, poética de la oratoria ritual en caso de mordedura de víboras, muestra
ese otro modelo de salud intercultural que son prácticas de la cosmovisión caribeña, donde el yumuh uplica o curandero, mientras desarrolla la oratoria, aplica en la parte afectada la planta lalayu, ya
machada. Como podrán observar, el orador ejerce su tratamiento sobre la base de la planta para
contrarrestar el veneno inoculado en la persona afectada por la mordedura de la víbora.
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Saram
¡Saram, saram!
Tú eres el fuerte,
te llaman el fuerte.
¡Saram, saram!
Tú eres fuerte,
arrancador de colmillos de víbora.
¡Saram, saram!
Medicina fuerte,
Arranca estos colmillos.
¡Saram, saram!
Recopiladora: Ana Rosa Fagoth.
Relator: Hernaldo Prado.
La poesía del lenguaje de los animales
La onomatopeya ―formación de la
palabra por imitación del sonido de aquello que
designa. Muchas palabras como quiquiriquí se
formaron por onomatopeya― tiene un gran
significado dentro del lenguaje de los animales
en la poesía miskita, no solo para crear nuevas
imágenes a partir de nuevos sonidos de la
naturaleza, las aves y animales, sino para recrear
el juego y la diversión de los niños, jóvenes y
adultos que no necesariamente debe vincularse
a la onomatopeya.
En esta poesía que también es canto a través de los juegos y las voces de las aves y los animales
en contubernio con la naturaleza ―¿Oís la voz de la montaña cantar en la cuerda de las colinas? ¿Oís
los pasos del río en su incesante caminar con el murmullo y el eco de las hondonadas? ¿Acaso
escuchaste los golpes del horizonte? ¿Acaso el verde pestañea en las montañas? ¿Acaso no viste poesía
en el salto hermoso del danto? ¿Ves el verso triste o la paz silenciosa en el caminar de la tortuga?
¿Acaso no ves el «Bibarim bam ria bi» en la «Canción de la iguana»?― hay también una manifestación
dramática de las cosas con sarcasmo y filosofía frente a la realdad y la imaginación. Esto es: los sonidos
de la figura corporal del animal, produce nuevos sonidos silábicos en las palabras que nacen del sonido
ideal del animal. Cantemos la «Canción de la iguana» en el lenguaje de los animales.
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Bibarim bam ria bi
Biba rim bam ria bi
Bi… Ba… Rim… Bam… Ria… Bi.
Buyu… Buyu… Buyu… Buyu… Buyu
Biup… Biup… Biup… Biup… Biup.
Canta: Wilmor Guido, Kum, Río Wangki.
Recopilado por Ana Rosa Fagoth.
La poesía de regocijo y bienestar
El regocijo es aquella manifestación de gozo o alegría muy intensa que se hace ostensible en el
rostro de la persona. El bienestar, forjado a partir del estar bien, es el estado de la persona cuyas
condiciones físicas y mentales le proporcionan un sentimiento de satisfacción y tranquilidad. La poesía
es regocijo y bienestar.
Esta poética de regocijo y bienestar es una manifestación de alegría por diversos
acontecimientos como el regreso de los ausentes, la llegada de un año nuevo con nuevos propósitos
y a veces por los «festejos de carácter religiosos como el Ura Li Aihbaia» como lo explica Ana Rosa
Fagoth en dicha obra.
Por ejemplo, el poema «Flor de Dahlpulia», cuyo contenido se refiere a la alegría y conmoción
que produce la flor al ser sacudida por el viento de la tarde.
Flor de Dahlpulia (Fragmento)
Flor de Dahlpulia
Como tú, que juegas,
meciéndote con las brisas del atardecer.
Cuando te veo,
mi corazón conmovido se llena de alegría,
Flor de Dahlpulia.
Relator: Nicodemo Serapio.
Recopiladora: Ana Rosa Fagoth.
Otro caso atractivo es la «Oratoria de la abuela Kiuna a los jóvenes adolescentes», cuyo
contenido poético se basa en la experiencia de la abuela para aconsejar a los nietos y entrenarlos en
la manera de acercarse al amor y la vida. Es una actitud y una función mediadora entre padres e hijos,
porque los jóvenes se desvinculan de sus padres y hay que aconsejarlos en el buen amor.
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El término de abuela o abuelidad, acuñado por la sicóloga argentina Paulina Redler en 1980,
van más allá de la relación y «función del abuelo con respecto al nieto y los efectos psicológicos del
vínculo», como dice Redler. No solo se trata de trasmitir determinadas experiencias amorosas o de
comportamiento social sino de transferir el conocimiento generacional como parte de su historia, su
lengua y su cultura.
En este poema, la abuela Kiuna, no solo
alienta al joven a que salga, les hable y las abrace
a las muchachas, sino que le preparó hierbas y
las encantó con palabras de amor. Resultado: la
muchacha bella se enamoró del nieto Rikis y
fue tan intenso su amor que se olvidó de todo
para dedicarse a quererlo. «Solo pensaba en
Rikis».
El verso «las preparó ―las
hierbas―encantándolas con palabras de amor»
resulta muy singular, puesto que el encanto está
relacionado con brebajes, remedios mágicos y fórmulas de hechicería. En realidad, la abuela al
encantar las hierbas con las palabras busca magnificar el espíritu en una especie de placebo para
transmitir confianza y seguridad al nieto. Guardando las distancias: es el mismo encantamiento que
sufrió Alonso Quijano por leer tantos libros en la biblioteca de la casa. Las encantadoras en ambos
casos son las palabras y su magia.
Un detalle que debe aclararse es la actitud de la abuela frente al nieto. Quizás pudiera pensarse
en una actitud machista desde la feminidad. Al contrario, es una actitud que media y sustituye de algún
modo las carencias de los padres en el cuido y la orientación de los hijos. El profesor Fernando
Saavedra Areas, dice al respecto: «Este poema es muy tradicional, Rio Coco arriba, refleja dos aspectos
claves de la cultura indígena: el respeto a los mayores y el amor bien intencionado entre jóvenes.
No tiene sesgo machista».
Oratoria de la abuela Kiuna a los jóvenes adolescentes
―Tú, el nuevo joven,
Rikis, mi nieto:
se acercan tres bellas jóvenes.
Míralas, se acercan por donde sale el sol.
¡Sal afuera y háblales!
¡Abrázalas por los hombros!
Yo te lo digo.
―¡Ay, abuela Kiuna―
dijo el joven Rikis!
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―¿Acaso soy joven bello
para abrazar y hablar
a las bellas jóvenes que se acercan?
―Si tú eres mi nieto, sal y háblales ―dijo la abuela.
La abuela Kiuna
presurosa cortó hierbas y las preparó,
las preparó encantándolas con palabras de amor y dijo:
―Mi joven nieto, Rikis,
toma esto ¡sal y háblales
a las bellas jóvenes que se acercan!
Yo te lo digo.
Entonces el joven Rikis
salió y les habló.
Una bella joven se le acercó,
abrazaron y se hablaron.
Desde entonces,
la joven no se acordaba de beber agua
la joven no se acordaba de comer,
la joven no se acordaba de lavar ropa.
A la joven todo se le olvidaba.
Solo pensaba en Tikis.
Así será también para ti.
Sh… Sh… Sh… Sh…
Relator: Dama Ulayo Amaki, Milios Serapio, Raití, Río Wangki.
Recopiladora: Ana Rosa Fagoth.
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La poesía para niños
La poesía popular infantil en Nicaragua,
igual que las otras manifestaciones literarias,
como los romances, los juegos, las canciones, las
rimas, las coplas, los trabalenguas, las retahílas y
las adivinanzas, es una expresión de juego,
recreo, divertimiento, mofa, burla,
entrenamiento científico y literario, a través de
las formas y los sentidos del mundo de los niños,
muchas veces expresado por medio de juegos
de palabras, diálogos funestos, motes,
diminutivos, animales, aliteraciones, rimas en
series o frustradas, burlas, ironías, caricaturas, esperpentos, fantasía, caprichos, absurdos,
onomatopeyas, etc.
Este tipo de poesía en el Caribe tiene sus manifestaciones en las canciones de cunas muy
semejantes a las del Pacífico que son cantos para dormir al infante. Muchos de nosotros recordamos
el «Dormite mi niño / que tengo que hacer: / lavar tus pañales, ponerme a coser». Sin embargo,
veremos que esta poesía-canción varía en el Caribe de acuerdo en el contexto y las actividades
laborales de la zona: la recolección de frutas, la caza, la pesca, bebidas y comidas. Por ejemplo:
Canción de cuna
Bebé, pequeño bebé,
bebé, pequeño bebé.
Sueño, sueño tienes,
Sueño, sueño tienes.
Papá se fue a cortar guanábana,
mamá se fue a sacar peces con basala.
Bebé, pequeño bebé.
Bebé, pequeño bebé.
Nuestra tía se fue a lavar la ropa,
Nuestra abuela bate el wabul.
Bebé, pequeño bebé.
Sueño, sueño tienes.
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Pequeño tuluka.
Sueño, sueño tienes,
sueño, sueño tienes
pequeño tuluka.
Recopiladora: Ana Rosa Fagth.
También esta poesía se manifiesta a través de cantos para animales y son verdaderos juegos de
palabras, aliteraciones, onomatopeyas, repeticiones, absurdos y sorpresas que actúan no solo como
juegos y divertimientos, sino como modos verdaderos del pensamiento, la cultura y la tradición infantil
caribeña. Por ejemplo:
Calzón del sapo
Estaba cosiendo el calzón del sapo.
Se cayó y se perdió en el agua.
Estaba cosiendo el calzón de todos.
Se cayó al agua y se perdió.
¡Kururu! ¡Kururu! ¡Kururu!
Estaba cosiendo el calzón de la rana.
Se cayó al agua y se perdió.
Estaba cosiendo el calzón de todos.
Se cayó al agua y se perdió.
¡Pik! ¡Pik! ¡Pik!
Estaba cosiendo el calzón del bufo.
Se cayó al agua y se perdió.
Estaba cosiendo el calzón de todos.
Se cayó al agua y se perdió.
¡Burh! ¡Burh! ¡Burh!
Estaba cosiendo el calzón del kaihkai.
Se cayó al agua y se perdió.
Estaba cosiendo el calzón de todos.
Se cayó al agua y se perdió.
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Estaba cosiendo el calzón del renacuajo.
Se cayó al agua y se perdió.
Estaba cosiendo el calzón de todos.
Se cayó al agua y se perdió.
¡Kur! ¡Kur! ¡Kur!
Canta: Wilmor Guido, Koom Río Wangki
Recopiladora: Ana R. Fagoth.
La poesía de viajeros
Todos hemos viajado alguna vez: «Poemas
de un joven que no ha viajado nunca», escribía
Joaquín Pasos para referirse a sus poemas que
trataban asuntos de otros países como Noruega,
como si saliera del verso de la poesía oral
caribeña: «El que nunca ha ido a otro lugar. /
Quien aquí mismo se crio».
La poesía de viajeros del Caribe es de
navegantes: una relación de su travesía por el
mar, destacando en su poesía los sentimientos y
«su situación social y la de sus compatriotas»,
como bien lo apunta Ana Rosa Fagoth. Es una poesía de migrantes primeros en busca de mejor vida:
allí, adonde llegaban buscaban trabajo y no encontraban labor. Más bien, hallaron igual o más miseria.
El viajero
Ponga mucha atención,
porque este joven del litoral se va.
Estaba en la proa de su embarcación,
miró el salto del bagre,
miró el salto de los peces del mar,
miró el salto del pez barbudo.
¿Quién es este hombre?
¡Este es Aswal! ¡El hombre!
El que nunca ha ido a otro lugar.
Quien aquí mismo se crio.
Es una persona pobre,
quien a ti te deja sus palabras.
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Tú dirás lo que quieras,
Up, up, up, up, up…
Llegué a un lugar,
no pudiendo encontrar trabajo.
Anduve corriendo,
había muchos huérfanos,
había muchos discapacitados,
había muchos sin madres,
muchos sin abuelas.
Se fueron tras de mí y perdieron su camino.
Hasta el día de hoy no han regresado.
Allí no encontraron a sus mayores y se perdieron.
Pero a esta fecha,
¿quién será ese que mis ojos ven?
Llegaron dos mestizos,
llegó un miskitu.
Cuando te vi, apoyo al miskitu.
No hay apoyo para el miskitu.
Mi corazón se ha conmovido.
¿Qué va a ser de mí?
Uy, uy, uy, uy, uy, uy…
Cantautor: Cino Rarallon
Laka Moskitia, Honduras.
La poesía de la naturaleza
La poesía de la naturaleza es aquella que aborda asuntos de la flora, la fauna, los animales y
todo recurso natural como el río, el mar, el árbol, el ave y la develación de sus rasgos y características
van más allá de la simple descripción. Edmundo Moure Rojas escribe que «La poesía es también un
medio para conocer, para expresar y en ocasiones, para develar complejidades del mundo que no
siempre se resuelven con la desnuda materia en mesas de vivisección o probetas de laboratorio o
telescopios o cámaras cibernéticas»4.
La poesía miskita sobre la naturaleza son cantos no solo de admiración y contemplación sino
de sus usos, calidades y valoraciones muy ligadas a sus creencias sobre enfermedades y alimentos de
la comunidad. Por ejemplo en «Viajando por el Río Wangki» el poeta cantor no solo enumera y canta
a los árboles, sino que describe y valora sus usos en favor de la comunidad. El matapalo es bello, pero
4 Moure Rojas, Edmundo, La poesía como medio de conocimiento de la naturaleza, Eikajia, enero, 2014. http://www.revistadefilosofia.org/54-10.pdf (Consultado: el 30 de septiembre, 2017).
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perjudica a las embarazadas. La caoba es bello y muy apreciado. El awanak es el más duro y el
comenegro es alimento de aves. El guapinol es alimento y medicina.
Viajando por el Wangki
Voy viajando por el río Wangki.
Cantando voy con los árboles.
Desde las riberas del río
me acompañan al compás del viento.
Gran matapalo:
tus lamentos son bellos.
Pero son desgracia para las embarazadas,
porque sus hijos nacerán llorones.
¡Cedro!
De los árboles preciosos,
el más bello.
¡Caoba!
De los árboles preciosos, belleza.
Todos te aprecian.
¡Awanak!
El más duro entre todos los árboles.
Tú eres el más duro pie de la casa.
¡Comenegro!
Árbol fuerte.
De ti se alimentan las aves.
¡Guapinol!
Macho fuerte.
Alimento y medicina de muchos.
¡Níspero!
Macho fuerte.
Tu ayuda es grande.
¡Cortés!
Macho fuerte.
Árbol macho de bellas flores.
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¡Bulwayang!
Árbol macho, fuerte.
Cuando estás frutando,
llenas el estómago de muchos animales,
sean aves o cuadrúpedos.
Árboles del Wangki
cantemos al vaivén del viento.
Cantemos, cantemos, cantemos.
Relator: Douglas Francisco.
Recopiladora: Ana Rosa Fagoth.
La poesía de amor
La poesía miskita de amor es canto: se junta guitarra y poesía en la búsqueda. El canto de la
belleza femenina y su entorno: el río, el riachuelo, las flores, las aves, el mar, la espera, el olvido, el
cariño en las vivencias amorosas, al aire que trae recuerdos, el ay del amor y los cementerios que es
signo de pérdida y llanto total.
Quizás el poema y canción más conocidos es «Colibrí» (Tininiska) que expresa que el ave es
reina del mar, dueña del agua del Wangki y del riachuelo y de todo y a pesar de la búsqueda en el
hogar y más allá del mar nunca lo encontró. Es un poema de búsqueda y nostalgia por la aparente
desaparición del amor.
Colibrí
Colibrí, colibrí,
reina del mar.
Colibrí, colibrí,
reina del mar.
Colibrí, colibrí,
dueña de la vertiente del Wangki.
Colibrí, colibrí,
dueña de la vertiente del Wangki.
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Colibrí, colibrí,
dueña del riachuelo de Sangsang.
Colibrí, colibrí,
dueña del riachuelo de Sangsang.
Colibrí, colibrí,
yaling de los riachuelos.
Colibrí, colibrí,
yaling de los riachuelos.
Colibrí, colibrí,
donde tu padre, donde tu madre fui
buscándote, buscándote fui.
No te encontré, no te encontré.
Colibrí, colibrí,
buscándote, buscándote fui.
Al otro lado del mar, al otro lado del mar,
Buscándote, buscándote fui.
Canta: Francisco González.
Recopiladora: Ana Rosa Fagoth.
Note que el río Wangki y la montaña son parte esencial de la cosmovisión de toda la existencia
del hombre y la mujer caribeños, dotados de una variada vida de seres míticos de ese mundo
autóctono. El profesor Avelino Cox Molina expone:
Ulak: Es un ente parecido al ser humano, pero es peludo, de brazos muy largos. Tiene los pies
volteados para atrás. Si uno va a la montaña y ve las pisadas del ulak, hay que fijarse en la dirección
de los pies para ir al lado contrario; hay que seguir las pisadas en dirección del talón.
Cuando un ulak macho se encuentra con un hombre, lo mata. Pero si es mujer, no lo mata; se
la lleva a la montaña para vivir con ella. Igual sucede, cuando una ulak se encuentra con una mujer:
la mata. En cambio, si el afectado es un hombre, se lo lleva a la montaña para vivir con él.
Creen que el ulak verdaderamente existe en las grandes montañas. La gente de Bihmuna cree
que en un lugar llamado Tala [sangre], existen los ulak pero no han podido matarlos.
Aubia sale de las espesuras de los bosques en horas de la tarde. Por eso hay que regresar
temprano.
Los que participan en los preparativos y entierro de un cadáver, también pueden contraer
enfermedad provocada por el isingni o el alma del muerto.
La mujer durante su período menstrual que fue a bañarse al río, también sufre un desequilibrio
o mal provocado por liwa mairin [la cosa del agua o la sirena].
La persona que estaba fuera de la casa cuando pasó Prahaku, el dueño del viento arremolinado,
también padece de malestares o desequilibrio mental.
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El padre que vive con otra mujer que no es la madre de su hijo, contagia a éste con damni. Por
tanto hay que cumplir con las reglas de salud corporal y espiritual expresada en la frase wan kaina kulkaia que significa estar en armonía con nuestro entorno.5
Y para comprender la poesía oral caribeña es necesario valorar estos mitos y creencias del
pueblo caribeño, puesto que son el centro de sus expresiones culturales manifestadas en la poesía y
la canción, la danza y el teatro.
Telica, 02 de octubre, 2017.
55 Cox Molina, Avelino, Mitos y creencias respecto a las enfermedades. http://www.manfut.org/RAAN/sukia2.html (Consultado el 02 de octubre, 2017.
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